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Análisis de la situación económica desde 1990 hasta la actualidad.
Devaluación-recesión



Partes: 1, 2

    1. Objetivos
    2. Introducción
    3. Aplicaciones de la
      metodología del análisis económico en la
      Argentina
    4. Convertibilidad
      sinónimo de crisis
    5. Fin del programa y comienzos del
      nuevo modelo. Devaluación monetaria
    6. El intercambio comercial en la
      Argentina post convertibilidad
    7. Sectores a
      los que afecta la devaluación
      monetaria
    8. Luchar pese
      a todo
    9. Conclusión
    10. Bibliografía

    Objetivos:

    • Realizar un análisis de la citación
      económica Argentina desde 1990 a la
      actualidad.
    • Analizar los impactos que tuvo la convertibilidad en
      la economía
      Argentina y el impacto de la devaluación

    PARTE II

    CONVERTIBILIDAD

    Ley: 23928

    Interrogamos al pasado para obtener la
    respuesta del futuro,

    no para volver en la melancólica
    contemplación o

    para restaurar formas abolidas, sino
    para que nos enseñe

    cuales son los métodos
    con que se defrauda el presente e impedirlo.

    Arturo Jauretche. Escritos
    inéditos

    CONVERTIBILIDAD

    Ley: 23928


    Introducción

    A lo largo de la historia
    Argentina, la mayoría de los cambios que han sucedido
    están ligados estrechamente a cambios por variables
    exógenas (las que están fuera del modelo) y
    otras por variables endógenas (las que están dentro
    del modelo), pero aquí se hará referencia a las
    variables endógenas, en este caso la
    CONVERTIBILIDAD.

    Es claro que las políticas
    económicas generan importante cambios, y mucho mas grave
    son estos cambios cuando dichas políticas generan efectos
    negativos, como por ejemplo: recesión
    económica.

    Pero ¿qué significa recesión
    económica?

    La recesión económica, a grandes rasgos,
    se ve reflejada en la baja productividad,
    déficit fiscal, gran
    deuda externa,
    una balanza
    comercial deficitaria, altas tasas de
    interés, deflación, inflación, etc. y
    como efecto de todo esto EL DESEMPLEO que
    trae aparejado mas indicadores,
    como ser los altos índices de delitos,
    desnutrición y problemas en
    la salud entre
    otros.

    Pero para adentrarnos en el tema que nos compete es
    necesario entender como fue que se llegó a la
    recesión mas grande de la historia; por lo tanto la
    pregunta es: ¿Cuál fue el generador de aquella
    crisis?. Por
    lo tanto a continuación veremos lo negativo de la
    Convertibilidad y comprobar que esta fue uno de los causales mas
    importante de la crisis de los 90.

    Antecedentes y comienzos

    Como todo tema e ideologías tiene sus seguidores
    y detractores, perjudicados y beneficiados, quienes lloran y
    quienes ríen cuando desaparece, lo mismo iba a pasar con
    este "plan
    mágico" (porque hizo desaparecer millones)

    Nuestro país no fue la primera vez que iba a
    "sufrir " un plan económico así, ya que en 1822,
    cuando se fundó el primer banco del
    país: el Banco de Buenos Ayres, ya existía un
    modelo con iguales características.

    El Banco de Buenos Ayres estaba autorizado para emitir
    billetes (primer papel moneda en circulación) que eran
    convertibles en metálicos a razón de 1 peso billete
    = 1 peso plata ( 8 reales) y 17 pesos por una onza de oro (8
    escudos), y viceversa.

    En 1826, ceso la convertibilidad ya que el Banco de
    Buenos Ayres se había quedado con escasas reservas en oro
    y plata a causa de la guerra con el
    Brasil y la
    creciente especulación. Como consecuencia de ello fue
    absorbido por el naciente Banco Nacional de las Provincias Unidas
    del Río de la Plata.

    Al iniciar sus actividades debía responder con
    160000 onzas de oro por 2.7 millones de pesos papel en
    circulación, teniendo en las bodegas tan solo 11000
    monedas de oro.

    Fue así como comenzó un nuevo periodo en
    el que el Banco Nacional comenzó a funcionar bajo el
    sistema de
    inconvertibilidad, o como la llamamos hoy
    devaluación, y siguió haciéndolo
    durante 40 años mas, en sus diversas etapas como ente
    oficial: La Casa de la Moneda (1836), el Banco, la Casa de la
    Moneda (1854) y el Banco de la Provincia de Buenos Aires
    (1863).

    En 1867, el Banco de la Provincia de buenos Aires
    reforma la Convertibilidad hasta 1876 por medio de sus oficinas
    de cambio entre
    400 y 425 pesos papel por onza de oro.

    Además eran convertibles los billetes emitidos
    por una serie de bancos
    particulares pero en pequeños valores a
    plata, y desde la creación del Banco Nacional, en 1873,
    los billete que esta institución mixta, (la que era
    impulsada por el exPresidente Domingo Faustino sarmiento)
    ponía en circulación.-

    En 1876, como se expresó, vuelve la
    inconvertibilidad, tras nuevas contingencias políticas y
    económicas.

    Cinco años después al dictarse la Ley General de
    Monedas se determinó un sistema en base al peso oro y al
    peso plata.

    En 1984, el gobierno se
    inclinó por el patrón oro. De esta forma, a fines
    de 1883, organizada la convertibilidad de papel moneda en oro (un
    peso papel por un peso oro sellado) solo estaban autorizados a
    emitir el Banco Provincia, el Nacional y tres Bancos
    mas.

    En el periodo conocido como la "Crisis del Progreso",
    entre 1885 y 1899, cayeron varias instituciones
    bancarias, el Banco Nacional, el Provincia (que surgiría
    posteriormente en 1906) y los bancos nacionales garantidos, entre
    otras, regresándose nuevamente la
    inconvertibilidad.

    Hacia fines de 1899, el Congreso restablece la
    Convertibilidad un peso papel por cuarenta y cuatro centavos oro
    sellado. A pesar de la notable devaluación del peso papel,
    la convertibilidad se mantuvo durante 15 años.

    Como consecuencia de la primera guerra
    mundial (1914), las autoridades Argentina decidieron como
    medida preventiva suspender por tiempo
    indeterminado la salida de oro del país.

    Finalmente, el periodo de inconversión
    duró trece años. Pero, en 1927, duramente la
    presidencia de Marcelo T. de Alvear, la caja volvió a
    cambiar oro por billetes y viceversa.

    La quiebra de la
    bolsa de Wall Street en 1929, sumió el mundo entero en la
    depresión económica mas profunda que
    se haya conocido. A igual que en la guerra de 1914, con la crisis
    de 1929, se produjo un éxodo de oro en la Caja de
    Conversión. Por esa época salieron del país
    200 millones de pesos oro, que representaba el equivalente de las
    inversiones
    norteamericanas en el país del periodo
    1927-1928.

    Para impedir la salida del oro, en diciembre de 1929,
    Irigoyen cierra la Caja, muy similar al "corralito financiero"
    del año anterior. De esa manera, la vieja convertibilidad
    murió.

    Estadísticamente, la antigua convertibilidad, de
    un total de 107 años, perduró solo 31, en los
    siguientes periodos:

    1822-1825

    1867-1876

    1883-1885

    1899-1914

    1927-1929

    APLICACIONES DE LA
    METODOLOGÍA DEL ANÁLISIS ECONOMICO EN LA
    ARGENTINA.

    Entre las tantas características de la economía argentina
    (entre 1991 y 2001), la apertura, desregulación y privatización de los servicios,
    fueron efecto de políticas que tuvieron como objetivo la
    reducción de la participación del Estado en la
    economía, al igual que el desmantelamiento de los
    principales instrumentos del modelo de sustitución de
    importaciones de
    la posguerra.

    Dichos procesos,
    junto con el de integración del MERCOSUR,
    generaron grandes cambios en la dinámica macroeconómica. Ya que la
    reciente creación del bloque económico entre
    Brasil, Argentina, Uruguay y
    Paraguay,
    perseguía entre sus principales objetivos la
    libre circulaciones de bienes y
    servicio, y la
    reducciones de los aranceles,
    facilitando aún mas el ingreso de productos
    importados a nuestro país.

    El Plan de Convertibilidad comprende los siguientes
    ítems.

    1. Marco Internacional
    2. Marco político, legislativo e instrumental y
      la dinámica del modelo
    3. Sectores de la economía
    4. Precios y salarios
    5. Sector público
    6. Sector externo
    7. Sector monetario y financiero
    8. Ahorro e inversión
    9. Empleo y desempleo
    10. Distribución del ingreso y la
      pobreza

    A continuación se pasa a desarrollar, los que a
    criterio del investigador, son los de mayor
    importancia.

    1. MARCO INTERNACIONAL

    La política
    económica Argentina de los años
    90

    En América
    Latina se ha denominado a la década de los 80 como la
    década de la perdida. Así fue, en efecto, como
    consecuencias de políticas macroeconómicas derivadas de la
    elevada crisis del petróleo y la consiguiente
    acumulación del endeudamiento externo provocado por
    prestamos -a veces no tan evaluados- otorgados a la
    región, potenciados por tasas de interés
    fuertemente positivas y que cuadriplicaban, en ciertos casos, las
    tasas de crecimiento del ingreso de las economías de la
    región.

    El resultado fue la situación de default y
    la consiguientes interrupción del crédito
    externo, llevando a ajustes fuertemente recesivos que no
    aseguraban el pago de una deuda desproporcionada respecto del
    tamaño de las economías.

    Los planes de "ayuda" del FMI estaban
    relacionados con la posibilidad de obtener una
    acreditación internacional que de señales
    a la banca privada y
    publica. El objetivo fue poder prestar,
    o refinanciar, a partir de que el país aceptó los
    ajustes externos y la estabilidad interna ante situaciones de
    crisis.

    Estos programas
    debieron asegurar el pago de prestamos externos.

    En 1960 y 1985, la mayoría de los planes de
    estabilización eran ortodoxos. Se caracterizaban por una
    "maxidevalución" que provocaba un proceso
    inflacionario, una redistribución del ingreso a favor de
    los bienes transables y en contra de los salarios
    vía incremento de los precios.
    También se aplicaban políticas monetarias y
    fiscales restrictivas.

    Las medidas impulsadas reducían la
    absorción domestica de consumo e
    inversión a nivel privado y público,
    aumentando las tasa de
    interés; sumado a ello se generaba una baja del
    déficit externo o una mejora en el superávit
    externo.

    Pero como ya se insinuó, el volumen alcanzado
    por el endeudamiento sumado la vulnerabilidad de las
    economías regionales, configuró un caso diferente
    para el que había que dar soluciones
    alternativas a las ya conocidas, es así como comienza a
    perfilarse a fines de la década de 1980 el pensamiento
    del Consenso de Washington.

    Esta denominación fue adoptada por Jhon Willimson
    al editar trabajos presentados en una conferencia
    organizada por el Institute for International Economics en 1989
    en Washington.

    Las áreas en las que deberían concentrarse
    de acuerdo con este enfoque para contribuir a estabilizar las
    economías son:

    • Disciplina fiscal
    • Control del gasto público
    • Mejoramiento del sistema impositivo
    • Liberación del sistema
      financiero
    • Mantenimiento de un tipo de cambio fijo,
      competitivo, estable y único.
    • Liberación comercial (apertura
      externa)
    • Inversión extranjera
    • Privatización de las empresas
      públicas
    • Desregulación y reforma del
      Estado
    • derecho de propiedad
      (transferencia de empresas públicas al sector
      privado.
    • Otro tema de importancia: que las propuestas no
      dificulten el cumplimiento de las metas respecto de la
      equidad
      social, la protección del medio
      ambiente, la lucha contra el narcotráfico, la defensa de los
      derechos
      humanos, la promoción de la democracia.

    El pensamiento acerca de cómo encarar la crisis
    de la deuda, comenzó a denominar bajo el término de
    reformas estructurales a todas las medidas de políticas
    tendientes a liberizar mercados
    internos, privatizar empresas estatales, abrir las
    economías al Comercio
    Internacional y a los flujos de capitales.

    El objetivo declarado de la implementación de las
    reformas estructurales señaladas eran erradicadas de la
    herencia
    histórica de América
    Latina, es decir la
    pobreza.

    • Cambio demográfico.
    • Distribución del ingreso.
    • Situación de empleo.
    • Prestación de servicios
      sociales.
    • Condiciones prevalecientes en materia de
      educación y formación de
      recursos
      humanos.

    La Convertibilidad Argentina, como se vio, se basa
    claramente en estas propuestas y, en consecuencia, en sus
    objetivos.

    Diez años después de haberse puesto en
    marcha el plan de Convertibilidad, existe un acuerdo generalizado
    reconociendo que los resultados no se correspondieron con los
    objetivos.

    Se hace énfasis en los incrementos de los niveles
    de pobreza, distribución regresiva del ingreso,
    aumentos en la desocupación, desmejoramiento educativo e
    incremento de la fragilidad externa vía acumulación
    de la deuda externa.

    Joseph E. Stiglitz sostuvo que las políticas
    propuestas generarían fuertes crecimientos
    económicos a partir de una distribución mas
    eficiente de los recursos,
    producto de la
    liberación, la estabilidad y la correcta fijación
    de precios.

    Así mismo manifestó que estas
    políticas son incompletas y a veces equivocadas.
    Afirmó que debió complementarse el funcionamiento
    de los mercados con políticas públicas asegurando
    la competencia,
    fomentado la educación, el
    avance tecnológico y la transparencia.

    También subrayó el reclamo de mayor
    humildad y reconocimiento respecto de que no pueden siempre
    tenerse todas las respuestas que aseguran el logro pleno de los
    objetivos cualquiera que sea el programa.

    En otro sentido, Michel Camdessus, afirmó que no
    hay que insistir en las reformas solo considerando lo resultante
    de las nuevas realidades derivadas de la profundización
    del proceso de globalización. Asegura que los resultados
    alcanzados no son consecuencia de implementaciones incompletas de
    las reformas propuestas.

    No obstante, la mecánica recesiva de los nuevos programas
    se mantuvo. En los dos shocks externos que sufrió
    la convertibilidad en 1995 y 1999, la necesidad de recomponer la
    oferta de
    divisas se
    vializa a través de una fuerte caída de nivel de
    actividad.

    En 1995, después del efecto tequila, la Argentina
    tuvo un superávit comercial, aunque esto no alcanzó
    para el pago de los intereses. Aún así, con una
    fuerte recesión, se mantuvo un déficit en cuenta
    corriente del cual solo pudo salirse merced a un decidido apoyo
    de los organismos internacionales de crédito.

    Durante la crisis del 1999, bajaron también las
    importaciones pero disminuyeron las exportaciones
    simultáneamente; aquí también el
    crédito externo permitió, merced a un fuerte
    incremento de la deuda externa, sostener la
    convertibilidad.

    2. LOS MARCOS POLÍTICOS, LEGISLATIVOS E
    INSTRUMENTAL Y LA DINAMICA DEL MODELO.

    La economía Argentina de los 80 se
    caracterizó por un nivel de alta inflación, bajo
    crecimiento
    económico, desmonetización y elevados
    desequilibrios de las cuentas fiscales
    y externas, en un nuevo contexto internacional de altas tasas de
    interés y flujos de capitales negativos como -según
    ya hemos dicho- en toda la región
    latinoamericana.

    En 1989 y 1990, se habían producido dos picos
    inflacionarios, entre ellos no había tenido éxito
    un programa de estabilización basado en un tipo de cambio
    flotante y restricciones monetarias, que generó altas
    tasas de interés y depreciación del tipo de cambio.

    En marzo de 1991, se aprobó la Ley de
    Convertibilidad (23928, el 27 de marzo de 1991) donde la tasa de
    cambio fue 1 a 1(tipo de cambio fijo). Este fue un instrumento
    que se basaba en generar un ancla al nivel de precios –con
    tipo de cambio fijo y una política
    monetaria fija-.

    La ley obligaba al Banco Central a comprar y vender
    divisas a una paridad u$s1=$1. Estando obligado a respaldar el
    100% de la base monetaria con reservas en oro y divisas de libre
    disponibilidad, aunque un porcentaje de dicho respaldo pudo
    construirse con los títulos públicos emitidos en
    moneda extranjera a su valor de
    cotización a precio de
    mercado.

    En una primera etapa, esta proporción de
    títulos en las reservas no tenia un limite máximo.
    Luego se estableció un máximo del 10% (según
    el articulo 37 de la ley 23990/91) hasta que en la ley de
    la Carta
    Orgánica del Banco Central, se incrementó el
    porcentaje al 20%.

    Por otro lado la Convertibilidad, ratifica la vigencia
    de Banco Central como un organismo independiente y regulado por
    la propia carta organiza
    que surge de una ley de la Nación.

    Características de la
    Convertibilidad:

    1. NOMINALIDAD: el tipo de cambio
      nominal fijo es de u$s1=$1.
    2. INSTITUCIONALIDAD: se
      estableció por ley el claro objetivo de eliminar la
      discrecionalidad en las decisiones y dar señal muy
      fuerte para lograr la estabilización (aunque
      también resultó una dificultad para salir en
      casos de crisis o retrasos cambiarios muy pronunciados, como
      el que provocó la devaluación de Brasil en
      1999)
    3. RESPALDO Y CONSISTENCIA: se
      exigió que el 100% de la base monetaria, debe ser
      respaldado con reservas en oro y divisas de libre
      disponibilidad (aunque se autoriza en promedio a respaldar un
      20% con títulos públicos emitidos en moneda
      extranjera, contabilizados a su valor de mercado.

    Esta cláusula de respaldo es una señal a
    los poderes del Estado para obtener financiamiento
    genuino, control del gasto
    y déficit públicos.

    Es así como se congela el crédito interno,
    con la consiguiente imposibilidad de financiar a los sectores
    públicos y financieros. Este congelamiento no
    impidió los déficit fiscales ya que fueron
    financiados mediante el uso del crédito externo,
    incrementando significativamente la deuda externa
    Argentina.

    Además de las tres características
    anteriormente nombradas surgió la necesidad de una cuarta,
    para que funcione bien la Convertibilidad que fue la de
    flexibilidad de los precios y los salarios.

    La baja económica y el desempleo son una
    manifestación de los desequilibrios externos en un sistema
    de cambio fijo y convertibilidad.

    Además de todo lo expuesto anteriormente, se
    produjeron simultáneamente reformas estructurales tales
    como la apertura de productos importados, desregulación de
    ciertos mercados y privatizaciones de empresas públicas, que
    transformaron la economía de la Argentina en mas
    abierta.

    La dinámica de la Convertibilidad cuando el
    shock estabilizador fue exitoso en la primera etapa el
    salario (por baja
    súbita de inflación) se recompuso el mecanismo de
    financiamiento y crédito que incrementaron el consumo, la
    inversión y por lo tanto la demanda agregada
    con un crecimiento explosivo de las importaciones.

    En efecto, el consumo y la inversión aumentaron
    cerca del 50% entre 1991 Y 1994 (mas del 10% anual acumulativo)
    pero la balanza comercial que en 1990 había tenido un
    superávit de casi u$s 8200 millones pasó a un
    déficit de 5700 millones en 1994.

    Hemos visto que la tasa de evaluación
    entre 1991 y 1999 fue cero, ello implicó que la moneda
    Argentina se apreciara y no se produjera una rápida
    convergencia con los precios internacionales.

    La apreciación cambiaria afectó a la
    producción local provocando un sesgo
    antiexportador e incentivando las importaciones. Paralelamente,
    al implementarse reducciones en las barreras comerciales
    (impuestas por el MERCOSUR), los productores locales requirieron
    llevar a su productividad para compensar al caída del tipo
    de cambio real y la apertura comercial importadora.

    Lamentablemente, y producto de este macabro programa
    enceguecedor, entre 1991 y 1994, aumentaron mas las importaciones
    que las exportaciones, creció tanto el déficit
    comercial como las intereses de la deuda externa, que provocaron
    un gran déficit en cuenta corriente (en 1994) cercano al
    5% del PBI.

    Pero la crisis no fue provocada solamente por la ley
    23928, si analizamos lo que decía Michel Camdemssus sobre
    los procesos globalizadores se observó que la Argentina, a
    fines de 1994 y 1995, "bebió" un "trago fuerte" que
    causó un estado de "ebriedad" que hasta la fecha la
    vivimos.

    No estamos hablando nada más ni nada menos que
    del "efecto tequila", el mismo que contribuyo a una caída
    en el PBI del 4% y suba de la tasa de desempleo que trepó
    al 17%. El consumo se redujo aproximadamente un 8% y la
    inversión cayó mas del 15%.

    En síntesis,
    entre 1975 y 1999, quince años antes del plan de
    convertibilidad, la Argentina tuvo una caída de su PBI
    (per. capita), alta inflación y déficit fiscal en
    promedios, mayores al 6% del PBI. En el mismo periodo el mundo
    creció en un promedio acumulado del 30% mientras que la
    Argentina disminuyó su PBI global alrededor de un
    10%.

    Con la convertibilidad y las reformas económicas
    de los años 90, privatizaciones, desregulaciones, apertura
    comercial, integración al MERCOSUR y reformas en la Carta
    Orgánica del Banco Central, el país presentó
    un crecimiento del PBI y de la inversión superior al 50%,
    bajó el déficit fiscal a menos del 2% respecto del
    PBI, y la monetización económica creció
    notoriamente permitiendo la expansión del crédito
    doméstico (créditos personales).

    No obstante, el "modelo"; que de modelo no tenia nada;
    tuvo rigidez y efectos adversos en la desocupación, la
    distribución de la renta y la pobreza, así como
    fuerte dependencia respecto del ingreso de capitales extranjeros,
    con un notorio crecimiento de la deuda externa y gran fragilidad
    ante shocks exógenos, que mas adelante se
    detallarán.

    3. EL MARCO ECONOMICO REAL.

    Continuando con el análisis
    macroeconómico, la Argentina de la década de 1980
    se caracterizó por un agotamiento del modelo industrial.
    Las transformaciones producidas en el modelo argentino a fines de
    1980 y principios de los
    90’ con la implementación de la convertibilidad,
    implicaron una sustancial desaparición de gran parte del
    sector fabril, especialmente el compuesto por pequeños
    establecimientos.

    Distinta suerte corrieron aquellos sectores que se
    integraron a los cambios internacionales en la producción,
    ya que lograron una importante modernización como
    consecuencia directa de este plan, como por ejemplo YPF Repsol,
    Telefónica de Argentina, etc.

    Así mismo, existió otro sector del cual
    sus ventas
    dependían fuertemente del envío de sus productos a
    los países del MERCOSUR, teniendo como contrapartida una
    escasa integración en la producción interna. Por
    ejemplo, la gran mayoría de los productores de
    cítricos de Entre Ríos (Concordia)

    Una gran parte del sector industrial se vio perjudicado
    las elevadas tasas de interés, altas tarifas, y una moneda
    nacional sobrevaluada atada al dólar (tipo de cambio
    fijo), haciendo que la inversión se orientara
    especialmente a los bienes no transables.

    En cuanto a la productividad de la industria
    nacional, es posible reconocer dos etapas.

    La primera se extiende desde 1991 hasta 1993 y estuvo
    caracterizada por la perdida del empleo como consecuencia de la
    desaparición de empresas que no pudieron adaptarse a
    la apertura importadora.

    En cambio la segunda etapa se caracteriza por un
    incremento en la inversión y la reorganización a
    partir de 1994, que se benefició con el aumento de la
    demanda de
    Brasil a medida que prosperaba el MERCOSUR.

    Así fue como la falta de crédito, el tipo
    de cambio fijo, diferencias en los precios básicos
    (tarifas e impuestos),
    políticas de subsidios a la radicación de industrias
    extranjeras y un escaso estímulo para la
    acumulación de capital,
    pusieron a las empresas nacionales en un situación
    desventajosa frente a competidores como Brasil, los países
    Asiáticos (con sus devaluaciones) y Europa (con sus
    subsidios).

    Concluyendo, la modernización industrial que
    experimentó la Argentina no ha logrado compensar su falta
    de competitividad, debido a la restricción que
    imponen dichas asimetrías.

    Todo ello se vio profundizado por la ausencia de
    política
    activa que fomenten el desarrollo de
    la industria, en especial de las pequeñas y medianas
    empresas que integran dicho sector y que han sido los mas
    afectados por el programa.

    CONVERTIBILIDAD VS. EMPLEO

    Se vio que el plan de convertibilidad en sus comienzos
    tuvo éxito en materia de estabilización y
    crecimiento. Pero también se observó una gran
    batalla con el empleo que hasta el día de hoy "la guerra
    continúa".

    Este plan tuvo etapas que expresan la evolución de los indicadores
    laborales.

    1. Al iniciarse el plan de Convertibilidad el desempleo
      era bajo. Pero existieron ciertos indicadores que
      manifestaron algunos desajustes en el mercado laboral:
      una baja tasa de actividad y una alta tasa de empleo, la
      que ocultaba desempleo encubierto y un importante sector de
      la población estaba ocupado en
      actividades de baja productividad.

      La demanda del trabajo
      tuvo un comportamiento dispar: por un lado, el
      sector productor de bienes no comerciables
      internacionalmente (no Transables) incorporó
      trabajadores; por otro lado, el sector productor de bienes
      expuestos a la competencia externa (transables),
      "expulsó" mano de obra, ya que para competir con los
      bienes importados se debía aumentar la productividad
      y mejorar la tecnología.

      Por otra parte, si bien es cierto que la oferta de
      empleo se aumentó al comienzo de la Convertibilidad,
      esto fue como consecuencia del aumento del
      salario.

      No obstante, desde 1993, las cesantías
      obligaron "a los trabajadores secundarios a ingresar al
      mercado laboral para completar el presupuesto familiar (efecto trabajador
      adicional)".

      Como resultado, existió una creación
      neta de empleos, del orden de los 600000 puestos de
      trabajos, pero vez se produjo un aumento del número
      de desempleados, cercano a los 700000 entre los años
      1990 y 1994.

    2. El primer cambio se evidenció en 1993, cuando
      la tasa de desempleo trepó del 9.3% al 9.6%.

      En octubre de 1993, el desempleo era del 9.3%,
      alcanzó un máximo, en mayo de 1995, del 18.4%
      y bajó cerca de dos puntos en octubre de ese mismo
      año (16.6%). Entre 1993 y 1995 se esfumaron mas de
      300000 puestos de trabajo, y la tasa de subocupación
      subió del 9.3% al 12.5%

      Además la cifra de desempleados
      aumentó alrededor de 900000.

      Esta estaba ligado estrechamente al periodo
      recesivo que atrasaba la economía
      Argentina.

    3. A partir de 1994, debido a los cambios en el
      contexto internacional, al subir las tasas de interés
      internacionales, disminuir el ingreso de capitales y el
      efecto Tequila, la crisis se agravó desembocando en un
      proceso recesivo.
    4. Entre 1996, los indicadores del mercado de trabajo,
      debido a la reactivación de la economía,
      mejoraron sensiblemente: el desempleo cayó del 16% al
      12.4% y surgieron mas de 1300000 puestos de
      trabajo.
    5. Sin embargo, a mediados de 1998, se inició
      la quinta etapa de nuevo deterioro de los indicadores
      laborales, paralelamente en una nueva fase recesiva del ciclo
      económico. La baja en el crecimiento de todo el 1999
      (cercano al 4%) acentuó el desempleo.

    Estos cinco puntos, determinan una clara derrota del
    empleo en la batalla contra la Convertibilidad, hoy esta
    convertibilidad es retada, el desarrollo es posible

    CONVERTIBILIDAD SINÓNIMO DE
    CRISIS

    Hacia 1997, la deuda
    externa

    comenzará a
    reducirse,

    y hacia fin de siglo será
    insignificante.

    Domingo Cavallo
    1993.

    Cuando fue presentada la Convertibilidad en la sociedad
    consideraba solo tres temas:

    1. La deuda
      publica (externa)
    2. Le desocupación

      Se analiza a continuación cada uno de los
      ítems.

      1. LA DEUDA PÚBLICA EXTERNA: En marzo de
        1981, alcanzó 17170 millones de dólares.
        Como subsecretario de Estado y Presidente del Banco
        Central en 1981 y 1982, el actual jefe del equipo
        económico propició en aquel tiempo
        garantías de tipo de cambio a una multitud de
        empresas privadas, y así promovió la
        elevación de esa deuda, sin contrapartida a favor
        de la población, a 42 mil millones de
        dólares. Esta es la deuda que recibió el
        presidente Alfonsín en 1983.
    3. La errónea estructura
      de precios vigentes.

    Por primera vez el Dr. Menem, recibe
    la presidencia a comienzos de 1989, y la conducción de
    la economía, esta vez con una deuda
    pública de 50 mil millones de
    dólares.

    Luego de cuatro años y medio la deuda
    pública alcanzó los 82 mil millones de
    dólares. Además, las autoridades de la
    época consumieron los 20 mil millones generados por la
    venta de
    "las joyas de la abuela", es decir las empresas del
    Estado.

    Esos 20 mil millones debieron haberse utilizado para
    bajar la deuda pública desde los originales 50 mil
    millones de dólares con que el Ministro recibió
    la conducción económica en 1989.

    Los economistas y el pueblo se pregunta ¿es
    razonable hacer subir la deuda externa desde el equivalente de
    30 mil millones a 82 mil millones sin contrapartida de obras
    beneficio de la población? ¿es razonable
    subordinar a la política económica al pago de la
    deuda externa pasando por el hambre y la desocupación de
    millones de compatriotas que no recibieron, sino en
    ínfima proporción, la contrapartida de obras
    públicas a su favor?.

    b) La desocupación aumentó en
    todo el país de un promedio de 6.5% en 1991 al 17% en el
    año 1998.

    La verdad es que la economía nacional se
    achicó con esta política económica. Por
    eso les deben reducir la coparticipación a las
    provincias y, por eso, la situación económica y
    social angustiosa del interior. La pregunta es ¿vale la
    pena un plan que "destruye empleos", todo para pagar la deuda
    externa?

    1. Como concausa de los anteriores nombrados,
      está el tema de los precios relativos distorsionados
      que atacan fuertemente los sectores productores de bienes
      transables. Estos sectores experimentaron las tasas mas alta
      de crecimiento de la productividad en todas las
      economías modernas. En lugar de ser alentadas por el
      plan de Convertibilidad, fueron castigados.

    Comparación con otros planes
    económicos de otros tiempos.

    Si se cree que la Convertibilidad Argentina fue la
    única que causó crisis se estaría omitiendo
    parte de la historia mundial. Otros países ya la han
    experimentado con los mismos efectos que causo la de
    Argentina.

    Alemania tenía una convertibilidad que impulsaba
    el por aquel entonces Presidente Milton Weimer en los años
    ’20. Haciendo un cuadro comparativo podríamos decir
    que el periodo entre 1989 y 2001, se asemeja al alemán de
    1923-1933,0 en lo que refiere a los efectos de la
    convertibilidad.

    Analicemos. En 1923 Alemania no
    pudo pagar las pesadas reparaciones de la guerra que le impuso el
    Tratado de Versailles, y los franceses en represalia, ocuparon la
    cuenca alemana del Ruhr, rica en carbón y en acero. Los
    obreros respondieron con una huelga de
    brazos caídos, y el gobierno de Weimer decidió
    apoyar la huelga y pagar los sueldos de los trabajadores con
    emisión monetaria, la que provocó la hiperinflación de 1923 culminando el
    20 de
    noviembre de ese mismo año.

    En dicho mes la tasa de inflación llegó
    al 20% diaria.

    A partir de diciembre de 1923 la hiperinflación
    alemana se frenó mediante un programa de tipo de cambio
    fijo
    y emisión monetaria con respaldo solamente.
    Prohibiéndose luego la emisión de billetes para
    evitar el aumento del gasto
    público.

    Al año siguiente no hubo inflación, hubo
    una expansión económica. Pero el tipo de cambio
    real quedo sobrevaluado sustancialmente.

    Desde 1926 hasta 1932 Alemania trató de devaluar
    para pagar su deuda externa por la vía de la
    deflación interna de precios. Con este programa se
    vivió un proceso de desocupación fuerte con
    intentos de rebaja de salarios por la vía de la
    recesión y la deflación, tal como el que
    padeció la argentina en los años 90.

    El fracaso del intento alemán por devaluar la
    deflación desembocó en la deuda externa y
    reactivó la economía alemana. Luego intento una
    política exterior expansiva que terminó en 1945 con
    60 millones de muertos.

    PARTE II

    FIN DEL
    PROGRAMA Y COMIENZOS DEL NUEVO MODELO

    DEVALUACIÓN
    MONETARIA

    "Un peso es igual a un
    dólar,

    pero solo dentro de la
    Argentina.

    Afuera, un peso es papel
    pintado."

    Rodolfo Terragno.
    1994

    Introducción

    Era de esperar, luego de 10 años, y en medio de
    una crisis económica, que el sector político
    temblara, en cada promulgación del pueblo.

    El ex Presidente Fernando de la Rúa
    aparecía en los medios de
    comunicación garantizando " un peso, un dólar",
    cuando día a día los ahorristas retiraban los
    depósitos y la compra de dólares aumentaba y
    aumentaba, en medio de feriados cambiarios.

    Nadie esperó que un 20 de diciembre de 2001, el
    modelo que supo sacar a la Argentina de la hiperinflación,
    empezara a resquebrajarse.

    Luego de la renuncia de Dr. De la Rua, el plan
    seguía en pie, y luego de sesenta y tres horas
    después aún con la asunción del Dr. Adolfo
    Rodríguez Saá, el uno a uno agonizaba en medio de
    un manto negro que no permitía ver la realidad.

    La colosal depresión, el creciente desempleo,
    endeudamiento, y con las reservas del Banco Central extenuadas
    por la fuga de capitales, el "encierro" de los depósitos,
    ahorros y sueldos en el sistema bancario, paralizaron el movimiento
    económico y financiero.

    Se acentuó la cesación de pagos interna y
    externa de miles y miles de personas y empresas, y dejó
    sin fondos al vasto segmento de la economía informal y de
    los sectores de menores recursos. El último "artilugio" de
    Domingo Cavallo fue el disparador de la enorme revuelta popular
    que le puso punto fin al gobierno de la maltrecha
    Alianza.

    Pero resulta un serio error de diagnóstico considerar que la crisis actual
    es el resultado de problemas específicos o aislados unos
    de otros como el desfase cambiario, la distorsión de los
    precios relativos, falta de competitividad, desequilibrio fiscal,
    marginalidad
    social y subconsumo o excesivo endeudamiento.

    Lo que se produjo fue una eclosión o estallido de
    todos estos factores en una realidad única de
    depresión, deflación, cesación de pagos,
    fuga de capitales, hiperdesempleo e hiperpobreza.

    La precipitación de la crisis y su desenlace
    sorprendió a políticos y empresarios, quienes solo
    tenían borradores de correcciones a los planes que
    multiplicaba frenéticamente Cavallo.

    Así, el nuevo gobierno (que asumió en
    diciembre de 2001) heredó una pesada carga, con la
    político e institucional que es el resultado de un acuerdo
    provisorio entre las distintas corrientes que tienen estrategias
    diferentes y divergentes entre sí.

    Así se abrió una breve etapa de
    transición en donde deberían haber resuelto
    problemas, contradicciones, divergencias, intereses contrapuestos
    y penurias, que se fueron acumulando al menos desde la primera
    crisis de la Convertibilidad en 1994.

    La pregunta del millón fue si el presidente
    provisional electo le pondría punto final a la
    Convertibilidad o dejaría esa tarea al gobierno que
    días mas tarde vendría.

    Dentro de los partidos
    políticos había quienes sostenían que un
    gobierno provisional es ideal para que llevara adelante esa
    "pesada" y "sucia" tarea, mientras no faltaba los que opinaban
    que si lo hacía un gobierno débil una eventual
    devaluación, flotación o desdolarización
    (pesificación) las consecuencias podrían ser
    incontrolables. Y con el antecedente de los sucesos del 19 y 20
    de diciembre, la crisis social podría volver a
    estallar.

    Pero no dudó en dar anuncio a las primeras
    decisiones que en comienzo fueron tomadas con agrado por el
    pueblo y por el sector, entre las más importantes se
    recuerda:
    ·La suspensión del pago de la deuda externa, algo
    que solo dos países hicieron en América latina: el
    Perú de Alan García, en 1985 y Ecuador, hace
    apenas unos pocos años. Rodríguez Saá
    prometió que todo ese dinero
    sería utilizado "sin dudar y sin excepción" para
    crear puestos de trabajo.

    · La creación de una tercera moneda "para
    inyectar liquidez al consumo popular". Con ello se
    devolvería el recorte del 13 por ciento que le impuso al
    salario de los estatales el anterior Gobierno.

    · Ratificación de la
    Convertibilidad. "Son falsas las opciones de la dolarización o devaluación que
    presentan a la Convertibilidad como el mal de la sociedad
    Argentina", afirmó el presidente R. Saá
    sentenciando por mas tiempo la Argentina y demorando mucho mas la
    reactivación.

    Pero entre tantos festejos, algarabía y gritos de
    seguidores se prior izaba el nuevo bono nacional (El Argentino,
    el cual nunca estuvo en circulación) y la
    suspensión de la deuda pública, siendo unos de los
    menos hablado el del fin de la convertibilidad.

    Pero dos días después y luego de brindar
    en las fiestas navideñas, los rumores cada día eran
    mas fuertes, los feriados cambiarios continuaban y los ahorristas
    se proclamaban frente a los bancos para que liberen sus
    depósitos.

    Frente a esto, otra mentira que duraría poco
    tiempo volvía a la boca de los argentinos, el nuevo bono
    ya era un hecho, la fecha de circulación había sido
    programada para enero. Al mismo tiempo el secretario de Hacienda
    Rodolfo Frigeri decía "es una salida ordenada de la
    Convertibilidad
    ", confirmando que no habría
    devaluación ni dolarización, simplemente
    querían que el cambio en la paridad del peso/dólar
    no causare mas inconvenientes y que se vaya dando
    paulatinamente.

    En medio de tantas "buenas noticias", los
    importadores desconfiaban de cada paso y de los rumores de una
    fuerte devaluación.

    Ante la incertidumbre de qué iba a pasar con la
    paridad del peso y el dólar, los eslabones de la cadena
    comercial empezaban a acusar el impacto de una posible salida de
    la Convertibilidad.

    Algunos comerciantes y fabricantes de productos
    sensibles a la importación, con precios establecidos en
    dólares, decidían retirar sus productos de
    la venta ante el temor de no poder reponerlos en un futuro
    mediato.

    Incluso, los mayoristas endurecieron las condiciones de
    pago para sus clientes:
    Empresas que aceptaban cheques a 30
    días, sólo se aceptaba en dólar, y
    únicamente contado, en el caso de cheques a 30 días
    en dólares o cheques en pesos a 15 días, en el
    mejor de los casos.

    Paralelamente, también los fabricantes de
    golosinas aumentaron un 5% sus precios. En casi todos los
    rubros se achicó la financiación de 90 a 30
    días en pesos, y existían recargos del 20% en la
    financiación en pesos.

    En el rubro de los electrodomésticos, algunos
    hipermercados o comercios grandes (con posibilidad de tomar
    recaudos) –tal es el caso de Musimundo-, retiraron
    mercaderías.

    Esta actitud de los
    comerciantes no fue una sorpresa: volvió a reflotar
    la especulación por la cultura
    inflacionaria argentina. La gente no se olvidó y la
    reacción era tratar de protegerse ante cualquier
    cosa.

    Mientras unos recomendaban que los consumidores compren
    antes del colapso otros opinaban lo contrario. Los rumores de la
    Devaluación eran día a día mas fuertes y los
    inversores extranjeros que tenían inversiones en
    dólares se veían afectados directamente.

    Entre ellas las principales empresas de origen español
    que operan en el país reforzaron sus presiones ante el
    Gobierno y manifestaron su oposición a cualquier
    intento de devaluación,
    como así
    tambiénal cambio en las tarifas de los servicios
    privatizados, los que hasta el día de hoy luchan para un
    aumento en ellas.

    Entre otros grupos que
    presionaban al gobierno nacional para evitar la
    devaluación (según fuente: Diario Clarin y Pagina
    12) encontramos: directivos de Repsol-YPF, Aguas de Barcelona,
    Gas Natural,
    Telefónica, Edesur, BBVV-Francés, Río-
    Santander, Dycasa, Prosegur, Mafpre- Aconcagua y Acesa (Acceso
    Oeste).

    Los empresarios expresaron la inquietud que
    existía por el lanzamiento de la nueva moneda denominada
    "Argentino", que tendría un uso generalizado para el pago
    de sueldos y facturas. Pero para las compañías de
    servicios, el principal temor pasaba por la depreciación
    que pueda sufrir la nueva moneda y la forma de trasladar esa
    variación a las tarifas finales.

    Entre tanto temor y en medio de la acumulación de
    stock de los productos importados -por temor al aumento de los
    precios- la caída de las importaciones seguía
    aumentando.

    Una caída del 39% en las importaciones
    producía
    que a balanza comercial en noviembre (de
    2001), tuviera un superávit de 770 millones de
    dólares
    ,
    de enero a noviembre del mismo año las ventas al exterior
    totalizaron 24.711 millones de dólares, un 3% más
    que los 24.021 exportados durante el mismo período del
    año 2000.

    Se trataba del nivel más bajo de lo que iba del
    año, reflejando la profundidad de la recesión, como
    también el factor de convergencia que comenzó a
    regir a mediados de 2001.

    Este panorama impulsó el superávit del
    2001 a 5.331 millones de dólares, lo cual
    sextuplicó los 843 millones que se habían obtenido
    durante el mismo período del año
    anterior.

    Pero se acercaba el final de año mas duro de los
    gobiernos democráticos, encontrándonos con el
    último día de Rodríguez Saá, ya que
    sorprendió al pueblo con su renuncia, dejando fuera del
    sistema todos los planes que se habían presentados en esos
    escasos días.

    Pero no fue poco el tiempo, ya que llegaba el cuarto
    Presidente en lo menos de 12 meses.

    Eduardo Duhalde, tomaba el mando del cuerpo de bomberos,
    y en medio de un incendio debía maniobrar para poder
    apagar el incendio de una Argentina quebrada.

    Nuevamente las esperanzas relucían en el
    país, mientras en Entre Ríos, sucedía todo
    lo contrario. El nuevo Presidente, no dudó en tomar una de
    las decisiones mas dura, comunicar a la Nación
    que el final de la Convertibilidad había
    llegado.

    En su mensaje ante la Asamblea, Duhalde, dijo que se
    comprometía "a realizar un gran esfuerzo personal para
    resolver la crisis y poder transferir la banda presidencial a
    otro ciudadano electo por el pueblo argentino dentro de dos
    años".

    Sin embargo remarcaba que "es el momento de decir la
    verdad, la Argentina está quebrada, está fundida".
    Inmediatamente aclaró que "desde mañana, sin
    delegar la responsabilidad en la recuperación de la
    paz social que me compete, estaremos trabajando junto con las
    fuerzas políticas, laborales y no gubernamentales en la
    implementación inmediata de salvación
    nacional".

    El Presidente sostuvo que "mi compromiso a partir de hoy
    es terminar con un modelo agotado que ha sumido en la
    desesperación a la mayoría del pueblo, para sentar
    la base de un modelo que recupere la producción y el trabajo de
    los argentinos, y promover una justa distribución de la
    riqueza".

    A medida que pasaban los días, los nuevos
    ministros comenzaban a trabajar, presentando la nueva paridad del
    peso frente al dólar.

    El grupo de
    economistas que acompañaba al ministro, Jorge Remes
    Lenicov, analizaban las alternativas del nuevo plan
    económico para salir de la Convertibilidad.

    La propuesta que tuvo mayor consenso fue la de aplicar
    una "devaluación controlada" del peso: la que fue
    del orden del 30%, para establecer una nueva paridad de 1,30
    peso por cada dólar
    .

    Según los planes oficiales, el Gobierno
    intentó mantener estable esa paridad durante 90
    días
    , para luego ir fijando el valor del peso en base
    a una canasta de monedas, integrada por el dólar, el euro
    y el real brasileño.

    Estos cambios se concretaron a través de una
    Ley de Emergencia Económica que el Gobierno
    aspiró a que sea aprobada por las dos Cámaras del
    Congreso. Siendo aprobada por una unanimidad.

    Esa ley, columna vertebral del plan que buscaba aplicar
    Remes Lenicov, no fijaba el nuevo tipo de cambio sino que
    autorizaba al Poder
    Ejecutivo a establecer la paridad con el dólar que
    considerara conveniente.

    Esa Ley de Emergencia daba por terminada la
    Convertibilidad e instrumentaba la
    "desdolarización" (o como le llamamos hoy en día
    pesificación de las deudas) de diversos contratos en
    dólares y entre los cuales se destacaban los
    correspondientes a las tarifas de los servicios
    públicos y los alquileres.

    El equipo del Ministro de Economía trabajó
    contrarreloj para que todos los cambios estuvieran instrumentados
    antes de la apertura de los mercados (porque en esos
    días se había decretado feriado cambiario)
    ,
    para así proceder a enviar el proyecto de
    Presupuesto 2002.

    Este esquema se completaría con una
    "pesificación" parcial del sistema financiero: se
    pasarían a pesos todas las deudas en dólares
    tomadas por los particulares en los últimos
    años.

    Esto incluyó los créditos hipotecarios,
    los prendarios y los préstamos personales. La idea fue
    aplicar esa conversión después de la
    devaluación, lo que implicaría que la deuda en
    pesos sería mayor. Pero se compensó al deudor
    con una reducción de intereses y mayores plazos para
    pagar
    .

    De todos modos, lo que se considera un hecho es que
    ninguna de las alternativas en danza para
    salir de la convertibilidad podría sostenerse sin un
    respaldo del FMI. Es por eso que hasta el día de hoy
    continúan las negociaciones.

    Dentro del cúmulo de medidas que se analizaron,
    se mencionó una que inquietó a los representantes
    del sector agropecuario: la reimplantación de
    retenciones a las exportaciones
    . De esta forma, el Fisco se
    quedaría con una porción de la renta extraordinaria
    que recibirían esos sectores por la depreciación
    del peso respecto del dólar.

    En la misma línea de pensamiento iría otra
    decisión: aplicar un impuesto
    extraordinario a las exportaciones de las petroleras
    , para
    capturar parte de la supuesta mejora de rentabilidad
    que obtendrían por la devaluación.

    La declaración de "emergencia" facilitó
    esos cambios en las reglas de juego,
    invocando que la salida de la Convertibilidad estaría
    rompiendo el equilibrio
    entre usuarios y prestadores de servicios. Simultáneamente
    se propondría a las empresas privatizadas renegociar
    algunos aspectos de los contratos para compensar las alteraciones
    financieras: podrían tener más plazo de
    concesión o dilatar el plan de inversiones, por
    ejemplo.

    A medida que pasaban los días y una vez
    "enterrada" la Convertibilidad, la nueva etapa
    comenzaba.

    La salida del 1 a 1 trajo varios cambios para la gente y
    para los empresarios. El dólar pasó a costar
    1,35 o 1,40 peso y se estancó en ese valor al menos
    por unos días, a pesar que lo planeado fue que sea
    por tres meses.

    Las exportaciones se liquidaban con ese valor en las
    primeras semanas. Y también algunas importaciones, pero no
    todas: las que no eran consideradas vitales para el desarrollo de
    la economía se las liquidaba en el mercado libre,
    donde el precio del dólar se fijaba según la oferta
    y la demanda.

    La suba del dólar produjo un aumento en el precio
    de los productos importados y de aquellos de
    fabricación nacional que tienen algún componente
    importado.

    También se encarecieron en el mercado interno los
    productos que se exportan con mejor rentabilidad en el
    exterior (granos, carnes, combustibles).

    El productor exigiría precios mayores para
    venderlos en el país. Un ejemplo de esto sería el
    trigo, cuyo aumento derivó en subas en subproductos como
    la harina y, por ende, impactando sobre la precio del
    pan.

    El caso mas claro fue el de los combustibles, ya que su
    aumento fue del 98% en menos de 8 meses, generando aumento en la
    mayorías de los productos, y obviamente una
    disminución en la demanda de centenares de
    ellos.

    Si las reglas microeconómicas dicen que a menos
    precio mayor es la demanda, la pregunta es ¿porqué
    accionistas de las empresas petroleras siguieron aumentando los
    precios a pesar de que la cotización
    bajó?.

    La respuesta que se manifestó es que sé
    prior izaba la maximización de los beneficios,
    importándole mas que el desarrollo del mercado interno, ya
    que al ser alto el precio los consumidores compraban
    combustibles, lo que no generaba problemas para las petroleras ya
    que lo que no se vendía se exportaba a mejor
    precio.

    Inevitablemente este tipo de cambio no afectó la
    producción local, para lo que el Gobierno sostenía
    que la devaluación no debía provocar una
    suba de precios de los productos de fabricación nacional
    en el caso de lo que no tenían insumos importados ni
    costos de
    producción dolarizados.

    Los aumentos obedecerían a las expectativas
    negativas de productores, fabricantes y comerciantes que
    buscaban cubrirse frente a la depreciación del peso. Por
    eso, Duhalde convocó a supermercadistas y fabricantes
    de alimentos

    para acordar un comportamiento racional, que evite que la
    devaluación afecte a los consumos básicos del
    sector de menos recursos.

    Obviamente esta nueva paridad por un tiempo
    generó grandes problemas en las empresas. Los costos en
    moneda local son menores por la devaluación. Por
    ejemplo, la incidencia de los salarios, medida en dólares,
    es más baja. Antes de la devaluación eso se lograba
    mediante rebajas saláriales directas. Sin embargo, la
    tecnificación de los procesos productivos generó
    una mayor utilización de insumos
    importados
    .

    Así día a día, el dólar iba
    subiendo su precio hasta llegar a $3.88, a fines del 2002,
    limitándose mas y más las importaciones y una
    fuerte demanda del exterior de nuestros productos.

    Obviamente, que este importante cambio trajo aparejado
    que los consumidores dejaran de consumir y se volviera a otros
    productos que habían desaparecido.

    En este contexto y con la presencia de un dólar
    fijado en alrededor de los $ 3 fueron surgiendo nuevas empresas y
    otras que habían dejado de existir en los comienzos de la
    Convertibilidad, ya que su producción en el país no
    convenía porque era mas barato traerlos del exterior, con
    todas las consecuencias que le traían
    aparejada.

    He aquí la nueva etapa de la cual se presenta
    esta tesina, la nueva era, la era de la sustitución de
    importaciones, la era del cambio, la era de la producción
    propia, la época en la que debemos ajustar los botines y
    salir a la cancha nuevamente para devolverle la felicidad a todos
    los argentinos

    La industria Argentina en el escenario
    posconvertibilidad.

    a) Principales características de la
    época.

    En la prolongada crisis que sufrió el sector
    manufacturero en los últimos años de la
    Convertibilidad sobresalen los siguientes aspectos:

    1. Desindustrialización: este
      proceso se agudiza así como también el de la
      reestructuración regresiva del sector manufacturero
      local. Hoy la industria argentina tiene el mismo
      tamaño que hace un cuarto de siglo, es mucho menos
      industrial que entonces y ha decrecido la creación
      de fuentes
      de trabajo.

      La apertura comercial con la compra en el exterior
      de insumos y productos finales, principalmente encarados
      por las firmas industriales de mayor tamaño, produjo
      un fuerte debilitamiento de la producción fabril
      afectando principalmente a las Pymes.

    2. La producción industrial se ubica en
      las primeras etapas del proceso productivo
      (proviene
      de la agroindustria) cae así el valor agregado y la
      elaboración productiva.
    3. Destrucción de los puestos de
      trabajo
      : las políticas económicas de
      los 90 conlleva a una fuerte disminución de obras que
      se ocupan de dar actividad a los asalariados, deteriorando
      los ingresos de
      los trabajadores. Esto trajo la regresión en la
      distribución fabril, pasando a empresarios al sector,
      gran parte de los recursos de la productividad.
    4. Concentración
      económica
      : La producción se
      concentró en un reducido número de empresas
      (las 100 firmas mas grandes alcanzaron el 50% de la
      producción total) estas empresas son fuertes
      exportadoras con alta capacidad para hacerlo, además
      tienen capitales que controlan las importantes firmas
      líderes en sus respectivos mercados.
    5. Extranjerización: la mayor
      concentración de la producción industrial se
      manifiesta en la extranjerización de la
      producción, con nuevas modalidades de
      radicación de firmas transnacionales, lo que provoca
      la declinación de grupos económicos
      locales.
    6. Reestructuración de los grupos
      económicos:
      los grandes grupos
      económicos mantienen e incrementan su
      participación en la agroindustria incrementando el
      proceso de internacionalización financiera.

      Esto se debió a que económicamente
      no tenían los recursos económicos suficientes
      para como para hacer fuerte a sus propios procesos
      productivos.

    7. Predominio del contexto
      macroeconómico
      : el proceso de
      liberación comercial incidió en desmedro de las
      pequeñas y medianas industrias dándose el caso
      de que las pymes debieron enfrentar tasas de interés
      muy superiores a las que pagaban las grandes
      firmas.
    8. Recesión del ingreso: mientras
      que las firmas industriales lideres se desenvolvían en
      forma exitosa los trabajadores de estos grupos sufrieron la
      disminución del ingreso y muchas pequeñas
      empresas se vieron inmersas en la crisis.

    Así vemos que hay un doble proceso de
    transferencia de los ingresos: desde el trabajo al capital y el
    capital de las pequeñas y medianas firmas hacia las de
    mayor tamaño.

    b) Globalización.

    Después de la devaluación y el quiebre de
    la política económica dominante de los 90 parece
    abrirse una nueva etapa plagada de interrogantes, el
    desafío es recuperar el tiempo perdido construyendo una
    perspectiva propia que tengan en consideración a los
    distintos sectores como condición necesaria para resolver
    la crisis.

    1) El neoliberalismo, o sea, el fundamentalismo
    globalizador, plantea que la revolución
    científico-tecnológica provoca la
    desaparición de los espacios nacionales como ámbito
    primario de la actividad económica y social
    . Las
    personas serían hoy individuos que integran tejidos y
    redes
    transnacionales, organizados a partir de las decisiones de los
    centros que ejercen el poder en el orden global
    . Es decir,
    las corporaciones y los mercados
    financieros mundiales más un reducido grupo de grandes
    potencias, encontrándose en primer lugar los Estados
    Unidos.

    Los Estados nacionales y la democracia representativa en
    América Latina constituyen un anacronismo del viejo
    orden
    . Las únicas decisiones que se consideran viables
    redundan en la transmisión de señales
    amistosas
    a los titulares del poder global y el
    renunciamiento a la existencia de una moneda nacional y otros
    instrumentos propios de conducción autónoma de la
    economía.

    En esta lógica,
    Argentina constituye un caso de estudio apasionante ya que es el
    país que aplicó, hasta sus últimas
    consecuencias, el fundamentalismo globalizador. Los aparentes
    éxitos iniciales, en el transcurso de la década de
    los 90, hicieron creer que, efectivamente, la estrategia
    adoptada era correcta. Los hechos terminaron por demostrar
    exactamente lo contrario.

    El fundamentalismo globalizador es funcional, en primer
    lugar, a los mercados financieros especulativos. Prosperan
    con el aumento de la demanda de crédito y el arbitraje de
    activos y pasivos
    financieros, aunque no tengan nada que ver con la actividad real
    de la producción, inversiones, comercio y
    empleo.

    Por eso, es en la actividad financiera donde proliferan
    los más fervientes epígonos del neoliberalismo.
    Sobre todo, en países de la periferia, como el nuestro,
    que no lograron construir un fuerte sentido de pertenencia a un
    destino común y una perspectiva propia del comportamiento
    del sistema. En tales casos, sucede que las elites
    económicas más influyentes conciben la
    acumulación de poder en una función
    subordinada a los intereses transnacionales. Carecen así
    de la capacidad de impulsar modelos de
    desarrollo integrados e inclusivos del conjunto de la sociedad,
    abiertos al mundo y capaces de establecer relaciones
    simétricas no subordinadas con la
    globalización
    . El resultado inevitable es el subdesarrollo,
    gran desigualdad en la distribución del ingreso, fracturas
    profundas en la sociedad, inestabilidad institucional y
    vulnerabilidad de la seguridad
    jurídica y el régimen de contratos. Argentina es
    hoy un ejemplo notable.

    El neoliberalismo está actualmente jaqueado en
    todo el mundo. La ortodoxia, bien vista por los mercados y
    promovida por el FMI, está siendo muy criticada por su
    incapacidad de enfrentar las crisis y ordenar el comportamiento
    de los mercados. En el terreno académico, son cada vez
    más y más notables las voces que se alzan para
    cuestionar los supuestos del fundamentalismo globalizador. La
    evidencia empírica es abrumadora.

    Por una parte, las sucesivas crisis en mercados
    emergentes y burbujas especulativas – incluso en los
    países desarrollados- generan un gran "efecto rebote", lo
    que de una manera u otra afectan indistintamente a diferentes
    sectores de la economía Argentina. Por otro lado, el 90%
    del producto total de la economía mundial en el que
    confluyen el comercio, las inversiones y la información se componen realmente por un
    80% de los propios mercados internos de los estados nacionales.
    En una suerte de desmitificación se podría afirmar
    que las economías mundiales están constituidas casi
    en su totalidad por la dinámica y el consumo de los
    mercados internos, siendo la exportación un porcentaje mínimo en
    materia de circulación de bienes, constituyendo el fuerte
    del pequeño porcentaje de la exportación el
    importante caudal de divisas que les deja el intercambio de
    dichas materias primas y/o manufacturas.

    Para decirlo de otra manera, la exportación
    aislada no supone el crecimiento del país. Es solamente
    una condición necesaria, pero no suficiente. La
    volubilidad de la situación del Comercio Internacional
    hace que cualquier proceso de desarrollo industrial, -a
    excepción de los encarados por empresas internacionales
    para su comercio intra firmas-, deba emprenderse teniendo en
    cuenta un mercado interno estable y creciente.

    "Mercado interno y mercados de exportación son,
    en consecuencia, dos brazos de una misma pinza que los argentinos
    debemos utilizar para tomar el problema del subdesarrollo
    crónico, ponerlo en la fragua del crecimiento y
    convertirnos en la nación que sea merecedora de tal
    apelativo."

    Dentro de estos datos, se analiza
    la participación del sector obrero, los que en gran parte
    (entre 8 y 9 de cada 10 trabajadores en el mundo) se los destina
    a que produzcan para el mercado interno de sus respectivos
    países. Apenas el 10% del producto mundial corresponde a
    las actividades transnacionalizadas. Y solo el 20% de la
    producción mundial traspone las fronteras nacionales. En
    síntesis, entre 1 y 2 de cada 10 ocupados trabaja para la
    economía global.

    En cuanto a la inversión, más del 90%
    de la producción mundial se financia con el ahorro interno
    de los países
    . O sea, que las inversiones de las
    filiales de las corporaciones transnacionales solo aportan el 10%
    de la inversión total.

    A su vez, el 95% de la inmensa masa del movimiento de
    capitales financieros, que se refleja en movimientos diarios de
    los mercados cambiarios, del orden de los dos billones de
    dólares, son de carácter especulativo no vinculados a la
    economía real.

    Al mismo tiempo, el enfoque endógeno de la
    teoría
    del desarrollo, destaca que los tejidos productivos y sociales,
    las instituciones, los valores,
    los procesos acumulativos de capital, tecnología y
    eficiencia en
    la
    administración de recursos, se construyen, en
    primer lugar, dentro de cada sociedad en su propio espacio
    territorial
    , abierto y vinculado al mundo, pero apoyado en la
    solidez de los vínculos interiores fundados en la historia
    y la cultura de cada sociedad. Nada de esto puede importarse ni
    aprenderse en un manual adquirido
    en Washington, Londres o Frankfurt, cada sociedad, cada
    país, construye su trayectoria y su realidad. En todo
    caso, su éxito depende de la eficacia de sus
    respuestas a las oportunidades y amenazas que plantea la
    globalización
    .

    Es preciso reflexionar sobre la naturaleza de
    la
    globalización y el desarrollo para salir del
    callejón sin salida en el cual el neoliberalismo ha
    encajado a la Argentina. Nuestra experiencia revela que el
    costo de las
    políticas neoliberales terminaron por desubicar al
    país en el sistema internacional en todas las áreas
    principales de la globalización. Las respuestas
    fundamentalistas no pudieron ser peores.

    EL INTERCAMBIO
    COMERCIAL EN LA ARGENTINA POST CONVERTIBILIDAD

    Durante el periodo 1990-2001 se produjo un significativo
    incremento comercial (185.7%), debido tanto al incremento de las
    exportaciones como de las importaciones -aunque sus variaciones
    no han sido proporcionales, observándose que estas ultimas
    han tenido un crecimiento pronunciado con respecto a las
    exportaciones, en datos sería: 398.5% contra
    115.4%.

    Al comienzos de 2002 se produce un sinceramiento de la
    debacle nacional con sus efectos sobre los sectores y sus
    agentes económicos. Por lo tanto, y en el contexto del
    abandono de la paridad $1=US$ 1, de la Ley de Convertibilidad, de
    la restricción a la libre de los depósitos
    bancarios y de la persistente recesión respaldada por los
    guarismos sobre el desempeño de nuestro PBI apuntando mas
    arriba, resulta interesante someter a análisis el
    comportamiento del intercambio comercial argentino para el
    periodo enero-septiembre de 2002.

    A tal efecto se adecuan a los fines comparativos, los
    valores anuales de 2001, periodo apuntado en el párrafo
    anterior.

    Intercambio Comercial
    Argentino

    Período

    Exportaciones en millones U$S

    Exportaciones variaciones %

    Importaciones en millones U$S

    Importaciones variaciones %

    SALDO

    1990

    12352.5

    4076.7

    8275.9

    2001

    26610.1

    115.4%

    20321.1

    398.5%

    6288.9

    FUENTE: elaboración propia del
    INDEC

    Durante los primeros tres trimestres de la
    devaluación se ha observado las siguientes
    variaciones:

    1. Tanto las exportaciones como las importaciones han
      experimentado sendas caídas, del orden del 6.9% y
      60.6%, respectivamente.

    Estas variaciones se corresponden con la existencia de
    un nuevo esquema cambiario, posconvertibilidad, que torna mas
    atractiva la exportaciones de nuestras producciones, en tanto
    desalienta las importaciones.

    No obstante ello, las ventas en los primeros meses no
    se han incrementado, -solo han disminuido levemente en
    comparación con los valores alcanzados por nuestras
    compras
    externas- debido a la necesaria adecuación productiva
    que las empresas, en muchos casos, deben realizar para abordar
    la experiencia exportadora. Los bajos niveles de
    inversión por el escaso capital de
    trabajo y la disminución de los créditos
    productivos, así como también la dependencia de
    bienes intermedios y de capital, que desmantelada la industria
    nacional, es menester adquirir en países extranjeros. Un
    dato para destacar es que el paupérrimo volumen que
    exhiben las importaciones tienen que ver con la
    modificación significativa del tipo de
    cambio.

    Intercambio comercial
    argentino –enero a septiembre
    2002-

    Periodo

    Exportaciones en millones
    U$S

    Exportaciones variaciones
    %

    Importaciones en millones
    U$S

    Importaciones variaciones
    %

    Saldo

    Variaciones %

    2001

    20442

    16543.7

    3898.3

    2002

    19035

    (6.9)

    6526.0

    (60.6)

    12509

    220.9

     

    Partes: 1, 2

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