- Plan de
acción - La cooperativa y sus
problemáticas - Comparación con una
empresa capitalista "clásica" - Conclusión
- Bibliografía
Introducción: Ley de
cooperativas– Definición de una cooperativa
– Planteo de la problemática: ¿Puede el
modelo
cooperativo competir con el modelo de empresa
capitalista clásico? ¿Es eficiente?
I.- La cooperativa y sus
problemáticas.
Descripción y funcionamiento: Ideología cooperativa, modo de toma de
decisiones, modo de repartición de
ganancias.
A) Caso práctico, Unión Papelera
Platense
B) Caso práctico, Industria
Metalúrgica Plástica Argentina (IMPA)
II- Comparación con una empresa
capitalista "clásica"
A) Sociedad
anónima. Características. Propiedad
privada: accionistas. Estructura
vertical. Distinción directivo-empleados. Incentivos:
Ascensión a lo largo de la estructura vertical, premios y
castigos.
B) Diferencias entre los dos modos de
producción:
-Tema incentivos a la producción: ausencia
de perspectivas de progreso a largo plazo. Comportamiento
free rider.
-Tema incentivos a la inversión: cooperativas:
Incentivo a la repartición de beneficios superior al los
incentivos a reinvertir. Empresas
Capitalistas: Dirección toma las decisiones pertinentes
para mantener la competitividad, decisiones que muchas veces
implican sacrificio. Muy difícil en el caso de la
cooperativa.
-Tema financiamiento: cooperativas: La
única manera de financiarse es mediante el aporte de los
propios socios. Este es limitado, y en el caso de cooperativas
obreras (caso UPP) es casi inexistente. Empresa Capitalista: 3
maneras de financiarse. (De la mas sana a la mas
problemática para las empresas) 1) Aportes de socios
(aumento de Patrimonio
Neto), se mantiene la estructura accionaria de la empresa, y la
estructura crediticia. 2) Emisión de nuevas acciones.
Aumenta el Patrimonio Neto, creación de nuevas acciones,
disminuye la parte de los accionistas originales, se mantiene la
estructura crediticia. Costos
financieros bajos en países cuyos mercados
financieros son desarrollados y transparentes. 3) Se acude a
un órgano de crédito, la estructura accionaria de la
empresa no es tocada, pero aumentan sus pasivos a corto y largo
plazo. Obligaciones
con vencimiento y altos costos financieros asociados.
-Tema impositivo: Cooperativas: eximidas de
impuesto a las
ganancias. Problema para el estado.
Problema para el mercadoà
Las otras empresas deben competir con un 33% de sus ingresos
percibidos por el estado.
Situación desigual.
C) La competencia entre
los dos tipos de
empresa: ¿Es viable? ¿Es justa?
Conclusión: ¿Beneficia a la
sociedad la
existencia de las cooperativas? ¿Crea ineficiencias?
¿Es aceptable el costo
económico en vistas del beneficio social a
percibir?
¿Cómo se ven las cooperativas desde su
lugar en la sociedad?
Con la caída del muro de
Berlín, la desaparición del estado de bienestar
y el auge de las políticas
neoliberales, el modelo de la empresa capitalista se ha impuesto
de manera contundente a escala global. La
mayoría de las grandes empresas se encuentran organizadas
bajo este modelo organizacional que parece ser la tendencia que
seguirá imponiéndose a lo largo del siglo XXI
gracias a su gran potencial de crecimiento y productividad.
Sin embargo, existe una alternativa: el modelo de producción cooperativo.
El modo de producción cooperativo que ha ganado
popularidad a lo largo de los últimos 50 años,
conoce muchas variantes y formas. Existen numerosas cooperativas
exitosas a lo largo y ancho del mundo. La
organización de los individuos en el seno de una
cooperativa es radicalmente diferente a la de la empresa
capitalista "clásica". Le ofrece mayor
participación al individuo en
la toma de decisiones y en la repartición del excedente.
Sin embargo veremos que el modelo cooperativo no esta exento de
problemas.
Para afinar nuestro análisis, basaremos gran parte de nuestro
estudio en el caso de las cooperativas argentinas, en particular
las cuales nacieron a partir del modelo de empresa recuperada que
se ha popularizado desde la debacle financiera, bancaria, social,
política y
económica de fines del año 2001. Evaluaremos en que
medida estas cooperativas son eficientes, competitivas y
redituables.
Hoy en día, cooperativa y empresa capitalista
"clásica" compiten en los mismos mercados.
¿ Es viable la competencia entre estos dos tipos de
organización empresarial?
Si estos dos tipos de empresa son librados a la libre
competencia, ¿Es garantizada la sobrevivencia de los dos
modelos sin la
intervención del estado? ¿Qué rasgos
diferencian a la cooperativa de la sociedad
anónima? ¿Qué beneficios trae para la
sociedad en términos humanos y de eficiencia la
existencia de las cooperativas? ¿Cuál es el futuro
de las cooperativas?
A continuación intentaremos responder a estas y
otras preguntas.
Esta es una descripción general de las cooperativas. Se
basa en la Ley de
Cooperativas (LEY Nº20 337) dictada en la Constitución Nacional.
Para comenzar con una definición, las
cooperativas son entidades fundadas en el esfuerzo propio y la
ayuda mutua para organizar y prestar servicios
(art.2). Con respecto a su transformación, no
pueden transformarse en sociedades
comerciales o asociaciones civiles. Un carácter incluido en el concepto es el de
igualdad: conceden un solo voto a cada asociado,
cualquiera sea el número de sus cuotas sociales y no
otorgan ventaja ni privilegio alguno a los iniciadores,
fundadores y consejeros, ni preferencia a parte alguna del
capital.
Las decisiones o resoluciones se toman por
mayoría simple de los presentes en el momento de la
votación, salvo las previsiones de la ley o el estatuto
para decisiones que requieran mayor número.
Las cooperativas deben tener un estatuto que incluya,
entre otras cosas, la denominación y el domicilio, la
designación precisa del objeto social, el valor de las
cuotas sociales y del derecho de ingreso si lo hubiera (expresado
en moneda argentina), la organización de la
administración y la fiscalización y el
régimen de las asambleas, las reglas para distribuir los
excedentes y soportar las pérdidas, las condiciones de
ingreso, retiro y exclusión de los asociados.
La administración y
representación
El consejo de administración es elegido por la asamblea
con la periodicidad, forma y número previstos en el
estatuto. Los consejeros deben ser asociados y no menos de tres.
La duración del cargo de consejero no puede exceder de
tres ejercicios. Los consejeros son reelegibles, salvo
prohibición expresa del estatuto.
La representación corresponde al presidente del
consejo de administración. Además pueden instituir
un comité ejecutivo o mesa directiva, integrados por
consejeros, para asegurar la continuidad de la gestión
ordinaria. Esta institución no modifica las obligaciones y
responsabilidades de los consejeros. El consejo de
administración puede designar gerentes, a quienes puede
encomendar las funciones
ejecutivas de la administración. Responden ante la
cooperativa y los terceros por el desempeño de su cargo en la misma
extensión y forma que los consejeros. Su
designación no excluye la responsabilidad de aquellos.
El capital y las cuotas sociales
La división de la firma es en cuotas sociales,
por lo cual el capital se constituye por igual
denominación (cuotas sociales). Estas son indivisibles y
de igual valor. Las cuotas sociales deben constar en acciones
representativas de una o más.
Pueden transferirse sólo entre asociados y con
acuerdo del consejo de administración en las condiciones
que determine el estatuto. Un asociado puede tener más de
una cuota social lo que le da derecho a recibir una
proporción mayor (ajustable al numero de cuotas sociales
que tenga) del reparto de ganancias. Aunque solo podrá
tener un solo voto a la hora de tomar decisiones.
Unión Papelera Platense Cooperativa
Limitada
La Fábrica de papel Unión Cooperativa
Platense nace tras el cierre por quiebra de
Papelera San Jorge en el año 2001. La cooperativa como
forma jurídica se estableció cuatro años
más tarde desde la toma de la fábrica, mientras
tanto la fábrica trabajaba "fuera de la ley"; sostenida
por el poder
político y las presiones de los grupos de
obreros.
La empresa no aportaba nada al estado, no hacía
los aportes a los obreros y no cumplía con los
mínimos métodos de
seguridad
exigidos.
Cuando la empresa tomó la forma legal de
Cooperativa Limitada asumió la administración el
actual presidente, Pedro Montes, un secretario y un tesorero que
solían trabajar en la fábrica. Continuando con las
formalidades de la administración existe una asamblea
compuesta por los anteriormente mencionados más vocales y
síndico, todos provenientes de la planta. La cooperativa
inició por necesidad del personal de
conservar una fuente de ingresos, la gran pregunta es ¿de
donde sacaron la plata para poner en marcha la fabrica, teniendo
en cuenta que no cobraban desde hacía 7 meses?; y
además que ningún banco o el mismo
estado iba brindares ayuda financiera.
Según el testimonio del presidente el dinero
mínimo indispensable salió de la venta de chatarra
de la misma fábrica, y la primera producción la
hicieron con materia prima
que había en la fábrica antes de que se produjera
la quiebra. Esa es la gran historia de la
financiación de la Cooperativa Platense, pues si no
hubiese quedado un poco de materia prima
y chatarra la fábrica no hubiese podido ponerse en
marcha.
Muy despacio y con la poca mercadería que
pudieron producir fueron obteniendo fondos y en el corto plazo
las nuevas ventas les
dieron capacidad de compra de materia prima para continuar el
ciclo productivo-financiero.
Cabe destacar que no pagaban ningún impuesto,
así que, la recaudación de fondos por parte de la
cooperativa no sufría ningún tipo de
distorsión impositiva. Hoy en día la empresa
continúa financiándose con fondos propios,
más las exenciones impositivas que gozan todas aquellas
firmas que adoptan la forma de Cooperativa Limitada (eso
representa el 33% del impuesto a las
ganancias).
En cuanto al método de
repartos de ganancias o pérdidas y procesos de
inversión el secretario de la cooperativa
mostraba gran preocupación por la reinversión en la
firma, más que el reparto de ganancias. Asimismo
confesó estar sorprendido ya que "era toda una novedad
para nosotros porque el patrón cuando ganaba se lo
quedaba, y nosotros no decidíamos sobre esa plata,
igualmente nunca hubiésemos pensado en que tenía
que repartirla".
En el caso de la Unión Cooperativa Platense el
reparto de ganancias se determina después de haber
contabilizado todos los gastos que se
hicieron en la fábrica (reparaciones y mejoras). Se
procede a contabilizar el dinero
sobrante después de finalizado el período contable
(que es anual) y mediante una asamblea se procede a la toma de
decisiones, según lo que la mayoría decide, el
dinero va a parar a las manos de los obreros o a proyectos de
inversión.
Generalmente, según dicen ellos, "se pone lo
necesario en la fabrica como para que sigua funcionando y lo
demás se lo reparte". En cuanto a las inversiones el
presidente de la Cooperativa sólo tenía en mente un
proyecto de
inversión que constaba en sustituir una parte de la
máquina para mejorar el producto, ya
que es casi obsoleta y afecta de manera directa a la calidad del
producto. Igualmente no existen proyectos para
aumentar la capacidad de producción de la fábrica
ni para hacer más productivo el actual ciclo operativo.
Coma ya se dijo anualmente la Asamblea de los integrantes de la
Cooperativa decide que hacer con la plata, y el resultado es la
repartición de utilidades según las proporciones de
cuotas parte; y sólo en casos extremos invierten, no hay
perspectivas de largo plazo, no buscan aumentar la productividad
mediante nuevas
tecnologías y eficiencia, y por último no
invierten en capital humano;
no especulan con hacer más eficientes los procesos
administrativos ni productivos mediante gente especializada.
Según las perspectivas del rubro las inversiones son
insuficientes para satisfacer al mercado, en
calidad y sobre todo en cantidad.
La firma no parece tener en claro las prioridades que
tienen las empresas comerciales; por ejemplo la Papelera no
tenía baños y vestuarios, hasta el mes de noviembre
de 2005 cuando empezó el proceso de
construcción, pero sí realizó
obras relacionadas con la comuna, tales como la
construcción de un Centro Comunal dentro del predio de la
empresa.
No es que esté mal dar un servicio a la
comunidad,
después de todo, las empresas trabajan para maximizar
ganancias y prestar servicios a la comunidad, pero es poco
probable que una empresa neoclásica gaste 130.000 pesos en
la construcción de un centro comunal sin haberse
establecido antes como una industria sustentable en el tiempo, y
más sin haber completado las obras necesarias relacionadas
con los ciclos productivos de los que saca recursos.
En cuanto a su eficiencia, metodología de trabajo e
incentivos: en las cooperativas todos los empleados son
dueños de una parte y todos tienen los mismos derechos, los cargos son
removibles en cualquier momento. La fábrica tiene dos
estratos de obreros, los provenientes de la anterior
administración y los nuevos casi en proporciones
iguales.
Los antiguos juzgan necesario invertir en la
fábrica mientras los nuevos creen necesario una mayor
repartición de las ganancias. Sin embargo la fabrica no
está divida por rivalidades sino que continúan
trabajando normalmente, pero que va a pasar cuando las ganancias
no sean las esperadas, quién se va a llevar lo que queda
¿la fabrica o los obreros? Hoy hay para los dos. En la
Papelera existe un problema de autoridad por
dos razones: por la naturaleza
horizontal de la cooperativa y por falta de interés o
incentivos de los integrantes, como consecuencia tenemos
subexplotación de la capacidad de la fábrica, y por
consiguiente perdidas de ganancias.
Esta subexplotación se debe a que nadie
está dirigiendo o supervisando el ciclo productivo, lo que
desencadena en falta de coordinación de los sectores que integran
el ciclo. Además nadie tiene la autoridad suficiente para
criticar al otro, a menos que cuente con el apoyo de la
mayoría, lo que implica un costo altísimo para
aquella persona que
quiere reformular ciertos procedimientos
ineficientes.
I-B) Caso
práctico:
IMPA Cooperativa Limitada
IMPA (Industria metalúrgica plástica
argentina) fue creada en el año 1918. En ese momento esta
empresa se dedicaba exclusivamente a la fundición de
cobre. En
1935, para hacer frente a las exigencias de nuevos mercados, IMPA
se especializo en la producción de aluminio.
Rápidamente se convirtió en la primera laminadora
de aluminio a nivel nacional. Al final de los años 30,
Impa benefició de grandes inversiones de capitales y
tecnología
alemanas. En esa época producía una amplia gama de
productos:
aviones, bicicletas, municiones, y toda clase de
embalajes.
IMPA era propietaria de tres fábricas: una en
Quilmes, otra en Ciudadela, y la última, la que hemos
visitado, en Almagro. En 1948, después de la segunda guerra
mundial, Perón hizo
nacionalizar la empresa que paso a formar parte del grupo DINIE
(Dirección nacional de las industrias del
estado). Este grupo tuvo un papel importante en el desarrollo de
la industria nacional.
En su apogeo, IMPA llego a emplear más de 3000
empleados. En 1961, mientras se operaba la primera ola de
privatizaciones en la historia
argentina, el gobierno de
Frondizi transformo radicalmente la estructura de IMPA. Impa-
Quilmes fue dada a la fuerza
aérea (Hoy en día lo que es la escuela de
aeronáutica de Quilmes), Impa- Ciudadela fue cerrada, e
Impa-Almagro fue obligada a transformarse en cooperativa
después de una larga lucha que llevaron adelante los
empleados para seguir dependiendo del estado. La empresa
siguió funcionando con altos y bajos hasta que en 1995 el
monopolio del
aluminio en argentina, Aluar, integro verticalmente su
producción comprando KICSA y CAMEA. Aluar desde ese
momento compitió directamente con IMPA impactando
fuertemente en la rentabilidad
de esta última. IMPA se vio obligada a endeudarse. En
diciembre de 1997 se declaro en cesación de pagos y
llamó a concurso de acreedores, paso previo a declararse
en quiebra.
A lo largo de los últimos meses de 1997, los
empleados fueron todos licenciados sin percibir
indemnización alguna. En abril de 1998, empezaron a
organizarse con el fin de retomar la fábrica. Mediante una
masiva movilización de todos los empleados la
fábrica fue tomada y una asamblea de trabajadores fue
constituida el 22 de mayo de 1997. Había que empezar a
producir, pero la fábrica ya no disponía de
energía ni de materia prima, es decir de capital de
trabajo. Los trabajadores negociaron con Edesur con la ayuda
del senador Avelin, y pudieron comprar los primeros lingotes de
aluminio gracias a la donación de un
particular.
Los primeros tiempos no fueron fáciles. Los
salarios eran muy
bajos (300 pesos) pero había que utilizar todos los
recursos para capitalizar la cooperativa, dar créditos a los clientes y
recuperar el apoyo y confianza de los proveedores.
Para bajar los costos de
producción, empezaron a utilizar como materia prima
materiales
reciclados. Otro problema importante con el que tuvo que hacer
frente la asamblea de trabajadores al frente de Impa desde 1998,
fue la negociación de la deuda de la empresa.
Tuvieron suerte ya que obtuvieron dos años de gracia a lo
largo de los cuales la cooperativa no tuvo que repagar
crédito alguno, y diez años para cancelar los 60
millones de pesos de deuda, aunque con quitas
importantes.
Poco a poco, la cooperativa fue desarrollándose.
Antiguos operarios de IMPA volvieron para asociarse a la
cooperativa. En poco tiempo, sumaban 130 los operarios
cooperativizados, y la lista de personas deseando asociarse a la
cooperativa era extensa. Esto era un problema para IMPA ya que
esta poseía poco capital cuyas necesidades en personal
hubiesen podido ser cubiertas solamente con 70 empleados. Pese a
esto, en una de las asambleas generales, la mayoría de los
obreros decidieron mantener los 130 puestos de trabajo aunque eso
significaba una baja generalizada de los salarios.
Alternativamente la dirección de IMPA
decidió de crear, en el interior de la fábrica, un
centro cultural. Esta decisión respondió a dos
razones.
Por una parte, el centro cultural era visto como una
manera mediante la cual los miembros de la cooperativa
podían vehicular la ideología cooperativa hacia la
población mediante el arte y la
cultura. Por
otra parte, el acercamiento entre cooperativa y la
población represento para IMPA una manera eficaz de
defenderse de las exigencias de los bancos y otros
acreedores. Esta fusión
entre fábrica y centro cultural es única en el
mundo y permitió a IMPA de ganar una gran influencia
política. Esta estrategia puesta
en juego por
IMPA, acercarse a la población, le gano el apoyo del
estado que la ayudo financieramente (aportes de 4 000 000 de
pesos por año.
Actualmente, IMPA se encuentra en fuerte periodo de
crecimiento ya que ha sido beneficiada por la devaluación del peso frente al
dólar. Sus productos hoy en día son mucho
más competitivos que las importaciones.
IMPA se ha tornado en uno de los principales productores de papel
aluminio y de otros productos derivados (tubos de
dentífrico y tapones para botellas). Tiene como clientes,
grandes empresas como Felfort, Havanna y Nestlé.
Además, IMPA licuó sus deudas gracias a la
devaluación. No obstante, hay que señalar que la
mayoría de las maquinarias de IMPA se encuentran al borde
de la obsolescencia, lo cual la pone en una frágil
posición frente a la competencia dinámica que representan empresas como
CAMEA , Aluar y otros. IMPA debería invertir sus
fuertes ingresos en recapitalizar su aparato productivo.
Lamentablemente, no es lo que esta haciendo en este
momento.
La situación de los trabajadores ha sido
fuertemente mejorada desde 1998. Hoy en día estos ganan
aproximadamente 1000 pesos. Gracias al éxito
del centro cultural y de las diferentes iniciativas culturales
apoyadas por IMPA, esta se ha convertido en un símbolo a
de las empresas reconvertidas, con un fuerte peso político
beneficiando del apoyo de la población.
El principal problema de IMPA en la actualidad son los
conflictos
internos que surgen de la discusión existente acerca de la
igualdad del
salario
(diferencias en capacitación, ausencia de diferencia
salarial). Para hacer frente a esto la dirección intenta
reforzar la idea de pertenencia a la cooperativa y de reforzar la
presión
social interna ejercida por los mismos trabajadores.
Hoy IMPA compite en el mercado argentino. Podría
decirse que ha sido un proyecto de
empresa recuperada exitoso. Sin embargo tenemos que preguntarnos
si el trabajo de
150 operarios, y la manutención de sus respectivas
familias, justifican una movilización tan grande de
subsidios y donaciones. No hay que olvidar que sin las generosas
subvenciones del estado, IMPA no estaría en condiciones de
existir.
II-A)
Sociedades
Anónimas (S.A.)
La S.A. es un tipo de sociedad mercantil en la que el
capital social, que estará dividido en acciones, se
integrará por las aportaciones de los socios, quienes son
responsables solidarios de las deudas de la sociedad.
Para poder constituir una S.A. se requiere de por lo
menos dos socios, y que cada uno de ellos suscriba una acción
por lo menos. Otro de los requisitos (si la S.A. quisiese cotizar
en bolsa) es que su capital social no sea menor a los 50 millones
de pesos y que esté íntegramente
suscripto.
Por último, con lo que respecta a la integración de los socios puede ser en
especies, bienes o en
efectivo. En el caso de que se aporte en especies o bienes la
suscripción debe ser en el acto, si es en dinero existe la
posibilidad de que se aporte un 25% en el acto y lo que resta en
un plazo de dos años.
Continuando el análisis, los órganos que
componen una "sociedad por acciones" son: la Asamblea General
Constitutiva cuyo objeto es mediar en la constitución de
la firma, esta se encarga de aprobar los bienes que cada socio
aporta, de nombrar los administradores y de conformar los
estatutos. Otro de los órganos es la Junta de Accionistas,
que se encarga de llegar a acuerdos sobre el destino de la firma,
mediante las decisiones y aprobaciones de leyes
estatutarias. Existen dos clases de juntas: la Junta General
Ordinaria y la Junta General Extraordinaria.
La administración de la sociedad esta a cargo de
l Consejo de Administración, que tienen facultades como:
convocar a juntas generales, firmar y conformar las cuantas
anuales, redactar el informe de
gestión y depositar las cuentas en el
Registro
Mercantil, entre otras funciones.
Este órgano está controlado por un Consejo
de Vigilancia encargado de fiscalizar la actuación de los
administradores y regularizar la marcha de la sociedad, esta
función
es convalidada por agentes externos, tales como las consultoras
que realizan auditorias a
las administraciones, brindando el voto de confianza o
denunciando la turbidez en el manejo de las cuentas
societarias.
II b)
Comparación: incentivos a la producción y a la
re-inversión
A continuación estudiaremos unas de las
temáticas más importantes de nuestro
análisis. Intentaremos evaluar cuáles son las
diferencias que existen entre las sociedades
convencionales y las cooperativas en materia de incentivos a la
producción y a la re-inversión de beneficios. Este
punto de nuestro estudio es a nuestro criterio fundamental para
entender las diferencias que encontramos en el desempeño
de ambas modalidades productivas.
Como hemos visto en los puntos anteriores de nuestro
estudio, la empresa capitalista clásica y la cooperativa
son estructuralmente muy diferentes. La diferencia va más
allá de la simple estructura. De estas estructuras,
una podríamos llamarla vertical y la otra horizontal, se
desarrollan dos maneras diferentes de incentivar a los empleados
a maximizar sus producciones, de la misma manera que se
desarrollan dos maneras de enfrentar decisiones de
re-inversión de utilidades en capital, tecnología y
capacitación. En primer lugar abordaremos la
cuestión de los incentivos a la
producción.
Si uno se basara solamente en la teoría
cooperativa, tendría tendencia a pensar que el modo
cooperativo de producción impulsaría a los miembros
a ganar en productividad, ya que esto seria exclusivamente en
beneficio propio. Las cooperativas reparten la utilidad total
entre todos los socios. Si todos los socios lograran "agrandar la
torta" todos serian beneficiados por el esfuerzo suplementario.
Esta manera de operar de la cooperativa debería impulsar a
cada miembro a dar lo mejor de si.
Sin embargo en la práctica vemos que no es
así. La productividad promedio de los miembros de las
cooperativas es inferior a la de los empleados de una sociedad
convencional de la misma rama. Creemos que existen varias
explicaciones a este fenómeno. La primera es
cuestión de especialización productiva. En el modo
de producción cooperativo, todas las decisiones tomadas
son votadas por los miembros de la cooperativa. Entre los
miembros de la cooperativa seguramente existen personas mejores
capacitadas que otras para la evaluación
y toma de decisiones. En una cooperativa, el operario y el que
toma las decisiones son la misma persona. Casi todos los mercados
de hoy en día son de alta complejidad y las empresas
precisan expertos que estén monitoreándolo las 24
horas para tomar las decisiones acertadas.
El hecho, de que personas no calificadas tomen
decisiones delicadas puede ser muy justo a nivel social e
ideológico, pero no es lo mas razonable y eficiente en
términos económicos. En la empresa capitalista
convencional la dirección se encuentra claramente
diferenciada de la ejecución. Cada individuo hace lo que
mejor sabe hacer. De esta manera se gana en productividad y se
toman decisiones más eficientes. Lamentablemente muchas
veces no es el caso en las cooperativas.
La segunda cuestión gira en torno de la
estructura de premios y castigos que caracteriza a cada uno de
estos dos modos organizacionales. En la empresa capitalista
convencional, hasta el ultimo de los empleados tiene perspectivas
de ascensión en la empresa, y en teoría hará
todo lo posible para ganarse su ascenso. Ascender significa ganar
prestigio, privilegios y ver su salario aumentar.
De la misma manera que esforzarse puede llevar
claramente hacer mejorar condición del empleado, no
hacerlo puede empeorarla. En la empresa capitalista, las reglas
son claras: el que no sirve se marcha. Todo es una
cuestión de premios y castigos, estrechamente atados al
esfuerzo personal de cada empleado. En la empresa cooperativa las
cosas suceden de otra manera. El beneficio total de la firma es
distribuido entre todos los socios. Si un socio se esfuerza por
hacer aumentar su productividad este aumento impactara en el
beneficio general y hará aumentar los beneficios
individuales de todos los socios.
Este modelo funciona en el caso de en que cada socio de
lo mejor de si mismo, y que estos sean muy parecidos en
términos de capacidad productiva. En la práctica
esto no ocurre. Siempre habrá personas que se esforzaran
más que otras. En el caso de la cooperativa si un socio
decide invertir 5 horas semanales de su tiempo en trabajo
suplementario, los beneficios que el percibirá de este
aumento importante en su horario laboral
serán marginales. Los frutos de su trabajo suplementario
serán divididos entre todos su compañeros socios.
En la teoría si todos los socios se esforzaran de la misma
manera no existiría problema alguno, pero esto
jamás es el caso.
En la mente del socio que trabaja mas duro se opera el
siguiente pensamiento:
"porque voy a romperme el lomo si con esto no gano casi nada a
cambio? Se
benefician de la misma manera que yo los otros socios que no
hacen mas que el mínimo! Si esto es así, en lugar
de trabajar 5 horas semanales mas, voy a decidir no hacerlo!" El
razonamiento que hace nuestro socio cooperativo iluminado es muy
racional, ya que de esta manera maximiza su beneficio en fin de
cuentas, aunque no maximice el beneficio general de la
cooperativa.
El razonamiento puede ser entablado a la inversa. "Si
todos trabajan una cierta cantidad, y yo trabajo unas horas
menos, a nadie le va a perjudicar demasiado. En este caso
operaria un comportamiento del tipo free rider.
Sea cual sea el razonamiento imperante entre los socios,
el resultado final será que no se trabajara al 100%.
Podemos hacer un claro paralelo entre este problema, y la
problemática de los bienes públicos. En una
economía,
los bienes públicos son subproducidos ya que cada agente
espera que el otro produzca más. Se obtiene de esta manera
un subóptimo, en el que maximizando sus beneficios
personales, los agentes se perjudican.
En el caso del modelo cooperativo el bien público
subproducido es el trabajo. La cantidad total de trabajo
invertida por los socios es ineficiente. Si todos se pusieran de
acuerdo con el fin de aumentarla de manera consensuada y
equilibrada se podría producir en el óptimo y
aumentar de manera muy importante la productividad de la empresa.
La única manera que una empresa cooperativa tendría
para aumentar la productividad de sus socios, seria incrementando
fuertemente el control social
interno concientizando a cada socio de que es miembro de un
grupo, avivar su sentimiento de pertenencia a la cooperativa, y
promover el control y la presión ejercida por los mismos
socios sobre los demás socios. De esta manera, todo el
conjunto de socios podría esforzarse más en
conjunto y alcanzar mayor productividad.
Lamentablemente, en cooperativas que reúnen a
numerosos socios, alcanzar esta clase de consensos es claramente
una utopía.
Hemos visto que a nivel individual, en la empresa
cooperativa los incentivos a aumentar la productividad son bajos,
y para aumentarlos se requiere de un gran esfuerzo de
concientización de los socios que representa un gran costo
con resultados inciertos, generando graves mermas en la
productividad potencial de la empresa. ¿Qué ocurre
con los planes de inversión de una empresa cooperativa?
Veremos que los incentivos a la inversión en una
cooperativa, conocen problemáticas similares a los de los
incentivos a producir. La falta de sentimiento de pertenencia al
grupo, y la falta de visión a largo plazo por parte de la
mayoría de los socios, perjudica cualquier iniciativa a
invertir.
Cuando una maquina se rompe, un galpón se
derrumba, o la oferta de una
empresa no alcanza para cubrir la demanda, una
empresa tiene que invertir para reponer o aumentar su capital
productivo. Nuevas maquinas, nuevos edificios, son necesarios
para hacer crecer una empresa.
Analizando la problemática de los incentivos a
producir determinamos que un gran problema de la cooperativa es
que decisiones delicadas son tomadas por personas
insuficientemente calificadas. Invertir muchas veces significa
hacer sacrificios, imaginarse los beneficios a largo plazo para
hacer frente a las contingencias del presente.
Observamos que la mayoría de los socios de las
cooperativas, en especial de las empresas recuperadas, son
obreros bajamente calificados que carecen de formación e
información. Llegado el momento de repartir
los beneficios de la empresa, la asamblea de socios debe decidir
si reparte los beneficios o los reinvierte.
Generalmente la mayoría de los socios votara por
repartir los beneficios hoy ya que carecen de visión a
largo plazo. Quieren maximizar sus beneficios hoy, ya que en fin
de cuentas han pasado por muchas penurias en general y se sienten
esclavos de la fábrica. Los incentivos a invertir son por
lo tanto bajos. En las cooperativas que visitamos nos llamo la
atención el bajo nivel tecnológico
de las maquinarias empleadas que están al borde de la
obsolescencia. Galpones al borde del colapso, maquinas reparadas
mil y un veces desde los años 60, etc.
La empresa cooperativa , sobre todo en el caso de las
empresas recuperadas que es el que nos interesa, ve opacadas sus
perspectivas de crecimiento a largo plazo ya que es muy
difícil obtener los votos necesarios para reinvertir los
beneficios cuando es necesario.
Veremos mas adelante, que conseguir financiamiento
externo es casi imposible para estas empresas, lo cual hace que
en conjunto con la baja inversión de parte de los socios,
hace del panorama a futuro de las cooperativas uno cargado de
nubes oscuras traídas por los vientos fríos de la
obsolescencia y la descapitalización
II- b) Comparación:
financiación
Cuando tenemos que analizar la problemática del
tipo y calidad de financiamiento del cual pueden disponer una
empresa cooperativa y una empresa capitalista clásica no
dejan de sorprender las grandes diferencias
apreciables.
En el momento de buscar financiación externa lo
único que realmente importa es en fin de cuentas la
imagen que
puede dar uno de su empresa. Si como manager uno logra dar la
imagen de una empresa con proyectos de calidad a largo plazo,
transparencia, expectativas de buena rentabilidad, solvencia y
seriedad, las probabilidades de obtener financiamiento externo
son altas. Las cooperativas al momento de salir a buscar
financiamiento externo son victimas de algo a lo que vamos a
llamar "estigma cooperativo".
Estas son automáticamente descartadas por las
sociedades financieras estándar, no por el hecho de que
sean peligrosas al momento de invertir, si no por la baja
rentabilidad asociada usualmente con la idea de cooperativa. Esto
es lo que llamamos "estigma cooperativo". Las cooperativas, hay
que reconocerlo, no gozan de buena imagen en términos de
rentabilidad que es justamente lo que busca cualquier
inversor.
Como si fuera esto poco, en caso de insolvencia por
parte de una cooperativa, es más difícil por
vía legal obtener la cancelación de una deuda
mediante la liquidación de los activos de la
cooperativa que en el caso de una sociedad común. Esto
hace aun menos atractiva la posibilidad de invertir en una
cooperativa.
En la práctica, la cooperativa usualmente solo
puede conseguir financiamiento de dos maneras
posibles.
En primer lugar, la junta directiva de la cooperativa
puede convocar a todos los socios de la cooperativa y demandarles
nuevos aportes de capital. En este caso el financiamiento lo
otorgan los propios socios. Esto es muy difícil en buena
parte de los casos.
En las cooperativas en general al momento de definir los
nuevos aportes a realizar siempre surgen discrepancias y
tensiones entre los distintos socios. Tenemos que recordar que
pese a que pueden tener distintas cantidades de capital invertido
en la empresa, el voto de todos los socios en la asamblea vale
por igual.
En el caso de cooperativas que han sido puestas en pie
por grupos de obreros que ocuparon y retomaron los medios de
producción, como los casos prácticos que hemos
expuesto (Unión Papelera Platense e Industria
Metalúrgica Plástica Argentina) la capacidad de los
socios para aportar nuevos capitales es casi inexistente. Esto se
debe a que este tipo de cooperativa obrera, fundado sobre las
bases de la empresa recuperada, es al origen, un modo de
producción de subsistencia, si no puede ser calificado de
sobrevivencia.
Los socios de UPP e IMPA por ejemplo, encontraron en
estas cooperativas la única manera de palear el hambre y
la desocupación. Este tipo de socios no
dispone de capacidad para realizar aportes de capital que
permitan el mantenimiento
y desarrollo de las plantas
productivas. Esta constatación es alarmante, ya que el
futuro a mediano y largo plazo de las empresas recuperadas no es
muy claro. Las amenazan el deterioro de las instalaciones y el
material de trabajo o la progresiva perdida de competitividad en
el caso de que se mantuviesen en buen estado.
En segundo lugar, no hay que olvidar que como toda
empresa comercial, las cooperativas disponen del crédito
comercial. Estas son líneas de crédito que las
empresas tienen con sus proveedores y clientes. Si, en el caso
que nos concierne, la cooperativa logra aumentar su plazo de pago
a proveedores, y disminuir el plazo de pago de sus clientes, en
el mejor de los casos hacer que paguen por adelantado, la empresa
cooperativa vera, como cualquier otra empresa, ver mejor
sensiblemente sus finanzas.
Este tipo de financiamiento depende exclusivamente de la
calidad del management de la cooperativa y de sus dones en
materia de negociación. Sin embargo tenemos que
señalar que dicho tipo de financiamiento solo sirve para
financiar el ciclo de maduración de la empresa. El
crédito comercial, permite que la empresa opere; pero en
ningún caso le sirve a la empresa para invertir y
desarrollar su sistema
productivo. Constatamos que este tipo de financiamiento no logra
resolver las necesidades de capital a largo plazo de una
cooperativa, dejando inalterado el problema.
Contrariamente a la empresa cooperativa, la empresa
capitalista estándar tiene numerosos recursos a emplear
para obtener financiamiento dependiendo de su tamaño y
reputación. A grandes rasgos estos son cuatro.
Los primeros dos recursos con los que cuentan las
empresas cooperativas son los mismos a los que pueden recurrir
las empresas comerciales. Aportes directos de socios y
mejoramiento de las líneas de crédito con
proveedores y clientes para financiar el ciclo de
maduración de la empresa. En una empresa del tipo
clásica, aportes directos de los socios, son la manera mas
sana que tiene la empresa de financiarse. Estos no implican
costos financieros, ni gozan de exigibilidad, por lo que no
fragilizan las finanzas de la empresa.
A diferencia de la empresa cooperativa, la empresa
capitalista puede, si dispone de la masa crítica
necesaria, salir a buscar con facilidad nuevos socios en el
mercado mediante la emisión de acciones. De esta manera,
la empresa canjea derechos sobre sus activos y resultados
(percibidos bajo la forma de dividendos por los accionistas) por
fondos. Esta es una buena manera de conseguir financiamiento
externo sin costos excesivamente altos. No obstante la
emisión de acciones y venta de acciones a terceros por
parte de una empresa la vuelven vulnerable a comportamientos
especulativos, y disminuyen el poder de los accionistas
originales en las asambleas.
En último lugar, la empresa capitalista puede
acudir a entidades financieras diversas con el fin de obtener
créditos que le permitan financiar sus necesidades de
capital de corto o largo plazo. Si las condiciones del banco no
son demasiado duras, y la empresa cuenta con la capacidad de, al
momento venido, repagar su crédito y los intereses
asociados, esta es una manera simple de conseguir
financiamiento.
Sin embargo pone a la empresa en una situación
donde no puede dejarse estar. Si esta se endeuda de manera
sobredimensionada, o bajo condiciones muy duras, puede
fácilmente irse a la quiebra si no cuenta con la capacidad
de hacer frente a las exigencias de las entidades
financieras.
De esta manera, hemos evaluado a grandes rasgos los
distintos recursos de financiamiento que disponen estos dos tipos
de empresa. Es claro que la empresa capitalista clásica se
encuentra en mejor posición que la empresa cooperativa en
materia de financiamiento. Sus recursos son más flexibles
y de mejor calidad que los de la cooperativa. Observamos que esto
influencia fuertemente las perspectivas a largo plazo de un modo
de producción y de otro. Las fuentes de
financiación de la empresa capitalista clásica, en
un ambiente
normal y controlado, le garantizan crecimiento y sostenibilidad a
largo plazo. En el caso de la cooperativa, sus fuentes de
financiamiento a largo plazo son pocas, lo cual se traduce en
perspectivas de crecimiento relativamente pobres.
A lo largo de nuestro trabajo hemos estudiado las
diferentes características de la empresa cooperativa.
Analizamos la teoría cooperativa, y establecimos las
estructuras organizacionales que rigen la actividad de las
cooperativas.
Estudiamos también el caso de la empresa
capitalista clásica y comparamos ambas organizaciones
productivas.
De nuestro trabajo, basado sobre todo en el
análisis de las empresas recuperadas que han adoptado la
forma cooperativa en la Argentina, podemos sacar varias
conclusiones.
En primer lugar, todo parece indicar que la libre
competencia entre ambas organizaciones productivas no es viable
sin la intervención de un estado. La problemática
de los incentivos a la producción y a la inversión,
como las dificultades en materia de financiamiento, ponen a la
cooperativa en una situación de inferioridad de
condiciones frente a la empresa capitalista clásica.
Observamos que si no fuese por la generosa ayuda por parte del
estado, la mayoría de las cooperativas no podrían
seguir compitiendo en los mercados.
En segundo lugar, debemos plantear la siguiente
pregunta. El beneficio social que genera la existencia de las
cooperativas, ¿es superior a los costos para el estado en
materia de impuestos no
recaudados y subsidios otorgados? ¿Este beneficio alcanza
a compensar los costos que una competencia desigual representa
para las otras empresas en el mercado y para el consumidor?
Un estudio profundizado de esta cuestión seria
muy interesante para complementar nuestro
análisis.
En tercer y último lugar nos gustaría
aclarar que la intención de nuestro trabajo no es dejar
una mala imagen del modelo cooperativo en general. Este modelo de
producción esta sentado sobre bases muy nobles de igualdad
entre los hombres al momento de producir. Sin embargo, son
nuestras observaciones empíricas llevadas a cabo en dos
empresas recuperadas bajo la forma de cooperativa que nos dieron
la señal de alarma acerca del movimiento
cooperativo en la argentina. Este se encuentra, en muchos
ámbitos, en peligro.
Si en el mundo de las empresas recuperadas, grandes
cambios en materia de estrategia y ética
cooperativa no son llevados adelante, el futuro de estas
empresas, no deja de ser a nuestros ojos, incierto.
- "Les Coopératives en Argentine,et leur
influence dans le contexte social et économique" por :
Lisandro Zárate, Manuel Barenboim, Jean-Jacques de
Bonstetten, Juan Garbarini.
www.geocities.com/cooperatives2003 - Revista Lazos Cooperativos
número 6 – año 2003 - Richard Muñoz, Derecho Societario.
- Villegas Carlos, Manual de
sociedades comerciales.
Jean Jacques de Bonstetten
Marina Kang
Sergio Rodríguez
Gonzalo Roza
Universidad Torcuato Di Tella 2005
Buenos Aires, Argentina