- El Capitalismo y el
dólar como instrumentos principales del deterioro
mundial - Consideraciones
bíblicas sobre el dominio de las Sociedades Secretas y
el número 666 como clave ocultista en el
dólar - Prácticas secretas para el
mejor dominio mundial - El último sistema de
dominio económico impulsado por las Sociedades
Secretas
Ningún otro período de la historia ha conocido una
escalada bélica como la acaecida durante el siglo XX.
Más de cien millones de personas perecieron desde
comienzos del siglo pasado a causa de las guerras.
Guerras que han tenido un trasfondo económico, muchas
veces, con apariencia libertaria. Hace cerca de 2000 años,
en un monte cercano a la antigua ciudad de Jerusalén,
tiene lugar una plática considerada por muchos como la
más profunda y detallada en su género.
Allí, un pequeño grupo de
buscadores del
Reino de la Justicia y la
Igualdad se
reune en torno a su
maestro, Jesús de Nazaret. La pregunta que le formulan sus
seguidores motiva una respuesta que abarca numerosos siglos y se
centra en la época actual. "(…) Y estando!
después sentado en el monte de los Olivos, se llegaron los
discípulos y le preguntaron en secreto: Dinos,
¿cuándo sucederá eso?, y ¿cuál
será la señal de tu venida, y del fin del mundo?"
(Mateo 24;3). Luego, Jesús les responde dicha pregunta
mencionando varias señales
que indicarían la proximidad del fin.
Es de considerar, que el término "fin del mundo"
empleado en este pasaje bíblico no se refiere a la
desaparición física del planeta
sino a la culminación del régimen inhumano que ha
ejercido el hombre sobre
la existencia en el mismo. Sin embargo, la orientación
actual de la guerra lleva
en su esencia el concepto de
"guerra total", es decir, ataques simultáneos desde
distintos ámbitos (diplomático, militar, civil,
informativo, climatológico, computacional, etc.), en
distintas partes del mundo a escala global,
bien sea, con intervención directa de los EEUU, o apoyando
a un aliado con lo cual se pretenden generar destructivos
conflictos
internos o externos en casi todos los países.
I- El Capitalismo y
el dólar como instrumentos principales del deterioro
mundial.
En materia
económica, el principal problema del Capitalismo bien sea
salvaje o neoliberal (heavy o light), radica concretamente en su
sujeción a un régimen monetario específico.
No importa qué tendencia política llegue al
poder en
algún país, mientras siga el sistema monetario
basado en reservas obligadas de dólares, la
política económica tendrá que ser
idéntica necesariamente. El asunto es que ninguna moneda
del mundo posee valor
intrínseco – ni siquiera la americana. Pero la de Estados Unidos
tiene el privilegio de ser "moneda de reserva", privilegio que se
autoconcedieron los Estados Unidos con el apoyo de Gran
Bretaña como triunfadores en la Segunda Guerra
Mundial. Lo cual, significa que ninguna moneda de
algún país tiene valor propio sino que su valor se
deriva de la existencia en la Tesorería en sus respectivos
Banco
Centrales, de reservas de dólares. La estimación de
la suficiencia o insuficiencia en reservas de dólares, de
su crecimiento satisfactorio o decrecimiento insatisfactorio,
queda al criterio individual de los especuladores mundiales
quienes están atentos todo el día a cualquier
indicio que consideren será analizado por los demás
especuladores como una señal de fortaleza o debilidad. Las
jugadas de los especuladores no son más que apuestas
idénticas a las de un juego de
póker, pues, determinan la estabilidad momentánea o
el desplome abrupto de las economías de cualquier
país del mundo.
Desde hace algunos años el Capitalismo ha entrado en su
fase final de decadencia, razón por la cual sus
benefactores requieren de una nueva forma de dominio y han
venido ajustando otras formas de sujeción al materialismo
económico con el trasfondo de la guerra preventiva; sin
embargo, la imprevistamente incontrolable guerra en Irak
está terminando por debilitar aceleradamente la economía
estadounidense y, lógicamente, su moneda. Ahora, sin
dólares no hay Capitalismo posible, pues, una cosa va
concatenada a la otra como se verá más adelante
(cuestión que a mi, particularmente, no me preocupa para
ser honesta). Pero, la verdad es que el dólar controla
toda la economía
mundial y con esto, debemo! s inferir una eventual crisis
económica global que se avecina más pronto que
tarde. Paul Volker, Director de la Reserva Federal, afirmaba en
una oportunidad que: "la suerte de la economía mundial
está en manos del mercado
bursátil de los Estados Unidos, cuyo crecimiento depende
en unos 50 valores, la
mitad de los cuales nunca han declarado beneficios".
El Euro, a pesar de su aparente independencia,
sin la existencia de dólares en el mercado no
valdría nada. De hecho, según datos de Horacio
Richardelli, Alemania, la
primera potencia
económica de Europa y tercera
del mundo, entró en recesión pasando a tener
crecimiento negativo (-0.2%) como resultado de los desbarajustes
en la economía estadounidense. Holanda e Italia
también se están parando. Irlanda, creció
10% en los últimos 3 años anteriores al 2003 y se
enfrió a partir de Enero del mismo año. Se
perdieron en el mismo lapso, 100.000 empleos en la Unión
Europea, la primera disminución desde 1994. Hay una
tasa de desempleo del
9.5% en Francia,
Italia y Alemania. Japón
sigue maniatado como en los años 90, aunque electoralmente
crecen los candidatos anti-EEUU (Ishihara asumió como
alcalde de Tokio). En EEUU, desd! e la crisis Enron, se han
perdido 525.000 empleos y los inventarios de
mayoristas siguen altos: esto implica que la compra de materiales es
baja por lo cual no hay suficientes pedidos en las
fábricas y, consecuentemente, ha caído la venta al menor.
La producción industrial sigue bajando y el
empleo
estancándose. Ni que hablar de otras consecuencias
sociales producto de la
Guerra en Irak, al haberse desperdigado, inicialmente, 82
billones de dólares para financiar esta
abominación. En fin, el mundo globalizado por el capital
financiero muestra
crecientes síntomas de atrofia, recesión y depresión….. ¿qué otra cosa
se les ocurrirá próximamente?
II- Consideraciones
bíblicas sobre el dominio de las Sociedades
Secretas y el número 666 como clave ocultista en el
dólar.
Es interesente observar como la Biblia nos ha prevenido en sus
diversos escritos proféticos sobre el control ejercido
por las Sociedades Secretas existentes desde hace mucho tiempo
atrás. Dichas Sociedades, vienen operando desde las
antiguas dinastías egipcias y sus doctrinas contaminantes
han venido siendo difundidas alrededor del mundo, desde aquel
entonces, por una casta del judaísmo. En la actualidad, el
nasí (presidente israelí),
mantiene el antiguo título del jefe del Sanhedrín,
el ente judicial y legislativo supremo del pueblo judío en
la Tierra de
Israel desde los tiempos antiguos. Pero, en r! ealidad es a
través de las sociedades secretas o movimientos
masónicos de cualquier tenor, como el imperialismo
judío ha venido concentrando el poderío
económico, político-financiero y religioso del
mundo. A este tipo de dominio y sus implicaciones iluministas u
ocultistas, es que Juan el evangelista hace llamar "antigua
serpiente o Satanás" en su obra magistral sobre el final
de los tiempos: El Apocalipsis.
Simón Wolf, jefe sionista, en su obra "La influencia de
los judíos
en el progreso del mundo", escribía: "Todos nosotros
sabemos que los banqueros más grandes del mundo, la familia
Rothschild, son judíos. Y sabemos que no sólo
dominan el mercado de
capitales, sino el destino económico de Europa."
Ahora bien, es el 1° de mayo de 1776 la fecha
más importante dentro de los planes para un Nuevo Orden
Mundial ideados por parte de las sociedades secretas luciferinas
iluministas. En esa fecha un perverso jesuita de ascendencia
judía, Adam Weishaupt, profesor de
derecho canónico en la Universidad de
Ingolstadt en Bavaria (hoy Alemania), y el Baron Adolph von
Knigge reorganizaron una sociedad
secreta denominada: Los Antiguos e Iluminados Videntes de Bavaria
(AISB por sus siglas en inglés), dos meses antes que los Estados
Unidos de Norteamér! ica instaurase su "independencia", el
4 de julio del mismo año. Todas las operaciones
fueron financiadas por Mayer Amschel Bauer (quien más
tarde cambió su último nombre a Rothschild)
conjuntamente con 12 de sus más poderosos amigos
financistas, totalizando 13 de ellos.
Los Illuminati fueron erigidos bajo una mezcla de secretos
masónicos (doctrinas satanistas), misticismo
islámico (sufismo), disciplina
mental jesuita (hatha yoga) y su particular elemento de peligro
fue el uso científico de la droga hashish,
para producir un "estado mental
de iluminación" inspirado de la
Asociación de Caballeros Templarios y la Orden de los
Asesinos (Circa 1050 AD).
Los manuscritos iluministas provienen propiamente de la
cultura
egipcia, el más representativo lo constituye el texto
funerario denominado: "Libro de
la Muerte".
Por tanto, la Iluminación ha sido desde hace milenios un
apreciado componente de la masonería y otros grupos ocultos
cuyo origen se remonta a códices existentes en las viejas
dinastías de Egipto,
algunos de los cuales eran transcritos en las columnas de los
viejos templos. Consiste en resumidas cuentas en que el
candidato solicita "la luz en la
masonería" y sube de la escalera de iniciación para
recibirla. Esta es la razón por la que las sociedades con
énfasis en la Iluminación como AISB, llegaron a ser
conocidas por su nombre más común, los Iluminados
(Illuminati). El t! érmino proviene del plural en
latín, Illuminatus, que significa "aquel que es
iluminado". Así, identifica a una persona que ha
recibido el grado pleno de la iniciación disponible a
través de la masonería, que le hace conocedora de
secretos que, supuestamente, lo hacen superior al resto de los
humanos. Y aunque, Weishaupt, afirmaba que el término
provenía de Lucifer queriendo significar "portadores de la
luz", técnicamente, un illuminati es un maestro
masón que ha recibido todo el
conocimiento secreto que la masonería puede
otorgar.
II.1- Símbología contenida en el
dólar:
Los ocultistas creen en un poder contenido en los
números. Y que el máximo poder puede obtenerse con
la práctica de la Gematría. El Diccionario de
la Nueva Era define Gematría como "el arte de
interpretar las designaciones y cualidades de Dios a
través de letras y números". Para las sectas
ocultistas, los números 1, 10 y 100 representan "la
unidad", o "la perfección ordinal", mientras que el
número 6 representa "la unión de todas las
dualidades aparentes en la realidad", o "la unión del
infinito con el finito".
Las letras en la base de la pirámide egipcia al reverso
del dólar representan ciertos números romanos que
sumados igualan 1776, año cabalístico en el cual se
impulsa el Capitalismo como sistema económico referencial
con una publicación desde Londres, se afianzan los
Illuminati en Los Estados Unidos como orden y se estabecen las
bases "independentistas" de esa misma nación
que han servido como referencia socio-cultural contaminante para
los demás países del mundo.
La persona responsable del diseño
y promoción de este sello fue Benjamin
Franklin, que era un conocido iluminista. Muchas personas creen
que la fecha del Gran Sello hace referencia exclusiva a la
Declaración de la Independencia estadounidense (4 de
julio), pero no. La fecha del 1° de Mayo de 1776, marca la
formación de los Illuminati por Adam Weishaupt. y,
también, es una fecha especial dentro del calendario
satánico (May Day, Beltane, Lady Day, El Gran Climax
Satánico). Este era un día de juramento para los
satanistas de continuar su búsqueda en pro de un Gobierno
Mundial.
Los Illuminati utilizaron el Sistema de Numeración
Babilónica para diseñar el Gran Sello graficado en
el dólar (The Great Seal). Dicho sistema de
numeración no era basado en 10 sino en 6. Por ejemplo 600
podría ser 1000, 60= 100, y 6 = 10. Si dividimos el
año 1776, (MDCCLXXVI) primeramente en tres grupos
primarios "MDC", "CLX" y "XVI", luego en tres grupos inferiores
"M.DC", "C.LX" y "X.VI" y, a su vez, reagrupamos los grupos
inferiores todos juntos, se obtienen "MCX" y "DCLXVI" que
representan 1110 y 666. Pero si usamos el sistema sexagesimal
usado en el pasado por los babilonios (de base 60), en lugar del
sistema decimal (de base 10), 1110 se convierte en 666 que es
como decir 1110 multiplicado por 100 y dividido entre 60.
Entonces DCLXVI descifra 666 en el sistema de base decimal y MCX
también, pero en el sistema sexagesimal.
"Aquí está el saber. Quien tiene, pues,
inteligencia,
calcule el número de la Bestia. Porque su número es
el que forman las letras del nombre de un hombre; y el
número de la Bestia es 666." (Ap. 13;18)
"MDCCLXXVI" M=1000 / D=500 / CC=200
/ L=50 / XX=20 / V=5 / I=1 =1776
(M ÷ D) x (CC ÷ L) x (XX ÷ V) x 1
= 32
(M ÷ D) x (CC ÷ L) x (XX ÷ V) + 1
= 33
DCLXVI=
666
El ojo omnisciente era un símbolo de los viejos
tiempos. Los babilonios y los egipcios lo exhibían en
muchas formas, una fue "UDJAT" o el "ojo de Horus" que
también identifica a Lucifer. Udjat es el ojo del Dios
egipcio pagano HORUS. Este era el jeroglífico más
común entre los egipcios, y la clave de su religión.
El número 13: a la derecha del retrato de George
Washington en el anverso del billete, se observa el sello del
Departamento del Tesoro. Este contiene una llave, la balanza de
la justicia y un cheurón (pieza heráldica parecida
a una "v" invertida), que es un símbolo bien importante
dentro de la francmasonería. Si lo observa verá 13
huecos en él. Existen también 39 puntos verdes que
circundan el cheurón, la llave y la balanza.
También pueden observarse:
13 hojas en la rama de olivo
13 barras y bandas en el escudo
13 flechas en la garra derecha del águila
13 letras en la frase "E Pluribus Unum" sobre la cinta
13 estrellas en la cresta de arriba
13 piedras de granito en la pirámide (las 13 capas
representan las 13 líneas de sangre iluminada
[castas] )
13 letras en la frase Annuit Coeptis
El águila reemplaza al Ave Fénix en 1841 como el
pájaro nacional de los Estados Unidos. Dicha ave ha sido
un símbolo de hermandad desde el antiguo Egipto. Fue
adoptada por los padres fundadores de EEUU para ser usada en el
reverso del primer sello oficial de ese país
después de un diseño propuesto por Charles
Thompson, Secretario del Congreso Continental. El águila
tiene 32 plumas en el ala derecha, pero 33 en su ala izquierda.
Las 32 plumas representan el número de grados ordinarios
del Rito Escocés, y las 33 plumas representan el nivel de
grado 33. (32+33=65). La cola porta nueve plumas, el
número de grados en el Rito de York. El águila, en
sin misma, es un icono prominente de la masonería, que es
usado extensivamente en el Rito escocés. Justo debajo de
la cabeza del águila se observan 13 pentagramas con una
nube.
Los pentagramas están dispuestos en la punta del
hexagrama (estrella de seis puntas)- o Gran Sello de Salomón (no
confundir con la estrella de David). El hexagrama es una poderosa
herramienta usada por los paganos y hechiceros para invocar a
Satanás. También este es el signo del Anticristo
con 6 puntas, 6 ángulos y 6 planos (666). Los 5 puntos de
los pentagramas multiplicados por 13 estrellas igualan 65, el
mismo número cabalístico mencionado arriba. En la
francmasonería, el Pentagrama es encontrado
comúnmente en el interior de las cámaras de las
logias masónicas y se utilizan para los ritos de
encantamiento y conjuro. En su origen antiguo representaba la
Estrella Sirius, entrelazado a través de la
adoración ocultista a la diosa egipcia Isis. Así,
este ha llegado a ser el símbolo de la Orden de la
Estrella Oriental, la contraparte femenina a la hermandad
exclusivamente masculina dentro de la
francmasonería.
Hay un diminuto búho justo a la izquierda del "1"
que aparece en la esquina derecha a lo alto del billete de
dólar (puede observarse perfectamente con una lupa). De
vez en cuando políticos iluminados como Bill Clinton y
George W. Bush han sido retratados portando el símbolo
luciferino del búho con cachos, entre sus
manos.
III-
Prácticas secretas para el mejor dominio
mundial
Fuente: http://www.lemmings.com.ar
La escritora Mary Stewart Relfe, supuso que si el
versículo 17 del capítulo 13 del Apocalipsis
insistía en que "nadie podría comprar ni vender sin
la marca de la Bestia", debería orientar sus pesquisas
hacia el mundo de la economía. Y allí se
encontró con los códigos de barras, un ingenioso
sistema de clasificación informática que ya está impreso en
la práctica totalidad de los productos
comerciales que adquirimos. Si nos detenemos un instante a
observar uno de esos códigos, veremos cómo al
principio del mismo hay una barra doble un poquito más
larga, que no tiene número debajo como las demás;
justo en el medio hay otra igual y una tercera idéntica se
encuentra al final del código.
Pues bien, Steward, después de localizar la
corporación masónica que había
diseñado este sistema, averiguó que cada una de
esas barras dobles simboliza un 6, la clave hexadecimal que
decodifica toda la información acumulada en el código.
Es decir, que en cada uno de esos códigos de barras se
ocultan tres 6; o, dicho de otra manera, una clave 666 ya
controla la economía
internacional.
En Bélgica -y en Suiza- ya se ha pensado en
contramarcar a los recién nacidos (para protegerlos de los
robos de bebés y dotarlos de un DNI epidérmico no
extraviable) por medio de un código de barras, tatuado con
tinta ultravioleta y, por tanto, invisible al ojo humano en la
piel. Se lo
puede leer por medio de un lector láser,
como aquél presente en las cajas registradoras de los
grandes supermercados. También las empresas de
tarjetas de
crédito, encabezadas por VISA, están
interesadas en reemplazar las tarjetas plásticas con este
nuevo sistema a prueba de robo; y que elimina el problema de la
identificación del usuario. La supercomputadora "La Bestia
de Bruxelles" que calcula en hexadecimal con grupos de seis
dígitos, se adoptará con una numeración tres
"trenes" de seis cifras hexadecimales expresadas a través
de un código de barras en ultravioleta, utilizando las
primeras tres cifras! para codificar el prefijo 666 que
MasterCard utiliza ya desde 1980.
El número "6" aparece con frecuencia sobre todo
donde hay transmisión de datos o reconocimiento de
códigos de barras, por la siguiente razón: la
secuencia hexadecimal 6666… expresada en binario se torna
011001100110011001100110… que representada en un gráfico
es una onda cuadra periódica con frecuencia un cuarto de
la frecuencia de cifra. Sirve para sincronizar los aparatos de
recepción cuando la velocidad de
transmisión es asíncrona (ADSL), o sea
no es soportada por un "clock" directo de referencia.
IV- El último
sistema de dominio económico impulsado por las Sociedades
Secretas
Fuente:
http://www.lemmings.com.ar
¿Acaso no tenemos cada vez más la
sensación agobiante de que nadie podrá comprar o
vender si no es alienado en el sistema? En esto, como en las
otras cosas, el Apocalipsis de Juan es el libro de mayor
verosimilitud a tantos siglos de distancia en cuanto a textos
proféticos se refiere. Dos son los elementos por los que,
sin darse cuenta, nuestra actual civilización planetaria
muerde el veneno de su paralización espiritual.
Mediante el economicismo del dinero y la
transparencia, la humanidad ha caído en una nueva red de esclavitudes. Se dice
que el poder monetario internacional ha confirmado el papel del
dinero como nuevo ídolo de adoración, por el que el
ser humano de hoy no ve nada más que por un ojo (… o a
lo mejor está ciego -N. del R.), por cuya servidumbre
sacrifica toda su existencia. Pero ello no es en sí
demasiado importante si no tuviéramos que añadirle
un factor nuevo: que ! el dinero pase
eventualmente a ser sintético, al ser sustituido por una
tarjeta de plástico
informatizada que permita transar sobre la base de un fondo de
crédito (… de "usura" -N. del R.), que además
constituiría la llave de nuestra desnudez completa.
Este sistema permitiría poner el mundo a nuestros pies,
a los pies de la colectividad, pero también -como en el
pacto de Fausto con Mefistófeles- los hombres
terminarían encadenando sus almas y sus vidas. Las
tarjetas se convertirían en las llaves de la trasparencia,
por la que el hombre, al
perder su intimidad, se declararía "ciudad abierta", una
ciudad no ya vulnerable, sino completamente entregada, indefensa,
a merced del paseo de toda suerte de enemigos. Como se ha podido
demostrar, la cifra "666", el número de la Bestia
apocalíptica sobre la que ya nos había advertido
San Juan evangelista, se perfecciona con una frecuencia
insospechada, alarmante, en este mundo.
El documento cuneiforme, denominado "La tablilla de Essagil",
hoy en el Museo de Louvre, muestra los planos numerados del
zigurat de la antigua ciudad de Babilonia. Sus principales
medidas son: 60 60 60 la longitud, 60 60 60 el ancho, y la altura
igual a la longitud y al ancho (90 metros en cada lado). La
mezquita denominada "El Domo de la Roca de Jerusalén",
construida en el año 691 DC por el Califa Omar, localizada
en Israel, se construyó bajo estructuras
geométricas muy resa! ltantes. Por ejemplo, el plano de la
tierra es un
cuadrado doble, luego un octágono, coronado de una
cúpula cuyo diámetro al piso es de 66 pies y 6
pulgadas. Así también, la longitud diagonal de la
antecámara de la Gran Pirámide es 666 pies.
Stewart ha comenzado a anotar el elenco de instituciones,
aparatos, tarjetas, etc., que han comenzado a usar, directa o
indirectamente, o comienzan a revestirse con este número.
He aquí algunas de sus pruebas (hemos
agregado algunas observaciones nuestras): En el año 1984,
el número del código del Banco Mundial
era ya "666". Las tarjetas del Banco Nacional de Australia llevan
el número "666". Hay nuevas tarjetas de crédito en
los Estados Unidos a las que se ha asignado el prefijo "666". El
número 666 está impreso en todos los tickets de
loterías de Israel. Los sistemas de
computadoras
Olivetti P.6060 usan números para procesar que empiezan
con "666".
Las computadoras centrales de Sears, Belk J. C. Penney y
Montgomery Ward (cuatro grandes cadenas de al! macenes de los
Estados Unidos) usan el prefijo "666" en sus transacciones. Las
computadoras fabricadas por Lear Siegler LSI (Lear Siegler, Inc.)
tienen estampado por un lado el número "666". La
división de empleados del Servicio
Medicaid del Gobierno Federal de los Estados Unidos tiene por
número el "666". Las divisiones de Armas, Tabaco e IRS
(Departamento de Impuestos) del
Gobierno Federal de los Estados Unidos tienen en las chapas de
sus empleados el número "666". El Departamento de
Impuestos (IRS) ha empezado a requerir el prefijo "666" en
algunas formas u hojas de declaración de impuestos; por
ejemplo: W-2P, inválidos, es 666.3; muerte, es
666.4, desde 1977.
Los gobiernos de los diferentes estados (en los Estados
Unidos) están usando en sus hojas de compras el
número "666". Las credenciales de la fuerza de
seguridad secreta
que tuvo el presidente Carter llevaban el número "666". El
número telefónico que comunicaba al presidente
Nixon con Neil Armstrong, el primer hombre en pis! ar la luna,
era 666 666. Los tanques construidos por la Corporación
Chrysler para la fuerza de seguridad secreta de la presidencia
estadounidense, llevan en los costados el número
"666".
Las tarjetas de crédito del sindicato de
la compañía Telco, parte de la Scout Central Bell,
requieren el prefijo "666" y luego el número de la
Seguridad
Social de la persona. Algunas instituciones financieras de
Florida están usando el número "666". Las tarjetas
del Servicio Selectivo (militar) de los Estados Unidos llevan el
número "666". Los recibos de cobro de computadoras de
todos los Estados Unidos llevan un grupo de puntos grises que
rodean el número "666". La tarjeta de crédito
MasterCard empezó usando en Agosto de 1980 el
número "666". En los Estados Unidos, encontrar el
número "666" en locales, productos a la venta, o en las
fachadas de los edificios de grandes tiendas, es cada día
más habitual; aunque siempre como reclamo publicitario
(… aún hay una línea de ropa "666"-N. del
R.).
En Nueva York, en el distrito de Manhattan, hay un rascacielos
en el cual se puede observar un gigantesco y luminoso 666. Este
es el Edificio "Tishman", situado en la esquina de la 5ta avenida
y la calle oeste N° 52, cercano al Centro Rockefeller y a los
principales estudios de televisión. En Italia, hay una marca de
zapatos 666, cuya etiqueta esta decorada con una cabeza de cabra.
En Japón, la firma Suzuki fabrica la moto 666 y la
publicidad
respectiva, la enseña con una matrícula portando
este número. El diseño escogido para la
pirámide que sirve de entrada al Museo de Louvre, en
Francia, es una cubierta de 666 paneles de vidrio.
Lo dicho hasta ahora es suficiente para hacer reflexionar. No
obstante, qué decir cuando todos los gobiernos de los
países más avanzados del mundo están
trabajando ya, desde hace algunos años, en la
confección de tarjetas de crédito y de
identificación, fácilmente informatizadas,
controlables, con todos los datos y pasos de nuestra vida, y
qué decir si estos planes político-financieros
tienden a preferir un número cabalístico sobre
otros y que esa cifra sea precisamente el "666", el número
del famoso Anticristo que en realidad implica un sistema, un
modelo de vida
y pensamiento.
En este orden de ideas, Cantelon indicaba en su libro "Dinero
nuevo o sin dinero" lo siguiente: "Durante más de una
década los banqueros y técnicos de Europa han
estado trabajando febrilmente para establecer un nuevo sistema de
números." ¿Una sociedad sin dinero circulante y con
una sola tarjeta de crédito?… Computarizar a toda la
Humanidad: abrirla a la puerta de la felicidad aparente y
someterla. Esto, hoy ya no es pura especulación. Lo que
tampoco representa ningún equívoco es la tendencia
del mundo hacia un economicismo informatizado "bestial",
sistemático, arrollador.
Tal vez no sea casual que en el centro neurálgico de la
economía europea del mercado común (en tres pisos
de la superficie administrativa de la EEC), haya sido situada una
computadora
gigantesca que ocupa un gran espacio del edificio, la cual se
encarga de compaginar las transferencias de fondos
internacionales por procedimientos
electrónicos. Allí, cada persona de la Tierra puede
estar siendo informatizada con un número o lo está
siendo ya. En 1993, el Dr Eldeman, Jefe de Sistemas de la
Comisión Europea, explicaba que dicho equipo estaba
capacitado para otorgarle un número de tarjeta de
crédito a cada habitante del mundo usando 3 datos de 6
dígitos (666). A este respecto, el doctor Emil Gaverlux
preguntó al doctor Patrick Fisner en el año 1989,
lo siguiente:
P-"¿Podría decirnos algo sobre la gran
computadora de Bruselas que es llamada La Bestia?"
R-"Existe desde hace unos cuatros años. Por medio del
uso de tarjetas de crédito ha sido fácil poner a
casi todas las naciones que comercian en el mundo en la memoria de
datos. Usted y yo estamos afectados por esta computadora, por
medio de una o más claves: nuestro número de
seguridad social, nuestro número de licencia de conducir,
nuestro certificado de nacimiento, el número de nuestro
pasaporte y cualquiera de las tarjetas de crédito que
usamos. Cada movimiento que
hacemos y cada céntimo que pagamos al Departamento de
Impuestos, cada año, es registrado. La capacidad de
la computadora
es para dos billones de personas; esto es lo que se
calculó hace cuatro años (1985)".
Elízabeth Delgado Rodríguez
Isla de Margarita
Venezuela