La presente comunicación es una suerte de ejercicio de
imaginación.
Parto del supuesto que alguien me pregunte acerca de
cual es un factor relevante que contribuiría a la
elevación substantiva de la calidad de
vida de la actual y futura población del territorio
argentino.
Sin mucho meditar daría como respuesta la que da
título a la presente comunicación. Ulteriormente
comenzaría a deslizar los motivos que soportan semejante
respuesta, atento que esa inmediatez está basada en una
larga saga de estudios, investigaciones y
reflexiones que ultrapasa las tres décadas. Y soportados
por intensas vivencias por añadidura.
Cada vez más persuadido de las limitaciones de la
palabra escrita, procuro paliar dichas limitaciones con largos
preámbulos, que descuento pueden resultar tediosos, pero
que a la postre aportan fundamentación pormenorizada a
la
comunicación.
Dejando en claro que el orden de enunciación no
implica precedencia alguna, comienzo por explicitar parte del
imprescindible bagaje teórico que se requiere para un
abordaje como el que intento. El denominado "pensamiento
complejo", tal cual ha sido consolidado por Edgar Morin, con el
patrocinio de la UNESCO, conforma ese bagaje.
Cabe expresar que dicho esquema de conocimiento,
admite: la coexistencia simultánea del caos con el orden
(la dialógico); entiende que la causa es efecto y el
efecto puede ser causa (la recursividad), y asimismo que la parte
está en el todo y el todo en la parte (la
hologramática).
Sin menoscabar la relevancia de otras fuentes, al
momento de comenzar esta comunicación, tengo presente al
libro de
André Marchal "Estructuras y
Sistemas
Económicos", cuya primera edición
en francés data de 1955, y "El hombre y
sus obras" de Melvin Herkovitzs, cuya primera edición en
inglés
es de 1948, habiendo sido publicadas en español en
1961 y 1952, respectivamente.
Desde perspectivas holísticas o
sistémicas, donde todo esta interrelacionado
dinámicamente, resulta evidente que escoger una
dimensión de una cuestión o problemática no
implica en modo alguno desglosarla del contexto, ni asignarle
tipo de prioridad alguna. Tan sólo se trata de una puerta
de entrada, en gran medida dependiente de las preferencias o
visión del mundo del estudioso de la
cuestión.
Así las cosas, y siempre trabajando a nivel de
hipótesis y bajo el paraguas conceptual del
esbozo, afirmo que el tema escogido implica un juicio de valor positivo
y su consecuente juicio de valor negativo.
Es decir: Es bueno para la población argentina
alguna modalidad de desconcentración demográfica, y
no son deseables los fenómenos de concentración
demográfica. Va de suyo en este sentido, que la
concentración demográfica es una
característica afianzada de la población argentina
contemporánea. Esta concentración que no es
sólo demográfica: es la resultante del acontecer en
estas geografías desde la llegada de los colonizadores y
evangelizadores españoles a partir de la segunda mitad del
siglo XVI. La misma esta referida a los asentamientos humanos en
determinados puntos geográficos y la dotación de
recursos
naturales disponibles.
Ya hacia el comienzo del proceso de
Emancipación en 1810, la ciudad de Buenos Aires,
había decantado a través de doscientos treinta
años(230), una situación de preeminencia sobre el
resto de las otras once ciudades inicialmente fundadas y
obviamente a las fundadas luego de la creación del
Virreinato del Río de la Plata en 1777. A consolidar esa
situación habían contribuido el comercio y el
asentamiento de la burocracia
colonial. Dicha burocracia tendría continuidad a partir de
1810, y a ello no resulta ajena la figura de Manuel Belgrano, que
se había hecho cargo del Consulado de Buenos Aires, desde
su creación en 1794. Esta institución
cumplía funciones que hoy
desempeñan las agencias de estadística, planificación y fomento.
A poco de iniciarse la saga emancipadora,
comenzarían las objeciones a la concentración no
sólo demográfica de la ciudad de Buenos Aires.
Así la logia "Sociedad
Patriótica"; José Gervasio de Artigas, y
José de San Martín, ya postulaban que Buenos Aires,
no fuese la ciudad capital de la
nueva Nación.
Esa idea atraviesa todo el acontecer argentino, y aún en
nuestros días, en contextos mundiales y desarrollos
tecnológicos asaz diferentes, hay quien sigue postulando
esa idea. Un punto culminante de esa idea desconcentradora, la
constituye la iniciativa del presidente Alfonsín,
convertida luego en Ley del Congreso,
de llevar la Capital Federal a las riberas del Río Negro
inferior, a partir de abril de 1986.
No sin antes consignar, que el componente
político esta omnipresente en el tratamiento de esta
cuestión, la idea del cambio de
ciudad Capital argentina, no agota por cierto la batería
de propuestas desconcentradoras. Hasta quienes se manifiestan
contrarios a dicha mudanza están concordes con políticas
desconcentradoras. Durante un largo tiempo, ha
campeado entre las personas que se vienen dedicando al tema, una
suerte de confusión entre los conceptos de "descentralización" y de
"desconcentración". Admitiendo que están
interrelacionados, la descentralización alude a la parte
de delegación de responsabilidades en materia de
ejecución de políticas públicas, mientras
que la desconcentración hace a cuestiones
demográficas. La batería de alternativas de
descentralización como de desconcentración es
amplia y abierta.
Alfred Adler, en su "El sentido de la vida"(1935),
sostenía que la "realidad es el mejor experimento", y esto
se vincula, con la creencia durante mucho tiempo, que para que un
cambio de capital, tuviese real efecto descentralizador y
desconcentrador, la mudanza debería abarcar a la sede de
las ahora privatizadas empresas del
Estado federal
argentino. Hasta se llegó a sostener que si el traslado de
la capital no se acompañaba con el "desparramo" de las
sedes de las empresas del estado y organismos descentralizados
por distintos asentamientos en el interior argentino, su efecto
sería mínimo.
Lo concreto, es
que el traslado aún no se operó, pese a subsistir
la Ley Nacional que lo dispuso y que las empresas estatales y
organismos equivalentes fueron privatizados. Dicha privatización, que podía asimilarse
al traslado de sus sedes centrales, atento la traumática
reducción de personal que
emanó de las mismas, prácticamente no produjo
ningún efecto relevante en orden a una eventual
desconcentración.
No deseo continuar, sin hacer explícita la idea
de país que subyace en este planteo, que constituye una
actualización de nuestra ya inveterada
inquietud.
Imagino una Argentina, estructurada sobre criterios de
creatividad,
participación, descentralización de los poderes
públicos(particularmente de la Administración
Pública Nacional o Federal) y desconcentración
demográfica.
Posicionados en la dimensión
desconcentración, considerada como un componente de la
Argentina considerada como un sistema de
relaciones
interpersonales, no es redundante consignar que atento al
último Censo disponible(2001), la población
argentina de nuestros dias ultrapasa los 37 millones de
habitantes. En función de
la participación, vale consignar que existe un
padrón de alrededor de 26 millones de electores. La
población se distribuye en poco más de mil
seiscientos (1600) asentamientos que van desde los 600 habitantes
hasta el área metropolitana de Buenos Aires que ronda los
13 millones de habitantes. Además existen,
independientemente de la escasa población rural dispersa,
varios asentamientos que oscilan entre los 100 y los 599
habitantes.
Cerca de un cuarto de la población se encuentra
cursando algún tipo de estudio.
Sin perjuicio de alguna ulterior precisión
cuantitativa, puede uno intentar columbrar la resultante de la
sumatoria de interacciones que emanan de una masa potencial de
casi 38 millones de personas. No se trata de interacciones
simultáneas, sino de enésimos encadenamientos, de
diferente grados de intensidad, que en alguna instancia
entrarán en algún tipo de involucramiento. A esto
se le denomina sinergia, y
debería ponderarse a los efectos de lo que aquí
estamos considerando.
Esa masa de interacciones con ineludibles proyecciones
medioambientales, está a su vez inserta en la masa de
interacciones que generan los alrededor de 6400 millones de
actuales tripulantes de la nave Tierra.
Una cita de Albert
Einstein preñada de valor estético, puede
ayudarnos a dar el talante anímico para abordar lo que se
nos escapa de las manos: "Hasta la más pequeña gota
de rocío caída del pétalo de una rosa en el
suelo
repercute en la estrella más lejana". (Con su: "Hasta el
pelo más delgado/ Hace su sombre en el suelo"; nuestro
José Hernández se le había adelantado en su
"Vuelta de Martín
Fierro", de 1879)
El "estado del arte", de los
múltiples estudios al respecto que se vienen realizando,
con clara tendencia a lo transdisciplinario, y cuya lectura
pormenorizada resulta imposible para una sola persona,
evidencia las limitaciones de las nociones de control y
organización que fueran consideradas como
parámetros confiables a partir de la modernidad. Al
respecto ha sido señalada como una significativa
alegoría de esas limitaciones la novela de
Michael Crichton "Jurassik Park"(1990).
Llama la atención, como habiendo comenzado el
cuestionamiento a los parámetros formalizados por Newton y
Descartes
entre otros, a finales del siglo XIX, y explicitados en las tres
primeras décadas del siglo que terminó hace poco;
llama la atención – repetimos (y aprovecho para dejar
constancia que nuestro estilo discursivo emplea el nosotros, como
si fuera la primera persona del singular) – que las organizaciones
montadas a partir de la modernidad y afianzadas a partir de la
convergencia de la Revolución
Industrial inglesa, la Independencia
Norteamericana y la Revolución
Francesa, se consolidaran y expandieran hasta nuestros
días, no obstante los anticipos o "pródromos", que
se hicieran insistentemente sobre su pretensión
hegemónica y sus limitaciones.
Compartimos la opinión en que no se trata de
descartar de plano todo lo aportado por la llamada cultura
"euroamericana" u Occidental", sino de ponerla en un plano de
igualdad con
otras posibilidades culturales, que pudieron subsistir a los
embates llamémosle "occidentalizadores"; e inclusive
admitir las alternativas sincréticas que de hecho se
vienen produciendo.
En ese sentido, y circunscribiéndonos a la
Argentina, los parámetros cuestionados, con las consabidas
excepciones, dan sustento a los aparatos formales de los poderes
públicos y de la cultura, particularmente en el sistema
educativo.
Ello no quita, que por aquello de que "cada hombre
(persona) es un mundo", cada argentino en función de su
situación integral específica, vaya procesando el
acontecer a su irrepetible manera.
Esta llamémosle "inelasticidad" de las instituciones
educativas y culturales argentinas, comporta un incremento del
costo, en lo que
hace a las capacidades de respuesta o replica de los usuarios de
sus servicios. A
nadie sorprende que un técnico o profesional,
recién comienza a ponerse en autos de las
realidades con que debe enfrentarse a partir de su
graduación, y la integración de los conocimientos con las
circunstancias, lleva mucho tiempo y ello incrementa el "costo
argentino", aunque este marbete haya sido acuñado para
otros contextos históricos.
Resulta conducente al esclarecimiento del tema que
estamos intentando desenvolver, referirnos a la obra de
André Marchal, citada al comienzo de este desarrollo.
Allí se consigna que en todo análisis de la realidad se pueden
distinguir cuatro especie de estructuras: las físicas o
geográficas; las económicas; las
demográficas y las de encuadramiento. Marchal
sostenía que cuando había coherencia entre las
estructuras se estaba frente a un sistema y cuando no la
había, como en casi todos los casos concretos se estaba
frente a un "régimen". También señalaba que
en todo régimen, se verificaban vestigios de los
regímenes anteriores y anticipos o "pródromos" del
porvenir.
Este esquema, se enriquece en nuestra opinión si
se lo combina- siempre en el nivel de esbozo – con los aspectos o
rasgos que toda cultura presenta, según sostuvo Herkovitzs
en la obra también citada al principio. Esos aspectos
eran: lo económico y lo tecnológico; la
organización social; la relación hombre –
universo(religiosidad); las actividades
estéticas, y el
lenguaje.
Podríamos pues concebir a la Argentina como una
sucesión no lineal a lo largo del tiempo, de
regímenes donde se combinan esquemas como los de los dos
autores precedentemente mencionados.
De ese modo se podría visualizar en sentido
figurado el acontecer argentino, partiendo ya sea desde de lo que
se sabe de antes de la llegada de los españoles, donde se
estima (Canals Frau) que había no menos de cuarenta etnias
o culturas diferentes, o lo que con mas información se sabe a partir de esa
llegada, ganándose en precisión de informaciones a
medida que nos acercamos a nuestro presente.
Lo que sí resulta claro es que a partir de la
llegada de los españoles, los habitantes de estas tierras,
quedarían incorporados al quehacer mundial, y
particularmente a las influencias de las sucesivas potencias
hegemónicas.
Ya habíamos expresado, que la idea de
desconcentrar, muy ligada a la de descentralizar, había
comenzado a explicitarse a poco de comenzado el proceso
emancipatorio (hay testimonios a partir de 1812), pero la
desconcentración en la variante que hemos escogido en
nuestras búsquedas, tiene un precedente en dos obras del
polígrafo rosarino Juan Alvarez: "Las guerras
civiles argentinas", de 1914, y " Buenos Aires", de 1918. En la
primera de las mismas, Alvarez consigna un dato muy llamativo y
poco conocido. Cuando se realizó el Primer Censo Nacional,
en 1869,quienes lo elaboraron, hicieron un cálculo de
cual seria la población argentina en 1914. El
cálculo fue bastante acertado, en cuanto a la cantidad, al
realizarse el Censo de 1914, pero no así en cuanto a la
distribución poblacional. El desequilibrio
de la ciudad de Buenos Aires, se había acentuado
considerablemente.
No es de extrañar que a partir de entonces se
incrementaran las voces de alerta sobre este asumido
desequilibrio. Pero la realidad iba evidenciando que el
desequilibrio se acentuaba. Esa característica de
desplegaría a lo largo del Siglo XX, aunque con una ligera
atenuación registrada en los dos últimos censos. No
obstante, los limites geográficos de la Capital Federal,
se vieron desbordados por un proceso de conurbación,
configurando la ahora conocida como "Área Metropolitana de
Buenos Aires". Area que se ha transformado en el paradigma de
la situación a revertir, aunque vale agregar que se han
sumado otras áreas metropolitanas aunque de magnitudes
menores y otros centralismos y minicentralismos, para los que
caben tratamientos análogos en orden a la
desconcentración demográfica.
Resulta muy fecundo a la hora de los análisis
pormenorizados, el recientemente incorporado concepto de
"visibilidad", porque en nuestra opinión, y
particularmente en los grandes medios de
comunicación porteños, no se tiene una
visión planar del acontecer argentino, y ello se traduce
en fundamentos endebles a la hora de las decisiones tanto
públicas como privadas.
Es frecuente que se generalice una opinión sobre
"Argentina" o " los argentinos", tomando como base al área
metropolitana de Buenos Aires y no más de diez grandes
ciudades argentinas. Ello incluso es extensivo a las encuestas, los
estudios académicos y/o los de consultoría: Cuando uno, como en nuestro
caso, por una suerte de vocación o de destino, viene
recorriendo por décadas numerosos pueblos medianos y
pequeños de la Argentina y lo complementa con lecturas que
aun estando disponibles no son consultadas con frecuencia;
entonces uno percibe que no necesariamente las cosas son como las
presenta "la corriente principal", que normalmente se reflejan en
los grandes medios de
comunicación porteños, a los que adscriben en forma
casi acrítica, los "grandes medios de comunicación
del interior argentino", conformando una suerte de centralismo
comunicacional porteño, por donde no se filtran otras
realidades que son simultáneas y diferentes.
El poner entre comillas al adjetivo "grandes", lo
hacemos para diferenciar que hay otros medios pequeños
pero alternativos, que nos permiten inferir una diversidad que
contrasta con la hegemoneidad predicada por los
"grandes".
Hoy día, resulta casi obvio consignar el
creciente impacto que vienen causando la irrupción de las
denominadas provisionalmente "tecnologías de la
información y la comunicación" (TICs),
emblematizadas por la Internet.
Utilizadas creativamente, brindan resultados muy
sorprendentes. Vayamos a un ejemplo que ilustra lo
precedentemente afirmado. En uno de los sitios mas difundidos de
Internet, donde se brindan cuentas gratuitas
de correo
electrónico, junto con información de interés
general, se ha establecido un hipervínculo a todos los
medios argentinos de comunicación escritos que han
habilitado sus respectivos sitios en la Red. De este modo aparece
disponible una información, que en las épocas pre
TICs hubiese sido casi imposible de procesar, salvo para
organizaciones de muchos recursos. Ahora
es posible leer, casi sin costo, las noticias del
interior del país y particularmente, las generadas por las
corresponsalías de las poblaciones del área de
influencia de cada medio. Es una tarea que sólo se puede
hacer por muestras, cuando se la intenta de manera
monográfica. Pero aun con esa limitación, haciendo
un pasaje panorámico por la información generadas
por esos corresponsales de pequeñas y medianas ciudades,
se tiene "otra visión" de la Argentina.
Como se aprecia el tema de la "visibilidad" da para
mucho,
Sea por las vivencias personales, reforzada por la
documentación consultada de las maneras
tradicionales y de las nuevas, se puede sostener que existen
anticipos o pródromos de desconcentración, lo que
torna viable proponer alternativas de desconcentración, no
tanto creadas sobre situaciones totalmente nuevas, sino sobre
situaciones concretas o estudios preexistentes.
Desde el mismo inicio de nuestras comunicaciones
públicas a mediados de 1977, manejamos la noción de
"Argentina potencial". Con ella aludimos a todos los estudios y
proyectos para
abordar problemas
concretos de la Argentina, que se han venido acumulando en los
distintos archivos y
repositorios de información, y muchas veces son casi
desconocidos. Así como documentación, existen
realizaciones que están funcionando a escala reducida u
obras publicas y privadas que están subutilizadas.
Podría enunciarse sin temor a caer en exagerar que:
Desconcentrar es en gran medida "desempolvar esa Argentina
Potencial".
Reiterando aquello de la "propiedad
conmutativa" acerca que": El orden de los factores no altera el
producto", es
valido para este desarrollo; todo lo que vamos volcando forma
parte del flujo o "fluencia vital" argentinos. Así sucede
con los poderes públicos, que en el esquema de Marchal
integran "las estructuras de encuadramiento", y en el de
Herkovitzs, "la organización social".
Una encuesta
publicada al momento de redacción de este trabajo
confirma algo que veníamos vivenciando en los todos los
ámbitos donde desplegamos nuestra parábola vital:
existe una suerte de "analfabetismo
"específico en materia de lo que nosotros denominamos
poderes públicos, y otros organización
gubernamental o estatal. De esta calificación que
podrá parecer exagerada, solo se salvan muy pocos
especialistas, que constituyen la excepción que confirma
la regla.
Argentina, como todo agrupamiento humano, genera desde
su propia convivencia, alguna conducta de
encuadramiento u organización encarnada en alguna persona
que por algún motivo detenta autoridades generalmente
transitorias. Resumiendo las ideas expresadas por Gaetano Mosca
en su "Elementi di Scienza Politica"(1896): En todo agrupamiento
humano; hay lucha por la preeminencia; la lucha esta
protagonizada por personas vocacionadas para protagonizarla, que
este autor denominaba "clase política", y esa
lucha siempre busca legitimarse por una "fórmula
política" que justifique moral y/o
legalmente la ocupación de las posiciones de
preeminencia.
Nosotros agregaríamos que esa lucha por la
preeminencia, que aquí se conoce como lucha por el
poder o
políticas a secas es permanente.
Pese a que desde el inicio mismo del proceso emancipador
en 1810, se intentó imponer como sistema de poderes
públicos el decantado por la Revolución
industrial inglesa, la emancipación norteamericana y la
Revolución Francesa; ha sido recién a partir de
diciembre de 1983, que el sistema ha empezado ha funcionar a
pleno. Excedería los alcances de esta comunicación,
el sólo relatar el acontecer de las azarosas y
traumáticas situaciones previas.
Con las substanciales reformas institucionales
introducidas a la Constitución Nacional en 1994, precedidas
en gran parte por reformas en las constituciones de varias
provincias, ha quedado configurada una constelación de
poderes públicos, cuyo desconocimiento generalizado, nos
lleva al juicio de valor negativo expresado mas arriba y que
genera una suerte de frustraciones que es casi un imperativo
revertir.
Persuadidos de la necesidad de una intensa
divulgación de esa constelación, volveremos a
reiterarla en estas líneas, comenzando por expresar que
sintéticamente: esa constelación de poderes
públicos comporta: División cuatripartita de
poderes(con la independencia del Ministerio Público),
varios partidos
políticos con participación de las
minorías internas y cupo femenino; así como
autonomías provinciales, municipales y universitarias.
Solemos apelar a la imagen de una
planilla de cálculos informática, para ilustrar
fotográficamente esa constelación(la que en la
realidad funciona cinematográfica o televisivamente, es
decir a treinta(30) imágenes/cuadros por segundo). En dicha
grilla, ubicamos en las columnas verticales a los Cinco (5)
poderes públicos, a saber: El constituyente; el
constituido ejecutivo; el constituido legislativo; el constituido
judicial, y el constituido Ministerio
Público(defensorías y fiscalías). En las filas horizontales
ubicamos las ocho (8) jurisdicciones en que se desagregan esos
poderes. A saber: organismos internacionales(ejemplo Naciones Unidas);
Mercosur(o la
estructura que
la reemplace), jurisdicción nacional; jurisdicción
universidades nacionales; jurisdicción regiones;
jurisdicción provincias, jurisdicciones intermunicipales,
y jurisdicciones municipales. Del entrecruzamiento de las
funciones y las jurisdicciones surgen cuarenta unidades
jurisdiccionales – funcionales, que a su vez se multiplican, por
el numero de provincias, municipios, universidades, regiones y
entes intermunicipales. Eso sin contar las complejidades de los
poderes públicos constituidos nacionales y las
complejidades propias de cada unidad, particularmente al interior
del ejecutivo nacional.
Si asumimos que las cúpulas de cada una de esas
unidades funcionales – jurisdiccionales están ejercidas
por personas de vocación política, que por su
condición de tales practican permanentemente la lucha por
la preeminencia, puede el lector hacerse una idea remota de
situaciones signadas por la incertidumbre, la imprecisión
y el descontrol.
Aunque esto último pueda resultar duro de
asumir.
No debe olvidarse que la ciudadanía participa directa o
indirectamente de la elección de los protagonistas
principales de los poderes públicos. Esa
participación es la que le otorga legitimidad a la
constelación sumariamente esbozada.
Esta dinámica y antagónica
constelación es el dato o constante, que en nuestra
opinión, hay que asumir a la hora de proponer o ejercer
cursos de acción
desconcentradores.
Es nuestra opinión que esta constelación
de poderes públicos manifiesta simultáneamente
actitudes
concentradoras y desconcentradoras, teniendo la impresión
que las desconcentradoras, se imponen a las concentradoras,
aunque debe reconocerse que estas últimas neutralizan en
parte el potencial de las primeras.
Vistas en un análisis retrospectivo y planar, aun
en medio, de las luchas por la preeminencia que alcanzaron
virulencias que incluían la ruptura de las reglas de
juego
establecidas; particularmente a partir de la instalación
del Gobierno Nacional
en 1862, luego de la batalla de Pavón; los poderes
públicos fueron generando políticas y obras
publicas, que en algún modo intentaban desconcentrar,
sobre todo en nombre del federalismo. En
algún modo pueden ser interpretadas como
"pródromos" de futuras desconcentraciones o susceptibles
de refuncionalización.
La desconcentración demográfica en
cualquier punto del planeta es, básicamente un comportamiento
humano, en otras palabras un hecho cultural. Es decir, es
menester que ante todo el concepto de desconcentración, ha
de estar en la mente de los artífices de acciones
desconcentradoras. A propósito vamos a relatar un hecho,
que nos tocó presenciar en la ciudad de Villa
María, en la provincia de Córdoba, y que
incorporamos a nuestro arsenal argumental desde entonces. Se
realizaba la ceremonia de apertura de un evento deportivo, y lo
que pareció al principio, el habitual discurso
formal de bienvenida, se transformó al menos para nosotros
en algo aleccionador. El orador, dirigiéndose a los
deportistas que habían llegado hasta allí desde
distintos puntos de la Argentina, les dijo": Ustedes son el
centro del mundo". Esa proposición formulada desde el
lugar que hacia 1873, fuera declarado por Ley Capital de la
Argentina, aunque luego fuera vetada por el presidente Sarmiento,
es suceptible de ser interpretada en el sentido que "el centro
del mundo" está adonde uno desarrolla su parábola
vital. Afortunadamente, hemos comprobado en nuestras
travesías por el país de los argentinos, como
muchos consideran que su respectivo "pago chico", a pesar de ser
considerado como algunos como "infierno grande", es su centro del
mundo, y a partir de ese supuesto, obran en consecuencia, a pesar
de las interferencias de los diferentes centralismos.
A propósito de nuestras travesías, la
inmensa mayoria de ellas las hemos hecho en tren(cuando
recién comenzaban los levantamientos de ramales y las
clausuras de servicios); en ómnibus, a pié con
mochila al hombro; y excepcionalmente por barco y avión:
Puedo asegurar desde estas intensas vivencias, que son muy
diferentes las visiones que se tienen de la realidad argentina,
según el medio en que uno se desplace. Y no es necesario
ahondar mucho para diferenciar las visiones de quienes "conocen"
la Argentina, viajando en avión a las pocas ciudades que
poseen ese servicio o
acudiendo a los centros turísticos; que viajando en
ómnibus o tren (donde aún quedan servicios), en
barco , y mas aún en cualquier modalidad de
tracción a sangre ( a
pié, en bicicleta o a lomo de mula o caballo). Pareciera;
nótese que decimos pareciera, que ya no hubieran
émulos que aquellos "naturalistas viajeros", que en los
siglos XVIII, XIX y a principios del
XX, hacían recorridos "inventariando" la
Argentina.
En las alternativas que consideramos, nos
circunscribimos a un acto estrictamente voluntario, descartando
todo tipo de compulsividad. Resta intentar esbozar como esa
especifica actitud
voluntaria ha de encuadrarse institucionalmente en el
ámbito familiar, en el ámbito empresarial, en el
ámbito de las entidades de bien publico y en el
ámbito de los poderes públicos. En desarrollos
anteriores dábamos énfasis al quehacer de las
personalidades relevantes o a los liderazgos. Se nos hace,
profundizando en la meditación, que dichas personalidades
o liderazgos, necesariamente han de comportarse insertos en sus
familias, en las empresas que dirijan o trabajen, en las
instituciones de bien publico a las que pertenezcan, o en las
estructuras organizativas de los poderes públicos. En
resumen que la desconcentración demográfica puede
darse en cualquiera de los ámbitos enumerados
precedentemente.
De todos modos, nos parece que para que la
desconcentración tenga visos de permanencia y no de
transitoriedad, debería enfatizarse en las implicancias
del cambio de domicilio para las familias. Y es obvio que para un
traslado o mudanza familiar, debe haber una intensa motivación
en todo el grupo
familiar.
Años atrás, dialogábamos con un
funcionario publico con responsabilidades en el fomento
patagónico, y poníamos énfasis en lo que
implica la mudanza de una familia,
contraponiéndolo a ciertos megaplanes que proponen
desplazamientos de millones de personas para compensar ciertos
desequilibrios demográficos.
Se nos ocurre que cualquiera sea el ámbito en que
se consideren cursos de acción de desconcentración
geográfica en la Argentina, debe partirse en todas las
implicancias de la mudanza de cada grupo familiar. E insistimos
en que si no hay una fuerte motivación en todo el grupo, esa
relocalización o no se operará o será
transitoria.
Venimos de un tiempo, donde hemos verificado, el fracaso
de la planificación, de la compulsiva y aun de la
indicativa. Los planes puntillosamente detallados en los documentos, no
suelen pasar de los papeles o son sumamente modificados cuando
son puestos a la practica. Planificar esta limitado por la
libertad
humana. Desde una perspectiva de respecto irrestricto a la
dignidad
humana, solo se puede motivar o incentivar los cambios de
actitudes.
Es por ello, que este desarrollo, está más
dirigido a quienes tienen diversos grados de convencimiento
acerca de la necesidad de operar una desconcentración
demográfica en la Argentina, por considerársela un
agente para la elevación de la calidad de vida
de sus protagonistas.
En ese sentido, procuramos brindar conceptos e
informaciones que refuercen esas convicciones, sobre todo para
los que tiene algunas reservas al respecto.
En un planeta inexorablemente e inequitativamente
interrelacionado, toda problemática local, no puede
soslayar situaciones equivalentes que se dan en otras
geografías.
Ni tampoco los abordajes, que esas situaciones merecen a
los ámbitos académicos que se abocan a esas
temáticas. Así, si bien la concentración
demográfica argentina, tiene sus peculiaridades tanto de
tipo geográfico como sociocultural, se resignifica a la
luz de la
corriente de pensamiento que a mediados de los ochenta
identificó como problema a la "pobreza de las
áreas metropolitanas del Tercer Mundo". En ese marbete, se
encuadraban no sólo en Area Metropolitana de Buenos aires,
sino las metrópolis inferiores argentinas.
Lo que no se decía en esa apreciación, ni
se colegia para los casos argentinas es la coexistencia de la
concentración de pobreza con la concentración de
riqueza. Situación que en la década del sesenta era
visualizada como el "típico dualismo del subdesarrollo".
Si bien es cierto que hay elementos de casos
teóricos y foráneos para rescatar a la hora de
desconcentrar, nos parece que hay elementos distintivos para la
Argentina. No es lo mismo la concentración de pobreza en
un área metropolitana en un país de escasas
dotaciones de recursos naturales y poca extensión
geográfica, que la pobreza
metropolitana argentina en un contexto de alta disponibilidad de
recursos naturales y mucha superficie disponible para el hábitat
humano y las actividades productivas.
A cuenta de detenernos mas adelante en la coexistencia
conflictiva de actitudes concentradoras y desconcentradoras, en
la especificidad del caso argentino; sostenemos que desconcentrar
demográficamente en Argentina no debe significar
reconcentrar lo que esta concentrado en el área
metropolitana de Buenos Aires, en otros grandes centros urbanos
ni mucho menos en el Gran Rosario, el Gran Córdoba, el
Gran Mendoza o el Gran Tucumán.
Desconcentrar demográficamente en la Argentina de
2005 significa tender a hacerlo lo mas equilibradamente que lo
posibiliten la geografía humana
preexistente y la localización de los recursos naturales
disponibles.
Un documento de referencia muy esclarecedor de estas
potencialidades, fue conocido a raíz del debate
parlamentario realizado en 1987, tendiente a la mudanza del
distrito Federal. A pedido de un Senador Nacional, se publico la
zonificación ecológica realizada por el Instituto
Nacional de Tecnología
Agropecuaria, y la que indica en función de un conjunto de
parámetros donde están las áreas con mayores
y menos disponibilidades de recibir población humana y
generar actividades productivas.
Es notable en estos tiempos donde se transita
académicamente por el campo de la transdisciplinariedad,
regresando de la compartimentación del saber a que
había conducido la exacerbación de la "ciencia
experimental matemáticamente formalizada", como se puede
verificar en esa etapa personas que desde sus compartimentos casi
estancos, se estaban dedicando a estudiar similares y a veces
casi idénticos problemas o cuestiones. Así sucede
con la llamada Geografía Humana, que uno encuentra tan
similar a lo que Rodolfo Kusch denomino "geocultura".
Consideraciones similares se pueden hacer con la Etnología
y la Antropología Social y Cultural. En este
nuevo marco, con abordajes como el denominado "etnodesarrollo",
no es descabellado conjeturar que los colonizadores y
conquistadores españoles, desde sus perspectivas
conceptuales fijaron sus asentamientos donde ya lo habían
hecho las etnias precolombinas que estaban aquí desde el
origen(ab – origen) y transitaban por los senderos por donde
estos se comunicaban. Algo de esto se barrunta en los estudios
sobre toponimia indígena. La disponibilidad de recursos
naturales para satisfacer las necesidades humanas, era el
criterio pre y post colombino para determinar los asentamientos
humanos. En esa perspectiva, podemos insertar a las doce (12)
primeras fundaciones, sobre las que luego se constituiría
el Estado
Argentino. A ellas se sumarían y casi sobre el final del
periodo colonial(con la excepción de las fundaciones en la
actual provincia de Entre Ríos) las fundaciones promovidas
por los Virreyes y gobernadores españoles, particularmente
Vertiz y Sobremonte.
Desde la Emancipación hasta 1862, se fundaron muy
pocos pueblos nuevos, pero la acelerada expansión de los
ferrocarriles acaecidas entre 1880 – 1914(se escaló desde
los 2.500 kilómetros de vías férreas a los
33.000 Km), terminó de perfilar la actual geografía
humana argentina. Debe consignarse que esa nueva red, se
complementaba con el telégrafo y la navegación de
cabotaje marítimo y fluvial. Somos recurrentes en citar la
"Guía Azul de las Comunicaciones Sudamericanas", de 1925,
que se puede consultar en la Biblioteca
Nacional de Buenos Aires, donde se tiene una visión
panorámica de la red que se había configurado,
cuando aun el automóvil y la aviación eran
incipientes. Allí ya se verifica el sistema de
asentamientos humanos interconectado que se había
configurado en la Argentina, y que ha llegado a nuestros
días, con los desajustes que viene provocando el complejo
caminero automotriz, que se sumo traumáticamente a ese
sistema, particularmente con la implementación del
plan bidecenal
de caminos 1934 -1954, la única política publica,
que se ha aplicado en la Argentina, por sobre los avatares
institucionales. Cabe señalar que el esquema establecido
por ese plan, que era la reglamentación de la Ley Nacional
11.658, continuó desplegándose hasta nuestros
días y se hizo en desmedro del medio ferroviario y del
transporte por
agua. De "La
Historia de la
Ingeniería Argentina"(1968), cuya
autoría pertenece al Ingeniero Antonio Vaquer, se puede
inferir cual fue el esquema productivo que acompañó
al establecimiento de esa red de asentamientos
urbanos.
Como ya lo explicitamos en anterior trabajo nuestra
propuesta desconcentradora no supone la modificación de
esa red de asentamientos, sino su modificación
cuantitativa, alentando o proponiendo desplazamientos VOLUNTARIOS
de personas desde asentamientos de alta densidad de
población hacia asentamientos de baja densidad o en
transito de despoblación. Asimismo se ha consignado que
existen intentos públicos y privados sobre el
particular.
La red de asentamientos fue sumando elementos, como la
telefonía, la radiotelefonía,
la
televisión, la aviación comercial y los
diferentes tipos de ductos. Todos con sus permanentes
actualizaciones tecnológicas. Al advenimiento de la
Internet comercial en la Argentina, ya existía la red
telefónica de discado directo nacional, que
facilitó su rápida inserción en la red, lo
que se viene acelerando con las modalidades de la telefonía
celular y las bandas anchas cableadas o
inalámbricas.
Sobre la misma red urbana se fue ampliando un sistema
educativo, cultural y científico y es así como el
sistema educativo tiene escolarizada al 27 % de la
población.
En esa red se registran censalmente poco más de
1600 asentamientos, 1440 de los cuales van de los veinte mil
habitantes a los seiscientos. Sin embargo, la cantidad de
estaciones ferroviarias es por los menos el triple de esa
cantidad registrada y tenemos la vivencia que haber transitado
por muchos núcleos urbanos, que son registrados como
población rural, pero que constituyen núcleos
urbanos, de pocos habitantes. Esos asentamientos no registrados
censalmente tiene a los efectos desconcentradores un potencial
equivalente a los 1440 identificados. El común denominador
de ambos es que detentan capacidad instalada ocioso en diversos
rubros. Esa capacidad ociosa comporta la capacidad real de
recibir el asentamiento de grupos familiares
u otras alternativas de migración
de comunidades de distintos tipo, por ejemplo de ancianos en una
alternativa que hemos denominado "geriátrico abierto"; o
una reactualizada "colonización penal"; o el traslado
voluntario de agentes de la
administración pública nacional asentados en el
Área Metropolitana de Buenos Aires. En esta posibilidad
podrá contemplarse, el estímulo para los que se
encuentren con la jubilación instalada en su horizonte
laboral.
Así como señalamos mas arriba, el valor
documental de la zonificación ecológica ( se
identificaron doscientas zonas) formulada oportunamente por el
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria(INTA), nos
parece una herramienta muy útil para el fin que alienta
este desarrollo, la codificación postal aprobada en 1975. Dicha
codificación postal identificó poco menos de dos
mil (2000) circuitos
postales fuera
de la ciudad de Buenos Aires. La codificación postal no
hizo mas que institucionalizar a sus fines específicos,
líneas de vinculación factibles que exceden la
posibilidad postal. Es decir, nos parecen estos circuitos
postales un recurso para la acción gubernamental,
comunitaria o empresarial en función de los fines
aquí claramente explicitados.
La formación de los asentamientos y su
"enredamiento" a través de los múltiples enlaces
sucintamente enumerados, fue aconteciendo en forma discontinua y
se fueron generando esquemas puntuales o regionales de carácter real o potencialmente
desconcentradores. Eso sin perjuicio, que a nivel
académico, parlamentario o periodístico se
sucedieran propuestas tendientes a revertir una situación
que se basaba en la percepción
compartida de un desequilibrio económico, político
y social.
La enumeración dista de ser exhaustiva, pero nos
parece adecuado mencionar por orden de aparición
cronológica: la Ley de Territorios Nacionales(1532) de
1884; la construcción de la línea
férrea desde Bahía Blanca a Zapala, iniciada en
1896 y que llegara a Neuquén en 1899, que daría
lugar al emporio del Alto Valle del Río Negro; la Ley de
Fomento de los Territorios Nacionales de 1908; la creación
de la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego y
Militar de Comodoro Rivadavia en 1944; el establecimiento de las
franquicias
aduaneras al Sur del Paralelo 42 de Latitud Sur en Febrero de
1945; la provincialización, mediante sendas leyes del
Congreso Nacional entre 1951 y 1955, de los ocho territorios
nacionales. Cabe señalar que tanto en el periodo 1930 –
1943, como en el periodo 1955 -1983, en medio de los gobiernos de
facto y de gobiernos pseudoconstitucionales (También en el
interregno constitucional Mayo de 1973 – Marzo de 1976) se
desplegaron numerosas obras públicas y marcos legales con
el objetivo
explícito de "desarrollar el interior". Muchas veces la
natural reluctancia que causa en los medios académicos
esos períodos donde se perpetraron profundas alteraciones
en el Estado de
Derecho, hace que no se estudien las políticas
publicas que en esos contextos de ilegitimidad, se iban
materializando y que se incorporaban al acervo de realizaciones.
Es nuestra opinión que debe hacerse un esfuerzo
académico para ver que detrás de esa imborrable
patina de ilegitimidad hay efectivos aportes de marcos legales e
infraestructura y sus consecuentes impactos sobre los respectivos
hábitats. Cítense por caso el despliegue de los
valles regables en Chubut, Río Negro Inferior, Río
Colorado y Río Dulce. O las iniciativas generadas desde el
Consejo Federal de Inversiones a
partir de 1961. Una consideración similar haremos al
referirnos a los efectos desconcentradores, de acciones
desplegadas en los países fronterizos con Argentina, y
aún, en el Sur del Perú.
Mas el despliegue de población sobre el
territorio no es asunto exclusivo de los poderes públicos
a través de la implementación de políticas,
sino que se da en el quehacer empresario y
en el de las entidades de bien público. No son
infrecuentes los quehaceres conjuntos o
consecutivos de lo gubernamental, lo empresarial y lo
comunitario
Con las limitaciones que imponen los accidentes
geográficos, hay testimonios de intercambios y migraciones
de población, cuando no había fronteras
interestatales, previas a la formación del Estado
argentino, sea en la época precolombina, como en la
colonización española. Eso continuó a partir
de la emancipación. Están sumamente estudiado los
avatares previos a la conformación del patrimonio
territorial argentino, los que incluyeron hasta intensos
enfrentamientos armados con algunos de los países vecinos.
A lo largo del Siglo XX, se fueron consolidando, con la ayuda de
la tecnología esas vinculaciones con los países
fronterizos: A nivel conceptual nos parece un punto de
inflexión la poco mencionada Conferencia de
los Países del Plata de 1941, sobre las que se intentaron
con diversa suerte las uniones aduaneras con Brasil, Paraguay y Chile
y los intentos de unión económica con Chile,
Bolivia y
Paraguay entre 1953 y 1955. Otro punto de inflexión, pero
de efectos más prácticos lo constituye el Tratado
de la Cuenca del Plata suscripto en 1967, en un momento donde la
mayoría de los países signatarios estaban usurpados
por gobiernos de facto. No obstante esa pátina de
ilegitimidad, ese tratado tuvo mas efectos prácticos que
los Tratados de la
ALALC de 1960 y de la ALADI en 1980,
porque sentó las bases de la infraestructura
necesaria(fundamentalmente puentes y caminos) que generaron las
corrientes comerciales, que dieron base así Tratado de
Asunción, constitutivo del Mercosur, en 1991.
A los efectos de propuestas de desconcentración
demográfica, cuentan estas obras públicas y las
corrientes que posibilitan, ya que ciertas zonas de los
países limítrofes, genera alternativas de
equilibro, particularmente respecto al Area Metropolitana de
Buenos Aires. Eso se nota a través del efecto del
"superpuerto" de Río Grande, en el sur de Brasil, del
mismo puerto de Montevideo y de algunos puertos chilenos del
Pacífico, inclusive el puerto de Matarani, en el sur
peruano. Todavía sin desplegar se encuentra la
Hidrovía entre Puerto Céspedes y Nueva Palmira. Un
ejemplo de la utilización de las instalaciones
disponibles, a la luz de la creciente penuria de hidrocarburos(tema sobre el que volveremos mas
adelante) lo da la empresa
brasilera "All Logistics", que ha tomado las concesiones de los
ex ferrocarriles Urquiza y San Martín en el rubro cargas,
y de ese modo ha establecido un puente terrestre entre San
Pablo(puerto de Santos) y Santiago del Chile(puerto de
Valparaíso). También las rutas internacionales
facilitan el flujo de pasajeros. Es notable la afluencia de
migraciones de los países limítrofes y de
Perú hacia el Area metropolitana de Buenos Aires,
constituyendo este un factor de concentración.
También es notable el desarrollo turístico
facilitado por las mismas infraestructuras.
El "hermanamiento" cotidiano de las ciudades
fronterizas, también se constituye en un polo de
atracción y retención de población,
facilitado por las instalaciones a que venimos haciendo
referencia. Vale comentar en este apartado pero aplicable a los
precedentes y los que siguen, que esta monografía no transita por el camino de la
exhaustividad en cuanto a los datos y
bibliográficas citadas, porque aquí se transita por
el camino del bosquejo al estilo arquitectónico, y queda
librado al interés de los lectores la búsqueda de
información mas pormenorizada (al respecto, los "motores de
búsqueda tipo Google son un muy
eficaz auxiliar).
Resulta ya remanido en los ambientes donde se estudia el
impacto de las tecnologías de la información y la
comunicación, sus efectos desconcentradores y
descentralizadores. El E – Learning, el E – Commerce y el E –
Government, implican desconcentración y
descentralización. En el terreno de la observación del fenómeno en
Argentina, se advierte que la apropiación
tecnológica es patrimonio del sector infanto juvenil. No
resulta tan plástica la asimilación de las
generaciones adultas, entre las que habitualmente se recluta la
clase dirigente. Sin embargo este es un fenómeno
transitorio, ya que paulatinamente esos niños
de los ochenta que se aculturaron informáticamente con los
jueguitos electrónicos tipo Pac Man, comienzan a ocupar
los puestos de decisión pública y privada y en ello
visualizamos un incremento al menos exponencial de la calidad de
las decisiones.
La tecnología ya en aplicación y la
introducción de la tecnología Wi –
Fi inalámbrica y en el mediano plazo de los dirigibles
geoestacionarios, que reemplazarán a costos
supinamente más bajos a los enlaces satelitales,
borrarán la distancia comunicacional. De todos modos el
equipamiento existente, que dista de ser aprovechado en su
plenitud ya es un "pródromo "de lo que viene. Teniendo en
cuenta que la población asentada en centros urbanos es el
85 % de la población total, e independientemente de los
locutorios de titularidad privada(ya popularizados como
"cybers"), en cada centro urbano hay por lo menos una
institución muy afianzada en sus respectivas comunidades,
que son las "Bibliotecas
Populares", que datan de la presidencia de Nicolás
Avellaneda, en 1870. En la última década, se ha
equipado a esas bibliotecas con computadoras
conectadas a Internet. Esa posibilidad, a la que se le adicionan
los "Centros Tecnológicos Comunitarios" instalados con
apoyo de organismos internacionales, es la va redundando en una
penetración de la telemática en los sectores infanto
juveniles, incluso los pertenecientes a familias
carecientes.
Ello comporta múltiples posibilidades, que por el
momento tienen una restricción: las mentalidades insertas
en las instituciones educativas, que no están en aptitud
de procesar todo el potencial de elevación cultural y
educativa, que se va instilando en las capas infanto juveniles,
interactuando con las computadoras en los cybers, en las
Bibliotecas populares o en los Centros Tecnológicos
Comunitarios. Pero creemos que este desfasaje es transitorio,
hasta que arriben a los puestos docentes, de
dirección y supervisión, personas imbuidas de la
mentalidad "TICs", que lleva ínsita una suerte de
reinvención de las funciones de educación y aprendizaje.
Asimismo es concurrente a reforzar posibilidades de
desconcentración la sinergia que se crea entre las Tics
propiamente dichas, con la radiodifusión en todas sus
modalidades y la televisión, tanto abierta, satelital como
por cable. Pero las tecnologías, son tan solo soporte de
contenidos y los contenidos hacen a las idiosincrasias. Este es
un aspecto, sobre el que nos extenderemos mas
adelante.
Al recordar el pensamiento de Emerson, en el sentido
que: "Tan sólo podemos ver fuera lo que tenemos dentro", a
los efectos de circunscribir lo que sigue, como lo que lo
precedió a las limitaciones de toda comunicación
monográfica, si algo me llama la atención, es lo
que otras personas han apreciado como la "falta de conciencia
marítima de los argentinos". De mi parte desearía
precisar como la falta de percepción del plexo de los
intereses marítimos, fluviales, lacustres y antárticos argentinos. Esto se me ocurre
esta ligado a la cuestión de la "visibilidad", que
deliberadamente es recurrente en la presente comunicación.
Y se me hace vincular esto de la "visibilidad" con aquello acerca
que "Tan sólo se ama lo que se conoce". En tránsito
a relativizar la afirmación, digamos asimismo que hay
sectores, por cierto muy minoritarios, que son la
excepción que conforma la regla.
Tal vez el traumático acontecer argentino,
permita comprender ese "ocultamiento" de lo marítimo, lo
fluvial, lo lacustre y lo antártico, elementos que creo
que hacen a la actitud de desconcentración
demográfica que apreciamos como funcional a una alta
calidad de vida; la que ayudados por las ideas expresadas por
Juan Bernardo Pichón Riviere, en su "Ciencia
Política General", publicada a principios de 1971,
está compuesta por las condiciones que hacen al "pleno
desarrollo de la persona humana y a la convivencia
pacífica".
Síntomas de ese ocultamiento, son el casi
desconocimiento de las obras enciclopédicas sobre la
Historia Marítima Argentina, dirigida por Laurio Destefani
y la historia de la marina mercante argentina escrita por los
hermanos González Climent. Debe recordarse los aportes de
Roca quien durante su segunda presidencia alentó la
creación del Ministerio de Marina y a instancia de
Francisco Pascasio Moreno dio inicio en 1904 a la presencia
argentina en la Antártida. Dentro del paquete de
políticas publicas implementadas en este campo entre Junio
de 1943 y Septiembre de 1955,a titulo ilustrativo debe recordarse
la declaración de la soberanía del Mar Epicontinental Argentino
y del zócalo continental, mediante un Decreto suscripto
por el Presidente Peron, en Noviembre de 1946, tomando en cuenta
las investigaciones del geógrafo Juan José
Nágera, y la intensificación de la política
antártica motorizada por el Coronel Hernán Pujato,
cuyos planes incluían asentar población en el
llamado continente blanco, como se iniciaría a escala
reducida a fines de la década del setenta.
Las implicancias de la ratificación del Tratado
Antártico en 1960, y el poco efecto que causo en la
opinión publica, nos siguen sorprendiendo. Pero más
llamativo ha sido, obviamente en nuestra óptica,
la falta de percepción masiva de la firma en 1982 y la
ratificación parlamentaria argentina en 1993, de la
Convención de los Derechos del Mar, que
reconoce el principio de las doscientas (200) millas
marítimas como zona económica exclusiva del
país ribereño, consagrando las tesis
adoptadas en aquel decreto de noviembre de 1946, más
arriba mencionado. Este tratado que incluso contempla
responsabilidades del país ribereño en las 150
millas marinas(1 milla marina equivale a 1.852 metros) siguientes
a las 200 sobre el que se le reconoce soberanía
económica, en materia de protección del ambiente y
preservación de los recursos naturales.
Aun con la presencia intrusa de Inglaterra en las
Islas del Atlántico Sur(Malvinas,
Georgias y Sandwich) y las limitaciones impuestas por el Tratado
antártico, la entrada en vigencia de este tratado, da una
nueva dimensión a las posibilidades argentinas. Va de suyo
que ello se proyecta a la desconcentración
demográfica ya sea desde la costa continental y fueguina,
desde la parte insular una vez recuperada y en el mismo
continente antártico, con las especiales reservas que
presenta su frágil ecosistema.
Vale recordar, a los efectos de sensibilización y
divulgación, de los que están mas allá del
circulo de entendidos en la materia, que nuestra "Pampa
Mojada"(marbete acuñado por el marino Alberto Casella),
genera tantas divisas en frutos
del mar que las exportaciones
cárnicas de la "Pampa Húmeda", que hicieran famosa
a la Argentina. Y el creciente movimiento
turístico antártico, con base en la ciudad de
Ushuaia, constituye un pródromo del efecto tractivo que la
componente atlantártica puede generar, sin desconocer las
posibilidades de nuestro desaprovechado sistema fluvial,
incluyendo el virtual sistema lacustre natural y
artificial.
Como se ha insinuado no es que no se ha hecho nada para
desplegar el potencial de los intereses marítimos,
fluviales, lacustres y antárticos argentinos, sino que por
el factor de ilegitimidad que tiñe el quehacer de los
gobiernos de facto que ha tenido el país desde 1930,
tiende una patina de ocultamiento atento una parte significativa
del quehacer sobre el sector se desplegó en esos periodos
de ilegitimidad institucional, particularmente en los dos
últimos períodos de facto. Empero tampoco se ha
dado relevancia a la sanción de las Leyes Nacionales de
Puertos y Federal de Pesca,
sancionadas en la plenitud del Estado de derecho, ni mucho menos
de la ratificación parlamentaria de la Convención
de los Derechos del Mar, ratificación, que atento lo
establecido por la Convención Nacional Constituyente de
1994, da status superior a dichos tratados en relación al
resto de las Leyes nacionales.
La noción de cultura, es por demás
imprecisa, por eso al sólo efecto de poder continuar
desenvolviendo esta comunicación, principiamos por adoptar
la acuñada por Romano Guardini, quien sostuvo que:
"cultura es todo lo que el hombre hace, crea o conforma". Para
ser congruentes con la llamada "corriente del género",
podemos sin ninguna alteración, escribir esa noción
como que cultura es todo lo que las personas, hacen crean o
conforman. Es casi perogrullesco expresar esa afirmación
en tiempo pasado y decir que cultura es todo lo que las personas,
hicieron, crearon y conformaron; y atento las invariantes de la
condición humana, es hipotizable sostener que cultura es
todo lo que las personas harán, crearán y
conformarán. Es decir que el pasado, el presente y el
futuro del quehacer humano constituirían el flujo o
fluencia vital de las culturas especificas, a las que Rodolfo
Kusch denominaba "geoculturas". Mas recordando al Hernán
Benítez, de "La aristocracia frente a la
revolución", de 1953, cuando decía que "tal cual
sea la noción de persona que tengamos, será la
noción de sociedad y estado", vale consignar el concepto
de persona que nosotros manejamos y que es que la persona es un
animal lógico que se comunica cooperativa
y/o conflictivamente para satisfacer sus necesidades inserto en
su geocultura.
Circunscribiéndonos a los limites
geográficos de la República Argentina, tenemos la
convicción que en una misma jurisdicción
jurídico – política conviven varias "naciones",
entendido el término nación
en sentido antropológico o etnológico.
Sostenemos que en la República Argentina, es
posible asomarse a sus peculiaridades, si empleamos la
alegoría del arco iris, gama o espectro y situamos en un
polo al aspecto "transoccidental" de "las Argentinas" donde se ha
operado un crisol de arcaicidades entre las arcaicidades propias
en las culturas precolombinas, las arcaicidades del componente
africano y las arcaicidades de las corrientes migratorias que con
distinta intensidad fueron arribando a estas latitudes desde
Europa, Medio y
Cercano Oriente. Vale aclara que entendemos lo arcaico como
aquello que parte del saber tradicional de los pueblos, que
algunos asimilan a lo folklórico y que ha sido en distinta
medida reluctante a la cultura así llamada cultura
occidental o "euroamericana" en sus distintas variantes.
Precisamente en el otro polo del espectro arco iris o gama
está lo que denominamos como Argentinas intraoccidentales
que justamente han sido portadores de esa impronta que algunos
identifican con la aparición del logos griego y otros con
la conjunción de lo greco- romano- judeo
-cristiano.
En el transcurso del tiempo, en parte por la alta
fecundidad de las mujeres "transoccidentales " y la baja de las
mujeres "intraoccidentales", se ha producido una notoria y
creciente primacía numérica de la población
de cuño "transoccidental". Ello no obsta para que todo los
sistemas formales sean operados por las minorías
"intraoccidentales", cuyos predecesores las instauraron a partir
de su llegada a estas geografías.
De suyo que esta convivencia, asume sesgos
traumáticos, y la sola consideración nos viene
insumiendo largos estudios y meditaciones, en coincidencia con
otras personas que en esa misma línea nos precedieron y en
simultaneidad con quienes advierten esta peculiaridad de las
cuestiones argentinas.
Y es sobre la base de esta convivencia traumática
entre las argentinas "Transoccidentales" mayoritariamente
crecientes y las argentinas "intraoccidentales" minoritariamente
decrecientes, en términos demográficos se entiende,
que en nuestra opinión, debería abordarse toda
propuesta de desconcentración. Y ello debería
operarse – y no nos parece innecesario ser redundante al respecto
– sobre la base de una plena vigencia de la constelación
de poderes públicos que culmina en la Constitución
Nacional Argentina y respetando la voluntad de los
intervinientes, es decir respetando las libertades personales
propias de la dignidad humana.
En un desarrollo anterior, sosteníamos que
nuestras consideraciones sobre alternativas de
desconcentración demográfica en Argentina, pasan
por variantes diversificadas que asuman como dado, el sistema de
asentamientos humanos existentes resultantes del devenir del
país, promoviendo cambios cuantitativos desde los
asentamientos de muy alta densidad poblacional a los de
más baja densidad. Y ello teniendo en cuenta la capacidad
de soporte de los recursos naturales existentes en los
asentamientos o en sus inmediaciones.
En función del párrafo
precedente creemos adecuado, describir el perfil de los
asentamientos humanos que venimos recorriendo desde hace casi mas
de cuatro décadas. Estas vivencias intensas son las que
nos permiten ultrapasar las "invisibilidades" más arriba
apuntadas. Pero ese ocultamiento es relativo, por cuanto venimos
complementando nuestras vivencias con el análisis de
muchos estudios y documentación que retroalimenta las
mismas y refuerzan nuestras convicciones. Claro esta, que esa
masa documental, pese a estar disponible, no circula con fluidez
por los grandes medios de comunicación, ni por medios
académicos y consultoriles.
En un desarrollo como el presente, resulta insoslayable
recurrir a bucles que nos remiten a afirmaciones realizadas
anteriormente. Del mismo modo debemos remitirnos a nuestros
propios trabajos, cuyo listado y algunos de sus contenidos
están accesibles en el sitio web
http://choloar.tripod.com/trabajos.htm
Pero vayamos al nivel de la mera descripción sobre la base de lo
vivenciado.
Resulta muy evidente que el sistema de asentamientos
humanos argentinos fue configurado por el despliegue de la red
ferroviario – telegráfica. Resulta muy ilustrativo,
consultar tres mapas que marcan
el inicio, el salto exponencial y el máximo nivel
alcanzado: Se trata del mapa confeccionado por Martín de
Moussy, para ser presentado en la exposición
de París en 1869; del mapa editado por la casa Peuser en
1913, y del editado por el Ministerio de Transportes de la
Nación, editado en 1950. Su detenida visualización
permite realizar sugerentes inferencias. Como nuestro desarrollo
esta traccionado por el juicio de valor de la
desconcentración demográfica, vamos a poner
énfasis en las alrededor de 1440 poblaciones que
están en el rango de los 600 a los 20.000 habitantes,
así como de los centros urbanos inferiores a esa cantidad.
Esto lleva implícito no solo alentar las migraciones
voluntarias desde el Area metropolitana de Buenos aires y las
otras áreas metropolitanas menores, así como de las
capitales de provincia; sino también mantener estables a
los volúmenes de los asentamientos menores a esos que
acabamos de mencionar, pero que superan los 20.000 habitantes. En
números muy gruesos, esos asentamientos que serian
alrededor de 120.
Es interesante destacar tomando como parámetro a
la red ferroviaria, aún en el avanzado estado de deterioro
que se encuentra, verificar que por lo menos existe una cantidad
de asentamientos o potenciales asentamientos similar a los 1440
identificados a los efectos de la desconcentración: Es
decir trabajaríamos a los efectos desconcentradores con
alrededor de tres mil (3000) asentamientos urbanos. Con la
excepción de Tierra del Fuego, es casi excepcional que
haya centros urbanos fuera de la red ferroviaria. Es mas hay
algunos que se instalaron a la espera de un ramal ferroviario,
que pese a estar autorizado legalmente no llegó a
erigirse, por falta de presupuesto o por
haber decaído el interés de los inversores
autorizados. No obstante existir varios nudos ferroviarios con
asentamientos superiores a los veinte mil habitantes, es dable
comprobar que los hay en ciudades del rango que hemos escogido, y
que en nuestro entender tienen un potencial a desarrollar, sobre
todo teniendo en cuenta el horizonte de una sociedad que
deberá movilizarse sin hidrocarburos en un futuro no tan
lejano(tema sobre el que volveremos más
adelante).
Bueno, diríamos en un lenguaje
hablado coloquial, ahora, con el menor nivel de
abstracción que nos resulte posible, vamos a describir una
suerte de perfil o patrón de estos asentamientos humanos.
Perfil que por otra parte también existe en los
asentamientos humanos superiores a la magnitud
seleccionada.
En nuestros recorridos por los pueblos, particularmente
lo hemos hecho con mas intensidad y frecuencia por los de las
llamadas Pampas "húmeda" y "Gringa", hemos visto que todos
por lo menos tiene una plaza pública; una estación
ferroviaria(la mayoría desactivadas) y con sus
instalaciones en forma creciente recicladas como centros
culturales a cargo de los Municipios; pequeñas estaciones
terminales de ómnibus; más de una escuela primaria;
una escuela secundaria; la Municipalidad; un pequeño
hospital centro de salud; un templo
católico, y templos(varios de las llamadas iglesias
cristianas no católicas; casi siempre mas de un club
social y deportivo(muchos de estos clubes auténticos
pulmones comunitarios se han convertido en mutuales), por lo
menos una cooperativa o dos: la de servicios públicos y la
agropecuaria; un destacamento policial. En muchos pueblos existen
desactivadas las instalaciones de las sociedades de
socorros mutuos que los inmigrantes de las distintas procedencias
organizaron; como antes lo adelantamos, una Biblioteca Popular; y
no en todos los pueblos, alguna agrupación de Boys Scouts,
así como un "benemérito cuerpo de Bomberos
Voluntarios". La televisión por cable llega a esos
asentamientos, independientemente que les llegue la
televisión abierta. Lo mismo pasa con la
radiodifusión de amplitud modulada. Resulta muy
difícil llegar a un poblado que no tenga ya por lo menos
una radio de
Frecuencia modulada. Cuando uno "curiosea", en la vida de estas
pequeñas comunidades, observa que aparecen las
cooperadoras escolares, de los hospitales y de las comisarias.
Los Centros de Jubilados y Pensionados son infaltables. Y
asimismo la sucursal de algún banco normalmente
el de la provincia respectiva y /o el de una cooperativa.
Además las mutuales de los clubes hacen operaciones de
crédito. También hay un Centro o
cámara de
Comercio. La vida de las personas insertas en sus respectivos
grupos familiares, se encuadra en estas instituciones.
Para no dejar, en lo posible, nada implícito,
aunque parezca obvio al menos las 1440 localidades y muchas de
las de menor densidad poblacional tienen electricidad,
agua potable,
servicios telefónicos y la Internet ha entrado en todos
esos lugares.
Pero hay algo que por lo obvio no percibe el habitante
de esos asentamientos y sí el observador proveniente del
enrarecido hábitat metropolitano. Los habitantes de esos
asentamientos gozan implícitamente de lo que se
perdió en las grandes urbes: LA CALIDAD DE
VIDA.
Además de calidad de vida, existe en estos
asentamientos, capacidad instalada ociosa, para recibir el
asentamiento de nuevas familias en forma paulatina, para no
deteriorar esa calidad de vida. Esa capacidad ociosa, incrementa
su potencial en la medida que se apliquen o intensifiquen
programas
existentes de capacitación, asistencia o fomento de la
Economía
Doméstica, de la que resulta un buen ejemplo el programa de
"Huertas comunitarias" que viene desarrollando desde 1990 el
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, que no es
mas que una versión actualizada de programas similares que
ya se habían aplicado en la Argentina, promovidos por el
entonces Ministerio de Agricultura a
través de su Almanaque Agropecuario y luego haciendo, uso
del medio radiofónico a mediados de la década del
cuarenta. Como se colegirá sin mucho esfuerzo,
desconcentrar demográficamente, comporta modificaciones en
los patrones de producción y consumo de las
familias. Y esto se vehiculiza mediante la acción conjunta
de las escuelas, los medios de
comunicación, los Municipios y las entidades de bien
publico(clubes sociales y deportivos, cooperadoras, cooperativas,
mutuales, organizaciones del culto, centro de jubilados y
pensionados, agrupaciones de boys scouts, cámaras de
comercio, sindicatos de
trabajadores). Esa acción conjunta, no es algo a realizar,
sino un fenómeno que forma parte de la cotidianeidad de
estas poblaciones sobre las que nos estamos refiriendo. Y no es
exclusivo de ellas porque también se dan en las barriadas
metropolitanas o aun en los asentamientos precarios de las
mismas, aunque con las limitaciones de la problemática
propia de las megalópolis.
Como aquí estamos describiendo un perfil, el
mismo varía en los casos concretos, con la
agregación o resta de algunos de los componentes
mencionados. En estas poblaciones, salvo que se encuentren en
zonas de frontera, la
única presencia de los poderes públicos nacionales
es el correo, esto sobre todo después de las privatizaciones de los servicios
públicos. La sinergia comunitaria que se produce tiene
el protagonismo, como se mencionó precedentemente, del
municipio, de las escuelas primarias y aun secundarias y de las
instituciones de bien público. Los sentimientos de
comunidad, tal
cual los describiera Ferdinand Tonnies en su obra de 1886, se
perciben claramente en estos asentamientos, donde, como se dice
coloquialmente "todos se conocen". No es infrecuente que una
misma persona participe en mas de una entidad de bien
público, o en el Municipio, u otra entidad publica. Por
ello, resulta un vaso comunicante entre lo publico y lo privado
la institución de la cooperadora, particularmente la
cooperadora escolar, ya que vincula a las familias con la
escuela. Es esa sinergia comunitaria, generada por la
multiplicación de interacciones "cara a cara", lo que
contribuye a la calidad de vida, que paradójicamente no se
termina de percibir por sus propios beneficiarios y generadores.
No se trata pues de angelizar a las personas que viven estos
asentamientos ni de demonizarlos, como lo hizo Dertouzos en el
Peyton Place de su "La caldera del diablo"; sino que la baja
densidad demográfica, permite un mayor despliegue de las
respectivas personalidades( "Lo pequeño es Hermoso"
titularía un libro Schumacher, en 1973. Este potencial no
pasa desapercibido por algunas instituciones publicas o privadas.
Es mas se conocen intentos de aprovechar este potencial. Tal el
caso de la existencia de Institutos de derecho Municipal en
algunas Universidades Nacionales, por ejemplo Rosario, del
Litoral, de la plata y de Córdoba, así como la
existencia del Instituto Federal de Asuntos Municipales, que
funcionada desde hace poco mas de una década en
órbita del Ministerio del Interior del gobierno
federal.
Sin soslayar en modo alguno la constelación de
poderes públicos existentes, enmarcados en la
Constitución Nacional, aparecen como contribuyentes a los
propósitos aquí señalados, las nociones de
"República Representativa Municipal", y de "Federalismo
Comunalista", oportunamente expuestas por Alejandro Korn
Villafañe y Saúl Alejandro Taborda,
respectivamente. En dirección similar están las
líneas de promoción al llamado "desarrollo local",
por parte de los organismos internacionales, así como el
"principio de subsidiariedad", promovido por la Doctrina Social
de la Iglesia
Católica Apostólica Romana, en sucesivas
encíclicas papales, según el cual: " lo que puede
hacer la comunidad menor no debe hacer lo la comunidad mayor".
Estas coincidencias, estriban en el reconocimiento de los
problemas que generan las metrópolis, desde hace largo
tiempo consideradas como causales de desarraigo, y
despersonalización. Como suele pasar, las actividades
estéticas se anticipan a las problemáticas, en este
caso puntual a través del filme "Metrópolis" de
Firzt Lang (1927).
Lo que intentamos profundizar en estas líneas,
estuvo precedido por una larga retahila de comunicaciones sobre
Economía Domestica, cuya estación previa a la
presente, es el haber acuñado el neologismo
"neorruralización", contraponiéndolo al previo
"rerruralización", pues no se trataba de un salto
atrás, sino de algo al menos formalmente novedoso aunque
enraizado en los precedentes. Tenemos reservas con todo lo "ex-
nihilo" en materia de comportamientos humanos, no obstante la
irrepetibilidad de las respectivas parabolas vitales de cada
persona.
¿ Qué implicancias tiene en la Argentina,
del 2005 de la Era Cristiana proponer alternativas de
desconcentración demográfica?
Para comenzar esta pregunta puede tener tantas respuestas como
supuestos desde donde se parta para intentar responder. En
nuestro caso, nuestra respuesta, no obstante estar fundada en
varias décadas de observación y meditación,
es provisional y limitada por su carácter
monográfico amén de otras limitaciones propias.
Hace ya décadas que venimos signados por procesos
conflictivos e inequitativos de globalización, planetarización o
mundialización. Se percibe una creciente toma de
conciencia de esa situación, principiando por lo ambiental
o ecológico. Un punto de inflexión, estuvo dado por
la Conferencia de Medio Ambiente
de Estocolmo de mediados de 1972,que para los argentinos tuvo un
anticipo en el mensaje alusivo a las cuestiones que se trataron
en ese Congreso, emitido en Febrero de ese año, por el ex
presidente Peron por entonces en el exilio. No obstante,
así como venía sucediendo por el sistema
implícito de gobierno Mundial anidado en la Carta de las
Naciones Unidas aprobada en 1945; esta conferencia estaba
neutralizada por el curso de la "Guerra
Fría", que culminaría con la
finalización de la experiencia del llamado "socialismo real",
precedida por la "perestroika" y la "gladnost". Algo similar
acontecería con iniciativas como la creación del G
– 7 en 1975. La "Guerra
Fría", neutralizaba también la difusión de
desarrollos tecnológicos: el caso paradigmático es
la Internet, con toda sus implicancias, que se había
comenzado a implementarse con funciones bélicas hacia
1969.
A partir de la simbólica "caída" del muro de
Berlín, comienzan a liberarse los potenciales de las
Naciones Unidas, de la problemática evidenciada por la
Conferencia de Estocolmo y del accionar del grupo de los 7, que
vale recordar núclea a los países industrializados
más avanzados del mundo. Tal cual se había
anticipado en núcleos académicos, se han
"globalizado" tanto los problemas como los soluciones. La
Agenda XXI, aprobada por la Eco 92 en Río de Janeiro y la
Creación de la Organización Mundial del Comercio,
van marcando el paradigma planetario sea par apoyarlo, sea para
cuestionarlo, tal como lo vienen haciendo las personalidades y
organizaciones que conforman el policromo movimiento
"antiglobalizador". En su momento apuntamos la incidencia del
Comunike de Okinawa del G – 8 (ya que al G – 7, se agregó
la Federación Rusa y la representación de la
Unión
Europea) en la declaración de las Naciones Unidas
"Nosotros los pueblos", generada por la Cumbre del Milenio de las
Naciones Unidas en el año 2000. Esa incidencia
también la operará el reciente Comunique de
Gleneagles del G- 8 en los sucesos ulteriores. Cuando uno lee los
Comuniques anuales del G – 8, desde 1998, puede columbrar el
desenvolvimiento de la agenda internacional. Cabe señalar
que a partir de los noventa, el Parlamento argentino ha venido
ratificando todos estos acuerdos que adscriben a la Argentina al
nuevo orden internacional en curso de implementación. Se
nos hace que esta actitud del Parlamento no ha sido
suficientemente ponderada, sobre todo teniendo en cuenta que
acorde a la Reforma de la Constitución Nacional de
1994,los Tratados
internacionales ratificados, tiene jerarquía superior
a las leyes.
Hace décadas Angel Monti, viene esclareciendo sobre la
necesidad que los proyectos nacionales estén acoplados a
proyectos continentales y planetarios.
En ese proceso de acoplamiento debe encuadrarse cualquier
alternativa de desconcentración demográfica. Se
viene difundiendo mucho la idea de "pensar globalmente y actuar
localmente". Asumiendo dicha premisa al solo efecto
expositivo(estimamos que hay una retroalimentación desde lo local a lo
global, a riesgo de caer en
planteos hemogeneizadores y aun totalitarios) queda clara la
estrecha relación entre los procesos que se desarrollen en
los niveles nacionales con los que se desarrollen a nivel
planetario . Aún en ese caso los asentamientos humanos que
hemos visualizados como susceptibles de receptáculos de la
desconcentración demográfica, deben ser
considerados como componentes últimos(una suerte de
"quarks), de un macrosistema planetario integrado de
asentamientos humanos.
Y así como los receptáculos de lo que venimos
considerando sólo los asentamientos menores de 2000
habitantes, incluidos los que no figuran en los Censos, ha de
enfatizarse que el agente pasible de desconcentración,
más relevante por su magnitud es el Area Metropolitana de
Buenos Aires. Ya en 1985, en nuestro artículo" Argentina:
cuestiones por resolver", sosteníamos que la
vulnerabilidad ecológica del conurbano bonaerense era
irreversible. Tanto los estudios realizados con posterioridad,
como los sucesos que vienen acaeciendo, confirman nuestra
observación que nos apresuramos a señalar tiene
poco de original. Si bien existen cuadros de deterioros de la
calidad de vida en las otras metrópolis argentinas, tienen
una entidad cuantitativa sensiblemente inferior a la del
área que hay acuerdo en considerar en estado de emergencia
de carácter endémico.
Somos recurrentes en señalar, que con las debidas
actualizaciones tecnológicas, el esquema de transportes
que Argentina había desarrollado hacia 1925, tal cual
consta en la "Guía Azul de las Comunicaciones" de Febrero
de ese año, resultaría funcional a un esquema de
desconcentración como el que estamos desplegando. Ello
resulta congruente con nuestra opinión respecto al sistema
de asentamientos urbanos que configuro la red ferroviaria y,
subsidiaria y coordinadamente, la navegación de cabotaje
marítimo y fluvial. Ello es extensivo a las conexiones con
los países fronterizos y con el Sur del Perú. Vale
recordar que para ese entonces recién estaba
desplazándose por la geografía argentina el
transporte automotor (que traumática y costosamente
neutralizaría a los medios entonces hegemónicos);
mientras recién asomaba la aeronavegación comercial
y la Marina de Guerra – a modo de pródromo – operaba
dirigibles desde su base de Punta de Indio.
Ya hemos señalado como punto de inflexión,
neutralizado por la "Guerra Fría" a la Conferencia de
Estocolmo sobre Medio Ambiente, de 1972. En el ordenamiento de
hitos, reiteramos que, en 1969, aparecía la red Internet.
Mas en 1973, con la liberación de la cotización del
precio del
petróleo por los países integrantes
de la OPEP, se
desencadenó abruptamente la crisis
energética, y consecuentemente la crisis de un sistema
productivo mundial, que habia funcionado desde fines de la
Primera Guerra
Mundial, con un precio del petróleo
artificialmente mantenido a dos dólares el barril. Con la
liberación el precio se estabilizó cerca de los
treinta dólares(en los días que corren ronda lo
sesenta). Mas el sinceramiento el precio del petróleo,
estaba acompañado con los signos del
agotamiento de las reservas de hidrocarburos de fácil
acceso. Por añadidura esas reservas no estaban esparcidas,
sino concentradas en determinados puntos del planeta.
Adicionalmente el sistema productivo movilizado por la
energía procedente de hidrocarburos, demostraba que no era
inocuo al medio ambiente. Todo ello habia sido anticipado por el
Informe Meadows
de 1962, así como por los estudios del Hudson Institute y
el Club de Roma. No es pues
de extrañar,que a fines de los setenta, la
Declaración de Macchu Pichu, consignaba que el mundo
enfrentaba una triple crisis, obviamente interrelacionada:
energética, ecológica y alimentaria.
En un mundo crecientemente interconectado, Argentina no es
ajena a esta problemática ni a sus eventuales soluciones.
Entendemos que un pais equilibrado demográficamente, en
relación de su abundante disponibilidad de recursos
naturales, está en mejor capacidad y actitud de contribuir
a revertir esta situación, que necesariamente podrá
revertirse con cambios multidimensionales.
Uno de los desajustes estructurales que ha padecido la
Argentina, tiene como factor significativo la
desarticulación deliberada del sistema de transporte
ferroviario y de navegación de cabotaje, para permitir la
irrupción del complejo caminero automotriz.
Llama la atención, como en los Estados Unidos,
tiene en los tiempos que corren, mucha divulgación la
cuestión de la "America post- car". Es decir los Estados
Unidos después del automóvil. Muchos analistas de
ese país, consideran que en el horizonte se ha instalado,
en función de la cotización creciente del precio de
los hidrocarburos, la desaparición de la primacía
del automotor como medio de transporte y la consecuente
revalorización del ferrocarril.
En Europa la situación es diferente, atento que como
los países siempre tuvieron como limitante la falta de
hidrocarburos propios(la excepción fueron los yacimientos
del Mar del Norte, cuyos rendimientos son decrecientes),
mantuvieron los sistemas ferrotranviarios y de navegación
de sus ríos.
No obstante la revalorización de tecnologías ya
conocidas como el dirigible, las energías
geotérmica, geotermal y maremotriz, la biomasa y el
hidrogeno y
las esperanzas que se alientan en el plasma caliente y la
antimateria, lo cierto que se impone una reconversión que
será necesariamente traumática.
Atento las preocupaciones detectadas en esos países
avanzados(que han sido recogidas por ejemplo en el Comunique de
Gleneagles, mas arriba mencionado), las mismas serán
proyectadas a nuestra problemática local. Y más
allá de contarnos entre lo que venían preanunciando
desde casi tres décadas lo que se cernía sobre ese
futuro que hoy tiene visos de presente, nos parece que, atento la
creciente mundialización en cualquiera de sus
alternativas, hacen avizorar que una Argentina desconcentrada
demográficamente sería más apta para
asimilar estas problemáticas.
En una comunicación anterior, habíamos hecho
consideraciones en la gama de posibilidades que se abren entre
las tecnologías adecuadas o apropiadas – enfatizando en la
Economía Doméstica o "casera" o hogareña – y
las tecnologías disruptivas enfatizando en la
tecnologías de los "más livianos que el aire", mas
conocidos como dirigibles tanto en sus variantes para cargas o
pasajeros como en su variante geoestacionaria de comunicaciones,
que bajará exponencialmente el costo a estas
comunicaciones soportadas por los costosos sistemas
satelitarios.
Al aludir a la noción de gama o espectro, damos a
entender que las posibilidades no se agotan ni en la
Economía domestica ni en la tecnología de los
dirigibles.
Pero en el caso de los dirigibles – tecnología de la
que analizamos su evolución desde los inicios de nuestras
comunicaciones – vislumbramos amplias posibilidades puesto que
con los mismos costos de tracción del transporte por agua(
el medio de transporte de más bajo costo), se desplazan a
la velocidad de
un helicóptero(el medio de transporte más costoso),
sin necesidad de instalaciones portuarias y de dragado, como
exige la navegación; y sin necesidad de aeropuertos como
exige el avión; de rieles como exige el ferrocarril, y de
caminos pavimentados, como exigen el transporte pesado automotor
y los ómnibus veloces.
Atento la constelación argentina de asentamientos
humanos; su potencial para políticas públicas o
actividades empresariales, familiares o comunitarias de
desconcentración, y teniendo en cuenta que esa
constelación fue generada en manera substantiva por el
ferrocarril. Y asimismo, teniendo en cuenta el proceso de
desarticulación del ferrocarril vía clausura y
levantamiento de ramales, entendemos que en cada ramal o tramo de
ferrocarril no operable actualmente, habrá que pensar en
la tecnología dirigibles atento su economicidad creciente
y su versatilidad (Esto es se puede construir y diseñar un
dirigible para cada tipo de tráfico). Como
señalamos la "disruptividad" de la tecnología de
los "más livianos que el aire", no se agota en el
transporte sino que se extiende a las telecomunicaciones. Es decir cada dirigible a un
costo sensiblemente menor puede soportar a las tecnologías
de la comunicación y la información, incluida la
modalidad WI- FI, que es la banda ancha",
que utiliza la misma modalidad de la telefonía
celular.
Aunque en su momento provocó la hilaridad de
algún amigo nuestro, la biotecnología aplicada a los caballos
percherones y los materiales
livianos tipo fibra de carbono,
plásticos
o aluminio,
aplicado a las construcción de carruajes, puede reemplazar
a los tractores que se emplean en los asentamientos humanos para
la prestación de ciertos servicios públicos de
limpieza. Y la lista de posibilidades alternativas y creativas no
se agota. Al respecto seguimos divulgando, con las debidas
actualizaciones, la iniciativa que presentara José Maria
Sarobe en su libro "La Patagonia y
sus Problemas", en el sentido de traer camellos bactrianos para
los desiertos argentinos, que vale la pena recordar constituyen
mas de la mitad de la superficie de la Argentina Continental,
dada la versatilidad de ese tipo de animales, que
superan con creces, las prestaciones
que ofrecen actualmente, sus equivalentes sudamericanos: las
llamas.
La Economía Doméstica es el complemento ideal
allí donde el mercado resulta
inaplicable. El trabajo del
chileno Razetto sobre "Economía de la solidaridad y
Mercado democrático", es uno de los fundamentos de esta
suerte de reinvención de la Economía
Doméstica; ahora con más disponibilidad
tecnológica y con personas más capacitadas por el
sistema educativo, que lo que era posible hace mas de seis
décadas cuando se la desalentó deliberada o
implícitamente, por las políticas económicas
de industrialización insustentables o por el efecto de
imitación del "american way of life" irradiado por los
medios de comunicación particularmente por el cine y la
televisión.
Vale reiterar en esta suerte de consolidación de
nuestros desarrollos anteriores, que la Economía
Doméstica comporta la producción,
elaboración y conservación de alimentos para
consumo familiar o para trueque con otras familias vecinas.
Además de los alimentos incluye la confección y
reparación de calzados y vestuario, la huerta familiar, la
crianza de pequeños animales y la pesca artesanal;
así como el amamantamiento y otras practicas de higiene y
preventivas de la salud. La nómina
en modo alguno pretende ser exhaustiva.
La Economía domestica es una herramienta suceptible de
desalentar prácticas de consumismo superfluo que han hecho
mucho impacto en el universo
infanto – juvenil. La Economía Doméstica es algo
que se practica con mas frecuencia en los asentamientos que hemos
visualizados como agentes receptivos de la
desconcentración, lo mismo que en la población
rural dispersa. En la cultura de esos grupos de familias, hizo
menos impacto la desactivación de la promoción de
esas actividades ,tal vez porque, en carne propia vivenciaron que
ni el pleno empleo
industrial llegó – al menos en forma duradera- y ello
comportó que el estilo de vida
que veian en las pantallas cinematográficas, en las
televisivas o en las revistas que llegaban de la ciudad de Buenos
Aires era ilusorio cuando no efímero y frustrante.
En los inicios de esta comunicación nos
referíamos a la nocion de pródromos o anticipos.
Afortunadamente, cuando se ha tenido la oportunidad de con
criterio de "observación participante", recorrer la
Argentina y complementarlo con el análisis previo o
posterior de la profusa documentación existente, aunque
poco divulgada, constatamos que existen numerosas iniciativas
empresariales, gubernamentales y comunitarias que
espontáneamente están dando respuestas, que denotan
la percepción de estas situaciones cuya complejidad
podrá inferir el lector o lectora, si ha llegado a esta
altura de la exposición.
A lo largo de las comunicaciones escritas que venimos
formulando desde mediados de 1977,venimos acuñando algunos
conceptos, que resumen las vivencias y los estudios que venimos
realizando. Ello se traduce en los títulos de algunas de
esas comunicaciones. Postulamos: "Desempolvar la Argentina
potencial"; la urgente necesidad de contar con una
generación de pontífices(hacedores de puentes), la
"optimización creativa de lo existente"; la
identificación de algunos "que integran el pais por las
suyas".
Me detengo en este último marbete, porque sirve para
ejemplificar algunas de esas conductas(porque de eso se trata
todo el tiempo), que dan asidero a lo que describimos y
postulamos. Resulta que allá por fines de los cincuenta,
se generó un traslado de familias con cultura minera desde
Tinogasta (Catamarca) y alrededores hacia la ciudad de Caleta
Olivia en el Norte de Santa Cruz. Como quedaron afectos en
Catamarca, casi de inmediato de generó una corriente de
viajeros entre ambas zonas. Habitualmente se juntaban personas de
distintas familias para solventar los gastos de
combustible del coche en que se trasladaban. Pero, resulta que
una vez, un dueño de vehículo no encontró
quienes quisieran compartir el viaje y los gastos entre sus
conocidos, y entonces hizo publicidad en un
medio local. Aparecieron más interesados de los que
cabían en su automóvil particular. Y entonces, se
le ocurrió, poner una línea de ómnibus entre
Caleta Olivia y Tinogasta. Ese fue el origen de la pionera
empresa
"Ortiz". Eso pasó hace décadas y hoy hay varias
empresas – que curiosamente son del interior argentino- que hacen
esos trayectos de miles de kilómetros. Conversando con uno
de los titulares, de una de esas empresas, nos comentaba que
ellos se habían sorprendido, porque habían
habilitado un servicio entre las ciudades de Salta y Comodoro
Rivadavia, pasando por Mendoza. Lo habían habilitado para
nutrirse de los tráficos intermedios entre las distintas
ciudades que cubría el trayecto. Pero he aquí que
se llevaron la sorpresa de que aparecían pasajeros que
hacían el viaje completo entre las ciudades extremas. En
este mismo sentido, va la conocida humorada en el sentido que la
ciudad más austral de la provincia de Córdoba, no
es Huinca Renancó, como indica el mapa político
sino Ushuaia. Tenemos la vivencia de corrientes migratorias
internas que se generan por fuera del Area Metropolitana de
Buenos Aires; esto es grupos familiares que se "desconcentran por
las suyas". Ello no quita que en ciudades y pueblos
patagónicos como de zonas turísticas sea habitual
encontrar matrimonios jóvenes ,matrimonios de "vueltos a
casar", y jubilados o pensionados que han "huido" del "infierno
porteño".
En torno al eventual
cambio de Capital Federal, terminamos de persuadirnos que
"mediante una adecuada movilización y coordinación, existen en el sector publico
y en la comunidad, recursos de todo tipo y sobre todo un capital humano
calificado", para llevar adelante cursos de acción como
los que aquí estamos considerando.
Hemos insistido en el tema de la visibilidad. Invito a los
eventuales lectores, al menos para que lo asuman a título
hipotético, que en la Argentina se han hecho y se
están haciendo muchas acciones relevantes, aunque no se
las conozca. Hay en esto un problema de comunicación, que
sería interesante desentrañar. A mero título
de ejemplo, pasamos a comentar lo que sucede con lo que se da en
llamar la Distribución Analítica del Presupuesto
Nacional anual, que a partir de lo dispuesto en la
Convención Nacional Constituyente de 1994, se hace
mediante una Decisión Administrativa del Jefe de Gabinete
de Ministros. Si bien la misma abarca al presupuesto de los
Poderes públicos nacionales o Federales, pueden hacerse
extrapolaciones a los presupuestos
que aprueban para sus jurisdicciones las Legislaturas
Provinciales y los Concejos Deliberantes Municipales o
equivalentes. Podría decirse que existe una suerte de
"analfabetismo presupuestario", pues muy escasa cantidad de
personas analiza el presupuesto y menos como fuente de consulta
de lo que se hace con el dinero de
los contribuyentes. Este ejemplo también permite columbrar
las posibilidades de la irrupción creciente de las
Tecnologías de la Comunicación y la
Información(TICs). Desde hace aproximadamente un
quinquenio los contenidos de esa Decisión Administrativa
distributiva analítica del Presupuesto, esta accesible a
cualquier persona en Internet. Este es un salto cuántico,
que aún no se ha percibido, pero quienes lo hagan
verán todo lo que se hace, más allá de los
comentarios periodísticos oficialistas u opositores, en la
materia. Se puede además inferir retrospectivamente, todo
lo que se ha venido haciendo. Esto repetimos hace a la
invisibilidad, identificada en este desarrollo como problema.
Vamos concluyendo. Deliberadamente hemos abordado esta
cuestión, con todas las limitaciones de lo
monográfico. Desde la perspectiva del llamado "pensamiento
complejo"( aquel de los principios de la dialógica, la
recursividad y lo hologramático).
Asumiendo, lo que en entre otros declaró Homans en su
"El Grupo humano", en el sentido que: "la filosofía de un
hombre se refleja en lo que él ve", es decir que nuestros
conocimientos reflejan nuestra visión del mundo: Con ello,
hemos atravesado la cuestión argentina inserta en el
devenir planetario desde la dimensión de la
desconcentración demográfica. Percibimos actitudes
espontáneas o programadas, aunque dispersas y no
divulgadas en ese sentido. Tan sólo nos atrevemos a
postular su acentuación.
Insistimos que lo que se pretenda implementar debe encuadrarse
en el Estado de Derecho que culmina en la Constitución
Nacional, y estar signado por la voluntariedad. La pluralidad
multidimensional que rezuma la fluencia vital argentina, sugiere
no cerrar ningún menú de alternativas y transitar
por las que admitan la heterogeneidad.
Respetando lo telúrico y adaptando creativamente todo
producto gestado fuera de las fronteras físicas,
cualquiera sea la circunstancia espacio – temporal en que se haya
incorporado a la aventura humana.
Debemos percatarnos que hay muchos sesgos de
homogeneización que vienen de etapas pasadas, que
retardarán la materialización de la
desconcentración y aún de las descentralizaciones
administrativas, pero no la podrán detener.
Como cualquier cambio social estará sujeto a la
lógica
de la lucha permanente por el poder.
Habrá partidarios de cambiar y partidarios de dejar
todo como esta. Hay quienes se benefician con el centralismo y la
concentración a pesar de muchos otros. Las actitudes
electoralistas; la especulación inmobiliaria, el
consumismo contaminante descapitalizador, la "neofobia" a la que
alude Wilfredo Pareto en su Tratatto Di Sociologia
Generale"(1917); los caprichos en su amplio espectro, y
demás lacras de la faz pecaminosa. Pero, como ya lo
ilustró Jacinto Benavente, los "Intereses creados"
acompañan la aventura humana.
Sean pues estas consideraciones, que necesariamente hemos
tenido que hacer algo extensas, para alentar a los que sabemos,
aunque no los conozcamos, que están trabajando desde sus
"pagos chicos", para elevar la calidad de vida de sus semejantes.
O para los que desde la alienación metropolitana, alientan
"la vuelta al pago"
Ese es nuestro aporte a una fluencia vital argentina inserta
en el flujo vital planetario. Deliberadamente hemos sido
reiterativos, con el propósito explícito de
acentuar determinados pensamientos, asimilando las reiteraciones
al uso del texto
resaltado, subrayado o colorido.
Repasando lo escrito precedentemente, a modo de
autocrítica, se nos hace que no hemos sabido transmitir
cabalmente lo que implicaban nuestras vivencias sobre la
temática que hemos incursionado
Deliberadamente hemos transitado el camino del esbozo a la
usanza de los arquitectos.
Ya vimos a donde terminaron los planes puntillosos, los
organigramas
circunstanciados y los manuales
descriptivos de tareas. La libertad humana hace tabla rasa con
ellos.
Apostemos a la libertad responsable y a la solidaridad,
particularmente con los más carecientes para contribuir al
pleno desarrollo de las personalidades de nuestros
prójimos más próximos en un clima de
concordia aún en la diferencia.
( Redacción efectuada en la ciudad de Buenos Aires
entre los dias 6 y 24 de Julio de 2005.Interim, cumplimos 58
años de vida)
Por
Alfredo Armando AGUIRRE
http://choloar.tripod.com/choloar.html