Participación de los padres en la escolaridad media y en los últimos años de la escuela primaria
- ¿Cómo es la
relación del adolescente con sus padres que hace que
estos últimos se desvinculen de la problemática
escolar progresivamente? - Marco
conceptual - Bibliografía
Consultada
¿Cómo es la relación del
adolescente con sus padres que hace que estos últimos se
desvinculen de la problemática escolar
progresivamente?
A lo largo de este trabajo de
investigación trato de analizar el
vínculo existente entre la familia y
el adolescente, y entre estos y la escuela media.
La inquietud que nos llevo a investigar sobre este tema surge de
nuestra tarea como docentes y
directivos, donde observamos esta decreciente
participación de los padres en reuniones, actos escolares,
fiestas recreativas, citaciones de los docentes, etc. medida que
los alumnos a pasan a los años superiores.
Los padres de los
adolescentes se desvinculan del establecimiento educativo
de nivel medio en forma creciente, es decir, a medida que sus
hijos pasan de año.
Palabras Claves
- Adolescente.
- Familia
- Escuela Media
Durante el desarrollo de
este marco conceptual iré analizando los distintos
factores que están vinculados con nuestra hipótesis:
- Los padres
- Los adolescentes
- El establecimiento Educativo del nivel
secundario
Para poder realizar
un análisis ordenado comenzaré por
caracterizar al adolescente, luego plantearé como es la
relación de este con sus padres y con la escuela media y
por último cómo es la relación que existe
entre los padres y la escuela.
Para comenzar es interesante poder caracterizar al
sujeto que transita por la escuela media:
Los adolescentes.
Una de las tantas acepciones enciclopédicas nos
dice que etimológicamente la palabra Adolescencia
proviene del latín adolescere, que significa
crecer.
Mauricio Knobel define a la adolescencia como "…la
etapa de la vida durante la cual el individuo
busca establecer su identidad
adulta, apoyándose en las primeras relaciones
objetales-parentales internalizadas y verificando la realidad que
el medio social le ofrece, mediante el uso de los elementos
biofísicos en desarrollo a su disposición y que a
su vez tienden a la estabilidad de la
personalidad en un plano genital, lo que sólo es
posible si se hace el duelo por la identidad infantil"
El adolescente no elige serlo, simplemente debe aceptar
el desafío.
En términos generales la adolescencia es una
etapa que comienza aproximadamente a los 11 años y la
ubicamos normalmente cuando el chico o la chica entran en el
3º ciclo E.G.B o Séptimo de la Escuela Primaria. Es a
partir de ese momento que los chicos empiezan a sufrir una serie
de cambios que comienzan por la activación del sistema hormonal;
cambia el cuerpo, crecen de golpe y siempre distinto de lo que
quisieran; la sexualidad
cambia a partir del cambio del
cuerpo y todos estos cambios desconciertan a los jóvenes
los cuales no llegan a entender bien donde están parados,
que quieren ni hacia donde van.
El pensamiento se
desarrolla también hacia una mayor capacidad de
abstracción a lo largo de este período.
Después de varios años de relativa
tranquilidad, su identidad, lo que creían ser, se ve
cuestionada de repente. Los adolescentes se cuestionan y
cuestionan todo a su alrededor tratando de construir una nueva
identidad, en este momento en ellos predomina la inestabilidad.
Inestabilidad del carácter, de los sentimientos, de las
creencias, de las convicciones, de las conductas, del estado de
ánimo.
La rebeldía aparece como una actitud
típica en esta etapa.
El adolescente cuestiona los valores
que le fueron transmitidos durante su infancia, y
que consolidaron su identidad, porque constituyen el punto de
referencia desde el cual sondea el mundo en la búsqueda de
aquello que deberá elegir él mismo como
convicciones y modo de vida.
Comenzar a transitar por el mundo de los adultos,
significa para el adolescente la perdida definitiva de su
condición e niño. Los cambios psicológicos
que se producen en este período, que son el correlato de
cambios corporales, llevan a una nueva dependencia con los padres
y con el mundo.
Ello es solo posible si se elabora lenta y dolorosamente
el duelo por el cuerpo infantil, por la identidad de niño
y por la relación con los padres de la
infancia.
Dolto dijo "que después de 1950, la adolescencia
ya no es una crisis, sino
un estado, por lo tanto estos conceptos modifican en gran parte
las características de los padres y por ende la de los
adolescentes".
A partir de lo planteado por Dolto quiero introducirme
en la relación de los adolescentes y padres
Adolescentes y Padres
La actitud y el comportamiento
de los adolescentes siempre a creado conflictos
generacionales originados por él y los adultos.
Generalmente cuando los hijos entran en la adolescencia
la
organización en el ámbito familiar sufre un
desajuste. La adolescencia constituye la etapa decisiva de la
separación gradual de padres e hijos.
La crisis familiar que sobreviene, es una etapa normal
del desarrollo, no una tragedia, es necesaria para la
afirmación de la identidad del adolescente. Esta
situación puede agravarse por la actitud de los padres. El
adolescente se encuentra en un continuo conflicto
entre el deseo de ser independiente de sus padres y al darse
cuenta de todo lo dependiente que es en realidad.
En este período existe una fluctuación
entre una dependencia y una independencia
extrema, una etapa de contradicciones, confusión, dolor,
el cual esta caracterizado por fricciones con el medio familiar y
social.
Entre los duelos que debe atravesar el adolescente se
encuentra el duelo por los padres de la infancia, caracterizado
por una necesidad del adolescente de retener en su interior a
aquellos padres de la infancia buscando así la
protección y el refugio que ellos pueden
otorgarle.
Sucede también que los padres atraviesan un duelo
en el cual ellos deben aceptar su envejecimiento y la
separación de su hijo, deben aprender a relacionarse con
el hijo adulto, lo cual implica por parte de los padres
múltiples renuncias.
En esta etapa el padre ya no es visto como ídolo
o líder
sino que debe aceptar una relación llena de ambivalencias
y críticas. Arminda Aberasturi plantea "… es en este
momento del desarrollo donde el modo en el que se le otorgue la
libertad es
definitivo para el logro de la independencia y la madurez". Las
libertades que exige el adolescente a sus padres son en cuanto a
las salidas y horarios, la libertad de defender una ideología y la libertad de vivir un
amor y un
trabajo.
Muchas veces los padres no se dan cuenta de estas
exigencias de libertad y solo se quedan con la primera y desde
allí tratan de manejar todas las libertades de los
adolescentes. El adolescente logra percibir bien esta realidad y
descubren que cuando los padres están controlando sus
salidas y horarios están controlando su mundo interno, su
crecimiento y su desprendimiento del núcleo
familiar.
Existe otro factor determinante en la relación de
dependencia –independencia que existe entre padres e hijos
y es el factor económico, muchas veces los padres utilizan
la dependencia económica para retener a su hijo, es la
herramienta de poder con la cual pueden "manejar" al adolescente;
esto genera un gran abismo y resentimiento social entre ambas
generaciones.
"…El adolescente defiende sus valores y
desprecia los que le quiere imponer el adulto, mas aún, lo
siente como una trampa de la cual debe escapar"
Dolto Plantea que "el conflicto generacional no se da
como antes; los jóvenes no se enfrentan con los adultos
(docentes / padres, etc.), huyen. La desidealización de
las figuras parentales los sume en el más terrible
desamparo. El adolescente defiende sus valores y desprecia los
impuestos".
Esto es lo que muchas veces se puede observar en la
escuela cuando el padres trata de ayudar a su hijo adolescente en
sus tareas escolares, cuando quiere acompañarlo en sus
estudios, etc. El adolescente siente una invasión de su
privacidad, de la cual quiere huir para poder lograr una seudo
independencia de sus padres.
Los padres deben comprender que en este procesos sus
hijos adolescentes muchas veces los necesitan más que
cuando eran niños,
llegando a una extrema dependencia lo cual puede venir
secuenciado de una necesidad de independencia por parte del
adolescente.
Hay tres elementos básicos en el adulto que hacen
conflictiva la relación padre-adolescente:
- Los padres generalmente, consideran a sus hijos una
prolongación de sí mismos. Intentan hacer adoptar
al adolescente la conducta que
a ellos les agrade, y si ese deseo no se cumple los padres se
sienten ofendidos. Están convencidos de que intentan
cambiar al joven por su propio bien, pero inconscientemente
buscan que su hijo responda al ideal que ellos
marcan. - El hijo representa un ser con múltiples
posibilidades para su futuro. Ven al adolescente como una
posibilidad real para cumplir metas e ideales que ellos no
alcanzaron. - Los adultos recuerdan las etapas críticas de
la adolescencia para provocarles sentimientos
dolorosos.
La actitud que debería adoptar los padres, es una
actitud activa y comprender esta fluctuación que existe
entre la dependencia y la independencia, entre el querer refugio
y el querer huir, los padres deben entender que esto no ocurre
por estados de animo sino por necesidades que siente el
adolescente, internamente está en conflicto y esto lo
transmite a su alrededor.
Para esto es necesario que los adultos puedan ir, como
dijimos en párrafos anteriores, elaborando el
desprendimiento de su hijo otorgándole la libertad y
demostrándoles una dependencia madura. El mejor camino que
pueden transitar los padres en esta difícil etapa
sería dar una libertad con límites,
la cual impone cuidados, cautela, observación, contacto afectivo permanente,
dialogo, para
luego poder ir siguiendo paso a paso las necesidades de su hijo
en permanente cambio.
Los Adolescente y La Escuela
Media
Según una investigación publicada por la
Revista Viva
del Diario Clarín, el Rector de la UBA, Guillermo J.
Etcheverry, realizó un estudio en donde se destaca que el
86% de los alumnos del secundario dejaría el colegio si
pudiera y el 68% se aburre en las aulas.
Es un dato estadístico, pero a la vez, un signo
inequívoco del derrotero que siguen muchos adolescentes en
estos tiempos.
Esto ocurre en parte por la desvalorización que
realizan de la escuela, no creen que esta los esté
preparando para enfrentarse al mundo laboral y esto
genera en los jóvenes una gran incertidumbre y
frustración, ya que sienten que son imposibles de alcanzar
aquellas metas con las que siempre habían
soñado.
La relación de los alumnos con la escuela media
se encuentra deteriorada, en parte, por la falta de
articulación que existe entre los contenidos impartidos
por el docente y la realidad que los rodea. Sienten a la escuela
como una tortura escolástica porque no existen materias
que los "enganchen" ni contenidos que los conformen.
Este abismo que existe entre lo aprendido en la escuela
y lo que enseña la sociedad, es
lo que lleva a los jóvenes a pensar que la escuela en
sí misma no sirve y que solo es un medio para poder
ingresar a estudios superiores.
Según la estadística de G. J. Etcheverry el 36% de
los chicos no le interesa nada de lo que se les enseña. El
colegio es mas un "club social" que el pretendido "templo del
saber". El 41% cree que lo mejor de la escuela es que ahí
ve a sus amigos.
La cultura social
tan influenciada por los Medios Masivos
de Comunicación
Social enseña que todo es descartable; los
adolescentes asimilan ese tono de permanente
desvalorización, esa sensación de que nada importa,
nada sirve.
Alicia Stolkiner en una conferencia sobre
"Infancia y adolescencia en la escuela de hoy" plantea que
"…para muchos adolescentes, los docentes representan el espacio
social del conocimiento.
Por ende e independientemente de cuan adecuados sean los
currículos y la metodología, si ellos son social y
económicamente devaluados, es imposible que transmitan que
el aprendizaje
formal tiene sentido para la calificación
social."
Es decir, esta descalificación docente proviene
de las mismas familias que envían a sus hijos a la
escuela, provocando que ellos no le otorguen a la figura del
docente el valor
suficiente que su tarea diaria refleja. Esta
desvalorización del docente hace también que el
joven desvalorice la institución escolar en su conjunto ya
que los docentes son vistos como los actores protagonistas dentro
del proceso
educativo.
Familia y Escuela Media
Familia y Escuela son un marco referencial
imprescindible para la incorporación de un nuevo ser
humano a la sociedad; pero, este marco se encuentra a merced de
los avatares impuestos por transformaciones diversas que han de
asumir ambas instituciones
si quieren responder a su tarea educativa y
socializadora.
Siempre han colaborado de algún modo y hasta hace
pocas décadas, aunados por una especie de alianza
tácita acerca de cual era la mejor manera de llevar a
adelante los adolescentes. Hoy por múltiples razones esta
alianza está bastante alterada, se ha vuelto
prácticamente imposible de conducir por cada una de estas
instituciones sin contar con la otra. O, peor aún,
enfrentadas entre ellas.
¿Qué le demanda la
familia a la
escuela?
– Eficiencia en el
servicio
educativo: Las familias piden una buena base de conocimientos y
experiencias que acrediten a sus hijos para continuar con
éxito
sus estudios o entrar al mundo laboral en óptimas
condiciones.
– Formación valórica sólida y
diversificada: La familia busca que la escuela prepare a sus
hijos para enfrentar responsablemente las dificultades y riesgos de la
vida social. Quieren una escuela consejera y
orientadora.
– Trato cálido y deferente: Los padres esperan
trato personalizado para sus hijos, que los profesores los
consideren como personas individuales, desean manifestaciones de
calidez, cariño, preocupación y
protección.
¿Cuáles son las demandas de la escuela
a la familia?
– Apoyo en exigencias cotidianas: La escuela busca que
la familia garantice el cumplimiento de aspectos formales:
adecuada presentación personal,
asistencia y puntualidad, cumplimiento con los útiles y
cuotas, asistencia a reuniones de apoderados y citaciones
personales, entre otros.
– Apoyo en el trabajo
escolar diario: Refuerzo en los contenidos trabajados en clase, proveer
a los adolescentes de múltiples materiales de
consulta, cumplir con las tareas, fomento de hábitos de
estudio.
– Adultos acogedores con los adolescentes: Los docentes
piden a los padres afectividad en la relación con sus
hijos, pues sienten que les dedican poco tiempo y de
baja calidad.
Quisieran que ellos fomentaran: paseos, conversaciones, juegos,
regaloneo, etc.
"…yo te convertiré en la escuela que debe
ser…" (Piensan los padres); "…yo te convertiré en la
familia que debes ser…" (Piensa la escuela). El deseo de
convertir a alguien en otra cosa de lo que es, nunca ha sido una
buena idea ni una buena base para crear relaciones
armónicas de ningún tipo. Imaginemos a cada familia
formulando ese deseo, exigiéndole a la misma escuela con
mayor grado de conciencia, que
atienda a sus hijos mientras ellos trabajan; que les transmitan
valores y normas en los que
ellos mismos a veces no creen demasiado, o en cuya
transmisión ellos mismos fracasan; que los "vacunen"
contra el alcohol y
las drogas; que
les impartan conocimientos y esto les permita después
ganarse la vida; que compensen carencias o discapacidades
familiares; que resuelvan los problemas de
aprendizaje,
etc.
Imaginemos ahora a esa escuela, transmitiéndole a
esas diversas familias su deseo de homogeneizar un patrón
mas o menos único que contenga: padres con el suficiente
tiempo de hacer y revisar las tareas diarias; que se acerquen al
establecimiento semanalmente para seguir el proceso de
aprendizaje de sus hijos; que los "socialicen" para que la
escuela se ocupe solamente de educarlos, que escupir, pegar,
gritar como un desaforado, faltarle al respeto a un
docente, arrojar objetos, dormir, "esta mal".
Rolando Martiña asegura que "…no hay escuela ni
familia en el mundo que pueda cumplir con todas estas demandas,
con lo cual, solo queda modificar las demandas o guerrear
indefinida e inútilmente durante
años…"
En definitiva, es esencial que padres y profesores se
pongan de acuerdo sobre cómo hacer efectiva la
participación de la familia en la escuela, para que sus
relaciones sean de ayuda mutua y no opuestas para hacer frente a
los desafíos que les presenta este mundo en cambio, lo que
va a incidir de forma positiva en la educación de los
adolescentes y va dar coherencia a sus experiencias.
Los padres de los
adolescentes se desvinculan del establecimiento educativo
de nivel medio en forma creciente, es decir, a medida que sus
hijos pasan de año.
- Duschatzky, Silvia "Todo lo sólido se
desvanece en el aire"
(Epilogo)¿Dónde está la escuela? Ensayos obre
la gestión institucional en tiempos de
turbulencia. Buenos Aires,
FLACSO Manantial, 2001 - Arminda Aberasturi, Mauricio Knobel "La adolescencia
Normal" Ed. Paidos 1995, Buenos Aires. - Rolando Martiña: "la escuela y la familia: una
alianza necesaria" Ed. Troquel, Buenos Aires, 2003 - Alicia Stolkiner "Infancia y Adolescencia en la
escuela de hoy" Revista Ensayos y Experiencia, Buenos
Aires - Dolto F, "Conversaciones con los Padres" Ed. Gedisa,
Barcelona - Freíd Ana "Adolescencia" Estudios
Psicoanalíticos, 1958 (apuntes) - Mauricio Knobel "Psicología de la
Adolescencia". Revista Universidad
de la Plata Nº16, 1962 Buenos Aires - Revista Viva Nº1434 Edición:20756 Domingo 26/10/2003 Ed.
Buenos Aires - LEIF, Joseph. DELAY, Jean. Psicología y
educación del adolescente Tomo: II
Edición: I Editorial: Kapelusz (Mayo de 1971, Buenos
Aires) - OBIOLS, Guillermo. DI SEGNI DE OLBIOLS, Silvia.
Adolescencia, Posmodernidad y Escuela Secundaria Editorial:
Kapelusz (1995, Buenos Aires)
Licenciado y Profesor
Adrián Mazzuglia
Lic. en Ciencias de la
Educación.
Buenos Aires – Argentina
Categoría: Educación primaria –
Educación Media