El desarrollo de
la humanidad depende cada vez más de lo que acontezca en
el campo de las ideas, de la innovación y del descubrimiento. En el
mundo contemporáneo es una amenaza en lo económico,
en lo político y lo social, la
globalización neoliberal, a través de la cual
se trata de socavar la soberanía, la independencia
y la identidad
cultural de los diferentes paises.
Para los paises subdesarrollados es de vital importancia
asumir la creatividad, como arma de escape a las grandes crisis que se
avecinan, para poder crear
sus propios modelos
culturales y tecnologías de avanzadas. Son precisamente
los sistemas
educativos los llamados a darle respuesta a esta
problemática en América
Latina. Su misión es
potenciar el crecimiento profesional y humano de cada uno de sus
ciudadanos para que con creatividad puedan enfrentar las nuevas
exigencias del mundo actual. En Cuba, cuando
se habla de creatividad, se trata de lograr un modo de
actuación superior en los hombres dirigido a la
búsqueda de caminos y soluciones a
los problemas que
plantean la necesidad de un afianzamiento de las conquistas del
socialismo y
su perfeccionamiento.
De ahí que uno de los propósitos de este
trabajo sea
reflexionar en los fundamentos filosóficos,
sociológicos, y psicológicos de la pedagogía cubana, lo que nos
permitirá hacer un análisis más completo de la
creatividad como problema educacional y como un valor
cultural.
La creatividad es un problema social indisolublemente
ligado al desarrollo
humano, por lo que no se puede analizar al margen del
desarrollo del propio hombre, ni de
las condiciones de vida y educación en que este
se desarrolla.
Cualquier análisis de la creatividad que tenga que ver
con los factores que inciden en ella, las fuerzas que la mueven,
así como las condiciones en que se realiza, debe tener en
cuenta la teoría
marxista del desarrollo del hombre, la cual parte de que el hombre es,
ante todo, un ser social y su relación con otras personas
son las premisas más importantes en su desarrollo como
personalidad.
Concibe al hombre como poseedor de una estructura
intrínseca para ser educado, para educarse y para educar a
los demás, por lo que ser hombre significa educarse
durante toda la vida.
La filosofía marxista no niega la importancia de las
peculiaridades biológicas, pero las mismas no constituyen
determinantes de lo que un sujeto pueda llegar a ser o no. Todo
ello ha sido ya científicamente demostrado por
múltiples investigaciones.
Si el niño se desarrolla en el proceso de
apropiación de la cultura
material y espiritual que han legado las generaciones
precedentes, resultan fundamentales las condiciones de vida y
educación en la que este proceso transcurre y que
están histórico, social y culturalmente
condicionadas. El medio social no es simplemente una
condición externa para el desarrollo humano, sino una
verdadera fuente para el desarrollo del niño, ya que en
él están contenidas todos los valores y
capacidades materiales y
espirituales del género
humano que el niño ha de hacer suyas en el proceso de su
desarrollo.
La creatividad no nace con el niño, sin embargo el
niño al nacer trae un potencial creativo el cual viene
determinado en gran medida por la riqueza estimuladora del medio
sociocultural en que este se desarrolla. En la creatividad se
expresa la esencia sociotransformadora del hombre. La creatividad
no es atributo de determinados individuos con altos rendimientos,
es un atributo del trabajo gracias al cual se realizan cambios
socialmente significativos, se desarrolla la cultura y se
perfecciona la
personalidad.
El problema del papel que desempeña el medio en el
desarrollo de la creatividad se resuelve de diferentes formas en
dependencia de la concepción que se tenga de la naturaleza
general del proceso genético que se estudia.
Existen tendencias como la del conductismo,
que reconocen el importante papel que desempeña el medio
social, pero lo analizan desde el punto de vista
metafísico, al considerar que este influye sobre el
niño, al igual que el medio biológico sobre los
animales.
Las propias investigaciones realizadas aún dentro de
las mismas concepciones pusieron de manifiesto muchas de sus
inconsistencias y en medio de estas contradicciones surge una
teoría más completa y abarcadora: La teoría
del desarrollo histórico-cultural en la que se muestra la
especificidad del género humano y en la que se integran de
forma peculiar lo biológico, y de lo ambiental, lo
específicamente sociocultural del desarrollo de la
personalidad en general. Esta teoría muestra continuidad
en las principales ideas educativas que constituyen nuestras
raíces más sólidas, por tanto constituye la
teoría psicológica que sustenta la escuela cubana de
hoy.
Esta teoría parte de que cada sujeto nace con
determinadas estructuras
biológicas que pueden considerarse como condiciones
necesarias para su desarrollo, pero que no son suficientes. Esta
teoría considera al hombre como realidad viva, como un ser
bio-psico-social e histórico, cuya naturaleza
humana es necesario considerarla históricamente
condicionada a la época. El hombre varía en el
curso de la historia, se desarrolla, se
transforma y es el resultado de esta.
Desde esta posición el proceso educativo adquiere una
dimensión humanística, dialéctica,
desarrolladora y educativa y se corresponde con una
concepción del desarrollo como producto de la
apropiación de la experiencia histórica-cultural en
un momento determinado. Se concibe así el proceso
educativo como fuerza que
impulsa, que mueve el desarrollo en la medida en que contribuye a
vencer con éxito
las contradicciones que surgen en la vida del individuo y al
surgimiento de nuevas
contradicciones.
La categoría central de esta teoría
psicológica es la "apropiación" por el hombre de la
herencia
social, elaborada por las generaciones precedentes. La
apropiación es entendida como las más diversas
formas y recursos a
través de los cuales el sujeto de forma activa y en
íntima relación con los demás, los adultos y
los coetáneos que lo rodean hace suyos los conocimientos,
las técnicas,
las actitudes, los
valores, los
ideales de la sociedad en
que vive, así como los mecanismos a través de los
cuales logra su autodesarrollo, es decir, convierte en cualidades
personales la cultura que caracteriza la sociedad en que
vive.
El sujeto no sólo se apropia de la cultura, sino que
también la construye, la critica, la enriquece, en la
medida que se apropia del conocimiento y
los utiliza , demostrando posturas éticas respecto a la
cosmovisión de los procesos en
los cuales actúa de forma directa o indirecta .
Esta comprensión de la apropiación tiene un gran
significado para el desarrollo de la creatividad en el hombre y
para el proceso de formación de su cultura de forma
general.
Las posiciones teóricas asumidas son puntos de partida
para amplias reflexiones epistemológicas en el
ámbito educacional cubano, no sólo para precisar
los problemas teóricos y metodológicos que
contribuyen al perfeccionamiento del mismo, sino a su propia
fundamentación científica.
Teniendo en cuenta lo anteriormente planteado y llevando estas
reflexiones al plano de la creatividad como un proceso inherente
al desarrollo humano, se asume que la creatividad no puede
desarrollarse de forma espontánea, esta debe ser guiada,
orientada, en interacción dialéctica con los
requerimientos sociales, lo que quiere decir, que la creatividad
se desarrolla bajo las condiciones de un proceso formativo, el
cual es comunicativo por su esencia, considerando que todas las
influencias educativas, que en el mismo se generan, a partir de
las relaciones
humanas que se establecen en el proceso de actividad
conjunta, se producen en situaciones de comunicación.
Este proceso formativo constituye en sí mismo un
sistema de
influencias educativas que tienen un carácter histórico y concreto, por
estar condicionado por los sucesos, acontecimientos y enfoques
históricos que determinan la naturaleza del hombre a
formar como fin básico de la educación, es por ello
que es importante enfocarlo con carácter de sistema, al
estar este estrechamente relacionado con la política, la economía, el derecho,
el medio
ambiente, la comunicación
social y la cultura en interrelación dialéctica
a la vez que es condicionante de su proyección futura, por
eso podemos plantear que la educación es un
fenómeno social determinante y determinado a la vez.
Este proceso educativo tiene su génesis en el contexto
macrosocial, el que incluye las influencias de las políticas
internacionales y nacionales, las cuales son contempladas por la
política educativa a seguir por la sociedad.
Estas políticas educativas se adecuan al sistema
político social y al contexto escolar en
interacción dialéctica con el contexto microsocial,
lo cual crea un entorno educativo sistémico, único,
organizado y dirigido hacia la formación de un ideal
humano, bajo la acción
coordinada de cada uno de los elementos que inciden en él
como línea directriz del análisis y
conformación de los basamentos teóricos y
prácticos de la concepción que se asume. De esta
forma los individuos se convierten en personalidades que entablan
por medio de sus actividades y de la
comunicación relaciones históricas concretas
entre sí y con los objetos y sujetos de la cultura,
así es como tiene lugar el proceso de socialización de individuo.
De ahí que el proceso de desarrollo de la creatividad y
de cualquier otro proceso inherente al desarrollo humano no se da
divorciado de la época, ni de la sociedad en que se vive,
ni de la realidad concreta en que se enmarca la vida del
sujeto.
Tampoco se trata de formar un individuo fragmentado, pues
educar como decía José Martí
es "Depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha
antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente,
hasta el día en que vive, es ponerlo a nivel de su
tiempo para
que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo con lo
que no podrá salir a flote, es preparar al hombre para la
vida".(1)
En la escuela cubana tiene gran vigencia el pensamiento
martiano, lo que se refleja en toda su proyección dirigida
a la formación del hombre y la cultura en
interrelación dialéctica. Un hombre que responda a
su época, que defienda su identidad como cubano de las
fuerzas disolventes internas y externas que pretendan su
desnaturalización cultural y humana, por lo que tiene que
asumir una posición antimperialista, latinoamericanista y
de solidaridad con
todos aquellos procesos universales que contribuyen al desarrollo
humano, asumiendo una lucha tenaz contra los antivalores como: el
egoísmo, el divisionismo, la ineficacia, la
desnacionalización entre otros. Una educación
dirigida de forma general a desarrollar un hombre que piense,
sienta, valore, cree, transforme, haga y que sobre todo ame.
Por todo lo anteriormente planteado la educación no
puede aspirar a satisfacer las necesidades y exigencias de la
formación de las nuevas generaciones al margen del
desarrollo de la creatividad del hombre y no puede aspirarse al
desarrollo de la misma al margen de lo que en este sentido hacen
las instituciones
educativas conjuntamente con la familia y
la comunidad.
De ahí que la educación en Cuba tenga un
carácter liberador, genuinamente dialéctico al
preparar al hombre para la vida, lo que permite que el sujeto se
desarrolle en toda su plenitud humana, y que asuma la creatividad
como modo de actuación necesario para defender la cultura
de su entorno en el momento histórico en que vive.
El problema de la formación de la personalidad lleva
implícito la adecuación de la creatividad a las
necesidades de una época, pues la personalidad humana se
forma en el conjunto de las relaciones sociales, es un producto
social, responde a las condiciones del momento y del lugar en que
se desenvuelve el individuo.
La psicóloga cubana A. Mitjáns al referirse a la
creatividad la define como:
"Un proceso de descubrimiento o producción de algo nuevo, valioso y
original, que cumple con las exigencias de una determinada
situación social; y en la cual se expresa el
vínculo entre lo cognitivo y lo afectivo de la
personalidad".(2 )
A través de esta definición se refleja la
incidencia de la problemática social en la creatividad. De
esta forma se puede valorar el nivel de compromiso que tiene una
persona
creativa para con la sociedad, en tanto la misma es punto de
partida y de llegada para la creación de valores
espirituales y materiales.
Por valor, generalmente se entiende la posibilidad que brindan
determinados objetos y fenómenos de la realidad objetiva
de satisfacer necesidades humanas, es decir, la
determinación social de estos objetos y fenómenos
consiste en su función de
servir a la actividad práctica y creadora del hombre.
En este sentido el filósofo cubano José Ramón
Fabelo, señala:
" Valor es la significación socialmente significativa
que poseen los objetos y fenómenos de la realidad, no
cualquier significación, sino aquella que juega un papel
positivo en el desarrollo de la sociedad".(3 )
Esta precisión de gran importancia teórica y
metodológica en la interpretación de la problemática de
los valores demuestra, que la significación positiva de
los mismos está dada por la medida en que estos
estén relacionados directa o indirectamente con el
progreso social.
Los valores son base de la cultura. "La cultura es un concepto que
abarca todo en la vida social. Todo lo que ha sido creado por el
hombre, abarca la creación de valores espirituales y
materiales que garantizan la satisfacción de necesidades
de la época".(4)
La cultura es el reflejo material y espiritual de la realidad,
es un proceso colectivo de creación y recreación
de la herencia acumulada por las generaciones anteriores, por lo
que la misma tiene un carácter histórico y social.
Cada pueblo tiene su cultura, en dependencia de la cual se crean
valores y se recrean en función de las necesidades
socioculturales de la época. En este sentido está
claro que hay que analizar la historia y la cultura en unidad
dialéctica y entender el carácter histórico
y creador de la cultura y el carácter cultural y creador
de la historia.
En la clausura del primer congreso nacional de
educación y cultura en abril de 1971, el comandante en
jefe Fidel Castro
expresó: "… La cultura forma parte de la
educación, las mejores obras culturales, las mejores
creaciones artísticas del hombre y de la humanidad deben
estar al alcance del pueblo, valoramos las creaciones culturales,
y artísticas en función de la utilidad para el
pueblo, en función de lo que aportan al hombre, a la
liberación del hombre…"(5)
A través de estas palabras se reafirma la
relación de la cultura con la creatividad y los valores,
siendo precisamente la educación la encargada de
transmitir, consolidar, crear y recrear la cultura con una
direccionalidad socialmente significativa en correspondencia con
el momento histórico en que se desarrolla la misma. De
ahí la enorme responsabilidad que tiene la escuela en la
educación de la creatividad y de los valores, para que la
cultura no se destruya, sino que se conserve, se enriquezca, se
consolide.
Las reflexiones anteriores y las nuevas exigencias de la
sociedad cubana a la formación del hombre que ella
necesita para defender las conquistas del socialismo y preservar
la riqueza de su cultura, trazan pautas para el reconocimiento de
la creatividad como valor cultural.
El hombre debe ser capaz de orientarse en acciones de
autoconocimiento de su cultura en correspondencia con su
concepción del mundo y es la educación la encargada
de formar el sistema de acciones para el hombre que la sociedad
necesita. Se puede entonces plantear que la educación al
ser transmisora de la herencia cultural, posibilita la identidad
y continuidad histórica de la sociedad.
Para lograr el desarrollo de la creatividad como valor
cultural en el proceso docente educativo, el maestro debe conocer
a sus alumnos, amarlos perfeccionar constantemente su trabajo,
estar actualizado, tener una amplia cultura y las condiciones
psicológicas morales necesarias para poder dirigir su
labor formativa. El maestro que quiere desarrollar la creatividad
debe desarrollar a su vez, capacidades comunicativas,
organizativas, que se encaminen a regular la dirección de la actividad creadora del
alumno y sobre todo ser ejemplo.
El proceso de masificación de la cultura, al que
convocó el Comandante en Jefe en el Congreso de la UNEAC,
exige de la escuela cubana contemporánea darle tratamiento
a la educación de la creatividad, de los valores, de la
cultura, de ahí que la misma ha incluido en su proyecto el
programa
audiovisual, el cual es una vía para la
preservación de la identidad
nacional y hacer valer el derecho a acceder a la
auténtica diversidad de la cultura desde la escuela, como
centro promotor cultural más importante de la
comunidad.
Lo anterior presupone el papel que debe jugar el maestro para
lograr esto en sus alumnos, siendo él conjuntamente con la
sociedad, la familia y
demás el principal conductor de normas, reglas y
modos de comportamientos sociales. De ahí que el
conocimiento del maestro sobre el contexto cultural, es
determinante para lograr el fin
propuesto.
Estas exigencias constituyen un reto para la calidad
educacional. En el articulo 1 de la declaración mundial
sobre educación para todos, dado en Tailandia, en marzo
de 1990 se apunta:
"La calidad debe entenderse como la capacidad de proporcionar
a los alumnos el dominio de los
códigos culturales básicos, las capacidades para la
participación democrática y ciudadana, el
desarrollo de la capacidad para resolver problemas y seguir
aprendiendo, y el desarrollo de valores y actitudes acordes con
la sociedad que desea una vida de calidad para todos sus
habitantes". (6)
Este análisis nos lleva a la consideración de
que la dirección creativa es una necesidad para elevar la
calidad educacional y para generar nuevos valores de la
cultura.
La necesidad de la dirección creativa se explica a
partir de la dialéctica del proceso del conocimiento
científico, respondiendo a imperativos del desarrollo
socioeconómico y científico técnico del
mundo actual. Las instituciones educativas también se ven
inmersas en este proceso, al tener que responder a problemas cada
vez más complejos del individuo, de la institución
y de la sociedad, para lo cual necesitan perfeccionar sus modelos
curriculares, métodos
pedagógicos, su teoría de dirección
educacional, siendo esto posible si en la institución
existe un estilo potenciador de la creatividad.
En una institución educativa no se puede hablar de
cambios, transformaciones e innovaciones al margen de la
creatividad.
La dirección creativa para su desarrollo requiere de
determinadas condiciones, entre ellas están:
– Estilo potenciador de la creatividad.
– Conocimiento y aplicación de los métodos de
trabajo creativo.
– Participación activa, reflexiva y valorativa de todos
los sujetos implicados.
La dirección creativa se corresponde con las exigencias
de la política educacional cubana, al tener como objetivo el
desarrollo institucional en la búsqueda de la calidad, y
al ser su esencia el desarrollo de las personas y de su cultura
general integral; esto exige el desarrollo de la creatividad, a
nivel estructural y procesal. La dirección creativa vista
como cultura tiene como objetivo el desarrollo institucional en
la búsqueda de calidad, siendo la creatividad y su
desarrollo a todos los niveles lo que implica que la
institución educativa se convierta en un verdadero
laboratorio de
aprendizaje
cultural, para lo cual se requiere del perfeccionamiento continuo
del diseño,
de un ambicioso plan de investigación y de un sistema integral de
capacitación, así como un estilo
institucional potenciador de la creatividad como valor
cultural.
La conceptualización de la dirección creativa se
vincula al proceso de búsqueda y solución de
problemas, lo que a nuestro modo de ver es lo que genera el
desarrollo de la institución, y de la calidad
educacional.
Las instituciones educativas de todos los niveles deben
ofrecer alternativas para que los proyectos
educativos se conviertan en proyectos culturales, que involucren
a todos los factores educativos: Escuela, familia, comunidad,
logrando mediante la participación y comunicación
entre estos factores el rescate de la identidad cultural,
tradiciones, costumbres enriquecidas por la creatividad como
valor cultural de la sociedad.
En estudios realizados en diferentes instituciones educativas
de la enseñanza primaria, así como en
talleres de reflexión con los maestros de las escuelas
primarias del territorio camagüeyano se ha comprobado que
estos todavía presentan insuficiencias con relación
a la utilización de vías para estimular la
creatividad de sus alumnos. También se comprobó que
en las estrategias
educativas de las escuelas y en la de cada maestro en particular
no se contemplan acciones dirigidas a estimular la creatividad en
la familia y la comunidad.
El tratamiento que los maestros le dan al estímulo de
la creatividad es secundario, al no reconocer el rol que asume la
creatividad en estos momentos que se trata de desarrollar una
cultura general integral en la población cubana a partir del
enriquecimiento de las tradiciones, costumbres y valores
nacionales. Desde una visión más globalizada se
necesita el estímulo de la creatividad en las primeras
edades, por la influencia de la cultura del consumo, el
desarrollo acelerado de la informática y los medios de
comunicación a nivel mundial.
Estos datos nos
demuestran que no se le está prestando la debida atención al tratamiento de esta
categoría tan importante en estos momentos en que todos
estamos inmerso en el proceso de masificación de la
cultura, donde la creatividad es uno de los fundamentos para este
propósito, por lo que se reafirma como un valor cultural
que permite enriquecer nuestras costumbres y tradiciones y
participar en las transformaciones que se realizan en la revolución
educacional y en otras esferas de la vida.
¿Cuál es el papel que le corresponde a la
escuela como generadora de la creatividad vista como valor
cultural?
A la escuela le corresponde implicar a los alumnos, a la
familia y a la comunidad en el proceso de masificaciòn de
la cultura.
El logro de esta implicación, que redundará en
el creciente desarrollo de intereses y potencialmente en nuevos
niveles de creatividad, debe trabajarse desde el primer momento y
durante todo el curso, mediante todas las vías
posibles.
El diagnóstico de la creatividad debe ser el
punto de partida del maestro, para ello deben tenerse en cuenta
determinados elementos:
- El contexto cultural donde se desarrolla el niño y
las influencias culturales que del mismo emanan. - El modo de actuación cultural del niño que
expresa su sentido de identidad y pertenencia a su entorno - La estimulación a la búsqueda de nuevos
conocimientos relacionados con su entorno cultural.
Todo ello requiere de una correcta orientación y
planificación de acciones que permitan el
crecimiento personal y
creativo de estos factores, promoviendo entre ellos una real
sensibilización con las acciones o proyectos a ejecutar,
para que no se conviertan en elementos de freno o resistencia a su
desarrollo.
En este sentido, se pudieran citar entre otros a:
- Los talleres para familias encaminados a ejercitar la
apreciación artística de diversas obras como la
literatura, las artes plásticas, la
música, la danza, el
teatro,
cine y
vídeos. - Los talleres para familias encaminados a la
producción artística de diversas
manifestaciones como la literatura, las artes
plásticas, la música, la danza y el
teatro. - Debates y charlas acerca de la calidad de las tele-
clases con aquellas familias que no tienen vínculo
laboral. - El diseño de folletos divulgativos por parte de
los escolares sobre actividades artísticas, culturales
e históricas tanto de la comunidad, el país
como de orden universal. - Visitas a exposiciones, museos, galerías, teatros,
bibliotecas y plazas. - Organización de círculos de interés en correspondencia con las
tradiciones artísticas y económicas de la
comunidad. - Los simposios socioculturales en la comunidad para
discutir fortalezas y debilidades de la comunidad.
Estas, entre otras acciones dirigidas por la escuela como
centro promotor de cultura, más importante de la
comunidad, pueden servir de vía para reconocer a la
creatividad como un valor cultural.
La escuela cubana al asumir el método
materialista dialéctico y el enfoque histórico
cultural en la interpretación de los fenómenos
relativos al hombre, como fuente epistemológica
fundamental, asume que la creatividad es un problema educacional,
que está estrechamente relacionado con la formación
de los valores y de la cultura, que su desarrollo depende de la
riqueza estimuladora del medio sociocultural, el cual debe
potenciar modos de actuación en el hombre dirigidos a
crear, enriquecer y preservar la cultura.
La escuela como centro promotor cultural más importante
de la comunidad, debe potenciar la educación en las
tradiciones de su entorno, para que estas a su vez enriquezcan la
creación de nuevos valores de la cultura.
El niño desde las edades más tempranas debe
estar en contacto directo con su entorno cultural, para que
sienta la necesidad de conocerlo, de buscar nuevos conocimientos
relacionados con este entorno y utilizarlos, consolidando su
sentido de pertenencia al mismo y su identidad cultural, es por
ello que la escuela está llamada a jugar un papel
fundamental en la educación y desarrollo de la
creatividad, de los valores y de la cultura de forma general.
Se elevará la calidad
educativa, si en la institución se genera un estilo de
dirección potenciador de la creatividad, que convierta a
la misma en un verdadero laboratorio de aprendizaje cultural.
Las nuevas exigencias de la sociedad cubana a la
formación del hombre que ella necesita para defender las
conquistas del socialismo, enfrentar la batalla de ideas en que
estamos inmersos y preservar la riqueza de su cultura, trazan
pautas para el reconocimiento de la creatividad como valor
cultural.
1-Articulo 1 de la declaración mundial sobre
educación para todos, dado en Tailandia, en marzo de 1990.
P 2.
2-Castro Ruz, Fidel: Discurso
pronunciado en el Primer Congreso Nacional de Educación y
Cultura. Ciudad de La Habana, abril de 1971.p 3.
3- Fabelo, José Ramón. Práctica,
conocimiento y valor. La Habana, Ed. Ciencias
sociales, 1989. P18.
4-Martí
José: La Edad de Oro. Editorial
Cultural S.A, La Habana, 1959, p183.
5-Mitjáns Albertina :Creatividad, Educación y
Desarrollo. Ciudad de La Habana
6-Moisei Kagan y T.V. Jolostova: Textos escogidos:Estética.Tomo I, en artículo "La
cultura, la filosofía y el arte. P 138.
Editorial Pueblo y educación. Ciudad de la Habana 1991.
185p.
7–Valdéz Véloz, Hector: Seminario
Nacional para el personal docente. Artículo
"Evaluación
de la calidad de la educación. Ciudad de La Habana, 2000.
P 14.
- -. Alvarez, C.: La escuela en la vida. Colección
Educación y Desarrollo. Ed. Varela, La Habana,
1992. - – Betancourt Morejón, Julian. Teorías y prácticas sobre
creatividad y calidad. Editorial Academia. La Habana,
1992. - —————————————–´(Et al). La
creatividad y sus implicaciones. Editorial Academia. La habana,
1993. - Castro Ruz, Fidel. Discurso pronunciado por el primer
congreso nacional de educación y cultura . Ciudad de la
Habana, abril de 1971. - Bravo, E. Los círculos creativos de calidad.
Editorial Reona.Lima, 1992. - Colectivo de autores: La actividad pedagógica
profesional. ICCP, MINED. La Habana. - Colectivo de autores del Grupo
Pedagogía del Instituto Central de Ciencias
Pedagógicas. Principales categorías de la
pedagogía como ciencia.
Folleto, 1997. - Colectivo de autores. Seminario nacional para el personal
docente. Folleto, 2000. - Colectivo de autores. Cultura, ideología y sociedad. Antología de
estudios marxistas sobre cultura. Editorial arte y literatura,
La habana, 1975. - Colectivo de Autores: Pedagogía, Ed. Pueblo y
Educación, La Habana, 1984. - – Chávez, J y Cira G. López: El proceso
docente-educativo. Seminario Nacional a Dirigentes de las
direcciones provincia les, MINED, La Habana, 1977. - García Rámis J. Valle Lima. A y Ferrer
López M.A. Autoperfeccionamiento docente y creatividad.
Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1996. - Gónzalez Rey, Fernando. Comunicaciónn,
personalidad y desarrollo/ Fernando González
Rey.—La Habanaa: Ed. Pueblo y educación,
1995.—139p. - Martí José: Ideario Pedagógico.
Imprenta
nacional .Cuba. 1961, La Habana. - Meier, Artur. Sociología de la educación / Artur
Meier.—La Habana: Ed. De ciencias sociales,
1984.—380p. - Sorín Mónica. Creatividad. Editorial Labor
Barcelona, 1992. - Torres Pérez, Gisela y Cuevas Casas, Carlos. Folleto
de los cursos de dirección, creatividad y
solución de problemas; Folleto de los cursos "
Formación básica del directivo" y "Alta
dirección educacional".
Autoras:
Dra: Marìa Nela Barba Téllez
Msc: Martha Garcìa Bargados
Estudiante:
Dayamì Serrano Quezada
2004