Semántica y conectores: aplicaciones a obras
literarias
Para el presente trabajo se han
seleccionado dos textos que nos servirán para desarrollar
de la mejor manera posible las pautas de la consigna. En el
primero de ellos, de León Felipe, existen recursos y
preferencias literarias del autor que han obstaculizado el
análisis claro de los conectores. En esos
casos el procedimiento con
cada conector está explicado entre corchetes, como se
verá en Referencias. En cuanto al segundo texto, hemos
decidido extraer el fragmento que más se acercaba a
nuestros intereses. El fragmento corresponde a la última
parte, ininterrumpida, de la Balada de la Cárcel de
Reading, del escritor irlandés Oscar Wilde
(1854-1900). Se ha tratado de seguir prolijamente cada una de las
pautas de la consigna del trabajo. Para una mayor claridad,
presentaremos primero los textos en limpio, sin análisis
alguno, y luego expondremos segundos textos con los conectores,
recursos literarios relacionados a los Con la intención de
acatar fielmente las pautas de este trabajo, no nos hemos
explayado en el aspecto teórico sino únicamente
cuando esto se solicita, por ejemplo, en el segundo ítem
del punto segundo. En los demás casos, y por las
características que poseen estos textos seleccionados, se
ha tratado de incluir exactamente lo que se solicita.
Provisional Todo
Las antologías son siempre una suerte de
prestidigitación… Escamoteos y preferencias…
Un juego
cortesano y temporal… Juglaría selecta…
TRAMPAS.
Podemos elegir los mejores naipes, descartarnos de
peones y servidumbre… Y quedarnos con la gran baza en la
mano…, con una baza brillante donde no haya más que
triunfos.
Provisional todo.
La Historia y la Poesía
las hace el viento… Y las antologías
también, claro está.
El hombre
trabaja, inventa, lucha, canta… Pero el Viento es el que
organiza las hazañas, los milagros, las
canciones.
Contra el Viento no puede nada la voluntad del hombre…
Yo, cuando el Viento ha huido a su caverna, me tumbo a dormir. Me
despierto cuando Él me llama ululante y me empuja. Escribo
cuando Él me lo manda. Luego con lo que escribo hace
Él un revoltijo de cartas de las que
no se salvarán seguramente mañana ni el As ni la
Reina.
El viento es un exigente cosechero:
el que elige el trigo, la uva, el
verso…
el que sella el buen pan,
el buen vino
el poema eterno…
Y al fin de cuentas, mi
último antólogo fidedigno será Él:
el viento,
El Viento es quien se lleva a la aventura el discurso y la
canción… ¡El Viento!
Antólogos, historiadores, arqueólogos,
colecionistas… ¡el que decide es el
Viento!
Pero a veces a mí se me quedan en la memoria, en
mi mala memoria, sin
saber por qué, poemas o
versos desglosados de un poema largo, antiguo; versos míos
rebeldes que se me agarran al ojal de la solapa como una consigna
o se me clavan en la cinta del sombrero como una escarapela, para
desafiar al Viento. Versos como éstos, por
ejemplo:
Es inútil que compongáis el viejo
clavencín,
que volváis a castrar a los
acólitos
y que digáis en los concilios:
cebaremos tiplones para suplir a los
poetas…
porque lo que se ha roto… "es la
canción"
¿oísteis?
Lo que se ha roto… "es la
canción".
De aquí he sacado el título que lleva esta
Antología. Pero no me hago ilusiones de que puedan
salvarse ni estos versos siquiera.
Me entrego humildemente al Viento.
L. F.
(Poetas Hispanoamericanos de ayer y de hoy: León
felipe, Antología rota, fragmento; Editorial Losada
S. A., Buenos Aires,
1998)
Balada de la cárcel de
Reading (fragmento)
Con la medianoche siempre en el corazón,
y luz crepuscular
en la celda,
giramos la manija, o desgarramos la
soga,
cada uno en su infierno
privado,
y el silencio es mucho más
terrible
que el sonido de una
campana de bronce.
Y nunca se acerca una voz
humana
para decir una palabra gentil;
y el ojo que vigila a través de la
puerta
es despiadado y duro;
y por todos olvidados, nos corrompemos y
corrompemos,
con el alma y el
cuerpo deshechos.
Y de este modo herrumbramos la cadena de
hierro de la
Vida
degradados y solos;
y algunos hombres maldicen, y otros
hombres lloran,
y otros hombres no emiten
gemido;
pero las Leyes eternas de
Dios son buenas
y rompen el corazón de
piedra.
Y cada corazón humano que se
rompe,
en una celda o en el patio de la
cárcel,
es como aquella caja rota que
dio
su tesoro al Señor,
y llenó la impura casa del
leproso
con la esencia del nardo más
costoso.
¡Ah! ¡Felices aquellos cuyos
corazones pueden romperse
y ganar la paz del
perdón!
¿De qué otra forma el
hombre puede realizar su plan
y purificar su alma del
Pecado?
¿De qué otra forma sino a
través de un corazón roto
puede ingresar Cristo, nuestro
Señor?
* * *
Y aquel de la hinchada garganta
púrpura,
y de los ojos fijos y
abiertos,
espera las manos santas que
llevaron
al Ladrón al
Paraíso;
y a un corazón roto y
contrito
el Señor no
despreciará.
El hombre de rojo que lee la
Ley
le dio tres semanas de vida,
tres semanas en las cuales
curar
su alma de la contienda de su
alma,
y purificar de cada mancha de
sangre
a la mano que sostuvo el
cuchillo.
Y con lágrimas de sangre
purificó su mano,
las mano que sostuvo el acero;
porque sólo la sangre puede borrar
la sangre,
y sólo las lágrimas pueden
curar;
y la mancha carmesí que fue de
Caín
se convirtió en sello blanco nomo
la nieve de Cristo.
(Oscar Wilde: Balada de la cárcel
de Reading; Editorial Need, Del Barco Centenera 1193,
1998.)
Punto 1 completo:
Referencias:
- xxxxxxxxxxxxx {xxxxxxxxxx}= Modo de
subrayado y aclaración entre llaves: modalidad de la
coordinación respecto de la
simetría o asimetría.
- xxxxxxxxxxxxx [xxxxxxxxx] = Modo de resaltado
en negrita y aclaración entre corchetes: análisis
de las relaciones de coordinación que aparecen; indicado
del tipo de coordinación que se establece.
Nota: en su mayoría, el coordinante que predomina
en el texto es el copulativo aditivo.
Provisional Todo
Las antologías son siempre una suerte de
prestidigitación… Escamoteos, y también
[Relación de coordinación: copulativa aditiva;
binaria: teniendo en cuenta que, en la oración, se ha
considerado como primer constituyente a Escamoteos y como
segundo constituyente a preferencias, coordina dos
sustantivos] preferencias… Un juego cortesano y
[Relación de coordinación: copulativa aditiva;
binaria: coordina una construcción endocéntrica sustantiva
con una palabra] temporal… Juglaría
selecta… TRAMPAS.
Podemos elegir los mejores naipes, descartarnos de
peones y [Relación de coordinación: copulativa
aditiva; binaria: coordina una proposición con un
sustantivo] servidumbre… Y [Relación de
coordinación: copulativa de relación causa –
efecto; binaria: coordina dos proposiciones] quedarnos con la
gran baza en la mano…, con una baza brillante donde no
haya más que triunfos.
Provisional todo.
La Historia y [Relación de
coordinación: simple copulativa; binaria: coordina una
construcción endocéntrica sustantiva con una
proposición] la Poesía las hace el
viento… Y [Relación de coordinación:
copulativa aditiva: coordina una proposición con una
construcción exocéntrica de subordinante más
término] con las antologías también,
claro está.
El hombre trabaja, inventa, lucha, canta
{Coordinación por yuxtaposición
simétrica}… Pero [Relación de
coordinación: adversativa de contraste no excluyente;
binaria: coordina dos proposiciones] el Viento es el que
organiza las hazañas, los milagros, las
canciones{Coordinación por yuxtaposición
simétrica}.
Contra el Viento no puede nada la voluntad del
hombre… Yo, cuando el Viento ha huido a su caverna, me
tumbo a dormir {Coordinación por
yuxtaposición asimétrica}. Me despierto cuando
Él me llama ululante y [Relación de
coordinación: copulativo continuativo; binaria: coordina
una proposición con una construcción] me
empuja. Escribo cuando Él me lo manda. Luego con lo que
escribo hace Él un revoltijo de cartas de las que no se
salvarán seguramente mañana ni el As ni
[Relación de coordinación: negaciones correlativas;
binaria: coordina una proposicion con una construcción
endocéntrica sustantiva] la Reina.
El viento es un exigente cosechero:
el que elige el trigo, la uva, el verso
{coordinación por yuxtaposición
simétrica}…
el que sella el buen pan,
el buen vino
el poema eterno…
Y [Relación de coordinación: copulativa
de secuencia temporal; binaria: coordina dos proposiciones
(se ha tenido en cuenta el poema de arriba como el inicio de la
oración, pese a que la Y conectora figura con
mayúscula; esto se ha considerado así en un intento
por adaptar las preferencias estilísticas del autor a las
reglas de la gramática en este trabajo)] al fin
de cuentas, mi último antólogo fidedigno
será Él: el viento,
El Viento es quien se lleva a la aventura el discurso
y [Relación de coordinación: simple copulativa;
binaria: coordina una proposición con una
construcción endocéntrica sustantiva] la
canción… ¡El Viento!
Antólogos, historiadores, arqueólogos,
coleccionistas {Coordinación por
yuxtaposición simétrica}… ¡el que
decide es el Viento!
Pero [Relación de coordinación:
adversativa de contraste no excluyente; binaria: coordina dos
proposiciones, teniendo en cuenta que se ha considerado que
el PERO, aunque figure con mayúscula por razones
estilísticas del autor, está entre
"Antólogos…" etc, y lo que sigue a este corchete]
a veces a mí se me quedan en la memoria, en mi mala
memoria, sin saber por qué {coordinación por
yuxtaposición asimétrica}, poemas o
[Relación de coordinación: disyuntiva de
elección no – excluyente; binaria: coordina dos
proposiciones] versos desglosados de un poema largo,
antiguo {Coordinación por yuxtaposición
simétrica}; versos míos rebeldes que se me
agarran al ojal de la solapa como una consigna o
[Relación de coordinación: disyuntiva de
elección no – excluyente; binaria: coordina dos
proposiciones] se me clavan en la cinta del sombrero como una
escarapela, para desafiar al Viento. Versos como éstos,
por ejemplo:
Es inútil que compongáis el viejo
clavencín,
que volváis a castrar a los
acólitos
y [Relación de coordinación: copulativa
aditiva; binaria: coordina una proposición con una
proposición subordinada sustantiva] que digáis
en los concilios:
cebaremos tiplones para suplir a los
poetas…
porque lo que se ha roto… "es la
canción"
¿oísteis?
Lo que se ha roto… "es la
canción".
De aquí he sacado el título que lleva esta
Antología. Pero [Relación de
coordinación: disyuntiva de contraste no – excluyente;
binaria: coordina dos proposiciones] no me hago ilusiones de
que puedan salvarse ni [Relación de
coordinación; binaria: correlación negativa con un
ejemplo destacado -que sería "estos versos", como se
leerá a continuación-; aunque no haya más de
un ejemplo, el texto trata sobre la poesía en general, y
por tanto, destaca este ejemplo, "sus versos", por sobre todas
las demás poesías] estos versos
siquiera.
Me entrego humildemente al Viento.
L. F.
Punto 2 completo:
Referencias:
- xxxxxxxxxxxx = verso subrayado:
detección de síndeton.
- xxxxxxxxxxxx = verso en negrita:
detección de polisíndeton.
La Balada de la cárcel de
Reading (fragmento)
Con la medianoche siempre en el
corazón,
y luz crepuscular en la celda,
giramos la manija, desgarramos la
soga,
cada uno en su infierno
privado,
y el silencio es mucho más
terrible
que el sonido de una campana de
bronce.
Y nunca se acerca una voz
humana
para decir una palabra
gentil;
y el ojo que vigila a través de
la puerta
es despiadado y duro;
y por todos olvidados, nos corrompemos
y corrompemos,
con el alma y el cuerpo
deshechos.
Y de este modo herrumbramos la cadena
de hierro de la Vida
degradados y solos;
y algunos hombres maldicen, y otros
hombres lloran,
y otros hombres no emiten
gemido;
pero las Leyes eternas de Dios son
buenas
y rompen el corazón de
piedra.
Y cada corazón humano que se
rompe,
en una celda o en el patio de la
cárcel,
es como aquella caja rota que
dio
su tesoro al Señor,
y llenó la impura casa del
leproso
con la esencia del nardo más
costoso.
¡Ah! ¡Felices aquellos cuyos
corazones pueden romperse
y ganar la paz del
perdón!
¿De qué otra forma el
hombre puede realizar su plan
y purificar su alma del
Pecado?
¿De qué otra forma sino a
través de un corazón roto
puede ingresar Cristo, nuestro
Señor?
* * *
Y aquel de la hinchada garganta
púrpura,
y de los ojos fijos y
abiertos,
espera las manos santas que
llevaron
al Ladrón al
Paraíso;
y a un corazón roto y
contrito
el Señor no
despreciará.
El hombre de rojo que lee la
Ley
le dio tres semanas de vida,
tres semanas en las cuales
curar
su alma de la contienda de su
alma,
y purificar de cada mancha de
sangre
a la mano que sostuvo el
cuchillo.
Y con lágrimas de sangre
purificó su mano,
las mano que sostuvo el
acero;
porque sólo la sangre puede
borrar la sangre,
y sólo las lágrimas
pueden curar;
y la mancha carmesí que fue de
Caín
se convirtió en sello blanco
como la nieve de Cristo.
La figura estilística predominante y marcada en
el fragmento con negrita puede relacionarse a la
coordinación si la observamos como
polisíndeton. También se ha subrayado un
verso que podría asociarse al
síndeton.
El efecto expresivo que se obtiene en este caso con los
polisíndeton marcados es de insistencia, de refuerzo de la
intensidad expresiva. Sobre todo en la primera parte de la
poesía, se percibe claramente cómo, a través
de una completa descripción de la atmósfera
inhóspita que se vive en ese lugar, el recurso de la
insistencia con la "y" (que cumplirían en general
la función
de copulativos aditivos) logra imágenes
tortuosas, progresivas y cada vez más profundas, de la
situación que Oscar Wilde ha buscado describir. Cada
"y" parece ir cerrando la idea, pero sin embargo el poeta
tiene más y más por detallar, y la esperanza de que
este suplicio termine, da ilusiones con la "y" que anuncia
un final; pero nos vuelve a quitar la ilusión de
salvación introduciendo otra característica
más del calvario en la cárcel sumada a otra
"y"… Entonces, el malestar parece infinito y por eso la
sensación es de un intenso cansancio, de una enorme
desesperanza.
Por lo demás, el síndeton detectado
sugiere una sensación de duración de la acción:
al no poseer, por ejemplo, el conector y que en este verso
ponga fin a las acciones de
"girar la manija" y "desgarrar la soga", las acciones parecen
rutinarias, serenas y constantes. La no existencia de la
y, podría decirse, deja al libre albedrío la
constancia sistemática, incansable, diaria, de estas dos
acciones.
- Barrenechea, Ana María: (1979) "Problemas
semánticos de la coordinación". En Estudios
lingüísticos y dialectológicos Temas
hispánicos; Hachette, Buenos Aires. - Kovacci, Ofelia: (1992) El comentario
gramatical teoría y práctica. Tomo II, arco
Libros,
Buenos Aires. - Kovacci, Ofelia: (1986) Estudios de
gramática española. Cap. IV. Hachette, Buenos
Aires.
Fernando Tazo
fernantazo[arroba]yahoo.com