El estudio de la educación superior
da lugar a múltiples aproximaciones disciplinarias, a
distintos recortes del tema y a perspectivas situadas en
diferentes niveles analíticos. Por ello, en respuesta a la
invitación de la Revista Mexicana de Investigación Educativa para organizar
una sección dedicada al tema, opté por convocar
artículos que trataran, preferentemente, sobre las
políticas de educación superior
contemporáneas en México y
sobre sus principales expresiones y resultados.
Los artículos seleccionados cumplen con el
propósito original.
Tomados en conjunto, ofrecen a los lectores un panorama
crítico sobre algunas de las iniciativas más
destacadas en el campo de las políticas de
educación superior de los años noventa, como es el
caso del modelo
curricular de las universidades tecnológicas, tema que se
trata en el artículo de Lorenza Villa Lever y Pedro
Flores-Crespo; los intentos de reforma en el sistema de
institutos tecnológicos federales, asunto que aborda
Sylvie Didou y las políticas de evaluación
dentro del sector de universidades públicas, al que se
refiere el trabajo de
Eduardo Ibarra.
Es importante destacar que los tres artículos que
componen la sección temática no se limitan a la
descripción y comentario de alguna política de
educación superior en particular, sino que se derivan de
un ejercicio de investigación académica que incluye
la determinación del problema en términos
teóricos, la definición del contexto amplio en que
éste se sitúa y el análisis de la evidencia objetiva
disponible.
El texto de
Lorenza Villa Lever, investigadora del Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM, y Pedro Flores-Crespo, estudiante de
doctorado en la Universidad de
York, Inglaterra,
titulado "Las universidades tecnológicas mexicanas en el
espejo de los institutos universitarios de tecnología franceses"
propone las siguientes preguntas,
¿Las universidades tecnológicas
reúnen las condiciones necesarias para presentarse como
una opción con posibilidades reales de incidir en una
mejora en la calidad de
vida entre quienes las cursan? y
¿En qué medida la inversión en capital humano
responde a las necesidades de los grupos de
población que acceden a este tipo de
educación?
Para responderlas, los autores proponen una metodología de análisis comparativo,
a través del cual se contrasta el caso de las
universidades tecnológicas mexicanas con sus similares de
Francia, los
institutos universitarios de tecnología. El sentido de la
comparación se entiende al advertir que el modelo
francés constituyó el prototipo de referencia para
su implantación en México.
A partir de la constatación de las diferencias
que exhiben estos dos países en materia de
niveles de desarrollo
económico y educativo, los autores reflexionan sobre
la importancia, en ambos contextos, de la educación
superior corta. La comparación se ordena con base en una
serie de dimensiones relacionadas con la calidad
educativa: eficacia,
eficiencia,
equidad,
relevancia y pertinencia.
La información sobre cada una de estas
dimensiones analíticas proviene de una serie de estudios,
reportes y documentos sobre
los casos de Francia y México. Los autores establecen que,
en ambos países, el modelo de universidad
tecnológica se deriva de la matriz
teórico-política del capital
humano, en particular de la hipótesis según la cual un ciclo
corto universitario, con orientación directa al empleo
productivo, derivaría en tasas de retorno superiores a la
inversión inicial.
Sin embargo, concluyen los autores, el contraste
económico y social entre ambas naciones se traduce en
diferencias importantes, sobre todo en la pertinencia social y
educativa de sus respectivos modelos.
Al examinar los indicadores,
Villa Lever y Flores-Crespo hacen notar que, en Francia, la
"doble vía" constituida por la obtención de un
diploma válido en el mercado de
trabajo y la
posibilidad de continuar estudios superiores, no ha podido ser
alcanzada ni siquiera por la mitad de quienes ingresan al
sistema, y que ni los programas de
becas, ni el de tutorías, han sido suficientes para evitar
la deserción.
De lo que infieren que, si aun en contextos con
condiciones relativamente favorables, los modelos educativos
enfrentan estos problemas,
mucho menos se puede esperar de las opciones educativas inmersas
en contextos socioeconómicos con las
características del mexicano, lo que subraya la
importancia de que el Estado
coordine y despliegue un conjunto de políticas y estrategias de
compensación más agresivas.
El trabajo de Sylvie Didou, investigadora del
Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV,
titulado "Las políticas de educación superior en
los institutos tecnológicos federales: una reforma
inconclusa" se ocupa de su análisis en la década
noventa.
El balance de las reformas ensayadas se lleva a cabo a
través de una serie de indicadores que ilustran la
distribución de la matrícula en este
sistema, por una parte, y los proyectos de
desarrollo
implantados en el periodo, por otra. La hipótesis
principal del estudio es que el proceso de
cambio
institucional ha sido menos congruente y consistente en este
sector que en las universidades públicas.
Didou demuestra, con base en la evidencia
empírica disponible, que la política pública
fue, en efecto, diferente para las universidades y para los
institutos tecnológicos, no sólo en términos
del monto y de la visibilidad de los apoyos movilizados sino,
también, de las estrategias. Mientras que en las primeras
se aplicaron programas ad hoc para desencadenar reformas
institucionales en ámbitos problemáticos, en los
institutos tecnológicos se apostó a una
transformación por añadidura y por
estratificación.
Por tanto, infiere la autora, aunque es indiscutible que
los institutos tecnológicos contribuyeron a mejorar la
accesibilidad de los servicios de
educación superior, lo hicieron, en su mayoría, sin
estar en condiciones institucionales para acompañar el
crecimiento con solidez académica.
El artículo abunda en esta línea de
análisis al demostrar que la pauta de expansión de
estas instituciones
no obedeció a un estudio preciso de la demanda en el
territorio nacional ni se acompañó de los cambios
organizativos y curriculares más adecuados. Como resultado
de lo anterior, son previsibles efectos negativos tales como una
agravación de las tasas de expulsión y, en
consecuencia, el malgasto de los fondos públicos dedicados
a la educación superior.
Con base en sus hallazgos e inferencias, el trabajo de
Sylvie Didou concluye señalando algunas áreas
prioritarias para llevar a cabo una auténtica reforma de
los institutos tecnológicos. En primer lugar, enfatiza la
urgencia de volver a pensar la forma como éstos negocian
sus proyectos de desarrollo y definen sus responsabilidades ante
las autoridades de tutela; sobre
este punto Didou propone retomar la idea del contrato
institucional de desempeño, para resolver los problemas en
la escala en la que
se plantean.
En segundo lugar, señala la necesidad de que los
institutos renueven sus vínculos con la sociedad,
vínculos todavía por construir pero indispensables
si se pretende la refundación de la educación
superior tecnológica en los ámbitos federal y
estatal.
El tercer artículo de la sección
temática es obra de Eduardo Ibarra Colado, investigador de
la Universidad Autónoma Metropolitana- Iztapalapa y se
titula "La nueva universidad en México: transformaciones
recientes y perspectivas". El trabajo de Ibarra se inicia con un
panorama general sobre las pautas de transformación de las
universidades en el mundo desarrollado y hace notar que esos
cambios han ocurrido en consonancia con procesos tales
como la
globalización de los mercados, la
modernización de los sistemas
productivos y la reforma de las organizaciones
empresariales. Tal contexto, sugiere el autor, brinda una
posibilidad de reflexión sobre la transformación
universitaria en México, en particular para interpretar su
sentido y entender su orientación.
Enseguida el texto de Ibarra aborda el presente de la
universidad desde la perspectiva de los impactos del
régimen gubernamental neoliberal sobre el sistema de
educación superior en México. Propone cinco ejes
para interpretar las intersecciones en la reforma del Estado y los
proyectos de modernización universitaria en nuestro
país: el surgimiento del Estado auditor, el fomento de
nuevas formas de financiamiento, la diversificación y
estratificación del sistema de educación superior,
la modernización administrativa de las instituciones y la
operación de programas extraordinarios de
remuneración con base en criterios de desempeño.
Según Ibarra, estos ejes, tomados en conjunto, apuntan a
un nuevo modo de racionalidad en el diseño
y ejecución de políticas públicas,
así como en su recepción y aplicación por
las instituciones universitarias.
Con base en la trama analítica propuesta, el
estudio del autor recae sobre algunas de las principales
estrategias de política educativa desplegadas en la
década de los noventa, en particular la de profesionalización docente y su
"dispositivo" específico: la evaluación del trabajo
académico. Examina los principales rasgos de los programas
y modalidades implantados en torno a tal
política y, asimismo, trae a colación los temas del
debate
desplegado a partir de la aplicación de medidas de
evaluación, estímulos y reformas en el nivel de la
práctica académica.
A continuación el artículo de Ibarra
aborda el porvenir de la universidad y presenta seis temas
críticos sobre los cuales considera que girará el
debate de coyuntura:
a) la integración del sistema universitario con
el resto del sistema
educativo superior;
b) los modelos de financiamiento de las
universidades públicas; c ) la transición
del actual esquema de deshomologación salarial hacia un
modelo centrado en la carrera académica;
d) la reforma normativa; e) la
integración de un sistema articulado de atención a los estudiantes y
f) la transformación administrativa para
alcanzar mayor flexibilidad operativa.
En contraste con la postura realista que enfoca los
aspectos coyunturales del debate en el ámbito de las
políticas públicas en ciernes, el texto de Ibarra
concluye con una reflexión sobre la "recreación
impensada de la universidad", es decir, sobre "el reto de
reconstruir a la universidad bajo un modo de racionalidad que
conserve las ventajas asociadas con la iniciativa individual y la
actuación responsable, a la vez que favorecer la solidaridad y la
equidad social"; posición, esta última, que
enfatiza la necesidad de configurar una pauta ética
alternativa a los criterios de actuación inspirados por
los afanes de competitividad
del régimen neoliberal.
Además de los tres artículos que se
incluyen en la sección temática, aprovechamos el
espacio de debate de la Revista para abundar en el tema
mediante dos análisis de coyuntura. El primero, de la
autoría de Adrian Acosta Silva, se titula "En la cuerda
floja. Riesgo e
incertidumbre en las políticas de educación
superior en el foxismo"; el segundo es obra del autor de estas
líneas y lleva por título "Continuidad y cambio en
las políticas de educación superior en
México".
Ambos, desde distintas posturas analíticas,
tratan acerca de la definición del rumbo de la
educación superior en México en el periodo de
transición del nuevo gobierno.
El ensayo de
Acosta se concentra, sobre todo, en las posturas iniciales de la
administración
pública entrante, mientras que el de Rodríguez
se enfoca en la definición de estrategias plasmada en el
Programa
Nacional de Educación del sexenio.
Como el lector habrá apreciado en este breve
resumen, los trabajos que se incluyen en la sección
ofrecen un panorama de gran interés
para conocer las distintas pistas en que han transcurrido y
están ocurriendo las políticas públicas en
el terreno de la educación superior.
Además, los artículos que vienen a
continuación son una muestra de la
variedad de enfoques teóricos y metodológicos a
través de los cuales se está investigando en este
campo de estudio. Con seguridad su
lectura
será de provecho.
Dr. Roberto Rodríguez Gómez
(*)
(*) Investigador del Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM. Ciudad de la Investigación en
Humanidades, Circuito Mario de la Cueva, CU, 04510,
México, DF. CE: