Las páginas de este trabajo
contienen el material de las lecciones de Derecho Penal
Parte General, impartidas por Javier Villa Stein a la facultad de
Derecho de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos de Lima.
El cual en este trabajo especifico La Función Del
Derecho Penal, como instrumento de control social,
dicho tema no a sido muy tocado por los diversos tratadistas
más connotados con el Derecho Penal, por tal motivo su
minucia.
El Derecho Penal como instrumento de control, cumple
diversas funciones entre
las que destacan, según María Silva
Sánchez:
- Función ético –
social - Función Simbólica.
- Función psico – social.
Cumpliría el Derecho Penal una función formadora
de los patrones comporta mentales de la sociedad pues,
aun cuando el Derecho Penal y moral son
cosas distintas, que duda cabe de todas formas recoge o contiene
un mínimo ético compuesto de lo que en una comunidad son
valores
universales y fundamentales.
El Derecho Penal Propicia la internalización de sus
normas, las
que informan de conductas desvaloradas que pueden acarrear un
"estigma"1 del que el ciudadano busca apartarse de la
pena.
Y a en este sólo hecho los valores de
"honradez", "probidad" ,"orden" se oponen a las realizaciones
conductuales contenidos en los tipos penales, lo que determina
por oposición, el "paradigma"2 de ciudadano esperado,
condición que premia y refuerza la comunidad.
Viste de esta forma, el derecho Penal cumpliría una
función educativa3. El caso mas revelado de los
propósitos pedagógicos de las normas penales, lo
tenemos en la tipificación de los delitos
Fiscales o Ecológicos4.
Llamada también función RETORICA, procura antes
que la específica instrumental meta de proteger los
bienes
jurídicos, fomentar la producción en la opinión publica de
la impresión tranquilizadora de un legislador atento y
decidido. 5
La Función Simbólica produce un "efecto placebo"
que a la postre hace perder al Derecho desconfianza y
transformarlo inútil a la finalidad de tutelar los bienes
jurídicos, por lo que "puede considerarse ya, que las
disposiciones con una exclusiva función simbólica
son ilegítimas y deben desterrase del ordenamiento
jurídico" 6
Por nuestra parte rechazamos un Derecho Penal placebo, por
considerarlo contradictorio con su naturaleza de
ultima ratio y de su índole supuestamente
devastadora, intimidatoria y preventiva.
No olvidemos además lo que dice César Beccaria:
"Uno de los mayores frenos de los delitos no es la crueldad de
las penas sino su infalibilidad".
La cita de la que venimos no por antigua deja de tener
vigencia, tanto más cuanto que la psicología conductual
norteamericana contemporánea, en lo que a estímulos
aversivos para el control de conductas de desadaptativas se
refiere, establece que una de las cualidades que deben tener
estos estímulos es que, además de contingentes,
sean ciertos (inevitables) e inmediatos .
Al respecto opina Mantovani que "de la eficacia
preventiva general de la sanción penal se enumeran
concretamente su certeza, su infalibilidad y sui prontitud,
requisitos que, después de haber sido señalados por
Beccaria, fueron redescubiertos y puntualizados por la doctrina
moderna, pues muy a menudo han sido olvidados, inclusive en
nuestro país". 7
Alude esta función el papel de "satisfactor" de las
motivaciones sociales que debe cumplir el Derecho Penal. Un
canalizador del encono8 colectivo.
En efecto, la sociedad agraviada reclama sanción.
El instinto de venganza, aun siendo bajo, es eso:
INSTINTIVO.
Existe el instinto de venganza en una medida tal que debe ser
aplacado y reconducido por el funcionamiento ecuánime pero
severo de el Derecho Penal, con lo que, de paso, se maneja la
violencia
social. Ferrajoli sostiene v.g. que el Derecho "a de ser
primariamente mínimo necesario para evitar la violencia
social informal, concepto este en
el que se cuentan ante todo las posibles reacciones punitivas
espontáneas de los ciudadanos agredios por un delincuente
o de fuerzas sociales o institucionales solidarias con ellos."
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DEDICATORIA:
El presente trabajo va dedicado a nuestros padres y aquellas
personas que con su abnegación y sacrificio tratan de
forjarnos un destino sobresaliente para el mañana.
A mi profesor:
Zenón Bernuy, que de una manera desinteresada nos
inculca con sus sabias enseñanzas clase tras
clase de una forma muy natural y sincera.
Ricardo Cavero