- Gandhi y La India –
Introducción - Ambiente familiar, infancia y
educación - Acción
política - Albores del siglo XX – La
India - Albores del siglo XX –
Gandhi - La campaña de
Gandhi en La India - Bibliografía
consultada
Mahatma Gandhi. Icono. Figura. Santo. Ejemplo.
Centenares de calificativos se han vertido sobre su persona, una de
las más trascendentales y admiradas de toda la Historia de la
Humanidad.
Para abordar lo que fue su Vida y Obra, estimamos
conveniente utilizar un modelo que no
fuese meramente cronológico, sino que describiese el
devenir histórico de la descolonización de la
India y su
posterior Independencia,
en la que él formó parte activa y las vicisitudes
de su vida particular y sus luchas tanto en Sudáfrica como
en su India natal.
Es nuestro objetivo
aproximarnos a este mito de carne
y hueso, a este santo de la modernidad, que
enarboló el estandarte de la Paz en un Siglo signado por
la Guerra y la
matanza.
GANDHI Y LA INDIA –
Introducción
El despertar del nacionalismo
en el subconsciente indio se confunde con un hombre de
trascendencia internacional como sinónimo del pacifismo:
Mohandas Karamchand Gandhi.
Fue él quien supo concluir, aunque de una manera
no anhelada – el divisionismo artificial del subcontinente
– con la situación colonial impuesta por Gran
Bretaña a lo largo de tres siglos y medio.
Lo que llamó profundamente la atención del mundo, que lo contemplaba,
fueron las metodologías ciertamente revolucionarias: la
estricta práctica de la NO-VIOLENCIA y
las campañas de DESOBEDIENCIA CIVIL (El
Satyâgraha).
Este hindú, de formación heterodoxa,
influenciado decididamente por el sermón de la
Montaña de Jesucristo, se colocó al frente del
Movimiento
Nacional de Liberación dando un ejemplo de una de las
formas más contundentes de ataque al Imperialismo
de turno: la NO-COLABORACIÓN. La teoría
del MAHATMA (cuya etimología en un antiguo dialecto
hindú significa "Alma Grande") fue que los
opresores, siendo un minúsculo grupo
minoritario, no podían mantener su situación
colonial y de super-explotación sin cierta
colaboración de los oprimidos. Y así inició
sus campañas de resistencia
pasiva a favor de una progresiva autonomía de la
India.
Es así como la Lucha contra la Dependencia en
esta milenaria Civilización "espiritualista" adquiere
metodologías realmente novedosas que apuntan a la
fortificación del Movimiento Nacional. Vale la pena
destacar que, ya en 1947, India se constituía como el
segundo Estado
más poblado del Globo detrás de la República
China. Hasta
la Independencia India (15/8/1947) el termino India designa
políticamente a la India Británica y a unos 500
principados Indios semi-autónomos bajo protección
de Gran Bretaña.
AMBIENTE FAMILIAR, INFANCIA Y
EDUCACIÓN
Entre la desembocadura del Indo y el golfo de Cambay se
encontraba un pequeño principado sometido a la soberanía del Maharajá de Baroda,
capital del
pequeño estado de Porbandar, donde nació un 2 de
Octubre de 1869 Gandhi. Los Gandhi pertenecían a la banda
de los Banya, una subdivisión de la casta de los Vaisya,
la tercera en orden de importancia de las cuatro castas
originarias, cuyos miembros por lo común se dedicaban a
los negocios.
De hecho, el nombre Gandhi significaba "especiero". En
un tiempo su
familia
debió dedicarse al comercio
minorista de las especies. Sin embargo, durante las ultimas
generaciones de su familia, varios miembros habían ocupado
cargos en las cortes de Kathiawar.
Su padre, Kaba Gandhi, se había
desempeñado entre otras cosas como primer ministro del
Príncipe de Rajkot. Su madre, Putlibai, cuarta esposa de
Kaba era una mujer
profundamente religiosa dedicada a severas practicas
ascéticas y obras de caridad.
La religión profesada en
su familia era la Vaishnava, es decir una secta Hindú que
tiene particular devoción por Vishnú, pero que
practica también algunos preceptos del Jainismo, doctrina
que predica la sinceridad y el respeto riguroso
por la vida de todos lo seres, hasta el punto que algunos
fanáticos llevan una especie de mordaza para no causar
involuntariamente la muerte de
algún mosquito al aspirarlo.
Entre los 10 y los 17 años frecuento la "escuela
secundaria" de Kathiawar. No fue un alumno destacado; Es
más, nunca logro dominar completamente el
sánscrito, a punto tal que los libros
religiosos primordiales de la filosofía y el dogma
Hindú (los Upanishads, los Veda, el Râmâyana,
y el Bhâgavata-purâna) los leyó
gracias a sus respectivas traducciones. De esto culpó
siempre al sistema escolar
vigente por entonces en la India, basado en una educación de tipo
occidental.
Luego de que dos de las novias que sus padres –
según la tradición – le hubiesen elegido
murieran de manera precoz, desposó a una niña de su
misma edad, Kasturbai. En su autobiografía, Gandhi
confiesa como inmediatamente se apoderaron de él el deseo
carnal, los celos y el deseo de posesión que lo
convirtieron en un pequeño déspota.
Esta situación estuvo tanto latente como
manifiesta durante veinticuatro años, ya que a los treinta
y siete años de edad acordó un voto de castidad con
su señora.
Concluida la "escuela secundaria" el joven Mohandas fue
enviado al Salmadas College, de la Universidad de
Ahmedabad. La insuficiente preparación con la que
llegó no le permitió seguir los cursos con
provecho, por lo que solamente curso un trimestre.
Tras este fracaso académico lo obligaron a ir a
Londres a estudiar leyes con el
objeto de que en el futuro sucediese a su padre en la corte de
Rajkot. Estuvo allí tres años, procurando
infructuosamente adaptarse a la vida londinense.
Se sumergió en el estudio del Derecho y de la
Filosofía, tanto oriental como occidental. Se recibe de
abogado, y luego de ejercer dicha profesión desde julio de
1891 en Rajkot (había vuelto tan solo un mes antes), se
traslada a Africa del sur en
1893 para ocuparse de los asuntos legales de la casa de comercio
de Kathiawar. Allí, pese a su desempeño profesional encomiable, sufre las
habituales humillaciones a las que sistemáticamente
estaban expuestos los casi 5000 Indios inmigrantes en la zona. Su
primer iniciativa exitosa de índole social fue lograr que
los Indios "decentemente vestidos y en orden" pudiesen viajar en
segunda clase (esta
inquietud nació luego de que a él, pese a poseer un
boleto de primera clase, le prohibiesen directamente abordar el
tren a Pretoria).
El incidente descripto en la oración previa, fue
el germen revolucionario y el nacimiento de la acción
política
en la vida de Gandhi, que hasta ese momento únicamente
luchaba contra las imposiciones de su familia.
La acción política de Gandhi nace, como
hemos visto, en la Unión Sudafricana. En dicha
acción se pueden distinguir dos fases. La primera comienza
en 1906 y se caracteriza por el empleo de
medios
constitucionales: conferencias, memoriales dirigidos a las
autoridades gubernamentales, cartas a
periódicos, peticiones con millares de firmas reunidas
entre Indios y blancos, manifiestos, folletos, etc. Gandhi apela
al buen sentido, a la moral,
inteligencia y
religiosidad de los blancos de Sudáfrica e Inglaterra. Ya se
vislumbran los aspectos más característicos de su
acción política: una extremada moderación y
sensatez en los pedidos concretos, junto con una absoluta e
inflexible intransigencia en los principios
morales que sustentaban aquéllos.
Acuña en este período una frase que
pronunciaría muchos años después ( 2 de
Junio de 1918 ) "Las Leyes no pueden eliminar los
Prejuicios".
Se inicia en la Política a gran escala al
presentar una solicitud para que el gobierno
Sudafricano no legitimase la segregación y discriminación social, legalizando los
prejuicios existentes. En 1894, funda el "Natal Indian Congress",
asociación para la defensa de los intereses indios en la
Unión Sudafricana, modelado según el Congreso
Nacional Indio.
Dos años mas tarde, vuelve por un semestre a la
India en búsqueda de apoyo a su lucha contactándose
por primera vez con los líderes del movimiento
nacionalista, K. G. Gokhale, S. Banerjea y Sir Ph. Mehta. A
su retorno, es agredido y maltratado; Una multitud de blancos,
que habían tomado conocimiento
de su actividad propagandística en la India, casi lo
lincha. Gandhi decide no denunciarlos, ya que no les guarda
rencor; Es éste el primer indicio de su concepción
de la RESISTENCIA NO VIOLENTA.
Poco tiempo después Gandhi pudo demostrar la
sinceridad de lo que se transformaría años mas
tarde en su doctrina. Durante la guerra de los Boers, suscitada
por la intención Británica de apoderarse de la
totalidad del actual territorio de la República de
Sudáfrica ante el descubrimiento de innumerables minas de
oro, organiza
un cuerpo de voluntarios para asistir a los heridos.
Terminada la guerra, brota en Johannesburgo una epidemia
de peste y se dedica a asistir a los enfermos mas allá de
la constante persecución de sus detractores, ya que no
cesaba – mas bien aumentaba – su propaganda
contra las medidas discriminatorias.
La acción política se convierte para
él en un modo de buscar la verdad, aunque no es el
único camino para llegar a ella. En 1900 entre infinidad
de lecturas se imbuye en el libro que,
según sus propias palabras, mas lo hubo influenciado "el
Reino de Dios esta en vosotros" de León Tolstoi, que
preconiza el amor por
todas las criaturas.
Asimismo, gracias a su acercamiento a varios misioneros
y pastores cristianos que le hacen conocer los Evangelios, deja
de lado la desconfianza hacia el cristianismo,
inspirada por los misioneros de Rajkot. A partir de su mayor
conocimiento de las escrituras cristianas, lo que alguna vez fue
descreimiento, se transforma en una ilimitada admiración
por las enseñanzas de Cristo, en particular y como ya lo
hemos señalado anteriormente, por el Sermón de
la Montaña.
ALBORES DEL SIGLO XX – LA
INDIA
A comienzo de siglo XX, la India era un país que
se despertaba lentamente de un inmovilismo milenario. La sociedad India
no había sufrido transformaciones sustanciales, su
población siempre había estado
compuesta en casi un 90 % de campesinos, y a grandes rasgos, se
la podía definir como una Nación
que cobijaba centenares de miles de aldeas, compuestas de casas
de bambú y barro. Eran comunidades cerradas,
autosuficientes y exclusivamente agrícolas. Antes de la
llegada de los ingleses, no existía en la India la
propiedad
privada de las tierras.
El cambio de
centuria contrajo el conflicto
entre esta cultura
milenaria y la cultura occidental, difundida año tras
año con mayor intensidad desde 1830. Los gérmenes
nacionalistas hindúes ya habían florecido; es por
ello que en 1901 Gandhi retorna a la India con el objeto de
reunirse con el sabio líder
nacionalista K. G. Gokhale. Su pensamiento se
va conformando tanto por él como por las lecturas de John
Ruskin, de quien aprende que "quien consume demasiado le roba
a otro la comida" y la valoración del trabajo
manual.
El incipiente enfrentamiento político contra la
soberanía Inglesa era una imposición
histórica. Ya en 1885, se había fundado el Congreso
Nacional Indio tomando la costumbre de reunirse anualmente y en
ciudades diferentes, renovando su presidente en el mismo
período. Sus miembros se ubicaban socialmente en la clase
media urbana que había recibido educación inglesa
(burgueses profesionales, por ejemplo: profesores, jueces,
periodistas, abogados).
Con quince años de vida con la llegada de este
siglo, este Congreso se convirtió en el más
poderoso portavoz del Nacionalismo Indio y luego en partido
mayoritario de la India independiente. Reclamó una
participación mas justa de los indios en el gobierno de su
país, lo cual había sido una promesa incumplida de
la reina Victoria.
Ante la constante negativa Británica de
concederles dicha representatividad (sólo accedían
al Servicio Civil
Indio aquellos menores de diecinueve años que superaran un
examen – filtro – en Londres), los
líderes nacionalistas coincidieron en que era imposible
procurar una real transformación del orden
económico y financiero sin quebrar el esquema dependiente
colonial. La superioridad técnica europea y las enormes
diferencias impuestas por el comercio mundial condenaban a
la pobreza
más extrema a millones de campesinos.
También les fue denegado el reclamo de que se
instaurara la enseñanza primaria obligatoria y el Imperio
Británico imposibilitó cualquier intento de
industrialización, puesto que el país capitalista
central necesitaba imperiosamente introducir en la India los
excedentes productivos de la famosa Revolución
Industrial.
Vale la pena destacar que Gokhale era el líder
nacionalista moderado, mientras B. G. Tilak era el líder
más radical. Ambos Brahmanes comprendían cuan
perniciosa era la dependencia. El primero consideraba que la
India tenía que madurar políticamente en forma
paulatina hasta llegar al autogobierno – esto lo hizo ser
un colaborador del consejo imperial entre 1902 y 1915 –
mientras el segundo se mantenía intransigentemente alejado
de las instituciones
coloniales, impulsando mediante apasionados artículos
periodísticos el logro de la independencia.
En resumen, estos dos políticos hindúes
representaban los dos extremos que más adelante
encontrarían su centro en Gandhi; por un lado, el
conservadurismo tendiente a la evolución social y la tolerancia de
Gokhale y por el otro, la revolución
nacional que pretendía llevar a cabo Tilak.
Luego de haberse reunido en India con el líder
moderado Gokhale en reiteradas oportunidades durante 1901, como
señaláramos en el anterior apartado, Gandhi
volvió a Sudáfrica para retomar la lucha que venia
emprendiendo.
En 1904 fundó un periódico,
"Indian opinion", que se convierte en instrumento de su predica.
Ese mismo año, funda en Phoenix una colonia
agrícola basándose en el concepto de
exaltación del trabajo manual
como elevación moral que
había conocido en la obra de Ruskin. La regla de la
comunidad es
que cada uno debe ganarse la vida mediante el trabajo en
los campos.
Simultáneamente, estalla la revuelta de los
Zulúes y Gandhi por segunda vez en su vida organiza un
cuerpo voluntario para curar indistintamente a blancos y
negros.
Comienza a ejercitase en el ayuno como medio de
purificación y autodominio y empieza a prevalecer en su
conciencia el
hecho de que tiene una misión que
cumplir a la que debería dedicarle todo su ser.
Corría el año 1906 cuando decide hacer el
voto de castidad, y tal como describiría mas adelante es
su autobiografía:
"Ahora puedo comprender que los sucesos principales
de mi vida que culminaron en aquel voto me preparaban
secretamente para el SATYÂGRAHA. Este principio
surgió antes de tener un nombre. No podría decir
cuando nació realmente. En el Gujerat (estado situado al
oeste de la India se usaba la expresión inglesa passive
resistance – resistencia pasiva – pero ésta
era interpretada demasiado restrictivamente […]
parecía el arma de los débiles, no excluía
con suficiente claridad los conceptos de violencia y de odio
[…] era evidente que los Indios debían acunar una
nueva palabra para indicar esta cosa nueva ".
El término SATYAGRAHA es una palabra
compuesta que significa literalmente fuerza
(agraha) de la verdad ( satyâ ). Esta concepción de
la vida, mas que en una filosofía, se erigió en un
sentido mas especifico para designar un METODO DE LUCHA
POLÍTICA. El mismo consistía en negar obediencia a
determinadas leyes consideradas injustas, pero en aceptar
disciplinadamente las sanciones previstas por el legislador al
poner a prueba su ley, ya que el fin es que el legislador, al
aplicar la ley en todo su rigor, se convenciera de que era
insostenible.
Pese a que se había mostrado leal y amistoso
hacia los Ingleses durante la rebelión de los
Zulúes, lanza en septiembre de este año su primera
campaña de resistencia no violenta
(satyâgraha) en defensa de los indios de
Sudáfrica.
Esta campaña se oponía a la
transformación en Ley de una Ordenanza que obligaba a
todos los residentes asiáticos del territorio a sacar una
cédula de identidad,
luego de someterse a humillantes medidas policiales que los
colocaban en el mismo nivel de los criminales comunes. Los Indios
veían en la ordenanza un insulto a su dignidad. Los
"satyâgrahi" voluntarios debían negarse a sacar la
cédula; Si los multaban, no debían pagar; Si se los
procesaba debían admitir haber violado deliberadamente la
ley e ir a prisión sin resistirse. No se debía
ejercer ninguna violencia sobre los dubitativos o las fuerzas del
orden; A tal efecto Gandhi organizó patrullas de
voluntarios que protegieron a quienes quisieron tramitar la
cédula. Prácticamente ningún residente indio
efectúo el tramite.
Consecuentemente, las prisiones se vieron atestadas e
incluso se intimó a Gandhi a abandonar el país en
48 horas luego de haberlo apresado un año mas tarde, a
fines de 1907.
Desobedeció tal orden, fue arrestado y procesado.
Pidió al juez una pena mayor que la dictada a sus
compatriotas. Los jueces no tuvieron en cuenta su inquietud y lo
sentenciaron a dos meses de prisión, siendo ésta su
primera experiencia en lo que más tarde denominaría
"los albergues de Su Majestad".
Una vez liberado, y a través del director del
periódico "The Leader" aceptó la propuesta
gubernamental de que el Gobierno revocaría la ordenanza si
sus compatriotas se presentaban espontáneamente a sacar la
cédula. Así lo hicieron todos una vez excarcelados,
aunque el Gobierno no revocó la ordenanza repudiada. Los
indios se sintieron engañados y se rebelaron contra Gandhi
a quien endilgaban una excesiva credulidad e ingenuidad llegando
al extremo de agredirlo. Gandhi se negó a acusar al
agresor, y emprendió una breve gira propagandística
por Inglaterra y la India.
En su país se estaba llevando a cabo el XXIV
Congreso Nacional, reunido en Lahore, en el que se votó un
orden del día de solidaridad con
los indios de Sudáfrica e inicio la recolección de
fondos.
Luego de cuatro años de tensa calma e incesante
labor, en 1911 se funda cerca de Johannesburgo una segunda
colonia de voluntarios cuyo nombre rinde homenaje a uno de los
inspiradores del satyâgraha, "La Granja
Tolstoi".
La lucha continua cotidianamente y alcanza uno de sus
picos más álgidos en 1912 con la
proclamación de un solemne hartal ( jornada de
abstención del trabajo, de ayuno y plegaria) y con
la
organización de una marcha de millares de indios hasta
el asiento del Gobierno en Transvaal. Dicha Hartal
surgió como respuesta a nuevas medidas restrictivas del
gobierno y a una sentencia de la corte suprema que declaraba
nulos los matrimonios religiosos celebrados según la
costumbre Hindú.
Las autoridades tratan de resistir, enviando tropas
contra la marcha y ordenando la detención de Gandhi. Sin
embargo, deben liberarlo inmediatamente al darse cuenta que era
el único que podía mantener cierta disciplina.
Los manifestantes son inhumanamente "cargados" en trenes y
enviados a Natal, la ciudad con mayor colectividad India en
Sudáfrica en aquel entonces.
Se lo arresta nuevamente a Gandhi, quien es condenado a
quince meses de cárcel. Parece definitivamente derrotado
pero a conseguido su primera gran victoria.
Su nobleza y su valor sacuden
a la opinión publica tanto local como internacional, al
igual que al gobierno Sudafricano. En el curso de 1914 se revocan
muchas de las leyes repudiadas, se reconoce a los nuevos
inmigrantes la completa igualdad de
derechos, se
admite la validez de los matrimonios religiosos y Mohandas K.
Gandhi es liberado.
El general Jan Christiaan Smuts, a cargo de la colonia
Sudafricana, se convierte en admirador y amigo de Gandhi. La
fuerza de la verdad, el satyâgraha, había
prevalecido sobre la fuerza de las leyes y las armas.
Gandhi puede volver a su patria previo paso por
Inglaterra, tan sólo dos semanas después de la
declaración de guerra de Inglaterra a Alemania.
Inmediatamente organiza un puesto de atención medica
voluntaria con el auxilio de residentes indios en Inglaterra para
curar a los heridos. La inclemencia del frío y la fatiga
lo sumen en recurrentes enfermedades, por lo que los
médicos prácticamente le obligan a volver a su
país natal. Esta vez vuelve realmente. El 9 de Enero de
1915 desembarca en Bombay. Llegaba el momento de ser profeta en
su tierra.
LA
CAMPAÑA DE GANDHI EN LA INDIA
El período que comprende el trienio 1915-1917 fue
tan convulsionado en el ámbito mundial debido a la Primera
Guerra como relativamente tranquilo para Mohandas Gandhi.
Después de un periodo prolongado de preparación y
meditación en su ashram (santuario, lugar de retiro
y meditación) de Sabarmati, retoma su activo rol
político al participar en el congreso que se celebra en
Lucknow, en 1916. Mientras que en 1917 se destaca su viaje a lo
largo del país promoviendo el mejoramiento de la
situación de los campesinos.
Su primer campaña de satyâgraha se
da en julio de 1918, ya que el Gobierno Británico hizo
conocer el proyecto de una
nueva Constitución, con la cual entendía
realizar la promesa de Montagu. Tal proyecto, que tomó el
nombre del mismo Montagu y del virrey Lord Chalmsford, se basaba
en la transferencia de algunos poderes del gobierno central a los
gobiernos provinciales y en la introducción en éstos del llamado
sistema diárquico. El gobierno central se reservaba
las cuestiones de interés
general y las funciones de
coordinación. Todo lo demás pasaba a
los gobiernos provinciales.
Los asuntos de competencia de
estos últimos se dividían en dos categorías:
algunos de vital importancia, como la
administración de justicia,
policía, finanzas y
defensa, eran de competencia del Gobernador, asesorado por
consejeros ejecutivos nombrados por la Corona, que
respondían ante el Gobierno General de la India y el
Parlamento Inglés;
otros, como agricultura,
salud
pública, educación, obras públicas,
etc., estaban a cargo de ministros responsables ante asambleas
legislativas provinciales electivas.
En el ámbito del gobierno central, se creaba una
nueva asamblea legislativa compuesta de 146 miembros, electos en
su mayoría, que actuaba junto al Consejo de Estado, el
cual también era en su mayoría electivo, con
sufragio
amplio. Se reconocían a las dos cámaras facultades
de crítica
y de iniciativa, pero no de control
político.
En el gobierno central no se introducía el
sistema diárquico, sino que aquél sólo era
responsable ante el ministerio británico para la India y
el Parlamento Inglés. También el carácter representativo de los gobiernos
provinciales era anulado por una cláusula que
permitía al gobernador utilizar facultades de emergencia
cuando – si no lograba el apoyo de la mayoría de la
asamblea – lo considerase oportuno.
Las reformas de Chalmsford-Montagu fueron recibidas en
la India con desilusión. En una sesión
extraordinaria del Congreso realizada en Bombay en octubre de
1918, se renovó la oposición entre los moderados,
que se inclinaban a aceptar el proyecto como un paso hacia el
autogobierno, y los extremistas, que lo rechazaban. En esta
ocasión, algunos moderados abandonaron el Congreso para
formar un partido liberal, que tuvo pocos adeptos y escasa
influencia sobre los hechos posteriores.
La gran mayoría de la opinión nacionalista
apoyó las posiciones intransigentes de los extremistas,
sobre todo después que el Gobierno Británico, a
comienzos de 1919, propuso un proyecto de ley, el llamado
"Rowlatt Bill", que en esencia prolongaba indefinidamente
para los delitos
políticos los procedimientos
judiciales especiales y las medidas excepcionales de defensa
interna introducidos durante la guerra. El Rowlatt Bill
contradecía el espíritu de la declaración
Montagu y hacía dudar de la buena fe inglesa.
Gandhi, que había saludado con fervor y confianza
la declaración Montagu, quedó muy afectado. Estaba
dispuesto -declaró- a condenar los atentados y los actos
de violencia para cuya represión el Rowlatt Bill
establecía procedimientos extraordinarios; pero lo que lo
ofendía era que se hiciese caer sobre todo el pueblo indio
la responsabilidad por esa violencia que
aborrecía.
El 20 de febrero de 1919, en un
manifiesto dirigido al pueblo de la India, Gandhi
propuso resistir al Rowlatt Bill con el "arma" que
había utilizado con tanto éxito
en Sudáfrica, el satyâgraha. Inmediatamente
fundó una asociación la Satyâgraha
Sachâ, para la prédica y la enseñanza del
satyâgraha, y él mismo realizó en
Allahabad, Bombay y Madrás, una serie de reuniones para
explicar la técnica y el significado
ético-religioso del satyâgraha. y las razones
por las cuales proponía su adopción.
Los adherentes fueron invitados a firmar una
declaración formal redactada por el mismo Gandhi, en la
cual se comprometían, cuando entrasen en vigor las leyes
repudiadas, "a desobedecerlas y a desobedecer a todas las otras
leyes que indique un Comité constituido ex profeso,
pero sin realizar ninguna violencia contra persona o
cosas".
Habiendo resultado vanas todas las protestas y
apelaciones al virrey, Gandhi fijó la iniciación
del movimiento para el segundo domingo posterior a la
sanción de la ley. "Y puesto que el
satyâgraha -proclamó- es un proceso de
autopurificación, y la nuestra una batalla sagrada, me
parece oportuno que ésta comience con un acto
purificatorio. Por tanto, que toda la India suspenda el trabajo
por un día y lo dedique al ayuno y a la plegaria." Se
fijó el solemne hartal para el 30 de marzo, y se lo
postergó luego para el 6 de abril. Grandes multitudes
respondieron al llamado.
En Delhi, donde no se conoció a tiempo la
postergación de la fecha, se lo observó el 30 de
marzo. Piquetes de voluntarios vendían en las calles
folletos políticos prohibidos, dando comienzo así a
la desobediencia civil. Una multitud enorme se dirigió en
procesión a los templos, para orar. La policía
abrió el fuego sobre la manifestación no
autorizada. Informado del hecho, Gandhi quiso trasladarse de
Bombay a Delhi para impedir cualquier acto violento, pero la
policía lo detuvo y lo envió custodiado de vuelta a
Bombay, donde se le intimó a permanecer. Se
difundió la noticia de su arresto y la tensión
creció.
La situación era particularmente grave en el
Punjab. En Amritsar, algunos ingleses fueron asesinados. El
Gobernador confirió entonces plenos poderes al comandante
de la fortaleza, general Dyer, quien acababa de asumir el mando.
Éste emitió una proclama prohibiendo toda
reunión; y el 13 de abril, cuando una multitud de
más de cinco mil personas se congregó en una
localidad llamada Jallianwala Bah, Dyer, que disponía de
pocas fuerzas y temía ser superado, dio orden de disparar
sin aviso previo. Se produjo una matanza; un millar de personas
quedaron en el lugar, de las cuales 379 estaban
muertas.
La noticia turbó profundamente a Gandhi. Se
trasladó al lugar y realizó una investigación. Se convenció entonces
de que se había violado el espíritu del
satyâgraha, que la multitud y después los
soldados, habían perpetrado violencia. Consecuentemente,
realiza una reunión en su ashram de Sabarmati,
donde exhorta a los culpables de las violencias a comparecer y
hacer expiación. Anuncia que él mismo se
someterá a un ayuno purificador de tres días, e
invita a todo el pueblo a efectuar un día de
ayuno.
Al hablar en Nadiad, reconoció su culpabilidad,
y admitió haber cometido "un error grande como el
Himalaya", por haber iniciado el movimiento antes de que la
multitud hubiese comprendido bien su espíritu no
violento.
El 18 de abril, en un acto de gran valor, y a pesar de
las protestas de los extremistas, Mohandas K. Gandhi
ordenó la suspensión del movimiento.
"Traicionaría el satyâgraha
-proclama- si permitiese que en su nombre se cometieran actos
violentos. Nuestra acción, por el momento, debe
consistir solamente en ayudar de todas las maneras posibles a
las autoridades a restablecer la legalidad.
Debemos predicar el satya ( la verdad) y el
ahimsâ ( la no-violencia, el amor por los
seres) antes de lanzar nuevamente el
satyâgraha."
Gandhi retoma en los meses siguientes su apostolado. En
mayo forma un núcleo de satyâgrahi "probados
y puros de corazón",
capaces de enseñar con la palabra y el ejemplo la doctrina
de la no-violencia. El ashram, fundado en Sabarmati en un
bungalow alquilado, se convierte en el cuartel general del
movimiento, como antaño la Granja Tolstoi en
Sudáfrica previamente mencionada; en él rigen las
mismas reglas. Gandhi asumió la dirección de un semanario en inglés,
"Joven India", y de una publicación mensual en gujerati,
"Navajivan", a través de los cuales difundió sus
ideas.
Mientras tanto Lord Montagu había obligado al
general Dyer a dimitir, y había nombrado una
comisión investigadora presidida por Lord Hunter. El
Comité Ejecutivo del Congreso decide boicotear los
trabajos de esta comisión y nombra otra en su lugar, en la
cual se invitó a Gandhi para que participase. La
acción de Dyer fue censurada finalmente en los Comunes por
una mayoría mínima; en la Cámara de los
Lores, se la elogió abiertamente, mientras se realizaba
entre el público inglés una suscripción para
honrar al valeroso general.
En respuesta a esta provocación, el Congreso
realizó la sesión de ese año (1919) en
Amritsar, el lugar de la matanza. Pocos días antes de su
convocación el Gobierno realizó una serie de actos
tendientes a disminuir la tensión, liberando a los
prisioneros políticos y promulgando las leyes que
concretaban las reformas Chalmsford-Montagu. En el Congreso de
Amritsar, Gandhi ejerció una influencia moderadora, contra
la tesis de
Tilak, quien sostenía que debía boicotearse la
nueva Constitución; pero pocos meses después dos
acontecimientos llevaron la tensión al
máximo.
A principios de marzo de 1920 se publicó el
informe de la
Comisión Hunter, que en esencia endilgaba la
responsabilidad de la matanza de Amritsar a Gandhi y el
satyâgraha. Casi simultáneamente llegó
la noticia de la firma del "Tratado de Sèvres" y del
desembarco de los griegos en Esmirna, que significaban el
desmembramiento del Imperio Otomano contra la promesa dada por
Lloyd George a los musulmanes de la India de respetar su
integridad, condición considerada necesaria para que el
Sultán de Turquía pudiese continuar ejerciendo la
función
de Califa del Islam. Gandhi, en
una reunión de hindúes y musulmanes realizada en
Delhi en noviembre de 1919, se había comprometido a apoyar
a los musulmanes si se amenazaba al califato.
A causa de esta traición, decidió
reiniciar la agitación contra el Gobierno
Británico. Pero esta vez no se limitará al boicot
de una ley, sino que asumirá el carácter de un
movimiento de no-colaboración en todos los niveles. El 10
de agosto él mismo rompió las hostilidades
devolviendo al Gobierno Británico todas sus
condecoraciones y el 12 de agosto anunció su
intención de proponer la no-colaboración en la
sesión extraordinaria del Congreso, convocada para
septiembre de 1920, a la par que aclaró su
significado:
"Alguien ha dicho que la no-colaboración es
anticonstitucional. Me atrevo a negarlo. Por el contrario,
afirmo que es una doctrina justa y religiosa. No
defendería la constitucionalidad de una acción
tendiente a obtener justicia por medios violentos. Como he
afirmado muchas veces, la violencia tiene que servir a aquel
que sirve en Europa, pero
a nosotros en la India nunca nos ayudará… Cuando
llegue el tiempo de desenvainar la espada me retiraré a
la jungla indostana. Si la India admite la doctrina de la
espada mi vida pública estará
terminada.''
Pero el Congreso extraordinario reunido en septiembre no
consideró que ese momento había llegado
todavía y aceptó la propuesta de Gandhi. El llamado
a la no-colaboración encontró un gran eco.
Siguiendo el ejemplo de Gandhi, muchos devuelven las
condecoraciones, centenares de magistrados y funcionarios indios
renuncian, los litigantes no se dirigen ya a los tribunales, las
escuelas gubernamentales quedan vacías, y
satyâgrahi voluntarios conducen una intensa
propaganda contra el uso de productos
extranjeros. El mismo Gandhi da el ejemplo: aprendió a
hilar y a tejer y llevó vestidos tejidos por
él mismo. El charka, el telar de mano, amigo de ese
campesino
indio que, antes de la invasión de los tejidos de algodón
de Lancashire, obtenía de esta única industria
doméstica algunos annah (vestimenta típica)
para aumentar sus magros ingresos, se
convierte para Gandhi en el símbolo de la rebelión
contra la civilización occidental y su explotación
de la India.
Sin embargo, no siempre se respeta el espíritu de
la no-violencia: en Malegaon estallan sangrientos tumultos entre
hindúes y musulmanes; en Bombay, la llegada del
Príncipe de Gales, que había ido a la India en
visita oficial, provocó tumultos con devastaciones y
víctimas entre los indios cristianos que no habían
adherido al solemne hartal decretado como protesta por el
Comité del Congreso.
Gandhi se conduele. Cuando estallaron los
desórdenes se encontraba en Bombay para asistir a una
solemne quema de tejidos extranjeros con la cual se quería
"saludar" al Príncipe de Gales. Se trasladó
inmediatamente al lugar para arengar a la multitud
recriminándola ásperamente.
A pesar de estos acontecimientos, en febrero de 1922,
Gandhi se apresta a lanzar el satyâgraha en su forma
más radical, la de la desobediencia civil, comenzando en
la región de Bardoli. Desde entonces es el jefe
indiscutido del movimiento nacionalista. Gokhale y Tilak han
muerto, C. R. Das está en la cárcel, y el Congreso
le delegó todos los poderes.
Su persona empezó a ser objeto de supersticiosa
veneración entre las masas. Mendigos, ascetas y campesinos
lo siguen durante días y días, al acecho del
momento de poder atraer
su mirada, pues una antigua superstición hindú dice
que la mirada de un santo es un medio de purificación.
Allí donde aparecía, la multitud cantaba himnos
religiosos en su honor y lo saludaba con
emoción.
Gandhi anuncia su decisión – el 1º de
febrero – en una carta al virrey
que, más que una carta, es un verdadero ultimátum:
si el 15 de febrero el gobierno virreinal no se
comprometía a conceder la autonomía a la India.
ésta la conquistaría por sí misma
colocándose fuera del Imperio.
Pero el 4 de febrero le llegaron noticias de
gravísimos actos de violencia realizados por una multitud
enfurecida en Chauri-Chaura, donde una decena de policías
ingleses fueron quemados vivos. Por tercera vez la confianza de
Gandhi es vulnerada cruelmente… por tercera vez se siente
culpable. Dos días después, escribe en el "Joven
India" su confesión pública:
"…Ninguna provocación puede justificar la
brutal matanza de hombres impotentes a merced de la multitud,
cuando la India proclama que es no-violenta y quiere ascender
al trono de la libertad
mediante la no-violencia… En cuanto al ultimátum
enviado al virrey, debo retirarlo y confesar mi culpa…
Sé que es un acto tonto desde el punto de vista
político, pero es justo, es el único justo desde
el punto de vista de mi conciencia… Los únicos fines
de mi vida son el satyâ (la verdad) y la
ahimsâ (la no-violencia). No tengo poderes
sobrenaturales… Estoy hecho de la misma carne débil
que el más débil de mis compañeros y, por
ende, puedo errar… Siento que debo sufrir una
purificación personal… Por
ello he decidido someterme a un ayuno de cinco
días.''
El 11 de febrero el Comité Ejecutivo del Congreso
aprueba, en medio de violentas oposiciones, la propuesta de
Gandhi de suspender el satyâgraha como movimiento de
masas. El 10 de marzo el gobierno virreinal, acuciado por la
opinión
pública inglesa y aprovechando la momentánea
caída de popularidad de Gandhi, se atreve a hacer lo que
hasta ese momento no había osado: lo arrestó a
Gandhi bajo la acusación de "haber provocado con escritos
y discursos la
rebelión contra el gobierno de S. M.
Británica".
El proceso se realiza ocho días después.
Gandhi hace una breve declaración en la cual reconoce de
modo explícito la justeza de las acusaciones dirigidas
contra él.
"Quiero subrayar -dice- toda la reprobación que
el abogado general ha arrojado justamente sobre mis espaldas
por los hechos de Bombay y de Chauri-Chaura… Por ello, estoy
aquí para sufrir la pena más severa. La
no-violencia es el primero y el último artículo
de mi fe… Sabía que era peligroso, pero he
creído que era mi deber arriesgarme… Si me
dejáis libre, volveré a comenzar… Por ende,
señor juez, no os queda más que absolverme,
desligando vuestra responsabilidad de la del sistema a cuyo
servicio estáis, o – si creéis en ese sistema –
condenarme al máximo de la pena."
El juez respondió rindiendo homenaje a los
altísimos ideales y a la grandeza moral y rectitud de
Gandhi, pero se declaró en el penoso deber de aplicar la
ley y condenarlo a seis años de cárcel.
Gandhi pasó en la cárcel dos años,
durante los cuales fue un prisionero modelo. Para el
satyâgrahi – había escrito en un
artículo publicado en "Joven India" el 3 de noviembre de
1921, en previsión del arresto – la cárcel "es el
único lugar seguro y
honorable… Cuando se nos encarcela en el cumplimiento de
nuestro deber, debemos sentirnos felices… y lo deseamos porque
consideramos injusto ser libres bajo un gobierno que juzgamos
cautivo". Gandhi se sentía feliz. En una carta a un amigo,
Hakim Ajmal Khan, del 14 de abril de 1922, escribe:
"Mi celda es digna, limpia y ventilada. El permiso
para dormir al aire libre es
para mí una bendición. Me levanto a las cuatro
para orar… a las seis y treinta comienzo a estudiar… No se
me permite tener una luz, pero
empiezo a trabajar apenas sale el sol y
termino al caer el crepúsculo. A las ocho me acuesto,
después de recitar la habitual plegaria del
ashram. Estudio el Corán, el
Râmâyana y algunos libros sobre el
cristianismo que me dió Standing; hago ejercicios de
urdu… En total dedico al estudio seis horas. Cuatro
horas las dedico a hilar o tejer… Hilar es para mí una
necesidad interior cada vez más imperiosa. De este modo
me acerco cada día al más pobre entre los pobres
y a través de él, a Dios. Por ello, amigos
míos, no os apenéis por mí. Soy feliz como
un pajarito y siento que no pierdo el tiempo. Mi permanencia
aquí es una óptima escuela y nos dirá si
nuestro movimiento es vital o sólo la obra de un
individuo,
es decir, algo transitorio…"
Gandhi iba a tener la respuesta a esta pregunta antes de
lo previsto. Después de dos años de cárcel
se enfermó de apendicitis. Fue trasladado a un hospital
militar y operado con éxito. Apenas comenzó su
convalecencia se lo liberó sin condiciones.
La situación política parecía haber
cambiado radicalmente. Había sido revocado el Rowlatt
Bill y, en cuanto al califato, los mismos turcos
habían resuelto la cuestión deponiendo al Califa.
El movimiento de no-colaboración había perdido todo
vigor. Nuevamente amenazaba al Congreso un cisma, entre los
partidarios del cambio y aquellos que pretendían mantener
los preceptos gandhianos. También la unión de
hindúes y musulmanes, que Gandhi había logrado
realizar fatigosamente aprovechando la agitación por el
califato, quedó destruida de manera lamentable en una
serie de episodios de violencia y de sangre.
Gandhi, aunque desilusionado y deseoso de retirarse de
la escena política, hizo un último esfuerzo para
restablecer la unidad dentro del Congreso y entre éste y
los musulmanes; tuvo éxito parcial en el primer intento,
pero fracasó en el segundo.
Cuando le ofrecieron la presidencia de la sesión
del Congreso realizada a fines de 1924 en Belgaum, en un comienzo
rechazó. "La intelectualidad del país parece
reprobar mi doctrina y mi acción", comenta amargamente.
Pero sus amigos insisten, convencidos de que sólo la
autoridad de
Gandhi podrá evitar el cisma, y finalmente acepta, pero
únicamente para explicar los motivos de su
retiro.
"Permitidme que renueve aquí mi
profesión de fe, declara en la alocución
presidencial. Como congresista deseoso de mantener la unidad
del Congreso propongo abandonar la no-colaboración…
pero como individuo no puedo ni quiero hacerlo mientras el
gobierno sea lo que es. Para mí no es solamente una
cuestión política, sino también un acto de
fe… El satyâgraha es para mí la
búsqueda de la verdad, y Dios es la verdad. La
ahimsâ o no-violencia es la luz que me revela la
verdad. El svarâj es solamente una parte de esta
verdad…"
Después del Congreso de Belgaum, Gandhi se
apartó cada vez más de la vida política, con
algunas raras apariciones, y dedicó intervalos cada vez
mayores a la tarea de reconstrucción social:
difusión del khaddar, pacificación entre
hindúes y musulmanes, reivindicación de los
"intocables", propaganda contra las bebidas alcohólicas y
las drogas
tóxicas, elevación de la mujer,
etcétera. En dos ocasiones asumió un papel de
primera importancia: en la discusión y preparación
de la nueva constitución India y al estallar la
guerra.
El Partido del Congreso, o con más
precisión, el ala del Congreso partidaria de no boicotear
las reformas de Chalmsford-Montagu y participar en las elecciones
para los Consejos Legislativos renovados, había
conquistado la mayoría en todas las Provincias derrotando
a los liberales en las elecciones de 1928 y en las de 1926
(aunque con algunas pérdidas en estas últimas,
debido a la detección de elementos musulmanes y de otros
de tendencia liberal-conservadora que habían formado
agrupaciones autónomas, el Central Muslím
Party y los Independientes).
En el interior de los Consejos Legislativos el
Congress Party ( Partido del Congreso ) continuaba la
batalla, denunciando la insuficiencia de las reformas y
boicoteando el funcionamiento de los Consejos, hasta el punto de
que en Bengala y en las Provincias Unidas el Gobernador
debió recurrir a poderes de emergencia, con lo que
agudizó la oposición. En 1927 el Gobierno
Británico nombró una comisión parlamentaria
presidida por Lord Simon para realizar una investigación
sobre el funcionamiento del sistema diárquico y verificar
los fundamentos de las protestas de los nacionalistas.
La falta de inclusión de indios en la
Comisión restó a la medida todo efecto de
distensión; por el contrario, provocó nuevo
descontento. El Congreso de Madrás de 1927 proclamó
que el objetivo del movimiento nacionalista sería en lo
sucesivo el parna svarâj, es decir, la total
independencia.
Al año siguiente, en el Congreso de Calcuta,
Gandhi, que al agravarse la crisis
había cedido a las presiones de los amigos y retomado el
contacto con el movimiento político, ejerció una
influencia moderadora. Se declaró contrario a la
supresión de todo vínculo con Gran Bretaña y
logró hacer aceptar un proyecto de Constitución,
elaborado por el Congreso y por elementos liberales, que
habría convertido a la India en un
Dominio.
En esa ocasión, se encontró con un grupo
de jóvenes encabezados por Jawaharlal Nehru, que lograron
que el proyecto de Gandhi fuera aceptado con la condición
de ser ratificado por el Parlamento Británico antes del 8
de diciembre de 1929.
El Gobierno Británico respondió a esta
especie de ultimátum atrincherándose en la
necesidad de oír el informe de la Comisión Simon.
El Congreso, reunido a fines de 1929 en Lahore, eligió
para su presidencia al joven Nehru; interrumpió toda la
negociación y reivindicó la plena y
absoluta independencia de la India. También esta vez
Gandhi estuvo de acuerdo. El Congreso le confirió
nuevamente poderes dictatoriales y el 4 de marzo anunció a
Lord Irwin que se reiniciaría la campaña de
desobediencia si el Gobierno no daba de inmediato alguna prueba
de su buena voluntad.
El Gobierno no respondió. Gandhi decidió
entonces escoger, para comenzar la campaña de
desobediencia, la ley sobre el monopolio de
la sal, la cual era particularmente odiosa porque incidía
principalmente sobre los pobres.
En la mañana del 12 de marzo de 1930 Gandhi,
seguido de 79 estudiantes, prima núcleo de
satyâgrahi voluntarios, abandonó el
ashram de Sabarmati y se dirigió a pie hacia la
costa para fabricar unos gramos de sal, en signo de desprecio
hacia el monopolio. En cada etapa, en cada aldea, decenas y
centenas de indios de toda condición en su mayoría
campesinos, se unieron a cortejo. Este llegó al mar de
Dandi, al norte de Bombay, el 5 de abril. En la mañana del
6 de abril Gandhi recogió algunos gramos de sal de la
playa en medio de una multitud frenética que lo
idolatraba.
Éste fue el comienzo de la campaña de
desobediencia civil, que se desarrolló con una
participación de las masas bastante mayor y decidida que
en 1922. Los campesinos dejaron de pagar el impuesto
territorial; el boicot de los tejidos extranjeros se hizo
general; los funcionarios gubernamentales quedaron aislados. Los
comerciantes se negaban a vender los artículos más
necesarios. Los tribunales estaban desiertos.
Los ingleses trataron en un principio de reaccionar
haciendo que la policía cargara contra los manifestantes y
arrestara a los violadores de la ley. Entre los primeros
arrestados estuvo Jawaharlal Nehru. Gandhi fue arrestado la noche
del 4 al 5 de mayo. Sin preaviso, se realizó un solemne
hartal de protesta en toda la India. Desaparecido Gandhi,
su mujer asumió la dirección de la campaña.
También ella fue arrestada. Pero a medida que los jefes
designados de antemano eran arrestados, jefes locales
improvisados brotaban de todas partes.
A fines de octubre los arrestados por motivos
políticos eran 23.000. En diciembre, casi
50.000.
Entre tanto, pocas semanas después del arresto de
Gandhi, la Comisión Simon había publicado su
informe, que concluía con la recomendación de
abolir el sistema diárquico y de crear gobiernos indios
responsables ante las asambleas legislativas de las provincias,
aunque manteniendo en el centro un ejecutivo fuerte controlado
por el Gobierno Británico. Para discutir estas
recomendaciones y trazar los lineamientos generales de una nueva
constitución el primer ministro Mc. Donald convocó
en Londres una Conferencia de
"Mesa Redonda"
e invitó a participar en ella a los representantes de las
diversas comunidades, grupos, partidos
políticos y príncipes indios.
El Congreso rechazó la oferta, por lo
cual la Conferencia fue estéril, en ausencia del principal
interlocutor del Gobierno Británico. Este intentó
entonces efectuar un acercamiento. El 25 de enero de 1931
liberó sin condiciones a Gandhi y a los otros miembros del
Ejecutivo del Congreso. Al término de una serie de
conversaciones en Nueva Delhi entre el Virrey y Gandhi, durante
febrero – marzo de 1931, se llegó a un acuerdo llamado
"pacto Irwin-Gandhi", por el cual el Gobierno Británico
modificaba las leyes sobre el monopolio de la sal, liberaba a los
detenidos políticos y rescindía las ordenanzas
especiales y los procedimientos pendientes, mientras el Congreso
-a cambio de esto- aceptaba participar en la Conferencia de la
"Mesa Redonda". Así, ésta pudo reiniciarse en
septiembre con la presencia de una delegación del Congreso
encabezada por Gandhi.
Las discusiones duraron hasta el 1° de diciembre. Se
llegó a un acuerdo muy vago sobre los lineamientos
generales de una nueva Constitución; pero no fue posible
formular un proyecto concreto por
el desacuerdo entre Gandhi y los representantes de las
comunidades minoritarias indias, en particular los musulmanes y
los "intocables", que exigían electorados separados con la
reserva de una cuota de puestos en las asambleas legislativas.
Gandhi reafirmó, en cambio, el derecho del Congreso a
representar a toda la nación.
En particular, se oponía a la creación de
electorados separados para los "intocables", porque, como dijo en
un apasionado discurso:
"Ello significaría el reconocimiento oficial y
la perpetuación de una institución
vergonzosa".
Yo no sacrificaría los intereses de los
"intocables" ni siquiera a la libertad de la India… No
queremos que los "intocables" sean considerados como una
comunidad. Los sikhs pueden seguir siendo siempre una
comunidad, al igual que los musulmanes y los angloindios. Pero,
¿pueden los "intocables" seguir siendo siempre
intocables? Antes quisiera ver morir el hinduismo que
sobrevivir a la "intocabilidad"… Debo declarar que si fuese
el único en resistir lo haría a costa de mi
vida".
A la vuelta, Gandhi se detuvo primero en Villeneuve, en
Suiza, donde fue huésped de su amigo y biógrafo
Romain Rolland, y luego en Roma. Mussolini,
que tomaba a Gandhi por un jefe de tribu cualquiera, enemigo de
los ingleses, insistió en que fuera huésped del
Gobierno Italiano.
Pero Gandhi prefirió alojarse en lo de un amigo
de Romain Rolland. El día de su llegada fue recibido por
el Duce, quien trató de impresionarlo recibiéndolo
en una sala cubierta de armas y de mosqueteros que, a su paso,
presentaban los puñales. El resultado, naturalmente, fue
desastroso. Después de diez minutos Gandhi escapó
disgustado.
"Tiene los ojos de un gato -dijo más tarde- y
los hace girar incesantemente en todas direcciones para
fascinar y aterrar a su interlocutor. Pero no me dejé
aterrar''.
No tuvo mayor éxito un desfile de "balillas
mosqueteros" al que Gandhi fue invitado y donde lo recibieron con
salvas de cañones. Mussolini, con el tacto que lo
caracterizaba, había preparado un recibimiento apropiado
para el apóstol de la no-violencia. Mayor sensibilidad
demostró la princesa María de Saboya, quien quiso
visitarlo y le llevó una cesta de higos, que él
agradeció mucho. Un día después de su
partida el "Giornale d'Italia"
publicó una entrevista con
Gandhi que éste nunca pensó siquiera en
conceder.
Desembarcó en Bombay el 28 de diciembre; dos
días antes el Gobierno de la India había hecho
arrestar a Nehru y a otros jefes del Congreso.
El fracaso de la Conferencia de Londres y otras
circunstancias, entre ellas la repercusión en la India de
la gran crisis económica, determinaron la
reiniciación de la agitación. Las últimas
declaraciones de Gandhi antes de partir hacían prever la
continuación del movimiento de
no-cooperación.
Esta vez el Gobierno Británico estaba decidido a
intervenir con presteza. Después de un infructuoso cambio
de cartas con el Virrey, Gandhi proclamó el 3 de enero de
1932 la reiniciación de la desobediencia civil.
Veinticuatro horas después fue arrestado, junto con su
lugarteniente V. Papel, y encerrado en la cárcel de
Yeravada.
Esta vez Gandhi no dejó de luchar, ni siquiera en
la cárcel. Se había propuesto dedicar, a su retorno
a la India, todas sus fuerzas a una campaña en favor de
los "intocables". Desde la cárcel escribió al
ministro para la India, Sir Samuel Hoare, y le advirtió
que lo que había dicho en Londres no era mera
retórica; y cuando el Gobierno Inglés dio a
conocer, el 17 de agosto, su decisión de aceptar la
recomendación relativa a los electorados separados, Gandhi
comunicó directamente al Primer Ministro Mc Donald su
intención de dejarse morir de hambre si no se anulaba la
decisión en lo concerniente a los "intocables".
Habiendo resultado infructuoso el cambio de cartas entre
ellos, el 2 de septiembre Gandhi comenzó a rechazar el
alimento. Después de cuatro días durante los cuales
permaneció extendido bajo un árbol del patio de la
prisión, su estado físico comenzó a
empeorar.
Los miembros de las diversas comunidades minoritarias se
reunieron a toda prisa en Poona, donde llegaron a un acuerdo que
reservaba a los "intocables" un cierto número de bancas
por diez años, pero abolía los electorados
separados. Gandhi aprobó el acuerdo e interrumpió
el ayuno.
Poco tiempo después, el 8 de mayo de 1933,
habiendo amenazado con un nuevo ayuno de 12 días si no se
revocaba la prohibición para los "intocables" de entrar a
los templos hindúes, las autoridades británicas lo
pusieron en libertad.
También esta vez, al salir de la cárcel
Gandhi se apartó de la vida política,
después de confiar al joven y ya predilecto Jawaharlal
Nehru la conducción del Congreso. Emprendió un
largo viaje a pie a través de la campaña India para
predicar la abolición de la intocabilidad. En 1935
dedicó todos sus esfuerzos a socorrer a las
víctimas del espantoso terremoto de Patna. En 1936
organizó en Faspur una exposición
de la industria artesanal, para favorecer su renacimiento, que
siempre consideró esencial para el saneamiento
económico de la India.
Con el advenimiento del segundo conflicto mundial,
Gandhi volvió a contactarse con el movimiento de
independencia. Lo indujo a hacerlo el temor que despertó
en él la afirmación en el seno del Congreso de un
grupo nacionalista extremista de tendencia filo-fascista: el
llamado "Bloque de Avanzada" conducido por Subhas Chandra
Bose.
Desde que comenzó a perfilarse en Munich la
crisis europea, el Congreso, bajo la dirección de Nehru,
había condenado repetidamente la política del Eje y
de su aliado japonés, aunque rechazaba la
colaboración con el Gobierno Británico. Bose, en
cambio, era partidario de colaborar con los enemigos de Gran
Bretaña para expulsar a los ingleses. Cuando S. C. Bose
fue elegido presidente del Congreso, en enero de 1939, 12 de los
15 miembros del Ejecutivo renunciaron. Gandhi intervino entonces
y obtuvo del Congreso reunido en marzo de ese año en
Tripuri la confirmación de la línea "seguida en los
años anteriores bajo la dirección de Gandhi". En
mayo, Bose debió renunciar.
Al estallar la guerra, el Congreso tomó
posición con el manifiesto del 14 de septiembre de 1939,
en el cual condenaba al nazismo y al
fascismo;
afirmaba que la actitud de la
India debía decidirla el pueblo indio que si bien la India
no se asociaría a una guerra tendiente a la defensa del
status quo en cambio colaboraría en la defensa de
democracia si
los principios de ésta se aplicaran a aquélla con
la constitución de un gobierno nacional responsable ante
una asamblea central elegido por el pueblo.
En esa ocasión Gandhi quería que el
Congreso tratase una moción de apoyo moral incondicional
al Gobierno Británico. Su condena de la violencia le
prohibía toda participación en la guerra, pero le
repugnaba poner condiciones en un momento en que esto
podía parecer un chantaje. Sin embargo, aceptó
disciplinadamente la decisión tomada por el Congreso, y
él mismo la expuso en una conversación con el
Virrey el 26 de septiembre.
La posición del Congreso permaneció
inmutable durante toda la guerra. A las promesas de conceder la
independencia al finalizar la guerra y de solicitar a una
asamblea constituyente elegida por el pueblo indio la
formulación de una nueva Constitución, promesas
hechas por el gobierno de Churchill en agosto de 1940,
inmediatamente después de la caída de Francia, opuso
el pedido una inmediata transferencia de los poderes a un
gobierno indio provisorio; y, al no obtenerla, decretó en
octubre la reiniciación la desobediencia civil.
Los ingleses hicieron un nuevo esfuerzo después
de Pearl Harbor y de la conquista de Birmania por los japoneses.
Liberaron a Nehru y a los otros jefes del Congreso encarcelados
después de la reiniciación la desobediencia civil,
y enviaron a la India a Sir Stafford Cripps en marzo de 1942.
Pero las nuevas ofertas también fueron rechazadas, al no
aceptar el Gobierno Británico la transferencia a un
gobierno indio provisorio la responsabilidad por la defensa del
país.
El Congreso decidió reiniciar la
no-colaboración. Esta vez Churchill hizo arrestar a todos
los miembros del Ejecutivo del Congreso y al mismo Gandhi, quien
sin embargo fue puesto en libertad en mayo de 1944,
después que su salud se vio gravemente
afectada por un enésimo ayuno de protesta realizado en
febrero de 1943 y de la muerte en la
cárcel, un año después, de su mujer
Kasturbai. Hasta el fin de guerra no se hizo ningún
intento por reiniciar las conversaciones.
El momento decisivo llegó en 1945, con el ascenso
al poder de los laboristas. Estos se hallaban bien decididos a
renunciar a la India. Terminadas las hostilidades,
carecían de validez las razones de seguridad militar
que habían inducido a Churchill a rechazar la
transferencia de los poderes hasta no lograr la paz. Pero
subsistía otra gran dificultad, que hizo necesarias,
difíciles y largas negociaciones, conducidas por una
comisión parlamentaria y el Virrey Lord Wavell primero y
por el sucesor de éste -Lord Mountbatten-
luego.
La Liga Musulmana, afirmando su exclusivo derecho a
hablar en nombre de todos los musulmanes, exigió estar
representada en el gobierno indio provisorio a la par del
Congreso, aunque los musulmanes sólo eran una
minoría de la población; y como solución a
largo plazo auspiciaba la creación de un Estado
musulmán separado, formado por las provincias de
mayoría musulmana.
El Congreso, en cambio, expresión de un
nacionalismo laico, reivindicaba el derecho a hablar
también en nombre de los indios de religión
musulmana y auspiciaba una India Federal pero unida.
Finalmente prevaleció la tesis de los musulmanes,
y cuando los ingleses abandonaron la India, el 15 de agosto de
1947, el ex Imperio se dividió en dos Estados distintos,
la Unión India y el Pakistán, que comprendía
el Sind, el Beluquistán, la provincia de la frontera del
N.O. y parte del Punjab y de Bengala. La delimitación de
las fronteras, a cargo de dos comisiones mixtas, resultó
dificilísima, pues hindúes y musulmanes se hallaban
inextricablemente entremezclados, sobre todo en el Punjab y en
Bengala. Todo esto provocó recriminaciones y
resentimientos que se tradujeron en persecuciones y matanzas de
las respectivas minorías que habían quedado en los
dos Estados, en particular en el Punjab. Para escapar a ellas se
produjeron, de una y otra parte, migraciones en masa.
A fines de ese año fatal de 1947 los muertos de
ambas partes llegaban al millón, mientras que los
prófugos se estimaban en las regiones occidentales en 5
millones y medio, en ambos sentidos, y en Bengala en 1.250.000
aproximadamente.
Gandhi había presentido la tragedia en camino y
proyectó una última y patética lucha para
evitarla. Se opuso encarnizadamente a la división de la
India y hasta cuando Nehru y los otros líderes del
Congreso debieron aceptar, a pesar suyo, la creación del
Pakistán, Gandhi se opuso con desesperada
obstinación.
El 15 de agosto de 1947, día de la
transferencia de poderes y del nacimiento de la India
independiente, no fue para él un día de fiesta.
Gandhi pasó todo el día en Calcuta, en casa de un
amigo musulmán, orando y ayunando. En las semanas
siguientes luchó con todas sus fuerzas para detener las
persecuciones y las matanzas de musulmanes, pero era un pobre
viejo cada vez más solo a pesar de la veneración de
que se lo rodeaba.
Amenazando con dejarse morir de hambre, logró que
en Calcuta se estableciese una calma relativa. Se trasladó
luego a Delhi, donde los prófugos hindúes
provenientes del Punjab cometían toda clase de violencias
contra los musulmanes.
También en Delhi comenzó en diciembre a
rechazar alimento y declaró que no suspendería el
ayuno mientras no cesasen las violencias; por un tiempo cesaron,
en efecto. Los jefes de las organizaciones
hindúes militantes fueron llorando a depositar sus armas a
los pies de Gandhi. Pero el primer día que salió
para retomar su querida costumbre de orar en común al aire
libre, una bomba de mano fue arrojada contra el cerco de paredes.
Gandhi no se dejó atemorizar y continuó yendo al
jardín donde se realizaba la plegaria. Lo hizo
también la noche del 30 de enero de 1948. Dos
jóvenes discípulos sostenían sus
débiles pasos. Los miembros de la Congregación se
inclinaron ante su paso.
También se inclinó un joven de la primera
fila que empuñaba en el bolsillo una pistola
pequeña. Era un fanático militante de una organización hindú extremista. Su
nombre era Nathuram Godse. Cuando Gandhi pasó delante de
él, apretó repetidas voces el gatillo. Gandhi dio
aún dos o tres pasos, y luego cayó murmurando "
¡oh, Dios!".
Así terminó, a los 78 años, la vida
de este hombre extraordinario que luchó para afirmar un
ideal de no-violencia y de amor y cayó víctima de
las mismas pasiones que había tratado de exorcizar. El
llanto de millones de sus compatriotas y el sincero pesar de todo
el mundo no podían disimular la realidad: había
llegado al fin de su vida sin mancha, honrado y venerado, pero,
en el fondo, solo y derrotado. Sus ideales eran demasiado
elevados para poder triunfar.
El satyâgraha, que para los otros
líderes del Congreso era una política, una
técnica de agitación que se podía adoptar o
abandonar según la conveniencia, era para él una
concepción de la vida. "El satyâgraha no es
simplemente una doctrina política para mí, sino una
profesión de fe, la búsqueda de la verdad: y la
verdad es Dios. La ahimsâ (la no-violencia, el amor)
es la luz a la cual se me ha aparecido la verdad; el
svarâj no es más que parte de esta verdad".
Tampoco el svarâj, la independencia, vale por
sí mismos según Gandhi, sino por las
energías morales que despierta. Por ello, no puede ser el
don de los ingleses ni el fruto de la violencia. "El primer paso
hacia el svarâj es la perfección
individual…, el primer precepto para llegar al
svarâj es dominarse a sí mismo…" Fichte
decía que ser libre no es nada pero llegar a serlo es el
cielo. Gandhi expresaba el mismo concepto al afirmar: "En el
fondo, el svarâj reside en el esfuerzo por
conquistarlo''.
Gandhi no fue un político, sino un héroe
religioso; pero la religión no se identificaba para
él con este o aquel credo, sino con la búsqueda de
la perfección interior. "La religión debería
impregnar todos nuestros actos. Entendida de este modo no se
identifica con ninguna secta. Es esencialmente la fe en un orden
moral que gobierna el universo.
Trasciende al hinduismo, al islamismo y al cristianismo. No los
sustituye, pero los armoniza y da un contenido de
verdad".
Su participación en la lucha política
estuvo dictada por un impulso ético-religioso, más
que por un interés esencialmente político. "No se
puede alcanzar y realizar la verdad sin sumergirse e
identificarse con el océano infinito de la vida. No puedo
eximirme de servir a la sociedad ni podría hallar la
felicidad en otra cosa… Por ello, mi devoción por la
verdad me ha llevado al campo de la política". "Pero
-advierte- quiero disipar todo equívoco y dejar bien
aclarado que en mí el hombre
político nunca ha influido en ninguna de mis decisiones".
Como Mazzini, quien junto con Tolstoi, Emerson, Ruskin, Thoreau
y, sobre todo, el Sermón de la Montaña, fue
una de sus principales fuentes de
inspiración no hindúes, Gandhi luchó toda su
vida por introducir en la política de su país un
fundamento ético-religioso.
En un mundo dominado todavía por la violencia, la
razón de Estado, el fanatismo ideológico y
confesional y el racismo,
enseñó que el deber de la sinceridad, la lealtad,
el amor y el respeto por el hombre son valores que
están por encima de toda otra cosa.
Su misma polémica contra el progreso
tecnológico-económico de Occidente y su
anacrónica tentativa de revivir el artesanado rural, cuyo
símbolo es el charka, el telar de mano, fue en el
fondo una protesta contra la perspectiva de un mundo en el cual
la búsqueda de medios cada vez más perfeccionados
para asegurar al hombre el dominio de
naturaleza y
de sí mismo amenazan con volverse contra él,
esclavizándolo y transformándolo en un
medio.
Estos, que son los aspectos universalmente
válidos del mensaje de Gandhi y que como tales son
simientes destinadas a conservar intacto su poder de fructificar,
constituyen también sus inevitables límites en
el plano histórico. En efecto, han chocado y chocan contra
la realidad india actual, es decir, contra el atraso, el hambre y
la miseria, y también contra el irreversible proceso de
transformación en sentido moderno que la influencia
occidental promovió en Asia a partir de
comienzos del siglo pasado. Chocan también contra una
sociedad internacional no menos atrasada que la realidad
India.
Por eso, Gandhi es venerado hoy como el numen tutelar de
la patria, pero, bajo la conducción de Nehru y sus
sucesores, la India ha dejado de lado el charka, se ha
dedicado a construir centrales atómicas, ha lanzado tres
planes quinquenales para la industrialización del
país y, después de haber tratado de trasladar a la
política exterior de la década de 1950 los
principios gandhianos de la no-violencia, ha tenido que confiar
la defensa de sus fronteras, amenazadas por China y
Pakistán, a los ejércitos, las armas, las alianzas
y a todos aquellos instrumentos de la violencia que Gandhi
había repudiado.
Gandhi, Liddle, Bell, Milani, Ebert y otros
¿Defensa Armada o Defensa Popular No- Violenta? –
Biblioteca de
Ciencias
Sociales – Edit. Hyspamérica (1982).
Historia del Siglo XX – Eric Hobsbawn –
Crítica (1997).
Introducción a la Historia de las Relaciones
Internacionales – Pierre Renouvin y Jean Baptiste
Duroselle – Fondo de Cultura Económica México
(1970).
La División de la India: El precio de la
independencia, en: Los Hechos Políticos del Siglo XX por
Abos, Álvaro – Biblioteca de Ciencias
Sociales – Edit. Hyspamérica (1982).
La India entre las Dos Guerras
Mundiales – Siglo XXI Madrid
(1976).
Artículos periodísticos a los que hemos
accedido gracias a la gentil colaboración del personal de
la Hemeroteca perteneciente a la Biblioteca del Congreso de la
Nación Argentina.
Juan Pablo Loiácono
Sebastián Sergio Vitali
Ciencias Políticas
y Relaciones Internacionales (2005),
Universidad de Morón, Buenos Aires,
Argentina.