- ¿Qué se
entiende por arte bizantino? - Características de la
arquitectura bizantina - Principales iglesias
bizantinas - La escultura y la pintura
bizantina - Con qué decoraban las
iglesias bizantinas - Conclusión
- Bibliografía
- Anexos
El arte es una
expresión del hombre en
sociedad.
Es un medio de comunicación que refiere sucesos e
ideologías, comunicando al hombre con el hombre, en
un mismo tiempo y
espacio o a través del tiempo y el espacio.
Pero el arte también puede comunicar al hombre con aquello
en lo que cree.
En este sentido, el hombre que lo crea, no lo considera arte,
sino objeto de culto y veneración.
Así deben entenderse la mayoría de las
representaciones del arte
bizantino.
Los motivos religiosos permeaban todo el arte en Bizancio.
Estaban dentro de los templos en las paredes o como objeto
específico del culto a través de estatuas o
también como pequeños y portátiles objetos
de veneración a los que se les conoce con el nombre de
Iconos.
En general, existen tres tipos de imágenes
cristianas: la imagen de culto,
la imagen descriptivo – narrativa y la imagen de
devoción.
Las imágenes de culto son aquellas a través de las
cuales la divinidad se personaliza en el mundo, son
únicas, pertenecen al ámbito de las apariciones y
los milagros y ocupan lugares preponderantes en los santuarios
que generalmente están dedicados a estas
imágenes.
Las descriptivo – narrativas, transmiten un mensaje relacionado
con la doctrina, con la historia sagrada, con la
teología y con los dogmas de la fe cristiana.
Las de devoción representan también a la divinidad
pero generalmente son reproducciones de las imágenes de
culto o de personajes asociados a la devoción
católica como santos, diferentes advocaciones de la virgen
o las personas de la santísima trinidad y pertenecen al
ámbito personal.
El arte de Bizancio que se conserva, pertenece en su
mayoría a las imágenes descriptivo – narrativas y a
las imágenes de devoción, aunque también se
conservan imágenes de emperadores.
Es del arte Bizantino de donde surgen modelos para
toda la Edad
Media.
Entre otras cosas, se representa en Bizancio por primera vez a la
corte angelical.
El arte Bizantino dentro de los templos, fue realmente una
teología en imagen, ya fuera en pintura o en
mosaico y se convirtió en un maravilloso
espectáculo para impresionar el alma.
La imagen Bizantina fue la prolongación del dogma, y el
desarrollo de
la doctrina en el arte Bizantino tenía carácter de libro sagrado
de amena lectura.
Se ha dado por categorizar al arte Bizantino en tres "edades de
oro",
independientes de la epoca "iconoclasta" del siglo VIII en la que
un grupos de
personas se oponían a la existencia de cualquier tipo de
imagen religiosa.
La pugna entre iconódulos (a favor de las imágenes)
e iconoclastas (destructores de imágenes) dio como
resultado que en el año 754, todo el arte fuera prohibido
en la iglesia
oriental.
Sin embargo, esta limitación fue de corta duración
y ya para el siglo IX, el arte volvía a estar presente
como instrumento de catequización y vehículo de
devoción.
En la primera etapa del arte Bizantino (siglo VI), los temas
iconográficos son:
Cristológicos y mariológicos que recorren la vida,
pasión y muerte de
cristo y la vida de la Virgen
María.
El tema fundamental era la "deesis" o sea, la
representación del padre eterno o cristo
acompañados de la Virgen y San Juan.
También se representan vírgenes con el niño
de frente, con los ojos agrandados y dolorosos.
Los temas teológicos y las escenas bíblicas, se
representan de forma hierática y están realizados
con fines didácticos.
También se representa a los emperadores de manera
realista.
En general, existen tres tipos de imágenes
cristianas: la imagen de culto, la imagen descriptivo – narrativa
y la imagen de devoción.
Las imágenes de culto son aquellas a través de las
cuales la divinidad se personaliza en
El mundo, son únicas, pertenecen al ámbito
de las apariciones y los milagros y ocupan lugares preponderantes
en los santuarios que generalmente están dedicados a estas
imágenes.
Las descriptivo – narrativas, transmiten un mensaje
relacionado con la doctrina, con la historia sagrada, con la
teología y con los dogmas de la fe cristiana.
Las de devoción representan también a la divinidad
pero generalmente son reproducciones de las imágenes de
culto o de personajes asociados a la devoción
católica como santos, diferentes advocaciones de la virgen
o las personas de la santísima trinidad y pertenecen al
ámbito personal.
El arte de Bizancio que se conserva, pertenece en su
mayoría a las imágenes descriptivo – narrativas y a
las imágenes de devoción, aunque también se
conservan imágenes de emperadores.
Es del arte Bizantino de donde surgen modelos para toda la Edad
Media.
Entre otras cosas, se representa en Bizancio por primera vez a la
corte angelical.
El arte Bizantino dentro de los templos, fue realmente una
teología en imagen, ya fuera en pintura o en mosaico y se
convirtió en un maravilloso espectáculo para
impresionar el alma.
La imagen Bizantina fue la prolongación del dogma, y el
desarrollo de la doctrina en el arte Bizantino tenía
carácter de libro sagrado de amena lectura.
Se ha dado por categorizar al arte Bizantino en tres "edades de
oro", independientes de la epoca "iconoclasta" del siglo VIII en
la que un grupos de personas se oponían a la existencia de
cualquier tipo de imagen religiosa.
La pugna entre iconódulos (a favor de las imágenes)
e iconoclastas (destructores de imágenes) dio como
resultado que en el año 754, todo el arte fuera prohibido
en la iglesia oriental.
Sin embargo, esta limitación fue de corta duración
y ya para el siglo IX, el arte volvía a estar presente
como instrumento de catequización y vehículo de
devoción.
En la primera etapa del arte Bizantino (siglo VI), los temas
iconográficos son:
Cristo lógicos y mariológicos que recorren la vida,
pasión y muerte de cristo y la vida de la Virgen
María.
El tema fundamental era la "deesis" o sea, la
representación del padre eterno o cristo
acompañados de la Virgen y San Juan.
También se representan vírgenes con el niño
de frente, con los ojos agrandados y dolorosos.
Los temas teológicos y las escenas bíblicas, se
representan de forma hierática y están realizados
con fines didácticos.
También se representa a los emperadores de manera
realista.
1)
¿Qué se entiende por arte bizantino?
El arte bizantino es una expresión
artística que se configura a partir del siglo
VI fuertemente enraizada en el mundo
helenístico como continuador del arte paleocristiano
oriental. En sus primeros momentos se consideró como el
conservador natural en los países del
Mediterráneo oriental del
Imperio Romano, siendo transmisor de formas
artísticas que influyen poderosamente en la cultura
occidental medieval. Los períodos del arte bizantino se
ajustan, como es natural, a las grandes fases de su historia
política.
2) Escriba 4
características de la arquitectura
bizantina.
a) mantuvo varios elementos tales como materiales
(ladrillo y piedra para revestimientos exteriores e interiores de
mosaico), arquerías de medio punto, columna clásica
como soporte, etc.
b) también aportaron nuevos rasgos entre los que
destaca la nueva concepción dinámica de los elementos y un novedoso
sentido espacial.
c) su aportación más importante, el
empleo
sistemático de la cubierta abovedada, especialmente la
cúpula sobre pechinas, es decir, triángulos esféricos en los
ángulos que facilitan el paso de la planta cuadrada a la
circular de la cúpula. Estas bóvedas
semiesféricas se construían mediante hiladas
concéntricas de ladrillo, a modo de coronas de radio decreciente
reforzadas exteriormente con mortero, y eran concebidas como una
imagen simbólica del cosmos divino.
d) Otra aportación de gran transcendencia fue la
decoración de capiteles, de los que hubo varios tipos;
así, el de tipo teodosiano es una herencia romana
empleado durante el siglo IV como evolución del corintio y tallado a
trépano, semejando a avisperos; otra variedad fue el
capitel cúbico de caras planas decorado con relieves a dos
planos.
3) Cuales son las
principales iglesias bizantinas.
Entre sus iglesias tenemos: santa Sofía, Baco,
Santa Irene, Santos Apóstoles de Constantinopla, San
Juan de Éfeso, San Vital, y la iglesia de San Apolinar
Nuevo.
4) Realiza una
síntesis de la escultura y la pintura
bizantina.
a) La pintura: los artistas bizantinos aprendieron otra
vez, estudiando los antecedentes clásicos, la
representación de figuras vestidas en el estilo de
paños o pliegues mojados. También intentaron
sugerir la valoración de luces y sombras que crea la
ilusión de espacio tridimensional y da vida a la
superficie pintada. Sin embargo, las imágenes religiosas
sólo se aceptaban si la figura humana no se representaba
como una presencia física
tangible.
Los artistas bizantinos resolvieron este problema por
medio de la abstracción, es decir, por medio de
diseños planos que conservaran el interés
visual de la composición mientras evitaban cualquier
modelo
concreto y con
ello cualquier apariencia corporal. De este modo establecieron
convencionalismos para la representación de la figura
humana que perduraron en los restantes siglos del arte
bizantino.
b) La escultura: La plástica escultórica
bizantina supuso la culminación del arte paleocristiano,
manteniendo sus técnicas y
su estética de progresivo alejamiento de las
cualidades clásicas: la mayor rigidez, la
repetición de modelos estereotipados, la preferencia del
bajorrelieve a las obras de bulto redondo y el uso de materiales
ricos (marfil)
que proporcionan pequeñas piezas, son los caracteres
más destacados de la estatuaria bizantina de la primera
etapa.
Tras la sistemática destrucción del
período iconoclasta hay una vuelta al culto de las
imágenes, pero para no caer en la idolatría y por
influjo de las nuevas corrientes islámicas desaparece la
figura humana en la estatuaria exenta.
Las obras más destacadas son las labores
ornamentales de los capiteles con motivos vegetales y animales
afrontados como son los de San Vital de Rávena o los
sarcófagos de la misma ciudad en los que se representan
los temas del Buen Pastor.
Pero las obras capitales de la escultura bizantina son
las pequeñas obras, dípticos y cajas, talladas en
marfil, destacando el díptico Barberini, Museo del Louvre,
del siglo V, o la célebre Cátedra del obispo
Maximiano, en Rávena, tallada hacia el año 533
sobre placas de marfil con minuciosa trabajo.
5) Con qué
decoraban las iglesias bizantinas.
Se decoraban las iglesias con pinturas de cristo o de la
virgen las figuras de Cristo
con barba partida y edad madura (modelo siríaco) y
de la Virgen que se presenta bajo diversas advocaciones
(Kyriotissa o trono del Señor en la que sostiene sobre sus
piernas la Niño, como si fuera un trono; Hodighitria, de
pie con el Niño sobre el brazo izquierdo mientras que con
el derecho señala a Jesús
como el camino de salvación – es el modelo
desarrollado en el gótico -; la Theotokos, o Madre de
Dios, ofrece al Niño una fruta o una flor; la
Blachernitissa o Platytera con una aureola en el vientre en el
que parece el Niño indicando la maternidad de la
Virgen).
Abundante empleo del dorado que ejercerán un
marcada influencia en las obras góticas de Cimabue, Duccio
y otros pintores italianos
a las diferentes partes del templo: el
Pantocrátor (Cristo en Majestad bendiciendo) en la
cúpula, el Tetramorfos (cuatro evangelistas) en las
pechinas, la Virgen en el ábside, los santos y temas
evangélicos en los muros de las naves.
La iglesia mantiene un sutil eje longitudinal,
conformado por dos semicúpulas ue flanuean a la
cúpula central por las galerías laterales, ue
enmascaran los ermes contrafuertes ue sustentan el peso de la
estructura.
De este modo se consiguió un espacio de
apariencia mágica, dispersado en los bordes mediante
exedras, nichos aruerías dominado por la cualidad material
de la luz.
La evolución de este arte paleocristiano
motivará el nacimiento del Arte Bizantino. Pero la gran
novedad estriba en que el arte Bizantino mantuvo también
importantes rasgos de la cultura greco-latina, pudiendo
considerarse un arte puente entre la antigüedad y el futuro
Renacimiento.
Bizancio apenas creó valores nuevos
pero supo asimilar y fundir las influencias que llegaron desde
oriente y occidente. Grabar considera al arte bizantino el
"cristiano por excelencia, por su seriedad devota y solemne, por
su apartamiento del mundo". Entre los siglos V y VII se
desarrollará la llamada Primera Edad de Oro bizantina,
relacionada con la obra de Justiniano.
Los siglos IX al XII verán la Segunda Edad de Oro,
separadas ambas por el período iconoclasta donde las
imágenes estarán prohibidas y el arte vivirá
un periodo de decadencia.
La arquitectura bizantina va a mantener la grandeza
romana y la elegancia griega, utilizando el elemento oriental
como aglutinante. La cúpula sobre pechinas, el ladrillo
como material, las bóvedas de aristas o la suntuosidad
decorativa serán algunas de sus principales
características. La planta favorita es la de cruz griega,
envuelta en un espacio cuadrangular que permita el uso y disfrute
de cúpulas y bóvedas.
Su edificio más significativo es la iglesia -hoy
mezquita- de Santa Sofía de Constantinopla, levantada en
tiempos de Justiniano, quien pronunció una frase
significativa cuando se acabó: "Salomón, te he
vencido" en referencia a haber superado el mítico templo
de Jerusalén construido por Salomón.
Lo más sorprendente de la iglesia es su espectacular
cúpula de 31 metros de diámetro cuyos empujes se
contrarrestan con dos bóvedas de cuarto de esfera que
descansan en otras bóvedas.
Este reparto de presiones permite alcanzar una
sensación de ligereza en la construcción inigualable, a lo que
contribuyen los dos pisos de arquerías que se hallan bajo
los dos arcos formeros de la nave. Justiniano también
mandó construir la iglesia de los Santos Sergio y Baco con
planta octogonal y dos pisos o el desaparecido templo de los
Santos Apóstoles, con planta de cruz griega y cinco
cúpulas. En Ravena se desarrolló otro importante
centro de arquitectura bizantina al ser esa ciudad capital del
exarcado.
En esa ciudad se construyeron las iglesias de San Vital
-con planta de cruz griega- y San Apolinar in Classe y San
Apolinar el Nuevo -donde se empleó la planta basilical que
fue dividida en tres naves a través de columnas-,
destacando la bella decoración de mosaicos en estas dos
últimas. El movimiento
iconoclasta motivará el escaso desarrollo de la escultura
bizantina; sólo conservamos algunos ejemplares de
pequeño tamaño como placas de marfil formando
dípticos o trípticos, entre las que destaca la
Cátedra de Maximiliano.
A partir del siglo IX la iconografía bizantina
aumentará con nuevas escenas del ciclo evangélico o
de la Virgen. Quizá sea el mosaico el verdadero
protagonista en la decoración, superando a la pintura.
La pobreza de
los materiales constructivos exige la utilización de un
revestimiento que otorgue riqueza a la edificación, y ese
es el mosaico.
En la primera etapa será Ravena el lugar
más destacado con las excelentes representaciones de San
Apolinar el Nuevo, San Apolinar in Classe o el Baptistero de los
Arrianos, llenando de color sus
paredes, destacando las excelentes procesiones de doncellas y
santos que se dirigen a presentar sus respetos al Niño
acompañado de la Virgen.
La segunda etapa incorpora novedades
iconográficas como el Tetramorfos -las figuras o los
símbolos de los cuatro Evangelistas- o el
Pantocrátor -Cristo omnipotente-. Los mismos colores vibrantes
y encendidos que caracterizan al mosaico se encuentran
también en la pintura, apareciendo una importante escuela de
miniaturistas e iluminadores de libros.
www.monografias.com
Autor:
Néstor Sanz B.
Republica Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Educación y
Deporte
Mérida estado
Mérida
U.E Las Tapias