Influencia de los nombres de pila dentro de "100 años de Soledad"
Gabriel José
García
Márquez nació en Aracataca (Colombia) en
1928. Cursó estudios secundarios en San José a
partir de 1940 y finalizó su bachillerato en el Colegio
Liceo de Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1946. Se
matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional de Cartagena el 25 de febrero de 1947, aunque sin
mostrar excesivo interés
por los estudios.
Su amistad con el
médico y escritor Manuel Zapata Olivella le
permitió acceder al periodismo.
Inmediatamente después del "Bogotazo" (el asesinato del
dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán en
Bogotá, las posteriores manifestaciones y la brutal
represión de las mismas), comenzaron sus colaboraciones en
el
periódico liberal El Universal, que
había sido fundado el mes de marzo de ese mismo año
por Domingo López Escauriaza.
Había comenzado su
carrera profesional trabajando desde joven para periódicos
locales; más tarde residiría en Francia,
México y
España.
En Italia fue
alumno del Centro experimental de cinematografía. Durante
su estancia en Sucre (donde había acudido por motivos de
salud),
entró en contacto con el grupo de
intelectuales
de Barranquilla, entre los que se contaba Ramón
Vinyes, ex propietario de una librería que habría
de tener una notable influencia en la vida intelectual de los
años 1910-20, y a quien se le conocía con el apodo
de "el Catalán" -el mismo que aparecerá en las
últimas páginas de la obra más
célebre del escritor, Cien años de soledad
(1967).
Desde 1953 colabora en el periódico
de Barranquilla El nacional: sus columnas revelan una
constante preocupación expresiva y una acendrada
vocación de estilo que refleja, como él mismo
confesará, la influencia de las greguerías de
Ramón Gómez de la Serna.
Su carrera de escritor comenzará con una novela breve, que
evidencia la fuerte influencia del escritor norteamericano
William Faulkner: La hojarasca (1955). La acción
transcurre entre 1903 y 1928 (fecha del nacimiento del autor) en
Macondo, mítico y legendario pueblo creado por
García Márquez. Tres personajes, representantes de
tres generaciones distintas, desatan -cada uno por su cuenta- un
monólogo interior centrado en la muerte de
un médico que acaba de suicidarse.
En el relato aparece la premonitoria figura de un viejo
coronel, y "la hojarasca" es el símbolo de la
compañía bananera, elementos ambos que
serían retomados por el autor en obras
sucesivas.
En 1961 publicó El coronel no tiene quien le
escriba, relato en que aparecen ya los temas
recurrentes de la lluvia incesante, el coronel abandonado a una
soledad devastadora, a penas si compartida por su mujer, un gallo,
el recuerdo de un hijo muerto, la añoranza de batallas
pasadas y… la miseria. El estilo lacónico, áspero
y breve, produce unos resultados sumamente eficaces. En 1962
reúne algunos de sus cuentos -ocho
en total- bajo el título de Los funerales de
Mamá Grande, y publica su novela La mala
hora.
Pero toda la obra anterior a Cien años de soledad
es sólo un acercamiento al proyecto global y
mucho más ambicioso que constituirá justamente esa
gran novela. En efecto, muchos de los elementos de sus relatos
cobran un interés inusitado al ser integrados en
Cien años de soledad. En ella, Márquez
edifica y da vida al pueblo mítico de Macondo (y la
legendaria estirpe de los Buendía): un territorio
imaginario donde lo inverosímil y mágico no es
menos real que lo cotidiano y lógico; este es el postulado
básico de lo que después sería conocido como
realismo mágico.
Se ha dicho muchas veces que, en el fondo, se trata de
una gran saga americana. Macondo podría representar
cualquier pueblo, o mejor, toda Hispanoamérica: a
través de la narración, asistimos a su
fundación, a su desarrollo, a
la explotación bananera norteamericana, a las
revoluciones, a las contrarrevoluciones…
En suma, una síntesis
novelada de la historia de las tierras latinoamericanas. En un
plano aún más amplio puede verse como una
parábola de cualquier civilización, de su
nacimiento a su ocaso.
Tras este libro, el
autor publicó la que, en sus propias palabras,
constituiría su novela preferida: El otoño
del patriarca (1975), una historia turbia y cargada de tintes
visionarios acerca del absurdo periplo de un dictador solitario y
grotesco. Albo más tarde, publicaría los
cuentos La increíble historia de la cándida
Eréndira y de su abuela desalmada (1977), y
Crónica de una muerte
anunciada (1981), novela breve basada en un suceso real de
amor y
venganza que adquiere dimensiones de leyenda, gracias a un
desarrollo narrativo de una precisión y una intensidad
insuperables.
Su siguiente gran obra, El amor en los tiempos del
cólera, se publicó en 1987: se trata de una
historia de amor que atraviesa los tiempos y las edades,
retomando el estilo mítico y maravilloso. Una
originalísima y gran novela de amor, que revela un
profundo conocimiento
del corazón
humano. Pero es mucho más que eso, debido a la multitud de
episodios que se entretejen con la historia central, y en los que
brilla hasta lo increíble la imaginación del
autor.
En 1982 le había sido concedido, no menos que
merecidamente, el Premio Nóbel de Literatura. Una vez
concluida su anterior novela vuelve al reportaje con Miguel
Littin, clandestino en Chile (1986), escribe un texto teatral,
Diatriba de amor para un hombre
sentado (1987), y recupera el tema del dictador
latinoamericano en El general en su laberinto (1989), e
incluso agrupa algunos relatos desperdigados bajo el
título Doce cuentos peregrinos (1992).
Nuevamente, en sus últimas obras, podemos
apreciar la conjunción de la novela amorosa
y sentimental con el reportaje: así en Del amor y otros
demonios (1994) y Noticia de un secuestro (1997). Ha
publicado también libros de
crónicas, guiones cinematográficos y varios
volúmenes de recopilación de sus artículos
periodísticos: Textos costeños, Entre
cachacos, Europa y América y Notas de
prensa.
Recientemente, la editorial Alfaguara ha
publicado una completa biografía de Gabriel
García Márquez, Viaje a la semilla, de Dasso
Saldívar. Finalmente, a quien le interese la voz directa
de García Márquez, podrá consultar el libro
de entrevistas
El olor de la papaya (1982). O, mejor aún, los
sucesivos tomos que constituirían la extensa
autobiografía del autor, Vivir para contarlo, cuyo
ejercicio, según el propio García Márquez
constituye, básicamente, una garantía para mantener
"el brazo caliente" entre dos novelas.
Titulo: El título está
relacionado con la condena que tuvo que sufrir la familia
Buendía de vivir 100 años de soledad, ya que
ninguno de sus integrantes pudo nunca llegar a la completa
felicidad, y solo logró la plenitud cuando nació la
primera criatura de la familia fruto de
verdadero
amor.
Tema: El tema más importante de la
obra es la vida de
la familia Buendía en el pueblo de
Macondo, sus tristezas, sus dolores, sus amores, ilusiones,
etc… García Márquez puso mucho de su vida,
familia y país en la vida de esta familia.
Lo mágico y lo maravilloso: Entre
las múltiples sorpresas que depara la lectura de
Cien años de soledad, una de las más
sugerentes es el tratamiento que se le confiere a lo
mágico y lo maravilloso.
El Renacimiento
europeo opuso la razón y el antropocentrismo al mundo
medieval. Cervantes, en
Don Quijote
(I, 47) pronostica que "han de casar las fábulas
mentirosas con el entendimiento de los que las leyeren,
escribiéndose de suerte que facilitando los imposibles…
admiren, suspendan, alborocen y entretengan". El mundo
mágico pervive en numerosos elementos del folclore
popular, sobretodo del mundo rural, que han sido transmitidos y
conservados hasta nuestros días.
Los embrujos, las hechicerías, los sortilegios
forman parte de una cultura
popular que hunde sus raíces y que es fuertemente
combatida, con escaso éxito,
por la Inquisición, la
Ilustración del dieciocho y finalmente el positivismo
científico. Pero la atención hacia el oscuro mundo de la magia
aparece aquí y allí, en la tradición
literaria hispánica y en la que, entroncada con los
mitos
indígenas, apareció en la cultura mestiza
americana. La nueva novela utiliza un sistema de
referencias en las que no se halla ausente el mundo
mágico. Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias, el
propio Jorge Luis
Borges, entre otros, lo extraen de sus tradiciones o
lecturas.
Cortázar muestra
también una atención preferente hacia lo
mágico desde una conciencia
urbana. Pero García Márquez lo refunde y obtiene
nuevos y vibrantes resultados. Desde las primeras páginas
alude a "los sabios alquimistas de Macedonia" y a la alquimia y
sus mitos. A través de ella, por ejemplo,
Melquíades recobra la juventud. Esta
fáustica operación tiene mucho de burla.
Melquíades aparece con una dentadura postiza que se extrae
y muestra a sus sorprendidos espectadores: La magia, en
ocasiones, no es sino engaño.
En este contexto no puede extrañarnos la
mención de Nostradamus. Úrsula, figura capital del
relato, mujer que manifiesta su vinculación a la realidad,
ante las pretendidas y fracasadas invenciones de su marido,
parece advertir la oposición entre las actividades
alquimistas y la verdadera ciencia que es
el soporte del progreso: "Aquí nos hemos de pudrir en vida
sin recibir los beneficios de la ciencia",
advierte desde el principio.
Los muertos aparecen como seres vivos: así,
Prudencio Aguilar, que murió de una lanzada de José
Arcadio Buendía. No son sus espectros, sino figuras con
las que puede dialogarse y que deambulan durante la noche y a
plena luz. El matrimonio
descubre a Prudencio hasta en su propio cuarto y se ve obligado a
tomar la determinación de marcharse del pueblo.
Aureliano posee una "rara intuición
alquímica". Por ello no parece extraño que los
muertos convivan con los vivos y hasta reaparezcan de nuevo, como
Melquíades. Cuando los personajes deliran acusan
también en el reino del inconsciente los efectos
mágicos del ambiente.
José Arcadio Buendía habla en
latín, con un don de lenguas que sitúa lo
maravilloso en un contexto religioso (los apóstoles) y el
padre Nicanor muestra su capacidad de levitación. Pero la
realidad no es menos mágica. Aureliano Triste descubre que
el fantasma que parecía morar en "una casa de nadie" era
Rebeca, olvidada ya de todos.
El Judío Errante aparece en forma de monstruo y
los pergaminos son también mágicos. García
Márquez defiende en Cien años de soledad que
lo maravilloso puede convivir con lo cotidiano y, a través
de un lenguaje
evocador y preciso, hace revivir lo inverosímil y lo
reconvierte en verídico y poético. La posibilidad
de hacer compatibles lo cotidiano y lo poético es función de
la poesía,
cuando ésta brota como creación a través del
lenguaje.
Espacio: El escenario básico es el
pueblo de Macondo, fundado por José Arcadio
Buendía. Es un pueblo chico, de nos mas de 30 casas. El
pueblo sufrió diversas
guerras y cambios de gobierno que
influyeron en la vida de la familia, también sufrió
una importante transformación cuando llegó el
ferrocarril y con él la compañía bananera
que trajo consigo todo tipo de gente y de inventos.
Luego de la matanza de los empleados de la bananera,
Macondo empezó a despoblarse hasta el día en que
Aureliano Babilonia descifro los manuscritos de Melquíades
y un viento fuerte destruyó el pueblo y lo borró de
los mapas y de
la memoria de
los hombres.
Tiempo: Se supone que la novela se
desarrolla durante principios del
siglo XX, época del imperialismo
colonial (cuando los "gringos" llegan a Macondo para plantar
bananas) y de la guerra entre
liberales y conservadores (luchas llevadas a cabo por el Coronel
Aureliano Buendía).
El tiempo
coincide con el tiempo cronológico, ya que las historias
de los diferentes personajes son contadas simultáneamente,
mezclándose con las del resto: "Melquíades no
había ordenado los hechos en el tiempo convencional de los
hombres, sino que concentró un siglo de episodios
cotidianos, de modo que todos coexistieran en un
instante."
Además, la historia es en parte cíclica,
ya que lo que un personaje no termina, lo hace otro, la
repetición de nombres, las situaciones similares, las
relaciones intra familiares, etc…
"…Ursula confirmó su
impresión de que el tiempo estaba dando vueltas en
redondo".
"…No había ningún misterio en el
corazón de un Buendía, que fuera impenetrable para
ella, porque siglos de naipes y de experiencia le había
enseñado que la historia de la familia era un engranaje de
repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera
seguido dando vueltas hasta la eternidad, de no haber sido por el
desgaste progresivo e irremediable del eje"
Personajes:
José Arcadio Buendía: personaje
principal. Es un hombre soñador e ingenuo. El fundador de
Macondo. Era un hombre con una gran curiosidad por la ciencia y
generoso.
Úrsula: personaje principal. Úrsula
es el personaje que tipifica la realidad de las madres en
América
Latina. Defensora de su familia y proveedora de lo necesario.
Úrsula es supersticiosa y muy generosa.
José Arcadio: personaje secundario. Lleno
de vida y deseoso de conocer el mundo. Bondadoso y un poco
bruto.
El Coronel Aureliano: personaje principal.
Aureliano es callado y retraído en su juventud y,
más tarde, aguerrido y violento. Imposibilitado para
el amor y
expresar sus sentimientos.
Amaranta: personaje secundario. Amaranta
creció alejada del cariño de su madre y de la
atención de José arcadio Buendía.
Vivió su vida amargada por el amor no correspondido de
Pietro Crespi.
Vivió atormentada por la pasión que
sentía por su sobrino y el no poder confiar
en nadie.
Aureliano Segundo: personaje principal. Cuando
era niño se parecía a los aurelianos de la familia:
callado, ensimismado e interesado en la platería. Cuando
descubre el amor también descubre las fiestas, el
derroche. Hombre de buen corazón y muy
generoso.
José Arcadio Segundo: personaje
secundario. En su niñez tiene el carácter de los José Arcadios:
dicharachero, interesado en los inventos y en las empresas
más extrañas e imposibles. Cuando es un hombre,
comparte con el coronel Aureliano su interés por la guerra
y las causas sociales.
Fernanda: personaje principal. Mujer dura y
conservadora. Vive siempre preocupada por las
apariencias.
Pilar Ternera: personaje principal. Amante y la
mejor consejera de los Buendía. Pilar es una pieza
fundadora de las generaciones de los Buendía. Provedora de
consuelo y muy generosa.
Petra Cotes: personaje principal. Petra siempre
fue la fiel amante de Aureliano Segundo. De buen corazón y
llena de pasión y energía.
Aureliano: personaje principal. Aureliano
comparte los gustos por la platería como todos los
aurelianos. Ensimismado e inocente.
Amaranta Úrsula: personaje principal. Una
mujer feliz y llena de vida. Amaranta Úrsula es la que
logra cambiar el destino de los Buendía. Vive y muere
feliz sin ningún asomo de amargura o soledad.
Argumento: Esta es la historia de los
Buendía, la estirpe que estuvo condenada a vivir cien años
de soledad. Los Buendía pudieron descansar en paz
cuando nació la primera criatura procreada en el amor
verdadero.
José Arcadio Buendía y su esposa,
Úrsula, son los procreadores de José Arcadio
Buendía, el hijo mayor, y Aureliano Buendía, que
más tarde sería coronel y Amaranta, la menor; de
estos tres nacerán cuatro generaciones que, de manera
cíclica como la historia, se irán relacionando y
procreando entre ellos mismos, salvo algunas excepciones.
Ésta familia acompañada por otros esposos, mujeres
y niños,
cruzan la sierra y en un lugar desierto encallado en el caribe
fundan el pueblo de Macondo; el pueblo es testigo de la
felicidad, de la tristeza, de la fortuna y de la desdicha en
donde dignamente, durante mas de cien años, vivieron los
Buendía.
Guiado por el asombro y la imaginación,
José Arcadio Buendía se trastorna con la magia y
las invenciones que Melquíades lleva a Macondo cada
año con el circo. La obsesión de José
Arcadio por las empresas mas inimaginables y su cercana
relación con el gitano, Melquíades, son las
constantes que marcaran y confirmarán su destino y el de
toda su familia. Las relaciones de pasión-amor-odio
más fuertes y destructivas se darán en el
transcurrir de cuatro generaciones impregnadas por la
superstición, el miedo, la religión, la soledad,
la inocencia y la solidaridad. Los
nombres se van perpetuando de generación en
generación como los lazos carnales entre los primos y las
tías, los hermanos y las abuelas, etcétera. Por la
vida de los Buendía conocemos la historia de Macondo, del
caribe y de América. La devastación de la tierra con
la fiebre de los
bananos, una guerra civil, la creación de los sindicatos.
Conclusión de la obra:
Este libro es una pieza fundamental de la literatura
latinoamericana del siglo XX y, sobre todo, del llamado
Realismo
mágico. Gabriel García Márquez formó
parte del boom latinoamericano y siempre se ha reconocido
como un denostador y critico de las dictaduras en el continente.
Cien años de soledad, en su momento,
fue importantísimo porque el desborde de fantasía
mezclada con la realidad. Es un libro que te envuelve en sus
historias y que atrapa tu atención desde sus primeras
páginas. Los personajes representan y exaltan las
características más crudas y las más grandes
del ser humano
Hablar de los "Cien años de soledad" es
quizás hablar de uno de los mas importantes libros de la
Literatura Latinoamericana, escrito en 1967.
Así pues este libro nos relata la historia de la
Familia Buendía en una ciudad llamada Macondo a lo largo
de cuatro generaciones desde José Arcadio Buendía
pasando por coronel Aureliano Buendía, Rebeca y Ursula
Iguaran, esta quien es testigo de la estirpe de los
Buendía y cuyos destinos estaban cifrados en un mensaje
escrito en Sánscrito por un gitano Melquíades y que
como tal estaban condenados a 100 años de soledad a lo
largo de cuatro generaciones distintas.
En fin lo interesante de esta historia es el hecho de
contar una historia con el hecho de tener repetidos los nombres
de José Arcadio, Aureliano y Rebeca en distintos pasajes
de la historia siendo realmente de distintos protagonistas.
De otro lado, cabe destacar que si uno lee libros como La
hojarasca, La mala hora, El coronal no tiene quien le escriba y
Los Funerales de Mama Grande cuyos argumentos también se
realizan en la ciudad de Macondo , puede encontrar en Los Cien
Años de Soledad parte de los argumentos de los libros
anteriormente enunciados creando un universo de la
ciudad de Macondo siendo por ello también una obra genial
por el hecho de "entrelazar" argumentos de otros libros y hacer
mas interesante su lectura
aun.
Ahora ciertamente quien lee las primera paginas de este
libro se encontraran con una descripción de Macondo, que en si en la
vida real resulta ser la descripción de la ciudad de
Aracataca, Colombia (ciudad natal de Gabriel García
Márquez) encontrándose otros detalles interesantes
con una narración cautivante muy recomendable.
En lo personal lo he
leído un par de veces y quien sabe si lo leeré en
un futuro.
Hipótesis:
Antes de comenzar con la hipótesis, es importante resaltar que
importancia tiene.
Las hipótesis son el punto de enlace entre la
teoría
y la observación. Su importancia es que dan
rumbo a la investigación, sugieren los pasos y
procedimientos
que deben darse en la búsqueda del
conocimiento.
Cuando la hipótesis de investigación ha
sido bien elaborada, y en ella se observa claramente la
relación o vínculo entre dos o más variables, es
factible que el investigador pueda:
- Elaborar el objetivo,
o conjunto de objetivos
que desea alcanzar en el desarrollo de la
investigación - Seleccionar el tipo de diseño de investigación factible
con el problema planteado. - Seleccionar el método, los instrumentos y las técnicas de investigación
acordes con el problema que se desea resolver, y - Seleccionar los recursos,
tanto humanos como materiales, que se emplearán para
llevar a feliz término la investigación
planteada.
Hipótesis central de la
monografía:
Influencia de los nombres de pila
dentro de "100 años de Soledad", de la historia y de la
vida misma.
Partiendo de los datos anteriores
y sabiendo la gran importancia que tiene una hipótesis
dentro de una monografía, se puede dar comienzo a la
misma…
El tema principal de la hipótesis es el
significado de los nombres dentro de la obra y dentro de la
historia del mundo.
El diccionario de
la lengua
española define a los nombres como:
- m. Palabra que designa cualquier realidad, concreta
o abstracta, y que sirve para referirse a ella, reconocerla y
distinguirla de otra. - Título de una cosa por el cual es conocida:
no recuerdo el nombre del archivo.
- Reputación, fama: aquel escándalo
puso en entredicho el nombre de la empresa.
- gram. Categoría que comprende el sustantivo
y el adjetivo. - nombre abstracto El que designa una
cualidad: "estupidez" y "optimismo" son nombres abstractos.
- nombre colectivo El que expresa en singular
una pluralidad o colectividad: "grupo" es un nombre
colectivo. - nombre comercial Denominación
distintiva de un establecimiento, producto,
o servicio.
- nombre común El que se aplica a todos
los seres animados o inanimados de una misma especie:
"piedra" es un nombre común. - nombre de guerra El que identifica a alguien
en el ámbito de una actividad: cuando actúa en
el cabaret, su nombre de guerra es "Tulipán Negro".
- nombre de pila El que se otorga a alguien en
el bautizo: su nombre de pila es Ignacio. - P. Ext., el que se inscribe en el registro
civil y precede a los apellidos. - nombre de religión El que adopta una
persona al
ingresar en una orden religiosa: Juana Inés de la Cruz
era el nombre de religión de una escritora mexicana.
- nombre incontable El que designa realidades
que no se pueden contar: "dinero" es
un nombre incontable. - nombre propio El que se aplica a seres
animados o inanimados para designarlos y diferenciarlos de
otros de su misma especie: "Paloma" y "Tegucigalpa" son
nombres propios. - dar alguien su nombre a otra persona
loc. Reconocerla legalmente como hijo o hija.
- no tener nombre algo loc. Producir tanta
indignación que no existen palabras para expresarla:
su desfachatez no tiene nombre.
Pese a todas estas definiciones, nos quedaremos con la
que le da a los "nombres de pila", en la cual dice que es el que
se otorga en el bautismo. "Al nombre de las personas lo llamamos
"nombre propio", no porque sea mío y sólo
mío, sino por oposición a "nombre común",
que es el nombre que designa a todos los objetos o seres
pertenecientes a un conjunto de elementos con las mismas
características, mientras el nombre propio es el que se
pone para distinguir precisamente entre iguales.
Pero no deja de ser paradójico que una persona
tenga por nombre "propio" una palabra que le viene impuesta: por
sus padres o padrinos, sometidos en esa materia a
condicionantes familiares o sociales, como las modas, que duran
menos que la vida del individuo
bautizado." Es decir, alguien pensó en nuestro nombre
antes de que naciéramos, pero ¿en qué se
basó esa o esas personas al momento de escogernos el
nombre?
Por vivencia propia, mi nombre fue puesto por mis
padres, los cuales me confesaron que "Jennifer" lo sacaron de una
serie de televisión, sonde los personajes
principales eran Jennifer y Jonathan (nombre que le dieron a mi
hermano).
Según el libro de los nombres Jennifer tiene el
siguiente significado:
De gran espíritu. De origen celta.
Variantes: Jennifer, Yenifer, Yeny,
Yenny, Jeny.
Características:
Es una persona excepcionalmente atractiva,
inteligente. Posee capacidad para adaptarse
a situaciones nuevas. Es un tanto sensible y
sentimental, pero a la hora de tomar decisiones
importantes, deja intervenir a la razón.
Amor:
Fiel y prudente.
¿Esto quiere decir que todas las personas
llamadas Jennifer tienen estas características? ¿Es
posible eso? ¿Hasta que punto?
Por lo pronto podría decir que si, si me baso en
el significado de los nombres de las personas que conozco con sus
características. Por ejemplo mis dos mejores amigos se
llaman Matías.
El significado de Matías es:
Don de Dios. De origen bíblico.
Variante: Mateo.
Características:
Es simpático, receptivo, imaginativo y
sociable. Tiene gran facilidad para
aprender cosas nuevas, ya
que se interesa por todo.
Amor:
Le gusta que lo admiren y
a su vez admirar a su pareja.
Es curioso, pues, si tuviese que caracterizar a mis
amigos diría exactamente lo mismo que dice en el libro. Y
no porque ellos tengan exactamente la misma personalidad,
sino porque hay particularidades dentro de sus
características que me hacen pensar esto.
Lo mismo me pasa con mi amiga Natalia:
Significado:
Nacida en Navidad.
De origen latino.
Características:
Es simpática, egocéntrica y dinámica.
Le gusta triunfar en todo lo que hace.
No le gusta la rutina y es muy creativa.
Le gusta tener cerca a sus afectos.
Amor:
Solamente es leal si se enamora de
verdad.
Las empresas y/o grandes y pequeñas organizaciones,
colocan el nombre a la misma partiendo desde sus
características, desde lo que desean resaltar de
ella.
Por ejemplo Google, el famosísimo portal
buscador de Internet, viene de la
palabra googol, adoptado por Milton Sirotta, sobrino del
matemático americano Edward Kastner para referirse al
número representado por un 1 seguido de 100 ceros. Un
Google es
número muy grande. No hay un Google de cosas en el universo; ni
estrellas ni partículas de polvo ni átomos. El uso
del término Google refleja la misión de
la compañía de organizar la inmensa e inimaginable
cantidad infinita de información disponible en la Web.
Si revemos la historia de nuestro país,
descubrimos que la palabra "Argentina" significa tierra de la
plata. . El nombre procede del Río de la Plata, llamado
así por los españoles a causa de la gran cantidad
de ornamentos de plata que lucían los habitantes de la
región. Sin embargo, la plata provenía de las
distantes montañas del alto Perú, después
llamado Bolivia.
Sinceramente no creo en las casualidades, sino en las
"causalidades", es decir, que dependen de las causas es lo que
irá a pasar en un futuro. Depende de lo que yo haga, no de
lo que me deparará el destino.
Si nos remontamos a la historia, mas
específicamente a la cristiana, nos encontramos con que
Dios renombraba a sus patriarcas según las
características que Él les otorgaba. Por
ejemplo:
Abraham, patriarca bíblico, padre de los
hebreos, que parece vivió entre los años 2000 y
1500 a.C. Llamado Abram originalmente, Abraham fue el hijo de
Tare, un descendiente de Sem, y nació en la ciudad caldea
de Ur, donde se casó con su hermanastra Saray. Abandonaron
Ur junto a su sobrino Lot y su familia, por inspiración
divina y se dirigieron a Harán. Al recibir la promesa de
que Dios haría de él una
'nación grande', Abram se
trasladó a Canaán, donde vivió como un
nómada. El hambre le llevó a Egipto, pero
fue expulsado por presentar a Saray, su mujer, como su
hermana.
Una vez de vuelta a Canaán, Abram y Lot se
separaron tras las disputas surgidas entre ellos y sus pastores,
quedándose Lot cerca de Sodoma y continuando Abram su vida
errante. Más tarde rescató a Lot de la cautividad
del rey Cordorlahomor de Elam y fue bendecido por el sacerdote
Melquisedec, rey de Salem. Entonces, Dios prometió a Abram
un hijo de su esposa Saray, que era estéril. Ambos, le
repitió sus primeras promesas y las confirmó con
una alianza.
Cuando Abram renovó esta alianza, se
estableció el rito de la circuncisión, su nombre se
transformó en Abraham, y el de Saray en Sara. Como
respuesta a sus plegarias, Sara con Abraham, patriarca
bíblico, padre de los hebreos, que parece vivió
entre los años 2000 y 1500 a.C. Llamado Abram
originalmente, Abraham fue el hijo de Tare, un descendiente de
Sem, y nació en la ciudad caldea de Ur, donde se
casó con su hermanastra Saray. Abandonaron Ur junto a su
sobrino Lot y su familia, por inspiración divina y se
dirigieron a Harán. Al recibir la promesa de que Dios
haría de él una 'nación
grande', Abram se trasladó a Canaán, donde
vivió como un nómada. El hambre le llevó a
Egipto, pero fue expulsado por presentar a Saray, su mujer, como
su hermana.
Una vez de vuelta a Canaán, Abram y Lot se
separaron tras las disputas surgidas entre ellos y sus pastores,
quedándose Lot cerca de Sodoma y continuando Abram su vida
errante. Más tarde rescató a Lot de la cautividad
del rey Cordorlahomor de Elam y fue bendecido por el sacerdote
Melquisedec, rey de Salem. Entonces, Dios prometió a Abram
un hijo de su esposa Saray, que era estéril. Ambos, le
repitió sus primeras promesas y las confirmó con
una alianza.
Cuando Abram renovó esta alianza, se
estableció el rito de la circuncisión, su nombre se
transformó en Abraham, y el de Saray en Sara. Como
respuesta a sus plegarias, Sara consiguió concebir y dar
a luz un hijo, Isaac.
Jesús hace lo mismo con Pedro, al cual le coloca
este nombre que significaba piedra ya que él sería
la piedra fundamental de su Iglesia, como
lo vemos a continuación:
Llegado Jesús a la región de Cesarea
de Filipo , hizo esta pregunta a sus discípulos:
"¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del
hombre?" Ellos dijeron: "Unos, que Juan el Bautista, otros, que
Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas."
Díceles el: "Y vosotros ¿quién decís
que soy yo?" Simón Pedro contestó: Tú eres
el Cristo, el Hijo de Dios vivo" Replicando Jesús dijo:
"Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque
no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi
Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que
tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella. Y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos y
lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y lo
que desates en la tierra quedará desatado en los
cielos.
Dentro de "100 años de Soledad" nos encontramos
con algo similar, no porque Dios le cambiase el nombre a los
personajes, sino porque esta familia que tiene en su destino una
marca
trágica, esta determinada por los nombres, no solo en su
personalidad, sino también en sus relaciones y en su
historia en sí. Creo que las cosas no hubiesen sido
iguales si algún Aureliano se hubiese llamado Rodrigo o si
alguna Amaranta se hubiese llamado Victoria. Los nombres son
determinantes en la historia.
Los Aurelianos son pensativos, meditabundos y
combativos; los José Arcadios son parranderos, obsesivos,
y, locos, son todos.
El tema de la influencia del nombre en la
personalidad, no es actual, ya en la historia antigua este
era un tema fundamental para algunas religiones y pueblos como
hemos visto anteriormente.
Consideramos el nombre y los apellidos de cada
individuo, entretejiendo de este modo las características
de personalidad que hacen que cada persona sea
única.
Cada nombre, le da características
específicas a las personas, por lo que expresa la
expectativa depositada por los padres en el hijo, evidenciando
sus deseos inconscientes y propiciando por lo tanto un destino
singular, según el nombre que les den.
Pero hay que pensar, que esto solo influye en la
personalidad de una persona, no la determina; por lo tanto, no
obligatoriamente una persona llamada Adolfo tiene que tener las
mismas ideas discriminadoras y racistas que Hitler, o que si
se llama Jesús, será el nuevo Mesías y
caminará haciendo milagros por todos lados.
- "100 años de Soledad" – Gabriel
García Márquez
http://www.mundolatino.org/cultura/garciamarquez/ggm1.htm
http://diccionarios.elmundo.es/diccionarios/cgi/lee_diccionario.html?busca=nombre&diccionario=1- http://www.tuparada.com/nombres/j
- http://www.tuparada.com/nombres/m
- http://www.tuparada.com/nombres/n
http://www.eestrategia.com.ar/menu/marcas/marcas.asp?marca=18&nombre=Gole- Biblia Latinoamericana
- Biblia del pueblo de Dios
Shenny