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Porque no debemos olvidar de donde viene nuestra herencia: un museo para la historia de la migración en Costa Rica



    1. Resumen
    2. El ir y venir o cuando mi casa tiene
      dos techos: el fenómeno migratorio
    3. Porque no todos estamos cortados
      con la misma tijera: apuntes sobre la diversidad
      cultural
    4. Un museo para reconocerme y
      reconocer al otro: el Museo de la migración y los
      migrantes en Costa Rica
    5. Consideraciones finales: un
      camino que apenas inicia

    Resumen:

    se plantea la necesidad de crear un museo sobre la
    migración y el migrante en Costa Rica,
    explicando la importancia del mismo por tres razones: los
    costarricenses de hoy provenimos de una sepa migrante muy diversa
    que se enraíza desde los tiempos precolombinos, fomentar
    el
    conocimiento y el respeto por la
    diversidad cultural en Costa Rica es un paso importante para la
    convivencia pacífica y la empatía entre los
    grupos, un
    museo de acción
    social, con compromiso hacia la comunidad, que
    empodere sectores tradicionalmente invisibilizados como lo son
    los migrantes, permitiría un auge económico y un
    bienestar social hacia esos grupos, vinculándolos con el
    turismo cultural
    y el concepto de
    museo-empresa.

    Palabra claves: migración, museo,
    diversidad cultural, identidad
    nacional, democratización cultural

    Abstract: to create a museum about the
    migration and the migrante in Costa Rica, being explained their
    importance with three reasons: the today Costa Ricans we come
    from a variety of migrants very diverse that it is taken roots
    from the pre-Columbian times, to foment the knowledge and the
    respect by the cultural diversity in Costa Rica is an important
    step for the pacific coexistence and the empathy between the
    groups, a museum of social action, with commitment towards the
    community, that give social and political power to the migrants,
    would allow to an economic height and a social welfare towards
    those groups, tying them with the cultural tourism and the
    concept of museum-company.

    Key words: migration, museum, cultural
    diversity, national identity, cultural democratization

    "La nacionalidad
    costarricense se conforma

    con el aporte de otras culturas.

    Reconocer, respetar, afirmar y
    enriquecer

    las identidades culturales

    es un principio democrático y un
    derecho universal"

    ¿Quiénes somos?: Costa Rica
    pluricultural y multilingüe
    .

    MEP, MCJD, UNED, 1992

    Siendo una constante en mi labor como investigadora el tema de
    la migración, y tomando en cuenta mi trayectoria en el
    campo museístico, he querido sintetizar ambas experiencias
    en una propuesta de investigación que estoy formulando para mis
    estudios doctorales, la cual versa sobre la necesidad de crear un
    Museo de la Historia de la Migración y del Migrante en
    Costa Rica.

    Por tanto, haré uso de este espacio para esbozar
    brevemente las inquietudes y mis razonamientos del por qué
    tal propuesta la considero importante como aporte
    antropológico a la sociedad
    costarricense y a los grupos migrantes contemporáneos en
    nuestro país.

    El ir y venir o
    cuando mi casa tiene dos techos: el fenómeno
    migratorio

    Basta dar una ojeada a los numerosos estudios,
    artículos y trabajos que sobre el fenómeno de la
    migración a nivel mundial se han realizado, para darse
    cuenta que en primera instancia la migración es tan
    antigua como el ser humano, y que ha sido motivo de estudio por
    mucho tiempo a nivel
    global.

    Por motivos de espacio me circunscribiré a exponer
    algunos datos sobre el
    fenómeno migratorio en Costa Rica.

    En el ámbito histórico y gracias a las investigaciones a
    nivel arqueológico, sabemos que el territorio que
    conocemos hoy como Costa Rica, fue poblado por primera vez hace
    más de 12 mil años por grupos humanos, desde ese
    momento hasta 1502 fecha en que arribaron por primera vez los
    españoles a tierras ticas, hubo un intenso "proceso de
    desarrollo
    local", lo cual también gracias al comercio,
    desastres
    naturales y las relaciones sociales en general, provocaron
    migraciones regionales no sólo con aquellos grupos
    pertenecientes a la Región Histórica
    Chibcha-Chocó (Corrales, 2002), sino con otras más
    alejadas a lo largo del continente.

    La llegada de los españoles a nuestro país,
    significó, como en toda América, un cambio
    sustancial en cuanto a los patrones culturales, económicos
    y migratorios, entre muchos otros aspectos se refiere, la
    historia fue testigo del crisol de culturas que vinieron a
    nuestras tierras: aragoneses, catalanes, castellanos, andaluces y
    extremeños, judíos
    sefarditas, africanos, como los más representativos en el
    siglo XVI.

    Con el correr del tiempo se sumaron a este contingente,
    nacionalidades tan diversas como: china,
    india,
    italiana, alemana, jamaiquina, libanesa, polaca, chilena,
    argentina, judía, nicaragüense, taiwanesa,
    guatemalteca, salvadoreña, colombiana, panameña,
    entre muchos otros grupos.

    Ya sea por voluntad propia, por la búsqueda de un mejor
    futuro, de forma forzada, huyendo de las guerras o
    dictaduras, como refugiados políticos, comerciantes,
    turistas, fugitivos, residentes o migrantes indocumentados, la
    realidad es una, Costa Rica tiene el aspecto actual de
    multiculturalidad y es plurilingüe gracias a los flujos
    constantes migratorios en su historia.

    Según la Dirección Nacional de Migración y
    Extranjería: "Costa Rica es
    reconocido internacionalmente como un país receptor por
    excelencia, ha brindado protección a miles de extranjeros
    que han abandonado sus países para buscar mejores
    oportunidades, o salvaguardar sus vidas". (DGME ,
    2004)

    Siendo así, es menester comentar
    algunas cifras que dicha entidad rebela para el año 2004 y
    corroborar quienes son las personas mayoritariamente interesadas
    en visitar, residir y ser parte de nuestro país en los
    últimos años: "según datos preliminares de
    la Dirección General de Migración y
    Extranjería los movimientos migratorios de nacionales y
    extranjeros durante el 2004 superan los cuatro millones y
    representan el número más alto de los
    últimos tres años. Se señala un total de
    4,409,904 movimientos, lo que representa un incremento del 16.6 %
    en relación con el año anterior" (DGME,
    2004).

    Los ciudadanos de Estados Unidos y
    Nicaragua son quienes registran los mayores ingresos a Costa
    Rica durante los últimos tres años, seguidos de
    oriundos de Colombia,
    Panamá,
    Guatemala y El
    Salvador (esto corresponde a todos los movimientos migratorios
    documentados de turistas, residentes legales, etc)
    (DGME,2004).

    Actualmente Costa Rica cuenta con una población de 281.717 residentes legales (no
    se contemplan los casos de permisos temporales, refugiados,
    pensionados y rentistas), de los cuales 215.806 son
    nicaragüenses, 8.579 colombianos, 7.976 estadounidenses,
    6.836 salvadoreños y 8.835 cubanos. Durante el 2004 se
    otorgaron 10,015 permisos temporales: de ellos 3,400 se dieron a
    nicaragüenses, 1,493 a estadounidenses y 1,080 a
    colombianos. Así mismo, los colombianos, los
    nicaragüenses y los cubanos son las nacionalidades de mayor
    incidencia en la solicitud de refugio en Costa Rica.
    Recientemente se han incrementado las solicitudes de refugio de
    haitianos, procedentes todos de Panamá, vía
    Sixaola, país último al cual entran con visa de
    turismo. (DGME,2004)

    COSTA RICA: ESTIMACION APROXIMADA EN GENERAL
    (2004)

    Estimación actual y aproximada de
    residentes extranjeros regulares :

    (residentes ordinarios, régimen
    excepción, pensionados y rentistas, refugiados y
    permisos temporales)

    300.000

    Estimación de residentes
    irregulares

    (menos del 40% de la población extranjera
    regular):

    120.000

    Estimación actual de refugiados:

    11.000

    Estimado de nicaragüenses regulares en
    C.R:

    220.000

    (incluye residentes temporales permanentes
    y

    refugiados)

    Estimado de colombianos regulares en
    C.R.:

    15.000

    (incluye residentes temporales permanentes
    y

    refugiados)

    Datos estimados por la Dirección General de
    Migración y Extranjería al 31 de diciembre
    del 2004

    Tomado del sitio: www.migracion.go.cr/paginas/principal.html
    (28 de abril del 2005)

    La Dirección Nacional de
    Migración y Extranjería tiene como función
    "la implementación de las estrategias que
    sean necesarias para administrar de la mejor forma los flujos
    migratorios, de manera que éstos contribuyan al
    desarrollo integral de nuestro país y faciliten su
    participación dentro de la dinámica que conlleva la
    globalización y los procesos de
    apertura comercial, paralelamente le compete autorizar la
    radicación de aquellos extranjeros que con sus
    conocimientos, habilidades y capitales contribuyan a gestar ese
    desarrollo". (DGME,2004)

    Lo cual me hace preguntar, si bien tenemos políticas
    migratorias y una entidad estatal que filtra hasta cierto punto,
    el ingreso de "capital humano" a
    nuestro país que ayude "al desarrollo" del mismo,
    ¿cuáles son los parámetros que se emplean
    para elegir a un candidato extranjero al otorgarle o no un
    permiso de ingreso o estadía?, ¿es nuestro
    país desde su sociedad en general a nivel cultural,
    receptivo a este flujo migratorio?, y ¿los costarricenses
    lo perciben de manera positiva?, ¿se valora el bagaje
    técnico, cultural (gastronómico,
    lingüístico, religioso, artístico, etc),
    económico, humano, espiritual que contienen estos grupos
    de migrantes que residen en Costa Rica o para aquellos que
    pretenden hacerlo?, ¿en nuestra formación educativa
    y ciudadana se nos inculca el aprecio por el otro cultural que
    viene de lejos?, ¿tenemos la capacidad de reconocer que
    quienes somos en la actualidad es producto del
    flujo migratorio histórico de antaño y actual?
    .

    Tanto grupos organizados civiles (afrodescendientes,
    chino-costarricenses, indígenas, entre otros), como
    investigadores universitarios, entidades autónomas y
    ciertos sectores del mismo gobierno,
    montaron una lucha que culminó en los años 90 con
    la incorporación de las concepciones de la Costa Rica
    pluricultural y multilingüe, rompiendo con el mito de la
    Costa Rica homogénea (blanca, católica de habla
    española solamente), se logró que los textos
    educativos de estudios sociales, pasaran de clasificaciones tan
    simplistas como: chorotegas, bruncas y huetares al reconocimiento
    de grupos como: guaymíes, bnöbes, térrabas,
    bribris, cabécares, malekus, zambo mosquitos, bocotas,
    guatusos, borucas (Zúñiga, 1992).

    También permitió la visibilización
    y el reconocimiento de las variedades lingüísticas
    que en nuestro país se practican como: bribri, cabecar,
    guaymí, bocota, maleku, térraba, boruca, inglés
    limonense, chino (cantonés y mandarín), italiano,
    culies y español
    (dentro de este se debe reconocer además todas la
    variedades de modismos, acentos de los distintos países
    iberoamericanos y sus regiones, que tienen representantes en
    nuestro país).

    Sin embargo, queda mucho por hacer, la crisis
    económica que atraviesa nuestro país en la
    actualidad exacerba los sentimientos xenofóbicos en
    sectores importantes de nuestra población, especialmente
    la de escasos recursos, la
    falta de conocimiento
    sobre los otros culturales, los estereotipos alimentados por
    los medios de
    comunicación masivos, fomentan un rechazo hacia
    aquello que no calza en el imaginario de lo que supuestamente "es
    el costarricense", provocando exclusiones, abusos, silencios,
    agresiones, rechazos e incomprensiones entre grupos
    étnicos, no sólo de ticos hacia extranjeros o
    propios que no son parte del cliché del "tico"
    (entiéndase afrodescendientes, indígenas,
    chino-costarricenses por ejemplo), sino también entre
    grupos migrantes residentes en nuestro territorio.

    ¿Cómo lograr minimizar eficazmente los
    estereotipos que rodean a los distintos grupos étnicos
    originarios de migraciones antiguas y de las más
    recientes? ¿cómo entender los ciclos migratorios
    que alimentan nuestra identidad
    nacional, cuáles son sus características y
    cómo nos afectan social, económica,
    histórica y culturalmente hablando?

    Considero que a través de la educación y del
    conocimiento a cerca del otro cultural, es que lograremos que
    mayores sectores de la población reconozcan su herencia
    culturalmente diversa, la aprecien y además logren
    reconocer la de otros y su importancia para lograr un ambiente
    cordial, dialógico y empático entre
    pobladores.

    Por tanto, siendo la figura del museo un espacio
    socialmente reconocido y respetado en nuestro país, y
    además una valiosa herramienta didáctica de educación no-formal,
    la creación de un Museo sobre la Migración y los
    Migrantes en Costa Rica, (museo que no existe en la actualidad en
    nuestro país), puede convertirse en un importante recurso
    para la formación de una conciencia
    nacional sensible hacia los grupos migrantes de antaño y
    contemporáneos.

    Pero, ¿qué tipo de museo es el que se
    requiere para tal menester?, es lo que a continuación
    esbozaré, pero antes quisiera remarcar la importancia de
    entender el fenómeno de la diversidad cultural como eje
    transversal que domine la conceptualización
    museográfica y de imagen de este
    posible museo.

    Porque no todos estamos cortados con la misma
    tijera: apuntes sobre la diversidad cultural

    El punto de la diversidad cultural es un tema muy basto
    y rico en matices como su sujeto de estudio, sin embargo existen
    ciertas premisas importantes y consistentes a lo largo de los
    distintos discursos que
    sobre la diversidad cultural se dan.

    Existe un consenso generalizado que el proceso de la
    globalización, acentuado en el
    último siglo por los avances
    tecnológicos, científicos y mediáticos, es un fenómeno que
    atenta contra la vida de las culturas locales, que difieren en
    gran medida de la cultura
    occidental-pop, cultura que acompaña
    ideológicamente este "avance" globalizante y
    absorbente.

    La necesidad del conocimiento, reproducción, apropiación,
    revalorización y adaptación de la diversidad
    cultural en el ámbito local, nacional, regional y mundial
    es inminente, esto a través de la permanencia de la memoria
    histórica colectiva y la conformación de una
    identidad dinámica local, reforzando las raíces del
    ¿quiénes somos y de dónde
    venimos?.

    En el año 2001 fue redactada la
    Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad
    Cultural, la cual fue aprobada por unanimidad por los 185 Estados
    que la componen, siendo de esta forma, un importante documento
    normativo que afirma el compromiso internacional de que "el
    respeto de la diversidad de las culturas y el diálogo
    intercultural constituyen una de las mejores garantías de
    desarrollo y de paz".(UNESCOa,2002)

    Según la Declaración Universal de la
    UNESCO sobre la Diversidad Cultural, establece que la cultura es
    el "conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales,
    intelectuales
    y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y
    que abarca, además de las artes y las letras, los modos de
    vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de
    valores, las
    tradiciones y las creencias" (UNESCOa,2002), por tanto para
    lograr que un colectivo como es el caso de la sociedad
    costarricense se empape de la cosmovisión y cultura de
    aquellos que se le han adicionado con el correr del tiempo y los
    que lo hacen gracias al proceso de migración, es necesario
    conocer distintos aspectos de la cultura de la que provienen, es
    decir no basta con saber que la persona que tengo
    delante de mí es afro-descendiente, chino-descendiente,
    nicaragüense o haitiana, además debo cuestionarme:
    ¿qué conozco de su país de origen:
    geográfica e históricamente hablando?,
    ¿quiénes son sus grandes poetas, pintores,
    músicos, bailarines?, ¿cuál es el plato
    tradicional?, ¿qué idioma se habla, cuáles
    son sus variedades lingüísticas?, ¿cómo
    y cuándo celebran fechas especiales, religiosas y
    efemérides?, ¿por qué sus abuelos vinieron
    en primer lugar a Costa Rica?, ¿cómo ha sido su
    experiencia de vida acá? , ¿cómo se sienten
    en Costa Rica?, ¿cómo perciben a los
    costarricenses?. Esto con el objetivo de
    aquilatar a los diferentes grupos desde una óptica
    correcta, dialógica, multilateral, equitativa y abierta a
    lo distinto a través del conocimiento concienzudo y
    crítico del "otro cultural".

    En esta misma declaración de la UNESCO del 2001,
    se expresa lo siguiente: "Artículo 2 De la diversidad
    cultural al pluralismo cultural:
    En nuestras sociedades
    cada vez más diversificadas, resulta indispensable
    garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de
    convivir de personas y grupos con identidades culturales a un
    tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las
    políticas que favorecen la inclusión y la
    participación de todos los ciudadanos garantizan la
    cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y
    la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural
    constituye la respuesta política al hecho de
    la diversidad cultural. Inseparable de un contexto
    democrático, el pluralismo cultural es propicio a los
    intercambios culturales y al desarrollo de las capacidades
    creadoras que alimentan la vida pública" (UNESCOa,2002). Y
    un espacio donde tal promoción es plausible de realizarse en un
    marco democrático y equitativo, considero que es un museo,
    entendido y planteado con características muy particulares
    y específicas diferentes de la concepción
    tradicional de museo que se ha manejado durante
    décadas.

    En este momento histórico negar que la diversidad
    cultural es una realidad cotidiana, es permanecer ciego ante lo
    evidente, las tazas de migración crecen vertiginosamente
    alrededor del mundo, según el Reporte Internacional de
    Migraciones del año 2002, del Departamento de Asuntos
    Económicos y Sociales de los Estados Unidos, el
    número de migrantes duplicó su cifra desde la
    década de los 70´s, el mismo reporte señala
    que alrededor de 175 millones de personas viven fuera de sus
    países de nacimiento y una de cada 10 personas en las
    regiones desarrolladas son migrantes, lo cual nos lleva a la
    inevitable afirmación de que nuestra sociedad experimenta
    un proceso de incremento en la heterogeneidad de sus componentes
    humanos y sociales.

    Costa Rica desde luego no está exento de toda
    esta consideraciones y tendencias sociales internacionales, y
    aunque se han hecho logros importantes en cuanto al
    reconocimiento de la diversidad cultural, a nivel jurídico
    y gubernamental, aún queda mucho por hacer en materia de la
    sociedad civil.

    Las preguntas que caben en este punto son las
    siguientes: ¿quiénes y cuán diversos somos
    los ticos?, ¿cómo socializamos nuestro bagaje
    cultural, creativo, recreativo y simbólico?
    ¿logramos visualizar en el día a día los
    aportes culturales de otros hermanos migrantes, su herencia desde
    el pasado?, ¿tomamos en consideración los aportes
    étnicos, culturales, nacionales, socioeconómicos
    que nos diferencian y aquellos que nos son comunes?,
    ¿somos capaces de reconocernos a nosotros mismos como un
    producto de la migración en Costa Rica? ¿logramos
    reconocer y valorar dicha diversidad cultural?,
    ¿cómo alcanzamos esto?.

    Las respuestas a estos cuestionamientos son
    variadas, la que particularmente planteo es la del Museo como un
    espacio de reflexión, concientización y
    acción del desarrollo de esta "multiculturalidad
    costarricense".

    ¿Por qué es importante esto?, porque a
    través de corrientes teóricas como el
    multiculturalismo, se logra visibilizar las tensiones, agresiones
    y enfrentamientos que provocan corrientes fundamentalistas,
    nacionalistas exacerbadas, antisemitas y xenofóbicas, y al
    hacerlas conscientes en la población, se logra en muchos
    casos neutralizarlas o modificarlas por medio del diálogo,
    la práctica de la empatía (que a mi juicio es
    más positiva y honesta que la tolerancia), de
    la solidaridad,
    cooperación, la
    comunicación y la resolución
    de conflictos por vías pacíficas.

    Lograr esto significa romper los lastres del racismo, el
    prejuicio y la
    discriminación, que no es otra cosa que la
    invisibilización del otro cultural como ser humano con
    derecho a ser diferente y ser respetado y apreciado por esas
    diferencias biológicas y culturales.

    Hay que luchar contra temores socialmente difundidos e
    infundados como que la migración provoca la pérdida
    de la identidad nacional o regional, que la determinación
    de la pluralidad es útil solo para marginar, acorralar,
    controlar o discriminar al otro cultural en la sociedad que
    reside, que la creación de micro sociedades
    transnacionales atentan contra la cohesión social y el
    sentimiento de pertenencia a una nación.
    (ONU,
    2005)

    Según la UNESCO en su declaración:
    "Nuestra Diversidad Creativa" plantea que: "La cultura no es por
    lo tanto un medio para alcanzar el progreso material, es el fin y
    la meta del
    "desarrollo" visto como el florecimiento de la existencia humana
    en todas sus formas y como un todo."(UNESCOb;2002), por tanto es
    importante crear espacios, que permitan desarrollar esa
    convivencia armoniosa entre las diferencias, lugares donde se
    puedan practicar las artes culinarias, la plástica, la
    música, el
    idioma, las ceremonias, las celebraciones, las fechas patrias,
    las artesanías, la literatura, el teatro, la
    danza propios
    de cada grupo cultural de la sociedad, de una forma conjunta,
    respetuosa, conocedora del otro cultural.

    ¿Cómo puede ser respetada la diversidad
    cultural en el contexto costarricense?, a través del
    ejercicio constante, del aprendizaje desde
    la práctica perenne de los valores de
    empatía, solidaridad y respeto, pero también
    basándose en la estimulación del conocimiento sobre
    las leyes que
    promueven dichos valores sociales, y espacios reales que permitan
    la aplicación conciente de los mismos por los
    ciudadanos.

    Los derechos humanos,
    por ejemplo, facilitan el
    respeto y la protección de la diversidad
    y de la integridad cultural vía la creación de los
    derechos
    culturales en forma de leyes:
    existe la "Declaración de los derechos de las personas
    pertenecientes a las minorías nacionales o étnicas,
    religiosas y lingüísticas " (ONU,2005).

    La Conferencia
    General de la
    Organización de las Naciones Unidas
    para la educación, la ciencia y
    la cultura, en 1960, realizó la convención
    concerniente a la lucha contra la discriminación en el dominio de la
    enseñanza, en el artículo 9,
    señala: "Los grupos de la población de origen
    extranjero, especialmente los trabajadores migrantes y sus
    familias, quienes contribuyen al desarrollo de los países
    receptores, deberán beneficiarse con medidas adecuadas
    destinadas a asegurar la seguridad y el
    respecto de su dignidad y de
    sus valores culturales y facilitarles la adaptación al
    medio receptivo, y la promoción profesional en pos de su
    reinserción ulterior en el país de origen y su
    contribución a su desarrollo, la posibilidad para sus
    hijos de recibir una enseñanza de su lengua
    maternal deberá ser favorecida". (ONU, 2005).

    El museo que concibo sería un lugar ideal para
    llevar a cabo este cometido, ya que podría adoptar en sus
    programas de
    proyección y atención al público, aspectos que
    entidades como el Ministerio de Educación Pública
    por ejemplo no pueden, tal es el caso de cursos o capacitaciones
    para niños
    recién llegados y adultos que no hablen español, de
    talleres conjunto con ACNUR o Cáritas que orienten a los
    migrantes en cuanto a sus derechos y deberes en nuestro
    país, pero también que se les eduque sobre nuestro
    sistema cultural
    e idiosincrasia para una mejor y menos traumática
    adaptación al nuevo medio, que aquellas personas
    interesadas en que sus descendientes no olviden sus
    raíces, puedan recibir cursos de historia mundial, de
    idiomas (por ejemplo de caligrafía china, árabe o
    rusa), conformar grupos y clubes de danzas, literatura y
    música de diferentes partes del mundo, que a su vez se
    presenten en centros educativos y promuevan desde el arte, el aprecio
    por lo propio y lo de "mi otro hermano cultural" .
    La
    migración es un proceso que alimenta constantemente el
    abanico cultural de Costa Rica y su flujo constante y numeroso es
    lo que permite el "fin de la invisibilización del otro
    cultural", especialmente cuando ese otro se da cuenta que es un
    sujeto de derechos incluyendo sus derechos culturales, es decir
    su potestad de practicar la cultura materna, sin vergüenzas,
    discriminaciones, rechazos, burlas o estereotipaciones, el
    derecho a la propia identidad cultural y muchas veces la ausencia
    de un espacio común entre los distintos grupos
    étnicos de la sociedad tica es la que provoca los malos
    entendidos culturales, las negaciones y las
    agresiones.

    La humillación nace de la ignorancia, de los
    estereotipos y prejuicios, que deben combatirse con realidades,
    sentimientos, emociones,
    empatías, comprensiones, eso se puede lograr en un espacio
    de interacción, de comunidad, de comunicación, como lo puede ser un museo,
    un espacio dialógico constante.

    Un
    museo para reconocerme y reconocer al otro: el Museo de la
    migración y los migrantes en Costa Rica

    Según el ICOM, los museos en la actualidad deben
    ser entidades que satisfagan las múltiples necesidades de
    los públicos que asisten a ellos, son espacios que
    plantean los desafíos que los nuevos tiempos demandan y
    sobre todo deben ser instituciones
    al servicio de la
    sociedad y de su desarrollo.

    "Considerando que el proceso de mundialización en
    el mundo contemporáneo se caracteriza por un gran
    desplazamiento de inmigrantes, un flujo mundial de productos
    básicos que atraviesan las fronteras nacionales y un gran
    incremento de las nuevas
    tecnologías, los museos deben reorientarse hacia un
    compromiso con una sociedad cambiante y vertiginosa, sin alejarse
    de su objetivo principal pero integrándose a las
    necesidades de la sociedad contemporánea. Asumimos el
    compromiso de los museos como depositarios de una memoria
    colectiva, de su integración a la sociedad mundializada, al
    uso y promoción de los medios
    tecnológicos y a la defensa, respeto y protección
    de sus respectivas culturas, para que no pierdan los elementos
    vitales de su patrimonio".
    (ICOMLAC, 2002), exactamente esta perspectiva renovada para el
    siglo XXI, es lo que ha permitido abrir la puerta a la gestión
    comunal y a la participación y empoderamiento de las
    comunidades tradicionalmente excluidas de los centros
    políticos y económicos de poder, como en
    este caso es el grupo de los migrantes en el discurso
    nacional oficial de nuestro país y en gran parte de los
    museos que existen en la actualidad en el territorio
    costarricense.

    "Toda cultura nacional define una frontera, los
    límites
    territoriales de inclusión de los unos y de
    exclusión de los otros. Si se quiere avanzar en un proceso
    de integración y, sobre todo, si se pretende avanzar hacia
    ella por la cultura, transgredir, pasar por encima de esas
    fronteras es una tarea necesaria e imperiosa"(Echarri, 2001), en
    mi caso considero que un medio para lograr tal afirmación
    es a través de la creación de un Museo sobre la
    Migración y los Migrantes en Costa Rica, abarcando los
    aspectos macro históricos, las historias de vida y
    testimonios de todos los grupos que han participado en este
    crisol cultural, (sin importar su peso numérico) y
    analizar sus aportes en campos como: los culturales,
    económicos, científicos, sociales,
    artísticos, gastronómicos,
    lingüísticos, artesanales, laborales, comerciales,
    psicológicos, espirituales, religiosos, deportivos,
    literarios, mediáticos, entre muchos otros aspectos y las
    distintas interacciones y rasgos particulares entre los grupos en
    el territorio nacional.

    Quiero aclarar que el museo que concibo, no es
    sólo un lugar donde se monten exhibiciones
    estáticas, que reconstruyan la historia de las
    migraciones, sino que constituiría un intento por ir
    más allá, por crear un espacio de verdadera
    interacción social, donde se den conferencias,
    asesorías educativas, técnicas,
    jurídicas y culturales, simposios, talleres, cursos de
    capacitación, encuentros, debates sobre el
    sentir, actuar y la cosmovisión de distintos grupos o
    descendientes de migrantes en Costa Rica, que sea un espacio de
    conocer: haciendo y festejando los unos con los otros, con
    talleres de comidas, artesanías de la tierra de
    orígen, con presentaciones de películas, libros que nos
    toquen el alma y nos
    hagan entender que es ser afrodescendiente, mexicano,
    nicaragüense, ruso o culie en tierras ticas.

    A mi juicio cuatro son los pilares que constituyen el
    basamento de un museo: la investigación, el rescate y
    protección del patrimonio cultural (tangible e
    intangible), la gestión cultural y la proyección y
    divulgación comunitaria o social; dichos pilares deben
    desarrollarse y retroalimentarse de forma continua e integral,
    actualizarse desde las fuentes de
    origen y robustecerse para lograr convertirse en columna
    vertebral del quehacer del museo y soporte los embates
    económicos y la crisis financiera y de identidad que
    atraviesan muchos de sus homólogos; la materia prima
    existe, hay toda una historia previa de migraciones en nuestro
    país, un legado cultural, económico,
    jurídico, social que pervive hasta nuestros días,
    un fenómeno migratorio que continua dándose y los
    más importante seres humanos inmersos en esta
    dinámica que merecen un espacio de desarrollo y
    visibilización colectiva e individual como sujetos
    culturales.

    Como lo indiqué anteriormente, las capacitaciones
    para migrantes recién llegados sobre los servicios que
    ofrece el estado
    costarricense, cuáles son sus derechos y deberes en este
    país, enseñanza del idioma y los modismos ticos,
    creaciones de bases de datos de
    organismos y grupos que luchan por la mejoría en la
    calidad de
    vida de los migrantes y sus descendientes, creación de
    grupos de apoyo, creación de redes transnacionales
    culturales, atención psicológica, serían
    aspectos a desarrollar en el área de proyección
    comunitaria.

    Investigaciones sobre los modos de vida de los
    migrantes, sobre su recorrido histórico en nuestras
    tierras, sobre las comunidades transnacionales en Costa Rica, de
    los procesos de identidad cultural de segundas generaciones, su
    peso e importancia en el desarrollo del país,
    etc.

    Todo lo anterior con el objetivo de lograr un mayor
    acercamiento del fenómeno migratorio y sus actores de una
    manera más integral y realista, con una dosis de
    acción y compromiso social hacia todos los grupos
    culturales participantes.

    Realizar la fiesta de los diablitos Borucas, o la
    Gritería nicaragüense, el Yom Kipur del pueblo
    judío, Oktoberfest alemán, el Ramadam de los
    musulmanes, la fiesta de los cerezos japonesa, el día de
    muertos mexicano con sus calaveritas, el año nuevo chino,
    en fin, lograr comprender el sentimiento, los ritos, las
    esperanzas de unos y otros que por circunstancias
    históricas compartimos una misma geografía.

    En países como Argentina, Canadá, Venezuela y
    Estados Unidos, existen museos exclusivos del tema migratorio,
    algunos por cuestión sobre todo de recursos
    económicos, tienen un solo museo que contiene las historia
    de todos los grupos migrantes de una región o país,
    otros cuya comunidad es más fuerte numérica y
    económicamente hablando logra crear su propio museo de la
    cultura de origen.

    Por ejemplo en Argentina existe el Hotel de Inmigrantes, un hotel que
    antaño albergó a cientos de miles de migrantes
    europeos que llegaron a la Argentina con la esperanza de forjar
    una vida mejor y que en la actualidad lo remodelaron como un
    museo que no permite olvidar el paso esperanzado de los abuelos
    de muchos en esas tierras.

    En Brasil tenemos el
    Museo del Memorial do Imigrante, en Sao Paulo, el cual alberga
    toda la historia, pero también la cara humana y sentida de
    los distintos migrantes que poblaron estas tierras y sus
    respectivas historias.

    En Dinamarca encontramos el "Danish Inmigrant Museum",
    el cual fue fundado en 1983, y cuenta a los daneses en particular
    y a los visitantes foráneos en general, sobre la historia
    de los inmigrantes daneses y sus descendientes, quienes en el
    siglo XIX tuvieron que dejar su país para buscar mejores
    horizontes en los Estados Unidos, el museo es una recreación
    de una auténtica granja danesa.
    Así mismo, en Noruega puede visitarse el "University
    Ethnographic Museum" in Oslo, el cual pretende hacer visible la
    vida cultural de los inmigrantes en este país, su meta es
    lograr integrar el bagaje cultural de los migrantes a la sociedad
    noruega, promoviendo actividades y su proyección en los
    medios de
    comunicación, para que llegue a considerarse parte
    normal de la sociedad noruega.

    También encontramos el "Kona Coffee Living
    History Farm, Captain Cook" en Hawaii, el cual expone los
    episodios más representativos de la historia de la
    migración japonesa en estas tierras.

    Estados Unidos, que representa el símbolo
    clásico por excelencia de la tierra de las
    oportunidades para los migrantes, se encuentran en todos los
    estados que lo conforman museos dedicados a la exaltación
    y rescate de la cultura de origen de los grupos migrantes que se
    asentaron, por ejemplo: el American Irish Historical
    Society
    en Nueva York, el American Swedish
    Historical Museum
    en Filadelfia, Black History Museum
    and Cultural Center
    en Virginia, Emigrant
    Trail Museum
    en California, Japanese American Museum of San
    Jose
    en California, Museum of Chinese in
    the Americas
    en Nueva York, el Museo de la
    Tolerancia en California, Du Sable Museum en Chicago, El Museo
    del Holocausto en
    Washintong, etc.

    El "Tenement Museum", creado en 1998 tiene por eslogan:
    "un museo que celebra la experiencia migrante", se encuentra en
    la ciudad de Nueva York, y da un paseo por todos los grupos
    migrantes que han arribado a esa ciudad desde el siglo XIX,
    explicando lo que ha sido para estos grupos humanos "el gran
    sueño americano", el edificio fue el hogar de más
    de 7000 personas de 20 nacionalidades distintas, entre 1863 a
    1935.

    ¿Y por qué esta necesidad de edificar
    museos que hablen de migración parece ser un deseo
    generalizado en tantos lugares? Porque los grupos migrantes
    merecen y necesitan espacios para fomentar la solidaridad, la
    empatía, borrar estereotipos, porque se comprende que el
    rescate de la memoria histórica evita los juicios de
    valor
    peyorativos, las manifestaciones xenofóbicas y violentas
    hacia "minorías", y se ha reconocido el hecho de que la
    sumatoria de migrantes y descendientes de los mismos son la
    mayoría de un pueblo, por lo que es menester que se
    plantee la realidad tal cual y tengan una voz potente que
    permeé todos los estratos sociales y Costa Rica no
    debería ser la excepción máxime que es un
    país igualmente multicultural, de la misma manera que los
    mencionados anteriormente.

    Otro aspecto que no quisiera dejar de lado, es el hecho
    de que la promoción de la diversidad hacia la sociedad
    costarricense a través de la creación de un museo
    como el que planteo debe tomar muy en cuenta la
    "democratización cultural", Nestor García Canclini
    sostiene que "los museos, como medios masivos de
    comunicación, pueden desempeñar un papel
    significativo en la democratización de la cultura y en el
    cambio del concepto de cultura"(García, 1990) para que
    realmente cumpla su cometido y función social dentro de la
    sociedad costarricense.

    Al respecto de lo anterior se encuentra lo siguiente:
    "Artículo 6 – Hacia una diversidad
    cultural accesible a todos:
    Al tiempo que se garantiza la
    libre circulación de las ideas mediante la palabra y la
    imagen, hay que procurar que todas las culturas puedan expresarse
    y darse a conocer. La libertad de
    expresión, el pluralismo de los medios de
    comunicación, el multilingüismo, la igualdad de
    acceso a las expresiones artísticas, al saber
    científico y tecnológico -comprendida su forma
    electrónica– y la posibilidad, para todas
    las culturas, de estar presentes en los medios de
    expresión y de difusión, son los garantes de la
    diversidad cultural".(UNESCOb, 2002), por tanto un museo de esta
    índole debe estar abierto a todos los sectores de la
    sociedad civil, no solo abriendo sus puertas de forma gratuita,
    sino haciendo partícipe a los integrantes de todos los
    grupos culturales de sus proyectos, de tal
    manera que lo sientan como su espacio, su museo, empleando las
    habilidades, conocimientos, profesiones y combinando estas con la
    responsabilidad
    social, para que puedan apropiarse de "su museo", como una
    herramienta de empoderamiento de ellos como sujetos culturales,
    con derecho a ser, expresarse, crear y practicar su particular
    modo de vida cultural.

    La incorporación de tecnología es un
    componente importante en dicho proceso de democratización
    del acceso a la cultura, ya que en la actualidad dominan los
    medios de comunicación y el acceso expedito y gratuito de
    información, lo cual permite la
    globalización de la misma, pero también esto
    significa la creación de alianzas con otras entidades para
    lograr que tanto los distintos grupos migrantes y sus
    descendientes, como público en general, se alfabeticen en
    cuanto al recurso y el uso de esta tecnología, para un
    enriquecimiento personal y
    cultural, además de lograr un acceso real de los mismos.
    (UNESCOb, 2002)

    La creación de espacios de capacitación,
    es muy importante dentro de esta concepción de museo del
    migrante, para dar a luz promotores
    socioculturales que realicen un trabajo a lo
    interno de sus grupos étnicos y sean facilitadores de la
    creación popular de sus grupos y que enfrentan el problema
    de la sostenibilidad material y social de las prácticas
    tradicionales y populares, pero también que sean los
    enlaces con otros grupos externos y promover el intercambio y
    comunicación positivos entre ellos y la sociedad
    costarricense.

    Es decir, que el museo englobe toda una visión de
    promoción de convivencia pacífica construida por
    todos, no sólo desde autoridades educativas,
    museológicas o gubernamentales, sino de TODOS, sociedad
    civil en general, que lleve a un mayor entendimiento entre los
    diversos universos simbólicos que caracterizan el mosaico
    de grupos humanos que habitan Costa Rica.

    Como bien lo señala la UNESCO: "Afirmando que el
    respeto de la diversidad de las culturas, la tolerancia, el
    diálogo y la cooperación, en un clima de
    confianza y de entendimiento mutuos, están entre los
    mejores garantes de la paz y la seguridad internacionales".
    (traducción propia)(Boggards,
    2004)

    Incluso a nivel de acuerdos internacionales, la
    existencia de un museo con esta temática está
    avalada en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la
    Diversidad Cultural: "Artículo 5 – Los derechos
    culturales, marco propicio de la diversidad cultural:
    Los
    derechos culturales son parte integrante de los derechos humanos,
    que son universales, indisociables e interdependientes. El
    desarrollo de una diversidad creativa exige la plena
    realización de los derechos culturales…Toda persona
    debe, así, poder expresarse, crear y difundir sus obras en
    la lengua que desee y en particular en su lengua
    materna; toda persona tiene derecho a una educación y
    una formación de calidad que
    respete plenamente su identidad cultural; toda persona debe poder
    participar en la vida cultural que elija y ejercer sus propias
    prácticas culturales, dentro de los límites que
    impone el respeto de los derechos humanos y de las libertades
    fundamentales"(UNESCOb,2002), y que mejor que un Museo enfocado
    en la diversidad cultural producto de la migración para
    lograr lo cometidos antes mencionados.

    Así mismo, dentro del marco de la
    investigación y promoción, que esta se vuelva
    accesible y rentable por medio de publicaciones, boletines,
    alianzas con Facultades de Ciencias
    Sociales y Humanas, organizaciones no
    gubernamentales, municipalidades, asociaciones, embajadas,
    consulados, ministerio de cultura, educación y de turismo,
    casas editoriales, museos del área metropolitana y
    regionales a nivel nacional e internacional, producción de programas radiales y
    televisivos, puestas en escena de teatro, danza, música,
    cine y
    plástica que enfaticen esta riqueza pluricultural y
    promuevan la prosperidad económica y social de la entidad
    y de aquellos que intervienen en su desarrollo.

    Consideraciones finales: un camino que apenas
    inicia

    Quisiera cerrar esta reflexión con la siguiente
    reflexión: "Las conexiones simbólicas que existen
    entre la gente, los lugares y los objetos incluyen los valores
    sociales o espirituales como las responsabilidades culturales.
    Los espacios de significación cultural cobran vida merced
    a la conjunción de lo tangible y lo intangible; enriquecen
    la existencia de los pueblos, proporcionan un profundo sentido de
    unión con las comunidades y recuperan una memoria que
    revela valores estéticos, históricos,
    científicos, sociales y espirituales. Urge formar a los
    individuos en aquellas disciplinas que les permitan interpretar
    con conocimiento de causa el simbolismo que subyace en sus
    propias culturas y en su propio pasado".
    (Decarolis,2002)

    Nuestra identidad históricamente ha sido muy
    manoseada y manipulada por los intereses que prevalecen en un
    momento dado, tal situación ha conllevado a que por
    décadas los ticos manejemos concepciones poco exactas en
    cuanto a quiénes somos, de dónde venimos, y
    qué significa esto para potenciar nuestras virtudes como
    pueblo.

    Debemos comprender que los aspectos de diversidad
    cultural permean todos los ámbitos en los que nos
    desenvolvemos: económicos, sociales, laborales,
    recreativos, amorosos, deportivos, gastronómicos,
    artísticos, religiosos, arquitectónicos,
    comerciales, familiares, turísticos, etc.

    Interesarnos por aspectos como: ¿cuáles
    son los trabajos de los migrantes en la actualidad en Costa Rica,
    cuáles fueron, como se han transformado con el tiempo y
    por qué?, ¿es cierto que la zafra, el corte de
    café,
    las bananeras son trabajos exclusivos de los nicaragüenses
    en la actualidad?, ¿fueron los judíos polacos en su
    momento los que ejercieron el comercio con la venta a domicilio
    de artículos para el hogar, o los libaneses con sus
    tiendas de telas, los restaurantes de comida china y los
    supermercados para los chinos y taiwaneses, los estadounidenses y
    españoles con sus inversiones en
    hoteles y turismo
    ecológico?, ¿en qué me afecta, cómo
    se traduce para mí como costarricense, esa herencia tan
    diversa?

    Por tanto el Museo de la Migración y del Migrante
    en Costa Rica, no sólo sería un establecimiento de
    exhibición, sino un centro dinámico que signifique
    un proceso de sensibilización del otro cultural, que
    después de una reflexión concienzuda podremos verlo
    como parte de nuestro universo-diverso
    costarricense, ya que vive en nuestro espacio y conforma conmigo,
    un "nosotros multicultural costarricense".

    El tema de la sostenibilidad económica y la
    vigencia en el tiempo del interés
    del público potencial en el Museo de Migrantes, es otro
    punto que no puedo olvidar esbozar; en la actualidad la cultura
    se ha convertido en una industria en
    pleno auge, con el concepto de "turismo cultural", muchos
    proyectos de gestión y administración cultural han logrado no solo
    sobrevivir, sino que florecer en robustos programas y centros
    culturales; ubicar este museo del migrante dentro de un "modelo
    territorial turístico" (ADIMRA, 2001), donde recursos
    naturales, culturales, humanos, históricos,
    arquitectónicos, infraestructurales, entre muchos otros,
    sean considerados para lograr un atractivo rentable que genere
    plusvalía, pero a la vez con una ética y
    una mística que preserve, promueva y disemine el
    patrimonio multicultural costarricense es importante
    considerar.

    Un requisito intrínseco para que el museo llegue
    a ser un éxito,
    es la trilogía:

    • participación activa de la comunidad para
      darle vida y contenido relevante humano y sostenibilidad en el
      tiempo,
    • un programa
      educativo eficaz donde se valorice el bagaje cultural de todos
      los grupos migrantes y
    • la creación de una red que integre al
      museo con los quehaceres de los grupos migrantes organizados
      para darle al turista y al público en general una agenda
      turística interesante, lo cual implicaría la
      puesta en escena de un paisaje turístico cultural
      patrimonial.

    Lo cual significa la visibilización de espacios,
    por ejemplo, ofrecer paquetes con tours que incluyan al museo,
    zapaterías nicaragüenses, un almuerzo cubano, tiendas
    de telas libanesas, un café colombiano con buñuelos
    y un paseo por los barrios de Paseo Colón que vieron
    florecer la migración judía, algo más
    regional que mezcle barrios tradicionalmente marginados como la
    Carpio, donde hay gran cantidad de migrantes recientes y que se
    les puede ofrecer de esta manera un vehículo para surgir
    económicamente y que su autoestima
    como comunidad aumente, lo que conllevaría al incremento
    del desarrollo social
    y la empatía cultural general entre los grupos
    sociales costarricenses y extranjeros.

    Como bien lo sintetiza Echarri: "la cultura se nos
    presenta como una alternativa de resistencia
    social a la crisis". (Echarri, 2002)

    El museo del
    migrante y de la migración en Costa Rica, puede
    perfectamente cumplir con los principios
    dictados por el Código de deontología para
    los Museos hecho por el ICOM, entre ellos se plantea que: "los
    museos contribuyen al aprecio, disfrute, conocimiento y
    gestión del patrimonio natural y cultural y los museos trabajan en estrecha
    cooperación con las comunidades de las que provienen las
    colecciones, así como con las comunidades a las que
    prestan servicios". (ICOM, 2001-2004)

    El museo debe perfilarse no solo como la idea del
    espacio clásico que resguarda colecciones, sino
    también como lo he planteado un espacio de
    reflexión, acción, e interacción social y
    además como un museo-empresa circunscrito dentro de la
    lógica
    de la industria turístico cultural o la industria del
    ocio, pero con características particulares que la hacen
    diferente de una empresa
    tradicional, por su vocación de servicio y compromiso
    social.

    Al respecto adopto la visión de que un museo
    actualmente debe ser:

    • Más dinámicos e
      interactivos.
    • Más democráticos.
    • Más sensibles.
    • Más profesionales.
    • Más polémicos.
    • Más representativos de todos los segmentos
      sociales. (Que comparta su "autoridad"
      con los protagonistas del discurso, aceptar que existen
      diversas voces idóneas, además de las de sus
      profesionales, como parte del concepto de
      democratización cultural).
    • Atento a sus públicos. (Más cercano a
      la población y a sus necesidades y vivencias, donde
      estén presentes las voces y los testimonios de esos
      actores sociales.) (De las Nieves, A; Grandi, M; Lloret, F,
      2000)

    Un museo que permita reflejar la vivencia del migrante y
    cómo esta ha ido transformándose con el tiempo, que
    logre impregnarle un aire humano,
    cálido, apasionado y vivo, que permita que el migrante y
    su historia sean más que una simple estadística o una fotografía
    vieja restaurada; que presente colecciones, exhibiciones y
    programas educativos que reflejen la experiencia migrante
    mostrando los choques, los conflictos,
    los compromisos, las afinidades, los encuentros, los rechazos y
    la adaptación entre culturas, que constituyen el pasado
    migrante en Costa Rica. Como bien lo señala De Carli
    en su artículo sobre el nuevo museo, lo más
    importante es hacer de un público una comunidad
    participativa.

    El modelo del ecomuseo por ejemplo, que nace como una
    idea de remozamiento de la tradicional concepción de museo
    en Francia y de
    ahí se disemina hasta nuestro país con el ejemplo
    del Ecomuseo de San Vicente de Nicoya o el Ecomuseo de la Minas
    de Abangares, son hitos que puede ser tomados en cuenta para la
    edificación de un "Museo del migrante y la
    Migración en Costa Rica", ya que el ecomuseo pretende todo
    lo anteriormente expuesto:

    • Recuperar la identidad natural y cultural de los
      espacios regionales y nacionales a través de las
      imágenes y memorias
      colectivas.
    • Impulsar que las comunidades se apropien de esta
      nueva institución cultural para fortalecer su organización entorno a la
      cultura.
    • Desarrollo comunitario, de acuerdo a las necesidades
      e intereses de cada localidad.
    • Generar vínculos entre las comunidades en
      torno a su
      patrimonio, que permitan construir un nuevo universo de
      relaciones de respeto y apoyo recíproco para fomentar el
      desarrollo de proyectos iniciados, dirigidos y sostenidos por
      ellos mismos.
    • Aprovechar el conocimiento
      científico del público como elemento esencial
      del fenómeno museológico, a la vez que se le
      involucra participativamente en la gestión integral. (De
      Carli, 2003)

    Por tanto si tomamos a la comunidad migrante pasada y
    presente, incluidos sus descendientes (que seríamos todos
    los costarricenses), como una sola comunidad espacial, social e
    históricamente hablando, pero diversa culturalmente,
    comprenderemos de inmediato que este museo se vuelve una
    necesidad fundamental para el rescate, educación y
    tratamiento apropiado de nuestra identidad como pueblo y una
    herramienta eficaz para preservar nuestros mayores valores como
    lo son: el bienestar social, la paz y la democracia, ya
    que "la democracia siempre es un pacto de culturas construida
    sobre la base de la solidaridad entre los diferentes, ambientar
    pactos entre culturas, ambientar un pluralismo efectivo y no
    simplemente la "tolerancia" resignada de lo diverso que no nos
    cambia ni interpela". (Caetano, G.2003), es a mi juicio la
    misión
    determinante que impulsaría el nacimiento de un museo, que
    sería de todos los costarricenses y habitantes de nuestro
    país, ya que todos en mayor o menos grado somos producto
    de la migración y ha llegado el momento de reconocer esta
    faceta menospreciada de nuestra identidad.

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    Junio 2005

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