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A cinco años de iniciado el proyecto de
arte:
Agua:¿oro azul?, que
nació con el propósito de llevar la mirada hacia
ese elemento, de entrecruzar saberes y conocimientos, y
así poder generar
acciones
políticas desde una propuesta estética, tengo la sensación de
haber abierto la caja de Pandora. En realidad, no soy la
responsable de haber liberado a los monstruos, sino que he
empezado a reconocerlos, y me atrevo a afirmar que la "crisis del
agua" es una herramienta de sometimiento.
1.¿Cuáles son los
monstruos liberados?
Con el aporte gráfico, poesías, performances, de quienes se
sintieron convocados por Agua:¿oro azul?, se podría
confeccionar un mapa del agua y de los desastres, aunque
éste tendría la ventaja de que llevaría
impresa la vivencia personal, no
sería sólo una estadística.
De ese mosaico de obras enviadas surge que algunos de
los depredadores, que atentan contra el ciclo del agua
son :
- la industria
agropecuaria y la silvicultura industrial porque han secado
ecosistemas, - la deforestación y la minería
porque han destruido la capacidad de retención de las
cuencas, - los megaproyectos de energía que han
desplazado poblaciones enteras para construir represas, y
provocan aún más deforestación y
desertificación de los suelos, - el cemento y el
asfalto porque impermeabilizan el suelo y
así impide el filtrado del agua, provocando a su vez
grandes inundaciones;
y los que degradan los ecosistemas, son:
- los monocultivos, porque al privilegiar una variedad
se destruye la biodiversidad; - los alimentos
transgénicos, por la calidad y
cantidad de herbicidas que se aplican para su
cultivo; - las plantas de
energía
nuclear, porque utilizan millones de litros de agua por
minuto para enfriar sus reactores, y muchas veces la devuelven
con mayor temperatura
a los cursos naturales, o se producen filtraciones de
radioactividad, lo cual aniquila o modifica la
vida; - el uso creciente de combustibles fósiles, que
ha contaminado la atmósfera en niveles tales que produce
fuertes cambios climáticos con mayor frecuencia, lo que
su vez provoca ciclos de inundaciones, huracanes y
sequías; - la industria del turismo, por su fuerte
impacto
ambiental ; - la producción industrial de vinos, cervezas
y de bebidas analcohólicas, debido a los grandes
volúmenes de agua que extraen de los acuíferos, y
la
contaminación que provoca su envase, desde la
extracción de la materia
prima, pasando por su fabricación y
descarte; - las guerras
- y muchos otros "monstruos" no menos
importantes.
Desde Avellaneda, ciudad en serio peligro por el elevado
nivel de contaminación, llega un dibujo donde
se hace una síntesis
del negocio del agua y su privatización; en un fotomontage enviado
desde Bélgica, se nos advierte que "Ahora se hacen guerras
por el
petróleo, mañana serán por el agua", y
como cerrando el hilo de pensamiento en
un graffiti se nos recuerda que " Nuestra ignorancia es su
poder".
Ese mosaico de expresiones me lleva a pensar que aunque
no seamos especialistas, sabemos o intuimos que el agua es un
elemento indispensable para la vida y la posibilidad de desarrollo de
las comunidades; que nos liga indisolublemente a los demás
seres humanos y especies vivientes, conocidos o no. Y sin haber
pronunciado, ni escrito una sola vez la palabra, se
rescató la necesidad de defender la
biodiversidad.
Asimismo, de las imágenes
se desprende que toda la tecnología
introducida bajo el pretexto de brindar pan, paz y trabajo
y de mejorar la calidad de
vida de los pueblos, sólo produjo más
desplazados, sin techo y despaisajados, hacinados en las grandes
urbes, o en campos de refugiados, mientras que aquéllos
que continúan resistiendo padecen hambre o hacen cultivos
"ilícitos". En definitiva, terminó erosionando el
control de los
recursos
naturales por parte de las comunidades. ¿Es esto
progreso?
Desde un punto de vista ambiental, se podría
definir como crisis del agua al estrés
hídrico provocado al planeta por extracción del
agua a un ritmo más acelerado de lo que un ecosistema
puede recuperar y purificar, poniendo en peligro la salud y la sobrevida de la
población.
En 1977, durante la Conferencia de
las Naciones Unidas
sobre el Agua, celebrada en Mar del Plata, Argentina, se puso
sobre el tapete que la provisión de agua dulce estaba
disminuyendo a nivel mundial, y que millones de personas no
tenían acceso al agua potable,
ni a medios de
saneamiento adecuados. En 1992 la ONU
declaró oficialmente el 22 de marzo como el Día
Mundial del Agua con el propósito de que "la humanidad
tome conciencia sobre
la importancia y la problemática…" y, posteriormente,
"para protección de este recurso crucial " ha proclamado
el 2003 como el Año Internacional del Agua
Dulce.
¿Es la humanidad la que debe tomar consciencia?
¿Quiénes son sus "protectores"? ¿ Se
está protegiendo este recurso? ¿Qué sentimos
y pensamos frente a tantas declaraciones, números, cifras,
porcentajes, estadísticas y … amenazas de muerte?
¿ Qué otra cosa puede significar las palabras de
Kofi Annan, secretario general de la ONU, cuando dijo que el agua
era " una posible causa de conflictos y
guerras", o frases como la siguiente "en el año 2025, el
60% de la población carecerá de agua potable", con
que nos bombardean a diario los medios de (in)comunicación? ¿No nos estarán
diciendo que se debe aniquilar al 60% de la población, y
están buscando nuevas excusas para emprender guerras por
los recursos
naturales, disfrazándolas con cuestiones étnicas,
religiosas , limítrofes,etc. etc.?
Me pregunto por qué en 1991 no se anunció
con énfasis similar, que la Asamblea de la ONU
producía un cambio
fundamental de posición, cuando declaró que el
acceso al agua potable no es un derecho humano sino una
necesidad. De esa manera, este elemento esencial para nuestra
supervivencia se transformó en mercancía, y al
convalidar la cultura
"cowboy" [1]
abrió las puertas para que todo un entramado de
complicidades político-económicas junto con el BM,
el BID, el FMI, de ONGs – y
siguen las siglas- respalde megaproyectos, que justamente no
protegen a este esencial elemento[2].
El cambio de esa sola palabra permite que el presidente del
Grupo Suez
pronuncie con una sonrisa: " El agua es un producto
eficaz. Debería ser gratuita. Nuestra tarea es
venderla".
En el planeta todavía quedan importantes reservas
de agua potable, y todas se encuentran en las zonas donde la
población está muriendo y enfermando por desnutrición, donde la pobreza se
transformó en endemia: África y Latinoamérica".
En marzo pasado se reunieron en Kyoto (Japón)
representantes de los gobiernos más poderosos, de la
OMC y de
importantes corporaciones económicas para realizar un
mapeo del planeta y empezar a trazar los lineamientos de trabajo para
apropiarse del agua potable.
Esta "cocacolización" [3]
del mundo, donde no "todo va mejor", sigue expandiendo su
onda destructora para satisfacer la ambición de los que
actúan como si fueran sus amos, y se creen
inmortales.
Desequilibrio ecológico herramienta de
sometimiento
El desequilibrio ecológico ha sido utilizado
desde tiempo
inmemorial para debilitar a los pueblos y consolidar la
ocupación. El invasor arrebataba o destruía los
medios de subsistencia y reservas de alimentos,
envenenaba su agua.
A esta Abya Yala (Tierra
Fecunda)[4],
los conquistadores trajeron su cultura antropocéntrica,
dominadora de la naturaleza y
encontraron civilizaciones con conciencia de que eran un
eslabón más en la cadena de la vida. En
Perú, por ejemplo, había comunidades adaptadas a su
medio natural, con eficientes sistemas de
comunicación, irrigación, cultivo y abastecimiento,
pese a ser lugares inhóspitos o de difícil acceso.
Para poder ocupar territorios y consolidar políticamente
su posición, los conquistadores destruyeron los cultivos
incaicos, quedando sus pobladores dispersos y hambreados, las
terrazas y los acueductos destruidos o abandonados, la tierra
erosionada, los arroyos secos.
En este siglo XXI, se sigue aplicando el mismo método de
sometimiento de una forma muy sutil y sofisticada. Con el
marketing se
han creado necesidades y forzado la aceptación de productos
tecnológicos, que atentan contra la supervivencia como
especie humana, salvo que mutemos y podamos metabolizar
petróleo[5],
plástico,
metales
pesados, anhídrido carbónico, resistamos mayores
niveles de todo tipo de radiaciones. A través de los
grandes sistemas de medios de (in)comunicación se lavan
cerebros, se aterroriza, se oculta y deforma la realidad.
¿Desde cuándo una bebida envasada sin alcohol, con
edulcorantes, aditivos y aromatizantes artificiales, es mejor y
más sana que un simple vaso de agua de manantial, o que el
jugo exprimido de una fruta recién cortada?. La
biodiversidad devino una mina genética,
el agua una mercadería como cualquier otra.
Hasta ahora se consideró que, pese a los ciclos
de sequía e inundaciones, el agua era un recurso
renovable. No lo es. La que disponemos en la actualidad ha sido
bebida y eliminada por todos los que nos antecedieron, inclusive
los dinosaurios.
La naturaleza se ha ocupado en filtrarla y depurarla; las
nuevas
tecnologías que no respetan la
biomultiversidad[6],
ni los ciclos biológicos, alteraron ese equilibrio.
La problemática del agua es muy vasta y delicada.
Mientras el
conocimiento permanezca fragmentado por la
hiperespecialización y encerrado en compartimentos
estancos, en las universidades, en las empresas que
patrocinan las investigaciones
o, peor aún, en empresas-universidades; mientras no se
socialice, ni se transfiera con claridad a la sociedad,
seguiremos permitiendo la acción
de este terrorismo
ecológico instrumentado con la complicidad de los
estados.
En diferentes puntos del planeta, se puede observar
luchas de resistencia. En
esta Tierra Fecunda, se destaca la de los pueblos originarios,
que cuenta además con la participación de
desplazados de su hábitat
por el "progreso" y de quienes habían dejado los centros
urbanos para llevar una vida acorde a los ciclos
biológicos naturales, que le permitiera disfrutar de un
paisaje equilibrado entre aire, agua y
tierra, del silencio o del bochinche ensordecedor de las aves al
amanecer, de la intemperie. Estas personas ya tienen ejercicio en
el reconocimiento de las formas sutiles de invasión y
sometimiento. Saben que no basta con abordar cuestiones sociales,
como equidad y
acceso a condiciones mínimas para su pleno desarrollo, por
fuera del sistema
ambiental, y decidieron participar en la toma de las decisiones
que afectarán su futuro, por lo que han emprendido luchas
contra las mineras, los monocultivos, los o.g.m., la construcción de represas, la
contaminación.
Asimismo, desde la década del 70 se están
ensayando tecnologías cuidadosas del ambiente,
accesibles para todos, que permiten buena calidad de vida. Pero
son esfuerzos puntuales y aislados entre sí, y muchos no
aspiran a modificar el sistema, sino a incluirse.
Simultáneamente, surgieron movimientos de
inspiración libertaria como el punk, grupos de defensa
de los derechos del
animal, vegetarianos, veganos, ecologistas, primitivistas, entre
muchos otros. Desde la práctica
económico-político-social y cultural hacen una
crítica
al sistema, pero, lamentablemente, parecerían funcionar
como compartimentos estancos, entre sí y los demás
grupos.
Asistimos a un enfrentamiento entre el antropocentrismo
depredador y la cosmovisión holística, donde no se
discute al autoritarismo, ni al estado. Un
puñado de personas están utilizando a la crisis del
agua como herramienta de sometimiento a nivel planetario
–curioso, ellos no reconocen fronteras.
¿A quién voy a confiar el 80% de mi
cuerpo, que es agua? ¿Iniciaremos la ronda en Plaza de
Mayo por los ecogenocidios de hoy? Me pregunto si no es hora de
que articulemos nuestras acciones con respecto a estos problemas
ambientales dentro de una perspectiva no dogmática y
espíritu de tolerancia, de
esperanza e invitación a la discusión, a fin de
ofrecer en la práctica una visión
económico-socio-política y cultural
creíble, para que realmente tenga incidencia social. En mi
opinión, sí. Es necesario.
Vandana Shiva, 2002, "Water wars". South End Press,
Cambridge, EE.UU.
Silence Nº 281. marzo 2002. Dossier
«"L´eau et la santé ". Lyon, Francia
Mutantia, revista
bimensual. Nºs 4 y 7. Año 1980. Buenos
Aires
La vida está aquí. Ed. Abya-Yala.
Año 1993. Buenos Aires
Futuros, revista trimestral, Buenos Aires.Años
2000/2004 http://www.galeon.com/futuros
Centro de Estudios Transdiciplinarios de Agua: "Un
enfoque integrado para la gestión
sustentable del agua-
Experiencias de cooperación" . Fac. de Ciencias
Veterinarias. UBA. Año 2001
A Cecilia Moretti por la lectura del
texto y sus
comentarios.
"Quisiera elegir un cuadro donde vivir para
representarme una vida diferente de la que nos
muestran".
John Berger
[1] Neologismo usado por
Vandana Shiva para referirse a la idea de propiedad
privada surgida en el Oeste de los EE.UU.
[2] Del 3% de agua dulce
existente en el planeta, solo el 20% es de uso estrictamente
humano.
[3] Neologismo introducido
por Ricardo Petrella, prof. de la Univ. de Lovaina,
Bélgica; co-fundador de la Comisión Mundial del
Agua, para referirse a la imposición de un valor
comercial a un elemento imprescindible para la vida, como el aire
y el agua
[4] Abya Yala (Tierra
Fecunda) Nombre que la civilización kuna en la actual
Panamá
dio a su habitat y se está propiciando en remplazo de
América. Como es descriptivo, no
personalista, lo veo coincidente con el ideal
ácrata.
[5] Los aditivos
artificiales suelen ser sintéticos, derivados minerales de la
hulla o del petróleo. Nuestro organismo carece de la
capacidad para eliminarlos. Son responsables de alergias,
tumores, intoxicaciones.
[6] Presento este
neologismo para señalar que la opción es plural,
cambio la partícula di por multi.
Alicia Zárate