Monografias.com > Política
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

¿Es posible fortalecer la institucionalidad en el Perú?




Enviado por dmasson



    ¿Es posible fortalecer la
    institucionalidad en el Perú?

    1. El Factor Institucional :
      origen etimológico y acepciones
    2. Posibilidades de su operatividad
      en el Perú
    3. Conclusiones y
      Recomendaciones
    4. Bibliografía
    5. Notas

    Introducción

    El objeto del presente trabajo es
    presentar el escenario que rodea a las posibilidades de
    fortalecimiento de la Institucionalidad en el Perú,
    partiendo del hecho histórico que la misma siempre ha
    mostrado un alto grado de debilidad, lo que tal vez nos explicite
    las razones por las cuales la ciudadanía peruana prefiere
    comúnmente a un régimen autoritario como el de
    Fujimori en lugar de uno formalmente democrático como el
    actual.

    Para evidenciar nuestro objetivo,
    debemos identificar nuestra hipótesis que persiga responder a la
    pregunta antes planteada e indagar sobre posibles caminos de
    reforzamiento institucional en el Perú.

    Nuestra motivación
    estriba en el hecho de que el descrédito en el cual
    cayeron los partidos
    políticos llamados "tradicionales" a principios de los
    años noventas, ha originado que se acentúe
    notablemente la tendencia de la ciudadanía a preferir a un
    régimen autoritario-populista que realice obras tangibles,
    aunque saquee al Fisco, como el de Fujimori, en lugar de uno
    formalmente democrático, que se desenvuelva bien
    macroeconómicamente, pero que no evidencie palpablemente
    los síntomas generales del crecimiento alcanzado y que
    también presente casos de corrupción, como el de Alejandro
    Toledo.

    En este orden de ideas, desarrollaremos dos temas
    centrales en sus respectivos capítulos : el factor
    institucional, su origen etimológico y acepciones y las
    posibilidades de la operatividad de este concepto en
    nuestra peculiar realidad nacional, incidiendo en la llamada
    "Corrupción Institucionalizada", para
    finalmente concluir indicando las posibles vías de
    reforzamiento institucional, tratando de responder a la pregunta
    planteada.

    1.- El Factor
    Institucional : origen etimológico y acepciones

    Nuestra generación nació durante los
    años setentas, auge de los gobiernos militares en
    Sudamérica y siempre hemos escuchado reiteradas
    expresiones acerca de la "debilidad institucional"
    existente en el país. Seguramente, nuestros padres y
    abuelos también habrán experimentado una
    sensación similar, por lo que antes de emprender nuestro
    camino, debemos definir que es una
    "Institución".

    1.1.-
    Etimología

    Institucionalidad es el reinado de las
    Instituciones, las que provienen del latín
    "institutio", como derivado del verbo "instituere" (in
    = hacia; stituere = de stare)
    que significa el proceso en que
    se llega a algo permanente, hacer que algo surja como entidad
    estable, aludiendo a ordenamientos de la vida social (rerum
    vitae communis
    ). Las "Institutas" del Emperador Justiniano
    revitalizan en el Siglo VI d.c. la idea de estabilidad que
    acompañaba al orden socio – político
    mantenido durante la llamada "Pax Romana" y al auge del Imperio Romano,
    lo que será motivo de añoranza durante las
    centurias de desorden que originó su decadencia y
    caída.

    1.2.- Acepciones

    Habitualmente se entiende porhttp://www.eumed.net/cursecon/0/recomiendo.phtml/t_blank

    "institución" cualquier organismo o grupo social
    que, con unos determinados medios,
    persigue la realización de unos fines o
    propósitos.

    En el ámbito político, tenemos una amplia
    gama de exponentes entre las diversas entidades públicas y
    en la sociedad civil,
    encontramos a los gremios, sindicatos,
    clubes de madres, comités de autodefensa, federaciones
    empresariales, etc.

    Sin embargo, dentro de la literatura económica,
    se utiliza el concepto "institución"
    como algo más genérico: la forma en que se
    relacionan los seres humanos de una determinada sociedad o
    colectivo, buscando el mayor beneficio para el grupo. Son 
    los usos, hábitos, costumbres o normas por los
    que se rigen las relaciones sociales y económicas entre
    los miembros del grupo.

    El beneficio de la institución es mayor cuanto
    más eficiencia genere
    en la economía y más minimice los costos de
    transacción y de información. Eso será más
    posible cuanta más experiencia posean los agentes que
    participen de dicha institución, más sencillas sean
    las reglas y menor sea el número de individuos que las
    tienen que ejecutar.

    http://www.eumed.net/cursecon/1/degas-bolsa.jpg/t_blank

    Para que ese objetivo sea posible, esas relaciones
    estarán guiadas por un conjunto de normas o reglas que
    auto limitan o restringen el ámbito de actuación de
    los individuos, unas llamadas formales y otras
    informales. 

    Reglas formales son las normativas de carácter jurídico y las leyes. Las reglas
    informales, consisten en los hábitos y conductas
    costumbristas adoptados por el colectivo. Son reglas no escritas,
    pero que son aceptadas y adoptadas por el colectivo para el buen
    funcionamiento del mismo. Ambos tipos de reglas (que existen
    porque el hombre vive
    en sociedad), por sí solas, no son suficientes, si no se
    enmarcan en el contexto socioeconómico presente y si no
    gozan de cierta flexibilidad a los posibles cambios de dicho
    entorno. 

    En el marco de las ciencias
    empresariales, el término "institución" se aplica
    de forma imprecisa (a veces de forma unívoca (contrapuesta
    a la analógica) o también ambigua) cuando se le
    predica de la empresa como
    tipo de "institución económica y
    social".

    En el contexto de la corriente teórica
    institucional actual (1) una institución es definida como
    un "conjunto de estructuras y
    actividades cognitivas, normativas y reguladoras, que suministran
    estabilidad y sentido al comportamiento
    social. Las instituciones
    son soportadas por distintos factores – culturas, estructuras y
    rutinas – y operan en distintos niveles de
    jurisdicción".

    Rupert Lay (2) ofrece la siguiente definición
    :

    'Institución' designa un sistema social,
    en el que las interacciones que generan ese mismo sistema son
    reguladas por valores, que
    aseguran la existencia del sistema y, si es posible, extienden el
    influjo de esa unidad social. Caso de ser necesario, las
    interacciones también están determinadas
    mediatamente por intereses subjetivos, actitudes
    valorativas, necesidades y/o expectativas (en contra de lo que
    sucede en una 'comunidad de
    comunicación'), pero lo básico es
    que vengan determinadas por los valores
    transsubjetivos de una sociedad.

    1.3.- Uso
    jurídico

    El término "Institutiones" designaba
    sólo una parte del Código
    Justiniano (Corpus Iuris Civiles I), luego se le
    aplicó a designar las distintas partes del Derecho
    Romano. Modernamente, el concepto comienza a adquirir
    importancia en el marco de la discusión provocada por las
    ideas del Escuela
    Histórica del Derecho (en Alemania) y
    luego en el de la discusión sobre la sociedad de la
    corriente hegeliana y marxista.

    Al secularizar el concepto del Estado, al que
    no se considera ya como un "orden" instaurado por Dios, o en
    virtud del

    Derecho Natural, sino como un polo de integración social (visto en la perspectiva
    de energías y factores analizables al nivel de lo
    científico), el Estado es
    considerado como una entre otras formas de instituciones, tal vez
    la más representativa de todas.

    2.- Posibilidades
    de su operatividad en el Perú

    Trataremos de visualizar caminos que nos podrían
    llevar a fortalecer la Institucionalidad en el Perú.
    Así, si hablamos de debilidad de las instituciones
    nacionales, nos enfrentamos a un doble problema :

    1. Por un lado la fragilidad de las entidades
      públicas o privadas representativas del nuestro
      colectivo social
    2. Por el otro, nuestra particular concepción de
      las costumbres existentes, las que algún estricto
      moralista podría calificar de inmorales en muchos
      sentidos. Esto se explica por nuestro peculiar devenir
      histórico, las convulsiones sociales que no han
      permitido que arraigue una determinada estructura
      social, con instituciones sólidas, que encarnen
      determinados valores e ideas.

    La debilidad institucional existente en nuestro
    país facilita en gran medida el fortalecimiento de
    prácticas corruptas. En cierto modo, la cultura de
    "Pepe el Vivo" que reina en nuestro medio, conduce a privar a las
    instituciones de su sustento moral y
    así vemos por ejemplo que la Policía Nacional es
    vista como un mercado de
    transacciones mercantiles, en lugar de un medio de
    protección de los derechos fundamentales del
    ciudadano.

    A guisa de ejemplo, pasaremos breve revista a
    revisar los llamados "los picos de la corrupción" (Las
    décadas de los años 1850`s, 1920`s y 1990`s), para
    luego entrar al terreno propiamente dicho de la
    elaboración de Sistemas de
    Fortalecimiento de nuestra endeble y alicaída
    institucionalidad.

    2.1.- La "Corrupción
    Institucionalizada". Los Picos de la
    Corrupción

    En primer lugar, una definición general de la
    corrupción es el uso de un cargo público en
    beneficio propio (3). Los casos de corrupción son varios e
    incluyen entre otros, al soborno, la extorsión, el
    fraude, la
    apropiación de fondos públicos con fines privados y
    la malversación de fondos públicos por
    políticos y funcionarios del Estado.

    En Perú, todas estas modalidades de
    corrupción se han dado, ya sea por la presencia de
    magistrados, jueces y funcionarios públicos corruptos como
    por la existencia de un servicio de
    inteligencia,
    que se encargaba de extorsionar y sobornar a quienes se opusieran
    al régimen.

    Esta corrupción institucionalizada desde el
    poder
    terminó por eliminar la independencia
    de muchas instituciones como la Sunat, el Poder Judicial y las
    FF.AA. Por otro lado, el alto grado de corrupción ha
    dejado como una de sus principales consecuencias un alto nivel de
    incertidumbre, que ha afectado el nivel de percepción
    de los inversionistas extranjeros, así como su
    disposición a invertir en el país.

    Describiremos un fenómeno de desarrollo
    casi patológico en nuestra Historia republicana : la
    corrupción. Fijamos el tema en la República por dos
    motivos palpables : no tenemos forma de medir su alcance durante
    el Virreynato o bajo los Incas y
    además, solamente disponemos de Presupuestos
    Generales de la Hacienda Pública desde mediados del Siglo
    XIX.

    Podemos pensar que únicamente ha existido en gran
    escala durante el
    régimen de Fujimori por haber sido directamente plasmada
    en los famosos "vladivideos" de Vladimiro Montesinos, pero no
    debemos olvidar la existencia de antecedentes que pueden ser
    vistos como indicios o conatos de pruebas, como
    por ejemplo la agenda de Carlos Manrique en el caso CLAE o la
    célebre "libreta verde" que Henry Meiggs utilizaba para
    apuntar los sobornos que pagaba en la época de la construcción de las grandes vías
    férreas.

    Todo esto es materia de
    probanza, no tanto de veracidad o falsedad y con la actual
    tecnología, resulta posible acceder a
    medios antes vedados a la opinión
    pública. En suma, siempre ha existido
    corrupción, pero ahora podemos filmar y grabar a sus
    actores.

    De esta manera, tomaremos como base de análisis principalmente lo expresado por
    Alfonso W. Quiroz (4), cuando indica que la debilidad
    institucional existente en nuestro país facilita en gran
    medida el fortalecimiento de prácticas
    corruptas.

    En cierto modo, la cultura de "Pepe el Vivo" que reina
    en nuestro medio, conduce a privar a las instituciones de su
    sustento moral y así vemos por ejemplo que la
    Policía Nacional es vista como un mercado de transacciones
    mercantiles, en lugar de un medio de protección de los
    derechos fundamentales del ciudadano. Así, pasaremos acto
    seguido a revisar lo que el autor identifica como "los picos de
    la corrupción"

    a.- Década de 1850 : el Guano y Ramón
    Castilla

    El apogeo de este fertilizante fue canalizado por los
    gobiernos peruanos de ese entonces mediante el sistema de las
    "consignaciones". Esto es lo que piensa
    textualmente don Jorge Basadre, el más grande conocedor de
    la Historia Republicana del Perú, sobre el Mariscal
    Ramón Castilla y su papel en el drama del guano de las
    islas :

    "De acuerdo con ese carácter arbitrario de su
    personalidad,
    carecía de un criterio profundo, en lo que se refiere a
    las cuestiones políticas
    y sociales. Para él la situación política se le
    presentaba frente a las siguientes palabras: subir, durar. No se
    preocupaba tanto de encarar los problemas,
    sino de encarar las situaciones. Aun cuando encaró algunos
    problemas, como por ejemplo la libertad de
    los esclavos y la supresión del tributo de los indios, los
    encaró como simples situaciones, pues dejó de
    realizar, tanto la emancipación de los esclavos como la
    abolición del tributo, en todo el período de seis
    años que gobernó entre 1845 y 1851 y
    proclamó ambos principios cuando lo creyó
    conveniente; y más tarde quiso restablecer el tributo. Por
    inconsciencia o indiferencia permitió que en sus gobiernos
    empezara y prosiguiera el vicioso sistema de expendio del guano
    basándose en consignaciones, fuente de males
    trascendentales; y toleró la dación de la ley de la
    consolidación de la deuda que también dio lugar a
    numerosos fraudes. Y por todo ello es que fundamentalmente
    debemos escatimarle una admiración total a su
    personalidad." (5)

    En suma, surge una nueva casta dominante, la llamada
    "oligarquía", alrededor del sistema de consignaciones del
    guano y el índice de corrupción en esta
    época ya puede ser medido, toda vez que ya existen
    Presupuestos y pueden calcularse los déficit, la
    evasión tributaria, el endeudamiento público
    interno, etc. Los casos más clamorosos de pillajes contra
    la Hacienda en ésta época se dan bajo el gobierno de
    Echenique, combatido duramente por Castilla por la escandalosa
    aprobación de acreencias contra el Fisco a favor de
    particulares excediendo largamente el Presupuesto. En
    lugar de fortalecernos para enfrentar la creciente amenaza
    proveniente de Chile, se dilapidaron los fondos públicos y
    poco pudieron rescatar los funcionarios honrados. Lo mismo
    sucedió durante la década de 1870 y el salitre,
    aunque en menor medida.

    b.- Década de 1920 : las exportaciones y Augusto B.
    Leguía

    Algo similar sucedió bajo el Oncenio de Augusto
    B. Leguía (1919-1930), además de los otros cuatro
    años de su primer período, en los cuales se
    tejió una maraña de poder centralizada en la
    naciente agroindustria del azúcar
    en el norte y el algodón
    en el sur.

    Fue un decenio caracterizado por una "dictadura
    civil", similar a la de Fujimori y con una propia Constitución (la de 1920), animada por
    deseos de reelegirse indefinidamente y cayó envuelta en
    escándalos generados en su seno, igual que
    ocurriría setenta años después.

    El Oncenio fue la continuación de la
    República Aristocrática, la que detentó el
    poder durante casi veinte años continuos entre 1895 y
    1919, con el breve interregno golpista de Oscar. R. Benavides
    (1914-1915). Si sumamos este período hasta la caída
    de Leguía en 1930, observamos que durante un tercio de
    siglo se estableció una estructura
    económica y social que duró hasta el golpe
    velasquista de 1968.

    El período de Leguía constituyó el
    clímax de este sistema, el cual desbordó los marcos
    convencionales de la República Aristocrática y
    acabó por explotar entre escándalos de
    corrupción que incluso sobrepasaron las fronteras
    nacionales (v.g. Tratado Salomón – Lozano entre
    Perú y Colombia en
    1922).

    Curiosamente, el período de Leguía se
    extendió aproximadamente por el mismo lapso de tiempo que el
    de Fujimori, el cual pasaremos a reseñar a
    continuación, ambos se dieron a sí mismos sus
    propias Constituciones (1920 y 1993) y también finalizaron
    en medio de turbulencia política, con Tribunales de
    Sanción o Comisiones Investigadoras posteriores y con
    sucesivos períodos transitorios (Samanez Ocampo en 1930 y
    Paniagua en 2000) que duraron aproximadamente nueve meses cada
    uno.

    La diferencia estriba en el hecho que la
    transición de Samanez Ocampo desembocó en una
    guerra civil
    entre 1930 y 1933, lo que Jorge Basadre llamaba expresivamente
    "los años terribles", mientras que la de Paniagua
    estableció un régimen democrático, pero con
    el constante fantasma del autoritarismo siempre presente ante
    cada traspiés del gobierno de Toledo.

    En este sentido, la premisa fundamental radica en el
    hecho que durante períodos de alta corrupción, como
    los tres que son aquí acotados, su monto asciende al cinco
    por ciento del PBI, mientras que en épocas de baja
    corrupción como la República Aristocrática
    por ejemplo, llega al dos o tres por ciento. Cuando llega a su
    cúspide, pasa el treinta por ciento del Presupuesto, la
    prensa
    protesta, se generan escándalos y caen gobiernos, como
    ocurrió en las décadas de 1850, 1920 y 1990
    (6).

    Tanto en la década de 1850, como en la de 1920 y
    1990, fueron rebasados estos límites,
    cayeron gobiernos, se conformaron Comisiones y Tribunales que a
    nada llegaron, se produjeron convulsiones sociales y el
    péndulo histórico dio su centenaria vuelta en cada
    caso, con el advenimiento de gobiernos democráticos, pero
    efímeros.

    Basadre señala en "La promesa de la vida peruana"
    (1958) que la vida peruana, idea tan deseada por próceres
    y patriotas, se ha visto traicionada por tres tipos de personajes
    nefastos, a los que pintorescamente llama los podridos, los
    congelados y los incendiados. Los primeros encarnan a la
    corrupción, el mal endémico latinoamericano y
    quisieran convertir al país en una ciénaga con sus
    viles manejos. Los segundos se quedaron congelados en el tiempo y
    sólo interactúan con los que consideran sus iguales
    o sus inferiores, es decir miembros de la llamada
    oligarquía cuya mentalidad no pasa de 1968. Los terceros
    son los que se "queman sin iluminarse", su máximo anhelo
    es hacer explotar todo y convertir al país en una inmensa
    hoguera.

    Aparte de la clarividencia propia del autor, debemos
    reconocer que la Historia del Perú es cíclica o
    pendular y así como en sus palabras se puede reconocer
    fácilmente a Montesinos o Abimael Guzmán por
    ejemplo, también debemos aceptar que personajes como
    aquellos han existido y existirán en nuestro medio.
    Así, pasemos ahora a un período que tiene muchas
    semejanzas con la época de Augusto B. Leguía y que
    acabó de un modo similar.

    c.- Década de 1990 : el Neoliberalismo
    y Alberto Fujimori

    Los sucesos acaecidos durante la caída del
    régimen de Fujimori son muy recientes y revelan la
    existencia de una compleja red de mafias en su
    interior, articuladas entre sí, pero desde 1998, con un
    claro dominio de
    Montesinos en el espectro. Es la primera vez que la
    corrupción en el poder toma un claro cariz delincuencial y
    objetivamente obvio.

    Los diversos "caciques" (Fujimori, Montesinos, Camet) se
    reparten tajadas del poder y delimitan sus ámbitos de
    influencia, pero con intereses comunes que interceptan esas
    esferas. La prensa ataca duramente desde 1997 y su gobierno cae
    por la divulgación de un video
    (Kouri-Montesinos).

    Igual que sucedió con el Oncenio de Leguía
    con el "crack" de 1929, la crisis de las
    bolsas de valores asiáticas arrastró al gobierno de
    Fujimori a una recesión que dura hasta hoy, mientras que
    el saqueo de los fondos públicos crecía acorde a la
    posición dominante que Montesinos iba asumiendo y poco a
    poco iba superando el treinta por ciento del presupuesto, por lo
    que no alcanzaba para cubrir las necesidades básicas de la
    población en materia alimentaria, de
    salud, de
    educación,
    etc.

    Por ende, solamente cuando nos encontramos en una
    situación alimentaria deficitaria, reclamamos y
    protestamos, no porque defendamos la democracia.
    Mientras nos alimente, no importa cuanto robe, se dirán
    muchos, pero solamente cuando el desfalco atenta contra los
    subsidios estatales, ahí recién se emprenden las
    tardías protestas.

    En el plano económico, muy determinante del
    proceso político nacional, observamos que los procesos de
    estabilización y ajuste estructural desarrollados durante
    los dos periodos gubernamentales de Alberto Fujimori, en los
    cuales se tomaron una serie de medidas orientadas a restaurar los
    equilibrios básicos de la economía, después
    del desbalance producido por la hiperinflación del gobierno de Alan
    García, recurriendo a un fuerte ajuste estructural,
    originaron la toma de una serie de decisiones políticas
    orientadas a promover la eficiencia y la competitividad
    del sistema económico y la consolidación de las
    instituciones del país.

    Pero las decisiones respecto de la política
    económica y el ajuste estructural se realizaron sobre
    un horizonte cortoplacista, ya que, a pesar de lograrse en el
    corto plazo la estabilización macroeconómica ante
    la hiperinflación heredada del gobierno del APRA, no se
    implementó una estrategia de
    desarrollo integral y coherente que permitiera efectuar reformas
    estructurales a mediano y largo plazo, sobre todo respecto de las
    instituciones del Estado.

    En vista de la poca coordinación intersectorial existente en el
    Poder
    Ejecutivo y de la carencia de un sistema de planeamiento
    estratégico que diese coherencia a las
    políticas gubernamentales, no se contó con la
    presencia de un elemento clave para ampliar los horizontes
    reformistas : las capacidades del gobierno no se han elevado
    significativamente, lo que no permite poner en práctica
    dicha reforma (quimioterapia institucional).

    Durante el fujimorato, a pesar de mantenerse las
    principales decisiones de política económica en el
    tiempo, no se sentaron las bases de una reforma institucional,
    porque el estilo de conducción del gobierno no
    promovía una gestión
    transparente, además de existir escaso debate
    público y poca materialización en los procedimientos de
    consulta abiertos a sectores significativos de la sociedad
    peruana, todo esto aunado a la falta de planes y programas al
    respecto.

    Asimismo, al eliminarse el Instituto Nacional de
    Planificación, dejó de funcionar una
    entidad planificadora central que evaluara el gasto
    público.

    En suma, a pesar de que el gobierno de Fujimori
    consiguió éxitos al contener el deterioro de la
    calidad de
    vida y al disminuir el ritmo de aumento de la pobreza
    absoluta, las reformas económicas acentuaron la
    desigualdad del ingreso y del consumo y una
    creciente brecha entre ricos y pobres, lo que, aunado al
    deterioro originado por la crisis económica de fines de
    los años ochentas, debilitó aún más
    nuestro ya de por sí frágil sistema institucional,
    originando una especie de escalada en la corrupción al
    interior del aparato de poder, la que incluso superó a la
    mostrada por el gobierno aprista en cuanto a su organización criminal y poder
    político-militar.

    Todo esto originó que la falta de claridad en el
    manejo del gasto
    público y las dificultades para fiscalizar su empleo durante
    el fujimorato desembocó en una explosión social, la
    que efectivamente se dio desde Septiembre del año 2000,
    cuando el país observó a través de los
    tristemente célebres "vladivideos", como se manejaban los
    fondos públicos.

    Hasta el momento, las investigaciones
    en marcha a más de cuatro años después de la
    caída y fuga de Fujimori no concluyen y continúan
    los procesos entablados a por lo menos un millar de personas
    involucradas en hechos delictuosos dentro del poder, lo que nos
    da un atisbo acerca del grado y la profundidad de la
    corrupción en el manejo del poder en la década de
    1990. Esperemos que no concluyan en el vacío, como el
    joven Basadre se quejaba cuando integraba el Tribunal de
    Sanción Nacional creado en 1930 para investigar y penar a
    los miembros de la corrupción de la década de 1920
    o como ocurrió con la revisión de la escandalosa
    sobre valorización de los créditos de particulares contra el estado
    en tiempos de Echenique, cuando el Presupuesto alcanzaba apenas
    el millón de soles y dichas acreencias fueron infladas a
    veintitrés millones de soles.

    En ambos casos los mayores saqueadores quedaron impunes
    y sólo encontraron su fin tanto Leguía como
    Castilla, en cierto modo asumiendo caracteres de tragedia griega,
    sumidos en la más profunda pobreza y
    carestía, el primero tísico en la prisión de
    El Callao y el segundo consumido por las fiebres sobre las
    ardientes arenas de su natal Tarapacá.

    Ni Echenique ni los barones del azúcar o Mariano
    Ignacio Prado prófugo en 1879, tuvieron un fin parecido.
    En la actualidad, los peruanos que apostaron por la democracia no
    cuentan ni siquiera con un consuelo revanchista similar, toda vez
    que Fujimori se encuentra bajo la protección del gobierno
    nipón, negando ser peruano, sino afirmando su origen
    japonés y a la vez tentando la Presidencia para el 2006,
    con un apoyo ciudadano extrañamente elevado.

    Todo esto se explica por la debilidad institucional
    peruana, siempre palpable, pero nunca tanto como en el
    período posterior a 1980, originando un desplome del
    sistema formal el 5 de Abril de 1992.

    2.2.- Oralidad vs.
    Escribalidad

    El mundo escribal, donde predomina la escritura,
    corresponde a una realidad netamente europea, tangible desde la
    invención de la imprenta
    (circa 1450) y originó una uniformización social
    que hasta hoy aglutina a los europeos, a pesar de cualquier
    diferencia nacional o regional. En esa atmósfera, donde el
    número de lectores crecía año tras
    año, fue más fácil que las instituciones
    profundicen en la psique colectiva, además de la ayuda del
    elemento religioso, con contenido fuertemente ético como
    el Protestantismo.

    En nuestro medio, la conquista española
    creó un enorme corte traumático : la
    desaparición del Incanato y los tres siglos de
    Colonialismo nos marcaron para siempre. Una minoría
    letrada y escribal dominaba a una inmensa masa de
    aborígenes orales, tratando de imponer instituciones que
    no correspondían a las ya existentes desde hace
    siglos.

    Un ejemplo de este choque cultural lo encarna el Padre
    Valverde, incitando a atacar a Atahualpa en Cajamarca porque la
    Biblia no significaba nada para él, proveniente de un
    mundo religioso no escrito y en el que los dioses provienen de
    una experiencia sensitiva directa con la naturaleza.

    El desarrollo de la Institucionalidad en un
    contexto dominado por una cultura netamente oral, pasando
    ya a la cultura electronal, las que se asemejan más
    entre sí que con cualquier carácter de la
    cultura escribal, deberá pasar necesariamente por
    explotar un punto típico de la oralidad y de la
    electronalidad : la comprensión por cercanía, no
    por semejanza.

    Es un directo mensaje a los políticos, la
    población no se identifica con ellos ni con su mensaje
    debido a que, a pesar de tener una extracción social
    similar y hasta étnicamente iguales, sus actitudes, su
    derroche, su alejamiento del sufrimiento cotidiano de las masas,
    originan un distanciamiento cada vez más grande y
    así los esfuerzos de la esfera oficial por enraizar
    instituciones escribales en las que casi nadie cree caen en el
    vacío porque ellos mismos no dan el ejemplo y se acercan a
    la ciudadanía.

    Así, nadie entiende la prisa y la necesidad de
    firmar un Tratado de libre
    Comercio con los Estados Unidos ni
    piensa que es importante el denominado acuerdo Nacional, porque
    en ambos casos la población no ha sido consultada
    directamente y por ende no se siente representada en las esferas
    oficiales.

    3.- Conclusiones
    y Recomendaciones

    Concluimos que sí resulta posible fortalecer la
    institucionalidad en el Perú, si entendemos y aceptamos
    nuestro transfondo cultural. La razón fundamental por la
    cual un gran sector de la población añora a
    Fujimori o a regímenes autoritarios, radica en el hecho de
    la crónica debilidad institucional de nuestro contexto
    nacional. Debemos fortalecerlas y opinamos que para ello es
    necesario:

    1. Revitalizar y reformular el Acuerdo Nacional (la
      llamada "concertación" de los años ochenta),
      para así dotar de consenso a la actuación del
      gobierno en materia de desarrollo nacional, acercando a la
      población no tanto su texto como
      sí su contenido, explicado de modo práctico y
      concreto,
      así como someterlo íntegramente a consulta
      popular.

      Oriente. Tal vez así podrían
      extenderse los criterios de algunos "reductos de eficiencia"
      que existen en nuestra Administración Pública a todos
      los sectores de la misma.

    2. Aumentar las capacidades del gobierno, reformando al
      Estado y especialmente al Poder Judicial,
      de lo contrario no se podrá llevar adelante ninguna
      reforma estructural a mediano o largo plazo. Debe
      reestructurarse la carrera pública (el Servicio Civil),
      reformulando una Ley del Escalafón de la Administración Pública con
      criterios modernos. Este reforzamiento de la burocracia,
      aislándola de las presiones políticas, así
      como la restauración de un nuevo ente rector de la
      planificación y supervisión del gasto público,
      constituyeron los dos pilares sobre los cuales se asentó
      la reforma institucional llevada a cabo por los países
      de nueva industrialización (NIC) de
      Extremo
    3. Reforzar el desarrollo de la regionalización,
      la descentralización y de la participación ciudadana en los Gobiernos
      Locales, tema en los que ya existen avances, sobre todo en el
      aspecto edil, pero en el ámbito regional sólo la
      Región Lambayeque da señales de haber encontrado el camino
      para fortalecer su gobierno regional, mientras que los
      demás copian los ritualismos y arrastran los problemas
      del Gobierno Central.
    4. Poner énfasis en la aplicación de las
      normas sobre transparencia fiscal y en
      la rendición de cuentas de
      los funcionarios públicos.
    5. Vincular a los procesos de privatización con políticas de
      objetivos de
      mediano y largo plazo, predominando el criterio de calidad,
      oportunidad y cobertura en los servicios
      públicos. El caso de las empresas
      generadoras de energía de Arequipa fue un claro ejemplo
      de como no se debe proceder al respecto.
    6. Aplicar a cabalidad la nueva Ley de Partidos
      Políticos y reglamentarla adecuadamente, cubriendo los
      temas que se dejaron pendientes de precisiones, como el
      relativo a los Partidos Regionales.
    7. Modernizar la
      educación escolar, dotándola de contenido
      ético y entendiéndola como un medio para alcanzar
      el desarrollo
      personal y no como un fin en sí misma, fomentando
      reflexión y análisis, no el memorismo de textos
      que los escolares ya no leen.

    4.- Bibliografía

    1. Almond, Gabriel A. Y Verba, Sydney. "La Cultura
      Política". Princeton, University Press,
      1963.
    2. Arato, Andrew y Cohen, Jean L. "Esfera Pública
      y Sociedad Civil". México, Metapolítica,
      1999.
    3. Arias Quincot, César. "La modernización
      autoritaria". Lima, Fundación Fiedrich Ebert, primera
      edición, Junio, 1994.
    4. Basadre, Jorge. "Perú Problema y
      Posibilidad,"
      Editorial Studium, 5ta. Edición, 1987.
    5. Gonzáles de Olarte, Efraín y
      Samamé, Lilian. "El Péndulo peruano:
      políticas económicas, gobernabilidad y subdesarrollo 1963-1990. Lima, IEP, segunda
      edición, 1994.
    6. Lay, Rupert (1996): El final de la edad
      moderna. Hombres en un mundo sin dioses. Düsseldorf:
      Econ.
    7. Miró Rocasolano, Pablo, Universidad
      Autónoma de Madrid
      (UAM), 15 de Noviembre de 2003 (Grupo de Investigación EUMED.NET-Universidad de
      Málaga). http://www.eumed.net/.
    8. Sardón, José Luis. "Estado,
      Política y Gobierno". Lima, Centro de
      Investigación de la Universidad del Pacífico,
      primera edición, enero, 1994.
    9. Sardón, José Luis. "La
      Constitución incompleta". Lima, Instituto Apoyo, primera
      edición, febrero, 1999.
    10. Scott, W.R. "Institutions and Organizations. Sage,
      Londres,1995.
    11. Toffler, Alvin "La Tercera Ola". Editorial Plaza y
      Janés, Barcelona, España,
      1980.
    12. Universidad del Pacífico, Revista Punto de
      Equilibrio, Industrial Gráfica S.A. Nos. 62, 68, 69,
      71, 74, 80, 82 diciembre 2000-enero 2001.
    13. "La corrupción en el Perú : una larga
      historia". Revista Punto de Equilibrio,
      No. 82, Abril – Mayo 2003. Entrevista
      de Oswaldo Molina y Gastón Yalonetzky a Alfonso W.
      Quiroz

    5.- Notas

    1. Scott, W.R. "Institutions and Organizations. Sage,
      Londres,1995.
    2. Lay, Rupert (1996): El final de la edad moderna.
      Hombres en un mundo sin dioses. Düsseldorf: Econ. Pg.
      10.
    3. Miró Rocasolano, Pablo, Universidad
      Autónoma de Madrid (UAM), 15 de Noviembre de 2003 (Grupo
      de Investigación EUMED.NET-Universidad de
      Málaga). http://www.eumed.net/.
    4. "La corrupción en el Perú : una larga
      historia". Revista Punto de Equilibrio, No. 82, Abril – Mayo
      2003. Entrevista de Oswaldo Molina y Gastón Yalonetzky a
      Alfonso W. Quiroz.
    5. Basadre, Jorge. "Perú Problema y
      Posibilidad,"
      Editorial Studium, 5ta. Edición, 198.
    6. "La corrupción en el Perú : una larga
      historia". Revista Punto de Equilibrio, No. 82, Abril – Mayo
      2003. Entrevista de Oswaldo Molina y Gastón Yalonetzky a
      Alfonso W. Quiroz

    DUNCAN RICARDO MASSON CABRERA

    Santiago de Surco, Febrero de 2005

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter