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Explorando la Estratificación Digital (Digital Divide



     

     

     

    Abstract

    Se parte de la idea de que para el desarrollo de
    una Sociedad de la
    Información concebida para satisfacer determinadas
    necesidades de los ciudadanos tendrán que tenerse en
    cuenta tanto los requisitos técnicos como los sociales. El
    autor postula, como punto de partida, que la introducción de las TIC en la vida
    política,
    económica y social permite expandir la democracia (en
    su sentido estricto de gobierno del
    pueblo) a ámbitos y posibilidades anteriormente vedados.
    En el articulo se analizan algunos elementos discursivos sobre
    los que se asienta el imaginario social de las Sociedades de la
    Información. De forma particular, se examina el Discurso del
    Progreso. Se presta especial atención a la problemática de la
    Estratificación Digital (Digital Divide) que se centra en
    el estudio de los discursos y
    prácticas asociadas con las desigualdades y diferencias
    que se establecen en la Sociedad Red. Se pretende resumir las
    principales genealogías, características y
    parámetros de la Estratificación Digital generada a
    partir de la instalación masiva de sistemas
    telemáticos. En el artículo se presta
    atención especial al contenido y objeto de la
    información e invita a reflexionar sobre el problema de la
    exclusión digital desde la perspectiva del sistema operativo
    utilizado y sus resultados "históricos" en las formas de
    conceptualizar al ordenador y las diversas formas de planificar
    el aprendizaje
    y uso de la
    computadora. Se analiza la utilización de Software Libre
    y de GNU/LINUX como uno de
    los sistemas
    operativos que parece presentar mejores perspectivas para
    desarrollar los potenciales creativos de los usuarios.

     

    1.
    Introducción

    En los últimos años se ha producido un
    cambio
    tecnológico que ha tenido en las llamadas
    Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
    (TIC), uno de sus más claros exponentes. En concreto, ha
    sido espectacular el aumento de las CMC. El uso del ordenador
    tiene un crecimiento exponencial y su penetración prosigue
    extendiéndose cada vez a más esferas sociales, ya
    sean relacionadas con el mundo laboral o con el
    tiempo de ocio
    [1].

    Algunos autores han visto en este proceso una
    serie de cambios cualitativos en nuestras sociedades, un proceso
    constituyente de la llamada "Sociedad de la Información" o
    "Sociedad Red" [2]. Los estudios relacionados con la Sociedad
    Red, pretenden analizar el impacto social de este cambio y su
    potencial de transformación. Para cumplir adecuadamente
    con este objetivo,
    entiendo que resulta necesario que investigadores pertenecientes
    al ámbito de las TIC, tanto en el campo de la ingeniería telemática, como en el campo
    sociopolítico, trabajen de forma conjunta. Y ello no
    sólo para estudiar estos fenómenos desde una doble
    perspectiva [3], sino también para aprovechar la sinergia
    generada por la combinación de estas dos perspectivas [4].
    Por ello, creo que es conveniente utilizar un planteamiento
    multidisciplinar que sea capaz de tomar en consideración
    diferentes enfoques científicos. Este articulo se enmarca
    en el seno de las tareas de investigación del proyecto
    VOTESCRIPT (1), en el cual colaboran diferentes
    investigadores pertenecientes a diversas disciplinas. Es en este
    entorno multidisciplinar donde hay que situar las reflexiones de
    este escrito, que se encuentra intelectualmente comprometido en
    una línea de investigación que pretende la
    indagación, desarrollo e implementación de sistemas
    que contribuyan a la mejora de los derechos ciudadanos y
    minimicen los efectos negativos que pueden tener sobre ellos el
    asentamiento de la Sociedad de la Información. Estos
    sistemas se apoyan en las ventajas proporcionadas por los
    servicios
    telemáticos de seguridad
    avanzados y las demandas detectadas mediante análisis sociológicos.

    Precisamente, es conveniente señalar la
    importancia de los análisis sociales debido a que el
    desarrollo de la Sociedad Red está condicionado por las
    tecnologías que se apliquen, y las líneas de
    investigación tecnológicas abren y cierran puertas
    a posibles escenarios sociales. La mayor parte de las veces,
    estas actuaciones se producen sin motivación
    consciente y sin percatarse de sus posibles implicaciones. Al
    igual que se hacen estudios de impacto medioambiental,
    desde aquí se propone que se tenga en consideración
    el impacto social de la aplicación de las
    innovaciones tecnológicas y se analicen las perspectivas
    que promueven o vedan, ya que no de forma automática
    todo avance tecnológico es socialmente positivo. Esta
    afirmación contradice en parte lo que creo identificar
    como discurso dominante en torno al progreso
    y la tecnología. Desde mi perspectiva, parte
    fundamental del problema en torno a los modelos de
    gestión
    de la Sociedad de la Información, y por ende de los
    desequilibrios sociales de su construcción, tienen su origen en los
    discursos que rodean y mistifican el mundo de la informática.

     

    2. Alternativas en el
    diseño
    de las sociedades de la Información y el discurso del
    progreso

    A la hora de valorar las actuaciones sociales, políticas
    y jurídicas que impulsan la construcción de una
    Sociedad Red, un problema metodológico a afrontar,
    consiste en deconstruir todo una serie de ideas-fuerza y
    lugares comunes que han sido dados por sentado sin el menor
    análisis crítico.

    Una idea clásica de la cultura
    Occidental es la concepción lineal del tiempo y de la
    Historia; la idea
    de progreso, que se encuentra presente de una u otra forma desde
    el judaísmo, modificada en su versión cristiana,
    adaptada luego por la filosofía occidental, y
    todavía perceptible en el liberalismo y
    el marxismo.
    Conforme a este entendimiento, hay una ruta trazada por la que
    discurre el tiempo, que nos lleva al futuro. La humanidad sigue
    esa ruta, de forma tal que cada generación recibe el
    testigo del progreso de la anterior. Hay una
    evolución, y este progreso evolutivo es beneficioso
    para la sociedad y, en definitiva, para la Humanidad. Estamos en
    un proceso de permanentes avances y esta progresión se
    realiza básicamente a través de la
    "tecnología" (2). Sorprendentemente, los discursos
    en torno a la tecnología y al imparable avance de la
    Humanidad y el progreso no han sufrido demasiadas modificaciones
    en el último siglo y medio. Por ser muy ilustrativo al
    respecto, reproduzco aquí las palabras de un comunicador
    social del siglo XIX, Daniel Webster, paladín de la idea
    ilustrada de que las innovaciones de la ciencia y
    la mecánica traen consigo el progreso social
    universal. El presente texto es el
    discurso de inauguración de una línea ferroviaria
    en Lebanon, New Hampshire, en 1847: "Es una Era extraordinaria,
    ésta en la cual vivimos. Todo es novedoso al mismo tiempo.
    El mundo nunca antes ha visto algo igual. Yo no esperaba verlo.
    Nadie puede pretender discernir el final. Pero todo el mundo sabe
    que esta Era destaca por la investigación científica de los
    cielos, de la tierra, y
    de lo que está debajo de ella. Y quizás aun sea
    más destacable por la aplicación de la
    investigación científica a la actividad de la vida.
    Los ancianos nunca vieron algo parecido. Los
    contemporáneos no habían visto nada parecido hasta
    nuestra generación. Nosotros vemos el océano
    navegable y la tierra firme
    atravesadas por el poder del
    vapor y la inteligencia
    comunicada eléctricamente. Verdaderamente ésta es
    una Era maravillosa. Lo que queda por delante de nosotros nadie
    lo puede decir. Lo que queda sobre nosotros apenas nadie lo puede
    comprender. El progreso de esta época ha sobrepasado el
    entendimiento humano" [5].

    En la misma línea, y en lo relativo al carácter acríticamente optimista de
    ciertos discursos futuristas, desde hace más de treinta
    años cada aparición de una técnica es
    saludada y glosada con el mismo discurso optimista, como
    argumenta Lucien Sfez desde Le Monde Diplomatique:
    ¿La
    televisión? Era el acontecimiento de la aldea global.
    La comunidad
    reencontrada gracias a la pequeña pantalla
    reduciría las amenazas de guerra,
    haría desaparecer el abismo entre militares y civiles y
    provocaría la progresión "a grandes pasos de todos
    los territorios no industrializados, como China,
    India, y
    África"(McLuhan). Y esto era en la década de los
    años 60" [5].

    Conforme al discurso del progreso, estos avances se
    asemejan a una evolución (3): están los que
    van por delante (la vanguardia que
    avanza marcando el camino) y aquellos que los siguen. Solo hay un
    camino, una ruta, no hay caminos alternativos. Por supuesto que
    en esta evolución, aquellos sujetos
    tecnológicamente adaptados están llamados a
    triunfar y liderar el proceso. Mientras que aquellos que no
    abracen entusiasta y concienzudamente las nuevas
    tecnologías, se quedaran atrás y
    perderán el tren del progreso. Frecuentemente, se utiliza
    la expresión "quedarse atrás" a secas, sin que le
    acompañe el objeto de "ese quedarse atrás".
    ¿Quedarse atrás en el camino del progreso?
    ¿quedarse atrás en el mercado de
    trabajo, que
    supuestamente demanda
    habilidades informáticas? ¿quedarse atrás
    del futuro?

    Esto nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: hoy
    en día, ¿quienes establecen lo que es progreso,
    a través de qué discursos, y desde qué
    posiciones de poder?

    Entiendo que es una reflexión a tener presente en
    todo proyecto que pretenda intentar subsanar "la disparidad en el
    acceso a ordenadores y su uso, entre los diversos grupos
    sociales, económicos y raciales" como define Pinkett
    lo que nosotros hemos denominado Estratificación
    Digital
    [6]. Parece igualmente evidente que la
    exploración de las múltiples posibilidades de la
    Democracia y la Participación basadas en sistemas
    telemáticos requiere de una Sociedad Red de pleno acceso
    para todos y con las mismas oportunidades. De forma inherente al
    desarrollo de la Democracia Digital, y para que esta sea
    universal, han de solucionarse los problemas que
    conlleva la Estratificación Digital.

    Por ello, resulta de sumo interés la
    puntualización que Leo Marx establece
    sobre la visión liberal del discurso del progreso y la
    matización contemporánea que ha sufrido. El
    progreso de la sociedad se entendía como la mejora de toda
    la población. La sociedad era concebida como
    un todo en la que la prosperidad de tu vecino terminaría
    redundando en la tuya propia. Pero hoy en día, el progreso
    de la sociedad, no se mide por el avance de dicha sociedad como
    un todo, sino que se focaliza más en los avances
    tecnológicos.[7]

    El acceso a estos avances tecnológicos, limitado
    a ciertas élites, provoca desarrollos sociales que
    incrementan las desigualdades en varios planos. Utilizando la
    terminología de Warllestain en su concepción de la
    Economia-Mundo, en ciertos aspectos telématicos se observa
    el aumento de las diferencias y jerarquías entre el Centro
    y la Periferia, así como las que se dan internamente tanto
    en los países del Centro como en los de la Periferia.
    (También es cierto que la introducción de las
    nuevas tecnología representa un instrumento que rompe
    algunas de las barreras Centro-Periferia anteriormente
    existentes, como es el caso de acceso a la información
    contenida en páginas
    web).

    En esta línea, Jan van Dijk denuncia como estos
    avances tecnológicos y su desarrollo social
    incrementan las desigualdades y señala varias tendencias
    en la sociedad actual. En concreto llama la atención sobre
    las políticas que permiten las desigualdades materiales.
    "Son las políticas de privatización y estimulación de la
    economía
    de mercado en casi todos los países. Nos están
    llevando a la comercialización de lo que antes era
    información publica, [?] y la privatización de
    la
    educación. Inevitablemente, estas políticas
    expanden las posibilidades de desigualdades digitales"[8]. Y pone
    como ejemplo que gente con pocos ingresos y bajo
    nivel educativo hará uso de los contenidos baratos y
    simples de Internet, mientras que los
    sectores de la población con grandes ingresos y altos
    niveles de educación
    harán uso de los contenidos caros y avanzados que ofrece
    la Red.

    Por otra parte, toda esta percepción
    en torno al discurso del progreso, establece una visión
    (pre)determinada del futuro (4). Como se desprende de los
    análisis cualitativos (5), existe todo un
    imaginario discursivo que identifica la Sociedad de la
    Información con el futuro, incorporando como
    características de este futuro-presente, experiencias
    ajenas a las que conforman la realidad cotidiana. De tal forma
    que, en el discurso dominante, se asume como cotidiano que hoy en
    día cualquiera puede hacer la compra por Internet,
    consultar al medico, entrar en contacto con algún
    político, o realizar una videoconferencia, aunque solo un
    reducidísimo porcentaje de la población haya
    realizado alguna vez una de estas actividades. Se asume con la
    certeza de que es un futuro definido, establecido y que (se
    quiera o no) llegará. Tanto es así que al
    referirnos a ese futuro-presente hablamos de "La" Sociedad de la
    Información, "La" Sociedad Red. La única, la que
    será-es, la que está determinada, empezando
    aquí y ahora, un ahora que dura ya casi una
    década.

    Así, frecuentemente nos encontramos con discursos
    francamente optimistas en los que, a mi juicio, se confunden
    hipotéticas posibilidades futuras con la realidad actual.
    O lo que sería más grave, adolecen de una falta de
    capacidad de análisis, confundiendo la realidad personal del
    "analista", con la del resto de la población del planeta.
    Así Barlow, gurú de la Sociedad Red, afirma que "el
    ciberespacio representa la promesa de un nuevo espacio social,
    global, sin soberanía ni jerarquías, en el que
    cualquier persona, en
    cualquier sitio puede expresar aquello en lo que crea sin
    ningún miedo" [9]. Como se argumenta y explica a lo largo
    de este articulo, es cuando menos ingenuo pensar que "cualquier
    persona, en cualquier parte del mundo" tenga cerca y/o pueda
    disponer de una conexión a Internet. Parece olvidarse
    Barlow que alrededor de 2/3 de la Humanidad ni tan siquiera han
    realizado una llamada por teléfono en su vida (6).

    Al margen de la agradable sensación de
    utopía que pretenden transmitir dichos discursos y que
    podemos encontrar a diario en los medios de
    comunicación, en la mayoría de ellos no se
    encuentran elementos teóricos válidos, ni en la
    exploración de las posibilidades, ni en la
    identificación de tendencias presentes en el actual
    desarrollo de las TIC. Desde mi perspectiva, discursos
    sistémicos y acríticos como los de Barlow, u otras
    quimeras similares, mas bien debieran de ser circunscritas al
    campo de la literatura y la ciencia
    ficción (7).

    En contraste con este tipo de formulaciones, coincido
    con Robins cuando cabalmente afirma; "creo que urgentemente
    deberíamos proponernos la tarea de desilusionarnos. No hay
    ningún mundo alternativo ni un futuro perfecto en el
    ciberespacio y la realidad
    virtual. Vivimos en un mundo real y debemos reconocer que
    desde luego no nos encontramos precisamente en una
    situación en la que podamos hacer lo que nos dé la
    gana. Las instituciones
    que desarrollan y promocionan las Nuevas Tecnologías
    existen sólidamente en este mundo. Y debemos darles
    sentido en términos de su realidad social y
    política, y es en este contexto en el que tenemos que
    valorar su significado e importancia. Porque estamos en un mundo
    limitado materialmente y dividido socialmente que nos debe
    recordar hasta qué punto estamos necesitados de hacer
    política" [10].

    Planteado el enfoque, pasemos a describir la
    multiplicidad y complejidad de la temática que define a la
    Estratificación Digital.

     

    3. Por un desarrollo
    socialmente ecuánime de los sistemas telemáticos.
    Introducción a la problemática de la
    Estratificación Digital (Digital
    Divide)

    Como hemos planteado, una nueva problemática
    socio-política generada directamente por la
    implantación masiva de servicios telemáticos es lo
    que denominamos Estratificación Digital (en ingles
    Digital Divide). Hasta hace un par de años, la
    mayoría de los estudios a este respecto eran de origen
    norteamericano. El nombre bajo el cual se conoce este campo de
    estudios es Digital Divide (literalmente división
    digital
    ). Es un termino que fue socialmente producido y
    connotado a través de los medios de
    comunicación y los políticos profesionales.
    Pronto se hizo rápidamente popular, pero más
    allá del ámbito ambiguo de los medios de
    comunicación, parece que adolece de un
    nivel mínimo de precisión o rigor académico.
    El término es ya centro de una fuerte polémica en
    cuanto a su falta de precisión: es vago y no abarca la
    complejidad del problema. Es difícil encontrar una
    definición que tenga un consenso en los ámbitos
    académicos, y muchos textos plantean la revisión
    del término adoptado (8).

    Un punto de partida para definir la "digital divide",
    sería considerar que pretende establecer e investigar las
    diferencias y desigualdades producidas por la introducción
    de ordenadores personales y otros tipos de "tecnología de
    la computación y la
    comunicación" dentro de las sociedades. Así,
    abarca o incide sobre temáticas tales como la desigualdad,
    el
    conocimiento y los ordenadores. Otras especificaciones
    podrían extender su ámbito a la etnicidad, la
    cultura, clase social,
    pobreza y el
    ciberespacio, como McGee nombra a las categorías de su
    colección de artículos sobre el tema (9). Lo
    cierto es que nos encontramos ante un área de estudios que
    en la práctica abarca al conjunto de la Sociedad de la
    Información y que hace referencia a su composición
    y organización.

    En español,
    digital divide ha empezado a traducirse como "brecha
    digital", denominación que traslada todas las limitaciones
    y carencias del termino inglés.
    A nuestro juicio, el término
    estratificación aquí propuesto,
    refleja más claramente la multiplicidad de factores y su
    jerarquización social. Una primera diferencia (radical en
    la conceptualización que se establece con esta nomenclatura) es
    reconocer que no hay una única división, una
    única brecha que divida a la sociedad entre
    "analfabetos informaticos" y aquellos que saben usar las
    tecnologías de la información y la
    comunicación, sino varias "divisiones" o "brechas". Es
    ésta una diferencia conceptual que en el término
    ingles se recoge bajo la pegadiza definición de los
    haves, y los have-nots, y que desde mi juicio
    constituye un error de fondo que complica enormemente la
    explicación y percepción de la
    estratificación digital. Como se puede comprobar en
    la literatura al respecto, resulta difícil establecer
    categorías y clasificaciones dada la multiplicidad de
    conexiones y solapamientos temáticos a los que nos
    enfrentamos. El cuestionamiento de las implicaciones del termino
    digital divide está presente en una buena parte de
    los análisis de la cuestión, si bien,
    mayoritariamente también usan la nomenclatura de
    haves y have-nots.

    Por todo o anterior, y como definición del nuevo
    término de Estratificación
    Digital
    formulamos que se trata del ámbito
    de investigaciones
    que se centra en el estudio de los discursos y prácticas
    asociadas con las desigualdades y diferencias en: el acceso a
    computadores, infraestructura de entrada a la red y
    adquisición de conocimientos e
    información, que se dan entre las distintas
    clases
    sociales, así como por género,
    edad, nivel educativo, etnia, idioma,
    zona en la cual se habita, convicciones políticas o
    religiosas, etc.

    Como se deduce tras una lectura de
    Tardieu [11], y aunque pueda parecer extraño, la
    relación entre desigualdades sociales y ordenadores ha
    sido estudiada por lo menos durante los últimos veinte
    años. Es cierto, que la forma y enfoque de acercarse al
    problema han sufrido profundos cambios. Al principio el ordenador
    personal era visto como una herramienta de trabajo intelectual
    cuya utilidad se
    focalizaba en desarrollar las capacidades de los alumnos a
    través del aprendizaje de
    informática. Y en el diseño de la enseñanza de este aparato, tenían
    importancia clave los entendidos en la materia, de
    forma que sus enseñanzas tendían a reproducir un
    aprendizaje dirigido básicamente a desarrollar la
    capacidad de programar (crear programas), o ser
    capaz de leer y entender el organigrama
    (estructura del
    programa) o el
    código
    de programación. En este esquema podemos fijar
    la atención en dos asuntos relevantes:

    El primero de ellos estaría relacionado con lo
    que concierne al cómo y el para qué
    se enseñaba el uso de ordenadores. Este es un aspecto muy
    interesante y frecuentemente relegado en los estudios sobre las
    Sociedades de la Información, al que prestaremos debida
    atención en el apartado 5.6. El segundo aspecto
    importante, radica en cómo se determina actualmente el
    grado de penetración de las Tecnologías de la
    Información y la Comunicación en nuestras
    sociedades. ¿Qué parámetros se utilizan para
    medir nuestro grado de "cibersociedad"?

    En un ámbito de expertos e iniciados, como era la
    situación anterior, era relativamente sencillo determinar
    quien estaba o no en el mundo de los ordenadores, en la Sociedad
    de la Información. Para manejarse con un ordenador se
    debían de conocer los comandos del
    sistema
    operativo. Ademas, las conexiones a través de las redes se realizaban
    frecuentemente mediante UNIX,
    debiéndose conocer los comandos básicos para su
    manejo. Fue más tarde que hicieron su aparición los
    interfaces de fácil uso (user friendly), cuyo exponente
    actual lo representan las diversas series de Windows de
    Microsoft, y
    en menor medida los sistemas
    operativos del Machintosh de Apple.

    A partir de la generalización de esta
    práctica empieza a ser cada vez más complicado
    determinar quien "está" y quien "no-está". De
    aquellos de nosotros que disponemos de relativamente potentes
    computadores y navegamos por la red, ¿Cuantos podemos
    decir que conocemos y utilizamos una parte importante de las
    capacidades de nuestros ordenadores? A la hora de determinar lo
    que es un internauta nos encontramos con un problema
    similar. ¿Lo determina la posesión de una
    conexión a la Red o el tipo de uso que hacemos del
    ciberespacio? ¿se puede encuadrar en la misma
    categoría de internautas a quien cotidianamente
    utiliza consulta de páginas, videoconferencia, descarga de
    archivos,
    colgar información en la red, saber buscar y encontrar lo
    que le interesa, ect., con aquellos que esporádicamente
    utilizan alguna que otra aplicación como el correo
    electrónico o la navegación circunscrita a las
    versiones electrónicas de los periódicos
    importantes (10)?

    Desde mi perspectiva, la respuesta es negativa. Desde la
    invención del sistema de World Wide
    Web, y con la consiguiente entrada en la red de mayores
    porcentajes de la población sin excesivos conocimientos
    informáticos, las actividades a realizar en el
    ciberespacio se han multiplicado, y muchas de ellas no son sino
    apéndices virtuales de practicas que ya se daban en la
    vida real (11). Sin pretender descalificar ciertos empleos
    de la red, los dos modelos descritos arriba predeterminan
    posibilidades muy diferentes de uso y explotación de los
    recursos del
    Ciberespacio. Contabilizar ambos modelos bajo la misma
    categoría de internautas, sin más
    matizaciones, entiendo que conduce a crear confusión y
    pobres análisis sobre la situación actual y
    posibilidades de desarrollo de "La Sociedad de la
    Información".

    En términos parecidos, una tendencia dominante en
    el análisis social, marcada por el esquema de los "haves"
    y los "have-nots", se ha centrado generalmente en contabilizar el
    número de ordenadores, y conexiones a la Red. Nos
    encontramos con una forma de abordar el problema muy marcada por
    las tendencias mercantilistas, según las cuales la
    solución es la venta masiva de
    ordenadores y conexiones a Internet. Para justificar esta
    política, se han utilizado propagandisticamente técnicas
    cuantitativas de investigación de una forma simple e
    inadecuada, al ser pocas las veces que se tenía en cuenta
    los usos que se hacían de los computadores (12).
    Este empeño simplista en preponderar el número de
    ordenadores, también queda cuestionado por algunas
    estadísticas que muestran como en los
    últimos años, el incremento en la
    adquisición de ordenadores, no conlleva necesariamente un
    incremento en su uso. Según un estudio de Arbitron
    realizado en los EEUU, en 1999 tan solo el 53% de los
    propietarios de un PC lo usaban [12], tendencia que
    también se puede observar en nuestro país. En el
    2000 el 36.4% de la población decía poseer un
    ordenador, mientras que declaraba usar un ordenador el 30%. En
    esta ultima cifra se incluyen también a los que sin poseer
    uno de ellos, sí lo utilizan (en el trabajo,
    centro de estudios, ect). En el 2001 estas cifras pasaron al
    41.9% y al 34%, respectivamente [13].

     

    4. Variables
    generales de la Estratificación Digital

    De lo anterior se deduce que la conceptualización
    y categorización de la Estratificación Digital
    encierra una serie de particularidades y detalles que resulta
    difícil abarcar. El esquema aquí propuesto,
    pretende identificar seis parámetros que abarcan el
    acceso a computadores, infraestructura de entrada a la red y
    adquisición de conocimientos e información.

    Dichos parámetros serán: a) el equipamiento o
    hardware, b)
    infraestructura de acceso, c) lugar de acceso, d) conectividad a
    la red, e) disponibilidad de la información, y f) el
    contenido en cuanto a las formas de aprendizaje y a la
    definición de objetivos.
    Cada uno de ellos habrá de ser considerado bajo las
    variables de clase social, así como por género,
    edad, nivel educativo, etnia, idioma, zona en la cual se habita,
    convicciones políticas o religiosas, etc.

    La clase social es una categoría de
    análisis con tradición en Europa y que va
    más allá de la simple cuantificación de
    ingresos, que suele ser el dato a considerar en la mayoría
    de los estudios anglosajones. Como otras muchas variables
    aquí planteadas, la clase social remite a la
    situación económica, pero también al
    capital
    cultural, y al capital social, con la consiguiente diferencia de
    oportunidades de partida que conllevan.

    El género es una variable que se impone
    como resultado de los análisis cualitativos o
    cuantitativos. Se refleja tanto en los números de acceso,
    como en los usos y es una variable que necesita frecuentemente
    ser relacionada y contextualizada con otras, como por ejemplo, el
    país en el que se habita. Es una de las divisiones
    más evidentes e interesantes en la medida que refleja
    cómo el diseño de las nuevas sociedades de
    la Información reflejan las viejas costumbres y
    tradiciones patriarcales de nuestras sociedades.

    Como en anteriores innovaciones tecnológicas la
    edad también resulta clave. Es cierto que
    dependiendo de los países (y su nivel de desarrollo), la
    edad de resistencia a los
    ordenadores cambia. A no ser que se plantee el paso del tiempo
    como factor corrector de esa resistencia (13), los
    científicos sociales deben considerar las particularidades
    especificas de esos sectores de la población y ver
    qué aspectos podrían provocar un cambio de actitud. Por
    ejemplo, analizar las políticas de introducción al
    uso de ordenadores (generalmente orientadas al ocio) que algunos
    centros de la tercera edad están realizando.

    El nivel educativo y la educación juegan
    en este ámbito de estudios un papel fundamental. Se dibuja
    como uno de los espacios sensibles en los que desarrollar
    políticas correctoras de la Estratificación
    Digital. Esta cuestión se aborda con más
    detenimiento en el punto 5.6.

    La etnia es una variable cuya utilización
    resulta imprescindible en países como EEUU, Reino Unido o
    Francia. En
    nuestro país, en la medida que aumenta la inmigración extranjera, cada vez se
    consideran más los aspectos específicos de las
    etnias y las comunidades que las componen.

    El idioma afecta en varios sentidos. En nuestro
    entorno, porque una persona que no domine cierto nivel de
    castellano, es
    obvio que se encuentra en franca desventaja a la hora de adquirir
    cualquier conocimiento.
    Además, tenemos que considerar el absoluto dominio que el
    inglés tiene en la sociedad de la información. No
    solo es el lenguaje
    base en la innovación y la programación, sino
    que acapara una inmensa mayoría (68.3 %) de los contenidos
    de las páginas web. Le siguen en
    presencia el Japonés, el Alemán, el Chino, y el
    Francés [14]. Por supuesto que un hispano-hablante
    tendría suficientes páginas en castellano para
    visitar durante toda su vida, pero el desconocimiento de ciertos
    idiomas le imposibilita el acceso a otros millones de
    páginas.

    Los ideales y actividades políticas
    también aparecen como variable de la
    estratificación digital, en la medida que existen en la
    red algunas tendencias intentar bloquear ciertos tipos de
    información (generalmente de forma ilegal o alegal) e
    incluso a privar a algunos individuos del acceso a la red. Por
    ejemplo, provocando la clausura del servidor que
    provee a un colectivo u organización. Este es un asunto de
    especial relevancia política, inscrito en el ámbito
    de los ciberderechos, al que prestaremos algo más de
    atención en el apartado 5.4.

    Evidentemente, la conceptualización de la
    estratificación digital difiere en su enfoque y
    características dependiendo de las zonas y
    países
    que se consideren. Obviamente, las situaciones
    en los EE.UU., Europa, Asia, Oriente
    Medio, Latinoamérica o Africa contienen
    diferencias de fondo que deben de ser tenidas en cuenta en las
    soluciones
    propuestas.

    El presente estudio se ajusta sobre todo al
    análisis de los factores a tener en cuenta en las
    sociedades que se encuentran inmersas en un desarrollo masivo de
    las TIC. Es decir, en aquellas sociedades en las que existen
    iniciativas (públicas o de mercado) tendentes a conseguir
    que el conjunto de la población tenga acceso a estas
    nuevas tecnologías. Es conveniente insistir que en los
    países (del desarrollo del subdesarollo
    económico
    (14)) con significativos niveles de
    pobreza la preocupación por la Estratificación
    Digital pasa a un segundo plano en comparación con las
    necesidades de supervivencia cotidiana que tienen
    planteadas.

    Un último aspecto a considerar en cada uno de los
    parámetros descritos a continuación radica en
    evaluar las políticas públicas y
    gubernamentales
    para subsanar o acrecentar la
    Estratificación Digital. Obviamente, la
    construcción de una Sociedad Red igualitaria y
    democrática está íntimamente ligada a las
    problemáticas socioeconómicas y políticas
    que se dan actualmente en nuestras sociedades.

     

    5. Categorías de la
    Estratificación Digital

    Podríamos establecer seis puntos,
    parámetros o categorías de análisis para
    entender, comprender y poder corregir las diversas facetas de la
    Estratificación Digital:

    5.1. Equipamiento o
    Hardware

    Es decir, el ordenador sus accesorios y periféricos. Entre estos periféricos
    destacaremos la impresora,
    módem, escáner,
    lector de CD-ROM o
    DVD, grabadora
    de CD o DVD,
    cámaras web, etc. Resulta obvio que dependiendo del tipo
    de ordenador, memoria, velocidad y
    equipo accesorio, se tendrán diferentes posibilidades de
    rentabilizar los recursos que ofrece el propio ordenador y la red
    de redes, la Internet.

    5.2. Infraestructura de
    Acceso

    En este punto, en apariencia meramente técnico,
    es posible identificar diversos proyectos
    políticos y económicos que condicionan las
    posibilidades "socio-digitales". Mitchell plantea: "conectarse a
    una nueva clase de utilidad plantea un problema obvio. Como con
    el agua, el
    gas o la
    electricidad,
    las comunidades de bajos ingresos necesitan conseguir
    tuberías "en este caso, tuberías
    electrónicas para la información digital- para
    conectarse a puntos de distribución potencialmente
    importantes"[15].

    Por lo tanto, en la categoría infraestructura
    de acceso
    , englobamos dos aspectos bien diferenciados: por
    una parte, la calidad de estas "tuberías"
    digitales, y por otra, su topología o
    diseño.

    5.2.1. En cuanto a la calidad
    técnica hemos de distinguir diversos aspectos. Entre otros
    cabría destacar: a) la velocidad de acceso, b) el "caudal"
    (throughput) o volumen de
    datos que
    permite, c) el grado de protección o la privacidad de las
    comunicaciones. d) el modelo de
    "tuberías" que conectan con el servidor (por módem
    vía línea telefónica (14.4, 28.8, o 56 Kbps
    (15)), RSDI, ASDL, cable, o satélite), e)
    disponibilidad o capacidad del servidor: tanto horaria, como sus
    posibilidades para hacer frente a una concurrencia masiva, f) el
    enganche de esas tuberías a la red, de forma que no se
    produzca un cuello de botella que infrautilice las capacidades de
    nuestra instalación de salida.

    A la hora de proporcionar garantías de privacidad
    existen multitud de elementos en juego, tanto
    técnicos como de concepción político-social.
    Para un análisis detallado de la seguridad y privacidad
    ver el capítulo de este mismo libro
    "Provisión de protocolos de
    anonimato para la protección de la privacidad y el
    desarrollo de la democracia electrónica en las CMC
    ".

    5.2.2. En cuanto al diseño de su
    estructura
    , nosotros abogamos porque ésta debiera
    de huir del modelo de difusión. En ésta
    existe un emisor productor del contenido, y varios receptores
    casi sin capacidad de decisión sobre la información
    recibida. Es el modelo clásico que podemos encontrar en
    la radio, los
    periódicos o la televisión. Coincido con Mitchell cuando
    plantea que "las conexiones debieran de ser de dos sentidos, y
    simétricas [?]. Conexiones de dos sentidos
    asimétricas, como aquellas establecidas por las
    televisiones por cable, permiten que grandes cantidades de
    información fluyan en una dirección pero tan solo permiten que una
    pequeña cantidad fluya de vuelta. Conexiones de dos
    direcciones simétricas, como las que se dan en la
    línea telefónica, permiten intercambios de
    información desde posiciones iguales: ésta es una
    importante dimensión de equidad en el
    mundo digital" [15].

    De hecho, la importancia del diseño de la
    estructura se ejemplifica también en la concepción
    de modelos de Democracia Digital. Aplicando los Modelos de
    Tránsito de Información, obtendremos diferentes
    esquemas y nociones de la equidad en el flujo de
    información. Llegados a este punto deberíamos
    introducir brevísimamente algunos conceptos y
    clasificaciones de las ciencias de
    sociales, y más concretamente de la Comunicación.
    Nos centraremos en el concepto de los
    llamados Modelos de Tráfico de Información (MTI),
    que se refieren a las formas que adoptan las comunicaciones en el
    ámbito político entre el centro, detentador del
    poder
    ejecutivo y legislativo, y las unidades locales, o
    ciudadanos. Podemos distinguir cuatro modelos
    básicos:

    • Alocución (allocution): Se le
      denomina a la distribución simultanea de
      información desde un centro que sirve como fuente y que
      decide y selecciona la información que es conveniente
      distribuir, hacia una audiencia de unidades locales
      destinatarias.
    • Consulta (consultation): En cierta
      forma, es el proceso inversa: las unidades locales son las que
      realizan la selección de la información a la
      que quieren tener acceso, si bien la fuente de
      información y base de
      datos de la cual elegir, está determinada por el
      centro y ubicada en él.
    • Registro (registration): Es la
      recolección de información por parte del centro,
      que determina tanto qué asuntos tienen importancia, como
      la forma o el intervalo de tiempo establecidos para recoger la
      información requerida. Esta información es
      enviada al centro por las unidades locales, que en este proceso
      son las fuentes de
      información.
    • Conversación (conversation): Es
      el intercambio de información entre dos o más
      unidades locales a través de un medio compartido, sin
      pasar necesariamente por un centro. Tienen capacidad para
      determinar tanto qué asuntos tienen importancia, como el
      tiempo, la forma o la velocidad de la comunicación
      establecida entre ellas para el intercambio de
      información.

    Como fruto de la conceptualización de los Modelos
    de Tráfico de Información y de su aplicación
    a las TIC, seriamos capaces de diseñar un primer esquema
    con tres diferentes perspectivas sobre la Democracia
    Telemática en lo relativo al trafico de información
    [16].

    En la figura 1, se representan estos tres modelos de
    Democracia Digital conforme a la estructura del flujo de
    información, teniendo en cuenta lo formulado
    anteriormente. El primero, el modelo de Internet, es en el
    que las líneas de demanda y suministro de
    información son de igual intensidad entre el centro y las
    unidades locales, así como entre las propias unidades (se
    utiliza Consulta y Conversación). En el segundo, el
    modelo Infocrático, la relación entre el
    centro y las unidades locales están guiadas por fuertes
    suministros de información desde las unidades al centro
    (se enfatiza Registro). Por último se recoge el
    modelo de Mercado o Marketing,
    que gráficamente es el inverso del infocrático; es
    decir, el centro determina y distribuye la información a
    las unidades (se basa en Alocución).

    5.3. Lugar de acceso a las
    TIC

    Según muestran algunas estadísticas
    nacionales e internacionales, amplios sectores de la
    población usan ordenadores o acceden a Internet fuera del
    domicilio. En los estudios norteamericanos se evidencia que este
    tipo de acceso es mayoritario entre los miembros de las etnias
    hispana y afroamericana, generalmente por carecer de computadores
    o conexión en el hogar [17].

    Este parámetro muestra la
    importancia de valorar el entorno desde el cual se accede. Las
    dispares condiciones entre el hogar (pagando), un centro de
    estudios (generalmente con accesos limitados temporalmente) o el
    trabajo (condicionado a las condiciones que fije la empresa)
    marcan diferentes tipos de acceso y uso. Además, se puede
    suponer que por término medio, la calidad de los
    equipamientos, programas y conexiones disponibles en el centro de
    trabajo o de estudios sea superior a la de aquellos que se tengan
    en propiedad.

    Otros puntos de acceso podrían ser un cybercafe
    (o lugares de pago) o un Centro de Acceso para la Comunidad (CAC,
    lugares de acceso gratuitos muy extendidos en EEUU). En ambos
    casos se constata la falta la intimidad, comodidad y tranquilidad
    que proporciona un entorno más personal como el que
    presumiblemente se puede poseer en el hogar.

    5.4. Conectividad a la Red o
    Garantía de Estar "On-line"

    En la conectividad a Internet se obtiene una puerta de
    entrada a la Red. Ese acceso, permite tanto explorar la red como
    ser localizado en ella; es decir, tener una localización
    virtual, ya sea una dirección de correo electrónico
    o una página
    Web. Este punto hace referencia a dos aspectos relacionados
    con la conectividad. El primero es el relativo a los costes y el
    segundo a la garantía de permanencia y duración en
    el tiempo de la conexión pactada.

    En el primer aspecto, la conectividad tiene unas cuotas
    de acceso: desde la mera tarifa de conexión
    telefónica hasta el precio que
    muchos servidores cobran
    por proporcionar acceso. La tendencia indica que buenas calidades
    de conexión conllevan tarifas elevadas en el mercado.
    Dependiendo de cuanto se esté dispuesto a pagar, se
    podrá tener acceso a mejores y más rápidos
    servidores.

    El segundo aspecto esta también ligado a lo
    pecuniario, pero más orientado hacia lo que se ha venido
    en denominar ciberderechos. Es razonable pedir ciertas
    garantías de la permanencia en el tiempo de esta
    ubicación virtual. Actualmente este ciberderecho, se ve
    amenazado, al menos, en tres aspectos. Para aquellos que utilicen
    servidores privados gratuitos, estos podrían
    unilateralmente cambiar su carácter y exigir una cuota de
    pago. Para aquellos que pagan cuota, ésta puede ser
    alterada en función de
    criterios de rentabilidad y
    mercado. Por ultimo, también puede darse que los
    contenidos de una página web incomoden a algún
    poder, y este pueda presionar (lobby) al
    servidor y obligarle a rescindir el acuerdo y a descolgar la
    pagina web en cuestión.

    Si bien es cierto que en el ciberespacio y a falta de
    mediación legal, hasta ahora ha sido más poderosa
    la "solidaridad
    Internáutica" que la presión de
    los tradicionales poderes fácticos, siendo famosos los
    sitios censurados que han recibido masivos ofrecimientos para
    colgar un mirrow (replica de la página, con
    idéntica dirección). Además, en el
    ciberespacio el intento de censura suele llevar parejo una mayor
    difusión de los contenidos de la página que se
    pretendían censurar, como fue el caso de McDonalds
    (16). Estas acciones de
    censura pueden incluso alentar acciones de represalia por parte
    de la comunidad ciber, provocándole al censor grandes e
    irreparables perdidas económicas o de imagen
    (17).

    El concepto de los ciberderechos aparece
    íntimamente ligado al de democracia en las sociedades de
    la información. El ciberespacio está constituido
    por una serie de características nuevas que dan pie a
    nuevas prácticas y a nuevos derechos ciudadanos que sirven
    para proteger las comunicaciones en el ciberespacio y, en
    consecuencia, la intimidad y privacidad de nuestras vidas. La
    representantes gubernamentales españoles sostienen que
    nadie ha de tener más o menos derechos por estar en
    Internet y que la LSSI (Ley de Servicios
    para la Sociedad de la Información y Comercio
    Electrónico) intenta homologar las situaciones de la vida
    real con las que pueden presentarse en Internet [18]. Desde mi
    punto de vista, esta argumentación esconde un intento de
    acortar las posibilidades que ofrece el ciberespacio y yerra en
    su enfoque. Hasta ahora las leyes regulaban
    basándose en la realidad cotidiana que todos conocemos.
    Sin entrar ahora a cuestionar los valores
    básicos que pretendían proteger o el cómo
    esta organizado el código penal en sus delitos y
    penas, lo que sí está claro es que Internet es un
    espacio distinto con reglas de funcionamiento
    distintas.

    Un ejemplo de cómo la "homologación" de
    las prácticas cotidianas provocaría una
    alteración radical y sustancial de nuestros derechos
    podemos encontrarla en el proyecto de Documento Nacional de
    Identidad
    electrónico (e-DNI). La existencia de esta tarjeta
    inteligente (y la homologación de comportamientos en la
    red), da pie a la pretensión de identificar digitalmente a
    cualquier usuario que navegue por la red, bajo la excusa de que
    en la vida real tenemos la obligación de portar el DNI.
    Mientras que en la vida real la identificación sirve
    precisamente para identificarse en caso de necesidad, en
    el ciberespacio dicha identificación crea un registro, de modo
    que todos los datos sobre nuestras operaciones y
    actividades quedan almacenadas. Dichos ficheros (o copias
    paralelas) podrían estar centralizados de forma tal que en
    un momento concreto y mediante una petición de ordenador
    se obtendrían los datos de todas nuestras actividades
    durante años. Pasamos de tener la obligación de
    identificarnos por requerimiento de la autoridad
    competente ante la posibilidad de comisión de un delito (o
    sospecha del mismo) a tener que identificarnos permanentemente.
    Equivaldría a considerarnos sospechosos crónicos
    hasta que se demuestre lo contrario, es decir, una Sociedad de la
    Información basada en el control y la
    vigilancia [19].

    Además no resulta en modo alguno tranquilizadora
    las practica de ocultación de los borradores de la LSSI al
    conjunto de la ciudadanía por parte del gobierno
    Español (18). En general, parece fundamentada la
    sospecha de que muchas iniciativas gubernamentales no pretenden
    proteger los ciberderechos, sino que más bien van en su
    detrimento (19). Frente esta indefensión
    institucional, pueden diseñarse mecanismos e
    infraestructuras tecnológicas (suficientes por sí
    mismas) que permitan a los ciudadanos la defensa de sus
    ciberderechos. Este conjunto de prácticas y medidas de
    seguridad, necesarias en una Democracia Digital se enmarca en lo
    que ya conceptualizamos como Seguridad Cívica
    [20].

    Como aviso a navegantes, cabe denunciar que tras los
    atentados venganza del 11 de Septiembre, se plantea una ola de
    restricciones a las libertades de navegación y se
    justifican practicas anteriormente existentes (y
    sistemáticamente ocultadas) para el control de nuestras
    actividades cotidianas en el ciberespacio. Al respecto, cabe
    destacar que la existencia de la red de origen norteamericano
    paragubernamental (e ilegal) de escuchas y espionaje con nombre
    clave ECHELON (20 ) no evitó, ni parece que
    previó, dichos atentados. Entre otras cosas porque los
    grupos
    criminales o secretos pueden disponer de recursos
    tecnológicos no excesivamente complejos (por ejemplo,
    esteganografía) que les permitan intercambiar secretos
    dificilmente detectables [4]. Ello demuestra que el objetivo
    fundamental de este espionaje sistematizado, justificado sobre la
    base de la seguridad y el fantasma del terrorismo, no
    es otro que la monitorización, seguimiento y control de
    las actividades del conjunto de los ciudadanos, y el espionaje
    industrial, como fue en su día investigado y denunciado
    por una comisión del Parlamento Europeo.
    (21)

    5.5. Disponibilidad de la
    Información

    Acerca de Internet, una de las suposiciones de origen
    más frecuentes es considerar que toda la
    información está disponible para todo el mundo. No
    obstante, en la red se puede observar un creciente proceso de
    restricciones en el acceso a la información. Este proceso
    está relacionado con el desplazamiento de Internet desde
    tendencias sin ánimo de lucro, hacia la creciente
    comercialización que sufre hoy en día [1]. Son
    muchas las Páginas Web que piden al usuario un pago previo
    al acceso a la información. Esto implica desventajas para
    las clases populares. Como se comentaba anteriormente, esta
    realidad puede dar lugar a que gente con pocos ingresos se limite
    a navegar por los contenidos gratuitos y más
    congestionados de Internet, mientras que los sectores de la
    población con alto poder adquisitivo podrán hacer
    uso de los contenidos caros y exclusivos que ofrece la
    Red.

    De forma similar, existe otra forma de filtrar a los
    navegantes en función de su poder adquisitivo. En muchas
    páginas Web comerciales, el acceso a la información
    es gratuito pero se requiere un número de tarjeta de
    crédito
    para acceder al contenido. Esta practica comenzó a ser
    usada por las paginas de contenido sexual para adultos, y
    supuestamente garantizaba la mayoría de edad,
    verificándola con la del poseedor de la tarjeta. Al
    margen, de la evidente ineficacia de esta medida (quien teclee el
    número que aparece en al tarjeta no tiene porque ser el
    propietario), esta medida ha sido imitada por otras paginas de
    comercio electrónico, como forma de seleccionar a los
    navegantes, y engrosar sus bases de datos de
    cara al marketing y el spam (22). Así,
    aquellos sectores de la población que carecen de tarjeta
    de crédito quedan imposibilitados para acceder a estas
    páginas. Internet, definida por muchos como un nuevo
    mundo, con nuevas reglas, libres de las constricciones del mundo
    material, va imitando de forma creciente las reglas y
    características del mundo "real".

    5.6. Objetivos y formas de
    aprendizaje que permiten diferentes oportunidades de
    uso

    Se trata de analizar un aspecto frecuentemente olvidado
    o relegado al hablar de Estratificación Digital: la
    determinación de qué objetivos y qué fines
    se persiguen con los proyectos de desarrollo de la Sociedad de la
    Información, es decir, para qué se quieren
    los computadores. Estos objetivos y posibilidades de uso, se
    encuentran en gran medida determinados por los programas que se
    enseñan a manejar y la forma en que, consecuentemente, son
    usados.

    En este apartado se abordan los elementos
    específicamente discursivos de las Sociedades de la
    Información. Si bien a lo largo de este articulo, se ha
    tratado de caracterizar la Estratificación Digital
    mediante categorías que posibiliten su
    análisis, las problemáticas detectadas en cada una
    de éstas se derivan directamente del planteamiento que se
    adopte en lo relativo a las políticas de difusión y
    aprendizaje del manejo de las nuevas tecnologías. Nos
    encontramos, por tanto, ante la categoría que determina
    los discursos que subyacen en la construcción de las
    sociedades de la información. Por tanto, abordaremos
    aquí los objetivos que se pretenden cubrir a través
    de las TIC, la educación en los nuevos usos, la
    formación y aprendizaje proporcionada a la
    ciudadanía, los contenidos más significativos a los
    que se otorgan mayor importancia, y los usos que con estas
    políticas se condicionan o provocan.

    Por desgracia, con demasiada frecuencia, cuando se
    trazan estrategias para
    favorecer el desarrollo de la Sociedad de la Información,
    y establecer "puentes" para salvar la supuesta "brecha" que
    separa de ella a muchos ciudadanos, generalmente sólo se
    plantea la compra y distribución masiva de ordenadores, y
    la impartición de cursos convencionales de manejo de
    herramientas
    del oligopolio
    Microsoft. Es esta una perspectiva orientada a resultados, en la
    que se fija como objetivo la de aumentar el numero de ordenadores
    y conexiones. Conseguido este objetivo, fijado desde directrices
    de mercadotecnia
    o estatales de planificación, se valora como un resultado
    positivo en si mismo, sin plantearse que uso se le esta dando a
    esa infraestructura y si se adapta o responde a las necesidades
    reales de la población. Por contra, hay proyectos que
    parten de las necesidades de las comunidades que van a utilizar
    las redes y basándose en ellas, diseñan programas
    que, además, tienden a ser abiertos (permiten la
    extensión y particularización de
    funcionalidades).

    Consecuentemente con esto, podemos distinguir dos
    modelos básicos a los que denominaremos planteamiento
    cerrado o bloqueado y planteamiento expansivo.

    5.6.1. Planteamiento Bloqueado o Cerrado. Es el
    planteamiento que, actualmente se ha situado como socialmente
    mayoritario, sobre todo a raíz de la
    mercantilización masiva de Internet y los PCs. Aquí
    ubicamos aquel software que se sitúa bajo el modelo de
    difusión
    (apartado 5.2.2) y que generalmente no
    permite al usuario crear sus propias aplicaciones. Además,
    está construido bajo código cerrado, es decir, que
    el código de programación (lo que constituye el
    programa) y quizás algunos de sus usos y aplicaciones son
    desconocidos para los usuarios. Desde la perspectiva de los
    ciberderechos, podría convertirse en un problema en la
    medida que el usuario ignora qué es lo que realmente puede
    hacer el sistema operativo bajo el cual organiza su ordenador
    personal (23). Este software está diseñado
    por empresas que
    generalmente producen en función de lo que consideren
    apropiado y rentable. Los usuarios han de elegir entre aquello
    que está disponible en el mercado, se ajuste o no a sus
    necesidades reales o a las posibilidades de su
    equipamiento.

    Esta misma estrategia de
    ventas es la
    que subyace bajo uno de los problemas fundamentales de la
    Sociedad de la Información: Los ordenadores personales
    están, por definición, anticuados al poco tiempo de
    ser adquiridos. Los fabricantes de ordenadores y software (en
    especial el dúo Intel-Microsoft) han diseñado el
    mercado de forma que en cuestión de días
    habrá una innovación que convierta al modelo
    recién comprado en el penúltimo modelo. Esto no es
    fruto directo de una innovación
    tecnológica, sino más bien de una apropiada
    dosificación de las mejoras tecnológicas. Resulta
    más rentable convertir en anticuados ordenadores
    adquiridos hace apenas un par de años y garantizar
    así una más que satisfactoria gráfica de
    ventas (24). No son grandes las diferencias (velocidad de
    procesamiento, capacidad de memoria, etc) pero el software
    ofertado suele tenerlas en consideración. Así nos
    encontramos con un curioso efecto: los ordenadores se convierten
    en inservibles, no porque no funcionen correctamente, sino porque
    merced a una planificada mercadotecnia los periféricos y
    software disponibles en el mercado son incompatibles con nuestros
    antiguos ordenadores personales. El ejemplo más sangrante
    es el sistema operativo Windows (recordemos la renovación
    de ordenadores que provocó el Windows95 por insuficiencia
    de la memoria RAM) que
    está diseñado conscientemente para consumir
    más recursos de ordenador de los que serían
    estrictamente necesarios. Es decir, se opta por el derroche
    frente al ahorro de
    recursos (25). Así nos encontramos que ordenadores
    absolutamente inservibles para la navegación en Red bajo
    Windows, como es el caso de un ordenador de potencia
    equivalente a un 386, podrían encontrar un uso más
    que razonable bajo el sistema operativo Linux.

    A pesar de lo descrito en el párrafo
    anterior, sorprende constatar que el uso más extendido y
    frecuente de un PC sea el de editar textos. Se adquieren modernos
    y actualizados PCs para, principalmente, utilizarlos a modo de
    mejoradas máquinas
    de escribir. Ésta sigue siendo la aplicación reina,
    si bien su distancia frente a otras aplicaciones ha ido
    disminuyendo en los últimos años, y en concreto
    frente a las aplicaciones relacionadas con la Internet, como son
    navegadores y
    correo electrónico. (Conviene insistir en que su
    utilización, sin tener en cuenta la porción de
    tiempo que se le dedica, sigue estando restringida, incluso en
    los países ricos, a porcentajes aún minoritarios de
    la población). Esto, unido a que casi la mitad de los
    poseedores de un PC en EEUU reconocen no darle apenas uso [12],
    debería hacer reflexionar profundamente sobre las
    directrices que provocan estas dinámicas.

    En cuanto al aprendizaje, la mayor parte de la gente que
    aprende a desenvolverse con un PC lo hace obligada por
    requerimientos del trabajo o los estudios. Actualmente, en la
    mayor parte del Mundo, aprender a manejar un computador se
    traduce en aprender a desenvolverse en el sistema operativo
    Windows y sus aplicaciones. Una amplia mayoría de las
    actividades escolares o de iniciación al uso de
    ordenadores, ya sean iniciativas sociales (como las CACs, de
    EEUU) o institucionales se basan en la enseñanza del
    entorno Windows, así como de sus sucesivas
    actualizaciones. Dichas actualizaciones, para gran parte de los
    usuarios, llegan antes de que se dominen las anteriores. Desde
    ésta perspectiva, se concibe a las comunidades de usuarios
    más como clientes o
    consumidores que actúan como estudiantes pasivos, que como
    posibles productores activos de
    información.

    Sin embargo, como comentábamos anteriormente, es
    previsible que estas políticas no afecten a todos por
    igual. Es probable que existan diferencias entre gente con pocos
    ingresos y bajo nivel educativo que harán uso de los
    contenidos baratos y simples de Internet (26), mientras
    que los sectores de la población con grandes ingresos y
    altos niveles de educación harán uso de los
    contenidos caros y avanzados que ofrece la Red. Este
    planteamiento tiene unas repercusiones manifiestas en lo que se
    refiere a las hipotéticas diferentes posibilidades de
    participación política a
    través del ciberespacio.

    Plantea Jan Dijk que con el aumento de la
    penetración de las TIC en los hogares, escuelas y lugares
    de trabajo, merced a la mejora de las facilidades de uso (user
    friendly
    ) de estos sistemas y a la previsible
    incorporación de mayores porcentajes de la
    población, las diferencias de usos irán
    irremediablemente en aumento. Esta situación, concluye Jan
    Dijk, es un proceso inevitable. Esto provoca una
    contradicción aparente consistente en que un incremento de
    los "puentes" que pretenden solventar las problemáticas de
    la Estratificación Digital en algunas de sus
    categorías más "técnicas" (acceso a
    ordenadores, infraestructuras de entrada a la red, lugares de
    acceso) provocan un aumento proporcional de las posibilidades y
    prácticas de uso. Es decir, ciertas políticas de
    "corrección" de las desigualdades (en lo que se refiere a
    la propiedad de PCs) consiguen el efecto contrario, es decir
    aumentar uno de los aspectos más significativos de la
    estratificación digital: el uso que se la da a las nuevas
    máquinas.

    Pero a pesar de las mejoras en las facilidades de uso, y
    la consiguiente disminución del temor a los computadores
    (computer-fear), existen sectores sociales que se resisten
    a la implantación de los sistemas informáticos. Es
    un rechazo personal que se mantiene frente al discurso
    (favorable) socialmente omnipresente sobre la informática.
    Aunque mayoritario entre las personas de edad avanzada, este
    rechazo atraviesa a todas las edades (incluidos jóvenes) y
    sectores sociales: un rechazo manifestado bajo la
    consideración de que los ordenadores, en su vida
    cotidiana, les parecen poco o nada útiles, necesarios e
    interesantes (27).

    Es menester preguntarse sobre los porques de ese
    rechazo. Y quizás unirlo a las reflexiones de Jan Dijk
    cuando planteaba que el aumento de las diferencias de uso como
    consecuencia del mayor acceso a las TIC era algo inevitable,
    inherente a la construcción de nuestras sociedades
    y de difícil solución. Frente a esto cabe ir
    más allá y sugerir que quizás la causa de
    ambos problemas se encuentre en la construcción
    sistémica (y exógena a la población) de las
    motivaciones. La estructura material y discursiva puede hacer
    énfasis en otros aspectos de las Tecnologías de la
    Comunicación y la Información que motiven el
    interés personal en la medida que tengan más
    significado para la gente. A esos otros planteamientos,
    mayoritarios en los inicios de la red, es a los dedicaremos el
    siguiente apartado.

    5.6.2. Planteamiento Expansivo Aquí
    incluiremos el conjunto de prácticas y software
    diseñado de acuerdo con las demandas específicas de
    los ciudadanos en sus comunidades o barrios. Por ejemplo, los
    grupos de vecinos deberían de definir sus demandas
    sociales y materiales. A partir de estas peticiones se
    analizaría la forma en que la telemática pudiera
    ayudar, aplicando o incluso creando los programas requeridos para
    alcanzar los objetivos propuestos. La diferencia inicial con lo
    descrito en el epígrafe anterior radica en el proceso de
    diseño de los programas y en quién determina
    los objetivos perseguidos. Otra diferencia estriba en la forma en
    que se enseñan y como posteriormente este conocimiento se
    aplica y desarrolla. Estos programas están pensados para
    que la comunidad usuaria, tras una pequeña fase de
    entrenamiento,
    sea capaz de generar sus propias aplicaciones y hacerlas
    funcionar. La idea es que el grupo aplique
    los programas, y si es posible, sea pronto reconstruido en
    función de nuevas necesidades. De esta manera, el software
    esta diseñado en una forma que permite su
    expansión. A un nivel local existen experiencias, como por
    ejemplo, las realizadas en comunidades de New Jersey, con
    programas base como el MUSIC (Multi-User Sessions In Community)
    [21]. A nivel global, hallamos sistemas software de
    generación libre como LINUX, o GNU, que carecen de
    patentes de uso y son construidos de forma colectiva por el
    conjunto de usuarios.

    Como corolario de este apartado y la
    clasificación en seis categorias, cabe decir que la
    amplísima problemática relacionada con la
    Estratificación Digital no queda aquí en absoluto
    cubierta: tan solo se dibuja un marco de partida teórico
    desde el cual poder empezar a investigar. Decíamos que
    elegíamos el término Estratificación Digital
    frente al de "brecha digital" porque refleja más
    claramente la multiplicidad de factores involucrados y su
    jerarquización social. De hecho, creemos que la forma de
    estudiar esta temática, lejos de ser binaria (dos lados de
    la brecha y un "puente" como solución) debiera de ser de
    múltiples variables. No hay una brecha, sino muchas;
    superpuestas y solapadas, y por tanto no necesitamos un puente,
    sino muchos.

     

    Bibliografia

    [1] Kubicek, H; Duton, W. & Williams R. The
    Social Shaping of Information Superhighways.
    Frankfurt-,
    Campus Verlag,
    1997.

    [2] Castells, M. The information Age. Economic,
    Society and Culture.
    Vol I, II & III. Oxford. Blackwell
    Publishers, 1996-1997.

    [3] Agre, P. E. and Rotenberg M., Editors. Tecnology
    and Privacy: The New Landscape.
    The MIT Press. Cambridge,
    Massachuset, EEUU, 1998.

    [4] Carracedo J. and Carracedo J.D. Use of Security
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    J.& Roberts J., Editors. University of Northumbria at
    Newcastle Press, 1999

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    (eds). High Technology and Low-Income Communities. Prospects
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    Cambridge, MIT Press,
    1999.

    [6] Pinkett, R. Bridging the Digital Divide:
    Sociocultural Constructionism and an Asset-Based Approach to
    Community Technology and Community Building in a Low-Income
    Community.
    PhD. Thesis Proposal, 2000. http://web.media.mit.edu/~rpinkett/papers/index.html

    [7] Sfez, L. Internet y los embajadores de la
    comunicación
    . Le Monde Diplomatique. Marzo. Madrid. L.
    Press. .

    [8] Van Dijk, J. Widening Information Gaps and
    Policies of Prevention
    , en Hacker, L &
    van Dijk, J. (eds). Digital Democracy. Issues of theory &
    Practice. Sage Publications, 2000.

    [9] Barlow, J.P. Thinking Locally, Acting
    Globaly
    . Cyber-Rights Electronics List,
    1996.

    [10] Robins, K. Cybersapece and the world we live
    in
    . En New Media in Social Context. London. Lawrence &
    Wishart, 1996.

    [11] Tardie, B. Computer as Community Memory: How
    People in Very Poor Neighborhoods Made a Computer Their Own
    ,
    in Schon, D; Sanyal, B. & Mitchell, W. (eds). High
    Technology and Low-Income Communities. Prospects for the Positive
    Use of Technology.
    Cambridge, MIT Press, 1999.

    [12] Arbitron New Media. PC home ownership doubles
    while home usage stagnates reveals pathfinder study
    , 1999,
    http://www.arbitron.com/article4.htm (citado por Van Dijk,
    ibid).

    [13] Centro de Investigaciones Sociológicas.
    Barómetro de Septiembre del 2000 y de Septiembre del 2001.
    www.cis.es.

    [14] http://www.aui.es.

    [15] Mitchell, W. The question of Access, in
    Schon, D; Sanyal, B. & Mitchell, W. (eds). High Technology
    and Low-Income Communities. Prospects for the Positive Use of
    Technology.
    Cambridge, MIT Press, 1999.

    [16] Van Dijk, J. Models of Democracy and Concepts of
    Communication
    , en Hacker, L & van Dijk, J. (eds). Digital
    Democracy. Issues of theory & Practice. Sage Publications,
    2000.

    [17] NTIA. Falling through the Net.
    http://www.ntia.doc.gov/ntiahome/digitaldivide/ (1995,
    1997, 1999).

    [18] Ciberpaís, El País Jueves 7 de
    Febrero, 2002.

    [19] Carracedo, JD. To what extent is the scheme of
    panopticism useful in the age of global electronic communication
    to make sense of the concepts of power, discourse and
    surveillance
    , En, Armitage, J.& Roberts J., (eds)
    Exploring Cyber Society. University of Northumbria at
    Newcastle Press, 1999.

    [20] Carracedo Gallardo, J.A. y Carracedo Verde, J.D.
    Telemática y Sociología. Apuntes para una
    Investigación Multidisciplinar: Tarjetas de
    Crédito Anónimas y Democracia
    Electrónica
    . Primer Congreso Iberoamericano de
    Telemática, Cartagena de Indias, Colombia, Agosto
    de 2001.

    [21] Shaw, A & Shaw, M. Social Empowermetn
    through Community Network
    , en Schon, D; Sanyal, B. &
    Mitchell, W. (eds). High Technology and Low-Income
    Communities. Prospects for the Positive Use of Technology.

    Cambridge, MIT Press, 1999.

    [22] Williams, F. et al. Research Methods and the New
    Media
    . New York: Free Press, 1988 (según cita de Van
    Dijk (ibid)).

    [23] Rafaeli, S. Interactivity: from new media to
    communication
    en R.P. Hawkins et al (eds), advancing
    comunnication Science. Newbury Park/Beverley Hills/London. Sage,
    1988 (segun cita de Van Dijk (ibid)).

     

    Notas

    [1] – VOTESCRIPT: Votación
    Electrónica Segura basada en Criptografía Avanzada
    . Proyecto de
    investigación subvencionado dentro del Plan Nacional de
    I+D+I, del Ministerio de Ciencia y Tecnología,
    (código TIC 2000?1630-C01). El desarrollo del proyecto, se
    ha abordado mediante un equipo interdisciplinar. Está
    dividido en dos subproyectos coordinados: Uno con sede en el
    Departamento de Ingeniería y Arquitecturas
    Telemáticas, DIATEL (Universidad
    Politécnica de Madrid) y el otro en el Departamento de
    Ciencia Política y de la
    Administración III (Universidad Complutense de
    Madrid). La coordinación de los trabajos se lleva de
    forma que la elección de la arquitectura
    final del sistema se realiza teniendo en cuenta las posibilidades
    tecnológicas y los condicionantes jurídicos y
    sociales que determinen su aceptación por el ciudadano y
    el adecuado respeto de los
    derechos democráticos.

    [2] – Para una interesante genealogía del
    termino tecnología, mirar Leo Marx, 1999.

    [3] – También el término
    evolución, muy usado junto al de progreso,
    está fuertemente conNOTATXTdo y reinterpretado socialmente
    (darwinismo social).

    [4] – Es curioso observar la formulación
    de la segunda pregunta del barómetro del CIS de Septiembre
    del 2000. "¿sabe Ud. que en un futuro
    próximo
    a través de su teléfono
    móvil podrá (Ud.) conectarse a Internet?" La
    negrita es mía.

    [5] – Entre otros, del análisis de los
    grupos de discusión realizados en el proyecto
    VOTESCRIPT.

    [6] – Ver los datos en
    www.digitalpartners.org

    [7] – Un curioso glosario de
    futuras posibilidades sociales y personales que "verán" la
    luz merced al
    ciberespacio y la realidad virtual lo encontramos en el articulo
    de Kevin Robins. Ver bibliografía.

    [8] – Aeste respecto, Steve Cisler nos
    proporciona una interesante critica y genealogía del
    término Digital Divide.
    http://home.inreach.com/cisler/divide.htm

    [9] – http://www.zmag.org/Mcgee.htm

    [10] – Esta última práctica ya
    ocupaba porcentajes importantes del tiempo de navegación
    según los barómetros de Septiembre 2000 y 2001 del
    CIS.

    [11] – Cabe mirar las encuestas del
    CIS, Estudio General de Medios, o OJD.

    [12] – Frecuentemente nos encontramos con
    titulares tales como, tal país va por delante pues tiene
    un tanto por cien de ordenadores en propiedad y de acceso a
    Internet. Es un esquema parecido al de medir el desarrollo de un
    país por el número de vehículos por
    habitante, pero que obvia las diferencias en las posibilidades de
    uso entre estos dos artilugios.

    [13] – Sin eufemismos, considerando un periodo de
    tiempo razonable se producirá el fallecimiento y
    renovación de la población resistente.
    También es necesario hacer constar que junto a una
    resistencia mayoritaria, también existe en nuestro
    país un sector de edad avanzada entusiasta de las TIC como
    se deduce de las investigaciones cualitativas llevadas a cabo
    dentro de VOTESCRIPT.

    [14] – En términos del FMI serían
    países subdesarrollados, aunque la realidad
    política estriba en que ese subdesarrollo
    económico está adecuadamente planificado por el
    propio Fondo monetario
    Internacional y el Banco Mundial
    para satisfacer las necesidades del primer
    mundo
    .

    [15] – Kbps: Kilo Bits por segundo.

    [16] – http://www.mcspotlight.org/

    [17] – Esto fue lo que ocurrió con el
    gigante del comercio electrónico e-Toys que tuvo su
    página web (su medio de ventas) colapsada durante
    días provocando una caída en picado de sus acciones
    y perdidas multimillonarias. Para más informacion cabe
    visitar las páginas de la
    organización de la campaña
    www.rtmark.com, o el articulo
    http://www.heise.de/tp/english/inhalt/te/5843/1.html.

    [18] – Al respecto se pueden visitar y comparar
    la pagina del borrador oficial www.setsi.mcyt.es, con las
    www.mienten.com y www.kriptopolis.com. Dado el
    carácter temporal de las paginas web, la referencia
    escrita sería el ciberp@is, El País Jueves 7
    de Febrero, 2002.

    [19] – La iniciativa "clipper-chip"
    estadounidense, la prohibición del uso de
    criptografía vigente en Francia hasta hace poco tiempo, la
    red de escuchas ilegal ECHELON, etc., son ejemplos claros de esas
    tendencias.

    [20] – Existe abundante bibliografía sobre
    sus implicaciones y formas de "protegerse" frente a esta red.
    Cabe teclear Anti-Echelon en www.google.org y
    obtendremos abundante información. Aunque obsoleto un buen
    artículo del Le Monde Diplomatique:
    http://www.galeon.com/pandemonium/biblio/09echelon.html

    [21] –
    http://www.europarl.eu.int/tempcom/echelon/pdf/prechelon_es.pdf

    [22] – Spam; envío masivo de correo
    electrónico, generalmente de carácter
    comercial.

    [23] – Han sido varias las polémicas y
    denuncias públicas a Microsoft que le acusan, entre otras
    cosas, de haber insertado en Windows programas que le permiten
    acceder al disco duro del
    usuario cuando está conectado a Internet. Para más
    información negativa sobre Microsoft buscar en
    www.google.org, bajo las palabras
    "anti-Microsoft".

    [24] – Además, contrariamente a la
    tendencia de finales de los ochenta y principios de los
    noventa, los PCs nuevos (de mesa) son proporcionalmente cada vez
    más caros, si bien han aumentado en número los
    periféricos "básicos".

    [25] – La cantidad de memoria que necesita un
    fichero en Word es, por
    regla general, varias veces superior a la que necesitaría
    si se almacenase en formato RTF. Por otra parte, cabe recordar
    que en las investigaciones federales norteamericanas a Microsoft
    se descubrió que dentro de las líneas de I+D de
    Microsoft se investigaba como aumentar las incompatibilidades de
    sus sistemas con los de otras empresas, para así
    consolidar su posición dominante.

    [26] – Entre otros el uso de juegos en red,
    tendencia constatada por en los estudios de Nielsen Media
    Research,
    http://www.nielsenmedia.comunicación.news.

    [27] – En lo referente a España, se
    pueden consultar las encuestas del CIS, mencionadas
    anteriormente.

     

    Jose David Carracedo Verde

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