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Historia económica, política y social de México (de la colonia, a la revolución mexicana) (página 2)




Enviado por juanjnestor



Partes: 1, 2

5. Las reformas políticas
y de gobierno.

  • En cuanto a las estructuras
    de gobierno, las reformas incluyeron la disminución del
    poder de los
    Virreyes. La presencia de funcionarios enviados por la corona
    —como el visitador GÁLVEZ—, que
    tenían el apoyo firme del Rey de España,
    logró la colaboración entusiasta y disciplinada
    de los virreyes de la época, que comulgaron de manera
    abierta con las ideas de "la
    ilustración", como : el Marqués de Croix,
    Bucareli, Mayorga, los dos Gálvez, Revilla Gigedo,
    etc.
  • La Real Audiencia también fue tocada por las
    reformas, en el sentido de sustituir a la mayoría de los
    oidores CRIOLLOS (los nacidos en América pero de origen o ascendencia
    española), por oidores que fueran españoles
    PENINSULARES, reduciendo al mismo tiempo la
    influencia de los criollos que por alguna razón no
    fueron removidos de su cargo.
  • En 1776 se implantó el cambio
    generalizado de los TESOREROS en las 24 poblaciones más
    importantes de la Nueva España, con el fin de reducir la
    evasión y los fraudes. Se crea la figura centralizada
    del FISCO y de las cuestiones hacendarias y de impuestos, con
    la creación del SUPERINTENDENTE SUBDELEGADO DE LA REAL
    HACIENDA, que debía asumir toda la responsabilidad en estos asuntos.
  • Como anotamos líneas arriba, se
    eliminó a los ALCALDES MAYORES, y se dividió
    el territorio en Intendencias, a cargo cada una de un
    INTENDENTE o GOBERNADOR GENERAL. Los Alcaldes Mayores fueron
    sustituidos por SUBDELEGADOS, subordinados a los
    intendentes.
  • Se reorganizó también el Tribunal de
    Cuentas,
    para hacer más eficaz la revisión y el control de
    la recaudación de impuestos y se introdujo el sistema
    contable de "partida doble" de manera obligatoria para la
    administración colonial y se crearon nuevos
    impuestos.

6. significación de las reformas para la Nueva
España

  • Consecuente con su carácter de imperio colonial,
    España sólo apoyó el desarrollo
    del sector externo de la economía
    novohispana —finanzas
    públicas, minería,
    comercio y
    agricultura
    de exportación—, dejando una estela de
    injusticias, resentimientos, y el espectáculo doliente
    de producir y ver pasar la riqueza AJENA.
  • De todo lo anterior, podemos concluir que los
    borbones revaloraron a las colonias españolas como
    simples "negocios". Y
    como se dice "negocio que no deja utilidades, no es negocio",
    pues hicieron todo lo que pudieron para que las colonias como
    la Nueva España volvieran a producir riquezas para la
    Corona. En este sentido es que debemos entender porqué
    no atendieron las demandas de la población nativa, sino por el contrario
    las discriminaron aun más, incluyendo a sus
    descendientes de sangre: los
    criollos.

7. El Crecimiento
económico.

  • El crecimiento de la economía novohispana fue
    patente. Veamos un cuadro comparativo acerca de los montos de
    rendimiento anual por actividades en Nueva
    España, antes y después de las reformas
    borbónicas.

Antes de las
reformas:

Después de las
reformas:

Actividad

Millones

Millones

Impuestos pagados Nueva España

6.0

21.5

Producción de moneda
acuñada

4.0

27.0

Estanco del Tabaco

0.0

4.0

Alcabalas

1.5

3.0

Impuesto al pulque

0.5

1.0

Tributos de Indígenas

0.5

1.0

Impuesto agrícola del "diezmo"

13.4

18.4

Barcos que atracaron en Veracruz

222 (barcos)

1,142 (barcos)

  • Como se puede observar en la tabla anterior el
    aumento de las actividades que interesaban al fisco español fue en algunos casos
    espectacular, como en el de la moneda acuñada que
    aumentó en 7 veces, los impuestos que se triplicaron, el
    estanco del tabaco que de
    no recaudar nada pasó a producir cuatro millones, y las
    alcabalas, el impuesto al
    pulque y los tributos
    indígenas que se duplicaron. Aun en el caso de los
    "diezmos" de la agricultura que no fue actividad priorizada,
    aumentaron su recaudación anual en casi 40%. El movimiento
    de barcos, indicador del aumento del comercio también se
    quintuplicó.
  • Las reformas económicas de los borbones
    alcanzaron su doble cometido:
  • Incrementaron la aportación económica
    de la colonia a la metrópoli
  • Hicieron más dependiente a la
    colonia.
  • A principios del
    siglo XIX, la Nueva España suministraba a la
    metrópoli las tres cuartas partes del total de sus
    ingresos
    provenientes de sus colonias americanas. La explotación
    colonial había llegado a su punto
    máximo
  • No obstante lo anterior, las reformas contribuyeron a
    generar las contradicciones sociales y políticas que a
    su vez alimentaron la inestabilidad que prevalecerá
    hasta la consumación de la independencia en 1821 y durante las primeras
    décadas del México independiente, temas que veremos
    después.

8. La Población.

  • Antes de la independencia, cuya llama encendió
    con fuerza en
    1810, la población de la Nueva España alcanzaba
    poco más de 6 millones de habitantes. Aunque aun no
    existían censos sistemáticos para contabilizar la
    población, diferentes fuentes
    investigadas, por científicos como el Varón de
    Humboldt, Navarro y Noriega arrojaron la siguiente
    estimación, por grupo social
    ó racial y en cifras redondeadas:

GRUPO:

HABITANTES:

Peninsulares

14,000

Criollos

1’068,000

Castas

1’340,000

Indígenas

3’700,000

TOTAL:

6’122,000

9. Inestabilidad social y desajuste
político.

  • Aun en una sociedad que
    logra un reparto equitativo de los dividendos del producto
    social —que no fue el caso nuestro—, todo proceso de
    desarrollo
    económico acelerado produce desequilibrios o
    alteraciones más o menos bruscas. En Nueva España
    el vivísimo crecimiento de los años
    1770—1800 produjo efectos desestabilizadores mucho
    más violentos, tanto porque aceleró bruscamente
    el ritmo lento de una colonia y estancada, como porque se dio
    en el seno de una sociedad extremadamente desigual.
  • En efecto, al mismo tiempo que las reformas
    económicas y de política
    fiscal tornaron a Nueva España más colonia
    que nunca, el efecto multiplicador que tuvieron estas reformas
    en la economía interna, despertó la certeza de
    que la metrópoli sólo cuidaba sus intereses y
    además que Nueva España era autosuficiente, que
    su desarrollo y potencialidades podrían ser mayores si
    prescindía de la atadura con España.
  • Debe destacarse que si el auge económico fue
    casi general, el reparto de los beneficios, al contrario, no
    fue nada equitativo. Por sectores, la exclusiva minoría
    que controlaba las actividades más ligadas con el
    exterior —mineros y comerciantes—, recibió
    los más altos ingresos, mientras que la inmensa
    mayoría de agricultores, campesinos, obrajeros,
    artesanos, pequeños empresarios y trabajadores tuvieron
    que repartirse las migajas de un auge que veían tan
    espectacular como AJENO.
  • La presión
    mayor, se ejerció una vez más sobre el grupo de
    los indígenas. Las tierras comunales sufrieron esta vez
    el asalto combinado de las haciendas y de los ranchos en
    expansión.
  • Grandes haciendas, ingenios azucareros, ranchos y
    estancias ganaderas convirtieron a los campesinos tradicionales
    en peones y jornaleros (asalariados), al mismo tiempo que la
    demanda de
    mano de obra de las minas y centros urbanos los incorporaba
    como trabajadores acasillados ó como proletariado rural
    móvil que recorría durante el año las
    plantaciones de algodón, caña de azúcar y tabaco, o desempeñaba
    trabajos estacionales —como la siembra y la
    cosecha—, en haciendas agrícolas y estancias
    ganaderas, que se reflejan en el desarraigo y las migraciones
    masivas de la época.
  • Así, las trabas sociales creadas por los
    grupos
    dominantes y por el color de la
    piel, en
    lugar de aligerarse se agravaron, cerrándose
    herméticamente las posibilidades de ascenso para una
    parte considerable de criollos, mestizos y castas, aumentando
    en mayor proporción el resentimiento y
    frustración social.
  • El nuevo monopolio de
    los puestos públicos que dio prioridad a los
    españoles peninsulares, y que casi excluyó del
    todo a los criollos y desde luego a los mestizos,
    relegándolos en el mejor de los casos a los puestos
    intermedios y bajos de la administración, la Iglesia y el
    ejército, generó nueva turbulencia en la esfera
    de lo político.
  • El cabildo municipal, refugio más recurrido
    por los criollos, evolucionó de institución
    carente de personalidad
    e independencia durante más de dos siglos y medios, a
    plataforma de activismo política y de lucha
    democrática e instrumento de resistencia y
    defensa de los intereses de los excluidos de las esferas
    superiores del poder.
  • Los reyes Borbones no disfrutarán durante
    mucho tiempo del nuevo auge de las colonias, ya que
    habían incubado el germen de la revolución al golpear a todos los
    grupos
    sociales y étnicos de la colonia, con
    excepción de los españoles peninsulares que
    concentraron todos los privilegios del poder y la riqueza. Este
    enfrentamiento ponía de un lado a unos 14,000
    españoles peninsulares, frente a más de 6
    millones de criollos, mestizos, indígenas y
    castas.
  • A partir de este momento, parece que todos los
    factores de inestabilidad se combinarán para preparar el
    derrumbe del poder colonial: el activismo de intelectuales laicos y religiosos que
    empezarán a discutir y divulgar las ideas de la
    "ilustración", incluyendo a prominentes
    Jesuitas que
    continuaron actuando aun después de la expulsión,
    generaron nuevas ideas y concepciones de la sociedad, el estado y
    el individuo,
    que enriquecerán el programa que
    enarbolarán más adelante.

CAPÍTULO
CUARTO: EL PROCESO DE INDEPENDENCIA.

1. Factores de inestabilidad social.

  • La evolución histórica de la Nueva
    España produjo sus propios gérmenes de
    inestabilidad y destrucción: En el caso de los criollos,
    hijos de padre y madre españoles, es decir de sangre
    europea sin mezcla alguna, con una expectativa de ascenso
    social por esa ascendencia sanguínea, por ser herederos
    de los peninsulares, por poseer la mejor formación
    académica, por su piel blanca que los hacía
    "diferentes" de los demás, por haber compartido la
    propiedad y
    la riqueza, experimentaban un sentimiento de gran
    frustración y descontento al ser atajados y excluidos de
    la cúspide social, política y económica,
    sobre todo después de las reformas
    borbónicas.
  • En el caso de las castas (todas las mezclas
    raciales y sus derivaciones, incluyendo a los mestizos), que
    como vimos en la tabla de población, hacia fines del
    siglo XVIII llegan a formar el 22% de la población
    —1.3 millones de individuos de todos los colores—,
    siempre encontraron de parte de españoles, criollos, e
    incluso de indígenas no mezclados, la mayor hostilidad
    para integrarse. Siendo en sí un grupo conflictivo por
    la carencia de bases económicas, sociales o culturales
    que les dieran asentamiento e identidad, y
    ante el rechazo sistemático de todo intento por hacerse
    de un lugar en la sociedad novohispana, se convirtieron en un
    núcleo de inestabilidad y resentimiento.
  • Mucho menos numeroso pero de mayor peligrosidad
    política para el poder colonial, fue el grupo de los
    "nuevos ricos", minoría generalmente de criollos que
    logró "colarse" en la oleada de auge económico
    anterior a la independencia, y que se adaptaban en forma
    imperfecta al sistema, siendo frecuentemente rechazado por
    este, y que en todo caso amenazaban su estabilidad al exigir un
    estatus político y social que correspondiera a su nueva
    posición económica.

2. Incubación de las ideas que enmarcaron el
proceso

  • La labor reformadora y modernizadora de las reformas,
    fue inevitablemente acompañada de la penetración
    en la Nueva España de las ideas y la cultura del
    Siglo de las Luces. Al lado de todos los procesos
    señalados entre 1750 y 1808. se introducen en el
    virreinato la filosofía de la Ilustración, que
    proponía una nueva concepción de la sociedad, del
    Estado y del
    individuo.
  • El Santo oficio de la Inquisición fue el
    primero en advertir sobre este agente desestabilizador, al
    denunciar la creciente filtración de obras de Rousseau,
    Voltaire,
    Diderot y otros autores que difundían las nuevas ideas
    políticas o atacaban la filosofía tradicional
    escolástico-aristotélica.
  • No obstante, los principales introductores de las
    nuevas ideas fueron los propios gobernantes y funcionarios
    encargados de llevar a cabo las reformas borbónicas.
    Estos hombre
    enviados por la Corona española para imponer en Nueva
    España las políticas reformadoras del Despotismo
    Ilustrado, difundieron las ideas liberales en las cortes,
    tertulias literarias, fiestas, cafés, billares, y
    mediante el "efecto demostración" a través de los
    alegatos expuestos para fundamentar dichas reformas, contra la
    resistencia y la argumentación de funcionarios
    menores.
  • Algunos funcionarios, además de activos
    divulgadores de las nuevas ideas, trataron con coherencia de
    llevarlas a la práctica con lo cual provocaron graves
    conflictos
    públicos y grandes crisis
    personales. En efecto, incorporar a la vida colonial los
    principios del Despotismo Ilustrado, llevado hasta sus
    consecuencias lógicas, suponía aplicar el
    filantropismo social, racionalizar la administración y la hacienda
    pública, o simplemente combatir monopolios, entre otras
    medidas, es decir, propiciar en la colonia una política
    que atentaría contra los intereses de la Corona. No, no
    era posible; el liberalismo
    de los Borbones no llegaba a tanto.
  • Varios Intendentes y funcionario provinciales
    vivieron este drama y sus contradicciones: Juan Antonio de
    Riaño, el Intendente de Guanajuato, reunió en su
    mesa y en sus tertulias literarias a muchos de los
    conspiradores de Querétaro, y fue amigo personal de
    Miguel
    Hidalgo, cuyas huestes desarrapadas habrían de matar
    años más tarde al Intendente
    ilustrado.
  • El propio clero fue profundamente perneado por las
    ideas de la modernidad.
    La batalla inicial, la más difícil y solitaria la
    dieron los Jesuitas, prosiguiéndola más
    allá de su expulsión en 1767. José Rafael
    Campoy (1723-1777), Francisco Javier Alegre (1729-1788), Diego
    José Abad (1727-1779) y Francisco Javier Clavijero
    (1731-1787), fueron las cabezas instigadoras del primer gran
    ataque a la filosofía escolástica, hasta entonces
    la oficial.
  • Las enseñanzas y escritos de estos Jesuitas,
    introdujeron los cambios siguientes: aparición de las
    primeras críticas sistemáticas a los métodos
    y dogmas escolásticos, apertura a las nuevas corrientes
    y filósofos europeos, introducción de la física experimental
    o moderna en los cursos de filosofía, desarrollo del
    eclecticismo científico, y adopción
    de nuevas orientaciones metodológicas, tanto en la
    reflexión filosófica como en la enseñanza.
  • Expulsados los Jesuitas, el proceso de
    renovación filosófica en las filas de la Iglesia,
    fue continuado por el padre Juan Benito Gamarra, a
    través de su enseñanza en el Colegio de San
    Francisco de Sales (San Miguel el Grande) y a través de
    sus obras escritas, habiendo sido denunciado ante el Tribunal
    del Santo Oficio de la Inquisición, institución
    ya rebasada por los tiempos y por la revolución de las
    ideas que para entonces no sólo se daba en el debate
    religioso, sino y sobre todo en el filosófico y el
    político. Sin embargo, es aun más larga la lista
    de los prelados españoles que simpatizaban abiertamente
    con las ideas ilustradas.
  • En el obispado de Michoacán, los obispos
    Antonio de San Miguel (1726-1804) y Manuel Abad y Queipo
    (1751-1825), impulsaron las ideas ilustradas. En sus escritos
    se hizo una descarnada denuncia de las causas que
    mantenían a castas e indígenas en
    situación degradante, se analizan los efectos
    antisociales del latifundio, así como los problemas
    que frenaban el desarrollo de las condiciones de vida en la
    colonia. En su diócesis aplicaron la filosofía
    moderna a los asuntos terrenales en materia
    social y económica, y formaron un numeroso grupo de
    sacerdotes y bachilleres imbuidos de estas ideas.
  • Pero como ocurre frecuentemente con las generaciones
    que se enfrentan a la doble tarea de socavar los cimientos de
    una tradición y de iluminar los senderos y perspectivas
    futuras, la de gobernantes, funcionarios y religiosos
    españoles que dirigió la Nueva España
    entre 1770 y 1810, padeció las amargas quemaduras de la
    contradicción, la frustración y el desgarramiento
    interior.
  • La figura de Manuel Abad y Queipo resume en forma
    sublimada las contradicciones y desgarramientos de su
    generación. Alumno y heredero directo de las
    prédicas ilustradas y renovadoras de clérigos
    como José Pérez Calama (1740-1804). Observador
    agudísimo él mismo —Abad y Queipo— de
    las deformaciones sociales y económicas que había
    creado el sistema colonial y siendo su impugnador y
    crítico más lúcido, será más
    tarde el excomulgador del cura revolucionario Miguel Hidalgo,
    el matador del producto más acabado y coherente que
    había producido su generación.

3. Las premisas que maduraron las condiciones para la
Independencia.

  • La gran explosión que precipita al país
    a la época moderna, a través de su independencia,
    como nuevo miembro del concierto de las naciones, tiene como
    antecedentes, tres procesos arriba descritos:
  • Un rapidísimo crecimiento económico que
    genera expectativas no satisfechas, cimbra las estructuras
    sociales forjadas a través de un siglo de lento
    reacomodo y hace más evidentes las desigualdades
    existentes.
  • Una inflexibilidad casi total del edificio
    político y social para dar cabida y función
    a los nuevos grupos que irrumpieron incontenibles y para
    absorber los problemas y frustraciones creadas por el
    crecimiento económico.
  • Una difusión y adopción acelerada de
    las ideas de la modernidad filosófica, que le
    darán el marco ideológico a los grupos
    insurgentes de la sociedad colonial, para estructurar sus
    programas y
    fundamentar sus reivindicaciones.

4. Los protagonistas de la revolución de
Independencia.

  • En vísperas del movimiento independentista, el
    descontento social en la Nueva España era
    generalizado.
  • En el seno de la Iglesia se daba una profunda
    división entre el alto clero, que ocupaba los
    principales puestos de la jerarquía eclesiástica
    y de la administración de propiedades y capitales, y el
    clero medio y bajo, formado por curas párrocos de
    ciudades o aldeas provincianas y miembros del magisterio de las
    escuelas; la diferencia de rango social y poder
    económico era grande
  • Agravado por las reformas que hemos analizado, muchos
    criollos descendientes de familias con ninguna o escasa fortuna
    personal, sin propiedades ni capital,
    abogados, tenedores de libros,
    pequeños administradores, llegaron a formar una clase media
    de cierta importancia. Para ellos las prohibiciones de la
    legislación indiana y el monopolio político de
    los peninsulares constituían un muro infranqueable que
    tarde o temprano les cerraba el camino. A menudo mejor
    preparados que los europeos, no podían ascender a los
    puestos superiores, y estaban condenados a disputarse
    posiciones segundonas y pobres que no respondían a sus
    aspiraciones ni a su preparación y cultura.
  • Relegados en su mayoría, formaban una
    élite intelectual unida por la insatisfacción
    común. Económicamente improductiva, esta
    "intelligentsia" acaparaba un arma terrible: Las ideas de la
    Ilustración, depositada casi toda ella en sus manos.
    Recordemos además, que los criollos eran más de
    un millón antes de la Independencia.
  • Por su parte el pueblo trabajador, constituido por
    indios y castas, base de la pirámide social, sólo
    compartía la extrema miseria. Decía el
    científico Humboldt que en ninguna parte había
    visto "una desigualdad tan tremenda en la distribución de la riqueza, de la
    civilización, del cultivo de la tierra y
    de la población".
  • Todos los indios debían pagar un tributo
    especial per cápita a la Corona y formaban un grupo
    social aislado condenados a un perpetuo estado de
    "minoría de edad". Sobre todas sus miserias, indios y
    castas estaban amenazados periódicamente por el peor
    azote: el hambre. Las grandes crisis agrarias de
    carácter cíclico, en que escaseaba el maíz y
    el poco que había era acaparado por los grandes
    hacendados, tenía como secuela epidemias de hambre
    generalizada y daba lugar a muertes incontables.
  • En comparación con los peones rurales, los
    obreros de las minas estaban mejor pagados, sin embargo su
    condición había empeorado a finales del siglo
    XVIII, lo anterior agravado porque muchos propietarios de minar
    empezaron a cancelar el derecho de los trabajadores mineros a
    quedarse con parte del mineral que extraían.
  • La situación de los trabajadores de las
    manufacturas (obrajeros) era peor que la de los mineros. La
    jornada de trabajo no
    estaba regulada, carecían de todo derecho
    laboral y a veces debían vivir en el centro fabril
    como prisioneros.
  • Pero el problema más grave a principios del
    siglo XIX, era el crecimiento desmesurado de la plebe en las
    ciudades. Humboldt por ejemplo, señalaba la existencia
    en la ciudad de México de por lo menos 30 mil
    desocupados, harapientos y miserables. Esta plebe era caldo de
    cultivo para cualquier explosión violenta.

5. De las Reformas a la
revolución.

  • En el año de 1808 una serie de sucesos,
    inusitados en la historia de los reinos
    hispánicos, manifestaba la debilidad del imperio. El mes
    de marzo, las tropas de Napoleón
    Bonaparte entraban incontenibles en España. El rey
    Carlos IV se apresuraba a abdicar a favor de su hijo, el futuro
    Fernando VII. Pero en Abril, ambos se encontraban
    "arrodillados" ante Napoleón pidiendo la devolución de
    la Corona a cambio de colaborar con el invasor. La cabeza del
    otrora imperio más grande de la cristiandad había
    perdido su dignidad y
    orgullo.
  • Mientras eso ocurría, el pueblo
    español, abandonado por sus reyes, asume la iniciativa
    de la defensa de la soberanía nacional, en contraste con la
    degradación de sus monarcas.
  • Por si fuera poco, Godoy, el ministro favorito del
    rey Carlos IV, firma un tratado por el que se ponen en manos de
    Napoleón todos los reinos de España y de las
    Indias (colonias americanas y desde luego la Nueva
    España incluida). El fin del imperio español se
    rubrica con la elevación de José Bonaparte,
    hermano del emperador francés, al trono de España
    y de las Indias.
  • Ante el vacío de poder, los ciudadanos
    españoles se apresuran a formar juntas de gobierno
    provinciales para "guardar la soberanía en ausencia del
    monarca y liberar al país de los franceses". En la
    práctica, no por disposiciones doctrinales, la
    soberanía española ha recaído en el
    pueblo, mientras el trono permanezca usurpado.
  • ¿Y en América? En las colonias
    hispánicas se mantiene la misma estructura
    de poder que ha regido durante 300 años. Pero, desde
    luego, pronto surge la pregunta: en estas condiciones
    ¿en quién recae la soberanía? Dos partidos
    o bandos antagónicos darán diferente respuesta a
    este importante asunto.
  • El primero habla por medio de la Real Audiencia, y
    recibe el apoyo firme de los funcionarios y grandes
    comerciantes de origen europeo. Para ellos la sociedad debe
    permanecer sin cambios mientras el heredero del Rey recupera el
    trono español. El país debe quedar en suspenso,
    manejado por la alta burocracia, que
    conservaría la representación del monarca y se
    aplicarían los mismos reglamentos y leyes vigentes.
    Obviamente, quienes detentaban los privilegios del dinero y el
    poder no querían que nada cambie.
  • La otra respuesta es mucho más compleja y
    matizada. Se manifiesta en uno de los órganos donde los
    criollos y las clases medias tenían su mejor baluarte:
    el Ayuntamiento de la ciudad de México, dirigido por dos
    criollos letrados, Francisco Primo de Verdad y Francisco de
    Azcárate. El Ayuntamiento propone al Virrey José
    de Iturrigaray la convocatoria a una junta de ciudadanos,
    —semejante a las establecidas en España—,
    que gobierne mientras dure la ocupación francesa del
    reino.
  • El pensamiento
    político que enmarcó la posición de los
    criollos y clases medias organizadas en torno del
    Ayuntamiento, no se apoyaba ni en Rousseau ni tiene que ver con
    las ideas de la Ilustración y el despotismo ilustrado,
    sino en pensadores anteriores: Francisco de Vitoria y Francisco
    Suárez. Según este pensamiento: en ausencia del
    monarca, la autoridad de
    la colonia no subsiste en el Virrey ni en la Real Audiencia,
    sino en el conjunto de la Nación. Pero ¿en qué
    nación? ¿quién representa
    al pueblo?; de la doctrina de Vitoria y Suárez se
    concluye que el Cabildo (Ayuntamiento) está la verdadera
    representación popular.
  • "Dos son las autoridades legítimas que
    reconocemos —declara el licenciado Primo de
    Verdad—: la primera es de nuestro soberano, y la segunda
    de los Ayuntamientos, aprobada y confirmada por aquél.
    La primera puede faltar, faltando los reyes…, la segunda es
    indefectible por ser inmortal el pueblo". Podemos advertir el
    impacto político y las consecuencias de esta premisa. En
    el momento en que se manifestó esta conclusión y
    en el ambiente que
    prevalecía en la colonia, esta posición es
    dinamita pura, esperando la chispa popular que llegará
    con Miguel Hidalgo.
  • Naturalmente se abrió una lucha
    ideológica y de poder entre los dos bandos, uno
    encabezado por la Real Audiencia, constituida por altos
    funcionarios europeos, nombrados directamente por la Corona
    española y otro, constituido por el Ayuntamiento de la
    ciudad de México, donde la clase media tiene su mejor
    tribuna. Así, la clase media de la colonia, que domina
    todos los cabildos (ayuntamientos), ve por primera vez abierta
    una oportunidad de participar activamente en la vida
    política del país. Los partidarios de esta
    posición proponen que se convoque un "Congreso" para
    dirimir las posiciones y adoptar los acuerdos políticos
    conducentes.
  • Destacados intelectuales de bandos opuestos ven el
    mismo desenlace a partir de este debate y enfrentamiento: el
    fraile mercedario Melchor de Talamantes, partidario de las
    tesis del
    Ayuntamiento, ve en el Congreso propuesto el primer paso hacia
    la independencia. Además considera que la ausencia del
    monarca deja en libertad a
    la nación para constituirse de nuevo a sí misma.
    Si bien estas ideas de Talamantes van más allá de
    los propósitos expresados en ese momento por los
    dirigentes del Ayuntamiento, se adelanta al señalar el
    camino que a la postre habrá de seguirse.
  • Por su parte, el inquisidor Prado y Obejero, advierte
    ese peligro para los intereses de la Corona y expresa que
    "Aunque no haya en el reino un espíritu declarado de
    independencia contra el Trono, se ha manifestado lo bastante al
    querer igualar este reino y sus derechos con el de la
    metrópoli, que a sostenerla se dirigen esas juntas, que
    si la consiguen, es el primer paso para avanzar otro y otro,
    hasta la absoluta independencia". En rigor no es la propuesta
    del Ayuntamiento la que inquieta a los más
    conservadores, sino las consecuencias que ello anuncia: la
    Independencia de
    México.
  • En esos días, se presenta ante el Ayuntamiento
    de México un indio que por ser descendiente de Moctezuma
    reclama el trono de sus mayores. El partido de los europeos
    encuentra en esos signos la
    mejor justificación para detener cualquier reforma. Los
    hacendados y el alto clero temen dar un paso que podría
    hacer intervenir al "pueblo real", no al que se suponía
    que representaban los criollos letrados.
  • Y entonces en este ambiente caldeado, el 15 de
    septiembre de 1808 un grupo de conspiradores, dirigidos por
    Gabriel de Yermo, rico hacendado español, y secundado
    por miembros de las grandes casas de comercio, da UN GOLPE DE ESTADO
    y aprehenden y destituyen al virrey Iturrigaray y presionan a
    la Real Audiencia para que nombre como virrey a Pedro Garibay,
    un viejo soldado al que manejarán
    fácilmente.
  • La escalada de inestabilidad y violencia
    tiene repercusiones:
    • Se suspenden todos los proyectos de reforma
    • Desde este momento la Real Audiencia
      gobernará con mano fuerte.
    • Los principales portavoces del grupo criollo,
      Primo de Verdad, Azcárate y Talamantes son
      encarcelados y otros desterrados.
    • Se entroniza el terror y muchos conspiradores y
      supuestos conspiradores, sobre todo criollos, son sometidos
      a humillantes procesos.
  • El golpe de Gabriel de Yermo y la posterior
    destitución del propio Garibay, de su sucesor Lizana que
    suavizó la represión, y el nombramiento como
    virrey del militar de mano dura Francisco Javier Venegas, que
    cortaron de raíz todo intento de reforma, tuvieron el
    efecto contrario: obligan a radicalizar la actitud de
    los criollos. Es evidente que el orden existente no puede
    sostenerse dentro de la estructura jurídica
    tradicional.
  • En septiembre de 1808 se descubre la conjura de
    Valladolid (Morelia), encabezada por García Obeso y
    Mariano Michelena, en la que figuran varios oficiales criollos
    y miembros del bajo clero. Para gana el apoyo campesino
    prometían la abolición del impuesto o tributo per
    cápita que gravitaba sobre los indios.
  • El poder arbitrario y represivo imperante hace
    advertir a los criollos insurgentes que ellos solos no
    podrán llevar adelante su causa y que tendrían
    que buscar alianzas con otras clases
    sociales.
  • Este proceso aparece claro en la conspiración
    de Querétaro. Aquí se reúnen regularmente
    varios criollos. Los más importantes Miguel Hidalgo y
    Costilla, eclesiástico ilustrado, prototipo del letrado
    que había sido rector del Colegio de San Nicolás
    en Valladolid; Ignacio Allende, oficial militar y
    pequeño propietario de tierras, y Juan Aldama, oficial
    militar también, hijo del administrador
    de una pequeña industria.
    Sus proyectos son similares a los del Ayuntamiento de
    1808.
  • Pero la conspiración de Querétaro es
    descubierta. En ese momento sólo queda un recurso. La
    decisión la toma Hidalgo: la noche del 15 de Septiembre,
    en la villa de Dolores, de la que es párroco, llama a
    levantarse a todo el pueblo, libera a los presos y se hace de
    las armas de la
    pequeña guarnición local. El movimiento ha dado
    un vuelco. La insurrección ya no se restringe a los
    criollos letrados. A la voz del cura ilustrado estalla
    súbitamente la cólera contenida de los oprimidos. La
    primera gran revolución popular de la América
    española se ha iniciado.
  • El movimiento de Hidalgo y Allende no dura mucho: 10
    meses después de su levantamiento, ambos son fusilados y
    sus cabezas exhibidas en la Alhóndiga de Granaditas para
    escarmiento del pueblo mexicano. Sería el cura
    José María Morelos y Pavón, de origen
    humilde y que se proyectaría a las alturas del genio
    político, militar y como estadista liberal, quien
    llevaría el movimiento popular a su máxima
    expresión; logró poner en jaque al
    ejército español y propiciar la
    celebración del Congreso de Chilpancingo, que
    llevaría las ideas de Morelos publicadas bajo el nombre
    de "Sentimientos de la Nación", a concretarse en la
    primera Constitución propiamente mexicana, la de
    Apatzingán de 1914, que no tendría vigencia
    positiva o real, ya que esta fase de la insurgencia a la postre
    también fue derrotada militarmente.

HISTORIA ECONÓMICA
POLÍTICA Y SOCIAL DE MÉXICO.

RESUMEN. 3ª.
PARTE.

CAPÍTULO
QUINTO: EL SALDO DE LA REVOLUCIÓN DE
INDEPENDENCIA.

1. Planteamiento del debate.

  • ¿Cuál fue el saldo, el significado,
    el sentido profundo de la revolución
    mexicana de independencia? Es difícil responder
    esta pregunta. Para ello debemos evaluar múltiples y
    complejos hechos que no se prestan a la medición cuantitativa y ni a una
    fácil ponderación.
  • Generalmente se tiende, o bien a asignar al
    movimiento emancipador una importancia desmedida como si con
    él hubiésemos logrado satisfacer todos nuestros
    más caros anhelos, o en el otro extremo, a restarle
    significación y aun a menospreciar lo hecho, porque no
    se alcanzaron otras metas que eran importantes.
  • Lo primero que a todas luces parece inaceptable es
    la versión ultraconservadora de que la
    revolución de Independencia fue un fracaso, un
    movimiento sin pies ni cabeza, prematuro, violento,
    anarquizante y que nunca contó con el apoyo del pueblo
    y en particular de los mexicanos responsables. Un autor de
    esta posición fue nuestro ilustre educador José
    Vasconcelos quien afirmaba que
    "el levantamiento popular… fue sin
    duda inoportuno… Nuestra emancipación fue forzada
    por los enemigos del exterior. Ni estábamos preparados
    para ella ni la deseábamos…, la masa del pueblo no
    simpatizó con el movimiento insurgente y los
    espíritus más claros se abstuvieron de
    apoyarla…, fue, pues, un crimen, el lanzar a los de abajo
    contra los de arriba, sin plan alguno
    de mejoramiento social, y tan sólo para tener
    soldados…"
  • La argumentación anterior, resulta
    subjetiva, ya que: lejos de ser inoportuna, la
    revolución de independencia se produjo cuando ciertas
    condiciones la hicieron viable. De ahí que sugerir que
    debió haber tenido lugar unos decenios más
    tarde es adoptar una actitud meramente especulativa,
    común en quienes, en vez de tratar de entender los
    hechos tales como son, pretenden enmendar la historia, es
    decir el pasado, lo cual no es posible.
  • Igualmente es insostenible afirmar que nuestra
    independencia fue "forzada por
    los enemigos del exterior"
    , y que
    "la masa del pueblo no simpatizó
    con el movimiento insurgente"
    . Tanto
    Inglaterra
    en un primer momento, como los Estados
    Unidos después, trataron de aprovechar en su
    beneficio el resquebrajamiento del imperio colonial
    español, y ello explica su abierto beneplácito
    al movimiento. Sin embargo, es impensable que la
    revolución de Independencia de México hubiera
    triunfado frente a España y frente a todos, sin los
    once años de lucha armada que resquebrajaron hasta
    hacerlo caer, el muro del poder colonial español, lo
    que se pagó caro, con la destrucción de gran
    parte de la producción y la economía, y
    sobre todo, con la vida de casi medio millón de
    mexicanos.

2. Un análisis más
fundamentado.

  • Si la lucha por la independencia se juzga
    estrictamente por sus resultados, podría decirse que
    fue un movimiento esencialmente político del que
    surgió un nuevo estado nacional. No obstante, el
    sólo hecho de que después de tres siglos de
    opresión colonial, México naciera como
    país soberano en el concierto de las naciones
    —aun con todas las dificultades conocidas—,
    significó un cambio de gran dimensión llamado a
    influir en la vida, las costumbres, las instituciones y el destino de los
    mexicanos.
  • Lo demás, estaba aun por hacerse: el
    desarrollo económico y el ejercicio de nuevas
    libertades, reclamarían una transformación
    estructural profunda que a la postre se dio, favoreciendo el
    advenimiento de nuevas relaciones políticas,
    económicas y culturales en el seno de la sociedad, y
    que de mantenerse el régimen colonial hubiera sido
    impensable.
  • Ciertamente, después de la Independencia, la
    desigualdad persistió y la correlación de
    fuerzas existente no permitió que el pueblo se
    deshiciera de sus enemigos. Las fuerzas victoriosas del nuevo
    país fueron principalmente los criollos ricos y los
    acomodados que, pese a sus titubeos y contradicciones,
    estuvieron en favor de romper los lazos que nos
    mantenían subordinados a España.
  • Conclusión. A pesar de esas limitaciones de
    primer orden, sin duda fue la Independencia el cambio
    más profundo que el país vivió desde la
    trágica conquista española de principios del
    Siglo XVI. Y tal cambio fue, además, el escalón
    necesario para hacer posible más tarde el advenimiento
    del capitalismo como una nueva formación
    social.

CAPÍTULO
SEXTO: LOS PRIMEROS TROPIEZOS.

1. Problemas Internacionales del nuevo
país.

  • En 1822 las Cortes españolas desconocen los
    tratados
    de Córdoba, firmados por Iturbide y el último
    Virrey Juan O’donojú, mediante el cual se
    reconocía la independencia de
    México.
  • En 1825, después de un bloqueo, capitula San
    Juan de Ulúa, último bastión de
    España en México.
  • En 1829 España intenta la reconquista de
    México, al enviar al brigadier Isidro Barradas con
    3,000 soldados. Capitulante el general Santa
    Anna?
  • 1825 Inglaterra reconoce la independencia de
    México y otras naciones americanas. El Vaticano hasta
    1836 y el mismo año se obtuvo el reconocimiento de
    España.
  • Uno de los problemas recurrentes de todo este
    período sería la penuria de la hacienda
    pública

2. Problemas para establecer un
Estado.

  • La migración del capital colonial hacia
    España se aceleró desde 1804, por las reformas
    borbónicas que obligaron a hacer líquidos (poner
    el dinero en
    efectivo) y a concentrar los capitales de la
    Iglesia.
  • En 1814, recuperado el trono español por
    Fernando VII, y normalizada la situación en
    España, muchos comerciantes con sus caudales emigraron a
    la antigua metrópoli, ante el caos de la guerra civil
    que hacía 4 años enfrentaba a los insurgentes con
    los ejércitos realistas en la colonia. Es importante
    anotar, que la fuga de capitales continuaría y se
    acentuaría al triunfar la Independencia.
  • El gasto de defensa, por las constantes amenazas de
    reconquista europea de México, terminaron por empobrecer
    y dejar exhausto el erario
  • La agricultura, la minería, la industria y el
    comercio habían caído verticalmente.
  • Las deudas heredadas del antiguo régimen y las
    nuevas, también representaron pesada carga
  • En 1823 Santa Anna se levantó contra Iturbide
    con los planes de Veracruz y de Casamata exigiendo elecciones y
    un nuevo Congreso. Iturbide renunció ese mismo
    año
  • Se nombra un gobierno provisional mediante un
    triunvirato de: Pedro Negrete, Guadalupe Victoria y
    Nicolás Bravo
  • La disolución del Imperio alimentó las
    tendencias desintegradotas del Nuevo país, destacan los
    polos de tendencia autonomista, en Guadalajara y
    Zacatecas
  • Se inicia el alineamiento bajo dos grandes fuerzas:
    federalistas (Miguel Ramos Arizpe, Fray Servando Teresa de
    Mier…) y los centralistas (Lucas Alamán, Carlos Ma. De
    Bustamante…)
  • El punto de referencia principal de las discusiones:
    la constitución liberal española de 1812,
    así como el modelo
    constitucional de la joven nación
    norteamericana
  • El 4 de Octubre de 1824 se promulgó la
    Constitución que consagró la soberanía
    popular, la supremacía del poder
    legislativo y la autonomía de los estados en el
    marco de la nueva república federal.
  • En octubre (1824) juran como primer presidente
    Guadalupe Victoria y como Vicepresidente Nicolás Bravo
    quienes no obstante la efervescencia que no dejaba al nuevo
    país, logran terminar su período de 4
    años. Este gobierno y los siguientes, iniciaron los
    movimientos diplomáticos de "equilibrios" frente a las
    presiones de la vieja y la nueva potencias: Inglaterra y los
    Estados Unidos
  • Ante el peso de la tradicional logia masónica
    escocesa (las logias funcionaban como organizaciones
    políticas, aunque la Iglesia difundió una
    imagen
    siniestra de la masonería), Guadalupe Victoria
    propició la formación de otra logia que sirviera
    de contrapeso: así nace en 1825 el rito Yorkino, como
    otra logia masónica, impulsada además por
    federalistas como Lorenzo de Zavala, Vicente Guerrero, Miguel
    Ramos Arizpe, etc.
  • La posición de la Iglesia en un país
    mayoritariamente católico con gobiernos liberales,
    dividiría la opinión y la militancia
    política de los mexicanos: "libertad y progreso"
    afirmaban los liberales, mientras la consigna conservadora fue
    "orden público y religión"
  • Al finalizar el período presidencial de
    Guadalupe Victoria, la república no resistió la
    primera prueba democrática: Vicente Guerrero
    perdió la elección ante su competidor
    Gómez Pedraza, aunque finalmente Guerrero fue impuesto
    mediante un levantamiento apoyado por Lorenzo de Zavala y por
    el omnipresente Santa Anna, quienes lograron el apoyo del
    Congreso nacional
  • El breve período de gobierno de Guerrero
    —10 meses en la presidencia—, vio frustrados sus
    anhelos igualitarios, ante la bancarrota del, erario
    público, la defensa contra el intento de reconquista
    española encabezada por Barradas y la pérdida de
    apoyo político; finalmente renunció en 1929, ante
    el levantamiento del vicepresidente Bustamante, con la ayuda de
    Lucas Alamán, célebre miembro del partido
    conservador. Posteriormente Guerrero fue fusilado.
  • Derrocado Bustamante mediante otro levantamiento de
    Santa Anna, Valentín Gómez Farías asume el
    gobierno impulsando reformas de corte liberal que afectan a la
    Iglesia y encuentra resistencias
    que harán fracasar a su gobierno.
  • Nuevamente entra en escena Santa Anna y luego de
    detener las reformas que su propio movimiento alimentó,
    se hizo del poder presidencial y logró que se aprueben
    las bases constitucionales conocidas como "Las Siete leyes" de
    corte centralista, a fines de 1836.
  • Meses después Bustamante logra la presidencia
    nuevamente y con múltiples interrupciones e interinatos
    duró de 1837 a 1841.
  • Por si todo lo anterior no bastara, en 1838 Francia
    declara la guerra a México, contienda popularmente
    bautizada como "La Guerra de los pasteles", por las
    reclamaciones de reales o supuestos daños a propiedades
    de franceses, entre ellos algún pastelero, durante las
    guerras
    civiles que azolaron el país.
  • Por su parte, Yucatán permanece separado del
    país en una primera etapa, entre 1837 y 1843, tanto por
    las leyes centralistas vigentes en esos momentos impugnados por
    el movimiento de Santiago Imán, como por los intereses
    de las oligarquías comerciales yucatecas, lideradas por
    Miguel Barbachano del partido de Mérida y por Santiago
    Méndez del partido de Campeche. Recordemos además
    que en plena "guerra de castas" en Yucatán y ante la
    guerra de despojo de los Estados Unidos contra México en
    1847, el gobierno del estado se declara "neutral", en otro
    capítulo de rompimiento y enfrentamiento con el gobierno
    central del país.
  • Habiendo reorganizado su movimiento, por
    enésima vez Santa Anna propicia la renuncia de
    Bustamante y se hace nuevamente del poder, gobernando otros
    tres años como dictador hasta 1844. Con la
    colaboración de Gómez Farías se vuelve a
    poner en vigencia en este período, la
    Constitución federalista de 1824.
  • Poco después Santa Anna abandona la
    presidencia para organizar la defensa frente a la
    invasión norteamericana de 1847, que costaría a
    México el despojo de más de la mitad de su
    territorio original.
  • Al propio tiempo, y por los intereses de la
    oligarquía comercial, Yucatán permanecía
    separado totalmente de la federación —como se ha
    señalado—, y mediante su propio representante en
    Washington, tramitaba ayuda para el gobierno de la entidad, que
    enfrentaba la guerra campesina (de Castas) que estalló
    en 1847, de manera coincidente
  • Ante la grave crisis mexicana se definen nuevos
    bandos políticos: los conservadores, herederos de la
    tradición de "orden y religión" y los liberales,
    federalistas, reformadores, progresistas y herederos de la
    masonería que se organizó en el rito
    Yorkino.

3. México y las ambiciones de las grandes
potencias.

  • Hasta la independencia, México había
    estado sujeto a las rígidas restricciones impuestas por
    España, que como vimos, empezaron a suavizarse a finales
    del siglo XVIII —como la libertad comercial de
    1778—, y sobre todo a ser rotas por la creciente fuerza
    del capitalismo inglés.
  • Al consumarse la Independencia, la que por cierto no
    fue reconocida de inmediato por las potencias, cambió
    explicablemente todo el cuadro de las relaciones
    internacionales. En general, Inglaterra se había
    mostrado a favor de la independencia de las colonias
    españolas en América, en parte porque
    compartía algunos principios liberales en los que el
    movimiento se inspiraba, pero sobre todo, porque sabía
    que la liberación frente a España abriría
    las puertas a grandes negocios para el capital Inglés,
    por un mercado
    mexicano creciente que demandaba todo tipo de productos
    manufacturados, y desde luego como fuente de materias primas
    baratas, necesarias para abastecer la industria
    británica en expansión.
  • Desde 1823, Inglaterra se pronunció
    abiertamente por la independencia de México y de otros
    países latinoamericanos, y al respecto, el Ministro del
    Exterior George Canning, magnificando la importancia del paso
    dado por su país, expresaba:
    "He llamado a la existencia a un nuevo
    mundo, y así he restablecido el equilibrio…".
    Desde luego ese
    nuevo país existía ya, por virtud y sacrificio de
    los mexicanos, y lo que Inglaterra hacía era simplemente
    reconocerlo como un hecho en la vida política
    internacional
  • El propio Canning, convencido de que su país
    sacaría la mejor parte de la liberación
    política latinoamericana, preguntó a su
    homólogo ( el Secretario de Estado) norteamericano en
    1823: "si su gobierno
    consentiría en marchar de acuerdo con Inglaterra y en
    hacer una declaración contra las tentativas de toda
    potencia
    europea (España, Francia, Italia,
    Portugal… es decir los países de la santa alianza)
    hostiles a la independencia de las colonias
    españolas"
  • Pero Estados Unidos no se resignaría a jugar
    siempre el papel de segunda potencia y menos en el continente
    americano, por lo que en diciembre de 1823, en respuesta en
    cierto modo al marcaje territorial que pretendía
    Inglaterra, expresado en el discurso de
    Canning, y en el fondo expresando una política que los
    Estados Unidos venían desarrollando desde gobiernos
    anteriores, el Presidente James Monroe hizo la
    declaración que se conoce como la Doctrina
    Monroe:

"…consideraríamos como
peligrosas a nuestro reposo y a nuestra seguridad
toda tentativa que aquellas
(las potencias
europeas) hicieran para extender su sistema a una parte
cualquiera de este continente…
(tal acción sería vista como) una
manifestación de sentimientos hostiles a los Estados
Unidos…"

La doctrina Monroe es conocida también con la
frase: "América para los
americanos…"
y que se ha popularizado con
ironía como:
"América para los
norteamericanos…"

  • No obstante, la supremacía norteamericana
    tardaría un poco más en hacerse efectiva para
    todo el continente y luego a escala mundial.
    Por lo pronto Inglaterra incrementó su comercio con los
    nuevos Estados, así como el traslado de sus capitales,
    en busca de crecientes beneficios. Esto ya se veía
    venir, de manera que no fue una sorpresa para quienes
    seguían de cerca los acontecimientos.
  • La visión que del nuevo país
    tenían los propios funcionarios del gobierno,
    contribuyó a que no se hubieran impulsado sectores
    económicos como la industrialización. En 1923, el
    ministro de Hacienda Arrillaga expresaba que
    "México por la natural feracidad
    (fertilidad) de su suelo, y por la
    prodigiosa diversidad de sus climas… es y debe ser por lo
    mismo socialmente agricultor y minero, sin que por esto deje de
    sostener, fomentar y perfeccionar las artes y los oficios a que
    ha estado, está dedicada y puede dedicarse una parte de
    su población…"
  • La declaración anterior revela claramente
    varios problemas: primero, el menosprecio de un sector
    fundamental para el desarrollo y la soberanía
    económica del país, como es la
    industrialización cuyo valor
    agregado fortalece la riqueza del Estado que logra
    desarrollarla, así como su carencia quebranta la
    economía al tener que repagar la importación de las manufacturas. Por otra
    parte, se apoya en el mito
    recurrente de que México es un cuerno de la abundancia,
    —desconociendo que menos del 50% de sus tierras son
    cultivables— y que en todo caso la riqueza sólo se
    obtiene con base en la disposición y aplicación
    de capital, la aplicación del trabajo, la tecnología y desde luego una estrategia de
    desarrollo bien orientada.
  • Por lo demás, como las arcas públicas
    estaban en bancarrota, se recurrió al crédito exterior. El mercado financiero
    de Londres era por entonces el centro al que recurrían
    todos los gobiernos en problemas. La primera condición
    que le impusieron los bancos ingleses
    al gobierno mexicano fue que reconociera como suya, la deuda de
    44.7 millones de pesos que debía a Londres el gobierno
    colonial español.
  • En 1824 México obtuvo otros dos
    préstamos en Inglaterra a través de las firmas
    Goldschmit y Barclay, por el importe de 6.4 millones de libras
    esterlinas (moneda inglesa), equivalentes a 32 millones de
    pesos, sin embargo, después de descontar el costo del
    financiamiento, el gobierno mexicano sólo
    recibió 11 millones de pesos que por cierto fueron
    invertidos en su mayor parte en la compra de armamento y
    equipos para el ejército. Muy pronto la deuda externa
    llegó a 76 millones de pesos, lo que trajo consigo un
    déficit fiscal
    crónico y la intervención, de un tipo u otro, de
    los gobiernos extranjeros en los asuntos internos del
    país.
  • El rápido desarrollo capitalista de Inglaterra
    y en menor escala de otros, como Estados Unidos, Francia,
    Holanda, Alemania…,
    estableció una nueva división internacional del
    trabajo, en donde México y los nuevos países de
    América cumplirían el papel de consumidores de
    sus manufacturas, clientes de sus
    poderosos bancos y proveedores
    de materias primas baratas. El desarrollo Industrial, el
    comercio y las actividades financieras así como el
    avance científico y tecnológico sería
    monopolio de las grandes potencias.
  • El primer gobierno electo encabezado por el
    prócer de la independencia Guadalupe Victoria, de
    tendencia Liberal, tuvo en posiciones claves del gabinete a
    conocidos conservadores como Lucas Alamán, Gómez
    Pedraza, de la Llave … por lo que la inconsistencia de las
    políticas públicas no debe
    extrañarnos.
  • Sin embargo, los desacuerdos sobre la línea
    gubernamental del nuevo régimen, permeaba también
    a los liberales como Lorenzo de Zavala, quien también
    tenía grandes esperanzas en el capital extranjero. Al
    reconocer Inglaterra la Independencia de México en 1825,
    Zavala celebraba el beneplácito de los ingleses y
    hacía una jubilosa reseña de cómo sus
    inversionistas se preparaban para enfocar baterías hacia
    el mercado mexicano, lo que para Zavala era el complemento
    ideal pues, decía
    "…México, abundante en minerales ricos
    de oro y plata,
    sin poderse explotar por falta de capitales…, con una
    población de siete millones, privada de un golpe del
    comercio de la península, necesitada de los
    artículos manufacturados de Europa; todo
    esto ofrecía las más halagüeñas
    esperanzas…"
  • Estados Unidos, como hemos apuntado, tardaría
    unos decenios más en jugar en las grandes ligas del
    capitalismo internacional. Sin embargo, pronto volteó a
    ver a su "nuevo vecino", México, como blanco de sus
    aspiraciones expansionistas. Después de su Independencia
    (1776—1881), Estados Unidos amplió primero su
    territorio despojando de sus tierras a su población
    indígena. A principios del siglo XIX compró a
    Francia La Louisiana, y unos años más tarde
    adquirió de España la península de
    Florida. En 1819 firmó con el gobierno español un
    tratado de límites,
    para fijar la frontera
    común con México y aunque le resultó
    ventajoso, no quedó conforme.
  • Desde principios de los años veinte, aparte de
    no ocultar su deseo de apoderarse de Texas y otros territorios
    mexicanos, en varias ocasiones y por diversos conductos el
    gobierno norteamericano trató de comprar extensas
    tierras del norte mexicano. De manera que lo ocurrido a partir
    de la guerra de intervención contra México de
    1847 era la "crónica
    de una muerte anunciada"
  • Por entonces, el primer embajador de Estados Unidos
    en México, Joel Poinsett, quien fuera uno de los que
    insistieron en la compra de Texas, intervino activamente en los
    asuntos mexicanos, a través de sus contactos en las
    logias masónicas Yorquinas, y algunos de sus miembros
    más inclinados hacia Norteamérica, como el caso
    de Lorenzo de Zavala, quién inclusive, como veremos,
    terminó del lado de los tejanos, y traicionó a su
    país. Por la actitud anterior, varios diputados y
    periodistas pidieron la salida de Poinsett del
    país.
  • En cuanto a los nuevos países americanos
    recién independizados de España, al igual que
    México, que enfrentaban una problemática parecida
    a la de nuestro país, desde un principio se reconocieron
    unos a otros como naciones independientes, establecieron
    relaciones de amistad y aun
    trataron de organizarse para enfrentar mejor sus problemas,
    frente a las potencias que los acechaban.
  • El Congreso convocado por el libertador Simón
    Bolívar, que debía celebrarse en
    Panamá
    en 1826, fue el más serio intento hecho por Latinoamérica en aquel entonces de buscar
    su unificación. Tal fue la respuesta bolivariana a la
    Doctrina Monroe. Pero desafortunadamente, los hechos pronto
    demostrarían que la realidad tomaría otros
    caminos, en los que todavía por mucho tiempo,
    prevalecerían intereses ajenos y aun contrarios, que
    dividieron a nuestros pueblos hermanos.
  • El panorama en que irrumpió México a la
    vida independiente, no significó a la postre sólo
    una amenaza a su soberanía. Los intereses de las
    potencias extranjeras llevarían a la realidad las
    divergencias por el reparto del pastel, y desde las primeras
    décadas de existencia como nación independiente,
    además de los enfrentamientos internos y guerras
    civiles, México tuvo que hacer frente a varios graves
    enfrentamientos bélicos: Haciendo un recuento de la
    primera mitad del Siglo XIX, podemos relacional los
    siguientes:
    • La expulsión de los españoles de su
      último bastión en el fuerte de San Juan de
      Ulúa, en 1825
    • el intento de reconquista por parte de
      España en 1829
    • la guerra de independencia de Texas en
      1936
    • la guerra"de los pasteles" con Francia en 1938,
      y
    • la invasión norteamericana de
      1847
  • Después de amplios permisos de
    colonización de Texas —muchos de ellos otorgados
    durante los gobiernos del propio Santa Anna—, a favor de
    colonos Ingleses que huían de su país por razones
    religiosas, así como a favor de norteamericanos (cuyos
    líderes serían Moisés y su hijo Estaban
    Austin…), hacia 1832, de un total de 24,700 habitantes que se
    censaron en Texas, sólo 3,400 eran mexicanos, siendo
    estos los más pobres, aunque con algunas excepciones
    como la de Lorenzo de Zavala —intelectual y
    político liberal de Yucatán que además
    había sido gobernador del estado de México,
    diputado varias veces y Ministro de Hacienda de
    México—, que tiempo atrás adquirió
    extensas tierras cultivables en la región
    texana.
  • Para 1835 y con la justificación
    ideológica de la suspensión del federalismo,
    Texas se separa del país manifestando que
    permanecerían así "…mientras no estuviera
    vigente la Constitución de 1824…" Para entonces las
    figuras dirigentes del movimiento eran Samuel Houston y el
    propio Moisés Austin. En un paso decisivo, en 1836 una
    Convención texana declaró la independencia de
    Texas, eligiendo como su primer Presidente a Burnett y como
    vicepresidente al célebre Lorenzo de Zavala, quien como
    apuntamos tenía fuertes intereses en esa
    región.
  • Ante el reto de los texanos, marcha Santa Anna al
    frente de 6,000 hombres intentando sofocar la rebelión,
    pero fue derrotado por los texanos quienes fueron decisivamente
    apoyados por el ejército norteamericano. Ante el hecho,
    se firmaron los Tratados de Velasco, recibiendo Texas poco
    después el reconocimiento de Estados Unidos, Francia e
    Inglaterra.
  • En 1838, aun no recuperado el país del
    conflicto
    texano, se inician los altercados diplomáticos con
    Francia por las indemnizaciones de que hemos hablado,
    iniciándose la guerra de los pasteles
  • El diplomático francés "Deffaudis" y el
    jefe de la escuadra naval "Charles Baudin", nombrado ministro
    plenipotenciario, exigían el pago inmediato de 600 mil
    pesos de indemnizaciones, más otros 200 mil pesos, por
    gastos de
    guerra. El presidente Bustamante alegó la insolvencia
    del tesoro mexicano y los franceses en respuesta tomaron el
    fuerte de San Juan de Ulúa
  • El gobierno mexicano, desesperado, mandó
    llamar a Santa Anna para que se haga cargo de la defensa del
    país, Santa Anna "se sacrificó" gustoso, ya que
    luego "pasaría la factura",
    aunque para su mala fortuna en el intento de defender el puerto
    de Veracruz perdió una pierna y fue derrotado por los
    franceses. Posteriormente, con la mediación del ministro
    Inglés "Richard Pankenham" se firmó la paz en
    México en marzo de 1939, al admitir el gobierno mexicano
    el pago de lo reclamado.
  • Todos los conflictos armados antes descritos,
    habían costado mucho a la economía del
    país si embargo faltaba la tragedia más grande en
    nuestra historia. Desde el año 1918, el gobierno
    norteamericano había demostrado su ambición
    respecto a las tierras norteñas de México, al
    intentar un tratado de compraventa con el gobierno
    español que se encontraba en el último
    capítulo de su agonía. No obstante no se
    llegó a ningún acuerdo al respecto.
  • Por su parte, Estados Unidos logró en 1840 un
    arbitraje
    (juicio) internacional que determinó la deuda de
    México con aquél país en $ 2’016,146
    pesos, que después del pago de los primeros 3 abonos,
    México no pudo seguir pagando. John Sullivan
    acuñó en 1845 la doctrina del "Destino
    Manifiesto", que expresaba las ambiciones norteamericanas. En
    este mismo año los norteamericanos se anexaron Texas, lo
    que obligó a una protesta del gobierno mexicano. La
    respuesta del presidente Polk, por estos y otros pretextos, fue
    ordenar el avance hacia México del general Zachary
    Taylor. En mayo
    de 1846 ocuparon el puerto de Matamoros. En enero de 1847, el
    ejército mexicano comandado por Santa Anna era derrotado
    en el norte y en marzo el general sustituto de Taylor, Winfield
    Scott tomaba Veracruz y avanzaba a México. La
    mañana del 16 de septiembre, la bandera de las barras y
    las estrellas ondeaba en el palacio nacional. Tras meses de
    ocupación, en febrero de 1948 se firmó el tratado
    de Guadalupe Hidalgo que formalizaba la anexión a
    Estados Unidos de Texas, Nuevo México y la alta
    California. México perdía así más
    de la mitad de su territorio.

PRESIDENTES DEL MÉXICO INDEPENDIENTE HASTA
1876

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4. Última dictadura de
Santa Anna y triunfo de los liberales.

  • A mediados de 1852 estalló una
    revolución en Guadalajara en contra del gobernador, que
    finalmente fue capitalizada por seguidores de Santa Anna,
    motivo por el cual desconocen al presidente Arista y a
    principios de 1853 "ofrecen" la presidencia, una vez más
    a Santa Anna, quién recibió el apoyo del grupo
    conservador, encabezado por Lucas Alamán, quien
    planteó al presidente por enésima vez la
    línea de los conservadores: participar en su gabinete de
    gobierno; mantener los privilegios del clero católico;
    la abolición completa del sistema federal y la
    abolición de las elecciones populares, entre otras
    condiciones. Santa Anna "pragmáticamente" aceptó
    esas condiciones a cambio del apoyo conservador.
  • El proyecto
    liberal fue impulsado por Miguel Lerdo de Tejada quién
    propuso que se atendieran las necesidades del pueblo pobre, que
    se pusieran las tierras del clero en producción, que se
    metiera orden en las finanzas
    públicas dilapidadas, que se movilizara al
    ejército de las plazas pacíficas a la frontera
    norte que seguía en turbulencia, etc.
  • Naturalmente Santa Anna no aceptó el plan de
    los liberales y Miguel Lerdo de Tejada tuvo que renunciar al
    gabinete dominado por los conservadores. El último
    régimen de Santa Anna, fue el más
    despótico, arbitrario, antipopular y dictatorial, ya que
    además de la línea conservadora y centralista,
    canceló el funcionamiento de los poderes legislativos
    federal y de los estados, amordazó a la prensa,
    desterró al expresidente Arista y después a la
    mayoría de las figuras del partido liberal;
    contrató una guardia suiza (a la manera del papa de
    Roma),
    canceló la libertad de tránsito de los mexicanos
    por el país, creó nuevos y abusivos impuestos y
    por si todo ello fuera poco, en medio de nuevo conflicto con
    los norteamericanos, les vendió el territorio de la
    mesilla en 10 millones de pesos.
  • Esta situación no podía durar mucho,
    naturalmente, y para 1954 ya había unificado a todos los
    bandos en su contra. El levantamiento armado contra el gobierno
    Santanista estalló en Guerrero, con el Plan de Ayutla
    encabezado por los liberales Juan Álvarez e Ignacio
    Comonfort. Poco más de un año duró el
    enfrentamiento, hasta que Santa Anna viéndose perdido se
    fue de México, vía Veracruz,
    paradójicamente en el vapor (barco) "Iturbide".
    Así terminó la larga era de Santa
    Anna.
  • Habiendo sido nombrado presidente Juan
    Álvarez, inició un régimen de corte
    liberal que incluyó en su gabinete a figuras liberales
    de la talla de Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, y el mayor de
    todos ellos: Benito Juárez García. Este gabinete
    impulsó las primeras leyes de corte liberal como la que
    retiró parcialmente los fueron (Inmunidad civil) a los
    miembros de la Iglesia y el ejército, la Ley de
    desamortización de las fincas rústicas de las
    Corporaciones civiles y religiosas, la Ley que creó el
    Registro
    Civil y otra Ley que liberaba a los pobres del pago de las
    obvenciones parroquiales (diezmos, derechos de bautismos,
    bodas, etc.).
  • Naturalmente, estas leyes fueron repudiadas por el
    Clero y por la prensa conservadora. Los liberales, fueron
    más lejos, y en cumplimiento de un punto del Plan de
    Ayutla convocaron en octubre de 1855 a un Congreso
    constituyente para que elaborara una nueva Constitución
    que ordenara la vida del país sobre los principios del
    liberalismo, corriente de avanzada en aquella época. Se
    elegirían 155 diputados y sus respectivos suplentes,
    liberales moderados la mayoría, y algunos liberales
    "puros" y no pocos conservadores. Las discusiones fueron muy
    intensas, sobre todo en temas como si se refrendaba la
    Constitución de 1824, si se mantenían los fueron
    y privilegios del clero.
  • Finalmente México contó con una nueva
    Constitución el 11 de marzo de 1857, la que
    estaría en vigor con altibajos y períodos
    dictatoriales, hasta que fue sustituida por la
    Constitución revolucionaria de 1917. La
    constitución de 1857 recogió los principios de
    las leyes liberales e introdujo un nuevo apartado relativo a
    los derechos del hombre o garantías
    individuales y sobre todo un principio de reforma
    agraria, que no buscaba nacionalizar las tierras en "manos
    muertas", sino en desamortizarlas (es decir transferirlas) de
    toda clase de corporaciones, para que subsistiera sólo
    el sistema individual de propiedad.

5. La Reacción Conservadora y el nuevo triunfo
liberal tras la guerra de 3 años

  • Las medidas de corte liberal del régimen que
    encabezó Juan Álvarez y posteriormente Ignacio
    Comonfort, generó un rosario de levantamientos armados
    de signo clerical-conservador por todo el país, ya que
    los intereses afectados eran de dimensión respetable.
    Entra a la escena, entre otros, el dirigente conservador Miguel
    Miramón, que sería protagonista importante de
    este movimiento y todo ello en medio de nuevas amenazas de
    España en cobro de créditos que el gobierno de Santa Anna
    había suscrito en 1853, y el 17 de diciembre de 1857
    apareció en la escena otro famoso dirigente conservador,
    Félix Zuloaga con su Plan de Tacubaya que
    desconocía la Constitución de 1857 y aunque en un
    principio contó con la simpatía del presidente
    Comonfort, quién se entregó a los sublevados e
    incluso convalidó la detención y encarcelamiento
    del entonces vicepresidente Benito Juárez, finalmente
    Comonfort también tuvo que renunciar, aunque puso en
    libertad a Juárez antes de dejar el poder.
  • En enero del 58, una "junta de gobierno" formada por
    los sublevados nombró presidente a Félix Zuloaga,
    habiendo entonces dos gobiernos en el país: el de facto
    (de hecho) de Zuloaga en la ciudad de México y el de
    derecho (legítimo) que encabezado por Juárez se
    estableció en Guanajuato. Así inició la
    guerra de tres años entre liberales y conservadores, que
    obligaría al gobierno itinerante de Benito Juárez
    a Guadalajara, a Colima, Manzanillo, Panamá, Estados
    Unidos y luego se estableció en Veracruz.
  • Durante esta guerra, ambos bandos buscarían
    alianzas extranjeras para tratar de fortalecer su causa: Benito
    Juárez, ante el hundimiento del gobierno constitucional
    que encabezaba, celebró con el Gobierno norteamericano
    encabezado por Buchanan, el tratado "McLane-Ocampo" que
    otorgaba derecho de vía por el Istmo de Tehuantepec a
    perpetuidad a los norteamericanos y otras concesiones
    fronterizas, pero que no fue ratificado por el Senado
    norteamericano porque: a) no confiaban en la viabilidad del
    gobierno de Juárez y temían que un futuro
    gobierno desconociera dichos tratados; b) la bancada del
    Partido del Presidente Buchanan estaba en minoría en el
    Congreso norteamericano y no logró reunir los votos
    suficientes y c)los legisladores norteamericanos recelaban de
    lo que entendían como un tratado de "libre comercio"
    con México, lo que era contrario a la política
    comercial proteccionista de Estados Unidos.
  • Por su parte los conservadores buscaron el
    reconocimiento diplomático de España celebrando
    con ellos el tratado "Mon-Almonte", que reconocía
    cuantiosa suma de dinero como saldos a favor de este
    país y el acercamiento con Francia que intervino para
    que Suiza le prestara al gobierno conservador ya en manos de
    Miguel Miramón, 750 mil pesos, aunque el gobierno
    mexicano firmó por 15 millones de pesos, lo cual
    sería en el futuro motivo de nuevas reclamaciones y una
    de las causas invocadas para la intervención de Francia
    en nuestro país.
  • Con la ayuda del gobierno norteamericano —que
    en realidad aplicaba la doctrina Monroe "América para
    los norteamericanos"—, y con la convicción de la
    justeza de su causa para el interés
    nacional, el Gobierno encabezado por Juárez fue ganando
    terreno, batalla tras batalla, en donde destacó la
    capacidad militar de González Ortega, y por fin tras ser
    expulsados de la capital Miramón, Márquez y
    Zuloaga, el 11 de enero de 1861, Juárez entraba
    triunfante en la capital, la misma fecha en que tres
    años antes el gobierno conservador había usurpado
    el poder.
  • Pero la paz no sería duradera, aún
    faltaban varios capítulos de la lucha
    liberales-conservadores, que después incluirá la
    invasión Francesa y el Imperio de Maximiliano de
    Habsburgo. Por lo pronto, entre los conservadores se
    habían profundizado sus pugnas internas, ya que a la
    caída de Miguel Miramóm, Félix Zuloaga se
    había proclamado presidente de la república y
    todos los generales y jefes del partido conservador le
    habían dado su apoyo.
  • Una vez instalado el gobierno de Juárez, se
    instaló el Congreso de la Unión en Mayo de 1861.
    En los momentos en que la cámara se disponía a
    sesionar para desahogar los primeros puntos, ocurrió el
    asesinado de Melchor Ocampo figura destacada de los liberales
    en el gobierno. Se inculpó a los jefes conservadores del
    asesinato —Félix Zuloaga, Leonardo Márquez,
    Tomás Mejía—, y en las refriegas
    persecutorias contra los asesinos, fueron hechos prisioneros y
    fusilados otros dos destacados liberales: Santos Degollado y
    Leandro Valle; desde luego las tensiones nacionales volvieron
    al máximo.
  • El 15 de junio luego de una elección del
    Congreso, tomaron posesión Benito Juárez como
    presidente por otro período y Manuel González
    Ortega —el general victorioso de la guerra de reforma o
    de tres años—. El principal problema al que se
    enfrentó el gobierno para terminar con la
    reacción armada, era la falta de fondos en las arcas
    públicas. Esto llevó llevó al presidente
    Juárez a proponer al Congreso, un decreto suspendiendo
    por dos años el pago de todas las deudas
    públicas, incluso la deuda contraída con Londres
    y con las demás naciones extranjeras punto que fue
    aprobado por el Congreso el 17 de julio.
  • Los ministros Charles Wyke de Inglaterra y Alphonse
    Dubois de Saligny de Francia se dirigieron al gobierno el mismo
    día para pedir la derogación del decreto. Como el
    gobierno se negó a satisfacerlos, el 25 de junio de 1861
    rompieron sus relaciones con México.
  • Al finalizar el año, la reacción
    conservadora se hallaba virtualmente vencida, pero en esos
    momentos el gobierno se iba a enfrentar a graves complicaciones
    internacionales que favorecían la causa reaccionaria.
    Como se verá tres potencias europeas —Francia,
    Inglaterra y España—desembarcaron en Veracruz y se
    apoderaron del puerto en el mes de diciembre y primeros
    días de enero de 1862.
  • Los conservadores de la línea
    monárquica residentes en Europa, aprovecharon esta
    coyuntura para intentar una vez más establecer la
    monarquía en México. La idea de
    reemplazar la república por un gobierno
    monárquico la había planteado José
    María Gutiérrez de Estrada en 1840 en una
    carta
    abierta al entonces presidente Anastasio Bustamante, tras lo
    cual el monarquista fue perseguido y salió del
    país dirigiéndose a Europa donde prosiguió
    su plan.
  • Las gestiones de Gutiérrez de Estrada y los
    conservadores monárquicos encontraron condiciones
    favorables por la ruptura de México con las potencias
    europeas, tras la suspensión del pago de la deuda
    proclamada por el gobierno de Juárez y el Congreso. En
    estas conversaciones surgió el nombre de Fernando
    Maximiliano de Habsburgo, quién había adquirido
    cierta popularidad en Europa por sus ideas progresistas al
    gobernar Lombardía. Una vez que los monarquistas
    mexicanos lograron el apoyo del gobernante francés
    Napoleón III (sobrino de extinto Napoleón
    Bonaparte), decidieron plantear el asunto al principal
    interesado, el archiduque Fernando Maximiliano.

5. La guerra con Francia y el Segundo
Imperio.

  • Ante la ocupación de Veracruz y la amenaza de
    intervención total por las tres potencias europeas, el
    gobierno mexicano aceleró sus negociaciones con el
    objetivo de
    convencer a dichas potencias de que la deuda sería
    pagada y para demostrarlo accedió a derogar (invalidar)
    el decreto del 17 de julio de suspensión de pagos y a
    dar garantías de cumplimiento. Finalmente España
    e Inglaterra decidieron dar más tiempo a las
    pláticas negociadoras con México, pero Francia no
    accedió a ello por lo que se rompió la alianza y
    Francia quedó sola en los planes de
    intervención.
  • Finalmente la intervención Francesa se
    cumplió en 1962, tras la abnegada resistencia del pueblo
    y gobierno de México cuya muestra
    clásica es la batalla del 5 de Mayo en Puebla contra los
    franceses, dirigida por el general mexicano Ignacio Zaragoza.
    El 10 de junio de 1862 hizo su entrada en la capital el
    ejército franco-mexicano (los franceses aliados con los
    mexicanos conservadores). Al día siguiente el general
    francés Forey dio una proclama en la que tras un
    discurso demagógico que decía procurar la
    libertad de los mexicanos ¿de quién?,
    anunció la formación de un "Junta de Gobierno"
    formada por los conservadores mexicanos, la que después
    legitimó un dictamen que pretendía dar
    legitimidad a la intervención francesa.
  • El dictamen de la Junta de Gobierno bajo tutela francesa
    decía:
    • Que la nación adoptaba la monarquía
      moderada, hereditaria, con un príncipe
      católico.
    • Que el soberano tomaría el título
      de emperador de México.
    • Que la corona imperial se ofrecería al
      príncipe Fernando Maximiliano, archiduque de
      Austria, para sí y para sus
      descendientes
  • Finalmente, ante la "invitación" de la
    delegación mexicana encabezada por Gutiérrez de
    Estrada, en medio de la toma de México por el
    ejército francés, el archiduque Fernando
    Maximiliano aceptó la corona de
    México.
  • Entre tanto, Juárez, al llegar a San Luis
    Potosí, dirigió un manifiesto expresando la
    confianza que tenía en el triunfo definitivo de la
    causa, por la liberación definitiva de la patria y
    expidió varias circulares a los gobernadores de los
    estados participándoles la instalación del
    gobierno provisional en San Luis Potosí.
  • En Abril de 1864, Maximiliano fue proclamado en el
    castillo de Miramar, Austria, emperador de México y
    finalmente el 12 de junio del mismo año entró a
    la capital mexicana para tomar posesión de su
    reinado.
  • El Imperio de Maximiliano fue una etapa dolorosa para
    el país, de hecho México, la joven nación
    que hacía esfuerzos sobrehumanos por encontrar su camino
    en el concierto de las naciones fracasó una vez
    más y su independencia fue suspendida por éste
    régimen extranjero apuntalado por las armas de 40 mil
    soldados franceses. La paradoja fue que Maximiliano pronto
    disminuyó las expectativas de los conservadores
    monárquicos mexicanos, ya que el monarca extranjero
    tenía ideas liberales, aunque para el caso poco
    importaba ya que en esencia su régimen usurpador
    significó la dominación colonial de México
    por potencias europeas y el pueblo mexicano tendría que
    ofrendar más sangre para reconquistar su independencia,
    para lo cual contó con la comprometida y visionaria
    posición de Benito Juárez
    García.
  • Los mexicanos que organizaron esa resistencia
    dirigida por Juárez no pararon en su lucha, hasta que
    varios acontecimientos vinieron a cambiar las condiciones para
    hacerlas más favorables a esta lucha. Estados Unidos no
    se había metido en este asunto porque ese país
    estaba incendiado por su guerra civil, la guerra de
    secesión entre el norte industrial capitalista y el sur
    agrícola y esclavista. Una vez terminada esa guerra
    civil con el triunfo de los norteños, Estados Unidos
    fijó su posición en contra de la invasión
    francesa en México y de cualquier invasión
    ulterior de potencias europeas —entiéndase
    Austria— la patria del príncipe usurpador. Por
    otra parte, el gobierno Francés de Napoleón III
    acabaría retirando sus tropas de México y
    abandonando a Maximiliano a su suerte, porque la propia Francia
    veía inminente la invasión por parte de Alemania
    que emergía como potencia militar bajo el gobierno de
    Bismarck.
  • Los hechos anteriores favorecieron el avance de las
    fuerzas libertarias juaristas y después de varios
    enfrentamientos militares con las fuerzas conservadoras
    mexicanas leales a Maximiliano, las que finalmente fueron
    derrotadas y en Mayo de 1867 el emperador Maximiliano y su
    séquito de
    militares y parte de su corte imperial fueron hechos
    prisioneros. La ejecución de Maximiliano, Miramón
    y Mejía tuvo lugar el 19 de junio de 1867, con ello
    México cerraba un capítulo más de su
    accidentada historia y su larga lucha por alcanzar estadios de
    justicia,
    libertad y democracia
    en el marco de la independencia y la soberanía nacional.
    El presidente Benito Juárez entró en la capital
    el 15 de julio de 1867, precedido por el libertador de la
    ciudad Porfirio Díaz.

CAPÍTULO
SÉPTIMO: EL PORFIRIATO Y
LA REVOLUCIÓN MEXICANA.

1. Ascenso del caudillo

  • Porfirio Díaz, militar de escasa
    formación académica y pobre discurso,
    había destacado en la guerra de liberación contra
    los franceses y Maximiliano. De hecho al restablecerse la
    república, era considerado uno de los héroes de
    la victoria mexicana y por ello gozaba de enorme prestigio y
    capital político. Ambicioso como era, enfocó su
    esfuerzo a hacerse del poder máximo: la Presidencia de
    México. Lo intentó primero contra Juárez y
    fracasó ante la incuestionable autoridad moral de
    nuestro prócer.
  • Después de la muerte de
    Juárez ocurrida en 1872 y tras un período
    presidencial de Sebastián lerdo de Tejada, éste
    pretende reelegirse en 1876 y Porfirio Días arremete de
    nuevo contra el Régimen establecido enarbolando el Plan
    de Tuxtepec, bajo la consigna de la no reelección,
    derrotando a las tropas leales a Lerdo de Tejada y finalmente
    Porfirio Díaz se autonombra Jefe del Poder
    Ejecutivo, asumiendo el poder presidencial.
  • La larga dictadura de Díaz iniciada en 1876 y
    que finalizaría en 1911, fue un régimen de
    claroscuros, pero que conforme avanzaba en el tiempo se iba
    haciendo cada vez más reaccionario, conservador y
    dictatorial. Podríamos sintetizar un balance del
    porfiriato en las siguientes líneas.
  • Entre sus méritos podemos mencionar: el
    establecimiento de una época de paz relativa o
    gobernabilidad autoritaria, crecimiento material expresado en
    la industrialización, principalmente en las ramas
    textil, de alimentos y
    minera, la red ferroviaria que
    pasó de 1,000 a 20,000 Km. de vías, la educación
    superior, y el superávit fiscal; diversificó
    las relaciones exteriores acercándose a países
    europeos, principalmente a Francia; Sin embargo ello se dio en
    un contexto de extrema pobreza de la
    mayoría, falta de educación básica, 80% de analfabetismo, represión creciente
    —Cananea y Río Blanco—, intolerancia
    política, persecuciones, asesinatos, encarcelamiento de
    sus adversarios políticos, reelecciones impuestas,
    despojo de la tierra a los
    campesinos pobres y concentración de la tierra a favor
    de latifundistas nacionales y extranjeros, privilegios
    desmedidos al capital extranjero, caciquismo regional tolerado
    y propiciado y ausencia de justicia y democracia.

2. Periodización de la revolución
mexicana.

  • Periodización (en 7 etapas) del
    proceso revolucionario entre 1910 y 1920, apuntando los
    hechos relevantes y su significado político y social en
    cada etapa. La periodización que describiremos, responde
    al criterio metodológico del ascenso, culminación
    y declinación, de la intervención y capacidad
    efectiva de las masas en el movimiento.
  • 1. Del Plan de San Luis, hasta la
    elección de Madero a la presidencia; comprende el
    levantamiento armado de Francisco I. Madero, convencido de que
    la vía legal estaba cancelada, los acuerdos de Ciudad
    Juárez y la renuncia de Porfirio Díaz, previa
    derrota del ejército Federal. Es la lucha entre 2
    facciones burguesas. (Oct-Nov 1910 a May-jun 1911).
  • 2. Del Plan de Ayala al golpe Huertista y
    asesinato de Madero. Emiliano Zapata da a conocer el Plan de
    Ayala, antecedente de la Reforma Agraria deslindándose
    de Madero. La actividad revolucionaria es mantenida
    exclusivamente por el zapatismo, mientras Madero introduce
    algunas reformas democráticas. Madero es asesinado,
    (febrero de 1913), y el movimiento restaurador de Victoriano
    Huerta asume el poder tras el golpe de estado (Nov 1911 a Feb
    1913)
  • 3. Del Plan de Guadalupe a la batalla de
    Zacatecas. Carranza se levanta en armas contra el usurpador
    Huerta, aunque se empiezan a establecer contactos con miras a
    una negociación. Nueva crisis interburguesa
    entre las facciones de Huerta y Carranza. Culmina con la
    destrucción definitiva del ejército federal
    huertista en Zacatecas, por Francisco Villa
    y su División del Norte, en desacuerdo con Carranza.
    (Mar 1913 a Jun 1914)
  • 4. De la Convención de Aguascalientes a
    la ocupación de México por villa y Zapata. La
    Convención aprueba el Plan de Ayala. El movimiento de
    las masas revolucionarias armadas alcanza su cúspide. El
    Ejército libertador del Sur de Zapata y la
    División del Norte de Villa, ambos con sus
    ejércitos campesinos, ocupan la Cd. De
    México, e intentan establecer su propio gobierno
    nacional con Eulalio Gutiérrez, Presidente. (Oct 1914 a
    Dic 1914)
  • 5. De las batallas del bajío (derrota
    de Villa por Obregón) al Congreso Constituyente de
    Querétaro. Incapacidad de las fracciones campesinas de
    organizar el Estado nacional; inicio del reflujo de la masas
    populares. avance y hegemonía de las fuerzas burguesas y
    pequeñoburguesas bajo la bandera Constitucionalista
    dirigida por Carranza. El Congreso Constituyente aprueba la
    Constitución (Febrero de 1917) que recoge las
    garantías sociales —educación
    científica, laica y gratuita, la legislación del
    trabajo de avanzada y la dotación de tierras o reforma
    agraria, entre otros puntos relevantes—, (Abr 1915 a Feb
    1917)
  • 6. Del Congreso de Querétaro al
    asesinato de Zapata. La fracción burguesa encabezada por
    Carranza impulsa la restauración de su poder
    aliándose con la burocracia porfiriana y combatiendo a
    los ejércitos campesinos de Zapata hasta el asesinado
    del líder
    agrarista. La fracción pequeñoburguesa se
    repliega con Obregón. (Feb 1917 a abril de
    1919)
  • 7. Del Plan de Agua Prieta
    hasta la presidencia de Obregón. Sobre la derrota del
    ala radical de la revolución —el zapatismo—
    y el agotamiento de la derecha conservadora de Carranza
    derrotado y ejecutado por los obregonistas, asciende finalmente
    la estrella de Obregón quién entra a la capital
    flanqueado por el excarrancista Pablo González, verdugo
    del zapatismo y por el ex-zapatista Genoveva de la O.
    Obregón asume la presidencia en diciembre de 1920. La
    revolución ha terminado. (Abril 1920 a diciembre
    1920).

3. Otros aspectos relevantes de la Revolución
Mexicana

  • Por la importancia de la convención de
    Aguascalientes como asamblea popular veamos una breve
    reseña: Antecedentes: Plan de Guadalupe y
    Acuerdos de Torreón entre Villa y Carranza (Jul 1914);
    Objetivos: Convocar —al asumir el poder
    Carranza—, dicha Convención de jefes militares
    para determinar, fecha de elecciones y programa de gobierno;
    Duración: Oct 1914—Jun 1915;
    Asistentes: algo más de 100 delegados,
    Carrancistas, Villistas y Zapatistas; Significado: es la
    asamblea popular más representativa de las facciones
    revolucionarias y produce la discusión y los debates
    más fecundos en torno al proyecto de nación:
    Acuerdos: Nombra Presidente de México a Eulalio
    Gutiérrez y aprueba una Ley Agraria y una Ley Laboral;
    Resultados: No logra eficacia real
    de gobierno, Carranza la desconoce y retira a sus delegados.
    (pp. 61-69, T-4, y apuntes de clase)
  • El Plan de Ayala de Zapata (Noviembre De 1911),
    también merece mención especial: Sus
    artículos 6° a 9° proponían resolver la
    cuestión agraria por medio de restitución,
    dotación y nacionalización de tierras, montes y
    aguas. La restitución se haría a los pueblos y
    ciudadanos que tuvieran títulos de propiedad; para la
    dotación se expropiaría la tercera parte a los
    terratenientes, previa indemnización y se
    nacionalizarían las propiedades de los enemigos del
    plan, destinando 2/3 a indemnizaciones de guerra, pensiones a
    viudas y huérfanos de la revolución. De no
    aceptar la jefatura del movimiento Pascual Orozco, dicha
    jefatura recaería en Emiliano
    Zapata, como finalmente ocurrió, siendo éste
    el principal dirigente de la fracción que emitió
    el Plan. (pp. 23, 27 y 28, T-4)
  • Por último, una vez consolidada la
    Revolución Mexicana, sería el régimen de
    Lázaro
    Cárdenas (1934—40) el que la llevaría a
    su máxima expresión y profundidad:
  • Régimen de Lázaro Cárdenas:
    Plan Sexenal:
    Primer Presidente posrevolucionario que
    gobierna con base en un Plan previamente discutido y aprobado;
    Nacionalismo: ante los abusos y desacato de las
    compañías extranjeras que explotaban el
    petróleo mexicano, decide la nacionalización
    del petróleo y todas sus fases de
    explotación; Crea la Comisión Federal de Electricidad;
    Bases para el desarrollo: creación de Nacional
    Financiera, el Banco Ejidal,
    el Instituto Politécnico, Banco de Comercio
    Exterior; Reforma Agraria: Primero que lleva hasta
    sus últimas consecuencias el artículo 27, que
    reparte tierras de buena calidad, en
    producción, (18 millones de hectáreas) de riego o
    humedad, afectando haciendas y latifundios, logrando asimismo
    la mayor extensión repartida hasta entonces.
    Organización Social: a los campesinos en la CNC,
    a los obreros en la CTM, a la burocracia federal en la FSTSE,
    los demás sectores populares en la CNOP, etc. (pp.
    155-199, T-4)

BIBLIOGRAFÍA.

  • "HISTORIA DE MÉXICO", coordinada
    por Daniel Cosío Villegas, editada por El Colegio de
    México, edición en 4 tomos, México
    1980.
  • Historia de México, Salvat Editores de
    México, S.A., en 12 tomos; impreso en Talleres Gráficos Monte Albán,
    México 1984
  • El Imperio Español en América de C.H.
    Haring , 1ª Edición en español, Editorial
    Patria S.A. de C.V. /Alianza Editorial Mexicana y CONACULTA.-
    México 1990
  • Breve Historia de la Revolución Mexicana.-
    Jesús Silva Herzog.- F.C.E. 1960
  • Economía y Política en la Historia de
    México, – Manuel López Gallo. Ediciones El
    Caballito, S.A., México 1980
  • El Pensamiento Político de México,
    Tomos 1 y 2, Alonso Aguilar y otros, Ed. Nuestro Tiempo,
    México 1986.
  • Apuntes de la clase Historia Económica,
    Política y Social de México, de la que el autor
    es titular, Universidad
    Modelo, Escuela de
    Humanidades, licenciaturas de Comunicación y de Letras
    Hispánicas, Mérida, Yucatán,
    México.

LIC. NÉSTOR A. SANTÍN
VELÁZQUEZ

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