- Formas de trabajo y de
relación entre los Guaraníes y su
proyección en el campesinado
paraguayo - Los trabajos del
guaraní - Modos de relación y de
producción entre los Guaraní - El trabajo Guaraní
en los distintos períodos - Reciprocidad
- El campesinado
paraguayo - Conclusión
- Bibliografía
Para Marvin Harris, los modos de
producción se caracterizan por la manera en que una
tecnología
determinada se aplica a un medio ambiente
específico para producir la energía de la que
dependa la vida social. Los rasgos de la economía de naturaleza
organizativa, incluyendo cuestiones tales como el intercambio y
consumo de
productos y
servicios, la
propiedad o
control
diferencial del trabajo y el
acceso a la tecnología y los recursos
naturales y la división del trabajo, es denominado
"relaciones de producción"
El presente trabajo de investigación bibliográfica
reúne datos muy
importantes sobre el modo de producción y de
relación de los Guaraní, e intenta encontrar una
conexión con la modos de relación del paraguayo
contemporáneo, quien tiene muchos elementos de la cultura
guaraní en su cotidiano vivir que no siempre son tenidos
en cuenta. Generalmente no nos preguntamos por qué hacemos
las cosas de este modo y no de otro; por qué utilizamos
este método
para la agricultura y
no otro, dónde aprendimos a cazar animales o pescar
de esta forma y no de otra.
Cualquier observador que sale a recorrer el país
se encontrará con características del campesino
paraguayo y su modo de hacer las cosas que le hará
plantearse las cuestiones mencionadas más arriba y
aún muchas más.
EL trabajo presenta en un primer momento una descripción de la forma de
producción de los guaraníes (primitiva,
colonial-reducido, moderna) con palabras claves en guaraní
que permiten captar más hondamente el significado de las
cosas. Al final se plantea la pregunta ¿Quién es el
campesino paraguayo. Pues necesitamos responder esta pregunta
para poder
encontrar una explicación y encontrar si hay o no
conexión o continuidad del modo de producción y de
relación de los Guaraní con los paraguayos
campesinos.
Formas de
trabajo y de relación entre los Guaraníes
antiguos, los "reducidos" y los
modernos.
Melià utiliza los términos prehistoria,
historia y
modernidad, en
forma convencional para referirse a la historia de los
Guaraníes. Con ellos se puede construir con relativa
facilidad un modelo
tridimensional que ensambla en el mismo conjunto, los
períodos de la historia Guaraní.
A continuación presentaremos en una apretada
síntesis sobre el modo denominado
"potirõ"
"Ahí nos dio Dios el Todopoderoso su gracia
divinal que entre los susodichos Carios o Guaranís
hallamos trigo turco o maíz y madiotín, batatas,
mandioca-pepirà, maní, bocajà y
otros alimentos más, también pescado y
carne, venados, puercos del monte, avestruces, ovejas
indias, conejos, gallinas y gansos y otras salvajinas las
que no puedo describir todas es esta vez. También
hay en divina abundancia la miel de la cual se hace el
vino; tienen también muchísimo algodón en la
tierra"En un momento en que todavía no está en
vista la apropiación del trabajo de las mujeres,
se describen preferentemente las actividades productivas
del hombre. Las descripciones de Schmidl y de
Cabeza de Vaca nos dan sobre todo la extensión de
las actividades del trabajo de los guaraníes:
agricultura, caza, recolección de miel, así
como pesca
y alguna cría de animales.Es la división de de actividades
económicas que ha permanecido entre los
Guaraníes actuales.Lo que ciertamente no informan los documentos de la época, es la
intensidad de trabajo, precisamente el factor que para el
encomendero y el misionero más determinaría
el concepto de ser mucho o poco trabajador.
La colonia mide preferentemente el
trabajo en tiempo
e intensidad, como si la productividad derivara exclusivamente de
este factor.- Divina abundancia: Las noticias
directas o indirectas sobre la forma guaraní del
trabajo aparecen ya desde la primera documentación relativa a los
Guaraníes. Reiterados son los testimonios
históricos que hablan de la abundancia de alimentos
en las aldeas guaraníes. - Dados a la agricultura
Según los estudios, es la documentación
jesuítica la que concentra más su interés sobre la agricultura, que
debía ser incrementada e incentivada. Además
ofrece indicaciones sobre el modo guaraní de trabajar.
Veamos un ejemplo:"es gente labradora, siempre siembran en montes y cada
tres años, por lo menos mudan chácara: el modo
de hacer sus sementeras es: primero arrancan y cortan los
árboles pequeños y
después cortan los grandes, y ya cerca de la sementera
como están secos los árboles pequeños
(aunque los grandes no lo están mucho) les pegan fuego
y se abrasa todo lo que han cortado y como es tan grande el
fuego quedan quemadas las raíces, la tierra
hueca y fertilizada con la ceniza y al primer aguacero la
siembran de maíz, mandioca, y otras muchas
raíces y legumbres que ellos tienen muy buenos: base
todos con grande abundancia"El conjunto de la información jesuítica de la
época fundacional no da la impresión de que se
las tengan que ver con un pueblo perezoso ni con incapaces.
Todo lo contrario. Si la agricultura ha podido florecer en
las reducciones es gracias a la capacidad agrícola de
los Guaraní y una técnica muy adecuada al
ambiente
que las herramientas de hierro
potenciaron y desarrollaron.El trabajo de los Guaraní, especialmente de los
hombres, no se reducía a plantar, cazar y pescar, sino
también a un artesanado cuyo fin no es sino la belleza
en sí, la belleza del cuerpo: un trabajo en que las
manos se ejercitan como un juego de
creación de formas y colores.- Grandes
labradoresCon algunos
ejemplos extraídos del "Tesoro y Vocabulario" del P.
Montoya tenemos las convencionales divisiones según
actividades económicas.- Caza y
pesca: Hay dos tipos principales de caza que requieren
modos y métodos diferentes: caza de animales
y caza de aves.
- Caza y
- Los
trabajos del Guaraní.
La caza de animales
viene designada por dos modos de obtener una producto
genérico: heva’e (lo sabroso por antonomsia) y
so’o: carne, pulpa, bestias, meollo.
- Jeroka: coger, ir
a buscar algo, cazar, pescar. - Ajeporeka
so’orehe: ando en caza de bestias. - Mamohe: rastrear
o sacar el rastro. - Juka: matar la
presa. - Moña:
hacerla correr (la presa) - Ka’a
mondua: apenas andar por el monte.
La caza de aves se
practica de manera diferente; veamos las palabras empleadas
para ello.
- Guyra
mbo’a: hacer caer los pájaros. - Guyrari
tekuára: el que va en busca de
pàjaros. - Guyrajurá:
enlazar por el cuello (al ave) - Guyra api: tirar
dando con el golpe; apedrear, flechar sin que
encarnen.
Probablemente era la
caza para los Guaraníes históricos como lo es
todavía para los modernos como los "Pái
Tavyterá", un modo de estar en el monte, la ocasión
de correrías y de aventuras, más que una actividad
productora que se midiera por la cantidad de lo cazado y su real
dimensión como fuente alimenticia.
La pesca se realiza
de tres modos principales:
- Cercando (y
represando) el río: se hace caer ahí el
pescado. Pype, pype ambo’a pira. Combinando con el pari
(zarzo en que cae el pescado) - Usando
redes: apirambo’a pysa pype o a modo de
red
sirviéndose de ramas y ramones (ka’aysa) o
llevando redecillas río abajo (apysa rereko syry) - Con vegetales
ictiotóxicos: tingy (matanza de pescado con
espuma de unas varas) aha pira tingyjávo (voy a
adormecer los peces)
Esta operación requiere estudio estratégico de
las corrientes y caudal del río, así como una
buena coordinación del esfuezo conjunto de
los participantes (Müller 1934-35; 1989 p. 80)
La lengua de la
agricultura especifica de hecho, diversos trabajos relacionados
con esta actividad en sus varios aspectos. El trabajo
agrícola se distribuye a lo largo de una calendario
astronómico y estacional, en el cual la aparición
de las Pléyades o Siete Cabrillas, Eichú (las
abejitas) y los fríos (ro’y) así como el
largo sol del verano (Kuarahy poku) indican la sucesión de
los años.
Los
Guaraníes mostraban gran precisión en la
determinación de los varios tipos de suelos y
características ecológicas del monte; como se puede
apreciar en las palabras ka’a e yvy.
El primero de estos
trabajos es el rozado con sus diversas técnicas
definidas por los modos de cortar.
- Aityapyi yvyra:
cortar madera,
derribarla - Aity: arrojar,
derribar, derrocar. - Ajoha: torcer,
tronchar. - Aikyty: cortar
serrando. - Aka’añupa: aporrear los
arbolillos tiernos para la chacra.
En la
preparación de la chacra:
- Aka’api,
aka’apig: carpir - Aka’aokyrog: quitar renuevos o
brotes - Akope’i:
barbechar limpiando bien la superficie que sería
plantada.
Generalmente rozar es designado como
akopi.
En invierno cuando
los árboles derribados empezaban a estar suficientemente
secos, se les prendía fuego (ahapy) Práctica
adaptada para limpiar los campos (añurapy)
guitekóvo) ando quemando campos. Hasta aquí los trabajos de agricultura son
ejecutados casi exclusivamente por los hombres.
Al final de las
heladas comenzaban los trabajos de plantío y siembra
(ñemity) empezando por la siembra del maíz
blanco.
Esta actividad se distribuía entre hombres y mujeres
según ciertas preferencias. El trabajo del P. Müller
ofrece datos de gran valor al
respecto.
La plantación
de mandioca y tabaco era de los
hombres. La del maíz, las batatas, la xiquimia, el magaro
y el tajao (coles de tierra) y las varias especies de calabazas:
kurapepe, andai, timbyky, hy’a (usada como recipiente
después de secar)
La del poroto era
indistintamente hecho por varones o mujeres. Según
Melià y Temple, habrá sido más propio de las
mujeres el conservar limpias las rozas, pues ellas las visitaban
con mayor frecuencia. Se ocupaban también de la cosecha
y transporte de
los productos de la chacra a la aldea.
Ellos mismos también se ocupaban de hacer
sus casas, sus propios instrumentos de trabajo, sus armas, sus
adornos, los utensilios del hogar, mobiliario, cerámica y cestería. Productos
deleznables, la mayoría de ellos no dejaron restos.
Contra la tesis de que
el Guaraní es haragán, holgazán o cosa por
estilo, Melià y Temple afirman que la diversidad de
trabajos indica tendencias de ocupación que de hecho
irían realizando con ritmo sostenido. Difícilmente
podría estar desocupado, en puro "tekorei".
Otro aporte más nos da el diccionario
del P. Montoya con frases que indican la laboriosidad o asiduidad
en el trabajo.
- El flojo no tiene callos en las mano:
ndaipojohári iñate’y - El que trabaja tiene callos: iporavyky
katura’e ipojoha - Manos de pellejo recio, callos: po
pirana - Ampolla, rozadura: popirua.
No debía ser tan raro en un Guaraní
decir: "che popirua cheporavykyrehe". Por ultimo, para recargar
más la tinta en contra de los prejuicios, Montoya en
su libro
"Conquista" escribe:
"son
en las cosas mecánicas muy hábiles, hay muy
buenos carpinteros, herreros, sastres, tejedores y
zapateros"
Para el Guaraní ciertas actividades son
impensables si no es en forma de colaboración
común. En los "Tratados da terra
e gente do Brasil" se puede
leer:
"Esta nação não tem
dinhero com que possão satisfazer aos serviços
que lhes fazem, mas vien conmutatione rerum e principalmente a
troco de vinho fazem quanto querem (…) Lhes rogão os
queirão ajudar em suas roças, o que fazem de boa
vontade…"
Esta es una descripción que se aplica
perfectamente a la etnografía guaraní. Según
Montoya, la palabra que significa esta forma de trabajo
cooperativo es "potirõ" (poner manos a la obra) deriva de
"po" y su etimología sería "todas las manos"
Otra noción que está en
relación con esta forma de cooperación que para el
Guaraní es mucho más cojunción de fuerzas
físicas, es la designada como "pepy"
- Og pepy: convite que hacen los que ayudan a
hacer la casa. - Pepy guasu: convite que hacen a los que
ayudaron, gran convite. - Ambo pepy che mendarã: hacer convite a
su casamiento.
El potirõ y el pepy se estructuran en una
forma económica más amplia que determina el modo de
ser guaraní, que es el jopói. Esto no es sino la
reciprocidad que menciona M. Harris y otros antropólogos,
como uno de los tipos de relación.
Es interesante el estudio lingüístico
para este caso. Siguiendo a Montoya tenemos que "jo" es el
morfema que significa el recíproco mutuo. Algunos ejemplos
sugerentes son:
- Oroñomba’e: nuestras cosas
mutuas. - Orojopói: convidamonos a
comer. - Pói: en su etimología
llevaría el sentido de "mano suelta" y siginifica
abrir la mano dando. - Ojopói katu chéve: es liberal
conmigo, generoso conmigo.
El proceso de
trabajo y de producción está no sólo
condicionado, sino esencialmente determinado a reproducir el don;
en otras palabras, tiene en la reciprocidad, en el jopói,
su razón práctica económica. Sin
reciprocidad no se entiende el trabajo Guaraní, ni
siquiera el individual.
Potirõ, pepy, jopói son apenas momentos de un
mismo movimiento en
el que el "modo de ser guaraní" se hace ideal y
formalmente, pero no abstracto, sino en lo concreto de su
producción. El trabajo, en última instancia, es una
forma de reproducir el don y es historia social, memoria y
futuro.
- El trabajo
Guaraní en los distintos períodos. - Encomendado: el trabajo
indígena sufrió rápidamente un
proceso de enajenación a través de la
"encomienda" del que los propios guaraníes se
quejarán amargamente. El trabajo indígena
convertido en "servicio personal" se desvirtúa
profundamente; el Guaraní ya no trabaja más
como Guaraní. Ejemplo de esta trasformación
tenemos que ellos mismos exponen en la asamblea que
realizaron en 1630 donde el trabajo no es otra cosa sino
"kane’õ" o cansancio inútil, mientras
el guaraní se queda sin chacra, sin familia, ni allegados, una
desnaturalización que lo lleva a la
muerte. Se vuelve "trabajo de indio"Según Ramón Fogel, "los jesuitas hasta 1768, buscaron cambiar la
identidad de unos 200.000 indígenas
guaraní, concentrándolos en aglomeraciones
numerosas, sometidas a sistemas rígidos de trabajo
colectivo, en escala
hasta entonces desconocida por los guaraníes.Para los nativos, que valoraban altamente la vida
libre, sin sujeciones a grupos
externos y el pensamiento autónomo, resultaba
inaceptable la situación opresiva de las
reducciones que comportaba el empleo
de medidas coercitivas que incluían los azotes y
la burla pública. Lógicamente se dio la
reacción articulada por los "Carai" que
generó la larga guerra
entre chamanes nativos y europeos.Esto se dio desde el comienzo mismo de las
fundaciones, porque los Guaraní conocían el
orden colonial y habían huido del sistema".Melià
sostiene que así como el trabajo encomendado y su
fase previa de trabajo a favor de "parientes" "tovaja"
tiene como referencia principal la labor femenina, el
trabajo en reducción parece girar más
en torno
al trabajo masculino. Las alusiones documentales dicen
más bien relación a este trabajo de
hombres, lo que mostraría que en el sistema
colonial el trabajo del indio quedó caracterizado
según los intereses propios de los subsistemas
coloniales desarrollados: yanaconazgo, encomienda,
reducción…La Dra.
Sofía Suárez en su tesis "El
fenómeno social del trabajo industrial en las
Misiones jesuíticas" (Bs. As. 1920) persiste en la
idea que a los Guaraní "la indolencia les era
innata" (p. 241) - Reducido: paradójicamente, la
reducción, con sus nuevas expectativas,
habría dado como resultado la pereza, y quien
había sido maestro en hacer rozas en un ambiente
tropical era ahora un desaventajado discípulo, que
mal que mal cumplía sus obligaciones y lograba subsistir
apenas. - Los
Guaraní modernos o contemporáneos: la
etnografía actual del potirõ y del pepy tal
como se da en sociedades guaraní
contemporáneas y sociedades rurales paraguayas y
brasileñas por ejemplo, vienen a confirmar y revivir
la generalidad de las locuciones del diccionario:
"La
institución del trabajo colectivo y festivo no
remunerado, mba’e pepy, es expresión de la
solidaridad comunal y se basa en el principio
de reciprocidad. Su equivalente criollo de origen
guaraní es la minga (denominación quechua) en
el Brasil conocido como "puxirão" o
"mutirão".Me parece muy
ilustrativo el texto de
Melía y Grümberg que dice:Óga
jára omondo jovía mba’e para un
determinado trabajo: tape kopi pepy, jahape pepy, óy
pepy, kopi pepy o simplemente mba’e pepy. Como es
Tupã reko, el invitado está moralmente obligado
a irse, generalmente sábado bien temprano y trabajar
con intensidad y alegría hasta el medio día.
Después comienza la parte festiva, porque el pepy
járy omongaru, oponga’u génte-pe;
kóa ipepy (cf. Melià-Grümberg 1979, p.
213)Si el
potirõ es económicamente trabajo en
común, socialmente es pepy, convite.- Encomendado: el trabajo
- RECIPROCIDAD
Al hablar de
reciprocidad tenemos que buscar su fundamento en la creencia
misma de los Guaraní referente a la Palabra, el Don,
Ñandú Ru Vusú y Ñamandú, etc.,
para poder tener un poco más de comprensión, de lo
contrario corremos el riesgo de hablar
de las pulgas de Marte. Pero por motivos estrictamente
prácticos me atendré a las conclusiones
extraídas de los antropólogos que dedicaron su vida
al estudio de los mismos.
La unidad y totalidad
de la comunidad se
manifiesta por y en las fiestas, esta no es fiesta de consumo,
sino parte de la fiesta. En la reciprocidad generalizada se puede
distinguir dos formas:
- Uno da un segundo
quien da a un tercero y este al siguiente. - Todos da a un
intermediario común (centralizada).
- Reciprocidad ternaria
unilateral: un primero le da a un segundo quien
da a un tercero y éste al primero. - Reciprocidad ternaria
bilateral: el don va y viene por el mismo camino.
Uno recibe de la derecha y da por la izquierda y luego
recibe de la izquierda y da al primero por la derecha. Es
ternaria pero también bilateral; lo que introduce
nuevos valores. La responsabilidad del intermediario tiene
que equiparar los dones entres sus compañeros, lo
que genera el sentimiento de justicia.
En
esta estructura, el sentimiento de justicia da al
sentimiento de amistad
un alcance universal por el hecho que permite la
equivalencia entre una amistad entre dos amigos y el
sentimiento de justicia que prevalece cuado uno tiene que
ser la autoridad de referencia par el bien de los
otros.- Reciprocidad ternaria
- Reciprocidad ternaria:
- Reciprocidad vertical (centralizada):
se desarrollan dos niveles jerárquicos y
nuevas ramas del sentimiento humano. La totalidad de la
comunidad se concentra en un centro permanente y fijo. La
responsabilidad de quien está ocupando este papel es
la autoridad del grupo;
viene a ser el centro de redistribución que viene a
ser una fase de la reciprocidad, la del don que llama a la
reciprocidad del don. La reciprocidad se convierte en parte
productiva del proceso de redistribución. Genera
valores como la fe y la gracia religiosa.
Cómo sintetizar y resumir los puntos
tratados hasta aquí?
Recurro al
texto de Melià, quien afirma que desde los trabajos del
Bronislav Malinowski y de Marcel Mauss, sabemos que todas las
sociedades humanas conocen la reciprocidad y después de
ellos, desde Claude Levi-Satruss, que las estructuras
elementales de parentesco están regidas por el principio
de reciprocidad.
Los
antropólogos intentaron colocar la reciprocidad como una
forma arcaica de intercambio y el intercambio económico
como la forma más desarrollada de una evolución universal.
Hoy en día parece que hay otro modo de proceder: el de
distinguir lo primitivo de lo primordial y mostrar que si
numerosas estructuras de reciprocidad que en el pasado han tenido
su expresión en las condiciones primitivas, pueden muy
bien desprenderse de esas condiciones y jugar su rol que siempre
y en cualquier lugar, continuaría siendo el de engendrar
valores
humanos.
¿Quién es el campesino
paraguayo? Melià sostiene que la invención del
campesinado paraguayo no comenzó en el último
cuarto del S. XVIII. El campesinado paraguayo se
habría formado desde mismo comienzo de la colonia,
como fenómeno periférico de las
minúsculas ciudades de españoles.Esta periferia crece en la pobreza y
la precariedad de medios
¿sin mestizos? No necesariamente.Se
trata de un tipo de poblador que social y
políticamente se considera español, pero sin encomienda y pobre;
lingüísticamente es guaraní. En este
escenario jugaría su papel la ambigüedad cultural
–o si se quiere la novedad cultural- de este campesino.
Según los documentos de la época –no se
menciona a qué documento se refiere- no se
definía al campesino paraguayo por sus
características biológicas de ser mestizo o
pertenecer a una "casta", sino por un estilo de vida y un
modo de ser "ñandereko"Chase-Sardi dice que la horticultura
guaraní como en los tiempos precolombinos, sigue
siendo de roza. Los grandes árboles son volteados por
los hombres, de tal manera que en su caída arrastren a
los de menor tamaño. En el corte de las ramas, las
mujeres ayudan a los hombres. Una vez seco, se le prende
fuego a la maleza. Después de terminado el fuego, con
la ayuda de un palo puntiagudo (…) se hacían
los hoyos entre las cenizas, en los cuales se depositaban las
semillas.Como
vemos en la agricultura campesina paraguaya, lo único
que se ha agregado es el arado, a cambio del
"yvyra hakua". Esto por supuesto, hasta la década de
los años 50 y 60, en que entró el monocultivo
con uso de maquinarias y agroquímicos que
evidentemente no están al alcance de los campesinos
pobres, sino de los grandes terratenientes y
trasnacionales.También hay que advertir que se
produjeron grandes cambios durante el transcurso de los
’80, dejándose de lado, por la propaganda
y la imposición oficial, los cultivos de substancia
para dedicarse casi plenamente a los comerciales.La
horticultura entre los Pãi Tavyterã, suministra
el 80 % de la alimentación.
Melià y Grümberg dan un esquema bastante util
para comprender el calendario hortícola
indígena,q ue se asemeja bastante al agrícola
campesino.Grüumberg dice que podemos constatar que
el caso de los campesinos paraguayos criollos (koygua) se
trata de una economía de subsistencia en
un…régimen en el cual las unidades de
producción y consumo mayormente son idénticas y
la circulación es mercantil; en cambio entre los
Pái Tavyterã, en su forma tradicional, se trata
también de una economía de subsistencia, pero
en la cual las unidades de producción y consumo son
idénticas y parcialmente colectivas y con una
circulación mercantil muy reducida. La diferencia
entre ambos modelos no
existe en los medios de producción (tierra,
herramientas) en al división del trabajo, en las
formas de cooperación (minga, mba’e pepy,
jopói) o en las relaciones de intercambio externo de
los productos y servicios (changa), sino en los conceptos de
propiedad y relaciones de poder distintas.Llama
"koygua" o campesino al modo de producción del
paraguayo en comparación con la producción
tradicional tal como se presentaba entre los Pãi
Tavyterã.- EL campesinado paraguayo
- CONCLUSION
Hasta
aquí, está más que suficientemente refutada
la idea de Julián Steward (1956,90) que afirmaba en la
introducción al libro de los esposos
Service, "Tobai: Paraguayan Town", que el pueblo paraguayo
(…) es enteramente hispánico en cultura, a pesar
del uso prevalerte del guaraní. La cultura de los
agricultores campesinos no es guaraní; tampoco lo es la
raza del pueblo. Un observador despierto no puede tragarse
semejante disparate.
La
afirmación de R. Fogel parece oportuna para el caso:
"de hecho, el desarrollo de
estrategias
adaptativas a nuevos contextos, orientadas a la defensa del modo
de ser, comporta la incorporación de nuevos
elementos"
¿Qué nos queda por hacer, entonces?
Debemos desconfiar de una alternativa demasiado tajante entre
organización comunitaria tradicional y
economía capitalista del provecho egoísta, pues
opone un sistema de reciprocidad de una época antigua con
un sistema capitalista contemporánea. Más realista
es oponer al capitalismo
moderno, una economía de reciprocidad tal como se puede
practicar hoy, no necesariamente como se practicaba ayer.
En un
artículo aparecido en Acción,
Quintín Riquelme (1996) recuerda que la sociedad no se
vive solamente de la economía de libre cambio y que si lo
utiliza para llegar a ciertos objetivos,
recurre a la economía de reciprocidad para realizar otros,
tal vez más importantes y generalizados. En el Paraguay, la
economía de reciprocidad es la dominante en el nivel de
vida familiar y de la tradición, mientras que las
relaciones de libre mercado rige
más bien las relaciones exteriores.
¿No
estaría llamada la reciprocidad a jugar un papel
más importante en el nivel de las relaciones sociales
internacionales y mundiales como base de un desarrollo
económico y político humano estable y
sostenible? –es la pregunta que se plantea.
En la
rueda del tereré nace la confianza, quizá la
amistad y decía Lévi-Strauss, rápidamente la
cosa salta a otro nivel, como si la reciprocidad en lo real fuera
una mediación para la reciprocidad de palabra. Quien no es
capaz de ofrecer el tereré, pierde la cara, es un
descarado; los paraguayos no estamos del todo ajenos a la
reciprocidad, porque esta matriz del ser
nacional está vigente y en todas partes con la
práctica del tereré y la conversación.
- MELIA, B y TEMPLE, D. El don, la venganza y
otras formas de economía guaraní. CEPAG,
Asunción, 2004. 258 p. - Revista
Acción N° 202. Abril 2000. - El
campesino paraguayo y la tierra. CEP, 1983. 38 p. - FOGEL,
R. Movimientos campesinos en el Paraguay. - RIVAROLA, D. Estado,
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Asunción, 1982. - DOMINGUEZ, R. El valle y la loma y las culturas
de la selva. El lector. Asunción, 1995, 245 p. - CADOGAN, L. Fragmentos del folklore
guaireño en: Suplemento antropológico del Ateneo
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Guaraní en: Suplemento antropológico. Vol. XXVII,
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cultura campesina: nexos apenas estudiados en: Suplemento
antropológico. Vol. XXV, n° 1. Asunción,
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Madrid,
2001. 622 p.
Edgar Amado D. Toledo Ledezma, OP
Instituto Superior de Estudios Humanísticos y
Filosóficos
ISEHF
Antropologia Cultural
Trabajo Individual – Tercer Curso
Asunción – Paraguay
Año 2005