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Mitos e historia (página 5)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5


Y esto explica por qué la piedad -y con mayor
razón la santidad, que es su flor- tiene en el Islam un aire de
serenidad; es una piedad que desemboca esencialmente en la
contemplación y la gnosis.

0 también: para caracterizar el fenómeno
muhammadiano podríamos decir que el alma del
Profeta está hecha de nobleza y de serenidad,
comprendiendo ésta la sobriedad y la veracidad, y
aquélla la fuerza y la
generosidad. La actitud del
Profeta frente al alimento y el sueño está
determinada por la sobriedad; y su actitud frente a la mujer lo
está por la generosidad; el objeto real de la generosidad
es aquí el polo "substancia" del género
humano, siendo considerado este polo -la mujer- bajo su
aspecto de espejo de la infinitud beatífica de
Allâh.

El amor al
Profeta constituye un elemento fundamental en la espiritualidad
del Islam, aunque no hay que entender este amor en el sentido de
una bhakti personalista, la cual presupondría la
divinización exclusiva del héroe. Los musulmanes
aman e imitan al Profeta hasta en los menores detalles de su vida
cotidiana porque ven en él el prototipo y el modelo de las
virtudes que constituyen la deiformidad del hombre y la
belleza y el equilibrio del
Universo, y
que son otras tantas claves o vías hacia la Unidad
liberadora; el Profeta, como el Islam a secas, es un esquema
celestial dispuesto para recibir el influjo de la inteligencia y
la voluntad del creyente, y en el cual incluso el esfuerzo se
convierte en una suerte de reposo sobrenatural.

"En verdad, Allâh y Sus Malaika bendicen al
Profeta; ¡oh, vosotros que creéis, bendecidIo y
presentadle el saludo!"

Este versículo constituye el fundamento
escriturario de la "Plegaria por el Profeta" -o, más
exactamente, la "Bendición del Profeta"- plegaria que es
de uso general en el Islam, pero que reviste un carácter particular en el esoterismo, en el
que es un símbolo básico. La significación
esotérica del versículo es la siguiente:
Allâh, el Cielo y la Tierra -o
el principio (que es no manifestado), la manifestación
supraformal (los estados angélicos) y la
manifestación formal (que comprende los hombres y los
jinn, es decir, las dos categorías de seres corruptibles,
y de ahí la necesidad de una exhortación)-
confieren (o transmiten, según los casos) gracias vitales
a la Manifestación universal o, desde otro punto de vista,
al centro de ésta, que es el Intelecto cósmico.
Quien bendice al Profeta, bendice implícitamente al mundo
y al Espíritu universal (Al Rûh), al Universo y al
Intelecto, a la Totalidad y al Centro, de modo que la
bendición recae, decuplicada, de parte de cada una de
estas manifestaciones del Principio, sobre el hombre que
ha puesto su corazón en
esta oración.

Los términos de la "Plegaria por el Profeta" son
en general los siguientes, aunque de ella existen variantes y
desarrollos múltiples: "Oh, Allá huma, bendice a
nuestro Señor Muhammad, Tu Servidor (Abd) y
Tu Enviado (Rasûl), el Profeta iletrado (Al Nabi al ummi),
y a su familia y a sus
compañeros, y salúdalos". Las palabras "saludar"
(sallam) y "salutación" (taslîm) o "paz"
(salâm) significan, por parte del creyente, un homenaje
reverencial (el Corán dice: "¡Y presentadle el
saludo!"), y, así, una actitud personal,
mientras que la bendición hace intervenir a la Divinidad,
pues es Ella la que bendice; por parte de Allâh, la
"salutación" es una "mirada" o una "palabra", es decir, un
elemento de gracia, no "central" como en el caso de la
"bendición" (salât: sallâ ‘alâ,
"rogar sobre"), sino "periférico", es decir, concerniente
al individuo y a
la vida, no al intelecto y a la gnosis. Por esto se hace seguir
el Nombre de Muhammad de la "bendición" y el "saludo", y
los nombres de los otros "Enviados" y de los Ángeles
del "saludo" solamente: desde el punto de vista del Islam es
Muhammad. quien encarna "actualmente" y "definitivamente" la
Revelación, y ésta corresponde a la
"bendición", no a la "salutación".

En el mismo sentido más o menos exotérico
cabría señalar que la "bendición" se refiere
a la inspiración profética y al carácter
"relativamente único" y "central" del Avatâra
considerado, y la "salutación" se refiere a la
perfección humana, cósmica, existencial, de todos
los Avatâras, o también a la perfección de
los Malaika. La "bendición" es una cualidad trascendente,
activa y "vertical"; la "salutación", una cualidad
inmanente, pasiva y "horizontal"; o también, la
"salutación" concierne a lo "exterior", al "soporte",
mientras que la "bendición" concierne a lo "interior", al
"contenido", ya se trate de actos divinos o de actitudes
humanas. En esto reside toda la diferencia entre lo
"sobrenatural" y lo "natural": la "bendición" significa la
presencia divina en cuanto es un influjo incesante, lo que en el
microcosmo el Intelecto se convierte en la intuición o la
inspiración, y, en el Profeta, en la Revelación; en
cambio, la
"paz" o el "saludo" significa la presencia divina en cuanto es
inherente al cosmos, lo que en el microcosmo se convierte en la
inteligencia, la virtud, la sabiduría; concierne al
equilibrio existencial, a la economía
cósmica. Es verdad que la inspiración intelectiva
-o la ciencia
infusa es "sobrenatural" también, pero lo es, por decirlo
así, de una manera «natural», en el marco y
según las posibilidades de la "Naturaleza".

Según el Shaykh Ahmad Al ‘Alawi, el acto
divino (tajallî) expresado por la palabra salli ("bendice")
es como el relámpago, por su instantaneidad, e implica la
extinción, en un grado u otro, del receptáculo
humano que lo experimenta, mientras que el acto divino expresado
por la palabra sallim ("saluda") expande la presencia divina en
las modalidades del propio individuo; es por esto, ha dicho el
Shaykh, por lo que el faqîr debe pedir siempre el
salâm (la "paz", que corresponde a la "salutación"
divina) para que las revelaciones o intuiciones no desaparezcan
como el resplandor de un relámpago, sino que se fijen en
su alma.

En el versículo coránico que instituye la
bendición muhammadiana se dice que "Allâh y sus
malaika bendicen al Profeta", pero la "salutación"
sólo se menciona al final del versículo, cuando se
trata de los creyentes; la razón de ello es que el taslim
(o salâm) está aquí sobreentendido, lo que
significa que en el fondo es un elemento de la salât y que
sólo se disocia de ella a posteriori y en función de
las contingencias del mundo.

La intención iniciática de la "Plegaria
por el Profeta" es la aspiración del hombre hacia su
totalidad. La totalidad es aquello de lo que somos una parte;
ahora bien, somos una parte, no de Dios, que es sin partes, sino
de la Creación, cuyo conjunto es el prototipo y la norma
de nuestro ser, y cuyo centro, Al Rûh, es la raíz de
nuestra inteligencia; esta raíz es vehículo del
"Intelecto increado" (increatus et increabilis, según el
maestro Eckhart). La totalidad es perfección: la parte
como tal es imperfecta, puesto que manifiesta una ruptura del
equilibrio existencial y, por tanto, de la totalidad.

Con respecto a Allâh, somos "nada" o "todo",
según el punto de vista, pero no somos nunca parte; en
cambio, somos parte en relación con el Universo, que
es el arquetipo, la norma, el equilibrio, la perfección;
él es el "Hombre Universal" (Al Insân al
Kâmil) cuya manifestación humana es el Profeta, el
Logos, el Avatára. El Profeta -siempre en el sentido
esotérico y universal del término- es así la
totalidad de la que somos un fragmento; pero esta totalidad se
manifiesta también en nosotros mismos, y de una manera
directa: en el centro intelectual, el "Ojo del Corazón",
sede de lo "Increado", punto celestial o divino cuya periferia
microcósmica es el ego; somos, pues, "periferia" con
respecto al Intelecto (Al Rúh) y «parte» con
respecto a la Creación (Al Khalq). El Avatára
representa estos dos polos a la vez: él es nuestra
totalidad y nuestro centro, nuestra existencia y nuestro conocimiento;
la "Plegaria por el Profeta" -como toda fórmula
análoga- tendrá, por consiguiente, no sólo
el sentido de una aspiración hacia nuestra totalidad
existencial, sino también, y por esto mismo, el de una
"actualización" de nuestro centro intelectual, y por lo
demás los dos puntos de vista están
inseparablemente unidos; nuestro movimiento
hacia la totalidad -movimiento cuya expresión más
elemental es la caridad, es decir, la abolición de la
escisión ilusoria y pasional entre "yo" y "el otro"-, este
movimiento, decimos, purifica al mismo tiempo el
corazón, o, dicho de otro modo, libera al intelecto de las
trabas que se oponen a la contemplación
unitiva.

En la bendición muhammadiana -la "Plegaria por el
Profeta"- los epítetos del Profeta se aplican igualmente
o, mejor, a fortiori a la Totalidad y al Centro cuya
expresión humana es Muhammad, o de los que es "una
expresión" si se toma en cuenta la humanidad de todos los
tiempos y de todos los lugares. El propio nombre de Muhammad
significa "el Glorificado" e indica la perfección de la
Creación, de la que da fe también el
Génesis: "Y Allâh vio que aquello era bueno";
además, las palabras "nuestro Señor"
(Sayyîdunâ), que preceden al nombre de Muhammad,
indican la cualidad primordial y normativa del Cosmos en
relación con nosotros.

El epíteto que sigue al nombre de Muhammad en la
"Plegaria por el Profeta" es "tu servidor" (‘abduka): el
Macrocosmo es "servidor" de Allâh, porque la
manifestación está subordinada al Principio, o el
efecto a la Causa; la Creación es "Señor" con
respecto al hombre y "Servidor" con respecto al Creador. El
Profeta -como la Creaciónes, pues, esencialmente un
"istmo" (barzakh), una "línea de demarcación", al
mismo tiempo que un "punto de contaco" entre los grados de
realidad.

Viene a continuación el epíteto "tu
Enviado" (rasûlika): este atributo concierne al Universo en
cuanto éste transmite las posibilidades del Ser a sus
propias partes -a los microcosmos- mediante los fenómenos
o símbolos de la Naturaleza; estos
símbolos son los "signos"
(âyât) de los que habla el Corán las pruebas de
Allâh que el Libro sagrado
recomienda a la meditación de "los que están
dotados de entendimiento". Las posibilidades así
manifestadas transcriben, en el mundo "exterior", las "verdades
principiales" (haqâ’iq), como las intuiciones
intelectuales
y los conceptos metafísicos las transcriben en el sujeto
humano; el Intelecto, como el Universo, es "Enviado", "Servidor",
"Glorificado" y "nuestro Señor".

La "Plegaria por el Profeta" incluye a veces los dos
atributos siguientes: "tu Profeta" (Nabiyuka) y "tu Amigo"
(Habibuka): este último calificativo expresa la intimidad,
la proximidad generosa -no la oposición- entre la
manifestación y el Principio; en cuanto a la palabra
"Profeta" (Nabi), indica un "mensaje particular", no el "mensaje
universal" del "Enviado" (Rasûl): es, en este mundo, el
conjunto de las determinaciones cósmicas -incluidas las
leyes
naturales- que conciernen al hombre; y en nosotros mismos es la
conciencia de
nuestros fines últimos, con todo lo que ésta
implica para nosotros.

En cuanto al epíteto siguiente, "el Profeta
iletrado" (Al Nabî al ummi), expresa la "virginidad" del
receptáculo, ya sea universal o humano; nada lo determina,
en lo que respecta a la inspiración, fuera de Allâh;
es una hoja blanca ante el Cálamo divino; nadie salvo
Allâh llena la Creación, el Intelecto, el
Avatâra.

La "bendición" y la "salutación" se
aplican no sólo al Profeta, sino también a "su
familia y a sus compañeros" (‘alâ âlihi
wa sahbihi), es decir, en el orden macrocósmico, al Cielo
y a la Tierra, o a
las manifestaciones informal y formal, y en el orden
microcósmico, al alma y al cuerpo, siendo el Profeta en el
primer caso el Espíritu divino (Al Rûh) y en el
segundo el Intelecto (Al ‘Aql) o el "Ojo del
Corazón" (‘Ayn al Qalb);' el Intelecto y el
Espíritu coinciden en su esencia, en el sentido de que el
primero es como un rayo del segundo. El Intelecto es el
"Espíritu" en el hombre; el "Espíritu divino" no es
otro que el Intelecto universal.

Los epítetos del Profeta indican las virtudes
espirituales, las principales de las cuales son: la "pobreza" (faqr,
cualidad del ‘Abd) , luego la "generosidad" (karam,
cualidad del Rasûl) y, por último, la "vacuidad" o
"sinceridad" (sidq, ijlâs, cualidad del Nabî al
ummî).

La "pobreza" es la concentración espiritual, o
más bien, su aspecto negativo y estático, la no
expansión, y por consiguiente la "humildad" en el sentido
de "cesación del fuego de las pasiones" (Tirmidhi); la
"generosidad", por su parte, es vecina de la "nobleza" (sharal);
es la abolición del egoísmo, la cual implica el
"amor al prójimo", en el sentido de que la
distinción pasional entre "yo" y "el otro" es entonces
superada; por último, la "veracidad" es la cualidad
contemplativa de la inteligencia y, en el plano racional, la
lógica
o la imparcialidad, en una palabra, el "amor a la
verdad".

Desde el punto de vista iniciático, la "Plegaria
por el Profeta" se refiere al "estado
intermedio", es decir, a la "expansión" que sigue a la
"purificación" y precede a la "unión"; y
éste es el sentido profundo del hadith: "Nadie
encontrará a Allâh si no ha encontrado previamente
al Profeta".

La "Plegaria por el Profeta" es comparable a una rueda:
el voto de bendición es el eje; el Profeta es el cubo; su
Familia constituye los radios; sus Compañeros constituyen
la llanta.

Según la interpretación más amplia de esta
oración, el voto de bendición corresponde a
Allâh; el nombre del Profeta al Espíritu Universal;
la Familia a
los seres que participan de Allâh -por el Espíritu-
de una manera directa; los Compañeros a los seres que
participan indirectamente de Allâh, pero igualmente gracias
al Espíritu.

Este límite extremo puede ser definido de
diferentes maneras, según se piense en el mundo
musulmán o en la humanidad entera, o en todas las
criaturas terrestres, o incluso en el Universo total.

La voluntad individual, que es a la vez egoísta y
disipada, debe convertirse a la Voluntad universal, que es
"concéntrica" y trasciende lo humano terrenal.

El Profeta es, en cuanto principio espiritual, no
sólo la Totalidad de la que somos partes separadas,
fragmentos, sino también el Origen con respecto al cual
somos otras tantas desviaciones; es decir, el Profeta, en cuanto
Norma, no sólo es el "Hombre Total" (al Insân al
Kâmil), sino también el "Hombre Antiguo" (al
Insân al Qadim). Hay en ello como una combinación de
un simbolismo espacial con un simbolismo temporal: realizar el
"Hombre Total" (o "Universal") es en suma salir de uno mismo,
proyectar la propia voluntad en lo absolutamente "otro",
expandirse en la vida universal que es la de todos los seres; y
realizar el "Hombre Antiguo" (o "Primordial") es retornar al
origen que llevamos dentro de nosotros mismos; es retornar a la
infancia
eterna, reposar en nuestro arquetipo, nuestra forma primordial y
normativa, o en nuestra substancia deiforme. Según el
simbolismo espacial, la vía hacia la realización
del "Hombre Total" es la altura, la vertical ascendente que se
despliega en la infinitud del Cielo; y según el simbolismo
temporal, la vía hacia el "Hombre Antiguo" es el pasado en
el sentido casi absoluto, el origen divino y eterno.

La "Plegaria por el Profeta" se refiere al simbolismo
espacial por el epíteto de Rasûl, "Enviado" -pero
aquí la dimensión se describe en sentido
descendente- y al simbolismo temporal por el epíteto de
Nabî al ummî, "Profeta iletrado", el cual, con toda
evidencia, se relaciona con el origen.

El "Hombre Antiguo" se refiere, pues, más
particularmente, al Intelecto, a la perfección de
"conciencia", y el "Hombre Total" a la Existencia, a la
perfección de "ser"; pero al mismo tiempo, en el plano
mismo del simbolismo espacial, el centro se refiere
también al Intelecto, mientras que en el plano del
simbolismo temporal, la duración representa la Existencia,
pues se extiende indefinidamente. Podemos establecer una
relación entre el origen y el centro, por una parte, y
entre la duración y la totalidad -o la ilimitacion-, por
otra; podríamos incluso decir que el origen, inasequible
en sí, se sitúa para nosotros en el centro, y que
la duración, que se nos escapa por todas partes, coincide
para nosotros con la totalidad. Y, de la misma forma, partiendo
de la idea de que el "hombre Total" concierne más
particularmente al macrocosmo y el "Hombre Antiguo" al
microcosmo, podríamos decir que, en su totalidad, el mundo
es Existencia, mientras que, en el origen, el microcosmo humano
es Inteligencia, en cierto modo al menos, pues no salimos del
ámbito de lo creado y de las contingencias.

En el plano del "Hombre Total" podemos distinguir dos
dimensiones, el "Cielo" y la "Tierra", o la "altura" (tûl)
y la "longitud" (‘ardh): la "altura" une la tierra al
cielo, y este vínculo es, en el Profeta, el aspecto
Rasûl ("Enviado", y, así, Revelador), mientras que
la tierra es el aspecto ‘Abd ("Servidor"). Estas son las
dos dimensiones de la caridad: amor a Allâh y amor al
prójimo en Allâh.

En el plano del "Hombre Antiguo", no distinguiremos dos
dimensiones, pues en el origen el Cielo y la Tierra no
hacían más que uno; este plano, lo hemos visto
más arriba, se refiere al "Profeta iletrado". Su virtud es
la humildad o la pobreza: no
ser más que lo que Allâh nos ha hecho, no
añadir nada; la virtud pura es
apofática.

Resumiremos esta doctrina en estos términos: la
naturaleza del Profeta implica las dos perfecciones de totalidad
y de origen: , Muhammad encarna la totalidad teomorfa y armoniosa
de la que somos fragmentos y el origen con respecto al cual somos
estados de caída, siempre en cuanto individuos.

Para el sufí, seguir al Profeta es extender el
alma a la vida de todos los seres, "servir a Dios"
(‘ibâda) y "orar" (dhakara) con todos y en todos;
pero es también reducir el alma al "recuerdo divino"
(dhikru Llâh) del alma única y primordial; es, en
último término y a través de los planos
considerados -totalidad y origen, plenitud y simplicidad,
realizar a la vez lo "infinitamente Otro" y lo "absolutamente
Sí mismo".

El sufí, a semejanza del Profeta, no quiere ni
"ser Allâh" ni ser "otro que Allâh"; y esto no deja
de tener relación con todo lo que acabamos de enunciar, ni
con la distinción entre la "extinción"
(fanâ’) y la "permanencia" (baqâ’). No
hay extinción en Allâh sin caridad universal, y no
hay permanencia en Él sin esta suprema pobreza que es la
sumisión al origen. El Profeta representa, ya lo hemos
visto, la universalidad y la primordialidad, lo mismo que el
Islam, según su intención profunda, es "lo que es
en todas partes" y "lo que siempre ha sido".

Todas estas consideraciones permiten comprender hasta
qué punto la manera islámica de considerar al
Profeta difiere del culto cristiano o budista del Hombre
Dios.

La sublimación del Profeta se hace, no a partir
de una divinidad terrestre, sino mediante una suerte de mitología metafísica: Muhammad es, o bien hombre
entre los hombres -no decimos "hombre ordinario"-, o bien idea
platónica, símbolo cósmico y espiritual,
Logos insondable pero nunca Dios encarnado.

El Profeta es ante todo una síntesis
que combina la "pequeñez" humana con el misterio divino.
Este aspecto de síntesis, o de conciliación de los
opuestos, es característico del Islam y resulta
expresamente de su función de "última
Revelación": si el Profeta es el "sello de la
profecía" (khâtam al nubuwwa) o "de los Enviados"
(al mursafin), esto implica el que aparezca como una
síntesis de todo lo que hubo antes que él; de
ahí su aspecto de "nivelación", ese algo de
"anónimo" y de "innumerable" que aparece también en
el Corán. Los que, refiriéndose al ejemplo de
Jesús, encuentran a Muhammad demasiado humano para
poder ser un
portavoz de Allâh no razonan de manera diferente de los
que, refiriéndose a la espiritualidad tan directa de la
Bhagavadgitâ o del Prainâ Pâramita Hridaya
Sûtra, encontrarían la Biblia "demasiado humana"
para tener derecho a la dignidad de
Palabra divina.

La virtud -reivindicada por el Corán- de ser la
última Revelación y la síntesis del ciclo
profético se manifiesta no sólo en la simplicidad
externa de un dogma interiormente abierto a todas las
profundidades, sino también en esa capacidad que tiene el
Islam de integrar a todos los hombres en cierto modo en su
centro, de conferir a todos una misma fe inquebrantable y si es
preciso combativa, de hacerles participar, al menos virtualmente,
aunque eficazmente, en la naturaleza medio celestial, medio
terrenal del Profeta.

El mi'raj, el viaje celestial de Muhammad, es uno de los
acontecimientos más relevantes de su misión
profética, o de sus milagros. De esta experiencia interior
no habló mucho, pues muy pocos eran los que podían
percibir cuál era su naturaleza real.

Así, se discutió en vano para saber si
este viaje se llevó a cabo fisicamente o tan sólo
en espíritu. Los que creían en un viaje
físico no comprendían que el mi'raj era una
visión, no un sueño, luego una experiencia mucho
más fuerte que cualquier experiencia sensible, como lo
sugiere el dicho: "Los hombres están soñando;
cuando mueren despiertan". Parece ser que también dijo que
estaba entre el sueño y la vigilia cuando el ángel
fue a su encuentro. Aisha, su mujer, afirmaba que su cuerpo
había permanecido en el mismo lugar.

Lo que hemos de retener es que el mi'raj, pese a las
apariencias, nada tiene de relato de las mil y una noches, sino
que es el prototipo del ascenso del alma al mundo espiritual.
Muchos místicos musulmanes han seguido más o menos
la Vía trazada por el Profeta en el otro mundo. El caso
más famoso es el de Abu Yazid al-Bistami, de quien se dice
que, llegado al Loto del Limite, rechazó todas sus
visiones como vanas ilusiones, a fin de acceder a Dios
sólo, "volverse" Dios.

Hay también los conocidos textos de 'Attar
(El lenguaje de
los Pájaros) y Sohrawardi (Relato del Exilio Occidental).
En estos tres casos, el sujeto se describe a sí mismo en
forma de un pájaro que vuela a los mundos suprasensibles.
En Europa se
conocieron muy pronto tradiciones del mi'raj por la traducción que se hizo al latín con
el título de "Libro de la Escala". Este
texto
suscitó muchos relatos del mismo tipo, el más
célebre de los cuales es la Divina Comedia de
Dante.

La versión de la que proponemos aquí una
traducción está sacada de una obra persa del siglo
XII (520H) de 'Abdol Fazi Rashidoddín Meybodi,
discípulo del famoso sufí Ansari, y se titula Kash
ol-Asrar wa 'oddat al-abrar, más conocido con el
título de Tafsir-e Khwaja 'Abdullah Ansarí (Editado
por ‘Ali Asqar Hekmat, Teherán, Ibn Sina, T. V.,
1338-9 h.). Se trata de una compilación de diversas
tradiciones referidas por Anas Ibn Malik, Abu Sa'id Khadari, Abu
Hureira, 'Aisha, ibn Abbas, etc., ordenadas y enlazadas para que
constituyan un relato homogéneo (no obstante, hemos
aplicado al relato algunos recortes menores a fin de aligerar
ciertos pasajes de autenticidad dudosa o de interés
secundario).

Por supuesto, ningún relato del mi'raj del
Profeta tiene valor de
testimonio seguro y
completo. El Corán evoca el acontecimiento de manera
lacónica, y, como para compensar ese silencio, los
transmisores de tradiciones han añadido muchos detalles,
tomados de otras tradiciones del Profeta.

El Enviado de Dios, con él sea la paz, dice: El
Arcángel Gabriel apareció y me sacó del
sueño. Me llevó a la fuente Zemzem y me hizo
sentar. Me abrió el vientre hasta el pecho, y con sus
propias manos me lavó las entrañas con agua de
Zemzem. Con él estaba el arcángel Miguel, que
sostenía un barreño de oro que
contenía fe y sabiduría. Gabriel llenó con
ellas mi pecho, y luego cerró la herida de tal modo que mi
pecho quedó como estaba antes, sin que por todo ello
sintiera yo el menor dolor.

Entonces me ordenó que hiciese mis abluciones y
me dijo que fuese con él. Le pregunté que a
dónde, y respondió: "A la corte de nuestro Dios, el
Señor del universo y de las criaturas".

Tomó entonces mi mano y me sacó fuera de
la mezquita. Allí vi a Alborac, que estaba entre
Safâ y Marwa. Era un cuadrúpedo parecido a un asno o
una mula. Su cara era semejante a la de una mujer; tenía
orejas como de elefante, unas crines como las de un caballo,
patas parecidas a las del camello, cola de caballo y unos ojos
como el planeta Venus; su lomo era de rubí escarlata, su
vientre de esmeralda verde, y su pecho de perla inmaculada;
tenía dos alas hechas de joyas resplandecientes, y llevaba
en el lomo una silla tejida de oro y seda del paraíso.
Gabriel dijo: "Oh Muhammad, siéntate en la montura que
llevó a Abraham en peregrinación a la
Kaaba".

En cuanto le puso la mano en el lomo, Alborac se
apartó. Gabriel la agarró de las crines, y
oí un murmullo de perlas y rubíes. Entonces dijo
Gabriel: "Cálmate, Alborac, y tranquilízate;
¿no conoces a Muhammad? Por Dios el Único, nunca
profeta más querido por Dios se sentará en tu
lomo". Cuando Alborac hubo oido sus
palabras, sudó de confusión, agachó la
cabeza y se echó en el suelo en
señal de sumisión. Gabriel me sujetó al
estribo para hacerse montar, y Miguel arregló mis
ropas.

En camino, Gabriel iba a mi derecha, Miguel a la
izquierda, y, delante, Rafael sujetaba las riendas. Alborac
avanzaba a una velocidad
prodigiosa sin dejar de comportarse según mi deseo;
quería yo que avanzase, avanzaba; que saltase, saltaba;
que se detuviese, se detenía.

Durante aquel largo camino oí una llamada que
venía del lado derecho: "¡Muhammad, detente, he de
hacerte una pregunta!". Por tres veces me llamaron, pero yo no
hice caso y seguí mi camino. Por el lado izquierdo
oí tres veces la misma llamada: "¡Oh, Muhammad, hay
una pregunta para el Profeta!". Y otra vez pasé de largo
sin ocuparme de aquello. Cuando estuve más lejos, vi a una
anciana cubierta de joyas que decía: "¡Oh Muhammad,
ven hacia mí!". No le presté atención y continué.

Entonces pregunté: "Gabriel, ¿qué
era la llamada que oí a la derecha?". Respondió:
"Era la invitación de los judíos.
Si hubieses acudido, tu pueblo habría sido el de los
judíos. Y la llamada que oíste a la izquierda era
la de los cristianos; si hubieses acudido, tu pueblo
habría sido el de los cristianos. Y la anciana que has
visto, con sus joyas y ornamentos, era el mundo. Si hubieses ido
hacia ella, tu comunidad
habría escogido el mundo en vez de la vida
eterna".

Llegué a un palmeral, y Gabriel me dijo:
"Desmonta y haz la oración". La hice, y luego me dijo que
aquel país era Yatrib. Después, llegué al
desierto, y también allí me ordenó desmontar
y hacer la oración ritual. Y me preguntó:
"¿Sabes qué lugar es éste?". Dije yo: "Dios
es más sabio". Respondió: "Es Medina, y allá
están el Sinaí y la zarza en llamas".
Después de esto llegue a una extensa llanura donde
había fortalezas. Me dijo que hiciera la oración,
cosa que hice, y luego me contó que aquel lugar era
Belén, donde nació Jesús. En aquel momento
tuve sed, y vi un ángel que llevaba tres copas, en una
había miel, en otra leche, y en
otra vino. Me dijo: "Escoge y bebe lo que quieras". Tomé
leche y un poco de miel. Gabriel dijo: "Por tu naturaleza y la de
tu pueblo, sientes inclinación por lo sano y lo bueno. Mas
si hubieses bebido vino, habrías cometido una falta contra
tu pueblo y vuestra naturaleza". Y los ángeles
proclamaron: "Salud a Ti, oh Primero, oh
Último, oh Resurrector".

Después de esto, vi un país triste,
angosto y sombrío. De allí pasé a cruzar un
país risueño, amplio y claro. Le pregunté a
Gabriel: "¿Qué país era aquel, y cuál
es éste?". "Aquél era el infierno, y éste el
paraíso". Luego me tomó Gabriel de la mano y me
llevó a una roca.

Llamó a Miguel, y Miguel llamó a todos los
ángeles por sus nombres, para que hiciesen descender el
mi'raj desde el paraíso hasta el cielo de este mundo, y
desde el cielo de este mundo hasta Jerusalén. Y el mi'raj
era semejante a una escala con un extremo apoyado sobre la roca y
el otro de crisolita verde. Y sus escalones, uno de oro, otro de
plata, otro de rubí, y, luego, de esmeralda, y de
perla.

Gabriel me puso en el primer escalón, y vi mil
ángeles que cantaban la gloria de nuestro Señor muy
amado, y cuando advirtieron mi presencia, me alabaron, y se
acercaron a mí, anunciándome el paraíso para
mi comunidad. Subí luego al segundo escalón, y vi
dos mil ángeles de la misma clase; en el
tercer escalón vi tres mil, y así sucesivamente
hasta cincuenta y cinco escalones. Cuando llegaba a un nuevo
escalón, los ángeles se multiplicaban hasta que
llegué al cielo de este mundo. Las criaturas del cielo
preguntaron: "¿Quién es éste?". "Es
Muhammad" dijo Gabriel. "¿Está elegido para la
profecía?", dijeron. "Si", respondió. Y ellos
exclamaron: "¡Éxito para el y su pueblo!
¡Qué buen invitado!".

 

 

A nuestra llegada, los ángeles se regocijaron y
se anunciaron entre sí la buena nueva, saludándome
y acogiéndome. Vi grandes ángeles cuyo
representante es Esmail, que los tiene a todos bajo su autoridad. Con
él estaban otros setenta mil ángeles, y, como los
setenta mil ángeles, otros cien mil, todos ellos
guardianes del cielo. Contemplaba su multitud cuando Gabriel
dijo: "los soldados de Dios no conocen otra cosa que a
Él". Luego vi a un hombre hermosisímo y de
naturaleza excelente, y le pregunté a Gabriel quién
era. Me dijo: "Es tu padre Adán". Lo saludé y
él me devolvió así el saludo: "Bienvenida a
este hijo justo y al pueblo de este profeta justo.
¡Qué buen huésped ha llegado!"

Y vi las almas de los descendientes de Adán, que
se presentaban ante él. Cuando pasaba el alma de un
creyente, decía: "Alma pura y perfume puro. Poned su
respaldo en el piso más elevado". Y cuando veía el
alma de un no creyente, decía: "Alma impura, olor impuro y
sucio, poned su respaldo en el piso más bajo del
infierno".

Y según la tradición referida por Ibn'
Abbâs, el Profeta había contado: "En el cielo vi un
gallo de un blanco intenso; bajo su plumaje había plumas
verdes, de un verde intenso; su cresta era del color de la
esmeralda verde, sus pies se apoyaban en la séptima tierra
y su cabeza en el trono supremo, y tenía dos alas tan
grandes que, si las abría, recubrían Oriente y
Occidente. Cuando hubo transcurrido parte de la noche,
abrió sus alas, las agító y cantó
esta oración: "Alabado sea Dios, Señor Santo.
Alabado sea Dios, el Grande, el Altísimo".

En el momento en que cantó, se pusieron a cantar
y agitar las alas todos los gallos de la tierra, y cuando se
detuvo y calló, todos los gallos de la tierra se
detuvieron y callaron. Luego, cuando hubo transcurrido otra parte
de la noche, batió de nuevo las alas y proclamó
esta oración: "Alabado sea Dios Altísimo, el
Sublime, el Inmenso, el Destinador. Alabado sea Dios y su trono
elevado". Y otra vez lo imitaron todos los gallos de la tierra.
En cuanto vi aquel gallo, deseé contemplarlo de
nuevo.

Gabriel me llevó en sus alas al segundo
cielo.

La distancia entre el primer cielo y el segundo, dicen,
era de quinientos años de viaje. Gabriel llamó para
que los guardianes del segundo cielo abrieran paso. Preguntaron:
"¿Quién va?". Respondió: "Gabriel".
"¿Y quién hay contigo?". "Es Muhammad". "¿El
profeta de Dios?". "Sí". "¡Bienvenido aquel al que
se esperaba! ¡Qué buena visita!". Vi a dos
jóvenes en el segundo cielo. Gabriel me dijo: "Uno es Juan
Bautista, el otro es Jesús. Son primos, salúdales".
Los saludé y me respondieron: "Bienvenida al hermano justo
y al profeta justo". Luego me llevó al tercer cielo, y
todo ocurrió de la misma forma.

Vi a José, el que ostenta la Hermosura. Lo
saludé y me respondió con estas palabras:
"Bienvenida al hermano justo y al profeta justo". Luego me
condujo al cuarto cielo. Allí vi a Enoc, que me
acogió en los mismos términos, y yo recité
esta aleya del Corán: "Accedió a una dignidad muy
elevada". Luego me condujo al quinto cielo, en el que vi a
Aarón y lo saludé. Me respondió de igual
forma y me acogió calurosamente.

Según M.B. Ishaq, el Profeta dijo: "En el quinto
cielo vi ángeles mitad de cielo, mitad de fuego", y todos
decían: "Dios puede conciliar la nieve y el fuego.
Así establece la amistad entre los
creyentes". Tras esto, me llevó Gabriel al sexto cielo. Vi
a Moisés, le saludé, y él me
respondió. Cuando le dejaba se puso a llorar.
"Moisés, ¿por qué lloras?", le dije.
Respondió: "Lloro a causa de este hombre de cuyo pueblo
entrará en el paraíso más gente que del
mío". En el sexto cielo vi una morada que llaman la Morada
gloriosa. Es el lugar donde los escribas y secretarios consignan
el Corán que Gabriel les enseña. Dios glorioso los
llama "los emisarios nobles e íntegros" (Corán 30,
15). Después de esto me llevó al séptimo
cielo. Los ángeles eran tantos allí, que no
había el más mínimo lugar en que hubiera uno
en oración, derecho, inclinado o prosternado. Y vi a
Abraham y le saludé. Me respondió en estos
términos: "Bienvenida al hijo justo y al profeta justo.
Trae a tu pueblo contigo para aumentar el número de
árboles
del paraíso, cuya tierra es pura y amplia". Luego
recité estas aleyas del Corán: "Los más
cercanos a Él son los que han obedecido a Abraham y al
Profeta". Y en el séptimo cielo vi la Morada Edificada
(bayt al ma'mur), entré en ella e hice la oración.
Ante ella había un mar en el que entraban por grupos los
ángeles; luego, volvían a salir y se
sacudían. Y de cada gota creaba el Todopoderoso un
ángel que hacía la peregrinación a la morada
edificada.

También vi un ángel sentado en un trono
con algo parecido a un vaso delante de él; en su mano
había una mesa cubierta de inscripciones de luz que él
escrutaba sin apartar nunca la cabeza ni a derecha ni a
izquierda, como alguien que está pensativo y triste.
Pregunté: "Gabriel, ¿quién es?". Me dijo:
"El ángel de la muerte,
Muhammad. Tal como ves, está siempre absorto en su
trabajo, que
eternamente consiste en apoderarse de las almas". Le dije:
"Gabriel ¿todo aquel que muere lo ve?". "Sí", dijo.
"Pues entonces la muerte es un
asunto grande y difícil". "Sí, Muhammad, pero lo
que sucede después de la muerte es un asunto más
grande y más difícil".

Y, acercándome, anunció: "He aquí a
Muhammad, profeta de Misericordias, el Enviado de los
árabes". Entonces le saludé y me devolvió el
saludo, mostrándome sus atenciones y sus gracias.
"Muhammad, regocíjate de todo el bien que veo en tu
comunidad". Dije: "Gracias a a Dios, el Dispensador me favorece".
Luego, pregunté: ''¿Qué es la mesa que
contemplas?". "En ella está escrito el destino de los
seres", respondió. "Está decretado que yo examine
el destino de cada cual y que cuando llega a su fin le tome el
alma". Yo dije: "¡Alabado sea Dios! ¿Puedes tomar
desde aquí el alma de los seres de la tierra sin moverte
de tu morada?". "Si -respondió-, el vaso que ves ante
mí es semejante al universo, y todas las criaturas de la
tierra están ante mis ojos. A todos los veo, y mi mano a
todos alcanza; así, cuando quiero, puedo arrebatarles el
alma".

Seguí más allá del séptimo
cielo hasta que llegué al Loto del Límite, un
árbol inmenso. Un árbol plantado en el suelo, de
tamaño extraordinario, más dulce que la miel y
más delicioso que la nata. Sus hojas eran tan grandes como
orejas de elefante. Del pie de este árbol salían
cuatro ríos, dos aparentes y dos ocultos (bâtin).
Gabriel dijo: "Los dos ríos aparentes son el Nilo y el
Éufrates; los dos ríos secretos corren en el
paraíso". Vi una luz cegadora que brillaba en aquel
árbol, y una mariposa viva de oro, así como una
multitud de ángeles cuyo número sólo Dios lo
sabe.

Gabriel me dijo: "Muhammad, ve delante". Dije yo:
"¡Oh, no! Tú primero". Gabriel dijo: "Para Nuestro
Dios Bienamado, eres tú más querido, y más
digno que yo de avanzar". Entonces pasé delante y Gabriel
seguía mis pasos, hasta que llegué al primer velo
de los velos del Umbral del Todopoderoso. Gabriel tiró el
velo diciendo: "Soy yo, Gabriel, y está conmigo Muhammad".
Desde el otro lado del velo un ángel proclamó:
"Dios es el más grande", luego pasó la mano por
debajo del velo y me atrajo a sí, mientras Gabriel quedaba
tras el velo. Le dije: "Gabriel, ¿por qué te
quedas?". Me dijo: "Muhammad, es éste el lugar que me
corresponde, éste es el límite de la ciencia de las
criaturas; el saber de las criaturas no puede extenderse
más allá; llegado a este punto se
detiene".

En un abrir y cerrar de ojos, el ángel me
llevó de aquel velo al segundo, separado por una distancia
de un siglo de viaje. De igual forma llamó, diciendo que
era el guardían del primer velo y que Muhammad le
acompañaba. El ángel del segundo velo
exclamó: "¡Dios es grande!", pasó la mano por
la cortina, me hizo pasar al interior, y en un abrir y cerrar de
ojos me condujo al tercer velo, distante tres siglos de camino. Y
así sucesivamente fui conducido al velo setenta. La
anchura de cada velo equivalía a quinientos años de
viaje; entre dos velos, la distancia era también de
quinientos años. Dicen que estos velos están hechos
de luz y tinieblas, de agua y nieve, y dicen también que
algunos de estos velos son de perlas, otros, de mariposas de oro.
(Según otra tradición, Gabriel estaba con él
cuando atravesó estos velos).

Entonces vi una cortina verde colgada de una cornisa, y
su luz era tan brillante que eclipsaba a la del sol. Gabriel me
puso en la cornisa y dijo: "He vagado por todos los pisos del
paraíso, de arriba abajo, hasta que fui colocado en este
trono. Contempla el Trono, la tabla guardada y los porteadores
del trono divino y de los misterios de Dios, el
Magnífico". Cuando llegué a esta estación
fui acogido por Dios Todopoderoso.

Muhammad recibió revelaciones, contempló
lo que contempló, y oyó lo que oyó. Fue
testigo del estado (maqâm) de Proximidad divina. Su alma
conoció el estado de
des-cubrimiento de los misterios (mukâshifah); su
corazón conoció el gozo del Testigo de Dios
(mushâhadah). Su espíritu probó la dulzura de
la Visión, y su secreto (sirr) llegó al estado de
Unión.

Al contemplar este universo, lleno de temor respetuoso,
de majestad, de orden y de divinidad, perdió conciencia de
sí mismo. Quedó perplejo y agachó la cabeza.
De esto nada puede explicarse con palabras, y ni el
espíritu ni el alma pueden concebirlo. Quedó
estupefacto y perdido hasta que una gracia emanada del Umbral del
Gran Señor, del Señor de la Gloria, que
devolvió el orden a su corazón, le echó una
mirada y le testimonió sus gracias y favores. Dios le
dijo: "Mi profeta posee la fe en Mi libro, y ha transmitido Mi
mensaje en la verdad, con rectitud, con exactitud". Cuando
Muhammad hubo oído
aquellas palabras de gracia que Dios le prodigaba, y fue testigo
de aquella bondad, se recobró y se irguió, su
cuerpo se unió a su corazón, su corazón a su
alma (jân), y su secreto a su yo sutil (zamir).
Volvió a sentir ánimo, recobró el uso de la
lengua y se
acordó de su pueblo. Dijo esta aleya: "Y todos los
creyentes tienen fe en Dios y Sus ángeles, en Sus libros y Sus
Profetas. Y no hacemos ninguna distinción entre Sus
profetas, como hacen los judíos y los cristianos"
.

El profeta contó: "Después que hubimos
cambiado confidencias con Dios, y que Él me hubo colmado
de sus bondades, el que gobierna el universo ordenó:
"Muhammad, vuelve a la tierra, di lo que has de decir y lleva el
mensaje que has de llevar. Guarda esta cortina verde para que te
cubras con ella y seas, por ella, elevado hasta el nivel del Loto
del Límite".

Cuando volví al Loto del Límite, Gabriel
me dijo: "Regocijate de la acogida, de la bondad, de la gracia y
de la dignidad que has recibido por parte del Todopoderoso. Nunca
un ángel de los más cercanos, ni ningún
profeta misionado, llegó hasta la morada espiritual
(manzilât) a la que has llegado, y nadie ha visto lo que
tú. Da gracias a Dios Altísimo, sé
agradecido, pues Él ama a los que Le dan las
gracias".

Entonces le referí a Gabriel una parte de las
maravillas de la potencia divina
que habia visto en tan alto lugar; le hice parte de aquel
océano de agua, de fuego, de luz y de otras cosas, y
él me dijo: "Son los baldaquines de Dios Altísimo,
en medio de los cuales se encuentra el Trono. Si no hubiese esta
pantalla, sus luces, y el resplandor de sus velos de oro,
aniquilaría a todas las criaturas y muchas otras
maravillas tan extraordinarias como nunca has visto". Yo
exclamé: "Alabado sea Dios, el Inmenso, las maravillas de
su creación son incontables". Pregunté: "Gabriel,
esos ángeles que he visto en aquella mar inmensa,
dispuestos en tantas filas, y cuya esencia parece de pura luz,
¿quiénes eran?". Gabriel dijo: "Eran los
espirituales (ruhaniân), de los cuales dice el Señor
Todopoderoso: El día de la resurrección, las almas
y los ángeles estarán en filas". "Gabriel, he visto
una muchedumbre inmensa en la mar altísima, que estaba
ordenada por encima de todas las dignidades y se encontraba
alrededor del Santo Trono. ¿Quiénes son aquellos
seres?". Me dijo: "Son los querubines, los más nobles y
más grandes entre los ángeles, Muhammad. Su
misión es demasiado considerable para que pueda yo
comprenderla o conocer su secreto".

Después de esto, Gabriel me tomó de la
mano y me condujo a la puerta del paraíso para que yo lo
viera, con sus grados y las moradas de los creyentes, los lugares
que les estaban destinados y a dónde habían
llegado. En la puerta del Paraíso había escrito
esto: "Por una limosna diez veces la recompensa; por un
préstamo, dieciocho veces". "Gabriel -dije-,
¿cómo es que prestar es mejor que dar limosna?". Y
él dijo: "Porque el mendigo siempre pide dinero, lo
necesite o no. Pero el que pide prestado sólo lo hace
impulsado por la necesidad".

Luego entré en el Paraíso: vi casitas y
castillos de nácar, de rubí y de esmeralda; las
paredes eran de ladrillo de oro y plata, el suelo era de almizcle
oloroso y el revestimiento era de azafrán. Vi un
árbol de ramas de oro, hojas de seda, tronco de perla, y
raíz de plata. Vi unos riachuelos, uno era de agua, otro
de leche, otro de miel y otro de vino.

También vi un río inmenso cuya agua era
más blanca que la leche, más dulce que la miel y
más perfumada que el almizcle; las piedras de su lecho
eran perlas y rubíes. Gabriel dijo: "Muhammad, son el
Kawthar y el Tasnim, a los que el Todopoderoso ha concedido la
gracia de hacerlos tuyos. Su fuente está situada bajo el
Santo Trono; por cada palacio, casa o mansión solariega de
las moradas del paraíso pasa un brazo de estos
ríos, de tal manera que se mezclan miel, leche y vino.
Dicen que hay una fuente en la que beben los servidores de
Dios y se vuelven luminosos por su luz".

Salí del Paraíso y deseé ver
cómo era el infierno. Vi un ángel de rostro muy
feo, cruel, iracundo y amargo. Sentí miedo de él y
le pregunté a Gabriel: "¿Quién es ese, que
al verlo soy presa de temor y espanto?". Gabriel me dijo: "No es
asombroso, pues todos nosotros, los ángeles, sentimos ante
él el mismo temor y espanto. Es Malik, el señor del
infierno; en él no fueron creadas ni alegría ni
felicidad, y jamás sonríe". Y le dijo: "Malik,
éste es Muhammad; es el último profeta de los
tiempos, el enviado de los árabes". Él, entonces,
me miró, me saludó y cumplimentó y me
anunció el paraíso.

Le dije: "Dime cómo es el infierno".
Respondió: "Lo cocieron mil años hasta que se puso
al rojo, lo cocieron mil años hasta que se puso al blanco,
lo cocieron otros mil años hasta que se puso negro. Ahora
es negro, tenebroso como una montaña de fuego, y en
él la gente se mata y se devora. Mohammed, si a un anillo
de esta cadena de fuego lo pusieran sobre una montaña de
la tierra, la quemadura fundiría la montaña como si
fuera estaño, y llegaría hasta las entrañas
de la tierra". Yo dije: "Malik, muéstrame una parte del
infierno". Entonces me abrió un rincón de
él: una llama de las llamaradas de la hoguera
surgió negra y tremenda. El humo cubrió los
horizontes, que quedaron sumidos en tinieblas. Sentí un
espanto inmenso ante aquella cosa horrible, tanto que no puedo
expresarlo. Viendo aquello, perdí el
conocimiento, y Gabriel tuvo que sostenerme y ordenó a
Malik que devolviera a su sitio aquel trozo del
infierno.

El Profeta se alejó de aquel lugar, Gabriel lo
tomó en sus alas y lo bajó al séptimo cielo.
Encontró de nuevo a Moisés, que le dijo:
"¿Qué te ha ordenado Dios Altísimo para tu
comunidad?". Respondió: "cincuenta oraciones rituales cada
día y cada noche". Moisés le dijo: "Muhammad, yo he
visto a los hombres, los he conocido y puesto a prueba; los de tu
comunidad son débiles y no tienen la capacidad de
someterse a cincuenta oraciones. Vuelve y pide a Dios una
reducción".

Entonces se volvió Muhammad y pidió una
reducción de diez oraciones. Volvió con
Moisés y volvieron a hablar. Moisés le dijo otra
vez lo mismo: su comunidad no tenía capacidad suficiente
para cuarenta oraciones. Volvió atrás de nuevo y
pidió otra reducción, y obtuvo diez oraciones
menos. Después de haber ido cuatro veces a pedir una
reducción, volvió a Moisés, y
ésté le mandó de vuelta tras haberle
repetido las mismas palabras. Muhammad se volvió y
pidió una última reducción, de tal suerte
que las cincuenta oraciones quedaron en cinco. Después de
hacer ido cinco veces, y haber reducido a cinco las oraciones,
Moisés le dijo otra vez que volviese atrás y
consiguiera una reducción mejor. Entonces dijo Muhammad:
"Después de todo esto me da vergúenza volver a la
carga". Aceptó las cinco y se sometió .

Luego, cuando dejó a Moisés, oyó
una voz tras de sí: "He consolidado Mi orden y he
perdonado a Mi servidor. Y el día en que creé el
cielo y la tierra, hice obligatorias para tu pueblo cinco
oraciones, y lo que he decretado no cambia, y recompensa
cincuenta veces cada día de oraciones, diez veces cada
acto bueno".

Según algunas tradiciones, el Profeta dijo:
"Cuando volvía al cielo terrenal, miré bajo el
cielo y vi polvareda y humo, y oí un canto hechizante.
Pregunté: "Gabriel, ¿qué es eso?". "Son los
demonios", dijo, "que se ponen ante los ojos de los hijos de
Adán y les cierran las facultades de pensamiento y
de reflexión para que no piensen en el mundo espiritual
del cielo y de la tierra. De no ser así,
¿qué maravillas podrían contemplar?". Luego
me llevó Gabriel con el pueblo de Moisés, aquel del
que dijo el Todopoderoso: "Hay, en el pueblo de Moisés, un
grupo que
conduce la gente a Dios", y les hablé. Después de
esto, volvimos al Templo de Jerusalén, a cuya puerta
seguía estando Alborac.

El Profeta montó, con Gabriel, que le condujo de
vuelta a La Meca, y, allí, lo devolvió a su lecho .
Aún quedaban varias horas para que terminase la noche.
Gabriel dijo: "Muhammad, cuéntale a tu pueblo todo cuanto
has visto entre los grandes signos y los poderosos misterios del
Dios de Gracia". Muhammad dijo: "Gabriel, me tratarán de
mentiroso y no me creerán". Gabriel respondió:
"¿Y qué te importa a ti si ellos no
creen?"

LA VIDA DEL PROFETA MUHAMMAD Y SUS PREDICAS PARA TODOS
LOS TIEMPOS:

Hadiz 1º

Relato el Emir de los creyentes Abu Hafs 'Umar Ibn al
Jattab -que Dios esté complacido con
él-:

He oído al Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él- que
decía:

«Ciertamente las buenas obras dependen de las
intenciones, y cada hombre tendrá según su
intención; asi, aquel cuya emigración fué
por Dios y su Mensajero, su emigración fué por Dios
y su Mensajero, y aquel cuya emigración fué por
conseguir algún beneficio mundanal o por tomar alguna
mujer en matrimonio, su
emigración fué para aquello por lo que
emigró».

Fué transmitido por los dos Imames de los
eruditos de Hadiz Abu 'Abdullah Muhammad Ibn Ibrahim Ibn Al
Mughirah Ibn Bardizbah al Bujari y Abu Al Hussain Muslim Ibn
Alhayyay Ibn Muslim Al Qushairi al Naisaburi en los dos libros
correctos, que son los mejores de los libros
compilados.

Hadiz 2º

También relató 'Umar -que Dios esté
complacido con él-:

«Un día, cuando estábamos en
compañía del Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, se presento ante
nosotros un hombre, con vestidos de resplandeciente blancura, y
cabellos intensamente negros, al que no se le veían
señales
de viaje, y ninguno de nosotros le conocia. Se sento ante el
Profeta – la paz y las bendiciones de Dios sean con él- ,
y apoyando las rodillas contra sus rodillas, y poniendo las manos
encima de sus muslos, dijo: "¡Oh Muhammad, hablame acerca
del Islam!".

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, dijo: "El Islam es: que atestigües que
no hay más dios que Dios, y que Muhammad es el Mensajero
de Dios; que observes la Oración, que pagues el Zakat; que
ayunes Ramadán, y que peregrines la casa cuando
puedas".

Dijo el hombre: "Has dicho verdad". Entonces nos
quedamos sorprendidos de que él le preguntara y
después le dijera que había dicho la verdad,
entonces dijo el hombre: "Hablame acerca del
Imán".

Dijo el Profeta: "Que creas en Dios, en sus
ángeles, en sus libros, en sus mensajeros, en el
día final y que creas en el decreto divino, tanto de su
bien como de su mal".

Dijo el hombre: "Has dicho la verdad", y
añadió: "Hablame acerca del Ihsan", y dijo el
Profeta: "Que adores a Dios como si lo vieras, ya que, si no le
ves, el te ve".

Dijo el hombre: "Hablame acerca de la hora"

Dijo el Profeta: "El preguntado no sabe de ella
más de lo que sabe el que pregunta".

Dijo el hombre: "Hablame de sus signos".

Dijo el Profeta: "Cuando la esclava de a luz a su
señora y cuando veas a descalzos, desamparados, pastores
de ovejas, compitiendo en la construcción de altos
edificios".

Luego (el hombre) se marchó, y yo me quedé
un rato. Después (el Profeta) dijo: "Oh 'Umar,
¿Sabes quién era el que preguntaba?".

Dije: "Dios y su mensajero lo saben mejor". Y él
dijo: "Ciertamente ha sido Gabriel, que ha venido para
enseñaros vuestra religión"».

Transmitido por Muslim.

Hadiz 3º

Relato Abu'Abd-ur-Rahman, 'Abdullah, hijo de 'Umar Ibn
al Jattab -que Dios esté complacido con ambos-:

He oído al Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él- decir:

«El Islam ha sido edificado sobre cinco pilares
que no hay más dios que Dios y que Muhammad es el
mensajero de Dios, observar las oraciones, pagar el zakat,
peregrinar a la Casa y ayunar Ramadán».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 4º

Relató Abu'Abd-ur-Rahman, Abdul-lah Ibn Mas'ud
-que Dios esté complacido con él-:

Nos ha relatado el Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, siendo el veridico,
digno de confianza:

«Ciertamente que la creación de cada uno de
vosotros, se reúne en el vientre de su madre: Durabte
cuarenta días en forma de un germen, luego es un
coágulopor un período igual, después un
pedazo de carne por un período igual y luego se le
envía el angel que sopla el espiritu en él, y se le
encomiendan cuatro palabras(asuntos): Escribir su sustento, el
plazo de su vida, sus obras y si será feliz o desgraciado;
¡por Dios!, aparte de quien no hay otro dios, uno de
vosotros obra como las gentes del Paraíso, hasta que no
quede entre él y éste (paraíso) más
que un brazo de distancia, entonces lo que ha sido escrito le
alcanza, y obra como las gentes del fuego (Infierno) y entra en
él. Y otro de vosotros obra como la gente del fuego
(Infierno), hasta que no queda entre él y éste
más que un brazo de distancia, y entonces le alcanza lo
que ha sido escrito y obra como las gentes del Paraíso y
entra en él».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 5º

Relató la madre de los creyentes Umm Abdul-lah
'Aishah -que Dios esté complacido con ella-:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él- dijo:

«Quien innova en esté nuestro asunto, algo
ajeno al mismo, será rechazado».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

En una transmisión de Muslim: «Quien
procede en un hecho de un manera ajena a la nuestra, será
rechazado».

Hadiz 6º

Relató Abu'Adul-lah, an-Numan Ibn Bashir -que
Dios esté complacido con ambos-:

He oido al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones
de Dios sean con él-, diciendo:

«Ciertamente, lo lícito es obvio y lo
ilicito es obvio, y entre los dos hay asuntos dudosos acerca de
los que mucha gente no sabe. Quien se guarda de los asuntos
dudosos se purifica en su religión y en su honor, y quien
cae en los asuntos dudosos, caerá en lo ilicito. Como el
pastor que pasta alrededor de un prado vedado, casi pastando en
él.

Por cierto que todo rey tiene su vedado, ciertamente el
vedado de Dios es lo ilícito, y ciertamente en el cuerpo
hay un pedazo de carne, que si está sano, sanará
todo el cuerpo, y si se corrompe, se corromperá todo el
cuerpo y, este es el corazón».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 7º

Relató Abu Ruqayyah Tammim Ibn Aus ad Dariy -que
Dios este complacido con él-, que el Profeta -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«"La religión es lealtad". Dijimos,
"¿a quién?", y dijo: "A Dios, a su libro, a su
Mensajero, a los líderes de los musulmánes y a su
gente"».

Lo transmitió Muslim

Hadiz 9º

En un relato, Abu Hurairah Abdur-Rahman Ibn Sajr -que
Dios este complacido con él- dijo:

He oído al Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, decir:

«Lo que os he vedado, evitadlo, y lo que os he
ordenado, cumplidlo cuanto podaís, pues lo que
acabó con los anteriores a vosotros fuerón sus
exageradas interrogaciones y los desacuerdos con sus
profetas».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 10º

En un relato, Abu Hurairah -que Dios este complacido con
él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, dijo:

«Cierto que Dios el altísimo es bueno, y
solo admite lo bueno, y cierto que Dios ordenó a los
creyentes lo mismo que ordeno a los mensajeros. Dice el
Altísimo: "Oh Mensajeros, comed de lo bueno y obrar el
bien". Y dice también: "Oh vosotros, los que creéis
comed de las cosas buenas que os hemos
proveído"».

Luego mencionó al hombre que va en largos
viajes,
despeinado y polvoriento, levantando sus manos hacia el
cielo:

« ¡Oh Señor! ¡Oh Señor!
Y su comida es ilícita, su bebida es ilícita, su
vestimenta es ilícita, y se alimentó con lo
ilícito, ¿cómo quiere que se le
responda?».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 11º

En un relato Abu Muhammad Al Hasan Ibn 'Ali Ibn Abu
Talib, nieto del Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de
Dios sean con él-, y uno de los más íntimos
de él -que Dios esté complacido con los dos-
dijo:

Aprendi de memoria del
Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con
él-:

«Deja lo que dudas hacia lo que no
dudas».

Lo transmitió al Tirmidi y al Nasal y dijo al
Tirmidi: Es un Hadiz aceptable y correcto.

Hadiz 12º

En un relato Abu Hurairah -que Dios este complacido con
él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, dijo:

«Es señal del buen Islam de alguien dejar
lo que no le atañe».

Es un Hadiz aceptable y lo transmitió así
al Tirmidi y otros.

Hadiz 13º

En un relato Abu Hamzah, Anas Ibn Malik -que Dios este
complacido con él- , sirviente del Mensajero de Dios -la
paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo que el
Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-
dijó:

«Ninguno de vosotros cree, hasta que quiera para
su hermano, lo que quiere para sí mismo».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim

Hadiz 15º

En un relato Abu Hurairah -que Dios este complacido con
él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, dijo:

«Quien crea en Dios y en el día final, que
hable el bien o que se calle. Y quien crea en Dios y en el
día final, que sea generoso con su vecino. Y quien crea en
Dios y en el día final, que sea generoso con su
huésped».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 16º

Relató Abu Hurairah -que Dios este complacido con
él- que un hombre le dijo al Profeta -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-:

«"Aconséjame". El Profeta dijó: "No
te enfurezcas". El hombre insistió varias veces, y el
Profeta dijo: "No te enfurezcas"».

Lo transmitió al Bujari…

Hadiz 18º

Relatarón Abu Darr, Yundub Ibn Yunadah y Abu 'Abd
al Rahman, Mu 'Az Ibn Yabal que Dios este complacido con los
dos-, que el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, dijo:

«Teme a Dios dondequiera que estes, y
después de un mal haz un bien para borrarlo y, trata a la
gente con buen caracter».

Lo transmitió al Tirmidi y dijo que es un Hadiz
aceptable y, en otras copias: Es un Hadiz aceptable y
correcto.

Hadiz 19º

En un relato, Abu al 'Abbas, 'Abdullah Ibn 'Abbas -Dios
este complacido con los dos-, dijo:

Un día estaba detras del Profeta -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, y me dijo:

« ¡Oh joven!, te voy a enseñar unas
palabras: Guarda a Dios, y te guardará. Guarda a Dios y lo
encontrarás ante ti. Si pides algo, pídelo a Dios,
y si necesitas ayuda, acude a Dios, y conoce que si todo el
pueblo se reúne para beneficiarte en algo, no te
beneficiarán excepto en lo que Dios ha escrito para ti, y
si reúne para perjudicarte en algo, no te
perjudicarán salvo en algo que Dios haya escrito sobre ti.
Las plumas se han levantado y las hojas se han
secado».

Lo transmitió al Tirmidi y dijo que es un Hadiz
aceptable y correcto. Y en un relato de otro:

«Salvaguarda a Dios, lo encontrarás ante
ti, acuérdate de Dios en el bienestar y se acordará
de ti en el apuro. Y conoce que lo que te ha fallado no
podía haberte tocado. Y que lo que te ha tocado no
podía haberte fallado. Y conoce la victoria con la
paciencia, que el alivio viene con el apuro y que con la
dificultad surge la facilidad».

Hadiz 20º

En un relato Abu Mas'ud, 'Uqbah Ibn 'Amr al Ansari al
Badri -que Dios este complacido con él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, dijo:

«Entre las palabras de la primera profecía,
que la gente obtuvo, están: Si no sientes vergüenza,
haz lo que quieras».

Lo transmitió al Bujari.

Hadiz 21º

En un relato Abu 'Amr o Abu 'Amrah, Sufían Ibn
Abdul-lah -que Dios este complacido con él-
dijo:

«Dije: "¡Oh, Mensajero de Dios!, dime algo
del Islam para que no tenga que preguntar de ello a nadie
más que a ti". Dijo: "Di creo en Dios, luego, sé
recto"».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 22º

En un relato Abu Abdullah, Yabir Ibn 'Abdullah al Ansari
-que Dios este complacido con los dos- que un hombre
preguntó al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de
Dios sean con él-, diciéndole:

«"Cuentame, si yo rezara las oraciones prescritas,
ayunara el mes de Ramadán, tomara como lícito lo
lícito y como ilícito lo ilícito, sin
añadir nada a esto. ¿Entraría en el
paraíso?". Dijo: "Sí"».

Hadiz 23º

En un relato Abu Malik al Hariz Ibn 'Asim al Ash'ariy
-que Dios este complacido con él- dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, dijo:

«At-Tuhur es la mitad de la fe (Imán). AL
HAMDU LI-LLAH (La alabanza a Dios) llena la balanza, SUBHANAL
LLAH y AL HAMDU LI-LLAH (gloria a Dios y alabanza a Dios), llenan
el espacio entre el cielo y la tierra, la oración es luz,
y la caridad es una evidencia, la paciencia es luminosidad, y el
CORAN es argumento en pro o en contra de ti. Cada uno empieza su
día siendo vendedor de si mismo. Liberándose o
condenándose».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 24º

Relato Abu Darr al Ghifariy -que Dios este complacido
con él-, del Profeta -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, que hablando de su Señor -alabado
sea- dijo:

«Oh siervos mios: Ciertamente me he prohibido la
tiranía, y la he prohibido entre vosotros;
¡así pues, no seáis injustos unos con otros!.
Oh siervos mios: Todos estáis extraviados, salvo aquel a
quien yo he guiado. ¡Así pues, pedid mi
guía!, y os guiaré. Oh siervos mios: Todos sois
hambrientos salvo aquel a quien le he dado de comer.
¡Así pues, pedid de mí el alimento!, y os
alimentaré. Oh siervos mios: Todos estáis desnudos,
salvo aquel a quien le he dado de vestir. ¡Así pues,
pedid de mí la vestimenta!, y os daré de vestir. Oh
siervos mios: Cometéis errores de noche y de día, y
yo os perdono todas las faltas.
¡Así pues, pedid perdon de mí!, y os
perdonaré. Oh siervos mios: No alcanzaréis mi
perjuicio para perjudicarme, ni alcanzaréis mi beneficio
para beneficiarme. Oh siervos mios: Si el primero de vosotros, y
el último, y los humanos y los genios fueran tan piadosos
como el corazón más piadoso de un hombre de
vosotros, no añadiría nada a mi reino.

Oh siervos mios: Si el primero de vosotros, y el
último, y los humanos y los genios fueran tan libertinos
como el corazón más libertino de un hombre de
vosotros, no decrecería en nada a mi reino. Oh siervos
mios: Si el primero de vosotros, y el último, y los
humanos y los genios se reunieran en un mismo terreno, pidiendo
de mí, y dando yo a cada uno su petición, no
decrecería nada de lo que tengo, a menos que el mar
decreciera si una aguja se introduce en él. Oh siervos
mios: Ciertamente, son vuestras obras, las que os computo, y
luego os las recompenso. Quien encuentra bien, que alabe a Dios,
y quien encuentre lo contrario, que no se reproche más que
a sí mismo».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 25º

Relato Abu Darr -que Dios este complacido con
él-, que algunos de los compañeros del Mensajero de
Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-,
dijeron al Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con
él-:

«"Oh Mensajero de Dios, los ricos se han quedado
con las recompensas, rezan como nosotros rezamos, ayunan como
nosotros ayunamos, y en la caridad gasta lo que de sus bienes sobra".
Dijo: "¿Acaso, Dios no os puso nada para gastarlo en
caridad?, pues, cada «Tasbihah» es caridad, cada
«Takbirah» es caridad, cada «Tahmidah» es
caridad, cada «Tahlilah» es caridad, ordenar las
buenas obras es caridad, y prohibir los malos hechos es caridad;
además, en cada acto sexual de uno de vosotros hay
caridad". Dijerón: "Oh Mensajero de Dios,
¿satisfaciendo uno de nosotros su deseo, merece una
recompensa?" Dijo: "¿Acaso, si lo satisface
ilícitamente, no cometería una falta?, pues
así, si lo satisface legalmente será
recompensado"».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 26º

En un relato Abu Hurairah -que Dios este complacido con
él- dijo: el Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones
de Dios sean con él-, dijo:

«Todo huesecillo que un hombre tiene, debe hacer
caridad cada día que el sol salga:
hacer justicia entre
dos personas es caridad, ayudar a un hombre para subir su montura
o cargarle su equipale encima de ella es caridad, por cada paso
que andas para ir a la oración hay caridad y quitar el
daño
del camino es una caridad».

Lo transmitierón al Bujari y Muslim.

Hadiz 27º

Relató An-Nau-Was Ibn Sam'An -que Dios este
complacido con él- que el Profeta -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«La virtud es buen caracter, y la maldad es lo que
se remueve dentro de ti y no te gusta que la gente lo
descubra».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 28º

Relató Wabisah Ibn Ma'Bad -que Dios este
complacido con él- que el Profeta -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, dijo:

«"¿Vienes para preguntar de la virtud?".
Dije Si. Dijo: "Consulta tu corazón y la virtud es aquello
con lo que la persona se siente
tranquila, y la maldad es lo que se remueve dentro de la persona
y vacila en el pecho, te opine la gente lo que te
opine"».

Es un Hadiz aceptable; lo hemos relatado en ambos
«Musnads» de los «Imames» Ahmad Ibn
Hambal y al Darimi.

Hadiz 29º

Abu Nayih al 'Irbad Ibn Sariah -que Dios este complacido
con él- dijo:

Nos ha exortado el Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, una exortación
por la cuál los corazones temblaron y los ojos
lloraron.

«Dijimos "¡Oh. Mensajero de Dios, parece una
exortación de despedida, así pues
aconséjanos". Dijo: "Os aconsejo temer a Dios -alabado
sea-, escuchar y obedecer aunque un esclavo os gobierne, ya que
quien viva de vosotros vera muchas discrepancias. Así
pues, seguid mi Sunnah y la sunnah de los califatos rectos y
guiados, agarradlos con los dientes, evitad las cuestiones
inventadas y, cada innovación es un desvío, y todo
desvío acabará en el fuego"».

Lo transmitió Abu da'ud y al Tirmidi, y dijo: Es
un hadiz aceptable y correcto.

Hadiz 30º

En un relato Mu'ad Ibn Yabal -que Dios este complacido
con él- dijo:

«Dije: "Oh Mensajero de Dios, que obra me lleva al
jardin y me aleja del fuego". Dijo: "Has preguntado una cosa que
es fácil para aquel a quien Dios se lo facilita; adorar a
Dios sin asociarle nada, observar la oración, pagar el
zakat, ayunar el ramadán, peregrinar a la Casa". Luego
dijo: "¿Quieres que te enseñe las puertas de la
bondad?: el ayuno es protección, y la caridad apaga las
faltas, tal como el agua apaga
el fuego, y la oración del hombre en el seno de la noche".
Después recitó: "Alejan sus costados de las camas
para invocar a su Señor con temor y esperanza y de lo que
les proveímos dan. Nadie sabe el consuelo que les
está reservado en recompensa de los que hacen". Luego
dijo: "¿Quieres que te cuente qué es la cabeza del
asunto, su pilar y su cúspide?". Dije: "Por supuesto,
Mensajero de Dios". Dijo: "La cabeza del asunto es el Islam, su
pilar es la oración y su cúspide es la lucha por la
causa de Dios (Yihad)". Después dijo: "¿No quieres
que te informe de la
base de todo esto?". Dije: "Por supuesto, Mensajero de Dios".
Entonces cogió su lengua y dijo: "Controla esto". Dije:
"Oh Profeta de Dios, ¿seremos reprochados por lo que
hablamos?". Dijo: "Que tu madre se prive de ti Oh Mu'ad,
¿acaso otra cosa vuelva a la gente de cara (o dijo: de
narices), en el fuego, sino lo que sus lenguas
cosechan?».

Lo transmitió al Tirmidi y dijo que es un hadiz
aceptable y correcto.

Hadiz 31º

Relato Abu Za'laba al Jushani, Yurzum Ibn Nashir -que
Dios este complacido con él-, que el Mensajero de Dios -la
paz y las bendiciones de Dios sean con él-
dijo:

«Ciertamante, Dios Altísimo ha prescrito
deberes, no los descuidéis, ha puesto límites,
no los sobrepaséis, ha prohibido cosas, no las
violéis y ha guardado silencio respecto a cosas por
misericordia hacia vosotros y no por olvido, no las
busquéis».

Es un Hadiz aceptable, lo transmitió al
Duraqutniy y otros.

Hadiz 32º

En un relato, Abu al 'Abbas, Sahl Ibn Sa'd As-Sa'idi
-que Dios este complacido con él-, dijo:

Vino un hombre al Profeta -la paz y las bendiciones de
Dios sean con él- y dijo:

«"Oh Mensajero de Dios, indícame un hecho
que si lo hiciese me amaría Dios y me amaría la
gente". Dijo: "No desees la vida mundanal y Dios te amará,
y no desees lo que la gente tenga, y la gente te
amará"».

Es un buen Hadiz y lo transmitieron Ibn Mayah y
otros.

Hadiz 33º

Relato Abu Sa'id, Sad Ibn Malik Ibn Sinan al
Judrí -que Dios este complacido con él-, que el
Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con
él- dijo:

«Ni perjuicios, ni represalias».

Es un Hadiz aceptable. lo transmitió Ibn Mayah y
Ad-Daraqutní y otros y lo relató Malik en al
Muwattá de 'Amr Ibn Lahia de su padre del Profeta -la paz
y las bendiciones de Dios sean con él- omitiendo Abu
Sa'id.

Hadiz 34º

Relato Ibn'Abbas -que Dios este compñlacido con
los dos-, que el Mensajero de dios -la paz y las bendiciones de
Dios sean con él- dijo:

«Si la gente se le diera de acuerdo con sus
pretenciones, reclamarían unos hombres los bienes y la
sangre de
otros, sin embargo, la prueba está a cargo del demandante,
y el juramento está a cargo del que
niega».

Es un Hadiz aceptable lo transmitió así al
Baihaqui y otros, una parte está en las dos colecciones
(Al Bujari y Muslim) correctas.

Hadiz 35º

En un relato Abu Sa'id al Judri -que Dios este
complacido con él- Dijo:

Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones
de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción,
que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no
pudiera, entocen en su corazón, y esto es lo más
débil de la fe».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 36º

En un relato Abu Hurairah -que Dios esté
complacido con él-, dijo que el Mensajero de Dios -la paz
y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«No os envidiéis, no pujéis para
implicar a los demás, no os odiéis, no os
déis la espalda, no rivalicéis contrariando unos la
compra de otros y sed, oh siervos de Dios, hermanos. El
musulmán es hermano del musulmán, no le tiraniza,
no le decepciona, no le miente ni le desprecia. La piedad (taqua)
esta aquí mismo -señalando a su pecho tres veces-
suficiente maldad tendría una persona con despreciar a su
hermano musulmán. Todo musulmán es sagrado para
otro musulmán; su sangre, sus bienes y su
honor».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 37º

Relato Abu Hurairah -que Dios esté complacido con
él-, que el Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean
coon él- dijo:

«Quien quita a un fiel de un apuro de los apuros
mundanales Dios le quitará de un apuro de los apuros del
día final. Quien le facilita a un necesitado, Dios le
facilitará a él en esta vida y en la otra . Quien
resguarda a un musulmán, Dios le resguardará en
esta vida y en la otra. Dios siempre está en ayuda del
siervo, mientras este siervo esté ayudando a su hermano.
Quien emprende un camino busacando en él conocimiento.
Dios le facilitará en él un camino hacía el
Paraíso. No se ha reunido ungurpo de gente en una casa de
las casas de Dios, recitando el libro de Dios y
estudiándole entre sí sin que haya descendido la
tranquilidad sobre ellos, les haya envuelto la clemencia, les
hayan rodeado los ángeles y les haya mencionado Dios entre
los que están cerca de él».

Lo transmitió Muslim.

Hadiz 38º

Relató Ibn 'Abbas -que Dios esté
complacido con los dos-, del Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él-, entre lo que relata de
su Señor -bendito y altisímo sea- dijo:

«Ciertamente Dios ha escrito las buenas y las
malas obras, luego ha aclarado esto: Quien intentó hacer
una buena obra, y luego no la hizo, Dios ha escrito pra él
una buena y completa obra, y si la intentó hacer y la
hizo, Dios la ha escrito para él como diez buenas obras
hasta setecientas veces y muchas más veces, y si
intentó hacer un mala obra y no la hizo, Dios ha escrito
para él una buena y completa obra, y si la intentó
hacer y luego la hizo, Dios ha escrito una sola mala
obra».

Lo transmitió al Bujari y Muslim en sus sendos
Sahih con estas letras.

Hadiz 39º

En un relato Abu Hurairah -que Dios esté
complacido con él-, dijo que el Mensajero de Dios -la paz
y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Dios -altísimo sea- dijo: Quien muestra enemistad
hacía un amigo mío (waliy), le declararé la
guerra. No se
acerca mi siervo a mí con algo más querido a
mí sino lo que le he ordenado, aún mi siervo sigue
acercandose hacia mí con las obras voluntarias hasta que
yo le amo, una vez le he amado, seré su oído con el
que escucha, su vista con la que ve, su mano con la que pega, su
pierna con la que anda; si me pide algo se lo daré, y si
se refugia en mí, le daré
refugio».

Lo transmitió al Bujari.

Hadiz 40º

Relató Ibn 'Abbas -que Dios esté
complacido con los dos-, que el Mensajero de Dios -la paz y las
bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Ciertamente, Dios ha perdonado por mí, a
mi pueblo, el error, el olvido y lo que han hecho bajo
amenaza».

Es un Hadiz aceptable, lo relató Ibn Mayah, al
Baihaquí y otros.

Hadiz 41º

En un relato Ibn 'Ummar -que Dios esté complacido
con los dos-, dijo:

El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios
sean con él-, me cogió y me dijo:

«Se en esta vida como si fueras un extranjero o un
pasajero».

Ibn 'Ummar -que Dios esté complacido con los
dos-, decía:

«Si te llega la noche, no esperes que te llegue la
mañana. Y si te llega la mañana no esperes que te
llegue la noche. Toma de tu salud para tu enfermedad y de tu vida
para tu muerte».

Lo transmitió al Bujari.

Hadiz 42º

En un relato Abu Muhammad 'Abdullah Ibn'Amr Ibn Al'As
-que Dios esté complacido con los dos-, dijo:

«No cree uno de vosotros hasta que sus
inclinaciones sean acordes a lo que he
traído».

Es un Hadiz correcto y lo hemos transmitido en el libro
(al Huyyah). Por una cadena perfecta.

Hadiz 43º

En un relato Anas -que Dios esté complacido con
él- dijo: «He oído al Mensajero de Dios -la
paz y las bendiciones de Dios sean con él-
diciendo:

«Dios Altísimo dijo: Oh hijo de
Adán, siempre que me invoques y me ruegues te perdono lo
que haces y no me importa. Oh hijo de Adán aunque tus
faltas alcanzasen lo más alto del cielo y luego me pidas
perdón, te perdono.

Oh hijo de Adán, aunque me vinieses con faltas
del tamaño de la tierra y luego te presentases ante
mí sin haber asociado a Mí nada, te daría
por igual el perdón».

Lo relató At-Tirmidi y dijo: Es un Hadiz
aceptable y correcto.

 

 

POR
QUE NO HAY QUE SER JUDIO NI CRISTIANO

La manipulación de la Tora, buscando la
primogenitura y una mentira que se difunde para los intereses del
sionismo judío internacional, defendido por el cristianismo
con la preferencia de esta rama y toda la sangre que tiene el
Cristianismo, en los lugares se impone en el pensamiento de las
generaciones, son un motivo para evaluar…

Estamos dispuestos a cambiar el rumbo de nuestras vidas,
dejar esa antigua tradición el cual esta llena de errores
y contradicciones que destruyen la sociedad, la
familia en sus valores y en
su moral, con
matrimonio de parejas de homosexuales y lesbianas, es una
demostración que el hombre quiere hacer lo que le
quiere…aplicamos Reingeniería a nuestras vidas, o deseamos
que nuestras próximas generaciones estén mas
extraviados que nosotros, He vivido estos años, He
comprendido que debemos cambiar en renovar el dolor por
alegrías, Soy el obrero que con sus manos pacientemente y
mirada ansiosa, va modelando los días en imágenes,
los pensamientos sin formas, en monumentos esculturales de mi
propia vida, Soy el que permanece sentado analizando en el gran e
infinito espacio, que no es espacio si no materia que
viajan por la ley del mas
Grande nuestro Dios… tratando de comprender en el tiempo que no
es tiempo, es nuestra historia, si tu historia,
que también es tu tiempo y el de tus antepasados y el de
tus generaciones, en tanto que estas ocupado, tratando de mirar y
comprender que termino el día de hoy y aun no sabes quien
eres, Yo te ayudo a que te reveles ante la historia en este
momento y no seas esclavo de la nada, Y pensaras en buscar la
verdad y unirte al mundo…

Y cuando la tierra reivindique a vuestro cuerpo es
cuando danzaras junto a nosotros por encontrar tu
verdad.

La belleza y la justicia como la verdad vive dentro de
nosotros cuando la encontramos, en la compañía de
buenos amigos que se preocupan por hacerla conocer, y es la
verdad, la que siempre nos brinda PAZ…Las mentiras y
engaños logran en el transcurrir de la historia odios,
guerras y
muertes.

La verdad es como los pájaros, con alas e
ilusiones, con sueños y alegrías, eso es lo que
siempre las sostiene, una verdad contada por los que viven esta
Historia.

Un gran legado que tiene que ser contado, con todos sus
Argumentos.

Busca la verdad…Dios te guarde.

Porque la religión ante Dios es el
Islam…No hablo como hombre, es el sometimiento al
Creador…

Oh Primero, oh Ultimo, oh Exterior, oh Interior, escucha
mi llamada, así como escuchaste la llamada de Tu siervo
Zakaríyya; socórreme por Ti hacia Ti,
ayúdame por Ti hacia Ti, une entre yo y Tú, y
desliga entre yo y otro-que-Tú: ¡Alláh,
Alláh, Alláh!

"Ciertamente, Aquel que ha enunciado este
Qur’án en términos sencillos,
haciéndolo vinculante para ti, te hará sin duda
regresar de la muerte a una vida renovada."

(Qur’an Sura 28, Al Qasas, La Historia, aya
85)

"¡Oh Sustentador nuestro! ¡Concédenos
de Tu misericordia, y haznos conscientes de lo que es recto,
cualquiera que sea nuestra condición externa!"

(Qur’án, Sura 18, Al Kahf, la Cueva, aya
10)

"En verdad, Allah y Sus ángeles bendicen al
Profeta: así pues, ¡Oh vosotros que habéis
llegado a creer, bendecidle y someteos a su guía con un
sometimiento total!"

(Qur’án, Sura 33, Al Ahsab, la
Coalición, aya 56)

Las gracias, las salawat de Allah, Su paz, Sus
salutaciones, Su Rahma y Sus barakaat sean con nuestro
señor Muhámmad, Tu servidor, Tu profeta y enviado,
el profeta iletrado, y sean con su familia y sus
compañeros gracias tan numerosas como lo simple y lo impar
y como las palabras perfectas y benditas de nuestro
Rabb."

"¡Infinita es la gloria de tu Rabb, Señor
del Honor y el Poder, excelso por encima de cuanto los hombres
conciban para definirle!

¡Y la paz sea sobre todos Sus
mensajeros!

¡Y la alabanza es debida por entero a Allah,
Rabbil al’amin!"

(Qur’án, Sura 37, As Saffat, Los alineados
en filas, ayat 180-182)

TEXTOS GUIAS DE CONSULTA

1 " Texto de Anuncio por Papa Pablo VI Acerca de las
Reliquias, " New York Times, el 27 de junio de 1968.

2 Luigi Cardinio " Risultato Dell'esame osteologico dei
resti scheletrici Di animali, " en: Reqliquie Di Pietro Sotto La
Confossione della Basílica Vaticana, por Margherita
Guarducci, Libreria Editrice Vaticana, 1965, pp.
161-168.

3 Luigi Cardini, ibíd., p. 168.

4 New York Times, op. cit.

5 Camille M. Cianfarra, New York Times, el 22 de agosto
de 1949, p. 1.

6 John Evangelist Walsh, los Huesos de Sait
Peter, Collins Fount Paperbacks, Bungay, Suffolk, 1982, p.
59.

7 Venerando Correnti, " Relazione dello studio compiuto
su tre gruppi Di resti scheletrici umani gia rinvenuti sotto la
Confessione della basílica vaticana, " en Reliquie Di
Pietro Sotto La Confessione della Basílica Vaticana, por
Margherita Guarducci, Libreria Editrice Vaticana, Roma, 1965, pp.
83-160.

8 Walsh, Op. cit., p. 103.

9 Engelbert Kirschbaum, las Tumbas de San Pedro y San
Pablo, traducido por John Murray, la Prensa de San
Martín, Nueva York, 1959, pp. 51, 219 n. 3.

10 " Texto de Anuncio por Papa Pablo VI Concertando las
Reliquias, " New York Times, el 27 de junio de 1968.
[Énfasis mío]

11 Hugo Gressmann, Eusebius Werke, Dritter Bank, Zweiter
Teil, Die Theophanie. Ind de Die Griechischen Bruchstucke
Ubersetzung der Syrischen Uberlieferung, 2o editor por Adolf
Laminski, Die Griechischen Christlichen Schrifsteller Der ersten
Jahrhunderte, Akademie Verlag, Berlín, 1992, p.
175.

12 B.M. Apollonj Ghetti, A. Ferrua, E. Josi, y E.
Kirschbaum, Esplorazioni Sotta Confessione Di La Pietro San En
Vaticano Eseguite Negli Anni 1940-1949, Dos Volúmenes,
Tipografia Poliglotta Vaticana, Citta del Vaticano,
1951.

13 Esplorazioni, Vol yo, p. 120.

14 Kirschbaum, op. cit., pp. 91, 223.

15 Esplorazioni, Vol yo, p. 162.

16 Kirschbaum, op. cit., pp. 91, 223.

17 Kirschbaum, op. cit., pp. 195f.

18 Walsh, op. cit., p. 166.

19 Jocelyn Toynbee y John Ward Perkins, el Lugar santo
de San Pedro y Excavaciones Vaticanas, Longmans, Verde y
Compañía, Londres, 1956, p. 53.

20 Walsh, op. cit., p. 75.

21 Walsh, op. cit., p. 160. [endif]

22 Margherita Guarducci, I Graffiti Sotto Confessione Di
La Pietro San En Vaticano, vol. II, Libreria Editrice Vaticana,
Citta del Vaticano, 1958, p. 396.

23 Walsh, op. cit., pp. 87ff.

24 Esplorazioni, vol. Yo, pp. VII-XI.

25 Walsh, op. cit., pp. 78ff.

26 Walsh, op. cit., pp. 168-169. shape>

27 Cardini, op. cit., p. 168.

28 Carlo Lauro y Gian Caro Negretti, " Risultato
dell'analisi petragrafica dei campioni Di terra, " en: Reliquie
Di Pietro Sotto la Confessione della Basílica Vaticana,
por Margherita Guarducci, Libreria Editrice Vaticana, 1965, pp.
169-179.

29 Daniel Wm. O'Conner, Pedro en Roma: la Evidencia
literaria, Litúrgica, y Arqueológica, Prensa de
Universidad de
Columbia, N.Y., 1969, pp. 95-96.

30 Esplorazioni, vol. Yo, p. 15.

31 J.-P Migne, Patrologiae Cursus Completus, etc., Serie
Graeca Prior, Patrologiae Graecae Tomus XLI, S. Epiphanius
Constantiensis en Cypro Episcopus, Adversus Haereses,
París, 1863, columnas 389-390.

32 Baruch Sapir y Dov Neeman, Cafarnaum (Kfar-Nachum):
Historia y Herencia,
Arte y
Arquitectura,
la Revisión de Interfe de la Tierra Santa (Israel), la
Biblioteca de
Sitios Históricos, Vol 0N1/9, Tel-Aviv, 1967, pp. 36-7,
41, 42. Letras cursivas en original.

33 Virgilio Corbo, " Resti della Sinagoga del Primo
Secolo un Cafarnao, " Studia Hierosolymitana III (SBF Collectio
Maior, 30), Jerusalén, 1982, pp. 313-357.

34 Virgilio Corbo, la Casa de S. Pedro en Cafarnaum, las
Publicaciones del Studium biblicum Franciscanum, collectio Menor,
No 5, Jerusalén, 1969.

35 Avi-Yonah, Michael, Índice geográfico
de Palestina romana, QEDEM las Monografías del Instituto
de Arqueología, la Universidad hebrea de Jerusalén,
5, 1976.

36 Menzies, op. cit., pp. 370-371.

37 D. Paul Glaue, " Der alteste Texto der
geschichtlichen Bucher des Neuen Testaments, " Zeitschrift Fur
Die neutestamentliche Wissenschaft Nun Die Kude der alteren
Kirche, Vol 45, 1954, pp. 90-108

38 Jerusalén podría haber sido llamada
(Salem o Shalem) en tiempos Jesuitas,
antes de la ocupación israelita. 12 D. Paul Glaue, op.
cit., p. 103.

39 Frank R. Zindler es un escritor de ciencia. Él
es un miembro de la Asociación americana para el Avance de
la Ciencia la Academia de Ciencia de Nueva York, la Sociedad de
Literatura
Bíblica, y las Escuelas americanas de Investigación Oriental.

40 «Verificación del Evangelio»
Reliquie Di Pietro Sotto la Confessione della Basílica
Vaticana.

41 L. & L. RAGG, The Gospel of Barnabas, Oxford,
1907.

42 L. CIRILLO, «Un nuovo vangelo apocrifo: il
Vangelo di Barnaba», Rivista di Storia e Letteratura
Religiosa, Florencia, XI (1975): 391-412.

43 M. FRÉMAUX, Evangile de Barnabé.
Recherches sur la composition et l'origine. Texte et traduction,
Paris, 1977

44 http://www.angelfire.com/extreme/genio/qumran.html

www.herenciacristiana.com/christianhorror/nazis.html

/trabajos16/religion-e-historia/religion-e-historia.shtml

/trabajos16/dialogo-cristiano-musulman/dialogo-cristiano-musulman.shtml

www.herenciacristiana.com/heroinas/heroinas.html

www.angelfire.com/ar3/cristianismo/victimas/victimas99.html

www.angelfire.com/extreme/genio/heroes/heroes.html

www.angelfire.com/ca6/filosofo/inquisition.html
http://www.angelfire.com/ca6/filosofo/inquisition.html
http://www.islamenlinea.com/ciencia-mo/ciencia.html

http://www.islamenlinea.com/muhammad-biblia/profeta.html

DEDICATORIA

Con cariño y por el amor a la
vida y la lectura, te
invito a navegar conmigo y juntos podremos encontrar el misterio
oculto que solo se descubre cuando caminas tras las huellas de
anteriores personas, que las dejaron para nosotros, poderlas
encontrar y comunicar.

Uno como historiador tiene que demostrar la verdad de la
historia y no defender los mitos, que
como falsedad de unos pocos pretenden tomar fuerza y luego ser
defendidos como verdad, es el caso encontrado por Judíos y
Cristianos, como puedo afirmar y demostrar, con este valioso
material, dedicando este trabajo a toda persona que no sea
esclavo mental y sea un critico justo e imparcial.

Dedico este trabajo a Dios único y eterno, sin
hijo, ni madre, El Creador, a mis Padres, Hermides, Mi Madre
Sonia, mis Hermanos, Rafael, Ronald, Ana Milena, Mis Abuelos, Mi
tío Henry y a mi recordado Saúl, a mi gran Amor y a
mi futura Familia, este es un aporte a la Humanidad y mi vivencia
como Judío – Cristiano- Musulmán. A todos mis
grandes amigos que con su apoyo me motivaron a culminar este
trabajo.

Existe mucha gente que ha sospechado del cristianismo,
pero muy poca ha sido lo suficientemente curiosa para ahondar en
la historia real de esta religión, que en realidad no es
otra cosa que una adquisición accionaría
estratégica que Roma utilizó como una herramienta
de control. Casi
todos saben que la Biblia ha sido editada a través de los
siglos, pero pocos conocen exactamente lo que le ha sido quitado
o agregado.

 

AUTOR :

ABDULLAH ABDELKARIM

CENTRO Y DIFUSION DEL ISLAM 2005

ALI MUHAMMED

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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