Al encarar la elaboración del presente trabajo, el
cual tiene como objetivo
revalidar mi condición de alumno regular de la materia
Psicología
Social, me enfrenté a dos campos de análisis que me posibilitaban analizar una
expresión social en cuanto movimiento
humano aplicando categorías conceptuales aportadas por
documentos de
la cátedra: los acontecimientos y movimientos que
aquí, en la provincia de San Luis, conformaron el
movimiento que se ha dado en llamar "Multisectorial", y
por otro lado, aquellos que en diciembre de 2001 conmocionaron a
la República Argentina y que gracias a los canales de
televisión
las imágenes
de los sucesos llegaron no sólo a todo lo largo y ancho de
nuestro extenso país sino que trascendieron sus límites
geográficos siendo conocidos "urbi et orbi", y que
además fueron motivo de análisis
periodísticos, culturales y políticos en distintos
países del mundo.
Difícil se presentaba la elección, sin
embargo, había un sabor especial que me seducía por
preferir el segundo campo, lo que se dio en llamar "Cacerolazo
argentino". Además de conseguir en Internet abundante material
al respecto, yo había sido partícipe en
Maipú, mi pueblo natal -en Mendoza- de uno de los
cacerolazos al Intendente Adolfo Bermejo una templada noche de
mediados de febrero de 2002 frente al edificio municipal. La
policía bloqueaba a un grupo bastante
heterogéneo: gente humilde, niños
tirando petardos, madres embarazadas lanzando piedras a la
entrada del municipio, abuelos blandiendo palos, comer-ciantes,
gente de clase media
del pueblo entremezclada en una reclama común, unos por
pasar hambre, otros porque no tuvieron la posibilidad de gozar
sus merecidas vacaciones de verano, y yo junto a otros que
íbamos a reclamar nos hallábamos de pronto en una
misma función:
tratar de calmar los ánimos para que no se llegara a
mayores; se sumó gente de radio de la zona
y las cámaras de la
televisión provincial consabidas e
infaltables.
Atrás de todo, como un elemento decorativo, los
espectadores tibios e ininvolucrables observaban el paisaje en
vivo y en directo, mejor que en el living de sus casas mirando la
tele. Más allá de los comentarios a las
características del evento, pude palpar "en carne propia"
lo espontáneo y heterogéneo de la constitución grupal de los
manifestantes.
Por todo esto es que finalmente decidí abocarme a
este perfil de investigación monográfica; el trabajo se
orienta a "Analizar las características de los grupos que se
formaron en el cacerolazo" investigando en Internet y a la
luz de
documentos de la cátedra.
Lo que encontré en la Web fue muy
interesante pero sesgado más a lo histórico del
acontecimiento y a lo que hace a los aspectos político,
económico, social pero no a las características
psicológicas, motivacionales que ejercieron un motor para la
cons-trucción de los grupos y su decisión de salir
a la calle a expresarse. De hecho, no conseguí algo
concreto,
tangible, sistematizado que reuniera la información en función de mis
necesidades e intereses. Incluso, considero que no se puede
llevar a cabo un análisis caracterólogico de los
grupos que se expresaron en ese momento sin realizar al menos una
reseña que dé cuenta de antecedentes y causas que
lo originaron.
UN MODO DE EXPRESIÓN
CÍVICO
POPULAR:
LA CACEROLA
ARGENTINA
(Cuando no se puede llenar …
tiemblen políticos de turno)
"La Argentina, hoy, dolorosamente
se derrumba en la miseria junto al resto de América
Latina. Aquel paraíso terrenal, pleno de riquezas
minerales,
de animales y de
frutos, que supo ser nuestra tierra,
es ahora un continente
devastado"
Ernesto Sábato,
Barcelona, España,
13/09/2002
¿Por qué fracasamos una y otra vez?
Nuestra tesis es que
los problemas de
la Argentina, aunque no poseen un único tipo de causas,
tienen importantes raíces culturales. Vale decir,
están relacionados con ciertos valores,
creencias, normas y
hábitos arraigados en nuestra sociedad que
influyen sobre nuestro modo de ver y hacer las cosas como
individuos o grupos ya sea en la actividad económica, las
instituciones
gubernamentales o privadas o la sociedad civil.
Para complicar más las cosas, la naturaleza
"latente" y en apariencia inasible de la cultura impide
a veces reconocerla como un factor causal relevante.
Hay quienes reconocen la fuerza de la
cultura pero asumiendo que se trata de una condición
inmodificable, pasiva, estática.
"Eso es cultural" suele argumentarse para significar aquello que
no es posible de cambio,
sólo se expresa a modo de "suspiro" y con el mero fin de
sentarse a esperar para que las cosas cambien.
Si observamos a la Argentina con una mirada más
amplia y benigna, vemos que junto a los obstáculos para el
progreso de la sociedad y la felicidad de sus habitantes conviven
rasgos positivos que nos pertenecen e identifican.
Estos valores, creencias y hábitos que se han
formado y transmitido a lo largo de nuestra historia, poseen una gran
inercia en parte porque fenómenos más directamente
visibles – por ejemplo los económicos – tienden a ocultar
su existencia o conducen a subestimarlos o ignorarlos. "Desarrollo",
"Progreso", "Felicidad" son términos cargados de
relativismo: ¿acaso existe un modelo
único de desarrollo o progreso?, ¿hay un concepto
más relativo que el de felicidad? Entonces, avancemos en
este análisis: ¿cuáles son esos
fenómenos culturales que creemos están en la base
de nuestros problemas? A saber:
- Corrupción: Es una
pandemia en todas nuestras instituciones, adopta la forma de
prebendas, apropiación directa de fondos
públicos, clientelismo, coimas, familismo y amiguismo
para la designación de cargos públicos de
funcionarios. No es un fenómeno de los años
’80 en adelante, basta recordar lo que escribió
Discépolo en 1935: – "… el que no afana es un gil"
. - Individualismo: Relacionado con
el anterior, el mensaje típico es el "Sálvese
quien pueda", más bien solo que con los demás.
Este factor tiene correlatos destructivos porque no expresa que
haya confianza en los demás, en quienes nos gobiernan
pero tampoco hay convicción en que la solidaridad y
cooperación en pos de objetivos
comunitarios puede ayudarnos. La confianza personal es un
atributo clave en el capital
social y es decisivo para el desarrollo
económico y el buen funcionamiento de las
instituciones democráticas. - Anomia: Tiene un efecto
desintegrador no sólo sobre nuestra vida cotidiana
cuando no cumplimos las reglas del tránsito o los
horarios para retirar de nuestros domicilios la basura a la
calle o en otros casos más puntuales cuando no
respetamos nuestro derecho a votar y nos negamos a ejercerlo
como posibilidad de cambio de un status quo que nos desagrada o
por el hartazgo del funcionamiento institucional público
y de sus actores. - Viveza criolla: En cuanto
"filosofía argentina for export" es aquella que sigue la
línea del menor esfuerzo para progresar ignorando
normas, valores, el sentido de la responsabilidad y la consideración por
los demás. - Culpar de nuestros problemas a
otro: Quizás es el rasgo cultural que
más daño
nos haga porque fomenta la paranoia y extravía tanto el
pensamiento
como la acción, asimismo concede un salvoconducto
a la autoindulgencia: si Juan no gana dinero
suficiente dejará de pagar los impuestos sin
problemas de conciencia
ya que si lo hacen las grandes empresas que
son enormes evasores lo suyo es sólo un
pequeñísimo acto de corrupción. Es un verdadero axioma
argentino que identifica al otro con el Estado,
el Mercado, la
Nación, el jefe e innumerables personajes
históricos que han tenido la culpa de lo que nos pasa
desde el Virreynato hasta hoy. Todo esto genera una
visión de la historia y de la actualidad que involucra
una lucha de los buenos contra los malos en cuyo caso apela al
dogma y a la cruzada religiosa que todos sabemos ya se sabe
cómo termina .
¿No hay entonces un lugar para lo positivo y para
el optimismo? Creo que sí. La sociedad argentina posee
también valiosos activos
culturales y potencialidades que a pesar de tener la autoestima
herida por el fracaso – espero momentáneo – somos tan
proclives a subestimar. No sólo tenemos artistas,
escritores, deportistas de primer nivel mundial sino que somos el
país iberoamericano con más premios Nobel
(Argentina 3, España 2, México 1)
y esto no es mera casualidad.
Somos varios los argentinos que sentimos malestar por
los rasgos culturales disvaliosos (pero qué país no
tiene una buena cuota de ellos, cada uno exhibiendo su propia
idiosincrasia). La espontánea reacción de la gente
que manifestó pacíficamente en Plaza de Mayo el 19
de diciembre de 2001, y el aumento notable que ha experimentado
en los últimos años el voluntariado indican
claramente que nuestro capital social está en
crecimiento.
El trasfondo de estos y de otros cambios culturales bien
puede ser el ascendente peso demográfico de las nuevas
generaciones, especialmente de aquella que creció y se
educó con la democracia,
que implica un recambio generacional que aún no se refleja
en el plano de la dirigencia política, lo que
explica en parte su crisis ; o
bien, la necesidad de enfrentar las situaciones urgentes y
concretas no debería postergar indefinidamente la
solución de los problemas estructurales.
Sin embargo, hay un caso particular de cambio cultural,
aquel que se produce bruscamente a causa del colapso de un
sistema social o
de una gran crisis histórica que subvierte todos los
estratos sociales. Se trata de un tipo extremo en el que la
sociedad transmuta algunos de sus valores, normas, creencias,
costumbres y/o pautas de comportamiento
cuando siente que está en riesgo su
supervivencia (cfr con A. Maslow).
José Guillermo Fouce analiza desde una
perspectiva histórica y comparativa cómo las viejas
formas de participación han dado paso a nuevos modos de
afirmación y exposición
ciudadana: – "las identificaciones partidarias tradicionales, las
restricciones que se imponen a sí mismos los individuos y
los grupos, la confianza en las instituciones y la creencia en la
legitimidad de los gobernantes han tendido a disminuir en forma
notoria, ya sea esto medido por encuestas o
por el comportamiento en las casillas de votación …
podría ocurrir que el supuesto rechazo a la
política y a la participación, especialmente de
parte de los más jóvenes, no sea tal sino
más bien un rechazo a un tipo de política y un tipo
de participación poco adaptado a los nuevos tiempos;
incluso este rechazo frontal sea más positivo que negativo
ya que estaría buscando una transformación
explícita o implícita en las formas, estilos y
modelos de
participación vigentes … entonces, las nuevas formas y
estilos participativos surgirían como fruto de los
profundos cambios sociales, políticos y económicos
a los que nos vemos expuestos … vendrían a cubrir el
extenso vacío que generan las antiguas y anquilosadas
formas de participación … así mismo, podemos
entender un momento de crisis como un fin de la política,
de las ideologías que están agotadas …
sería la emergencia de nuevos movimientos, nuevas formas
de hacer política, nuevas divisiones sociales, la
reinvindicación y la construcción activa de un nuevo concepto de
la política y de las formas de llevarla a cabo"
.
Hasta ahora los argentinos parecemos estar dispuestos a
cambiar sólo de una manera. Todo proceso de
sano cambio tiene una primera etapa de sensibilización. Es
la más difícil y en ella nos encontramos ahora. Las
personas y grupos más activos han de trabajar para que la
toma de conciencia se extienda a sectores cada vez más
amplios de la sociedad. La dirigencia política debe apoyar
constantemente este proceso sumándose a él y
además estimularlo, potenciarlo a través de un
liderazgo
democrático sin establecer relaciones de dependencia entre
dirigentes y dirigidos. El rol central de la dirigencia es
elaborar un proyecto de
país que sea potable y benigno para todos y no aspirar a
que un técnico resuelva los problemas desde su escritorio
del Ministerio de Economía totalmente
desgajados de la realidad .
Dado lo "espontáneo", al menos observado a
priori, que tuvo el fenómeno del cacerolazo tanto en
Buenos Aires –
cuyo epicentro más arquetípico fue el de la Plaza
de Mayo – así como también en varias ciudades
importantes del interior del país – Rosario,
Córdoba, Mar del Plata, Mendoza – es menester contar con
un asidero teórico desde lo psicológico que
explique, o al menos trate de hacerlo, por qué se
gestó este "movimiento". Y coloco ex profeso movimiento y
espontáneo entre comillas puesto que algunos observadores
desde diversos puntos de vista y con otro tipo de
información analizan, a veces en contrapunto, sobre
cuánto hubo de espontáneo en la expresión de
esos desplazamientos humanos.
Por lo tanto, me parece apropiada la Teoría
de la
motivación de Abraham Maslow como herramienta
interpretativa de lo sucedido.
aslow elaboró una teoría de
la motivación
con base en el concepto de categorización de necesidades
que influyen en el comportamiento
humano, y concibe esa ordenación por el hecho de que
el hombre es
una criatura cuyas necesidades crecen y se expanden durante su
vida. A medida que el hombre
satisface sus necesidades básicas, otras más
elevadas ocupan el predominio de su comportamiento. De acuerdo
con Maslow, las necesidades humanas tienen la siguiente
jerarquía :
- Necesidades fisiológicas
(oxígeno, agua,
alimento, sexo,
reposo, abrigo etc.) El individuo
nace con un conjunto de necesidades fisiológicas que son
innatas o hereditarias. Al principio, su comportamiento gira en
torno de la
satisfacción cíclica de ellas (hambre, sed, ciclo
sueño – actividad, sexo). Estas necesidades constituyen
la primera prioridad del individuo y se encuentran relacionadas
con su supervivencia; - Necesidades de seguridad
(protección contra el peligro o las privaciones) A
partir de cierta edad, el individuo comienza un largo aprendizaje de
nuevos patrones de necesidades. Surgen requerimientos de
seguridad,
enfocada hacia la protección contra el peligro, amenazas
y privaciones. Las necesidades fisiológicas y las de
seguridad constituyen las necesidades primarias y tienen que
ver con la conservación personal. Con su
satisfacción se busca la creación y mantenimiento de un estado de
orden y seguridad. Estas necesidades se relacionan con el
temor de los individuos a perder el control de
la vida y están íntimamente ligadas al miedo,
a lo desconocido, a la anarquía; - Necesidades sociales (amistad,
pertenencia a grupos) Una vez satisfechas las necesidades
fisiológicas y de seguridad, la motivación aspira a mejorar las
necesidades sociales. Éstas tienen relación
con la necesidad de compañía del ser humano, con
su aspecto afectivo y su participación social.
Dentro de estas necesidades se incluyen las de comunicarse con
otras personas, establecer amistad con ellas, manifestar y
recibir afecto, posibilidad de expresar emociones y ser
asertivo, vivir en comunidad,
pertenecer a un grupo y sentirse aceptado dentro de
él; - Necesidades de estima
(reputación, reconocimiento, autorrespeto, amor)
También conocidas como las necesidades del ego o de la
autoestima. Este grupo de motivaciones radica en la
necesidad de toda persona de
sentirse apreciado, tener prestigio y destacarse dentro de su
grupo social, de igual manera se incluyen la
autovaloración y el respeto a
sí mismo; - Necesidades de autorrealización
(realización potencial, utilización plena de los
talentos individuales) Conocidas como de
autorrealización o autoactualización, que se
convierten en el ideal para cada individuo. En este nivel
el ser humano requiere trascender, dejar huella, realizar su
propia obra, desarrollando ex profeso su talento al
máximo.
Las necesidades más elementales (respirar, comer,
beber dormir, etc.) requieren de un ciclo motivacional
relativamente rápido, en tanto que las más elevadas
necesitan uno más largo. Si alguna de las necesidades
más elementales deja de ser satisfecha durante un largo
período, se hace imperativa y neutraliza el efecto de la
más elevada. En la medida en que el individuo logra
controlar sus necesidades fisiológicas y de seguridad,
aparecen lenta y gradualmente necesidades más elevadas
como son las sociales, de estima y de autorrealización.
Los niveles más trascendentales de necesidades sólo
surgen cuando los niveles más bajos han sido alcanzados
por el individuo. No todos los individuos sienten las necesidades
de autorrealización, ni siquiera el nivel de las
necesidades de estima, ello es una conquista
individual.
"Es cierto que el hombre vive solamente para el "Las energías de un individuo se Abraham |
La presentación de la teoría de Maslow es
sumamente significativa para este análisis. En una
rápida mirada, da la impresión que de distintas
formas, en distintos niveles, en diversos estratos socio –
culturales – económicos estas necesidades y motivaciones,
en mayor o menor medida, se han violentado en los sujetos
partícipes del Cacerolazo. Es que cuando la
motivación se transforma en necesidad, y en una imperiosa
que ataca desde lo mínimamente necesario para vivir hasta
aquello que con esfuerzo uno pudo construir para mejorar su
calidad de
vida, el ser humano se transforma de pasivo observador a
agresivo defensor de sus derechos.
Pero, ¿qué es un cacerolazo? Para
Wikipedia, una enciclopedia de Internet de uso libre es: "…
una forma de manifestación autoconvocada
espontáneamente por un grupo de personas o ciudadanos, o
bien pueden responder a un llamamiento de una fuerza
política o de una organización. Se realiza generalmente en
contra del gobierno de turno
o de determinadas decisiones gubernamentales. Su
característica que la distingue de otras protestas radica
en que los manifestantes expresan su descontento mediante el
ruido
acompasado de cacerolas u otros elementos culinarios, o bien
bocinazos, gritos a una hora acordada de antemano desde sus
casas, y sin necesidad de concentrarse en un lugar determinado, o
sí. La protesta suele alcanzar grados importantes de
participación y adhesión. Puede acompañarse
de otras instancias como apagones o cortes de electricidad,
bloqueos de rutas o calles, escraches, sentadas. Con el auge de
las nuevas
tecnologías también se producen cadenas
gigantes de mails."
La esencia del cacerolazo reside en que es una protesta
democrática que apunta en un primer momento a lo
doméstico, o sea, no alejarse del propio domicilio. Se
transfiere el protagonismo de una minoría a la gran
mayoría de la población convirtiéndose así
en una protesta al alcance de todos.
Los primeros cacerolazos en Sur América
tuvieron lugar en Chile (1971-1973) contra el presidente
socialista Salvador Allende debido a la mala situación
económica y social por la que atravesaba el país.
Es probable que de aquí provenga el apelativo de
cacerolazo ya que debido a la falta de comida en tiendas,
almacenes y
supermercados la gente golpeaba las ollas para expresarle al
gobierno que no tenían con qué llenarlas y por ende
nada para comer.
Al principio eran organizados de voz en voz y las
familias se expresaban en los jardines de sus casas resguardados
por sus rejas para no sufrir ataques físicos por los
partidarios del Partido Unidad Popular que era el oficialista en
ese momento. El gobierno de Salvador Allende había
impuesto duras
medidas restrictivas a los comerciantes de tal modo que
éstos se vieron obligados a bajar sus precios y por
otro lado estaban obligados a aumentar el salario a los
obreros, dado esto la gente tenía dinero pero no
qué comprar por lo que acarreó un notable
desabastecimiento y la creación de mercados negros
lo que traía aparejado una inflación nunca antes
conocido por el país .
Antecedentes de la crisis:
En Argentina el primer cacerolazo data del 12/9/1996 y
se llevó a cabo en contra de la política
económica y social del gobierno del presidente Carlos
Menem. Fue
convocado por el partido de centroizquierda Frenta para un
país solidario (FREPASO) y secundado luego por otros
partidos
políticos como la Unión Cívica radical
(UCR). Fue anunciado para las 20:00 hs y alcanzó un alto
grado de repercusión y adhesión en todo el
país. En Buenos Aires fue acompañado de bocinazos,
bloqueos de calles, sirenas, sentadas y apagones.
Ya en el 2001, el 12/12 con el gobierno presidencial del
Dr. Fernando De La Rúa, a raíz de fuertes
restricciones a las transacciones bancarias impuestas a partir
del 1/12 por el ministro de economía Domingo Cavallo se
produjo el primero de una serie de varios cacerolazos, el cual
fue organizado por la Confederación Argentina de la
Mediana Empresa (CAME)
para las 12:00 hs y un apagón domiciliario de 15 minutos a
las 20:30hs. La protesta tuvo escaso apoyo.
La caída del gobierno del Dr. Fernando de la
Rúa fue el "Episodio final" de una espiral de deterioro
político y económico que se posiciona desde el
menemismo y su política neoliberal de privatización de industrias
estatales y la falacia del "Uno a Uno" (dólar = peso),
entre otras cosas, y tiene su punto más álgido en
el 2001.
El año 2001 había comenzado con
expectativas favorables luego del llamado "Blindaje financiero"
que el Ministro de Economía Domingo Cavallo y Argentina
habían acordado con el FMI. Sin embargo,
la reactivación económica no llegaba. Cavallo
logró obtener poderes y atribuciones especiales por parte
del Congreso. Tomó una serie de medidas con objetivos de
reactivación pero debido a la desconfianza en la capacidad
del país para cumplir con los compromisos externos
lanzó un programa ortodoxo
de reducción de gastos incluyendo
el recorte a salarios y
jubilaciones a la par que generaba un proceso de
reestructuración de la deuda externa
(más intereses sobre intereses).
Las elecciones legislativas realizadas el 14/10/2001 se
caracterizaron por un bajo nivel -sin precedentes- de votos
blancos y nulos que ascendieron hasta los 4 millones (21,10% del
electorado nacional). La oposición justicialista se impuso
holgadamente en todo el país). En noviembre el riesgo
país superó los 3000 puntos. El 29/11 el
justicialismo imponía a Ramón
Puerta como presidente del Senado, lo cual significaba un gesto
inédito que un político de signo contrario al
presidente fuera su sucesor directo. La desconfianza general en
el sistema bancario aceleró la fuga de depósitos,
que ya se venía sufriendo pero adquirió una mayor
velocidad.
El 1/12 ante la posibilidad de un crack financiero
Cavallo impuso un límite a la extracción de dinero
lo cual fue bautizado como "el corralito" nacido para quedarse
sólo 90 días. La situación comenzó a
deteriorarse vertiginosamente. El jueves 13/12 hubo un paro general
de gran acatamiento en todo el país. El Viceministro de
Economía Daniel Marx
renunció. Comenzaron a producirse los primeros y
esporádicos saqueos a supermercados, que se agravaron el
18/12.
Más que hechos:
Los días 19 y 20/12/2001 significaron la
irrupción en la vida argentina de un fenómeno de
participación ciudadana cuyas consecuencias
políticas y sociales se encuentran
aún en pleno desarrollo. El cacerolazo fue desencadenante
para la renuncia del Ministro de Economía Dr. Domingo
Cavallo y a renglón seguido, del Presidente Dr. Fernando
De La Rúa al cual le faltaban transitar dos años
más de gobierno democrático.
La madrugada del 19/12 empezó con saqueos en
supermercados medianos y pequeños en todo el país
en busca de comida, las "contiendas" ocasionaron al menos cinco
muertos. De La Rúa fue insultado y su automóvil
golpeado mientras la Cámara de Diputados desconocía
sus poderes. El clima de violencia
llevó al presidente a declarar el estado de
sitio. Después del discurso
presidencial la irritación se concentró en el
presidente y miles de personas salieron a la calle con cacerolas,
sartenes, espumaderas y tapas haciendo ruido con las cucharas de
cocina. El tono era hasta festivo, mucha gente salió de
sus casas, todo el país – al menos las ciudades más
importantes, o sea: televisables – habían tomado las
calles.
Muchos habían interpretado absurdamente el estado
de sitio que restringe las libertades al modo de un toque de
queda que impide caminar de noche. El discurso y el estado de
sitio habían pasado a la historia. El cacerolazo
duró toda la noche, tras los disturbios y la consabida
represión policial que implicó heridos y muertos,
se calmó la situación y un grupo de personas
permaneció en la Plaza de Mayo. Paralelamente se
desarrolló durante toda la noche un cacerolazo en la
residencia presidencial de Olivos; la prensa reporta
hasta 5000 personas que llegaron desde distintos barrios de la
provincia y de la ciudad.
La Plaza de Mayo vio el amanecer del 20/12 con un
puñado de personas todavía manifestando.
Según el diario Clarín: "… con el correr de la
mañana la gente que fue llegando no era la clase media
argentina sino militantes de colores variados
y antagónicos al gobierno, sumados a muchos despolitizados
enardecidos". Estos manifestantes tomaron el centro de la Plaza,
cantaron el Himno Nacional y pidieron la renuncia del Presidente
De La Rúa. Más tarde arribaron las madres de Plaza
de Mayo que junto a otros manifestantes fueron reprimidos. Cuando
volvieron sobre el mediodía se les sumaron empleados del
microcentro que salían a su hora de almuerzo.
Nuevamente Clarín relata los hechos sucedidos
(reproduzco aquí el texto porque
es el que muestra
claramente la violencia de la represión y la
hetero-geneidad de los grupos que por tal condición se
habla de espontaneidad : – "… en la Plaza lucía la
espontaneidad del descontento. La policía volvió a
reprimir con gases, balas
de goma y algunas balas de plomo.
Hombres de traje impecable, cadetes, motoqueros,
estudiantes, jubilados, estudiantes, empleadas bancarias de
trajecito y medias lycra, amas de casa y niños, salieron
corriendo sin saber por dónde escapar. Los gases
hacían irrespirable el mediodía, algunos bares y
vecinos alcanzaban a los manifestantes jarras de agua, trapos
mojados y pedazos de limón para mitigar el ardor en cara y
ojos. La Plaza de Mayo había quedado rodeada por la
policía. La lucha por tomarla fue constante.
Los activistas del Movimiento de Trabajadores Desocupados se
movían por Diagonal Norte, militantes del Partido Obrero y
de Izquierda Unida pululaban por Diagonal Sur". Además,
sobre esto también es importante rescatar el
artículo de Página/12: "… eran jóvenes,
mujeres con chicos, familias completas, adolescentes y
jóvenes, empleados de saco y corbata. La policía a
caballo los desalojó con una violencia inusitada, pero
ellos una y otra vez volvieron".
Mientras la Plaza de Mayo era un campo de batalla y un
caos, De La Rúa pronunció a las 16 hs un discurso
por televisión convocando a la "Unidad
Nacional" ofreciendo al justicialismo la cogobernación
presidencial. La respuesta fue negativa y no se hizo
esperar.
A posteriori, el Presidente juntó a los ministros
y les dijo a todos que renunciaba: "Hice todos los esfuerzos
necesarios, convoqué a la unidad nacional pero no fui
escuchado" sentenció lapidariamente. En su carta de renuncia
aclaró que: "… confío que mi decisión
contribuirá a la paz social y a la continuidad
institucional de la República". Página/12 cita las
palabras de un funcionario del gobierno quien luego de la
renuncia exclamó: "… no nos echó el FMI ni el PJ,
nos echó la clase media".
El 21/12 el titular del Senado Ramón Puerta
(justicialista) asumió interinamente la Presidencia de la
República hasta que los mecanismos legislativos y
ejecutivos confirmaran un sucesor con carácter de provisorio que convocara nuevas
elecciones. El 23/12 ocupaba la Primer Magistratura para
reemplazar al renunciante, nombrado por el Congreso, el
sanluiseño Adolfo Rodríguez Saá. Nueve
días después del cacerolazo del 19/12 éste
soportó otro gran cacerolazo de 30.000 personas reunidas
en la Plaza de Mayo.
Eran grupos con un perfil social de clase media burguesa
cómoda y el otro
humilde que protestaban básicamente por las restricciones
a los ahorros bancarios, los vaivenes anunciados en las
políticas económicas (default y la
implementación de una nueva moneda el Argentino) y la
imposición de sujetos de poca reputación y gran
calaña como miembros de su gabinete y ocupando puestos
públicos (como Carlos Grosso como Jefe de Asesores del
Presidente, José Vernet y Víctor
Reviglio).
Algunas de las consignas coreadas esa noche fueron: "Que
se vayan todos", "No queremos a Grosso" (quien renunció
esa misma noche), "Abajo la Corte Suprema" y "Menem, andate a
Chile bien lejos y no volvás más". Algunos grupos
provocaron saqueos, incendios y
destrozos en el Congreso, por lo cual hubo duros choques con la
policía. Por la mañana todo el gabinete
presidencial había renunciado.
La Primera Magistratura debía ser ocupada una vez
más por el titular del Senado Ramón Puerta que
asumió más que brevemente ya que dimitió a
su cargo y asumió provisionalmente el Jefe de la
Cámara de diputados Eduardo Camaño. El 1ro de Enero
de 2002 designaba como Primer Mandatario de la Nación
para terminar el período inaugurado por De La Rúa
al senador Eduardo Duhalde quien en su primer discurso se
comprometió a devolver los depósitos de los
ahorristas en la moneda original pactada (promesa que luego no
podría cumplir). El 3/1 designó a su gabinete, el
nuevo Ministro de Economía fue Jorge Remes Lenicov quien
dispuso el fin de la convertibilidad y el dólar a $1,40
que quedó fluctuando libremente en los mercados
cambiarios.
Eduardo Duhalde tampoco quedó exento de sufrir
los cacerolazos del pueblo. El 25/1 (aniversario de la muerte del
periodista Cabezas), se le realizó un cacerolazo nacional
convocado por asambleas vecinales que contó con una
multitudinaria participación a pesar de una intensa lluvia
que cayó sobre Capital Federal; la adhesión tuvo
masiva repercusión en otras ciudades como Rosario,
Córdoba, Mendoza y Mar del Plata. Eduardo Amadeo, vocero
del gobierno, montó un impresionante operativo de
seguridad que reclutó a 3000 efectivos policiales; sin
embargo, la expresión ciudadana se desarrolló en
forma absolutamente pacífica y sólo sobre el final
se produjeron algunos incidentes cuando la policía
comenzó a reprimir con gases lacrimógenos y balas
de goma a unas 100 personas que aún se encontraban en la
Plaza de Mayo.
Los manifestantes solicitaban la renuncia de los
miembros de la Suprema Corte, el llamado inmediato a elecciones y
el levantamiento del corralito bancario.
En su primera reacción explicativa del cacerolazo
Duhalde afirmó en una alocución por Radio Nacional
que la gente: -"… debería evitar la tentación de
creer que haciendo barullo y líos se solucionan los
problemas; los países no toleran la anarquía". En
cambio, su esposa Hilda "Chiche" Duhalde (también
política de estirpe y acompañante fiel de su
marido) consideró que: -"… el reclamo de la gente es
legítimo, demuestra que la Argentina está viva,
mucho peor sería que la gente no se manifestara"
.
Ya a esta altura de los acontecimientos, los cacerolazos
empezaron a disminuir en cantidad e intensidad; cada uno de los
estratos socio-económicos del pueblo argentino
había mostrado su descontento.
Análisis de la conformación de los
grupos.
- Como ya se observó anteriormente, los
individuos formando grupos convergieron en forma
espontánea y mancomunada compartiendo un punto
geográfico y político según cada
provincia, no sólo desde la presencia física (cara a
cara, codo a codo) sino además desde lo virtual. "Los
nuevos movimientos sociales están haciendo uso de
internet como canal de comunicación tanto para promover las
relaciones entre sus miembros como para alentar acciones de
protesta. Las características peculiares de internet
favorecen el uso de la red por parte de los
movimientos sociales. En internet la
comunicación es interactiva, bidireccional lo cual
implica un modelo de hombre como ser activo versus el modelo de
hombre pasivo (oyente, espectador, pasivo) fomentado por los
mass media … la comunicación en la Web es horizontal:
de usuario a usuario y contrasta con la comunicación
vertical, jerarquizada, propia de las instituciones anteriores
… la Red es especialmente apta para expresar opiniones e
intereses opuestos a los grupos dominantes como es el caso de
los movimientos sociales que desafían el orden
político o cultural existente. El carácter global
de internet se conjuga sumamente bien con los objetivos
globales que persiguen gran parte de los nuevos movimientos
sociales: la Paz Mundial, el medio
ambiente, los derechos
humanos, aspectos que conciernen a toda la humanidad" .
Vale decir, además de la expresión personal "in
situ" y de la conformación de asambleas vecinales se
incorporaron sitios de internet que a través de foros
hicieron sentir su peso.
Esta nueva herramienta de participación
aportada por la tecnología permite el contacto no visual
(a no ser que se disponga de camaritas anexadas al monitor)
pero no por ello menos apasionado para la vehiculización
de sensaciones, emociones, expresiones, opiniones, decisiones.
"La principal ventaja de estas nuevas formas de
participación (internet) tiene que ver con su mayor
adaptación a la nueva realidad que tiene que enfrentar;
es lógico que en una situación de inestabilidad,
cambio, fragmentación, relativismo la
participación se vuelva flexible, plural,
múltiple, cambiante".
- El pesimismo discepoliano de Cambalache, por cierto
muy porteño, que ingenio-samente inundó e
influyó en el ser argentino es otro factor
psicológico desbordante y convocante de los
acontecimientos del cacerolazo. El "pesimismo pasivo" de las
charlas de café
tratando de arreglar el país y el mundo
cómodamente sentados, del comentario coloquial e ingenuo
de las vecinas barriendo sus veredas y tomándose un
tiempito para que, apoyadas en sus escobas en el límite
entre una vereda y otra, critiquen la suba en los precios de la
canasta familiar y la inseguridad
en el barrio, pasó a ser un "pesimismo
activo".
Llegado a momentos "pico", de crisis, frente a
situaciones que nos violentan pasamos a defender lo que nos
corresponde como seres humanos y como pueblo. Los actores se
ven agredidos en lo personal, en la adquisición de lo
necesario para la subsistencia básica, en lo moral,
económico, laboral, en el
futuro. Y aquellos en quienes confiaron su voto de esperanza o
de ilusión en un acto democrático al momento de
reclamar por lo que naturalmente les corresponde son tildados
de sediciosos, subversivos, peligrosos al orden social lo cual
me retraotrae a imágenes, a sensaciones de
períodos militares que vivió el país; en
tanto, otros aprovechaban la coyuntura con el fin de utilizar a
estos grupos espontáneos para sus propios objetivos
políticos tratando de erigirse en nuevos y
mesiánicos "pastores" políticos.
Los ciudadanos manifestaron, algunos volvieron a sus
casas sin más pero otros pusieron manos a la obra a
formar parte de la vasta red de asociaciones solidarias que
están remodelando nuestro tejido social. El pesimismo
pasivo cierra las opciones y rehúsa la
cooperación y lleva al sálvese quien pueda. A
pesar del aparente clima de tristeza y aletargamiento que nos
envuelve, el cacerolazo es una señal profunda de que en
la Argentina las cosas han comenzado a cambiar. La gente se
está reuniendo por su cuenta en grupos de
expresión cuando las vías normales se han
saturado y sus reclamos no son escuchados, además se han
incrementado las asambleas barriales y están aprendiendo
con todo esto a no delegar sus cuestiones, en suma, a hacerse
responsables por mano propia "cacerola" mediante de ser
necesario. Se están reinventando las luchas populares
buscando alejarse de los partidos tradicionales y
hegemónicos. Con tanteos, dificultades, errores y
retrocesos los ciudadanos están aprendiendo a expresar
lo que sienten y quieren. Los vecinos unidos ya no quieren
dejar pasar la oportunidad de ser protagonistas directos de sus
luchas; con todo, no se puede prever hasta dónde se
llegará.
- Frente a lo trágico de una situación
límite, se inventan nuevos modos de protesta que
persigan logros más instantáneos, a corto plazo
para paliar las necesidades más primordiales /cfr.
Maslow). La asociatividad y el modo de operar del grupo
-resultado de los malos juegos
económicos- de "desocupados-piqueteros" que
implementaron cortes de ruta con asambleas populares para
reclamar trabajo, alimento, en definitiva dignidad,
también es empleado como herramienta de protesta de la
clase media apabullada por el corralito. - Me parece oportuno transcribir aquí un "Orden
del día" de una asamblea vecinal realizada en Parque
Centenario de Buenos Aires el día 17/1/2002 que
además de dar una buena medida de lo que ocurría
y se vivía también deja traslucir desde lo no
dicho qué referentes subyacen a la necesidad de
unión para la defensa de sus derechos. En cursiva aporto
mis interpretaciones personales.
- Hablar del miedo que nos genera esta
situación para elaborarlo e ir perdiéndolo
junto a los demás vecinos; (se vislumbra una
tendencia gregaria, en compañía los miedos son
menos graves y las vicisitudes son menos dramáticas;
esto se observa también en el punto 2) - Hacer compras
comunitarias para abaratar los costos; - Hacer carteles y colocarlos en las esquinas
denunciando a los comerciantes que aumenten los precios y
señalando dónde hay más
baratos; - Usar carteleras como alternativa para evadir
los medios de
comunicación; (esta opción surge del
descrédito que la población tiene en grandes
grupos de información que nuclea a canales de TV,
revistas, diarios que manejan la información
según sus intereses económicos varias veces en
consonancia con políticos y gobernantes que pagan
abultadas cifras para torcer la opinión
pública hacia una realidad ficticia más
conveniente a sus fines) - Escrachar a los bancos
pegando volantes; - Exigir que el dinero
del impuesto a las petroleras no vaya a los bancos sino a los
desocupados y marginados; (necesidad de controlar que las
grandes cifras de dinero se ocupen debidamente en el
bienestar social –salud, seguridad,
educación– y no pase a pocos bolsillos
que luego vuelan al exterior; esto correlaciona con los
puntos 7, 8 y 11) - Reestatizar las empresas privatizadas;
- Nacionalizar la banca;
- Difundir caras y direcciones de funcionarios,
jueces y legisladores corruptos para que la gente los conozca
y entre todos empecemos a controlarlos; - Establecer mecanismos para que las asambleas
barriales den mandato irrevocable a sus representantes; la
idea es horizontalizar todo lo que se pueda y prevenir
acuerdos a espaldas del pueblo; - Expropiar bienes de
empresas y grandes contribuyentes que no puedan justificar su
patrimonio
y así poder
redistribuirlo; - Desafiliación masiva de los sindicatos en repudio a sus
conducciones;- Hay que matizar el factor de la espontaneidad
en cuanto alude a luchas que son realizadas al margen de
las convocatorias de las organizaciones establecidas
dejándose llevar por impulsos propios.
Deslumbrados porque las masas se movilizaron al margen de
las estructuras partidarias muchos sostienen
que éstas están comenzando a superar las
viejas estructuras de la "participación indirecta"
y que está "a la vuelta de la esquina" la
formación de organismos de democracia directa para
llegar al poder "directo desde las bases", o que por
ahora la población estaría en condiciones
de ejercer una vigilancia activa sobre los
políticos y de defender sus intereses de manera
consecuente.
Sin embargo, existió una
intervención de organizaciones políticas y
hasta estatales en muchas de las acciones que fueron
preparando las condiciones para el estallido del
"cacerolazo", que de todos modos hay que reconocer que
fue la acción más espontánea de
todas, la de la noche del 19/12/2001. Pero además
también hay que relativizar el grado de
"espontaneidad" en lo que se refiere al plano
ideológico de la movilización que
sentenció al gobierno de De La Rúa – al
demostrar que su base social también le daba la
espalda – y que ayudó decididamente a la
caída de Adolfo Rodríguez
Saá.El "Cacerolazo" no fue un producto caído del cielo en el
terreno ideológico y político, como se
pretende hacernos creer, por el contrario reflejó
una larga preparación ideológica de los
medios de
comunicación . Desde esta perspectiva conviene
citar, oportunamente en este momento, a Federico Javaloy
con un doble objetivo: dar luz, ampliar lo mencionado en
este párrafo y a la vez comparar con la
información extraída de internet. A saber:
– "… mirar a los movimientos sociales como intentos
de solución de los problemas que plantea el orden
establecido suena a una tentativa de crear un orden
diferente pero significa también ir más
allá del punto de vista de los representantes del
sistema ofreciendo la otra cara de la sociedad
contemporánea, la visión de los que
están luchando por cambiarla … los individuos
poseen repertorios de comportamientos (como los roles o
guiones sociales) que han sido interiorizados en el
proceso de socialización. Este elenco de
conductas resulta inoperante cuando el individuo responde
a situaciones que le son problemáticas,
inhabituales o claramente nuevas que lo afectan, y que
van a dar lugar a episodios colectivos que favorecen la
emergencia de ciertas facetas de la
personalidad inhibidas en la rutina diaria por la
presión que ejercen las reglas
sociales, o sea, cuando se extrema una postura suele
aparecer una reacción contraria que tiende a
equilibrar la balanza … tanto la psicología social como la sociología funcionalista han
tendido a desarrollarse dentro de una visión
estática de los individuos como sujetos que
cumplen un determinado rol en un sistema social
preestablecido dado por supuesto como el único
posible y deseable lo cual crea la ilusión de un
orden social absoluto e incuestinable. Desde tal orden la
innovación y el comportamiento
multitudinario aparecerán como una
desviación subversiva, como algo no deseable dado
su característica de irracional y
patológico .- Un volante anónimo y a la vez
representativo del sentir y decir de una gran
mayoría, distribuido en Rosario, nos muestra
cómo desde la subjetividad avasallada hay un
instante donde ella se conjuga y correlaciona con otras
y se transforma en un movimiento que se defiende con su
propia voz y sus métodos. Santa Fe el 7/1/02: "De
repente, salimos a la calle, fuera de nuestras casas,
sacándonos de encima nuestro estigma de
solitarios espectadores de la televisión llenos
de opiniones impotentes … salimos a averiguar si
afuera todos juntos teníamos alguna potencia. Varios cacerolazos y cinco
presidentes después comenzamos a darnos cuenta
que nos hemos convertido en una fuerza, en algo que
puede generar cambios, hacer caer gobiernos, echar a
corruptos del poder".
Generado desde lo individual, Javaloy aporta el
concepto de "comportamiento colectivo" que creo
conveniente sintetizar: – "… el comportamiento
colectivo cubre una amplia área del comportamiento
humano. Incluye la atención tanto a formas más
espontáneas, emocionales y efímeras como a
otras formas de comportamiento colectivo más
planeado, duradero y organizado … la American
Sociological Association definió en sus estatutos
de 1980 el comportamiento colectivo como "formas
sociales, emergentes y extra-institucionales del
comportamiento". El término emergente hace
referencia ala conducta que es espontánea, suejta
a normas creadas por los propios participantes. La
espontaneidad se refiere a la acción no planeada e
improvisada revestida de un carácter informal. El
vocable extrainstitucional o no institucional significa
que las pautas que sigue el comportamiento colectivo no
se derivan de las normas de la cultura establecida sino
que incluso pueden ser opuestas a ésta quedando
poco definidos los roles de los participantes. Las normas
desarrolladas emergen de la propia situación en
que se produce el comportamiento colectivo.
También se ha caracterizado el comportamiento
colectivo con otros rasgos como los de cambiante y
emocional … que aparecen en situaciones
problemáticas, críticas que implican
tensión. En el comportamiento colectivo se
presenta un conjunto relativamente desorganizado de
individuos en el que no existen procedimientos formales o previamente
definidos para seleccionar o identificar a sus miembros,
a sus líderes, para definir objetivos o timar
decisiones … el comportamiento colectivo surge en
relación con su contexto histórico y a la
vez influye sobre él aportando nuevas formas y
normas de conducta" .- De modo sintético es conveniente
extraer algunos elementos básicos,
estructurantes desde lo psicológico en
función de cómo se conformó esta
expresión. El conjunto de sujetos reunidos en un
lugar y tiempo determinado se concibió
desde el asalto a sus necesidades más
elementales (desocupados, piqueteros) y de las
más elevadas -cfr. Maslow- (como los ahorristas
atrapados por el corralito y gente de clase media) como
también al cansancio de ser objetos de
decisiones macro e inalcanzables que manipulan lo
económico e impactan doblemente en lo
económico y en lo humano. Lo espontáneo
fue esencial en una primer instancia (convengamos que
se han presentado distintos puntos de vista sobre
cuánto hubo de espontáneo en esta
enunciación) y dio paso a una
concientización que llevó a la
solidaridad, cooperación y organización
en nuevos y distintos canales de unión y
opinión: asambleas vecinales, grupos solidarios,
foros de internet que exigían y necesitaban
nuevos marcos legales para su autenti-ficación
en la toma de
decisiones.y participación. La subjetividad,
lo unipersonal, el protagonismo individual sumados
conformaron un nuevo modelo de grupo que ya no es un
rebaño ni masa acrítica e irreflexiva que
va atrás de intereses personales de distintos
"pastores" políticos de turno.
Esta conjunción de voluntades surge desde
el avasallamiento propio de sus necesidades y por ser
único y personal nace la crítica, la propuesta y la
unificación en criterios y limitaciones
compartidas. De deja atrás la jerarquía
verticalista por el consenso horizontal lo que lleva a
decisiones más acabadas donde la
participación es abierta (cfr. El Orden del
día del grupo de Parque Centenario).Todo esto
implica cambios en la actitud de los actores. La actitud
reflexiva lleva a la toma de conciencia y a la
organización, esta nueva organización
permite movilizaciones que denuncian no sólo
intereses de un sector sino de lo personal que lo
compone. Además se proponen alternativas a lo
social, a lo regional para que impacte en ámbitos
más grandes. Lo más importante a
señalar, y pido disculpas si soy reiterativo pero
entiendo que es fundamental, es que estos cambios surgen
desde la unicidad, desde lo subjetivo que es parte de lo
social y político -bien entendido-, hay un
protagonismo directo del individuo; el cambio no viene
impuesto autoritariamente desde arriba (gobiernos
militares o escasamente democráticos) sino que
ahora es el pueblo quien pone las reglas del juego,
baraja y da las cartas
lo que implica que "a la fuerza" los gobernantes deben
escuchar los requerimientos de cada uno representando en
el "todos" a los habitantes del país con música de fondo de cacerolas bien
afinadas que cada vez tocan mejor.Los hechos no son tan sencillos. El problema de
fondo está en la "Cultura política", no en
algunas personas sino en sus valores y hábitos
compartidos, en las reglas "no escritas" que todo sistema
tiene y que a los individuos les resulta difícil
cambiar (tal vez porque les son beneficiosas) y a las que
por el contrario conviene adherir para prosperar en
él.Lo que se está procesando con el
cacerolazo y sus repercusiones no es una crisis de la clase
política sino de un régimen sostenido por una
matriz
política y económica cuya viabilidad se
basó en garantizar negocios
extraordinarios sin tener en cuenta el capital
humano del país. La propia recesión que
catapultó el fenómeno era una necesidad de
este modelo. La clase media y los sectores populares fueron
captados por la ideología (ficticia) del bienestar;
la esfera del consumo
aportó la cara más benévola y
atractiva del modelo negada a su vez en el plano de las
relaciones
laborales por la flexibilización y el aumento de
la explotación. La expansión del consumo a
crédito pareció eliminar la
necesidad real de una mejor redistribución de los
ingresos;
bienes que eran un lujo para algunos ahora estaban al
alcance de la mano de sectores medios y
medio-bajos y fue el consumo – asentado en ilusiones de
"ahora yo puedo comprármelo" – que pasaron a ser la
forma de acceso a la ciudadanía – ahora devenido el sujeto
en el nuevo ciudadano "credit card" – y por ésta a
considerarse "Yo ahora soy" .La Argentina puede estar recorriendo las etapas
finales del largo proceso de cambio institucional
inaugurado en 1983. El sociólogo Robert Putnam en
una investigación sobre diseño institucional que lo
ocupó 20 años en Italia
postulaba que: -"… la mayor parte de la historia
institucional de un país se mueve lentamente. Cuando
se trata de la construcción institucional el tiempo
se mide en décadas … probablemente la Historia se
mueve incluso más lentamente para instalar normas de
reciprocidad y redes de
compromiso cívico".El inédito protagonismo
político de la sociedad civil argentina
fomentó la esperanza de un cambio veloz, inmediato.
Pero sucede que los cambios deseados por los argentinos
transitan un camino y un proceso normal de
maduración que no debe entenderse en meses o
años sino más bien en décadas o
generaciones.Desde la Teoría de Maslow observamos
como para algunos grupos manifestantes era prioritario la
subsistencia básica, en tanto que para otros la
necesidad de ver las condiciones de su seguridad
avasalladas, o bien la visualización de sus
realizaciones más elevadas en un futuro no muy
lejano hechas pedazos o inexistente. Maslow postula que una
necesidad satisfecha no origina ningún
comportamiento; sólo las necesidades no satisfechas
influyen en el comportamiento y lo encaminan hacia el logro
de objetivos individuales. Ante el peligro o la eminencia
de ver su destino oprimido el ser humano lucha por defender
sus derechos, lo que cree que debe ser, lo que debe exigir.
Éste creo que ha sido el común denominador
que impulsó este fenómeno de la
"espontaneidad grupal", una "masa" pensando y sintiendo al
unísono confluyendo en idénticas coordenadas
espacio-temporales. Este entorno masloviano es
expresión de tres terrores que han operado con
intensidad diversa en las distintas capas
socio-económicas del país: terror a la
tortura y a la muerte
en épocas de la dictadura (cfr. Maslow Necesidades de
seguridad), terror a la hiperinflación -Alfonsín- y
terror a la desocupación (cfr. Maslow Necesidades
fisiológicas) último período de Menem
y De La Rúa .Me pregunto: ¿qué habría
sucedido en el futuro si cuando De La Rúa convocaba
a un cogobierno con el justicialismo éste hubiera
aceptado? ….. ¿No se desaprovechó esa
coyuntura para que la historia política Argentina
hubiese dado un paso de buen sentido, un vuelco favorable?
….. un cogobierno ¿no hubiese sido un signo de
madurez política y un ejemplo a imitar interna y
externamente? Preguntas sin respuestas …A modo de ejercicio reflexivo cabría
cuestionar quiénes son verdaderamente los violentos
y los saqueadores … ¿acaso los hambrientos de los
supermercados? ¿tal vez los ahorristas que fueron a
defender lo que habían acumulado con el sudor de su
frente y con trabajo honesto y digno? ¿o
quizás los miembros del poder económico de
turno que a través de los bancos desvalijaron de
dinero y de ilusiones a los asalariados y a los sectores
medios). Los cacerolazos a De La Rúa,
Rodríguez Saá y Duhalde fueron en realidad
una verdadera rebelión del pueblo que expresaba
así el fin de la tolerancia
y la inacción; el mito
neoliberal de que el país puede ser rico aunque sus
habitantes sean pobres estalló en pedazos. El
país somos nosotros no un grupo de oportunistas
políticos o de operadores bursátiles que
negocian millones de dólares sobre las costillas y
espaldas de un pueblo "laburante". Con esto me parece
oportuno dejar en claro hasta qué punto los
políticos argentinos como Menem, Cavallo, De La
Rúa, Rodríguez Saá, Kirchner y otros
están alienados psicóticamente de la realidad
social en todos sus aspectos y niveles, de los problemas
vivenciales de supervivencia básica que gran
número de personas tiene que soportar día a
día.A mi entender, el principal problema para
lograr la unidad y la fuerza popular en este país
está dado por su propia geografía, por las distancias entre
uno y otro núcleo de poder, entendiendo a
éste como un conjunto de personas que en una
cantidad importante pueden ejercer una diferencia
sustancial en la historia, en el ritmo de los
acontecimientos. En otros países más
pequeños los pronunciamientos han tenido mayor eco
porque las distancias entre grupos ha sido menor. Los
problemas de distancia impiden conformar un órgano
más masivo, más aglutinante entre centros de
personas que mancomunadamente sostienen y persiguen los
mismos ideales y penurias a pesar de la lejanía
entre sí; hablo particularmente de cuántos
kilómetros separan a los mendocinos de los
cordobeses o rosarinos cuando no de los habitantes de
Buenos Aires con el resto de otros núcleos
importantes del interior del país. Si todos ellos de
algún modo y en algún momento confluyeran, la
sana y pacífica "Re-evolución del pueblo" sería
tan inobjetable como imparable para torcer designios de
unos pocos que no tienen en cuenta a la gran cantidad de
seres que componen la nación y de sus intereses
más elementales.Entiendo que el "Cacerolazo Argentino" (con
comillas y mayúscula) implicó un avance, un
darse cuenta en la conciencia dormida de un pueblo que se
ha dejado hacer, sólo hasta detonar en todo lo
ocurrido durante y después de los acontecimientos.
Ahora el pueblo, el individuo en cuanto integrante o no de
algún partido o gremio, ha descubierto que en
conjunto: "tenemos movilización que implica una
cierta cohesión, una cierta fuerza que alcanza para
generar cambios favorables en el poder y en la conciencia
colectiva".A modo de corolario quiero acercar unas
palabras del actor Fabián Vena que me parece muy
comprometido con su tiempo, y que al leer una nota que se
le realizó en la Revista
Viva, a su manera, sintetiza con su pensamiento el
espíritu del presente trabajo: -"Para mí la
crueldad está íntimamente ligada con la
impunidad y el sarcasmo de los que manejan
la vida de los demás. Y vuelvo a pensar que la
crueldad no es obvia, es satánica"
(dixit).Documentos aportados por la
cátedra:Nº 64: "Las viejas y las nuevas formas de
participación sociopolítica" –
Profesor José Guillermo
Fouce;Nº 74: Revista de Psicología
Social Volumen 18 – "Comportamiento
colectivo y movimientos sociales: un reto para la
psicología social" . Federico
Javaloy.Documentos obtenidos de Internet::
Buscador empleado Google;
Páginas Web consultadas:
Cambio cultural – Director: José
Eduardo Jorge – otro artículo de Pablo
Stefanoni, licenciado en economía – Enero
2002;Todo tango;
Enciclopedia Libre Wikipedia;
CTA;
Liga comunista "Debate Marxista";
Revista avance – nº 123 –
Febrero de 2002 – Elson Rezende de
Mello.Diario Clarín, Revista Viva del
día domingo 30/10/2005.Fernando Álvaro Bustos
Inbrio - Hay que matizar el factor de la espontaneidad
- Exigir la eliminación de las listas
sábana.