2.
Capitulaciones martiriales.
La Iglesia
Católica es carisma y comunidad de
creyentes y su misión es
evangelizadora, son los aspectos más fundamentales para
definir lo que fue en su constitución y lo que debe seguir siendo,
así lo entendieron los mismos cristianos desde el
principio.
Carisma (¨jaris¨, ¨jarisma¨ = don de
Dios, gracia, gratuidad) : sabemos la importancia que da San
Pablo en sus cartas a los
carismas diversos entre sí y necesarios (1ª Cor.,
12-24; Rom., 13; Ef., 5), entre ellos se sitúa el
ministerio apostólico, cuya función,
lejos de suponer una oposición a los demás carismas
o vocaciones, tiende a verificar su autenticidad y coordinarlos
en orden a la comunidad.
Comunidad (¨Koinonía¨en la Biblia): hoy
muy extendida y compleja, se integra de miembros iguales en su
dignidad,
derechos y
responsabilidades, necesita de una autoridad
social y jurídica, y que debe ejercerse con
espíritu evangélico de servicio y
fraternal (Mc., 10, 42-45; Lc., 22, 24-27) en su
misión.
El Espíritu
Santo de Dios que ha congregado a la Iglesia en una asamblea
santa actúa de todo corazón
(Jn., 3,8; 1,9), y en su vocación o carisma de servicio a
los demás no puede cerrarse sobre sí misma, nunca
concibió al grupo al que
pertenece y que se iba reuniendo a su alrededor como algo
distanciado del pueblo, sino como un grupo misionero.
El espíritu de Jesús y de la Iglesia
necesita estar cerca de todos los hombres, culturas y razas, no
puede circunscribirse a ningún ámbito exclusivo
sino enriquecerse de todas las aportaciones, ha de lograr que
ningún pueblo la sienta ajena o lejana, y no puede quedar
al margen.
La Iglesia de los primeros cristianos entendida como el
¨pueblo de Dios¨, heredera de la tradición
judía, ya llamaría ¨laico¨ (de
¨laos¨ = pueblo) a los miembros de su comunidad de
creyentes, y este sería su símbolo de identidad, y
que ha adoptado con los siglos el significado de
¨secular¨ ( = seglar) porque ha permanecido en el
tiempo.
Así como el término "martirio" designa el
testimonio veraz, y el "mártir" es su testigo fiel, el
concepto que
define la audaz confesión de la fe en palabras del P.
José M ª Iraburu es la "parresía", el valiente
e intrépido testimonio de la verdad arriesgando la propia
vida por fidelidad al Evangelio.
La "parresía" ya aparece en los escritos del
Nuevo Testamento, en los Textos Juánicos y las Cartas
Paulinas, en los Hechos de los Apóstoles, etc … es
hablar con absoluta libertad sin
temor a los hombres que pueden arrebatar su vida por contrariar
sus deseos o afirmaciones, sin tratar de conservar su integridad
física
mientras defiende sus principios
morales, sacrificar su vida por unos elevados ideales, etc
…
Los textos de San Juan hablan del Verbo de Dios en el IV
Evangelio y en sus epístolas, describiendo a un
Jesús de Nazareth, en público que no teme a nadie
(Jn. 7,26; 18,20; 1Jn. 2,28; 3,21; 4,17; 5,14…) que no se
esconde, ni trata de guardar su vida. La cartas de San Pablo nos
comunican el espíritu fiel del mensajero con osada
gallardía (Ef. 6,19-20; Flp 1,20; 1Tes 2,2; 1Tim 3,13; Heb
3,6; 10,35; Col. 2,15: …). Los Hechos de los Apóstoles
con fortaleza de espíritu y franca osadía dan
testimonio de su fe en Jesucristo (Hech. 4, 13 – 33; 9,
27).
Las capitulaciones martiriales son el acto supremo de
sacrificio u oblación pura que rinde culto a la fe que ha
dado sentido a toda una existencia hasta el extremo de la
valerosa entrega de la propia vida para dar su testimonio a mayor
gloria de Dios, con plena libertad de decisión y total
autonomía de criterio, responsabilidad de sus actos y disposición
de sus facultades mentales, es un don de gracia y fuerza del
espíritu que no se doblega ante los hombres.
La condición de persecución sufrida por
"odium fidei" (1), la confesión de la fe (2) y la muerte del
mártir (3), son los tres aspectos que definen las
capitulaciones martiriales.
Por capitulación martirial se entiende el
testamento espiritual que sirve al testimonio del mártir
para que sus depositarios reciban los valores de
su fe, adquiriendo pleno sentido la máxima de Tertuliano
que en el año 197 d. J.C. en su Apologeticum (50) describe
como: "La sangre de los
mártires es semilla de los cristianos".
Sin embargo, y desde nuestro punto de vista si nos
atenemos a la tesis
desarrollada sobre Psicología del
Martirio, por la que partimos de la circunstancia de que la
disposición de la víctima a sufrir un acto
martirial depende de su voluntad de rehusar al mandato de
renuncia que le impone su victimario, así como de la
existencia de un acto homicida que persigue el crimen de la
víctima por mandato a la voluntad del victimario que
pretende consumar con la realización de un
asesinato.
En consecuencia, e independientemente de que se culmine
o no el acto de dar muerte al
mártir, se trata de un acto intrínsecamente
homicida, que termina en un acto criminal consumado y/o en un
asesinato frustrado según las circunstancias, y que
puntualizamos dependerá del acto intrínseco del
victimario que persigue en ambos casos, consumado o frustrado, el
homicidio de su
víctima.
Lo cual, nos conduce a reforzar la tesis de las
capitulaciones martiriales y de que sufrido un acto martirial que
convierte necesariamente en confesor de la fe a quien siendo
víctima de persecución y de un acto homicida quede
en vida, afirmamos que la muerte del mártir depende de su
victimario, y que del mismo aunque se derive un crimen frustrado,
se cumplen las condiciones que garantizan el martirio, ya que
así fueren de haber sido consumado.
El martirio como antinomia del
homicidio.
Así, como en una anterior tesis propusimos que el
martirio y el ascetismo son antónimos del suicidio
(Psicología del Martirio. VI CVP – Interpsiquis
2005) para rebatir el concepto erróneo que ha proliferado
entre los profesionales de la salud sobre las bases de la
teoría
psicológica de Karl Menninger que los considera suicidios
crónicos.
En este punto, confirmamos que la sinonimia del
homicidio es el suicidio partiendo de la base que el martirio es
la antinomia de ambos porque el acto martirial es la acción
encaminada a dar un testimonio de fe y no de cometer un
crimen.
1. El martirio de la víctima por no renunciar a
defender su honor se opone al mandato del victimario, y se
convierte en victimado.
2. El suicida renuncia a defender su honor, y sin rendir
tributo a causa de fe alguna se inflinge a voluntad la muerte,
convirtiéndose así en su propio victimario y
homicida.
Las capitulaciones martiriales incluyen así en
justicia y por
razón una cláusula de excepción por la que
una víctima de un acto martirial también pueda
quedar en vida, en calidad y
resultado de que la persecución del victimario sea de
asesinato frustrado tal como si hubiera sido un homicidio
consumado cuando de ello no varía la sangre derramada por
Cristo ni el testamento espiritual del victimado, cambia
solamente el desenlace del acto criminal perpetrado que depende
única y exclusivamente del homicida victimario.
La posición que defiende la Fundación
Psicología y Cristianismo,
incluso antes del fallecimiento de Karol Józef
Wojtyla Kaczorowska, es que S.S. Juan Pablo II, fue
mártir y confesor de la fe en vida como:
…Aquellos que tanto se habían esforzado por
imitar a Cristo, "que teniendo la naturaleza
divina nada usurpó a Dios al hacerse igual a Él", y
que después de haber sido elevados a tanta gloria y de
haber tolerado no uno que otro, sino tantos géneros de
suplicios, que sabían lo que eran las fieras y la
cárcel, que aun conservaban las llagas de las quemaduras y
tenían los cuerpos cubiertos de cicatrices; aquellos
hombres, pues, no osaban llamarse mártires, ni
permitían que se lo llamaran. Si algunos de nosotros, por
escrito o de palabra, se atrevía a llamárselo, le
reprendían con severidad. Tal título de
mártir sólo lo daban a Cristo, testigo verdadero y
fiel, primogénito de los muertos, principio y autor de la
vida divina.
También concedían este título a
aquellos que habían muerto en la confesión de la
fe. "Ellos ya son mártires, decían, porque Cristo
ha recibido su confesión y la ha sellado como con su
anillo. Nosotros sólo somos pobres y humildes confesores".
Y con lágrimas en los ojos nos rogaban pidiéramos
al Señor que también ellos pudieran un día
alcanzar tan gran fin. Realmente mostraban tener valor
verdaderamente de mártires al responder con tanta libertad
y confianza a los gentiles,
dando muestras de gran temple de alma.
Rehusaban el nombre de mártires que les daban los
hermanos, poseídos como estaban de temor de Dios, y se
humillaban bajo su poderosa mano que tan alto les había
elevado…
(Extracto de la Carta de las
Iglesias de Viena y Lyon sobre el martirio de Potino, obispo y
otros muchos fieles).
Sin embargo, atendiendo a nuestra intención que
es siempre destacar que la persecución sufrida por "odium
fidei" de los mártires cristianos, y no obstante, de no
cumplirse la condición de muerte del mártir. Nos
llevan a la conclusión, de que si se debe contemplar un
acto de confesión de la fe como martirio este debe
conllevar necesariamente la garantía que S.S. Juan Pablo
II destaca en su Encíclica "Veritatis Splendor" sobre las
tres características que definen al mártir,
señala los siguientes rasgos fundamentales:
1) la inviolabilidad de su orden moral como ser
humano.
2) la dignidad de su persona a
imagen y
semejanza de Dios.
3) y el signo preclaro de su santidad en la
Iglesia.
En definitiva, el Rvdo. P. Jacobo Wagner por cumplir con
las condiciones impuestas por las capitulaciones martiriales, y
S.S. Juan Pablo II por la cláusula de excepción,
son desde nuestro punto de vista mártires de la Iglesia
católica, apostólica y romana.
Psicólogos cristianos señalan que Juan
Pablo II es mártir por una cláusula de
excepción
Fecha de publicación: 07/12/2005
16:49
Lugar: Barcelona
(VERITAS) La Fundación Psicología y
Cristianismo afirma que el Papa Juan Pablo II es un mártir
de la fe, además de confesor, por una cláusula de
excepción de las capitulaciones martiriales, en la tesis
que ha presentado para participar en el VI Congreso Internacional
Virtual de Educación CIVE
2006.
Esa cláusula destaca que "una víctima de
un acto martirial también puede quedar en vida, en calidad
y resultado de que la persecución del victimario sea de
asesinato frustrado tal como si hubiera sido un homicidio
consumado cuando de ello no varía la sangre derramada por
Cristo ni el testamento espiritual del victimado".
Corresponsal de prensa : Patricia
Navas. Agencia VERITAS AV05120710
1. Editor de L'Osservatore Romano afirma que Juan
Pablo II fue "auténtico Papa mártir".
VATICANO, 28 Ago. 05 (ACI).- El editor del diario del
Vaticano, L'Osservatore Romano, afirmó el jueves que el
Papa Juan Pablo II fue un "auténtico Papa mártir",
a pesar de no haber fallecido en el atentado que sufrió el
13 de mayo de 1981.
Según informó la agencia Associated Press,
Mario Agnes, editor del diario, señaló en una
reunión de católicos que las piedras de la Plaza de
San Pedro, donde cayó la sangre del Pontífice,
deben ser preservadas pues se trata de la sangre de un
"auténtico Papa mártir".
Desde que Benedicto XVI anunciara el 13 de mayo de este
año el inicio del proceso de
canonización de Juan Pablo II, han surgido muchas
preguntas sobre si el querido Siervo de Dios debería ser o
no declarado mártir. Hacerlo evitaría la necesidad
de confirmar un milagro atribuido a su intercesión para su
beatificación.
Algunos miembros de la curia vaticana rechazan esta
hipótesis de declarar mártir a Juan
Pablo II, ya que éste vivió 24 años
más luego del atentado de 1981. También indican que
otros candidatos para ser beatificados y canonizados
también sufrieron enfermedades al final de sus
vidas, y no por ello fueron declarados
mártires.
"Estas piedras de la Plaza de San Pedro sobre las que
cayó la sangre de Juan Pablo II deben ser conservadas como
un documento histórico, porque recibieron la sangre de un
auténtico Papa mártir, herido en la plenitud de su
vitalidad, víctima de un ataque", afirmó Agnes
según informan ANSA y Apcom. "El hecho que no haya muerto
(luego del atentado) no significa que no haya sido un
mártir", agregó.
2. Texto extraído del libro escrito
por el doctor Ambrosio Romero Carranza titulado ¨Itinerario
de Monseñor de Andrea.¨ El Obispo de Temnos
murió el 23 de junio de 1960.
Testimonio de la Quema de las
Iglesias.
¨Mussolini vivió enfrentado con Pío
XII, quien lo obligó a poner fin a su persecución
religiosa. Hitler, a su vez,
fue impedido de llevar al extremo su plan de
descristianización de Alemania por
la guerra mundial
que, causando su completa derrota, lo determinó a
suicidarse en un sótano en Berlín. En cambio
Perón
no se ve contenido por nada ni por nadie.¨
¨Sus discursos
toman a fines del año 1954, un carácter violentamente anticatólico.
El Episcopado es insultado y amenazado. El clero no puede salir a
la calle vestido con sotana. Manifestaciones peronistas llevan
públicamente figuras de sacerdotes
ahorcados¨.
¨El grito de ¡ Viva Perón !. Es
acompañado ahora por el de ¡ Mueran los curas !. La
enseñanza religiosa es suprimida en las
escuelas. El divorcio
absoluto es implantado. Algunos sacerdotes apóstatas
tienen a su disposición las radios para diseminar especies
injuriosas respecto de la Jerarquía Eclesiástica.
Se piensa en constituir una Iglesia argentina nacional que no
obedezca a las órdenes de la Santa Sede ni del Episcopado:
algo así como un presbiterianismo criollo.¨
¨Tanto desmán, tanta calumnia, tantos manejos
indignos contra la religión y la moral,
producen una gran reacción en el catolicismo. Hasta
quienes se habían comprometido más con el peronismo, abren
al fin los ojos y comprenden qué tipo de hombre y que
clase de
régimen de gobierno
están apoyando.¨
¨El episcopado se opone a la ley que abre las
casas públicas y que establece el divorcio absoluto. Los
sacerdotes predican desde el púlpito la resistencia a las
leyes
inmorales, y protestan indignados contra la campaña
destinada a denigrar al clero.¨
¨Otro motivo más de controversia es el asunto
de la U.E.S. (Unión de Estudiantes
Secundarios).¨
¨Perón ha fundado una asociación
deportiva para estudiantes secundarios de ambos sexos que
él fomenta personalmente; y corre la voz de que en esta
asociación ocurren muchas cosas de dudosa moralidad. En
Córdoba el clero constituye una asociación
estudiantil que se opone a la U.E.S., y alcanza mayor éxito
que ella. Pero se siente agraviado como si las socias de la U.E.S
fueran de su propiedad y
amenaza con lanzar sus huestes contra las
iglesias.¨
¨Llega el mes de junio de 1955, y la tensión
entre Perón y el catolicismo alcanza un grado extremo y
hace crisis con
motivo de la procesión de Corpus-Christi proyectada el 11
de ese mismo mes. La Policía prohibe esa procesión,
sin embargo ésta se efectúa con un éxito
maravilloso. Todo Buenos Aires se
vuelca en la Plaza de Mayo, y luego recorre la Avenida de Mayo
hasta la Plaza del Congreso, en el mayor silencio. A ese
desafío resuelve contestar con una canallada y una
calumnia: hace quemar una bandera argentina y luego declara que
esa felonía fue cometida por los católicos en la
Plaza del Congreso, después de haberla arriado para hacer
flamear en su lugar la bandera del Papa.¨
¨Cuando el Papa Pío XII, siendo aún el
Eminentísimo Cardenal Eugenio Pacelli, estuvo en Buenos
Aires con motivo del Congreso Eucarístico Internacional
realizado en 1934, advirtiendo la estrecha unión de la
Iglesia con nuestra patria, dijo que la religión
católica se encontraba hasta tal punto entretejida con la
historia nacional
de la Argentina, que si alguno de sus gobernantes intentase
separar la una de la otra, se vería obligado a desgarrar
sus páginas más gloriosas, a borrar los nombres de
sus héroes más ilustres, a suprimir la
invocación a Dios en la Constitución y a quemar su
bandera símbolo de todas sus glorias patrias. (Citado por
el Dr. Manuel Río en su folleto titulado:S.S.Pío
XII e la civilitá argentina, Roma,
pág.11).
¨¡Palabras proféticas ¡.
Veintiún años después, un Presidente
argentino, en su loco afán de destruir la unión de
la Iglesia con la Argentina, renegaba de nuestra historia patria,
arrojaba lodo sobre nuestros próceres y ¡ hasta
ordenaba quemar nuestra bandera para imputar ese delito a una
manifestación católica¡¨.
Con suma hipocresía el gobierno decreta actos
oficiales para desagraviar la bandera ¨incendiada por los
católicos¨. Y todas las reparticiones públicas,
comenzando por la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
se pliegan a esos pretendidos desagravios. Además
Perón hace recorrer las calles porteñas por
elementos de la Alianza Libertadora Nacionalista, los cuales son
fascinerosos a sueldo que, dando gritos de ¡ Viva
Perón! , ¡ mueran los oligarcas ¡, golpean y
maltratan a hombres, mujeres, niños y
ancianos para llevar el pánico
a los enemigos del régimen y amedrentar a los
opositores.
Las casas de estos son marcadas con pintura roja.
Corre la voz de que el barrio norte será incendiado. Y se
pretende asaltar la Catedral durante la tarde del 12 de junio.
Cuatrocientos jóvenes católicos acuden,
completamente desarmados, para impedir con su presencia ese
atropello. Ante la actitud
valiente y decidida de esa juventud
heroica, las bandas peronistas se detienen, limitándose a
apedrear a los jóvenes que permanecen inmóviles en
el atrio de la Catedral.
Un protestante, al ver ese espectáculo, cruza la
calle Rivadavia y se une a los católicos, manifestando:
Eso es una lucha entre la civilización y la barbarie, y yo
me pongo de lado de la civilización.
¨Como mucho son heridos por las piedras, los
jóvenes resuelven entrar a la Iglesia Matriz y
cerrar las puertas. Se hace presente la Policía, pero no
en defensa de los atacados sino de los atacantes. Y los
cuatrocientos defensores de la Catedral son detenidos a las doce
de la noche y trasladados al Penal de Villa
Devoto.¨
¨Otra venganza más de Perón es la de
hacer encarcelar al Obispo auxiliar de Buenos Aires, Mons. Manuel
Tato, y al Canónigo de la Iglesia Catedral,
Monseñor Ramón
Novoa, acusándolos de haber promovido la
manifestación del 11 de junio. El Dr. Manuel Río
(actual Embajador argentino ante la Santa Sede) acude para
defender profesionalmente a los dos acusados y es también
detenido en el Departamento de Policía.
Sin permitir que se se despidan de sus parientes y sin
dejarlos llevar más que lo puesto, los dos prelados son
embarcados en un avión, rumbo desconocido. Felizmente el
avión tiene que hacer escala en Lisboa,
y los detenidos pueden bajar y trasladarse a Roma. Enterado
Pío XII de lo ocurrido, excomulga a las autoridades
argentinas que intervinieron en este atropello. A su vez el
Episcopado argentino publica una pastoral denunciando la
persecución que sufre el catolicismo en general y el clero
en particular.
El ambiente de
terror y de inseguridad en
que se vive va en aumento. La nueva Mazorca, es decir, los
componentes de la Alianza Libertadora Nacionalista, recorren
continuamente las calles en ¨jeep¨ cometiendo una serie
de atropellos.¨
Un Día Trágico.
¨Llega entonces el día más
trágico de nuestra Historia.¨
¨El 16 de junio de 1955, la Marina argentina, se
lanza, valientemente, en contra del régimen de oprobio y
opresión establecido en nuestra patria. Vuelan sobre
Buenos Aires los aviones de la Marina y bombardean la Casa
Rosada. Pero no logran su objetivo:
prevenido el tirano, ha tenido tiempo de huir y refugiarse en el
Ministerio del Ejército. Desde allí busca su
salvación ofreciendo a militares amigos todo cuanto le
pidan. Y a fin de tener rehenes para cebar en ellos su venganza o
para amenazar con su fusilamiento si los marinos continúan
bombardeando la ciudad, ordena encarcelar a todos los miembros
del clero.¨
¨A las dos de la tarde, la Policía concurre a
casa de Monseñor de Andrea y lo lleva detenido. Su
sobrino, el presbítero Miguel Angel de Andrea, manifiesta
que lo acompañará. Tío y sobrino detenidos
en la Comisaría 3ª. Allí oyen como siguen
cayendo bombas hasta que
se produce un gran silencio. El Ejército no ha secundado
aquel movimiento
libertador y la Marina ha tenido que rendirse.¨
¨Monseñor continúa preso y, mientras
permanece en la Comisaría, a las cinco de la tarde su
iglesia que tanto ama, que ha cuidado con tanto esmero y en la
cual ha desempeñado su apostolado religioso y social en
bien del pueblo durante cuarenta y tres años, es asaltada
e incendiada a vista y paciencia de la Policía y de los
bomberos. Los bancos de la
iglesia son amontonados por los asaltantes para hacer con ellos
una pira incendiaria; la sacristía completamente
destruída. Junto con su archivo. Los
tabernáculos son abiertos a hachazos; en el Altar Mayor,
el Sagrario contiene un copón lleno de hostias
consagradas, un asaltante tira las hostias dentro del Sagrario y
roba el copón.¨
¨Esa misma tarde, otras Iglesias son igualmente
asaltadas, saqueadas e incendiadas.¨
¨Buenos Aires nunca había presenciado, en sus
cuatrocientos años de existencia, un espectáculo
tan bochornoso. Jamás había visto cometer los
sacrilegios que ese día se realizaron impunemente con la
ayuda y cooperación de un gobierno que en sus primeros
años había hecho gala de catolicismo. El Palacio
Arzobispal y ocho iglesias son incendiadas por elementos
peronistas¨.
¨El Palacio Arzobispal es el primero en sufrir el
ataque de esos bandidos que no solo incendian el edificio y sus
muebles, sino sus valiosos archivos donde
estaban compendiados toda la historia de nuestra
patria.¨
¨80.000 legajos, con sus documentos que
remontaban al tiempo de la Colonia, son pastos de las llamas, las
que destruyen puertas, ventanas, piso y techos, no quedando
más que las vigas de hierro y
trozos de paredes ennegrecidas por el humo.¨
¨La Catedral solo se salva porque allí se
encuentra la tumba del General don José de San
Martín, pero su sacristía es también saqueda
y luego incendiada, perdiéndose todo cuanto
contenía.¨
¨San Francisco, Santo Domingo, San Ignacio, San
Juan, La Merced, La Piedad, San Nicolás de Bari y las
Victorias, son asaltadas, profanadas, saquedas e
incendiadas.¨
¨Una de las iglesias que más sufre es
precisamente, la que con mayor razón nunca
debíó haber sido tocada por el Presidente de la
República: San Francisco. Esta Iglesia ha sido la primera
que se construyó en Buenos Aires. El solar que ocupa fue
donado a los franciscanos por Don Juan de Garay. Y estos se
distinguieron muy especialmente en su benéfica obra de
evangelización a los indios y educación de los
criollos.
Cuando llegó el momento de nuestra independencia
y organización nacional, dió esa Orden
patriotas tan distinguidos como Fray Cayetano Rodríguez y
Fray Mamerto Esquiú. La Argentina tiene , pues, un
agradecimiento muy grande con los hijos espirituales de "il
poverello" de Asis.
Pero el Dictador antiargentino, que no ha respetado ni
siquiera, la bandera de su patria, tampoco respetará ese
solar histórico. Y en la noche del 16 de junio la Iglesia
de San Francisco se convierte en una inmensa hoguera.
También son incendiadas, una a una, las celdas de
los franciscanos. A mi me toca, como a tantos argentinos, ser
testigo presencial de esa noche de horror. Primero contemplo el
incendio de San Nicolás. Salen los asaltantes cubiertos
con las casullas y llevando en sus manos los candelabros e
incensarios.
La Policía los protege y los bomberos, instalados
en la calle Santa Fe, con sus carros y sus mangueras, no se
mueven. Las llamas saliendo de las ventanas del despacho
parroquial, lamen las paredes de las casas de departamentos
vecinos. Una mujer se asoma a
una ventana y grita: ¨¡ Se incendia mi casa
¡¨, pero los bomberos no se apresuran a usar las
mangueras, y muy despacio, con desgano premeditado, empiezan a
lanzar agua.¨
¨Me avisan que los Padres Redentoristas de Las
Victorias están tocando las campanas de su iglesia para
pedir auxilio. Acudo allí en seguida. Los asaltantes
asustados huyen. Un amigo mío entra a la capilla superior,
y un anciano redentorista que está rezando de rodillas,
creyendo que es un incendiario exclama: ¡ Basta de
incendiar!¨.
¨El padre Wagner ha sido duramente golpeado por los
asaltantes. Pocos días después muere a consecuencia
de la conmoción sufrida. El padre Baztán y el padre
Leo permanecen en la Iglesia. Con ellos y los vecinos que han
acudido, apagamos el fuego…¨
¨Me traslado a Plaza de Mayo. Arde aún el
Palacio Arzobispal. Unos soldados duermen con placidez en un
camión. El cielo está enrojecido por el resplandor
de las llamas que envuelven la alta cúpula de San
Francisco. Una multitud contempla en silencio la
catástrofe. Más allá, Santo Domingo, que ya
no arde, es un agujero negro y ahumado. Frente a la Iglesia de
San Ignacio. Gran cantidad de imágenes
sagradas se encuentran en la vereda y en la calle.
Todas han sido mutiladas. Hombres y mujeres les colocan
flores y muchos, arrodillados, les rezan ¡
Espectáculo único en el mundo ¡. Ni en la
Rusia
soviética habían sido incendiadas las iglesias ni
mutiladas sus imágenes. Solamente en Madrid,
durante la revolución
española, los rojos realizaron cosas
parecidas.¨
A las 4 de la madrugada del 17 de junio, Monseñor
de Andrea y su sobrino reciben orden de prepararse para partir
¨a un largo viaje¨, sin decirles adonde se los llevan. Un
camión celular de la policía los espera en la
puerta de la comisaría. Es de aquellos que no tienen
celdas particulares sino dos bancos corridos uno enfrente del
otro. Desde las 4 hasta las 8, el camión da vueltas por
Buenos Aires, deteniendo varias veces su marcha en diversos
lugares para hacer subir a más sacerdotes encarcelados.
Allí suben, también dirigentes de diferentes
sectores políticos.
Esto es una verdadera unión democrática –
comenta uno de ellos.
¨Después de andar un trecho, el camión
se detiene. Se oye el ruido de una
puerta que se abre. Han entrado en la cárcel de Villa
Devoto. En el Cuadro Nº1, son amontonados doscientos
sacerdotes entre los cuales se cuentan el Padre Sojo y los
Jesuitas del
Colegio Salvador, el Padre Virgilio Filippo y el Obispo de la
diócesis de San Nicolás, Monseñor Silvio
Martínez, quien ha sido detenido con los Agustinos. En una
nueva tanda de sacerdotes encarcelados, llega Monseñor
Gustavo J. Fanceschi.
¨Los vidrios del Cuadro se encuentran rotos, y el
frío es intenso. Pero a ninguno le está permitido
recibir abrigos.¨
¨Al enterarme que Monseñor de Andrea
está preso en Villa Devoto, me traslado con el Dr. Esteban
Ochoa. Pedimos entrar a visitar a Monseñor, y no nos
dejan. Queremos dejarle ropa de abrigo que le llevábamos y
nos dicen que no se puede entregarle nada. ¡ Caso curioso
¡, ese 17 de junio nos empeñamos con el Dr.Ochoa en
entrar en la cárcel de Villa Devoto y no lo
conseguíamos. Tres meses después, cuando no lo
deseamos, fuimos los dos detenidos y alli llevados en un
camión celular.¨
¨En aquel 17 de junio, a la hora de almorzar, los
carceleros llevan al Cuadro Nº 1 una gran olla, y a cada uno
de los sacerdotes presos se les da un plato y un panecito. Luego
se le sirve sopa de fideos, pero no se les proporciona
cucharas.Todos, incluso Monseñor, deben tomarlas a
sorbos.¨
¨Los retretes no tienen puertas y están
increiblemente sucios. Monseñor Franceschi increpa a un
policía exclamando:
He recorrido todo el mundo, he llegado a la India, y en
ninguna parte he visto una iniquidad semejante. ¿ Sabe Ud.
donde ocurrió algo similar?. ¡ En Roma, en tiempos
de Nerón!.
¨A la tarde se los traslada al Cuadro Nº 2, que
no es mucho mejor. Todos tiritan de frío. A la noche de
nuevo se le da un plato de sopa con un panecito. Como alguien
pide algo más de comer, se le reparte un panecito
más a cada uno.¨
A las 11 de la noche se les despierta sin decirles para
qué y se los lleva a un salón de la
Cárcel.
Muchos creen que serán fusilados. Pero al fin se
les comunica que van a ser puestos en libertad y que sólo
fueron llevados a Villa Devoto, ¡ para preservarlos de las
iras del pueblo !.
Monseñor de Andrea llega a casa de su sobrino.
Allí lo encontré sereno y sonriente como siempre.
Era, pocos días después, cuando vuelve a su iglesia
incendiada y semidestruída, ya no sonríe. Es el 29
de junio. La clausura a San Miguel ha sido levantada por la
policía, y Monseñor ha resuelto celebrar el
día del Pontífice con una misa vespertina a las 19
horas.
Un público extraordinario se congrega en la
Iglesia. Media hora antes de la ceremonia el recinto está
colmado. La gente desborda la calle Bartolomé Mitre y
Suipacha. Cuando llega el Obispo de Temnos en un
automóvil, la concurrencia lo aclama y lo saluda agitando
sus pañuelos. Con dificultad Monseñor penetra en la
iglesia.
Al llegar frente al altar de Santa Teresita, avanza
hasta el Altar Mayor de rodillas manteniendo esa actitud durante
toda la ceremonia religiosa. La misma es seguida con hondo
recogimiento. Y es seguida no solo por quienes han podido entrar,
sino también por las numerosas personas que han quedado
afuera. Un jóven ha trepado por la puerta de hierro y,
sosteniéndose sobre el basamento de una de las columnas
del frente, dirige desde allí los rezos y los
cánticos.
Cuando termina la Misa, y aquel jóven comunica
que Monseñor va a hablar, todo el mundo guarda silencio.
El Obispo de Temnos expresa que, como desagravio a los sucesos
registrados el 16 de junio, llevará en adelante luto no
sólo en su espíritu, sino también en su
cuerpo. Por tanto renuncia a los ornamentos morados y a la capa
de seda de su investidura episcopal para usar, en adelante, el
sencillo traje telar…
Palabras Clave.
Carisma : don de Dios, gracia y gratuidad ( =
jarisma).
Laico : La Iglesia primitiva heredera de la
tradición judía, llamaría ¨laico¨ (
= pueblo) a los miembros de su comunidad ( = koinonía) que
con los siglos ha adoptado el significado de ¨secular¨ (
= seglar ) porque permanece en el tiempo.
Martirio : El término "martirio" o
"testimonio" tiene su raíz "mártir" en griego y
significa "testigo".
Parresía : En griego antiguo de donde
deriva también el término latino, la
"parresía" designa la "libertad de
expresión".
Obras generales.
Amenós, J. M. – Correa, M. A. –
Mandingorra, J. Psicología del Martirio : I. El testimonio
de fe del s. I – IV en el Imperio Romano.
II. Los mártires cristianos del s. XX en la II Guerra
Mundial. VI CVP – Congreso Virtual de Psiquiatría :
Interpsiquis 2005.
Arnaudo, Florencio José. El año en que se
quemaron las iglesias. Editorial Pleamar. Buenos Aires.
1955.
Benítez, Hernán. La aristocracia frente a
la Revolución. Buenos Aires. 1955.
Bonamín, Victorio (Mons.). El Claroscuro de la
Religiosidad Argentina. Buenos Aires. 1964.
Carrére Cadirant, Gustavo. Primera
persecución religiosa en la República Argentina.
Revista nº 97-ARBIL. España.
2005.
Confalonieri, Orestes. Perón contra Perón.
Buenos Aires. 1956.
Corbin, F. – Millet, J.L. – Comes, M. El
Cristianismo en el mundo de hoy. López Mezquida Editor
(ECIR), Valencia. 1977.
Furlong – S.J., Guillermo. La Tradición Religiosa
en la Escuela
Argentina. Ediciones Teoría. Buenos Aires.
1957.
Iraburu, José María. El martirio de Cristo
y los cristianos. EDIBESA. Madrid. 2003.
Romero Carranza, Ambrosio. Itinerario de Monseñor
de Andrea. Emecé editores. Buenos Aires. 1957.
Röttjer, Aníbal. La Escuela argentina.
Editorial Catalina. Buenos Aires. 1959.
Sánchez Gamarra – C. SS. R., Alfredo. Alma de
Mártir. Buenos Aires. 1956.
Sánchez Sorondo, Marcelo. La Revolución
que Anunciamos. Ed. Nueva Política. Buenos
Aires. 1945.
Documentación.
Carta de las Iglesias de Viena y Lyon sobre el martirio
de Potino, obispo y otros muchos fieles (Actas selectas de los
mártires. Ed. Apostolado Mariano. Sevilla.
1991).
Encíclica "Veritatis Splendor" de S.S. Juan Pablo
II a todos los Obispos de la Iglesia Católica sobre
algunas cuestiones fundamentales de la Enseñanza Moral de
la Iglesia. Ciudad del Vaticano, 6 agosto 1993.
Discurso de S.S. Benedicto XVI (19.08.2005) en la
Sinagoga de Colonia (Alemania) con ocasión de la Jornada
Mundial de la Juventud (18-21 agosto 2005) en el 60º
aniversario de la liberación de los campos de
concentración nazis y 40° aniversario de la
promulgación de la Declaración "Nostra aetate", del
Concilio Ecuménico Vaticano II.
Agencias de Noticias.
Psicólogos cristianos señalan que Juan
Pablo II es mártir por una cláusula de
excepción. Barcelona. 7 Dic. 05. Corresponsal de prensa :
Patricia Navas. Agencia VERITAS.
Editor de L'Osservatore Romano afirma que Juan Pablo II
fue "auténtico Papa mártir". Ciudad del Vaticano.
28 Ago. 05. ACI Digital.
Diarios.
El Pueblo, 1943-1944.
Hechos e ideas, 1943-1944.
La Fronda, 1943-1944.
La Nación,
1943-1944.
La Prensa, 1943-1944.
Revistas.
Cátedra: García Loydi, P.: "Qué se
pretende con la enseñanza de la religión". Buenos
Aires. 1946. Pags. 319 y ss.
Cátedra: Gomez Fourgues, Máximo:
"Constitucionalidad de la enseñanza religiosa". Buenos
Aires. 30/04/1944. Pag. 140.
Criterio: De La Briere,Ives S. J.: "El concepto
católico de la escuela y de la enseñanza". Buenos
Aires. 13/03/1941. Pags. 250-254.
El Monitor de
la
Educación Común. Buenos Aires.
1943-1946.
La Obra. Buenos Aires. 1943-1947
Boletines del Estado.
Anales de Legislación Argentina: "Decreto Nº
18.411, de diciembre 31 de 1943". Editorial La Ley. Buenos Aires.
1954. Tomo IV. Segunda edición. Pags. 73-74.
Boletín del Ministerio de Justicia e
Instrucción Pública de la Nación Argentina".
Dirección General de Enseñanza
Religiosa: Decretos, Resoluciones Ministeriales, Resoluciones de
la Dirección General, Circulares, Notas y Comunicados.
1944.
Boletín del Ministerio de Justicia e
Instrucción Pública de la Nación Argentina".
Dirección General de Enseñanza Religiosa: Decretos,
Resoluciones Ministeriales, Resoluciones de la Dirección
General, Circulares, Notas y Comunicados. 1945.
Boletín del Ministerio de Justicia e
Instrucción Pública de la Nación Argentina".
Dirección General de Enseñanza Religiosa: Decretos,
Resoluciones Ministeriales, Resoluciones de la Dirección
General, Circulares, Notas y Comunicados. 1946.
Ministerio de Justicia e Instrucción
Pública de la Nación Argentina. Dirección
General de Enseñanza Religiosa: "Apuntes de Moral".
1945".
Ministerio de Justicia e Instrucción
Pública de la Nación Argentina. Dirección
General de Enseñanza Religiosa: "Programas de
Religión y Moral". 1944.
Ministerio de Justicia e Instrucción
Pública de la Nación Argentina. Dirección
General de Enseñanza Religiosa: "Religión y Moral:
Estadística General y Porcentajes de los
alumnos que concurren a sus clases en los distintos
establecimientos de la República". 1945.
Secretaría de Educación de la
Nación. Dirección General de Enseñanza
Religiosa: "Programas de religión católica para las
escuelas de enseñanza primaria, secundaria, normal y
especial". 1944.
Otros documentos.
"Situación interna", documento del GOU en R.
Potash, Perón y el GOU. Los documentos de una ideología secreta, Ed. Sudamericana. Buenos
Aires. 1984, pp. 198-209.
Agradecimientos.
Nuestro mayor y más sincero agradecimiento a la
Asociación Guardia de Honor de la Virgen del Rosario
del Milagro. Basílica de Santo Domingo. Av. Velez
Sarsfield 30. Arquidiócesis de Córdoba
(Tucumán) – República Argentina; a la Escuela
Santo Tomás Moro – dirección postal :
Río Negro 365 – Córdoba (Argentina); al Pbro. Amado
Sandoval, Cristina Cristar y Carlos Colodrero.
Dedicatoria.
Este trabajo
está dedicado a la memoria de
José Amenós Verdaguer (29 diciembre 1929 – 18
septiembre 2005) que vió transcurrir durante su vida la
sucesión de siete papas de la Iglesia Católica :
Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo
I, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Autor:
Gustavo Carrére Cadirant.
Licenciado en Ciencias de la
Educación. Historiador e investigador. Asesor
pedagógico.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. República
Argentina.
José María Amenós
Vidal.
Psicólogo Clínico y Social (docencia e
investigación desde 1984) por la Universidad
Central de Barcelona (España). Miembro Fundador y Administrador
FPC.
Fundación Psicología y Cristianismo (FPC).
c/ Museo, núm. 26 – 1º 1ª. 08912. Badalona
(Barcelona). España.
URL :
www.psicologos.tk
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |