- Cultivos de transgénicos
en el mundo - Empresas que venden semillas
transgénicas - Contaminación
genética - ¿Qué problemas
genera la contaminación
genética? - Herbicidas y los cultivos de
plantas transgénicas - Producción de plantas
trangénicas
Las plantas que hoy
cultivamos son, en muchos casos, radicalmente distintas de sus
antepasados silvestres, ya que el hombre ha
modificado y seleccionado sus propiedades a lo largo de
más de diez mil años en función de
sus necesidades. Las variedades que utiliza el agricultor en la
actualidad han sido generadas, en su mayor parte, por ingenieros
agrónomos, en centros públicos o privados dedicados
a la producción de nuevas variedades por
métodos
convencionales.
Esta tecnología se basa en
la repetición de varios procesos de
hibridación y selección
de las plantas. La con la variedad original, la nueva variedad
puede contener, además del genhibridación de dos
variedades o especies de plantas combina miles de genes en un
proceso al
azar, y son necesarias repeticiones sucesivas de selección
e hibridación para obtener una nueva variedad que
incorpore todos las características (genes) deseadas y que
evite, en la medida de lo posible, la incorporación de los
genes no deseados.
Por ejemplo, cuando mediante técnicas
convencionales se desea introducir en una planta una nueva
característica, como la resistencia a una
enfermedad, se busca una planta donante de la misma especie o de
una especie silvestre relacionada que posea la
resistencia.
A continuación se realiza una hibridación
entre la planta que se quiere mejorar y la planta donante
resistente. Después se seleccionan en la descendencia, las
nuevas plantas que se parezcan más a la variedad original
y que hayan incorporado la resistencia.
Estas plantas resistentes se vuelven a cruzar varias
veces con la variedad inicial para obtener plantas resistentes lo
más parecidas a la original. Este proceso de
generación de nuevas variedades ha sido muy útil y
ha dado lugar a la mayor parte de las variedades que se cultivan
hoy en día. Sin embargo, se trata de un proceso lento y
poco específico. En el ejemplo citado, después de
6-8 ciclos de hibridación de resistencia a la enfermedad,
más de 100 genes adicionales procedentes de la planta
donante, y que nunca serán identificados.
La mayor parte de las variedades que
utiliza el agricultor han sido generadas por méjora
genética
CULTIVOS DE TRANSGÉNICOS EN EL
MUNDO
Según el Isaaa, instituto
especializado en el seguimiento del uso de organismos modificados
genéticamente (OMGs), en el año 2000 el cultivo de
plantas transgénicas aumentó un 11%, alrededor de
4,3 millones de hectáreas, respecto a 1999. En la
actualidad, el área de OMGs cultivados supera los 44
millones de hectáreas. Esta cifra se puede comparar al
doble de la superficie agrícola
española.
Los países que cultivan más
hectáreas con OMGs son Estados Unidos
(30 millones), Argentina (10 millones) y Australia,
Canadá, Sudáfrica y China. A mayor
distancia se encuentra Europa donde se
han mantenido las hectáreas de organismos modificados
genéticamente en España y
aumentan las cosechas de soja, patatas y
maíz
modificado genéticamente en Rumanía y
Bulgaria.
En el año 2000 el cultivo de
plantas transgénicas aumentó un 11% respecto a
1999
En cuanto a la clasificación por cultivos, la
soja ocupa el primer puesto (58%), ya que las hectáreas
cultivadas ascendieron a 25,8 millones. Le sigue el maíz
(23%) con 10,3 millones de hectáreas, el algodón
(12%) con 5,3 millones y la colza (7%) con 2,8 millones de
hectáreas cultivadas.
Entre las modificaciones genéticas más
utilizadas por los agricultores destacan los OMGs tolerantes
aherbicidas (74%) sobre los resistentes a insecticidas (19%). Las
semillas que incluyen al mismo tiempo losdos
caracteres alcanzan un porcentaje del 7%.
EMPRESAS QUE VENDEN SEMILLAS
TRANSGÉNICAS
Las empresas que
venden semillas de variedades transgénicas,
como cualquier otro tipo de empresa, y de
acuerdo con su propia razón de ser, persiguen obtener sus
beneficios ofreciendo mejores productos al
agricultor que sus competidores. Las empresas que producen
semillas de variedades transgénicas proceden, en gran
parte, del sector agroquímico tradicional y en
consecuencia sus primeros desarrollos se basan en el
conocimiento previo del mercado y en la
utilización de instrumentos o productos que explotaban con
anterioridad. De ahí que, entre los primeros productos, se
hayan producido plantas transgénicas resistentes a plagas
o a herbicidas que, en algunos casos, son producidos por la
propia empresa.
El desarrollo de
nuevas variedades vegetales tanto mediante métodos
tradicionales como mediante ingeniería
genética, está destinado fundamentalmente a
conseguir mayores rendimientos, mejor calidad de las
producciones o mayor resistencia a plagas, enfermedades o accidentes
climatológicos.
Por tanto, el primer beneficiario es el agricultor, base
fundamental de la producción agroalimentaria, para
permitir que su actividad sea rentable. También es
beneficiario, aunque no sea tan vidente, el consumidor, que
dispondrá de productos en cantidad suficiente, de mejor
calidad y a precios
más razonables.
En el mercado agroalimentario existen muchos
intermediarios con diversos intereses y las plantas
transgénicas serán económicamente rentables
para las empresas de semillas en la medida que beneficien a
alguno(s) de los eslabones de la cadena sin perjudicar a los
otros.
El desarrollo de nuevas variedades
vegetales está destinado a conseguir mejor calidad de las
producciones
Contaminación genética
se produce cuando el polen producido por una planta
transgénica fecunda una planta no
transgénica.
Es el resultado de que el polen producido
por una planta transgénica fecunde algunas de las flores
de una planta no transgénica del mismo tipo situada en una
parcela de cultivo cercana. Como resultado de esta
polinización algunas de las semillas cosechadas en esta
última parcela serán
transgénicas.
La hibridación entre distintas variedades de una
misma planta de cultivo ocurre siempre con una determinada
frecuencia independientemente de que alguna de ellas sea
transgénica o no y está relacionada principalmente
con la capacidad de migración
del polen de cada especie. En la mayoría de los cultivos
como el trigo, el arroz, muchas leguminosas y hortalizas como el
tomate, la
lechuga o el pimiento, el polen de una flor sirve para fecundar a
esta misma flor, porque su movilidad está reducida a unos
pocos metros.
Sin embargo, en otras especies como el maíz,
algunos árboles
frutales o las coles en las que la fecundación es cruzada, el polen, ayudado
por el viento o por insectos polinizadores, puede desplazarse
hasta distancias de centenares o millares de metros.
¿QUÉ PROBLEMAS
GENERA LA CONTAMINACIÓN GENÉTICA?
El problema que genera la contaminación genética es
esencialmente comercial. La existencia de una normativa de
etiquetado de productos transgénicos, puede conducir a que
el precio y el
mercado de semillas transgénicas y no transgénicas
sea diferente.
Por ello, dependiendo del grado de pureza exigido a los
productos no transgénicos, la
contaminación genética puede ser más o
menos relevante. En cultivos
transgénicos autorizados y, por lo tanto, sometidos a
una evaluación
de riesgo
medioambiental, la contaminación genética no tiene
connotaciones de riesgo medioambiental; pero, si se desea
asegurar que no se produzca, la solución consiste en
separar suficientemente unos cultivos de otros para que se
minimice o se anule el intercambio de polen.
HERBICIDAS Y LOS CULTIVOS DE PLANTAS
TRANSGÉNICAS
Las plantas transgénicas no requieren más
herbicida que las otras. De hecho, los cultivos
transgénicos ocupan zonas anteriormente dedicadas al
cultivo de plantas no transgénicas, que ya se trataban con
otros herbicidas.
Algunos de los herbicidas empleados en los cultivos no
transgénicos tienen una alta persistencia en el terreno,
lo que supone un riesgo potencial para el medio ambiente
por la posible contaminación de aguas y suelos. Sin
embargo, las plantas transgénicas resistentes a herbicidas
son resistentes a herbicidas de amplio espectro y de menor efecto
residual. Es decir, herbicidas con menor riesgo de
contaminación de aguas y suelos, en principio más
seguros para
el medio ambiente que
otros empleados tradicionalmente.
Por otra parte, las variedades transgénicas
resistentes a herbicidas toleran su aplicación
después de la germinación de la semilla y a lo
largo del desarrollo de la planta, lo que permite realizar
aplicaciones según las necesidades de cada año y
lugar, y no de forma rutinaria, y reducir la cantidad total
aplicada. En definitiva, los cultivos transgénicos no
requieren mayor empleo de
herbicidas y permiten la utilización de herbicidas con
menor riesgo medioambiental.
PRODUCCIÓN DE PLANTAS
TRANGÉNICAS
La producción de una planta
transgénica consta de dos etapas fundamentales denominadas
transformación y regeneración.
Se denomina transformación al proceso de
inserción del gen que se pretende introducir
(también llamado transgén) en el genoma de una
célula de
la planta a transformar.
La regeneración consiste en la obtención
de una planta completa a partir de esa célula
vegetal transformada. Para introducir el nuevo gen en el
genoma de la célula
vegetal se utilizan fundamentalmente dos
métodos.
El más común utiliza una bacteria del
suelo,
Agrobacterium, que en condiciones naturales es capaz de
transferir genes a las células
vegetales.
El método
alternativo consiste en la introducción directa de los genes en el
núcleo de la célula vegetal. Para ello una de las
técnicas más utilizadas es la de disparar a las
células con microproyectiles metálicos recubiertos
del ADN que penetran
en la célula e integran el nuevo ADN en su genoma. Una vez
que una célula vegetal ha sido transformada, es necesario
regenerar la planta entera a partir de ella.
Este proceso se realiza en el laboratorio,
cultivando los fragmentos de tejido vegetal que han sido
inoculados con Agrobacterium o disparados con
microproyectiles en medios de
cultivo que favorecen la regeneración de nuevas
plantas.
Es importante que en este paso sólo se regeneren
las células del tejido que han sido transformadas. Esto se
consigue introduciendo junto con el transgén un gen
adicional que confiera una característica selectiva. Por
ejemplo, se han utilizado genes de resistencia a
antibióticos para que sólo las células
modificadas sean capaces de sobrevivir en presencia del
antibiótico. Estos genes responsables de caracteres
selectivos estarán presentes posteriormente en todas las
células de la planta transgénica regenerada o
pueden ser eliminados por diversos procedimientos.
RODRIGO ALFONSO POLONI OYARZÚN
Profesor
Licenciado en Educación, e
Ingles.
Magíster en Educación. (Est.)
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