Agua, pobreza y gobernabilidad en Santiago del Estero. Razones para un desafío
El presente trabajo es un
extracto de un proyecto de
investigación Agua, Pobreza y Gobernabilidad en
Santiago del Estero, enmarcado dentro de las obligaciones
curriculares establecidas por la carrera posgrado de Magister en
Relaciones
Internacionales, del Instituto para el Desarrollo
Latinoamericano (IDELA), de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales, de la Universidad
Nacional de Tucumán, correspondiendo el mismo a la
Asignatura: "Metodología de la Investigación".
En primer término se plantean los interrogantes
de investigación, lo cuáles apuntan en
términos generales a responder al interrogante de
cómo el acceso al agua puede ser
un elemento vital, dentro de un cuadro de medidas del Estado y la
sociedad
civil, para combatir la pobreza, todo
esto encuadrado en el dramático problema del agua y
saneamiento en Santiago del Estero, para lo cual se consignan
además los datos
estadísticos sobre el cuadro de situación dentro de
la provincia en la presente década.
En segundo termino se fija las justificaciones de orden
mundial, regional y local sobre la imperiosa necesidad de
afrontar desde el Estado
asociado con la Sociedad Civil
y demás, el dramático problema del agua y
saneamiento en la provincia de Santiago del Estero, problema
enmarcado en la cuestión de la escasez del agua
dulce en el mundo, y la imperiosa necesidad de dotarlos de
mayores niveles de gobernabilidad al recurso estratégico
agua, a los efectos de poder combatir
la pobreza en el mundo. Consignando además los datos
estadísticos sobre el cuadro de situación dentro de
la provincia en la presente década.
Y finalmente la confección de la bibliografía analizada para
la realización del presente artículo.
1. SANTIAGO DEL
ESTERO: LOS DATOS DE SU POBREZA
Como primer elemento a considerar; es la cuarta
provincia, según el Censo 2001, después de Formosa
(28,0%), Chaco (27,6%) y Salta (27,5%) con mayores necesidades
básicas insatisfechas (NBI) con el 26,2%, casi duplicando
el promedio del país (14,3%). Pero tiene la particularidad
de ser que tiene el mayor alto porcentaje de hogares con NBI que
no tienen provisión de agua en la vivienda en todo el
país, esto es decir 83,2% (superando a Formosa que tiene
el 81,3%) (INDEC 2003), con lo cual sí tenemos por un lado
que el 21,5 por ciento de hogares además de ser pobres, no
tiene acceso al agua, y por otro lado tenemos a un 35% de
población en hogares que no tiene acceso al
agua, podemos obtener la siguiente relación: que seis de
cada diez hogares que no tienen acceso al agua por red publica dentro de la
vivienda o fuera del ella son pobres.
Esto sin considerar en términos poblacionales
simples, ya que la relación pasaría a ser la
siguiente: que con el 32% de población con NBI, es el 25%
de la población además de tener NBI no dispone de
agua ni fuera y ni dentro de su vivienda, o dicho en otros
términos: uno de cada cuatro santiagueños
además de ser pobre, no dispone de un acceso al agua por
red pública, o dicho en otros términos: siete de
cada diez santiagueños que no tienen acceso al agua por
red pública dentro de la vivienda o fuera de ella son
pobres.
El segundo elemento a tener en cuenta; en Santiago del
Estero sólo uno de cada dos hogares accede al agua por
cañerías dentro de su vivienda, sin consignar la
procedencia del agua, ya que teniendo en cuenta esta variable es
apenas el 44% de la población en hogares accede al agua
por red pública (agua corriente) a través de
cañerías dentro de su vivienda, sin examinar por
otra parte cuánta de ella es apta para consumo, es
decir, sí es agua potable o
no, y más de un 35% que no accede al agua por red publica
(ni por fuera de su vivienda pero dentro del terreno y ni fuera
de ella).
Dimensionado estos datos, podemos compararlos con los
promedios del país en donde tenemos que más del
81,27% de la población en hogares accede al agua por
cañerías dentro de la vivienda y 70% lo hace a
través de agua por red publica dentro de su vivienda. Y
con el aditamento particular que es una provincia con
déficit hídrico (es decir, la demanda de
agua es muy superior a la disponibilidad del recurso), sumado a
esto la falta de racionalidad en el manejo del recurso. Y
comparando con otras provincias, es el segundo peor promedio
nacional; luego de la provincia de Chaco, y se encuentra lejos de
los estándares de las demás provincias del NOA, los
cuales (excluido Santiago del Estero) oscilan por el orden del
70% y el 65% respectivamente.
El tercer elemento a estimar es que por obvias razones
esto influye directamente en las condiciones de los servicios
sanitarios de la población, (y en la salubridad) ya que
observamos con asombro en las estadísticas del último censo que
más del 51,8% de la población en hogares vive en
viviendas en donde con inodoro sin descarga de agua o sin
inodoro, golpeando más fuerte, por lógicas razones,
en aquellos hogares en donde no poseen cañerías
dentro de la vivienda. Cifra aquella que es más de dos
veces y media superior al promedio nacional, que apenas alcanza
al 20,28%. Agregando a esto que es apenas el 13% de la
población dispone de servicio
sanitario con cloacas, con relación a un 42% del promedio
nacional.
El cuarto elemento es que toda esta situación es
corroborada debido a la existencia de otros indicadores
que confirman los datos arriba mencionados, ya tenemos que
más del 16% de la población en hogares vive en
vivienda tipo rancho, siendo el peor promedio del país y
sextuplica el promedio nacional que alcanza al 2,67%.
Sumado a la existencia del 40,37% de población en
hogares que viven en vivienda tipo casa B, que a los fines
metodológicos el INDEC la define como aquellas casas que
cumplen con una de las siguientes condiciones: tienen piso de
tierra o
ladrillo suelto u otro material (no tienen piso de cerámica, baldosa, mosaico, mármol,
madera o
alfombrado) o no tienen provisión de agua por
cañería dentro de la vivienda o no disponen de
inodoro con descarga de agua (INDEC 2001). Y sumado al
dramático hecho que se registra casi un 25% de
población rural dispersa, es decir que siendo rural, no
vive en ningún asentamiento poblacional, es decir
"perdidos por el monte".
Una vez planteadas las razones por las cuales este
problema no admite mayor aplazamiento, y este proyecto de
investigación tratará de encontrar de responder a
los siguientes interrogantes: analizar mediante el acceso al agua
potable ¿en cuánto podemos, y mediante qué
mecanismos mejorar las condiciones de los servicios sanitarios de
la población?, como así también
¿cómo podemos evaluar la incidencia del acceso al
agua y saneamiento en la disminución de los hogares con
NBI en la provincia?, ¿para esto basta con la mera
construcción de obras de infraestructura
(acueductos, canales, diques, ampliación de redes de agua corriente,
etc.? ¿o necesitamos alguna acción
complementaria del Estado y de la sociedad civil?
¿qué rol puede cumplir dentro de este proceso la
política
social?
Dicho en otros términos, ¿cuál debe
ser el rol del Estado? ¿solamente de constructor de
infraestructura? ¿de financiador de hogares pobres para el
acceso a servicios sanitarios? ¿o además de eso
hace falta algo más? ¿En síntesis
cuál debe ser el rol del Estado dentro de este
proceso?
Es decir en términos globales el proyecto apunta
a responder al interrogante de cómo el acceso al agua
puede ser un elemento, dentro de un cuadro de medidas del Estado
y la sociedad civil, para combatir la pobreza.
En este apartado se intenta presentar cinco razones
principales (de orden mundial, regional) de por qué es una
cuestión fundamental para el desarrollo social
de la provincia, la cual no admite mayor dilación en el
tiempo y sobre
la profunda necesidad que el próximo gobierno
provincial encare una decidida política de
reducción de la pobreza, tomando como uno de sus elementos
centrales: el manejo racional del agua.
Agua, Pobreza y Gobernabilidad, una cuestión
goblal
Contrariamente a lo que se creyó durante siglos,
el recurso hídrico apto para consumo humano no es
superabundante ni está al alcance de todos. El agua ocupa
aproximadamente el 70 por ciento de la superficie del planeta,
por lo que podríamos considerarla un recurso
superabundante e ilimitado. Sin embargo, un 97 por ciento de ella
es salada, con lo cual el porcentaje de agua dulce -la
única apta para consumo humano- se reduce al 3 por
ciento.
Al mismo tiempo, debemos restar a esta cantidad un 2,74
por ciento, que se encuentra en estado sólido en los polos
y glaciares, lo que impide su utilización. Finalmente, nos
encontramos con que solamente un 0,26 por ciento del agua del
mundo es pasible de aprovechamiento, sin mencionar el
líquido de mares, ríos y capas freáticas que
se encuentra irremediablemente contaminado. La conclusión
es clara y contundente: el recurso que por siglos creímos
inextinguible es mucho más escaso de lo que
pensábamos. Todo un motivo de preocupación si
tenemos en cuenta que sin agua no existe la vida.
Otro rasgo negativo asociado a la falta de agua potable
son los problemas de
salud provocados
por la ingesta de líquido no apto para su consumo. Mil
millones de personas en el mundo beben agua insalubre, mientras
que un 40 por ciento de la humanidad (cerca de 2.500 millones)
carece de servicios sanitarios adecuados. Todo esto provoca que,
de acuerdo con datos de la
Organización Mundial de la Salud, casi 3 millones y
medio de personas, en su mayoría niños,
mueran cada año de enfermedades relacionadas
con el agua, como la malaria, la diarrea, los
parásitos, el cólera,
la hepatitis A, la
bilharziasis, la elefantiasis, la anquilostomiasis y otras que
pueden ser ocasionadas por la presencia de sustancias
tóxicas para el organismo, como el arsénico, los
nitratos y los nitritos. Sumado a las deficiencias en los
sistemas
sanitarios que potencian la proliferación de enfermedades.
(Mancusi 2002)
En este sentido según el Informe de
Naciones Unidas
sobre el Desarrollo de los Recursos
Hídricos en el Mundo, Agua para todos. Agua para la
vida, sostiene que la Tierra, con
sus diversas y abundantes formas de vida, que incluyen a
más de 6.000 millones de seres humanos, se enfrenta en
este comienzo del siglo veintiuno con una grave crisis del
agua. Todas las señales
parecen indicar que la crisis se está empeorando y que
continuará haciéndolo, a no ser que se emprenda una
acción correctiva. Se trata de una crisis de gestión
de los recursos hídricos, esencialmente causada por la
utilización de métodos
inadecuados.
La verdadera tragedia de esta crisis, sin embargo, es su
efecto sobre la vida cotidiana de las poblaciones pobres, que
sufren el peso de las enfermedades relacionadas con el agua,
viviendo en entornos degradados y a menudo peligrosos, luchando
por conseguir una educación para sus
hijos, por ganarse la vida y por solventar a sus necesidades
básicas de alimentación.
Agregando que el estado de pobreza de un amplio
porcentaje de la población mundial es a la vez un
síntoma y una causa de la crisis del agua.
El hecho de facilitar a los pobres un mejor acceso a un
agua mejor gestionada puede contribuir a la erradicación
de la pobreza. Y al mismo tiempo, una mejor gestión nos
permitirá hacer frente a la creciente escasez de agua per
cápita en muchas partes del mundo en desarrollo (ONU/WWAP
2003).
La adecuada gestión del recurso es vital para
la erradicación de la pobreza y permitir una vida
más sana y productiva de la
población
La crisis del agua es un asunto crítico para los
gobiernos y las sociedades en
todas partes del mundo. Pero la gente pobre se enfrenta con esta
crisis sobre una base cotidiana. La ordenación sostenible
del agua es crucial para los esfuerzos encaminados a erradicar la
pobreza. La vida de la gente pobre está estrechamente
vinculada con su acceso al agua, y a los múltiples usos y
funciones que
el agua provee.
Pero un mejor saneamiento, prácticas de higiene seguras,
y una mejor en calidad de la
gobernabilidad del agua pueden convertir este planeta en un lugar
más seguro para toda
la humanidad.
Pero la importancia del agua en la vida de la gente
pobre va mucho más allá de las importantes
consecuencias relacionadas con la salud, a los asuntos más
amplios de las posibilidades de sustento y bienestar. En
particular, la mala ordenación de los recursos
hídricos ha llevado a la degradación del medio ambiente
y la pérdida de recursos
naturales de los cuales depende el sustento de tantos
habitantes pobres en las zonas rurales.
En la lucha por erradicar la pobreza, debemos otorgar
gran importancia al agua, al tratar de desarrollar soluciones
para los problemas esbozados.
Nuestras ideas en la esfera del agua son guiadas por los
principios de
colocar a la gente en el centro, responder a la demanda, y
reconocer el valor
económico inherente del agua acompañada de costos para su
suministro, sin que ello implique caer en la visualización
del agua como mercancía, y en la fiel observancia del
principio jurídico que afirma que todo Estado tiene y
ejerce libremente soberanía plena y permanente, incluso
posesión, uso y disposición, sobre toda su riqueza,
recursos naturales y actividades económicas.
El acceso sostenible y factible es esencial. Los
gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y las comunidades
mismas todos juegan papeles vitales en esto. Nuestras prioridades
particulares, al responder al reto, consisten en respaldar
actividades que transforman a las instituciones
– mejorando la capacidad y la coordinación a todos los niveles, mayor
transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas y
compromiso político, y un mayor involucramiento del sector
privado y de la sociedad civil. Es nuestro empeño
promocionar la mejor práctica al tratar la pobreza
relacionada con el agua, alentando a la futura administración a adoptar enfoques
integrados y sostenibles, y mejorando las respuestas a
emergencias. También reconocemos la importancia de generar
y compartir conocimiento.
Es una inmejorable oportunidad para hacer
justicia
Manejar el agua en un medio ambiente de
semejante escasez es una tarea gigantesca. En épocas y
lugares de escasez de agua, las opciones de sobrevivencia de los
hogares pobres son muy limitadas. Altamente vulnerables a los
impactos económicos y climáticos, y con
insignificante acceso a financiamiento, la sangría para los
medios de
subsistencia de los pobres que representa el pobre suministro de
agua es considerable. La carga es compleja, inmensa y agotadora
(Short 2003).
La adjudicación equitativa de los recursos
hídricos brinda una importante oportunidad para la
justicia
social y ambiental.
Ahora, la prioridad para todos nosotros es pasar del
reconocimiento mundial del problema, y una visión de
cómo deberían cambiar las cosas, a la acción
local. Comprendemos el problema y los peligros, y sabemos
cómo ir adelante, lo que necesitamos ahora es la
implementación concertada de todas las partes de la
sociedad en pos del desarrollo
humano.
Mercosur Ambiental; el agua y pobreza en la agenda
ambiental del MERCOSUR
En primera instancia tenemos que en Asunción para
el 2001, se firmó el Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente
vigente en los cuatro Estados miembros del Mercosur. Este acuerdo
no es coercitivo, sino enunciativo, ya que marca principios
y propósitos generales y promueve el uso de instrumentos
tendientes al desarrollo humano y sostenible de la
región.
El cual reafirma el principio de desarrollo
sustentable, el cual afirma la necesidad de asegurar la
adopción
del manejo sustentable en el aprovechamiento de los recursos
naturales renovables a fin de garantizar su utilización
futura.
En segunda instancia, en lo que nos corresponde a la
región, está debajo de nuestro suelo la mayor
reserva de agua dulce del planeta: el Acuífero
Guaraní. Este Acuífero, que podría
abastecer de agua dulce y pura indefinidamente a 360 millones de
personas, se extiende sobre 1.2 millones de kilómetros
cuadrados y ocupa parte del subsuelo de Argentina (20 %),
Brasil (60%),
Uruguay (10%)
y Paraguay
(10%). Dadas sus características, atrae también el
interés
de grandes grupos
económicos interesados en la gestión
económica de esta importante reserva natural. El cual lo
convierte en "el" recurso estratégico de la
región, lo cual este yacimiento sea quizás la
reserva más importante en el orden mundial de agua
potable.
Tampoco hay que olvidar la enorme capacidad de
generación energética a partir de los ríos y
la importante vía de acceso al comercio que
constituye la "Cuenca del Plata" y los proyectos
referentes a la "Hidrovía".
En cuanto a su extensión en territorio argentino
se estima que se prolonga hacia la cuenca del Bermejo;
también es desconocido el límite sur, pero no se
descarta que continúe hacia las regiones pampeana y
patagónica, pudiendo llegar a conectarse con la zona de
los grandes lagos precordilleranos.
Ha sido muy significativa en los últimos tiempos
la importancia que se está dando al agua potable como un
recurso escaso para los próximos años y lo
fundamental que resultará para la humanidad. En realidad
mucho más fundamental que los hidrocarburos,
lo cual se escucha mencionar constantemente a varios
especialistas la siguiente afirmación: "quien controle el
agua controlará la economía universal y
toda la vida de un futuro no lejano".
En este sentido, un proyecto de conservación del
acuífero, que comenzó a ejecutarse en 2003,
desató una guerra de
acusaciones entre los encargados de llevarlo adelante y organizaciones
sociales que alertan sobre una supuesta conspiración
liderada por Estados Unidos
para apoderarse del agua.
En los últimos tres años,
científicos, ambientalistas y gobiernos elaboraron el
Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo
Sostenible del Sistema
Acuífero Guaraní, con la intención de
conocer su potencialidad y los riesgos que
puede correr, para elaborar modelos de
gestión conjunta entre los países que lo comparten.
Lo cual el fantasma de la guerra por el agua llega al
Mercosur.
Así bajo la idea fuerza de
varios especialistas que la próxima "guerra" será
la "guerra del agua", el agua brota como el mayor conflicto
geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el
año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para
la vida humana será un 56% superior que el suministro y
quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo
forzado.
Se calcula que para los 6.250 millones de habitantes a
los que hemos llegado se necesitaría ya un 20% más
de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser
considerado un commodity o bien comerciable (como el trigo y el
café) y
quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho
a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las
herramientas
legales son también parte de este combate. (Dalla Torre
Salguera 2005)
Por todas las razones esbozadas, es por eso que es hora
de escuchar a la gente, las desigualdades sociales no son
cuestiones naturales, y debemos afirmar que nuestra
concepción del desarrollo, es la que afirma Amartya Sen,
el desarrollo como libertad, como
un proceso de expansión de las libertades reales de que
disfrutan los individuos (SEN 2000), más que enfocar el
desarrollo en el crecimiento del PBI, del ingreso per capita, o
indicadores de distribución del ingreso, porque en
última instancia tan sólo son indicadores, porque
en definitiva el desarrollo exige la eliminación de las
principales fuentes de
privación de libertad: la pobreza y la tiranía, la
escasez de oportunidades económicas y las privaciones
sociales sistemáticas.
Siguiendo a Bernardo Kliksberg, no admitimos tolerar
bajo ningún punto de vista las siguientes falacias; la
negación del problema de la pobreza, la paciencia ante
ella, la minimización del rol institucional del Estado, la
desvalorización de la política social, la idea del
problema del agua como una cuestión de mercado, y la
incredibilidad sobre las posibilidades de aporte de la sociedad
civil (Klisberg 2004).
Así bajo los presupuestos
que el acceso al agua segura (potable) es una de las condiciones
para mejorar la calidad de
vida, afirmamos que el próximo gobierno provincial
(reafirmando el principio de que nuestro Estado provincial tiene
el dominio
originario sobre sus recursos naturales -Artículo 124 de
la Constitución Nacional) debe actuar en
sentido contrario a la actuada hasta el presente, para tener
alguna posibilidad de éxito
de solucionar este problema; debe dimensionar global y
regionalmente a la cuestión, actuar con el concurso del
aporte metodológico de las distintas organizaciones
internacionales especialistas en la materia, como
también con la apoyatura técnica de las nuestras
universidades, como un partner; esto es actuar en
colaboración con las distintas organizaciones de la
sociedad civil, sin perder su condición de primus
inter pares, y adoptando una política
ambiental sustentable en el manejo del recurso, política
que hasta el día de la fecha brilló por su total
ausencia.
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1998.
Diego Alberto Navarro
Licenciado en Ciencias Políticas (Universidad
Católica de Santiago del Estero)
Técnico en Información Económicas y Social
(Universidad Nacional de Santiago del Estero)
Magistrando en Relaciones Internacionales (Universidad Nacional
de Tucumán)
o
Presentado en Marzo de 2005, en San Miguel de
Tucumán.