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Falta de erección. Disfunción eréctil. Impotencia. Tratamiento e investigaciones 




Enviado por conesa_psicologo



    1. Aproximación a la
      respuesta sexual
    2. Fases de la respuesta
      sexual
    3. Disfunciones
      sexuales
    4. Disfunción sexual
      erectiva
    5. Aspectos
      neurológicos
    6. Sistema endocrino y actividad
      sexual
    7. Factores de
      riesgo
    8. Tratamiento
    9. Conclusiones

    La disfunción eréctil es la incapacidad de
    un hombre de
    conseguir y/o mantener una erección suficiente para una
    relación sexual satisfactoria. Si bien antiguamente era
    conocido como impotencia, hoy se considera que el término
    de "disfunción eréctil" es mas apropiado, teniendo
    en cuenta las connotaciones negativas con las que algunas
    personas asociaban la palabra impotencia. Muchos hombres tienen o
    tendrán ocasionalmente un problema de erección en
    algún momento de sus vidas, mientras que para otros
    éste se convertirá en un problema frecuente.
    Actualmente, esta condición afecta a más de 100
    millones de hombres en todo el mundo.
    La disfunción eréctil no debe ser algo vergonzoso;
    no significa que se es estéril ni tampoco que no se pueda
    tener un orgasmo o una eyaculación. Dado que está
    demostrado que la capacidad eréctil no está
    relacionada con el orgasmo y la eyaculación, los hombres
    con disfunción eréctil deben dejar de ser acosados
    por el mito de que
    car! ecen de potencia y
    virilidad. La disfunción eréctil es tratable en la
    mayoría de los casos y si bien no es una condición
    amenazante para la vida -aún siendo severa-, puede tener
    un gran impacto en la autoestima del
    hombre y en sus relaciones de pareja.

    Marco teórico

    1. Aproximación
    a la respuesta sexual.-

    Las reacciones sexuales del hombre y de la mujer
    transforman los genitales inertes en un efectivo equipo de
    reproducción. "El fláccido pene
    urinario se convierte en el erecto falo reproductivo, en tanto
    que el seco espacio potencial de la vagina se torna en un
    receptáculo abierto, lubricado y congestionado" (Kaplan,
    1974). En el hombre la
    erección avanza hasta la eyaculación; en cambio en la
    mujer, la
    hinchazón y lubricación de los genitales culmina en
    el orgasmo, es así como en la primera parte de la
    reacción sexual consiste en la vasocongestión
    genital. La segunda, el orgasmo, es básicamente una serie
    de contracciones clónicas involuntarias de la musculatura
    genital. (Encarta, 1997).

    En el hombre, la erección se produce por
    congestión de los vasos sanguíneos del pene. Se
    expanden los vasos peneales y se cierran los canales venosos
    especiales. La sangre queda
    encerrada en "cavernas" especiales, y este mecanismo,
    básicamente hidráulico, agranda el órgano.
    El sistema nervioso
    autónomo interviene en esta reacción: los nervios
    para – simpáticos producen la dilatación de las
    arteriolas, en tanto que los simpáticos controlan
    probablemente el cierre de las válvulas
    venosas (Kaplan, 1983). El orgasmo en el hombre es una
    reacción diferente y consta de la emisión (que los
    hombres perciben como una sensación de eyaculación
    inevitable) y la eyaculación (contracciones de 0.8
    segundos de duración de los músculos estriados
    situados en la base del pene: el bulbo cavernoso y el isquio –
    cavernoso) (Kaplan, 1983).

    En la mujer ocurren dos cosas parecidas; en respuesta a
    la excitación sexual se produce la vasocongestión
    de los vasos sanguíneos de los labios y de los tejidos que
    circundan la vagina, lo que también ocasiona la
    lubricación vaginal. Por otro lado, a diferencia del
    hombre, el orgasmo femenino tiene solo una fase (no tiene fase de
    emisión) que consiste en contracciones de 0.8 segundos de
    los músculos bulbo e isquio – cavernosos, y también
    de los pubococcigeos. (Kaplan, 1983)

    Cuando estas reacciones del hombre y de la mujer, o
    cualquiera de sus componente, sufren un deterioro, el resultado
    es una disfunción sexual.

    Fases de la respuesta
    sexual.-

    Dentro de lo que se ha expuesto, es posible notar en
    forma clara que el acto sexual se trata de una actividad
    sumamente compleja, la cual debe ser vista como una unidad. Sin
    embargo, a fin de analizar los múltiples aspectos de
    ésta se han realizado varias divisiones. Una de ellas es
    la que se refiere a las etapas del acto sexual, a
    saber:

    Fase de excitación: La primera
    señal de excitación en el hombre es la
    erección del pene. Un marcado aumento en su tamaño
    y el crecimiento en ángulo en relación con el
    cuerpo. Esa erección puede ser debida a
    estimulación del pene propiamente tal o por una cadena de
    pensamientos eróticos.

    Masters y Johnson han denominado reacción
    primaria a los estímulos sexuales, los cambios en la
    vascularización que se dan en esa fase. La reacción
    secundaria sería la contracción de varias fibras y
    grupos
    musculares. Se han encontrado otros cambios en la fase de
    excitación en el hombre: aparece la tensión de los
    músculos voluntarios en forma generalizada y puede haber
    alguna contracción de grupos musculares involuntarios.
    Aparece un aumento en las pulsaciones cardiacas y aumenta la
    presión
    sanguínea, los testículos
    se ponen más firmes, se elevan y se aproximan al
    cuerpo.

    Para que exista la etapa de excitación se
    necesita un grado de mínima tensión sexual. Luego
    de completada la erección, esta fase puede extenderse
    durante pocos instantes o aún hasta muchos minutos; esto
    depende de las variaciones del estímulo sexual
    afectivo.

    En el estudio de Masters y Johnson la erección se
    mantuvo en los sujetos durante largos periodos controlando con
    cuidado la variación e intensidad de las técnicas
    de estimulación. Durante una fase de excitación
    prolongada, fue posible hacer que la erección se perdiera
    intencionalmente y volviera a ganarse en varias ocasiones.
    Así con situaciones de este tipo, la erección se
    mantiene sin lograr la vaso – dilatación completa ni la
    pérdida total de ella.

    Diversos estímulos psicosensoriales se han
    probado experimentalmente en el laboratorio
    durante la fase de excitación. La erección puede
    resentirse con facilidad, por la introducción de un estímulo no
    sexual a pesar de mantenerse concomitantemente un estímulo
    sexual. Ello puede ocasionar la pérdida parcial o,
    aún completa, de la erección peneal, aunque se
    mantenga el estímulo somático.

    La estapa de "Plateau": El aumento del
    órgano genital en el hombre se da en la fase de
    excitación. Sin embargo, se puede decir que hay un aumento
    paulatino en la corona del glande en la base del pene, que se da
    en la fase de "plateau" o meseta. Eso se puede
    acompañar de un mayor enrojecimiento de la región.
    En esa fase, además, el diámetro de los
    testículos aumenta en un 50% y se acortan más los
    canales espermáticos. La elevación de los
    testículos muestra que el
    hombre ha llegado al "punto de no retorno" y que su orgasmo es
    inminente.

    El ritmo respiratorio aumenta, y siguen aumentando la
    presión sanguínea y los latidos cardíacos ;
    se aumentan las tensiones de los músculos voluntarios e
    involuntarios

    Orgasmo: A diferencia de los orgasmos
    femeninos, los masculinos pueden ser considerados como tallados
    en el mismo molde, mientras que los de las mujeres son
    extremadamente variados. El hecho central del orgasmo masculino
    son las contracciones rítmicas, las cuales se van dando en
    forma acelerada y se van haciendo cada vez más distantes y
    suaves. De todos modos, el hombre puede identificar,
    subjetivamente la ocurrencia del orgasmo poco antes que se
    de.

    La eyaculación del semen que ocurre durante el
    orgasmo, es un mecanismo más o menos complicado. Antes del
    orgasmo, se produce la contracción de los canales
    espermáticos que llevan el líquido que contiene las
    células
    espermáticas. La glándula prostática,
    también colabora con fluidos que se encaminan hacia la
    uretra. Esos fluidos se acumulan en un bulbo que se encuentra en
    la uretra, cerca de la base del pene. Esos cambios se dan en la
    primera etapa de la eyaculación, etapa en que se da la
    sensación de que el orgasmo ocurre.

    Durante la segunda etapa, una serie de contracciones del
    bulbo, la uretra y del pene, proyecta el semen hacia afuera bajo
    gran presión. Esa presión disminuye con la edad,
    siendo menor en los hombres mayores.

    Las modificaciones en los órganos genitales
    durante el orgasmo, son acompañados de otros cambios en el
    resto del cuerpo, relativos a la presión sanguínea,
    respiración, etc. Esas contracciones
    musculares, son muchas veces imperceptibles para el sujeto, pero
    no es raro que se quejen de dolores musculares en diversas partes
    del cuerpo.

    2. Disfunciones
    sexuales

    2.1. Naturaleza y
    causa de las disfunciones sexuales

    En la antigüedad se creía que solo un
    profundo conflicto
    neurótico podía afectar las reacciones sexuales, y
    que los únicos vectores de la
    relación sexual eran los conflictos
    gravemente patógenos y regresivos centrados en el temor
    infantil, ilusorio e inconsciente de sufrir traumas si se gozaba
    del sexo y que
    solo era posible curar estos síntomas por medio de la
    resolución de profundos conflictos inconscientes. (Kaplan,
    1983).

    Masters y Johnson propusieron que con frecuencia las
    raíces de la psicopatología se originan en un
    terreno mucho más inmediato. La ansiedad por el propio
    desempeño, las inseguridades, tensiones,
    angustia, etc., pueden causar (y, de hecho, causan) una gran
    parte de las dificultades sexuales (Kaplan, 1983). Y esto es
    absolutamente lógico, porque en términos
    fisiológicos "la ansiedad sexualmente destructiva es la
    misma cuando un hombre se aterroriza ante la posible
    repetición de una dificultad erectiva inducida por el
    alcohol, o
    cuando se debe al retorno de los tabúes edipicos y al
    temor de la castración" (Kaplan, 1983).

    Por otro lado, las disfunciones sexuales tienen estrecha
    relación con la salud, es así como la
    arteriosclerosis, la hipertensión, depresión,
    fármacos, lesiones y diabetes, son
    causas muy comunes de disfunciones sexuales.

    2.2. Disfunciones sexuales
    características

    Como ya dijimos anteriormente una disfunción
    sexual es, a grandes rasgos, un deterioro en cualquiera de las
    fases componentes de la reacción sexual (o en sus
    reacciones), Kaplan (1983) describe seis disfunciones sexuales
    características, tres del hombre y tres de la
    mujer:

    2.2.1. Frigidez

    En donde la mujer frígida no experimenta
    sensaciones eróticas ni placer sexual y no experimenta
    señales
    de excitación fisiológica (como, por ejemplo, la
    lubricación).

    2.2.2. Disfunción orgásmica
    femenina

    En donde la mujer posee capacidad de respuesta sexual,
    goza de las sensaciones eróticas, y presenta una buena
    reacción vasocongestiva, pero experimenta una dificultad
    de grado variable para alcanzar un orgasmo

    2.2.3. Vaginismo

    En donde el cuerpo de la mujer impide las reacciones
    sexuales porque el intento de penetración vaginal causa
    una contracción espástica involuntaria de la
    entrada de la vagina.

    2.2.4. Eyaculación retardada

    En donde el hombre tiene una inhibición
    involuntaria del orgasmo (es un trastorno análogo a la
    disfunción orgásmica femenina), el hombre con
    eyaculación retardada puede sentir excitación
    sexual y tener erecciones normales, pero, aunque reciba un
    estimulo que debería ser ampliamente suficiente, tiene
    dificultades para liberar su reflejo eyaculatorio.

    2.2.5. Eyaculación precoz

    En donde el hombre alcanza el clímax
    rápidamente, debido a la carencia de un adecuado control
    voluntario sobre el reflejo eyaculatorio.

    2.2.6. Impotencia

    En donde el hombre no puede conseguir una
    erección o mantenerla el tiempo
    suficiente para desarrollar una actividad sexual
    satisfactoria.

    2.3 La impotencia.

    Existen varios parámetros para
    clasificarla:

    A. En cuanto a la forma:

    Impotencia erectiva: es aquella en la cual la
    imposibilidad de llevar a cabo el acto sexual está
    conectada a la dificultad de erección del pene.

    Impotencia eyaculatoria: las dificultades se
    relacionan con la eyaculación precoz, por un lado, y con
    la imposibilidad de eyaculación y de llegar al orgasmo,
    por otro.

    Impotencia procreativa: las dificultades se
    asocian con la capacidad del hombre de participar en la fecundación.

    Muchas veces éstas se superponen, ya sea como
    síntoma o en cuanto a la etiología.

    B. Según el grado:

    Impotencia total: donde la imposibilidad de
    erección es total, el pene permanece en su estado de
    mayor flacidez.

    Impotencia parcial: en la cual hay un grado de
    erección disminuido que impide o dificulta la
    penetración del pene en la vagina.

    C. Criterio temporal:

    Impotencia permanente: cuando el sujeto no ha
    presentado jamás una erección en el transcurso de
    su vida.

    Impotencia constante: cuando la impotencia se
    presenta desde el momento de su instauración, hasta su
    desaparición.

    Impotencia ocasional: cuando no aparece en una
    forma constante, sino irregular en el tiempo.

    D. Según la forma de
    instalación:

    Impotencia insidiosa: los episodios aparecen en
    forma paulatina, en un aumento proporcional en relación a
    los encuentros sexuales.

    Impotencia aguda: los episodios aparecen en un
    determinado momento, bien circunscrito en el tiempo, lugar y
    situación.

    E. Según el objeto:

    Impotencia selectiva: es aquella en que los
    episodios de impotencia se dan con una compañera
    determinada y en una situación dada.

    Impotencia no selectiva: es cuando el comportamiento
    se manifiesta en todas las circunstancias y con todas las
    compañeras.

    D. Según la etiopatología:

    impotencia psicógena

    impotencia de orden organico

    3.
    Disfunción sexual erectiva

    Se trata de una "inhibición recurrente y
    persistente durante la actividad sexual, manifestada por el
    fracaso parcial o completo del hombre en alcanzar o mantener la
    erección hasta la conclusión del coito" ( Kaplan.
    1987, pp. 473).

    3.1 Diferencia entre impotencia y disfunción
    erectiva:

    Esta seria una de las formas de impotencia sexual, que
    se puede dar con una nomenclatura que
    incluya las diferentes categorías anteriormente dichas.
    Dentro de esta se distinguen, entonces; la impotencia sexual
    primaria donde el hombre no ha sido nunca capaz de obtener una
    erección suficiente para la penetración vaginal; la
    impotencia secundaria, en este caso el sujeto ha conseguido en
    algún momento de la vida sexual la penetración de
    la vagina, pero posteriormente la ha perdido.

    Por otro lado, también es destacable la
    impotencia selectiva, aquí el hombre es capaz de realizar
    el coito en determinadas circunstancias, pero no en otras.
    Respecto a la etiología los conflictos psicológicos
    que producirían la impotencia se relacionan " con una
    incapacidad para expresar el impulso sexuales razón del
    miedo, ansiedad, cólera
    o una prohibición moral"
    (Kaplan, 1987, pp.176).

    El uso del termino "impotente" no solo ahonda el
    estigma, sino que resulta completamente equivocado como
    definición. Los hombres con problemas de
    erección no son impotentes, solo tienen disminuida la
    capacidad para conseguir y / o mantener la rigidez del pene. Es
    por eso que el término "disfunción eréctil
    describe el problema en forma mucho mas precisa. La
    disfunción puede presentar una amplia variedad de grados,
    que van desde los hombres que son "impotentes" (en el más
    puro sentido negativo) hasta aquellos cuyo problema es tan poco
    que ni siquiera sus parejas son conscientes de su
    existencia.

    Dentro de las bases orgánicas se cuentan: la
    tolerancia a
    la glucosa,
    hormonas,
    función
    hepática y tiroidea, la determinación de
    prolactina, FH y FSH, entre otros. Por tanto es muy importante
    una buena historia para determinarla
    etiología de la disfunción. Así como
    también enfermedades: infecciosas y
    parasitarias, cardiovasculares. Trastornos: Renales y
    urológicos, hepáticos, pulmonares, de la nutrición,
    neurológicos y endocrinos. Y otros factores como:
    envenenamiento, fármacos, genética,
    intervenciones quirúrgicas.

    Diagnostico disfunción sexual
    erectiva:

    El diagnostico se realiza a la luz de del juicio
    clínico que tiene en cuenta el enfoque, intensidad y la
    duración de la actividad sexual del paciente. Los
    criterios involucrados serían:

    "Inhibición recurrente y persistente de la
    excitación sexual durante la actividad sexual, manifestada
    por un fracaso parcial o completo en obtener o mantener la
    erección hasta el final del acto sexual.

    Debe coexistir un juicio clínico de que el
    individuo
    realiza actividades sexuales que son adecuadas en tipo,
    intensidad y duración.

    La alteración no es causada exclusivamente por
    factores orgánicos (enfermedad física o
    medicamentos)." (Kaplan, 1987, pp.477).

    Donde se realizan pruebas para
    determinar la base orgánica o psicológica del
    trastorno, adquiriendo importancia también la
    indagación de la historia del sujeto.

    Indices estadísticos:

    Se ha estimado que pocos hombres son impotentes a los 35
    años; entre un 2- 4%. Sin embargo a los 80 años,
    alrededor de 77% lo son.

    La incidencia de la impotencia primaria en los hombres
    de 35 años es de 1%. Donde el temor de padecerla aumenta
    desde los 40 años, lo cual se asocia al estigma en
    relación a la edad madura donde la impotencia
    surgiría con la ansiedad y la necesidad de tener éxito
    en la relación sexual. Siendo en mas del 50% de los
    hombres tratados por
    trastornos sexuales, la impotencia como queja
    principal.

    Es importante destacar que se estima que el 90% de los
    casos de impotencia es por una causa
    psicológica.

    3.4. Causas generales de la disfunción
    eréctil

    En condiciones normales, cuando un hombre se siente
    sexualmente excitado, su pene aumenta de tamaño,
    poniéndose erecto y rígido, lo que le permite la
    penetración en el sexo de su pareja. El pene suele medir
    entre 7 y 10 cm de largo; en posición erecta el
    tamaño se incrementa hasta unos 17 centímetros, de
    hecho, un pene erecto contiene seis o siete veces el volumen de sangre
    de un pene fláccido (Encarta, 1997).

    La impotencia puede tener causas psicológicas.
    Por ejemplo, si un hombre ha perdido su trabajo su
    sentimiento de fracaso le puede conducir a padecer una impotencia
    temporal. Con frecuencia puede asimismo estar ocasionada por
    trastornos del sistema
    sanguíneo, sistema nervioso, cerebro u
    hormonas, así como por daño o
    intervención quirúrgica en la pelvis o en el pene.
    Sin embargo, la causa más común es
    yatrogénica. Es decir, la impotencia puede estar
    ocasionada por los medicamentos que toman para tratar otros
    trastornos. Los diuréticos, los antidepresivos
    tricíclicos, los bloqueantes de los receptores H2, los
    betabloqueantes, las hormonas, etc. (Encarta, 1997)

    Es posible determinar si la causa de la impotencia de un
    hombre responde tan sólo a motivos psicológicos; si
    experimenta con normalidad una erección durante la fase
    MOR del sueño es improbable que exista alguna causa
    orgánica para que sufra impotencia cuando se halle en
    estado consciente. (Carlson, 1996). Sin embargo, en algunos
    casos, una causa orgánica que no es lo bastante grave por
    sí sola para producir impotencia puede hacer más
    vulnerable su desarrollo si
    también están presentes otros factores
    psicológicos menores. (Carlson, 1996)

    El fenómeno erectivo

    ¿Cómo se produce una
    erección?

    Una erección es el resultado de un complejo
    proceso que
    involucra los vasos sanguíneos y el sistema nervioso. La
    anatomía
    del pene está especialmente diseñada para responder
    este proceso. El pene está conformado por dos estructuras
    que se inician dentro de la pelvis y se desarrollan en forma
    paralela hasta su extremo. Estas estructuras están
    compuestas por un tejido esponjoso con gran cantidad de vasos
    sanguíneos.

    Generalmente, las paredes de estos vasos están
    contraídas lo cual previene el exceso de sangre en el pene
    y lo mantiene flácido la mayor parte del tiempo.
    Cuando un hombre experimenta un estímulo sexual, los vasos
    sanguíneos se expanden, permitiendo que una mayor cantidad
    de sangre fluya rápidamente hacia el pene. De esta manera,
    la sangre que ingresa al pene produce una
    erección

    Desde el punto de vista de la erección
    propiamente tal, podemos decir que ésta es un estado
    más o menos durable en el cual el pene permanece firme y
    alongado, y que este mecanismo, obedece a reacciones
    automáticas, controladas por el sistema nervioso
    autónomo.

    Podemos distinguir dos tipos de
    erección:

    Erección Cortical y

    Erección Refleja

    En la primera están presentes estimulaciones,
    fundamentalmente, de fenómenos psíquicos. En la
    segunda, se supone algún contacto sobre el órgano
    genital masculino, principalmente el glande.

    Anátomo – Fisiología

    La estructura
    anatómica del pene (figura 1) es el soporte ideal para la
    vaso – dilatación como respuesta fisiológica
    primaria al estímulo sexual.

    El pene está formado por tres cuerpos
    cilíndricos de tejido eréctil: los cuerpos
    cavernosos y el cuerpo esponjoso. Los cuerpos cavernosos son dos
    (derecho e izquierdo) ubicados en el plano dorsal, paralelos el
    uno al otro, miden de 15 a 16 centímetros en estado
    fláccido y 20 a 21 centímetros en erección.
    El cuerpo esponjoso contiene además de tejido
    eréctil, la uretra.

    Las tres estructuras se encuentran rodeadas por una capa
    fibrosa individual, la túnica albugínea y
    circundadas por densas vainas.

    En la base o raíz peneal, los cuerpos cavernosos
    divergen para insertarse en las ramas del pubis y del
    isquión (el arco púbico). Cada una de ellas
    está rodeada por el músculo isquio – cavernosos, de
    naturaleza estriada. El cuerpo esponjoso, a su vez, está
    encapsulado por un músculo esquelético
    constituyendo el bulbo esponjoso.

    Los dos cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso,
    constituyen el tejido eréctil del pene que recibe sangre
    arterial de las arterias pudendas internas. Estas ramas son: las
    arterias dorsales del pene, que se encuentran cerca de la
    superficie dorsal del pene en la túnica albugínea;
    y por otra parte, las arterias cavernosas corren en sentido
    longitudinal a través de cada cuerpo cavernoso; dos
    arterias bulbo – uretrales corren longitudinalmente a
    través del cuerpo esponjoso en dirección ventral con respecto a la uretra.
    Estas arterias terminan en pequeños capilares que se abren
    en forma directa en los espacios cavernosos.

    El retorno venoso se realiza por la vena dorsal
    superficial y por la vena dorsal profunda.. En el espesor de los
    cuerpos cavernosos existen muchos compartimientos separados por
    bandas o cordones de tejido fibroso llamadas
    tubérculas. Estos compartimientos están
    entremezclados con arteriolas cuya túnica íntima
    contiene supuestamente pequeñas protuberancias que en
    el estado de
    contracción ocluyen de modo parcial su lúmen,
    reteniendo la sangre en los senos cavernosos. Cuando las
    arteriolas se dilatan, el flujo de sangre en el pene aumentan y
    los senos se llenan. Se cree que las venas del pene contienen
    válvulas que dificultan la salida de la sangre.
    También se cree que la contracción del
    músculo isquio – cavernoso ayuda a la erección por
    constricción venosa secundaria; a este mecanismo se le da
    poco valor en la
    actualidad.

    No todas las veces que se da la vaso – dilatación
    se encuentra una causa de tipo erótico. Son también
    capaces de determinar la erección los esfuerzos
    físicos, como elevar una carga pesada (erección
    parcial, generalmente) y se han visto erecciones debido a
    procesos
    irritativos. Hay aún erecciones de tipo espontáneo
    que se dan al despertarse el sujeto, además de las
    erecciones durante el sueño.

    Las sensaciones sexuales pueden originarse en las
    estructuras internas, tales como áreas irritadas de la
    uretra, vejiga, próstata, vesículas seminales, los
    testículos y los vasos eferentes.

    Una de las causas de la "necesidad sexual", es
    probablemente la saturación de los órganos sexuales
    con secreciones. Las infecciones e inflamaciones de esos
    órganos, algunas veces causan deseo sexual casi continuo.
    Desde el punto de vista sensitivo, el glande contiene un sistema
    sensorial periférico, altamente organizado, que transmite
    al sistema nervioso
    central, una modalidad de sensación, que puede ser
    denominada como sensación sexual.

    Los impulsos pueden ingresar en la médula espinal
    desde áreas adyacentes al pene para incrementar la
    estimulación durante el acto sexual. Por ejemplo, la
    estimulación del epitelio anal, el escroto y las
    estructuras perineales en general, pueden enviar impulsos a la
    médula, los cuales aumentan la sensación
    sexual.

    Por lo tanto el acto sexual del hombre, resulta de un
    mecanismo reflejo inherente integrado en la médula sacra o
    lumbar y sus mecanismos pueden iniciarse debido a una
    estimulación psíquica o estímulo sexual
    directo.

    El pene es un tubo cerrado, formado por tres haces de
    tejido vascular unidos por tejido conjuntivo y cubiertos por
    piel laxa. Dos
    haces grandes de tejido, los cuerpos cavernosos, forman la parte
    superior del pene y contienen numerosos compartimentos que se
    llenan de sangre durante la excitación sexual, lo que
    provoca la erección y rigidez del pene. Los nervios sacros
    controlan el flujo de sangre hacia el interior de los cuerpos
    cavernosos, debajo de éstos se encuentra el tercer haz de
    tejido, el cuerpo esponjoso. Este haz está perforado por
    la uretra. El extremo del pene ostenta un ensanchamiento muy rico
    en terminaciones nerviosas sensitivas que recibe el nombre de
    glande, que está cubierto por una capa cutánea
    retráctil llamada prepucio.

    Aspectos
    neurológicos

    El determinismo neurológico de la función
    sexual es algo más que la excitación de las
    vías nerviosas inferiores. Los reflejos sexuales de
    congestión vaso – motor, la
    excitación sensitiva localizada, etc., son los llamados
    circuitos cortos. Son solamente parte de una
    función más variable e imprevisible que ofrece
    cantidades de respuestas motoras posibles y de excitaciones
    complejas emanadas de todos los sentidos, de
    impresiones afectivas y de afinidades intelectuales.

    Al estudiar los procesos neurológicos sexuales
    dejamos de lado los que incluyen zonas superiores de procesos
    asociativos que deben ser considerados al estudiar el
    fenómeno sexual en su totalidad. Al respecto, es poco
    conocido el sistema neuropsíquico superior de la actividad
    sexual, ya que los estudios con neurotransmisores son muy
    recientes. Los resultados, aunque algo apresurados,
    podrían indicar que la dopamina tiene una acción
    estimuladora de las respuestas sexuales mientras que la
    serotonina ejercería el efecto contrario. Quienes
    apoyan esta teoría
    han comprobado que niveles altos de prolactina (niveles altos de
    prolactina suele ir acompañado de una hipoactividad
    dopaminérgica) pueden producir impotencia en el
    varón.

    De todos modos, debemos considerar como una unidad el
    sistema anátomo – fisiológico de la
    regulación nerviosa de la función
    sexual.

    La excitación producida en cualquiera de las
    ramificaciones se esparce en todo el sistema y por lo tanto, una
    falla en el funcionamiento de un elemento se hará sentir
    en la actividad sexual en su totalidad.

    Las erecciones reflejas que aparecen como respuestas a
    estimulación táctil de las zonas erógenas
    aparecen sin discriminación entre un estímulo
    sexual y un estímulo no sexual. Por el contrario la
    erección psíquica se produce en respuesta a
    estímulos mediados por el sistema nervioso central y, por
    eso, probablemente no depende sólo de factores externos
    como los visuales, sino que la acompañan también
    procesos cognitivos. Los factores psíquicos usualmente
    juegan un papel importante en el acto sexual masculino y pueden
    iniciarlo – aún cuando no son lo único – puesto que
    tenemos que focalizar nuestra atención, desde un punto de vista
    neurológico, en tres factores:

    Aparato periférico

    Médula

    Cerebro

    El acto sexual en el hombre resulta de un mecanismo
    reflejo inherente integrado en la médula sacra lumbar y
    sus mecanismos pueden iniciarse de una estimulación sexual
    directa.

    La erección es inducida por la
    estimulación de los nervios pre – sacros y
    pélvicos. Esta reacción es el resultado de la suma
    de estímulos psíquicos e impulsos afrentes llevados
    al sistema nervioso central a través del nervio
    pudendo.

    Con relación a los órganos sexuales, el
    sistema simpático, y para – simpático
    desempeñan un importante papel para lo cual ambos se
    encuentran en homeostasis.
    El sistema nervioso simpático se compone de fibras que
    emergen de la porción tóraco – lumbar de la
    médula con comunicación de los centros superiores del
    cerebro. El sistema para – simpático actúa sobre
    los mismos tejidos y estructuras que el sistema simpático,
    pero su acción es opuesta. Se origina en núcleos
    específicos del cerebro asociados con determinados nervios
    craneanos y la región sacra de la
    médula.

    En estados satisfactorios el sistema para –
    simpático juega un papel importante, mientras que bajo
    situaciones de miedo, preocupación y ansiedad, la sangre
    dirigida hacia las estructuras somáticas por la
    acción del simpático hace que se reduzca la
    irritabilidad de los órganos sexuales y resulte la
    disminución de la actividad o deseos sexuales.

    La erección es acusada por estímulos para
    – simpáticos que son originados en el centro para
    simpático vasodilatador. Estos estímulos van de la
    región sacra de la médula hacia el pene a
    través de los nervios erectores. Esa función es
    influenciada por la inhibición del centro simpático
    vasoconstrictor. Como vemos, esta función, por el hecho de
    estar regulada por el sistema nervioso autónomo invalida
    cualquier esfuerzo del individuo por dominar el síntoma de
    impotencia, provocando, por el contrario, un aumento de la
    inhibición.

    Normalmente el hombre que desea mantener una
    relación no focaliza su atención en la
    erección, o de hacerlo, el temor de no tenerla, lo afecta
    de tal punto que si esta se presenta,, va a ser débil. Se
    rompe así la armonía de la función sexual
    automática, surgiendo la inhibición cortical, que
    incluye componentes físicos y psicológicos y
    sugiere la existencia de una mediación controlada por el
    lóbulo temporal.

    A pesar de las limitaciones para el estudio de la
    acción del sistema nervioso central, que se relaciona con
    el "conocimiento
    sexual" y posiblemente funciona en integrar, analizar e
    interpretar las diversas modalidades de sensaciones sexuales y
    para iniciar una respuesta.

    En un sistema nervioso central íntegro la libido
    suficiente para sobrepasar el nivel atraviesa vías
    hipotalámicas y se dirige a los centros erectores de la
    médula, los cuales estimulan la erección del pene.
    Ésta, retroalimenta a través de los impulsos
    sensoriales, el lóbulo temporal, manteniendo y aumentando
    la carga libidinosa en un proceso que se denomina circuito
    reverberante
    , que mantiene el estado sexual y la
    acción del individuo.

    La región hipotalámica – hipofisiaria
    (figura 2) es reconocida como ampliamente conectada con el
    comportamiento sexual.

    Sistema endocrino
    y actividad sexual

    El sistema endocrino actúa transmitiendo los
    estímulos a través de la sangre, en forma de
    sustancias químicas especializadas (hormonas). En
    términos endocrinos, las glándulas sexuales
    están en constante intercambio con la hipófisis (o
    pituitaria) así como con el medio ambiente
    y con otras glándulas. Para tener una visión global
    de los problemas endocrinos que se relacionan con la actividad
    sexual debemos recordar la hipófisis (figura 2). Al
    respecto el lóbulo anterior de ésta, es
    también glándula maestra, debido a las
    múltiples indicaciones que ella tiene sobre las
    demás glándulas.

    De la hipófisis, parten las hormonas que regulan
    las actividades de las gónadas – la hormona luteinizante
    que tiene su acción sobre los testículos
    determinando la producción de la hormona testicular. Por
    otra parte, las funciones de la
    hipófisis están reguladas por el hipotálamo
    a través de la circulación
    sanguínea.

    En lo que respecta al sistema reproductivo propiamente
    tal, sabemos que los testículos presentan dos grupos de
    células especializadas, a saber: las células
    Leydig, que son responsables de la síntesis y
    secreción de la testosterona y el epitelio germinal, donde
    ocurre la espermatogénesis.

    Existen nervios que conectan al hipotálamo con
    todas las regiones del cerebro. También recibe nervios que
    proceden de las zonas erógenas (los genitales y los
    pezones), de las vísceras (órganos internos) y del
    sistema límbico. El hipotálamo tiene conexiones
    vasculares con el lóbulo anterior de la hipófisis.
    Estos capilares sanguíneos se conocen como sistema portal
    hipotálamo-hipofisario, y conectan los lechos capilares
    del hipotálamo con los lechos del lóbulo anterior
    de la hipófisis.

    3.6.1 Hormonas

    Las células de Leydig están bajo el
    control directo de la hormona ICSH (hormona estimulante de
    la
    célula intersticial) que no se puede distinguir de la
    hormona luteinizante (LH) y son sensibles a la
    gónadotrofina choriónica (CG). El epitelio
    teleogerminal es mantenido y estimulado directamente por la
    hormona estimulante del folículo hipofiario (PSH) e
    indirectamente por la hormona ICCH a través del
    andrógeno de las células de Leydig.

    3.6.2 Función de la
    testorterona

    La testosterona es generalmente responsable por las
    características masculinas del cuerpo. Se produce por
    estimulación de la placenta en el feto y deja de
    producirse en la infancia,
    volviendo a aparecer después de los 11 o 13 años.
    Así, se aumenta la producción desde la pubertad y en
    la edad adulta, hasta los 40 años. Allí baja,
    llegando a los 80 años a la quinta parte de los valores
    máximos.

    No está bien claro por el cual se inicia la
    acción de la testosterona en la pubertad. Algunos se
    refieren a alguna acción del tiempo sobre el
    hipotálamo, que dejaría de secretar el factor
    inhibidor de la gonadotrofina. La hipófisis anterior
    empieza producir la gónadotropina y se aumenta la
    función testicular. La testosterona es la responsable del
    crecimiento del pene, del escroto y de los testículos,
    además del aparecimiento de las características
    sexuales secundarias.

    Factores de
    riesgo

    ¿Cuáles son las causas de la
    disfunción eréctil?

    En los hombres con disfunción eréctil, las reacciones
    químicas que generan la erección no se producen
    normalmente, de modo que los vasos sanguíneos no se
    relajan lo suficiente y el pene no puede llenarse de sangre. Hace
    un tiempo se creía, erróneamente, que la
    disfunción eréctil era un problema
    psicológico o una inevitable consecuencia de la vejez. Si bien
    es cierto que la edad puede ser una de las causas, la
    disfunción eréctil no es inevitable cuando un
    hombre envejece. Por el contrario, hoy sabemos que la mayor parte
    de los casos de disfunción eréctil están
    asociados con las condiciones físicas.
    Los factores de riesgo más
    comunes en la disfunción eréctil son:

    Condiciones que dificultan el flujo de sangre normal
    hacia el pene, como presión arterial elevada, colesterol
    elevado, diabetes y ateroesclerosis.

    Traumatismos nerviosos por lesión o enfermedad,
    que interrumpan la conexión entre el sistema nervioso y el
    pene: lesiones en la médula espinal, esclerosis
    múltiple, accidente cerebrovascular o cirugía de la
    próstata (cáncer) o colon.

    Problemas psicológicos, como ansiedad y estrés.

    Otras condiciones, como afecciones renales o
    hepáticas, depresión o desórdenes
    hormonales.

    Medicamentos que pueden ocasionar disfunción
    eréctil como efecto colateral, incluyendo alguna de estas
    categorías: diuréticos, antihipertensivos, drogas
    reductoras del colesterol, medicamentos para la diabetes,
    antidepresivos, algunas medicaciones utilizadas para tratar
    el
    cáncer, antinflamatorios no esteroideos y
    antiepilépticos.

    Tabaquismo, consumo
    excesivo de alcohol y/o uso de drogas.

    Causas más especificas de disfunción
    eréctil pueden ser consultados a su
    Urólogo.

    TRATAMIENTO

    La disfunción eréctil puede tratarse?
    Sí. La buena noticia es que, sin importar la causa, la
    mayor parte de los casos de disfunción eréctil son
    tratables. Hoy existen diversas opciones de tratamiento entre las
    cuales puede elegir

    CONCLUSIONES

    Podemos concluir que el fenómeno de
    erección se encuentra comandado desde el punto de vista
    neurológico, por los diversos niveles que el sistema
    nervioso central y periférico presentan, vale decir, la
    erección refleja se producirá al nivel de
    médula y nervios periféricos, puede ser inhibida por
    factores relacionados con el sistema simpático y para
    simpático, y es influenciada por factores de tipo
    cortical, relacionados con los aspectos afectivos y cognitivos
    del comportamiento sexual

     BIBLIOGRAFIA

     ¿MEJORA LA FUNCIÓN ERÉCTIL
    NATURAL A CONTINUACIÓN DE LAS INYECCIONES INTRACAVERNOSAS
    DE DROGAS VASOACTIVAS? International Journal of Impotence
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    DISFUNCIÓN SEXUAL INDUCIDA POR ANTIDEPRESIVOS
    INHIBIDORES DE LA RECAPTACIÓN DE LA SEROTONINA. Journal of
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    RESISTENCIA EN TERAPIA DE PAREJA:INTEGRACIÓN DE
    LAS APROXIMACIONES SISTÉMICA Y ANALÍTICA. Journal
    of Couples Therapy. Vol. 7, nº; 1, 1997.

    PSICOFÁRMACOS Y FUNCIÓN SEXUAL. J. Bobes,
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    Adrián Sapetti.

    La Impotencia es reversible; Dr. Rosselló
    Barbará, Dr. S. K. Wilson; Manual de ayuda
    para la pareja; Editorial TIBIDABO

      

    Xavier Conesa

    Psicología – Sexología

    http://www.xavierconesa.com   

    Universidad de Barcelona

    www.faltadeereccion.galeon.com

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