Aprendizaje colaborativo: Un reto para la educación contemporánea
- Resumen
- Un reto para la educación
contemporánea - Antecedentes históricos
y evolución - Fundamentos
epistemológicos del aprendizaje
colaborativo - Conclusiones
La investigación demuestra que mediante el
aprendizaje
colaborativo los estudiantes pueden tener más éxito
que el propio profesor para
hacer entender ciertos conceptos a sus compañeros. La
razón de este hecho estriba en que los compañeros
están más cerca entre sí por lo que respecta
a su desarrollo
cognitivo y a la experiencia en la materia de
estudio, de esta forma no sólo el compañero que
aprende se beneficia de la experiencia, sino también el
estudiante que explica la materia a sus compañeros
consigue una mayor comprensión.
La utilización de grupos
colaborativos en clase,
especialmente si los grupos son heterogéneos, es un
mecanismo ideal para aprovechar el potencial del aprendizaje entre
compañeros si se complementa convenientemente con la
utilización de la tecnología informática. Además, se ha
comprobado que el uso de grupos en clase aumenta la probabilidad de
que los estudiantes se reúnan fuera de clase para
continuar estudiando juntos.
Palabras claves
Aprendizaje Colaborativo
Aprendizaje Cooperativo
Abstract
The investigation demonstrates that by means of the
collaborative learning the students may achieve even more success
than the teacher to make understand certain concepts to the
partners. The cause of this fact is that the partners are very
close regarding their cognitive development and the experience in
the study matter, in this way, the partner that learns is not the
only one who benefits of the experience, but the student that
explains the matter to the partners reaches a deeper
understanding.
The use of collaborative groups in class, especially if
the groups are heterogeneous, its an ideal mechanism to take
advantage of the learning potential among partners if it is
conveniently supplemented with the use of the computer
technology. Furthermore, it has been proved that the use of
groups in class increases the probability of the students to meet
out of class to continue studying together.
Key Words
Collaborative learning
Cooperative learning
Aprendizaje
colaborativo: un reto para la educación
contemporánea.
La educación, formación y desarrollo de
la
personalidad constituye una problemática esencial en
el mundo actual. El prodigioso avance de los conocimientos y el
desarrollo tecnológico ha generado serios problemas en
las universidades pedagógicas, no sólo en el
ámbito investigativo, sino en la conservación,
renovación y transmisión del aprendizaje, lo que
propicia que el estudiante se vea inmerso en un amplio proceso de
constantes cambios. El personal que se
prepara en ella, además de que necesita desarrollar
métodos
efectivos de aprendizaje, debe quedar listo para potenciar el
desarrollo de sus estudiantes una vez egresados de la
institución que lo forma.
La nueva escuela requiere
de directivos, profesores, tutores, adjuntos y estudiantes
capaces de organizar, planificar, ejecutar, controlar y evaluar,
así como atender y coordinar las acciones de
los equipos de
trabajo en general, cuya finalidad esencial es la
gestación de comunidades de aprendizaje que garanticen el
desarrollo continuo de los miembros, de las instituciones
y la socialización de los conocimientos a
través de la cooperación y la solución a
tareas comunes encaminadas a establecer interacciones e
interjuegos de adjudicación de metas y la asunción
de roles diferentes que permitan resultados conjuntos a
través del desarrollo de habilidades cognitivas y
también sociales.
Un proceso de cambio
educativo se alcanza mediante la colaboración comprometida
entre todos los agentes socializadores. El aprendizaje
colaborativo propone la armonía entre la dirección, maestros, profesores,
estudiantes, familia, comunidad y los
medios de
información y comunicación masivos, comprometiendo a
todos en la búsqueda de respuestas a las exigencias
sociales amparadas en un creciente desarrollo
tecnológico.
La revolución
tecnológica es una condición que ha cambiado los
modelos de
desarrollo
organizacional de las instituciones educativas. Son varios
los rasgos que caracterizan el nuevo enfoque curricular, pero sin
duda el equipo (el grupo), el
líder
transformacional y la dirección colaborativa participativa
son elementos comunes, lo que demanda la
participación, el involucramiento y también la
interrelación entre todos los implicados.
El aprendizaje se apoya en la interacción que tenemos con nuestro medio y
las personas que nos rodean. Esta interacción es para el
que aprende fuente importante de asimilación a nivel
cognitivo, afectivo y socializador pues le permite desarrollar
actitudes
frente al trabajo y
responder a las exigencias sociales.
A la interrogante ¿qué sacó al
hombre de las
cavernas?, o ¿qué hizo posible su
humanización?; podemos darle varias respuestas y la
solución a las mismas las encontramos en la obra de
Engels; "El papel del trabajo en la transformación del
mono en hombre", donde se alega lo siguiente: "…gracias a
la cooperación de la mano, de los órganos del
lenguaje y del
cerebro, no
sólo en cada individuo,
sino también en la sociedad, los
hombres fueron aprendiendo a ejecutar operaciones cada
vez más complicadas, a plantearse y a alcanzar objetivos cada
vez más elevados…" Federico Engels (1876,
14)
Sin dudas, al margen de su desarrollo biológico,
fue la colaboración entre ellos la clave de la evolución. El intercambio, la
interdependencia, la socialización de procesos y
resultados; así como la actividad grupal, son entre otros
factores decisivos en el desarrollo
humano.
La justificación del aprendizaje colaborativo, se
avala porque el hombre es
un ser social que vive en relación con otros y los grupos
son la forma de expresión de los vínculos que se
establecen entre ellos, para Vigostky, "… el psiquismo
humano se forma y desarrolla en la actividad y la
comunicación, destacando los beneficios cognitivos y
afectivos que conlleva el aprendizaje grupal como elemento que
establece un vínculo dialéctico entre proceso
educativo y el proceso de socialización humana …"
L. S. Vigostky (1982, 48)
El grupo clase es considerado un agente social, cuya
función
esencial es enseñar, transmitir conocimientos, educar, que
parafraseando a Parsons son funciones
instrumentales; pero su verdadera esencia recae en la
función adaptativa, es decir, la de preparar a los
estudiantes en el desempeño de sus roles sociales; por lo
tanto, el grupo deja de ser un mero entorno ambiental y pasa a
cumplir la categoría de foco de interacción social,
lo que exige que se tenga en cuenta la dinámica interna, los procesos de
influencia recíproca, así como la
comunicación diferencial entre los estudiantes.
Aprendizaje
colaborativo: antecedentes históricos y
evolución.
El aprendizaje colaborativo, sus antecedentes se
remontan a la misma historia social del hombre;
fue la cooperación entre los hombres primitivos la clave
para su evolución, a través del intercambio, la
socialización de procesos y resultados así como
toda actividad grupal, a la par de la propia experiencia laboral, el
desarrollo de las manos y la aparición del lenguaje
articulado, logros materializados con el desarrollo del
cerebro.
En diversos escritos antiguos entre los que se encuentra
la Biblia y el Talmud aparecen referencias explícitas a la
necesidad de colaboración entre iguales. En el Talmud se
establece que para aprender se debe tener un igual que facilite
el aprendizaje y a su vez facilitarle uno el aprendizaje al otro.
El filósofo griego Sócrates
enseñaba a los discípulos en grupos
pequeños, involucrándolos en diálogos en su
famoso "arte del discurso."
Si se consultan los anales del Imperio Romano o
a clásicos de este periodo como Séneca se atisban
expresiones latinas como "Qui Docet Discet", que traducidas
literalmente significan, "cuando enseñas aprendes dos
veces", enfatizando el valor de
enseñar para aprender.
Para Quintiliano, destacado educador de este periodo la
enseñanza mutua es un beneficio necesario,
aludiendo a la necesidad de que cada aprendiz enseñe a los
demás. Durante la edad media los
gremios de arte enfatizaban que los aprendices debían
trabajar juntos en grupos pequeños, los más
hábiles trabajando con el maestro y luego enseñando
sus habilidades a aquellos menos experimentados. Pero no es hasta
los siglos XVI, XVII y XVIII con la aparición de las
primeras tendencias pedagógicas que se abordara el aspecto
grupal de la educación.
Se considera al precursor de la didáctica moderna a l checo Juan A.
Comenio, como el primer partidario de buscar vías
metodológicas para transformar la enseñanza en un
proceso agradable sobre el
conocimiento del mundo y como forma para desarrollar las
capacidades mentales de los alumnos; es así como introduce
el tránsito de la enseñanza individualizada a la
enseñanza basada en grupos.
La obra magistral de Comenio, su "Didáctica Magna" es un reflejo fiel de sus
aportes y uno de los fundamentales concibe a la educación
como un proceso que afecta al hombre a lo largo de su vida y a
sus múltiples adaptaciones sociales; enfatizando en el
papel de la imitación y de los juegos
colectivos como vía de intercambio y de cooperación
en la solución de un problema de aprendizaje. Aunque la
visión de Comenio del grupo no rebasó la del
aspecto relacionado con su existencia como agrupación
pasiva, al otorgar gran importancia a la enseñanza
centrada en el maestro, no obstante, como aspecto meritorio
sobresale el de fundamentar la enseñanza en grupo en una
etapa tan temprana del desarrollo de la pedagogía.
En la Inglaterra del
siglo XVIII sobresale por méritos propio Joseph Lancaster,
quien divulgó y llevó a la práctica los
grupos colaborativos, modificación introducida en la
enseñanza inglesa a través de la pedagogía
del trabajo y a quien le debemos "la noción de equipo". En
la colonial Boston, el joven Benjamin Franklin (viviendo en
profunda pobreza)
organizaba grupos de aprendizaje con la finalidad de obtener
educación a partir de ellos. Dentro del Movimiento
Masivo Escolar [Common School Movement] en los Estados Unidos,
entrado el 1800 existía un fuerte énfasis en el
aprendizaje colaborativo.
Ideas similares a la de Lancaster florecieron en los
Estados Unidos, aunque sustentadas en la Pedagogía del
Pragmatismo y
como pionera se señala la aparición de La Escuela
Común en 1800, desde la que se promovió el
aprendizaje colectivo en la figura del superintendente de
escuelas públicas en Quince y Massachussets por el
pedagogo C. F. Parker, sistema que
predominó en América
a lo largo de todo el siglo XIX. Al inicio de siglo XX, las ideas
de Parker serían retomadas con la finalidad criticar los
métodos escolásticos y por aplicar los avances de
la Psicología
a una concepción de aprendizaje activo en los
escolares.
Dentro de los reformistas destacó el
filósofo norteamericano John Dewey, que escribió
las obras "Escuela y sociedad" en 1899; "Cómo pensamos" en
1909 y "Democracia y
educación" en 1916, aparejado a la elaboración de
un proyecto
metodológico de instrucción, en el que se promueve
el uso de los grupos de aprendizaje colaborativo, de él se
deriva la comprensión del individuo como un
"órgano" de la sociedad, que necesita ser preparado con la
finalidad de aportar al organismo al que pertenece.
Dewey revoluciona la educación he introduce la
experiencia como parte de ella, lo social ocupa un lugar
relevante, sentando las bases para la creación de una
"escuela activa", de la misma forma que recalca la importancia de
la "cooperación" frente al "individualismo", la "creatividad"
frente a la "pasividad" y el "trabajo manual" frente a
las "asignaturas", otro aspecto importante lo asigna a los
libros de
texto,
sólo en función de consulta.
Estas ideas de Dewey influyeron en otros pedagogos y es
considerado el verdadero creador de la llamada "Escuela Activa",
que serviría de estímulo a la creación del
"Plan Dalton",
el "Método de
Proyectos" y
el "Método de Cousinet". La obra de Dewey causó un
gran impacto y se opondría a la enseñanza
dogmática; aunque la exaltación del aspecto
pragmático de la enseñanza, condujo a la
omisión de aspectos teóricos importantes, pero lo
que no se le puede negar es su "descripción y la concepción del
grupo escolar como integridad y como un sujeto
activo".
La historia o los antecedentes del trabajo grupal en
centros de enseñanza revela que los métodos que con
mayor asiduidad se aplicaban en la práctica
pedagógica a través de todo el siglo XX, han sido:
el "Plan Dalton", el "Método de Proyectos", el
"Método de Cousinet" y el "Método de Aprendizaje
Colaborativo" a continuación se describen sus principales
características:
El "Plan Dalton" es un método de laboratorio
escolar atribuido a Miss Helen Parkhust y está basado en
tres principios
fundamentales. El de la libertad u
organización del trabajo escolar por el
propio alumno sobre la base de la elección de la tarea; el
de la cooperación o socialización como aspecto
fundamental de la educación democrática y el de la
individualidad o desarrollo individual a partir de la
satisfacción de las necesidades y aspiraciones de los
alumnos.
En este método el grupo escolar se convierte en
un escenario, en grupo de presencia o simple agrupación y
la alusión al grupo escolar se hace desde una
visión numérica, por ejemplo el grupo de
laboratorio de idioma o el grupo de aritmética y los
estudiantes se dirigen a la formación de un grupo cuando
sienten la necesidad de intercambiar información, pero sin
establecer coordinaciones entre sus integrantes para llegar a un
resultado en común, objetivamente lo que prioriza es
el trabajo
individualizado.
A diferencia del "Plan Dalton", el "Método de
Proyectos" difundido también en Norteamérica tomaba
como punto de partida el principio pedagógico de "para la
vida, por la vida" y requería que toda actividad llevada a
cabo por los alumnos tengan significado vital, además de
un propósito intencionado, consideró al conocimiento
como fuente de valor y la escuela debía poseer un horario
flexible, además de un ambiente
favorable desde el punto de vista psicológico, en la que
el maestro se comportara como un organizador flexible y no como
persona que
enseña, de ahí que los alumnos aprendieran
elaborando proyectos sobre problemas
sociales y que posean una aplicación práctica
inmediata.
Como se puede apreciar, este método es una
reacción en contra de la enseñanza tradicional, al
redimensionar el papel activo del alumno en las estructuras
grupales de la escuela y en consideración a ello el grupo
es un "contexto social" que debe garantizar la reproducción del ambiente natural de la
sociedad con la cual la escuela debe establecer nexos duraderos y
estables.
El "Método de Aprendizaje Colaborativo" es por
lógica,
la continuidad de la concepción del aprendizaje activo que
se arraigó en los Estados Unidos en toda esta etapa; pero
redimensionado a partir de los resultados de los experimentos
clásicos de la psicología
social acerca de las estructuras grupales competitivas,
colaborativas y cooperativas.
Sus premisas básicas, sustentan que el grupo
escolar es un aspecto importante del trabajo grupal de la
escuela, el maestro es concebido como facilitador o supervisor de
las tareas y como promotor de las habilidades o hábitos de
cooperación, donde los estudiantes se convierten en
constructores, descubridores y transformadores
de su propios conocimientos desde la perspectiva de la
colaboración, así como desde las relaciones
interpersonales afectivas.
Los aportes del "Método de Aprendizaje
Colaborativo", han sido retomados a partir de la década do
los años 90 en diferentes niveles de enseñanza y se
destacan como partidarios d sus premisas: E. Cohen y D. M. Evans
en EE. UU; T. Ryoko y Y. Kobayashi en Japón y
A. Álvarez en España y
Ramón
Ferreiro Gravié en Cuba.
Roger Cousinet, partidario de las ideas de Dewey se
propuso a partir de 1920, superar las diferencias entre la vida
del niño en la calle y el comportamiento
que se le exige en la escuela tradicional. Para ello
argumentó la necesidad de agrupación voluntaria de
niños,
al igual que lo hacen en los juegos, idea extrapolada a la
organización de la escuela en una comunidad
subdividida en grupos; entre los cuales debe reinar un alto
espíritu colectivo, cada grupo existiría durante
tres curso como término medio, estos grupos
estarían integrados por alumnos con dos años de
experiencia, otro con un año y otro de nuevo ingreso, en
un sistema de trabajo adaptado a la forma normal de viada del
alumno a través de juegos, fiestas y trabajos.
El método de trabajo en grupo propuesto por
Cousinet es una de las más completa realizaciones de la
época, se trató de un cambio profundo en la
dinámica escolar que afirma la capacidad de los alumnos
para un aprendizaje en colaboración, ya que son ellos
mismo los portadores de la formación didáctica y
constituye una técnica en la que un grupo de alumnos se
reúne para intentar el dominio
cognoscitivo de un tema, en la que cada cual con su recurso
personal contribuye a la colaboración intelectual, de la
que se descarta la rivalidad.
Los aportes de Cousinet recaen en la demostración
práctica de una educación social y el reconocer al
grupo escolar en sus diferentes dimensiones o facetas,
condicionadas por la escuela y por el tipo de actividad que va a
realizar el estudiante en el alcance de los objetivos o metas que
rebasen el marco estrecho de los resultados
individuales.
A la hora de historiar de manera científica el
aprendizaje colaborativo y la colaboración dentro de un
grupo escolar, no se puede dejar de mencionar los aportes y la
experiencia llevada a cabo entre los años 1920 y 1939 por
A. S. Makarenko, el cual se destacó en la
"conceptualización de la colectividad". Makarenko
manifiesta y ejemplifica los diferentes tipos de agrupaciones
sociales que se han formado históricamente: desde la familia,
hasta las actuales organizaciones
laborales en las que rigen leyes objetivas
independientemente de la voluntad y los deseos de sus
integrantes, a causa de varios factores como la consanguinidad,
las leyes jurídicas y las necesidades.
Son varios los tributos de
Makarenko, pero, en el caso que nos ocupa, se retoman las ideas
correspondientes a las teorías
de grupos; por citar algunas, la formación de grupos
escolares a partir de una distribución de roles o funciones, cuya
finalidad recae en estimular el desarrollo y la autonomía
del grupo, en oposición a las formas organizativas de
estudio frontal e individual.
A pesar de sus aportes, se aprecian algunas
contradicciones o limitaciones en su obra, entre las que
sobresalen, concebir a la formación de las agrupaciones
sociales como un proceso sujeto a leyes objetivas y al definir
que la colectividad sólo existe en la sociedad socialista.
Aunque, es justo reconocer que aportó importantes
argumentos, en los que destaca el papel activo del alumno en el
proceso educativo y el reconocimiento de que en el rol de
dirección de dicho proceso, el maestro debe propiciar el
desarrollo de las potencialidades del alumno, así como
promover el protagonismo independiente del grupo escolar en su
proceso de aprendizaje, mediante la interacción social y
la colaboración.
Lo grupal y el trabajo en grupo serían retomados
por los enfoques clínicos, derivados de la propia
aparición y consolidación del "Psicoanálisis" a lo largo de todo el siglo
XX. El padre fundador del Psicoanálisis "Sigmud Freud"
esbozó varios aspectos relacionados con el papel del medio
social respecto al desarrollo psíquico humano; aunque no
teorizó acerca del tratamiento psicoterapéutico de
los grupos, reflejaría algunas ideas vinculadas con la
civilización y la cultura en la
que se aprecia los fundamentos de una "concepción
psicoanalítica de los grupos", que en años
posteriores sería desarrollada por otros autores, entre
los que se destaca Enrique Pichón –
Riviére.
Las consideraciones Freudianas sobre grupo, se sustentan
en las analogías establecidas entre la ontogénesis
y la filogénesis, al ubicar el origen de la
formación de cualquier grupo humano en la horda primitiva,
en la que los hombres, le atribuyen a sus jefes poderes
mágicos, le rendían obediencia y respeto. El
definió al grupo como "un conjunto de individuos que ha
introducido la misma persona en su Súper Yo" y analizaba
que en las mentes de los miembros del grupo, el jefe adopta el
papel de "Súper Yo" y sobre la base de este factor
común se han identificado con otro, en su "Yo".
Freud se dejó influir por Le Bon y le
atribuyó a la conducta grupal
una serie de cualidades irracionales, al tiempo que las
interpretó como mecanismos de defensa: proyección,
racionalización e introyección, utilizadas por
otros autores en el análisis de las llamadas resistencia del
grupo o procesos psíquicos que se encuentran en estado de
latencia y se manifiestan en el clima
psicosocial.
En otra dimensión, los neofreudianos encabezados
por: Jung, Adler, Horney, Fromm y Sullivan, poseen como aspecto
común el haber considerado al desarrollo humano como un
proceso continuo que se extiendo a lo largo de la vida del
individuo, diferenciándose de Freud, que había
considerado a las etapas infantiles como momento determinante de
dicho proceso. Ellos interpretan la personalidad
como un fenómeno, que posee sus raíces en las
relaciones sociales e interpersonales en el contexto de la
cultura y la sociedad.
En general los neofreudianos al concebir el desarrollo
de la personalidad a lo largo de la vida del individuo,
reconocieron el papel de la cultura y la educación,
asociando estos aspectos esenciales en la práctica
psicoterapéutica dirigida al grupo familiar y sus
problemas educacionales, de esta forma, destacan la importancia
educativa de la reestructuración de las relaciones
humanas para la prevención y la recuperación de
la salud
psíquica.
De forma manifiesta se aprecia en los neofreudianos
pasos de avances en comparación con Freud, al
proporcionarle más atención al "Yo" y al "Sí Mismo", en
equilibrio con
las causas sociales y las relaciones interpersonales.
Cabe destacar, en este análisis histórico
los aportes al estudio de los grupos, las investigaciones
realizadas por los representantes de la Psicología
Humanista en todo el decursar del siglo XX, entre los que
sobresalen Carl Rogers, Abraham Maslow y Kurt
Lewin. En el primero se distingue por una concepción de
psicoterapia,
centrada en el cliente y una
teoría
sobre los grupos de encuentro, en la que el foco de
atención se dirige a los individuos y a las formas en que
percibe los acontecimientos de su vida. Rogers no elaboró
una concepción sobre los grupos humanos en general, sino
que lo hizo sobre lo que denominó el "Grupo de Encuentro",
aunque enfatizó sobre aspectos fundamentales del trabajo
con el grupo, a partir de un amplio campo de influencias
teóricas y prácticas.
En las décadas de los años 1960 y 1970, se
generalizaron tratamientos grupales, sustentados en los supuestos
teóricos de Kurt Lewin, que buscaban propiciar contactos,
relaciones, intercambios y vínculos entre los miembros de
un grupo creado, esto tiene como antecedente el método de
grupos "T" o grupos no estructurados, centrados en su propia
dinámica; en el Departamento de Capacitación Nacional fundado por Lewin,
Lippit y White, en el año 1946, se fomentaron los grupos
de relaciones humanas a través del entrenamiento,
cuya finalidad fundamental es el empleo del
grupo como un "espacio de crecimiento personal" o concebir al
grupo como una vía para generar toda una gama de
experiencias enfocadas en las cualidades comunes de sus
integrantes.
La idea más significativa del grupo de Lewin, es
potenciar la ayuda, las relaciones afectivas entre las personas,
que propicien sentidos de plenitud, de ahí que incluyera
ejercicios corporales, encuentros sin palabras y juegos
físicos diversos, paralelo al empleo de la
meditación grupal. Los seguidores de Lewin y Rogers
continúan utilizando de forma activa los "Grupos de
Reflexión" en los cuales se reconocen los pensamientos y
sentimientos de otras personas, además de incorporarse
como un principio fundamental en las actividades que el grupo
materializa.
Fue tan grande el impacto social de las ideas del
enfoque humanista, que llegó a emplearse en las
universidades e instituciones educativas norteamericanas,
europeas, asiáticas y latinoamericanas, donde se
llegaría a experimentar con grupos escolares para probar
la influencia del "clima psicológico" propiciado por el
grupo de reflexión en el aprendizaje.
Como se aprecia, en el siglo XX la realidad grupal no
escapó a las investigaciones realizadas por diferentes
enfoques, tendencias, teorías o paradigmas y
se cometería una injusticia si no se reflexiona entorno a
los trabajos protagonizados por los psicólogos sociales y
sociólogos en diferentes etapas. Representados por tres
tendencias en cuanto a la determinación del concepto "grupo
social", dichas interpretaciones, permitió que afloraran
variadas reflexiones, que investigadores como: Raquel
Bermúdes Morris, Anibal Rodríguez, Odalis
Pérez Viera, María Antonia Rodríguez
Hernández, Vivian García García y Lorenzo
Pérez Martín, las agrupan en tres grandes
tendencias.
La primera tendencia, llamada sociológica cuyo
representante fundamental es Elton Mayo,
establecido en Estados Unidos, surgió y se desarrollo
sobre la base de resultados de investigaciones materializadas por
psicólogos industriales de la Universidad de
Harvard, aquí se incluye a F. J. Roethlisberg, durante los
años 1924 a 1939.
Para Mayo, el grupo pequeño es un micro mundo que
satisface las necesidades de comunicación de sus miembros
y se distinguen por dos tipos de estructuras de relaciones
interpersonales: la estructura
"formal" y la "informal". Con el material colectado en el estudio
de los grupos, él y sus colaboradores dedujeron que los
sentimientos, estados de ánimo y factores subconscientes,
ejercen influencia decisiva en la conducta del hombre.
Lo más notable de estos investigadores, lo
constituye el hecho de haber descubierto la presencia de una
"estructura informal" de relaciones interpersonales, así
como su significado para el desarrollo grupal; aspecto que
funciona como regularidad de la estructura sociosicológica
de todo grupo humano.
La segunda tendencia que no puede escapar de un
detallado análisis es la "Sociometría", que debe su
nombre a Jacobo Moreno, como técnica de
investgación grupal, de la que se derivaron dos
contribuciones a la psicología social: el "test
sociométrico" y los "métodos de psicoterapia grupal
(sociodrama y psicodrama)". Este trabajo pionero y
excepcionalmente creador de Moreno, permitió establecer un
nuevo enfoque de la psicoterapia grupal que repercutió en
los trabajos de la dinámica de grupo y la
concepción sociométrica resaltó dos
estructuras de relaciones dentro de la sociedad: la
"macroestructura" y la "microestructura"; en la primera se acoge
la distribución espacial de los individuas en las
diferentes formas de actividad, en otra arista, la
microestructura que abarca las relaciones psicológicas del
sujeto con las personas que lo rodean directamente.
La tercera tendencia, cuyo abanderado es Kurt Lewin se
refiere a la "dinámica de grupo", en esta corriente se
establece un paralelismo entre lo que sucede en la vida de un
grupo y los estudios de la dinámica como rama de la
mecánica.
Para Lewin el grupo es "un conjunto de fuerzas
organizadas que ejercen influencia sobre todos sus integrantes" y
la fuerza
más representativa es la percepción
individual representada en un espacio vital, lo que determina la
conducta individual; por lo que a través del grupo se
puede estudiar las condiciones de su formación, el tipo de
interrelaciones que se establecen entre sus miembros y las
relaciones con otros grupos.
De la teoría anterior se han generalizado, los
términos "regiones", "campo", "fuerza" y "valencia". Lewin
afirmaba que el individuo y su grupo forman un "campo
psicológico", de la misma forma que el grupo y el ambiente
del grupo, constituyen un "campo social". Este autor es el
pionero de la dinámica de grupo, que permitió
experimentar a través de lo grupos en acción,
así como el estudio del clima social y el estilo de
dirección social.
Contrastando con las posiciones anteriores; la
"Teoría de grupos operativos", elaborada por Enrique
Pichón – Riviére, desde sus orígenes
en los finales de los años 50 hasta la actualidad,
mantiene una total vigencia. En su didáctica
interdisciplinaria Pichón, argumenta la existencia en cada
individuo, de un esquema referencial de conocimiento y afectos
que adquiere unidad a través del trabajo en grupo; este
esquema referencial operativo (ECRO) se promueve desde el
grupo.
Las reflexiones teórico – prácticas
de la didáctica interdisciplinaria, cuya finalidad o
funciones son las de educar, despertar interés,
instruir y transmitir conocimiento por medio de una
técnica no convencional, con economía del trabajo
de aprendizaje; Pichón, aplicaría el estilo de
Lewin sobre "Laboratorio Social" y su método de
"Investigación Acción" en paridad con el
método creado por él de "Indagación
Operativa", que lo distingue tres situaciones claves: la
situación de "Laboratorio Social", la "Táctica o
Trabajo Grupal" y la "Técnica o Grupos de
Comunicación", discusión y tarea, esto posibilitaba
el tránsito del pensar común al pensar
científico, indagando las actitudes grupales como
emergentes principales.
De lo anterior se deriva, que la mayéutica grupal
constituye la actividad libre del grupo, donde no deben regir
exclusiones, si no situaciones de complemento didáctico:
esto potencia e
impulsa la formación del espiral de
aprendizaje.
En la teoría de Pichón, el término
"operativo" encierra y refleja lo pensado o elaborado por el
hombre como una forma de manifestar lo que sucede a su
alrededor.
Aspectos como la tarea grupal, la actividad conjunta,
los roles o papeles que se manifiestan en diferentes situaciones
grupales, han sido transferido a la esfera educacional por otros
autores en la actualidad como: Bauleo, Zarzar, María
Eugenia Calzadilla, Elsa Piedad Cabrera Murcia, Isabel
Álvarez, Ana Ayuste, Begoña Gros, Vania Guerra y
Teresa Romañá, Luis Álvarez
González, Mónica Gallardo González,
María Margarita Lucero, David Jonson, Joan Domingo, Miguel
Valero-García, Joan Rue; en España, Venezuela,
Chile, Argentina, Norteamérica y en Cuba, Raquel
Bermúdez Morris, Antonia Rodríguez
Hernández, Vivian García García, Anibal
Rodríguez , Rogelio Bermúdez, Maricela Rebustillo y
otros.
Actualmente la realidad grupal para el hombre ha quedado
plenamente demostrada y su influencia teórico –
práctica han sustentado a la educación como
fenómeno social, donde la relación maestro –
alumno – grupo juega un papel preponderante. Sin embargo,
son insuficientes los resultados sobre el modo en que pueden
instrumentarse los aspectos didácticos –
metodológicos en la esfera de formación del
personal docente; se ha profundizado en algunos casos en el
aspecto psico – afectivo de las relaciones interpersonales,
pero al margen del trabajo grupal que aún no dispone de
tiempo, recursos y de un
espacio vital en el diseño
curricular.
El tema del aprendizaje colaborativo implica el
análisis desde diversos enfoques, que lleva a realizar
distintos acercamientos de estudio, como por ejemplo: el
sociológico, psicológico y el
pedagógico.
Los fundamentos del aprendizaje colaborativo aparecen en
diversas teorías que se constituyen en los fundamentos
psicológicos del aprendizaje. Para un constructivista como
Piaget
descuellan cuatro premisas que intervienen en la
modificación de estructuras cognoscitivas: la
maduración, la experiencia, el equilibrio y la
transmisión social; todos ellas se pueden propiciar a
través de ambientes colaborativos.
En la teoría Histórico – Cultural el
estudiante requiere la acción de un agente mediador para
acceder a la zona de desarrollo próximo, éste
será responsable de ir tendiendo un andamiaje que
proporcione seguridad y
permita que aquél se apropie del conocimiento y lo
transfiera a su propio entorno.
Es a través de la educación que se
transmiten los conocimientos acumulados y culturalmente
organizados y se entretejen los procesos de desarrollo social
con los de desarrollo
personal: lo grupal y lo individual se autogeneran mutuamente
a través de u proceso de socialización.
En cuanto a lo anterior, el aprendizaje se puede
apreciar como "un proceso continuo, significativo, activo, de
promoción de desarrollo individual y
grupal, de interacción, de establecimiento de contextos
mentales compartidos y a su vez de un proceso de negociación", lo que permite verificar las
conexiones entre aprendizaje, interacción y
colaboración: los individuos que intervienen en un proceso
de aprendizaje colaborativo, se afectan mutuamente, intercambian
proyectos, expectativas, metas, objetivos y se plantean un
proyecto mutuo que los conduzca al logro de un nuevo nivel de
conocimiento que satisfaga intereses, motivos y
necesidades.
De ahí que el aprendizaje colaborativo haga
referencia a metodologías de aprendizaje que surgen a
partir de la colaboración con grupos que comparten
espacios de discusión en pos de informarse o de realizar
trabajos en equipo.
Si se analiza el aprendizaje colaborativo desde una
visión sociológica, este representa un atributo, un
componente y un soporte esencial del aprendizaje social. Porque
aprender con otros y de otros, hace referencia a lo que en la
psicología se conoce como Zonas de Desarrollo
Próximo, supuesto que permite valorar desde perspectivas
educativas, el trabajo que desempeña un sujeto con otros
en pos de un aprendizaje determinado, la importancia que se le
asigna al compartir con otros abre las puertas para generar
estrategias de
enseñanza – aprendizaje centradas en el crecimiento
colectivo.
Desde el punto de vista de la psicología, autores
como Vigtsky, Galperin, Leontiev, Rubistein, Danilov, Skatkin, H.
Brito, R. Ferreiro, F. González, V. González, M.
Rebustillo, R. Bermúdez y Doris Castellano
postulan que aprender es una experiencia de carácter fundamentalmente social en donde
el lenguaje
juega un papel básico como herramienta de mediación
no sólo entre profesor y estudiantes sino también
entre compañeros. Se observa en este sentido que los
estudiantes aprenden cuando tienen que explicar, justificar o
argumentar sus ideas a otros. Este estilo de aprendizaje
constituye, según las investigaciones realizadas, una de
las estrategias pedagógicas que obtiene grandes logros, ya
que permite que los estudiantes construyan sus aprendizajes en
conjunto con otros en asociación con el empleo de la
tecnología.
El equipo de trabajo colaborativo, es una estructura
básica que permite la máxima interacción de
sus miembros, muy idónea para alcanzar objetivos
inmediatos. La interacción que surge como fruto del
trabajo deja en cada uno de sus participantes un nuevo
aprendizaje. La colaboración implica la interacción
entre dos o más personas para producir conocimiento nuevo,
basándose en la responsabilidad por las acciones individuales en
un ambiente de respeto por los aportes de todos y un fuerte
compromiso con el objetivo
común.
El clima socio – psicológico que propicia
el aprendizaje colaborativo se establece a través de la
articulación y la necesidad de explicarle al grupo las
ideas propias de forma concreta y precisa, de esta forma
también los estudiantes pueden escuchar diversas
inquietudes, puntos de vista y reflexiones.
Se debe tener en cuenta cuáles son los elementos
básicos para potenciar el aprendizaje colaborativo y
atenor con lo anterior Ramón Ferreiro deja entrever que el
mismo es una forma de organizar la educación a diferentes
niveles, debido a que es un modelo de
organización institucional, del salón de clases, lo
que hace necesario el enfoque colaborativo para aprender algo, en
la solución de un problema, hacer un experimento o
escribir sobre un tema.
A lo que se agrega, realzar la interdependencia
positiva; que abarca las condiciones organizacionales y de
funcionamiento que deben darse al interior del grupo. Los
miembros del grupo deben necesitarse los unos a los otros,
confiar en el entendimiento y el éxito de cada integrante,
además de considerar aspectos de interdependencia en el
establecimiento de metas, tareas, recursos, roles y premios.
Sumado a la interacción y el intercambio verbal entre los
integrantes del grupo, movilizados por la interdependecia
positiva.
El contacto permite realizar el seguimiento y el
intercambio entre los diferentes miembros del grupo; el
estudiante aprende de ese compañero con el que
interactúa día a día, o él mismo le
puede enseñar, cabe apoyarse y apoyar, en la misma medida
en que se posean diferentes medios de interacción, el
grupo podrá enriquecerse, aumentar sus refuerzos y
retroalimentarse.
En cuanto a la contribución individua, cada
miembro del grupo debe asumir íntegramente su tarea, en
proporción a los espacios para compartirla con los
demás y recibir sus contribuciones.
La actividad vivencial del grupo debe permitir a cada
miembro de éste el desarrollo y potencialización de
sus habilidades personales; de igual forma da la posibilidad de
crecimiento del grupo, a lo que se suma la obtención de
habilidades grupales como: la escucha, la participación,
el liderazgo, la
coordinación de actividades, el seguimiento
y la evaluación
del proceso de aprendizaje.
El aprendizaje colaborativo como recurso
didáctico, acude al principio de la socialización
del conocimiento que recava la capacitación de los
estudiantes para realizar actividades en conjunto a fin de
desarrollar la solidaridad y el
intercambio. Este tipo de aprendizaje, refiere la planeación
previa de la clase, teniendo claros los objetivos educativos que
desea lograr, implica además el uso de estrategias de
aprendizajes no convencionales o tradicionales, significa hacer
uso del carácter activo del estudiante y el grupo, esto
conlleva a que el profesor tenga una mayor dosis de
creatividad.
Parafraseando a Jonson, el aprendizaje colaborativo
constituye un sistema de interacciones cuidadosamente
diseñado que organiza e induce la influencia
recíproca entre los integrantes de un equipo y se
desarrolla a través de un proceso gradual en el que cada
miembro se siente mutuamente comprometido con el aprendizaje de
los demás generando una interdependencia positiva que no
implique competencia.
Se coincide plenamente con Jonson, pero se agrega que el
aprendizaje colaborativo se adquiere a través del empleo
de métodos de trabajo grupal caracterizado por la
interacción y el aporte de todos en la construcción y socialización del
conocimiento. Aquí el trabajo grupal apunta a compartir la
autoridad, a
aceptar la responsabilidad y el punto de vista del otro y a
establecer consenso con los demás.
Para trabajar en colaboración se requiere, se
necesita compartir experiencias y conocimientos y tener una clara
meta grupal en la que la retroalimentación es esencial para el
éxito del grupo de trabajo. Lo que debe ser aprendido
sólo puede conseguirse si el trabajo del grupo es
realizado en colaboración. Es el grupo el que decide
cómo realizar la tarea, qué procedimientos
adoptar, cómo dividir el trabajo y las tareas a
realizar.
El profesor tiene que tener presente todos los
componentes esenciales de la propuesta y seleccionarlos
adecuadamente, definir y formular los objetivos, las
líneas temáticas de contenidos, los materiales de
trabajo, dividir la temática a tratar en subtareas. Como
recurso didáctico, el aprendizaje colaborativo comprende
el espectro entero de las actividades de los grupos de
estudiantes que trabajan juntos en clase y fuera de
clase.
Una premisa esencial para el aprendizaje colaborativo es
la voluntad de hacer o actividad directa de cada miembro del
grupo, lo cual es fundamental porque el aprendizaje colaborativo
se basa en la actividad de cada uno de los miembros. Es, en
primera instancia, aprendizaje activo que se desarrolla en una
colectividad no competitiva, en la cual todos los miembros del
grupo colaboran en la construcción del conocimiento y
contribuyen al aprendizaje de todos.
Los estudiantes asumen roles desde múltiples
perspectivas que representan diferentes puntos de vista de un
mismo problema. Esos roles los convierten en especialistas desde
la mirada del conocimiento situado (las habilidades y el
conocimiento se aprenden en contextos reales y específicos
donde ese conocimiento es aplicado en situaciones cotidianas). A
partir de eso, el trabajo final del grupo colaborativo
tendrá lugar cuando se llegue a la transformación
de esa nueva información adquirida en un producto que
requiera de la aplicación efectiva de habilidades de
pensamiento
superior.
Es necesario que el profesor pueda establecer
cuáles son las similitudes y diferencias entre dos
términos que se utilizan indistintamente como
sinónimos y no lo son: aprendizaje colaborativo y
aprendizaje cooperativo. A continuación se muestra una tabla
comparativa con la finalidad de esclarecer cualquier
duda:
No todo es diferencia, se puede apreciar que comparten
en común la interacción, el intercambio de ideas y
conocimientos entre los miembros del grupo, de esta forma se
espera que los estudiantes participen activamente, que vivan el
proceso y se apropien de la experiencia colaborativa. Pero en
ambos el conocimiento es descubierto por los estudiantes y
transformado a través de la interacción con el
medio, para posteriormente reconstruirlo y ampliarlo con nuevas
experiencias de aprendizaje. En esencia los dos tienden a que el
aprendizaje surja de una correlación activa entre el
profesor y los estudiantes, y entre los estudiantes.
La paridad o el equilibrio entre aprendizaje
colaborativo y las Tecnologías de la Información y
las Comunicaciones, constituye un marco apropiado de
posibilidades, debido a que permite las relaciones, el
intercambio, la interacción y la comunicación entre
los estudiantes, en este sentido el aprendizaje colaborativo en
el ámbito educativo potencia: la construcción de
una cultura de colaboración entre profesores, estudiantes
y grupos que constituye un nuevo modo de pensar, de hacer, a la
par de desarrollar capacidad de identificar un proyecto
común, el diseño de proyectos con un mayor nivel de
participación, el reconocimiento del valor de las
aportaciones de los demás, así como compartir
pensamientos, valores,
procesos y estilos de acción colaborativo.
En la educación el aprendizaje colaborativo
adquiere una connotación especial debido a la misión que
le corresponde en la formación y desarrollo integral de la
personalidad a partir del logro de una cultura general
integral.
El conocimiento de las técnicas
de aprendizaje colaborativo y el desarrollo de habilidades en el
mismo por parte de los docentes y
docentes en formación, constituye una necesidad
contemporánea para elevar la calidad del
proceso de enseñanza – aprendizaje.
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Autor:
Dr. Frank Arteaga Pupo
Prof. Titular.
MsC. José Heriberto Aparicio
Venegas
Prof. Auxiliar
Lic. Pedro Serrano Yero
Prof. Instructor
20 de abril de 2006