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Vida y obra de Mahatma Gandhi



    1. Gandhi y La India –
      Introducción
    2. Ambiente familiar, infancia y
      educación
    3. Acción
      política
    4. Albores del siglo XX – La
      India
    5. Albores del siglo XX –
      Gandhi
    6. La campaña de
      Gandhi en La India
    7. Bibliografía
      consultada

    Mahatma Gandhi. Icono. Figura. Santo. Ejemplo.
    Centenares de calificativos se han vertido sobre su persona, una de
    las más trascendentales y admiradas de toda la Historia de la
    Humanidad.

    Para abordar lo que fue su Vida y Obra, estimamos
    conveniente utilizar un modelo que no
    fuese meramente cronológico, sino que describiese el
    devenir histórico de la descolonización de la
    India y su
    posterior Independencia,
    en la que él formó parte activa y las vicisitudes
    de su vida particular y sus luchas tanto en Sudáfrica como
    en su India natal.

    Es nuestro objetivo
    aproximarnos a este mito de carne
    y hueso, a este santo de la modernidad, que
    enarboló el estandarte de la Paz en un Siglo signado por
    la Guerra y la
    matanza.

    GANDHI Y LA INDIA –
    Introducción

    El despertar del nacionalismo
    en el subconsciente indio se confunde con un hombre de
    trascendencia internacional como sinónimo del pacifismo:
    Mohandas Karamchand Gandhi.

    Fue él quien supo concluir, aunque de una manera
    no anhelada – el divisionismo artificial del subcontinente
    – con la situación colonial impuesta por Gran
    Bretaña a lo largo de tres siglos y medio.

    Lo que llamó profundamente la atención del mundo, que lo contemplaba,
    fueron las metodologías ciertamente revolucionarias: la
    estricta práctica de la NO-VIOLENCIA y
    las campañas de DESOBEDIENCIA CIVIL (El
    Satyâgraha
    ).

    Este hindú, de formación heterodoxa,
    influenciado decididamente por el sermón de la
    Montaña de Jesucristo, se colocó al frente del
    Movimiento
    Nacional de Liberación dando un ejemplo de una de las
    formas más contundentes de ataque al Imperialismo
    de turno: la NO-COLABORACIÓN. La teoría
    del MAHATMA (cuya etimología en un antiguo dialecto
    hindú significa "Alma Grande") fue que los
    opresores, siendo un minúsculo grupo
    minoritario, no podían mantener su situación
    colonial y de super-explotación sin cierta
    colaboración de los oprimidos. Y así inició
    sus campañas de resistencia
    pasiva a favor de una progresiva autonomía de la
    India.

    Es así como la Lucha contra la Dependencia en
    esta milenaria Civilización "espiritualista" adquiere
    metodologías realmente novedosas que apuntan a la
    fortificación del Movimiento Nacional. Vale la pena
    destacar que, ya en 1947, India se constituía como el
    segundo Estado
    más poblado del Globo detrás de la República
    China. Hasta
    la Independencia India (15/8/1947) el termino India designa
    políticamente a la India Británica y a unos 500
    principados Indios semi-autónomos bajo protección
    de Gran Bretaña.

    AMBIENTE FAMILIAR, INFANCIA Y
    EDUCACIÓN

    Entre la desembocadura del Indo y el golfo de Cambay se
    encontraba un pequeño principado sometido a la soberanía del Maharajá de Baroda,
    capital del
    pequeño estado de Porbandar, donde nació un 2 de
    Octubre de 1869 Gandhi. Los Gandhi pertenecían a la banda
    de los Banya, una subdivisión de la casta de los Vaisya,
    la tercera en orden de importancia de las cuatro castas
    originarias, cuyos miembros por lo común se dedicaban a
    los negocios.

    De hecho, el nombre Gandhi significaba "especiero". En
    un tiempo su
    familia
    debió dedicarse al comercio
    minorista de las especies. Sin embargo, durante las ultimas
    generaciones de su familia, varios miembros habían ocupado
    cargos en las cortes de Kathiawar.

    Su padre, Kaba Gandhi, se había
    desempeñado entre otras cosas como primer ministro del
    Príncipe de Rajkot. Su madre, Putlibai, cuarta esposa de
    Kaba era una mujer
    profundamente religiosa dedicada a severas practicas
    ascéticas y obras de caridad.

    La religión profesada en
    su familia era la Vaishnava, es decir una secta Hindú que
    tiene particular devoción por Vishnú, pero que
    practica también algunos preceptos del Jainismo, doctrina
    que predica la sinceridad y el respeto riguroso
    por la vida de todos lo seres, hasta el punto que algunos
    fanáticos llevan una especie de mordaza para no causar
    involuntariamente la muerte de
    algún mosquito al aspirarlo.

    Entre los 10 y los 17 años frecuento la "escuela
    secundaria" de Kathiawar. No fue un alumno destacado; Es
    más, nunca logro dominar completamente el
    sánscrito, a punto tal que los libros
    religiosos primordiales de la filosofía y el dogma
    Hindú (los Upanishads, los Veda, el Râmâyana,
    y el Bhâgavata-purâna) los leyó
    gracias a sus respectivas traducciones. De esto culpó
    siempre al sistema escolar
    vigente por entonces en la India, basado en una educación de tipo
    occidental.

    Luego de que dos de las novias que sus padres –
    según la tradición – le hubiesen elegido
    murieran de manera precoz, desposó a una niña de su
    misma edad, Kasturbai. En su autobiografía, Gandhi
    confiesa como inmediatamente se apoderaron de él el deseo
    carnal, los celos y el deseo de posesión que lo
    convirtieron en un pequeño déspota.

    Esta situación estuvo tanto latente como
    manifiesta durante veinticuatro años, ya que a los treinta
    y siete años de edad acordó un voto de castidad con
    su señora.

    Concluida la "escuela secundaria" el joven Mohandas fue
    enviado al Salmadas College, de la Universidad de
    Ahmedabad. La insuficiente preparación con la que
    llegó no le permitió seguir los cursos con
    provecho, por lo que solamente curso un trimestre.

    Tras este fracaso académico lo obligaron a ir a
    Londres a estudiar leyes con el
    objeto de que en el futuro sucediese a su padre en la corte de
    Rajkot. Estuvo allí tres años, procurando
    infructuosamente adaptarse a la vida londinense.

    Se sumergió en el estudio del Derecho y de la
    Filosofía, tanto oriental como occidental. Se recibe de
    abogado, y luego de ejercer dicha profesión desde julio de
    1891 en Rajkot (había vuelto tan solo un mes antes), se
    traslada a Africa del sur en
    1893 para ocuparse de los asuntos legales de la casa de comercio
    de Kathiawar. Allí, pese a su desempeño profesional encomiable, sufre las
    habituales humillaciones a las que sistemáticamente
    estaban expuestos los casi 5000 Indios inmigrantes en la zona. Su
    primer iniciativa exitosa de índole social fue lograr que
    los Indios "decentemente vestidos y en orden" pudiesen viajar en
    segunda clase (esta
    inquietud nació luego de que a él, pese a poseer un
    boleto de primera clase, le prohibiesen directamente abordar el
    tren a Pretoria).

    El incidente descripto en la oración previa, fue
    el germen revolucionario y el nacimiento de la acción
    política
    en la vida de Gandhi, que hasta ese momento únicamente
    luchaba contra las imposiciones de su familia.

    ACCION POLITICA

    La acción política de Gandhi nace, como
    hemos visto, en la Unión Sudafricana. En dicha
    acción se pueden distinguir dos fases. La primera comienza
    en 1906 y se caracteriza por el empleo de
    medios
    constitucionales: conferencias, memoriales dirigidos a las
    autoridades gubernamentales, cartas a
    periódicos, peticiones con millares de firmas reunidas
    entre Indios y blancos, manifiestos, folletos, etc. Gandhi apela
    al buen sentido, a la moral,
    inteligencia y
    religiosidad de los blancos de Sudáfrica e Inglaterra. Ya se
    vislumbran los aspectos más característicos de su
    acción política: una extremada moderación y
    sensatez en los pedidos concretos, junto con una absoluta e
    inflexible intransigencia en los principios
    morales que sustentaban aquéllos.

    Acuña en este período una frase que
    pronunciaría muchos años después ( 2 de
    Junio de 1918 ) "Las Leyes no pueden eliminar los
    Prejuicios".

    Se inicia en la Política a gran escala al
    presentar una solicitud para que el gobierno
    Sudafricano no legitimase la segregación y discriminación social, legalizando los
    prejuicios existentes. En 1894, funda el "Natal Indian Congress",
    asociación para la defensa de los intereses indios en la
    Unión Sudafricana, modelado según el Congreso
    Nacional Indio.

    Dos años mas tarde, vuelve por un semestre a la
    India en búsqueda de apoyo a su lucha contactándose
    por primera vez con los líderes del movimiento
    nacionalista, K. G. Gokhale, S. Banerjea y Sir Ph. Mehta. A
    su retorno, es agredido y maltratado; Una multitud de blancos,
    que habían tomado conocimiento
    de su actividad propagandística en la India, casi lo
    lincha. Gandhi decide no denunciarlos, ya que no les guarda
    rencor; Es éste el primer indicio de su concepción
    de la RESISTENCIA NO VIOLENTA.

    Poco tiempo después Gandhi pudo demostrar la
    sinceridad de lo que se transformaría años mas
    tarde en su doctrina. Durante la guerra de los Boers, suscitada
    por la intención Británica de apoderarse de la
    totalidad del actual territorio de la República de
    Sudáfrica ante el descubrimiento de innumerables minas de
    oro, organiza
    un cuerpo de voluntarios para asistir a los heridos.

    Terminada la guerra, brota en Johannesburgo una epidemia
    de peste y se dedica a asistir a los enfermos mas allá de
    la constante persecución de sus detractores, ya que no
    cesaba – mas bien aumentaba – su propaganda
    contra las medidas discriminatorias.

    La acción política se convierte para
    él en un modo de buscar la verdad, aunque no es el
    único camino para llegar a ella. En 1900 entre infinidad
    de lecturas se imbuye en el libro que,
    según sus propias palabras, mas lo hubo influenciado "el
    Reino de Dios esta en vosotros" de León Tolstoi, que
    preconiza el amor por
    todas las criaturas.

    Asimismo, gracias a su acercamiento a varios misioneros
    y pastores cristianos que le hacen conocer los Evangelios, deja
    de lado la desconfianza hacia el cristianismo,
    inspirada por los misioneros de Rajkot. A partir de su mayor
    conocimiento de las escrituras cristianas, lo que alguna vez fue
    descreimiento, se transforma en una ilimitada admiración
    por las enseñanzas de Cristo, en particular y como ya lo
    hemos señalado anteriormente, por el Sermón de
    la Montaña
    .

    ALBORES DEL SIGLO XX – LA
    INDIA

    A comienzo de siglo XX, la India era un país que
    se despertaba lentamente de un inmovilismo milenario. La sociedad India
    no había sufrido transformaciones sustanciales, su
    población siempre había estado
    compuesta en casi un 90 % de campesinos, y a grandes rasgos, se
    la podía definir como una Nación
    que cobijaba centenares de miles de aldeas, compuestas de casas
    de bambú y barro. Eran comunidades cerradas,
    autosuficientes y exclusivamente agrícolas. Antes de la
    llegada de los ingleses, no existía en la India la
    propiedad
    privada de las tierras.

    El cambio de
    centuria contrajo el conflicto
    entre esta cultura
    milenaria y la cultura occidental, difundida año tras
    año con mayor intensidad desde 1830. Los gérmenes
    nacionalistas hindúes ya habían florecido; es por
    ello que en 1901 Gandhi retorna a la India con el objeto de
    reunirse con el sabio líder
    nacionalista K. G. Gokhale. Su pensamiento se
    va conformando tanto por él como por las lecturas de John
    Ruskin, de quien aprende que "quien consume demasiado le roba
    a otro la comida
    " y la valoración del trabajo
    manual.

    El incipiente enfrentamiento político contra la
    soberanía Inglesa era una imposición
    histórica. Ya en 1885, se había fundado el Congreso
    Nacional Indio tomando la costumbre de reunirse anualmente y en
    ciudades diferentes, renovando su presidente en el mismo
    período. Sus miembros se ubicaban socialmente en la clase
    media urbana que había recibido educación inglesa
    (burgueses profesionales, por ejemplo: profesores, jueces,
    periodistas, abogados).

    Con quince años de vida con la llegada de este
    siglo, este Congreso se convirtió en el más
    poderoso portavoz del Nacionalismo Indio y luego en partido
    mayoritario de la India independiente. Reclamó una
    participación mas justa de los indios en el gobierno de su
    país, lo cual había sido una promesa incumplida de
    la reina Victoria.

    Ante la constante negativa Británica de
    concederles dicha representatividad (sólo accedían
    al Servicio Civil
    Indio aquellos menores de diecinueve años que superaran un
    examen – filtro – en Londres), los
    líderes nacionalistas coincidieron en que era imposible
    procurar una real transformación del orden
    económico y financiero sin quebrar el esquema dependiente
    colonial. La superioridad técnica europea y las enormes
    diferencias impuestas por el comercio mundial condenaban a
    la pobreza
    más extrema a millones de campesinos.

    También les fue denegado el reclamo de que se
    instaurara la enseñanza primaria obligatoria y el Imperio
    Británico imposibilitó cualquier intento de
    industrialización, puesto que el país capitalista
    central necesitaba imperiosamente introducir en la India los
    excedentes productivos de la famosa Revolución
    Industrial.

    Vale la pena destacar que Gokhale era el líder
    nacionalista moderado, mientras B. G. Tilak era el líder
    más radical. Ambos Brahmanes comprendían cuan
    perniciosa era la dependencia. El primero consideraba que la
    India tenía que madurar políticamente en forma
    paulatina hasta llegar al autogobierno – esto lo hizo ser
    un colaborador del consejo imperial entre 1902 y 1915 –
    mientras el segundo se mantenía intransigentemente alejado
    de las instituciones
    coloniales, impulsando mediante apasionados artículos
    periodísticos el logro de la independencia.

    En resumen, estos dos políticos hindúes
    representaban los dos extremos que más adelante
    encontrarían su centro en Gandhi; por un lado, el
    conservadurismo tendiente a la evolución social y la tolerancia de
    Gokhale y por el otro, la revolución
    nacional que pretendía llevar a cabo Tilak.

    ALBORES DEL SIGLO XX –
    GANDHI

    Luego de haberse reunido en India con el líder
    moderado Gokhale en reiteradas oportunidades durante 1901, como
    señaláramos en el anterior apartado, Gandhi
    volvió a Sudáfrica para retomar la lucha que venia
    emprendiendo.

    En 1904 fundó un periódico,
    "Indian opinion", que se convierte en instrumento de su predica.
    Ese mismo año, funda en Phoenix una colonia
    agrícola basándose en el concepto de
    exaltación del trabajo manual
    como elevación moral que
    había conocido en la obra de Ruskin. La regla de la
    comunidad es
    que cada uno debe ganarse la vida mediante el trabajo en
    los campos.

    Simultáneamente, estalla la revuelta de los
    Zulúes y Gandhi por segunda vez en su vida organiza un
    cuerpo voluntario para curar indistintamente a blancos y
    negros.

    Comienza a ejercitase en el ayuno como medio de
    purificación y autodominio y empieza a prevalecer en su
    conciencia el
    hecho de que tiene una misión que
    cumplir a la que debería dedicarle todo su ser.

    Corría el año 1906 cuando decide hacer el
    voto de castidad, y tal como describiría mas adelante es
    su autobiografía:

    "Ahora puedo comprender que los sucesos principales
    de mi vida que culminaron en aquel voto me preparaban
    secretamente para el SATYÂGRAHA. Este principio
    surgió antes de tener un nombre. No podría decir
    cuando nació realmente. En el Gujerat (estado situado al
    oeste de la India se usaba la expresión inglesa passive
    resistance – resistencia pasiva – pero ésta
    era interpretada demasiado restrictivamente […]
    parecía el arma de los débiles, no excluía
    con suficiente claridad los conceptos de violencia y de odio
    […] era evidente que los Indios debían acunar una
    nueva palabra para indicar esta cosa nueva ".

    El término SATYAGRAHA es una palabra
    compuesta que significa literalmente fuerza
    (agraha) de la verdad ( satyâ ). Esta concepción de
    la vida, mas que en una filosofía, se erigió en un
    sentido mas especifico para designar un METODO DE LUCHA
    POLÍTICA. El mismo consistía en negar obediencia a
    determinadas leyes consideradas injustas, pero en aceptar
    disciplinadamente las sanciones previstas por el legislador al
    poner a prueba su ley, ya que el fin es que el legislador, al
    aplicar la ley en todo su rigor, se convenciera de que era
    insostenible.

    Pese a que se había mostrado leal y amistoso
    hacia los Ingleses durante la rebelión de los
    Zulúes, lanza en septiembre de este año su primera
    campaña de resistencia no violenta
    (satyâgraha) en defensa de los indios de
    Sudáfrica.

    Esta campaña se oponía a la
    transformación en Ley de una Ordenanza que obligaba a
    todos los residentes asiáticos del territorio a sacar una
    cédula de identidad,
    luego de someterse a humillantes medidas policiales que los
    colocaban en el mismo nivel de los criminales comunes. Los Indios
    veían en la ordenanza un insulto a su dignidad. Los
    "satyâgrahi" voluntarios debían negarse a sacar la
    cédula; Si los multaban, no debían pagar; Si se los
    procesaba debían admitir haber violado deliberadamente la
    ley e ir a prisión sin resistirse. No se debía
    ejercer ninguna violencia sobre los dubitativos o las fuerzas del
    orden; A tal efecto Gandhi organizó patrullas de
    voluntarios que protegieron a quienes quisieron tramitar la
    cédula. Prácticamente ningún residente indio
    efectúo el tramite.

    Consecuentemente, las prisiones se vieron atestadas e
    incluso se intimó a Gandhi a abandonar el país en
    48 horas luego de haberlo apresado un año mas tarde, a
    fines de 1907.

    Desobedeció tal orden, fue arrestado y procesado.
    Pidió al juez una pena mayor que la dictada a sus
    compatriotas. Los jueces no tuvieron en cuenta su inquietud y lo
    sentenciaron a dos meses de prisión, siendo ésta su
    primera experiencia en lo que más tarde denominaría
    "los albergues de Su Majestad".

    Una vez liberado, y a través del director del
    periódico "The Leader" aceptó la propuesta
    gubernamental de que el Gobierno revocaría la ordenanza si
    sus compatriotas se presentaban espontáneamente a sacar la
    cédula. Así lo hicieron todos una vez excarcelados,
    aunque el Gobierno no revocó la ordenanza repudiada. Los
    indios se sintieron engañados y se rebelaron contra Gandhi
    a quien endilgaban una excesiva credulidad e ingenuidad llegando
    al extremo de agredirlo. Gandhi se negó a acusar al
    agresor, y emprendió una breve gira propagandística
    por Inglaterra y la India.

    En su país se estaba llevando a cabo el XXIV
    Congreso Nacional, reunido en Lahore, en el que se votó un
    orden del día de solidaridad con
    los indios de Sudáfrica e inicio la recolección de
    fondos.

    Luego de cuatro años de tensa calma e incesante
    labor, en 1911 se funda cerca de Johannesburgo una segunda
    colonia de voluntarios cuyo nombre rinde homenaje a uno de los
    inspiradores del satyâgraha, "La Granja
    Tolstoi".

    La lucha continua cotidianamente y alcanza uno de sus
    picos más álgidos en 1912 con la
    proclamación de un solemne hartal ( jornada de
    abstención del trabajo, de ayuno y plegaria) y con
    la
    organización de una marcha de millares de indios hasta
    el asiento del Gobierno en Transvaal. Dicha Hartal
    surgió como respuesta a nuevas medidas restrictivas del
    gobierno y a una sentencia de la corte suprema que declaraba
    nulos los matrimonios religiosos celebrados según la
    costumbre Hindú.

    Las autoridades tratan de resistir, enviando tropas
    contra la marcha y ordenando la detención de Gandhi. Sin
    embargo, deben liberarlo inmediatamente al darse cuenta que era
    el único que podía mantener cierta disciplina.
    Los manifestantes son inhumanamente "cargados" en trenes y
    enviados a Natal, la ciudad con mayor colectividad India en
    Sudáfrica en aquel entonces.

    Se lo arresta nuevamente a Gandhi, quien es condenado a
    quince meses de cárcel. Parece definitivamente derrotado
    pero a conseguido su primera gran victoria.

    Su nobleza y su valor sacuden
    a la opinión publica tanto local como internacional, al
    igual que al gobierno Sudafricano. En el curso de 1914 se revocan
    muchas de las leyes repudiadas, se reconoce a los nuevos
    inmigrantes la completa igualdad de
    derechos, se
    admite la validez de los matrimonios religiosos y Mohandas K.
    Gandhi es liberado.

    El general Jan Christiaan Smuts, a cargo de la colonia
    Sudafricana, se convierte en admirador y amigo de Gandhi. La
    fuerza de la verdad, el satyâgraha, había
    prevalecido sobre la fuerza de las leyes y las armas.

    Gandhi puede volver a su patria previo paso por
    Inglaterra, tan sólo dos semanas después de la
    declaración de guerra de Inglaterra a Alemania.
    Inmediatamente organiza un puesto de atención medica
    voluntaria con el auxilio de residentes indios en Inglaterra para
    curar a los heridos. La inclemencia del frío y la fatiga
    lo sumen en recurrentes enfermedades, por lo que los
    médicos prácticamente le obligan a volver a su
    país natal. Esta vez vuelve realmente. El 9 de Enero de
    1915 desembarca en Bombay. Llegaba el momento de ser profeta en
    su tierra.

    LA
    CAMPAÑA DE GANDHI EN LA INDIA

    El período que comprende el trienio 1915-1917 fue
    tan convulsionado en el ámbito mundial debido a la Primera
    Guerra como relativamente tranquilo para Mohandas Gandhi.
    Después de un periodo prolongado de preparación y
    meditación en su ashram (santuario, lugar de retiro
    y meditación) de Sabarmati, retoma su activo rol
    político al participar en el congreso que se celebra en
    Lucknow, en 1916. Mientras que en 1917 se destaca su viaje a lo
    largo del país promoviendo el mejoramiento de la
    situación de los campesinos.

    Su primer campaña de satyâgraha se
    da en julio de 1918, ya que el Gobierno Británico hizo
    conocer el proyecto de una
    nueva Constitución, con la cual entendía
    realizar la promesa de Montagu. Tal proyecto, que tomó el
    nombre del mismo Montagu y del virrey Lord Chalmsford, se basaba
    en la transferencia de algunos poderes del gobierno central a los
    gobiernos provinciales y en la introducción en éstos del llamado
    sistema diárquico. El gobierno central se reservaba
    las cuestiones de interés
    general y las funciones de
    coordinación. Todo lo demás pasaba a
    los gobiernos provinciales.

    Los asuntos de competencia de
    estos últimos se dividían en dos categorías:
    algunos de vital importancia, como la
    administración de justicia,
    policía, finanzas y
    defensa, eran de competencia del Gobernador, asesorado por
    consejeros ejecutivos nombrados por la Corona, que
    respondían ante el Gobierno General de la India y el
    Parlamento Inglés;
    otros, como agricultura,
    salud
    pública, educación, obras públicas,
    etc., estaban a cargo de ministros responsables ante asambleas
    legislativas provinciales electivas.

    En el ámbito del gobierno central, se creaba una
    nueva asamblea legislativa compuesta de 146 miembros, electos en
    su mayoría, que actuaba junto al Consejo de Estado, el
    cual también era en su mayoría electivo, con
    sufragio
    amplio. Se reconocían a las dos cámaras facultades
    de crítica
    y de iniciativa, pero no de control
    político.

    En el gobierno central no se introducía el
    sistema diárquico, sino que aquél sólo era
    responsable ante el ministerio británico para la India y
    el Parlamento Inglés. También el carácter representativo de los gobiernos
    provinciales era anulado por una cláusula que
    permitía al gobernador utilizar facultades de emergencia
    cuando – si no lograba el apoyo de la mayoría de la
    asamblea – lo considerase oportuno.

    Las reformas de Chalmsford-Montagu fueron recibidas en
    la India con desilusión. En una sesión
    extraordinaria del Congreso realizada en Bombay en octubre de
    1918, se renovó la oposición entre los moderados,
    que se inclinaban a aceptar el proyecto como un paso hacia el
    autogobierno, y los extremistas, que lo rechazaban. En esta
    ocasión, algunos moderados abandonaron el Congreso para
    formar un partido liberal, que tuvo pocos adeptos y escasa
    influencia sobre los hechos posteriores.

    La gran mayoría de la opinión nacionalista
    apoyó las posiciones intransigentes de los extremistas,
    sobre todo después que el Gobierno Británico, a
    comienzos de 1919, propuso un proyecto de ley, el llamado
    "Rowlatt Bill", que en esencia prolongaba indefinidamente
    para los delitos
    políticos los procedimientos
    judiciales especiales y las medidas excepcionales de defensa
    interna introducidos durante la guerra. El Rowlatt Bill
    contradecía el espíritu de la declaración
    Montagu y hacía dudar de la buena fe inglesa.

    Gandhi, que había saludado con fervor y confianza
    la declaración Montagu, quedó muy afectado. Estaba
    dispuesto -declaró- a condenar los atentados y los actos
    de violencia para cuya represión el Rowlatt Bill
    establecía procedimientos extraordinarios; pero lo que lo
    ofendía era que se hiciese caer sobre todo el pueblo indio
    la responsabilidad por esa violencia que
    aborrecía.

    El 20 de febrero de 1919, en un
    manifiesto dirigido al pueblo de la India, Gandhi
    propuso resistir al Rowlatt Bill con el "arma" que
    había utilizado con tanto éxito
    en Sudáfrica, el satyâgraha. Inmediatamente
    fundó una asociación la Satyâgraha
    Sachâ
    , para la prédica y la enseñanza del
    satyâgraha, y él mismo realizó en
    Allahabad, Bombay y Madrás, una serie de reuniones para
    explicar la técnica y el significado
    ético-religioso del satyâgraha. y las razones
    por las cuales proponía su adopción.

    Los adherentes fueron invitados a firmar una
    declaración formal redactada por el mismo Gandhi, en la
    cual se comprometían, cuando entrasen en vigor las leyes
    repudiadas, "a desobedecerlas y a desobedecer a todas las otras
    leyes que indique un Comité constituido ex profeso,
    pero sin realizar ninguna violencia contra persona o
    cosas".

    Habiendo resultado vanas todas las protestas y
    apelaciones al virrey, Gandhi fijó la iniciación
    del movimiento para el segundo domingo posterior a la
    sanción de la ley. "Y puesto que el
    satyâgraha -proclamó- es un proceso de
    autopurificación, y la nuestra una batalla sagrada, me
    parece oportuno que ésta comience con un acto
    purificatorio. Por tanto, que toda la India suspenda el trabajo
    por un día y lo dedique al ayuno y a la plegaria." Se
    fijó el solemne hartal para el 30 de marzo, y se lo
    postergó luego para el 6 de abril. Grandes multitudes
    respondieron al llamado.

    En Delhi, donde no se conoció a tiempo la
    postergación de la fecha, se lo observó el 30 de
    marzo. Piquetes de voluntarios vendían en las calles
    folletos políticos prohibidos, dando comienzo así a
    la desobediencia civil. Una multitud enorme se dirigió en
    procesión a los templos, para orar. La policía
    abrió el fuego sobre la manifestación no
    autorizada. Informado del hecho, Gandhi quiso trasladarse de
    Bombay a Delhi para impedir cualquier acto violento, pero la
    policía lo detuvo y lo envió custodiado de vuelta a
    Bombay, donde se le intimó a permanecer. Se
    difundió la noticia de su arresto y la tensión
    creció.

    La situación era particularmente grave en el
    Punjab. En Amritsar, algunos ingleses fueron asesinados. El
    Gobernador confirió entonces plenos poderes al comandante
    de la fortaleza, general Dyer, quien acababa de asumir el mando.
    Éste emitió una proclama prohibiendo toda
    reunión; y el 13 de abril, cuando una multitud de
    más de cinco mil personas se congregó en una
    localidad llamada Jallianwala Bah, Dyer, que disponía de
    pocas fuerzas y temía ser superado, dio orden de disparar
    sin aviso previo. Se produjo una matanza; un millar de personas
    quedaron en el lugar, de las cuales 379 estaban
    muertas.

    La noticia turbó profundamente a Gandhi. Se
    trasladó al lugar y realizó una investigación. Se convenció entonces
    de que se había violado el espíritu del
    satyâgraha, que la multitud y después los
    soldados, habían perpetrado violencia. Consecuentemente,
    realiza una reunión en su ashram de Sabarmati,
    donde exhorta a los culpables de las violencias a comparecer y
    hacer expiación. Anuncia que él mismo se
    someterá a un ayuno purificador de tres días, e
    invita a todo el pueblo a efectuar un día de
    ayuno.

    Al hablar en Nadiad, reconoció su culpabilidad,
    y admitió haber cometido "un error grande como el
    Himalaya", por haber iniciado el movimiento antes de que la
    multitud hubiese comprendido bien su espíritu no
    violento.

    El 18 de abril, en un acto de gran valor, y a pesar de
    las protestas de los extremistas, Mohandas K. Gandhi
    ordenó la suspensión del movimiento.

    "Traicionaría el satyâgraha
    -proclama- si permitiese que en su nombre se cometieran actos
    violentos. Nuestra acción, por el momento, debe
    consistir solamente en ayudar de todas las maneras posibles a
    las autoridades a restablecer la legalidad.
    Debemos predicar el satya ( la verdad) y el
    ahimsâ ( la no-violencia, el amor por los
    seres) antes de lanzar nuevamente el
    satyâgraha."

    Gandhi retoma en los meses siguientes su apostolado. En
    mayo forma un núcleo de satyâgrahi "probados
    y puros de corazón",
    capaces de enseñar con la palabra y el ejemplo la doctrina
    de la no-violencia. El ashram, fundado en Sabarmati en un
    bungalow alquilado, se convierte en el cuartel general del
    movimiento, como antaño la Granja Tolstoi en
    Sudáfrica previamente mencionada; en él rigen las
    mismas reglas. Gandhi asumió la dirección de un semanario en inglés,
    "Joven India", y de una publicación mensual en gujerati,
    "Navajivan", a través de los cuales difundió sus
    ideas.

    Mientras tanto Lord Montagu había obligado al
    general Dyer a dimitir, y había nombrado una
    comisión investigadora presidida por Lord Hunter. El
    Comité Ejecutivo del Congreso decide boicotear los
    trabajos de esta comisión y nombra otra en su lugar, en la
    cual se invitó a Gandhi para que participase. La
    acción de Dyer fue censurada finalmente en los Comunes por
    una mayoría mínima; en la Cámara de los
    Lores, se la elogió abiertamente, mientras se realizaba
    entre el público inglés una suscripción para
    honrar al valeroso general.

    En respuesta a esta provocación, el Congreso
    realizó la sesión de ese año (1919) en
    Amritsar, el lugar de la matanza. Pocos días antes de su
    convocación el Gobierno realizó una serie de actos
    tendientes a disminuir la tensión, liberando a los
    prisioneros políticos y promulgando las leyes que
    concretaban las reformas Chalmsford-Montagu. En el Congreso de
    Amritsar, Gandhi ejerció una influencia moderadora, contra
    la tesis de
    Tilak, quien sostenía que debía boicotearse la
    nueva Constitución; pero pocos meses después dos
    acontecimientos llevaron la tensión al
    máximo.

    A principios de marzo de 1920 se publicó el
    informe de la
    Comisión Hunter, que en esencia endilgaba la
    responsabilidad de la matanza de Amritsar a Gandhi y el
    satyâgraha. Casi simultáneamente llegó
    la noticia de la firma del "Tratado de Sèvres" y del
    desembarco de los griegos en Esmirna, que significaban el
    desmembramiento del Imperio Otomano contra la promesa dada por
    Lloyd George a los musulmanes de la India de respetar su
    integridad, condición considerada necesaria para que el
    Sultán de Turquía pudiese continuar ejerciendo la
    función
    de Califa del Islam. Gandhi, en
    una reunión de hindúes y musulmanes realizada en
    Delhi en noviembre de 1919, se había comprometido a apoyar
    a los musulmanes si se amenazaba al califato.

    A causa de esta traición, decidió
    reiniciar la agitación contra el Gobierno
    Británico. Pero esta vez no se limitará al boicot
    de una ley, sino que asumirá el carácter de un
    movimiento de no-colaboración en todos los niveles. El 10
    de agosto él mismo rompió las hostilidades
    devolviendo al Gobierno Británico todas sus
    condecoraciones y el 12 de agosto anunció su
    intención de proponer la no-colaboración en la
    sesión extraordinaria del Congreso, convocada para
    septiembre de 1920, a la par que aclaró su
    significado:

    "Alguien ha dicho que la no-colaboración es
    anticonstitucional. Me atrevo a negarlo. Por el contrario,
    afirmo que es una doctrina justa y religiosa. No
    defendería la constitucionalidad de una acción
    tendiente a obtener justicia por medios violentos. Como he
    afirmado muchas veces, la violencia tiene que servir a aquel
    que sirve en Europa, pero
    a nosotros en la India nunca nos ayudará… Cuando
    llegue el tiempo de desenvainar la espada me retiraré a
    la jungla indostana. Si la India admite la doctrina de la
    espada mi vida pública estará
    terminada.''

    Pero el Congreso extraordinario reunido en septiembre no
    consideró que ese momento había llegado
    todavía y aceptó la propuesta de Gandhi. El llamado
    a la no-colaboración encontró un gran eco.
    Siguiendo el ejemplo de Gandhi, muchos devuelven las
    condecoraciones, centenares de magistrados y funcionarios indios
    renuncian, los litigantes no se dirigen ya a los tribunales, las
    escuelas gubernamentales quedan vacías, y
    satyâgrahi voluntarios conducen una intensa
    propaganda contra el uso de productos
    extranjeros. El mismo Gandhi da el ejemplo: aprendió a
    hilar y a tejer y llevó vestidos tejidos por
    él mismo. El charka, el telar de mano, amigo de ese
    campesino
    indio que, antes de la invasión de los tejidos de algodón
    de Lancashire, obtenía de esta única industria
    doméstica algunos annah (vestimenta típica)
    para aumentar sus magros ingresos, se
    convierte para Gandhi en el símbolo de la rebelión
    contra la civilización occidental y su explotación
    de la India.

    Sin embargo, no siempre se respeta el espíritu de
    la no-violencia: en Malegaon estallan sangrientos tumultos entre
    hindúes y musulmanes; en Bombay, la llegada del
    Príncipe de Gales, que había ido a la India en
    visita oficial, provocó tumultos con devastaciones y
    víctimas entre los indios cristianos que no habían
    adherido al solemne hartal decretado como protesta por el
    Comité del Congreso.

    Gandhi se conduele. Cuando estallaron los
    desórdenes se encontraba en Bombay para asistir a una
    solemne quema de tejidos extranjeros con la cual se quería
    "saludar" al Príncipe de Gales. Se trasladó
    inmediatamente al lugar para arengar a la multitud
    recriminándola ásperamente.

    A pesar de estos acontecimientos, en febrero de 1922,
    Gandhi se apresta a lanzar el satyâgraha en su forma
    más radical, la de la desobediencia civil, comenzando en
    la región de Bardoli. Desde entonces es el jefe
    indiscutido del movimiento nacionalista. Gokhale y Tilak han
    muerto, C. R. Das está en la cárcel, y el Congreso
    le delegó todos los poderes.

    Su persona empezó a ser objeto de supersticiosa
    veneración entre las masas. Mendigos, ascetas y campesinos
    lo siguen durante días y días, al acecho del
    momento de poder atraer
    su mirada, pues una antigua superstición hindú dice
    que la mirada de un santo es un medio de purificación.
    Allí donde aparecía, la multitud cantaba himnos
    religiosos en su honor y lo saludaba con
    emoción.

    Gandhi anuncia su decisión – el 1º de
    febrero – en una carta al virrey
    que, más que una carta, es un verdadero ultimátum:
    si el 15 de febrero el gobierno virreinal no se
    comprometía a conceder la autonomía a la India.
    ésta la conquistaría por sí misma
    colocándose fuera del Imperio.

    Pero el 4 de febrero le llegaron noticias de
    gravísimos actos de violencia realizados por una multitud
    enfurecida en Chauri-Chaura, donde una decena de policías
    ingleses fueron quemados vivos. Por tercera vez la confianza de
    Gandhi es vulnerada cruelmente… por tercera vez se siente
    culpable. Dos días después, escribe en el "Joven
    India" su confesión pública:

    "…Ninguna provocación puede justificar la
    brutal matanza de hombres impotentes a merced de la multitud,
    cuando la India proclama que es no-violenta y quiere ascender
    al trono de la libertad
    mediante la no-violencia… En cuanto al ultimátum
    enviado al virrey, debo retirarlo y confesar mi culpa…
    Sé que es un acto tonto desde el punto de vista
    político, pero es justo, es el único justo desde
    el punto de vista de mi conciencia… Los únicos fines
    de mi vida son el satyâ (la verdad) y la
    ahimsâ (la no-violencia). No tengo poderes
    sobrenaturales… Estoy hecho de la misma carne débil
    que el más débil de mis compañeros y, por
    ende, puedo errar… Siento que debo sufrir una
    purificación personal… Por
    ello he decidido someterme a un ayuno de cinco
    días.''

    El 11 de febrero el Comité Ejecutivo del Congreso
    aprueba, en medio de violentas oposiciones, la propuesta de
    Gandhi de suspender el satyâgraha como movimiento de
    masas. El 10 de marzo el gobierno virreinal, acuciado por la
    opinión
    pública inglesa y aprovechando la momentánea
    caída de popularidad de Gandhi, se atreve a hacer lo que
    hasta ese momento no había osado: lo arrestó a
    Gandhi bajo la acusación de "haber provocado con escritos
    y discursos la
    rebelión contra el gobierno de S. M.
    Británica".

    El proceso se realiza ocho días después.
    Gandhi hace una breve declaración en la cual reconoce de
    modo explícito la justeza de las acusaciones dirigidas
    contra él.

    "Quiero subrayar -dice- toda la reprobación que
    el abogado general ha arrojado justamente sobre mis espaldas
    por los hechos de Bombay y de Chauri-Chaura… Por ello, estoy
    aquí para sufrir la pena más severa. La
    no-violencia es el primero y el último artículo
    de mi fe… Sabía que era peligroso, pero he
    creído que era mi deber arriesgarme… Si me
    dejáis libre, volveré a comenzar… Por ende,
    señor juez, no os queda más que absolverme,
    desligando vuestra responsabilidad de la del sistema a cuyo
    servicio estáis, o – si creéis en ese sistema –
    condenarme al máximo de la pena."

    El juez respondió rindiendo homenaje a los
    altísimos ideales y a la grandeza moral y rectitud de
    Gandhi, pero se declaró en el penoso deber de aplicar la
    ley y condenarlo a seis años de cárcel.

    Gandhi pasó en la cárcel dos años,
    durante los cuales fue un prisionero modelo. Para el
    satyâgrahi – había escrito en un
    artículo publicado en "Joven India" el 3 de noviembre de
    1921, en previsión del arresto – la cárcel "es el
    único lugar seguro y
    honorable… Cuando se nos encarcela en el cumplimiento de
    nuestro deber, debemos sentirnos felices… y lo deseamos porque
    consideramos injusto ser libres bajo un gobierno que juzgamos
    cautivo". Gandhi se sentía feliz. En una carta a un amigo,
    Hakim Ajmal Khan, del 14 de abril de 1922, escribe:

    "Mi celda es digna, limpia y ventilada. El permiso
    para dormir al aire libre es
    para mí una bendición. Me levanto a las cuatro
    para orar… a las seis y treinta comienzo a estudiar… No se
    me permite tener una luz, pero
    empiezo a trabajar apenas sale el sol y
    termino al caer el crepúsculo. A las ocho me acuesto,
    después de recitar la habitual plegaria del
    ashram. Estudio el Corán, el
    Râmâyana y algunos libros sobre el
    cristianismo que me dió Standing; hago ejercicios de
    urdu… En total dedico al estudio seis horas. Cuatro
    horas las dedico a hilar o tejer… Hilar es para mí una
    necesidad interior cada vez más imperiosa. De este modo
    me acerco cada día al más pobre entre los pobres
    y a través de él, a Dios. Por ello, amigos
    míos, no os apenéis por mí. Soy feliz como
    un pajarito y siento que no pierdo el tiempo. Mi permanencia
    aquí es una óptima escuela y nos dirá si
    nuestro movimiento es vital o sólo la obra de un
    individuo,
    es decir, algo transitorio…"

    Gandhi iba a tener la respuesta a esta pregunta antes de
    lo previsto. Después de dos años de cárcel
    se enfermó de apendicitis. Fue trasladado a un hospital
    militar y operado con éxito. Apenas comenzó su
    convalecencia se lo liberó sin condiciones.

    La situación política parecía haber
    cambiado radicalmente. Había sido revocado el Rowlatt
    Bill
    y, en cuanto al califato, los mismos turcos
    habían resuelto la cuestión deponiendo al Califa.
    El movimiento de no-colaboración había perdido todo
    vigor. Nuevamente amenazaba al Congreso un cisma, entre los
    partidarios del cambio y aquellos que pretendían mantener
    los preceptos gandhianos. También la unión de
    hindúes y musulmanes, que Gandhi había logrado
    realizar fatigosamente aprovechando la agitación por el
    califato, quedó destruida de manera lamentable en una
    serie de episodios de violencia y de sangre.

    Gandhi, aunque desilusionado y deseoso de retirarse de
    la escena política, hizo un último esfuerzo para
    restablecer la unidad dentro del Congreso y entre éste y
    los musulmanes; tuvo éxito parcial en el primer intento,
    pero fracasó en el segundo.

    Cuando le ofrecieron la presidencia de la sesión
    del Congreso realizada a fines de 1924 en Belgaum, en un comienzo
    rechazó. "La intelectualidad del país parece
    reprobar mi doctrina y mi acción", comenta amargamente.
    Pero sus amigos insisten, convencidos de que sólo la
    autoridad de
    Gandhi podrá evitar el cisma, y finalmente acepta, pero
    únicamente para explicar los motivos de su
    retiro.

    "Permitidme que renueve aquí mi
    profesión de fe, declara en la alocución
    presidencial. Como congresista deseoso de mantener la unidad
    del Congreso propongo abandonar la no-colaboración…
    pero como individuo no puedo ni quiero hacerlo mientras el
    gobierno sea lo que es. Para mí no es solamente una
    cuestión política, sino también un acto de
    fe… El satyâgraha es para mí la
    búsqueda de la verdad, y Dios es la verdad. La
    ahimsâ o no-violencia es la luz que me revela la
    verdad. El svarâj es solamente una parte de esta
    verdad…"

    Después del Congreso de Belgaum, Gandhi se
    apartó cada vez más de la vida política, con
    algunas raras apariciones, y dedicó intervalos cada vez
    mayores a la tarea de reconstrucción social:
    difusión del khaddar, pacificación entre
    hindúes y musulmanes, reivindicación de los
    "intocables", propaganda contra las bebidas alcohólicas y
    las drogas
    tóxicas, elevación de la mujer,
    etcétera. En dos ocasiones asumió un papel de
    primera importancia: en la discusión y preparación
    de la nueva constitución India y al estallar la
    guerra.

    El Partido del Congreso, o con más
    precisión, el ala del Congreso partidaria de no boicotear
    las reformas de Chalmsford-Montagu y participar en las elecciones
    para los Consejos Legislativos renovados, había
    conquistado la mayoría en todas las Provincias derrotando
    a los liberales en las elecciones de 1928 y en las de 1926
    (aunque con algunas pérdidas en estas últimas,
    debido a la detección de elementos musulmanes y de otros
    de tendencia liberal-conservadora que habían formado
    agrupaciones autónomas, el Central Muslím
    Party
    y los Independientes).

    En el interior de los Consejos Legislativos el
    Congress Party ( Partido del Congreso ) continuaba la
    batalla, denunciando la insuficiencia de las reformas y
    boicoteando el funcionamiento de los Consejos, hasta el punto de
    que en Bengala y en las Provincias Unidas el Gobernador
    debió recurrir a poderes de emergencia, con lo que
    agudizó la oposición. En 1927 el Gobierno
    Británico nombró una comisión parlamentaria
    presidida por Lord Simon para realizar una investigación
    sobre el funcionamiento del sistema diárquico y verificar
    los fundamentos de las protestas de los nacionalistas.

    La falta de inclusión de indios en la
    Comisión restó a la medida todo efecto de
    distensión; por el contrario, provocó nuevo
    descontento. El Congreso de Madrás de 1927 proclamó
    que el objetivo del movimiento nacionalista sería en lo
    sucesivo el parna svarâj, es decir, la total
    independencia.

    Al año siguiente, en el Congreso de Calcuta,
    Gandhi, que al agravarse la crisis
    había cedido a las presiones de los amigos y retomado el
    contacto con el movimiento político, ejerció una
    influencia moderadora. Se declaró contrario a la
    supresión de todo vínculo con Gran Bretaña y
    logró hacer aceptar un proyecto de Constitución,
    elaborado por el Congreso y por elementos liberales, que
    habría convertido a la India en un
    Dominio.

    En esa ocasión, se encontró con un grupo
    de jóvenes encabezados por Jawaharlal Nehru, que lograron
    que el proyecto de Gandhi fuera aceptado con la condición
    de ser ratificado por el Parlamento Británico antes del 8
    de diciembre de 1929.

    El Gobierno Británico respondió a esta
    especie de ultimátum atrincherándose en la
    necesidad de oír el informe de la Comisión Simon.
    El Congreso, reunido a fines de 1929 en Lahore, eligió
    para su presidencia al joven Nehru; interrumpió toda la
    negociación y reivindicó la plena y
    absoluta independencia de la India. También esta vez
    Gandhi estuvo de acuerdo. El Congreso le confirió
    nuevamente poderes dictatoriales y el 4 de marzo anunció a
    Lord Irwin que se reiniciaría la campaña de
    desobediencia si el Gobierno no daba de inmediato alguna prueba
    de su buena voluntad.

    El Gobierno no respondió. Gandhi decidió
    entonces escoger, para comenzar la campaña de
    desobediencia, la ley sobre el monopolio de
    la sal, la cual era particularmente odiosa porque incidía
    principalmente sobre los pobres.

    En la mañana del 12 de marzo de 1930 Gandhi,
    seguido de 79 estudiantes, prima núcleo de
    satyâgrahi voluntarios, abandonó el
    ashram de Sabarmati y se dirigió a pie hacia la
    costa para fabricar unos gramos de sal, en signo de desprecio
    hacia el monopolio. En cada etapa, en cada aldea, decenas y
    centenas de indios de toda condición en su mayoría
    campesinos, se unieron a cortejo. Este llegó al mar de
    Dandi, al norte de Bombay, el 5 de abril. En la mañana del
    6 de abril Gandhi recogió algunos gramos de sal de la
    playa en medio de una multitud frenética que lo
    idolatraba.

    Éste fue el comienzo de la campaña de
    desobediencia civil, que se desarrolló con una
    participación de las masas bastante mayor y decidida que
    en 1922. Los campesinos dejaron de pagar el impuesto
    territorial; el boicot de los tejidos extranjeros se hizo
    general; los funcionarios gubernamentales quedaron aislados. Los
    comerciantes se negaban a vender los artículos más
    necesarios. Los tribunales estaban desiertos.

    Los ingleses trataron en un principio de reaccionar
    haciendo que la policía cargara contra los manifestantes y
    arrestara a los violadores de la ley. Entre los primeros
    arrestados estuvo Jawaharlal Nehru. Gandhi fue arrestado la noche
    del 4 al 5 de mayo. Sin preaviso, se realizó un solemne
    hartal de protesta en toda la India. Desaparecido Gandhi,
    su mujer asumió la dirección de la campaña.
    También ella fue arrestada. Pero a medida que los jefes
    designados de antemano eran arrestados, jefes locales
    improvisados brotaban de todas partes.

    A fines de octubre los arrestados por motivos
    políticos eran 23.000. En diciembre, casi
    50.000.

    Entre tanto, pocas semanas después del arresto de
    Gandhi, la Comisión Simon había publicado su
    informe, que concluía con la recomendación de
    abolir el sistema diárquico y de crear gobiernos indios
    responsables ante las asambleas legislativas de las provincias,
    aunque manteniendo en el centro un ejecutivo fuerte controlado
    por el Gobierno Británico. Para discutir estas
    recomendaciones y trazar los lineamientos generales de una nueva
    constitución el primer ministro Mc. Donald convocó
    en Londres una Conferencia de
    "Mesa Redonda"
    e invitó a participar en ella a los representantes de las
    diversas comunidades, grupos, partidos
    políticos y príncipes indios.

    El Congreso rechazó la oferta, por lo
    cual la Conferencia fue estéril, en ausencia del principal
    interlocutor del Gobierno Británico. Este intentó
    entonces efectuar un acercamiento. El 25 de enero de 1931
    liberó sin condiciones a Gandhi y a los otros miembros del
    Ejecutivo del Congreso. Al término de una serie de
    conversaciones en Nueva Delhi entre el Virrey y Gandhi, durante
    febrero – marzo de 1931, se llegó a un acuerdo llamado
    "pacto Irwin-Gandhi", por el cual el Gobierno Británico
    modificaba las leyes sobre el monopolio de la sal, liberaba a los
    detenidos políticos y rescindía las ordenanzas
    especiales y los procedimientos pendientes, mientras el Congreso
    -a cambio de esto- aceptaba participar en la Conferencia de la
    "Mesa Redonda". Así, ésta pudo reiniciarse en
    septiembre con la presencia de una delegación del Congreso
    encabezada por Gandhi.

    Las discusiones duraron hasta el 1° de diciembre. Se
    llegó a un acuerdo muy vago sobre los lineamientos
    generales de una nueva Constitución; pero no fue posible
    formular un proyecto concreto por
    el desacuerdo entre Gandhi y los representantes de las
    comunidades minoritarias indias, en particular los musulmanes y
    los "intocables", que exigían electorados separados con la
    reserva de una cuota de puestos en las asambleas legislativas.
    Gandhi reafirmó, en cambio, el derecho del Congreso a
    representar a toda la nación.
    En particular, se oponía a la creación de
    electorados separados para los "intocables", porque, como dijo en
    un apasionado discurso:

    "Ello significaría el reconocimiento oficial y
    la perpetuación de una institución
    vergonzosa".

    Yo no sacrificaría los intereses de los
    "intocables" ni siquiera a la libertad de la India… No
    queremos que los "intocables" sean considerados como una
    comunidad. Los sikhs pueden seguir siendo siempre una
    comunidad, al igual que los musulmanes y los angloindios. Pero,
    ¿pueden los "intocables" seguir siendo siempre
    intocables? Antes quisiera ver morir el hinduismo que
    sobrevivir a la "intocabilidad"… Debo declarar que si fuese
    el único en resistir lo haría a costa de mi
    vida".

    A la vuelta, Gandhi se detuvo primero en Villeneuve, en
    Suiza, donde fue huésped de su amigo y biógrafo
    Romain Rolland, y luego en Roma. Mussolini,
    que tomaba a Gandhi por un jefe de tribu cualquiera, enemigo de
    los ingleses, insistió en que fuera huésped del
    Gobierno Italiano.

    Pero Gandhi prefirió alojarse en lo de un amigo
    de Romain Rolland. El día de su llegada fue recibido por
    el Duce, quien trató de impresionarlo recibiéndolo
    en una sala cubierta de armas y de mosqueteros que, a su paso,
    presentaban los puñales. El resultado, naturalmente, fue
    desastroso. Después de diez minutos Gandhi escapó
    disgustado.

    "Tiene los ojos de un gato -dijo más tarde- y
    los hace girar incesantemente en todas direcciones para
    fascinar y aterrar a su interlocutor. Pero no me dejé
    aterrar''.

    No tuvo mayor éxito un desfile de "balillas
    mosqueteros" al que Gandhi fue invitado y donde lo recibieron con
    salvas de cañones. Mussolini, con el tacto que lo
    caracterizaba, había preparado un recibimiento apropiado
    para el apóstol de la no-violencia. Mayor sensibilidad
    demostró la princesa María de Saboya, quien quiso
    visitarlo y le llevó una cesta de higos, que él
    agradeció mucho. Un día después de su
    partida el "Giornale d'Italia"
    publicó una entrevista con
    Gandhi que éste nunca pensó siquiera en
    conceder.

    Desembarcó en Bombay el 28 de diciembre; dos
    días antes el Gobierno de la India había hecho
    arrestar a Nehru y a otros jefes del Congreso.

    El fracaso de la Conferencia de Londres y otras
    circunstancias, entre ellas la repercusión en la India de
    la gran crisis económica, determinaron la
    reiniciación de la agitación. Las últimas
    declaraciones de Gandhi antes de partir hacían prever la
    continuación del movimiento de
    no-cooperación.

    Esta vez el Gobierno Británico estaba decidido a
    intervenir con presteza. Después de un infructuoso cambio
    de cartas con el Virrey, Gandhi proclamó el 3 de enero de
    1932 la reiniciación de la desobediencia civil.
    Veinticuatro horas después fue arrestado, junto con su
    lugarteniente V. Papel, y encerrado en la cárcel de
    Yeravada.

    Esta vez Gandhi no dejó de luchar, ni siquiera en
    la cárcel. Se había propuesto dedicar, a su retorno
    a la India, todas sus fuerzas a una campaña en favor de
    los "intocables". Desde la cárcel escribió al
    ministro para la India, Sir Samuel Hoare, y le advirtió
    que lo que había dicho en Londres no era mera
    retórica; y cuando el Gobierno Inglés dio a
    conocer, el 17 de agosto, su decisión de aceptar la
    recomendación relativa a los electorados separados, Gandhi
    comunicó directamente al Primer Ministro Mc Donald su
    intención de dejarse morir de hambre si no se anulaba la
    decisión en lo concerniente a los "intocables".

    Habiendo resultado infructuoso el cambio de cartas entre
    ellos, el 2 de septiembre Gandhi comenzó a rechazar el
    alimento. Después de cuatro días durante los cuales
    permaneció extendido bajo un árbol del patio de la
    prisión, su estado físico comenzó a
    empeorar.

    Los miembros de las diversas comunidades minoritarias se
    reunieron a toda prisa en Poona, donde llegaron a un acuerdo que
    reservaba a los "intocables" un cierto número de bancas
    por diez años, pero abolía los electorados
    separados. Gandhi aprobó el acuerdo e interrumpió
    el ayuno.

    Poco tiempo después, el 8 de mayo de 1933,
    habiendo amenazado con un nuevo ayuno de 12 días si no se
    revocaba la prohibición para los "intocables" de entrar a
    los templos hindúes, las autoridades británicas lo
    pusieron en libertad.

    También esta vez, al salir de la cárcel
    Gandhi se apartó de la vida política,
    después de confiar al joven y ya predilecto Jawaharlal
    Nehru la conducción del Congreso. Emprendió un
    largo viaje a pie a través de la campaña India para
    predicar la abolición de la intocabilidad. En 1935
    dedicó todos sus esfuerzos a socorrer a las
    víctimas del espantoso terremoto de Patna. En 1936
    organizó en Faspur una exposición
    de la industria artesanal, para favorecer su renacimiento, que
    siempre consideró esencial para el saneamiento
    económico de la India.

    Con el advenimiento del segundo conflicto mundial,
    Gandhi volvió a contactarse con el movimiento de
    independencia. Lo indujo a hacerlo el temor que despertó
    en él la afirmación en el seno del Congreso de un
    grupo nacionalista extremista de tendencia filo-fascista: el
    llamado "Bloque de Avanzada" conducido por Subhas Chandra
    Bose.

    Desde que comenzó a perfilarse en Munich la
    crisis europea, el Congreso, bajo la dirección de Nehru,
    había condenado repetidamente la política del Eje y
    de su aliado japonés, aunque rechazaba la
    colaboración con el Gobierno Británico. Bose, en
    cambio, era partidario de colaborar con los enemigos de Gran
    Bretaña para expulsar a los ingleses. Cuando S. C. Bose
    fue elegido presidente del Congreso, en enero de 1939, 12 de los
    15 miembros del Ejecutivo renunciaron. Gandhi intervino entonces
    y obtuvo del Congreso reunido en marzo de ese año en
    Tripuri la confirmación de la línea "seguida en los
    años anteriores bajo la dirección de Gandhi". En
    mayo, Bose debió renunciar.

    Al estallar la guerra, el Congreso tomó
    posición con el manifiesto del 14 de septiembre de 1939,
    en el cual condenaba al nazismo y al
    fascismo;
    afirmaba que la actitud de la
    India debía decidirla el pueblo indio que si bien la India
    no se asociaría a una guerra tendiente a la defensa del
    status quo en cambio colaboraría en la defensa de
    democracia si
    los principios de ésta se aplicaran a aquélla con
    la constitución de un gobierno nacional responsable ante
    una asamblea central elegido por el pueblo.

    En esa ocasión Gandhi quería que el
    Congreso tratase una moción de apoyo moral incondicional
    al Gobierno Británico. Su condena de la violencia le
    prohibía toda participación en la guerra, pero le
    repugnaba poner condiciones en un momento en que esto
    podía parecer un chantaje. Sin embargo, aceptó
    disciplinadamente la decisión tomada por el Congreso, y
    él mismo la expuso en una conversación con el
    Virrey el 26 de septiembre.

    La posición del Congreso permaneció
    inmutable durante toda la guerra. A las promesas de conceder la
    independencia al finalizar la guerra y de solicitar a una
    asamblea constituyente elegida por el pueblo indio la
    formulación de una nueva Constitución, promesas
    hechas por el gobierno de Churchill en agosto de 1940,
    inmediatamente después de la caída de Francia, opuso
    el pedido una inmediata transferencia de los poderes a un
    gobierno indio provisorio; y, al no obtenerla, decretó en
    octubre la reiniciación la desobediencia civil.

    Los ingleses hicieron un nuevo esfuerzo después
    de Pearl Harbor y de la conquista de Birmania por los japoneses.
    Liberaron a Nehru y a los otros jefes del Congreso encarcelados
    después de la reiniciación la desobediencia civil,
    y enviaron a la India a Sir Stafford Cripps en marzo de 1942.
    Pero las nuevas ofertas también fueron rechazadas, al no
    aceptar el Gobierno Británico la transferencia a un
    gobierno indio provisorio la responsabilidad por la defensa del
    país.

    El Congreso decidió reiniciar la
    no-colaboración. Esta vez Churchill hizo arrestar a todos
    los miembros del Ejecutivo del Congreso y al mismo Gandhi, quien
    sin embargo fue puesto en libertad en mayo de 1944,
    después que su salud se vio gravemente
    afectada por un enésimo ayuno de protesta realizado en
    febrero de 1943 y de la muerte en la
    cárcel, un año después, de su mujer
    Kasturbai. Hasta el fin de guerra no se hizo ningún
    intento por reiniciar las conversaciones.

    El momento decisivo llegó en 1945, con el ascenso
    al poder de los laboristas. Estos se hallaban bien decididos a
    renunciar a la India. Terminadas las hostilidades,
    carecían de validez las razones de seguridad militar
    que habían inducido a Churchill a rechazar la
    transferencia de los poderes hasta no lograr la paz. Pero
    subsistía otra gran dificultad, que hizo necesarias,
    difíciles y largas negociaciones, conducidas por una
    comisión parlamentaria y el Virrey Lord Wavell primero y
    por el sucesor de éste -Lord Mountbatten-
    luego.

    La Liga Musulmana, afirmando su exclusivo derecho a
    hablar en nombre de todos los musulmanes, exigió estar
    representada en el gobierno indio provisorio a la par del
    Congreso, aunque los musulmanes sólo eran una
    minoría de la población; y como solución a
    largo plazo auspiciaba la creación de un Estado
    musulmán separado, formado por las provincias de
    mayoría musulmana.

    El Congreso, en cambio, expresión de un
    nacionalismo laico, reivindicaba el derecho a hablar
    también en nombre de los indios de religión
    musulmana y auspiciaba una India Federal pero unida.

    Finalmente prevaleció la tesis de los musulmanes,
    y cuando los ingleses abandonaron la India, el 15 de agosto de
    1947, el ex Imperio se dividió en dos Estados distintos,
    la Unión India y el Pakistán, que comprendía
    el Sind, el Beluquistán, la provincia de la frontera del
    N.O. y parte del Punjab y de Bengala. La delimitación de
    las fronteras, a cargo de dos comisiones mixtas, resultó
    dificilísima, pues hindúes y musulmanes se hallaban
    inextricablemente entremezclados, sobre todo en el Punjab y en
    Bengala. Todo esto provocó recriminaciones y
    resentimientos que se tradujeron en persecuciones y matanzas de
    las respectivas minorías que habían quedado en los
    dos Estados, en particular en el Punjab. Para escapar a ellas se
    produjeron, de una y otra parte, migraciones en masa.

    A fines de ese año fatal de 1947 los muertos de
    ambas partes llegaban al millón, mientras que los
    prófugos se estimaban en las regiones occidentales en 5
    millones y medio, en ambos sentidos, y en Bengala en 1.250.000
    aproximadamente.

    Gandhi había presentido la tragedia en camino y
    proyectó una última y patética lucha para
    evitarla. Se opuso encarnizadamente a la división de la
    India y hasta cuando Nehru y los otros líderes del
    Congreso debieron aceptar, a pesar suyo, la creación del
    Pakistán, Gandhi se opuso con desesperada
    obstinación.

    El 15 de agosto de 1947, día de la
    transferencia de poderes y del nacimiento de la India
    independiente
    , no fue para él un día de fiesta.
    Gandhi pasó todo el día en Calcuta, en casa de un
    amigo musulmán, orando y ayunando. En las semanas
    siguientes luchó con todas sus fuerzas para detener las
    persecuciones y las matanzas de musulmanes, pero era un pobre
    viejo cada vez más solo a pesar de la veneración de
    que se lo rodeaba.

    Amenazando con dejarse morir de hambre, logró que
    en Calcuta se estableciese una calma relativa. Se trasladó
    luego a Delhi, donde los prófugos hindúes
    provenientes del Punjab cometían toda clase de violencias
    contra los musulmanes.

    También en Delhi comenzó en diciembre a
    rechazar alimento y declaró que no suspendería el
    ayuno mientras no cesasen las violencias; por un tiempo cesaron,
    en efecto. Los jefes de las organizaciones
    hindúes militantes fueron llorando a depositar sus armas a
    los pies de Gandhi. Pero el primer día que salió
    para retomar su querida costumbre de orar en común al aire
    libre, una bomba de mano fue arrojada contra el cerco de paredes.
    Gandhi no se dejó atemorizar y continuó yendo al
    jardín donde se realizaba la plegaria. Lo hizo
    también la noche del 30 de enero de 1948. Dos
    jóvenes discípulos sostenían sus
    débiles pasos. Los miembros de la Congregación se
    inclinaron ante su paso.

    También se inclinó un joven de la primera
    fila que empuñaba en el bolsillo una pistola
    pequeña. Era un fanático militante de una organización hindú extremista. Su
    nombre era Nathuram Godse. Cuando Gandhi pasó delante de
    él, apretó repetidas voces el gatillo. Gandhi dio
    aún dos o tres pasos, y luego cayó murmurando "
    ¡oh, Dios!".

    CONCLUSIÓN

    Así terminó, a los 78 años, la vida
    de este hombre extraordinario que luchó para afirmar un
    ideal de no-violencia y de amor y cayó víctima de
    las mismas pasiones que había tratado de exorcizar. El
    llanto de millones de sus compatriotas y el sincero pesar de todo
    el mundo no podían disimular la realidad: había
    llegado al fin de su vida sin mancha, honrado y venerado, pero,
    en el fondo, solo y derrotado. Sus ideales eran demasiado
    elevados para poder triunfar.

    El satyâgraha, que para los otros
    líderes del Congreso era una política, una
    técnica de agitación que se podía adoptar o
    abandonar según la conveniencia, era para él una
    concepción de la vida. "El satyâgraha no es
    simplemente una doctrina política para mí, sino una
    profesión de fe, la búsqueda de la verdad: y la
    verdad es Dios. La ahimsâ (la no-violencia, el amor)
    es la luz a la cual se me ha aparecido la verdad; el
    svarâj no es más que parte de esta verdad".
    Tampoco el svarâj, la independencia, vale por
    sí mismos según Gandhi, sino por las
    energías morales que despierta. Por ello, no puede ser el
    don de los ingleses ni el fruto de la violencia. "El primer paso
    hacia el svarâj es la perfección
    individual…, el primer precepto para llegar al
    svarâj es dominarse a sí mismo…" Fichte
    decía que ser libre no es nada pero llegar a serlo es el
    cielo. Gandhi expresaba el mismo concepto al afirmar: "En el
    fondo, el svarâj reside en el esfuerzo por
    conquistarlo''.

    Gandhi no fue un político, sino un héroe
    religioso; pero la religión no se identificaba para
    él con este o aquel credo, sino con la búsqueda de
    la perfección interior. "La religión debería
    impregnar todos nuestros actos. Entendida de este modo no se
    identifica con ninguna secta. Es esencialmente la fe en un orden
    moral que gobierna el universo.
    Trasciende al hinduismo, al islamismo y al cristianismo. No los
    sustituye, pero los armoniza y da un contenido de
    verdad".

    Su participación en la lucha política
    estuvo dictada por un impulso ético-religioso, más
    que por un interés esencialmente político. "No se
    puede alcanzar y realizar la verdad sin sumergirse e
    identificarse con el océano infinito de la vida. No puedo
    eximirme de servir a la sociedad ni podría hallar la
    felicidad en otra cosa… Por ello, mi devoción por la
    verdad me ha llevado al campo de la política". "Pero
    -advierte- quiero disipar todo equívoco y dejar bien
    aclarado que en mí el hombre
    político nunca ha influido en ninguna de mis decisiones".
    Como Mazzini, quien junto con Tolstoi, Emerson, Ruskin, Thoreau
    y, sobre todo, el Sermón de la Montaña, fue
    una de sus principales fuentes de
    inspiración no hindúes, Gandhi luchó toda su
    vida por introducir en la política de su país un
    fundamento ético-religioso.

    En un mundo dominado todavía por la violencia, la
    razón de Estado, el fanatismo ideológico y
    confesional y el racismo,
    enseñó que el deber de la sinceridad, la lealtad,
    el amor y el respeto por el hombre son valores que
    están por encima de toda otra cosa.

    Su misma polémica contra el progreso
    tecnológico-económico de Occidente y su
    anacrónica tentativa de revivir el artesanado rural, cuyo
    símbolo es el charka, el telar de mano, fue en el
    fondo una protesta contra la perspectiva de un mundo en el cual
    la búsqueda de medios cada vez más perfeccionados
    para asegurar al hombre el dominio de
    naturaleza y
    de sí mismo amenazan con volverse contra él,
    esclavizándolo y transformándolo en un
    medio.

    Estos, que son los aspectos universalmente
    válidos del mensaje de Gandhi y que como tales son
    simientes destinadas a conservar intacto su poder de fructificar,
    constituyen también sus inevitables límites en
    el plano histórico. En efecto, han chocado y chocan contra
    la realidad india actual, es decir, contra el atraso, el hambre y
    la miseria, y también contra el irreversible proceso de
    transformación en sentido moderno que la influencia
    occidental promovió en Asia a partir de
    comienzos del siglo pasado. Chocan también contra una
    sociedad internacional no menos atrasada que la realidad
    India.

    Por eso, Gandhi es venerado hoy como el numen tutelar de
    la patria, pero, bajo la conducción de Nehru y sus
    sucesores, la India ha dejado de lado el charka, se ha
    dedicado a construir centrales atómicas, ha lanzado tres
    planes quinquenales para la industrialización del
    país y, después de haber tratado de trasladar a la
    política exterior de la década de 1950 los
    principios gandhianos de la no-violencia, ha tenido que confiar
    la defensa de sus fronteras, amenazadas por China y
    Pakistán, a los ejércitos, las armas, las alianzas
    y a todos aquellos instrumentos de la violencia que Gandhi
    había repudiado.

    BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

    Gandhi, Liddle, Bell, Milani, Ebert y otros
    ¿Defensa Armada o Defensa Popular No- Violenta? –
    Biblioteca de
    Ciencias
    Sociales – Edit. Hyspamérica (1982).

    Historia del Siglo XX – Eric Hobsbawn –
    Crítica (1997).

    Introducción a la Historia de las Relaciones
    Internacionales – Pierre Renouvin y Jean Baptiste
    Duroselle – Fondo de Cultura Económica México
    (1970).

    La División de la India: El precio de la
    independencia, en: Los Hechos Políticos del Siglo XX por
    Abos, Álvaro – Biblioteca de Ciencias
    Sociales – Edit. Hyspamérica (1982).

    La India entre las Dos Guerras
    Mundiales – Siglo XXI Madrid
    (1976).

    Artículos periodísticos a los que hemos
    accedido gracias a la gentil colaboración del personal de
    la Hemeroteca perteneciente a la Biblioteca del Congreso de la
    Nación Argentina.

     

     

    Juan Pablo Loiácono

    Sebastián Sergio Vitali

    Ciencias Políticas
    y Relaciones Internacionales (2005),

    Universidad de Morón, Buenos Aires,
    Argentina.

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