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Análisis de costo efectividad en la cirugía de cataratas




Enviado por ryan_v_



Partes: 1, 2

    1. Marco
      teórico
    2. Material
      y método
    3. Conclusiones
    4. Bibliografía

    BACKGROUND: Cataract extraction constitutes the
    largest surgical workload in ophthalmic units throughout the
    world. The most widely used method since 1982 until recently has
    been the extracapsular cataract extraction (ECCE), which requires
    a large incision and the insertion of an intraocular lens. Today,
    technological advances help us to emulsify and remove the lens by
    using the phacoemulsification (Phako). This technique consists on
    a smaller incision, and the intraocular removal of the
    crystalline with ultrasonic energy and the later input of an IOL;
    which could be pliable and can be introduce through a small
    incision. However, this technique is expensive, and requires a
    lot of theatre investment.

    PURPOSE: Determine the best alternative in
    cataract surgery for San Martin Hospital,
    Paraná.

    KEYWORDS: Cataract surgery, costs, effectiveness,
    extracapsular extraction, phacoemulsification, postoperative
    astigmatism, capsule opacity, visual recovery, social efficiency,
    tendencies.

    METHOD: This work tries to show an economic
    evaluation based on data obtained from foreign publications and
    data obtained from local information. The methodological outline
    for the development of this work will be the same used in earlier
    presentations. This project is base on the presupposition that if
    those clinical studies were to be develop in Argentina, in San
    Martin Hospital from Paraná, the results would have been
    identical. The selection of cases chosen to carry out this study
    is the whole population treated surgically from cataract
    extraction between 1997 and 2001. Hospital registrations present
    these results: Statistical Division present the total of patients
    treated surgically and Ophthalmology Service present the total of
    surgical practices. This is the starting point to consider the
    demand of cataract surgeries and to analyze the possible
    alternatives, for the mentioned Hospital.

    RESULTS: Phako was found to be clinically
    superior to ECCE. Some advantages of the former method, is the
    rapid recovery of vision, reports of capsule opacity within 1
    year were less frequent, and a higher proportion achieved an
    unaided visual acuity. Surgical complications were
    reported to be hardly the same, but less in the Phako group.
    Postoperative astigmatism was more stable in Phako. The average
    cost of a cataract operation within the trial was similar for the
    two procedures. The time employed in a Phako operation is few
    than in an ECCE. This will permit the treatment of more patients
    per day.

    CONCLUSION: Phako is clinically superior to ECCE
    and is cost effective.

    Throughout this research, it was found that this method
    is the best to be applied to San Martin Hospital.

    I.
    INTRODUCCION

    El presente trabajo tiene
    como objetivo general determinar cuál es la
    alternativa más adecuada para el tratamiento
    quirúrgico de las cataratas en el Servicio de
    Oftalmología del Hospital San Martín de
    Paraná, Entre Ríos. A fin de resolver este planteo
    se realizará un análisis de costo efectividad entre la
    cirugía convencional o extracción extracapsular
    manual y la
    técnica por ultrasonido o facoemulsificación. El
    método
    utilizado es una simulación
    que combina la estimación de costos locales
    con estudios previos acerca de su efectividad
    clínica.

    La presencia de cataratas es la causa más
    común de pérdida visual en la población mayor de 65 años. Es de
    esperar que la incidencia de esta enfermedad aumente con el
    transcurso de los años, debido al mayor envejecimiento
    poblacional. La provisión de servicios de
    salud en la
    tercera edad constituye uno de los desafíos más
    importantes del futuro, debido al incremento de la demanda que se
    espera en este sector.

    La tasa de ocurrencia en cataratas es del 60 – 90%
    en los pacientes mayores de 65 años del Servicio de
    Oftalmología del Hospital San Martín. El problema
    adquiere relevancia ya que en el Servicio de Oftalmología
    se encuentra inhabilitado para realizar cirugías de
    cataratas debido a la falta de instrumental, mal estado de los
    mismos y elementos sin funcionar que no pueden ser
    reparados.

    La oftalmología es una de las especialidades
    médicas con mayor innovación en tecnología y por lo
    tanto una de las de mayores costos. El trabajo
    intenta configurar dos escenarios posibles y concluir cuál
    de ellos es el más indicado para una mejor calidad de la
    atención médico oftalmológica
    del paciente con catarata, con un costo razonable y adecuado a la
    realidad del sector. Si bien, se entiende que la
    incorporación de tecnología ultrasónica
    significa una inversión significativa en términos
    monetarios, es importante determinar cuál de las dos
    técnicas es la más
    eficiente.

    Hasta el momento, en Argentina no se conocen trabajos
    publicados sobre estudios de costo efectividad entre las
    distintas técnicas para la cirugía de cataratas.
    Las publicaciones más recientes respecto a este tema
    provienen del Reino Unido, Alemania y
    Malasia, entre otros, los que desarrollaremos en su respectivo
    capítulo.

    Con este trabajo, el autor pretende responder la
    siguiente pregunta de investigación:
    ¿Cuál es la técnica de cirugía de
    cataratas más costo efectiva para aplicar en el Servicio
    de Oftalmología del Hospital San Martín de
    Paraná, la extracción extracapsular o la
    facoemulsificación?

    Palabras clave

    Cirugía de cataratas, costo, efectividad,
    extracción extracapsular, facoemulsificación,
    astigmatismo, opacificación capsular, recuperación
    visual, eficiencia
    social, realidad sectorial, tendencias.

    1.2 OBJETIVOS
    ESPECIFICOS

    • Evaluar la costo efectividad de extracción
      extracapsular y facoemulsificación en los pacientes que
      son intervenidos para cirugías de cataratas en el
      Servicio de Oftalmología del Hospital San Martín
      de Paraná.
    • Desarrollar una metodología para el análisis de
      costo efectividad de las dos intervenciones más
      empleadas para la cirugía de cataratas.
    • Estimar la efectividad de éstas.
    • Estimar el costo de las técnicas
      quirúrgicas que se les ha estimado su
      efectividad.
    • Construir el indicador costo efectividad para cada
      intervención estudiada.
    • Comparar los resultados entre ambas
      técnicas.

    En el presente trabajo se desarrollará un
    análisis en términos de costo efectividad de los
    dos procedimientos
    terapéuticos más empleados para la cirugía
    de cataratas, la extracción extracapsular del cristalino y
    la emulsificación por ultrasonido del mismo
    (facoemulsificación). Los resultados de dicha investigación tienen el propósito de
    estimar la técnica más costo efectiva para el
    Servicio de Oftalmología del Hospital San Martín de
    Paraná.

    Del resultado de este análisis podrá
    concluirse fundamentalmente que la modalidad de técnica
    extracapsular es la más costo efectiva o que la
    incorporación de tecnología ultrasónica en
    el mencionado hospital es más eficiente en términos
    económicos y sociales.

    A tal efecto, y tras la presente introducción y explicación de
    objetivos, se planteará el marco
    teórico. En tal sentido, se comenzará con un
    capítulo de aspectos locales de la ciudad de Paraná
    y Entre Ríos como provincia, y luego, otro de
    consideraciones básicas sobre la cirugía de
    cataratas.

    A continuación se considerarán aspectos
    epidemiológicos de la enfermedad en nuestro país y
    Latinoamérica, programas
    públicos y desafíos a futuro. Luego se
    describirán los aspectos generales de la evaluación
    económica de tecnologías sanitarias, sus
    utilidades, ventajas y desventajas de cada una.

    Se abordará el tema de costos asociados a la
    provisión de servicios de salud, las variables que
    pueden explicar sus incrementos crecientes. Luego describiremos
    las publicaciones más importantes sobre costo efectividad
    para las intervenciones más utilizadas en la
    cirugía de cataratas.

    Tras este encuadre, nos abocaremos al aspecto
    metodológico propiamente dicho. Universo y
    muestra,
    unidad de análisis, limitaciones del caso, selección
    de intervenciones. La estimación de costos directos e
    indirectos, tamaño de la muestra, definición del
    modelo de
    costeo y del producto a
    costear. Se describirán los parámetros utilizados
    para la estimación de la efectividad, los elementos que la
    componen y las formas de medirla, y el diseño
    de escenarios una vez estimada esta.

    Para finalizar, se construirán los indicadores de
    costo efectividad. A partir de estos últimos se
    analizarán los resultados. Presentados los resultados, se
    fundamentarán las conclusiones, y se propondrán
    alternativas.


    1.3 ASPECTOS LOCALES

    Es importante y urgente formular propuestas de cambio, ya que
    las dificultades preexistentes limitan la capacidad de
    reacción frente a la crisis
    sectorial actual. El deterioro progresivo del financiamiento
    del sector no escapa a la realidad general del país: la
    reducción de aportes patronales por el desempleo
    creciente y las dificultades para la reasignación de
    recursos son un
    problema de la Argentina entera. La incapacidad de cofinanciar
    con gasto de bolsillo por parte de los usuarios se debe a la
    caída nominal del salario que fue
    particularmente mayor en Entre Ríos cuando sufría
    la constante devaluación de su cuasimoneda, el Bono
    Federal, y a un importante atraso, que en algunos casos llegaba a
    5 meses, en el pago de haberes activos y
    pasivos.

    La creciente expansión en la demanda de servicios
    públicos de salud se explica por la reducción
    en la extensión de seguros de salud,
    la menor capacidad de gasto de bolsillo antes nombrada y la falta
    de un aumento en el presupuesto
    sanitario. En el caso particular de oftalmología, en Entre
    Ríos se ha fundado en mayo del 2002 la Asociación
    Entrerriana de Oftalmología (AEO) y ha suspendido la
    totalidad de las prestaciones a
    todas las obras sociales, mutuales y empresas de
    medicina
    prepaga hasta tanto no se renegocien los convenios y se salden
    los pasivos prestacionales; esto implica que personas con
    cobertura y sin capacidad de gasto de bolsillo debían
    recurrir al hospital público para atención
    oftalmológica.

    1.3.1 HOSPITAL SAN MARTIN

    El Hospital San Martín de Paraná (HSM) es
    un hospital zonal que brinda atención a personas a partir
    de los 15 años. Entre Ríos tiene 1.113.438
    habitantes de los cuales el 29,23 % son menores de 15
    años1. En Entre Ríos la
    relación servicios sociales/gasto total, indicador que
    mide la magnitud del gasto en educación, salud,
    promoción social y servicios urbanos con
    relación a la totalidad de su presupuesto, es el tercero
    más alto del país: 59,2 % (está precedido
    por La Pampa y Buenos Aires).
    Los índices de necesidades básicas insatisfechas
    (NBI) tiene una media de 18,87 % (INDEC).

    Este establecimiento actualmente no trabaja dentro del
    sistema de
    gestión
    descentralizada, por lo que se comporta como dador de subsidios
    indirectos al sistema de seguridad
    social, fundamentalmente a la obra social provincial
    (IOSPER), INSSJP (PAMI), y privado. Por otro lado, es el
    único hospital en la provincia que brinda cirugía
    oftalmológica mayor y prácticas de mediana
    complejidad como ecografías y
    ecometrías.

    La mayor parte de la asistencia oftalmológica se
    realiza en el servicio mismo, ella consiste fundamentalmente en
    consultas externas y cirugías programadas. Las
    cirugías que requieren anestesia general son muy pocas y
    se realizan en quirófano central. Por su parte, las
    internaciones son escasas y para patologías muy
    específicas como traumatismos penetrantes, infecciones
    graves, entre otras. Hay pacientes que por la complejidad de su
    enfermedad necesitan un estricto seguimiento y, por dificultades
    económicas y de accesibilidad geográfica, terminan
    hospitalizados aunque el seguimiento de su patología pueda
    realizarse de forma ambulatoria.

    CUADRO 1: CONSULTAS EXTERNAS, SERVICIO
    DE OFTALMOLOGIA HSM, PERIODO 1997-2001

    1997

    1998

    1999

    2000

    2001

    11604

    9596

    11449

    10378

    7455

    FUENTE: Elaboración propia en base a
    División Estadística, Hospital San
    Martín.

    Nótese la sensible disminución en la
    cantidad de consultas del año 2001. La crisis
    económica de ese período podría haber
    logrado que las personas de menores recursos no pudieran siquiera
    concurrir al hospital. A su vez, aumentó notablemente las
    consultas de personas con cobertura de la seguridad social
    que no podían solventar los gastos en el
    sector privado.

    Existen numerosas prácticas que no se realizan en
    el Servicio de Oftalmología del hospital. Algunas de ellas
    requieren de profesionales altamente capacitados, por lo que
    resulta muy difícil realizar estas intervenciones; pero en
    otros casos sólo se necesita mayor tecnología: este
    es el caso de la facoemulsificación.

    El Estado Provincial siempre contrató por medio
    de licitación pública a prestadores del sector
    privado para realizar las prácticas diagnósticas o
    terapéuticas que requieran una complejidad mayor de la que
    posee el Hospital San Martín. Ejemplos de esto
    serían los tratamientos con láser en
    enfermos con retinopatía diabética,
    capsulotomías con yag láser, entre otras. En el
    caso de la cirugía de catarata por ultrasonido o
    facoemulsificación, esta no se terceriza en el sector
    privado ya que en dicho hospital, en teoría,
    se realiza la técnica convencional o extracapsular. Por lo
    tanto, la única posibilidad de realizar la técnica
    ultrasónica es incorporando la tecnología necesaria
    en el Servicio de Oftalmología.

    En el párrafo
    anterior expresamos que en el Hospital San Martín "en
    teoría" se realiza la técnica extracapsular para la
    cirugía de cataratas. Decimos teoría porque la
    realidad es diferente: En el período de esta
    investigación todas las cirugías estan suspendidas
    debido a que no funciona el microscopio
    quirúrgico. Este último es un modelo muy antiguo
    que ya no se fabrica y su fuente de luz original que
    actualmente no funciona, no se consigue.

    En cuanto a las cirugías de cataratas, en el
    tiempo que se
    realizaban, las mismas eran con técnica extracapsular. Lo
    particular del caso es que el Servicio de Oftalmología del
    Hospital San Martín no cuenta con un vitréctomo de
    cámara anterior, indispensable para resolver una de las
    complicaciones intraoperatorias más frecuentes y temidas:
    ruptura capsular con pérdida de vítreo. La tasa de
    ocurrencia de cataratas en este servicio se estima en un
    2,6%.

    Es fundamental señalar que este resultado se
    calculó basándose en el total de la
    población atendida, sin diferenciar entre distintos
    grupos
    etáreos. Esto último no es posible debido a la
    pobre calidad de los registros, aunque
    si tomamos indicadores de otras instituciones,
    podemos ver que la tasa de ocurrencia en los subgrupos de mayores
    de 65 años es notoriamente más elevada: 59% en
    Inglaterra, 60%
    en Gales, 63% en México. En
    este último, la cirugía de cataratas es la
    intervención quirúrgica más realizada en
    adultos mayores de 65 años.

    Durante este trabajo, el Hospital Zonal de Entre
    Ríos no cuenta con los elementos indispensables para
    realizar una cirugía de catarata. Es técnicamente
    complicado realizar una cirugía cualquiera sea su
    técnica, sin tener el instrumental necesario para resolver
    complicaciones habituales. Las autoridades a cargo deberán
    tomar varias decisiones, respecto a las cirugías de
    cataratas: ¿Qué tecnología se va a utilizar?
    ¿Cuántos pacientes por mes se van a intervenir?
    ¿Cuál es la mejor alternativa?

    Debido a la necesidad de retomar la actividad
    quirúrgica en este hospital, este trabajo pretende
    estudiar las dos alternativas más utilizadas para realizar
    cirugías de cataratas, extracción extracapsular y
    facoemulsificación, y determinar cuál de ellas es
    más costo efectiva según las necesidades del
    Hospital San Martín. Es así que, tanto como para
    realizar la técnica extracapsular como la
    facoemulsificación, es necesario incorporar nueva
    tecnología.

    Las cirugías oculares que se realizan en el
    Hospital San Martín de Paraná pueden clasificarse
    en mayores y menores, entendiéndose por mayores las que
    penetran en la cavidad intraocular. De las mayores, nos
    ocuparemos de las cataratas.

    CUADRO 2: CIRUGIAS OFTALMOLOGICAS
    MAYORES, HSM, PERIODO 1997-2001

    QUIROFANO PROPIO

    QUIROFANO CENTRAL

    TOTAL

    PROGRAMADAS

    URGENTES

    1997

    215

    0

    2

    217

    1998

    197

    1

    3

    201

    1999

    221

    1

    7

    229

    2000

    309

    2

    9

    320

    2001

    121

    4

    8

    133

    FUENTE: Elaboración propia basándose en
    División Estadística HSM.

    Nótese en el cuadro 2 la disminución en la
    cantidad total de cirugías en el año 2001. Como se
    mencionó anteriormente esta podría deberse a la
    gran crisis económica de ese período, en el que el
    hospital no proveía de insumos en la misma cantidad que
    años anteriores al Servicio de Oftalmología y los
    pacientes excluidos del sistema de seguridad social tampoco
    podían afrontar la compra de los mismos de forma
    particular.

    Sin embargo, podemos apreciar según el
    gráfico 1 que las cirugías de catarata en 2001 no
    disminuyeron mucho respecto de años anteriores. Esto
    supone que representa a enfermos con cobertura social, en la que
    su obra social o mutual le proveía el kit de insumos
    quirúrgicos para ser intervenidos en el hospital
    público.

    GRAFICO 1: CIRUGIAS DE CATARATAS,
    HOSPITAL SAN MARTIN 1997 – 2001

    FUENTE: Elaboración propia
    basándose en registros del Servicio de
    Oftalmología, Hospital San Martín.

    1.4.1 CONSIDERACIONES BASICAS SOBRE LA CIRUGIA DE
    CATARATAS

    La catarata es la opacificación del cristalino.
    Esto produce una disminución de la agudeza visual de la
    persona que la
    padece. Esta alteración, si bien es la más
    incapacitante, no es la única que se produce. Con la
    cirugía de catarata no sólo podemos restablecer la
    agudeza visual previa, también pueden mejorar los aspectos
    siguientes:

    1. Lectura y trabajo en la visión próxima
      (cerca).
    2. Actividades cotidianas habituales como trabajo, ocio,
      conducir automóviles.
    3. Rendimiento funcional previo a la
      cirugía.
    4. Movilidad y autonomía.
    5. Visión de colores y de
      relieve.
    6. Molestias por deslumbramiento.
    7. Remoción de la catarata cuando impide
      diagnosticar y/o tratar una patología del segmento
      posterior (retina y vítreo), por opacidad de medios.

    Hay muchas causas que producen esta enfermedad, la
    etiología más común es la senectud. Esto es
    particularmente importante, ya que la atención
    médica de los países con envejecimiento poblacional
    en aumento, como la Argentina, presenta nuevos desafíos
    para dar respuesta a estos fenómenos
    epidemiológicos.

    Existen numerosas técnicas para la cirugía
    de cataratas y no nos ocuparemos de todas ellas en este trabajo
    porque no se considera pertinente. La técnica más
    empleada en el mundo entero hasta el advenimiento de las lentes
    intraoculares fue la extracción intracapsular: Esta
    consiste en extraer el cristalino entero junto con la bolsa
    capsular y prescribir corrección óptica
    con lentes aéreos. La ausencia de cristalino se denomina
    afaquia y esta modalidad, si bien se practica todavía en
    escasos lugares (África subsahariana, por ejemplo), se
    está aplicando cada vez menos por diferentes
    motivos:

    1. Alta incidencia de complicaciones postoperatorias
      (desprendimiento de retina, infecciones, entre
      otras)
    2. Insatisfacción del paciente por la
      magnificación de la imagen en el
      ojo operado, en los casos unilaterales.
    3. Aparición en el mercado de
      lentes intraoculares (LIO) de bajo costo.
    4. Aumento de la disponibilidad de médicos
      oftalmólogos entrenados en cirugía
      extracapsular.

    La técnica extracapsular manual es una modalidad
    que se practica en muchos países del mundo, aún en
    los más desarrollados. Esta consiste en extraer el
    cristalino íntegramente a través de una
    capsulotomía anterior y preservar la cápsula
    posterior junto con el complejo zonular, donde luego se
    implantará la lente intraocular. Los beneficios más
    importantes de esta técnica respecto de la intracapsular
    son, entre otros: mejor calidad y agudeza de la visión,
    menor incidencia de desprendimiento de retina y endoftalmitis,
    menor inflamación postoperatoria.

    La facoemulsificación es descubierta por Kelman
    durante la década de 1960 y en 1971 se patentó el
    primer equipo. De todos formas, la técnica intracapsular
    fue la más empleada en la década del 70, la
    extracción extracapsular manual durante los 80 y,
    recién a mediados de los 90, la facoemulsificación
    empezó a tener mayor difusión entre los cirujanos
    oftalmólogos de países desarrollados. Esta
    técnica consiste fundamentalmente en la remoción
    intraocular de la catarata con una sonda de ultrasonido, a
    través de una incisión pequeña. De las
    ventajas y desventajas de las dos últimas técnicas,
    nos ocuparemos en el capítulo de efectividad.

    1.4.2 ASPECTOS EPIDEMIOLOGICOS DE LA CIRUGIA DE
    CATARATAS

    En la actualidad, la
    Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a
    escala global,
    existen 50 millones de ciegos y alrededor de 135 millones de
    personas padecen visión subnormal o "ceguera legal", tal
    como se denomina a este status ocular en los Estados Unidos.
    En nuestro país, como en América
    latina en general, la catarata es la primera causa de ceguera
    evitable en orden de frecuencia, aproximadamente en el 80 % de
    los casos.

    Cuadro 3: Tasa de médicos
    oftalmólogos por millón de
    habitantes

    Oftalmólogos por
    millón de habitantes

    América Latina

    Caribe

    <5

     

    Haití

    5-15

    Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua.

    Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, St
    Lucia

    16-25

    Ecuador, Paraguay, Perú, Dominicana
    R.

    Belice, St. Vincent, Trinidad

    26-35

    Colombia, Costa
    Rica, Chile, México, Panamá.

    Antigua

    36-45

    Brasil, Uruguay, Venezuela

    Barbados

    >45

    Argentina, Cuba

     

    Fuente: OPS

    Es conocida la vertiginosidad de los avances
    tecnológicos en salud: farmacológica, bioquímica, genética,
    medicina nuclear, entre otros. Por ello es entendible que se
    prolongue la calidad y cantidad de vida, lo que implicaría
    un incremento de las enfermedades de la vejez. Este es
    uno de los grandes desafíos sanitarios en el mundo
    entero.

    La elevada prevalencia de las cataratas entre las
    personas de la tercera edad, la intervención
    quirúrgica en estados avanzados de la enfermedad junto con
    las bajas tasas de intervención en comparación con
    otros países y las importantes listas de espera, indican
    la existencia de una necesidad no cubierta. El envejecimiento
    poblacional y el incremento de las necesidades de obtener una
    mejor calidad de la visión hacen prever un aumento de la
    demanda de las cirugías de cataratas.

    En Argentina, es prioritario comenzar a trabajar en
    estos aspectos debido a la gran fragmentación de su
    sistema de salud y a las profundas inequidades en el acceso de la
    población a la atención de la misma, interpretando
    inequidad en salud como aquellas diferencias injustas y
    evitables.

    II.
    MARCO TEORICO

    2.1 EVALUACION ECONOMICA

    2.1.2 Introducción

    La evaluación económica es el
    análisis comparativo de cursos de acción
    alternativos, en términos de sus costos y consecuencias.
    Para lograr una evaluación económica completa, no
    es suficiente con determinar el costo de un procedimiento,
    sino que este debe ser comparado con cursos de acción
    alternativos.

    La evaluación de tecnologías de salud
    puede entenderse como el proceso de
    análisis e investigación, dirigido a estimar el
    valor y
    contribución relativos de cada tecnología sanitaria
    a la mejora de la salud individual y colectiva, teniendo en
    cuenta además el impacto económico y
    social.

    El análisis económico busca identificar y
    hacer explícitos un conjunto de criterios que puedan
    resultar útiles para decidir entre las diferentes
    aplicaciones de los recursos escasos.

    La evaluación económica se introdujo en el
    sector salud a principios de los
    años sesenta, pero la progresiva limitación de los
    recursos y la necesidad de establecer prioridades en el gasto
    sanitario han hecho que estas técnicas hayan alcanzado
    mayor difusión en la última década y que en
    estos momentos sean varios los países que recomienden o
    exijan evaluaciones económicas que sirvan para la
    posterior toma de
    decisiones.

    Dentro de la evaluación de tecnologías de
    salud se reconocen cuatro tipos de análisis
    básicos:

    • Minimización de costos (AMC)
    • Costo beneficio (ACB)
    • Costo utilidad
      (ACU)
    • Costo efectividad (ACE)

    La diferencia entre ellos radica esencialmente en la
    forma de medir las consecuencias entre las intervenciones
    evaluadas.

    En AMC la consecuencia de dos o más alternativas
    de intervención debe ser la misma, evaluándose
    solamente el costo de ambas.

    En ACB tanto los costos como los beneficios se expresan
    en términos monetarios. El ACB provee una
    estimación del valor de los recursos utilizados en un
    programa en
    comparación con los recursos que la aplicación de
    este programa podría ahorrar o crear.

    El ACU es una variante del ACE en el que el denominador
    se utiliza los años de vida ajustados por calidad (QALYS),
    que incorporan las preferencias de los individuos y la sociedad. El
    resultado de este análisis se expresa en términos
    de costo por día saludable o costo por año de vida
    ganado ajustado por calidad, lo que permite comparar programas o
    intervenciones.

    2.2 Análisis de costo efectividad
    (ACE)

    El ACE es el estudio de costos de acciones
    alternativas para conseguir un objetivo, en
    este caso el de la cirugía de catarata, aportando
    criterios de eficiencia económica. Su resultado se mide en
    unidades físicas y permite identificar las intervenciones
    en salud que alcanzarían el mayor impacto en la
    población por unidad de inversión.

    Esta metodología parte del supuesto que los
    recursos son limitados. Se calcula el cociente entre el costo
    económico de la intervención y la estimación
    de los efectos de ésta producidos en la salud. El
    numerador incluye los costos directos (insumos, medicamentos,
    internación) e indirectos (transporte,
    lucro cesante). El denominador refleja el efecto en salud, siendo
    los años de vida ganados la forma más frecuente de
    medirlo.

    Los resultados del ACE pueden ayudar a los gestores a
    identificar formas de eficiencia y efectividad de los servicios
    de salud que proveen, sin embargo su aplicación en la
    clínica es controvertida, ya que tendería a
    disminuir la libertad de
    elección de los tratamientos por parte de los
    médicos.

    Puede plantearse como punto de partida que el fundamento
    teórico conceptual de la evaluación
    económica es la Economía del
    Bienestar. A veces considerada como una forma de economía
    normativa, por diferencia con la economía teórica o
    positiva que busca conocer cómo son los procesos
    económicos, la Economía del Bienestar es una rama
    del pensamiento
    económico que se propone incrementar el bienestar total o
    la utilidad total existente en una sociedad.

    El problema básico que se presenta en tal caso es
    que debe encontrarse un modo de hacer comparaciones
    interpersonales de utilidad, es decir, definir una escala de
    preferencias que sea común para dos o más personas.
    La existencia de tal escala común, sin embargo, es
    difícil de demostrar. Basada en gran parte en el concepto de
    óptimo paretiano, la Economía del Bienestar se
    desarrolló con bastante ímpetu a mediados del siglo
    XX, encontrándose entre los soportes teóricos del
    llamado Estado de Bienestar.

    En la actualidad tiende a ser desplazada del centro del
    pensamiento económico, en gran parte debido a la
    dificultad de encontrar un vínculo entre los aspectos
    normativos y positivos: de acuerdo al teorema imposibilidad de
    Arrow, no es factible encontrar una función
    "social" de bienestar que agregue las funciones de
    utilidad de cada uno de los individuos.

    El ACE Y el ACU tal como se han desarrollado en los
    últimos años requieren la introducción de
    hipótesis adicionales. Así, algunos
    autores opinan que la evaluación debe reflejar los
    valores
    sociales en lugar de las preferencias individuales, negando, por
    tanto, la pertinencia del principio de soberanía del consumidor.

    En la práctica, las divergencias más
    significativas se producen en el ámbito de la
    determinación de los beneficios intangibles de los
    programas, que en el ACE y ACU no se valoran de acuerdo con
    valores de mercado ni según el criterio de la
    disponibilidad a pagar, sino que se miden en unidades
    específicas no monetarias de efectividad relacionadas con
    la salud, lo que crea algunas dificultades, tanto en lo que
    respecta a la selección del indicador apropiado, como en
    la obtención de las implicaciones del análisis para
    la toma de decisiones.

    2.2.1. El ACE y su aplicación en las políticas
    de salud

    El propósito del ACE es orientar respecto de la
    eficiencia en que asignan los recursos dentro del sector salud.
    Existen muchas maneras de definir la eficiencia, no obstante este
    estudio centrará su análisis de la eficiencia
    medida en términos de calidad visual de las personas
    intervenidas quirúrgicamente de cataratas. Este concepto
    de eficiencia se evalúa en términos de los
    resultados en salud (visual, en este caso).

    Un sistema de salud es eficiente si es capaz de
    maximizar el estado de salud de la población dados los
    recursos que dispone para tal fin. Desde otra perspectiva, se
    puede concebir a la eficiencia en términos de la
    satisfacción del usuario.

    2.2.2. Elementos a considerar en el
    ACE

    • Elección de la medida de
      efectividad

    Es necesario que haya un objetivo preciso de la
    intervención, y por lo tanto una dimensión
    establecida a través de la cual se evalúe la
    efectividad, o que haya múltiples objetivos, pero que las
    intervenciones tendientes a cumplirlos los hagan en la misma
    medida.

    • Forma de obtención de los datos de
      efectividad

    La fuente de datos por excelencia es la literatura médica
    existente, especialmente los ensayos
    clínicos controlados. Frente a la ausencia de estos,
    existen dos alternativas: establecer supuestos sobre las
    variables en estudio, basándose en otras fuentes de
    información (juicio de expertos, por ejemplo) y
    realizar luego análisis de sensibilidad de los resultados
    para los distintos supuestos adoptados. La segunda posibilidad, y
    la más compleja, es diseñar un estudio
    clínico.

    • Inclusión de costos
      indirectos

    Respecto de este punto, existen opiniones divergentes.
    La mejor alternativa es analizar cada caso en particular y
    decidir su inclusión o exclusión.

    2.3. EFECTIVIDAD

    La efectividad se entiende como la medición de los resultados obtenidos por
    las intervenciones sanitarias en situaciones reales y concretas.
    La determinación de la efectividad depende de tres
    factores:

    • Eficacia: resultados obtenidos si las intervenciones
      se aplicaran en condiciones óptimas, que es una
      estimación del beneficio potencial de la
      medida.
    • Cobertura o penetración: capacidad del
      programa de alcanzar la población objetivo.
    • Comportamiento o compliance de los beneficiarios
      potenciales y de los profesionales en relación con el
      cumplimiento de las recomendaciones
      técnicas.

    2.3.1. COMPONENTES DE LA EFECTIVIDAD

    EFICACIA

    La eficacia
    corresponde a los beneficios en la salud de una
    intervención, en condiciones ideales u óptimas. Por
    lo tanto trata de evaluar la sensibilidad de un problema de salud
    a una acción curativa o preventiva. Para ser eficaz, la
    intervención debe ser capaz de lograr iguales resultados
    cuando se repite en condiciones semejantes y el resultado
    obtenido debe ser similar al que se espera obtener por su
    aplicación. La evaluación de eficacia se apoya en
    la calidad de la evidencia de investigaciones
    empíricas. Las clases de pruebas para
    determinar el valor de una intervención pueden
    ser:

    • Ensayos clínicos randomizados
    • Estudios de casos y controles
    • Estudios ecológicos
    • Opinión de expertos

    La eficacia de mayor confiabilidad es la que se basa en
    ensayos clínicos y la de menor confiabilidad la que
    depende del juicio de expertos.

    La eficacia de las intervenciones es siempre superior a
    la efectividad. Esta diferencia es un aspecto esencial del
    ACE.

    COBERTURA

    Se entiende como cobertura al resultado de una oferta eficaz
    y sistematizada de servicios básicos de salud, que
    satisfagan las necesidades de la población cubierta,
    proveído de forma continua, en zonas accesibles y
    garanticen el acceso a los diferentes niveles de atención
    del sistema de salud.

    El concepto de cobertura implica una relación
    dinámica en la que participan los recursos
    disponibles y las necesidades de la población (demanda de
    servicios).

    ADHERENCIA A LAS INTERVENCIONES

    La adherencia es el grado de cumplimiento por parte del
    paciente de la indicación médica. Referencias
    bibliográficas como la de Davis sostienen que un
    30–35 por ciento de los pacientes no cumple las
    indicaciones de su médico. Estas estimaciones son
    válidas para tratamientos médicos y acciones
    preventivas, sobre adherencia a intervenciones quirúrgicas
    hay escasas referencias.

    2.3.2. MEDICION DE LA EFECTIVIDAD

    En la práctica, la efectividad es la
    expresión en la mejoría de la situación de
    salud de la población, expresada en indicadores
    sanitarios. La dificultad principal es el tiempo de latencia
    entre las intervenciones y la medición de resultados
    obtenidos, especialmente cuando se usan indicadores de
    mortalidad, donde el impacto en ahorro de
    vidas ocurre en el largo plazo.

    Sin embargo, pueden identificarse indicadores más
    sensibles, como la mortalidad infantil o indicadores más
    complejos que incorporen mejorías en el nivel de salud,
    como los años de vida ajustados por calidad (AVAC o
    QALY).

    En este trabajo no adquiere mayor relevancia medir la
    efectividad en años de vida ganados, ya que la
    patología (cataratas) no tiene relación directa con
    la mortalidad del paciente.

    2.4. COSTOS

    Los costos asociados a la provisión de servicios
    de salud son objeto de creciente preocupación, debido a su
    sostenida tendencia al aumento en el último
    tiempo.

    Este aumento se debe a múltiples factores y las
    dos variables más importantes son:

    • El aumento de la demanda y

    El aumento de la demanda es proporcional al crecimiento
    vegetativo de la población, por la aparición de
    nuevas enfermedades y por el cambio en el perfil
    epidemiológico debido al incremento de la expectativa de
    vida al nacer. Esto implica que se incorporen a la demanda los
    grupos etáreos de senescentes que presionan por mayor
    cantidad de servicios, los que a su vez, tienen mayor costo
    relativo.

    La vertiginosa innovación tecnológica
    también presiona sobre los costos de la atención
    sanitaria, reflejados en la disponibilidad de equipos cada vez
    más complejos y sofisticados, tanto en su
    adquisición, como en su operación y mantenimiento.

    En este escenario de demandas de complejidad y costos
    crecientes, parece inevitable el imperativo de maximizar los
    recursos relativamente escasos, para obtener de estos su mayor
    productividad.
    Se considera indispensable conocer los costos de
    producción en los que incurre el sistema, involucrando
    las funciones de provisión de servicios, de
    promoción y prevención, y asistenciales.

    Una intervención sanitaria utiliza distintas
    clases de recursos que implican un costo de oportunidad, un costo
    para la sociedad. En otras palabras, esos recursos, de no ser
    utilizados en una determinada intervención, pueden ser
    utilizados en otra; o si no fueran utilizados con fines
    sanitarios, podrían destinarse a otros fines que la
    sociedad valora como prioritarios, por ejemplo educación,
    descontaminación ambiental.

    Planteado de esta forma, los recursos que una
    intervención conlleva no son neutros, involucran el
    esfuerzo social y presenta diversos costos y beneficios
    asociados:

    • Los costos fijos relacionados con el uso de la
      infraestructura del sistema de salud en general.
    • Los costos fijos asociados con cada
      intervención específica.
    • Los costos variables, que varían en
      función del número de intervenciones
      realizadas.
    • Los costos de la persona que recibió la
      intervención (indirectos), como transporte, tiempo de
      espera.
    • Los costos relacionados con el consumo de
      servicios de salud en el futuro, no relacionados con la
      enfermedad que se está abordando.
    • Las ganancias en productividad y aportes al Producto
      Bruto Interno (PBI) por la implementación de una
      intervención.

    El proceso de costeo de las intervenciones se puede
    separar en tres etapas. La primera consiste en calcular los
    costos de infraestructura, fijos y variables de productos y
    servicios de salud intermedios. En segundo lugar se cuantifican
    los recursos utilizados para producir una intervención por
    paciente receptor, para así definir un patrón en la
    utilización de recursos necesarios para producir tal
    intervención.

    De esta forma se facilita la comparación en la
    producción de diferentes intervenciones en
    distintos escenarios, donde los costos unitarios de cada insumo
    varían considerablemente y permite la aplicación de
    información de costo efectividad en un
    modelo optimizador para la planificación. En tercer lugar, se combina
    el patrón de utilización de recursos e
    infraestructura a fin de estimar el costo promedio de una
    intervención por paciente receptor.

    Deben incluirse todos los costos que se consideren
    significativos a lo largo de la vida útil del tratamiento.
    La medida de los costos puede realizarse de forma prospectiva (en
    cada uno de los pacientes de un ensayo
    clínico) o retrospectiva, a partir de registros
    existentes.

    Costos directos: Son los relacionados
    directamente con los servicios sanitarios y se clasifican en
    "sanitarios" y "no sanitarios". Los primeros están
    relacionados con la intervención estudiada y el cuidado
    sanitario e incluyen los costos de la intervención,
    pruebas diagnósticas, consultas, costo del tratamiento, de
    los efectos adversos, hospitalización, entre
    otros.

    Los costos no sanitarios incluyen: transporte al
    hospital, servicios sociales, fisioterapia, cuidados. Los costos
    fijos son independientes del volumen de
    actividad, mientras que los variables dependen de dicho
    volumen.

    Costos indirectos: Relacionados con cambios en la
    capacidad productiva del individuo,
    fundamentalmente la pérdida de días de
    trabajo.

    Costos intangibles: Son los costes relacionados
    con el dolor o el sufrimiento de los pacientes y debido a su
    dificultad para cuantificarse, no se incluyen en el
    cómputo global de las evaluaciones económicas de
    tecnologías sanitarias, aunque si suelen citarse
    expresamente pues su importancia puede ser de tal magnitud que, a
    pesar del resultado numérico de la evaluación,
    orienten la decisión en sentido contrario.

    El problema de la valoración de los costos
    además debe incorporar las perspectivas desde donde se
    formula la evaluación económica.

    La tasa de descuento y el horizonte temporal son dos
    aspectos críticos a definir en el diseño del
    estudio. Se define por horizonte temporal el período
    durante el cual la tecnología de salud analizada presenta
    costos significativos y efectos relevantes sobre la salud. En la
    medida que los estudios se realizan en forma previa se debe
    considerar que las unidades monetarias deben ser transformadas en
    términos del año cero de la evaluación, para
    eliminar las distorsiones por efecto precio de la
    misma.

    Con respecto a la tasa de descuento la misma debe
    reflejar el costo de oportunidad de los recursos aplicados en la
    evaluación económica de tecnologías
    sanitarias. Dicha tasa se utiliza para actualizar al año
    cero los efectos monetarios. Cabe destacar que para su
    definición se identificaron dos enfoques. El primero
    considera que la tasa de descuento refleja la tasa a la que la
    población esta dispuesta a renunciar a consumo presente
    por el consumo futuro. El segundo enfoque adopta la tasa de
    rendimiento de las inversiones de
    una determinada sociedad.

    La actualización del valor de los costos y de los
    efectos futuros se realiza para reflejar la preferencia temporal
    de los individuos y de la sociedad. Si bien es improbable que la
    tasa de descuento se constante en el tiempo, se la considera
    sí por razones de convención, las directrices para
    la evaluación de económica de medicamentos de
    Canadá sugieren utilizar como tasa de descuento
    estándar inicial al 5% e incluir dentro del
    análisis de sensibilidad la tasa de descuento del 0% para
    mostrar los efectos de la actualización.

    2.5. ESTADO DEL ARTE:
    ¿QUÉ SABEMOS HASTA EL MOMENTO DE COSTO EFECTIVIDAD
    EN LA CIRUGIA DE CATARATAS?

    2.5.1 Experiencia en el Reino Unido de Gran
    Bretaña

    Estudio randomizado: Extracción extracapsular
    de la catarata comparada con cirugía de incisión
    pequeña por facoemulsificación:

    Debido a las características de este estudio, se
    lo eligió como la referencia más importante para
    centrar nuestro trabajo. Se realizó en Inglaterra, Reino
    Unido con el propósito de analizar los costos asociados a
    las técnicas quirúrgicas que estamos estudiando,
    extracción extracapsular y facoemulsificación, y
    los índices de complicaciones intra y postoperatorias, a
    fin de determinar cuál de las dos opciones es
    clínicamente superior. Para ello se valoraron
    parámetros comparativos como agudeza visual y
    refracción postoperatoria, incidencia de
    opacificación capsular, estabilidad del astigmatismo
    postoperatorio, entre otros.

    Se eligieron dos centros para realizar el mismo:
    Moorfields Eye Hospital (Londres) y el Oxford Eye Hospital
    (Oxford). Se invitaron a 821 pacientes a participar y aceptaron
    630, de estos últimos, 130 fueron rechazados por poseer
    criterios de exclusión:

    • Catarata brunescente
    • Necesidad de procedimiento quirúrgico
      combinado (por ejemplo, facotrabeculectomía)
    • Comorbilidad ocular asociada (por ejemplo,
      ambliopía, glaucoma,
      retinopatía diabética, degeneración
      macular relacionada a la edad)
    • Miopía patológica: largo axial mayor de
      26.5 milímetros
    • Imposibilidad de concurrir a los controles de la
      forma requerida
    • Edad menor a 40 años

    Excluidos estos últimos, se randomizaron 500
    pacientes. Se destinaron 249 para el grupo de
    técnica extracapsular y 251 para el grupo de
    facoemulsificación. En el primer grupo, 21 pacientes
    abandonaron los controles y en el segundo lo hicieron 22
    pacientes. Finalmente, el estudio contó con 215 pacientes
    para el grupo de técnica extracapsular y 224 para el grupo
    de facoemulsificación.

    En el grupo de técnica extracapsular se
    realizó una técnica de incisión corneo
    escleral amplia (12 a 14 milímetros), remoción de
    la catarata por expresión nuclear, implante de lente
    intraocular de polimetilmetacrilato (PMMA) y cierre incisional
    con suturas de nylon 10.0.

    En el grupo de pacientes intervenidos con
    facoemulsificación la incisión quirúrgica
    fue por córnea clara y de 3.2 milímetros de
    amplitud; la catarata fue emulsificada con ultrasonido en el saco
    capsular y el lente intraocular implantado en el mismo lugar.
    Este último de silicona y plegable, lo que permite no
    tener que ampliar la incisión para su implante. La
    sustancia viscoelástica usada en ambas técnicas fue
    el hialuronato de sodio.

    Un detalle importante es que a los cirujanos que
    intervinieron en este estudio se les exigió una
    experiencia mínima de 250 cirugías para cada
    técnica, motivo por el cual se les permitió
    estandarizar los criterios para la confección de los
    protocolos
    quirúrgicos de cada técnica.

    Los cuatro parámetros básicos medidos
    fueron:

    • Agudeza visual y refracción: Pacientes con
      agudeza visual de 0,6 ó mayor con su mejor
      corrección
    • Astigmatismo: Curso postoperatorio
    • Ruptura capsular y/o pérdida de vítreo,
      como complicación intraoperatoria más
      importante
    • Incidencia de opacificación capsular posterior
      hasta un año de realizada la cirugía

    Se eligió una agudeza visual de 0,6 porque es la
    requerida legalmente en el Reino Unido para conducir automotores.
    También se registró la duración en minutos
    de cada procedimiento a través de un promedio establecido
    por los cirujanos que intervinieron en el estudio.

    Los resultados postoperatorios se evaluaron a las 3 y 6
    semanas, 3 y 6 meses, y al año de la cirugía. La
    corrección óptica (anteojos), en los casos
    requeridos, se prescribió a las 3 semanas para el grupo de
    facoemulsificación y a los 3 meses en el grupo de
    extracción extracapsular.

    El método de cálculo
    del cuidado de los pacientes (recordar que son todos
    ambulatorios) fue la estimación del tiempo de contacto de
    estos, con los profesionales y el equipamiento. Los costos
    directos para el paciente (por ejemplo, anteojos) fueron
    determinados, y también se utilizaron variables proxi como
    el costo del pasaje en ómnibus para el paciente y
    acompañante.

    También se estimaron el costo de las visitas
    surgidas por complicaciones postoperatorias inmediatas, el costo
    de las capsulotomías con yag láser por
    opacificación capsular, antes del año de la
    intervención.

    Los costos asociados a insumos médicos,
    esterilización, tecnología y gastos administrativos
    fueron comparados con los de un tercer centro independiente del
    estudio.

    El resultado final considerado más importante
    para este estudio fue la agudeza visual de 0,6 o mejor, sin
    corrección (anteojos) al comienzo y con corrección
    a los 6 meses, en los casos en que fuera necesario.

    Resultados: La agudeza visual corregida fue de
    0,6 o mejor en el 88% de los pacientes y de 0,5 o mejor en el 96%
    de los casos, todos estos al año de la cirugía. El
    astigmatismo postoperatorio fue mucho más estable en el
    grupo de facoemulsificación.

    Gráfico 2: Evolución del astigmatismo
    postoperatorio

    Fuente: MINASSIAN DC, ROSEN P, DART JKG,
    REIDY A, DESAI P, SIDHU M. 2001 "Extracapsular cataract
    extraction compared with small incision surgery by
    phacoemulsification: a randomised trial". British Journal
    Opthalmology
    . 85: 822-829. July.

    Nótese la importante diferencia a las 3 semanas
    de la intervención y como el astigmatismo va disminuyendo
    en el grupo de técnica extracapsular con el paso del
    tiempo, pero nunca alcanza la misma estabilidad que en el grupo
    de facoemulsificación.

    En cuanto a la opacificación capsular, la
    incidencia de esta fue de 29% en el grupo de técnica
    extracapsular y 20% en el grupo de facoemulsificación.
    Según los autores del trabajo la incidencia de esta,
    depende mayormente del material de la lente intraocular que de la
    técnica quirúrgica.

    El tiempo medio de cada técnica fue de 27.8
    minutos para el grupo de extracapsular y de 20.3 minutos para el
    grupo de facoemulsificación. Esto es particularmente
    importante a la hora de decidir la incorporación de
    tecnología ultrasónica, al durar menos cantidad de
    tiempo, se pueden intervenir mayor número de
    personas.

    El costo por cada procedimiento fue de £ 332.89
    para el grupo de extracapsular y de £ 359.89 para el grupo
    de facoemulsificación, sin incluir el costo de los
    anteojos en los casos requeridos (menor en el grupo de
    facoemulsificación).

    Conclusiones:

    • No hay diferencias significativas en cuanto al costo
      por procedimiento.
    • La facoemulsificación es de menor costo a los
      6 y 12 meses de tratamiento, debido a la menor necesidad de
      prescripción de corrección (anteojos) y menor
      necesidad también de realizar capsulotomías con
      yag láser, en los casos de opacificación
      capsular.
    • Si bien el costo por procedimiento es levemente mayor
      en la facoemulsificación, es más eficiente por su
      menor duración en minutos.
    • La facoemulsificación es más efectiva
      como técnica quirúrgica para emplear en un amplio
      número de casos.

    2.5.2. Experiencia en Malasia

    El siguiente estudio multicéntrico se
    realizó en Malasia desde octubre del 200 hasta febrero del
    2001. Los objetivos del trabajo fueron:

    1. Determinar el resultado de las cirugías de
      cataratas que se realizaron en los hospitales pertenecientes al
      Ministerio de Salud en Malasia. El resultado exitoso se define
      como la mejoría de una línea o más en la
      agudeza visual previa a la cirugía o el logro de una
      agudeza visual de 5/10 o mayor, con su mejor corrección,
      en la cartilla de Snellen.
    2. Comparar el resultado visual entre
      facoemulsificación y la cirugía convencional de
      la catarata (extracción extracapsular), con implante de
      lente intraocular.
    3. Determinar el costo de la cirugía de catarata
      que se realizaron en los hospitales pertenecientes al
      Ministerio de Salud en Malasia.
    4. Determinar la costo efectividad de las
      cirugías de cataratas que se realizaron en los
      hospitales pertenecientes al Ministerio de Salud en
      Malasia.
    5. Comparar la costo efectividad entre la cirugía
      de incisión pequeña (facoemulsificación) y
      la cirugía convencional de la catarata
      (extracción extracapsular).

    La metodología empleada tiene objetivos en
    común con nuestro trabajo; por ejemplo: la
    exclusión de los costos indirectos, perspectiva del Estado
    (responsable del financiamiento), asistir al proceso de toma de
    decisiones como objetivo fundamental.

    Fueron invitados a participar 454 pacientes y solo 247
    poseían los criterios de inclusión para el estudio
    (edad mayor a 40 años, agudeza visual de 5/10 ó
    peor y ausencia de comorbilidad ocular asociada). Éste se
    realizó en 4 hospitales estatales de Malasia, con un
    horizonte temporal limitado hasta los 3 meses postoperatorios,
    debido a que los autores sostienen que hay una ganancia muy
    pequeña en la expectativa de vida, con esta
    práctica quirúrgica.

    Las complicaciones postoperatorias tuvieron un rango de
    24 a 29 % en los cuatro centros, por término medio, 24%
    para la facoemulsificación y 28% para la extracción
    extracapsular. La mejor agudeza visual corregida (6/12 ó
    mejor) a los tres meses del postoperatorio fue en el orden del
    94% en el grupo de facoemulsificación y del 81% en el
    grupo de extracapsular.

    El costo promedio de las cirugías en los tres
    centros fue altamente variable, con un rango de U$S 572 a 1213
    para el grupo extracapsular y de U$S 760 a 1597 en el grupo de
    facoemulsificación. Como es de esperar, los costos
    asociados a insumos fueron consistentemente más altos para
    el grupo de facoemulsificación. El índice de costo
    efectividad medido como el costo por cirugía exitosa fue
    de 4,561 y 4,249 para facoemulsificación y
    extracción extracapsular, respectivamente.

    Como conclusión se llegó a que las dos
    técnicas poseen un buen pronóstico visual. La
    facoemulsificación es clínicamente superior, aunque
    sus costos son mayores en comparación con la
    técnica extracapsular. Sin embargo, los autores del
    estudio reconocen que pueden existir mediciones inexactas debido
    a que no se trata de un estudio randomizado y que la agudeza
    visual no debe ser el único parámetro evaluado.
    También ven la necesidad de incrementar el número
    de cirugías y evaluar la contención de costos y
    eficiencia del gasto relacionados a éste.

    El Ministerio de Salud de Malasia propone realizar una
    segunda fase de este estudio, donde se pueda realizar con todos
    los requisitos metodológicos y técnicos, necesarios
    para llegar a conclusiones más exactas.

    2.5.3. Experiencia en Dinamarca

    El siguiente estudio realizado en el Hospital
    Universitario Arhus, Dinamarca, reporta los resultados
    postoperatorios de 1473 pacientes ambulatorios sometidos a
    cirugía de cataratas, el 60% de ellos con la
    técnica de extracción extracapsular y el 40%
    restante con facoemulsificación.

    La agudeza visual preoperatoria era de 3/10 ó
    peor en el 80% de los casos. En el primer día del
    postoperatorio el 51% de los pacientes poseían una agudeza
    visual de 5/10 ó mejor, mientras tanto el 9% presentaba
    10/10 de agudeza visual. El 78% de las intervenciones por
    facoemulsificación presentaron una 5/10 sin
    corrección adicional.

    El astigmatismo inducido quirúrgicamente fue de +
    4.9 dioptrías para los casos de extracción
    extracapsular y de + 1.37 dioptrías para los casos de
    facoemulsificación. El porcentaje de ruptura capsular
    posterior ocurrió en el 2,9% de los casos,
    independientemente de la técnica empleada. Los resultados
    de este estudio documentan los cambios favorables en la
    cirugía de catarata moderna.

    2.5.4. Experiencia en Alemania

    En Alemania, University Eye Hospital de Frankfurt , se
    realizó un estudio prospectivo con 100 pacientes sometidos
    a cirugía de cataratas. El 76% de los cirujanos
    oftalmólogos prefirieron utiliza la técnica de
    facoemulsificación, en contraposición al 24% que
    prefirió la extracción extracapsular. Los
    parámetros evaluados fueron el astigmatismo
    postoperatorio, la pérdida de células
    endoteliales de la córnea y el volumen de
    irrigación de la cámara anterior.

    El astigmatismo medio final en el grupo de
    facoemulsificación fue de 1.0 +/- 0.49 dioptrías y
    en el de extracción extracapsular fue de 3.3 +/- 1.7
    dioptrías. Excepto por esta variable, los autores del
    trabajo coinciden en que las diferencias entre ambos grupos no
    son significativas. Sin embargo, en este trabajo no se
    analizó la incidencia de opacificación capsular
    posterior y duración de la cirugía, entre otras
    cosas.

     

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