Ya sea usando técnicas
del psicodrama o la fantasía guiada o el mismo sociodrama,
en sí mismas son generadoras de un escenario donde el
consultante es el actor principal. Sin embargo; creo que a veces
no sólo hay que ser actor, sino escenógrafo,
director de escena, escritor, etc. Y todo esto en su conjunto
crea lo que podría llamarse un Escenario
Psicoterapéutico. Esta idea me surgió en dos
ocasiones diferentes con dos consultantes totalmente diferentes.
Creo que exponerlas ayudará a comprender cómo se
crea un escenario. Cuando trabajaba en una institución
para personas con adicción (Cocaína,
marihuana,
cemento,
alcohol,
etc.), una de mis funciones era el
dar psicoterapia.
Un día llegó a consulta un joven de 15 años
al que llamaré Luis. Luis consumía resistol,
vivía con su mamá y un hermano mayor, que
también consumía con frecuencia muchas veces lo
hacían juntos. En una de las sesiones Luis comentó:
Siento que estoy como en un laberinto. Eso me lo dijo ya para
terminar la sesión, por lo tanto trabajé con esa
figura y consideré darle mayor énfasis en la
sesión siguiente. Así que tuve una idea.
Aprovechando que la mayoría del personal del
instituto tenía vacaciones, se me ocurrió crear en
la sala de juntas un laberinto y así lo hice, con sillas,
mesas, escobas, trapeadores y todo lo que me pudiera servir para
llevar a cabo el ejercicio. Justo en el centro del laberinto
coloqué las dos sillas que utilizaba con frecuencia para
sentarnos a fin de que ése fuera el espacio para realizar
el trabajo
terapéutico. Luis llegó a consulta y mientras
caminábamos hacia la sala de juntas, le fuí
explicando el ejercicio, que consistía en entrar a la sala
de juntas, y a través del laberinto él tenía
que llegar a su silla. Luis entró, miró por un
instante todo aquello, y comenzó a realizar el recorrido.
Yo caminé hasta mi lugar y lo esperé sentado hasta
que después de un rato él llegó hasta su
silla. Ahí, le leí un cuento de
Jorge Bucay que cayó como anillo al dedo para este
ejercicio. Contaba la historia de un individuo al
que le gustaban tanto los laberintos, que terminó por
ahogarse en ellos. El experimento tuvo su propia vida y
ayudó a Luis a darse cuenta de que él mismo se
había creado ese escenario (su propio laberinto) y a su
vez descubrió que pudo lograr otro escenario y redirigirse
hacia él. El otro escenario consistió en dejar de
inhalar resistol, continuar sus estudios e intentar regresar con
su novia. Para reforzar ese escenario que Luis creó, le
expliqué que la forma más fácil era por
pasos como si fuera un story board (Es el guión ya sea de
una película o de un comercial hecho cuadro por cuadro con
dibujos de la
escena que va a realizarse. Esto permite al director tener muy
claro lo que va hacer ese día) Entonces construimos Luis y
yo un Story Board de su escenario. Finalmente, esto le
permitió paso a paso ir creando nuevas alternativas para
ir realizando su propio plan de vida, ya
que en vez de ver todos sus problemas en
conjunto, los pudo ir desmenuzando e ir creando nuevos escenarios
que le permitieran crecer como individuo.
El segundo caso es el de una joven de 29 años,
que llega a mi consulta privada explicándome que estaba ya
por casarse en 3 meses, pero que tenía mucho miedo y
muchas dudas, no del futuro marido, sino de su capacidad para
llevar la casa y atender a su marido, ya que su mamá
siempre le dijo que no servía para nada y que era una
inútil. Por cuestiones de índole económica
comencé a dar la consulta en mi departamento.
Llamaré a esta joven Luisa. Luisa llegó a consulta
y se sentó en el sillón de la sala. Escuché
todas sus preocupaciones y le pregunté si ella
creía realmente que su madre tenía razón.
Dudó un poco y después dijo que no sabía.
Entonces le dije que si fuera cierto lo que su mamá
decía con respecto a ella, cómo era que su novio,
además de estar muy enamorado de ella, estaba dispuesto a
vivir con ella el resto de su vida. Ella me miró y dijo
que tal vez su mamá estaba equivocada. En esa
sesión le pedí que hiciera una lista de los motivos
por los que consideraba no estar preparada para el matrimonio. Entre
de lo que escribió estaba:"hacerle de desayunar". Entonces
le pedí a Luisa que para la próxima sesión
llevara 2 huevos, un jitomate, una cebolla, y todo lo que ella
necesitara para preparar el desayuno. Le cambié la cita
del jueves por la tarde al sábado por la mañana (a
las 9:00 AM), y le dije que ella prepararía el desayuno
para ella, que trajera un envase para guardarlo y que se lo
llevaría a su casa y ahí se lo comería.
Luisa, llegó con todo para preparar su desayuno (huevos,
jitomate, cebolla, leche, cereal,
fruta,) Entró al departamento y le dije, que la
sesión será en la cocina. "Sólo te pido que
construyas en tu mente un escenario, en el que tú seas el
director y el actor principal. Utiliza el comedor y la cocina
para darle una escenografía a tu escenario". Lo hizo y
preparó el desayuno, tomó la sartén, la sal
y todo lo necesario. Puso la mesa y lo sirvió. Al final
descubrió que podía cocinar lo que quisiera. Luego
fue descubriendo que podía llevar una casa. Hasta que un
día me dijo: "Mi mamá estaba muy equivocada con
respecto a mí". Ese día concluyó la
psicoterapia para ella.
En ambos casos, lo importante es cómo construimos
cada uno de nosotros nuestros propios escenarios. Cada uno
está ligado con la forma en la que contactamos el mundo, y
lo más importante es que el psicoterapeuta sólo
pone un pequeño guión, digamos la idea. El que
decide cómo reescribir ese guión, ponerlo en el
Story Board y llevarlo a cabo es la persona que viene
a consultarnos. Decir que es mejor o no que el psicodrama o la
fantasía guiada, no lo creo así. Creo que es la
conjunción de ambas y que es una técnica que sirve
para fortalecer el darse cuenta y facilitar el proceso de
descubrimiento de la persona, de su propia capacidad para crear
sus propios escenarios, y dejar de ser espectador para
convertirse en el guionista, director, fotógrafo, y
productor de su propia vida.
Con lo expresado anteriormente intenté explicar
en forma muy breve cómo cada uno de nosotros crea un
escenario a partir de creencias, mapas
mentales, historia personal y experiencias vividas. Considero
importante aclarar esta idea de Escenarios
Psicoterapéuticos, ya que de esta forma se
comprenderán de manera más clara y precisa las
diferentes formas de crear un escenario dentro de un proceso
psicoterapéutico.
Considero que cada uno de nosotros es un cúmulo
de historias, creencias, etc. Es decir, mi historia parte de la
que contaron los papas de mis bisabuelos de cómo era el
mundo, en su época, cómo se debía compartir
y cómo debían vivir dentro de la sociedad de
que eran parte. Mis bisabuelos (paternos y maternos), vivieron
esa historia, más la aprendida por ellos a mis abuelos;
éstos pasaron esas dos historias, más la propia que
cada uno creó, a mis padres, y a su vez ellos nos
trasmitieron las anteriores más la que ellos inventaron
como pareja a cada uno de mis hermanos y a mí y así
será como nosotros la pasemos a nuestros hijos. Con esto
lo que quiero dar a entender es cómo lo que en Gestalt
llamamos Fondo tiene su propia dinámica y un contexto que más que
quedarse estático, cada vez va adquiriendo más
información que va registrando, y de un
modo u otro lo va alimentando. Es, pues, parte de lo que somos.
Es de este fondo de donde generalmente salen las figuras (asuntos
inconclusos) que al estar abiertas, es como si esa historia que
nos contaron no tuviera fin, y a nosotros nos corresponde ponerle
el fin que se nos antoje. Esa figura nos pone en un escenario de
desconfianza, dolor, tristeza, y pareciera que se convierte como
en una especie de círculo vicioso, porque a pesar de saber
la historia, saber que no tiene fin, o el que tiene es bastante
incómodo para la persona, ésta la sigue contando.
Digamos que es como si se estuviera en una obra de misterio o un
drama intenso, y lo que se desea es crear otra obra, tal vez una
comedia, de ese drama; o quizá reinventar ese drama
más adhoc a su propia historia.
La idea central de los escenarios
psicoterapéuticos es darle todas las herramientas
al consultante, para que él sea el que le dé vida a
su propio escenario, a partir de lo que él considera que
lo llevará a una mejor calidad de
vida. El psicoterapeuta, en un primer punto, toma la figura
(asunto inconcluso) y digamos que se lo devuelve al consultante,
para que éste comience a crear el escenario. En mi caso,
lo que yo hago, es convertirme en una especie de coguionista o
coescritor y codirector de escena sólo al principio, y ya
después dejo que el consultante vaya creando, con mi
asesoría, el escenario psicoterapéutico. Este tiene
la misma función
que la sinapsis en el cerebro,
sólo que de ésta forma, no sólo queda como
un conocimiento
adquirido en forma meramente mental, sino que abarca el todo de
la persona, ya que este escenario con el tiempo se
convertirá en un proyecto de vida
ya no alterno al que tenía antes, sino uno nuevo mucho
más propositivo y atractivo para la persona. Digamos que
esa es la intención que yo busco en la aplicación
de esta técnica.
El papel del terapeuta es dinámico,
pues al mismo tiempo que es espectador, también es actor.
Recuerdo que en una ocasión, cuando estudiaba en la
universidad
fuí a ver una obra de teatro que por
sí misma rompía con todos los esquemas, ya que no
estaba puesta en un teatro, sino en una casa; en cada
sección de ésta un grupo de
actores representaba una situación, lo que de un modo u
otro invitaba al espectador a ir a ver lo que sucedía en
su conjunto dentro de la casa. Después de ver y comprender
en todo su conjunto la obra, comencé a pensar en el rol
que juega un terapeuta en el proceso psicoterapéutico. No
sólo está sentado escuchando atentamente lo que
dice un consultante, sino que da el siguiente paso, que es el de
moverse. El proceso psicoterapéutico será
también dinámico, rítmico, sincrónico
con el crecimiento del consultante. En este sentido, en el
proceso de construir un escenario, el terapeuta no sólo
escucha, sino que en un momento dado puede ser actor, codirector
y coescritor del guión. Todo lo que dentro del proceso de
construcción del escenario sea útil
para el consultante, y que propicie el darse cuenta del mismo. El
rol del terapeuta es muy semejante a lo que vemos cuando una
pareja baila ya sea un tango o un
danzón; ambos llevan el ritmo, el movimiento y
hacen así un baile sincrónico.
Acontinuación describo algunas formas de crear un
Escenario Psicoterapéutico:
STORY BOARD
Como expliqué en el artículo anterior, el
Story Board es un guíon expresado no sólo con
palabras, sino con imágenes
y, por decirlo de otro modo, escena por escena del conjunto que
conforma el guion. Es, pues, el todo dividido para su
comprensión y ejecución, y después la suma
del todo.
Primero se hace un rastreo completo en busca de la
figura principal, de tal modo que ésta nos dé el
material para comenzar a escribir el guión del
escenario.
Una vez teniendo la figura, se comienza a trabajar con
las áreas no bloquedas del ciclo de la experiencia. Esto,
con el fin de darle fortaleza y cohesión a la persona, y
comenzar a darle herramientas que le permitan la creación
del escenario.
Después se le invita a que construya un escenario
alterno al de su problema, uno tal que le permita ver las cosas
de otro modo.
El psicoterapeuta en ésta fase facilita a la
persona todo lo que esté a su alcance (dentro del
consultorio), para comenzar a crear el escenario. Aquí es
muy importante que el psicoterapeuta impulse toda la creatividad de
la persona.
Al mismo tiempo se le pide a la persona que escriba el
guión de lo que va a acontecer en ese escenario. (Todo
tiene que estar muy claro los personajes, las acciones que
cada uno va realizar, etc.)
Teniendo tanto la información tanto escrita como
el escenario, se le pide a la persona que dibuje escena por
escena, que le ponga el texto que va
junto a cada escena , y que lo ponga enfrente de
él.
Una vez teniendo lo anterior se le pide que comience a
digir la escena (El psicoterapeuta actúa la parte
conflictiva, y se le da toda la parte constructiva de la escena a
la persona, para que la actue. (Esto permitirá trabajar
las polaridades y a la persona, ir construyendo su propio
escenario desde otro ángulo del que siempre lo ha
vivido).
Una vez terminada esa escena, se sale del consultorio a
fin de dar por terminada esa primera parte, y estando afuera no
se dice nada, sólo se observa qué hace la persona,
y se toma en cuenta para el momento del cierre. Esto se repite
hasta haber terminado todo el guion. (En ocasiones este ejercicio
se termina en una sesión,ñ otras veces se lleva a
cabo en varias sesiones. Si éste es el caso, se deja ir a
la persona tal cual terminó esa escena, de tal modo que se
vaya dando el proceso del cambio con las
herramientas del mismo consultante, diría Perls: "El
proceso de autorregulación
organísmica")
Habiendo hecho lo anterior, se hace una unión de
cada una de las escenas. Esto se lleva a cabo pidiéndole a
la persona que haga un pequeño resumen de lo aprendido en
cada escena. Luego se sugiere que todo lo que aprendió lo
puede convertir en un proyecto de vida. En ese caso se le pide
que lo construya, todo muy claro , con metas cortas y a largo
plazo. Lo que logramos con esto es que la persona no sólo
se quede con lo que ya aprendió, sino que ese mismo
proceso lo haga una y otra vez. Esto permitirá que las
sinapsis hechas en el cerebro sean más sólidas y
fuertes. Y además, que el escenario que construyó
lo incorpore y lo introyecte a fin de llevarlo no sólo al
plano mental sino también a un proyecto de
vida.
CAJA DE ARENA
Primero se hace un rastreo completo en busca de la
figura principal de tal modo que ésta nos dé el
material para comenzar a escribir el guión del
escenario.
Una vez teniendo la figura, se comienza a trabajar con
las áreas no bloquedas del ciclo de la experiencia. Esto,
con el fin de darle fortaleza y cohesión a la persona y
comenzar a darle herramientas que le permitan la creación
del escenario.
Después se le invita a que construya un escenario
alterno al de su problema, uno tal que le permita ver las cosas
de otro modo.
El psicoterapeuta en ésta fase facilita a la
persona todo lo que esté en su alcence (dentro del
Consultorio), para comenzar a crear el escenario. Aquí es
muy importante que el psicoterapueta impulse toda la creatividad
de la persona.
Al mismo tiempo se le pide a la persona que escriba el
guíon de lo que va a acontecer en ese escenario. (Todo
tiene que estar muy claro, personajes, las accines que cada uno
va a realizar etc.)
Después se le invita que construya el escenario
en una caja de arena (esta tiene que ser más o menos de un
metro de largo por uno de ancho) se le da todo lo que necesite
(material para hacer maquetas).
Una vez que lo terminó, se le pide que le
dé voz a cada personaje que puso en el escenario, el
psicoterapeuta introduce de vez en vez la parte negativa, que es
la que no permite cerrar la Gestalt (esto es meter personajes, y
se va viendo la reacción del consultante sin hacer
ningún comentario al respecto)
El terapeuta hace un dibujo del
escenario, lo encierra en un círculo y lo divide en ocho
partes, a fin de ubicarlo dentro del círculo de la
experiencia (utilizado en la psicoterapia gestalt). Habiendo
hecho esto, junto con el consultante va promoviendo que
éste vaya moviendo las partes en conflicto
hacia las áreas fuera de conflicto.
Habiendo hecho lo anterior, se hace un cierre a fin de
que el consultante descubra su propio darse cuenta.
Después se le invita que toda esa información la
lleve a cabo en un proyecto de vida. Si el consultante acepta se
le pide que lo ponga en la maqueta y lo construya ahí.
Después se le pide que describa cómo lo va a llevar
a cabo. Con esto logramos que la persona no sólo se quede
en lo que ya aprendió, sino que ese mismo proceso lo haga
una y otra vez. Esto permitirá que las sinápsis
hechas en el cerebro sean más sólidas y fuertes,
logrando con esto que no sólo se quede en un mapa mental,
sino el escenario que construyó lo incorpore y lo
introyecte, a fin de llevarlo no solo al plano mental sino
también a un proyecto de vida.
Claro que estas dos técnicas no son las
únicas, la construción de escenarios es un proceso
que está implícito en cada uno de nosotros, lo cual
permite que haya diversas formar de construirlos, el
propósito de que a partir no sólo de cómo
imaginamos ese escenario, sino llevándolo a cabo, podremos
brindarle al consulte la oportunidad de que no sólo asuma
la responsabilidad de su vida, sino la
responsabilidad y el riesgo de
poder
cambiarla.
En el ejemplo con los dos consultantes que menciono al
princio de este artículo, se puede ver que en el caso de
la muchacha que estaba por casarse, y a la que le sugerí
que cocinanara su propio desayuno, utilicé la
técnica del Story Board. Con ella le pedí que
hiciera un escenario en cuanto a la preparación del
desayuno. Así colocó todo lo que le era necesario
para prepararlo, huevos, jitomate, cebolla, la fruta, etc. Ella
creó su propio escenario y un guíon sobre
cómo lo llevaría a cabo. Hasta que lo vío en
su conjunto, ya terminado y puesto en la mesa, descubrió
que no sólo sí podía, sino que además
le gustaba la cocina. Luego construyó otros escenarios
(cómo llevarse mejor con su mamá, cómo dejar
de hacer la vida que su mamá le había planeado y,
el más importante, descubrir que no era la inútil
persona que su mamá le había hecho creer). Todos
estos escenarios en su conjunto crearon su propia Story Board de
su vida, ya no cuadro por cuadro sino como un proyecto de vida.
Finalmnte logró casarse, ya sin las creencias que su
familia le
había enseñado durante años, sino con las
suyas propias y la posibilidad de que éstas sean cambiadas
de acuerdo a las circunstancias de su plan de vida.
Bibliografía
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Mauricio Ortega Galindo
Psicoterapeuta Gestalt