1ra parte: El
carácter social del fenómeno
educacional
Si bien la Educación no es
algo exclusivamente social, tiene una vertiente social
preponderante que justifica que aparezca como necesaria una
Sociología
de la Educación.
La Educación no existe
en la sociedad
porque padres y maestros/profesores se dediquen a educar, sino
que educan porque la educación existe en la sociedad: la
educación es un fenómeno social y la sociedad cuida
de que se realice en su seno valiéndose de los organismos
pertinentes.
La educación es un fenómeno social por los
siguientes motivos:
- Por el medio en que se efectúa, que es el
medio social. - Por los contenidos que constituyen su objeto propio
(cultura
social). - Por los fines de esa educación (mucho de los
cuales son sociales). - Por las funciones
sociales a ella inherentes. - Por los factores que la motivan y
realizan. - Por los condicionamientos a que se ve sujeta
(sociales en su gran mayoría).
Explicar tales implicancias equivale a desarrollar una
Sociología de la Educación como
disciplina.
LA EDUCACIÓN SE REALIZA EN UN MEDIO
SOCIAL
La educación se efectúa siempre en el seno
de una vida social. Educando y educador realizan su encuentro en
un contexto social, fuera del cual resulta impensable toda
relación entre personas. La función
educacional es, además, una forma de comunicación, una modalidad de interacción, lo cual postula una
situación social.
Toda educación ocurre, de hecho, no sólo
en un contexto social, sino también en el seno de la gran
sociedad, ya que esta configura todos los elementos que
constituyen los diversos contextos sociales. Pues la sociedad
consiste en un sistema de
instituciones
en las que se verifican relaciones
humanas que comunican unas pautas culturales a los individuos
y la educación es el proceso de
preparar a la gente para que encuadre bien en esa compleja
estructura
social y desempeñe papeles sociales particulares como
miembros de más de un grupo
institucional.
La cultura, que representa el aspecto dinámico de
la estructura
social y constituye el alma de las
instituciones sociales, viene a ser el objeto mismo de la
educación, que se constituye como el medio necesario con
que cuenta la sociedad para transmitir y desarrollar esa
cultura.
Y como muestra de que la
educación tiene por caldo de cultivo la vida social, viene
al caso presentarla cual relación de una generación
con la siguiente. Durkheim ha
definido la educación como la acción
de una generación sobre otra para adaptarla a las pautas
de conducta
establecidas, es decir un fenómeno típicamente
generacional.
Tomando a M. Mead (1971), la relación entre
generaciones en materia
educacional puede seguir tres formas:
- Culturas post-figurativas: la joven generación
lo aprende todo de la generación vieja. Se dan en las
sociedades
primitivas y estacionarias, regidas por la tradición y
el inmovilismo. - Culturas cofigurativas: en las que los individuos
aprenden las pautas de conducta de sus iguales. La vieja
generación no es vista como depositaria infalible de la
sabiduría y la generación joven tiene
también su estatuto propio y ve considerados sus
derechos. Las
sociedades industriales acostumbran a ser cofigurativas. La
jubilación es otro rasgo distintivo, en estas sociedades
no se considera a los ancianos como los intérpretes de
la verdad. - Culturas prefigurativas: en las que las generaciones
adultas aprenden también de las más
jóvenes. Con todo no cabe decir que en tales
países (generalmente los más avanzados) sea la
juventud
quien marca las
iniciativas, a lo sumo se las señala a si misma,
provocando así un distanciamiento entre ella y las
generaciones adultas.
LA EDUCACIÓN TRABAJA CON UNOS CONTENIDOS
SOCIALES
Expresado de un modo general, educar es culturalizar.
Necesariamente se trata de ofrecer, cuando no inyectar, una
cultura; y la cultura es la atmósfera espiritual
que respira y produce una sociedad.
Ciertos contenidos educacionales son de evidente
naturaleza
social; así, la formación profesional, la
iniciación política, el cultivo
del sentido cívico y
comunitario, la enseñanza de la cortesía, etc., y
hasta los contenidos reputados como más personales como
las convicciones ideológicas o morales, el gusto
artístico, los valores o
los criterios judicativos.
LA EDUCACIÓN SE PROPONE FINES
SOCIALES
Si bien la educación tiene fines individuales
(mejor dicho personales), preponderan en ella las metas sociales.
La educación no moldea al hombre en
abstracto, sino dentro y para una determinada
sociedad.
Las finalidades sociales propias de la educación
se harán patentes cuando en el punto siguiente hablemos de
sus funciones sociales. Por ejemplo, los planificadores sociales
de la educación se proponen: el desarrollo
económico del país, la formación de una
mano de obra cualificada, la elevación del nivel cultural
de los ciudadanos, la nivelación social de los individuos,
etc., todos fines sociales.
Existen también los idealistas de la
educación, quienes piensan que se educa para difundir el
bien, la ciencia y
la justicia y
para conseguir que todos los individuos se perfeccionen y sean
felices, aunque en estos objetivos
tales educadores están siguiendo la dirección general que la sociedad en que
viven imprime a todo movimiento
educacional.
LA EDUCACIÓN TIENE FUNCIONES
SOCIALES
No se trata aquí de negar las funciones
individuales de la educación, que las tiene. Entre ellas
encontramos el promover el desarrollo
integral de la
personalidad, el adaptarlo a la vida, el enriquecerlo con
conocimientos, habilidades y buenas costumbres, etc.
Pero junto a ellas, la educación cumple
también una misión en
beneficio de la sociedad como tal. Entonces, las funciones
sociales de la educación pueden reducirse a las
siguientes:
- Función de adaptación del individuo a
las exigencias del grupo social
Vivir es estar integrado en la sociedad y esta integración tiene sus exigencias: el
individuo ha de aprenderlas, debe formarse en los hábitos
por ella requeridos y a tales aprendizajes es la educación
quien los da. Tal socialización del individuo es obra
primordial de la educación familiar.
- Función de asegurar una continuidad
social
La educación en efecto transmite toda la herencia
cultural, con usos y costumbres, ideas y creencias, temores y
deseos. Es conservadora. Con esto asegura la cohesión
social, condición primaria de la existencia de una
sociedad.
- Función de introducir el cambio
social
Por otro lado, la educación promueve las
innovaciones, al fomentar la capacidad crítica
frente a las realidades sociales existentes, al formar una
voluntad al servicio de
las ideas y al estimular la creatividad
individual.
- Capacitación profesional de los
individuos - Función económica
Con lo anterior, la educación promueve el
progreso material de la sociedad. El vínculo entre
educación y desarrollo constituye hoy un postulado para
todos los que se dedican a planificar la expansión
económico-social de un país.
- Función política
La preocupación por la cosa pública
constituye una dimensión inalienable de la persona humana,
por tanto la educación debe formarla, orientarla y darle
cuerpo, en especial a través de cultivar el sentido
cívico de los individuos y de darles la instrucción
que los capacite para la participación
democrática.
- Función de control
social
Otra acción que puede ejercer la educación
en la vida social es promover en los individuos las ideas y
actitudes que
interesan a los dirigentes de la misma.
- Función de selección social
Entre los aspectos buenos de esta función se
observa que la educación va encauzando los elementos
más capaces de la población hacia los puestos de
elite.
Entre los aspectos criticables, se señala la
selectividad económica y social operada por la
enseñanza escolar, o la diferenciación cultural y
personal
engendrada por ella.
- Promover el progreso humano de la
sociedad
La educación, al perfeccionar a los individuos,
perfecciona también al grupo, mejorando su calidad humana y
el nivel social.
Asimismo, la descripción de las funciones sociales de la
educación puede completarse mencionando otra de ellas que,
aun siguiendo una línea distinta, es igualmente
auténtica y notablemente sugestiva desde el punto de vista
teórico. Nos referimos a que la educación
prepara al individuo para que asuma con eficiencia sus
diversos roles sociales.
Ir entrando en la vida social consiste en una progresiva
adquisición de status (la posición que ocupa dentro
de un grupo social) y su correspondiente representación de
roles. A medida que un niño vaya creciendo, deberá
convertirse en un joven, en un profesional, en miembro de un
partido político, en esposo y padre, etc.
Para un sujeto en desarrollo, educarse consiste en
aprender a desempeñar bien sus roles; las normas inherentes
a los mismos no las establece el propio interesado, sino que
vienen determinadas e impuestas por el grupo social. Entonces la
educación es también un "aprendizaje de
roles". Esta idea se relaciona con la función nombrada
arriba de adaptación social del individuo.
LA EDUCACIÓN VIENE PROMOVIDA POR FACTORES
SOCIALES
Hay todo un conjunto de factores individuales con que se
cuenta para poner en marcha el proceso educacional: la capacidad
del sujeto, su interés,
sus motivaciones, su actividad personal. Pero cabe poner en tela
de juicio el que sean factores estrictamente
individuales.
Un atento examen basta para apercibirnos de todo el
trasfondo social que se esconde tras esas pretendidas
connotaciones individuales.
La capacidad del sujeto (inteligencia,
aptitud verbal, nivel de comprensión) depende notablemente
de las circunstancias ambientales en las que se ha desarrollado.
Con su interés y motivaciones y demás variables
mencionadas pasa exactamente lo mismo.
Es decir, nuevamente la tesis de que
la educación se realiza contando con la
intervención de factores sociales. Tales factores
podrían reducirse a los siguientes:
- El desarrollo del país
En la sociedad, en el terreno de la preocupación
pública, es el desarrollo económico el que interesa
y el que en todo caso promueve el desarrollo educacional, desde
que éste se mira como un medio de acarrear el
primero.
- Las disponibilidades económicas
Las realizaciones educacionales de un país vienen
determinadas, en gran parte, por su nivel económico. La
educación, en efecto, no puede darse si no se cuenta con
unos medios
materiales y
estos pueden lograrse siempre que haya manera de pagar su
costo. Lo que
normalmente se encuentra entonces, es una perfecta
correlación entre el nivel económico de los
diversos países y sus correspondientes desarrollos
educacionales.
- El nivel cultural
El impulso dado a la educación es función
no sólo de los recursos
disponibles, sino también y sobre todo, del aprecio que se
profese a la misma, de lo necesaria que se la considere y del
nivel de aspiración social (y personal) que se tenga. Todo
lo cual son actitudes condicionadas por el ambiente
cultural de un país.
- La demanda
social de la educación
La combinación de todos estos factores descriptos
provoca en la mayoría de los países un deseo
general de los individuos de participar en los beneficios de la
educación.
- El interés político
La escuela
constituye un poderoso medio de mentalización y este
recurso no es desaprovechado por ningún político
que maneje el poder. Este
simple hecho basta para explicar el empeño que los autores
de muchas convulsiones políticas
han puesto en organizar la educación del nuevo Estado.
En otras ocasiones, tal vez no influya el designio de
utilizar la educación como un medio de control social,
sino simplemente como una palanca para potenciar el éxito
político de un Gobierno,
logrando los votos de sus gobernados a través de prometer
y concretar políticas de mayor educación para la
gente.
LA EDUCACIÓN SE HALLA SOCIALMENTE
CONDICIONADA
Tras todo lo dicho, se hace ya patente que la
educación depende de cada sociedad y será lo que
esa sociedad la haga. La buena voluntad de los maestros, el
interés de los padres o la buena disposición de los
alumnos no son factores decisivos, pues se hallan limitados por
la influencia de factores sociales que, aunque parezcan poco
perceptibles, imprimen el rumbo a la educación.
El tipo de educación que recibe un individuo
viene ocasionado, en efecto, por la serie de circunstancias en
las que se desarrolla. En primer lugar el país: un
ser humano llegará a ser una persona muy distinta por el
hecho de que haya nacido en EE.UU, China o
Irak, todos
los países educan, pero no según los mismos
cánones ni con idénticos medios. También
cuenta muchísimo la familia, en el seno del cual se
recibe la crianza: hay familias cultas e incultas, unidas e
inestables, autoritarias y tolerantes, etc.; y un niño no
saldrá igual según se halle sometido a unos u otros
de esos influjos.
También influye la posición
económica de la familia y
la clase social, ambas suponen una serie de detalles
vivenciales (situación cultural, estímulos, nivel
de aspiraciones, etc.) que son por sí mismos agentes
educativos, variables según los casos.
Queda claro entonces que no se puede hablar de
educación a espaldas de lo social. Los lazos que unen a la
educación con la sociedad son tan numerosos como
estrechos: la educación es socializadora y la sociedad es
educadora.
2da parte: La
Sociología de la Educación como ciencia
sociológica
La Sociología de la Educación es una
ciencia joven, y en su reciente gestación han habido
vacilaciones y confusiones en lo que respecta a su ámbito
de estudio, su objeto y hasta el nombre que debería
tener.
¿Cuáles han sido las razones de estas
confusiones y vacilaciones?
- La complejidad de su objeto, el cual
moviéndose entre lo sociológico y lo educacional,
se muestra con entidad interdisciplinar y entonces suceptible
de ser enfocada desde dos perspectivas diferentes. - La Sociología de la Educación ha sido
cultivada tanto por pedagogos como sociólogos, empezando
antes los primeros, dándole un enfoque
pedagógico, luego criticado y eliminado por los
sociólogos.
Pero esta etapa de arduas discusiones ya ha sido
superada y hoy en día nos consideramos en situación
de poder definir correctamente el tipo de ciencia que es la
Sociología de la Educación.
CARACTERIZACIÓN
EPISTEMOLÓGICA
La Sociología de la Educación ha de
entenderse como ciencia sociológica y en ningún
sentido como ciencia pedagógica. Pero dado que su objeto
es la educación, y que ésta es también el
objeto de la Pedagogía, se comprende que se produzcan
algunos solapamientos entre los conceptos de ambas materias,
dando lugar a determinados equívocos que intentaremos
disipar.
La Sociología de la Educación como
una de las Ciencias de la
Educación
La Sociología de la Educación es una de
las llamadas Ciencias de la
Educación, como lo son también la Economía de la
Educación, la Psicología de la
Educación, la Historia de la
Educación, la Biología de la
Educación y todas aquellas ciencias cuyo objeto de estudio
es la Educación.
La Pedagogía tiene por objeto la Educación
pero en sentido normativo, es decir regulando el acto educativo
para que sea correcto y eficaz, mientras que las recién
nombradas como integrantes de las Ciencias de la Educación
son descriptivas.
La Sociología de la Educación es el
estudio sociológico de la educación en tanto que
hecho social. Es una de las Sociologías especiales por
cuanto se ocupa de un ámbito concreto de la
sociedad. Su interés es meramente analítico y
descriptivo, respondiendo a la actitud
típica de un sociólogo.
El objeto de dicha ciencia es analizar la estructura
educacional de la sociedad, conocer las instituciones educativas
sociales, describir los hechos y las prácticas por cuyo
medio la sociedad se educa, ver la función de la
educación en la cultura y la función de la cultura
en la educación, relacionar la educación con el
cambio social y tantos otros temas relacionados.
V. Cesareo propone cinco áreas de estudio para la
Sociología de la Educación, a saber:
- relación entre el sistema
educativo y la estructura social - los determinantes sociales de la
educabilidad - las instituciones escolares
- el personal docente como grupo
profesional - efectivos del sistema escolar
Y en general, además de estas cinco grandes
áreas, hay acuerdo en que dicha disciplina se ha de ocupar
de todas las demás cuestiones que relacionan la
educación con lo social.
Enfoques según la diversa concepción
sociológica
La Sociología de la Educación ha seguido
la suerte de la Sociología misma. R. Aron distingue dos
enfoques sucesivos que históricamente se ha imprimido a
dicha ciencia, dando lugar primero a lo que él llama
Sociología "enciclopédica" y luego la
"analítica". La primera es una Sociología con bases
ideológicas, en cambio la segunda es una simple ciencia
positiva.
Paralelamente se han dado tres enfoques de la
Sociología de la Educación, el primero
correspondiendo a la llamada Sociología
"enciclopédica" y las otras dos a la llamada
Sociología "analítica":
- Enfoque filosófico
La exposición
que se hacía del fenómeno educacional inherente a
la sociedad venía impregnada de interpretaciones
ideológicas y esquemas axiológicos sobre la
naturaleza de la sociedad, el papel desempeñado en ella
por el hombre y la
función que en este contexto cumple la
educación.
- Enfoque pedagógico
Con un gran despliegue en EE.UU., debido al
interés que los pedagogos mostraron por los aspectos
sociales de la educación, si bien desde preocupaciones
puramente pedagógicas y con objeto de mejorar la
educación. Este modelo de
Sociología Pedagógica precedió al modelo
actual, el enfoque sociológico.
- Enfoque sociológico
El enfoque anterior goza de poco prestigio entre los
sociólogos especialistas en Sociología de la
Educación. Los pedagogos que la han cultivado han
adolecido de falta de una metodología rigurosa. Este tercer enfoque
es considerado hoy en día el auténtico.
Las distintas escuelas
sociológicas
Tratando de describir las principales, cabe reducirlas a
dos modelos
fundamentales: las teorías
del consenso –funcionalismo,
estructuralismo, organicismo- consideran que los
elementos de la sociedad ejercen entre sí una
interacción reguladora que promueve la adaptación
de esos elementos a una armonía orgánica del
conjunto. Por otro lado, para las teorías del conflicto
-darwinismo social, marxismo,
Nueva Sociología de la Educación-, por el
contrario, existen entre tales elementos fuerzas
antagónicas que los oponen entre sí, de modo que la
vida social surge de la composición global de tales
fuerzas individuales.
De cada una de estas teorías emergen distintas
visiones en materia de Sociología de la
Educación:
- La Sociología de la Educación
funcionalista
Para la sociedad en general dicha teoría
estriba en mostrar la función desempeñada por una
institución social, viendo el rol que juega en la promoción y mantenimiento
de la cohesión social. Si esta institución es la
educación, se presta admirablemente a ese cometido, ya que
es un relevante factor de socialización.
- La Sociología de la Educación
estructuralista
La teoría sociológica estructural subraya
el hecho de que la sociedad está constituida por las
relaciones en que se hallan una serie de elementos sociales, de
modo que la estructura social es el conjunto de los grupos y las
instituciones, afectados de relaciones
recíprocas.
Su sociología de la educación pone de
relieve el
significado educacional de elementos tales como los grupos
primarios y secundarios, las pandillas, las clases
sociales, y todas las categorías sociales.
- La Sociología de la Educación
estructural-funcionalista
Los dos puntos de vista, estructural y funcional, lejos
de oponerse, vienen a complementarse, en cuyo caso los elementos
sociales se ven a la vez por lo que son y por lo que
hacen.
Esta teoría se enfocó en el estudio de las
relaciones del sistema educativo con los otros sistemas de la
estructura social, sobre todo la económica, la
estratificación y la cultura; el sistema educativo era
visto como factor de mantenimiento del orden social, pues
proporcionaba a la sociedad elementos, como la mano de obra
calificada, que ésta requiere.
Al ser una teoría de "consenso", el funcionalismo
estructural tiene el inconveniente de conceder poca atención al cambio social y al conflicto
social, y de minusvalorar elementos como el poder en la sociedad
y el control social de ese poder.
- El neo-funcionalismo en la Sociología de la
Educación
Se caracteriza por aplicar a la Sociología de la
Educación la Teoría de
Sistemas, junto con ciencias conexas tales como la Cibernética y la Teoría de la
Comunicación.
Sanvisens, cultivador de esta teoría en España,
caracterizó a la educación como un sistema,
aplicándole las categorías pertinentes a tal
realidad estructural; mientras que su discípulo Colom,
también español,
se basó en el enfoque relacional para analizar las bases
sistémicas de la Sociología de la Educación
y para estudiar la educación y la sociedad como dos
sistemas en interacción.
- El interaccionismo simbólico
Esta escuela parte de considerar la interacción
entre las ideas y creencias de los individuos como el
fenómeno básico de la vida social, en cuanto que
contribuyen a formar el Yo y la personalidad,
y con lo cual dan lugar al proceso de
socialización.
- La sociología de la Educación
marxista
Partiendo de que la sociedad burguesa se basa en la
relación de explotación de los capitalistas con
respecto a los proletarios, se ve en la educación el
instrumento usado por los primeros para legitimar su postura y, a
la vez, para perpetuar la división social y la
sumisión de la clase
obrera.
- La Nueva Sociología de la
Educación
La causa de su aparición estriba en las
limitaciones que afectaban a los modelos tradicionales
-funcionalista y el conflictual o marxista- para explicar los
nuevos fenómenos, por ser demasiado rígidos y
esquemáticos.
Su iniciador fue M.F.D. Young, y se centra en averiguar
qué pasa dentro de la institución escolar,
procurando detectar los procesos que a
través de la educación reproducían las
diferencias sociales de origen de los alumnos.
- Diversos apuntes de cátedra de la materia
Sociología de la Educación, Facultad de
Filosofía y Letras, UNCuyo, Argentina
Autor:
Lic. Sebastián Laza
Profesor: Lic. Néstor Navarro
PROFESOR DE SOCIOLOGÍA DE LA
EDUCACIÓN
CICLO DE PROFESORADOS PARA PROFESIONALES
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO