Extractos de "Pasos filosóficos hacia la unificación de la física"
Aunque pudiera parecerlo, el vacío no está
vacío. En la física Clásica mecanicista (por
ejemplo, la que intentaba aplicar Maxwell en sus imaginaciones
sobre el electromagnetismo) el vacío estaba
compuesto por una serie de mecanismos que transmitían el
movimiento…
como unas "bolas" de cuyos efectos y por analogía, obtuvo
sus famosas fórmulas. Muchos años después,
la mecánica
cuántica le da en parte la razón: el
vacío no está vacío del todo y no es la
ausencia de todo. En la mecánica cuántica el vacío es
un complejo compuesto de vibraciones y no se parece en nada a un
vació como una "nada".
EL MEDIO, EL ETER
CUÁNTICO
«Físicos ingleses, como
Lord Kelvin con su teoría
de los átomos en remolino y Maxwell con su hipótesis de un sistema de celdas
cuyo contenido se halla en rotación, en la que se basa su
intento de explicar mecánicamente los fenómenos
electromagnéticos, se sienten manifiestamente más
satisfechos con este tipo de explicaciones (mecánicas) que
con la simple descripción más general posible de
los hechos… Debo confesar que yo mismo me he mantenido hasta
ahora en este tipo de descripción, con la que me siento
más seguro»
H. Hertz, Prinzipien der
Mechanik, p. XXIXXII.
Imagina que tienes dos teorías, una de la Relatividad y otra de la
Mecánica Cuántica y que quieres
unirlas. Y que para unirlas necesitas (imaginarios) espacios con
11 dimensiones, supercuerdas que no has visto más que en
tus especulaciones matemáticas, filosóficas e
imaginativas no refrendadas por experimentos de
laboratorio y
otros constructos hipotéticos que son aproximadamente
explicativos de la realidad. Y ahora imagina que te digo no solo
que te olvides de las 11 dimensiones y que te quedes
momentáneamente solo con 4. Y que además tengas en
cuenta un medio fluido cuántico más que no has
tenido en cuenta, para explicarte las "cuatro
fuerzas".
Si la existencia de este fluido te diera una
explicación más sencilla al mundo, tendrías
varias opciones: descartarlo, utilizarlo como analogía
explicativa o buscarlo. Pero lo que sí que está
claro es que tendrías que hacer uso de la navaja de Ockham
y pensar aquello de que "entre dos soluciones
posibles, la más sencilla suele ser la más
probable". También podrías hacer caso de lo que
indicaban Popper o Peirce y hacer uso del sistema de pensamiento
que nos envuelve: el hipotético, que indica que mientras
no tengas una hipótesis mejor,
te quedes con la que tienes. Pero si hay una hipótesis que
te explica de forma más sencilla y clara los hechos
empíricos, adoptes esta última.
El modelo sobre
el cual estoy señalando lleva la dirección para la unificación de la
Teoría de la Relatividad y la Mecánica
cuántica y se basa en solo 3+1 dimensiones, el caos y la
necesidad de orden humana y en la existencia de un fluido muy
diferente a los que conocemos en el mundo y a la Mecánica
de Fluidos, el "éter cuántico". Y además en
el hecho de que el fluido va dejando rastro por donde va y es
esencial para nuestra existencia, la del universo y la del
mundo conocido.
En Mecánica de Fluidos se habla de viscosidades,
de velocidades de fluidos, de constancia de la energía, de
la masa y de fluidos ideales y reales. De fluidos que se mueven
de forma laminar y fluidos turbulentos. Igualmente, el mundo
conocido nos habla de sólidos, de líquidos, de
gases y
últimamente se habla de otros tipos nuevos de "estados de
la materia" como
el plasma obtenido en laboratorio. Incluso parecería que
hay una nueva fuerza
denominada fuerza "de Casimir".
Esta teoría comienza con la hipótesis del
fluido "éter cuántico", compuesto por
partículas extraordinariamente pequeñas
(infinitesimales) y muy (extraordinariamente) rápidas,
entendiendo esta rapidez como su aparición o
desaparición o el poco tiempo que
permanecen en un lugar del espacio dada su tremenda velocidad
(modelo por el cual me inclino más porque es más
explicativo de mi imagen mental del
universo). Sus partículas infinitesimales se mueven en
todas direcciones, en movimiento aproximadamente constante,
rectilíneo y a enormes velocidades. Como no tienen ninguna
limitación más que el vacío, generan
movimientos giratorios y vórtices. Del mismo modo que en
la mecánica de los gases ideales se realizan los estudios
en el ámbito global y no se tienen en cuenta los
movimientos de todas y cada una de las partículas ni es
necesario, tampoco lo es para este fluido. Cuando se conozcan
todas las variables
globales, no será preciso saber todas y cada una de las
variables individuales. También hay que dejar un poquito
de lado la limitación de la velocidad de la luz, por lo menos
para este fluido cuántico.
Una partícula de este fluido podría
atravesar prácticamente todo tipo de materia, pero no
reaccionaría igual ante todo tipo de "partículas
atómicas conocidas". Pasaría por la materia, pero
una gran parte de ellos bordearía los protones y los
electrones. Esto es una simplificación, puesto que en mi
imaginación este fluido es el "verdadero átomo" de
Demócrito, el ladrillo fundamental.
Ahora vamos a ver como se comportan los fluidos reales,
iremos hacia los fluidos menos conocidos, realizaremos alguna
hipótesis y terminaremos con fenómenos comprobados
del universo. Los cálculos exactos de los
parámetros de este fluido éter cuántico los
dejaré para aquellos que tienen los medios, los
conocimientos físicos y matemáticos y sobretodo el
tiempo y los recursos
necesarios para descubrirlo. Yo solo trazaré lo que mi
visión, mi imaginación y mi razonamiento me indica
y marcaré hacia donde mis conocimientos matemáticos
me permiten, siguiendo la labor de los Mecánico
Cuánticos, los Relativistas, pero también el
Maxwell inicial y los Bjerknes.
Comenzaré con una experiencia sencilla. Si te
acercas a un grifo y abres totalmente la manivela, el agua
caerá a toda velocidad. Podrás verificar que se
produce un fenómeno simple: si pones los dos dedos
índices en el caudal saliente, verás que tienen la
tendencia a "pegarse". Es el efecto Venturi-Bernouilli. El
fluido, al pasar por entre tus dedos produce una depresión.
Una vez puestos (y ya mojados), puedes comprobar algo más:
si pruebas a unir
los dedos, hay una fuerza que tiende esta vez a alejarlos. Si
haces suficiente fuerza, los puedes unir. Pero ahora una vez
unidos, verás que el agua hace que
sea un poquito más difícil separarlos que si no
estuvieran bajo el agua.
Figura 1: ejemplo de cómo la
mecánica de fluidos explica las cuatro fuerzas.
Este fenómeno, fue estudiado un año antes
de que Einstein escribiera su Teoría de la Relatividad
Especial, en 1904 (un año después de la muerte de
Carl Anton Bjernkes) por Prandtl, quien lo denominó "capa
límite laminar", un fenómeno que se observaba en la
naturaleza
macrocósmica y que aparecía ante el movimiento de
fluidos y ante la existencia de obstáculos en el seno de
estos.
"La teoría de la capa
límite ha hecho posible gran parte del desarrollo de
las alas de los aviones modernos y del diseño
de turbinas de gas y compresores".
J.K Vernard
El modelo de la capa límite no sólo
permitió una formulación mucho más
simplificada de las ecuaciones de
Navier-Stokes en la región próxima a la superficie
del cuerpo, sino que llevó a nuevos avances en la
teoría del flujo de fluidos no viscosos que pueden
aplicarse fuera de la capa límite. Gran parte del
desarrollo moderno de la mecánica de fluidos, posibilitado
por el concepto de capa
límite, se ha debido a investigadores como el ingeniero
aeronáutico estadounidense de origen húngaro
Theodore von Kármán, el matemático
alemán Richard von Mises y el físico y
meteorólogo británico Geoffrey Ingram Taylor.
En la experiencia del grifo, imagina que el agua fuera
haciéndose cada vez mucho más sutil, con una
densidad
menor, menor y menor y a la vez con una velocidad mayor, mayor y
mayor. E imagina que en lugar de venir en una sola
dirección como en el grifo, viniera de todas las
direcciones, es más, que pudiera atravesar tus dedos. E
imagina que las características de ese fluido explicaran
la Gravitación, la Fuerza Nuclear Fuerte, la fuerza
Nuclear Débil, y la Fuerza Electromagnética. Si
realmente las explicara ¿Buscarías ese fluido? Pues
vamos a por él.
En el caso de la gravitación, nos encontramos con
que es una fuerza siempre atractiva, no tiene componente negativa
(no existiendo por tanto la antigravitación) y es
independiente de la materia de la que esté formado el
objeto (figura 1b). En la tierra, dos
objetos caen a la misma velocidad independientemente de su masa y
la fuerza de atracción parece la misma. Dado un objeto
cualquiera, el fluido cuántico estará actuando
desde y en todas las direcciones. A niveles mayores, por ejemplo,
la masa del Sol parecería que protege a la tierra de las
"partículas" de ese fluido que vienen de esa
dirección Sol-Tierra, lo cual sería ya un motivo
para que la Tierra tuviera una atracción en
dirección hacia el Sol, el
‘arjé’ o el amor de la
Tierra por el Sol. Hay que tener muy en cuenta que la
protección que realizan las masas no es absoluta. Es como
si viniera una luz de detrás del Sol y este no fuera
transparente a esta "luz", ni tampoco opaco, sino algo entre los
dos (traslúcido). La "transparencia" de las masas
sería su capacidad para ser atravesada por este fluido,
que dependerá de su volumen y de su
densidad, en definitiva, de su masa.
Por otro lado, la existencia de ese fluido entre la
Tierra y el Sol, explicaría un "efecto venturi" hasta
ahora no estudiado. E igualmente la Tierra protegería al
Sol de las partículas que llegaran desde su
dirección hacia el Sol. Estos tres efectos serían
los que explicarían la gravitación. ¿Por
qué tiene sentido siempre atractivo? Porque no hay nada
que pueda hacer que se disminuya ni se incremente dicho fluido
entre las dos masas (supuesto inicialmente como incompresible).
La velocidad a la que gira la Tierra alrededor del Sol
compensaría (al modo clásico Newtoniano) la
depresión producida por el éter cuántico en
todas sus direcciones. Si la Tierra se acercara al Sol, el efecto
de protección y venturi combinados se verían
acentuados, dando sentido a la fórmula de la gravedad de
Newton y su
dependencia aproximada a la distancia al cuadrado. Igualmente, si
el Sol tuviera mayor tamaño (o sea, volumen) o fuera menos
permeable (densidad), también el efecto sería
mayor. Del mismo modo ocurriría con la Tierra. Todo ello
da fe de la aproximación de la teoría de Newton
sobre la gravitación. Pero también la existencia de
las masas cambian la configuración del "espacio", y es
como si este se hubiera transformado, como si las masas cambiaran
el espacio, tal y como indicaba Albert
Einstein.
El efecto "capa límite" en la aproximación
de masas como la Tierra y el Sol sería muy pequeño
y solo se detectaría cuando la dimensión entre
ambas fuera similar al orden de magnitud de esta capa
límite que es de carácter infinitesimal. En el ámbito
macroscópico, detectaríamos la colisión
entre dos grandes masas, pero no podríamos dar fe de los
efectos de la capa límite. Los efectos son los menores
porque los grandes efectos se producen a los niveles de la capa
límite. Por esto la fuerza de la gravedad es la más
pequeña comparada con las otras debido a que se debe al
movimiento (u aparición) de un fluido que produce un
efecto muy pequeño a estas masas, comparado con los
efectos que produce en el orden de magnitud de la capa
límite. Es como la "fuerza" que aspira nuestros dedos
dentro del grifo.
La Fuerza Nuclear Fuerte es otra cuestión
diferente. En el ejemplo, cuando hemos introducido los dedos
dentro del grifo y los pegamos e intentamos separarlos, a las
velocidades y viscosidades normales no se aprecia nada
significativo. Pero sí que lo sería si la velocidad
y la viscosidad
proveyeran a nuestros dedos de una capa de proporciones similares
a la de los dedos, e impidiesen que los separásemos, tal y
como se encuentra representado en la figura 1d o 1a. En el mundo
microscópico sí que es significativo y la Fuerza
Nuclear Fuerte sería el efecto que la capa límite
de este fluido produce sobre unos cuerpos de dimensiones muy
pequeñas. Los componentes del núcleo se ven
bordeados por todos los lados por dicha capa y a la vez
bombardeados por las partículas. Hay que tener en cuenta
que no solo se produce la capa límite, sino que
además este fluido la rodea a la vez y la bombardea desde
todas las direcciones del espacio. El efecto aquí
sí que es apreciable y de una gran magnitud. De hecho es
la mayor de las magnitudes de las cuatro "fuerzas"
conocidas.
La Fuerza Nuclear Débil viene derivada del mismo
efecto que en el caso de las masas gravitacionales, pero en
límites
muy pequeños, en los que sí que cobra magnitud
(figura 1b y 1c). Es como si los dedos del ejemplo los
pusiéramos en un grifo pero a una distancia uno del otro
de 4 dedos: para detectar los efectos tendríamos que
unirlos a distancias de un dedo o menos. Para ver que el efecto
venturi funciona, la distancia tiene que ser relativamente
cercana. En este caso, el efecto venturi de este fluido mantiene
al electrón en movimiento alrededor del núcleo
(imaginándolo como simplificación como
corpúsculo). Cuando el electrón está siendo
bombardeado por el éter cuántico, se mantiene en un
punto de
equilibrio, matemáticamente calculable. Por otro lado,
si pretendemos unir el electrón con el protón, se
produce un efecto diferente: las capas límite que bordean
al electrón y al protón se rechazan entre
sí, produciendo una fuerza de repulsión (1c). Sobre
la naturaleza positiva o negativa de algunos corpúsculos
que componen el átomo, solo vienen derivadas de la
forma en la que interaccionan (por "forma" o por "movimiento")
con el éter y que parte de este son. En unión de
otro electrón, se genera una zona (un campo) en la cual
estos tienden a alejarse o acercarse. Los protones a su
dimensión harían lo mismo, generan una "estela" en
el éter, una zona alrededor, en la cual los efectos se
suman. Pero entre un protón y un electrón, esta
influencia se vería afectada de diferente modo, siendo
así que las "estelas" o "influencias sobre el éter"
son de carácter aditivo. De ahí el efecto positivo
o negativo del electrón frente al protón. Dicha
afirmación no pierde su interés
cuando en lugar de protón hablamos de partículas
fundamentales. Está más relacionado con la forma y
el movimiento de la "partícula" y en como interacciona con
el éter que con otra característica (ello se
verá en la segunda parte).
Al verificar la distribución de los electrones en el
átomo, se puede constatar que cada uno lo que hace es
establecerse en un punto de equilibrio. La
naturaleza no desperdicia energía, por lo que
buscará el menor potencial. Un modelo con un protón
y un electrón es más o menos difícil de
imaginar, pero cuantos más electrones, más interacción habrá con el fluido y
tenderán a colocarse en puntos más alejados (del
núcleo y entre ellos) con lo que es más
difícil de imaginar. O bien "huyen" unos de otros en
formas circulares, o bien intentan escapar en los ejes siguiendo
las hipotéticas formas de 8 en diferentes ejes que son
conocidas en química.
La más explicada de todas es la Fuerza
Electromagnética porque es la que dispone de una
generalización un tanto mayor que las anteriores. Es por
ello es la más sencilla de encuadrar, entre otras cosas
porque el propio Maxwell se valió de símiles
fluidos para explicarse y comprender las interacciones. El
"campo
magnético" no es más que una
constatación de que se produce una alteración en el
espacio, más concretamente en el "éter
cuántico", por la existencia de algo. Los materiales
magnéticos producen, por su materia, desviaciones en el
flujo del éter cuántico, lo que se interpreta como
campo. El hecho de partir un imán en dos no cambia su
orientación porque no cambia su capacidad para disminuir
el flujo del éter. En el caso de ser una carga en
movimiento, esta produce sobre el éter una
variación, un "túnel", una "depresión" que
hace que las "cargas" se comporten como ya está más
que investigado y constatado. De todos modos Maxwell lo
explicó mejor y remito a quien quiera ahondar en estos
modelos al
propuesto por Maxwell, pero con el añadido o el eliminado
de que el "éter" no es fijo. En este fluido, un
electrón realiza un "túnel" y viene a hacer el
efecto de una "depresión" de donde vienen las
características electromagnéticas. A Maxwell
sólo le faltó un pequeño salto mayor que el
que hizo, una generalización mayor, para haber unificado
TODAS las fuerzas en sus fórmulas. Maxwell utilizó
la ecuación de continuidad:
Bueno, realmente él la representó de otra
forma, pero es común en la mecánica de fluidos.
Aplicando esta pensando en sus fluidos, descubrió la
magnífica fórmula:
En la que es la densidad de corriente en Amperios por metro cuadrado y
es el campo de
desplazamiento en Culombios por metro cuadrado.
Con la inclusión de esta fórmula, su
intuición y otras habilidades más, obtuvo sus
famosas fórmulas de las que se derivan todas aquellas con
las cuales se desarrolla el electromagnetismo y de aquí
partió Einstein. También se utiliza la
Ecuación de Continuidad en la Mecánica
Cuántica. Pero ¿Qué hay en la
analogía de Maxwell que faltaría si realmente
estuviéramos aplicando la hipótesis de la
existencia de ese fluido cuántico del cual se ha hablando
anteriormente? (y como él lo creía hasta la
penúltima publicación referente al
electromagnetismo) ¿Qué ocurre si tomamos en
consideración la existencia de ese "medio
fluido"?
Lo primero con lo que nos encontramos es que este fluido
desconocido tenemos que aplicarle alguna limitación,
algún postulado y alguna hipótesis de partida. Para
ser cautos, podemos comenzar pensando que es un fluido que
conserva la energía y la masa y por lo tanto que se le
pueden aplicar las ecuaciones de continuidad. Posteriormente lo
que habrá de considerarse es si este fluido es continuo o
discreto. De los métodos
existentes en la mecánica de fluidos y por simplicidad, se
supondrá que es un continuo y además aplicaremos
los conceptos a un volumen de control
determinado en un marco de referencia lagrangiano (más
adelante se procurará averiguar hasta que nivel es
"discreto"). La combinación del volumen de control
arbitrario y del sistema de coordenadas lagrangianas significa
que en el proceso de
deducción aparecerán las denominadas
"derivadas materiales de integrales de
volumen". Para trabajar de una forma más sencilla es
necesario transformar estos términos en las expresiones
equivalentes que implican integrales de volumen de derivadas
eulerianas y el teorema que permite tal transformación se
llama "Teorema del Transporte de
Reynolds", utilizado para calcular cualquier
característica que tenga un fluido en un volumen de
control.
¿Qué ocurre si generalizamos los
conocimientos de la Mecánica Cuántica, aplicando
allí donde se aplica la fórmula de continuidad, la
fórmula de Momentum? Lo mismo. Aparecen nuevos
términos que hay que estudiar, que tal vez sean la
"variable oculta" que indicaba Einstein. La función de
onda explica todo lo que puede explicar del sistema, pero da
información de más (referente a onda
y a corpúsculo) y tiene información de menos de la
naturaleza (porque está incompleta). Tiene en cuenta todas
las variables que puede tener con la formulación y los
supuestos de los que parte.
Mi impresión es como si los grandes pensadores
entre los que destaco a Dirac y a Schrödinger hubieran
tenido que apagar un fuego, con llamas en los ojos y ante la
urgencia y la presión de
la búsqueda de un rescate. Pero nosotros tenemos la
ventaja de que estamos observando los hechos cuando ya han
pasado. Es evidente que no tenemos la misma fortaleza (por lo
menos yo) física de un bombero (en este caso, mental de
Dirac ni Schrödinger). Pero contamos con la ventaja de que
podemos investigar las causas pausadamente, preguntando,
investigando, sin prisas. Imagino que con fuego uno puede ver
doble y borroso. No es que no sea la verdad, sino que la
información llega de forma demasiado lenta para lo
rápido que hay que actuar. Hay por ejemplo, dos puertas y
no se sabe por cual de las dos se debe pasar. Y por otro lado,
las ve borrosas y entre llamas, por lo que no está
totalmente seguro de que, al probar a pasar por una de ellas, no
se dé contra la llama o contra la pared.
Ahora, con todo calmado, vamos a buscar entre la
mecánica de fluidos, tal como hizo Maxwell (y
anteriormente Bjerknes padre e hijo) y verificar si nos pueden
dar algún dato de porqué estalló ese
fuego.
La ecuación de continuidad en mecánica de
fluidos es:
(A)
Que es el equivalente a la "conservación de la
masa" en mecánica de fluidos. En Mecánica
Cuántica no existe exactamente una ecuación que sea
la de la conservación de la masa tal como la anterior,
pero sí que existe una ecuación de continuidad de
probabilidad
que se expresa del siguiente modo:
ó
(B)
Por analogía de (B) con (A) se encuentran los
términos siguientes:
Densidad
de probabilidad y
Velocidad (en principio, de la partícula o de
la onda)
Con ellas, podemos actuar de forma analítica y
utilizar la generalización de la mecánica de
fluidos y aplicar la ecuación de momentum, que indica
que:
En nuestro caso:
Siendo el primer término la fórmula
reseñada anteriormente (de continuidad de probabilidad).
Sustituimos los valores
que conocemos en esta formulación más general y se
obtiene:
En la que el corchete del primer término de la
ecuación representa la ecuación de continuidad de
probabilidad ya conocida.
En la cual aparecen algunas cuestiones interesantes como
¿Qué significa el segundo sumando que aparece en la
fórmula?
Cuando Dirac entró a apagar el fuego, tuvo que
hacer un agujero en la pared para rescatar la física con
su tremenda inteligencia
matemática. Pero ahora tal vez no sea
preciso realizar de nuevo un agujero. Este segundo término
nos habla de la velocidad con respecto al tiempo y con respecto
al espacio. Y respecto al espacio, nos da pistas respecto al
giro. Pero ¿qué representa la fórmula
entera? No es más que la Fórmula de
Schrödinger para cualquier tipo de objeto generalizada. O
dicho de otro modo, es la fórmula más simple que
puede describir un objeto en Mecánica Cuántica,
pero no más. La fórmula de Schrödinger es una
simplificación excesiva de los fenómenos. Ha pasado
el invierno y lo que parecía que no era un árbol
puesto que la poda la había dejado sin ramas, ha florecido
por el paso del tiempo. Ahora hay que averiguar si lo que tenemos
delante es un árbol.
En el caso particular de que la suma de fuerzas es nula
y la cantidad de movimiento también y con velocidad de
partícula y onda constante nos encontramos con la
ecuación de Schrödinger:
y
y
y
pero esta
última no la vamos a anular (porque sabemos donde queremos
ir y nos será útil posteriormente).
Pasando el primer sumando a la izquierda:
Sacando el operador común Ñ
Como ,
también lo será , por lo cual se puede añadir sin variar la
fórmula:
y:
multiplicando por 2m y agrupando:
que no
es más que la ecuación de Schrödinger para una
partícula libre, caso particular del anterior, por lo
tanto la anterior fórmula es más general que la
ecuación de Schrödinger.
Esta fórmula
es además el primer paso de una línea que
permite unir la Mecánica cuántica con la
teoría de la relatividad (la mecánica de fluidos)
pero teniendo en cuenta tan solo esta fórmula, aún
no hemos desacreditado ni a la mecánica cuántica ni
a la Teoría de la Relatividad, puesto que el valor de
bien puede ser
utilizado en espacios tridimensionales como en los espacios de
Minkowsky.
Se le ha exigido mucho a las matemáticas y a la
ecuación de onda, cuando hay que exigírselo a los
conceptos, a la fórmula que las aglutina, que muy
posiblemente será más general que esta. Esto
es solo el inicio.
Pero ¿Se puede avanzar tanto en el mundo
cuántico e indicar que existe conmutatividad en los
operadores? Porque el Principio de Heisenberg, en principio y por
principio, no lo permite, debido a que depende totalmente del
álgebra
y en el álgebra, la conmutatividad es la excepción,
no la norma.
El principio de indeterminación de Heisenberg, en
su exposición más general indica
que:
"Dos variables dinámicas pueden
estar simultáneamente bien definidas solamente si sus
operadores asociados A y B conmutan
El caso particular más conocido es el del "error
en la medida de la posición y del momento,
respectivamente":
Y
O teniendo en cuenta la energía,
Con las fórmulas anteriores y las equivalencias
entre términos se puede comprobar y demostrar que la
fórmula de Indeterminación de Heisenberg no solo es
CIERTA, sino que además está INCOMPLETA. Cualquier
consecuencia que se obtenga del Principio de
Indeterminación de Heisenberg se podrá aplicar a
una fórmula más general, del mismo modo que si no
contamos con el medio, la única aproximación que se
puede hacer es por medio del principio de indeterminación.
Si se tiene en cuenta el medio, no.
La cantidad de movimiento es un producto de la
masa por la velocidad y la velocidad se definió
anteriormente como
Y por tanto
Porque además
Hay algo que intuitivamente nos dice que la
fórmula de Heisenberg está también "podada".
Es cierta, pero da información demasiado sesgada. Para
completarlo, solo sería necesario obtener la
ecuación General de Transporte en la Mecánica
Cuántica, indicada anteriormente, multiplicarla por la
diferencial de tiempo y por la diferencial de posición,
quedando DETERMINADA la fórmula del siguiente
modo:
Que establece una relación entre la onda, la
cantidad de movimiento, su velocidad y la posición de la
partícula en el espacio.
La gran pregunta que surge de forma inmediata es
¿Quién tenía razón, Einstein o Born?
AMBOS
La acción
a distancia NO EXISTE si el éter cuántico
existe. Las 4 fuerzas dejan de ser 4 fuerzas para ser
cuatro efectos de una "misma cosa". Las dos teorías, la
Relatividad y la Mecánica Cuántica son dos caras de
una misma moneda. ¿No vale la pena seguir investigando
en las universidades los efectos de estos "plasmas",
"vórtices cuánticos", etc. tal y como se viene
investigando? La promesa es la de una energía gratuita
ante la cual la energía
solar no es más que como una carrera entre uno de los
barcos de Cristóbal Colón y el
Eurofighter.
Imaginando el fotón, ese enorme enigma de la
naturaleza, este no viaja a mayor velocidad porque se encuentra
con el medio y es además parte de él. Es un
corpúsculo ínfimo, que alcanza rápidamente
enormes velocidades. Pero conforme acelera, se rodea de capas a
la vez que interfiere cada vez más sobre estas y estas
sobre el medio. Es un corpúsculo rodeado de capas de un
fluido. Si pretendemos ver sus colores, tenemos
que atraparlo y matarlo, como a la mariposa. Y entonces podremos
admirarnos de sus colores, pero no veremos su aleteo. Si queremos
ver su aleteo, tendremos que dejarlo volar y si le dejamos volar
no veremos los detalles bellos de sus alas. Pero esto no muestra
más que nuestra incompetencia como cazadores de mariposas,
porque podemos atraparlo en una caja de cristal, verla de vez en
cuando quieta y ver sus colores, o verla volar y ver su
aleteo.
Cuando la "mariposa fotón" está volando,
si no tenemos en cuenta donde vuela, que tiene alrededor,
interferiremos sobre él. E interferir sobre él
significa matarlo. Si tenemos en cuenta su influencia, no lo
capturaremos. Y si lo capturamos, no le veremos aletear. Este es
el principio de Incertidumbre de Heisenberg, que lo único
que dice es que técnicamente estamos cogiendo la mariposa
con guantes de boxeo, mientras somos tecnológicamente
aún muy niños.
Bueno, no del todo. Otros estudios a los que no he tenido
más información que la que ha transcendido a los
medios, hablan de que han conseguido atrapar un fotón en
un cristal. Ya tenemos la mariposa. Ahora hay que enseñar
al hombre—niño a atrapar la mariposa:
sí que se pueden atrapar, pero hay que ser sutil, suave y
cariñoso.
Rafael Aparicio Sánchez