No había entonces enfermedad,
no había entonces pecado,
Había santa devoción en
nosotros.
Saludables vivíamos.
No había entonces enfermedad,
no había dolor de huesos,
no había fiebre,
no había viruela.
No fue así lo que hicieron los
extranjeros
cuando llegaron aquí.
Ellos enseñaron el miedo,
y vinieron a marchitar las flores.
Para que su flor viviese,
dañaron y sorbieron nuestra
flor.
¡A castrar el
sol!
Eso vinieron a hacer aquí los
extranjeros.
Este poema maya citado por Felipe Pigna, muestra
claramente y de manera indirecta, cómo la
navegación de esos tiempos estaba signada por pestes y
enfermedades
infectocontagiosas que diezmaban la tripulación. Sin
embargo, no solamente enfermedades reproducibles afectaban las
travesías de aquellos tiempos. En los primeros días
de Octubre de 1492 la tripulación comienza a impacientarse
ante la incertidumbre de su destino. Martín Alonso
Pinzón capitán de "La Pinta" propuso ahorcar a los
que no quisieran seguir, afirmando que, si el almirante no se
animaba, lo haría él en persona. Evidente
trabajo
insalubre ser obrero embarcado en aquellos tiempos. Sin embargo,
entre los 85 navegantes que completaron la lista de aventureros
hacia las Indias, había uno que velaba por la salud de los trabajadores:
un cirujano ("sangrador y barbero"); además de un
boticario. Por desgracia de los vociferantes de la "conquista
espiritual", no integraba la tripulación quien se encarga
de la salud del alma. En la
conquista no había ningún
sacerdote1.
Hacia el año 1512 se le encarga al navegante Juan
Díaz de Solís el descubrimiento de un paso
interoceánico a través del continente. Llegado a lo
que posteriormente fue conocido como el Río de la Plata y
creyendo haberlo encontrado, desciende de sus naves. Las
crónicas parecen coincidir sobre la veracidad de la
terrible visión de los que quedaron en los navíos,
sobre como fueron despedazados y comidos por los charrúas.
A Antonio Pigafetta, pluma inteligente del viaje posterior de la
corona española (1512), se le debe agradecer la
crónica del viaje de Hernando de Magallanes: "?Navegamos
durante tres meses y veinte días sin probar alimento
fresco: La galleta que comíamos no era ya pan, sino un
polvo mezclado con gusanos?". "El agua que
nos veíamos obligados a beber era igualmente
pútrida y horrenda. Para no morir de hambre llegamos al
terrible trance de comer pedazos de cuero con que
se había recubierto el palo mayor". ?"Más no fue
esto lo peor. Nuestra mayor desdicha era vernos atacados de una
enfermedad por la cual las encías se hinchaban hasta el
punto de sobrepasar los dientes?, los atacados de ella no
podían tomar ningún alimento". Se alude al
escorbuto, producto de
ausencia de alimentos
frescos2.
También la mitología
griega aporta a las terribles desdichas de ser navegante en
esos tiempos. La nave Argos zarpa de Yolco
con los argonautas a bordo hacia la difícil
tarea de conseguir el vellocino de oro.
Mechón del carnero alado Crisomalo impuesto por
Zeus. En su viaje, salvan al rey Fineo del hambre causado
por las arpías, criatura alada con cabeza de vieja
y cuerpo de ave. En agradecimiento, Fineo les revela el
secreto de como pasar a través de las
Simplégades, rocas que
custodiaban el ingreso al mar Euxino chocando entre
sí al paso de los barcos. Los argonautas soltaron una
paloma, las piedras fueron activadas y mientras volvían a
su posición normal permitieron el paso de la
nave.3
Evidentemente la historia, a modo
ilustrativo, nos muestra una visión que en nada se parece
a los padecimientos de los trabajadores de nuestra época,
sin embargo nos permite observar que la tarea de
desempeñarse en actividades sobre el agua, siempre
fue motivo de interés y
debate en los
ámbitos laborales y de la medicina
laboral.
1º Aportar conocimiento
sobre las afecciones más comunes de los trabajadores
embarcados.
2º Brindar una visión amplia sobre sus
padecimientos, considerando no solamente las enfermedades de
origen biológico, sino las psicológicas y
sociales.
3º Acercar las normativas de la legislación
argentina actual sobre salud de los embarcados.
A la flota naviera comercial de un país, que
incluye barcos de pasajeros y buques de transporte de
mercancías se la denomina Marina Mercante.
En la industria
naviera, las flotas mercantiles se clasifican en función
del país en el que están registradas, las leyes
náuticas que rigen su actividad y la bandera que portan.
Esta clasificación también afecta a las empresas
navales.
El tamaño y la importancia de la marina mercante
de un país dependen de la capacidad de carga en toneladas,
del espacio de las bodegas de los barcos y de los muelles
disponibles en los puertos para navíos mercantes. Es
así que Liberia y Panamá,
siendo pequeños países tienen, según los
registros, la
más importante marina mercante del mundo. Esto es
así, porque las leyes que rigen estos países hacen
atractivo el registro de las
naves en sus puertos. Japón
es el tercero en la lista y le siguen Gran Bretaña,
Grecia,
Rusia,
China, Noruega
y Hong Kong.
En nuestro País los primeros esbozos de una
marina mercante orgánica y con programas de
desarrollo
sistemáticamente establecidos, se sitúa en el
año 1868 en que se establece en Buenos Aires una
sociedad
anónima de navegación a vapor que, con el
nombre de Compañía Italo-Platense de
Navegación a Vapor, se formaliza como armadora en
1869.
En 1835 el ciudadano norteamericano Ricardo Sutton
concreta su antiguo proyecto de
establecer una línea de vapores fluviales con la puesta en
servicio del
buque norteamericano mixto (vela y vapor) Potomac, luego
Federación, estableciéndose el primer servicio
Buenos Aires-Montevideo. Los condicionantes de la época,
incluyendo bloqueos políticos y la muy importante epidemia
de fiebre amarilla y cólera
que obligaba a las tan necesarias cuarentenas, generaban
trastornos a tripulantes y pasajeros, con demoras y un cierto
descreimiento de la navegación. En 1941 se crea la Flota
Mercante del Estado. En
1943, la Flota Mercante del Estado contaba con 28 barcos que
sumaban 145.866 TRB, con una edad promedio de la
tripulación de 23,1 años. Era el armador argentino
más importante, por delante de los 36 barcos mayores de
Dodero, con 84.571 TRB (20,7 años de edad promedio) y los
12 de YPF con 74.948 TRB (18,1 años de promedio). La
Flota Mercante del Estado daría paso a la creación,
años más tarde de ELMA (Empresa
Líneas Marítimas Argentinas).
Es notable como la salud y seguridad del
trabajador embarcado en la marina mercante es ignorada por todas
las partes, en los contratos de
trabajo. Son motivo de esta circunstancia: la ausencia de
convenios colectivos claros, la ignorancia de considerar al
trabajador embarcado como una población distinta del personal en
tierra, la
falta de organicidad en la responsabilidad del buque, sea este por ser
distinta la bandera de origen del armador del buque, en fin por
la multifacética población que se desplaza sobre un
barco.
En Septiembre de 2004 se firma un Convenio Colectivo de
Trabajo entre la Asociación Argentina de Empleados de la
Marina Mercante y la Empresa
Terminales Río de la Plata. Este, que podría
suponer un acuerdo más entre empresarios y trabajadores,
quedará sin embargo como un hito de importancia en la
salud del trabajador marítimo ya que en su artículo
23 queda creada la Comisión Paritaria Permanente para la
Salud y la Seguridad en el Trabajo y
la Prevención de Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales (Comité Mixto) que
está integrado por dos representantes de la empresa
empleadora y dos representantes designados por los
trabajadores4.
Encarar una descripción detallada de los alcances de la
salud laboral del personal embarcado, incluyendo una acabada
descripción de cada una de las patologías y
accidentes posibles encontrados a bordo de este transporte,
escapa a los fines de este informe. Sin
embargo, es menester ofrecer una apretada síntesis
de los padecimientos de estos trabajadores.
A modo de ejemplo y para ordenar y facilitar la lectura,
clasificaremos las patologías en:
- Enfermedades Agudas
- Enfermedades Crónicas
A su vez, según el órgano afectado, vamos
a clasificarlas en:
- Enfermedades de la Piel
- Enfermedades Oculares
- Enfermedades Digestivas
- Enfermedades Infecciosas
- Desequilibrios Emocionales (Padecimientos de la
esfera psicológica y social)
La piel es el
órgano más grande del cuerpo. La exposición
a la que se somete lo hace especialmente vulnerable al medio
ambiente. Sus funciones
están vinculadas, entre otras, a proteger, regular la
temperatura
corporal, dar sensibilidad y regular la excreción de agua
por medio del sudor.
Es afectada por patologías generales y locales y
por factores externos. Así, es un buen informante sobre
situaciones anormales generadas en otros órganos (ej.:
ictericia), como enfermedades tumorales locales que merecen toda
la atención.
Por lo general la acción
conjunta de factores generales y locales es la que produce
lesiones dérmicas visibles. Un ejemplo sería la
piel atrófica del sujeto anciano que ante el contacto con
detergentes o jabones provoca acciones
irritantes.
Su estructura
histológica consta de tres capas
- Epidermis
- Dermis
- Hipodermis o tejido celular
subcutáneo
Epidermis: Es la capa más superficial y por lo
tanto la más expuesta y la que genera los mayores cambios
ante la agresión. Su capa más superficial
está compuesta de un epitelio especialmente
diseñado por la naturaleza
para su defensa: el estrato corneo. Esta capa, en constante
descamación, permite una renovación constante
celular no advirtiéndose ésta
microscópicamente. El sudor y el sebo impiden su
desecación. La formación de callos es una
especialización anormal del estrato corneo, generada por
irritación e hiperplasia celular. En estado normal entre
las células de
la epidermis existen otro tipo de células llamadas
melanocitos. De su abundancia dependerá el color de la
piel.
Dermis: Es la responsable de la nutrición de la
epidermis y le sirve de sustento. Posee los vasos
sanguíneos y nervios que le dan características
especiales a la piel de las distintas regiones. Posee los
músculos erectores de los pelos. La elasticidad que
posee se deteriora con el tiempo y las
exposiciones, por lo que un medio ambiente
agresivo apurará el deterioro de esta capa, generando
arrugas y desecamiento, situación esta muy común
entre los trabajadores del mar.
Hipodermis: Almacena grasa y sostiene los vasos y
nervios que la atraviesan. Es la responsable de la obesidad.
PATOLOGÍA
Describiremos aquí las afecciones más
frecuentes del personal embarcado:
Miliaria: Conocida vulgarmente como
erupción por calor, tuvo
mucha trascendencia en las guerras de
Vietnam y el Pacífico Sur por desarrollarse éstas
en zonas de calor intenso. Depende de la oclusión de los
conductos sudoríparos y consiste clínicamente en
una vesícula superficial llena de líquido y
habitualmente indolora. La aplicación experimental de sal,
sudor, orina, jabones, agua marina y otras sustancias aplicada
sobre la piel durante 12 horas, origina la lesión que
fácilmente retrograda cuando se toman mínimas
medidas de cuidado. La exposición prolongada y sin
cuidados genera inflamación, dolor y la ruptura de la
ampolla con el consiguiente peligro de infección. Como
consecuencia adicional la eliminación de calor por medio
del sudor se hace irregular con el consiguiente aumento de
temperatura. Los marinos expuestos a las inclemencias ambientales
y largas exposiciones al sol pueden desarrollar esta enfermedad
de fácil resolución. La prevención se
realiza mediante el uso de pantallas solares, las que
deberán presentar un factor de protección alto
(mayor de 35).
Dermatitis por contacto: Se la denomina eccema o
dermatitis
eccematosa y está causada por una reacción
inflamatoria de la piel al tomar contacto con alguna sustancia.
La capa de queratina se engrosa, comienza a resumar
líquido, luego hay grietas e infección
sobreagregada por rascado o persistencia del contacto. El cuadro
histológico es inespecífico y responde a varias
afecciones de la piel. Los agentes externos, iniciadores de la
dermatitis han sido divididos históricamente en dos
grupos:
irritantes primarios y sensibilizadores alérgicos
verdaderos.
Irritadores primarios: los causan álcalis
y ácidos.
Como se ve estas sustancias, utilizadas no solo como material de
transporte, sino en los productos de
limpieza son de uso frecuente. La exposición durante
largos períodos o el aumento en sus concentraciones
exponen al trabajador a una muy molesta afección cuyo
principal síntoma es el prurito. Evitar la
exposición y el uso de sustancias astringentes o
corticoides si existe excesivo edema cura la enfermedad. Como
prevención la utilización de cremas protectoras o
vaselina que, formando una delgada capa sobre la piel impide el
contacto son muy útiles.
Dermatitis alérgica por contacto: Se trata
de una verdadera reacción alérgica y como tal
requiere que la piel haya estado previamente en contacto con el
alergeno. Suele ser menor el porcentaje de sujetos que padecen
dermatitis alérgica de aquellos con irritación
primaria. El período de incubación por lo general
se sitúa en dos semanas lo que explica que esta
afección puede sorprender al trabajador en alta mar. Dicha
situación obliga al personal de sanidad de a bordo a
conocer y tomar todos los recaudos ante su presentación.
El primer signo clínico suele ser el eritema, seguido de
prurito y formación de vesículas y ampollas.
Establecer el alergeno causante de tal enfermedad es del resorte
del especialista; aquí nos remitiremos a comentar que el
uso de cremas con corticoides por períodos no muy
prolongados suelen causar beneficio y una restitución
completa de la piel.
Micosis superficiales: Son frecuentes en
ambientes húmedos y en condiciones de trabajo donde se
presenta suciedad. También pueden verse en condiciones de
hacinamiento. En general son causadas por dos clases de hongos:
Dermatofitos y Malassezia furfur. Los primeros son
los causantes del "pie de atleta" y la tiña crural. El
segundo de la pitiriasis versicolor. En las uñas el hongo
genera engrosamiento y cambios de color; en el pelo caída
del mismo desde el cuero cabelludo, sin resquebrajamiento. En las
zonas lampiñas del tronco se presentan como zonas
circulares con fondo deprimido de otro color y ligeramente
descamativo. En el "pie de atleta" la zona atacada se ubica entre
los dedos de los pies, causa prurito, edema, irritación y
mal olor. La tiña versicolor suele manifestarse como una
erupción exfoliativa del tronco, caracterizada por placas
hipopigmentadas e hiperpigmentadas, sin reacción
inflamatoria. El tratamiento se establece con medidas locales y,
si fuera necesario, generales. Existen varias fórmulas de
medicamentos con antimicóticos. Algunos tienen incorporado
en su fórmula corticoides, no siendo necesarios, estos
últimos si no existe gran secreción. El tratamiento
con antimicóticos por vía oral, de ser necesarios,
deben prolongarse varios días.
Callos: Son engrosamientos córneos
circunscriptos o difusos (callosidades). Los primeros dan dolor
por su penetración en las capas basales de la dermis.
Suelen aparecer en los pies pero, como su etiología
está vinculada a zonas de constantes presión,
pueden vérselos en distintos lugares. Eliminando el factor
de presión y conforme pase el tiempo la restitución
es completa. Si impidiera la deambulación deben
extirpárselo mediante cirugía.
Tumores: Los tumores de la piel se clasifican
según la presencia o no de pigmento, según el grado
de malignidad, según el tratamiento que reciban, etc. A
los fines de este informe, me referiré a los tumores que,
por excelencia, están vinculados a la exposición
solar.
Melanoma: Es un tumor de la piel originado
a partir de las células encargadas de dar la
coloración a la misma (melanocitos). También pueden
afectar, aunque menos frecuentemente, a las mucosas. En los
EE.UU., representa la séptima causa de muerte,
estimándose que 1 de cada 90 personas padece de esta
enfermedad. Es más frecuente en las mujeres con una
relación de dos a uno con respecto a los hombres,
apareciendo alrededor de los 45 años de edad. En lo que
respecta al tipo de piel, es más frecuente en los
caucásicos de piel blanca. La radiación
solar (ultravioleta) es un factor desencadenante de gran
importancia; dichas radiaciones, son cancerígenas al dañar el sistema de
reparación del ADN con la
consiguiente aparición de clones de melanocitos malignos.
El mayor daño se
produce con la exposición intensa e intermitente,
principalmente entre los 10 y 25 años y las quemaduras
solares en la infancia. Su
gravedad es variable y depende del grado de profundidad al
momento del diagnóstico. Suelen dar metástasis
con facilidad. La aparición de cambios en lesiones
pigmentadas previas (picazón, sangrado, dolor, cambios en
la coloración, etc.) debe llamar la atención del
personal de sanidad y sugerir la inmediata consulta con el
especialista.
Epitelioma basocelular: Provienen de las
células basales del epitelio y son infinitamente menos
malignos que el melanoma. Tanto que su extirpación cura la
enfermedad. No dan metástasis, y su relación con el
medio ambiente y la exposición a rayos ultravioletas es
clara. Otros factores que coadyuvan a la transformación
maligna son: la piel blanca, el tabaco y las
lesiones por presión crónicas. No cabe ninguna duda
que la exposición prolongada al sol, por sus radiaciones
ultravioletas dañinas para la piel, constituye el factor
más importante en el desarrollo de estos
tumores5.
Ectoparasitosis: Se denomina así a las
parasitosis humanas que afectan la piel y sus anexos. En este
párrafo
me referiré exclusivamente a dos de ellas por ser las
más comunes de presentarse en poblaciones cerradas como lo
son las que habitan, por razones laborales o de otro tipo, los
barcos.
Escabiosis: Es la denominada sarna humana. Su
característica fundamental es la de generar
galerías por debajo de la epidermis. Estas pueden llegar a
medir varios centímetros y, en el fondo de ellas, se
encuentra la hembra fecundada. Afecta especialmente los pliegues
y su característica clínica más importante
es el intenso prurito nocturno y el respeto por la
cabeza y cara. Como prevención es importante no compartir
ropa, ni lecho con un enfermo de sarna. El tratamiento es a base
de lociones o cremas con benzoato de bencilo.
Ptiriasis: Es causada por el parásito
Phthirius inguinalis. Se transmite por contacto sexual y por
ropas contaminadas. Se ubica preferentemente en pubis y
periné, ocasionalmente en otras partes como axila, pecho y
barba. La comúnmente llamada ladilla provoca intenso
prurito y pápulas rojizas. El prurito especialmente
nocturno puede llevar a la formación de verdaderos
eccemas. El tratamiento se realiza con lociones con benzoato de
bencilo. Puede ser necesario rasurar. Como prevención se
aconseja que las relaciones
sexuales ocasionales sean con profesionales con libreta
sanitaria vigente7.
Las quemaduras son parte diaria de la vida del hombre desde
que éste conoció el fuego. El descubrimiento, como
experiencia renovadora y revolucionaria rápidamente
presentó su peor cara: la quemadura. Pero:
¿qué es la quemadura? Son lesiones producidas por
agentes físicos, químicos o biológicos, que
generan modificaciones en la estructura de la piel, desde una
simple vasodilatación hasta la destrucción de
aquella, con una respuesta generalizada de todo el organismo que
puede comprometer la vida. La gravedad de una quemadura
dependerá de su profundidad y de su extensión. En
los trabajadores marinos la constante manipulación de
maquinarias con la consiguiente generación de calor, el
uso de sustancias combustibles y la exposición permanente
a la intemperie; hace de esta patología un capítulo
importante de los accidentes laborales.
Diagnóstico de profundidad: Se las
clasifica en superficiales, intermedias o profundas (o, lo que es
lo mismo, tipo A; AB y B). Si la quemadura es de tipo
superficial, interesará a la epidermis y generará
vasodilatación, edema y enrojecimiento. Puede formarse
flictena. El paciente experimentará dolor y dependiendo de
la extensión puede desarrollar síntomas generales
leves como fiebre y cefaleas. La lesión de piel cura sin
secuelas en 3 días (ej.: quemadura por el sol). En las
intermedias se coagula el plexo vascular superficial con la
consecuente necrosis de la epidermis. Ocasiona lecho
pálido con hipoalgesia. La flictena da lugar a un tejido
generado por el detritus celular que es fácilmente
desprendible. Como la capa basal está afectada dejan
cicatriz. Finalmente, si la quemadura es de tipo B o profundas,
se coagula el plexo vascular superficial y profundo dejando como
secuela necrosis. Este tejido negro acartonado se lo denomina
escara y es necesario actuar quirúrgicamente.
Diagnóstico de extensión: Si bien
para realizar un exacto diagnóstico es imprescindible
conocer peso y talla, en la práctica de la vida laboral se
utiliza una regla denominada regla de los 9 (Wallace) que
cualquier personal de a bordo puede efectuar para una correcta
transmisión al profesional especializado de tierra. La
palma de la mano del accidentado corresponde a un 1% de la
superficie corporal total. La superficie corporal del adulto es
dividida en 11 áreas, siendo cada parte el 9% o un
múltiplo de 9. De forma que:
- Cabeza y cuello son un 9%.
- Cada extremidad superior: 9% (7% el brazo y 2% la
mano). - Cada extremidad inferior: 18% (9% el muslo, 7% la
pantorrilla y 2% el pie). - Cara anterior del tórax y abdomen:
18%. - Espalda y nalgas: 18%.
- Genitales: 1%
.
Según la American Burn Association (EE.UU.), se
considera quemadura grave aquella que presenta las siguientes
características:
- Quemaduras AB que se extiendan más allá
del 25 % del área corporal - Las tipo B que abarquen más del 10 % de
extensión - Aquellas en que la inhalación de humo puede
causar trastornos respiratorios - Quemaduras de manos, pies, ojos, orejas y/o
periné - Presencia simultánea de
traumatismos - Historia clínica de enfermedades generalizadas
importantes (Ej.: diabetes,
hipertensión, cardiopatías,
nefropatías, etc.)
El tratamiento de estos pacientes debe comenzar de
inmediato mientras se establece comunicación con centro especializado.
Consiste en la colocación de vías de abordaje
venoso para una correcta hidratación. Debe colocarse sonda
vesical para medir volumen de orina
y así tener una medida adecuada de la hidratación.
Profilaxis antitetánica. Tratamiento local según
las características de la quemadura con parches
húmedos con soluciones
antibióticas los que deberán cambiarse cada 24
horas. No usar polvos cicatrizantes ni cremas con corticoides.
Recientemente la utilización de la sulfadiazina de plata
(Platsul A®) en cuyo preparado se incluye un
anestésico local ha dado buenos resultados. La
comunicación con centro especializado y el eventual
desembarco del trabajador puede significar la diferencia entre la
vida y la
muerte.
El órgano de la visión humano es una
estructura esférica de aproximadamente 2,5 cms. de
diámetro ubicado en un macizo óseo denominado
órbita. Desde los seres inferiores que solo distinguen la
luz hasta la
estructura de los mamíferos superiores que pueden distinguir
pequeñas variaciones de color, el ojo es un órgano
sensible que le permite a loa animales la
posibilidad de supervivencia y a los humanos el poder apreciar
las bellezas de la naturaleza. En realidad, el órgano que
efectúa el proceso de la
visión es el cerebro; la
función del ojo es traducir las vibraciones
electromagnéticas de la luz en un determinado tipo de
impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro. Las enfermedades
que afectan a este órgano son desde la muy común
conjuntivitis hasta lesiones que pueden hacer perder el
órgano.
La anatomía del
órgano suele comparársela con la estructura de una
máquina fotográfica, sin embargo la complejidad del
mismo, obliga a una somera descripción para ubicarnos en
la patología.
A grandes rasgos, podemos decir que el aparato visual se
compone de: GLOBO OCULAR, VÍAS ÓPTICAS y
ANEXOS.
El GLOBO OCULAR se compone de tres capas y tres
cámaras.
- Las capas son: La ESCLEROCÓRNEA, la
ÚVEA y la RETINA. - Las cámaras: La anterior, la posterior y la
vítrea.
En honor a la función didáctica solo describiremos las estructuras
que tienen interés patológico
- La esclerocórnea es la capa más
exterior, y se compone de ESCLERA y CÓRNEA. - La ESCLERA es la parte fibrosa que forma la "parte
blanca del ojo", y tiene una función de
protección. En su zona exterior está recubierta
por una mucosa transparente llamada conjuntiva, cuya
irritación da lugar a las conocidas y frecuentes
conjuntivitis. Las también muy conocidas "uñas"
son, asimismo, problemas
conjuntivales. - La CÓRNEA, es la parte transparente de la capa
externa, es la "ventana óptica" del ojo, y su función es
permitir el pasaje de la luz lo más nítida
posible. - La RETINA es la zona "sensible" del aparato visual.
Es donde se deberían formar las imágenes
que vemos para poder "verlas" con nitidez. Su parte anterior es
ciega, y su sensibilidad va en aumento conforme se va alejando
de la zona anterior. El punto de máxima sensibilidad es
una pequeña hendidura llamada fóvea, que es donde
se encuentra una mayor concentración de las
células responsables de la sensibilidad de la retina:
conos y bastones. En la zona posterior hay una parte ciega, que
es donde conecta el nervio óptico y se llama
papila.
PATOLOGÍA
Describiremos brevemente la patología que puede
verse interesada en el personal embarcado y realizaremos un
esbozo de la forma de abordarlas.
Conjuntivitis: Es la inflamación de la
conjuntiva. Esta es una membrana mucosa que recubre la superficie
interna de los párpados y la superficie externa del globo
ocular en su cara anterior (excepto en su polo anterior, donde se
halla situada la córnea). La causa de la conjuntivitis
puede ser infecciosa, alérgica o traumática. Se
caracteriza por enrojecimiento, inflamación,
sensación de cuerpo extraño al parpadear y exceso
de sensibilidad del ojo a la luz (fotofobia). En los casos graves
se produce una exudación mucosa espesa. Si la causa es una
infección, se llega a presentar secreción de pus.
Las conjuntivitis infecciosas agudas están causadas por
diversas bacterias y
virus, y
suelen ser epidémicas. Esto último explica la
importancia de una rápida acción ante la sospecha,
pues en poblaciones cerradas como las de una nave, no es
infrecuente el fácil contagio. Deben tomarse las medidas
higiénico-dietéticas y la utilización de
colirios antibióticos. La utilización de un
frecuente lavado de manos ayuda a cortar la cadena
epidemiológica.
Queratitis: Se denomina así a la
inflamación del tejido corneal. La córnea es una
lente que recibe su nutrición de la esclerótica
circundante y del oxígeno
del aire, y
está inervada por terminaciones libres del
trigémino. Las lesiones corneales producen dolor intenso
que aumenta al parpadear, visión borrosa, fotofobia y
lagrimeo. La utilización de soldadura
autógena sin adecuada protección, produce la
molesta queratitis actínica. La misma puede tratarse con
colirios descongestivos, oclusión y, en general, en 24
horas sobreviene la restitución completa. Otros tipos de
queratitis pueden ser bacterianas o virales. Los traumatismos
producen abrasiones de la córnea (lesión de capas
superficiales del epitelio) que deben ser examinadas y tratadas
por un oftalmólogo (generalmente con cura oclusiva). Los
cuerpos extraños corneales deben ser extraídos y el
ojo debe ser tratado y vigilado para evitar infecciones. No es
conveniente la utilización de instrumentos utilizados en
la urgencia para desprender los cuerpos extraños
impactados en la cornea. Deben utilizarse colirios
antibióticos, ungüentos y oclusión. Si la
úlcera generada es muy profunda y el arribo a puerto se
demora, el desembarco del personal está
indicado.
Traumatismos oculares: Son los más temidos
y pueden llegar a la pérdida del órgano. Si la
cinética del traumatismo es tal que interese la parte
interna del ojo (humor vítreo), la panoftalmitis es la
regla, con la consiguiente ceguera de ese lado. Ante esta
eventualidad deben indicarse tratamiento sistémico con
antibióticos y proceder al desembarco inmediato para el
tratamiento definitivo por parte del especialista.
No es intención de este informe la
realización de una exhaustiva descripción de todos
los trastornos digestivos que puede padecer el personal embarcado
porque son los mismos que puede sufrir el personal de tierra. Sin
embargo, la diversidad en la alimentación, en su
conservación, las largas travesías que impiden
medidas higiénico-dietéticas adecuadas y la
gravedad de algunos padecimientos que comienzan siendo banales
para agravarse después, obligan al tratamiento de las
enfermedades más frecuentes. En este ítem (aunque
no interese estrictamente al aparato digestivo) también
abordaremos el tema del abdomen agudo en el personal
embarcado.
La función primordial del aparato digestivo
es transformar los alimentos en sus fórmulas
básicas para así, al ser absorbidos, generar
energía. Esto lo realiza mediante procesos
químicos y físicos. Si bien los procesos
físicos como la masticación, propulsión,
mezcla, etc., son importantes; la transformación en
sustancias de fácil absorción, se realizan a
través de un proceso químico mediado por enzimas.
Para la descripción de las enfermedades
más comunes del personal embarcado, y con fines
didácticos, abordaremos el tema con la siguiente
clasificación:
- Dientes
- Trastornos de la motilidad
- Ulcera péptica (hemorragia
digestiva) - Enfermedad del segmento
bilio-pancreático - Trastornos del tracto recto-anal
PATOLOGÍA
Dientes: En el ser humano, además de la
masticación, los dientes están implicados de forma
directa en la articulación del lenguaje,
actuando como punto de apoyo contra el que la lengua hace
presión para emitir ciertos sonidos. Su afección
más frecuente es la carie. La odontalgia (dolor de las
estructuras dentales) es muy frecuente y en el personal
embarcado, además de la molestia generada, impide una
adecuada producción, por lo que este tema debe ser
analizado en las libretas de embarque y darle la trascendencia
que merece.
Caries: Los dientes son susceptibles de sufrir un
proceso de putrefacción (caries dental). La bacteria
acidogénica oral, que siempre está presente en la
boca, reacciona con los hidratos de carbono para
formar ácidos capaces de disolver el esmalte. La
desintegración del esmalte permite la penetración
de otras bacterias en la dentina. Con el tiempo, la caries
origina una cavidad, o agujero, en la estructura del diente. La
extensión de la caries produce la infección del
tejido de la cavidad pulpar que al final conduce a necrosis o
formación de abscesos, que si no se detiene pueden llegar
a afectar al maxilar. La adecuada higiene dental y
la consulta odontológica, así como la toma de
conciencia por
parte de la autoridad
sanitaria, para que la salud bucal sea un ítem importante
en las libretas de embarque, previenen situaciones de malestar
durante la navegación.
Trastornos de la motilidad: La mayor parte de los
trastornos gastrointestinales tienen como causa inmediata alguna
disfunción de la motilidad. Los trastornos más
frecuentes y clínicamente más importantes se
observan durante períodos de gran tensión y no
están vinculados a enfermedades propiamente dichas. Si
bien el tubo digestivo y sus trastornos de la motilidad comienzan
en la boca y terminan en el ano, aquí me referiré
exclusivamente a disfunciones de la motilidad
intestinal.
Diarrea: Eliminación de heces
excesivamente líquidas o frecuentes. Las causas pueden
resumirse en dos: aumento del volumen intraluminal y aumento de
la motilidad propulsora. El aumento del volumen intraluminal
puede deberse a disminución en la absorción de agua
dejando una excesiva cantidad de la misma sin que puede generarse
una materia fecal
pastosa, o un aumento de la secreción de agua hacia la
luz. En este último caso las enfermedades que afectan el
epitelio intestinal liberan hacia la luz solutos y agua
aumentando por consiguiente la motilidad. Es el caso de las
infecciones intestinales como las gastroenteritis. La más
común de estas es la gastroenteritis viral, enfermedad
autolimitada que no genera deshidratación y que con dieta
durante 24/36 horas curan. También pueden verse los
cuadros de infección intestinal debida a bacterias
(salmonella, shigella), lo cual genera un riesgo
epidemiológico de gran magnitud. Estas son transmitidas
por alimentos o utensilios contaminados, generan un cuadro local
(diarrea) y uno
sistémico con mal estado general, fiebre y
deshidratación. Para evitar el estado de
portador sano no son aconsejables los antibióticos, sin
embargo, y ante la presencia de sepsis, deben tomarse los
recaudos para la llegada a puerto seguro o el
desembarco del personal más afectado.
En lo que respecta al aumento de la motilidad
propulsora, el cuadro clínico más común de
observarse, es el síndrome de colon irritable. Este se
define como un aumento de la función cólica que
acompaña a la tensión emocional y participan en la
adaptación general del cuerpo a situaciones de alarma y
daños no específicos. Clínicamente consiste
en dolor abdominal no localizado, aumento de los ruidos
intestinales, deposiciones frecuentes de escaso volumen y puede
acompañarse de estreñimiento.
Estreñimiento: A la eliminación de
heces excesivamente secas se la denomina estreñimiento o
constipación. Si bien el hábito de
evacuación es una situación individual, las largas
travesías y la imposibilidad de adquirir una cierta
organicidad contribuyen a la aparición de esta molesta
situación. En oportunidades la constipación
responde a situaciones de mayor importancia como las generadas en
las obstrucciones intestinales que serán tratadas
más adelante. La mayoría de los cuadros de
estreñimiento en sujetos, por lo demás normales, se
deben a estreñimiento habitual o síndrome de colon
irritable con constipación (SCIC).
Ulcera péptica: Representa algo menos de
la mitad de todas las causas de hemorragia digestiva alta, y
causa una mortalidad de entre el 6 al 12 %. Los malos
hábitos higiénico-dietéticos, el tabaquismo, las
distintas causas de tensión y la frecuente costumbre de
ingerir analgésicos antiinflamatorios, hace de esta
patología o de su cuadro sindromático, la acidez,
una de las causas más frecuentes de patología del
personal embarcado. Si bien esta enfermedad ha ido disminuyendo
en el mundo, sus complicaciones: la perforación y la
hemorragia, se mantienen epidemiológicamente estables. El
diagnóstico de úlcera péptica o su
antecesora la gastritis se diagnostica por endoscopía
digestiva, pero a los fines didácticos y como guía
para aquel no especializado que se encuentra en alta mar, baste
decir que la presencia de dolor epigástrico ("en la boca
del estómago"), vómitos y
antecedentes de "fuego" en el abdomen superior, hacen sospechar
estas enfermedades.
La presencia de sangre en el
vómito o
materias fecales de color negro ("como petróleo"), nos dan la pauta de la
posibilidad de hemorragia digestiva del tracto superior. La
magnitud de la hemorragia es una valoración imprescindible
para transmitir al personal especializado de tierra quien debe
asesorar al responsable del buque para la toma de
decisiones. Con este fin, baste decir que la presencia de
sudoración, palidez, desmayo, aumento de la frecuencia
cardiaca (normal hasta 90 por minuto) e hipotensión
(disminución de la presión arterial. Normal
120/80); nos predicen una hemorragia digestiva grave.
Los síntomas de hemorragia digestiva menos severa
y con posibilidades ciertas de actuar sobre una nave, se vinculan
a cansancio fácil, palidez, dificultad para realizar
maniobras que exijan esfuerzos y evacuación de materia
fecal negra; todo esto sumado a antecedentes de dolor
epigástrico, síntomas de acidez o alguno de los
predisponentes ya enumerados.
Tratamiento: el tratamiento de las formas leves
de acidez sin síntomas de hemorragia digestiva, es
sencillo y consiste en dieta sin agresores gástricos
(vinagre, cítricos, picantes, mate, café,
antiinflamatorios, etc.), antiácidos como ranitidina o
pantoprazol y observación de la aparición de los
signos de
hemorragia digestiva. La hemorragia digestiva que no descompensa
al enfermo debe tratarse, en alta mar, con reposo en lecho,
colocación de plan de
hidratación (suero) con el fin de tener una vía de
acceso ante la eventualidad de una descompensación y
comunicación inmediata con tierra. En los casos graves de
descompensación deben tomarse todas las medidas para el
desembarco inmediato, ya que esta patología está
signada con casi el 10 % de mortalidad.
Enfermedades del segmento
bilio-pancreático: Denominaremos así a las
enfermedades que, teniendo como origen, la vesícula y/o el
páncreas, puedan ser utilizadas por el personal embarcado
para la toma de decisiones.
La vesícula biliar es un órgano ubicado
debajo del hígado y cuya función primordial es la
de almacenar y concentrar la bilis, para ser usada cuando se
necesite. Las sales biliares tienen como fin facilitar la
absorción de determinados alimentos. Ante la presencia de
estos alimentos la vesícula se contrae y secreta hacia el
tubo digestivo su contenido o parte de él. La enfermedad
vesicular provoca la formación de concreciones de sales
biliares en su interior conocidas como litiasis ("piedras"). En
ocasiones y ante la contracción vesicular estos litos se
atascan en el tracto de salida de la vesícula generando
síntomas. Estos síntomas son: dolor en el cuadrante
superior derecho del abdomen, a veces fiebre, a veces
vómitos y pérdida de apetito. Si bien el cuadro es
de resolución quirúrgica, en alta mar puede
intentarse tratamiento conservador con antibióticos de
amplio espectro, suspensión de la ingesta y calmar el
dolor. El cuadro tiende a disminuir con las medidas antedichas.
Si no fuera así o el paciente tuviera alguna enfermedad
generalizada que le disminuya su inmunidad (diabetes, SIDA,
enfermedades reumáticas, etc.); el desembarco es lo
más adecuado. Si en el transcurso de su enfermedad o en el
comienzo, presentara ictericia (tinte amarillento de piel y
mucosas) o síntomas muy importantes de dolor
epigástrico y abundante vómito, el desembarco es lo
más adecuado, pues nos encontramos ante una
complicación de su cuadro vesicular.
Trastornos del tracto recto-anal: Solo me
referiré a las hemorroides y fisuras. Las hemorroides son
dilataciones de las venas del ano que, como condición por
el paso del tiempo, hoy se considera una situación normal
del envejecimiento. Las situaciones de estrés,
los malos hábitos evacuatorios y la alimentación
influyen en su presentación. Las complicaciones que pueden
causar y que son factibles de ser solucionadas con una serie de
medidas sencillas en el personal embarcado, incluyen:
fluxión hemorroidal (inflamación de las
hemorroides). Incluyen baño de asiento con agua tibia,
analgésicos por vía oral y colocación de
pomada "antihemorroidal" que refresca y analgesia la zona.
Asimismo se debe tener en cuenta fluidificar la materia fecal con
vaselina u otros para evitar la constipación. El sangrado
hemorroidal, se trata de la misma forma y en 3/4 días
debiera disminuir el sangrado o discontinuarse. Son estas medidas
de sostén que permiten la llegada a puerto de la manera
más segura para el personal. El tratamiento definitivo de
estas afecciones es quirúrgico. Las fisuras anales son una
entidad del tracto ano-rectal muy dolorosas y consiste en una
contracción anormal del esfínter que genera
estreñimiento, con lo cual aumenta el dolor
generándose un círculo vicioso. El tratamiento en
el personal embarcado consiste en analgésicos potentes por
vía oral que pueden estar asociados a relajantes
musculares, pomadas que provocan relajación del
esfínter (nitritos, sildenafil) y fluidificación de
la materia fecal.
ABDOMEN AGUDO
El abdomen agudo es una condición muy conocida
por los médicos. Se trata de un conjunto de
síntomas, encabezados por el dolor abdominal, de comienzo
más o menos brusco desde algunas horas hasta 3/4
días y que se acompaña de otros síntomas que
lo hacen definirse como una enfermedad que requiere
resolución inmediata. No es del alcance de esta monografía una detallada sinopsis de los
abdómenes agudos. Baste solo definir aquellos de
interés para el responsable de la nave que, si no tiene
personal de sanidad entrenado, debe conocer.
Clasificación:
- Abdomen Agudo Médico
- Abdomen Agudo Quirúrgico
Esta distinción se refiere exclusivamente a su
origen y al tratamiento a implementar. Así, si bien los
abdómenes agudos médicos pueden ser graves
(acidosis diabética, intoxicaciones, gastroenteritis, cólicos
por litiasis renal, etc.); en este informe me referiré a
los cuadros que requieren resolución quirúrgica y
al tiempo en que esta resolución debe
sobrevenir.
Abdomen Agudo Quirúrgico:
- Por inflamación peritoneal: apendicitis,
colecistitis (infección de la vesícula biliar),
úlcera perforada, enfermedad diverticular
perforada. - Por oclusión intestinal: obstrucción
por hernias complicadas, cáncer de colon. - Hemorrágico: traumatismos
abdominales - Vasculares: por torsión del intestino,
obstrucción de la arteria que nutre al
intestino
Apendicitis Aguda: Es la causa más
frecuente de abdomen agudo quirúrgico. Una de cada 15
personas la padecerá. La mayor incidencia es entre el
segundo y tercer decenio de la vida. El dolor suele comenzar en
la "boca del estómago" para instalarse, conforme pasa el
día, en el cuadrante abdominal inferior derecho. La
pérdida de apetito es una constante, las nauseas son
frecuentes pero no los vómitos, aunque puede haberlos.
La temperatura rara vez supera los 38º. La
palpación suave de la zona inferior derecha del abdomen
despierta dolor y el paciente defiende este dolor
contracturando (poniendo dura) la pared abdominal. Ante la
sospecha, y si no se tiene un puerto a menos de 24 horas es
conveniente desembarcar al tripulante6.
Colecistitis Aguda: Es la infección de
la vesícula biliar, la más de las veces causadas
por litos (piedras). El intento de la vesícula por
desembarazarse del cuerpo extraño y este no poder
trasponer el conducto cístico (conducto que la vincula
al intestino), hace que la bilis y toda la vesícula se
infecte. Si bien el tratamiento es quirúrgico, en alta
mar puede intentarse tratamiento médico. Este consiste
en suprimir la dieta, instalar una vía de
hidratación ("sueros"), calmar el dolor y administrar
antibióticos de amplio espectro por vía
endovenosa. Si al cabo de 72 horas el cuadro no calma o mejora
ostensiblemente o si el paciente tiene condiciones de
inmunocompromiso, el desembarco para urgente tratamiento
quirúrgico, se impone.
Ulcera perforada: Se trata de un cuadro
dramático por el dolor despertado y la inmediatez del
mismo. Es una de las complicaciones presentadas en los
pacientes ulcerosos, pero también puede aparecer en
pacientes que hasta ese momento no habían tenido
síntomas gastroduodenales. El dolor comienza en la "boca
del estómago", para después instalarse en el
resto. El paciente suele estar quieto pues cualquier movimiento
despierta un intenso dolor causado por la irritación
provocada por el ácido en el peritoneo (cubierta de
todas las vísceras abdominales). Posteriormente y con el
correr de las horas sobreviene fiebre y distensión
abdominal causada por la parálisis del intestino. El
tratamiento es netamente quirúrgico y, aunque Taylor y
colaboradores, se dice que precisamente en marinos,
utilizó un tratamiento con sonda nasogástrica,
analgesia y antibióticos, el desembarco se impone de
inmediato9.
Enfermedad Diverticular Perforada: Es una
complicación grave de la presencia de
divertículos, habitualmente ubicados en los
últimos 30 cms. del intestino grueso, pero que pueden
estar en cualquier sector del mismo. Por lo general se trata de
pacientes añosos, sabedores de la portación de la
enfermedad diverticular y que bruscamente desarrollan dolor,
primero en el cuadrante inferior izquierdo y luego
generalizado. Debido al dolor y al derrame de contenido
sumamente séptico puede sobrevenir shock
(sensación de desmayo, palidez, baja presión,
taquicardia). El desembarco debe ser inmediato.
Oclusión intestinal por hernias: Si bien
el personal embarcado es sometido a diversos exámenes
ante de abordar una nave, la presencia de hernias en ocasiones
pasa desapercibida. La hernia es una enfermedad causada por la
salida de una estructura del organismo a través de un
orificio natural del mismo. Las diversas variantes que esta
enfermedad causa no son importantes en este informe. Sí
saber que el atascamiento y posterior obstrucción
intestinal pueden causar un cuadro que puede llegar a
necesitarse la decisión de resecar (extirpar) una parte
del intestino. Del conocimiento de cómo abordar una
hernia en las primeras horas dependerá la evolución posterior, y su fracaso o su
retraso, puede derivar en el posterior desembarco del paciente
con el consiguiente peligro para él y gasto para la
empresa. La hernia atascada se reconoce como un bulto en la
región inguinal (región de la ingle) o en el
ombligo. Si bien existen otros tipos de hernias estas son las
más comunes. Pueden causar obstrucción intestinal
caracterizada por vómitos, distensión abdominal y
falta de eliminación de heces y gases. La
palpación de la hernia es muy dolorosa. En general el
paciente "siente" o sabe como volverla a su lugar, pero si
así no fuera, se lo puede ayudar indicando
analgésicos previamente y ejerciendo un suave masaje
sobre el bulto. La persistencia de los síntomas o el
agravamiento de los mismos deben obligar al
desembarco.
Traumatismos abdominales10: La vida
moderna, con la utilización de maquinarias cada vez
más pesadas que le facilitan la vida al hombre, tiene
como efecto colateral los accidentes. Los traumatismos
abdominales, por ser una de las superficies más grandes
del cuerpo, tienen una frecuencia considerablemente alta. Los
hay abiertos o cerrados. Los cerrados son causados por golpe
directo, aplastamiento u honda expansiva. En estos casos las
vísceras sólidas son las que sufren el mayor
impacto por ser estas las que absorben más
energía. En los traumatismos abiertos (heridas por
elementos cortantes y punzantes), el riesgo de lesión es
directamente proporcional al volumen del órgano.
Así el intestino delgado, el hígado y el
estómago son los más afectados. Los signos de
anemia aguda
(baja presión, frecuencia cardiaca y respiratoria
elevada, frío, tendencia al desmayo e inquietud) dominan
el cuadro cuando una hemorragia interna se establece. El dolor
en todo el abdomen y el shock son cuadros de frecuente
observación. La colocación de plan de
hidratación y transfusiones de sangre si se las tuviera
es el tratamiento de sostén. La evaluación por médico especialista
debe hacerse de inmediato.
Solo me referiré aquí a aquellas de
interés en este ámbito laboral. A mitad del siglo
pasado solía decirse jocosamente: "…si un paciente
tiene fiebre, déle penicilina, si en dos días no
pasa, entonces examínelo"11. Nada más
lejos de la verdad como todos los médicos hoy sabemos.
Sin embargo la cita nos sirve para comprender lo tremendamente
exitoso de un tratamiento adecuado con antibióticos. En
este ámbito laboral, como en otros, suele predominar la
frecuente automedicación.
Si bien intrínsecamente mala, el administrarse
antibióticos sin la necesidad terapéutica
establecida, no solo adiciona la posibilidad de efectos
colaterales, sino la posibilidad de desarrollar resistencia
bacteriana. Para que se desarrolle una enfermedad infecciosa
hace falta una asociación que la podemos graficar como
un trípode:
No desarrolla una infección aquel huésped
que se encuentra en óptimo estado físico en un
medio ambiente adecuado. Esto último, para los
trabajadores del mar, se sabe, no es así.
Neumonía: La neumonía ("pulmonía"), es una
enfermedad que afecta a las estructuras más
pequeñas de los pulmones, generando un cuadro grave
pasible de tratamiento antibiótico. Los síntomas
son: tos con expectoración amarillenta o "herrumbrosa",
fiebre, deterioro del estado general al que puede sumarse puntada
torácica de costado. Si no hay complicaciones el
tratamiento debe iniciarse con antibióticos del tipo
amoxicilina o claritromicina, nebulizaciones para fluidificar el
moco y reposo. Las complicaciones como falta de aire (disnea),
fiebre persistente o falta de una evolución favorable en
48 a 72 horas, obligan a tomar otro tipo de medidas que deben ser
consultadas con el personal idóneo de tierra.
Gonorrea: Afección muy frecuente en el
personal embarcado hoy, por suerte, de fácil
resolución. Se contagia por transmisión sexual. Los
síntomas comienzan de dos a siete días posteriores
al contagio. Consiste en la aparición de secreción
de moco y pus por el meato urinario. La utilización de
Doxiciclina o algunas de las modernas quinolonas abortan la
enfermedad sin dejar secuelas.
Sífilis: A pesar de los grandes adelantos,
la infección causada por las espiroquetas, siguen siendo
una de las enfermedades transmisibles más frecuentes. La
importancia clínica radica porque la infección
primaria no se acompaña de síntomas alarmantes;
entrando luego la enfermedad, en un período de
latencia8-11. La infección primaria se la
denomina "chancro" y consiste en una sobreelevación en la
piel del pene o en el glande que alcanza algunos
centímetros y que no duele. Posteriormente, y por uno a
tres meses, el chancro ya desaparecido da lugar a manifestaciones
cutáneas. Estas son las que habitualmente llevan a la
consulta. La enfermedad no obliga al desembarco aunque, llegados
a tierra es imprescindible el tratamiento por parte del
especialista. No deben administrarse antibióticos si se
sospecha esta enfermedad con el personal en alta mar. La
curación, atacada a tiempo, no deja secuelas.
Linfogranuloma Venéreo: Es una enfermedad
transmitida por relaciones sexuales promiscuas y consiste en una
pequeña vesícula con líquido claro que
pronto se rompe y genera secreción, ubicada por lo general
en glande o piel adyacente. La característica más
distintiva es la presencia de ganglios inguinales que se
manifiesta como bultos de 3 a 5 cms. no dolorosos y bilaterales.
El tratamiento es con Doxiciclina.
Las circunstancias de la vida colocan inevitablemente a
la
personalidad bajo presión aún cuando tenemos
muchos recursos para
hacer frente a nuestros problemas. Nuestros motivos no siempre se
satisfacen con facilidad. Es preciso vencer obstáculos,
suplir deficiencias y realizar elecciones12. La
monótona vida a bordo de una embarcación,
especialmente en grandes travesías, y el contacto social
con personas que, a veces, son incompatibles con nuestra personalidad,
inevitablemente lleva al conflicto o
provoca frustración.
Las situaciones de frustración varían
desde pequeños disgustos hasta importantes derrotas y
desengaños. Los obstáculos a la
satisfacción, sea esta laboral o personal están
presentes en el medio físico pero también en el
social. Muchas de las deficiencias frustradotas están
dentro del individuo
mismo. No todo el mundo puede llegar a ser un buen marino y
obtener la aprobación de sus superiores y la empresa. A
esto debemos sumarle la soledad en la que se ve envuelto durante
meses quien realiza este tipo de tareas. El advenimiento de
comunicaciones
adecuadas, a cualquier hora y en cualquier lugar, mitigó
en parte esta soledad, pero este pequeño momento de
felicidad desaparece inmediatamente se efectúa el saludo
de despedida.
Otra circunstancia vista entre los trabajadores del mar
es la agresión. Los estímulos motivantes, como la
curiosidad, la actividad, exploración, manipulación
y contacto, nos impulsan a investigar y a menudo a alterar el
ambiente. Algunos estímulos se aprenden a medida que
maduramos. La agresión incluye toda la conducta
tendiente a infligir daño físico o psíquico
a otros. Supone la intención de hacer daño. Algunas
teorías
sostienen que la agresión es un impulso innato, pero en la
actualidad la mayoría de los psicólogos piensa que
se trata de una respuesta aprendida. Los motivos sociales
también se aprenden, como el logro, el poder y la
afiliación. El Motivo de Logro es el deseo de sobresalir,
superar obstáculos, lograr por lograr. Aparentemente, el
comportamiento
orientado al logro se compone de tres aspectos interrelacionados,
la inclinación por el trabajo ? el deseo de trabajar duro
y bien; dominio ?
preferencia por actividades retadoras; y competitividad
? disfrute derivado de medir las propias fuerzas con los
demás. Sorprendentemente, la competitividad en grado sumo
puede interferir con el logro, pues la preocupación por
"ganar" distrae a las personas de la manera de lograr sus
objetivos. Por
último el Motivo de Afiliación, que es la necesidad
de estar con otros, en general se despierta cuando nos vemos
amenazados. Una teoría
reciente a este aspecto sostiene que las personas buscan
compañía o aislamiento según el grado en que
esperen beneficiarse con la compañía de
otros.
Como se ve esta compleja trama de personalidades
confluyendo en un espacio y al mismo tiempo, explica las
dificultades que en ocasiones se observan en estas actividades
laborales.
El 15 de febrero pasado la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo (SRT) participó de un intercambio de conocimientos
y experiencias en torno a la
problemática de la salud y seguridad en los puertos con la
Federación Marítima, Portuaria y de la Industria
Naval de la República Argentina (FEMPINRA) que nuclea 21
sindicatos,
donde se plantearon los problemas más frecuentes que
enfrentan diariamente los trabajadores del sector. Entre otros
participó el responsable del Centro de Información y Asesoramiento en Toxicología Laboral, Nelson Albiano. Los
concurrentes escucharon de boca de los dirigentes sindicales las
enfermedades y accidentes más frecuentes que sufren este
grupo laboral.
Resaltaron problemas concretos del trabajo en altura, sobre todo
la peligrosidad de verificar los precintos de seguridad cuando
las cargas están en los camiones, y se mostraron sumamente
preocupados por las sustancias peligrosas o tóxicas que
vienen en los contenedores, ya que la falta de información
y señalización acerca de los diversos contenidos
produjo intoxicaciones en algunos trabajadores.
El representante de la Superintendencia de Riesgos de
Trabajo alentó a los dirigentes para que incluyan en los
convenios colectivos de trabajo cláusulas que protejan la
salud y seguridad de los trabajadores13.
Nuestra legislación
laboral se rige por la ley de Contratos
de Trabajo 20744. En sus articulados se observa, entre otros, las
conductas que deben tener los empleadores ante el accidente
laboral o la enfermedad profesional. La ley 24557 crea las
Aseguradoras de Riesgos de Trabajo. La misma en su
Artículo 1 inciso 2 plantea como objetivos:
a) Reducir la siniestralidad laboral a través de
la prevención de los riesgos derivados del
trabajo;
b) Reparar los daños derivados de accidentes de
trabajo y de enfermedades profesionales, incluyendo la
rehabilitación del trabajador damnificado;
c) Promover la recalificación y la
recolocación de los trabajadores damnificados;
d) Promover la negociación colectiva laboral para la
mejora de las medidas de prevención y de las prestaciones
reparadoras.
En el artículo 6 sobre contingencias y
situaciones cubiertas, explicita:
1. Se considera accidente de trabajo a todo
acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o
en ocasión del trabajo, o en el trayecto entre el
domicilio del trabajador y el lugar de trabajo, siempre y cuando
el damnificado no hubiere interrumpido o alterado dicho trayecto
por causas ajenas al trabajo. El trabajador podrá declarar
por escrito ante el empleador, y éste dentro de las
setenta y dos (72) horas ante el asegurador, que el in-itinere se
modifica por razones de estudio, concurrencia a otro empleo o
atención de familiar directo enfermo y no conviviente,
debiendo presentar el pertinente certificado a requerimiento del
empleador dentro de los tres (3) días hábiles de
requerido.
2. Se consideran enfermedades profesionales aquellas que
se encuentran incluidas en el listado de enfermedades
profesionales que elaborará y revisará el Poder
Ejecutivo anualmente, conforme al procedimiento del
artículo 40 apartado 3 de esta ley. El listado
identificará agente de riesgo, cuadros clínicos y
actividades, en capacidad de determinar por sí la
enfermedad profesional.
Las enfermedades no incluidas en el listado como sus
consecuencias en ningún caso serán consideradas
resarcibles.
Si bien en este informe se ha querido abarcar las
enfermedades laborales del personal embarcado, se entiende que
también se ha hecho una enumeración de enfermedades
comunes a cualquier trabajador pero que, por lo inusual del medio
en el que se desarrolla este personal, pueden servir como
guía de aplicación para quienes deben tomar
decisiones en situaciones de extrema tensión. No se ha
querido desafiar la extensión de este informe agregando la
accidentología laboral específica del sector por
considerarla común a los trabajadores de maquinarias de
cualquier ámbito de las industrias
modernas.
El trabajador de la marina mercante tiene con respecto
al pescador artesanal, diferencias tanto en la patología
desarrollada como en las maneras de encarar un tratamiento. Vaya
como ejemplo los días que un trabajador mercante pasa
lejos de su familia, pero
habitualmente con toda la indumentaria de protección
laboral; comparado con el rudo esfuerzo del pescador que, si bien
regresa a su casa todos los días o todas las semanas,
puede sufrir accidentes que provocan secuelas de por vida,
trabajando en condiciones de inseguridad y
pocos cuidados higiénicos.
Finalmente el deseo que esta guía sirva de ayuda
para quienes, como el que escribe, alguna vez tuvo que tomar
decisiones en un móvil tan extraño como
fascinante.
RESUMEN
Realizada la reseña histórica de la marina
mercante de nuestro país, se enumeran las enfermedades
comunes al trabajador de este rubro. Previamente a las
patologías de los órganos, se realiza una somera
explicación anatómica y funcional de dichos
órganos. La conclusión tiene como objetivo que
este instrumento, sirva de guía practica para el personal
embarcado.
1 Pigna F. "Los Mitos de la Historia
Argentina". Ed. Norma. 2004.
2 Levene G G. "Nueva Historia Argentina". Sánchez
Teruelo Editor. Tomo 1. Sexta Ed. Septiembre de 1977.
3 Enciclopedia Encarta 2005.
4
6 Flahery G. PROACI. Programa de
Actualización Cirugía. 1º ciclo mod.
3.
7 Niño F. Guía de trabajos
prácticos de parasitología.
8 Cecil-Loeb. Tratado de Medicina Interna. . Editorial
Interamericana. 14º Edición.
9 Michans J. Patología quirúrgica.
Editorial "El Ateneo". 4º Edición.
10 Ballesteros M., Alejandre S. PROACI. 1º ciclo
mod. 2.
11 Robbins S. Patología estructural y funcional.
Ed. Interamericana.
12 Hilgard E. Introducción a la Psicología. Ediciones
Morata.
13 Boletín de la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo. 23 de Febrero de 2005. Edición 28.
Autor:
Dr. Osvaldo Luis Giorgetti
Año 2005
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