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La educación judeo-cristiana antigua




Enviado por zadquiel23



    1. Israel
    2. Jesús de
      Nazareth
    3. Fuentes de información
      (Bibliografía)
    1. ISRAEL

    1.1- REFERENCIA HISTORICA, GEOGRAFICA, POLITICO Y
    SOCIAL

    Los hebreos, pueblo de nómades semitas, aparecieron en el
    Asia Anterior alrededor del
    siglo XIII a.C. Estos se asentaron en la zona de Palestina, al
    sur de Fenicia. Esta zona esta delimitada al oeste, por el mar
    Mediterráneo; al este, por el río Jordán y el Mar
    Muerto; al norte, por las montañas del Líbano y al sur,
    por la península del Sinaí. Es un territorio menos
    fértil que Egipto y Mesopotamia, pero presenta
    llanuras aptas para el pastoreo y el cultivo, por lo que
    será codiciado por los vecinos del desierto. Esta
    región se llamo primitivamente el país de Canaan debido
    a que sus primitivos pobladores fueron los cananeos. Cerca del
    1500 a.C. llegaron tribus de origen ario, los filisteos, y
    denominaron a la zona Philistina, nombre del cual deriva la
    palabra Palestina. Posteriormente se asentaron los hebreos,
    singular pueblo, que no formo un poderoso Estado o un Imperio, pero que
    sorteando avatares mantuvo su vigencia hasta la actualidad.

    La sociedad israelita estaba
    íntimamente relacionada con su religión. El núcleo de la sociedad
    hebrea es la familia. Esta es
    patriarcal. El padre es la máxima autoridad. Existían
    también los esclavos; que se obtenían por compra o por
    ser prisioneros de guerra; no se los trataba con
    crueldad. En los tiempos de nómades, los hebreos vivían
    en tiendas con pocos muebles. Esta forma de vida les facilitaba
    su traslado en búsqueda de pasturas para sus rebaños.
    Luego de asentarse en Palestina, habitaron en casas de piedra,
    rodeados de huertos, conformando poblados.

    El pueblo hebreo, tuvo una organización social
    patriarcal. Según la Biblia, llegan a Palestina dirigidos
    por su patriarca Abraham. "Hebreo" quiere decir "Gente del otro
    lado". Fueron desde las riberas del Eufrates hasta el Valle del
    Nilo, en donde abarcaron por caer bajo el yugo de los
    faraones.

    Los hebreos fueron sometidos a cruel servidumbre en Egipto.
    Moisés los rescato de tan lamentable estado. Fue así
    mismo el más grande legislador y organizador de su pueblo.
    El Decálogo o los Diez Mandamientos, los cuales eran la
    palabra de Dios sirvieron para dicho propósito. Además
    de crear nuevas instituciones religiosas: el
    reposo del Sábado, las grandes fiestas: la Pascua (en
    recuerdo de la liberación del estado de servidumbre), el
    Pentecostés (en memoria de la publicación de
    los Diez Mandamientos, la de los Tabernáculos (en
    remembranza de su vida en el desierto), y el Jubileo.

    Josué, que sucedió a Moisés, condujo al pueblo
    al valle de Jordán ( Canaàn, la tierra prometida).
    Después de Josué se independizaron políticamente
    las tribus, lo que trajo consigo cierta anarquía que
    aprovecharon los pueblos vecinos para someter a los hebreos.

    Al fin, deciden crear la realeza teocrática. Saúl
    fue el primer rey. Le sucedió David (1056-1016). Con su
    sucesor Salomón (1016-976), alcanzo el país su
    máximo esplendor. En su época se edifico el templo de
    Jerusalén, el mismo escribió el bello libro: " El cantar de los
    cantares " (976). Muerto Salomón ,los hebreos se dividieron
    formando dos reinos: Israel y Judà. Tanto
    el uno como el otro fueron víctimas de los conquistadores
    asirios y caldeos. La religión misma se fue corrompiendo, al
    grado de verse amenazada por los cultos extranjeros.

    Los Profetas: En esta época aparecen los profetas,
    anunciando las desdichas del pueblo y defendiendo la
    religión de Moisés. Entre ellos sobresalen:
    Isaías, Jeremías, Daniel y Ezequiel. (Los cuatro
    profetas llamados mayores). El reino de Israel con capital en Sumaria,
    sucumbió en el año 721, el reino de judà, con
    capital en Jerusalén, en 606. Puesto que los judíos fueron deportados
    en masa a Asiría, se habla de un cautiverio babilónico,
    que se prolongo hasta el año 536; posteriormente cayeron
    bajo el dominio de los persas.

    Más tarde Alejandro Magno se adueño
    de Palestina (332). Durante el Helenismo fueron víctimas
    de los Ptolomeos; después de los Sirios. Gozan de una
    liberación efímera, gracias a los Macabros, pero al
    termino del año 70 d. de J.C. es destruida
    Jerusalén.

    La Biblia: Es la colección de los libros sagrados, compuesta
    entre el año 1200 a. de J. C. Se encuentra redactada en
    distintas formas literarias (crónica, narraciones
    históricas, himnos, refranes, cartas, leyes, etc. Y en diversas
    lenguas: hebreo, arameo y griego.

    Contiene:

    1. El Pentateuco a los cinco libros de Moisés
      (Thora)
    • El Génesis o la Creación del Mundo.
    • El Éxodo o salida de Egipto.
    • El Levítico o las leyes del culto.
    • Los números o censo del pueblo.
    • El Deuteronomio o Segunda Ley
    1. Los libros históricos ( Josué, Los Jueces, Los
      Reyes, Las Crónicas, etc.)
    2. Los libros poéticos (Job, Salmos, Proverbios, El
      Eclesiastés, El Cantar de los Cantares).
    3. Los profetas.

    En la Biblia se respira un hondo monoteísmo, la gran idea
    que aportaron los hebreos a la posteridad, unida a la idea de un
    Mesías. Mas el Mesías vendrá a rescatar al
    hombre, el cual
    emprenderá el éxodo de esta tierra hacia la eternidad. La
    salida de Egipto a la tierra prometida, es un símbolo
    (Pedagogía del
    Éxodo). Así culmina la alianza del hombre con Dios.

    El Talmud. Es otro libro sagrado de los judíos, redactado
    muchos años después de la destrucción de
    Jerusalén. Contiene la Tradición, Doctrinas,
    Ceremonias, etc., que observaron los judíos con tanto rigor
    como la misma ley de Moisés. Existen dos Talmudes: El
    Jerosolimitano y el Babilónico. Para el pueblo judío el
    segundo es más valioso que el primero.

    1.2- LA EDUCACION EN ISRAEL

    1.2.1- LA EDUCACION FAMILIAR

    Fue, durante siglos, la única forma de educación
    existente en Israel, y aun cuando advinieron otras formas,
    continuó siendo la educación fundamental. Era una
    obligación para la familia educar a sus hijos,
    según el precepto de Moisés que reproduce la Voluntad
    de Dios: "Enseñaréis estas palabras a vuestros hijos
    para que las mediten, hablando de ellas cuando estéis en
    casa, o de camino, al acostaros y al levantaros
    "

    ( Deut. XI, 19. ) Porque dicha educación miraba no
    sólo a la salvación individual, sino y principalmente a
    la integración en la
    tradición nacional: del cumplimiento de la Ley dependía
    la subsistencia de Israel como pueblo de la Alianza, y para este
    cumplimiento se requería la transmisión por vía de
    enseñanza.

    La historia educativa de los
    hebreos ha variado al compás de sus mudanzas políticas y sociales. En un
    principio se ciñe a la vida patriarcal del pueblo. La
    educación tenía su centro de gravedad en la familia: El
    padre era el maestro principal, no había escuelas de
    ningún genero.

    El patriarca es la fuente y símbolo de la educación.
    En el cobra la ley un sentido de realidad.

    El Pentateuco rige minuciosamente la vida de la niñez.
    Prescribe las normas morales, las ideas
    religiosas, las festividades, la historia, etc,. que el niño
    debe aprender desde los más tiernos años. Sobre esta
    base religiosa e histórica se le enseña al niño
    la lectura y escritura. El mandato de
    escribir en los umbrales de las puertas, fragmentos de la ley,
    encierran virtualmente la obligación de enseñar a leer
    y escribir.

    Se enseñaba a los jóvenes y niños con los siguientes
    contenidos:

    a- La Ley de Dios: sus mandamientos y preceptos, referidos a
    la totalidad de la vida, según se leen en la Thora
    (los cinco primeros libros de la Biblia, también conocidos
    como Pentateuco) y en los libros sapienciales,
    principalmente

    b- La oración: en la que los Salmos ocupan un
    lugar de privilegio.

    c- La Historia Sagrada: que abarca la religión, fundida
    con la historia de Israel; la geografía; la historia de los pueblos
    circundantes y su cultura; las leyes del culto,
    leyes morales y civiles.

    d- La música, bajo sus diversas
    manifestaciones: canto, instrumentos, danza, todo ello de gran
    importancia en la vida de Israel.

    e- La escritura, cuya enseñanza no era obligatoria, pero
    no era inusual. Por otra parte, y a diferencia de lo que
    ocurría en la Mesopotamia y en Egipto, su dominio no
    confería dignidad, era tan sólo un
    servicio.

    f- El oficio, habitualmente propio de cada familia, y
    trasmitido de padres a hijos.

    g La educación de la mujer no era desatendida en
    Israel, contrariamente a lo que sucedía en otras

    culturas. En más de un pasaje de la historia sagrada el
    protagonismo pertenece a la mujer, lo cual pone de relieve su preparación, y
    la posibilidad que tenía de incidir en los acontecimientos
    con sus palabras y con sus actos. Además se les
    enseñaba a las mujeres:

    Las Sagradas Escrituras, como miembro que era del
    pueblo de Dios, compañera de su esposo, educadora de sus
    hijos y piedra fundamental de su casa.

    – Hilar, tejer, habilidades indispensables para familias de no
    gran fortuna, que en todo momento debían satisfacer la mayor
    parte de sus necesidades con sus artesanías.

    Cocinar.

    Cuidar los rebaños, tarea en la que trabajaba
    ayudando a los varones de la familia.

    La administración de los
    bienes: la economía doméstica quedaba en
    manos de la mujer, quien debía manejar valores (oro y plata), campos y ganado,
    siervos y siervas, las compras y hasta el comercio, cuando
    convenía.

    • El buen gobierno de la familia, con la
      formación en las virtudes que lo hacían posible:
      honestidad, prudencia,
      fortaleza, mesura, bondad y compasión, solicitud por los
      demás, laboriosidad y previsión, y una profunda
      religiosidad (sentido de la presencia de Dios, y espíritu
      de oración).

    1.2.2- LA EDUCACION DEL PUEBLO EN LA LEY

    La lectura de la Ley es el modo
    inicial de la educación pública, y había sido
    prescripta con obligatoriedad por Moisés:

    "Y les dio Moisés esta orden: Al cabo de cada siete
    años, en la celebración periódica del año de
    remisión, en la fiesta de los Tabernáculos, cuando
    viene todo Israel a presentarse delante de Yahvéh tu Dios en
    el lugar por Él elegido, leerás esta Ley en presencia
    de todo Israel. Congregarás al pueblo, los hombres y las
    mujeres, los niños y los extranjeros que moran dentro de tus
    puertas, para que oigan y aprendan a temer a Yahvéh, Dios
    vuestro, y cuiden el cumplimiento de las palabras de esta
    Ley"( Deut. XXXI, 10-12. )

    También se leía la Ley al pueblo en ocasiones
    extraordinarias, como al regreso del cautiverio de Babilonia, o
    cuando el rey Josías halló el texto de la Ley en las
    ruinas del Templo profanado por su antecesor Manasés. La
    lectura iba acompañada por una explicación a cargo de
    los levitas, y luego podían reunirse los jefes de familia
    con los sacerdotes y levitas para profundizar el estudio, y
    llevar luego la instrucción a sus familias.

    Durante el cautiverio de Babilonia surgió la SINAGOGA,
    institución en la que los judíos deportados, lejos de
    su Templo por otra parte ya destruido, y en tierra de paganos
    de perversas costumbres, se reunían periódicamente
    para rezar y hacer memoria de su religión, procurando al
    mismo tiempo vivir según la Ley. También se meditaban
    las profecías, que habían advertido reiteradamente al
    pueblo y a sus gobernantes sobre las consecuencias de sus
    muchos pecados, de los que no se habían convertido en su
    momento.

    Los MAESTROS eran los escribas, quienes traducían los
    textos sagrados del hebreo al arameo (lengua hablada en Babilonia),
    los exponían, los interpretaban y los explicaban, para
    posibilitar su cumplimiento.

    Al regresar a Palestina, las sinagogas se multiplicaron, al
    punto de haber ciudades que contaban con varias.

    También la sinagoga era un lugar para la instrucción
    del pueblo, mediante la lectura periódica de la Ley. Los
    lunes y jueves, tradicionales días de mercado y de audiencias
    judiciales, se realizaban oficios en este sentido; pero la
    ceremonia principal tenía lugar el Sábado.

    También los PROFETAS se cuentan entre quienes ejercieron
    una actividad educativa entre los hebreos, en los reinos de
    Judá e Israel durante el período anterior al cautiverio
    de Babilonia para el primero, y de su destrucción a manos de
    Asiria para el segundo, y durante el cautiverio de Babilonia.

    El profeta era un hombre llamado por Yahvéh para ser Su
    portavoz. Hasta contra su voluntad, debía anunciar la
    Voluntad de Dios y sus designios; también comunicaba a los
    hombres un futuro preñado de recompensas o de castigos,
    condicionado por la conducta de aquél o de
    aquéllos a quienes se dirigía.

    Los profetas habitualmente se dirigían a los reyes
    (EDUCACIÓN DEL GOBERNANTE), guiando sus decisiones de
    acuerdo a la Voluntad de Dios –en las campañas
    bélicas, en los actos administrativos y en su conducta
    personal–, y al pueblo
    (EDUCACIÓN DEL PUEBLO), al que exhortaban a la
    conversión pues a menudo caía en la idolatría y
    pervertía sus costumbres.

    El retrato del gobernante ideal era:

    – un hombre de su pueblo,

    – alejado de los tres grandes peligros que acechan a todo
    hombre: el exceso en el placer, en la riqueza y en el poder,

    – que diariamente busque en la Ley de Dios la norma de su
    gobierno, y que en su cumplimiento encuentre la justicia,

    • y que considere su posición con humildad, sabiendo que
      ha sido elegido por Dios para el servicio de sus hermanos.

    1.2.2.1- LA ESCOLARIZACION.

    El estudio era tenido en gran aprecio entre los israelitas,
    pues era la condición indispensable para el conocimiento y el
    cumplimiento de la Ley y de los preceptos que la pormenorizaban,
    cumplimiento que aseguraba la efectividad de la Alianza con
    Yahvéh. Pero con el auge de la Sinagoga, la importancia que
    habían cobrado sus miembros (en especial los Doctores de la
    Ley), el peso religioso de los fariseos (judíos de estricta
    observancia de la letra) y la codificación exhaustiva y
    excesiva de la preceptiva religiosa, se había llegado a
    olvidar que el valor del Libro Sagrado
    residía en su comunicación de la Voluntad
    de Dios, y se lo convirtió en un objeto de culto por sí
    mismo.

    1.2.3- LA EDUCACION ELEMENTAL.

    El cautiverio que padecieron los hebreos en Egipto, no
    dejó de tener efectos en su vida educativa. Una vez
    rescatados de esta servidumbre, aparece la forma colegiada de
    instrucción.

    Las llamadas escuelas de los profetas instruían sobre los
    servicios religiosos, tan
    importantes en un estado teocrático. La música y la
    poesía tenían gran
    importancia. También estudiaban la legislación, la
    medicina, que llegaron a
    despertar mucho interés.

    Con Salomón se perfecciono el sistema educativo rudimentario
    de los hebreos. En sus bellos proverbios se percibe el aliento
    moral y religioso que animaba
    a la educación.

    El origen de la escuela elemental. Entre los
    judíos fue una institución tardía. De ella no
    habla la Biblia. Gámala dispone que cada ciudad tenga por lo
    menos una escuela, y si la ciudad tiene un rió que la divida
    en dos partes, debe tener por lo menos dos escuelas. Por eso el
    Talmud alaba su memoria diciendo: " Su nombre será recordado
    con satisfacción ". La disciplina en un principio fue
    rígida; la escuela se hallaba organizada en tres clases: la
    mingrah, la mishnath y la guemara. A la primera acuden los
    niños hasta los 10 años. A la segunda asisten los
    niños de 10-15 años y en la tercera la instrucción
    se refiere sobre todo a las ciencias naturales.

    La jornada era de doble escolaridad, según la costumbre
    de la época.

    El MAESTRO era el sofer o escriba, pero más
    comúnmente el hazzán, su asistente, quien
    también tenía a su cargo aplicar la dura
    disciplina.

    El CONTENIDO de la enseñanza era todo lo referente a la
    religión: la Thora o Pentateuco, los libros
    históricos, los sapienciales, los de los profetas, los
    salmos…, todo. Se estudiaba la lengua aramea, la hebrea y, en
    algunas ciudades importantes, también el griego. A
    diferencia de las escuelas de los escribas, pero en común
    con la educación griega y la helenística-romana, era
    más importante saber leer que saber escribir. Todo contenido
    era oportuno para proveer instrucción y formación
    religiosa y moral.

    La educación manual. Probablemente los hebreos
    son los primeros que reconocen un valor a la educación
    manual. La costumbre de que el intelectual este iniciado en
    algún oficio manual, significo también para los hebreos
    una doble seguridad en la vida.

    A pesar de las mudanzas que experimenta, al correr de los
    tiempos la educación hebrea conserva el ideal
    teocrático: Dios como principio y fin, como maestro y
    modelo de la formación
    del pueblo. El dotado de perfección humana es el hombre bueno y piadoso. La
    formula de este tipo histórico de la educación la
    expresa de modo preciso el Levítico: "Sed santos como yo, el
    Eterno, soy santo"

    La organización educativa de los hebreos produjo
    magníficos resultados, pero su mejor rendimiento estriba en
    su concepto y práctica de la
    formación religiosa y moral de la juventud.

    La trasmisión oral era el modo más común de
    enseñanza, lo que supone un modo peculiar de
    comunicación con el oyente que posibilite la fijación
    de los contenidos.

    Hay, una retórica (el arte de hablar) propiamente
    hebrea, eminentemente poética, sugestiva, plena de coloridas
    imágenes de la vida real
    que apelaban a la sensibilidad del auditorio, familiarizado con
    ese mundo concreto del que se
    hacían brotar historias; multiplica los desarrollos de un
    mismo tema, al modo de variaciones; utiliza símbolos,
    comparaciones… Todo ello permitía una intuición a
    partir de la cual se daba la elaboración interior y la
    extracción de lo que podemos llamar una "lección", una
    lectura que enriquece, al modo del alimento que, asimilado,
    provoca un crecimiento.

    Dentro de los recursos técnicos de dicha
    retórica podemos citar: la parábola; la paradoja; la
    reiteración de palabras; los desarrollos con variación
    de imágenes; los proverbios, máximas o refranes; la
    secuencia numérica; el paralelismo; la antítesis; el paralelismo
    antitético; las imágenes.

    1.2.4- LA EDUCACION SUPERIOR.

    Tenía lugar en la "Casa de Investigación o de Estudio",
    en la que recibían su formación el escriba, pero
    también el rabino y el doctor de la Ley.

    En otros tiempos el escriba había sido el sabio (no por
    saber escribir, sino por su actitud ante la
    Sabiduría): consejero de reyes, funcionario de gobierno,
    juez, cronista del reino, mensajero real o embajador, secretario
    privado y maestro. Ahora, el escriba había quedado relegado
    a la función de maestro
    elemental, y el concepto de sabio se había desplazado hacia
    rabinos y doctores.

    El escriba debía ser persona de situación
    económica desahogada, no sólo por el tiempo que
    demandaba su formación (la lectura y la meditación de
    los textos sagrados, juntamente con el aprendizaje de lenguas,
    cálculo, astronomía, algo de
    ciencias varias, la historia
    de muchos pueblos y su geografía, como así también
    su sistema de gobierno y
    legislación, el derecho, las costumbres…, y todo ello para
    una tal valoración que fuera dable esperar luego un consejo
    prudente, una decisión atinada), sino también porque su
    espíritu no debía quedar atrapado en el mundo de lo
    material, en el negocio y los intereses: debía aplicarse por
    entero a la Palabra de Dios, a entenderla y ponerla en
    práctica.

    Los rabinos eran, fundamentalmente, maestros: maestros de
    doctrina (por la predicación) y maestros de vida (a
    través del consejo y la guía espiritual). Llevaban una
    vida itinerante, recorriendo pueblos y ciudades, enseñando
    en las plazas, en las sinagogas, junto a los ríos o en las
    montañas, y también en las casas. El pueblo en general
    los escuchaba, pero un grupo más reducido los
    seguía, acompañándolos en sus desplazamientos y
    participando más íntimamente de su vida y su doctrina:
    eran los discípulos. Si el rabino tenía cierta fama
    reconocida, podía ser constituido juez de asuntos menores y
    cuestiones domésticas por los propios habitantes de un
    lugar.

    Finalmente tenemos al doctor de la Ley, personaje de gran
    autoridad y prestigio, vinculado a la Sinagoga y al
    Sanedrín: teólogo, maestro, legislador y juez. La
    sabiduría de los doctores, y su enseñanza, se
    encuentran recopiladas en el Talmud (siglos II a XIII
    d.C.), que recoge la tradición erudita de Israel desde al
    menos el siglo I a.C.

    Se llegaba a ser doctor de la Ley tras largos años de
    aprendizaje junto a un doctor,
    escuchando respetuosamente sus lecciones (lectura de los textos
    sagrados, explicación de los mismos, exégesis,
    casuística, determinación o definición de tesis,
    etc.), memorizando la doctrina, asistiendo a las discusiones
    entre los maestros. Los discípulos interrogaban y eran
    interrogados, en forma privada o pública. También
    debían procurar vivir de acuerdo a la Ley, hasta en sus
    prescripciones más pormenorizadas. Cuando el maestro
    consideraba que su discípulo se hallaba suficientemente
    preparado para enseñar y comentar, lo dejaba ir para que
    abriera su propia escuela: Israel contaba con un nuevo doctor de
    la Ley, un nuevo sabio por su doctrina y por su vida, para
    edificación del pueblo a través de la instrucción
    y el ejemplo.

    1.3- EL FIN DE LA EDUCACION.

    Qadosch, santidad, es el ideal educativo religioso-moral
    más pleno, al que está llamado por vocación y
    alianza todo miembro del pueblo israelita. Así, qadosch no
    sólo implica la pertenencia a un pueblo, sino también
    compromiso y heroísmo por cuanto la meta de dicho ideal sobrepasa
    la fuerza humana: se trata de
    imitar la santidad de Dios mismo. Pero, a diferencia de la
    experiencia ético-religiosa de otros pueblos, el Hebreo
    frente a dicho ideal asume su vocación de nómada
    espiritual sin desesperarse confiando en que Yahveh, por más
    tortuoso que sea el camino, lo cubrirá con su sombra y lo
    guiará hacia un lugar seguro.

    Qadosch, es una propiedad primeramente
    religiosa, diferente a la santidad socrática-platónica,
    más vinculada a la ética racional y a la
    práctica de la justicia. Como fenómeno religioso, de fe
    y de relación con la divinidad, qadosch expresa el supremo
    ideal moral del pueblo de Israel, quien con plena conciencia histórica
    reconoce que Yahveh lo ha liberado, le ha otorgado las leyes y es
    quien lo santifica.

    1. JESUS DE NAZARETH.

    2.1- RESEÑA HISTORICA Y BIOGRAFICA.

    Los profetas anunciaron con mucha anticipacion una
    religión espiritual, la que abrazarían todos lo pueblos
    y que seria un complemento y perfección de la antigua
    religión judía. También enseñaron que Dios
    enviaría a un Mesías (del hebreo Meschiah:
    sinónimo de Christos, que significa ungido, consagrado por
    Dios), y anunciaron su origen, nacimiento y el modo de cómo
    cumpliría su obra.

    Durante el imperio de Augusto y de acuerdo a las
    profecías, nació en Belén, el Mesías
    prometido: Jesucristo.

    Sus padres fueron una doncella de la tribu de Judá,
    llamada María, que lo concibió virgen, y José, que
    ejercía el humilde oficio de carpintero.

    El tierno niño fue adorado por los pastores y por los
    tres reyes magos de oriente, pero luego fue llevado a Egipto,
    pues Herodes el Grande, rey de los judíos, deseaba su
    muerte y ordeno la
    exterminación de todos los niños, menores de dos
    años, nacidos en Belén.

    Muerto el tirano, la Sagrada Familia regreso a Palestina y se
    radico en Nazareth, ciudad de Galilea. Allí Jesús paso
    su infancia y según los
    Evangelios "crecía y se fortificaba lleno de sabiduría,
    y la gracia del Señor moraba en El".

    A los treinta años, Jesús partió de Nazareth y
    llego a las orillas del río Jordán, donde fue bautizado
    por el profeta Juan Bautista, quien ya había anunciado los
    judíos, que el reino de Dios estaba cercano.

    Luego Jesús se dirigió al desierto, donde allí
    ayunó cuarenta días, a cuyo termino inicio su
    predicación o vida publica, que duraría tres
    años.

    El Mesías recorrió Judea, Samaria y Galilea, y
    mientras predicaba su doctrina, realizaba milagros con lo que
    demostraba su divino poder.

    Entre sus numerosos discípulos eligió a doce de los
    más humildes y les dio el nombre de Apóstoles, es decir
    enviados. Sobre estas doce columnas debía levantarse la
    Iglesia de Dios.

    Parte del pueblo de Israel creyó en Jesús, pero fue
    combatido por los sacerdotes de la religión mosaica
    (fariseos y seduceos) quienes lo acusaron de impostor.

    Los judíos que habían soportado el cautiverio y la
    dominación extranjera, (en ese momento estaba bajo el yugo
    romano como provincia del imperio) esperaban un Mesías rico
    y poderoso que los liberara de los romanos y extendiera por el
    mundo la religión mosaica. Pero Jesús con su
    mansedumbre, humildad y pobreza no era el príncipe que ellos
    esperaban. A causa de esto fue perseguido.

    La noche anterior a su muerte, Jesús cenó en en
    Jerusalén con sus apóstoles y luego se retiro al huerto
    de Getsemaní para hacer oración. Allí fue apresado
    por un grupo de soldados, guiados por el traidor Judas
    Iscariote.

    Abandonado por sus discípulos, Jesús fue conducido
    ante el Gran Sanhedrín o tribunal religioso de Israel, que
    lo condeno a muerte. Pero la sentencia no podía cumplirse
    sin el consentimiento de Poncio Pilatos, procurador romano de
    Judea.

    Al día siguiente (viernes) el Salvador compareció
    ante el tribunal, mostrando sobre su cuerpo, las huellas de los
    castigos recibidos. Se le acusaba de perturbar la tranquilidad
    publica y tramar una revolución contra el
    emperador, pretendiendo ser el Mesías.

    Pilatos reconoció la inocencia de Cristo, pero por
    cobardía ante las iras del populacho, ratifico la
    sentencia.

    Entregado a la turba exaltada, Jesús inicio el camino que
    conducía la suplicio, llevando sobre sus hombros una pesada
    cruz y precedido por dos ladrones, también condenados a
    muerte. La crucifixión debía verificarse en el
    Gólgota, pequeña colina rocosa situada fuera del
    recinto urbano. Durante la marcha, la multitud lo insultaba y no
    se compadecía de sus atroces dolores. Jesús rogaba a
    Dios, diciendo "Perdónalos Padre mío, porque no saben
    lo que hacen".

    Despojado de sus vestiduras, fue clavado en la cruz y así
    permaneció desde el medio día hasta las tres de la
    tarde, en que falleció. Sus ultimas palabras fueron "Padre
    mío, en tus manos encomiendo mi espíritu".

    Según consta en las Sagradas Escrituras, Jesús
    resucitó al tercer día y abandono el sepulcro, que
    había sido cerrado. Durante cuarenta días se
    apareció esporádicamente a los apóstoles para
    instruirlos en el cumplimiento de su misión. Por ultimo,
    Jesús se elevó a los cielos.

    2.1.2- LA DOCTRINA CRISTIANA.

    La doctrina y moral predicada por Cristo originaron una nueva
    religión, que se llamo Cristianismo y cuyo emblema
    fue la cruz, en que pereció el Divino Maestro.

    Jesús enseñó la existencia de un solo Dios
    eterno e inmaterial, infinito y todopoderoso. Esta divinidad
    espiritual anima a todo el universo y a diferencia de
    otras religiones, cesa la
    confusión entre el Creador (Dios) y lo creado (naturaleza).

    El cristiano cree en la inmortalidad del alma y debe amar a Dios sobre
    todas las cosas y al prójimo como así mismo. Uno de los
    caracteres mas destacados del Cristianismo es la infinita bondad
    del Padre que esta en los cielos. En su nombre, Jesús
    pronunció el Sermón de la Montaña, que enumera las
    bendiciones divinas para todos los hombres de corazón puro y dulce. Es, en
    realidad, un resumen de su doctrina.

    Rodeado de sus discípulos, el salvador dijo:

    "Bienaventurados los pobres desprendidos de los bienes de este
    mundo, porque de ellos es el reino de los cielos".

    "Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
    consolados".

    "Bienaventurados los mansos para con sus semejantes, porque
    ellos poseerán la tierra de los elegidos".

    "Bienaventurados los que tiene hambre y sed de justicia,
    porque ellos serán hartos".

    "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzaran
    misericordia".

    "Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos
    verán a Dios".

    "Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán
    llamados hijos de Dios".

    "Bienaventurados los que sufren persecución, por causa de
    justicia, porque de ellos es el reino de los cielos".

    "Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen y
    rogad por los que os persiguen".

    "Vosotros sois la sal de la tierra, la luz del mundo, porque sois hijo
    de vuestro Padre que esta en los cielos, que hace que su sol
    salga sobre malos y buenos y llueva sobre justos y pecadores".
    (Mt. V, 3-10)

    2.1.3- ORIGINALIDAD DEL CRISTIANISMO.

    Mientras los griegos y romanos rendían culto a una serie
    de ritos sin sentido, cuyo carácter sagrado e
    importancia se basaba en su antigüedad, el Cristianismo
    estableció un dogma que cambio la naturaleza y forma
    de adoración. En vez de las frías divinidades paganas,
    mostró un Dios bondadoso, creador y dueño omnipotente,
    que no tenia pueblo ni raza privilegiadas. Proclamo la
    fraternidad universal, que no excluye a nadie, ni siquiera a los
    enemigos y enseño el respeto por los deberes sociales:
    la caridad, la solidaridad, la misericordia y el
    perdón de los pecados.

    El cristiano se relaciono con Dios , no con alimentos y bebidas, sino con un
    humilde acto de fe: la plegaria. Además, aparto al hombre de
    las miserias terrenales y le enseño el recto comportamiento en esta vida
    transitoria para obtener la eterna felicidad en el cielo.

    2.1.4- EL NUEVO TESTAMENTO.

    La segunda parte de la Biblia constituye el Nuevo Testamento
    (escrito en lengua griega), conjunto de libros escritos por
    discípulos de Cristo, bajo su divina inspiración.
    Comprende: Los Evangelios, Los Hechos de los Apóstoles, Las
    Epístolas y El Apocalipsis.

    1. Los cuatro Evangelios según San Mateo, San Marcos, San
      Lucas y San Juan, son los principales documentos que contienen la
      Revelación cristiana y nos permiten conocer la vida y
      milagros del Divino Maestro.
    2. Los Hechos de los Apóstoles escritos por San Lucas en
      Roma, luego de haber
      compuesto su Evangelio. Es un importante documento que relata
      la historia de los orígenes de la Iglesia hasta el
      año 62. Contiene también una exposición completa de la
      predica de los apóstoles.
    3. Las Epístolas o cartas dirigidas a los Apóstoles
      a los primeros fieles, en cuales cometan los Evangelios e
      instruyen a los cristianos.
    4. El Apocalipsis, también llamado Revelación, es
      obra de San Juan el Evangelista y trata principalmente sobre
      revelaciones misteriosas relativas al fin del mundo.

    2.2- EL MAGISTERIO DE JESUS.

    2.2.1- PERFIL PEDAGOGICO DE CRISTO

    Jesús se presenta como un rabino o maestro itinerante.
    Pero no era un maestro común, como bien notaron los que lo
    seguían, porque:

    • Enseñaba con autoridad: – Quienes Lo
    escuchaban estaban poseídos de admiración por su
    enseñanza, porque Su palabra era llena de autoridad.

    Jamás un judío se hubiera atrevido a enseñar
    colocándose como sujeto y fuente de sus afirmaciones; los
    maestros, escribas, sacerdotes, y los doctores de la Ley hablaban
    precisamente en nombre de la Ley ("Como dice la Ley…, como
    dicen las Escrituras…").

    • Su autoridad como maestro provenía del Padre, que
    era Dios: Jesús hablaba no apoyado en la autoridad de la
    Ley, sino directamente en la de Dios, a Quien llamaba Padre, y a
    Quien decía haber escuchado. No era la suya una
    relación con Dios a través de los sacerdotes sino una
    relación directa, filial. Jesús hablaba de Su Padre,
    Dios.

    • Pero Él mismo, Su propia palabra es Verdad
    liberadora del hombre, porque siendo hombre perfecto, manifiesta
    al hombre su verdadero ser, que es de Dios y para Dios.

    – "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; nadie va al Padre
    sino por Mí
    ." (Jn. XIV)

    • Su enseñanza es original y, a la vez, una
    recreación y
    perfeccionamiento de lo ya existente:

    – "No vayáis a pensar que Yo he venido a abolir la Ley
    y los Profetas.
    Yo no he venido para abolir, sino para dar
    cumplimiento…"(Mt. V, 17-18)

    Al tiempo que confirma la Ley, la enseñanza de Jesús
    invita a profundizarla, a espiritualizarla, a crecer.

    • Es un maestro universal: se dirige a todos, a los
    judíos y todos los hombres. Con gran escándalo de los
    judíos se dirige, no sólo a todos los hombres, sino
    también –y casi podríamos decir
    "principalmente"– a los que son pecadores, porque vino como
    médico para los enfermos, porque los sanos no tienen
    necesidad de médico.

    • Se presenta como un guía experto y seguro para
    la vida del hombre, y lo invita a seguirlo:

    • "Yo soy la luz del mundo. El que Me siga, no andará en
      tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." (Jn. VIII,
      12)
    • Sobreabundan los textos evangélicos que nos muestran
      la respuesta de quienes lo siguieron, y de aquéllos que se
      negaron a hacerlo.

    • Sabe del amor pedagógico (a
    diferencia de los maestros de la época): Jesús no se
    impacientaba cuando instruía al pueblo, no le gritaba, no
    recurría a castigos físicos; contestaba las preguntas
    sin soberbia ni suficiencia, y respetaba la libertad y los tiempos de cada
    uno.

    • Es un maestro que se presenta como criterio y norma de
    conducta, algo que ningún judío había osado hacer
    abiertamente, y en nombre propio:

    Jesús es un maestro:

    que enseña con autoridad una doctrina original;

    que aduce la revelación del Padre como fuente de Su
    autoridad;

    que se ofrece como guía, invitando a que Lo sigan
    todos,

    porque es maestro universal, criterio y norma de conducta.

    2.2.2- ¿A QUIENES ENSEÑABA?

    Si bien Jesús enseñaba a todos, no lo hacía de
    manera indiferenciada, no enseñaba a todos de la misma
    manera. Había diversos niveles, dados por el modo de acceso
    al Maestro, la capacidad de intelección, las situaciones
    personales, etc. La pedagogía de Cristo se presenta como una
    pedagogía diferenciadora. En efecto, enseña:

    a) Al pueblo, que es testigo de los milagros de Cristo y por
    ellos Lo admira y asiente a Su predicación, aun sin
    entenderla demasiado. De alguna manera podríamos decir que
    configuran una masa y, como tal, son más bien pasivos y su
    relación con el Maestro, superficial.

    b) A los discípulos, entre los que también podemos
    distinguir diferentes niveles:

    – los setenta y dos que reciben la misión de preparar la
    venida del Señor en las ciudades que Él quería
    visitar;

    – los doce apóstoles, elegidos por Cristo, los cuales
    conviven con el Señor, reciben la misión de la
    predicación del Reino, les es dado conocer el sentido de
    las parábolas, los misterios del reino de los cielos, y la
    profecía de la Pasión, Muerte y Resurrección del
    Señor. Finalmente, Cristo hace de estos apóstoles
    "maestros";

    • los discípulos escogidos: Pedro, Santiago y Juan, que
      acompañan al Señor en momentos especiales.

    c) A otros: el ciego de Jericó, José de Arimatea, el
    publicano Leví, las mujeres que seguían a Jesús
    (María Magdalena, Juana, Susana y otras), Marta, María
    y Lázaro, Nicodemo, con quienes el Maestro se encuentra en
    circunstancias muy personales, como personales son los
    diálogos que mantenía con ellos y la instrucción
    que recibían a través de los mismos.

    2.2.3- EL FIN DE LA EDUCACION

    A lo largo de la vida pública de Cristo, y a través
    de Sus palabras, parece surgir siempre una y la misma
    exhortación dirigida al hombre, mostrándole como bienes
    a procurarse, como perfección a alcanzar, nada menos que LA
    SANTIDAD, LA PERFECCIÓN, LA INFANCIA ESPIRITUAL.

    1. La Santidad, como obra de Dios.

    B) La Perfección, como propósito del hombre ante la
    invitación divina.

    • "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre
      celestial es perfecto
      ." No se trata, obviamente, de que el
      hombre realice en sí la perfección de Dios (Dios es
      Dios, y el hombre es hombre y no es Dios). Se trata, en
      definitiva, de la imitación de Cristo, hombre perfecto en
      cuanto hombre (se trata entonces del hombre imitando a un
      hombre, del hombre buscando su perfección como hombre), y
      también perfecta imagen del Padre en cuanto es
      Su Hijo: porque quien ha visto a Cristo, ha visto al Padre,
      según Él mismo lo dice a Tomás.

    C) La Infancia Espiritual como estado que hace posible la
    perfección evangélica, porque el infante, el niño,
    necesita en todo a su padre, todo se lo pide, de él lo
    espera todo, a

    él tiende, hacia él camina. Y su padre lo escucha y
    responde dándole amorosamente cuanto necesita, y teniendo el
    mejor cuidado lo conduce hacia sí y le sale al encuentro.
    Así debe ser el hombre para con su Padre Dios.

    Estas ideas estaban ya en el Antiguo Testamento, y la figura
    del rey David y el texto de muchos de los salmos compuestos por
    él lo muestran claramente. Pero Jesús hace de ellas
    algo más que la vivencia o la opción de un hombre
    peculiar; las presenta como la única manera posible de ser
    hombre delante de Dios, válidas y necesarias por
    consiguiente para todo hombre. Por eso su prédica, su
    enseñanza, gira en torno a ellas y las presenta con
    cierta sistematicidad.

    2.2.4- EL IDEAL EDUCATIVO.

    No es otro que el propio Maestro, puesto que EL CRISTIANO HA
    DE SER COMO OTRO CRISTO.

    Es preciso, por tanto, el estudio de Cristo el hombre, de sus
    sentimientos y de sus disposiciones y actitudes, porque sólo
    puede imitarse lo que se conoce, se admira y se ama como bueno,
    como un bien.

    2.2.5- EL CONTENIDO DE LA EDUCACION.

    Tal vez podríamos condensar la idea central de la
    enseñanza de Cristo en esa realidad que es el Reino de los
    Cielos, porque esta expresión habla de Dios –en Quien
    consiste el Reino–, de la felicidad del hombre
    –llegar a Él y vivir en Él–, y de la vida
    del hombre –como camino hacia el reino–. O, dicho con
    otras palabras, el Reino de los Cielos es el sentido último
    del ser del hombre y de su vida, porque lo ubica como criatura
    (ubicación en el ser) de Dios, hijo (ubicación en su
    familia) del Padre y ciudadano (ubicación en su patria) del
    Reino.

    El contenido o saberes se basaban en:

    1. la fe en Jesucristo, como el Hijo de Dios Padre, como el
      Mesías prometido (esto supone toda la fe judía, ya
      que Cristo se presenta como el cumplimiento de las promesas
      contenidas en las Sagradas Escrituras. Esta fe, si bien es un
      acto de conocimiento ("la luz de la
      fe"), no debe quedarse en un acto de conocimiento, sino que
      debe llevar a la unión amorosa con Él, para la vida.
      Es una fe operante –operante por el amor–, tanto en el
      plano individual cuanto en el plano comunitario (todo hombre
      es, para el cristiano, "otro rostro de Cristo" para amar.)
    2. b) los Mandamientos, cuyo cumplimiento continúa
      siendo condición para la amistad con Dios, para
      entrar en la Casa del Padre. Pero este cumplimiento, más
      que una imposición, debe ser una necesidad del amor a
      Dios y, como tal, ir siempre más allá de la
      mínima exigencia de la letra: el amor diligente.

      Entre los Mandamientos, uno, el primero, resume la
      plenitud de la fe y del amor ("Amar a Dios, tu Padre sobre
      todas las cosas"). En él se trata del amor ordenado (el
      orden en las preferencias).

      En íntima conexión con lo anterior, la conducta
      recta. En efecto, no puede hablarse de amor sin lealtad, sin
      esa verdad de vida última y honda que fundamenta la
      confianza (paradójicamente, no la confianza de Dios,
      sino nuestra confianza en Él).

    3. la Nueva Alianza, de la que Cristo es sacerdote y
      víctima, en cumplimiento de lo profetizado y prometido en
      las Escrituras.

    d) el estudio de las Sagrada Escrituras, porque:

    • no es posible desear lo que no se conoce;

    • es preciso conocer la Voluntad de Dios para
    obedecerla;

    • hay que escudriñar los signos de los tiempos para
    cumplir el plan de Dios.

    El Señor mismo explica los libros sagrados a los
    discípulos de Emaús y reprocha a los fariseos y a los
    saduceos su falta de inteligencia de las
    Escrituras, falta que proviene de las tinieblas de sus
    corazones.

    1. la oración, reiteradamente recomendada por el Maestro
      como medio eficacísimo para obtener la Voluntad Divina, y
      a tal punto que enseñó a sus discípulos a orar
      (el "Padrenuestro").

    2.2.6- LA METODOLOGIA.

    La comunicación de Jesús con sus oyentes sigue las
    habituales pautas de la conversación oriental: sobreabunda
    en imágenes de la vida cotidiana, cargadas de afectividad, y
    apela a recursos retóricos usuales en la escuela y en la
    sinagoga. Por otra parte, y como buen judío, hace constantes
    referencias a la Sagrada Escritura, que reinterpreta.

    Sin embargo, la relación de Cristo con sus oyentes
    variaba según el número y las características de
    los mismos.

    2.2.7- LA DISCIPLINA.

    En toda educación la disciplina ha ocupado un lugar muy
    importante, y no se halla ajena a la actividad de Cristo
    educador. Pero, a diferencia de lo acostumbrado en otras
    culturas, y en la misma tradición hebraica (nos referimos al
    uso y abuso de los castigos físicos), Jesús
    también usaba de la advertencia, de la prevención y del
    elogio. Sin embargo, no están ausentes de su disciplina el
    reproche suave o reconversión y el reproche severo, y hay
    –con este sentido educativo– abundantes referencias a
    recompensa, castigo y juicio final.

    2.3- LA EDUCACION APOSTOLICA.

    Después de la crucifixión de Jesús, los
    apóstoles comenzaron a predicar la "Buena Nueva"; primero en
    las aproximidades de Jerusalén, luego por las comunidades
    judías orientales, y finalmente por todo el mundo
    greco-romano.

    La persuasiva y poderosa palabra de los apóstoles, tuvo
    rápida aceptación entre los humildes, esclavos y
    obreros. Así surgieron las primeras comunidades cristianas,
    en cada una de las ciudades visitadas por estos "mensajeros de la
    buena nueva". Antes de retirarse de una población para continuar
    su predica, los misioneros dejaban organizados a todos los
    llamados hermanos. Estos llevaban una vida austera, de acuerdo
    con las normas establecidas por Jesús, y se reunían
    diariamente para celebrar un culto muy sencillo.

    Los presentes escuchaban la lectura del Evangelio o de las
    Epístolas; cantaban alabanzas y oraban a Dios. La principal
    ceremonia se efectuaba por la noche, en recuerdo a la última
    cena que celebro Jesucristo con sus discípulos.
    Consistía en una comida fraternal, llamada Agape, en la cual
    los cristianos, luego de purificar sus pecados por medio de la
    confesión, tomaban la Eucaristía, es decir el pan y el
    vino consagrados (Cuerpo y sangre de Cristo).

    El que deseaba ingresar en la comunidad, debía renunciar a
    todo culto pagano y recibir la instrucción cristiana. Luego
    ingresaba en la Iglesia por medio de la ceremonia del Bautismo,
    la cual consistía en sumergir al converso en una cuba llena de agua y luego vestirlo de ropas
    blancas. Entonces era considerado, Neófito, porque
    recién nacía a la vida cristiana.

    2.3.1- LA CATEQUESIS.

    "Id y enseñad a todos los pueblos" (Mt. 28,16-20) dice
    Cristo a sus discípulos; y estos aceptan la misión
    encomendada por el Maestro enseñando de viva voz la verdad
    de salvación.

    La Catequesis (enseñar de viva voz) significó tanto
    la acción de enseñar
    como el objeto mismo de la enseñanza. Este modo de conferir
    la verdad al pueblo comienza a ser un sencillo dialogo sobre las palabras y
    hechos de Cristo hasta que evoluciona en un proceso de instrucción
    más complejo, para entrar en el seno de la Iglesia a
    través del bautismo y predicar la sagrada liturgia de los
    fieles. La Catequesis presenta diferentes modelos, progresivamente mas
    complicados, según los distintos periodos de la
    expansión del Cristianismo.

    En primer lugar el modelo más simple esta reproducido en
    los discursos de San Pedro,
    referidos a los Hechos de los Apóstoles; tratan, en esencia,
    de la fe en Dios y en su hijo Jesucristo, de la Penitencia y del
    Bautismo, y de la Resurrección y el Juicio Final. Los
    Evangelios sinópticos responden a este primitivo diseño de Catequesis.

    Posteriormente la Catequesis extiende un poco su contenido y
    se configura en torno al Credo o Símbolo de los
    Apóstoles, a instrucciones sobre el Bautismo, la
    Eucaristía y la oración dominical, y a la moral cristiana inspirada
    en los Mandamientos de la Ley de Dios.

    2.3.2- LA DIDACHE.

    Es muy probable que a finales del siglo I se hiciera ya el uso
    de la Didaché, el texto didáctico más antiguo que
    conocemos en su genero (debió escribirse en el año 50 y
    el 70 de nuestra era) destinado a la instrucción cristiana
    que recoge de forma resumida normas de organización y
    liturgia de actos comunitarios, así como algunos comentarios
    sobre la vida, la muerte, el fin del mundo y otros temas. Puede
    dividirse en cuatro partes:

    • La primera – del capitulo I al VI – es una
      invitación a seguir el camino de la vida y apartarse del
      de la muerte; describe los
      vicios de los paganos y persuade al lector de los beneficios de
      una buena educación familiar cristiana.
    • La segunda – del capitulo VII al X – reviste
      carácter litúrgico y se refiere a los sacramentos y
      sobre todo a la Eucaristía.
    • La tercera – del capitulo XI al XV – contiene
      las instrucciones para la elección de los obispos y
      diáconos; se ocupa, además, de los apóstoles, de
      los profetas y de los maestros, de su formación, de su
      conducta, y de su misión en las nuevas comunidades
      cristianas.
    • La cuarta y ultima – el capitulo XVI – es una
      visión apocalíptica del fin del mundo y de la venida
      gloriosa y triunfante de Jesús.

    2.3.3- EL CATECUMENADO (DISCIPLINA DE LO ARCANO)

    Se instituye a principios del siglo III y se
    extiende hasta finales del siglo V. En esencia es el periodo de
    instrucción en el que se prepara el Catecumeno ( el que esta
    dispuesto a entrar en la comunidad cristiana) para recibir el
    bautismo y pertenecer a la Iglesia, desde el punto educativo
    constituye un hecho de interés.

    Son varios los ordenes de los catecumenos: El primero es el de
    los Auditores, quienes reciben instrucciones fuera de la Iglesia
    y escuchan solamente las homilías dedicadas a todos los
    catecumenos, aunque no se consideran infieles porque desean ser
    cristianos, sin embargo en algunas practicas litúrgicas no
    podían estar presentes como si lo fueran; el segundo grado
    de catecumenado, los catecumenos propiamente dichos, se iniciaba
    con una recepción solemne en la que el obispo le
    imponía las manos sobre su cabeza, haciéndole la
    señal de la cruz sobre la frente, al tiempo que le
    preguntaba cuál eran su razón y voluntad de pertenecer
    a la Iglesia; en este periodo se les sometía a veces a
    pruebas de testimonio,
    exigiéndole una vida pura e irreprochable; el tercer orden
    comprendía a los que pedían ser bautizados; se les
    llamaba Competentes o Elegidos, después de ser examinados
    sobre sus conocimientos sobre el Credo, en una

    ceremonia solemne, por Pascuas o Pentecostés, se
    inscribía su nombre en los registros de la Iglesia.

    3- FUENTES DE INFORMACION
    (BIBLIOGRAFIA)

    – Bailey, A.E. La vida cotidiana en los tiempos
    bíblicos. Buenos Aires: Hachette, 1947.

    – Blazquez, J.M. Historia del mundo antiguo – Oriente
    – Los Hebreos, tomo 10. España: Akal, 1989.

    – Capitán Díaz, A. Historia del pensamiento pedagógico en
    Europa. Madrid: Dykinson, 1984.

    – Galino, M. A. Historia de educación – tomo I –
    (edades antigua y media) Segunda edición. España:
    Gredos, 1968.

    – Heaton, E.W. La vida en tiempos del Antiguo Testamento.
    Madrid: Taurus, 1959.

    – Larroyo, F. Historia general de la pedagogía. México: Porruá,
    1946.

    – Rops, D. La vida cotidiana en Palestina, en los
    tiempos de Jesús. Barcelona: Mateu, 1965. – Sher, J. Hechos
    de Israel – Publicado por el centro de información de Israel. –
    Ubieta, J. A. Sagradas Escrituras – Biblia de
    Jerusalén Ilustrada (Antiguo y Nuevo Testamento) Barcelona:
    Nauta, 1972.

    Roberto José Lemos-Garay

    Cátedra de Historia de la Educación
    I.

    Facultad de Filosofía y Letras.

    Universidad Nacional de Cuyo.

    Mendoza-Argentina.

    Año: 2004

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