- Problema
- Objetivos de la
investigación - Justificación
- Limitaciones y
Delimitaciones - Marco
Teórico - Metodología
- Conclusiones y
Recomendaciones - Bibliografía
Estudiar de acuerdo con Marsellach (1999), significa
situarse adecuadamente ante unos contenidos, interpretarlos,
asimilarlos y retenerlos, para después poder
expresarlos ante una situación de examen o utilizarlos en
la vida práctica. Esto lleva a determinar que el estudio
es un factor importante para el éxito
académico, no sólo el acto de estudiar, sino
también el cómo se realiza este acto, ya que
implica poner en juego una
serie de destrezas, habilidades y técnicas
que se obtienen con el ejercicio y que permiten alcanzar el
objetivo
propuesto, es decir, "el estudio" y de un estudio eficaz depende
el éxito que se alcance académicamente en la
adquisición de conocimientos (aprendizaje) y
desde luego, la puesta en práctica de esos
conocimientos.
Muchos de los problemas
respecto al éxito en la escuela, giran
alrededor de buenos hábitos de estudio y expectativas
respecto a las tareas en casa. En este sentido, los padres pueden
desempeñar un papel muy importante proveyendo
estímulos, ambiente y
materiales
necesarios para que el estudio sea una actividad
exitosa.
Cutz (2003) señala que una rutina de estudio
establecida es muy importante, especialmente para niños
pequeños de edad escolar. Si un niño sabe, por
ejemplo, que él necesita hacer la tarea después de
cenar y antes de ver televisión, él podrá
ajustarse y estar listo, a diferencia de si él hace la
tarea cuando quiera. Por otra parte el mismo autor indica que el
concepto de
rutina de estudio significa, tener el concepto de un calendario
de tareas. Esta idea visual tiende a ser efectiva, especialmente
con niños entre 9 y 12 años.
Generalmente se habla del estudio como una acción
realizada por los estudiantes, ya sea a nivel preescolar,
básica, media o universitario, que implica memorizar
grandes bloques de información para así obtener una
calificación aprobatoria y de está manera lograr un
objetivo a corto plazo que puede ser graduarse o aprobar una
materia; pero
en realidad el estudio es todo un proceso que
implica técnicas para realizar este proceso
satisfactoriamente y lograr así la retención de la
mayor cantidad posible de información y, por una parte,
obtener una buena calificación en alguna actividad de
carácter evaluativo, y por otra, aprender a
retener lo estudiado reteniéndolo en la memoria por
un largo período de tiempo.
Se observa con preocupación, que la
mayoría de los estudiantes se dedican a realizar largas
sesiones de estudio justo el día entes de las
evaluaciones, con lo que se logra la retención de la
información por un corto período de tiempo,
teniendo así que realizar sesiones de estudio posteriores,
es decir momentos antes del examen, lo que genera problemas a la
hora de responder la evaluación, ya que no se está
seguro de lo
que se estudió o se confunden definiciones,
acontecimientos, ecuaciones o
fórmulas, debido al poco tiempo que se le dio al cerebro para
fijar la información estudiada, lo que trae como
consecuencia bajas calificaciones, y por ende un bajo rendimiento
académico.
En Venezuela,
parece no dársele mucha importancia a la enseñanza de métodos
correctos de estudio, lo que trae como consecuencia, por ejemplo,
que los alumnos se valgan del tradicional "caletre" que consiste
en la memorización de la información mediante la
lectura de la
misma varias veces, lo que tiende a tornarse monótono y no
logra una buena fijación de lo estudiado en el
cerebro.
En el presente trabajo de
investigación, se describirá la
relación existente entre dichos métodos y
hábitos de estudio y el rendimiento académico de
los alumnos, así como también se describirán
algunas técnicas para lograr una buena fijación de
la información y así aprender de manera más
eficiente los que se desea estudiar.
En los últimos años, en Venezuela, se ha
puesto de manifiesto gran interés
por investigar y comprender los factores que tienden a influir
sobre el comportamiento, el rendimiento y la
satisfacción que experimentan las personas que hacen vida
en las instituciones
educativas. Las características y condiciones de esas
instituciones, así como las interacciones que se ponen de
manifiesto entre los diversos actores del ambiente escolar,
tienen un impacto importante sobre el desempeño, rendimiento y
satisfacción del estudiante (Fermín,
1997).
El planteamiento anterior ha orientado el interés
por conocer las condiciones bajo las cuales los alumnos,
específicamente aquellos inscritos en la Tercera Etapa de
Educación Básica y Media Diversificada, incursionan
en las practicas de estudio; con el objeto de identificar las
diversas formas de organización, planificación y situaciones ambientales,
así como las técnicas y hábitos que
favorecen el éxito académico o determinan en
fracaso escolar y/o el bajo rendimiento
académico.
Uno de los problemas que más preocupa en la educación
venezolana, ya sea pública o privada, y sobre todo a nivel
de la III Etapa de Educación Básica y Media
Diversificada, es el rendimiento de los estudiantes. Ésta
es una inquietud que no es ajena a los directivos, docentes,
alumnos y comunidad
educativa en general, de dichos niveles escolares, en el Centro
Educativo de la Asociación de Profesores de la Universidad
Central de Venezuela (CEAPUCV). De allí la importancia de
hacer un diagnóstico sobre los hábitos de
estudio presentes en los estudiantes del CEAPUCV y relacionarlo
con el rendimiento escolar para determinar si estos factores
tienen alguna influencia sobre el mismo.
La presente investigación se planteó los
siguientes objetivos:
- Realizar un diagnóstico de los hábitos
de estudio presentes en los alumnos del CEAPUCV durante el
año escolar 2003 – 2004. - Realizar un diagnóstico del rendimiento
estudiantil, durante los dos primeros lapsos, de los alumnos
del CEAPUCV durante del año escolar 2003 –
2004 - Establecer la relación existente entre
hábitos de estudio y rendimiento estudiantil en los
alumnos del CEAPUCV durante el año escolar 2003 –
2004
Según Fermín (1997), en los
últimos años se han realizado gran cantidad de
investigaciones en las cuales se ha relacionado el
rendimiento estudiantil con variables
como: nivel de rendimiento en bachillerato, calificaciones en la
prueba de aptitud académica, formación y
preparación del docente, variables académicas y
demográficas, prácticas pedagógicas y
liderazgo
educacional. Sin embargo, a pesar de lo señalado por el
autor, en muy pocas investigaciones se ha relacionado el
rendimiento de los estudiantes con los hábitos de estudio
que éstos poseen.
En ese orden de ideas Sarasa, Cañizares,
Rodríguez y Sosa (2002) establecen que las actitudes
constituyen el elemento más estable de las tendencias
motivacionales y, al mismo tiempo, constituyen la
expresión más integral de la
personalidad. Las mismas están determinadas por la
estimulación conciente que se realiza a cada individuo con
el objeto de satisfacer sus necesidades individuales y sociales;
ellas determinan el sentido subjetivo que se confiere a cada
acción. Estas consideraciones, de carácter general,
tiene plena vigencia en el proceso enseñanza-aprendizaje
en todos los niveles y modalidades del sistema
educativo y guardan una relación significativa con el
rendimiento de los estudiantes.
Al valorar el rendimiento estudiantil de los alumnos con
lo que el sistema educativo
produce, es decir, en la medida que egresan los estudiantes del
último año de cada nivel (básica, media y
diversificada, universitaria), y al establecer comparaciones
entre los recursos
dedicados a la educación y el rendimiento que se
está obteniendo de ella, se observa que no son los
esperados. Esto ha generado un sin fin de discusiones ya que se
espera que el producto
educativo responda en calidad y
cantidad a las necesidades y objetivos para un adecuado desarrollo
económico y social del país. (Sandoval,
1994).
Por los anteriormente expuesto analizar la
relación entre hábitos de estudio y rendimiento
estudiantil tiene especial importancia dentro del contexto del
CEAPUCV y particularmente en aquellos aspectos que según
los estudiantes, estarían afectando su rendimiento
estudiantil ya que esto permitiría tomar decisiones que
conlleven al mejoramiento de los mismos y de esta manera elevar
el rendimiento de los alumnos.
Para la presente investigación se
consideraron solamente los alumnos cursantes de la Tercera Etapa
de Educación Básica del centro educativo de la
Universidad Central de Venezuela (CEAPUCV); esta población estudiantil estuvo conformada por
ciento cincuenta (150) estudiantes de los cuales se extrajo una
muestra de
manera aleatoria de 76 (50,66%) individuos. El objetivo
fundamental fue: Determinar la relación existente entre
los hábitos de estudio de los alumnos y su rendimiento. Se
trabajo con las calificaciones promedio obtenidas por los
estudiantes durante el primero y segundo lapso del año
escolar 2003-2004. En ese sentido los resultados de este estudio
no pueden ser considerados de carácter general para
explicar el comportamiento de los estudiantes en este nivel
educativo, sino aplicables solo a la institución y a la
población seleccionada para realizarlo.
Por otra parte, hay que considerar la
limitación que ofrece el trabajar con encuestas ya
que los resultados dependen de la honestidad y
sinceridad del encuestado al responderla. Es decir, que sus
respuestas estén dirigidas hacia las conductas que
generalmente muestra y no hacia las que debería
mostrar.
En el marco
teórico, se tratan aspectos referentes a la base
teórica y conceptual que sustenta la investigación,
está orientado por una parte hacia desarrollar aspectos
como: el aprendizaje,
el estudio, condiciones para el estudio eficiente, hábitos
de estudio, formación de hábitos de estudio,
ventajas de su establecimiento; y por otra parte:
definición de rendimiento estudiantil y la relación
de algunas investigaciones anteriores que se hayan realizado y
que relacionen las dos variables que son objeto de
estudio.
Investigaciones anteriores relacionadas con
Hábitos de Estudio y Rendimiento
Estudiantil
Una de las razones más frecuentes que se dan para
explicar bajo rendimiento en los estudiantes, en todos los
niveles del sistema educativo, es la falta de hábitos de
estudio, como lo son: el uso adecuado del tiempo, leer y sacar
buen provecho de lo que se lee, cómo tomar notas, hacer un
bosquejo, utilizar adecuadamente el centro de acceso a la
información (biblioteca). Todo
lo que hace, según Santiago (2003), que se pierda mucho
tiempo y a su vez, provoca desaliento y la frustración del
alumno. Es por ello que muchos investigadores han dedicado tiempo
a indagar sobre la relación de estas dos
variables.
Un gran número de investigaciones realizadas, en
Venezuela, han demostrado que el estudiante Venezolano no posee
hábitos de estudio por lo que presenta un bajo nivel de
rendimiento (Tovar, 1993). En ese sentido el autor señala
que en la actualidad los jóvenes se encuentran ante
diferentes situaciones y ambientes que desvían su atención del estudio entre los que cita,
por ejemplo, la radio y
la
televisión, los cuales según su opinión,
son medios que
podrían utilizarse para hacer llegar programas de
corte educativo y culturales. Sin embargo esto no ocurre, los
programas culturales que esos medios presentan al público,
y sobre todo a la juventud,
carecen de interés para ellos, no hay motivación
adecuada, ni el horario seleccionado para su presentación
es el mejor. Por lo general no cuentan con la audiencia de la
juventud, ellos están en otra "onda" prefieren los
programas musicales y/o humorísticos, y por otro lado las
televisoras se preocupan más por el rating por lo que sus
esfuerzos son dirigidos a la presentación que acaparen la
atención del televidente joven.
Por otra parte, quizás el problema más
grave que enfrentan los estudiantes, es que en el país, no
existen programas especiales dentro de los pensas y programas de
estudio que les permitan adquirir hábitos y técnicas de
estudio. Por otro lado, los docentes pocos acostumbran
planificar actividades específicas que ayuden al alumno en
ese sentido.
No resulta fácil adquirir y desarrollar
hábitos de estudio sin una orientación adecuada, el
alumno necesita del maestro o de un orientador para, que a
través de programas específicos, lo ayuden al
respecto.
Las investigaciones desarrolladas en el área han
mostrado que existen relaciones significativas entre
hábitos y actitudes hacia el estudio y el rendimiento
académico del estudiante, Así, Brown y Dubuis
(1964), obtuvieron correlaciones significativas entre los
puntajes en la encuesta de
hábitos y actitudes hacia el estudio y las notas en
estudiantes de ingeniería.
Lara y Barradas (1977), encontraron que los estudiantes
con puntuación alta en una prueba de hábitos de
estudio, obtuvieron éxito en el trabajo
escolar. Los mismos autores encontraron en el estudio realizado
en la
Organización de Bienestar Estudiantil de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), que los estudiantes que
no presentan hábitos y métodos de
estudio, tienen un rendimiento deficiente.
En una investigación que tuvo como finalidad
describir los métodos de estudio más efectivos para
el logro del éxito académico, Barrios (1980),
demostró que los hábitos de estudio eficientes
hacen el aprendizaje más placentero y esto influye
positivamente en el éxito académico del
alumno.
Pérez (1985), demostró con su
investigación que los alumnos de Tecnología
Farmacéutica de la UCV que practicaban hábitos de
estudio adecuados tenían mayor índice
académico que aquellos con hábitos de estudio
inadecuados; por otra parte, en aquellas asignaturas donde los
docentes inducían a los alumnos a aplicar técnicas
de estudio el rendimiento estudiantil era mayor.
Vásquez (1986), realizó una
investigación de carácter exploratorio con el
objeto de describir el comportamiento que exhiben los alumnos en
cuanto a: (a) hábitos de estudio, (b) orientación
en relación a métodos de estudio, (c) descripción de la labor desarrollada por
los profesores guías al respecto. El trabajo se
realizó en el Instituto de Ciclo Básico
Común "Juan Pablo Rojas Paúl" de El Tigre, estado
Anzoátegui, durante el año escolar 1984 –
1985. Los resultados obtenidos, permitieron concluir lo
siguiente:
- Los alumnos poseen dificultades en lo que se refiere
a técnicas y hábitos de estudio, principalmente
en las áreas de: memorización como técnica
para aprender, distribución del tiempo y problemas de
concentración. - El 42,08% de los alumnos recibe orientación en
relación a métodos y técnicas de
estudio. - Los profesores guías no realizan su función
en forma integral, ya que no orientan a los alumnos en cuanto a
técnicas y métodos de estudio para mejorar su
rendimiento.
En una investigación realizada por Araujo (1988),
concluye que la variable hábitos de estudio está
relacionada con el rendimiento académico de los alumnos,
ya que los resultados obtenidos revelaron que un número
muy significativo de alumnos carecen de técnicas y
metodologías apropiadas para mejorar su trabajo escolar,
así como también, presentan limitaciones en cuanto
al nivel de concentración y una inadecuada
distribución del tiempo dedicado al estudio. Esto puede
ser una explicación al problema del rendimiento
estudiantil por ser lo hábitos de estudio un elemento
esencial para el logro eficiente del aprendizaje.
Rondón (1991), demostró que los
hábitos de estudio tienen una importancia significativa en
el mejoramiento del rendimiento estudiantil ya que garantizan un
entrenamiento
en técnicas e instrumentos necesarios para la
adquisición de nuevos aprendizajes, un mayor bagaje de
conocimientos y adaptación a la cambiante vida
moderna.
Por su parte, Tovar (1993), realizó una
investigación que tuvo como propósito estudiar los
efectos de los hábitos de estudio en el rendimiento
académico de los alumnos de la Escuela de Formación
Deportiva "Germán Villalobos Bravo" mediante la
aplicación de un cuestionario
que debía ser respondido en una escala de
frecuencia. La investigación enmarcó el análisis descriptivo e inferencial de los
datos. La
muestra estuvo constituida por 33 de los 90 alumnos
pertenecientes a los quintos años de la escuela en
referencia. Los resultados obtenidos señalan que en
general los alumnos no poseen buenos hábitos de estudio.
También se demostró que no existen diferencias
estadísticamente significativas entre las calificaciones
de los alumnos que poseen buenos hábitos de estudio y las
de los que no los poseen
El Aprendizaje
El aprendizaje se define como un cambio en la
capacidad o disposición humana, relativamente duradero y
además no puede ser explicado por procesos de
maduración. Este cambio es conductual, lo que permite
inferir que sólo se logra a través del aprendizaje
(Bigge y Hunt, 1981).
Puede definirse el aprendizaje como un cambio en la
conducta,
relativamente permanente, que ocurre como resultado de la
experiencia. Al usar la expresión "relativamente
permanente", esta definición elimina la fatiga y los
factores motivacionales como posibles causas del cambio. Al
afirmar que el cambio se debe a la experiencia, también se
excluyen como causas del cambio los factores
madurativos.
Tipos de Aprendizaje
Según la teoría
del aprendizaje de Gagné (citado por Tovar,
1993):
- Aprendizaje de señales: puede ser equivalente al
condicionamiento clásico o de reflejos. - Aprendizaje de estímulo-respuesta:
aproximadamente equivalente al condicionamiento instrumental u
operante. - Encadenamiento motor.
- Asociación verbal (E.R.: en área
verbal). - Discriminaciones múltiples.
- Aprendizaje de conceptos.
- Aprendizaje de principios
- Resolución de problemas.
Leyes del Aprendizaje
Maddox (1980) señala que el aprendizaje se
rige por las siguientes leyes:
- Ley de la preparación: cuando una tendencia a
la acción es activada mediante ajustes, disposiciones y
actitudes preparatorias, el cumplimiento de la tendencia a la
acción resulta satisfactorio, y el incumplimiento,
molesto. Preparación significa entonces, prepararse para
la acción: el organismo se ajusta para disponerse a
actuar, como por ejemplo el animal que se prepara para saltar
sobre la presa. - Ley del ejercicio: las conexiones se fortalecen
mediante la práctica (ley del uso) y
se debilitan u olvidan cuando la práctica se interrumpe
(ley del desuso). La fortaleza de un hábito o
conexión se define entonces a partir de la probabilidad de
su aparición. - Ley del efecto: que una conexión se fortalezca
o se debilite depende de sus consecuencias. Una conexión
se fortalece si va acompañada luego de un estado de
cosas satisfactorio. Si no, se debilita. Lo satisfactorio o no
satisfactorio se mide a partir de la conducta observable, o sea
si el sujeto persiste en buscar ese estado de cosas o no. Las
recompensas fomentan el aprendizaje de conductas recompensadas,
y los castigos o molestias reducen la tendencia a repetir la
conducta que llevó a ellos.
Estas tres leyes primordiales, tienen cinco leyes
subsidiarias, que Throndike (citado por Maddox, 1980)
consideró menos importantes: (a) Respuesta
múltiple: si el organismo no puede ensayar respuestas
distintas, alcanzaría la solución correcta y no
aprendería, (b) Disposición o actitud: el
aprendizaje está guiado por disposiciones duraderas
(cultura) o
momentáneas. Tales disposiciones no solo
determinarán qué hará la persona, sino
también que es lo que le dará satisfacción o
fastidio. Por ejemplo, lo que socialmente es una recompensa, el
sujeto puede entenderla como molestia o castigo, (c)
Predominancia de los elementos: el sujeto que aprende es capaz de
reaccionar selectivamente a elementos predominantes del problema.
Esto hace posible el aprendizaje analítico y por
comprensión, (d) Respuesta por analogía: ante un
estímulo nuevo, el sujeto tiende a responder como
respondía ante un estímulo semejante previo, (e)
Desplazamiento asociativo: si una respuesta puede mantenerse
intacta a través de una serie de cambios en una
situación estimulante, finalmente podrá producirse
ante una situación totalmente nueva.
El Estudio
El estudio es el proceso realizado por un
estudiante mediante el cual trata de incorporar nuevos
conocimientos a su intelecto. Se puede afirmar, entonces, que el
estudio es el proceso que realiza el estudiante para aprender
nuevas cosas (Enciclopedia Encarta 2003).
El estudio no es un área reciente de
interés, durante muchos años, se han venido
examinando y analizando los diversos procesos involucrados en el
estudio, bajo una perspectiva cognoscitiva. Es así como
Thomas y Rohwer (citado por Correa, 1998) distinguieron entre
estudiar y otras formas de aprendizaje, en función de los
propósitos y del contexto, señalando que no es lo
mismo estudiar que aprender. Aprender puede ser el resultado de
un conjunto de procesos que pueden ocurrir en cualquier lugar; se
puede aprender en la calle, viendo televisión, leyendo un libro,
visitando un museo o ejercitándonos en un gimnasio, pero
también se aprende en preescolares, escuelas, liceos,
universidades o en cualquier otra institución educativa.
El aprendizaje que ocurre es estos últimos lugares es
aprendizaje académico y el otro es aprendizaje para la
vida.
En ese mismo orden de ideas Portillo (2003)
señala que el estudio es:
- Un proceso consciente y deliberado. Por lo tanto,
requiere de tiempo y esfuerzo. - Es una actividad individual. Nadie presta las alas
del entendimiento a otro. - Estudiar, involucra concentrarse con un contenido, es
decir, implica entre otras cosas, la adquisición de
conceptos, hechos, principios,
relaciones y procedimientos. - Estudiar depende del contexto, lo cual quiere decir
que la incidencia o la efectividad de una estrategia o
proceso difieren en la medida en que existan variaciones en las
condiciones de las tareas de aprendizaje. Por ejemplo, no se
estudia de la misma manera para un examen parcial que para una
prueba escrita o una presentación oral. - Estudiar es un proceso orientado hacia metas, lo cual
quiere decir que cuando estudiamos, lo hacemos en
función de unos objetivos o metas preestablecidos que
pretendemos alcanzar en un determinado lapso.
Saber estudiar significa saber como pensar, observar,
concentrarse y organizar conductas que le permitan al estudiante
realizar la labor intelectual necesaria para resolver un
problema, reflexionar sobre una pregunta y seleccionar estrategias para
ejecutar una tarea.
El querer estudiar alcanza eficiencia cuando
se convierte en una tendencia estable, es decir, un
hábito. Para ello debe haber un móvil o fuerza motriz
que impulse a emprender y realizar tareas, estos móviles
provienen de fines e intereses internos más que de
factores externos.
Condiciones para el Estudio Eficiente
Al hablar de hábitos de estudio,
Pérez, 1985; Vásquez, 1986;Tovar, 1993; Correa,
1998; Ponce, Alliaga y Collantes, 2003; Santiago, 2003 coinciden
en señalar los siguientes factores que condicionan el
estudio eficiente: (a) la inteligencia,
el esfuerzo y la
motivación. (b) los hábitos de lectura. (c)
planificación del tiempo, que consiste en la
organización de los planes de estudio. (d)
concentración, que consiste en controlar y dirigir la
atención hacia el objeto de estudio. (e) ambiente: buscar
las condiciones más favorables, de tal manera que la
concentración y el estudio no se vean desfavorecidos,
lugar exento de distracciones, buena iluminación ventilación y temperatura
adecuada. (f) toma de apuntes, que constituyen cada vez una
práctica más generalizada y es necesario iniciar a
los alumnos en ella para que sean ellos quienes investiguen,
redacten, analicen, informen y obtengan en definitiva el
máximo provecho posible de datos e información. (g)
memorización, concebida como la acumulación de
conocimientos considerados válidos que, conjugados
mediante conexiones lógicas, al ser evaluados, sean
capaces de ayudar al alumno en el momento de escoger vanas
alternativas de acción . La memorización, no debe
considerarse como un caudal de conocimientos inconexos y sin
sentido, sino por el contrario, la organización de ideas
en unidades con sentido (Maddox, 1980). (h) preparación
para los exámenes: se refiere a las prevenciones y
disposiciones que se deben tomar en cuenta para tener
éxito en los exámenes. En este sentido Maddox
(1980), señala que el mejor modo para prepararse para los
exámenes consiste en desarrollar hábitos de estudio
sistemáticos.
Hábitos de Estudio
El concepto de hábitos de estudio lleva a
su vez dos conceptos implícitos, los cuales son:
hábito y estudio, antes de llegar a definir hábitos
de estudio como tal, es necesario tener claro los dos conceptos
anteriores.
Un hábito, según el Diccionario de
la Real Academia Española (2003) es una actitud o
costumbre adquirida por actos repetidos, es decir, de tanto
llevar a cabo una acción determinada, se vuelve repetitiva
en la persona, es decir, siempre la realiza. Un ejemplo de un
hábito es el de cepillarse los dientes todos los
días.
Para Correa (1998), los hábitos son formas
adquiridas de actuar que se presentan automáticamente. El
individuo que adquiere un hábito actúa sin
necesidad de darse cuenta, de ahí que se ha dicho que no
son otra cosa que un reflejo firmemente establecido. Estos se
adquieren voluntaria o involuntariamente, originándose en
esta doble forma de conocimiento
los cuidados que deben tener los padres y los maestros
proporcionando por una parte, medios para que se adquieran los
hábitos considerados como buenos o útiles y por
otra, evitando que surjan los incorrectos o perjudiciales para el
individuo y la sociedad.
Rondón (1991), define hábitos de estudio
como conductas que manifiesta el estudiante en forma regular ante
el acto de estudiar y que repite constantemente.
Para la presente investigación y relacionando los
conceptos anteriores, se definirá hábitos de
estudio como las distintas acciones
emprendidas por el estudiante para adquirir conocimientos a
través de sus apuntes en clase,
libros de
texto,
guías entregadas por el profesor,
páginas de Internet o cualquier fuente
consultada para este fin y así alcanzar una meta propuesta
por él mismo.
Formación de Hábitos de
Estudio
Para la formación de hábitos es
evidente que el ejercicio es necesario; pero la práctica
no conduce al aprendizaje. Saber si lo que se hace está
bien o mal incita al individuo a modificar su conducta para que
sea más eficiente en sus estudios. En ese sentido Mira y
López (1978) señalan que el docente debe iniciar a
sus estudiantes la práctica dirigida, es decir, el estudio
debe ir bien orientado, o sea, hacerles ver en todo momento los
objetivos que pueden alcanzar con su actividad, y que comprendan
el propósito del estudio ya que este sin
orientación es algo estéril. El estudio no puede
motivar al alumno si éste no sabe por qué y para
qué lo realiza.
Maddox (1980) señala que la motivación exige que cada respuesta sea
reforzada positivamente, de modo que sirva de preparación
para la siguiente, y esta a su vez para otra posterior; con el
fin de que el nivel de expectativas se mantenga durante el tiempo
preciso. De esta manera la fuerza del hábito se vigoriza
como un ejercicio de repetición y
fortalecimiento.
En ese orden de ideas Vásquez (1986),
señala que si un educador se propone crear y mantener
técnicas y hábitos de estudio en sus alumnos solo
cuenta con lo que la escuela posea para reforzar al estudiante
entre lo que se encuentra: materiales de estudio bien
diseñados y organizados y la buena voluntad, el deseo de
enseñar y el afecto del docente.
Santiago (2003) resume unas normas sencillas,
o recomendaciones, que se deben tener en cuenta para mejorar o
desarrollar hábitos de estudio. Entre lo que
señala: (a) establecer un horario de estudio, (b)
distribución y organización adecuada del tiempo,
(c) preparación continua entre lo que destaca: repasar
diariamente las asignaturas, preparar las asignaciones con
regularidad, no dejarlo todo para el final, (d) desarrollar
hábitos eficientes de lectura como: hacer
resúmenes, esquemas, subrayar ideas principales, hacer uso
del diccionario, (e) estudiar en un lugar libre de ruidos, con
buena iluminación y ventilación.
En ese mismo orden de ideas Cutz (2003) coincide en
señalar que muchos de los problemas respecto al
éxito en la escuela, giran en torno al desarrollo de
los buenos hábitos de estudio y expectativas respecto a
las tareas en casa y, afirma que los padres pueden
desempeñar un papel importante proveyendo
estímulos, ambiente y materiales necesarios para que el
estudio sea una actividad exitosa. Algunas de las cosas generales
que los adultos pueden hacer incluyen: (a) establecer una rutina
para las comidas, hora de ir a la cama, estudio y hacer la tarea,
(b) proporcionar libros, materiales y un lugar especial para
estudiar, (c) animar a su niño para que esté
"listo" para estudiar sólo (concentrar su atención
y relajarse), (d) ofrecer estudiar con su niño
periódicamente.
Correa (1998), señala que en la escuela, la
formación de hábitos de estudio presenta
debilidades, ya que muchos docentes poseen pocos conocimientos al
respecto y no cuentan con las herramientas
necesarias, especialmente en la II Etapa de Educación
Básica, los programas no contienen objetivos donde se
trate un aspecto tan importante como lo son lo hábitos de
estudio, de allí que los docentes no cuentan con los
recursos necesarios para ayudar en esta formación, la cual
se considera sumamente importante para el futuro del
individuo.
Ventajas del Establecimiento de Hábitos de
Estudio
De acuerdo con la bibliografía revisada, el
establecimiento de patrones o esquemas de estudio tiene muchas
ventajas como lo son: (a) aumentar la cantidad de material que se
puede aprender en una unidad de tiempo, (b) reducir el
número de repeticiones hasta su asimilación y
consecuentemente reducir el tiempo que podría
dedicársele. Deben por lo tanto, cultivarse en la escuela
como metas que los alumnos han de alcanzar bajo la
orientación segura del profesor (Asociación de
Maestros de Puerto Rico,
1987).
Maddox (1980) afirma que vale la pena aprender unos
métodos de estudio eficaces no solo en vista a proyectos
inmediatos de estudio, sino por que son hábitos que se
adquieren e internalizan y tienen una duración infinita.
En ese sentido, Bigge y Hunt (1981) señalan que las
escuelas deberían tratar de enseñar a los alumnos,
de tal manera que no solo acumulen conocimientos aplicables a las
situaciones de la vida cotidiana, sino también a que
desarrollen una técnica para adquirir independientemente
nuevos conocimientos.
En ese orden de ideas Pardinas (1980) señala que
aprender a estudiar significa conocer el método de
estudio. Todo individuo necesita para afrontar la vida moderna
saber leer y escribir, poseer entrenamientos manuales y sobre
todo requiere hábitos metodológicos de estudio y de
pensamiento,
que lo guíen con mayor seguridad en sus
proyectos de estudio y elevarán su rendimiento
académico.
Rendimiento Estudiantil
A continuación, se señalan algunas
definiciones de diversos autores sobre rendimiento
estudiantil.
El rendimiento estudiantil, según lo expresado en el
Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación
(1999), se define como el progreso alcanzado por los alumnos en
función de los objetivos programáticos previstos,
es decir, según los objetivos que se han planificado, que
tanto y que tan rápido avanza el alumnado dando los
resultados más satisfactorios posibles.
Por su parte Marco (1966), afirma que el rendimiento es la
utilidad o
provecho que el estudiante obtiene de todas las actividades tanto
educativas como informales que el alumno enfrenta durante la
escuela.
González (1982) señala que el rendimiento
estudiantil, además de las calificaciones obtenidas, debe
guardar una relación entre el número de materias
aprobadas y aplazadas y el tiempo que tarda el estudiante en
graduarse.
Por otra parte, Jiménez (1983), establece que el
rendimiento estudiantil es el promedio ponderado de notas
obtenidas por el alumno durante un determinado período
académico.
En ese mismo orden de ideas, Fermín (1997) define
rendimiento estudiantil como el promedio de notas obtenidas por
los estudiantes en cada lapso.
Finalmente, Alfonso (1994) señala que el rendimiento
estudiantil es el resultado de la acción escolar, que
expresa el éxito alcanzado por el estudiante en el
aprovechamiento del 100% de los objetivos contemplados en el
programa de
estudio de las asignaturas impartidas, detectado por la
evaluación integral y condicionado por los diversos
factores escolares y sociales.
Siguiendo esa misma corriente y tomando como punto de partida
las definiciones anteriormente citadas, se definirá
rendimiento estudiantil como los resultados reflejados por los
alumnos en función de los objetivos alcanzados y los
objetivos previstos.
Tipo de Investigación
La investigación estuvo enmarcada dentro de el
esquema de investigación descriptiva tipo encuesta. En ese
orden de ideas, Best (1974) expresa que, "la investigación
descriptiva comprende la descripción, registro,
análisis e interpretación de las condiciones
existentes en el momento. Suele implicar algún tipo de
comparación y puede intentar descubrir relaciones
causa-efecto entre las variables objeto de estudio" (p.31). El
Diccionario de la Real Academia Española (RAE) Microsoft
Encarta (2003), define a la encuesta como un conjunto de
preguntas tipificadas dirigidas a una muestra representativa,
para averiguar estados de opinión o diversas cuestiones de
hecho.
Por otra parte, Van Dalen y Meyer (1991), señalan que
las encuestas constituyen un instrumento de investigación
muy popular, debido a que todos los individuos se consideran
capaces de responder a las preguntas, sin embargo, la tarea de
responder a las preguntas formuladas con el propósito de
obtener los datos precisos que se necesitan para verificar una
hipótesis, no siempre resulta fácil.
A veces, el investigador se sorprende ante los múltiples
significados diferentes que cada uno de los sujetos asigna a las
preguntas que él suponía absolutamente claras.
Diseño de Investigación
El presente estudio se clasifica dentro del esquema de
investigación de campo mediante el
método descriptivo, con la finalidad de determinar a
través de la auto percepción
de los alumnos los hábitos de estudio presentes en ellos y
así establecer una relación con el rendimiento
estudiantil.
De acuerdo al Manual de
Trabajos de Grado de Especialización, Maestría y
Tesis
Doctorales de la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador (UPEL, 1998), la investigación de campo
consiste en el análisis sistemático de procesos de
la realidad con el propósito de describirlos,
interpretarlos, entender su naturaleza y
sus factores constituyentes. El presente estudio se
realizó a partir de datos originales o primarios captados
directamente por el investigador.
Ary y Razaviech (1985), consideran que la investigación
de carácter descriptivo permite precisar la naturaleza de
una situación tal como existe en el momento en que se
realiza el estudio. Adicionalmente, vale precisar que los
estudios correlacionales, permiten establecer relaciones entre
variables, sin necesidad de establecer relaciones causa –
efecto.
Definición de Variables
Según Best (1974), en una investigación
intervienen varios tipos de variables: extrañas,
dependientes, independientes e intervinientes; en el presente
estudio sólo se consideran las tres últimas, las
cuales serán definidas e identificadas a
continuación.
El mismo autor, define una variable independiente como los
hechos o características que manipula el investigador en
su intento por verificar su relación con los hechos
observados. De la misma manera, conceptualiza las variables
intervinientes como aquellas que no pueden ser manipuladas,
controladas o medidas de manera directa y que además
pueden tener un efecto importante sobre el resultado. Estas
variables modificadoras intervienen entre la causa y el efecto;
en ese mismo orden de ideas, la variable dependiente es definida
por Best (1974) como las conductas que aparecen, desaparecen o
cambian, según el investigador introduzca, cambie o
elimine variables independientes, es decir, si las variables
independientes son la causa de un fenómeno, las variables
dependientes son el efecto o la consecuencia del mismo.
En este caso, la variable independiente son los Hábitos
de Estudio y la dependiente el Rendimiento Estudiantil de los
alumnos, ya que se presume que a medida que los Hábitos de
Estudio cambien, también lo podría variar el
Rendimiento Académico de los estudiantes. De la misma
manera, las variables intervinientes serán la
disponibilidad de tiempo, la asignación de tareas, los
sistemas de
evaluación, la edad, el sexo y la
personalidad
de los alumnos.
Población
En el presente estudio la población estuvo
conformada por 150 alumnos inscritos en la III Etapa de
Educación Básica en el CEAPUCV durante el
año escolar 2003-2004, los cuales se encontraban
distribuidos como se muestra en el Cuadro 1.
Cuadro N° 1: Población Estudiantil de III Etapa
de Educación Básica del CEAPUCV durante el
año escolar 2003-2004
Grado y | Población | % |
7mo A | 26 | 17,33 |
7mo B | 26 | 17,33 |
8vo A | 25 | 16,66 |
8vo B | 26 | 17,33 |
9no A | 24 | 16,00 |
9no B | 23 | 15,33 |
Total | 150 | 100 |
Muestra
La muestra en cada uno de los
grados y secciones, se seleccionó de manera aleatoria
simple, es decir, todos los estudiantes tuvieron la misma
posibilidad de ser seleccionados. El tamaño de la muestra
se calculó mediante la relación utilizada para
estos casos (San Román, 1971, p.181 y Gabaldón,
1980, p.51.) y resultó ser de 76 individuos.
Para la distribución de la muestra entre los
grados y secciones objeto e estudio se utilizó el
método de muestreo
estratificado con afijación proporcional, (San
Román, 1971) quedando distribuida como lo muestra el
cuadro 2.
Cuadro N° 2: Distribución de la Muestra
por Grado y Sección
Grado y | Población | Muestra | % |
7mo A | 26 | 13 | 17,10 |
7mo B | 26 | 13 | 1710 |
8vo A | 25 | 13 | 17,10 |
8vo B | 26 | 13 | 17,10 |
9no A | 24 | 12 | 15,78 |
9no B | 23 | 12 | 15,78 |
Total | 150 | 76 | 100 |
Para la selección
de los individuos de cada grado y sección que conformaron
la muestra definitiva, se utilizo el método del sombrero.
Este consistió en recortar los nombres de cada uno de los
alumnos por grado y sección y colocarlos en un sombrero e
ir sacándolos uno a uno hasta completar el total
requerido.
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