"El fundamento más esencial y más próximo
del pensamiento
humano, es precisamente la transformación de la naturaleza por
el hombre"
Federico Engels
La investigación es un proceso
verdaderamente complejo porque no se ajusta a esquemas
rígidos, debido a que la realidad no es algo
estático, sino dinámico, permanentemente
cambiante.
Por lo anterior, resulta muy difícil que un sólo
método
pudiera incluir todos los aspectos de la realidad. Ante tal
circunstancia, el método marxista renuncia a abordar
cuestiones particulares de los procesos
correspondientes a alguna investigación en especial,
enunciando, en cambio,
cuáles son los aspectos generales que toda
investigación debe considerar, y que son los
siguientes:
– Analizar detalladamente el objeto de la
investigación.
– Considerar, dentro de lo posible, todas sus formas de
desarrollo.
– Estudiar y descubrir sus relaciones internas
Así pues, durante el desarrollo de una
investigación es necesario que a los anteriores enunciados
otros lineamientos más concretos, aunque procedan de los
primeros, que den especificidad o que aludan a la particularidad
del propio objeto de estudio.
En otras palabras: relacionar lo general con lo particular del
fenómeno, aunque esta relación no es
esquemática ya que debe considerarse tanto el
fenómeno de referencia como la manera de proceder del
investigador.
"El investigador se encuentra situado en un momento
histórico del fenómeno que estudia, lo cual no
significa que sea definitivo, absoluto, sino que es sólo
un momento del desarrollo de la realidad.
Por una necesidad de abstracción tiene que "paralizar"
en la mente determinados aspectos y relaciones de los procesos a
fin de profundizar en su análisis. Es como si la realidad fuese una
película y la detenemos en cierto punto para observar
detalles que resulta importante indagar de acuerdo con nuestra
hipótesis y objetivos de
investigación, aún cuando sabemos que la realidad
es un proceso y como tal continúa su movimiento,
sin detenerse jamás, adoptando nuevos aspectos y
relaciones entre los fenómenos.
Empero, dentro de ese cambio, existen elementos cuya
variabilidad es menor o que requieren mayor tiempo para
sufrir alteraciones cualitativas. Esta "invariabilidad dentro de
la variabilidad" es la que interesa a la ciencia, a
fin de convertir en leyes
científicas las leyes naturales que rigen en el mundo
social y natural para poder explicar
y predecir los fenómenos objeto de
preocupación.
(…) la investigación científica es un
proceso que no sigue un camino trazado de antemano en todos sus
detalles, o una vereda única que debe recorrerse a ciegas,
mecánicamente para obtener, al final de la senda, la
verdad.
En la investigación no tienen cabida las concepciones
rígidas que limitan el pensamiento y la acción;
se requiere un espíritu dialéctico que conjugue la
preparación formal en el campo de la teoría,
la metodología y las técnicas,
con las experiencias directas e indirectas y la
imaginación creativa. Esto permitirá avanzar con
mayor seguridad y
acierto por un camino que no está rígidamente
marcado, como no lo están el desarrollo y la
transformación de la realidad social.
El método -apuntan diversos autores- es el camino que
se sigue en la investigación. Pero, ¿cuál es
ese camino?, ¿está trazado de una vez y para
siempre y basta seguirlo para alcanzar la verdad
científica? Tal señalamiento sólo permite
mostrar que el método es un hilo conductor que orienta
el trabajo
científico; por ello, insisto, la investigación es,
en cierta forma, un proceso que se construye a medida que
avanzamos en un bosque el que hay veredas apenas suficientes
-dejadas por otros científicos- para no perderse, y que
están en peligro de ser cubiertas por la maleza compleja
de la vida social.
(…) Tenemos que seguir las huellas de otros pensadores
que han dejado señalamientos metodológicos en el
camino de la investigación, en el cual observamos
desviaciones por lo abrupto del sendero que está plagado
de montañas de datos, de abismos
conceptuales y lagunas teóricas. La manera como recorramos
la senda, es decir, la práctica concreta de
investigación dependerá de aspectos objetivos y
subjetivos, internos y externos del investigador y de su objeto
de estudio.
Lo anterior no significa negar el método como lo hacen
otros autores, ya que la investigación se plantea y
desarrolla en base a los lineamientos metodológicos
existentes y de acuerdo con las teorías
e hipótesis que
guían la apropiación teórica de la realidad
concreta a través de un contacto directo y permanente con
ella. Todo esto conforma la práctica
científica.
En cualquier proceso de investigación particular se
recuperan, en términos generales, las experiencias que la
humanidad, y los científicos en especial, han tenido en su
lucha por acercarse a una comprensión más profunda
del mundo que los rodea a fin de transformarlo para alcanzar
niveles más adecuados de bienestar. Ello a pesar de todas
las vicisitudes que el hombre ha
enfrentado a lo largo de su historia, que muestra el
predominio de intereses de clase, de
relaciones de explotación, de desigualdad
social.
No todos tienen éxito
en el campo de la investigación científica. Muchos
se quedan en el camino y sucumben ante una tarea que parece
sencilla pero que resulta ardua; que requiere una mente creativa
pero que, en ciertos momentos, aprisiona al espíritu y
hace decaer el ánimo al más entusiasta
emprendedor.
La investigación es una tarea que aleja al hombre de la
ignorancia o de un conocimiento
superficial, y abre nuevas interrogantes que requieren
resolverse. El hombre conoce pero ignora, y a medida que
profundiza en el conocimiento
científico de la sociedad
surgen nuevos aspectos y relaciones que son necesarios
investigar.
La realidad es, pues, infinita, algo que no tiene una
estación final, y lo mismo sucede con la
investigación, que es alentada por las dudas que permiten
al espíritu humano no detenerse en el proceso de
conocimiento. La investigación es duda y conocimiento, es
dialéctica que se vive e impulsa al desarrollo y
superación de la ciencia.
Para realizar la investigación reconocemos la necesidad
de contar con una guía en la que indican los aspectos
más importantes a desarrollar en nuestro trabajo
científico. Es como un mapa en el que se señala la
ruta que, en términos generales, debemos seguir parar
llegar a nuestro destino.
Esta guía (que puede denominarse diseño
de investigación) se elabora una vez que tenemos cierto
conocimiento teórico del tema y disponemos de material
empírico de la realidad que interesa investigar.
Las particularidades que asuma el diseño
dependerán de elementos objetivos. Por ejemplo, las
características del objeto de estudio, las necesidades
concretas que deben cubrirse con la investigación, la
existencia de conocimientos teóricos y de experiencias
debidamente sistematizadas o de investigaciones e
información específica sobre el
asunto, etcétera.
También estarán presentes los aspectos
subjetivos: capacidad de análisis y síntesis,
presencia de elementos ideológicos, características
de la formación profesional del individuo,
etc.
Importa subrayar que los elementos objetivos se subjetivizan
al ser comprendidos y utilizados por el individuo, y los
elementos subjetivos emanan de la realidad objetiva, del
desarrollo histórico de la humanidad y de la ciencia en
particular, de las relaciones sociales en donde el
científico surge a la escena de la historia. Nótese
que aquí está presente la dialéctica de lo
objetivo-subjetivo, de tal manera que lo que parar
algunos es objetivo para otros es subjetivo: aquél se
vuelve subjetivo y éste se materializa, es decir, adquiere
una realidad objetiva en cierto momento y bajo determinadas
circunstancias.
El materialismo
dialéctico subraya que el mundo objetivo, lo material, es
lo que determina nuestras imágenes y
pensamientos (en este caso las ideas o formas de investigar).
Así el objeto de estudio y la realidad concreta donde se
efectúa nuestro quehacer científico van a
determinar en última instancia las modalidades que asume
el proceso de investigación, planteamiento que olvidamos
con frecuencia y que la realidad se encarga de hacernos
presente.
Por ello, el diseño de investigación es una
guía que se revisa, se ajusta, de acuerdo con las
características que impone la realidad concreta. Esto nos
obliga a materializar una conocida frase y decir que "el
investigador propone y la realidad dispone", determina hasta
donde podemos llegar en el desarrollo de nuestro trabajo
científico.
De lo anterior se desprende que el diseño de
investigación no sustituye a la investigación
misma; aquél es parte de ésta y sirve para guiar
nuestro trabajo por sendas fecundas para la ciencia.
Durante el desarrollo de nuestra actividad
teórico-práctica los diseños pueden ser
superados, negados dialécticamente, ya que surgen nuevas
ideas, se obtiene más información sobre el tema o
se presentan diversas dificultades en nuestro trabajo que nos
llevan a alterar los planteamientos iniciales de la
investigación. Esto no significa que exista caos o que
naveguemos sin rumbo, sino que muestra sólo la complejidad
del proceso de apropiación teórica del mundo
real."
No obstante, debo reiterarlo, toda investigación se
inicia con un conocimiento previo que la oriente y permita al
investigador, como ya se dijo, alcanzar su apropiación
teórica.
En este sentido es necesario reflexionar acerca de que en la
investigación, apreciada como un vínculo entre la
realidad y la razón, se reconocen dos momentos:
• La relación o enfrentamiento entre un objeto y
un sujeto, situación propiamente epistemología, dado que constituye un
momento precategorial o hipotético, pues en esta etapa
no se manejan concepto, en
término de contenidos, ya que se trata de una etapa de
construcción de categorías, y que
sólo mediante la delimitación del objeto se hace
posible un segundo momento, que en seguida expongo.
• Después de que ha sido definida la posibilidad
de teorización, resulta factible, mediante una actitud
crítica, problematizar los referentes
teóricos y, sólo después de ello, manejar
conceptos o estructuras
conceptuales.
Acaso lo anterior pudiera aporta elementos para una
diferenciación semántica, específica, existente
entre aprehender y aprender , pues
admitidas así las cosas, la aprehensión se
referiría a la
organización de hipótesis, sin llegar a la
determinación de contenidos, en tanto que con el
término aprender podría aludirse
concretamente al acceder a auténticas estructuras
conceptuales.
Circunstancia parecida es la correspondiente a los
términos apropiación y
explicación, pues esta última es
solamente una posibilidad de apropiación, mas no la
única y tal vez no la más conveniente, ya que
mantener circunscrita la relación existente entre la
razón y la realidad al ámbito exclusivo de la
explicación para propiciar el
conocimiento científico, resulta riesgoso, sobre todo
en los casos de conocimientos cuyos referentes empíricos
no observan ninguna regularidad y que son sumamente
cambiantes.
Por lo anterior se ha criticado abiertamente la
consideración de la explicación como única
vía para apropiarse de la realidad, pues la
explicación, se ha dicho, cuando consiste en la
asignación de una causa, se convierte en una
situación demasiado "teórica", empleado este
calificativo con connotación negativa.
De tal manera que la empresa
más importante ante la relación con la realidad es
no limitarse exclusivamente a postulados teóricos, sino
con verdadera apertura hacia la propia realidad, superando las
determinaciones teóricas que, advertidas así,
constituirían verdaderas limitantes.
Aplicado lo anterior a las hipótesis como un referente
de la aprehensión, por ejemplo, éstas no debieran
ser consideradas únicamente en tanto producto de la
inteligencia,
sino también debiera advertirse su origen, por más
que muchos encuentren en ello un simple referente
psicológico.
El enfoque del materialismo dialéctico, supone que a la
vez que establezcan determinadas afirmaciones acerca de una
realidad específica, es indispensable cuestionar dichas
afirmaciones, a partir de su origen, es decir, de la lógica
combinatoria delimitación-articulación, o
dicho de otra forma: exclusión-inclusión de
elementos que harán posible el trabajo dentro de una
realidad sistematizadamente recortada.
"Desde esta perspectiva, es posible recuperar la riqueza que
contienen relaciones formalizadas con la realidad cuando son
cuestionadas. Podríamos ilustrarlo con el concepto de
causa.
La crítica (a la concepción tradicional del
concepto "causa"), desde nuestra perspectiva debe partir de la
negativa a que se imponga, por su intermedio una "estructura" al
razonamiento que sea reflejo de un modo de explicación, y
que lo condicione de modo que éste no pueda abrirse a la
riqueza de la realidad.
En el caso general de los principios de la
racionalidad científica, resulta que éstos
adquieren una estructura que es el resultado de una cierta formas
de razonamiento que, en el desenvolvimiento histórico del
conocimiento científico, determina una particular
relación con la realidad, que tras una larga experiencia
de siglos, ha terminado por convertirse en la estructura misma de
la relación con la realidad.
Puede ser este el caso del razonamiento matemático, que
constituye una forma de relación con la realidad basada en
la construcción de ciertos objetos, que requiere de una
estructura racional particular, pero que termina por
identificarse con la forma racional de pensar la
realidad.
La problematización de la relación de
conocimiento que se establece con la realidad ha de permitir
encontrar los elementos que servirán de marco para la
comprensión de la naturaleza de los principios de la
racionalidad (coherencia, identidad). De
no hacerlo, se corre el riesgo de
confundir la necesidad de plantearse como objeto a la realidad,
con su transformación en contenido teórico.
Subordinar las estructuras lógicas a las exigencias
epistemológicas, contribuye a abrir la mente a la
problemática propia de la relación con la
realidad.
No se trata de negar la validez de los principios generales
racionales, sino de evitar que se transformen en la única
forma de razonamiento.
La idea central es que las posibilidades de construir
conocimiento partiendo de tales principios, están
determinadas por la organización de la aprehensión en el
marco de una particular relación con la realidad. La forma
de razonamiento se orienta a construir la relación con la
realidad, y, a partir de ella, precisar el carácter de las exigencias de
teorización que se corresponden."
Pablo Rico Gallegos,
en "Vademécum del educador (Teoría e
Investigación)", Unidad 164 de la Universidad
Pedagógica Nacional, Zitácuaro, Michoacán,
México,
2002, pp. 293-298