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La Política Sexual de Reinaldo Arenas: Realidad, ficción y la verdadera historia de la revolución cubana




Enviado por Por Jon Hillson



     

     

    La trayectoria de los derechos de los homosexuales en Cuba ha sido objeto de
    desinformación y mala información desde hace
    décadas. Una reflexión histórica sobre el tema,
    del activista político Jon Hillson, de Los Ángeles, a propósito de
    una película dedicada a difamar y a tergiversar la realidad
    sobre el tema.

    La trayectoria de los derechos de los homosexuales en
    Cuba ha sido objeto de desinformación y mala
    información desde hace décadas. Los esfuerzos previos
    por los enemigos de Cuba para usar las deficiencias del gobierno en los años 60 y 70
    en esta área se vieron coronados con el "documental" de
    Néstor Almendros Conducta Impropia, producido en
    1984 y lleno de fabricaciones, distorsiones y verdades a medias.
    Pero la campaña comenzó a irse a pique debido a los
    significantes cambios que se dieron en Cuba. Esta evolución está
    simbolizada en la película de Tomás Gutiérrez
    Alea: Fresa y Chocolate (estrenada en Estados Unidos en 1994) en la que
    se critican aspectos dogmáticos del Partido Comunista de
    Cuba e impugnan los prejuicios en contra de los
    homosexuales.

    Sin embargo, ahora vuelve Antes que Anochezca, la
    mañosa y biónica hija de Conducta Impropia, como un
    intento de resucitar la cruzada anticubana de su precursor
    desacreditado. Pero no nos sorprende. Mientras que los
    ideólogos de la ultraderecha simplemente niegan los logros
    irrefutables de la Revolución, los enemigos más astutos
    del gobierno cubano durante mucho tiempo han visto en su
    política hacia los homosexuales una oportunidad para
    atacarlo. Esto sirve a la campaña central de Washington
    contra Cuba —la supuesta violación de los "derechos humanos" por parte del
    gobierno— campaña que comenzó prácticamente
    con la victoria de la Revolución y continúa sin pausa
    desde entonces.

    La ampliación de los derechos de los homosexuales
    en Cuba en la última década y media —y el fin a
    la política más onerosa hacia los homosexuales quince
    años antes— es corolario a la ampliación de los
    derechos del pueblo trabajador en la isla. Más y más
    tabúes se han desmoronado frente al creciente debate y la discusión
    sobre temas políticos, económicos y
    culturales.

    Un estudio de estos procesos será muy
    útil para aquellos que quieran esclarecer y responder a las
    interrogantes de Antes que Anochezca, particularmente los
    aspectos de la homosexualidad.

     

    LA REVOLUCIÓN CUBANA
    TRAJO LA LIBERTAD

    Los resultados liberadores de la primera Revolución
    Socialista en América crearon un
    clima de libertad sin precedentes en
    Cuba. Reformas profundas —empezando por el desmantelamiento
    de la policía secreta de Batista, hasta la abolición de
    las leyes racistas— desató
    un florecimiento del arte, la cultura y la música, y el acceso popular a
    éstas. A medida que las prioridades de los trabajadores y
    los pobres del campo asumían un papel más importante,
    nació un movimiento de liberación
    de la mujer. Esto desafió la
    realidad y el legado de la opresión y discriminación de la
    mujer, así como su estatus
    de segunda clase. Los centros infantiles
    se convirtieron en un derecho. Se relajaron dramáticamente
    las severas leyes del divorcio. Para 1963, la
    ley contra el aborto se abolió y el
    derecho a la libertad de reproducción se
    institucionalizó.

    Aunque estos cambios radicales afectaron a los
    homosexuales, la revolución cubana no
    llevó a cabo las medidas innovadoras que realizaron los
    bolcheviques durante los primeros meses de la revolución rusa. Es
    más, hubiera sido prácticamente imposible que la nueva
    generación que tomó el poder en 1959 supiera de
    dichos avances.

     

    MEDIDAS INNOVADORAS DE LA
    REVOLUCIÓN RUSA

    En diciembre de 1917, el régimen soviético
    eliminó las leyes reaccionarias en contra de los
    homosexuales de la tiranía zarista. Esta acción sin precedentes
    fue resultado del lanzamiento de nuevos programas y políticas destinadas a la
    emancipación del sexo femenino. El doctor
    Grigorii Batkis, Director del Instituto de Higiene Social de Moscú, en
    1923 escribió en su libro La Revolución
    Sexual en Rusia "La relación del
    derecho soviético al ámbito sexual se basa en el
    principio de que las demandas de la gran mayoría del pueblo
    corresponden y están en armonía con las conclusiones de
    la ciencia
    contemporánea".

    Explicó que "La legislación soviética se
    basa en el siguiente principio: La absoluta ausencia de
    interferencia del estado y la sociedad en asuntos sexuales,
    mientras nadie sea lesionado y mientras los intereses de la
    persona no sean usurpados ni
    invadidos… la legislación soviética trata a [las
    practicas homosexuales] exactamente igual que la llamada
    relación sexual ‘natural’. . Todo tipo de
    práctica sexual es asunto privado". [énfasis en el
    original]

    "La Revolución [de Octubre] no dejó en pie
    ningúna de las viejas leyes despóticas e infinitamente
    no científicas; no siguió el camino de la
    legislación reformistas burguesa, la cual, con sutilezas
    jurídicas, todavía mantiene el concepto de propiedad en el campo sexual y
    en última instancia exige que la doble moral siga imponiéndose
    sobre la vida sexual. Estas leyes siempre ocurren al ignorar a la
    ciencia", explica el doctor
    Batkis. Repitiendo la teoría y la práctica
    bolchevique, el doctor colocaba la liberación de la mujer en
    el derrocamiento de las relaciones de propiedad capitalistas y la
    sobreexplotación del sexo femenino dentro de dicho sistema.

    "No hay sociedad en el mundo entero que tenga estas
    metas, cuyos problemas no han sido
    confrontados por ninguna revolución previa", escribió
    Batkis.

     

    RETIRADA
    CONTRARREVOLUCIONARIA SOBRE LOS DERECHOS
    HOMOSEXUALES

    La política contrarrevolucionaria liderada por
    Stalin que coronó a la reacción burocrática a
    finales de 1920 y principio de los años 30, necesariamente
    atacó los aspectos más progresistas de la ley
    soviética para consolidar su dominio indiscutible. A medida
    que este régimen conservador consolidaba sus privilegios y
    beneficios expulsando a los trabajadores del actuar
    político, y del gobierno, desarticulaba la libertad
    artística y literaria, reducía los logros críticos
    obtenidos por las mujeres y daba carácter oficial a
    restricciones políticas, culturales y sociales. Stalin
    intervino personalmente para criminalizar la homosexualidad en
    1934, imponiendo una condena federal de 5 años de
    prisión por actos consensuales entre hombres adultos. En
    1935, para consagrar aún más las normas de la "nueva familia" el gobierno
    ilegalizó al aborto, el cual había sido
    legalizado en los primeros meses del régimen
    revolucionario.

    El notable novelista ruso Máximo Gorki, reducido a
    servir de cómplice o señuelo de la casta gobernante,
    anunció en un folleto subvencionado por el estado que "en los
    países fascistas, la homosexualidad, que arruina a los
    jóvenes, florece sin ningún castigo. En el país
    donde el proletariado ha obtenido audazmente el poder, la
    homosexualidad ha sido declarada como un crimen social y es
    severamente castigada". Todo esto definía la posición
    "comunista" respecto a los homosexuales: un lastimoso eco de la
    reacción y prejuicio capitalista,
    expresada en vocabulario marxista.

    La seudo ciencia estalinista mantenía que la
    homosexualidad era una manifestación de la "decadencia
    burguesa" y una "degradación de la moral". Freud, quien aconsejó que la
    homosexualidad era un fenómeno sexual que ocurría
    naturalmente, fue proscrito. En la URSS las mujeres que
    tenían múltiples partos eran retribuidas con dinero y condecoradas con
    medallas. Hasta 1971, la recién publicada Gran Enciclopedia
    Soviética, definía a la homosexualidad como "una
    perversión sexual que consiste en una atracción
    antinatural entre personas del mismo sexo. Ocurre en los dos
    sexos. Los estatutos penales de la URSS, los países
    socialistas y hasta algunos estados burgueses, penalizan la
    homosexualidad". Y esto, después de que la rebelión de
    Stonewall en la ciudad de Nueva York en 1969 se convirtiera en el
    inicio simbólico del movimiento moderno por la
    liberación homosexual. Hasta 1973 esto fue también la
    perspectiva, en palabras más "científicas", de la
    asociación de siquiatras más prestigiosa en los Estados
    Unidos.

    Fue en el contexto de esta "ortodoxia" que los
    revolucionarios cubanos alcanzaron su mayoría de edad, en
    los años 50, al adoptar el marxismo, primero en el
    Partido Socialista Popular pro moscovita, el cual accedió a
    también tomar las armas en el último año
    de la guerra revolucionaria. Su
    liderazgo y miles de cuadros
    representaron un componente importante en la serie de grupos revolucionarios que
    surgieron después de la toma del poder en 1959, culminando
    en la formación del Partido Comunista de Cuba en 1965. Este
    proceso llevó a la nueva
    generación a establecer relaciones con la URSS, China y el "movimiento
    comunista mundial". Fue a través de este lente distorsionado
    que vieron la marcha de la historia y la última palabra
    sobre cuestiones que antes estuvieron en disputa. Fue en este
    año del 2001 que la asociación de siquíatras de
    China abandonó su posición histórica que la
    homosexualidad es una enfirmidad.

    Para alcanzar una posición "en armonía con las
    conclusiones de la ciencia contemporánea", los jóvenes
    revolucionarios cubanos enfrentarían la tarea titánica
    de limpiar un camino en medio de la basura del "marxismo oficial"
    en todos los campos, buscando una vía hacia las ideas
    emancipadoras y las experiencias del joven régimen
    soviético, dirigido por el partido bolchevique de Lenin.
    Estos fructíferos debates, documentos, resoluciones y
    archivos de los
    acontecimientos fueron sepultados por los infalibles comisarios
    del "socialismo desarrollado". Sus
    instructores, catecismos y manuales —reforzados por
    los golpes de garrotes y botas— no permitieron ninguna
    pregunta, peor aún oposición.

    Careciendo de toda conexión viva con la más
    avanzada posición científica de las primeras
    generaciones de revolucionarios, los militantes cubanos surgieron
    en un entorno internacional en el cual la homosexualidad era
    severamente reprimida en el llamado mundo desarrollado, un
    tabú incalificable en el Tercer Mundo y condenada como un
    crimen contra la naturaleza por quienes, en
    nombre del comunismo, tenían las
    riendas del poder en el resto del planeta.

     

    CUBA NO ES INMUNE A LA
    REALIDAD

    No se podía esperar que la revolución cubana
    ni entonces ni en retrospectiva, diera un salto por sí sola
    sobre tan grandes obstáculos históricos e
    internacionales. Es más, algunos —por ignorancia o
    demagogia, o ambos— identificaron la homosexualidad
    masculina con la pornografía y la comercialización del sexo
    endémico en La Habana antes del triunfo de la
    revolución. La atracción al sexo homosexual
    ilícito era un componente de la industria de la prostitución que esclavizaba
    y explotaba cerca de 100 000 mujeres (en una población de seis
    millones de habitantes) para servir al negocio del turismo, convertiendo a La Habana en el
    burdel más grande del Caribe. El negocio del sexo
    encasilló perfectamente junto a otros negocios lucrativos como los
    casinos, el juego y la droga; elementos soeces que
    embadurnaron a Cuba.

    Tomará tiempo y será necesario llevar a cabo
    luchas para resolver las contradicciones entre el contenido
    profundamente progresista de los cambios realizados
    colectivamente por el pueblo cubano, por un lado y, por el otro,
    la homofobia. Este fenómeno se basa en la poderosa
    combinación del machismo (con sus cimientos en las
    relaciones sociales y económicas del capitalismo colonial) y el
    atraso cultural que refleja, reforzado por la reacción
    clerical y el oscurantismo de la Iglesia Católica. Todo
    esto apuntalado por la tutela "científica" de
    Moscú.

    Mientras que se aceptaba que "un homosexual" podía
    tener "una correcta posición política", Fidel Castro dijo al
    periodista norteamericano Lee Lockwood en una entrevista extensiva en 1965
    (publicada como el libro Cuba de Castro, Fidel de Cuba) "nunca
    hemos creído que un homosexual pueda personificar las
    condiciones y requisitos de conducta que nos permita considerarlo
    un verdadero revolucionario, un verdadero comunista. Una
    desviación de esa naturaleza choca con el concepto que
    tenemos de lo que debe ser un militante comunista".

    "Pero sobre todo", continuó el dirigente cubano,
    "no creo que nadie tenga una respuesta definitiva sobre la causa
    de la homosexualidad. Creo que debemos considerar cuidadosamente
    este problema. Pero seré sincero y diré que los
    homosexuales no deben ser permitidos en cargos donde puedan
    influenciar a los jóvenes". El dirigente cubano hizo este
    planteamiento en el contexto de "las condiciones en las que
    vivimos" —cuando todavía la huella de Bahía de
    Cochinos y la Crisis de Octubre estaba
    viva— y la necesidad de "inculcar en nuestros jóvenes
    el espíritu de disciplina, de lucha, de
    trabajo. Esta actitud quizá no sea
    correcta, pero es nuestra sincera opinión".

     

    UNIDADES MILITARES DE AYUDA A
    LA PRODUCCIÓN (UMAP)

    Las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) fueron
    iniciadas en 1965 por el gobierno cubano. En ellas se basa Antes
    que anochezca para alegar generalizados arrestos de homosexuales.
    Soldados y policías cubanos llevaron a miles de supuestos
    delincuentes, desde homosexuales y lesbianas hasta Testigos de
    Jehová, a campamentos de trabajo para cumplir con obligaciones militares que el
    gobierno consideraba que no se podían realizar en las
    fuerzas armadas. El proyecto de las UMAP, al modo de
    explicación, se llevó a cabo en el contexto más
    amplio de una movilización militar en toda la isla de casi
    todos los ciudadanos aptos para ser entrenados en la defensa
    militar. Se impuso esta necesidad con base en la experiencia
    cubana con la invasión de Bahía de Cochinos patrocinado
    por Estados Unidos, el apoyo de Washington para las bandas
    terroristas en las montañas del Escambray y la amenaza del
    ataque nuclear por parte de Estados Unidos durante la "crisis de
    los misiles" –- de octubre, 1962 —unos años
    antes. Además, en la primavera de 1965, Washington
    envió a más de 20 000 soldados para aplastar una
    rebelión popular en la vecina Republica
    Dominicana.

    Los deberes de la UMAP se enfocaron principalmente en la
    zafra de la caña de azúcar. A diferencia de
    otras iniciativas del gobierno, poco se habló en la prensa cubana sobre las UMAP. De
    todos modos este programa fue objeto de protestas
    en Cuba por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de
    Cuba (UNEAC), así como por importantes aliados
    internacionales de la revolución.

    Los cubanos entrevistados por el poeta nicaragüense
    Ernesto Cardenal entre 1970 y 1971 en su caluroso libro, En Cuba
    (dedicado "al pueblo cubano y a Fidel"), hablan libremente en
    oposición a la UMAP y algunos opinan sobre su abolición
    en 1967. Un joven poeta miliciano dijo a Cardenal: "Yo estuve
    allí [en las UMAP]… no como preso sino como miliciano.
    Sí, carcelero digamos. Yo vi los malos tratos, pero solo
    hacíamos guardia. A Fidel le contaron lo que allí
    había. Una noche asaltó una posta de guardia y la
    capturó y se metió dentro, como que fuera preso, para
    ver qué trato les daban. Se acostó en una hamaca. Los
    presos dormían en hamacas. Los despertaban golpeándolos
    con sables; o si no, les cortaban las cuerdas de la hamaca.
    Cuando uno de los guardias levantó el sable se encontró
    con la cara de Fidel; casi se muere." El joven describió
    otros abusos que Fidel observó. "Esa es otra de las
    hazañas de Fidel", dijo, "Fidel es el hombre de los asaltos
    [visitas inesperadas]".

    Castro "suprimió" los campos, dijo el miliciano a
    Cardenal, pero "nadie los menciona". Otro joven que trabajó
    en el campamento explica que a pesar de la experiencia "nosotros,
    en el UMAP descubrimos que la revolución y el UMAP eran
    separables. Y nos dijimos: no nos iremos de Cuba, para hacer que
    esto malo no sea malo… A los tres años terminó el
    UMAP con el discurso de Fidel".

    Un "joven marxista revolucionario" contó una
    historia a Cardenal. "A cien jóvenes de la Juventud Comunista se les
    quitó su carnet y toda otra identificación y fueron
    entregados como presos al UMAP. A ver cómo los trataban. Fue
    una operación secretísima. Ni sus familiares supieron
    de este plan de la JC. Ellos después
    contaron lo que les hicieron. Eso hizo que el UMAP
    acabara".

    "Consideramos que [UMAP] fue una cosa realmente triste
    en la historia de Cuba", dijo Monika Krause, una de las pioneras
    sexólogas de la Cuba revolucionaria, en una entrevista con
    la revista Gay Community News, de
    Boston. "Fue una expresión de ignorancia de una inexplicable
    aversión a la homosexualidad. Creemos que ha sido una
    obligación de nuestro sistema cambiar esas actitudes que llegaron a crear
    las UMAP. Porque en una sociedad socialista no puede haber
    discriminación".

     

    LA "REVOLUCIÓN SEXUAL"
    DE ARENAS

    En contraste, Arenas afirma en la película que su
    círculo luchó contra la represión "teniendo
    sexo".

    En su libro, describe una conversación con un
    compañero —después de un viaje a la Isla de
    Pinos, donde afirma que tuvieron sexo con "todo un
    regimiento"— donde los dos "hacen un inventario de los hombres con los
    que habíamos dormido hasta ahora, esto fue por 1968.
    Llegué a la conclusión, después de complicados
    cálculos matemáticos, que he tenido sexo con cinco mil
    hombres aproximadamente". Su amigo llegó a una cifra
    similar. Ellos no fueron "los únicos que se dejaron llevar
    por este tipo de furia erótica: todo el mundo lo hizo: los
    reclutas [de las Fuerzas Armadas] quienes pasaban meses de
    abstinencia, y toda la población". (Todo esto, mientras que
    alega que un supuesto pogromo arrasaba toda la isla en contra de
    los hombres homosexuales).

    "Creo", escribió Arenas, "que la revolución
    sexual en realidad fue el resultado de la represión sexual
    existente". Puesto que este dato muy valioso sugiere un interés político de
    Arenas, está equivocado desde cualquier óptica.

     

    EMANCIPACIÓN DE LA
    MUJER

    La revolución sexual en Cuba comenzó con la
    lucha por emancipar a la mujer de siglos de opresión,
    explotación y atraso, forjado por el colonialismo y la
    dependencia del país de la metrópolis imperialista. El
    paso decisivo de este proceso fueron los esfuerzos por incorporar
    a las mujeres en actividades económicas productivas. La
    ocupación de la mujer antes de 1959 fue principalmente como
    campesinas superexplotadas o en la servidumbre doméstica o
    en los burdeles o las casas de juego que eran propiedades de
    inversionistas estadounidenses y de la mafia. Al forjar la
    independencia económica
    para las mujeres, se empezó a liberarlas del matrimonio obligatorio y de su
    aislamiento y opresión en el hogar, centro de su trabajo
    "gratuito".

    En este contexto, el nuevo gobierno abolió el
    mercado del sexo, cerró los
    prostíbulos e inauguró un programa especial para educar
    y entrenar a las prostitutas cubanas para que tuvieran un
    empleo efectivo. Prohibió
    la pornografía, ley que se mantiene hasta hoy día. El
    divorcio pasó a ser un procedimiento sencillo para
    obtener y el control de la natalidad, como
    otros medicamentos, pasó a ser gratuito. Cada vez mas, los
    matrimonios informales pasaron a ser paralelos a los matrimonios
    civiles, y los hijos de esas uniones—o los hijos de padres
    solteros— recibían un trato equiparado del gobierno.
    En la actualidad en Cuba no existen niños "bastardos". Este
    concepto reaccionario fue reemplazado con la responsabilidad social sobre el
    cuidado de los niños, además de crear condiciones y la
    conciencia que eliminó la
    definición de mujer, esposa y niño como propiedad de
    los hombres.

    La creciente confianza que las mujeres cubanas tienen de
    sí mismas se manifiesta en las misiones internacionalistas:
    desde la alfabetización en las montañas de Nicaragua
    frente a las amenazas de los contras, hasta la participación
    en combates en Sudáfrica contra las tropas del apartheid.
    Hoy, más de la mitad de los 1.1 millones de miembros de las
    Milicias Territoriales, las fuerzas de defensa nacional de Cuba,
    son mujeres. Indiscutiblemente, los antiguos estereotipos y
    estructuras sexuales y de
    género han sucumbido ante
    estos progresos revolucionarios. Es más, han menguado las
    expresiones de violencia contra la mujer,
    basadas en miles de años de opresión, tales como son
    las violaciones y abusos físicos, las cuales han declinado
    cualitativamente y son dramáticamente más bajas que en
    cualquier otro lugar del mundo.

    La batalla por la igualdad de la mujer está
    respaldada por la revolución y se lucha en el contexto de
    forjar una nueva ética de solidaridad humana en la construcción de una
    sociedad libre. Da un enfoque más agudo al objetivo de la lucha que
    comenzó en las montañas de la Sierra Maestra: crear
    nuevos hombres y mujeres que se transforman en la acción de
    liberar a su país y a ellos mismos. Estos esfuerzos
    permanentes han integrado como socios insustituibles a la ciencia
    y la educación en la lucha
    para confrontar y vencer los prejuicios, que incluyen cuestiones
    sexuales.

    En su lucha por la igualdad, las mujeres cubanas y sus
    aliados, inicial e inevitablemente tuvieron que afrontar resistencia en una gama de
    cuestiones como empleos en trabajos tradicionalmente reservados
    para hombres y la "doble carga" del trabajo doméstico y el
    empleo, y además en el ámbito de la libertad sexual.
    "La participación de la mujer en la revolución fue una
    revolución dentro de la revolución", dijo Fidel Castro
    en una reunión de la dirigencia de la Federación de
    Mujeres Cubanas en 1966, "y si nos preguntaran cuál es la
    cosa más revolucionaria que la revolución está
    haciendo, diríamos que es precisamente esto, la
    revolución que está ocurriendo entre las mujeres de
    nuestro país".

    En el transcurso de dicha movilización
    política y lucha, se han creado nuevos valores a medida que la
    sociedad se ha transformado, la cual es una meta establecida por
    la dirigencia central de la revolución.

    Esto ha generado una moralidad que va mucho
    más allá de la "ética" que rige las relaciones humanas en
    cualquier otro país. Los logros que plasman estos principios centrales forman el
    marco para la expansión de los derechos homosexuales.
    (Muchos de los desafíos que las mujeres emprendieron y
    vencieron en esta temprana etapa de la nueva sociedad están
    documentados en Las Mujeres y la Revolución Cubana, una
    colección hecha por Elizabeth Stone en la que incluye
    importantes discursos y documentos; y
    Mujeres Cubanas Ahora, de Margaret Randall, que narra una serie
    de experiencias personales y luchas políticas de mujeres.)
    Ciertamente, la batalla por la emancipación de las mujeres
    no está precisamente terminada. Pero se la está
    librando con un pueblo con una conciencia política más
    avanzada y en un estado de derechos más elevado que en
    cualquier otro país del mundo.

     

    PROMISCUIDAD O LA
    AUTOESTIMA

    Para Arenas, la lucha por la liberación de la mujer
    no existió. Un sinnúmero de encuentros sexuales (en su
    caso, entre hombres) —la cantidad siendo el único
    criterio— es una versión compartida por muchos
    autoproclamados defensores de la "revolución sexual". Esta
    definición ha servido solamente para vaciar el concepto de
    su esencia histórica y cuajar su contenido social y
    revolucionario en una búsqueda sin pausa por la
    satisfacción sexual individual, como el objetivo central de
    la vida. No hay nada progresista acerca de esto. Es la respuesta
    pornográfica a la represión sexual que deshumaniza
    ambos géneros, independientemente de la orientación
    sexual. Contrariamente al axioma de auto indulgencia del poeta
    William Blake, el "camino de los excesos" no "conduce al palacio
    de la sabiduría". Las consecuencias de este tipo de
    creencias están documentadas en el innovador libro sobre la
    pandemia del SIDA llamado Y la Banda
    Continúa Tocando [And the Band Played On], por Randy
    Shilts.

    El credo sexual de Arenas era lo contrario a lo que la
    revolución quería inculcar en los hombres y mujeres
    libres quienes han descubierto sus talentos y capacidades como
    respuesta a los complicados desafíos: autoestima. La liberación
    sexual humana emancipada de los grilletes de normas represivas,
    requiere de un punto de partida tan digno como para negar los
    fetichismos alienantes y abusivos que definen el sexo y la
    sexualidad.

     

    LOS ORÍGENES DE LA
    IDEOLOGÍA SEXISTA

    La ideología patriarcal,
    producto milenario, tuvo como
    su génesis el triunfo de los hombres sobre las mujeres en la
    batalla por el excedente de la producción social. Esta
    histórica derrota del matriarcado puso a la familia en el centro del
    ascenso de la propiedad privada y el estado, como lo describe
    Federico Engels en Los Orígenes de la Propiedad Privada, la
    Familia y el Estado.

    "Lo que podemos suponer actualmente sobre la
    regulación de las relaciones sexuales
    después de la inminente desaparición de la
    producción capitalista es, principalmente, de carácter
    negativo, limitado mayormente a lo que desaparecerá",
    escribió Engels. "¿Pero qué se añadirá?
    Esto será decidido por el desarrollo de una nueva
    generación: una generación de hombres que nunca en su
    vida tuvieron la ocasión de comprar la entrega de una mujer
    ya sea con dinero o con otros medios de poder social; y de
    mujeres que nunca se han visto obligadas a entregarse a
    ningún hombre sin otra
    consideración que no sea amor verdadero, o de no
    entregarse a su amado por miedo a consecuencias económicas.
    Una vez que estas personas aparezcan, no tendrán que
    preocuparse por las cosas que nosotros creemos que deben hacer.
    Ellos establecerán su propia práctica y su propia
    opinión pública, de
    acuerdo a eso, con la práctica individual de cada uno y ese
    es el fin de esto".

    La obligación económica de casarse, la
    subordinación de la mujer al aislamiento de las
    monótonas labores domésticas no remuneradas y deberes
    "maternos", y el domino sobre ellas por el patriarca, son las
    bases materiales de la
    ideología sexual que las oprime, una ideología que
    necesariamente coloca a la homosexualidad más allá de
    lo intolerable. La ideología en contra de los
    homosexuales—basada en el dogma religioso, en una ciencia
    falsa, o ambos—sirve para reforzar el papel procreador de
    la mujer. La represión, las presiones sociales, violencia, y
    hasta tortura, se utilizan para imponer dicha ideología.
    Supuestamente para defender la "civilización" —es
    decir— para mantener las normas culturales opresivas de la
    sociedad burguesa.

    En épocas de crisis del capitalismo, esta
    ideología reaccionaria necesita de un chivo expiatorio
    homosexual, así lo hacen las organizaciones ultra derechistas
    y fascistas al atacar al homosexualismo como una fuente de crisis
    social, a pesar de que su verdadero blanco es la clase
    trabajadora y su cohesión. Así, en Estados Unidos, el
    fanatismo anti homosexual fue un elemento clave de la plataforma
    de "primero América" del ultra derechista y candidato a la
    presidencia, Patrick Buchanan, por parte del Partido de la
    Reforma. Buchanan es un destacado enemigo del derecho al aborto,
    la acción afirmativa y los "extranjeros
    ilegales".

    El carácter emancipador de "la revolución
    sexual" se determina en la medida que entendemos y afrontamos
    estos temas, ya que inevitablemente es producto de luchas
    más amplias, de luchas revolucionarias más decisivas
    para derrocar al capitalismo y comenzar con la construcción
    del socialismo.

     

    ARENAS
    REINVENTADO

    En una reseña publicada en el periódico español El País, sobre
    el libro Antes que Anochezca (Autobiografía), el escritor
    cubano anticomunista Guillermo Cabrera Infante, apunta
    elogiosamente: "Hay tres pasiones que rigieron la vida y la muerte de Reinaldo Arenas:
    la literatura (no como un juego,
    sino como un fuego que consume), el sexo pasivo, y la actividad
    política. De las tres, la pasión dominante fue
    evidentemente, el sexo. No sólo en su vida, sino
    también en su trabajo. Fue un cronista de un país ya no
    regido por el impotente Fidel Castro, pero por el sexo.
    Vivió una vida que comenzó y terminó efectivamente
    en lo mismo: desde el principio un largo, continuo acto sexual".
    Como otras personas que han renegado a Cuba, Cabrera Infante se
    obsesiona con la figura de Castro para negar la base popular de
    la revolución, sin la cual Fidel y la dirigencia de la cual
    es parte, hubieran sido derrocados hace muchísimo tiempo.
    Entrevistado en Conducta Impropia, Cabrera Infante afirmó
    que el trato que en Cuba se le dio a los homosexuales era similar
    a la exterminación Nazi de los judíos en
    Auschwitz.

    Aunque Arenas se deleitaba de su destreza y avaricia
    sexual, Schnabel, sabiendo que actualmente esa promiscuidad es
    mal vista, por arte de magia sanea la vida de Arenas. El director
    restaura los frenéticos actos sexuales anónimos como
    algo dulce, la lujuria mohína matizada con una inocencia
    campestre.

     

    ARENAS COMO
    ESCRITOR

    En 1967 fue publicada la novela de Arenas, Celestino
    antes del Alba (Singing from the Well),
    que fue premiada en 1963 y aún se consigue en Cuba. Su
    trabajo fue bien recibido por Alejo Carpentier, una figura clave
    en la emergente escuela del realismo mágico, cuyo
    trabajo influyó en la obra de Gabriel García Márquez. Pero a
    diferencia de Carpentier, Arenas tomó una trayectoria que lo
    puso en un camino de enfrentamiento no sólo con las
    políticas erróneas en el nombre de la revolución,
    sino con la lucha del pueblo cubano por su liberación, la
    cual encontraría solución a tales prácticas. Si
    Arenas hubiera sido capaz de ceñirse a este complejo
    proceso, su talento —que se expone en trabajos vibrantes
    como La Vieja Rosa, el cual evoca de alguna manera al joven
    García Márquez y el novelista extraordinario
    portugués José Saramago— quizás se hubiera
    inoculado del debilitante veneno de la obsesiva amargura que
    definió y deformó sus últimos trabajos. Es solo
    años después de su muerte y con la promoción de la nueva
    película que él ha sido "redescubierto" por los
    críticos sofisticados del imperio como un "gran escritor".
    Casi todos sus libros fueron publicados de
    nuevo este año, gracias a la función que tiene el autor:
    enemigo "culto", gay y por lo tanto muy útil en la
    campaña implacable de Washington en contra de la
    revolución cubana. Pero en su vida real nunca fue capaz de
    darse cuenta, como lo hizo el joven cubano que trabajó en el
    campamento de UMAP y que explicó a Ernesto Cardenal que "la
    revolución y UMAP eran seprables. Y dijimos: no nos iremos
    de Cuba, para hacer que esto malo no sea malo."

     

    EJEMPLOS DE RESISTENCIA Y
    RENUNCIA

    La vida y el lugar de José Lezama Lima, autor de lo
    que se considera la mejor novela cubana, Paradiso
    —quien fue atacado en los 1960 por diversos críticos
    de pacotilla por ser "disidente" y por el tema homosexual
    implícito de su lírica— también representa
    una alternativa a Arenas, a pesar que la película trata de
    pintarlo como un enemigo cosmopolita de la revolución.
    Lezama Lima, que era homosexual, defendió al gobierno cubano
    y a Fidel Castro en conversación con Ernesto Cardenal en
    1970, cuando decía que no era un "animal político".
    Lezama Lima permaneció en La Habana hasta su muerte. Un
    miembro joven del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba me
    dijo el año pasado que él, como otros estudiantes de
    literatura cubana, había
    leído la exuberante y extraordinaria novela de Lezama Lima
    en la secundaria."Es mi novela favorita", me dijo. Recientement,
    se ha publicado una nueva edición de
    Paradiso.

    "Paradiso nunca ha sido censurada", dijo el cineasta
    cubano Tomás Gutiérrez Alea a la revista Cineaste en
    1995. "Lo que pasó fue que después de la
    publicación del libro, toda la impresión fue retirada
    por tener un pasaje en uno de sus capítulos con referencias
    al homosexualismo. Esta acción represiva fue idiótica.
    Sin embargo, más tarde, el libro circuló
    libremente".

    Pablo Armando Fernández, quien "confesó" su
    supuesta debilidad ideológica con relación al caso del
    poeta Heberto Padilla, ya mencionado, y que por un tiempo no pudo
    publicar su poesía
    —aprendió la industria de imprenta para
    sobrevivir— también rechazó la tentación de
    abandonar su país. Ahora ha recibido los mejores premios
    nacionales de poesía y defiende la soberanía de Cuba en
    presentaciones y lectura de sus poemas en sus viajes a Estados
    Unidos.

    Mientras tanto, Padilla emigró a los Estados Unidos
    en 1979 y se convirtió en mercancía arrendada de los
    propagandistas anticubanos. Esto, incluyó su
    colaboración en Conducta Impropia. En esa película,
    Padilla se expuso al ridículo bochornoso al decir que "la
    dirigencia cubana", mientras perseguía a "hombres
    homosexuales" evitaba hostilidad contra las lesbianas porque
    éstas les "excitaban. Nada excita más a la mente cubana
    primitiva que dos mujeres en la cama".

     

    IDENTIFICACIÓN Y
    ANÁLISIS DE ERRORES

    No obstante la partida de Padilla y su posterior
    evolución hacia la derecha, su maltrato —y los
    maltratos que recibieron otros intelectuales y
    artistas— fueron condenados por los líderes cubanos.
    Abel Prieto, presidente de la UNEAC y el miembro más joven
    del Buró Político del PCC dijo en una entrevista a la
    revista contrapunto, a mediados de 1990: "Estoy seguro que el caso de Padilla fue
    un error" y se refirió al exiliado como "un buen
    poeta".

    "La famosa autocrítica de Padilla fue una trampa
    ridícula en la cayeron los compañeros que participaron
    en eso. Gente muy valiente, revolucionaria e intelectual creyeron
    en esos operativos y autocrítica", dijo Prieto.
    Refiriéndose al documental que se hizo en esa época
    aclamando las confesiones de Padilla, Prieto dijo que la
    película "Es muy triste, porque se asemeja a una caricatura
    de los procesos en Moscú". El uso de caricatura, es la
    palabra clave. Después de todo, si hubiera existido en La
    Habana un verdadero régimen "estilo Moscú", hoy Cuba
    sería como una Bulgaria tropical y la historia sería
    muy diferente, dejando a los pueblos del mundo en una
    posición mucho más difícil.

    Prieto agregó que el documental, en realidad, fue
    una expresión de "bufonería". No fue una historia de
    los acontecimientos impuestos por un estrato
    burocrático endurecido que tenía el propósito de
    expulsar a la clase trabajadora del ámbito político
    para asegurar, mediante el abandono de la práctica de la
    solidaridad internacional, su cómoda existencia.

    Precisamente porque Cuba nunca fue un "satélite" de
    la URSS —para el eterno pesar de Washington— su
    dirigencia fue capaz de encabezar una lucha para adrizar la
    revolución cuando se iba a la deriva y ponerla sobre el
    rumbo original. Estos avances políticos en Cuba hacen
    posible comprender que el asunto de Padilla se dio, como Prieto
    indicó en contrapunto en "un clima de miopía o de
    delirio". Abel Prieto es el actual Ministro de Cultura de
    Cuba.

    Antes que Anochezca utiliza una voz superpuesta
    —que hace creer a la audiencia que es la de Fidel
    Castro— para justificar previos maltratos. El narrador no
    identificado entona las palabras de un discurso de Castro frente
    a los intelectuales cubanos en aquel tiempo, "dentro de la
    revolución, todo; fuera de la revolución, nada". De
    hecho, lo que el líder cubano dijo fue
    sustancialmente diferente: "contra la revolución,
    nada".

    Precisamente cómo aplicar lo anterior siempre ha
    sido un tema de constante elaboración, práctica y
    debate: todo en un ambiente incesante de
    implacable hostilidad de Estados Unidos, que ha aumentado en los
    años 90.

     

    PASOS HACIA
    ATRÁS

    En 1970, tres años después del asesinato de
    Che Guevara en Bolivia y el posterior declive
    del movimiento revolucionario en América Latina, la dirección central cubana
    no pudo movilizar a la población en el grado suficiente para
    cumplir con la meta de cosechar 10 millones
    de toneladas de azúcar, la cual a la larga resultó ser
    utópica. Este revés para el régimen revolucionario
    cambió la correlación de las fuerzas políticas en
    contra de aquellas dirigidas por Fidel Castro a favor de una
    integración económica
    más profunda con Moscú. Esta decisión, y la
    política y cultura concomitantes a esta relación,
    trajeron consecuencias inesperadas. A partir de entonces, Cuba
    dejó a un lado su plan de lograr la autosuficiencia en la
    producción de alimentos a favor de integrarse
    al Consejo de Ayuda Mutua Económica, que federaba los planes
    económicos de la URSS y los países del Tratado de
    Varsovia.

    Este fue el trasfondo del I Congreso Nacional de
    Educación y Cultura
    realizado en 1971, y no el arresto coincidental de Heberto
    Padilla. Fuera de Cuba, ese arresto fue criticado por figuras
    leales a Cuba, tales como Carlos Fuentes, Gabriel García
    Márquez y Jean Paul Sartre. Ellos se distinguieron
    de otros escritores e intelectuales quienes aprovecharon la
    injusticia del momento para romper relaciones con la
    revolución.

    En su más flagrante resolución, el congreso
    declaró: "El carácter sociopatológico de las
    desviaciones homosexuales ha sido reconocido. Se resolvió
    que todas las manifestaciones de desviación homosexuales
    serán firmemente rechazadas y se evitará su
    propagación". Esta proclamación dio impulso para negar
    empleos a los homosexuales en cualquier institución que
    influyera en la juventud. Así mismo, el congreso
    declaró que los homosexuales no deberían "representar a
    Cuba" fuera del país.

    Esta campaña estimuló protestas en Cuba de
    artistas, escritores y otros, así como de partidarios de
    Cuba en el exterior con impecables credenciales revolucionarias.
    Joseph Hansen, líder veterano del Partido Socialista de los
    Trabajadores, quien desde los primeros días de la
    revolución informó con gran esmero acerca del
    desarrollo de este proceso y ayudó a obtener apoyo para la
    revolución, comentó en 1978, en la introducción a una
    colección de sus artículos que "la ridiculización
    de los homosexuales" era una "mal indicio" de problemas más
    profundos, pero no insuperables. Su libro se titula Dinámica de la
    Revolución Cubana: una Perspectiva Marxista.

    Caminando por La Habana un día muy caluroso en
    agosto de 1980, para refrescarme entré en el vestíbulo,
    con aire acondicionado, de la
    Embajada Checa. Cuando entré vi un anuncio que decía
    "Desviacionismo Ideológico", una escalofriante
    formulación hecha por la burocracia soviética y su
    norma de amalgamar, estigmatizar y prohibir su galaxia de
    enemigos, tanto reales como imaginarios. Allí, en una
    vitrina de cristal, estaba la prueba de cargo, proporcionada por
    el Ministerio del Interior de Cuba: una copia de La
    Revolución Traicionada por Leon Trotsky; una revista de la
    liberación de gays y erotismo homosexual y un folleto
    Zionista. A pesar de la agradable temperatura la sala estaba
    desocupada.

    Afuera, muchos cubanos se preocupaban por las repetidas
    amenazas de Moscú en contra del movimiento sindical polaco
    Solidaridad. "Estamos en contra de la intervención", me
    dijeron muchos de ellos, preocupados de las represalias de EEUU a
    dicha situación.

     

    LA TRAYECTORIA DE
    ARENAS

    La segunda novela de Arenas, a pesar de haber recibido
    una mención por méritos por la UNEAC, fue rechazada
    para la publicación hasta que fueran borradas las
    referencias a la homosexualidad. Arenas lo rechazó y
    comenzó a sacar clandestinamente sus libros fuera de Cuba.
    Fue arrestado en 1973 por abuso sexual de menores, cargo
    que él rechazó. Este hecho esta retratado en la
    película como una trampa al casto Arenas, sin ningún
    fundamento. Sin embargo, en sus memorias Arenas escribió
    sobre la ocasión en que él y un amigo "tuvieron sexo en
    un manglar con algunos muchachos jóvenes".

    Fue encarcelado pero se escapó, convirtiéndose
    en un fugitivo.

    Debido a las crecientes proclamas contrarrevolucionarias
    de Arenas y a sus contactos con embajadas extranjeras con el
    propósito de enviar sus escritos fuera del país,
    hicieron que el gobierno cubano lo declarara agente de la
    inteligencia
    norteamericana.

    Es capturado nuevamente. Su encarcelamiento aparece en
    la película, en una escena imaginada por Hieronymus Bosch.
    Arenas firma una humillante confesión y gracias al poder
    persuasivo de Johnny Depp, queda libre. Luego, la película
    se adelanta rápidamente y muestra su vida como un ocupante
    ilegal junto a otros cubanos descontentos hasta el año 1980,
    en que parte junto a los 125,000 ciudadanos por el puerto de
    Mariel. (En la promoción más reciente de la
    película se repiten las calumnias en contra de la
    política de Cuba durante el "éxodo del Mariel". Antes
    que Anochezca no reconoce lo que Washington hizo para promover la
    inmigración y a la vez
    denegarla, algo que produjo más tensiones en la isla.
    Mientras 125,000 cubanos abandonaron el país, más que
    cinco millones marcharon en una muestra de lealtad a la
    revolución, una movilización nacional histórica
    que no existe en la película.)

    Los próximos 10 años de la vida de Arenas se
    condensan en pocos momentos en la película.

    La llegada de Arenas, y sus experiencias en Miami
    —mencionadas brevemente en su libro— están
    completamente ausentes en la película. Esto era,
    quizás, porque creía que esa ciudad era "una caricatura
    de Cuba, lo peor de Cuba", debido a su arrogancia extremadamente
    machista. Para "el infierno" que era Cuba, anunció que Miami
    era "el purgatorio", una proclamación que, sumada a su
    abierta homosexualidad, no lo congració mucho con los
    organizadores de la ultraderecha en el sur de la Florida. Arenas
    utilizó esta tensión para perpetuar el mito que él no era ni de
    "izquierda" ni de "derecha", como si su preferencia sexual le
    permitiera trascender un juicio basado en el contenido
    político de sus actos.

    Cuando se mudó a la ciudad de Nueva York, Arenas se
    convirtió en un organizador de acciones en contra de la
    revolución cubana. Incluyendo su propia gira de
    conferencias, la colaboración con Néstor Almendros en
    la producción de Conducta Impropia y las campañas de
    petición para denunciar a la "dictadura de Castro". Todos
    estos proyectos, descritos con gusto en
    sus memorias, son suprimidos de la película.

    En 1984, su cuento La Estrella que
    más Brilla, apareció en inglés. Está
    dedicada a su amigo Nelson Rodríguez Leyva, quien en 1971
    detonó una granada de mano en el fallido atentado de
    secuestrar un avión de Cubana de Aviación a los Estados
    Unidos. Éste fue capturado, enjuiciado y ejecutado más
    tarde. Arenas aplaudió este acto armado. "A menudo pienso en
    ese momento cuando, granada en mano, volando sobre la isla con
    sus campos de concentración y cárceles, Nelson, en el
    aire, al fin libre, quizá
    por primera vez en su corta vida".

     

    FINAL
    TRÁGICO

    Arenas mira brevemente la última década de su
    vida en los Estados Unidos, una triste reconstrucción de su
    vida en Cuba: anónimas e innumerables relaciones sexuales,
    encuentros imaginarios con "brujas", diatribas monomaníacas
    contra Fidel Castro y un interminable desdén por las figuras
    literarias —sus rivales más famosos— que
    defendían a Cuba. Carlos Fuentes, vitupera, se comporta
    "como una computadora… el extremo
    opuesto de lo que consideraría ser un verdadero escritor".
    Eduardo Galeano es "un hombre de paja de Fidel Castro". Gabriel
    García Márquez es "un oportunista de nacimiento. Su
    trabajo, no sin méritos, está saturado de populismo barato".

    Sobre todo, Arenas se convirtió en una persona
    políticamente paranoica, viendo a lo que llamó "agentes
    castristas" en todas partes. La raíz de esta fobia no era su
    presencia, sino el hecho de que Arenas encontraba frecuentemente
    a defensores de Cuba en sus charlas. En vista a sus respuestas,
    se imaginó que recibía "amenazas de muerte de la
    Seguridad de Estado de Cuba" y
    alegó que hasta era objeto de atentados para asesinarlo,
    robos y allanamientos secretos de su casa.

    Nada de esto, con excepción de una rápida
    referencia a la vida sexual de Arenas, se encuentra en la
    película. La película se disuelve rápidamente en
    la trágica soledad de su muerte, haciendo amplio uso de una
    licencia cinematográfica con el guión para efectos
    dramáticos. Lo desalojan de un apartamento. Debilitado por
    el SIDA, fue hospitalizado,
    pero por falta de seguro médico, le dan de alta y regresa
    enjuto a su nueva morada. Sin duda, esta es una condena de la
    vida infrahumana en Estados Unidos, y sirve para proteger la
    credibilidad de la película y sus credenciales liberales.
    Estos "sufrimientos del exilio" escribió Arenas en su
    "carta de despedida", junto con
    "las enfermedades que haya podido
    contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de
    haber vivido libre en mi país".

    Arenas se suicidó. Pero el director Schnabel,
    aparentemente en un intento de buscar una cuota extra de
    simpatía, reconstruye el suicidio como un acto de eutanasia a manos de su amigo
    cercano Lázaro Gómez.

    La predicción de Arenas desde su lecho de muerte en
    1990 de que Cuba "será libre" —hizo eco a las
    embriagadas esperanzas de todos los reaccionarios
    cubanoamericanos: celebrar la primera navidad pos soviética en
    La Habana— demostró ser tan hueca al igual como su
    vida trágica ya en sus postrimerías.

    En 1975, la Corte Suprema Cubana invalidó la
    Resolución Número 3 del Consejo de Cultura, antecesor
    del Ministerio de Cultura. Esta ley había sido utilizada
    para implantar las declaraciones contra los homosexuales del
    Congreso Cultural de 1971, acordando "parámetros" que
    limitaban el empleo de los homosexuales en el arte y la
    educación.

    En 1975, después de extenso debate y discusión
    popular, Cuba adoptó su Código de la Familia.
    Entre otros grandes cambios, ratificó la igualdad entre
    hombres y mujeres para el cuidado de los niños y otras
    responsabilidades, institucionalizando aun más la igualdad
    de la mujer como una meta de la nueva sociedad.

    En 1979 el nuevo Código Penal despenalizó la
    homosexualidad.

    En 1981, el libro En Defensa del Amor, escrito por la
    doctora Sigfried Schnabl, se convirtió en el libro más
    vendido en Cuba, debido a su tratamiento franco y honesto de la
    sexualidad humana. "La homosexualidad", Schnabl escribió, no
    es una enfermedad, sino una variante de la sexualidad
    humana".

    "No hay normas morales o sentimientos
    ‘naturales’ inherentes en la humanidad",
    explicó. "La sola inclinación natural es el deseo
    sexual en sí; las costumbres específicas con que las
    personas satisfacen sus deseos y todo lo que ocurre entre los
    sexos es producto de una cultura específica". Así, el
    legado del fanatismo o la intolerancia contra la homosexualidad
    en la cultura de la Cuba revolucionaria debe ser rechazado.
    "Sería erróneo descalificar a un homosexual [o
    lesbiana] por su preferencia sexual o interpretar la
    homosexualidad como una debilidad de carácter, algo que
    desgraciadamente muchas personas hacen, por ignorancia, falta de
    entendimiento y prejuicio".

    Al poco tiempo de esto, el Ministerio de Cultura de Cuba
    publicó el popular libro de Schnabl, titulado El Hombre y la
    Mujer en la Intimidad, en el que se dedica un capítulo
    entero a la homosexualidad. El libro apareció por primera
    vez en 1979. Enumera y rechaza toda una serie de supersticiones
    que supuestamente explican el origen de la homosexualidad. "Todas
    estas ‘teorías’, que hasta
    muy recientemente apoyaban ciertos especialistas", Schnabl
    escribió, "no tienen ni el más mínimo fundamento
    científico".

     

    CONTRA LA DISCRIMINACIÓN
    HOMOSEXUAL

    Los homosexuales no "sufren de homosexualidad", explica
    Schnabl, "más bien, de las dificultades que resultan de su
    condición en la vida social", eso es, prejuicio en contra
    del homosexual. Explícitamente ella se opone, en este libro
    publicado por el gobierno, a todas las sanciones en contra de los
    homosexuales.

    Lo que las personas adultas hacen en privado, de mutuo
    acuerdo, no viola la calidad moral de la sociedad y,
    por tal razón, no hay necesidad de tomar acciones en su
    contra. Los homosexuales, como el resto de ciudadanos, merecen
    consideración y reconocimiento por sus logros, objetivos y conducta", declara
    Schnabl.

    Citando estos y otros pasajes en una respuesta a
    Conducta Impropia, Tomás Gutiérrez Alea, comentó
    en Granma, el periódico del Partido
    Comunista de Cuba: "Esto no quiere decir que la publicación
    de tan solo un libro, aunque sea muy ‘oficial’,
    significaría automáticamente que un fenómeno
    social profundamente arraigado en los siglos de nuestro pasado
    católico y español, desaparecerá
    automáticamente. Sin embargo, tal libro, donde entre otras
    cosas, aparece el criterio más actualizado sobre la
    homosexualidad, es sin duda un valioso instrumento que el estado
    cubano pone a disposición de aquellos que deseen hacer suya
    la causa de los que son discriminados, marginalizados y que se
    les hace sufrir opresión y prejuicio de cualquier
    tipo".

    El reproche de Gutiérrez a Almendros por haber
    falsificado conscientemente en su "documental" la duración y
    el carácter de la UMAP, puede aplicar a Schnabel. "Almendros
    conoce muy bien que las mentiras más infames pueden ser
    fabricadas de verdades a media", escribió Gutiérrez.
    "Él conoce por ejemplo, que la UMAP, los campamentos de
    trabajo donde muchos homosexuales fueron llevados para pasar el
    servicio militar, fueron un
    error y acabaron en un escándalo que afortunadamente
    terminó con la desaparición de éstos y con una
    política de rectificación". El Village Voice y The
    Militant reimprimieron el artículo del legendario director
    cubano, poco después de su publicación en
    Cuba.

     

    RECTIFICACIÓN

    En 1986, dirigido por Fidel Castro, el Partido Comunista
    Cubano realizó un profundo proceso de crítica, debate y
    discusión, cuyo objetivo era revisar la política económica y
    modo de organización laboral orientado hacia la
    Unión Soviética. Los valores revolucionarios
    cubanos habían sido corroídos tan por la burocracia, la
    corrupción y la inercia
    generada por esos métodos, que la
    revolución había comenzado a "salirse de su curso",
    explico Castro. El propio partido, dijo Castro al Comité
    Central, había empezado a "echarse a perder".

    Efectivamente, esta profunda campaña de
    "rectificación de errores y tendencias negativas" se
    convirtió, como declaró el líder cubano, en "una
    revolución dentro de la revolución". Su objetivo no
    "era solamente rectificar los errores cometidos en los
    últimos 10 años" reiteró Castro, "o errores
    cometidos a través de toda la historia de la
    revolución, sino que rectificación está
    encontrando la manera de resolver errores que vienen desde hace
    cientos de años". (Dos discursos cruciales sobre el proceso
    de rectificación de errores se publicaron en la revista New
    International [410 West St., New York, N.Y.10014].)

    El alcance de este proyecto sin precedentes
    —especialmente el momento en que los revolucionarios
    cubanos lo adoptaron— abrió numerosos temas para
    debatirlos, desde los métodos económicos que sacaron de
    su curso al país, hasta políticas en la cultura, las
    artes y las relaciones sociales.

    Uno de los resultados fue darse cuenta que, no obstante
    el uso de Estados Unidos de la inmigración como un arma en
    contra de una Cuba bloqueada, las migraciones más recientes
    como las del Mariel, incluyeron a miles de ciudadanos
    —algunos de ellos homosexuales— que habían sido
    enajenados y maltratados por las prácticas erróneas
    llevadas a cabo en nombre de la revolución.

    Hace más de una década entrevisté a un
    joven obrero cubano, conocido por sus compañeros de la
    fábrica como un homosexual, que salió de Cuba por
    Mariel "por la aventura", dijo. Carlos, empezó
    rápidamente a darse cuenta lo que había dejado
    atrás. Vivió experiencias que eventualmente le hicieron
    comunicarse con la Brigada Antonio Maceo, un grupo, en Miami y Nueva
    Jersey, de cubanos, de nuevas generaciones que están a favor
    de la revolución. Regresó a Cuba de visita cuando el
    proceso de rectificación estaba en pleno brío y
    visitó la fábrica donde solía trabajar para
    dirigirse a una asamblea de 700 compañeros de trabajo.
    Mientras caminaba hacia la tribuna, los obreros se levantaron en
    una gran ovación.

     

    DESAPARICIÓN DE
    TABÚES

    Una consecuencia de la calamidad económica que
    sacudió a Cuba cuando la URSS y sus aliados se derrumbaron,
    y con ellos el 85 por ciento del comercio de la isla, fue la
    desaparición del aglutinante que mantenía aferrado al
    orgáno político de la revolución cubana, las
    influencias socioculturales de la Unión Soviética:
    cánones soviéticos "ortodoxos" y "realismo socialista"
    que siempre fueron ajenos al espíritu rebelde de la
    revolución y su dirigencia central. Ahora, cuestionamientos
    históricos y debates; personalidades políticas e
    intelectuales una vez consideradas prohibidas; o "teorías"
    una vez consideradas sagradas o restringidas por la "autocensura"
    se hicieron accesibles y abiertas a cuestionamiento, investigación y
    crítica. Este proceso viviente todavía no
    acaba.

    En 1987, una nueva orden policial prohibió el acoso
    de personas debido a su apariencia o manera de vestir, lo cual se
    hacía amparándose en estatutos en contra de la conducta
    "ostentosa".

    En 1988, Fidel dijo en una entrevista en la televisión de Galicia,
    España, que "una cierta
    rigidez" había gobernado las actitudes sobre los
    homosexuales. Mientras que "Dios necesitó siete días
    para hacer el mundo", explico, "tienen que comprender que para
    rehacer este mundo, para destruir un mundo como este que hemos
    tenido aquí y para hacer uno nuevo, no había mucha
    luz, había mucha
    oscuridad al principio y mucha confusión sobre una serie de
    problemas. Nuestra sociedad, nuestro gobierno, nuestro
    partido[ahora] tiene ideas más claras, más sabias e
    inteligentes sobre muchos de estos problemas. Debido a que
    podemos cometer errores, obsesivamente seguimos la idea de que lo
    que es justo, correcto y mejor para el pueblo, y lo que es
    más humano para nuestro pueblo y nuestra sociedad. Sin
    embargo, la meta no es fácil… Creo que cada vez nos
    acercamos más al criterio correcto para construir el mundo
    que queremos. De todos modos, creo que aún tenemos muchas
    faltas y que futuras
    generaciones tendrán que continuar perfeccionando este nuevo
    mundo".

    En 1992, en el congreso de la Unión de Jóvenes
    Comunistas, Vilma Espín, presidenta de la Federación de
    Mujeres Cubanas (FMC), y veterana dirigente del Partido
    Comunista, cuestionó a un psicólogo que en una
    presentación planteó puntos de vista prejuiciosos sobre
    el homosexualismo. Espín, de acuerdo a Sonja de Vries en
    Cuba Update, explicó que era necesario cambiar este tipo de
    ideas y no la orientación sexual de los homosexuales. "La
    opinión de esta tan respetada revolucionaria de tantos
    años es una expresión significante del cambio de ideas en la
    dirigencia cubana", dijo de Vries.

     

    FIDEL CASTRO HABLA SOBRE EL
    TEMA

    En 1992, Fidel Castro respondió a varias preguntas
    sobre cuestiones sexuales planteadas por el antiguo oficial del
    gobierno Sandinista de Nicaragua, Tomás Borge, en el libro
    Un Grano de Maíz. Este volumen, que abarca una serie de
    temas, fue publicado en La Habana. Como muchos libros en Cuba,
    este trabajó se agoto rápidamente y luego no se lo
    podía conseguir. Los comentarios de Castro son poco
    conocidos fuera de Cuba. Vale la pena citarlos
    extensamente.

    "Tú hablas de discriminación sexual", dijo el
    dirigente cubano a Borge, "te dije que nosotros hemos erradicado
    la discriminación sexual. Podría decir con más
    precisión que hemos hecho el máximo que puede hacer un
    gobierno, que puede hacer un Estado por erradicar la
    discriminación sexual de la mujer. Podríamos referirnos
    más bien a una lucha larga, que ha sido exitosa, y ha
    obtenido muchos resultados en el campo de la discriminación
    de la mujer. Pero eso no se puede afirmar de manera absoluta. Hay
    todavía machismo en nuestro pueblo, creo que en un nivel
    mucho más bajo que en cualquier otro pueblo de América
    Latina, pero hay machismo. Esto ha formado parte de la
    idiosincrasia de nuestro pueblo durante hace siglos y tiene
    muchos orígenes desde la influencia árabe en
    España hasta otras influencias de los propios
    españoles, porque nosotros el machismo lo obtuvimos de los
    conquistadores, como recibimos otros muchos malos
    hábitos.

    "Esa fue una herencia histórica, en
    algunos países, más que en otros, pero en ninguno se
    luchó más que en el nuestro, y creo que en ninguno se
    alcanzaron más éxitos tangibles y prácticos que en
    el nuestro. Esta es real, eso lo vemos, se ve todavía y,
    sobre todo, entre la juventud. Pero no podemos decir que haya
    habido una erradicación total, absoluta de la
    discriminación sexual, ni podemos bajar la guardia. Hay que
    continuar luchando en este sentido, porque es una herencia
    histórica, ancestral, contra la cual se ha luchado mucho; se
    ha avanzado y se han obtenido resultados, pero hay que seguir
    luchando.

    "No voy a negar que, en cierto momento, este cosa
    machista influyó también en un enfoque que se
    tenía hacia el homosexualismo. Yo personalmente
    —tú me estás preguntando mi opinión personal—, no sufro de este
    tipo de fobia contra los homosexuales. Realmente, en mi mente,
    esto nunca ha estado eso y jamás he sido partidario, ni he
    promovido, ni he apoyado políticas contra los homosexuales.
    Eso correspondió, yo diría, a una etapa determinada y
    está asociado mucho con esa herencia, con esa cosa del
    machismo. Trato de tener un argumento más humano y más
    científico del problema. Esto muchas veces se convierte en
    tragedia, porque hay que ver cómo piensan los padres;
    incluso hay padres que tienen un hijo homosexual y eso se
    convierte para ellos en tragedia, y uno no puede sentir sino pena
    porque una situación de ésas ocurra y se convierta
    también en una tragedia para el individuo.

    "No veo la homosexualidad como un fenómeno de
    degeneración, sino lo veo de otra forma. El enfoque que he
    tenido es de otro tipo: un enfoque más racional,
    considerándolo como tendencias y cosas naturales del ser
    humano que, sencillamente, hay que respetar. Esta es la
    filosofía con que veo estos problemas. Creo que más
    bien hay que tener consideración hacia una familia que sufre
    esas situaciones. Ojalá que las familias mismas tuvieran
    otra mentalidad, tuvieran otro enfoque cuando ocurre una
    circunstancia de esa naturaleza. Y soy absolutamente opuesto a
    toda forma de represión, de desprecio, de menosprecio o
    discriminación con relación a los homosexuales. Es lo
    que pienso".

    Borges le preguntó al líder cubano si un
    homosexual podía ser miembro del Partido Comunista de Cuba,
    y Castro respondió: "Te digo que ha habido bastantes
    prejuicios en torno a todo eso, es la verdad,
    es la realidad, no lo voy a negar, pero ha habido otros
    prejuicios de otro tipo contra los cuales nosotros más bien
    centramos nuestra lucha.

    "Había, por ejemplo, una forma diferente de juzgar
    la conducta personal del hombre y la mujer. Eso lo tuvimos
    durante anos en el Partido, y yo libré batallas y
    discutí mucho en torno a todo eso. Si se daba la infidelidad
    matrimonial por parte del hombre no constituía un problema,
    una preocupación, y en cambio se convertía en objeto de
    discusiones en núcleos cuando existía una infidelidad
    conyugal por parte de la mujer. Había una forma diferente de
    juzgar las relaciones sexuales de los hombres y las relaciones
    sexuales de las mujeres. Tuve que combatir duro, fortísmo,
    contra las profundas tendencias enraizadas que no eran producto
    de una prédica o de una doctrina elaborada sobre eso, o de
    una educación en ese sentido, sino todos estos conceptos
    machistas y prejuicios que existían en el seno de nuestra
    sociedad.

    "Por cierto, no te contesté la pregunta del amor
    libre. No tengo absolutamente ninguna objeción. No sé
    lo que tú entiendes por amor libre. Interpretándolo
    como la libertad de amar, yo no tengo ninguna
    objeción".

    Las palabras de Castro demuestran que ha habido avances
    y que todavía existen desafíos. Hoy cada vez son
    asumidos por las generaciones nuevas de revolucionarios cubanos,
    muchos de los cuales han sido influenciados y educados por la
    lucha por la liberación de la mujer, los derechos de los
    homosexuales y en oposición a la violencia contra los
    homosexuales en el mundo entero.

     

    PELÍCULAS REFLEJAN
    AVANCES

    El espíritu crítico y el impacto del proceso
    de rectificación y el debilitamiento de las influencias
    soviéticas después de los hechos de 1989-90, son el
    trasfondo para la producción de la película Fresa y
    Chocolate en 1993, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea.
    La amplia acogida y los debates que provocó, la convirtieron
    en un fenómeno político. Más de un millón de
    cubanos vieron la película, probablemente la película
    más vista de todos los tiempos en Cuba. Recibió
    numerosos premios de cine en Cuba y el
    extranjero.

    La película es una crítica a las miras
    estrechas, a los aspectos doctrinarios del Partido Comunista de
    Cuba y la Unión de Jóvenes Comunistas en los años
    70 y principios de los 80. Hace ver que la decisión de
    abandonar el país no es sólo por presión de Estados Unidos o
    debilidad personal, sino por el precio que pagó la
    revolución por las deficiencias y errores que ocurrieron
    bajo su bandera. Se menciona las injusticias de las UMAP, que
    raramente se habla. Los prejuicios contra los homosexuales son
    sometidos a una disección fulminante. La implicación
    clara de la película es que estas actitudes y acciones son
    contrarias al humanismo de la
    revolución. (La película se basa en la obra de teatro hecha en 1992, El lobo, el
    bosque y el hombre nuevo, y proviene de un
    relato breve escrito por Senel Paz.)

    Gutiérrez, cariñosamente conocido como
    Titón, explicó en una entrevista con Cineaste en 1995,
    que escogió 1979 como época de escenario para la
    película porque ese año representó "el fin de una
    etapa histórica, porque la salida por Mariel ocurrió en
    1980 y las cosas comenzaron a cambiar. El período antes de
    1979 fue además la época de más represión en
    contra los homosexuales".

    "En ciertas etapas" de la revolución, Titón
    explicó, "a los homosexuales se les había prohibido
    cierto tipo de empleos. Se les había prohibido enseñar,
    por ejemplo, porque implicaba contacto con la juventud. Ahora
    existe mayor flexibilidad en las oportunidades de trabajo para
    los homosexuales. En el caso de representar a Cuba en el
    exterior, por ejemplo, el nombramiento de representantes se
    manejaba con guantes de seda cuando se trataba de homosexuales.
    Muchos se oponían a dar nombramientos a los homosexuales
    porque se los consideraba más vulnerables a escándalos
    y chantaje, pero las cosas son muy diferentes hoy en día
    para los homosexuales. Hoy, muchos homosexuales cubanos son
    abiertos sobre su orientación sexual. Otros no lo están
    —como en cualquier otro lugar— pero hay un nuevo
    nivel de conciencia al respecto del homosexualismo".

    En La Habana en 1994, un joven artista cubano
    revolucionario me contó una historia de la vez que fue a
    visitar a su padre, un campesino, "que era una
    comunista muy firme". Aramis me dijo que se había dejado
    crecer el pelo hasta los hombros desde su ultima visita, algo que
    hasta principios de los 90 era mal visto y considerado como un
    símbolo de adaptación a los valores corroídos de
    la sociedad consumista de Occidente."Me dijo ‘eres un
    maricón con el pelo así, córtatelo o te marchas de
    mi casa’ Recogí mi mochila y empecé a marcharme.
    Le dije ‘se supone que eres un comunista, que estás
    por la libertad, por los seres humanos. Soy tu hijo, debes de
    amarme, sea o no un homosexual. ¿Qué tipo de comunista
    eres tú? Y empecé a marcharme. No me dijo nada.
    Llegué a la puerta y entonces me dijo, ‘Espera. Tienes
    razón. Puedes quedarte, no tienes que cortarte el pelo.
    Tengo que pensar sobre estas cosas’. Nos abrazamos y me
    quedé".

    Uno pude imaginarse repetidas escenas como esa
    —que nos hacen recordar los dilatados conflictos familiares en
    Estados Unidos en los años 60 debido a la "brecha
    generacional"— los cuales también expresaron
    desacuerdos y conflictos políticos–ocurriendo en miles de
    familias cubanas debido a que las jóvenes generaciones se
    enfrentan a los viejos tabúes que conviven
    incómodamente con las perspectivas revolucionarias de sus
    padres.

    Gay Cuba, una documental realizada entre EEUU y Cuba en
    1994 por Sonja de Vries, trata sobre la historia y los logros de
    la revolución cubana como el prisma para explorar
    francamente la evolución del tratamiento de la
    homosexualidad y de los homosexuales. Examina los cambios de
    actitudes y la creciente aceptación de los hombres
    homosexuales y las lesbianas en la sociedad y cultura. Algunas
    entrevistas particularmente
    demuestran los avances: debates entre soldados, comentarios de
    jóvenes cubanos y la posición expresada por obreros
    industriales, incluyendo una fábrica cuyo secretario general
    del sindicato es homosexual. La
    Federación de Mujeres Cubanas mostró la película
    en La Habana.

    El siguiente año, apareció el documental
    cubano Mariposas en el Andamio, dirigido por Margaret Gilpin y
    Luis Felipe Bernaza. Narra la historia de travestís cubanos
    de clase trabajadora, quienes se integraron en la vida de un
    suburbio de la Habana llamado La Guinera, y de como ellos
    trabajan para construir una coalición con las mujeres
    líderes de un brigada de construcción local, y sus
    actuaciones en el comedor de los trabajadores.

     

    CONTRASTE CON ESTADOS
    UNIDOS

    Para 1997, el número de personas diagnosticadas con
    VIH/SIDA en el Condado de Los Angeles fue 10 veces mayor que el
    número de personas diagnosticadas con VIH/SIDA en Cuba. El
    condado tiene una población un poquito menor a la de Cuba.
    Los servicios de atención médica para
    personas con VIH en Cuba—desde servicios externos hasta
    residenciales y hospicios—son gratuitos y voluntarios. La
    educación patrocinada por el estado, aprovecha los
    conocimientos de las personas con VIH para que hablen en escuelas
    sobre como protegerse durante el sexo y prevenir el virus.

    El ambiente de polarización política que
    alimenta el odio ultraderechista hacia los homosexuales
    —como el caso del joven homosexual Matthew Shepard, quien
    fue torturado y asesinado a golpes en 1998 por matones en el
    estado de Wyoming— no existe en Cuba. Leyes que proscriben
    la sodomía como las que se promulgaron en Nicaragua a
    principios de 1990, o que se usaron para remover de su puesto y
    encarcelar a un ministro en Malasia, o que ya se mantienen en
    algunas de los estados de Estados Unidos por los tribunales
    superiores y venerables jueces, no existen en Cuba.

    Los escuadrones de la muerte que "limpian" las ciudades
    de Brasil y de Colombia de "maricas" y otras
    supuestas lacras sociales u otros actos relacionados a la
    violencia contra los homosexuales, no son una parte de la
    realidad cubana.

    En las canciones de los raperos cubanos no cantan de
    pegar o de matar a mujeres, "putas" y homosexuales, "maricones"
    como es típico en la música "gangsta rap" en Estados
    Unidos.

    Los homosexuales y lesbianas cubanos tienen custodia de
    sus hijos biológicos y pueden adoptar. La posición del
    Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba
    es que la homosexualidad es una expresión normal del
    comportamiento humano y este
    ha sido su enfoque desde los principios de los 90.

    Frente a estos logros, Washington y los mercaderes de la
    iluminación cultural de
    Estados Unidos andan sobre cimientos poco firmes cuando condenan
    a Cuba de supuestas violaciones a los derechos de los
    homosexuales.

    Los avances en Cuba confirman que para que los
    homosexuales y las lesbianas allí, existe un espacio mayor
    en donde pueden participar de los beneficios y desafíos de
    la vida cotidiana, más que en cualquier otro país del
    Tercer Mundo. Cuba es un ejemplo para las decenas de millones de
    hombres y mujeres homosexuales que buscan su libertad.
    Todavía hay muchos problemas por resolver. Cómo dijo un
    joven homosexual cubano que entrevisté en 1998, "¿Por
    qué se puede ver una película de aventura como las de
    Stephen Seagal en la televisión, pero nunca han
    pasado Fresa y Chocolate?"

     

    LA LUCHA POR CAMBIOS
    RESPALDADOS POR LA REVOLUCIÓN

    Más avances en Cuba serán determinados por
    iniciativas informadas en la defensa de la revolución. La
    conclusión de Tomás Gutiérrez Alea en 1984 de que
    el rechazo oficial de la homofobia es "un instrumento de lucha
    que el estado cubano ha puesto a disposición de aquellos que
    estén interesados en hacer suya la causa de los que son
    discriminados, marginados y que se les hace sufrir por prejuicios
    y opresión de todo tipo" es una verdad más actualizada
    que nunca.

    Recientemente, y más a menudo y duramente, Fidel
    Castro y Raúl Castro han hablado sobre la necesidad de
    encarar la "marginalización" de los negros y las mujeres
    —faltas de la sociedad cubana donde la legislación
    sobre la igualdad ha sido insuficiente para resolver problemas
    reales. Este tema ha sido tratado en la prensa cubana, y por
    varios activistas políticos y se plantea como un
    desafío a las organizaciones actuales y en la formación
    de nuevas organizaciones. Por ejemplo, la recientemente creada
    Colores Cubanos, afiliada a la
    UNEAC, interviene por que haya un reflejo más conciente de
    las características multinacional, multirracial y
    multicultural del país en la producción nacional
    artística, musical, cinematográfica, televisiva y de
    literatura.

     

    LA PUERTA ESTÁ
    ABIERTA

    En una entrevista televisada nacionalmente a finales del
    año 2000, Raúl Castro habló sobre estos temas: "El
    futuro tendrá que ser uno de lucha", dijo que todavía
    "hay mucho más terreno que cubrir" incluyendo, "derechos que
    debemos de conquistar o reconquistar. Estos están entre los
    principales objetivos para empezar la batalla de ideas". La
    conquista y reconquista de derechos sólo se obtendrá
    luchando, y los resultados formarán nuevas generaciones de
    gente más libre, más completa y hombres y mujeres
    cubanos con más confianza en sí mismos. Y hay
    conciencia en los revolucionarios cubanos de que, el movimiento
    hacia adelante en su país en todas las cuestiones, está
    ligado a los avances mundiales en las luchas contra la
    opresión y la explotación. Estas, como lo atestiguan
    las actuales condiciones internacionales, están tomando un
    impulso cada vez mayor.

    El enfoque de Raúl Castro se suma a los esfuerzos
    para ampliar las expresiones y prácticas de humanidad y
    liberación social, que incluye a los homosexuales. Un
    elemento clave que favorece el desarrollo en esta esfera ha sido
    la interacción de la lucha
    internacional por la liberación homosexual con la
    revolución cubana, particularmente en el ambiente más
    abierto que comenzó a mediados de los 80. Al mismo tiempo,
    los valores progresistas forjados por la lucha internacional en
    los años 60 y 70 contra la guerra, el racismo, la represión y la
    liberación de la mujer —que gestaron
    políticamente el movimiento de liberación
    homosexual— fueron fortalecidos por el ejemplo cubano de
    desafiar el status quo burgués imperante.

    Como corresponde, todos estos cambios permitieron a
    algunos modificar cualquier tipo de conclusiones políticas
    oficiales sobre Reinaldo Arenas. En realidad, el ambiente de
    solidaridad de la revolución había educado a un joven
    del campo que estaba en la miseria antes de 1959, inspirando y
    desarrollando sus genuinos talentos y dones. En el caso de Arenas
    este es un hecho, independientemente de su posterior
    evolución anticomunista. Me enteré de esto por
    casualidad por una conversación en 1995 con un poeta cubano
    que estaba de gira en los Estados Unidos. Hablábamos de
    escritores cubanos y surgió el nombre de Reinaldo Arenas.
    Conociéndolo solamente por su reputación política,
    dije algo peyorativo. El poeta me miró detenidamente y me
    dijo, "sabes, no puedes entender la literatura contemporánea
    cubana sin leer a Reinaldo Arenas".

    A principios de los años 60, Fidel Castro
    declaró que la revolución cubana "debe ser una escuela
    de pensamiento sin
    restricciones". Esa libertad sería absolutamente necesaria
    para la supervivencia de un pueblo libre y soberano solamente a
    90 millas de los Estados Unidos. Fue un requisito básico
    para los nuevos hombres y mujeres que estaban aprendiendo como
    desarrollar una nueva nación en el laboratorio de su
    revolución, como defenderla y dar su solidaridad a toda
    lucha internacional en contra de la injusticia y la
    explotación, con las que se identifican incondicionalmente.
    La capacidad de Cuba de resistir durante cuatro décadas todo
    tipo de presiones diseñadas por el gobierno de Estados
    Unidos, sin abandonar ni un solo principio de la revolución,
    verifica su graduación con honores de esa
    escuela.

    Ganar la "batalla de ideas" es el lema actual en Cuba,
    algo que Fidel ha declarado hace más de tres décadas,
    el cual mantiene toda su vitalidad original y su urgencia. En esa
    escuela, los revolucionarios cubanos han demostrado a todos
    aquellos que hacen un esfuerzo por estudiar y aprender de sus
    experiencias, que incluso los más profundos errores
    cometidos en el curso de la lucha pueden ser encarados,
    analizados y resueltos. Este método político
    solamente ha fortalecido la confianza en sí mismos de parte
    de los trabajadores cubanos, ayudando a preparar a las nuevas
    generaciones de luchadores y líderes.

    Todas estas pruebas irrefutables
    demuestran que allí hay un proceso lleno de vida y
    liberador. Todos los días, la revolución cubana hace
    una contribución decisiva a todos las personas que luchan
    por un mundo justo y humano y precisamente por eso desean
    emularla.

    Los Angeles, 22 de marzo del 2001

     

    *
    http://www.seeingred.com/Issues/4.2.html

    Esta sección tiene fines educativos, auspiciada por
    CENESEX – Centro Nacional de Educación Sexual y la
    colaboración del Centro Nacional de Prevención
    ITS-VIH/SIDA

    La Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de
    la Sexualidad (SOCUMES) es miembro de la ILTGA

    Jon Hillson es un activista político y sindicalista
    en Los Ángeles. Ha participado en defensa de la
    revolución cubana desde 1969, organizando numerosas
    delegaciones a Cuba, la cual ha visitado en siete ocasiones. Ha
    escrito extensamente sobre la revolución cubana y sobre la
    solidaridad con este país. En 1998, el periódico La
    Opinión, de Los Angeles, el diario en español de mayor
    circulación en Estados Unidos, publicó en primera plana
    su artículo sobre la lucha contra el SIDA en Cuba y la
    educación sexual en la isla. En los últimos diez
    años más de dos docenas de sus poemas han aparecido en
    varias publicaciones del país. La traducción de La
    Política Sexual de Reinaldo Arenas: Realidad, ficción y
    la verdadera trayectoria de la Revolución Cubana es del
    artículo que apareció en SeeingRed (www.SeeingRed.com).
    ©Seeing Red y Jon Hillson, 2001.

     

    Por Jon Hillson

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