- Los Incas
- Sociedad
Inca - La
Autoridad - Principales Actividades
Económicas - Interpretación del
mundo - Más datos sobre los
Incas - Costumbres
- Mitología
Inca - La conquista del Imperio
Incaico - El Machu
Picchu - Fuentes y
Bibliografía
En la región de los Andes Centrales florecieron,
a lo largo de 2000 años, numerosas sociedades
indígenas unificadas en el siglo XV por los incas. El
imperio incaico era inmenso. Se extendía desde el sur de
Colombia hasta la
región de las actuales ciudades de Santiago de Chile y
Mendoza y, en sentido este – oeste, desde la selva
amazónica hasta la costa del Pacifico. A pesar de su
enorme superficie, se encontraba muy bien comunicado por 10 000
Km de caminos. El imperio incaico reunía bajo una administración y una lengua
común, el quechua, a varios millones de personas que
pertenecían a diferentes pueblos. La capital del
imperio se estableció en la ciudad de Cuzco, donde
residían el rey y los funcionarios. Desde allí, los
funcionarios planificaban la construcción de puentes y caminos para
facilitar las comunicaciones, controlaban el trabajo de
los pueblos sometidos en las tierras y las minas, decidían
la realización de obras de riego para aumentar el
área cultivable y dirigían la guerra.
Machu Picchu era el centro sagrado y fortaleza de
los incas. Situado en una elevación, cien escaleras de
tres mil peldaños permitan llegar a él. Hoy se ha
transformado en un centro de atracción de aventureros,
turistas y místicos.
Los incas se hallaban establecidos en la
región del valle de Cuzco, en el actual Perú.
Alrededor del año 1200 iniciaron los primeros intentos de
expansión sobre otros pueblos. Este proceso se
aceleró durante el siglo XV. Algunos pueblos fueron
derrotados; otros, en cambio, se
aliaron con los agresores.
De este modo, a partir de distintas campañas
militares y alianzas, los incas fueron ocupando nuevas tierras e
incorporando a su imperio a la gente que vivía en ellas.
Conquistaron grandes pueblos al sur de Cuzco, como el
colla y el lupaca, que ocupaban extensos
territorios donde no se hablaba el idioma de los incas, el
quechua, sino el idioma aymará. También
consiguieron vencer al poderoso pueblo de los chancas y a
otros grupos del norte
y del este de Cuzco.
La sociedad inca
se hallaba dividida en dos grandes grupos. Un sector lo
conformaban las familias de nobles, que eran consideradas las
"más importantes" y tenían privilegios reconocidos
por los otros miembros de la sociedad. Los miembros de este
grupo, a su
vez, se dividían en dos subgrupos: los que se
decían descendientes de quienes habían conquistado
y organizado el imperio, y los curacas, gobernantes de
pueblos sometidos y sus descendientes, admitidos también
como nobles, pero de menor importancia.
Los sectores nobles no tenían la
obligación ni la necesidad de trabajar la
tierra.
El otro grupo lo formaba la mayoría de la
población, miembros de los pueblos aliados
o sometidos, quienes se encargaban de realizar todos los trabajos
necesarios para el mantenimiento
de sus propios pueblos y familias y de la totalidad del
imperio.
Entre los incas, los nobles podían tener
más de una esposa.
Vivían en palacios con muchas habitaciones,
adornadas con lujos, y patios centrales en los que había
fuentes para
bañarse. Muchas de estas fuentes disponían de
agua
fría y caliente proveniente de los manantiales termales de
las montañas. Los nobles de distinguían,
también, por la ropa fina que usaban, confeccionada en
lana de vicuña, tela que los demás tenían
prohibido vestir.
En lo que respecta a su educación, sus hijos
estudiaban con los "amautas", o sabios, que los preparaban para
ser los futuros gobernantes, guerreros o sacerdotes del
imperio.
En la sociedad inca, los descendientes de un mismo
antepasado integraban un ayllu. Cada ayllu tenia un nombre
propio y muchas de estas unidades, formaban una comunidad. El
"ayllu real" era el de los nobles.
El jefe supremo o autoridad
máxima era el Inca, el "inca único", considerado
como un dios vivo: el "hijo del Sol".
Para gobernar y administrar el inmenso territorio que
abarcaba el imperio inca, llamado Tawantinsuyu, se lo
dividió en cuatro regiones o "suyus". En cada una de
ellas, la autoridad era un apo, o jefe, también miembro de
la nobleza inca.
Cada región, además, se dividía en
provincias o "huamanis", bajo la autoridad de gobernadores
o "tutricuts", nombrados por el Inca.
En la sociedad inca, la obediencia al jefe supremo era
un valor
fundamental; de allí que existieran normas para que
la desobediencia fuera severamente castigada. Los castigos eran
la censura pública, el exilio, la pérdida de
funciones, la
tortura y la muerte. Los
incas distinguían los delitos
cometidos por los grupos privilegiados de los cometidos por el
resto de la población. Los primeros eran castigados con el
ridículo público y la pérdida de funciones,
y los segundos, con el exilio y la tortura.
El ejército se hallaba siempre preparado
para actuar. Toda la frontera,
especialmente la que lindaba con la selva, estaba fuertemente
custodiada por guarniciones militares y fortalezas.
Como se ha señalado, no todos los pueblos
enfrentaron a los incas. Algunos prefirieron proponer alianzas en
las que juraban fidelidad a las autoridades del imperio. Los
incas aceptaban el acuerdo y ofrecían a los jefes aliados
importantes regalos, por ejemplo joyas, ropa lujosa, maíz y
otros objetos de valor, como una forma de mostrarles lo
conveniente que resultaba mantener una buena relación con
ellos.
Los incas casi siempre mantenían en sus puestos a
los jefes o "curacas" de los pueblos aliados o vencidos,
ya que nadie conocía ni podía manejar a su gente
mejor que ellos. No obstante, estos jefes se hallaban bajo las
órdenes del gobernador nombrado por el Inca. Una vez al
año, todos los curacas principales debían viajar
hacia Cuzco para renovar su juramento de fidelidad al
Inca.
Cuando los pueblos se resistían a subordinarse,
los incas enviaban sus ejércitos y los sometían
haciendo uso de la fuerza. En
estos casos, dejaban instaladas guarniciones militares en los
territorios conquistados, las que sofocaban todo intento de
rebelión y castigaban violentamente a los rebeldes. Las
represalias eran muy duras, ya que alzarse contra el Inca era un
delito
gravísimo; los cabecillas eran torturados y luego
ahorcados o decapitados. Sus cuerpos quedaban colgados a la vista
de todos, como advertencia.
Principales
Actividades Económicas
En la sociedad inca, la tierra pertenecía
a toda la comunidad y se distribuía entre los ayllus, para
su explotación. El Inca otorgaba a cada ayllu el derecho
de usar en su beneficio una parte de la tierra. Cada
año, los curacas la repartían entre las diferentes
familias, en parcelas cuyo tamaño dependía de la
cantidad de miembros, asegurando una alimentación
suficiente para todos.
Las tierras reservadas para los nobles también
debían ser trabajadas por el resto de la población,
pero, en este caso, tenían la obligación de
entregar la cosecha a los funcionarios del imperio, quienes la
almacenaban en graneros o colcas. Con esos granos se
alimentaba a los nobles y a sus servidores.
Además, si en una región había
sequía, plagas de insectos u otros problemas, y
se perdía una cosecha, al año siguiente las
autoridades repartían parte de esas semillas a los ayllus
para que pudieran realizar una nueva siembra.
Aunque la agricultura
era la actividad más importante, existían
también trabajos especializados, como la
fabricación de ollas de barro, objetos de metal, joyas o
tejidos.
El sistema de
trabajo
Formar parte del Tawantinsuyu, y no ser del grupo noble,
implicaba la obligación de pagar tributos, que
no eran en especie (es decir, en productos)
sino en trabajo.
La obligación de trabajar para los nobles
podía ser periódica o permanente. Las tareas que se
realizaban por turnos se llamaban mitas. La mita
tenía una duración variable (el tiempo que
duraba la cosecha o la construcción de un puente, palacio,
fortaleza, carretera empedrada o canales de riego) y la
cumplían los hombres casados mayores de 18 años y
menores de 50. Estas obligaciones
laborales eran controladas por los curacas. Cuando los
trabajadores que cumplían con la mita ("los mitayos")
terminaban su turno, volvían a sus casas y se dedicaban a
sus propias actividades, hasta que les tocara el siguiente turno.
Por su parte, el servicio
militar era cumplido por hombres de todos los pueblos del
imperio, que enviaban, por turno, una cantidad de soldados para
las guerras de
conquista o para la defensa de las fronteras.
En las tierras de los nobles y en sus palacios
trabajaban familias traídas por el Inca desde distintos
lugares del imperio. A diferencia de los mitayos, se quedaban
para siempre en las tierras del Inca y se los llamaba yanas o
yanaconas.
"Fuera de los incas no existía nada, porque nada
debía existir". Así se presentaban los incas, en
aquellos tiempos, según sus propios "historiadores" a los
pueblos conquistados. Nada se decía de las culturas
anteriores a ellos, como tampoco sobre la historia de los pueblos
sometidos.
Los dioses principales de los incas eran el Sol y su
hermana, la Luna. Al dios Sol dedicaron grandes ceremonias,
porque de él dependía el calor, la vida
de los hombres y el desarrollo de
todas las cosas vivas. Según señalan sus relatos,
el Sol, en figura de un hombre muy
resplandeciente, llamó a Manco Cápac, el mayor de
los incas, y le dijo: "Tu y tus descendientes serán
señores y deberán sujetar muchos otros pueblos, me
tendrán por su padre y se enorgullecerán de ser mis
hijos".
Los incas respetaron a los dioses de los pueblos
sometidos y a sus lugares sagrados, o huacas, pero impusieron a
los suyos como dioses principales.
Para conseguir que el dios Sol y los demás dioses
fueran generosos con ellos y los protegieran, realizaban ofrendas de
diferentes tipos. Al Sol, por ejemplo, se le ofrecía
maíz, hojas de coca, caracoles, ropa fina (que se quemaba
en su honor) y el sacrificio de llamas.
El culto a los antepasados era un aspecto central de la
religión
inca. Al morir, los Incas nobles eran momificados y pasaban a ser
figuras sagradas llamadas malquis.
Más datos sobre los
incas
Fue el inca un pueblo de agricultores
avanzados: para cada zona desarrollaron una estrategia que
permitía obtener el máximo provecho. Utilizaron
andenes o terrazas de cultivo para aprovechar las laderas de los
cerros, camellones o waru waru en zonas altas inundables,
irrigaciones, etc. Es destacable la existencia de un arado de pie
conocido como chaquitaclla. Los cultivos más
importantes fueron la papa (patata) y el maíz,
además del ají, la chirimoya, la papaya, el
tomate y el
frijol. Las llamas fueron los animales
básicos de transporte;
también se domesticaron las vicuñas y alpacas por
su fina lana. Otros animales domesticados fueron guanacos,
perros,
cobayas y ocas. Las principales manufacturas incas fueron la
cerámica, los tejidos, los ornamentos
metálicos y las armas con bellas
ornamentaciones. A pesar de no contar con caballos, ni
vehículos de ruedas, ni un sistema de escritura, las
autoridades de Cuzco lograron mantenerse en estrecho contacto con
todas las partes del Imperio. Una compleja red de caminos empedrados
que conectaban las diversas zonas de las regiones,
permitía esta comunicación; mensajeros entrenados
—los chasquis—actuando en relevos,
corrían 402 Km al día a lo largo de esos
caminos.
Los registros de
tropas, suministros, datos de población e inventarios
generales se llevaban a cabo mediante los
quipus, juegos de
cintas de diferentes colores anudados
según un sistema codificado, que les permitía
llevar la contabilidad.
Botes construidos con madera de
balsa constituían un modo de transporte veloz a
través de ríos y arroyos.
Agricultura
La agricultura fue la base de sus instituciones
políticas y fundaba principios
verdaderamente científicos que les permitieron la alianza
de la pequeña propiedad y
el estado
productor. El territorio estaba dividido en tres partes: una para
el sol, otra para el Inca o soberano y la tercera para el pueblo;
las dos primeras se trabajaban colectivamente y sus productos se
dedicaban al sostenimiento del culto y de los sacerdotes, los
gastos del
imperio y de su soberano; la tercera era para el ayllu y
se dividía en parcelas proporcionadas al número de
miembros de cada familia; a cada
matrimonio se
le daba la cantidad de tierra que se creía suficiente para
su mantenimiento, por cada hijo varón se aumentaba un
tanto y mitad por cada hija mujer; las
tierras de los ancianos, las viudas, los enfermos y los soldados
en servicio eran cultivadas también colectivamente. El
Inca mismo daba el ejemplo del trabajo en un día especial
y rompía la tierra con una especie de arado de oro.
Caza y Pesca
Sus armas eran la honda, la macana y la boleadora. La
cacería de la vicuña estaba reglamentada; la
vicuña es un poco más pequeña y su
vellón más corto que la llama. No era permitido
cazarla sino una vez al año y en el mismo sitio. Armados
con palos y lanzas formaban miles de cazadores un círculo
inmenso que iba estrechando hasta recoger a todos los animales en
una llanura; allí mataban a los machos, les sacaban las
pieles y la carne era cortada en tajadas muy delgadas. Las
vicuñas eran esquiladas y la lana era depositada en los
almacenes
reales, de donde las más finas se destinaban para los
vestidos del Inca y la otra se repartía al
pueblo.
Domesticación de animales:
Los incas criaban llamas, alpacas, conejillos de indias,
perros y patos.
Industrias: La
textilería, la metalúrgica y la alfarería
fueron las principales artes industriales de los
incas.
Metales: Todas las minas
pertenecían al emperador, y el metal que de ellas
procedía se guardaba con mucho celo. El oro y la plata se
enviaban directamente al Cuzco, y si alguien era sorprendido
dejando la ciudad con estos metales, era
severamente castigado.
Comercio: Los incas no
formaban un pueblo mercantil, ni sabían lo que era
el dinero.
Para los cambios de productos con los países vecinos se
celebraban ferias en los confines del imperio.
Escritura y literatura
Los incas no tuvieron escritura propiamente dicha. Su
manera de escribir era el quipu, conjunto de
cuerdas, unas largas principales, de las cuales colgaban otras
más pequeñas. El sistema consistía en una
especie de soga pequeña de la que colgaban varios hilos.
En esos hilos se hacían nudos de distintos tamaños
y colores, que, según estuvieran más juntos o
más separados, tenían significados diferentes. No
todo el mundo sabía descifrar el quipu: los quipucamayoc
eran los especialistas encargados de hacerlos, leerlos y
guardarlos. Los hijos de los nobles aprendían en la
escuela la lectura de
quipus. Por medio de los quipus se podía saber, por
ejemplo, que asuntos importantes habían pasado durante el
gobierno de un
antiguo Inca, cuanta gente vivía en un pueblo, cuanto
maíz o unidades de otros alimentos
había en los depósitos.
En las provincias había cronistas encargados de
consignar hechos importantes, que se transmitían por
relación oral con la ayuda de los quipus para
ordenación de los sucesos. De todos modos estaba muy lejos
de poseer la escritura jeroglífica y pictórica de
los aztecas.
También tenían
haravecs, poetas y "inventores", que
componían canciones para las fiestas reales, especialmente
para ser cantadas en las comidas.
Calendario
El calendario incaico se basaba en los cambios de las
estaciones y en los movimientos de las estrellas.
El emperador Pachacuti hizo construir unas torres en las
colinas que rodeaban el Cuzco para que la gente, observando la
altura del sol entre las torres, supiera cual era el tiempo
correcto para sembrar su cultivo.
Para los campesinos el año comenzaba con la
siembra, pero según el calendario oficial, el año
se iniciaba el 21 de Diciembre, día en que se celebraba
uno de los grandes festivales dedicados al Sol.
Caminos
Las rutas eran largas y rectas; por lo común
estaban pavimentadas o bien empedradas. Estas redes llegaban hasta los
límites
del imperio. En los desiertos, el camino se marcaba solo con
postes. En las regiones altas, los caminos subían y
bajaban constantemente por las laderas de las montañas, en
algunos tramos demasiado empinados, se construían
escalones para ser el paso más fácil. En los valles
se levantaban muros bordeando las rutas y se acostumbraban a
decorarlos con pinturas.
Conocimientos
Científicos
El nivel intelectual de los Incas fue inferior al de
los Mayas y
Aztecas. Los especialistas o sabios alcanzaron algunos
conocimientos notables de matemáticas y astronomía.
En matemáticas poseían un sistema de pesos
y balanzas de plata, medidas de longitud de superficies y de
volumen
arregladas con la mayor exactitud, de las cuales se han
descubierto algunos ejemplares en los sepulcros.
Organización
Política
Los incas crearon un extenso imperio unificado política y
culturalmente. El régimen era totalitario pues el estado
intervenía en todo, aun en asuntos personales como el
matrimonio.
Las expresiones
artísticas
Entre las expresiones artísticas
más impresionantes de la civilización inca se
hallan los templos, los palacios, las obras públicas y las
fortalezas estratégicamente emplazadas, como Machu
Picchu. Enormes edificios de mampostería encajada
cuidadosamente sin argamasa, como el Templo del Sol en Cuzco,
fueron edificados con un mínimo de equipamiento de
ingeniería. Otros logros destacables
incluyen la construcción de puentes colgantes a base de
sogas (algunos de casi cien metros de longitud), de canales para
regadío y de acueductos. El bronce se usó
ampliamente para herramientas y
ornamentos.
La religión
La religión tuvo un carácter de gran formalidad. El dios
supremo de los incas era Viracocha, creador y señor de
todas las cosas vivientes. Otras grandes deidades fueron los
dioses de la creación y de la vida, Pachacamac, del Sol,
Inti (padre de los incas), y las diosas de la Luna, Mamaquilla,
de la Tierra, Pachamama, y del rayo y la lluvia, Ilapa. Las
ceremonias y rituales incas eran numerosos y frecuentemente
complejos, estaban básicamente relacionados con cuestiones
agrícolas y de salud, en particular con el
cultivo y la recolección de la cosecha y con la
curación de diversas enfermedades. En las
ceremonias más importantes se sacrificaban animales vivos
y raramente se exigía la realización de sacrificios
humanos como ofrenda a los dioses. Los incas produjeron un rico
corpus de folclore y música, del cual
sólo perviven algunos fragmentos.
La vida del emperador
Cuando un nuevo emperador comenzaba su reinado,
se celebraba una gran ceremonia pública en la cual el
monarca se colocaba una vincha que señalaba su nuevo
rango. Esta vincha tenía unos 10 cm de ancho y estaba
adornada con canutillos de oro y borlas rojas; además se
le agregaban dos plumas de algún pájaro
exótico.
Las vestimentas y adornos del emperador seguían
la misma línea de los que usaba el resto de la
población, pero la diferencia consistía en que eran
más ricas y refinadas, las ropas las confeccionaban
exclusivamente para él las "mujeres escogidas". Los
adornos de oro que usaba el monarca en las orejas eran más
grandes y de mejor calidad que los
que llevaban otros nobles.
El monarca visitaba todos los puntos del imperio tan
frecuentemente como podía. Se construían unas casas
especiales a lo largo del camino por donde él
debería pasar, de modo que tuviera lugares cómodos
para hospedarse. Al igual que su pueblo, el monarca dormía
en el suelo, pero sobre
un acolchado de algodón
y cubierto con mantas de excelente calidad.
Cuando moría el emperador, alguna de sus esposas
y sirvientes se ofrecían para seguir a su señor al
otro mundo. Entonces se celebraba una fiesta, se bebía en
abundancia y luego se los estrangulaba. El cuerpo del emperador
recibía un tratamiento especial para su
preservación, y después era envuelto cuidadosamente
en finas telas. La "momia" era cuidada y servida del mismo modo y
con el mismo respeto que si se
tratara de una persona
viva.
Una vez por año, en el Gran Festival del
Sol, se realizaba una procesión en la cual se
acarreaban las momias de todos lo emperadores.
La vida del Puric
La vestimenta de los incas era muy sencilla: las
mujeres usaban un vestido largo, atado a la cintura por una faja,
un manto que se echaba sobre los hombros y sandalias u ojotas.
Los hombres vestían un taparrabo, una túnica sin
mangas llamada uncu, y un manto y sandalias similares a las de
las mujeres.
Los niños
incas eran educados según el papel que habrían de
jugar en la sociedad cuando fuesen adultos. A los varones, al
cumplir los 14 años se les ponía por primera vez el
taparrabo. Esta ceremonia era muy especial entre los nobles pues
ese día se organizaba una peregrinación al valle de
Cuzco, los sacerdotes sacrificaban llamas y embadurnaban la cara
del homenajeado con sangre del mismo
animal. Luego se vestía al muchacho como un guerrero y se
le hacia jurar fidelidad al Inca. A partir de ese momento su
educación se orientaba según el puesto que le
estaba otorgado: como administrativo, como sacerdote o como
guerrero.
Por su parte, la entrada a la pubertad de
las niñas era acompañada de una ceremonia llamada
el "peinado de cabello", en la cual también
recibían un nombre permanente.
Las mujeres casi siempre dependían de los
hombres, salvo cuando, como viudas, encabezaban una familia. Una
peculiar institución al respecto era la de las acllas o
mujeres escogidas. Agentes imperiales las seleccionaban en todas
las clases de sociales, desde muy niñas, por su mayor
vivacidad o belleza; incluso miembros de la aristocracia entraban
en este número. La idea era que iban a ser dedicadas a los
dioses, y de hecho se las recluía en grandes edificios. En
el "convento" aprendían a hilar y tejer, y también
a cocinar con delicadeza. Dentro de esos edificios había
categorías, y por cierto las mujeres de origen noble
recibían mejor trato que las otras. Podía llegar a
haber mil o dos mil reclusas en este tipo de instituciones,
especialmente la de Cuzco, que estaba sobre la plaza principal y
tenia un gran prestigio.
El inca usaba las acllahuasis como reserva de mujeres
para ofrecer en matrimonio a curacas locales, y a veces hasta
enemigos con quien transar una paz. La mayor parte de las
reclusas, después de varios años, terminaban sus
días de esta manera. Otras, quedaban en el monasterio como
mamaconas, fieles a su virginidad y dedicadas a instruir a las
mas jóvenes. Cuando se derrumbó el imperio muchas
se fugaron.
En un ligero pero muy bien dotado adjetivo,
podríamos decir que la religión incaica fue en un
principio "sencilla". Sólo adoraban a Viracocha que ellos
denominaban "dios creador" y unos pocos mas como: Inti, Mama
Quilla, Pacha Mama, Pachacamac, etc. que ahora
veremos.
A estos dioses los incas rendían cultos y
sacrificios, al igual que en otras mitologías, algunos
dioses se repetían o eran llamados igual en distintas
provincias del pueblo inca. Más tarde todos estos dioses
se unificaron y formaron el que se denomina verdadero
panteón inca de divinidades.
Viracocha también llamado Illa Viracocha
Pachayachachi, era considerado como "el esplendor originario" o
"El Señor, Maestro del Mundo", en realidad fue la primera
divinidad de los antiguos Tiahuanacos, que provenían de
Titicaca, y al igual que su homónimo el dios Quetzalcoatl,
surgió de las aguas, creó el cielo y la tierra y la
primera generación de gigantes que vivían en la
oscuridad. El culto al dios creador suponía un concepto de lo
abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado sólo a
la nobleza. Viracocha, al igual que otros dioses, tenía un
compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de
pájaro mago, gran sabedor de maravillosas cosas e incluso
de los acontecimientos futuros.
Estaban también el dios Inti (El Sol) llamado el
"Siervo de Viracocha", el cual ejercía la soberanía actual en el plano divino.
Existía también dentro del mismo plano el Emperador
llamado "Hijo de Inti" o "Hijo del Sol" que reinaba sobre los
hombres. Inti era la divinidad popular más importante, y
se adoraba en múltiples santuarios. A él se le
rendían ofrendas de oro, plata y ganado, así como
las llamadas "Vírgenes del Sol".
La hermana de Inti era Mama Quilla (Madre Luna) y madre
del firmamento, de ella se tenía una estatua en el Templo
del Sol, en el que una Orden de Sacerdotisas le rendía
culto. Extendiéndose dicha orden a lo largo de toda la
costa.
También estaba Pacha Mama (La Madre Tierra) la
cual tenía un culto generosamente extendido a lo largo de
todo el Imperio, ya que era la encargada de propiciar la
fertilidad en los campos.
Por último estaban también Pachacamac que
en realidad era una reedición de Viracocha, el cual era
venerado en la Costa Central. Mama Sara (Madre Maíz) y
Mama Cocha (Madre del Mar) fueron también ampliamente
veneradas.
Los Incas creían que si el espacio horizontal
estaba dividido en dos partes, y cada una de ellas subdividida en
otras dos, el mundo aparecía compuesto por tres planos:
Hana Pacha (el mundo de arriba), Kay Pacha (el mundo de
aquí) y Ucu Pacho o Urin Pacha (el mundo de abajo). La
palabra Pacha significaba a la vez "tiempo" y
"espacio".
Surgieron con el tiempo unos mitos. Estos
procedentes de Cuzco decían que el dios Viracocha
había dividido al mundo en cuatro partes: Chinchaysuyu (al
oeste), Collasuyu (al este), Antisuyu (al norte) y Cuntisuyu (al
sur). Después ordenó salir a los hombres de las
cuevas, de las fuentes, del subsuelo, y el siguiendo el camino
del Sol, se perdía en el océano y quedaba
después en el cielo.
A todo esto los mitos nos hablan de una dualidad cielo –
tierra, y su forma de comunicación e interacción eran el rayo, el arco iris y la
serpiente. Los sacerdotes eran los encargados de los rituales
para comunicar a los dioses con los humanos. Y el Inca era un
punto de comunicación entre los planos del mundo, ya que
él era Hijo del Sol.
La conquista del
Imperio Incaico
En 1523 habían llegado a Panamá las
primeras noticias sobre
la existencia de un Estado rico y poderoso en el sur: el Imperio
Inca. Para conquistarlo los españoles organizaron una
expedición de 180 hombres, al mando de Francisco
Pizarro.
Al llegar al territorio inca, Pizarro supo que, tras la
muerte del
emperador, sus dos hijos habían iniciado una guerra para
resolver quien sería su sucesor. Al poco tiempo de que los
españoles se instalaran en la costa del imperio, uno de
los dos hermanos, Atahualpa, logró imponerse.
Pizarro trazó un plan semejante al
de Cortés y emprendió con sus hombres un viaje por
los valles andinos con el objetivo de
apresar al Inca, que estaba en la ciudad de Cajamarca, al norte
de Perú. Lo logró en 1532.
Para liberar a Atahualpa, los españoles exigieron
a los incas la entrega de una inmensa cantidad de oro y la
promesa del Inca de convertirse al catolicismo. Atahualpa
aceptó las condiciones y cumplió con lo pactado. No
obstante, Pizarro decidió "juzgarlo" y condenarlo a
muerte.
Luego de la ejecución de Atahualpa y para
afianzar su autoridad, los españoles nombraron un nuevo
Inca, Manco Cápac, y en 1535 se instalaron en la ciudad de
Cuzco, centro del imperio. Como esta se hallaba en la sierra,
decidieron fundar sobre la costa la ciudad de Lima, hoy capital
del Perú.
A pesar de su triunfo, los conquistadores no pudieron
impedir que continuaran algunos focos de resistencia
indígena. Manco Cápac logro huir con su gente y
resguardarse en la sierra, desde donde resistieron por más
de cuarenta años la conquista española, logrando
reconstruir su mundo en algunas ciudades.
Dominando el río Urubamba, al noreste de Cuzco,
se eleva la montaña de Machu Picchu que ha dado
nombre a uno de los restos arqueológicos más
sorprendentes e importantes que se han descubierto en América
Latina. En un estrecho cerro entre los picos de Machu Picchu
y Huayna Picchu se erige el más sobrecogedor y
enigmático de todos los templos Incas. Tendríamos
que remontarnos al siglo XV para saber cuando fue construida la
ciudad y el templo. Todo es inexacto, ya que existen varias
opiniones. Las ruinas de la ciudad de Machu Picchu son un notable
ejemplo de la arquitectura
incaica, además de ser el secreto mejor guardado de los
Incas, ya que los antiguos peruanos no dejaron huellas o rastros
de ella y no se le menciona en textos españoles de la
época. Las ruinas de los templos y las viviendas de la
ciudad muestran un extenso sistema de acueductos y fuentes. Poco
se conoce de los habitantes de Machu Picchu, de los que se piensa
que pudieron perecer debido a una epidemia o al quedar aislados
mientras buscaban refugio durante los conflictos
previos a la caída del imperio inca.
Desde los tiempos de la conquista española,
numerosos y variados exploradores y aventureros se lanzaron con
entusiasmo a la búsqueda de ciudades
perdidas en el interior de las selvas de Perú,
aguzados y estimulados por varios mitos. El lugar es
prácticamente intransitable, se avanza corriendo el
peligro de incluso perderse.
Posteriormente con el tiempo, se han ido descubriendo varias
ciudades perdidas en la jungla. El profesor y
arqueólogo estadounidense Hiram Bingham tuvo la
fortuna y el honor de revelar al mundo en 1911 este tesoro de la
civilización inca.
El hecho de que los colonizadores españoles no
hubieran dado con este espectacular monumento en tres siglos de
permanencia en el Perú y de que permaneciera oculto
a los propios peruanos durante casi cien años de independencia,
a pesar de su accesibilidad – a 2.700 metros de altura -, de que
aún hoy no se haya podido precisar cual fue la finalidad
de su levantamiento, unido a las enormes dificultades con que
debieron enfrentarse los quechuas para el transporte de los
grandes bloques que se emplearon en su construcción,
determina que el Machu Picchu haya adquirido un misterio que lo
hace más interesante y atrayente a los ojos de los todos
los turistas.
Los restos de la ciudad cubren unos 13 km2 de terrazas
construidas en torno a una plaza
central y conectadas entre sí mediante numerosas
escaleras. La mayoría de los edificios, se calcula un
total de más de 150 viviendas, son casas de una sola
habitación (en la actualidad sin su correspondiente
techo), dispuestas en torno a patios interiores. Algunas de las
estructuras
más grandes fueron utilizadas para ceremonias religiosas.
Está construida integramente con bloques de piedra
encastrados, sin ningun tipo de argamasa o cemento. Dos
de los edificios más destacados son la Casa de la
Ñusta, que pudo ser una zona de baños y de la que
se conservan varias puertas trapezoidales con enormes dinteles;
por otro lado, es famoso el Intihuatana, u observatorio
astronómico que se levantó en uno de los lugares
más estratégicos, desde donde los incas pudieron
estudiar los movimientos del Sol. Todas esas estructuras se
caracterizan por una gran habilidad constructiva y una hermosa
artesanía.
Varias son las teorías
que hay para intentar dar una explicación coherente a las
preguntas que plantea el Machu Picchu, entre las que no faltan
respuestas de desbordada imaginación, probablemente a
causa del impresionante paisaje – de densa vegetación y escarpados cañones – y
de la propia estructura de
esta magna construcción inca, así como por la
incapacidad de la moderna ciencia para
desvelar sus misterios.
Algunos apuntan que su construcción se debió a la
necesidad de contar con una fortaleza oculta que les permitiera
enfrentarse con los españoles; en este sentido se afirma
que se lo utilizó como acuartelamiento. Otros lo han
calificado como una ciudad de vestales a causa de los restos que
se han hallado, casi exclusivamente de mujeres. Lo cierto es que
sus templos, nichos, viviendas, su observatorio solar y todo el
complejo de Machu Picchu, con sus grandes escalinatas y extensas
explanadas, siguen desafiando al tiempo desde su majestuoso
emplazamiento y constituyen una palpable realidad.
Las Llactas según los arqueólogos e
historiadores, son la mejor prueba del espíritu imperial
de los Incas y su afán de dominar permanentemente las
naciones que conquistaban. Fueron construidas siguiendo un
planificado y estructurado orden regido por la necesidad de
controlar y retener sus conquistas. Prácticamente, las
llactas fueron ciudades burocráticas en las que
residían los administradores incas y todos los
funcionarios necesarios, junto con sirvientes y artesanos. Picchu
(el nombre original de Machu Picchu) fue una de estas llactas,
pero guardó para sí un papel especial. Es la
única alejada del Capac Ñan y fue construido en un
lugar recóndito e inexploreble del valle de Tampu, en
tierras de la panaca de Pachacutec (el fundador del
Tawantinsuyu). Fue la más bella del imperio porque fue
construida para ser el refugio y morada de lo más selecto
de la aristocracia en caso de un sorpresivo ataque. Los caminos
que conducían a Machu Picchu eran prohibidos para los
campesinos y lugareños, pues su ubicación era un
secreto militar. Los profundos barrancos y agrestes
montañas eran la mejor defensa natural.
Los arqueólogos y estudiosos, a lo largo de estos
años, han dividido a Machu Picchu en 3 grandes sectores:
Barrio Sagrado, incluye el Intiwatana, el Templo del Sol y la
Habitación de las Tres Ventanas; Barrio de los Sacerdotes
y la Nobleza (zona residencial) y Barrio Popular, en la parte sur
de la ciudad, donde se encuentran las viviendas de la
población común.
La totalidad de las edificaciones siguen el
clásico estilo arquitectónico inca: construcciones
con muros de sillares pulidos de forma regular, junturas
perfectas entre los bloques de piedra y una ligera
inclinación, haciendo que la base sobresalga ligeramente
con respecto a su remate. Se usaron hornacinas y esculpidos como
ornamentos arquitectónicos. Esta ciudad puede ser
conocida, también, como la ciudad de las escalinatas, los
andenes y las fuentes de agua. De las primeras, se pueden contar
más de un centenar, algunas de las cuales con cien
peldaños o más. En algunos casos la escalinata de
ocho o diez peldaños ha sido esculpida íntegramente
en un solo bloque de roca de granito.
En todo el área de Machu Picchu abundan los
estanques y fuentes de agua llamadas "pacchas", labradas en
piedra e interconectadas por canales y desagües perforados
en la roca. Son de una belleza incuestionable y nos hacen vagar
la imaginación hasta aquella remota
época.
El lugar tiene algunas cosas que hacen pensar mucho al
visitante, ya que modernos arqueoastronómos han estudiado
la orientación de algunas ventanas en los recintos mas
elevados de Machu Picchu, en relación a importantes
estrellas del firmamento andino. Así de esta manera, las
famosas "Cruz del Sur", "Venus" y otras constelaciones como "La
Llama" y "El Zorro" podían ser seguidas y estudiadas por
los llamados "sacerdotes astrónomos" incas. Todas estas
circunstancias nos hacen pensar que este lugar cumplía dos
funciones muy importantes, una "científica" y otra
"ritual".
En las fiestas contemporáneas se manifiesta
la memoria
colectiva de un trauma que cumplió medio milenio. En
Perú y Bolivia, los
campesinos se reúnen para representar la " Tragedia de la
muerte de Atahualpa".
El orden colonial español,
como todo orden colonial, se basó en considerar que la
sociedad conquistadora tenía el derecho de someter a otros
pueblos con culturas diferentes a la suya, porque los
conquistadores se veían a si mismos como seres humanos
superiores. "Indio" implicó desde su origen una
definición insultante, con la que se intentaba mostrar una
supuesta inferioridad natural, que destinaba a los
aborígenes a ocupar una posición subordinada dentro
de la sociedad.
No es sólo a través de estas fiestas que
los pueblos nativos expresan sus formas de interpretar la
conquista y su significación en el presente. Muchos de
ellos, en todo el mundo, se han agrupado en organizaciones
para manifestar que el sometimiento originado por la conquista y
colonización sigue vigente en su realidad
actual.
El problema de las relaciones entre culturas diferentes
tropieza aun hoy en día con una dificultad: aunque todos
parecen estar de acuerdo con la paz, los intercambios
equilibrados y justos, la coexistencia mutua y el diálogo
como forma de resolver los conflictos, seguimos viviendo en la
incomprensión y guerra, los comportamientos racistas
abundan, aún cuando sean muy pocos quienes se confiesan
racistas.
La diversidad existe, es real, pero en la
interacción con "los otros", en el diálogo, puede
comprenderse que, aún cuando seamos diferentes, somos
también iguales por nuestra condición de
humanos.
Los incas eran muy inteligentes. Pienso que trabajaban
muy bien: su arquitectura, el quipu, sus actividades
económicas, la mayoría de las cosas estaban bien
organizadas, bien hechas y bien decididas.
Con respecto al Machu Picchu, es algo que me parece
bastante extraño. En realidad nadie conoce bien y
está seguro de su
historia. No es tan raro que lo hayan descubierto en 1911 porque
es un lugar muy alto, escondido y peligroso, se dice que lo
hicieron para ser el refugio y morada de lo más selecto de
la aristocracia en caso de un sorpresivo ataque, pero
¿cómo lo hicieron?, además no hay nada
asegurado, pero igual me parece muy interesante.
Me gustó mucho trabajar sobre estos temas, a
medida que iba encontrando y leyendo información me iba sorprendiendo, hubo
muchísimas cosas que pensé que sabía, pero
no era así.
- Conocimientos Generales de mis
papás. - Enciclopedia Microsoft
Encarta 2000. © 1993-1999 Microsoft
Corporation - Enciclopedia Temática Escolar, La Nueva
Provincia, Buenos Aires,
1998. - Internet
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Lucía López
Argentina