Se realizó un estudio observacional, de tipo
descriptivo, transversal de los pacientes portadores de
hipertensión arterial en el poblado La Maya pertenecientes
al Policlínico Docente Comunitario "Dr. Carlos J. Finlay"
del Municipio Songo La Maya en el período comprendido
entre Enero del 2002 y Enero del 2003.
La información procesada se resumió y
presentó en forma de cifras absolutas y porcentajes. Para
identificar asociación estadísticamente
significativa entre las variables de
interés
fue aplicado el Test Chi cuadrado
de independencia
(X²). El grupo de
pacientes de 65 y más años fue el predominante (40
pacientes), el sexo femenino
registró el 57,3 % de los pacientes.
La raza negra fue mayoritaria 54,5 %. El nivel de
escolaridad secundario fue el de más peso porcentual 51,8
%. La hipertensión moderada resultó ser la
más frecuente en 73 pacientes, unida al tratamiento
farmacológico en 85 enfermos.
Dentro de los factores de riesgo la ingestión de
alcohol, el
tabaquismo y
los antecedentes familiares de hipertensión resultaron ser
los de mayor peso porcentual con 18,3%, 17,4% y 15,7%
respectivamente.
La Diabetes Mellitus
fue la enfermedad que más se asoció (22 pacientes),
siendo la crisis
hipertensiva la principal complicación encontrada en 47
enfermos.
La hipertensión arterial constituye uno de los
grandes retos de la medicina
moderna en muy diferentes aspectos. Es un proceso que
afecta eminentemente a las sociedades
desarrolladas y es extraordinariamente prevalente, por lo que
casi uno de cada cuatro ciudadanos de nuestro entorno presenta
cifras elevadas de presión
arterial.
Es una de las enfermedades más
estudiadas en el mundo, no en vano ha sido denominada
asesina silenciosa, ya que a veces nos percatamos
de su existencia cuando es demasiado tarde.
La relevancia de la hipertensión no reside en sus
características como enfermedad, sino en el incremento del
riesgo de padecer enfermedades vasculares que confiere, el cual
es controlable con el descenso de aquella. Esta constituye junto
a la hipercolesterolemia y el tabaquismo, uno de los principales
factores de riesgo para el desarrollo de
aterosclerosis y, para la aparición de enfermedades
cardiovasculares.
Actualmente las cifras de personas afectadas por la
hipertensión arterial en el mundo – según
estimados – es de 691 millones; su prevalencia en la
mayoría de los países se encuentra entre el 15 y
30%, y después de los 50 años casi el 50% de la
población esta afectada por
ella.
Esta enfermedad se relaciona con múltiples
factores de índole económica, social, cultural,
ambiental y étnica; la prevalencia se ha mantenido en
aumento asociada a patrones dietéticos, disminución
de la actividad física y otros
aspectos conductuales en su relación con los
hábitos tóxicos .
En el área del Caribe, la hipertensión
arterial afecta al 20% de su población, siendo Jamaica una
de las naciones de mayor mortalidad por esta patología. En
los Estados Unidos de
Norteamérica, se informa de unas 60 000 muertes anuales
producidas directamente por la hipertensión
arterial.
En Cuba, la
mortalidad por la enfermedad presenta cifras que oscilan entre
7,3 y 9,4 fallecidos x 100 000 habitantes en los últimos
años, la incidencia entre la población
dispensarizada alcanzó la cifra de 14,9 dispensarizados x
1000 habitantes en el año 2000 y su tendencia es
ascendente.
La prevalencia también se elevó de una
tasa de 97,6 enfermos x 1000 habitantes en el 2000, a 129,3 x
1000 habitantes en el 2001.
En la provincia Santiago de Cuba, en el año 2000
la tasa de mortalidad por enfermedades del corazón
fue de 129,9 fallecidos x 100 000 habitantes , ascendiendo a
141,6 x 100 000 habitantes en el 2001; la tasa de prevalencia de
pacientes hipertensos por 1000 habitantes en el 2001 fue de 100,6
hipertensos, sólo superada por la provincia de Matanzas
donde fue de 181,6 hipertensos .
El municipio Songo la Maya presenta un ascenso notable
en los últimos 4 años, respecto a la
hipertensión arterial, desde el año 1999 al
año 2002, la prevalencia de la misma ha ido en aumento
progresivamente de 8349 pacientes en 1999 a 9212 pacientes en el
año 2000 y 10570 pacientes y 12239 pacientes en los
años 2001 y 2002 respectivamente, unido ha esto se
muestra una
mortalidad por esta causa de 17 pacientes en el 2001 y ya en el
2002 esta asciende a 23 casos.
El área de salud La Maya presenta de
igual forma una tendencia ascendente, pues desde el año
1999 hasta el año 2002 hubo un incremento de los pacientes
hipertensos de 6480 enfermos en 1999 a 8795 en el año
2002.
Estudios epidemiológicos han concluido que varios
factores de riesgo guardan relación con la
hipertensión arterial, dentro de estos se citan la edad,
el sexo, color de la
piel, la
herencia, las
dietas ricas en sodio, los oligoelementos, factores
socioculturales, el alcoholismo,
el hábito de fumar, la hiperlipidemia y enfermedades como
la cardiopatía isquemia, la enfermedad cerebrovascular, y
la diabetes mellitus.
De lo anterior se desprende la importancia de la
identificación de personas con alto riesgo de padecer la
enfermedad, y es precisamente con el seguimiento del
médico de la familia con
el cual puede valorarse y dispensarizarse a todos aquellos
individuos con factores de riesgo para su seguimiento y control,
correspondiendo al médico de la familia ejecutar
acciones
educativas, de promoción y prevención de salud, y
de rehabilitación, frente a este factor de riesgo, y
mantener un control estricto de los pacientes dispensarizados por
esta afección.
Considerando todo lo dicho hasta aquí, la
importancia de la hipertensión arterial no sólo
como enfermedad, sino más aún como factor de
riesgo, las altas tasas de morbilidad y mortalidad que la misma
presenta en el país, en nuestra provincia y en el
área de salud nuestra, donde las mismas han ido
incrementándose desde el año 1999 hasta el
año 2002 es que nos propusimos realizar este estudio, para
conocer los factores de riesgo que la misma presenta en nuestra
población y así llevar a cabo un mejor trabajo,
así como conocer la magnitud del problema, lo cuál
nos permitirá actuar sobre sus factores de riesgo a
través de una mejor labor de promoción y
prevención de salud encaminada a disminuir su incidencia y
los efectos adversos que esta provoca una vez que se
presenta.
- Caracterizar a la población de pacientes
hipertensos según variables demográficas y
clínicas de interés. - Identificar los factores de riesgo más
frecuentes asociados a la hipertensión
arterial.
Se realizó un estudio observacional, de tipo
descriptivo, trasversal de los pacientes portadores de
hipertensión arterial en el poblado La Maya pertenecientes
al Policlínico Docente Comunitario "Dr. Carlos J. Finlay"
del Municipio Songo la Maya en el período comprendido
entre Enero del 2002 y Enero del 2003.
El universo de
estudio estuvo constituido por el total de pacientes hipertensos
pertenecientes al poblado La Maya y la muestra estuvo constituida
por 110 pacientes hipertensos pertenecientes a los Consultorios
Médicos de Familia Socorro I y Socorro II perteneciente a
dicho policlínico.
El dato primario se obtuvo a través de una
encuesta
confeccionada especialmente para el trabajo, la
cual se aplicó mediante entrevista
médica con los pacientes hipertensos de los consultorios,
así como la revisión de las historias
clínica familiar y ambulatoria.
Para identificar asociación
estadísticamente significativa entre las variables de
interés fue aplicado el Test Chi cuadrado de independencia
(X²). Fue seleccionado un nivel de significación
α =0.05.
La Hipertensión Arterial no es sólo una
enfermedad, sino que constituye un factor de riesgo establecido
para muchas enfermedades de mayor letalidad, que afectan al
individuo y a
grandes poblaciones, y como tal es uno de los más
importantes factores pronósticos de la esperanza de
vida.
Por este motivo su control es un punto de partida para
la disminución de la morbilidad y mortalidad por
diferentes afecciones tales como las Enfermedades
Cerebrovasculares, la Cardiopatía Isquémica y la
Insuficiencia Cardiaca entre otras.
La muestra de estudio estuvo constituida por 110
pacientes pertenecientes a los Consultorios Médicos de
Familia Socorro I y Socorro II de dicha área de salud, los
cuales eran en su totalidad hipertensos, de ellos el 57,3 %
corresponden al sexo femenino, así como el 42,7 % al sexo
masculino (Gráfico 1), lo cual era de esperar pues en la
población atendida por estos dos consultorios predomina el
sexo femenino.
Al analizar la distribución de los pacientes de acuerdo a
la edad y teniendo en cuenta el sexo se pudo observar que para
ambos sexos predomino el grupo de pacientes de 65 y más
años, seguido del grupo de 55 – 64 años
representando el 36,4% y el 22,7% de la población
estudiada. Hallazgo que se corresponde con lo planteado por la
literatura donde
se invoca que a mayor edad mayor es el riesgo de padecer
hipertensión arterial y que la misma por ende aumenta
progresivamente con la edad.
Roca , plantea que existe el criterio de que las cifras
de tensión arterial diastólica, aumenta con la
edad. Se ha comprobado que la presión arterial promedio
tiende a aumentar de manera progresiva a medida que el individuo
envejece, este incremento de la frecuencia de hipertensión
arterial sobre la base de la edad, es siempre mayor para la
sistólica, que puede aumentar hasta los 80 años,
que para la diastólica. Sánchez en un estudio
realizado en Santiago de Cuba en el año 2002
encontró el mismo resultado, donde la hipertensión
arterial predominó en las edades mayores, sobre todo en
las edades geriátricas. Otros estudios corroboran lo
anterior.
La OPS en su publicación ¨ La Salud en Las
Américas del año 2002 plantea un incremento de la
incidencia y prevalecía de la hipertensión en la
región de las Américas.
Al realizar el estudio, se comprobó
(Gráfico 2) que los pacientes de raza negra fueron los
más afectados de Hipertensión Arterial,
representando el 54,4 % de los casos estudiados, seguidos de los
pacientes mestizos los que constituyeron el 38,2 %, lo cual
pensamos pueda estar en relación con el hecho de que en el
Municipio y el área de salud en particular, la
población es predominantemente perteneciente a la raza
negra.
Todo lo anterior se corresponde con lo planteado en
otros estudios, donde se esboza que la frecuencia de
hipertensión arterial es mayor en la raza negra,
así como también lo es la tendencia a padecer las
formas más graves de evolución de la enfermedad, complicaciones
de índole vascular y muerte .
Farreras, plantea que la elevación de la tensión
arterial es mayor en la raza negra que en la blanca, pues en esta
es mayor la tendencia a la elevación de la misma con la
edad.
En un intento por explicar estas diferencias raciales se
han emitido varias hipótesis que involucran alteraciones
genéticas, mayor hiperactividad vascular y sensibilidad a
la sal, así como una actividad reducida de la bomba de
sodio-potasio ATPasa, anormalidades de los co-transportes
sodio-potasio y sodio-lítio, una baja actividad de
sustancias endógenas vasodilatadores, dietas con alto
contenido de sal, tabaquismo y el stress
sociocultural que condiciona el racismo.
Fonseca, en un estudio realizado en el
Policlínico Comunitario Docente del Reparto Municipal en
el año 1998, encontró también un predominio
de la raza negra, no así de la blanca. Estos resultados
son avalados por otras investigaciones.
Hernández, también encontró un predominio de
la raza negra en su estudio sobre factores psicosociales que
influyen en la hipertensión arterial.
Al valorar el grado de escolaridad en particular, se
demostró que el 51,8 % de los pacientes tenia como grado
escolar el secundario, seguido del preuniversitario,
representando el 25,5 % de los casos
(Gráfico3).
Resultados estos coincidentes con los de Fonseca quien
encontró en su estudio un predominio de pacientes con
grado de escolaridad secundario. Álvarez en un estudio
epidemiológico de la hipertensión arterial en un
área de salud de Camaguey, también reporto una
mayor incidencia de la hipertensión arterial en pacientes
de bajo nivel de escolaridad. Otros estudios realizados coinciden
también con este hallazgo.
Este bajo nivel de instrucción explica el por
qué existe un elevado desconocimiento por parte de la
población de importantes aspectos de la
hipertensión arterial trayendo consigo que los pacientes
no lleven a cabo por desconocimiento de su relevancia cambios en
el modo y estilo de
vida, como disminución de la ingesta de sal en las
comidas, práctica sistemática de ejercicios
físicos, realización del tratamiento correctamente,
disminución de hábitos como el alcoholismo, el
tabaquismo, hechos que redundan en la aparición de
hipertensión arterial y en la evolución
desfavorable de la misma una vez que esta se ha
presentado.
Farreras, plantea que la prevalencia de
hipertensión arterial es mayor cuanto más bajo es
el nivel socioeconómico y educativo de la
población.
El vínculo laboral es otro
aspecto importante a tener en cuenta a la hora de enfrentarse a
un paciente hipertenso pues muchas labores conllevan a un
stress
físico y psíquico elevado. En la muestra de
pacientes estudiados, se pudo observar (Gráfico 4), que el
44,6 % de los pacientes en estudio eran amas de casa y solo 27
pacientes (24,5 %) eran trabajadores.
Este hallazgo se relaciona con el hecho de que el sexo
femenino fue el que predominó en el estudio con un total
de 63 pacientes. Debiéndose señalar que las mujeres
amas de casa llevan sobre sí de forma general todo el peso
de la atención, el cuidado de los niños,
las labores domésticas ,( entre otras por lo cuál
están más sometidas al stress), realizan menos
ejercicios físicos saludables, tienen mayor tendencia al
sedentarismo y la obesidad,
factores que influyen en una mayor aparición de la
hipertensión arterial, además otra de las causas
que pudiera determinar una mayor prevalencia de las amas de casa
y los trabajadores es el hecho del escaso número de
dirigentes y profesionales dentro de la población
estudiada. Estos aspectos son coincidentes con lo reportado en la
literatura.
Bayard , encontró en un estudio realizado en 1995
en el Policlínico Comunitario Dr. Mario Muñoz
Monroy″ del poblado El Caney resultados similares, donde
hubo un predominio de las amas de casa dentro de la
población estudiada, Fonseca ,en su estudio llevado acaba
en 1998 en el Reparto Municipal refiere iguales
resultados.
Al analizar el tipo de hipertensión arterial
(Tabla 2), pone de manifiesto que el 66,4 % de los pacientes eran
portadores de una hipertensión moderada y sólo en
el 22,7 % era ligera. El sexo femenino fue el que
predominó en estos dos tipos de hipertensión
arterial con 41 y 15 enfermos respectivamente. Hecho que se
explica por lo planteado anteriormente, además debemos
tener en cuenta que por encima de los 50 años la
presión arterial es mayor en la mujer con
relación a la aparición de la menopausia, durante
la cual los cambios hormonales que se producen predisponen a
cambios en la musculatura vascular y el endotelio vascular de la
paciente, lo que lleva a un aumento de la resistencia
vascular periférica y por ende mayor predisposición
a la hipertensión.
Del análisis anterior del tipo de
hipertensión arterial, se desprende evaluar que tipo de
tratamiento antihipertensivo realizan los pacientes,
encontrándose que el 77,3 % llevaba a cabo un tratamiento
farmacológico (Gráfico 5), lo cual se debe a la
mayor incidencia de hipertensión arterial moderada dentro
de la muestra de estudio, ya que generalmente a los pacientes con
hipertensión arterial ligera se les impone tratamiento no
farmacológico: cambios en modo y estilo de vida, dieta,
supresión de hábitos tóxicos,
etc.
En el estudio se comprobó (Gráfico 6), que
la ingesta de alcohol y el tabaquismo fueron los principales
factores de riesgo que se le asociaron con 98 y 91 pacientes
respectivamente, seguidos de los antecedentes patológicos
familiares de hipertensión arterial (82 pacientes). Llama
la atención que la dieta rica en sal sólo se
presento en 18 pacientes.
En nuestro caso este alto índice de
ingestión de alcohol pensamos se deba, a que nuestra
población es una población eminentemente rural,
donde no existen los suficientes medios de
recreación, ni áreas donde poder
disfrutar de actividades sanas durante el tiempo libre,
lo cual conlleva a que de una u otra forma y en diferentes grados
la población consuma bebidas alcohólicas,
además del frecuente expendio de las mismas por la
red
gastronómica.
Respecto a esto Cecil, plantea que el consumo de
alcohol eleva la tensión arterial, aguda y
crónicamente y que estudios transversales demostraron una
relación entre la tensión arterial elevada y el
consumo excesivo de alcohol. Farreras refiere la existencia de
una relación clara entre hipertensión e ingesta
elevada de alcohol. Hernández, en su estudio factores
psicosociales que influyen en la tensión arterial plantea
que el alcoholismo no fue un factor determinante en la
evolución de los pacientes con hipertensión
arterial.
Las opiniones sobre los efectos del alcohol en la
hipertensión son controvertidos algunos autores plantean
que la ingestión de una copa diaria de alcohol favorece la
circulación sanguínea mientras que otros plantean
que la ingesta crónica de alcohol junto a otros factores
de riesgo predispone a la hipertensión. Es bueno aclarar
que el alcoholismo por si solo no eleva la tensión
arterial sino que junto a otros factores de riesgo constituye un
determinante de la misma.
El hecho de que el tabaquismo siga en segundo lugar a la
ingestión de alcohol lo asociamos a que generalmente las
personas que ingieren bebidas alcohólicas ya sea por
hábito o costumbre casi siempre son consumidores de
cigarro, dos factores estrechamente relacionados entre si. La
nicotina aumenta la tensión arterial de forma aguda.
Santiesteban, en un estudio realizado en el Policlínico
Comunitario "30 de Noviembre" en el año 2002,
identificó el tabaquismo como uno de los principales
factores de riesgo asociados a la hipertensión
arterial.
A pesar de que los antecedentes patológicos
familiares de hipertensión arterial se encuentran en
tercer lugar estos no son menos importantes, pues se ha planteado
que existe tendencia a la hipertensión arterial en algunas
familias y así hemos visto con relativa frecuencia esta
afección en varios miembros de una misma familia .Araujo,
en un estudio realizado en 1999,encontró una alta
prevalencia de antecedentes patológicos familiares de
hipertensión arterial dentro de la población
estudiada, hecho que fue significativo. Aunque este elemento, por
si solo no es determinante, si crea las bases para que al
interactuar otros factores en conjunto predispongan a la
aparición de hipertensión en un individuo ya
susceptible de padecer la misma desde el punto de vista
genético.
El bajo porcentaje encontrado de pacientes que
ingerían dieta rica en sal no se corresponde con lo
planteado en la literatura, pues estudios realizados confirman
que el abuso de sal es un factor predisponente de
hipertensión arterial. Existen pruebas
inequívocas de que la ingestión excesiva de sodio
participa en la génesis de la hipertensión arterial
primaria. Se ha demostrado que en grupos
poblacionales con baja ingestión de sodio, tienen pocos
casos de hipertensión arterial primaria; por otra parte,
los sujetos que reciben elevado sodio en cortos períodos
de tiempo desarrollan aumento de la resistencia periférica
total. Maturel, en un estudio de intervención educativa en
pacientes con riesgo de hipertensión arterial en los
consultorios 1 y 19 en el año 2002, identifica la excesiva
ingestión de sal en la comida como factor de riesgo
asociado a hipertensión arterial.
Al analizar los pacientes teniendo en cuenta factores de
riesgo y el tipo de hipertensión arterial leve (Tabla 3),
se pudo comprobar que el stress y el tabaquismo fueron los
principales factores de riesgo que se le asociaron a la
hipertensión arterial representando el 22,5 % y el 18,5 %,
respectivamente.
Lo cual no ocurrió en el caso de la
hipertensión arterial moderada donde los factores de
riesgo que predominaron fueron la ingestión de alcohol (59
pacientes) y la ingestión de café
(49 pacientes) constituyendo el 20,7 % y el 17,2 %
respectivamente del total de pacientes con este tipo de
hipertensión arterial.
Es significativo en el caso de la hipertensión
arterial severa y muy severa que no hubo una marcada presencia de
estos factores de riesgo, pues se asociaron en un reducido
número de pacientes.
Pensamos que estos hallazgos en el caso de la
hipertensión arterial leve se deban a que generalmente el
stress y sobre todo el estrés
psíquico se asocia a formas ligeras de hipertensión
arterial sin grandes repercusiones al igual que el tabaquismo
frecuentemente asociado a este factor.
No obstante este hallazgo se señala que las
tensiones emocionales mantenidas o reiteradas pueden desencadenar
reacciones vasopresoras con hipertensión arterial. Dichas
tensiones suelen estar condicionadas por múltiples
factores, que van desde la
personalidad hasta el régimen socioeconómico en
que se vive. Se ha comprobado que en estos casos, además
del aumento del tono simpático y de los niveles de
catecolaminas se produce un incremento de cortisol y de hormona
antidiurética (ADH), y una interacción anormal del sistema
renina-angiotensina-aldosterona (AARS).
En el caso de la hipertensión arterial moderada
el hallazgo puede estar relacionado con el hecho de que a medida
que se aumente el consumo de bebidas alcohólicas mayor
será la frecuencia de aparición de la
hipertensión arterial; y además, de forma general,
estos pacientes y sobre todo los que ya presentan un etilismo
crónico son indisciplinados a la hora de cumplir con lo
prescripto en cuanto a la dieta, cambios en el estilo de vida,
realización correcta del tratamiento indicado, todo lo
cual ayuda a la evolución desfavorable de la enfermedad y,
por tanto, a que la misma evolucione de formas leves a formas
moderadas de hipertensión arterial.
El hecho de que en el caso de la hipertensión
arterial severa y muy severa aparezcan de forma poco frecuente
los factores de riesgo estudiados pudiera estar en
relación con el hecho de la escasa cantidad de pacientes
con este grado de severidad de la enfermedad y también por
el motivo de que generalmente estos pacientes son portadores de
una Insuficiencia
Renal Crónica la cual lleva a formas severas de la
enfermedad y a un difícil manejo y control de estos
pacientes.
Al analizar la asociación con otras enfermedades
o estados, (Gráfico 7), encontramos que de los 36
pacientes con enfermedades o estados asociados 22 padecían
Diabetes mellitas y 10 eran portadores de hipercolesterolemia
siendo importante señalar el embarazo en 2
de ellas.
En cuanto a la diabetes mellitus y la
hipercolesterolemia pensamos que están asociadas pues en
la población de estudio predominan los pacientes de edades
avanzadas en los cuales es frecuente encontrar estas enfermedades
sobre todo la diabetes mellitus tipo II, la cual frecuentemente
se asocia en estas edades. Cecil, plantea que la
hipertensión arterial es 2 veces más común
en diabéticos que en la población general.
Simonsón , plantea que en la diabetes tipo II, la
hipertensión arterial puede asociarse como diagnóstico secundario e incluso previo.
Otros autores también hablan de la fuerte
asociación entre la diabetes y la hipertensión
arterial .
En una revisión sobre el tema Drury plantea que
existe una alta frecuencia de hipertensión
sistólica, tanto en la diabetes tipo I como en la diabetes
tipo II. Amaury en un estudio sobre patrones diferenciales de
alteraciones humorales, micro y macrovasculares en pacientes
hipertensos, diabéticos y diabéticos-hipertensos,
plantea que las lesiones macrovasculares y sobre todo las
microvasculares en los pacientes con diabetes predispone
aún más a la aterogénesis, aumento de la
resistencia vascular periférica y por ende aún
mayor riesgo de hipertensión arterial en los pacientes
diabéticos.
La presencia de hipercolesterolemia como segunda
enfermedad o estado
asociado era de esperar, pues los hábitos de la
población cubana 8ingestión excesiva de grasa
animal, cerdo, etc.) y en especial la de zonas rurales predispone
a la presencia de la misma. La hipercolesterolemia se encuentra
entre los principales factores de riesgo de aterosclerosis, lo
que trae consigo aumento de la rigidez de los vasos
sanguíneos, principalmente de las arterias que provoca
aumento de la resistencia vascular periférica y
secundariamente hipertensión arterial.
Al abordar las complicaciones presentes en los pacientes
hipertensos estudiados (Gráfico 8), se pudo constatar que
las crisis hipertensivas y la enfermedad cerebrovascular fueron
las que predominaron, presentándose en 47 pacientes (37%)
y 27 pacientes (21,3%) respectivamente.
Es valido señalar que en nuestro caso las crisis
hipertensivas fueron las que predominaron teniendo en cuenta que
la mayoría de los pacientes en los cuales estas estuvieron
presentes no llevaban un adecuado tratamiento de la
hipertensión arterial, pues en ocasiones habían
hecho abandono del mismo, otros no tomaban las dosis adecuadas
del medicamento indicado, no acudían a chequearse de forma
sistemática la tensión arterial en su médico
de la familia y en todos los casos no se llevaba el
régimen higiénico-dietético adecuado para
mantener controladas las cifras de tensión
arterial.
La enfermedad cerebrovascular se ubicó en segundo
lugar entre las complicaciones, pues en estos pacientes se
asocian otros factores de riesgo que contribuyen junto a la
hipertensión arterial a que se desencadene este cuadro
neurológico, máxime si se tiene en cuenta lo
anteriormente dicho respecto a la aparición de las crisis
hipertensivas referido al tratamiento de la hipertensión,
y un hecho significativo, que fue la presencia de la enfermedad
cerebrovascular en pacientes de edad avanzada, donde confluyen
muchos factores que predisponen a su aparición.
Como se ha planteado la hipertensión arterial es
uno de los principales factores de riesgo para la enfermedad
cerebrovascular . La edad influye marcadamente, pues con el
envejecimiento las modificaciones en el sistema nervioso
periférico y central producen síntomas molestos en
un número mucho mayor de pacientes. Casi la mitad de los
individuos que sobreviven los 85 años desarrollan
síntomas y signos de
enfermedad cerebrovascular, todo esto debido a los cambios que
acompañan al envejecimiento dentro de los cuales podemos
citar:
- El cerebro se
retrae y disminuye la cantidad de neuronas. - El flujo sanguíneo cerebral y el metabolismo
disminuyen gradualmente. - Los sistemas,
central y colinérgico periférico
decaen. - Los reflejos autonómicos y de
distensión muscular pierden sensibilidad. - Los sistemas visual, olfativo y auditivo vestibular
se deterioran. - Aumenta la susceptibilidad a los procesos
degenerativos .
1.-La hipertensión arterial tuvo un aumento
progresivo con la edad, siendo el sexo femenino el más
afectado.
2.-El nivel de instrucción secundario fue
mayoritario, siendo las amas de casas y los trabajadores las
principales ocupaciones encontradas.
3.-La ingestión de alcohol, el tabaquismo y los
antecedentes familiares de hipertensión arterial se
erigieron como los principales factores de riesgo
asociados.
4.-El tratamiento farmacológico fue
predominante asociado al elevado índice de
hipertensión moderada, siendo la crisis hipertensiva la
complicación más frecuente.
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18-20.
Gráfico 1.Distribución de pacientes
según sexo.
Tabla 1.Distribución porcentual de pacientes
según grupos de edades y
sexo.
Grupos de Masculino Femenino Total Edades No. Porc. No. Porc. No. Porc. | ||||||
15- 24 años | 4 | 8,6 | 3 | 4,8 | 7 | 6,4 |
25 -34 años | 7 | 14,9 | 3 | 4,8 | 10 | 9,1 |
35 -44 años | 8 | 17,0 | 7 | 11,1 | 15 | 13,6 |
45- 54años | 5 | 10,6 | 8 | 12,6 | 13 | 11,8 |
55- 64años | 7 | 14,9 | 18 | 28,6 | 25 | 22,7 |
65 y más | 16 | 34,0 | 24 | 38,1 | 40 | 36,4 |
Total | 47 | 100 | 63 | 100 | 110 | 100 |
Fuente: Encuesta.
Gráfico 2. Distribución de pacientes
según color de la piel.
Gráfico 3. Distribución de pacientes
según grado de escolaridad.
Gráfico 4.Distribución de pacientes
según ocupación.
Tabla 2.Distribución porcentual de pacientes
según tipo de hipertensión
arterial y sexo.
Tipo de Masculino Femenino Total HTA No. Porc. No. Porc. No. Porc. | ||||||
LIGERA | 10 | 21,3 | 15 | 23,8 | 25 | 22,7 |
MODERADA | 32 | 68,0 | 41 | 65,1 | 73 | 66,4 |
SEVERA | 3 | 6,4 | 7 | 11,1 | 10 | 9,1 |
MUY SEVERA | 2 | 4,3 | 0 | 0 | 2 | 1,8 |
Fuente: Encuesta.
Gráfico 5.Distribución de pacientes
según tipo de tratamiento antihipertensivo.
Gráfico 6.Distribución de pacientes
según presencia de factores de riesgo.
Tabla 3.Distribución porcentual de pacientes
según factor de riesgo y tipo de
hipertensión.
Factor de riesgo | Leve Moderada Severa Muy severa Total No. Porc*. No. Porc*. No. Porc*. No. Porc*. | |||||||||
Ingesta. Alcohol | 33 | 16,5 | 59 | 20,7 | 4 | 14,9 | 2 | 20,0 | 98 | 18,8 |
Ingesta Sal | 27 | 13,5 | 49 | 17,2 | 3 | 11,1 | 2 | 20,0 | 81 | 15,5 |
APF de HTA | 27 | 13,5 | 51 | 17,9 | 3 | 11,1 | 1 | 10,0 | 82 | 15,7 |
Tabaquismo | 37 | 18,5 | 51 | 17,9 | 3 | 11,1 | 0 | 0,0 | 91 | 17,4 |
Sedentarismo | 20 | 10,0 | 19 | 6,6 | 5 | 18,5 | 3 | 30,0 | 47 | 9,0 |
Stress | 45 | 22,5 | 26 | 9,1 | 5 | 18,5 | 1 | 10,0 | 77 | 14,8 |
Dieta Rica Sal | 8 | 4,0 | 9 | 3,2 | 1 | 3,7 | 0 | 0,0 | 18 | 3,4 |
Exceso de Peso | 3 | 1,5 | 21 | 7,4 | 3 | 11,1 | 1 | 10,0 | 28 | 5,4 |
Total | 200 | 100 | 285 | 100 | 27 | 100 | 100 | 100 | 522 | 100 |
Fuente: Encuesta.
* Porciento teniendo en cuenta el total de pacientes con
factor de riesgo.
Gráfico 7. Enfermedades o Estados asociados
más frecuentes.
Gráfico 8. Complicaciones más
frecuentes.
Dr. José Jesús Marrero
Fuentes
* Dr. Orlando Martinez Calderón
* Dra. Magdalena Colmenero
Nariño**
Dra. Ana Caridad Mariol Mengana **
* Especialista 1er. Grado en Medicina
Interna.
** Especialista 1er. Grado en Medicina General
Integral.
INSTITUTO SUPERIOR DE CIENCIAS
MÉDICAS
SANTIAGO DE CUBA
POLICLÍNICO DOCENTE "CARLOS J.
FINLAY".