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Aspectos clínico-epidemiológicos del cáncer de próstata




    Aspectos clínico-epidemiológicos del
    cáncer de próstata

    1. Introducción
    2. Objetivo
    3. Material y
      método
    4. Análisis y discusión
    5. Conclusiones
    6. Referencias
      bibliográficas

    INTRODUCCION

    El diagnostico
    más sombrío y a la vez abrumador que puede recordar una
    persona, es sin duda el de un
    tumor maligno o cáncer, teniendo en cuenta la historia natural de dicha entidad, su
    consecuencia psíquica, física, estética y su elevada
    mortalidad.

    El cáncer de próstata
    es probablemente la enfermedad oncológica más
    prevalente en el sexo masculino. En series de
    autopsias entre el 30% y el 40% de los hombres mayores de 50
    años presentan incidencia histológica de la enfermedad
    y aproximadamente el 70% de los hombres mayores de 70 años
    aunque solo un 25% de los sujetos desarrollan la enfermedad
    clínica el 7,8% morirán por su causa.

    El carcinoma
    prostático es el cáncer urogenital
    más frecuente y el quinto por incidencia en varones en todo
    el mundo. Entre los pacientes de edad que consultan por disuria
    hay 5- 15% que son portador de un cáncer
    prostático.

    El carcinoma
    prostático constituye una causa importante de morbilidad y
    mortalidad en la población masculina
    adulta a escala mundial y representa en
    muchos países la segunda localización más
    frecuente de las enfermedades neoplásicas, después
    del cáncer del pulmón. Se acepta mundialmente que el
    comportamiento de esta
    afección ha evidenciado un incremento en los últimos
    diez años.

    Es tan importante
    la magnitud de este problema que se estima que si tuvieran en
    cuenta los carcinomas encontrados incidentalmente en las muestras
    de adenomectomías y autopsias de los hombres mayores de 50
    años, esta enfermedad representaría el tumor maligno de
    mayor incidencia mundial.

    El adenocarcinoma
    de próstata es el tumor más frecuente en el hombre mayor de 50
    años con una tasa estandarizada (población mundial) de
    19,4 representado por el 16,7% de todas las causas de muerte por cáncer en el
    sexo masculino y el 98% de las defunciones de todas las
    neoplasias malignas. En los Estados Unidos en el año 1995,
    esta enfermedad ocupaba el primer lugar de incidencia y el
    segundo en mortalidad por lo que la sobrevivencia se elevó a
    cinco años en el 91% de los casos.

    En Canadá, la
    incidencia del cáncer de próstata es mas baja que los
    Estados Unidos y la baja proporción de cáncer de
    próstata es típicamente encontrada en países
    asiáticos en China es un 4% de la de
    Canadá.

    En Cuba ocupa el tercer lugar en
    la incidencia y representa el 7,8% con relación a todas las
    localizaciones de cáncer para ambos sexos y la tasa cruda de
    mortalidad en el año 95 fue de 28,5% por 100.000 habitantes
    mientras que en 1997 ocupó el segundo lugar como causa de
    muerte, lo que representa el 11,4% de todas las defunciones por
    cáncer en ambos sexos, la tasa cruda en el sexo masculino
    para el año 2001 fue de 30,7.

    En el cáncer
    de próstata, los síntomas que se presentan son muy
    variados: esfuerzo miccional, pérdida de fuerza y calibre del chorro de
    orina, goteo terminal, polaquiuria nocturna y retención de
    orina, además, aparecen otras debido a la metástasis,
    como son dolor en la región lumbosacra, hepatomegalia,
    anemia, perdida de peso,
    hematuria tardía e insuficiencia renal entre
    otras.

    En este
    cáncer se corre el riesgo de que sea considerado
    durante largo tiempo como reumatismo o
    ciática dada la característica de las algias en estos
    pacientes.

    Conociendo las
    estadísticas antes
    reportadas y como fundamento de la salud cubana en la prevención y
    diagnóstico precoz de las
    enfermedades en 1993 se implementó en el país el
    programa nacional de
    diagnóstico precoz y el control de cáncer de
    próstata, que se basa en el conocimiento de las
    características de esta enfermedad así como su
    diagnóstico y tratamiento oportuno para mejorar la calidad de vida del
    paciente.

    A partir de la
    revisión documental de casos anteriores y consultados,
    así como de bibliografías revisadas
    al respecto, nos motivamos a desarrollar la presente investigación considerando
    además las potencialidades que nos ofrece nuestro medio
    hospitalario en los momentos actuales para brindar una mayor
    atención y con calidad a pacientes afectados con
    esta entidad nosológica.

    OBJETIVO

    Caracterizar a los pacientes con
    cáncer de próstata según variables clínico
    epidemiológicas de interés.

    MATERIAL Y METODO

    Se realizó un
    estudio descriptivo y transversal con la finalidad de identificar
    las características de los pacientes con cáncer de
    próstata según variables epidemiológicas de
    interés. El universo de estudio estuvo
    conformado por los 125 pacientes, de más de 40 años de
    edad atendidos en consulta externa de Urología en el
    período de Enero del 2001 al 2003 pertenecientes al
    Policlínico Docente Dr. Mario Muñoz Monroy del poblado
    El Caney.

    Se utilizó el
    porcentaje como medida descriptiva para resumir la información de variables
    cualitativas, así como la media aritmética para los
    datos cuantitativos. En los
    casos considerados por el investigador se realizó el
    cálculo del Chi Cuadrado
    de Mantel y Hanszel para establecer posible relación entre
    variables de interés. Se utilizó el porcentaje como
    medida descriptiva para resumir la información de variables
    cualitativas, así como la media aritmética para los
    datos cuantitativos. En los casos considerados por el
    investigador se realizó el cálculo del Chi Cuadrado de
    Mantel y Hanszel para establecer posible relación entre
    variables de interés.

    ANALISIS Y DISCUSION

    El interés
    creciente hacia el estudio del cáncer de próstata
    deriva de la mayor longevidad de la población, aumento de la
    incidencia de esta neoplasia e introducción y desarrollo de nuevos
    marcadores tumorales.

    La próstata
    se hipertrofia con bastante frecuencia a partir de cierta edad
    (generalmente después de los 45 años) ya sea en su
    totalidad o a nivel de sus lóbulos, asiento predilecto de
    neoplasias malignas y por su rica vascularización
    sanguínea y linfática suele presentar metástasis
    rápidamente.

    Para el análisis de la
    información recogida comenzamos a valorar algunos aspectos
    relacionados con la edad de los pacientes. Al respecto mostramos
    la tabla#1 que aparece a continuación, donde se esbozan
    elementos fundamentales:

    Tabla # 1.Distribución de pacientes
    según edad.

     

    Edad en
    años

    Total

    No.

    %

    50-59años

    16

    12,8

    60-69
    años

    35

    28,0

    70-79
    años

    52

    41,6

    80 y
    más años

    22

    17,6

    Total

    125

    100

    Fuente: Encuesta.

    Como es
    apreciable, la mayor distribución de frecuencias estuvo
    comprendida en el grupo de edad de 70 a 79
    años representando 41.6%, seguido del de 60 a 69 con 28%, lo
    cual coincide con la literatura internacional que plantea estas
    edades como las de mayor probabilidad de ocurrencia de
    eventos malignizantes a nivel
    de próstata.

    Algunos autores
    plantean que la edad se comporta como el principal factor de
    riesgo para padecer el carcinoma de próstata y se demuestra
    que a medida que aumenta la edad, se hace mayor la frecuencia de
    aparición del cáncer la cual alcanza niveles mayores
    después de los 70 años. Lo anterior se corresponde con
    los resultados observados en nuestro estudio. Es importante
    destacar que de los 125 pacientes estudiados, se diagnosticó
    algún proceso tumoral en 18 de
    ellos, representando una incidencia de 14.4 por cada 100
    pacientes. En el presente estudio encontramos un curso creciente
    de la enfermedad a medida que avanza la edad y se nota la mayor
    incidencia en el grupo de 70 – 79 años con 8 pacientes
    para 44,44% (en relación al total de casos diagnosticados)
    seguido del grupo de 60 a 69 años con 5 pacientes para
    27.77% no encontrándose casos entre los 40 a 49 años.
    Observemos a continuación en la tabla 2 los resultados
    anteriormente comentados.

    Tabla # 2. Edad
    de los pacientes según diagnóstico de

    Adenocarcinoma
    de próstata.

    Edad en
    años

    Total de
    casos Porcientos

     

    No.

    %

    50-59años

    1

    5,55

    60-69
    años

    5

    27,77

    70-79
    años

    8

    44,44

    80 y más
    años

    4

    22,22

    Total

    18

    100

     

    Fuente:
    Encuesta.

    Plantean algunos
    autores que menos del 1% de los cánceres de próstata
    aparecen en varones menores de 50 años y el 83% en varones
    mayores de 70 años resultados estos similares a los de
    nuestra investigación.

    Dijlanan,
    señala que la incidencia del cáncer de próstata
    latente es todavía mayor y aumenta desde un 20% entre 50 y
    60 años hasta un 70% aproximadamente entre los 70 y 80
    años. En 1999 se diagnosticaron en los Estados Unidos alrededor de 200
    000 nuevos casos de carcinoma de próstata y se produjeron
    unos 38 000 muerte por su causa. La incidencia de cáncer de
    próstata histológico en las autopsias, aumentan
    sustancialmente con cada década de la vida a partir de los
    50 años (5,3% – 14%) y hasta los 80 años (44 % –
    80%).

    En estudios
    realizados en autopsias a pacientes fallecidos por otras causas,
    se demuestra que la incidencia es progresivamente creciente hasta
    llegar a los 80 años, donde el 80% de los pacientes fallecen
    por otras causas tienen cáncer de próstata en
    diferentes etapas de la enfermedad.

    La media de la
    edad de incidencia son los 70 años y la tasa de incidencia
    va aumentando con cada decenio a partir de los 50 años, esta
    tasa es de 107 por 100 000 en la población masculina, 107,3
    por 1000 000 en los varones blancos y 145,8 por 100 000 en los
    varones no blancos.

    Otra de las
    variables analizadas en la investigación fue el color de la piel, predominando la piel
    mestiza con 10 pacientes, para 55,5 %, seguida por la piel negra
    con 4 pacientes para 22,22 %. Al respecto debemos tener en
    consideración que para los efectos de nuestro análisis
    no consideramos la variable "raza" de forma categórica, pues
    dadas las variaciones y mestizaje que actualmente sufre la
    población cubana, este aspecto conduciría a errores
    importantes. A tal caso, decidimos caracterizar el "color de la
    piel", utilizando algunas comparaciones importantes con estudios
    internacionales.

    Tabla # 3.
    Distribución de pacientes según color de la
    piel.

    Color de
    la piel

    Total de casos
    Porciento Porcientos

    No.

    %

    Blanca

    4

    22.22

    Mestiza

    10

    55.55

    Negra

    4

    22.22

    Total

    18

    100

    Fuente:
    Encuesta.

    Hay algunas
    notables diferencias nacionales y raciales en esta enfermedad que
    producen cierto desconcierto. Es extraordinariamente rara en los
    asiáticos, la incidencia corregida por la edad (por 100 000
    habitantes) es del orden de 3 a 4 en japoneses y de uno solamente
    en los chinos de Hong Kong en comparación con las cifras de
    50 a 60 observado entre las personas de raza blanca en los
    Estados Unidos, esta enfermedad es incluso prevalente entre los
    sujetos de raza negra que tienen la incidencia, más elevada
    en los 24 países que disponen de datos relativamente
    fidedignos sobre la mortalidad.

    Kahaut y
    colaboradores encontraron una mayor incidencia de este tipo de
    cáncer en los individuos de raza negra que en los de la
    blanca y fue más baja en los de la amarilla, permanecen sin
    estar bien aclarados, las causas de esta diferencias
    étnica.

    En diversos
    trabajos revisados se describe un incremento en la incidencia de
    está enfermedad en la población negra siendo el doble
    que la población blanca y asiática.

    Los antecedentes
    patológicos familiares de cáncer de próstata
    resultaron elementos importantes a considerar en la
    investigación. Para ello indagamos en la totalidad de los
    pacientes, resultados que mostramos a
    continuación:

    Tabla # 4.
    Distribución de pacientes según
    antecedentes

    patológicos familiares de cáncer de
    próstata.

     

    APF No.
    Porciento.

     

    SI

    72

    57,6

    NO

    53

    42,4

    TOTAL

    125

    100

    p<
    0.05

    Fuente:
    Encuesta.

    Se puede observar
    en la tabla # 4 que 57,6 % de los pacientes estudiados tienen
    antecedentes familiares de cáncer de próstata y 42,4 %
    no lo presentaban lo cual guarda relación con literaturas
    consultadas. Los resultados antes expuestos como puede
    apreciarse, tiene una significación estadísticamente
    significativa elemento este que pudiéramos considerar de
    vital importancia a la hora de evaluar posible afección
    neoplásica en la población masculina.

    Es importante
    destacar que de los 18 pacientes en los cuales se
    diagnosticó algún proceso tumoral prostático, 7
    tenían antecedentes patológicos familiares de la
    enfermedad. Con la finalidad de aportar mayor solidez a la
    investigación, aplicamos como técnica estadística el Chi
    Cuadrado de Mantel y Henszel, el cual nos expresa, en este caso,
    la probabilidad real de relación entre el antecedente
    familiar de enfermedad y la ocurrencia de la misma por otro
    miembro masculino de la familia. Al respecto,
    obtuvimos un valor de 78,4 evidencia de la
    elevada correlación existente entre ambas
    variables.

    Se plantea que en
    varones con dos o más parientes directos en primer grado
    tienen entre 5 y 10 veces más riesgo que la población
    general. Diferentes estudios comunican una elevada incidencia de
    cáncer prostático entre los consanguíneo de
    pacientes con este tipo de enfermedad de manera reciente, se
    identificaron formas familiar y hereditaria de cáncer de
    próstata, la forma heredada presenta una herencia autosómica
    dominante por un gen de alta penetración aún
    raro.

    Tabla # 5: Pacientes según
    sintomatología y tiempo de aparición de los
    síntomas.

     

    Síntomas.

    Tiempo
    de Aparición

    Total

    Menor de
    12 meses

    De 12
    meses y más

    No.

    %

    No.

    %

    No.

    %

    Polaquiuria
    Nocturna

    49

    39,2

    20

    1,6

    69

    53,2

    Micción demorada

     

     

    38

     

    30,4

     

    13

     

    10,4

     

    51

     

    40,8

    Retención de orina

    6

    2,4

    4

    3,2

    10

    8,0

    Hematuria

    1

    0,8

    2

    1,6

    3

    2,4

    Otras

    3

    4,8

    2

    1,6

    5

    4,0

    p<
    0.05

    Fuente:
    Encuesta.

    Los síntomas
    más frecuentes por los que el paciente acude en busca de
    ayuda están relacionados con la obstrucción ocasionada
    por el tumor en el tracto urinario inferior, sobresale la
    polaquiuria nocturna con 53,2%, seguida en orden por la
    micción demorada (40.8%) y retención de orina para 8%
    respectivamente.

    La hematuria se
    presenta en el menor de los casos (2,4%), otros síntomas
    como dolores óseos generalizados y sensaciones
    parestésicas en miembros inferiores, aparecieron en menor
    numero pero nos alertan de que no puede excluirse la presencia de
    metástasis en estos casos generalizados aparecen en menor
    numero de pacientes pero nos alertan de que no puede excluirse la
    presencia de metástasis en estos casos. Los resultados antes
    explicados se pueden apreciar en la Tabla # 5.

    Como
    información adicional de la tabla anterior, podemos
    evidenciar que la aparición de los síntomas,
    ocurrió de forma importante antes de los 12 meses, elemento
    considerado de importancia para el diagnóstico precoz de
    procesos obstructivos
    urinarios bajos con probabilidades importantes para el desarrollo
    ulterior de procesos tumorales de próstata.

    Un mismo paciente
    puede presentar más de un síntoma en el interrogatorio
    así como el tiempo de aparición; nótese que el
    mayor número de los casos refirieron que estos habían
    comenzado hacia menos de un año, sobre todo en lo que
    presentaron polaquiuria nocturna (25 %) y retención de orina
    (18,8%).

    En esta enfermedad
    no existe un patrón sintomático especifico
    habitualmente se presenta con los síntomas propios de una
    hiperplasia prostática benigna con un primer periodo en el
    que aparece polaquiuria nocturna y disuria que evoluciona con
    posterioridad hacia la retención de orina.

    Uno de los
    aspectos que quizás contribuya al diagnóstico demorado
    de un proceso tumoral prostático, lo resulta el silencio
    clínico inicial de esta enfermedad lo cual atenta
    negativamente en que más de la mitad de los casos se
    diagnostiquen en estadios avanzados .

    Esto corrobora la
    necesidad e importancia de la educación sanitaria de la
    población masculina así como acudir a consulta de
    Urología tan pronto como aparezcan los primeros
    síntomas y signos de la afección por
    parte de los pacientes, así como el cumplimiento del
    programa de detención precoz del cáncer de
    próstata por los prestadores de servicios sanitarios
    fundamentalmente en la atención primaria de salud, sin
    descartar la atención secundaria.

    Durante años,
    el principal método de diagnostico del
    cáncer de próstata ha sido el tacto rectal sin embargo
    su sensibilidad es limitada pues la neoplasia puede asentarse
    primariamente en zonas de difícil acceso al tacto y, por
    otra parte existen procesos benignos que pueden simular un tacto
    pétreo o casi pétreo como son las calcificaciones, los
    cálculos o ciertas áreas de fibrosis por lo cual seria
    recomendable combinar el tacto rectal considerado como positivo o
    sospechoso con la ecografía transrectal, los cuales
    combinadamente pueden definir con claridad estas
    alteraciones.

    En la tabla que se muestra a continuación
    podemos apreciar la relación de pacientes según
    resultado del tacto rectal.

    Gráfico # 1. Relación
    de pacientes según resultado del

    tacto rectal.

    En el gráfico
    anterior se muestran los resultados obtenidos al realizar el
    tacto rectal a los pacientes estudiados. Como resultados
    fundamentales apreciamos que al tacto rectal con
    características normales (según criterio del
    investigador), se aprecio en 38 de los pacientes. Por otra parte,
    la identificación manual de hiperplasia
    prostática benigna se evidencio en 69 pacientes. Por
    último, cabe destacar que del total de pacientes estudiados
    (125), en 18 se pudo diagnosticar por este el adenocarcinoma de
    próstata.

    La
    exploración rectal manual a través del tacto aporta
    información pronóstica sobre tamaño,
    localización y volumen del tumor y depende de la
    experiencia del examinador y por tanto, esta sujeta a errores de
    interpretación.

    Contrariamente a
    ciertas opiniones respecto a que el examen táctil
    prostático por vía rectal es altamente subjetivo
    existen estudios que muestran una buena correspondencia entre las
    observaciones de los médicos examinadores cuando exploran la
    próstata por medio de un procedimiento sistematizado,
    comparando el tacto rectal con la ecografía transrectal, la
    efectividad es equiparable con la ventaja de un mejor
    diagnóstico.

    Algunos autores
    plantean que la parte más importante del examen físico
    urológico para la detección del cáncer de
    próstata es el tacto rectal el cual desde los primeros
    años del siglo XX ha sido la herramienta utilizada para su
    detección. Aunque resulta ser subjetivo por depender de la
    habilidad del examinador, cuando se adquiere experiencia y
    destreza unido a la combinación con otras técnica el
    diagnostico de cáncer de próstata se hace con mayor
    precisión.

    CONCLUSIONES

    1. El adenocarcinoma de
      próstata resultó ser una enfermedad frecuente en
      nuestro medio con importante repercusión en edades
      avanzadas de la vida, predominando en pacientes mestizos y con
      antecedentes familiares del mismo.
    2. La aparición de
      síntomas fue en la mayoría de los casos menor de 12
      meses, el tacto rectal fue diagnostico en un pequeño grupo
      de pacientes.

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    Dr. Juan Enrique Meléndez
    Borges

    Dr. Luís H. Candebat
    Montero

    Dr. Gildo Giraudy
    Simón

    Dr. Aurelio León
    Estrada

    Dr. Alejandro Cala
    López

    Especialistas de 1er
    Grado en Urología.

    HOSPITAL PROVINCIAL CLINICO
    QUIRURGICO DOCENTE

    "SATURNINO LORA TORRES"

    SANTIAGO DE CUBA

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