¿Cómo abordar el estudio de las migraciones? Propuesta teórica-metodológica
IV Congreso de inmigración africana
Las migraciones a debate,
Almería 6, 7 y 8 de abril de 2000 Conferencia
Inaugural.
- 2.1. Perspectivas de
investigación: ¿los migrantes objeto o
sujeto? - 2.2.
Aproximación a la dinámica de las
investigaciones desde esquema actancial
- 3.1. Enfoques
generales - 3.2. Enfoques
sectoriales - 3.3. Nuevas
aportaciones: carácter transversal y rupturas
epistemológicas
- 5. 1. Enfoques
teóricos
5. 2. Amplitud del campo de
análisis
5. 3. Algunas consecuencias
metodológicas
Buenas tardes, ante todo agradecer a la
organización de este IV Congreso de Inmigración
Africana la invitación que ha hecho a Colectivo Ioé
para reflexionar con todos ustedes durante esta tarde sobre el
tema de la investigación en el campo de las
migraciones1.
Quisiera, ya de entrada, después del
agradecimiento, decepcionarles. La presentación que ha
hecho Paco Checa del Colectivo Ioé es para esperar tanto
que, por favor, les ruego que rebajen sus expectativas;
sólo así tendrán alguna posibilidad de salir
medianamente satisfechos. Las limitaciones de la experiencia de
Colectivo Ioé en este ámbito son obvias, porque se
limita fundamentalmente al campo de las Sociologías y, sin
embargo, en este congreso se intenta abarcar todo el campo de las
Ciencias
Sociales; muchas de ellas por supuesto, las desconocemos
como, también, desconocemos parte del trabajo que se
hace sobre las migraciones desde el campo sociológico. Por
lo tanto, lo único que voy a intentar exponerles y
transmitirles es la propia experiencia en este campo de la
investigación. La ventaja que puede haber
es que posiblemente pueda ofrecerles justificaciones de lo que
hemos hecho, reconociendo errores y algunos aciertos que como
pioneros en la investigación en este campo podamos haber
tenido2.
La perspectiva que voy a intentar adoptar en esta
sesión inaugural es generalista, partiendo de la
convicción de que la labor de sociólogo es, ante
todo, situar los hechos sociales en su contexto de producción. Dicha perspectiva puede ser
más oportuna que centrarse en un aspecto particular y
dejar de lado todo lo demás. Esto me lo permite el hecho
de que muchas de las intervenciones posteriores van a tratar de
exponer cómo se trabaja, con qué
metodologías, etc…., en muchos de los campo desde los
que se está abordando en este momento el tema de las
migraciones en España.
Así se abordarán, temas como la interculturalidad,
la demografía, incluso el tema que nos han
presentado anteriormente de infancia y
migración. Otros ponentes abordarán
el ámbito jurídico, la perspectiva de género o
las aportaciones de la Psicología
Social, las claves políticas
de las migraciones, Geografía e
inmigraciones, etc.. También tendrán un espacio los
abordajes de la intervención social con inmigrantes y se
hará, finalmente, una revisión de los estudios
realizados desde la Antropología Social. Todo este caudal que
Vds.
recibirán me exonera de entrar en tales campos
particulares y me permite situar la exposición
desde una panorámica más general que posibilite
clarificar posiciones, situándolas en su contexto de
producción.
El contenido que voy a exponerles quisiera centrarlo en
los siguientes puntos: primero haré una breve referencia a
lo que denominamos "lecciones de la emigración"; segundo,
trataré qué es eso de investigar en las migraciones
y tercero, cómo y en qué ámbitos se
investiga en España. Terminaré con unas reflexiones
sobre metodología y expondré para
debatirla una propuesta teórico-metodológica que
intentamos llevar a cabo en Colectivo Ioé.
1. Lecciones (para no
olvidar) de la emigración.
Cuando en 1881 se creó la Comisión
Alvareda para el estudio de las migraciones con el objetivo de
aportar medios de
contener la emigración por medio del desarrollo del
trabajo, en ese momento la emigración pasó a ser un
tema de Estado.
Aquella primera Comisión envió cartas para
requerir informes a
todas las provincias donde había puerto de mar, por lo
tanto a esta ciudad de Almería. Los datos recogidos
comenzaron a convertirse en informes privilegiados para el
estudio de la emigración española. Tal como nos
dice Carlos Llorca "definitivamente los emigrantes en
España ya contaban y eran contados. Eran negocio y un
medio para prevenir y regular las difíciles relaciones
sociales y económicas entre la agricultura,
la industria y el
poder
político de la Restauración"3. De
aquellos inicios salió al cabo de casi tres décadas
la primera ley de
emigración que ha habido en España (1907),
debiéndose en gran parte también a los esfuerzos
del Instituto de Reformas Sociales y a la profunda
conmoción que produjo en la opinión
pública el suceso de lo que hoy podemos denominar la
protopatera Helliopolis4 en el puerto de
Málaga en 1907. . El objetivo de aquella comisión
de estudio era claro: frenar los flujos
migratorios pero como consecuencia la primera lección
que deberíamos haber aprendido todos desde entonces es
más clara todavía: la regulación de los
flujos migratorios son una cuestión de Estado, es decir,
una cuestión política en el amplio
sentido del término.
La segunda lección es que el objetivo de frenar
las migraciones no se consiguió, como no lo ha conseguido
nadie desde entonces. Todas las regulaciones, más o menos
restrictivas, de entrada o salida de flujos migratorios lo
único que han conseguido es cambiar las modalidades de los
mismos, hacer más difícil el desplazamiento a
ciertos sectores de población, más caros o sumergirlos
en la ilegalidad. Entonces como ahora surgieron "pasadores" y
"ganchos" tolerados o perseguidos para organizar los flujos. Como
bien se conoce no hay intento de regulación social sin
resistencia de
los sectores que se sienten más perjudicados o
deslegitimados en sus expectativas.
La tercera lección que podemos sacar es que
históricamente, ya cerca de la II Guerra Mundial,
el fenómeno migratorio español
hacia América
se corta en las dimensiones anteriores, pero no por regulaciones
dictadas desde arriba, sino por la situación
socioeconómica del momento.
En resumen, los flujos migratorios que durante finales
del XIX y principios del
XX, sobre todo hacia América, intentaron frenarse
comenzaron a verse entre la población española como
un hecho espontaneo o connatural a la dinámica de la propia población,
esto es, se empezó a ver como un hecho social más
con sus implicaciones positivas. Nada más tenemos que
recordar la 4 figura del indiano y el establecimiento de escuelas
que estos hicieron con sus fundaciones en los lugares de origen;
en muchos sitios las primeras escuelas para niños y
niñas fueron fundadas por éstos. Por lo tanto,
quede aquí nuestro reconocimiento a la
emigración.
Estas lecciones no las deberíamos de olvidar. La
historia nos la
recordará una y otra vez cerremos o no los ojos a la
misma. En la segunda mitad del siglo XX, los flujos de emigrantes
se dirigieron hacia Europa; ya no se
viajaba en barco sino en tren, pero la historia de desgarro
sociofamiliar y los sueños de realización eran
idénticos. ¿Qué nos dice para la reciente
experiencia de la inversión de los flujos migratorios, cuando
España comienza a convertirse también en
país receptor de migrantes?
¿De qué se habla cuando se habla de
migraciones?. ¿Habla lo mismo el que se dedica a
estudiarlas que la institución preocupada por sus
consecuencias y que encarga un estudio para saber qué pasa
y cómo actuar?; ¿hablarán lo mismo los dos
actores anteriores que los inmigrantes que llegan a
España?
2.1. Perspectivas de
investigación: ¿los migrantes objeto o
sujeto?
Por lo tanto, se siente y se vive la realidad de forma
diversa, y se realizan operaciones
distintas ante la misma. Esas tres posiciones aludidas son las
que configuran la dinámica de una investigación
social desde la perspectiva actancial, esto es, los agentes
que intervienen en la misma.
El siguiente gráfico recoge esta perspectiva para
nosotros muy querida, no sólo para afrontar el tema de las
migraciones, sino la investigación social en general.
Así, en toda investigación social aparecen siempre
tres posiciones, que en el gráfico se sitúan en los
tres vértices: – El primero es el de la demanda o
la posición del cliente que
solicita una investigación.
Alguien que está preocupado por algo y al decir:
¿cómo solucionar esto?, piensa en encargar un
estudio. El polo contrario es esa preocupación, ese
algo se constituye en ámbito de observación o estudio desde determinada
preocupación que constituye al cliente. Y, finalmente, se
sitúa como mediación entre el que se preocupa y el
tema de preocupación el investigador-experto, el que se
supone que sabe en este tema.
– Bueno, si nos posicionamos en el lugar de los
investigadores, como haremos la mayor parte de los asistentes a
este Congreso, surge el narcisismo propio de los investigadores y
parecería que el papel fundamental lo realizan ellos. Pero
no es así, el papel fundamental siempre es el del cliente,
el que demanda la
investigación. Él es el que propone
qué investigar y para qué y,
además, aporta los recursos
económicos para ello. Por lo tanto, los elementos
fundamentales de la investigación que son la estrategia (la
orientación de la misma) y los objetivos los
corta siempre el cliente. Sencillamente la cosa es clara: "quien
paga…".
– En el polo contrario, en el caso de las migraciones,
¿qué ocurre?. El esquema ordinario de hacer
investigación, sin ningún género de dudas
hablará de objeto de la
investigación.
¡Fijémonos qué barbaridad cuando lo
aplicamos al ámbito de las migraciones¡.
Estaríamos cosificándolas. Si continuamos en el
esquema tradicional, advertimos que tiene palabra el cliente y
tiene palabra el investigador, pero es mudo el objeto de la
misma; al ámbito de investigación se le arrebata la
palabra y se le cosifica.
Desde nuestra perspectiva, ni para el campo de las
migraciones ni para otros campos de problemáticas
sociales, el esquema tradicional es válido. No vale nada
más que cuando la investigación está
totalmente dirigida por la demanda y organizada por los
investigadores desde el ámbito del poder. En general, la
realidad es que los investigadores somos simples mandados.
¿Hay otra posibilidad de investigar? Por supuesto que hay
otras posibilidades de investigar. ¿Se hace mucho otro
tipo de investigación? Pues, realmente se hace muy poco.
La investigación está, como cualquier otra
práctica social, atravesada por todas las contradicciones
del poder y de la desigualdad que constituyen esta sociedad. La
posibilidad ideal, contrapuesta al modelo
tradicional, es aquella en la que el ámbito de la
investigación pasa a ser también sujeto, es decir
cuando toma la palabra. Esta posibilidad se encarna cuando el
cliente, el demandante de la investigación, sea la propia
población inmigrante: a la vez cliente y preocupado por su
propia situación. Cuando se da esta concordancia,
¿qué aspectos de la problemática interesan y
cuáles no? Habríamos dado la vuelta al esquema
tradicional; ya no podríamos hablar de objeto de la
investigación sino de sujeto que toma la palabra y quiere,
en todo caso, mirarse a si mismo o mirar hacia el exterior Esta
perspectiva es la que adopta la Investigación Acción
Participativa5. Luego señalaremos que esta
situación se ha producido en alguna
ocasión.
ESQUEMA ACTANCIAL DE LA
INVESTIGACIÓN SOCIAL
Demanda -Técnicos-
Destinatarios
2.2. Aproximación a la
dinámica de las investigaciones
desde esquema actancial
Brevemente voy hacer algunas referencias a esas tres
posiciones o actantes presentes en la investigación
social. ¿Qué ha pasado, desde nuestro punto de
vista, en España en estos 20 años con los
demandantes sobre investigaciones sociales en migración?;
¿qué ha pasado con los investigadores? y
¿qué ha pasado en el ámbito de las
problemáticas investigadas?
a) La demanda de investigación sobre
migraciones en España
En los últimos años ‘70 y en los
primeros ‘80 quienes comenzaron a pedir
investigación sobre migración fueron organizaciones de
iniciativa social, organizaciones en principio vinculadas a la
iglesia
católica, a sindicatos
obreros, y en algunos casos vinculadas a organizaciones de
Derechos
Humanos. El marco inicial de la demanda de
investigación lo componía la experiencia de
diversas organizaciones en el trabajo con
refugiados (CEAR en Madrid y ACSAR
en Barcelona) que, como Vds. saben bien esas organizaciones se
crearon en los últimos años del franquismo
justamente como posibilidad de trabajar con el tema de los
refugiados al margen de la
administración. Y la otra gran línea impulsora
fue el trabajo con emigrantes españoles, es decir, la
experiencia vivida en la emigración.
La mayoría de las personas que promovieron los
primeros trabajos en España habían vivido como
emigrantes fuera de España y habían trabajado con
los mismos en Francia,
Suiza, Holanda…
Por tanto, esta dimensión política
se transmite como preocupación fundamental al conocimiento
de la inmigración en España; lo mismo que la
preocupación por los Derechos Humanos desde el
trabajo con los refugiados. Estas dos preocupaciones originarias
no deberían perderse porque la inmigración, tal
como nos enseñó la emigración, es un tema
político en el sentido amplio de la palabra. Nos plantea
qué modelo de convivencia social queremos
construir.
Situándonos a mediados de los 80, un hecho
fundamental hace cambiar el panorama de la regulación de
las migraciones hacia España. Es la petición de
entrada en la CEE. Esto quiere decir que empiezan a llegar
estímulos e imposiciones desde fuera, tanto para que se
regule como para que se investiguen determinados aspectos de las
migraciones. Respecto a las imposiciones, nada más
habría que recordar que la adhesión de
España a la entonces CEE (1986) se produjo inmediatamente
después de promulgada la primera Ley de Extranjería (1985), elaborada sin apenas
conocimiento de la situación. En cuanto a los
estímulos podemos aludir que, cuando llega al Ministerio
de Educación
y Ciencia en el
año 1991 el primer cuestionario
desde la Comisión Europea para recoger lo que pasaba en el
sistema
educativo español respecto al alumnado inmigrante, los
programas de
atención a la diversidad que
existían etc., aquel se siente sorprendido y decide
encargar la elaboración del primer informe sobre la
situación educativa y la inmigración. En este caso
el impulso exterior fue positivo. A partir de entonces el
Ministerio de Educación ha sido uno de los mayores
impulsores de la investigación sobre educación e
interculturalidad y ha apostado por establecerla en el
ámbito educativo, promoviendo cambios en la
legislación y ofertando recursos al profesorado. Algo
similar ocurrió con los investigadores españoles:
empiezan a formar parte de equipos europeos de
investigación y se produce un transvase de experiencias de
investigación desde el exterior.
Estos impulsos abren el campo de estudio de las
migraciones. Los efectos son que, en la década de los 90
se produce una mayor preparación de los investigadores
para afrontar el estudio de las migraciones y, también,
que se ha multiplicado la demanda de investigaciones. ¿Por
qué? Porque tanto la administración central como las
administraciones autonómicas y locales empiezan a
preocuparse por el tema, aunque nada más fuera por imitar
lo que se hacía fuera (cada ayuntamiento encarga su propio
estudio de situación).
Se multiplica la demanda y los encargos de
investigaciones. Entramos en la década de los noventa con
una pluralidad grande de agentes deemandantes, de preocupaciones
diversas sobre este tema. Además ocurren hechos
socialmente muy graves, entre otros, el primer asesinato de
migrantes producido en Europa; la víctima una dominicana
(Lucrecia Pérez) y los agresores un grupo racista
con vinculaciones para policiales. Los hechos alertan a las
administraciones porque se prevé que se podría
llegar a crear una situación muy complicada. Incluso
algunas de las líneas que se proponían desde el
Ministerio del Interior y desde los medios de comunicación
social tuvieron que retroceder porque estaban creando un
clima
peligrosísimo para la convivencia. Como en otras
ocasiones, el conflicto
social es un generador de investigación.
Las investigaciones empiezan ya a ser demandadas no
sólo para conocer cual es la situación sino para
saber qué se puede hacer. Se entra, de este modo, en el
ámbito de las intervenciones sociales: intervenciones en
las escuelas, en los barrios, en el ámbito de la vivienda,
de la convivencia, de la salud, etc, etc. El efecto
social es que el tema de las migraciones se convierte en tema de
opinión pública. Hoy día se encuentra en la
agenda política nacional y europea y, como todos vds.
saben el próximo año 2001 será declarado por
la ONU como
año internacional contra la xenofobia y el
racismo en el
mundo. Hoy día las migraciones se han convertido en uno de
los temas fundamentales del mundo.
b) Surgimiento y consolidación de
expertos/investigadores
¿Qué ha pasado mientras tanto en la
posición de los técnicos/expertos/ investigadores?
Es el segundo punto del esquema actancial. En un primer momento,
años 80, cuando se pide un estudio, los demandantes de las
investigaciones tenían que ir buscando dónde
había alguien que quisiera investigar sobre estos temas.
Quizás ahora estemos en el extremo contrario; en aquel
momento lo que se encontraba eran posiblemente, pioneros y
reciclados de otros campos afines. Digo reciclados porque,
por ejemplo, el Colectivo Ioé antes de hacer la primera
investigación sobre inmigración en España ya
había hecho varios trabajos sobre los españoles
emigrantes fuera. Los pioneros procedían del campo social,
esto es, o del estudio de las migraciones españolas o, en
segundo lugar del estudio de sectores de marginación como
la minoría étnica gitana. Desde ahí se
pasó a tratar el tema de los inmigrantes en
España.
En un primer momento se trató de salir al paso
improvisando, acomodando o inventando para responder a las
demandas de investigación. Es época de pioneros y,
por tanto, de exploración. En un segundo momento, finales
de los 80 y primeros 90, se fue constituyendo la figura de
experto en migración . Nadie ofrece dicho título,
nadie sabe lo que hay debajo del mismo pero muchos se lo cuelgan.
Hay por tanto una explosión numérica de experto en
cuestiones migratorias en todos los rincones del
Estado.
La apertura al exterior, la formación en
universidades extranjeras y la incorporación de nuevas
profesiones a este terreno, como veremos traerán nuevas
perspectivas a la investigación. El efecto de estas
novedades es la aparición de la multidisciplinariedad en
la investigación sobre migraciones: empiezan a trabajar en
este campo sociólogos, abogados, sindicalistas,
antropólogos, psicólogos, pedagogos, trabajadores
sociales, médicos, policías y muchas más
especialidades que desconozco.
Existió una ebullición enorme y
además cada cual se sintió legitimado para tratar
desde su propio enfoque el tema de las migraciones. Lo que se
produjo inmediatamente fue la apertura del abanico
temático indefinidamente sin verse en ningún
momento qué coherencia pudiera haber con las aportaciones
de los demás.
Primero se abrió el campo y luego vino el
problema de intentar coordinar todas las aportaciones.
La respuesta la ofreció el propio campo de
estudio, esto es, la imposición de la multidimensionalidad
del hecho migratorio. Descubierta ésta, el efecto que
produjo en el grupo de investigadores fue la tendencia a la
complementariedad de enfoques.
Sin embargo, es un hecho que raramente se produce; pero
es mucho más deseable. En estos momentos se consolida otro
elemento que viene a dar consistencia y estabilidad al cuerpo
investigadores: es el surgimiento de equipos, más o menos
estables, e institutos especializados. A la figura de experto se
añade la grupalidad en el esfuerzo y la organización.
Las aportaciones de los investigadores las podemos
reagrupar en dos áreas: primera, la que va a constituir el
propio ámbito de conocimiento (¿qué es eso
de las migraciones?), que veremos más adelante; la segunda
es el efecto que tiene la aplicación de multiplicidad de
técnicas de investigación.
¿Tiene que ver la visión de un jurista con la de un
pedagogo?, ¿trabaja igual un antropólogo que un
psicólogo?.
Cada disciplina va
a recurrir a las técnicas o métodos
que son aplicables en su propio campo de saber. Pero, ¿el
ámbito migratorio puede abordarse de igual manera que
otros?, ¿son válidas las categorías surgidas
al margen del mismo?. Posiblemente por tratarse de un campo
nuevo, se constata que en los estudios sobre él no han
existido las cortapisas que en otros ámbitos del
conocimiento social. Si en los años 80 se pedía (un
ayuntamiento, una universidad,
etc.) hacer encuestas era
por la identificación general que existía entre
estudio social y aplicación de encuesta; se
pudo romper con tal dinámica negociando con los clientes al
reconocer estos la propia incompetencia en el campo. Esta
situación permitió la formulación de
proyectos de
forma más ambiciosa que en otros campos sociales
más asentados y por ello mismo más
cerrados.
Los investigadores pudieron innovar o importar
técnicas para aproximarse a las problemáticas. Las
diversas aproximaciones realizadas muestran una gran diversidad
de métodos y técnicas aplicadas, debido a la
pluralidad de disciplinas desde las que se abordaba el hecho de
las migraciones.
Nos encontramos así que en cuanto métodos
y técnicas aplicadas hay también una
multidisciplinariedad enorme debido a la pluralidad de enfoques y
disciplinas desde donde se hace investigación.
c) Los ámbitos del estudio de las
migraciones.
Con respecto al tercer polo, que es el ámbito de
investigación, desde nuestro punto de vista, lo que ha
ocurrido habría sido lo siguiente. A comienzo de los
años 80 todas estas problemáticas podemos decir que
estaban en situación de magma en ebullición,
como un volcán en sus inicios. Socialmente, aunque no
exista articulación de una problemática no quiere
decir que no exista sino que es desconocida, que no se ha
encontrado las palabras familiares de un ámbito ya
constituido del saber para poder articularala. Por tanto, a ese
magma había que darle algún tipo de
articulación para poderlo manejar. No había
opinión pública respecto del inmigrante, por
ejemplo, éste era simplemente considerado como turista; y
ser turista era el ideal al que todos nos queríamos
parecer: blancos, rubios, altos y con dinero.
Extranjero no quería decir inmigrante precarizado; esa
imagen se
creó posteriormente.
A esa primera posición de magma difuso sigue un
segundo momento en el que se elaboran respuestas iniciales.
Así, a mediados de los 80 empezaban a hacerse
clasificaciones para intentar comprender lo que pasaba: se
hablaba de inmigrantes económicos, inmigrantes procedentes
del Tercer Mundo y Portugal… ¿Por qué mezclar
Portugal con el Tercer Mundo justo cuando ese país ingresa
en la Comunidad
Económica?. También se empezaron abordar
situaciones particulares como el ámbito laboral o las
relaciones comunitarias, problemáticas de vivienda, el
tema de las escuelas, la salud, etc, etc.
Eran los primeros intentos por comprender qué
estaba pasando. Por su parte, en la década siguiente
empezaron a surgir propuestas más comprensivas,
tipologías más elaboradas: se habla de regulares,
irregulares, sin papeles, en trámite de
regularización; se habla de inmigrantes transnacionales,
de rentistas, de técnicos cualificados, de
acompañantes a los flujos de capital…
Como se sabe, algunos sectores de inmigrantes extranjeros estaban
muy bien situados en el mercado de
trabajo español y se convirtieron para la opinión
pública en extranjeros invisibles, pasaron desapercibidos
o fueron considerados "turistas de doce meses",. Así
mismo, se empieza a hablar de primera y segunda
generación; se estudia la situación de las mujeres,
de los niños, etc. Aparecen muchas aportaciones que tienen
como efecto ampliar el campo de investigación. Pero tales
aportaciones no sólo son un avance en la
comprensión, sino también en el ámbito de la
intervención. Se diseñan los primeros programas,
por ejemplo, para la educación
intercultural. Los investigadores así aportaron tanto el
corpus temático como la modalidad de intervenir sobre el
mismo.
De este modo, llegamos a un punto en el cual está
relativamente claro que eso que llamamos hecho migratorio o
ámbito de las migraciones es multidimensional y que, a lo
mejor, es un ámbito inabarcable para aproximaciones
particulares. Aunque nada más sea porque el saber de cada
disciplina no tiene posibilidad de abarcar el conjunto. Si el
corporatismo de los expertos no permite un abordaje exhaustivo,
las dimensiones o perspectivas del hecho migratorio lo
exige.
3. Modos de abordar la
multidimensionalidad del hecho social de las
migraciones.
Voy a dedicar unos minutos a abrumarles para a ver si
llegamos juntos a la misma conclusión: la realidad de la
multidimensionalidad de las migraciones y su tratamiento. De ese
modo podré justificar que no es posible hablar del tema de
las metodologías de las investigaciones porque es un campo
inabarcable. Sin que sea totalmente una broma, podría
afirmar que no tendría tiempo
suficiente ni para leer los nombres de los investigadores o las
temáticas que abordan. Por ello, para abreviar las
clasificaré en enfoques generales y sectoriales, a los que
añadiré un apartado de nuevas aportaciones. En este
apartado no haré siquiera mención a ningún
trabajo de Colectivo Ioé, evitándoles un agobio
añadido:
Hay enfoques de las migraciones que podemos llamar
generales. Y digo generales porque todos los aceptamos. Entre
estos se encuentra el enfoque jurídico, aunque nada
más sea porque la construcción del extranjero se hace desde
dicho ámbito. Sin embargo, los juristas que han trabajado
este tema también han señalado la importancia de
los derechos de los migrantes y han introducido elementos
fundamentales para pensar la integración, como el tema de la ciudadanía más allá de la
nacionalidad.
Hay varios equipos trabajando en esta línea en la
Universidad de Barcelona (Eliseo Aja), Girona, Valencia (Javier
de Lucas), Madrid (Comillas), Sevilla (Federación de
Acoge) etc, etc. Nos están aleccionando continuamente. La
intervención de Fernando Olivan versará sobre
ello.
También hay otro ámbito bastante aceptado
que es el enfoque de la demografía, o el estudio de las
poblaciones. Las estadísticas de entradas y salidas; los
recuentos de cuántos son, de dónde vienen,
dónde se ubican, etc.. Sobre esto versará la
intervención de Domingo Andreu que nos va a decir
cómo se construyen estas estadísticas y por lo
tanto cómo se construye lo que entendemos por inmigrantes
y ¡atención!, las estadísticas no son neutras
y construyen realidades marcadas. Se trata de registros pero no
de la realidad social; debemos poner atención al leerlas
para saber lo que dicen y lo que eluden.
Otros enfoques generales tienen que ver con
problemáticas sociales, el hecho de la integración
o la marginación social. En estos campos se
desempeñan profesionalmente muchos de ustedes y
será el tema central del próximo
congreso.
También va adquiriendo legitimidad el enfoque
transnacional con las variantes de educación para el
desarrollo, codesarrollo en el lugar de origen, crítica
a las ayudas oficiales al desarrollo etc, etc. Numerosos grupos e instituciones
sobresalen en esta labor: Iepala, CIDOB, Hegoa, CIP… y todos
cuentan con excelentes centros de documentación.
Por el contrario, muchos enfoques tienen una óptica
más particular. El primero que surge es el que
observó la especificidad cultural en la inmigración
a partir del Islam. Un centro
pionero en esta labor es Darek Nyumba, que lleva más de
treinta años en Madrid estudiando la relación entre
el Islam y occidente. Además trabajan esta temática
el CIDOB, Barcelona, y el TEIM, Universidad Autónoma de
Madrid.
Otro aspecto particular de gran calado es el
ámbito educativo con la introducción de la perspectiva de la
interculturalidad. Desde los inicios se encuentran los esfuerzos
de los grupos de Girona (SerGi y Gramc, Universidad),
posteriormente el Laboratorio de
Estudios Interculturales de Granada, así como equipos en
Murcia y Madrid. Sin olvidar el importante impulso investigador
que ha proporcionado el Ministerio de Educación y Ciencia
a través de las convocatorias de investigación del
CIDE tal y como hemos indicado. Luego nos hablará Javier
García Castaño de este ámbito.
El estudio de las actitudes de
los autóctonos hacia los extranjeros (tema de racismo,
xenofobia, etc.) es otra de las líneas fundamentales que
surge a mediados de los 90. Los informes de SOS Racismo son una
prueba de la constancia y el rigor en el tratamiento del mismo.
Derivadas de esta
situación y con miras a la intervención social se
desarrollan líneas de interés
para la formación de mediadores
interculturales.
Escuelas de formación de mediadores han surgido
en Sevilla, Madrid, Barcelona…
Otro ámbito abordado, y cada vez con más
intensidad, es el ocupacional: se conoce la situación de
los empresarios latinoamericanos en Madrid, de los temporeros
agrarios, de las mujeres en el servicio
doméstico, así como los sectores de la minería,
construcción y hostelería. Posiciones explicativas,
como el tema de la segmentación del mercado de trabajo y la de
los nichos laborales para inmigrantes; las teorías
de la complementariedad entre trabajadores autóctonos e
inmigrantes y de la sustitución de unos sobre otros,
empiezan a ser puestas a prueba. Se ha analizado, también,
la posición de los sindicatos ante la presencia de
trabajadores inmigrantes, así como también
situaciones de discriminación de estos en el acceso al
empleo. Para
el estudio de la discriminación laboral se han utilizado
técnicas que no se habían aplicado en España
anteriormente en el ámbito de la Investigación
Social, como es la de pruebas de
actores en situaciones reales: solicitar trabajo realmente
actores que son investigadores, para verificar lo que hacen los
empleadores ante ofertas concretas de inmigrantes, en lugar de
admitir la respuesta a la pregunta, ¿qué
haría usted si se le presenta un inmigrante a pedir
trabajo?.
Más recientemente se ha trabajado el tema de las
buenas prácticas en las empresas (Lorenzo
Cachón y equipo), a impulso de organismos europeos,
sindicatos y patronales. También se ha iniciado la
preocupación por la formación antidiscriminatoria
en el mundo laboral, no dirigida a los inmigrantes, sino a los
gestores de personal
español, que son los que la necesitan.
En el ámbito de la vivienda hay trabajos de
interés. Se puede citar el de Columbares de Murcia, el de
Ubaldo Martínez en El Ejido y los tipos residenciales en
Madrid de Pablo Pumares. Los problemas de
acceso a la vivienda han sido investigados en Barcelona con el
mismo método de
casos que el empleado para el estudio de la discriminación
en el acceso al empleo: ¿a quién alquilan los
propietarios de pisos la vivienda, cuando se presentan a
solicitarla un autóctono y un inmigrante?.
La preocupación por el ámbito de la salud,
en sus inicios se lo debemos al Dr. Badía en Barcelona,
que trabajó muchos años en África y
después dirigió la unidad de enfermedades tropicales.
También médicos del Hospital del Mar y del
Instituto Municipal han realizado aportaciones de interés
a esta temática en Barcelona.
Actualmente es un tema de congresos y cada vez
más se elige como tema de tesis
doctoral. En 1995 se celebró en Granada la primera
Reunión Internacional en España sobre
Inmigración: políticas sociales y salud,
organizada por la Escuela Andaluza
de Salud
Pública. Con un enfoque antropológico existen
aproximaciones a la salud de la población inmigrante
realizadas por Adriana Kaplan en Barcelona y el equipo de
Marrodán en Madrid. Recientemente en la Escuela Nacional
de Salud Carlos III se impulsan proyectos de
investigación y tesis sobre
diversos aspectos de la salud e inmigración.
También desde el Plan Nacional de
lucha contra el Sida y desde
diversas redes europeas
se trabaja el tema de la prevención del HIV. Con todo la
situación que presenta España en este terreno es
muy inicial y no puede compararse con la de otros países,
como Francia en donde existen revistas especializadas en este
campo.
Cada día cobra más relieve el
ámbito de las redes étnicas y el asociacionismo
migrante. Hay varias aproximaciones al caso de marroquíes,
filipinos, dominicanos, ecuatorianos, polacos…Pero
¿cuántos trabajos hay sobre asociacionismo de
españoles que trabajen con inmigrantes? Siempre miramos a
uno de los lados y olvidamos de mirar a otros. Según los
resultados de un estudio realizado desde Cruz Roja Internacional,
en las organizaciones que trabajan con refugiados en
España, menos del 2% de su personal es refugiado y ninguno
se encuentra en puestos directivos. El estudio de O’Casey
es un buen punto de partida para no olvidar la implicación
del asociacionismo de los autóctonos que trabajan con
inmigrantes con las líneas de la política
migratoria.
Estudios de colectivos particulares: hay decenas
de estudios sobre el primer colectivo de inmigrantes en
España, los marroquíes. Pero ¿cuántos
estudios hay sobre el segundo?, los originarios del Reino Unido.
Sólo conocemos uno y está realizado por ciudadanos
ingleses (Británicos en la Costa del Sol) y otro en el que
se contempla a este colectivo junto con otros de jubilados en la
costa alicantina. ¿Por qué esta situación?,
¿será casualidad que uno es del Norte y otro del
Sur? .
La Antropología es una de las disciplinas que
más presencia está teniendo en el abordaje de las
migraciones en España. Este mismo Congreso de
Antropología es un ejemplo de ello; las intervenciones de
Carlos Giménez y Javier García Castaño nos
pondrán al corriente de sus aportaciones. Me
gustaría, sin embargo, realizar un reconocimiento a la
aportación de esta disciplina en España: la
diversidad de enfoques, la novedad de planteamientos que ha
introducido son palmarias, tal como nos lo referiran en otro
momento. Esas investigaciones han utilizado casi todas las
técnicas preceptivas, como el método
etnográfico, con claras aportaciones en las
temáticas abordadas.
3.3. Nuevas aportaciones:
carácter transversal y rupturas
epistemológicas.
Bueno, pienso que ya les he abrumado bastante con este
recuento. Sin embargo, por mucho que les haya transmitido hay
todavía muchos más campos que no he indicado. Para
finalizar este apartado me gustaría, al menos,
reseñar algunos campos nuevos por lo que han aportado al
enfoque tradicional del estudio de las migraciones. En general,
pueden definirse como rupturas conceptuales respecto a la
situación anterior. La primera aportación, en
línea con lo que hemos señalado al principio, es la
perspectiva desde dentro. Dicha perspectiva la ostentan en
este momento trabajos hechos por inmigrantes desde/sobre los
propios colectivos de inmigrantes y sobre la sociedad de acogida.
Por ejemplo, el primer trabajo que conozco trata sobre los negros
africanos en Barcelona, de Vi-Makomé publicado en 1989,
hace más de una década; otro texto es el de
Dormir al raso que supone una mezcla de miradas desde
dentro y desde fuera, una complementariedad o colaboración
que ha sido fructífera, como nos comentará uno de
sus autores posteriormente. Como tercer ejemplo, podemos citar el
trabajo del Colectivo Algarabía, de Almería, que
supone un esfuerzo de descentramiento de autores
autóctonos para tratar situaciones ajenas
haciéndolas propias.
La segunda ruptura conceptual, que me parece fundamental
en el campo de las migraciones, es la perspectiva de
género. Es la aportación, exceptuando algunos
precedentes, de jóvenes investigadoras primero migrantes
(Gina Gallardo, Yakuta Saïd, Myrna Rivas…) y
después autóctonas. Pronto tendremos aquí
entre nosotros a Carmen Gregorio, y no debemos olvidar las
aportaciones de Ángeles
Ramirez, Gema Martín, Natalia Ribas, Ángeles
Escrivá y muchas más. Esta perspectiva es muy
prometedora. Hasta ahora los trabajos se han mantenido en
temáticas generales; faltan por abordar extensamente
aspectos básicos como el de ocupación de las
mujeres inmigrantes en la industria del sexo en el
contexto actual de la
globalización del mercado de trabajo; estudios
pioneros en este campo como los de Marta Casal y Laura Oso
ofrecen elementos del máximo interés. En estos
momentos hay investigaciones en marcha en Barcelona (colectivo
Licit) y Madrid (Laura Agustin), además de los ya
referidos de epidemiología sobre prevención del
HIV, y el abordaje de las ETS por Aida Esther Bueno..
Otra perspectiva importante en el campo de las
migraciones es la perspectiva ideológica:
cómo construimos y pensamos a los inmigrantes los
autóctonos. Es una perspectiva necesaria de analizar,
así como la posición de los medios de
comunicación social que transmiten imágenes y
construyen estereotipos que influyen en el comportamiento
y las actitudes de la opinión pública. En este
área, la aportación de los estudios cualitativos ha
permitido ir más allá de los aspectos formales o
los tópicos de opinión, registrando las
lógicas de articulación del campo de la alteridad
en diversos sectores de población. Un resumen adecuado
puede verse en los trabajos de Miguel Valles.
La cuarta perspectiva fundamental ha sido la
irrupción de la temática de la
ciudadanía y de la nacionalidad. En este
terreno las aportaciones de la teoría
política han sido centrales. Entre otros investigadores no
podemos olvidar a Javier de Lucas (Valencia), Eliseo Aja
(Barcelona) e Ignasi Álvarez Dorronsoro; mención
especial merece la aportación de Ruth Mestre con su
enfoque sobre la construcción jurídica de la mujer
extranjera como no ciudadana.
La quinta y última perspectiva y, quizá
una de las más novedosas, es la perspectiva
transnacional. Antes me he referido a ella al aludir que
la migración no es sólo cuestión de un
estado. Pero hay más tampoco es sólo
cuestión de dos estados en juego. En el
momento actual nos encontramos en una situación de
globalización por tanto, de
transnacionalidad de intercambio de flujos de bienes,
mercancías, servicios y
personas, como nos recuerda Liliana Suárez. La perspectiva
transnacional nos obliga a revisar, por ejemplo, los modelos de
familia; las
familias transnacionales cada vez más frecuentes suponen
un modelo que hace poco ni se nos ocurría contemplar;
así mismo nos aparecen modelos "empresariales o
comerciales étnicos transnacionales" que desbordan las
tipologías habituales. También en este contexto
surgen las problemáticas relacionadas con las redes de
tráfico de personas con sus significados de
explotación y a la vez de beneficio para los migrantes a
lograr transportarlos a los lugares donde ellos piensan realizar
su sueño migratorio. Con la perspectiva transnacional nos
damos cuenta que, cuando hablamos de inmigrantes, no
sabríamos decir muy bien de qué estamos hablando.
Cojamos, por ejemplo, el caso de los chinos inmigrantes a
España cuando sabemos que parte del colectivo no viene
directamente de China. En este
caso, cuando decimos país de origen, ¿a qué
país nos estamos refiriendo? al primero en el que
nació él o sus ascendientes, al segundo o
posiblemente al tercero en el que ha vivido. Muchos han realizado
trayectorias migratorias por varios países europeos, otros
han vivido aquí y actualmente residen en otro país
distinto del de origen. Por lo tanto, contemplar el recorrido
migratorio es fundamental; sólo entonces nos aparece un
elemento básico que hasta entonces no se había
podido contemplar: el tema de los proyectos migratorios y de las
diacronías de cada uno de los colectivos migrantes. El
tiempo se convierte así en tema preferente de análisis; no en tiempo homogéneo
sino un tiempo migratorio particular para cada colectivo. No
todos los colectivos migrantes se encuentra en el mismo momento
del tiempo migratorio; su proyecto de
inserción se verá afectado por esto. Hay que
considerar que la segunda generación o los recién
llegados tienen estrategias
diferentes respecto a la integración y esto se traduce en
la selección
de vivienda, en el ámbito laboral, etc. Por otra parte,
las estrategias diferentes se manifestarán respecto al
proyecto de retorno o de permanencia en España. Por tanto,
la diacronía y la sincronía pasan a ser
centrales.
Desde este enfoque comenzamos a reconocer que los
inmigrantes son actores sociales con sus propios proyectos y que
no son sólo objeto de investigación; en todo caso,
constituyen un ámbito social y también ellos tienen
una palabra lo mismo que la tenemos nosotros.
Junto con la consideración del tiempo migratorio
aparece la referencia a los espacios migratorios, el
aquí-allí, sean estos de modo sucesivo o
simultáneo (caso de familias transnacionales con elementos
aquí-allí simultáneamente). La
globalización es ya más transnacional que nunca. De
modo particular, el cruce de espacios/tiempos también
puede observarse en lugares migratorios concretos que, a
la vez, son punto de emigración, punto de recepción
de inmigrantes y punto de retorno de antiguos emigrantes, tal
como proponen estudiar J. Noya y A. Izquierdo.
4. Algunas reflexiones sobre
metodologías
Ahora paso al siguiente punto, ¿qué decir
sobre metodologías para el estudio de las migraciones? .
Antes de nada una constatación y es la ausencia de debate
sobre estos temas. Desde nuestro punto de vista, lo achacamos a
que falta un debate en la investigación sobre cualquier
aspecto metodológico en la investigación social,
tanto en la academia como fuera de la misma; este no es un campo
que se salve. Por otro lado, para el abordaje de las migraciones
existe una pluralidad de enfoques notable; habría que
preguntarse si la diversidad supone dispersión o
enriquecimiento. Pero si no hay debate, tampoco hay
reflexión ni avance. En este Congreso vamos a ir
escuchando diversas perspectivas metodológicas y podremos
ir elaborando entre todos un cuerpo común.
4.1. Lagunas para la
investigación.
Hay una debilidad en el debate pero también hay
avances significativos. Lo mismo que este Congreso se va a
celebrar otro próximamente en Madrid (II Congreso sobre la
Inmigración en España, octubre de 2.000), ambos
suponen una oportunidad para el intercambio entre investigadores.
Por otra parte, los avances conseguidos deberían
difundirse en los múltiples cursos y Masters que se
realizan sobre estos temas en las universidades españolas.
Es hora de comenzar el debate porque esperan retos importantes
para llegar a abordar con rigor las migraciones. Por ejemplo,
cuando utilizamos muestras (cautivas o construidas),
¿estamos seguros de que
representan al conjunto de las poblaciones migrantes?. El tema de
las series sería otro ejemplo; si nos preguntamos
cuánto han crecido los trabajadores inmigrantes durante
los años 80, 90, hasta el 2000, ¿dónde
acudiremos para confeccionar las series temporales
homogéneas? Todos conocemos las rupturas que se produjeron
con la aplicación del reglamento de 1986 respecto a la
situación anterior, como también la que se produjo
en el 92, año en el que, por fin, se pudieron obtener
estadísticas tipo stock del conjunto de trabajadores
extranjeros y no sólo las de tipo flujo (permisos dados
cada año) pero en ese mismo año desaparecen del
recuento estadístico los ciudadanos comunitarios
trabajadores: no se recuentan, pero permanecen en los mercados de
trabajo españoles, ¿de qué series estamos
hablando si la mitad de los trabajadores ya no se
contabilizan?.
De nuevo otra ruptura estadística a partir de 1996 una vez que se
aplica el segundo reglamento de la primera ley de
inmigración de 1985. Con ofrecer números no
llegaremos demasiado lejos si no conocemos los
aledaños.
Hay otras muchas cuestiones importantes de las que les
hablarán estos días.
Ahora sólo me gustaría recordar que la
diversidad de técnicas y de enfoques metodológicos
no siempre trabaja hacia la complementariedad, porque no todos
los resultados son acumulables. Antes y después de la
aplicación de técnicas y de metodologías que
las guían están los planteamientos teóricos
sobre qué son los movimientos migratorios internacionales
en la fase de la globalización del capitalismo.
Hay retos pero también hay ruidos que entorpecen
el canal de la complementariedad.
Por eso hay que optar reflexivamente por líneas
metodológicas coherentes con las teorías
explicativas utilizadas. Desde Colectivo Ioé, por ejemplo,
descartamos el individualismo metodológico, así
como también afirmamos que ni la aplicación de
técnicas ni las interpretaciones utilizadas por los
investigadores son neutras. Desde un punto de vista propositivo,
apostamos por la claridad y coherencia de los proyectos de
investigación: qué señalen adecuadamente los
niveles de la realidad que quieren abordarse (delimitados por los
objetivos planteados) y que determinen los órdenes del
conocimientos y los métodos pertinentes para alcanzarlos.
Por tanto, además de la coherencia
teórica-interpretativa postulamos la coherencia
metodológica.
De modo indicativo me referiré algunos retos
planteados que debemos resolver entre todos: – La ausencia de
debate teórico y metodológico está
propiciando que se tomen préstamos conceptuales de otros
campos y se apliquen de modo poco contrastados al ámbito
de las migraciones. Si desean un ejemplo, pueden observar que en
las aproximaciones al ámbito laboral se hace un trasvase
directo de las teorías de la segmentación y/o de
los efectos de la complementariedad o sustitución de los
trabajadores migrantes sobre los españoles. Estos debates
sólo pueden dilucidarse con resultados contrastados de
investigaciones de campo, pero éstas deben abordar
simultáneamente las condiciones laborales y sociales de
inmigrantes y autóctonos que trabajan en un mismo nivel;
de otro modo, se pierde todo punto de referencia y la posibilidad
comparativa, básica para dilucidar las teorías
anteriores. Otro caso similar es lo que sucede con los temas de
integración o de interculturalidad o la relación
entre procesos
migrantes y efectos plurales sobre la posición de las
mujeres. La falta de grupos de debate estable ralentiza en exceso
el propio contraste de los resultados.
– La falta de conocimiento sobre el proceso de
construcción de las fuentes que
utilizamos. Si desconocemos los criterios con los que se
elaboran las categorías en las fuentes, si no se
explotan fuentes disponibles (como las de natalidad y
morbilidad; las de accidentes y
siniestralidad por referirnos sólo al tema de la salud),
seguiremos sin aprovechar lo que podría estar disponible
y, por el contrario, utilizando mal lo publicado.
– La presencia cada más consolidada de centros
de documentación especializados (Madrid, Granada,
Barcelona, Bilbao, Valencia) o el mantenimiento de revistas especializadas y el
surgimiento de patronatos universitarios que inciden en la
introducción de asignaturas y líneas
transversales sobre migración, desarrollo, etc., son
elementos a valorar en el panorama actual español.
Sólo una recomendación: ¡qué se
utilicen!.
– También hay que atreverse a imaginar
posibilidades. Para ello ante todo no repetir lo hecho ni
admitir lo dado sin más, sino:
• Atreverse a comparar resultados. Por
poner algún ejemplo que quede en casa, el estudio de
Álvarez Silvar sobre la emigración de retorno a
Galicia plantea que la explicación dada por Ioé
en 1987 sobre el parón de la emigración a
América en los años 50 y el cambio de
dirección de los flujos hacia Europa,
no explicaría todas las situaciones. En particular, la
emigración gallega que continuo su flujo hacia tierras
americanas en las décadas siguientes.
• Abrir los ojos ante las propias
cegueras. Un ejemplo desde la perspectiva de
género. Algunas investigadoras en sus investigaciones
sobre el género reconocen que Colectivo Ioé
inició el estudio sobre mujeres inmigrantes en el
servicio doméstico en 1991 pero con un enfoque
excesivamente economicista. Seguidamente otras investigadoras
aportan enfoques diversificados desde la misma perspectiva de
género que contemplan aspectos no resaltados por las
primeras como la ocupación en la industria del sexo,
ya citada.
• Atreverse a sumar. Ángeles
Escrivá en la tesis doctoral sobre peruanos en el
servicio doméstico en Barcelona (1999) alude a que
Colectivo Ioé detectó en un estudio anterior
(1991) las sustitución de las filipinas internas por
las peruanas, situación que ella confirma al final de
la década. En ese mismo año (1999) Colectivo
Ioé ha retomado la investigación sobre el
sector y detecta la sustitución de las peruanas por
ecuatorianas. ¿Cuál será la
próxima sustitución?.
• Atreverse a diagnosticas (y
equivocarse). ¿España es racista?, todos
los resultados de los eurobarómetros nos tenían
acostumbrados al optimismo: en España apenas
había signos de
racismo. Colectivo Ioé realiza para el CIS en 1995 un
estudio cualitativo en el que se detectan las lógicas
excluyentes hacia los diferentes, entre ellos, los
inmigrantes. Estos resultados contrastaban directamente con
el optimismo anterior… Y un día estalló la
caza del moro cerca de este mismo aula, en El Ejido. No todas
las técnicas son igualmente pertinentes para abordar
cualquier problemática; la de encuesta, la que menos
para la exploración de las actitudes y las
lógicas de aceptación y rechazo.
El tema por excelencia propicio para estimaciones es
el ámbito de la irregularidad. Cada estimación
debe aclarar bien las fuentes en las que se basa o los
criterios que utiliza, de otro modo, sólo
contribuirá a incrementar la ceremonia de la
confusión. ¿Cómo es posible el poco
acierto en las previsiones sobre la magnitud de solicitantes
en la reciente regularización?, fijémonos que
es uno de los argumentos utilizados ahora para proponer la
reforma de la reciente ley de inmigración.
• No sólo lo hecho "fuera" tiene
valor pero
lo hecho dentro tampoco es completo. Ni el papanatismo ni
el provincianismo son buenas prácticas en la
investigación. Si el esnobismo puede acabar en
ridículo, la ilusión de las aportaciones
internas lleva a la esterilidad. Tampoco la
descoordinación produce resultados. Si se trabaja por
ejemplo el análisis de los discursos
parece difícil no hacer referencia a las aportaciones
teóricas y metodológicas realizadas desde hace
tiempo por la Escuela cualitativista madrileña de la
que han sido iniciadores Jesús Ibáñez,
Alfonso Ortí y Ángel de Lucas.
Saltar y dejar atrás la propia sombra no parece
posible pero sí lo es afrontar las limitaciones de la
propia historia de las investigaciones sobre migración en
España.
Delante tenemos varios retos: – Si hasta ahora no ha
sido posible utilizar técnicas de
estudio longitudinales, hay que prepararse para ello. No se
puede afrontar lo mismo la migración permanente que la
temporal, por ejemplo, o el caso de la segunda generación
que el de los recién llegados.
– Aprender a discernir el uso técnico del abuso
ideológico en las investigaciones. Esta máxima
podría ser una vía para evitar contradicciones
como las producidas en la política migratoria francesa
que por el impulso de demógrafos
populacionistas a mediados de los 40 se lanzó una
política migratoria familista y a mediados de los 80
otra totalmente contraria antireunificación
familiar.
– Abordar con coraje temas sin corrección
política, como la migración clandestina,
discriminaciones por motivo étnico-nacional, etc. Por
contra desvelar la introducción en la opinión
pública de temas políticos como la
criminalización de lo irregular o el monotema
europeísta actual de la invasión de redes
mafiosas de tráfico
de personas.
– Lanzar al debate social los modelos migratorios que
se están imponiendo y sus implicaciones
político-sociales. Es el caso del nuevo tipo de migrante
temporal que establece la nueva ley de migración,
¿se desea revivir el modelo alemán de trabajador
invitado, rotativo, sin derecho a la permanencia ni a la
ciudadanía o la figura tradicional de la
‘migración golondrina’ que duraba lo que la
recogida de la zafra en Cuba?. Los
investigadores no tenemos ninguna palabra más que el
resto de los ciudadanos para pronunciarnos sobre estos temas
pero tampoco ninguna menos.
Hace tiempo, desde Colectivo Ioé nos atrevimos a
plantear públicamente una propuesta de
investigación de las migraciones internacionales. Se
publicó como primer artículo del Nº 0 de la
Revista
Migraciones6 Apenas hemos recibido comentarios sobre
la misma, aunque alguno nos ha llegado de lugares lejanos como
Suecia. En sus líneas generales la presento aquí y
la ofrezco para debatirla. Parte de varias convicciones
teórico-metodológicas que puedo resumir así:
no existe una teoría general de las
migraciones7; no hay un modelo único para
investigar las migraciones; no existe un sólo
método que abarque toda la realidad a investigar; no
existe ninguna técnica que logre atribuirse toda la
virtualidad de un método de aproximación.
Establecida estas convicciones relativistas también
afirmamos que no todo es válido en cualquier
investigación, ni en cualquier momento de la misma. No
lleva a nada la mera acumulación de aplicación de
técnicas ni de resultados; el ámbito de las
migraciones no se abarca por extensión sino por
pertenencia. Finalmente no todas las investigaciones tienen que
tratar todos los temas, sino seleccionar las dimensiones
más adecuadas a los objetivos propuestos. Veamos los ejes
de la propuesta:
Como se ha indicado, el enfoque teórico utilizado
en la investigación de las migraciones no es una
cuestión secundaria o reservada sólo para debates
académicos.
La elección de una u otra perspectiva condiciona
el campo de estudio, privilegia unos aspectos y subestima -cuando
no ignora- otros. Desde los años 70 se ha producido,
principalmente en algunos países europeos y en los
Estados
Unidos, el debate entre dos enfoques principales que podemos
designar, de forma genérica, como "individualista" y
"estructural".
Perspectiva individualista
El primero parte de considerar las migraciones como
resultado de la libre decisión de individuos particulares;
éstos, a partir de la información de que disponen,
analizarían las ventajas y desventajas de residir en otro
país: si las primeras superan a las segundas se
tomará la decisión de emigrar. El mismo criterio
subjetivo ("optimizar el bienestar") es la clave utilizada para
analizar los comportamientos de los inmigrantes en el país
de destino. La atención se centra en las motivaciones y
expectativas de los individuos, en sus formas de convivencia y
contactos; es decir, en el micro-contexto. Todo lo que trasciende
a este nivel es tomado en cuenta sólo como dato,
nunca como objeto de análisis. Tal enfoque es coherente
con una visión del mundo que concibe lo social como un
agregado de acciones
individuales, sin prestar una atención suficiente a las
formas en que los contextos sociales condicionan y limitan las
decisiones de las personas. Además, los individuos
aparecen sólo como seres racionales que adoptan libremente
sus decisiones bajo la exclusiva perspectiva de maximizar su
bienestar, guiándose por el cálculo
económico en términos de
costesbeneficios.
El supuesto último de esta teoría es que
las migraciones son un factor de equilibrio del
mercado mundial, que se rige por el juego de la oferta y la
demanda (en este caso de mano de obra), único
condicionante de las conductas individuales; en última
instancia, de no existir impedimentos ajenos a la lógica
del mercado (como las restricciones de entrada a un país)
la libre movilidad del factor trabajo conduciría al
progresivo equilibrio entre oferta y demanda
laboral, así como a una igualación de los salarios en todo
el mundo8. Este supuesto es una de las bases del
razonamiento de la economía
clásica (Adam Smith), pero no ha sido retomado con la
misma fuerza por sus
supuestos continuadores; por el contrario, en la actualidad los
analistas partidarios del enfoque neoclásico dan por hecha
la configuración del mundo en estados-nación
y suelen realizar estudios de costes-beneficios desde la
perspectiva de una economía nacional (la propia) y no
desde el "equilibrio de factores" a escala mundial.
Un representante paradigmático de esta escuela es el
economista estadounidense George Borjas9.
A nuestro juicio la influencia de este tipo de
análisis deriva más de su congruencia con la
corriente de pensamiento
neoliberal, que es hoy hegemónica en buena parte del mundo
académico, que de su capacidad explicativa y predictiva,
que se ha mostrado bastante limitada. Tales limitaciones han sido
percibidas por autores que comparten los presupuestos
teóricos del individualismo metodológico pero
consideran poco realista un enfoque que elude el análisis
de mecanismos institucionales (supraindividuales) básicos.
Por ejemplo, Hollifield10 propone complementar el
enfoque económico neoclásico de las migraciones con
el estudio del sistema
político internacional, incluyendo como componente
básico del marco de análisis a los estados
nacionales; sin embargo, estos aparecen como un "actor racional"
(a imagen y semejanza del homo economicus) que sólo
actúa en la esfera jurídicopolítica sin
vinculaciones estructurales con los distintos grupos
sociales. Este enfoque, que podríamos denominar
liberal-realista permite tener en cuenta la influencia clave de
las políticas estatales sobre los procesos migratorios,
pero no supera las limitaciones del enfoque neoclásico. En
particular mantiene una aproximación formal que no tiene
en cuenta la historicidad de sus propios conceptos
(válidos sólo en un contexto de economías
"de mercado"), y pretende que su validez sea
universal.
Perspectiva
histórico-estructural
La segunda gran corriente teórica pone el
análisis en el carácter sistémico o
estructural de los fenómenos migratorios. Un sistema
migratorio es caracterizado como un conjunto dinámico,
integrado por dos o más puntos (países, comarcas,
regiones) vinculados por flujos humanos. Desde esta perspectiva,
la unidad de análisis ya no son los individuos sino el
sistema y sus elementos (cuya caracterización varía
en función
de las referencias teóricas de cada autor). Según
Boyd11, estas son algunas de las ventajas de un
enfoque de este tipo:
a) destaca la interdependencia entre ambos polos, lo que
obliga a analizar las dinámicas existentes en los dos
ámbitos y da lugar a un enfoque no unidireccional; b) no
concibe la migración desde una perspectiva estática
(un desplazamiento desde A hasta B) sino como un conjunto de
flujos interrelacionados;
c) requiere el análisis de todos los
vínculos existentes entre ambos polos (económicos,
culturales, políticos, etc.), situando en ese contexto los
desplazamientos humanos.
Además, se postula que los movimientos
migratorios sólo pueden ser comprendidos en el contexto de
un análisis histórico que identifique las
principales transformaciones en una sociedad concreta. En otros
términos, no se acepta la existencia de "leyes
universales" que expliquen las migraciones; por el contrario,
cada período histórico da lugar a condiciones
estructurales específicas, que requieren instrumentos
conceptuales adecuados.
A su vez, entre quienes adoptan la perspectiva
histórico-estructural, enfrentada al enfoque
individualista, existen análisis diferenciados. Sin
ánimo de exhaustividad podemos mencionar los
siguientes:
– la teoría del mercado de trabajo
segmentado12 que destaca la existencia de factores
estructurales en la demanda laboral que generan la ruptura del
mercado de trabajo en dos grandes segmentos (primario y
secundario) y la ubicación de la mayoría de
inmigrantes extranjeros en el segmento precarizado, en una
dinámica funcional a la reproducción del capitalismo avanzado y
contraria al equilibrio de factores previsto por el enfoque
neoclásico;
– la teoría marxista de la acumulación
capitalista y el ejército de reserva de mano de
obra13, que señala la correlación
entre ciclos de auge capitalista y flujos migratorios,
así como el papel estructural (es decir, necesario) de
una oferta excedente de mano de obra como garantía de un
nivel de salarios y una disciplina de los trabajadores
compatible con el orden capitalista;
– el enfoque del sistema mundial en el que la unidad
de análisis no son los individuos ni las clases ni los
estados sino todo el planeta, unificado globalmente por la
lógica del capitalismo mundial. En este marco los
estadosnación y, por tanto, las migraciones
internacionales son un elemento interno al sistema;
además, el racismo y el sexismo aparecen como
componentes estructurales del mismo14.
Más allá de estas diferencias (que, por
otra parte, tienen consecuencias importantes para el
análisis) existe una coincidencia en considerar el
carácter macrosocial de los procesos migratorios: son los
cambios estructurales, y no la suma de decisiones individuales,
los que explican su génesis. En general, a este tipo de
análisis puede efectuársele la crítica
opuesta que formulamos al enfoque individualista: si éste
reduce la explicación a la suma de elementos "micro",
ignorando las constricciones existentes sobre las conductas
individuales, aquél se limita a identificar las fuerzas
que operan a escala "macro" pero presta poca atención a
los procesos sociales que ponen en marcha y reproducen las
migraciones (procesos que se dan en un ámbito "micro", que
no tiene por qué ser reducido a lo estrictamente
individual).
En síntesis,
puede decirse que este tipo de enfoque identifica los
condicionantes de los flujos migratorios, pero no permite conocer
por qué en condiciones similares unos grupos emigran y
otros no, o por qué eligen un destino y no otro. Se trata
de una aproximación necesaria pero no
suficiente.
Hacia un enfoque integrador: la acción
social de los colectivos migrantes en un marco
estructural
Vistos estos problemas, es necesario avanzar hacia un
enfoque que supere las limitaciones del individualismo y el
determinismo estructural, reteniendo las aportaciones más
importantes de ambos. En nuestra opinión no existe un
paradigma
acabado que resuelva estas cuestiones; sin embargo nos parece
necesario conjugar, al menos, cuatro
dimensiones15:
– El análisis histórico, al menos
en una doble perspectiva. Por un lado, identificando las
características principales de la fase en que se encuentra
el sistema mundial, pues la historicidad del fenómeno
analizado implica también la de los conceptos
teóricos utilizados; no caben teorías con
pretensión universal más allá de
determinadas condiciones temporales y espaciales. Por otra parte,
las migraciones rara vez suponen el primer contacto entre dos
sociedades,
son más bien una nueva forma de manifestarse las
relaciones entre ambas. En el caso de los flujos Sur-Norte
(emigración económica hacia países
"desarrollados"), hay que considerar la presencia previa del
Norte en el Sur en distintos momentos históricos
(extracción forzosa de mano de obra con el esclavismo;
políticas de poblamiento durante el colonialismo; reclutamiento
de trabajadores mediante alicientes económicos tras los
procesos de independencia
política; introducción de un modelo de consumo y
ciertas políticas económicas que generan
emigración en el período actual). El tipo de
relaciones históricas contribuye a explicar tanto las
formas de la emigración como las actitudes y estereotipos
de los grupos sociales implicados. En todo caso muestran la
falacia del discurso que
se asombra ante la "irrupción" de inmigrantes, percibida
como suceso arbitrario, ex-novo e injustificado.
– El análisis estructural (economía
política). Con este término hacemos referencia
al estudio de los procesos socioeconómicos,
políticos, demográficos etc. y las formas
específicas en que se interrelacionan en un sistema global
mundial. La vertiginosa internacionalización
económica y la amplia extensión de medios de
comunicación que vehiculan mensajes cada vez
más homogéneos, contribuyen a la
construcción de "un solo mundo". Los estados son un
elemento importante de este sistema global, pero no el
único ni principal; junto a ellos existen otras fuerzas de
alcance transnacional (empresas, organizaciones laborales,
políticas, etc.) que desbordan el marco estatal. Por
tanto, interesa conocer las grandes tendencias que afectan a las
sociedades de origen y de destino, pero principalmente las
relaciones que se establecen entre ambas y el lugar que
ocupa cada una de ellas en el sistema mundial. Esta perspectiva
pone en cuestión el extendido discurso que percibe a los
inmigrantes sólo como "extraños" que han llegado a
nuestro hogar sin ser invitados y que, como visitantes educados,
deben necesariamente acomodarse a las pautas de vida de los
dueños de casa. Permite, en cambio, destacar los
vínculos entre "nuestra" casa y "la de ellos", así
como las consecuencias que las formas de construir la una tienen
sobre la otra.
– Una dimensión clave de la estructura
social y su dinámica es la conformada por opiniones,
imágenes y simbolizaciones, a la que genéricamente
denominamos ideológico-cultural. Las formas en que
los colectivos perciben la realidad son parte integrante de la
misma. Además, existe una relación compleja y no
necesariamente coincidente entre los procesos sociales
(relaciones de parentesco, de género, étnicas,
nacionales o de clase) y las
nociones que la gente tiene de los mismos. Los valores,
imágenes y verbalizaciones no son -tampoco éstos-
producto
puramente individual: las estructuras
ideológicas median entre los contextos
socioeconómicos e institucionales y los agentes sociales
individuales. Las pautas culturales y los valores
ideológicos son, a la vez, recursos en mano de los actores
y elementos promovidos o reprimidos por el orden social
dominante. Existe un ámbito institucional de
producción y manipulación de los discursos
sociales, representado principalmente por los organismos
estatales (por ejemplo, su regulación de la noción
de ciudadanía amplía o restringe la percepción
de quiénes son "los nuestros") y los medios de comunicación masivos (que difunden y
refuerzan estereotipos, normas y
valores). Por ello es fundamental prestar atención a las
diversas modulaciones discursivas de los inmigrantes y de la
población autóctona, así como a los
contenidos de los mass media y a la producción discursiva
de los organismos estatales.
– El estudio de las redes sociales migratorias.
Los procesos históricos y los contextos globales imponen
ciertos condicionamientos pero no determinan las acciones
humanas; establecen marcos pero no eliminan las decisiones y
estrategias colectivas. Por otra parte, éstas no son el
resultado de elecciones racionales individuales de sujetos
autónomos. Entre el individuo y el
sistema existe el ámbito de las relaciones sociales, en la
que se constituyen actores16 que modelan, a la vez que
son condicionados, los procesos históricos. Toda persona
está en permanente contacto con otras desde una
posición determinada; el conjunto de relaciones establece
una red. El lugar
que se ocupa en estas microestructuras es lo que permite
adoptar/explicar comportamientos concretos. En otras palabras:
existe una mediación social 17 entre las
conductas individuales y los contextos globales; por ello, desde
una perspectiva no individualista, la estructura de
las relaciones sociales se constituye en un nivel de
análisis diferenciado, y complementario, del de las
estructuras socioeconómicas y políticas. El
concepto de
red migratoria
designa un proceso social que conecta a gente establecida en
diferentes espacios, ofreciéndoles posibilidades de
desarrollar estrategias fuera del lugar de
nacimiento18.
La existencia de tales redes ayuda a explicar ciertas
discordancias entre contextos y conductas: una persona puede
tomar la decisión de emigrar más por la seguridad que le
ofrecen sus contactos que por las ventajas materiales que
se deducen de la situación "objetiva". Las redes
migratorias han de considerarse un elemento más del
sistema mundial; como tales, no sólo son influidas por
otros elementos: tienen también una incidencia sobre
éstos.
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