- Aspectos del
periodismo - Periodismo
educativo - Medios de
comunicación - Técnicas
instrumentales - Estructura
gráfica - Géneros
periodísticos - Periodismo
informativo - Periodismo
informativo/literario - Periodismo
literario - Literatura
periodística - Géneros
menores - Redacción
periodística - Aplicación
pedagógica - Taller de
periodismo - Taller
de lectura y escritura - Taller
de producción - Conclusión
- Bibliografía
general
PERSPECTIVA INTEGRADORA
En la actualidad, los medios masivos
de comunicación (mass media) se perfilan como
instrumentos técnicos–culturales capaces de
integrarse a otros canales o formas de comunicación
primaria. En alguna medida, la influencia que ejercen
estará supeditada hacia nuevas formas de integración intracultural, ya que pueden
comunicar lo que pasa en distintos puntos geográficos del
mundo.
En este amplio espectro, el periodismo
puede verse como una profesión que se ha creado merced a
los adelantos tecnológicos y a la profusión de
canales en las que participa: gráfica, radio, televisión
e Internet.
Es posible hallar, además, distintas
especialidades que pueden ser de competencia de
los periodistas, o bien, de profesionales en otras áreas
interesados en el aspecto periodístico. Es un hecho
ineludible que la educación se
encuentra en estos perfiles, el cual ha dado como resultado el
llamado "periodismo educativo".
El periodismo educativo incluye dos áreas
específicas: la educación, que se
consolida mediante una crítica
y análisis pragmático de los medios
para estudiar la influencia que ejercen en la sociedad,
principalmente, en el espacio educativo, y el periodismo escolar,
que es la integración de los medios gráficos vinculados con el conocimiento
escolar. Utilizar el diario en el aula es una de las alternativas
que ofrece el periodismo como recurso
pedagógico.
Las viejas recetas que reproducen el
conocimiento mecanizado, esquemático y carente de
sentido, es una herencia
difícil de superar, ya que en alguna medida la "reproducción" sigue vigente en el sistema
educativo.
Generalmente, las actividades escolares tienden a ser
reiterativas, algoritmias y rutinarias, generándose en un
entorno que se lo desvincula con la realidad. Para revertir este
proceso, es
necesario que el docente tome conciencia de que
las actividades de lectura o
escritura
tengan otro matiz, se complementen con los intereses de los
alumnos y sean realmente útiles a la hora de evaluar una
aplicación efectiva.
La lectura del diario en el ámbito escolar puede
ser un buen recurso para suplir, en parte, al tedioso libro de
texto. De este
modo, el conocimiento que se adquiere resulta relevante y de
mayor interés
por parte de los alumnos.
Del mismo modo, la escritura cumple un destacado
núcleo generador de creatividad y
de cierto grado de imaginación. El viejo esquema:
"Redacción tema…" sería
suplida por la producción de un texto personal en el
que puede recrearse la realidad o incluso, con cierto grado de
fantasía, mediante la aplicación de técnicas
áulicas.
En otro orden de ideas, es necesario reflexionar acerca
de los alumnos que promueven la puesta en práctica de una
producción grupal, en el que puede ser viable la
difusión de notas y comentarios que ellos generan y que
pueden ser publicados en un periódico
o revista
escolar.
Estas alternativas determinan un nuevo enfoque en el que
es preciso incursionar, a fin de que se contribuya a una
educación integral, en la que es posible hallar un
vínculo efectivo entre el conocimiento que se aplica en el
aula con el que el alumno puede utilizar en el futuro.
En vista de este planteo, en el presente ensayo
analizaremos los aspectos paratextuales y analíticos de la
prensa
gráfica, de acuerdo con el siguiente orden:
- Periodismo educativo: Se establece un planteo
de la problemática en el que es preciso incursionar para
determinar los alcances y perspectivas del periodismo educativo
en un amplio espectro. - Medios de comunicación: Mediante un
somero estudio de los medios, en particular la gráfica,
se establece la dinámica comunicación con sus
alcances, influencias e ideología. - Estructura gráfica: Un análisis
gráfico del medio posibilita encontrar las distintas
variables y
enfoques en el que se puede establecer la llamada "política
editorial", así como también un conocimiento
integral de su estructura,
en cuanto a la presentación de los distintos elementos
paratextuales. - Géneros periodísticos: Los
géneros constituyen el método,
por el cual se basan los medios y el periodista. Conocer las
normas que se
instauran en cada uno de ellos, así como su estructura
posibilita el reconocimiento para la integración tanto
en la lectura
como la escritura. - Redacción periodística: La
redacción periodística difiere de otros modelos de
comunicación y pueden ajustarse a un contenido expresivo
y a un referente discursivo (modelo).
Dichas estructuras
dan a conocer los pormenores del uso del lenguaje,
las normas gráficas y discursivas, y también
el encontrar un estilo. - Taller de periodismo: Se recrean las formas
usuales de un orden organizacional aplicable en el
aula. - Taller de lectura y escritura
periodística: La aplicación de la lectura y
escritura recreados desde el ámbito periodístico,
posibilita la aplicación de distintas actividades
formales y lúdicas. - Taller de producción: Se encuentra
conformado por una guía en el que se organizan las
actividades grupales para el armado y confección de un
periódico escolar.
Los distintos enfoques que se puedan analizar del
periodismo se basan en una integración de perspectivas
analíticas, que ofrecen un concepto amplio y
multifacético.
PERIODISMO EDUCATIVO
La información publicada en los medios
gráficos es cada vez más abundante y requiere de un
tratamiento especial para jerarquizar su contenido. Esta demanda ha
permitido el desarrollo de
distintas especializaciones, entre ellos, el periodismo cultural,
científico, cinematográfico,
etcétera.
De este modo, cada especialización requiere de un
periodista profesional que posea conocimientos de orden
técnico–humanista, a fin de poder encausar
la información/opinión en un espectro
específico mediante la utilización de los
géneros.
A mediados del siglo XX, ha surgido una nueva tendencia:
el periodismo educativo. En un principio, se refería
exclusivamente al tratamiento de la información educativa
aparecida en los diarios y, con posterioridad, se lo vincula con
la información publicada en revistas académicas,
periódicos y boletines gremiales, entre otros.
Hoy es posible rever el contenido técnico del
periodismo, a fin de vincularlo con las actividades
pedagógicas, para lo cual el periodismo educativo puede
transformarse en escolar, o bien, en
educomunicación.
Por ello, analizaremos las distintas
problemáticas que surgen en torno a la
especialización del periodismo educativo, en el que se
tratan los siguientes puntos: definición de periodismo
educativo, delimitación de las áreas y aspecto
pedagógico.
DEFINICIÓN DE PERIODISMO
EDUCATIVO
Para conceptuar al periodismo educativo, es necesario
establecer por separado los aspectos básicos de periodismo
y educación.
Por periodismo se entiende la función
social de recopilar, procesar y difundir por cualquier medio de
comunicación (mass media) una noticia de interés
público, con la finalidad de informar y formar, así
como también la de persuadir y entretener. El mensaje
periodístico, aparte de ser un hecho comunicable en el
más amplio sentido, cumple con la función formativa
por los juicios de valor que se
emiten. Otra finalidad es la recreación, abarcando diversos
géneros: humorismo, ensayos,
etcétera.
Así, pues, el periodismo incluye
comunicación por esencia, información por
necesidad; formación por deseo de orientar;
entretenimiento por naturaleza;
y todo ello dentro de una área envolvente que incluye
estilo, técnica y representación adecuada (Acosta
Montoro, 1973: 54).
Los matices presentados demuestran que el periodismo ha
surgido como una necesidad comunicacional y, su trascendencia,
hoy día, hace que no se pueda concebir una historia futura sin
periodismo.
En cuanto al término educación, se lo
puede vincular con la "educación para toda la vida", que
coincide con la noción de sociedad educativa,
en la que –según la UNESCO– todo
puede ser ocasión para aprender y desarrollar las
capacidades del individuo
tanto si se trata de brindar una segunda o una tercera
ocasión educativa o la de satisfacer la sed de
conocimientos, de belleza o de superación personal como
de perfeccionar y ampliar los tipos de formación
estrictamente vinculados con las exigencias de la vida
profesional, comprendidos los de formación
práctica (Pérez de la Concha, 1999).
La idea de esta visión educativa empieza a
concebirse cuando la sociedad tradicional va perdiendo su valor
en puntos de referencia colectivos y no queda otro recurso que
anclarse en una cierta configuración de los conocimientos
adquiridos para "orientarse, pensar y actuar".
Ambas modalidades pueden integrarse en una tercera
vía de análisis en la que es posible definir el
periodismo educativo, que es,
antes que nada, producción y distribución de mensajes informativos de
actualidad que logren interesar a un público
determinado. El contenido de tales mensajes es la vida humana
haciéndose en todas partes y bajo todas las
circunstancias (Pérez de la Concha, 1999).
De acuerdo con estos lineamientos, el criterio que puede
establecerse se basa en la búsqueda de puntos encontrados
entre periodismo y educación, estableciendo un espectro en
que se puede tratar a la comunicación
social como una manera de canalizar la información
dentro de la sociedad, y a la información educativa como
un estudio que posibilita abordar distintos temas en un
área específica: la educación.
En cuanto a la información educativa, ha sido
definida por la UNESCO como la elaboración, registro y
comunicación de ideas, opiniones, teorías, hechos, reglamentos, estadísticas, y cualquier otro dato o
información que pueden estar relacionados con los sistemas de
educación, los procesos
educativos y las actividades culturales y artísticas, que
pueden contribuir a mejorar la calidad
educativa en todas las formas de comunicación,
teniendo especialmente en cuenta la naturaleza esencial de
la
comunicación, que es la de actuar en ambos
sentidos.
Es dable destacar su importancia, ya que la
información constituye un punto importante de toda
investigación o planeamiento. La
utilización de la información educativa ha sido
catalogada como un medio importante para la toma de
decisiones, así como también para elaborar
estudios de situaciones de relevancia. En cuanto a su
difusión, se establece que puede ser canalizada a
través de los medios de
comunicación social, dependiendo del tipo de
información presentada y del efecto que
causaría.
Su tratamiento requiere de periodistas especializados en
educación, que ha surgido con la necesidad de intensificar
y seleccionar la información de interés
colectivo.
Hay dos maneras de establecer la especialización
en periodismo educativo: un periodista interesado en la
temática se especializa en esta materia,
debido a que domina las cuestiones periodísticas, pero le
faltan saberes específicos, o bien, un profesional o
experto en educación elige al periodismo para canalizar
sus inquietudes. Este caso es inverso al anterior. El profesional
domina su materia, pero necesita tener conocimientos en
periodismo.
De esta manera, el profesional especializado puede
tomarse más tiempo para
analizar la información, verter su opinión y como
resultado inmediato pondrá en práctica la
inventiva, y por la naturaleza de la información, su
mensaje será enteramente pedagógico.
El periodista, aparte de requerir de una serie de
atributos especiales, completará su experiencia con una
técnica académica, ya que escribe para un
determinado público; en cierto sentido, sus lectores
también son especializados en la materia.
El periodismo educativo puede ser delimitado por
distintas áreas: profesional, técnica y
pedagógica.
La información educativa se puede hallar en
distintos medios, entre los que se destacan: la
información de prensa: gacetillas, problemas
institucionales, huelgas, etc., y los boletines y
periódicos gremiales, que comprende una información
específica que interesa a un determinado público
(afiliados) en el tratamiento de políticas
instrumentales, problemas de orden interno, elecciones, etc.,
para lo cual se establece que esta área en particular es
de competencia exclusiva de los periodistas
profesionales.
B) Técnica
El ámbito universitario (estatal o privado) tiene
a su cargo la confección de una revista académica.
Está dirigido a un segmento educativo en particular:
profesionales, profesores y alumnos. Se publican
artículos, ensayos, críticas de libros,
opiniones […], que han sido escritos por especialistas. La
publicación concentra, además, una
información específica en la
organización de congresos, seminarios, etc. Dicha
información puede ser publicada en papel o
virtual.
C) Pedagógica
Un último aspecto es la vinculación del
periodismo como recurso pedagógico, el que puede
considerarse como un elemento auxiliar, de competencia exclusiva
de los docentes, cuya
identificación se relaciona con dos segmentos: la
educación, que es el tratamiento de temas
específicos, mediante la vinculación de los medios
masivos en el ámbito educativo: influencia, alcances,
críticas, etc., y el periodismo escolar, que puede ser
definido como la aplicación pedagógica de los
contenidos periodísticos (lectura del diario),
utilización de los géneros (escritura), o bien, la
creación de un periódico o revista escolar, en sus
modales: impreso, confección manual o
publicación por Internet.
Resulta imperioso destacar que el segmento del
periodismo escolar es el que se relaciona con la
problemática específica que desarrollaremos
seguidamente.
Una vieja herencia del "enciclopedismo" marca un hito en
la educación, a veces, difícil de superar. Las
tareas que realiza el alumno pueden ser catalogadas como
escolares, debido a que su sola mención hace que sean
vistas como tediosas y aburridas, desconectadas de la realidad.
Se aprende a leer en textos resumidos y esquemáticos, se
aplican fórmulas mediante ejercicios didácticos y
se emplea la oración perfecta en un análisis
gramatical.
En cada ciclo lectivo, el docente apela a una
práctica ritual, sin mayores variantes. No sólo se
cumple con el dictado de una clase, sino
que se ejerce una función reproductivista, dejando de lado
otros aspectos que pueden resultar beneficioso para los alumnos:
creatividad, imaginación y espontaneidad.
Otro tema importante, vinculado con esta
práctica, se refiere al conocimiento escolar que, por lo
general, no tiene sentido para el alumno, ya que no satisface sus
propios intereses. Se piensa en él cuando se lo aplica a
una actividad específica o para rendir un examen.
Después desaparece o se distorsiona al momento de querer
recordar un dato.
En el antiguo modelo educativo, se evidencia una clara
dicotomía entre los conocimientos aplicados en la escuela y los que
se necesita para la vida. Muy bien lo señala D. Perkins,
en su artículo Las campanas de alarma, al analizar
con ejemplos concretos lo aprendido en el aula, al momento de
aplicar los conocimientos de cultura
general. Elabora un diagnóstico sorprendente. Una persona no
recuerda con exactitud la formulación de una teoría,
o bien, su confusión llega a un extremo que se transforma
en un conocimiento distorsionado y, a veces, carente de sentido.
Organiza su exposición
examinando las grandes deficiencias de la educación, cuyos
síntomas son:
El conocimiento frágil (los estudiantes no
recuerdan, no comprenden o no usan activamente gran parte de lo
que supuestamente han aprendido), y el pensamiento
pobre (los estudiantes no saben pensar valiéndose de lo
que saben) (Perkins, 1997: 32).
Llega a una sutil conclusión al establecer que
todo el problema del conocimiento implica algo más que un
olvido, considerando que el "conocimiento frágil" es una
enfermedad en su totalidad, ya que el conocimiento de los
estudiantes, generalmente, es frágil en diversos e
importantes aspectos:
- Conocimiento olvidado: En ocasiones, buena
parte del conocimiento, simplemente, se esfuma. - Conocimiento inerte: A veces se lo recuerda,
pero es inerte. Permite a los estudiantes aprobar los
exámenes, pero no se lo aplica en otras
situaciones. - Conocimiento ingenuo: El conocimiento suele
tomar la forma de teorías ingenuas o estereotipos,
incluso luego de haber recibido el alumno una
instrucción considerable, destinada especialmente a
proporcionar mejores teorías y a combatir los
estereotipos. - Conocimiento ritual: Los conocimientos que los
alumnos adquieren tienen con frecuencia un carácter ritual que sólo sirve
para cumplir con las tareas escolares (Perkins, 1997:
36/7).
Pedro Maya Arango analiza esta situación y, desde
su postura, llega a establecer idénticos
resultados:
los estudiantes son capaces de repetir los conceptos
aprendidos en las aulas escolares, pero son incapaces de
resolver los problemas que se les presentan en su diario vivir.
Juzgan con precipitud y sin un previo análisis los
fenómenos sociales en los cuales les toca
desempeñarse por carencia de visiones más
holísticas y complejas para mirar tales
fenómenos. Análogamente, los problemas morales y
éticos son tratados en
forma relativa y simplista sin enfrentarlos racionalmente,
arguyendo sus posiciones personales e individualistas, sin
ninguna reflexión y consideración por los puntos
de vista del otro, o lo que es lo mismo, sin referencia por la
otredad y su sentido comunitario (2000: 42).
Haciendo una comparación de opiniones, se puede
afirmar que este conocimiento frágil es el producto de un
esquema aplicado por los alumnos: se estudia para aprobar una
materia y en muchas ocasiones para "zafar" de una
situación conflictiva.
Guiados por semejante estrategia, es
indudable que los estudiantes no organizan sus conocimientos
mediante tesis o
argumentos reflexivos. Además, ni siquiera saben
relacionar y aplicar los conocimientos que poseen (¡Otra
vez el conocimiento inerte!) […] La pereza mental de los
alumnos se pone en evidencia hasta en el viejo método de
estudiar de memoria
[…] Pero quizá el bajo rendimiento tenga por
causa la poca afinidad con la enseñanza que se les imparte (Perkins,
1997: 40).
Esto pone en evidencia el desinterés del alumno
por lo que se le impone, sin que se los pueda motivar hacia la
búsqueda de nuevos conocimientos.
Con la implementación de la Reforma Educativa, se
pretende establecer que los temas curriculares se vinculen con la
realidad, que el alumno tenga una participación activa y
no se transforme en un mero espectador de su formación
intelectual y personal. El modelo que se intenta superar es el
que trata de dar al alumno una información libresca, que
le permite únicamente "conceptuar conceptos" y en la que
el niño o el adolescente se lo instruya en un aprendizaje que
le sirve para la escuela, poniendo la vida entre
paréntesis. Educar no es sólo brindar una
instrucción sumaria del conocimiento, sino una
formación integral del alumno que le permita crecer como
persona y redescubrir sus potencialidades.
A pesar de que se intente salir del viejo esquema, a fin
de cambiar el rumbo en la educación, algunas de estas
prácticas quedan latentes, como el caso del libro de
texto.
Para realizar cualquier cambio, es
necesario tener en cuenta que
muchas de las innovaciones logradas en estos
últimos años, han sido simples transformaciones
de forma pero no de fondo a los proyectos
curriculares y planes de estudio, sin profundizar en el
problema del conocimiento y las exigencias que éste
supone en la estructuración de la
personalidad de los individuos (Maya Arango, 2000:
42).
Es aquí donde se necesita rever como
"perspectiva" un cambio de actitud del
docente para con los alumnos, a fin de aplicar una moderna
metodología acorde con la realidad
circundante, es decir, el pensamiento significativo, teniendo en
cuenta los conocimientos previos de los alumnos que se basan en
conceptos, actitudes y
procedimientos. Siguiendo los lineamientos de
José A. León, es necesario tomar conciencia de que
existen cuatro factores fundamentales que impiden su no
disponibilidad: una falta de atención; la falta de motivación; la distancia entre el
conocimiento escolar y el conocimiento real, para lo cual el
alumno recurre a una memorización ritual; y una falla en
la planificación para aplicar los nuevos
contenidos, lo que supone un serio impedimento para que los
alumnos se den cuenta de que es necesario movilizar sus
conocimientos previos. Así, la falta de relación
entre áreas, una excesiva fragmentación de las
actividades, pueden hacer muy penosa la tarea de detectar
qué conocimientos previos son importantes para entrar en
contacto con los nuevos contenidos (León, 1996:
23).
Para ello, se pueden integrar cinco aspectos que pueden
considerarse para la aplicación del periodismo como
recurso pedagógico: lectura del diario, escritura de
géneros, taller de periodismo, ) pensamiento
periodístico y opinión
pública.
La lectura como finalidad cognitiva ha decaído
considerablemente. En la actualidad, se lee muy poco o no se lee.
Pero es necesario, en ambos casos, saber el por qué y
también incentivar este hábito como un modo
potencial del acceso al conocimiento.
Una de las razones principales de esta
problemática es que los alumnos viven entre dos mundos
aparentemente inconexos y disociados: la influencia de los medios
visuales y la lectura de los textos.
De hecho, "leer" un texto requiere la puesta en marcha
de procesos mentales diferentes que "ver" la
televisión. La lectura es un proceso enormemente
complejo que exige una actitud de concentración y un
esfuerzo por buscar el significado. Hasta llegar a ese
significado, el lector debe realizar múltiples operaciones
mentales que afectan a otros tantos procesos
lingüísticos (codificar y decodificar la
información, acceder al léxico, procesar
sintáctica y semánticamente las oraciones,
extraer el significado, activar el conocimiento previo a
través de inferencias, mantener la coherencia local y
global de la información leída, elaborar un
modelo mental o referencia del contenido leído…).
La lectura de cualquier material escrito invita a la
abstracción de la realidad y a la reflexión y es
el lector quien controla todo el proceso. Puede parar el
proceso y retomarlo más tarde o puede releer cuando lo
estime oportuno. Para que la lectura sea gratificadora, es
preciso un esfuerzo de comprensión e interpretación de los signos
(León, 1996: 15).
El bombardeo de los medios de
comunicación ha posibilitado que la opción de
"leer" sea cambiada por la de "ver". Mirar televisión es más atractivo, ya que
el espectador se condiciona por la fascinación de las
imágenes, desarrollando un sistema
perceptivo diferente.
Si prevalece la percepción sobre la abstracción,
lo sensitivo sobre lo conceptual, es natural que tienda a
provocar respuestas de carácter emotivo más que
de carácter racional. Ferrés lo describe de una
manera muy ilustrativa en el sentido de que sus apetencias van
más en el continuo "me gusta-no me gusta" que en la
línea "estoy de acuerdo-no estoy de acuerdo". Lo
intuitivo y emocional tenderá a primar sobre lo
intelectual y racional. Algunos fenómenos culturales
recientes podrían explicarse desde la perspectiva de las
distintas habilidades mentales que desarrollan la
televisión y el libro. La proliferación de la
cultura icónica puede estar dando lugar a un tipo
particular de lector, el lector perezoso, capaz de
descifrar pero no de leer. La incapacidad de concentrarse le
dificulta o hasta le impide la comprensión de lo
leído. Podría sumarse el fenómeno del
analfabetismo funcional (León, 1996:
16/17).
Se debe convivir con este medio y también se debe
tener en cuenta que la lectura del diario en la escuela puede
transformarse en un buen recurso, independiente de cada
actividad. Se tiene como ventaja que el alumno pueda reconocer
los alcances de la realidad en una dinámica integral. La
atención estará focalizada en motivar al alumno a
un análisis textual para su posterior debate.
El conocimiento de causa de las características
fundamentales de esta comprensión textual puede llevar a
elaborar modelos didácticos para enseñar
determinadas categorías, reglas y estrategias. Un
alumno no sólo tendrá que comprender oraciones,
sino que también deberá aprender de qué
manera están organizadas las informaciones en un texto
más extenso –por ejemplo, en un artículo
periodístico–, cómo puede "aprender" esta
habilidad lo más eficazmente posible, cómo se
resume adecuada y correctamente un texto y cómo se
relacionan finalmente las estructuras textuales con las
funciones
pragmáticas y sociales de los textos. Después de
haber conseguido un cierto conocimiento de causa sobre la
manera en que de hecho pueden elaborarse los textos, podemos
predecir en cierta medida la complejidad didáctica de determinado texto, su
posibilidad de aprendizaje, las cuestiones más
relevantes que pondrán y deberán plantearse y la
proporción de informaciones textuales que se
retendrá y que sigue siendo asequible durante
algún tempo (Marino, 1999: 18).
Los conocimientos que se imparten en el aula no pueden
estar disociados con los de la vida real, para lo cual resulta
necesario que el docente pueda recurrir a la lectura del
periódico para mitigar la separación entre ambos
mundos, que por lo general son considerados como compartimentos
estancos, separados y con escasa relación.
La presencia de la prensa en el aula, permite, entre
otras cosas, contrastar la información del
periódico con otros diarios, con otros medios de
difusión e incluso, con los contenidos
académicos. El alumno puede generar una opinión
más objetiva y elaborada ante versiones distintas de un
mismo evento. Este hecho es crucial para el desarrollo
intelectual del alumno, ya que no debemos olvidar que una de
las cuestiones básicas que influye directamente sobre la
asimilación de una información es la capacidad
del lector para contrastar informaciones diferentes sobre un
mismo hecho. Esta capacidad para relativizar las opiniones o la
interpretación de la realidad es uno de los aspectos
esenciales que deben estar presentes en la formación
integral del alumno, pues forma parte sustancial en el
desarrollo de un pensamiento y actitud crítica ante la
vida. Es absolutamente relevante poseer este tipo de
pensamiento para desarrollar un pensamiento científico
(León, 1996: 182).
De este modo, recorrer las secciones del diario o
cualquier medio gráfico, incentivar la búsqueda de
temas y, sobre todo, formar lectores críticos, se
transformarán en objetivos
globales para su incorporación.
Antes de la escritura, se vivía en el espacio
acústico de la oralidad, y el lenguaje
habitaba en las sombras de la memoria y
la arquitectura
de los gestos. El lenguaje, a través de su evolución, ha dado forma y orden a la
cultura, cuya manifestación logra establecerse en los
mecanismos de la percepción y en prácticas materiales
donde se concretiza, es decir, en las relaciones y
reconocimientos entre los individuos.
La escritura, en cambio, queda conformada en este orden
primigenio. Tiene como finalidad la organización del espacio acústico en
lo visual, mediante el empleo de un
sistema de escritura, basado en la estructura de las letras,
signos ortográficos y símbolos. Esto origina un perfil social que
interpreta las múltiples realidades y dan como resultado
la experiencia y construcción individual en lo
colectivo.
La lectura es el acceso a la modalidad de escritura. Se
puede afirmar que sin lectura no se puede conformar la escritura.
Resulta paradójico, pero es una realidad incuestionable.
Manejar el lenguaje escrito, tanto en la escritura como la
lectura, implica tomar conciencia simultánea del mundo y
del lenguaje. Ocurre, por tanto, una reciprocidad funcional. El
lenguaje logra crear un mecanismo de "fijación" del mundo
que lo convierte en objeto de reflexión; la escritura, en
cambio, "fija" el lenguaje de una manera determinada y lo
convierte en objeto de revelación.
En las clases en que se debe ejercitar la escritura, se
toma como modalidad una práctica común:
redacción tema "la vaca". Este ejercicio ritual, lejos de
tener que aplicar las normas ortográficas, léxico y
un orden gramatical del discurso,
dista mucho de ser efectivo. La vaca se transforma en un objeto
dirigido. La redacción se organiza esquemáticamente
dando detalles de la forma, peso, volumen,
hábitos alimenticios, etc. No podemos inventar "nuestra
vaca", la que tiene cinco patas, dos cabezas, es de color anaranjada,
ni mucho menos con alas y que vuele. Todo se transforma es un
esquema, sin ningún dejo de imaginación o
fantasía.
La aplicación de una escritura
periodística cuenta con múltiples alcances. Al
conocer los géneros, se puede aplicar su contenido a otros
temas escolares. El alumno podría utilizar la
crónica, por ejemplo, para dar a conocer los sucesos de la
"Semana de Mayo".
De esta amanera, la escritura periodística puede
optimizar el aprendizaje
integrado, a fin de evaluar un conocimiento empírico en
base a la propia producción de textos. El alumno ya no
aprenderá las reglas de la sintaxis a partir de un "modelo
ideal", sino que podrá aplicar un orden gramatical,
basándose en una comprensión
lectora, tomando conciencia de las secuencias interpretativas
del discurso.
Este eje integrador es válido para todas las
materias, ya que la "escritura" es un "recurso primario",
potencial e integrador para la adquisición del
conocimiento.
Muchas veces se tiene una idea errónea de lo que
significa un aula taller. Se considera que es un espacio en donde
se aplica como norma el "saber hacer" desde la práctica.
El coordinador considera, por ejemplo, que "escribir se aprende
escribiendo". De esta manera, todas las actividades se reducen a
un postulado tautológico, en donde lo prioritario es
canalizar las inquietudes de los participantes y la de compartir
una experiencia colectiva.
La metodología del aula taller (que no es nueva
en nuestro país ni en el mundo) dista mucho de esta
propuesta simple e ingenua. Es por sobre todo un replanteo en la
dinámica del aprendizaje.
El alumno cambia de rol (respecto del aula tradicional)
y pasa a ser un sujeto activo de su propio aprendizaje. La tarea
docente consistirá principalmente en la de coordinar y
desencadenar (cuando no sucede espontáneamente) de los
procesos cognitivos, utilizando el diálogo y
el debate. A su vez, tendrá que planificar su clase de una
manera dinámica, a fin de motivar a sus alumnos.
Más que dar respuestas, deberá hacer preguntas.
Este replanteo de la metodología implica tomar conciencia
de la no disociación entre cómo enseñar y
qué enseñar, es decir, dar al conocimiento una
forma que no sea contradictoria con su contenido, a fin de dejar
de lado las viejas "recetas" que se aplican como una
función algorítmica, rutinaria.
A su vez, aplicando esta conceptualización a los
fines del taller de periodismo, el docente debe reflexionar
acerca de los presupuestos
básicos y esenciales para introducir de manera adecuada la
prensa en el aula, para lo cual es necesario establecer un
vínculo entre la "investigación cognitiva de
textos" y la "experiencia didáctica" de estos textos.
Una primera tarea que se deberían plantear
aquellos que quieren emprender un programa
didáctico de este tipo es la de conocer y comprender las
características funcionales y estructurales de los
periódicos en cuanto que son los soportes materiales de
dicha información. También sería necesario
conocer la incidencia que tiene el conocimiento previo del
lector sobre la comprensión de la noticia y analizar de
manera precisa qué es lo que los alumnos comprenden de
un periódico. Sin estas dos premisas no podríamos
facilitar un aprendizaje
significativo. Es necesario saber algo más sobre
cómo se representan en nuestra mente las distintas
secciones del periódico, si existen diferencias entre
esta representación de los alumnos respecto de la de los
adultos o la concepción de un experto. Sin estas
reflexiones, a la vez descriptivas y analíticas, se
puede caer en el riesgo de
utilizar erróneamente el instrumento innovador (la
prensa en este caso) y de generar, como señala Alonso
Erausquín (1990), resultados imprevistos e incluso
contraproducentes. La valoración de estas premisas nos
ayudaría, al menos en parte, a evitar el riesgo de que
esta experiencia pudiera caer en un "tópico
pedagógico vacío de contenido", como lo denomina
García Galindo (1990) (León, 1996:
24-25).
En un taller de periodismo, estos conceptos se definen
como básicos para la organización de las distintas
actividades que se pueden generar: lectura de diarios y revistas,
aplicación de la escritura, armado de un periódico
escolar, entre otras.
Para lograr dicho objetivo, es
necesario que en la planificación se contemple como
práctica el desarrollo de un conocimiento teórico,
la de optimizar recursos con
metas claras y concretas, y la aplicación del pensamiento
periodístico.
En todas las actividades, se puede diferenciar un
pensamiento aplicado de acuerdo con la modalidad operativa: se
utiliza el pensamiento crítico para la lectura de textos;
el creativo, cuando se escribe un cuento y el
ideológico, al momento de analizar un discurso.
Surge otra variante, la aplicación del
"pensamiento periodístico" vinculado con las actividades
pedagógicas. Este nuevo enfoque es una visión
distinta de la realidad, en cuanto al desarrollo de conductas
como la observación, selección
y opinión.
Adquirir esta visión no significa que tanto el
docente como los alumnos sean periodistas, sino que se establece
mediante una propuesta en la que puede actuar la creatividad como
fuente inspiradora.
La profesora Sandra Della Giustina consigna una serie de
cualidades distintivas del pensamiento periodístico, entre
las que se destacan:
- Dar prioridad a lo diferente, a lo prominente y a lo
inusitado. - Buscar las ideas y elementos esenciales y disponerlos
de tal modo que su manifestación sea lo más clara
y sencilla posible. - Emitir mensajes de acuerdo con los intereses del
receptor y a la propia convicción. - Implica una postura ideológica y
filosófica establecida y conocida. - La estrategia periodística ronda siempre la
búsqueda del punto de vista diferente, original y por
qué no polémico: nadie compra una revista o un
periódico para leer lo que ya sabe. - Acota espacios y tiempos. Por lo tanto, las ideas
generalmente compiten entre sí. No siempre se eligen las
mejores sino las más significativas para el periodista y
para el lector (1998: 22).
- Ejes
lógicos El pensamiento periodístico, aplicado en el
ámbito educativo, puede basarse en tres ejes
lógicos: cómo criterio, como expectativa de
logro y como objetivo.Cómo criterio
La aplicación del pensamiento
periodístico se basa en la adquisición de un
conocimiento técnico y de una perspectiva que
instrumente el espíritu crítico.De este modo, la actividad docente no se reduce
simplemente a aplicar las normas establecidas de los
géneros ni tampoco a esquemas conceptuales. Mediante
esta visión, se podrá motivar a los alumnos
hacia la búsqueda de nuevos conocimientos, que surgen
de la puesta en práctica de estos conceptos desde una
perspectiva holística.Como expectativa de logro
Las expectativas de logro que organice el docente
deberán ser flexibles, reales y consensuadas en un
amplio criterio. Quizá, la utópica, como el
caso de formar futuros periodistas, sea casi inalcanzable,
pero tendrá como alternativas otras que se adecuen a
la realidad. Por ejemplo: fomentar el espíritu
crítico entre los alumnos, acorde con las distintas
edades, mediante la aplicación de técnicas
periodísticas.Como objetivo
El docente debe evaluar entre sus objetivos la
aplicación del pensamiento periodístico en cada
actividad. Esto puede traducirse en una perspectiva que se
adecue a establecer un rol, o bien, a que los alumnos piensen
como periodistas.El rol de periodista puede convertirse en una
actividad lúdica aplicable en el primer ciclo de EGB.
Los niños, al jugar a ser periodistas,
pueden representar este rol, al igual que el del
entrevistado. Sólo se necesitan algunos elementos
básicos y un cuestionario de preguntas.A partir del segundo ciclo de EGB, el docente puede
integrar en sus actividades, en forma gradual y progresiva,
el desarrollo de una actitud periodística. Esta
dinámica motiva al alumno hacia el logro potencial de
la percepción, abstracción,
contextualización y selección de la
información, en los que pueden emplearse la
imaginación y creatividad.En alguna medida, este objetivo será
prioritario para la formación integral del alumno, a
fin de cuestionar la realidad circundante y ciertos aspectos
para analizar de qué manera los medios pueden hacer
uso y abuso de un hecho, acorde con el concepto
ideológico que éstos apliquen.- Estructura global
El pensamiento periodístico se recrea en una
estructura global, de acuerdo con el grado de representatividad
que ejercen la noticia, la información y la
opinión.
La noticia
En alguna medida, todos conocemos cuál es el
concepto primario de noticia, es decir, aquel hecho en que todos
los medios se hacen eco por su importancia.
Lo que se afirma en la aplicación del pensamiento
periodístico es el reconocimiento de la estructura
genérica. Mediante un orden establecido, se pueden
reconocer un criterio selectivo y establecer las prioridades en
los distintos medios. Por ejemplo: En el Polo
Petroquímico, se dan a conocer las futuras inversiones de
las empresas. En el
diario local, la noticia puede ser publicada en primera plana,
mientras que en los capitalinos, aparecerá en las
páginas interiores.
La información
Desde un punto de vista general, la información
es un corpus en donde se desarrollan o se combinan ciertos
elementos, por el cual, el lector interpretará de acuerdo
con sus emociones o
inquietudes. Esto equivale a decir que la organización es
la estructura física de la
información, es la forma que se le intenta dar. Para esta
forma, no sólo se requiere de un instrumento
matemático, sino también filosófico, porque
no sólo están enlazados con la cantidad de palabras
que existen, sino también con su calidad. Este
conjunto será la información.
La información puede ser definida como el "dato"
del hecho que se comunica. Diríamos, entonces, que la
comunicación es el significado del significado. Esto es,
el lenguaje que articula e integra los elementos de la
comunicación para inscribirlos en la memoria actuante
del hombre; no en
vano los especialistas llaman a la comunicación "memoria
de largo alcance". Esto es lo que convierte la información
en valores
sociales de comunicación. Entre aquello que se dice y se
retiene, la información es una síntesis
del principio del proceso y la comunicación el circuito
que lo cierra.
La información llega al receptor a través
de ciertas leyes
análogas que determinan su asimilación e
interpretación, acompañados con el grado de
evolución y perduración en el tiempo. Este vasto
campo de la información, que con gran velocidad
logra imprimirse en su difusión y distribución, es
un largo proceso necesario. El tiempo será el encargado de
seleccionar y conservar lo que realmente sea de utilidad: el
hecho histórico, un conocimiento
científico, etcétera.
El manejo de un amplio caudal de información
obliga al lector a seleccionar el material en un orden
decreciente, de acuerdo con un criterio personal.
Esta misma circunstancia se destaca en el ámbito
educativo. El alumno debe aprender cómo relacionar y
rescatar aquellos datos que
resulten prioritarios, así como también formarse en
esta actitud crítica.
La opinión
La opinión, en términos análogos,
puede definirse como el concepto que tiene una persona acerca de
un determinado tema por el sólo hecho de ser cuestionable.
En este ámbito, entra en juego un
aspecto moral, es
decir, un reconocimiento de lo que se juzga, a veces, como bueno
o malo, permisivo o no permitido, burdo o falaz,
etcétera.
Es imperioso reconocer que en materia de opinión
todos somos expertos. Opinamos de todo y, a veces, lo hacemos de
una manera arbitraria. Para no ir a los extremos, será
necesario que el alumno pueda aprender a construir la
opinión de manera equitativa, con conocimiento de
causa.
El docente debe acompañar en esta
formación, gradualmente, con el empleo de diversas
técnicas que le permitan al alumno expresar su
pensamiento. Este aprendizaje es recíproco y se constituye
principalmente con la interacción del individuo con el medio, de
los grupos con la
realidad en la que se encuentra subsumido, y éstos con los
roles que deben cumplir.
Para definir a la opinión pública, es
necesario analizar los términos "opinión" y
"pública" por separado. Ya se ha definido
"opinión", para lo cual faltaría "pública",
cuyo concepto puede definirse como una cosa notoria, con la
condición de ser vulgar y común, por tanto,
perteneciente al pueblo.
Se puede afirmar que la opinión pública es
el resultado manifiesto de las diferentes opiniones de los
hombres, sea cual fuere su condición social, ya que no
debe estar ajeno al manejo individual ni colectivo de la
conciencia popular.
Hay que considerar pública la opinión
vertida por un conglomerado de gente o público,
resultando siempre aquella dúctil, versátil,
transitoria, formulada por personas que no se encuentran
individualmente próximas unas a otras, y que tampoco
están unidas por intereses comunes, porque provienen de
diferentes extractos sociales que provocan desconexión
de grupos.
La opinión pública resulta entonces
contradictoria, y la comunicación juega relativamente
con el llamado "mercado de
la opinión pública" […]
Le corresponde al hombre de hoy controlar, analizar y
encauzar esa fuerza a
través de las diversas técnicas y disciplinas que
conforman la comunicación social, aplicando una suerte
de acciones en
pro de un mayor entendimiento de y por los hombres
(Martínez Valle, 1997: 97).
La pirámide de la opinión pública
se encuentra estructurada de la siguiente manera: En la base
figura la opinión general o del pueblo; en el segundo
estrato, la opinión calificada de políticos,
clérigos, maestros, etc.; en la parte superior, la
opinión gubernamental, es decir, la de los funcionarios de
gobierno.
La forma de interactuar de los estratos puede
generalizarse de la siguiente manera: la opinión
calificada ejerce una amplia influencia fundiéndose con la
opinión general. A su vez, una planificación debe
estar estructurada de manera tal que la opinión calificada
pueda influenciar en los sectores gubernamentales y, por ultimo,
en el del pueblo.
En épocas de democracia,
existe una variante de la pirámide. El pueblo ejerce,
teóricamente, el poder de opinión para influir en
las restantes, pero, en la práctica, esto no ocurre.
Muchas veces, sucede que la clase gubernamental se encuentra
dominada por una "elite", que actúa a espaldas del pueblo,
conservando el poder, ya que no admite el acceso de otros
grupos.
Puede aplicarse este último caso, también,
en los periodos de gobiernos dictatoriales. Su poderío lo
ejercen a través de la educación para controlar la
"voz" del pueblo.
La opinión pública abarca los siguientes
estratos:
- La creación original: Todo valor se
origina a partir de una opinión individual, poniendo de
manifiesto la capacidad interpretativa del hombre. La
creación original marca un punto de referencia de la
división entre el ser y no ser. - La vocación intelectualizada:
Está conformado por un grupo de
personas especializadas, que no sólo muestran un
interés particular acerca de los temas de actualidad,
sino que se dedican profesionalmente a esta materia. Por ello,
socialmente, este estrato se encuentra siempre vigente. Sus
integrantes han alcanzado un grado de madurez con respecto al
anterior, que no sólo se limita a recrear su
opinión, sino que mejoran y esclarecen los puntos de un
tema que se encuentran en debate. - La comprensión objetiva: Se muestra el
comportamiento de los estratos anteriores, el
que se agrega como característica la tonalidad
emocional, ya que la opinión se manifiesta acorde con
las circunstancias y en el modo de actuar
selectivamente. - La comprensión subjetiva: En este
estrato, se puede incluir al hombre común que, por regla
general, participa sin saberlo. Lo que se sostiene es la
comprensión subjetiva con que se valora el mundo, es
decir, su accionar cuando genera opinión por las cosas
que le agradan o disgustan. Dentro de este ámbito, suele
pasar por distintos temas con una indiferencia total. En
cambio, cuando participa, es capaz de negar o afirmar algo y
tomar partido por aquellos temas que son de su
interés.
Todo esto conformará la llamada
"reacción–opinión", es decir, el individuo
podrá extraer conclusiones que convergen en una actitud
básica para la formación de una opinión.
El hombre,
permanentemente, reacciona ante una determinada situación,
como una constante de su comportamiento.
En la actividad social que se encuadra dentro de la
opinión, se puede mencionar en su estudio cinco clases de
actitudes bien diferenciadas:
- Racionales: La persona busca una
justificación lógica. - Trasferencia: En este caso, trata de derivar
el problema. - Compensación: Las carencias deben ser
compensadas. - Proyección: Deriva la circunstancia
hacia variantes distintas hasta llegar a identificarse con el
problema. - Simplificación: Se reduce el problema a
una síntesis.
De este modo, el pensamiento periodístico puede
actuar como desencadenante de una serie de situaciones para
comprender los aspectos que reflejen los medios, ya que
éstos se consideran como un reflejo de la propia
sociedad.
A su vez, cada actividad que realice el docente,
adecuados a los distintos niveles de enseñanza, pueden
hacerlos efectivo, en tanto y en cuanto, apliquen la creatividad
e imaginación, lejos de convertir la tarea escolar en un
rito carente de sentido para el alumno. Las posibilidades de
revertir un viejo esquema de enseñanza–aprendizaje
dependerá del docente, que será beneficio para su
formación y la de sus alumnos.
La sociedad, durante siglos, entretejió las
relaciones persona a persona, conformando un entramado ligado al
peso de la tradición, los hábitos y la moral con
un panorama de conductas esperables. La "persona" era una entidad
con historia, familia,
profesión, ideas conocidas e integradas que
definían su personalidad.
El clima social era
de control y
protección al mismo tiempo y la comunicación
establecida por canales personales. Esto trajo como consecuencia
un estancamiento, ya que lo extraño era
rechazado.
Al afianzarse los medios masivos de comunicación
social, produjeron notables cambios, llegando a crear la
corriente denominada "posmoderna", originada hace más de
dos décadas. Los mensajes, hoy, pueden ser trasmitidos
instantáneamente, incluso a través de cadenas
satelitales. Nada ha quedado relegado a esta nueva cultura de
masas.
Los medios de comunicación (mass–media)
pueden definirse como los mecanismos
técnicos–culturales que hacen posible la
difusión de mensajes en forma oral, impresa o audiovisual,
desde una fuente determinada a un público o receptor. Son
técnicos, porque sus posibilidades de aplicación lo
hacen precisamente a través de sistemas mecánicos,
electrónicos o computarizados, con un lenguaje propio,
dirigidos hacia una nueva forma de interacción. Se
consideran culturales, porque contribuyen a la formación
educativa de la comunidad en que
actúan.
Los medios de comunicación frecuentemente se
identifican como instrumentos culturales que sirven para
promover o influir en las actitudes, para estimular la
difusión de modelos de comportamiento o para fomentar la
integración social. A través de estos medios
percibimos la realidad de manera mucho más extensa,
intensa e inmediata. Pero también a estos mismos medios
se les atribuye ese hipotético "cuarto poder" porque
tienen en sus manos la fuerza y la capacidad de "hacer creer" e
influir en las personas y en la configuración de la
mentalidad de importantes sectores sociales. La posibilidad de
acceder a la información resulta una tarea muy simple
para cualquier persona que lo desee e, incluso, para aquella
que no lo desee. Dado que estos instrumentos de difusión
inciden de manera directa o indirecta en los valores
comunes de la sociedad, también afectan, de manera
consciente o no consciente, a los individuos produciendo
importantes cambios en sus actitudes culturales. La prensa,
radio y televisión influyen poderosamente en los
conocimientos, ideas y conductas de las personas (León,
1996: 12-13).
Un análisis más complejo de este
fenómeno es estudiado en el campo de la sociología. Al respecto, se
estableció que la comunicación de masas
hacía posible la existencia de canales de
comunicación directos e indirectos, permitiendo que una
información pueda ser transmitida a una gran audiencia,
con importantes diferencias sociológicas.
La comunicación masiva, en tal sentido, se puede
diferenciar de otros medios por sus características y
elementos propios que, según Charles R. Wright, se
establecen las siguientes condiciones:
- Naturaleza del auditorio: La
comunicación de masas está dirigida hacia un
auditorio relativamente grande, heterogéneo y
anónimo. - Naturaleza de la comunicación: La
comunicación de masas se caracteriza por ser
pública, rápida y transitoria. Esto se afirma en
el hecho de que no va dirigida a nadie en especial, llega a
grandes auditorios en forma simultánea y por lo general
se hace en vista a un empleo inmediato y no para un registro
permanente. - Naturaleza del comunicador: Aquí se
destaca el hecho de que la comunicación de masas es
organizada. A diferencia del artista individual o del escritor,
el "comunicador trabaja a través de una compleja
organización y de una gran división del trabajo."
(Citado por Schröeder y ot., 1977: 18)
Los medios de comunicación social pueden
clasificarse en audiovisuales: TV, cine e
Internet; escritos: prensa, revistas; oral: radio.
En cuanto a la prensa gráfica, puede apreciarse
su función dentro de la formación de la
opinión pública. Difunde noticias,
informaciones, opiniones y pasatiempos como mercancía,
ingresando en la producción comercial: una industria
monopólica, abarcativa de todos los medios, ocupando un
lugar destacado en cada uno de ellos.
La influencia de la radio, en
cambio, es notoria, porque puede llegar en forma
instantánea al oyente, con una pluralidad en el mensaje,
clarificando ideas, con el propósito de fijar la
credibilidad.
En lo que respecta a los medios audiovisuales, en
especial la TV, genera una localización de su
público, ya que es un medio que actúa con doble
apoyatura: el sujeto oye el mensaje, que es complementado por las
imágenes que clarifican el mensaje cifrado. Este medio
posibilita una notable influencia, ya que atrapa la
atención del espectador y genera, en algunos casos, la
imitación de los personajes famosos que son vistos en la
pantalla.
En el ámbito periodístico, los medios de
comunicación actúan en concordancia para la
difusión de un suceso: La radio anuncia, la TV muestra y
el diario publica. En cada uno, el tratamiento de la
información es distinto y no se puede hablar de
competencia. Sólo existe en el caso de querer analizar
cómo se obtiene la primicia en idénticos
medios.
Los medios de comunicación generan un periodismo
dividido en tres sectores, de acuerdo con la pirámide de
opinión: periodismo vertical, periodismo horizontal y
periodismo horizontal–vertical.
El periodismo vertical puede ser de dos maneras:
vertical ascendente, es el que llega desde el pueblo a la faz
gubernamental, o vertical descendiente: desde los estratos
gubernamentales al pueblo.
El periodismo horizontal es el que produce su acción
dentro de un solo estrato, sin que influya en las áreas
superior e inferior.
El periodismo vertical–horizontal, en cambio, no
ataca a nadie, sino que va formando su opinión de manera
horizontal, y converge o se mezcla con otra faz, la vertical,
para actuar dentro de los sectores tanto superior como
inferior.
El periodismo puede ser encuadrado dentro de los
aspectos básicos de la comunicación pero,
también, desde un enfoque sistémico, se lo puede
estudiar para establecer un acercamiento entre periodismo y
literatura.
El periodista utiliza el término "literatura"
como sinónimo de bibliografía.
También, por regla general, establece que podría
encuadrarse dentro de un aspecto mucho más amplio: la
opinión, contraponiéndolo al concepto de
objetividad.
Pero lejos de esta sutil interpretación, lo
literario tiene bases mucho más profundas y
significativas:
- Desde un aspecto comunicacional, es posible hallar
una ubicación del periodismo con relación a la
literatura. - Mediante un análisis exhaustivo de los
géneros, un orden donde se ubica el periodismo literario
y la literatura periodística, en torno a la noticia y la
información, como modos de enunciación y
discurso. - La historia, por su parte, refleja la
discusión de los escritores ante la Real Academia
Española, con el surgimiento del periodismo vinculado
con la literatura. - Otro aspecto a considerar es la existencia de un
periodista escritor y un escritor periodista. - En el estudio lingüístico, diversos
autores establecen factores comunes entre literatura y
periodismo, con un esquema de la
problemática. - También es posible hallar una
interpretación ambigua de los
géneros. - Como último punto, se ofrece un punto de vista
interesante en cuanto a la "búsqueda de una verdad"
tanto en el periodismo como en la literatura.
Si se quiere diseñar un símbolo que
represente la ubicación del periodismo entre la literatura
y la comunicación, se elegiría a un árbol:
las raíces, la comunicación (oral y escrita), el
tronco, la literatura y las ramas, el periodismo. Esta idea surge
de las palabras de José Acosta Montoro, quien afirma que
el periodismo y la literatura "son como la rama y el tronco, que
no pueden vivir por separado" (Acosta Montoro, 1973: 51). Tanto
la literatura como el periodismo, se alimentan a su vez de la
comunicación, ya que desde este punto de vista toda
creación (periodística o literaria) puede ser
considerada como una palabra global, que el lector llena de
sentido, según su conocimiento de la lengua y su
experiencia personal.
Desde sus orígenes, la literatura siempre
alimentó al periodismo, puesto que las noticias
constituían un pequeño centro de la
información que ofrecían los
periódicos.
Se pueden separar ambos lenguajes, en donde no es
fácil encuadrar satisfactoriamente a la literatura o lo
que se entiende por ella, o bien, al periodismo propiamente
dicho. Aunque parezcan disímiles, tienen muchos puntos en
común.
Si bien se puede incluir al periodismo dentro de los
cánones básicos de la comunicación,
entendido únicamente como el acto de "comunicar",
sería minimizar su función. En el ensayo
Periodismo Educativo, se ha definido al periodismo como
una necesidad comunicacional. Su trascendencia e importancia hace
que este enfoque pueda ser analizados desde el ámbito de
la historia, cifrando una paradoja.
El periodismo es la historia del presente y la
literatura es el periodismo del pasado. Es lógico que,
dentro del campo de la comunicación histórica,
antes de investigar lo que hicieron los antepasados, interese
al hombre saber lo que hacen sus contemporáneos. El
tiempo convierte en historia lo que en "otrora" fue
"periodismo" (Acosta Montoro, 1973: 73).
De esta manera, es posible concebir que sin el
periodismo el hombre conocería su realidad a través
de la literatura, mediante versiones orales e interpretaciones
históricas y anécdotas.
En literatura, por regla general, se descuenta lo obvio:
un poema, un cuento, una novela o una
pieza teatral escrita; pero, ¿qué
clasificación tendría un ensayo, una
columna o un chimento de la farándula?
En las tradicionales definiciones de literatura:
"compromiso", (Sartre, 1962)
"búsqueda de la subjetividad", (Eliot, 1959)
"de la imitación de la realidad–mimesis", (Aristóteles, 1982) se sumaría la
propuesta de Graciela Montes: un acercamiento entre la realidad y
la fantasía. "La literatura es una búsqueda nueva,
ni un sueñismo de fantasía divagante, ni el
realismo
mentiroso. Más bien exploración de la palabra, que
es exploración del mundo y que incluye en un solo abrazo
lo que suele llamarse realidad y lo que suele llamarse
fantasía," ya que no sólo el mundo del escritor
estará lleno de sutilezas y belleza, sino que mediante la
"exploración de la palabra" puede fomentar en los lectores
"nuevas búsquedas internas" (Montes, 1990: 25).
La magnitud del trabajo artístico del escritor
estará dada por la sola circunstancia de recrear la
fantasía dentro de lo literario para que el lector pueda
disfrutar de un goce estético, renovado en cada
lectura.
4.3. Postulados
En otro orden de ideas, se pueden hallar otras posturas,
como el caso de Octavio Aguilera, quien considera que "el
periodismo no tiene nada que ver con la literatura" (Aguilera,
1992: 18), o bien, la propuesta de José Acosta
Montoro:
El periodismo, medio de comunicación que se
obliga por esencia al acercamiento a las masas, a su
educación, a su formación, en la cultura que
tiene como texto los periódicos, ha creado sus propios
géneros directos, claros, terminantes, que son
literatura en cuanto que propagan su estilo a las obras
propiamente literarias, y sobre todo, en cuanto que se erigen
en métodos
formidables para reflejar la realidad humana (1973:
126).
En toda creación estética –el periodismo no es la
excepción–, hay opiniones discordantes: no pretende
ser una ciencia
exacta.
En los casos planteados, se ha podido observar que, en
el periodismo, la literatura se halla presente no sólo en
aspectos que conforman los géneros, sino también en
la preocupación por determinar su origen, correspondencia
y análisis que ofrecen estos modelos discursivos. Dada sus
características intrínsecas, se argumenta una
transposición de lenguajes: por momentos, el discurso
pretende ser netamente informativo (periodístico), por
momentos, literario. Este trasvase lo convierte en ambiguo, y es
difícil o casi imposible tomar a ultranza un concepto para
llevarlo a la práctica.
También, se ha puesto de manifiesto que la
visión del periodismo en la literatura no es
analógica ni se puede realizar mediante comparaciones
estilísticas. Más bien, se sumerge en una
estructura integral, como si fueran las dos caras de la moneda,
inseparables desde todo punto de vista.
A pesar de que el periodismo es considerado como una
disciplina
autónoma, independiente, que incursiona en la sociedad con
una fuerte influencia, lo cierto es que la literatura cumple un
rol fundamental para diferenciar los distintos aspectos, cuyos
principios han
sido reflejados desde la óptica
propia del periodismo.
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