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La tragedia escondida

Enviado por liceonh

  1. Introducci�n
  2. Fundamentaci�n
  3. Hip�tesis
  4. Objetivos del grupo
  5. Desarrollo general del tema
  6. "El suicidio es el �ltimo
    s�ntoma de una existencia infeliz"
  7. Investigaci�n
  8. Salida de campo
  9. Conclusi�n
  10. Anexos

INTRODUCCI�N

El �ndice de suicidios en Uruguay est� entre los m�s altos
del mundo y va en aumento.

Las cifras de suicidios vienen subiendo casi ininterrumpidamente desde 1990.
En apenas un lustro, entre 1999 y 2003, el n�mero de casos registrados
aument� un 35%, pasando de 474 a 640 al a�o, seg�n las
estad�sticas que lleva el Ministerio del Interior; siendo 932 en 2001
y saltando a 1119 en 2002 hasta llegar a 1244 en 2003.

Hoy este fen�meno cobra m�s vidas que los accidentes de tr�nsito,
considerados la tercera causa de muerte en el pa�s.

Cada vez se matan m�s uruguayos. La crisis del 2002 provoc� la
mayor ola de suicidios de la historia. Uruguay est� entre los pa�ses
de m�s autoeliminaciones del mundo. Pero el tema es ignorado y no hay
pol�ticas de prevenci�n y eso es en realidad lo m�s preocupante.

Las cifras de suicidio que hoy se registran en Uruguay son las m�s altas
de toda Am�rica del Sur.

Los expertos se�alan que las dificultades econ�micas y laborales
son s�lo uno de los m�ltiples factores que llevan cada a�o
a cientos de uruguayos a optar por la autoeliminaci�n. Seg�n las
estad�sticas oficiales, la mayor�a de los casos ocurren en el
interior del pa�s y sobre todo en Colonia y Canelones.

Por eso hoy, el tema nos es de vital preocupaci�n y trataremos de analizarlo
y comprenderlo, teniendo entonces que estudiarlo desde un panorama general para
luego insertar esta informaci�n en el plano nacional. Estudiaremos cuales
son las principales causas, factores, s�ntomas, estados, etc, a los que
el suicida est� expuesto para encontrar entonces las pol�ticas
de prevenci�n y encauzarlo.

Fundamentaci�n.

�tica y Religiosa.

A lo largo de la historia ha variado la actitud de la sociedad hacia el acto
del suicidio, sus formas y su frecuencia.
En la Europa Antigua, sobre todo en el Imperio Romano, el suicidio estaba consentido
y hasta era considerado como un acto honroso; por esta raz�n los antiguos
romanos admit�an muchas razones leg�timas para su pr�ctica.
Despu�s, varios de los primeros concilios de la Iglesia Cristiana decretaron
que aquellos que cometieran suicidio, no se les podr�a aplicar los rituales
de la iglesia tras su muerte. En la edad media, la Iglesia Cat�lica Romana
consider� expresamente esta pr�ctica y lo tom� como un
pecado. En las legislaciones medievales se ordenaba la confiscaci�n de
todas las propiedades del suicida y el cad�ver sufr�a todo tipo
de humillaciones.

En la actualidad, desde el punto de vista religioso el suicidio es considerado
como una mala acci�n, debido a que el ser humano no tiene derecho a quitarse
la vida que Dios le ha dado, y est� condenado por el Cristianismo, Juda�smo
e Islamismo. Desde el punto de vista jur�dico y de los derechos humanos
hoy el suicidio, se considera por muchos como un derecho.
En 1897 Durkheim postul� que el suicidio era un fen�meno sociol�gico
m�s que un puro acto de individualismo, porque la sociedad lleva al individuo
a ello.

La tendencia actual considera al suicidio desde el punto de vista psicol�gico
en lugar de una perspectiva moral.

 Hip�tesis:

Si el suicidio puede plantearse bajo una situaci�n de crisis econ�mica,
social y hasta bajo condiciones clim�ticas, entonces podemos concluir,
que tambi�n est� influida por aspectos personales, es decir, como
impactan esos factores en el individuo. Adem�s, si �ste fuera
un fen�meno externo al individuo, entonces, existir�an s�ntomas
y se�ales que el mismo suicida puede manifestar y por lo tanto se podr�an
aplicar pol�ticas preventivas que lo eviten y estamos dispuestas a encontrarlas.

Objetivos del grupo:

Mediante el presente trabajo pretendemos dar a conocer las principales caracter�sticas
del fen�meno del suicidio. Para los m�s destacados cient�ficos,
fil�sofos y psicoanalistas ha sido un desaf�o importante profundizar
acerca de los or�genes del trastorno mental referente al suicidio.

Nuestros objetivos principalmente son estudiar, investigar, descubrir, analizar,
descifrar y observar un fen�meno que crece cada a�o para transmitirlo
a los dem�s. Para ello analizaremos el tema tratando de esclarecer a
los lectores toda la situaci�n externa e interna que rodea al suicida
tratando de determinar principalmente sus s�ntomas y encontrar su prevenci�n;
de este modo obtendremos sugerencias metodol�gicas consistentes que lo
eviten.

Cabe destacar que como objetivo fundamental y que con ansias trataremos de
lograr es que al leer nuestro trabajo las personas se informen y as�
evitemos este fen�meno que tanto aqueja a la sociedad actual y particularmente
la uruguaya; por esto es que nuestra preocupaci�n es a�n mayor.

DESARROLLO GENERAL DEL TEMA

Comenzaremos por hacer un detallado desarrollo del argumento del tema, en un
principio est�bamos realmente indecisas en cuanto al tema que quer�amos
desarrollar pero nos decidimos por �ste al darnos cuenta de que podr�amos
ayudar a nuestros cong�neres a tomar conciencia sobre el tema. Nos planteamos
la posibilidad de hacer un tema "menos tr�gico" que el suicidio, que
es adem�s un acto impulsivo (aunque ten�amos un concepto err�neo
en cuanto a esto), no muy bien pensado y por lo tanto muy dif�cil de
evitar y de tratar para nosotras ya que para trabajar en base al suicidio los
que est�n realmente capacitados son los psic�logos y psiquiatras;
pero llegamos a la conclusi�n de que aprender a cuidar la �nica
vida que tenemos los seres humanos es una condici�n que debe ser estimulada
desde la m�s temprana edad y aprendiendo a amarse se podr� incrementar
la capacidad de amar a otros; respetarnos har� que seamos m�s
respetados y para eso no necesitamos de ning�n t�tulo universitario.
Lo que necesitamos es enfrentar los problemas de la vida con soluciones no suicidas
para mejorar nuestra calidad de vida.

Creemos tambi�n que leer material cient�fico sobre el comportamiento
suicida y su prevenci�n no s�lo es �til para ayudarnos
a nosotros mismos sino tambi�n a padres y profesores que estar�an
m�s capacitados para detectar prematuramente a aquellos candidatos a
la realizaci�n de un acto suicida para evitar que ocurra. Adem�s
se contribuye a interpretar el suicidio como un suceso que tiene su historia
y que contrariamente a lo que se piensa no ocurre por impulso sino que es m�s
bien una decisi�n largamente pensada, analizada, desechada y retomada
en m�ltiples ocasiones, no s�lo de manera consiente sino tambi�n
inconscientemente, para poner fin a una vida.

"EL SUICIDIO ES EL �LTIMO S�NTOMA DE UNA
EXISTENCIA INFELIZ".

Es necesario a continuaci�n presentar el tema como tal, el vocablo suicidio
tiene su ra�z etimol�gica en el lat�n y se compone de dos
t�rminos: sui, de si mismo y caedere, matar; lo que significa "matarse
a si mismo". Si buscamos la palabra en un diccionario encontraremos: "acci�n
de quitarse la vida de forma voluntaria". Pero sabemos que el suicidio es m�s
que eso ya que puede ser visto desde muchas perspectivas aunque s�lo
nos podr� dar una definici�n contundente qui�n lo haya
vivido de cerca ya que comprende la gran carga significativa de su acci�n.
Debemos destacar que el suicidio aparece en todas las sociedades desde los tiempos
m�s remotos. Sin embargo, a lo largo de la historia, ha variado la actitud
de la sociedad hacia este acto, sus formas y su frecuencia.

Para abarcar este tema desde una clara perspectiva ser� preciso conocer
el concepto de suicidio a partir de definiciones formuladas por expertos en
la materia: -Emilio Dukheim, "toda muerte que resulta mediata o inmediatamente,
de un aspecto positivo o negativo, realizado por la v�ctima misma". Este
soci�logo analiz� el fen�meno del suicidio en profundidad
y reflej� sus conclusiones en el libro, "El suicidio", obra que es una
de las m�s reconocidas en cuanto al tema.

-Le�n Gringberg, "acto constituido por la tendencia auto destructiva
m�s extrema". Este psicoanalista, ex vicepresidente de la Asociaci�n
Psicoanal�tica Internacional, plante� al suicidio como la consecuencia
extrema de un estado depresivo y autodestructivo del individuo, idea que postula
en su estudio llamado Culpa y depresi�n.

En cuanto al suicidio a trav�s de las diferentes �pocas y sociedades
las posturas variaron de una a otra. Estudiaremos las posturas acerca del suicidio
en relaci�n a su contexto hist�rico. Si nos remontamos a la Europa
Antigua, en la �poca dominante del Imperio Romano, el suicidio era consentido
y hasta llegaba considerarse un acto honroso y los estoicos admit�an
razones leg�timas para que el suicidio se consumara, un ejemplo de esta
ideolog�a era la del fil�sofo romano S�neca que consideraba
que el suicidio era el acto �ltimo de una persona libre. Sin embargo
al verse Europa bajo la gran influencia de la Iglesia Cristiana se conden�
esta pr�ctica y se decret� que a aquellas personas que cometieran
suicidio no se les dar�a santa sepultura, adem�s se confiscaban
los bienes del suicida y el cad�ver sufr�a todo tipo de humillaciones.
Esta pr�ctica se basa en la postura de que el ser humano no tiene derecho
a quitarse la vida que Dios le regal�. En oposici�n a esto desde
el punto de vista jur�dico y el de los Derechos Humanos, el suicidio
es considerado como otro derecho humano como el derecho a la vida la libertad
de expresi�n, religi�n, etc.

Como hemos visto hasta ahora existen dos posturas extremistas frente al suicidio,
por un lado se condena fuertemente por la sociedad y la iglesia, hasta llega
a ser ilegal en algunos pa�ses, especialmente esto se da en pa�ses
con mayor�a cat�lica. En el otro extremo junto con los estoicos
encontramos a las sociedades que honran ciertos tipos de suicidio. En tiempos
pasados los japoneses respetaban el harakiri, que se utilizaba cuando una persona
por sentirse avergonzada compensaba su fallo o incumplimiento de un deber clav�ndose
una daga. Siguiendo con la sociedad japonesa, durante la II Guerra Mundial,
los pilotos kamikazes japoneses realizaban misiones suicidas de bombardeo estrellando
sus aviones contra el objetivo enemigo. El suicidio tambi�n fue utilizado
en Jap�n como una forma extrema de protesta contra las injusticias. El
�ltimo ejemplo a citar de las sociedades que honraban el suicidio es
el de India, pa�s en el que hasta fines del siglo XIX, se llevaba a cabo
el sutte que consist�a en que la viuda del fallecido se inhumara en la
pira funeraria de su marido. Sin embargo el suicidio en la actualidad ha sido
catalogado como una irresponsabilidad por parte del suicida hacia la familia
que le sobrevive.

Pero �qu� origen tiene el suicidio cuando no se consuma por un acto
patri�tico, de protesta o por tradici�n? Se origina en el estado
de depresi�n, es la sensaci�n de sentirse triste, deca�do
emocionalmente, y perder inter�s en las cosas que antes disfrutaba. Se
debe saber que la depresi�n es una enfermedad como puede ser la diabetes
o la artritis, y no es s�lo una sensaci�n de tristeza o de des�nimo.
Esta enfermedad progresa cada d�a afectando pensamientos, sentimientos,
salud f�sica, y comportamiento. La depresi�n no es culpa de la
persona que la padece, como tampoco es una debilidad de la personalidad. Es
una enfermedad m�dica que es muy frecuente y puede afectar a cualquier
persona. Todos hemos experimentado estados de �nimo que implican depresi�n
o alegr�a en alg�n momento de nuestras vidas. La depresi�n
es una de las condiciones diagnosticadas en forma frecuente en la poblaci�n,
la depresi�n no respeta posici�n socioecon�mica y es mucho
m�s com�n entre las mujeres que entre los hombres. Actualmente
la depresi�n es un s�ntoma ps�quico muy usual relacionado
con el tipo de vida que llevamos, nuestras relaciones familiares, el �mbito
acad�mico o laboral y otros. Las personas deprimidas se consideran desgraciadas,
frustradas, humilladas, rechazadas o castigadas y se caracterizan por mirar
el futuro sin esperanza. Los individuos deprimidos muestran: una consideraci�n
negativa de s� mismo. La persona deprimida muestra una marcada tendencia
a considerarse como deficiente, inadecuada e in�til y atribuye sus experiencias
desagradables a un defecto f�sico, moral o mental. Tiende a rechazarse
a s� misma, ya que cree que los dem�s la rechazar�n. Tienen
una consideraci�n negativa del mundo por lo que se sienten derrotados
socialmente. Consideran al mundo como obst�culos que se interfieren con
el logro de los objetivos de su vida. Tienen tambi�n una consideraci�n
negativa del futuro. El deprimido prev� que sus problemas y experiencias
comunes continuar�n indefinidamente y que se le amontonar�n otras
mucho peores en su vida. Tienden a deformar sus experiencias, malinterpretan
acontecimientos concretos e irrelevantes tom�ndolos como fracaso, privaci�n
o rechazo personal. Exageran o generalizan excesivamente cualquier situaci�n
por m�s sencilla que sea. Todo siempre va a ir contra s� mismo,
acentuando lo negativo hasta casi excluir los hechos positivos.
Las personas que padecen de depresi�n tienen ciertos s�ntomas
caracter�sticos que les afectan casi todos los d�as por lo menos
por un per�odo de dos semanas.
De estos s�ntomas los m�s caracter�sticos son (que constituyen
adem�s algunos de los s�ntomas suicidas):

  • Perder inter�s en las cosas que antes disfrutaba.
  • Sentirse triste, deca�do emocionalmente o cabizbajo.

Y se asocian los siguiente s�ntomas secundarios:

  • Sentir que no tiene energ�a, cansado, o al contrario, sentirse inquieto
    y sin poder quedarse tranquilo.
  • Sentir como que no vale nada o sentirse culpable.
  • Que le aumente o disminuya el apetito o el peso.
  • Tener pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
  • Tener problemas para concentrarse, pensar, recordar, o tomar decisiones.
  • No poder dormir, o dormir demasiado.

Adem�s se asocian otros s�ntomas de tipo f�sico o psicol�gico,
como pueden ser:

  • Dolores de cabeza.
  • Dolores generales por todas las partes del cuerpo.
  • Problemas digestivos o g�stricos .
  • Problemas sexuales.
  • Sentirse pesimista.
  • Sentirse ansioso o preocupado.

El Episodio Depresivo que puede desembocar muchas veces en el suicidio que
lo que nos importa abarca 5 o m�s de los siguientes s�ntomas:

  • Estado de �nimo depresivo la mayor parte del d�a.
  • Disminuci�n importante del inter�s o de la capacidad para
    el placer (disfrutar la vida) en todas o casi todas las actividades.
  • P�rdida importante de peso (sin haber realizado dieta) o aumento
    significativo de peso, o disminuci�n o aumento del apetito casi cada
    d�a.
  • Insomnio o hipersomnia (sue�o durante el d�a).
  • Agitaci�n o retardaci�n psicomotora.
  • Fatiga o p�rdida de la energ�a.
  • Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados.
  • Disminuci�n de la autoestima y de la confianza en s� mismo.
  • Disminuci�n de la capacidad para pensar, tomar decisiones o concentrarse.
  • Visi�n pesimista, poco promisoria o "negra" del futuro.
  • Pensamientos recurrentes de muerte, ideaci�n suicida recurrente sin
    un plan espec�fico o una tentativa de suicidio o un plan espec�fico
    para suicidarse.

Estos s�ntomas persisten por lo menos dos semanas y producen un malestar
muy significativo que altera la vida familiar, social, laboral y otras �reas.

El trastorno depresivo puede empezar a cualquier edad, y la edad promedio de
inicio es alrededor de los 35 a�os. El trastorno depresivo, tanto en
adolescentes como en adultos, es dos veces m�s frecuente en mujeres que
en varones

Para culminar con el tema de depresi�n pasaremos a analizar un caso
t�pico de depresi�n an�nimo:
"Para Mar�a cada d�a es una nueva batalla para lograr seguir adelante.
Muchos d�as no tiene �nimo suficiente ni siquiera para levantarse
de la cama y cuando su marido vuelve a casa por la noche la encuentra todav�a
en pijama y con la cena sin preparar. Llora muy a menudo y hasta sus momentos
de mejor humor se ven continuamente interrumpidos por ideas de fracaso e inutilidad.
Tareas tan insignificantes como vestirse o hacer las compras le resultan muy
dif�ciles y el menor obst�culo le parece una barrera infranqueable.
Cuando se le recuerda que todav�a es una mujer atractiva y se le sugiere
que salga a comprar un vestido nuevo, contesta, "esto es demasiado dif�cil
para m�, tendr�a que atravesar la ciudad en autob�s y probablemente
me perder�a, adem�s ya no soy atractiva".
Su forma de hablar y de andar es lenta y su rostro tiene un aspecto triste.
Antes era una mujer vivaz y activa, colaboraba en asuntos sociales de su barrio,
le gustaba leer, pintar y era una anfitriona encantadora. Entonces ocurrieron
dos cosas: Su hijo empez� a ir a la escuela y su marido fue ascendido
a un puesto de gran responsabilidad que lo obligaba a permanecer demasiado tiempo
fuera de casa.
Ahora ella se debilita pensando si merece la pena vivir y ha jugado con la idea
de tomarse todo el frasco de sus p�ldoras antidepresivas de una sola
vez."

Suicidio.

La mayor parte de los que tienen ideas suicidas est�n como ya mencionamos,
adem�s, deprimidos. Ante la depresi�n y las ideas suicidas que
de ella derivan s�lo puede resultar eficaz una terapia que ayude a recuperar
el control y la esperanza. Rechazan por simples todas las opciones que se les
ofrecen para resolver su problema, hasta que parece que no hay soluci�n
posible. Interiorizan una tristeza persistente y angustiosa que, como la muerte
s�bita del padre o de la madre, produce un dolor que dura semanas, meses
e incluso a�os. Empiezan a creer que nada los puede aliviar y que su
dolor no va a acabarse nunca. �Puede que la �nica soluci�n sea
la muerte! El suicidio no soluciona nada, lo �nico que hace es
adelantar el final sin haber encontrado la soluci�n. No se puede decir
que el suicidio sea una opci�n, ya que "opci�n" quiere decir "posibilidad
de optar o elegir", y el suicido nos arrebata para siempre lo uno y lo otro.
La muerte es un acontecimiento irreversible que, no s�lo no elimina el
dolor, sino que lo transmite a quienes nos rodean. Tambi�n transmiten
su dolor las personas que viven en la m�s absoluta soledad y se quitan
la vida. Se lo transmiten a aquellos miembros de la sociedad a quienes les importa
y les preocupa. Algunas personas pueden ser gen�ticamente propensas a
la depresi�n y el suicidio, padecer un desequilibrio qu�mico,
o haber pasado muchas desgracias a lo largo de su vida: algo que, en suma, las
conduzca a ello. Hay personas que "llaman a la depresi�n a gritos": son
las que aspiran en la vida a objetivos inalcanzables. Sea cual sea la causa
de la depresi�n, cualquier persona puede verse asaltada por intensas
ideas de suicidio cuando el futuro se muestra desesperanzador.
No hay ninguna clase o tipo espec�fico de persona que pueda tener la
seguridad de no albergar jam�s pensamientos suicidas. Los m�dicos,
los terapeutas y los adolescentes ocupan los primeros puestos en las estad�sticas
de suicidios consumados; si bien parece que en personas con firmes convicciones
religiosas es m�s infrecuente el intento de suicidio.
La enfermedad psiqui�trica con m�s riesgo de suicidio es la depresi�n.
Los momentos de la enfermedad con m�s riesgo son cuando disminuye la
inhibici�n y la melancol�a (empiezan a mejorar) o cuando se inicia
la depresi�n.

Hablaremos ahora de los factores de riesgo que inciden en la conducta suicida:

  • Mujeres menores de 35 a�os, hombres mayores de 40.
  • Separaci�n, divorcio o muerte del c�nyuge.
  • P�rdida inminente de un ser querido.
  • La soledad y el aislamiento social.
  • Problemas econ�micos, paro, reciente o jubilaci�n.
  • Mala salud.
  • Ocupaci�n de alto estatus.
  • Depresi�n.
  • Enfermedad terminal.
  • Problemas con alcohol y drogas.
  • Anteriores intentos de suicidio.
  • Historia previa de trastornos afectivos.
  • Historia familiar de trastornos afectivos, suicidio, alcoholismo.
  • Indicios suicidas (avisos o conversaciones suicidas).
  • Preparativos (hacer testamento, seguros, nota suicida).

   Comportamiento suicida.

El comportamiento suicida o conducta suicida abarca las siguientes manifestaciones:
1- El deseo de morir. Representa la inconformidad e insatisfacci�n del sujeto con su modo de vivir en el momento presente y que puede manifestar en frases como: "la vida no merece la pena vivirla", "lo que quisiera es morirme", "para vivir de esta manera lo mejor es estar muerto" y otras expresiones similares.

2- La representaci�n suicida. Constituida por im�genes mentales del suicidio del propio individuo, que tambi�n puede expresarse manifestando que se ha imaginado ahorcado o que se ha pensado ahorcado.

3- Las ideas suicidas. Consisten en pensamientos de terminar con la propia existencia y que pueden adoptar las siguientes formas de presentaci�n: �Idea suicida sin un m�todo espec�fico, pues el sujeto tiene deseos de matarse pero al preguntarle c�mo lo va a llevar a efecto, responde: "no s� c�mo, pero lo voy a hacer".
�Idea suicida con un m�todo inespec�fico o indeterminado en la que el individuo expone sus deseos de matarse y al preguntarle c�mo ha de hacerlo, usualmente responde: "De cualquier forma, ahorc�ndome, quem�ndome, peg�ndome un balazo."
�Idea suicida con un m�todo espec�fico no planificado, en la cual el sujeto desea suicidarse y ha elegido un m�todo determinado para llevarlo a cabo, pero a�n no ha ideado cu�ndo lo va a ejecutar, en qu� preciso lugar, ni tampoco ha tenido en consideraci�n las debidas precauciones que ha de tomar para no ser descubierto y cumplir con sus prop�sitos de autodestruirse.
�El plan suicida o idea suicida planificada, en la que el individuo desea suicidarse, ha elegido un m�todo habitualmente mortal, un lugar donde lo realizar�, el momento oportuno para no ser descubierto, los motivos que sustentan dicha decisi�n que ha de realizar con el prop�sito de morir.

4- La amenaza suicida. Consiste en la insinuaci�n o afirmaci�n verbal de las intenciones suicidas, expresada por lo general ante personas estrechamente vinculadas al sujeto y que har�n lo posible por impedirlo. Debe considerarse como una petici�n de ayuda al que deber�amos atender.

5- El gesto suicida. Es el adem�n de realizar un acto suicida. Mientras la amenaza es verbal, el gesto suicida incluye el acto, que por lo general no conlleva lesiones de relevancia para el sujeto, pero que hay que considerar muy seriamente.

6- El intento suicida, tambi�n denominado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminaci�n (IAE) o autolesi�n intencionada. Es aquel acto sin resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se hace da�o a s� mismo.

7- El suicidio frustrado. Es aquel acto suicida que, de no mediar situaciones fortuitas, no esperadas, casuales, hubiera terminado en la muerte.

8- El suicidio accidental. El realizado con un m�todo del cual se desconoc�a su verdadero efecto o con un m�todo conocido, pero que no se pens� que el desenlace fuera la muerte, no deseada por el sujeto al llevar a cabo el acto. Tambi�n se incluyen los casos en los que no se previeron las complicaciones posibles, como sucede en la poblaci�n penal, que se autoagrede sin prop�sitos de morir, pero las complicaciones derivadas del acto le privan de la vida (inyecci�n de petr�leo en la pared abdominal, introducci�n de alambres hasta el est�mago o por la uretra, etc.).

9- Suicidio intencional. Es cualquier lesi�n auto infligida deliberadamente realizada por el sujeto con el prop�sito de morir y cuyo resultado es la muerte. En la actualidad a�n se debate si es necesario que el individuo desee morir o no, pues en este �ltimo caso estar�amos ante un suicidio accidental, en el que no existen deseos de morir, aunque el resultado haya sido la muerte.

De todos los componentes del comportamiento suicida, los m�s frecuentes son las ideas suicidas, los intentos de suicidio y el suicidio consumado, sea accidental o intencional.

Suicidio en los adolescentes.

Es de relevante importancia para nosotros hablar sobre el suicidio en los adolescentes ya que nos encontramos en una etapa en la que necesitamos herramientas para defendernos y ayudarnos mutuamente. Los adolescentes experimentamos fuertes sentimientos de estr�s, confusi�n, dudas sobre nosotros mismos, presi�n para lograr �xito, inquietudes financieras y otros miedos. Para algunos adolescentes, el divorcio, la formaci�n de una nueva familia con padrastros y hermanastros, o las mudanzas a otras nuevas comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de s� mismos. En algunos casos, el suicidio aparenta ser una "soluci�n." La depresi�n y las tendencias suicidas son des�rdenes mentales que se pueden tratar.

Las ideas suicidas son muy frecuentes en la adolescencia sin que ello constituya un peligro inminente para la vida, si no se planifica o se asocia a otros factores, llamados de riesgo, en cuyo caso adquieren car�cter m�rbido y pueden desembocar en la realizaci�n de un acto suicida.

Factores de riesgo relacionados a la conducta suicida.

Los adolescentes que intentan el suicidio o se suicidar�n se caracterizan por tener diversos factores de riesgo para esta conducta, entre los que se encuentran:
�Provenir de medios familiares con desventaja social y pobreza educacional
�Estar m�s expuestos a situaciones familiares adversas que condicionan una ni�ez infeliz.
�Presentar mayor psicopatolog�a, incluyendo depresi�n, abuso de sustancias y conducta disocial as� como baja autoestima, impulsividad, desesperanza y rigidez cognitiva.
�Mayor exposici�n a situaciones de riesgo suicida o eventos vitales suicid�genos como las relaciones humanas tumultuosas, los amores contrariados o problemas con las autoridades policiales.
El intento de suicidio es muy com�n entre los adolescentes con predisposici�n para esta conducta y se considera que por cada adolescente que comete suicidio, lo intentan cerca de trescientos.

Factores de riesgo en la ni�ez. Pasaremos ahora a enunciar los factores de riesgo suicida en la ni�ez que contribuyen a que se desarrolle la conducta suicida en la adolescencia. Como es conocido, se considera que por debajo de los 5 � 6 a�os, los ni�os tienen un concepto muy rudimentario de lo que es la muerte o el morir, por lo que resulta pr�cticamente improbable que se participe activamente de la muerte. En la infancia, como es l�gico suponer, los factores de riesgo suicida deben ser detectados principalmente en el medio familiar. Por lo general, el clima emocional familiar es ca�tico, pues no hay un adecuado funcionamiento de sus integrantes y no se respetan los roles ni las fronteras de sus respectivos miembros. Los padres, cuando conviven juntos se enrolan en constantes querellas, llegando a la violencia f�sica entre ellos o dirigi�ndolas a los integrantes m�s vulnerables, en este caso los m�s j�venes, ni�os y ni�as y los m�s viejos, ancianos y ancianas. Es frecuente que los progenitores padezcan alguna enfermedad mental, entre las que se citan por su frecuencia, el alcoholismo paterno y la depresi�n materna. La depresi�n materna, adem�s del peligro suicida que conlleva se convierte en un est�mulo para el pesimismo, la desesperanza, la sensaci�n de soledad y la falta de motivaci�n. A ello se a�aden las situaciones de maltrato por no poder la madre, en estas condiciones, satisfacer las necesidades emocionales y de cuidados del ni�o o la ni�a.
Otro factor de riesgo suicida de importancia en la ni�ez es la presencia de conducta suicida en alguno de los progenitores. Aunque no est� demostrado que el suicidio est� determinado gen�ticamente. Otras veces lo que se transmite es la predisposici�n gen�tica, no para el suicidio, sino m�s bien para alguna de las enfermedades en las que este s�ntoma es frecuente (depresi�n). Las relaciones entre los progenitores y sus hijos pueden convertirse en un factor de riesgo de suicidio cuando est�n matizadas por situaciones de maltrato infantil y de abuso sexual, f�sico o psicol�gico. 

Crisis suicida infantil.

Los motivos que pueden desencadenar una crisis suicida infantil son variados y no espec�ficos, pues tambi�n se presentan en otros ni�os que nunca intentar�n contra su vida. Entre los m�s frecuentes se encuentran:
1- Presenciar acontecimientos dolorosos como el divorcio de los padres, la muerte de seres queridos, de figuras significativas, el abandono, etc.
2- Problemas en las relaciones con los progenitores en los que predomine el maltrato f�sico, la negligencia, el abuso emocional y el abuso sexual.
3- Problemas escolares, sea por dificultades del aprendizaje o disciplinarios.
4- Llamadas de atenci�n de car�cter humillante por parte de padres, madres, tutores, maestros o cualquier otra figura significativa, sea en p�blico o en privado.
5- B�squeda de atenci�n al no ser escuchadas las peticiones de ayuda en otras formas expresivas.
6- Para agredir a otros con los que se mantienen relaciones disfuncionales, generalmente las madres y los padres.
7- Para reunirse con un ser querido recientemente fallecido y que constitu�a el principal soporte emocional del ni�o o la ni�a.

Plan de tratamiento.

Hay que reconocer y diagnosticar la presencia de esas condiciones tanto en ni�os como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento. Cuando los padres sospechan que el ni�o o el joven puede tener un problema serio, un examen psiqui�trico puede ser de gran ayuda. Muchos de los s�ntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresi�n. Los padres deben de estar conscientes de las siguientes se�ales que pueden indicar que el adolescente est� contemplando el suicidio.

Los psiquiatras de ni�os y adolescentes recomiendan que si el joven presenta uno o m�s de estos s�ntomas, los padres tienen que hablar con su hijo sobre su preocupaci�n y deben buscar ayuda profesional si los s�ntomas persisten.

  • Cambios en los h�bitos de dormir y de comer.
  • Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales.
  • Actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa.
  • Uso de drogas o del alcohol.
  • Abandono poco usual en su apariencia personal.
  • Cambios pronunciados en su personalidad.
  • Aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar.
  • Quejas frecuentes de dolores f�sicos tales como los dolores de cabeza, de est�mago y fatiga, que est�n por lo general asociados con el estado emocional del joven.
  • P�rdida de inter�s en sus pasatiempos y otras distracciones.
  • Poca tolerancia de los elogios o los premios.

El adolescente que est� contemplando el suicidio tambi�n puede:

  • Quejarse de ser "malo" o de sentirse "abominable."
  • Lanzar indirectas como: "no les seguir� siendo un problema", "nada me importa", "para qu� molestarse" o "no te ver� otra vez."
  • Poner en orden sus asuntos; por ejemplo, regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc.
  • Ponerse muy contento despu�s de un per�odo de depresi�n.

En general los pacientes suicidas incluidos tambi�n los adolescentes est�n dispuestos a hablar de sus intenciones y para algunos la necesidad de desahogarse con alguien que les toma en serio es terap�uticamente positivo. Cuando existe la posibilidad de suicidio se le debe animar a que hable de ello y procurar emplear tiempo en el futuro para seguir hablando del tema con lo cual se puede facilitar el ingreso temporal en una unidad psiqui�trica o proporcionar la ayuda necesaria para atenuar las circunstancias que provocan el intento suicida.

Si el ni�o o adolescente dice, "Yo me quiero matar" o "Yo me voy a suicidar", se debe tomar muy en serio y llevarlo a un psiquiatra de ni�os y adolescentes o a otro m�dico para que eval�e la situaci�n. A la gente no le gusta hablar de la muerte. Sin embargo, puede ser muy �til el preguntarle al joven si est� deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de "ponerle ideas en la cabeza"; por el contrario, esto le indicar� que hay alguien que se preocupa por �l y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas. En aquellos cuadros depresivos asociados a una manifiesta histeria, en pleno per�odo de estado, hay anuncios e intentos suicidas. Pero, hay casi siempre "anuncios m�s o menos melodram�ticos". El hecho suele producirse, efectivamente, ante p�blico. Por lo general, no es serio, es decir, no busca lograr la muerte. No se arroja al vac�o, ni se dispara un tiro, ni piensa en tirarse a las v�as. Se elige el corte en el antebrazo, tomar f�rmacos comunes, etc. El objeto es llamar la atenci�n. Es un intento "utilitario" en el sentido de conseguir alg�n objetivo en el entorno.
En cambio los intentos suicidas del deprimido severo, son serios. Suele planearse, generalmente en cierto secreto y el cuidado que pone en su ejecuci�n hace que casi siempre culmine en muerte. En su comienzo, el sujeto suele manifestar a quienes le rodean que "es mejor terminar con todo, as� no se puede vivir, esto no tiene arreglo, es mejor desaparecer". Es decir explicita su idea autodestructiva. Pero hasta aqu� hay ambivalencia: se piensa en el suicidio, pero se resiste a la idea. Sin embargo, el riesgo aumenta, cuando el individuo parece tranquilizarse. Como antes dijimos, cesa la ambivalencia, desaparece la disyuntiva y la lucha interior; generalmente la resoluci�n ha sido tomada y ahora se elabora la ejecuci�n del acto. La idea suicida no es un razonamiento, sino un sentimiento.
Por ello el deprimido grave con alta tendencia suicida debe ser internado con urgencia. La aproximaci�n psicoter�pica, en el momento culminante, debe ser de apoyo, y as� debe continuar hasta cesado el cuadro. Se debe insistir en luchar contra las ideas de culpa, ruina, indignidad, pesimismo. Es preciso desvalorizar estos sentimientos, quitarles vigor, minimiz�ndolos.

Presentar su porvenir aceptable es imprescindible.

INVESTIGACI�N:

Cifras estad�sticas en nuestro pa�s.

Uruguay tiene desde hace d�cadas importantes tasas de suicidio. Seg�n un estudio realizado por el soci�logo Leonardo Calicchio para el servicio de Paz y Justicia en base a estad�sticas oficiales, entre 1952 y 2002 el promedio por d�cada siempre super� los diez casos cada 100.000 habitantes. Pero desde 1997 la tasa de suicidios comenz� a aumentar en forma considerable. En 1998 fue de 16 por cada 100.000 habitantes, y tras caer a 13,8 en 1999 trep� a 17 en 2000; en 2001 volvi� a caer a 15,1 pero en 2002 lleg� a 21,7, la mayor tasa registrada en la historia del pa�s. Esta cifra ubicar�a a Uruguay dentro del grupo de pa�ses con mayor tasa de suicidios, seg�n la clasificaci�n de la Organizaci�n Mundial para la Salud (OMS), que incluye en esa categor�a a todos los que superan los 20 casos cada 100.000.


Estad�sticas oficiales de suicidios en Uruguay:

A�O

PROMEDIO CADA 100.000 hab.

1998

16

1999

13.8

2000

17

2001

15.1

2002

21.7

Los especialistas coinciden en que se trata de un problema complejo y urgente hasta ahora ignorado por las autoridades.

Una de las personas que m�s se ha esforzado por torcer ese silencio es el psiquiatra Federico Dajas, jefe del departamento de Neuroqu�mica del Instituto de Investigaciones Biol�gicas Clemente Estable. A trav�s de un procedimiento denominado "autopsia psicol�gica" (un cuestionario planteado a allegados de las v�ctimas), Dajas constat�:

Cabe destacar que si se suman los suicidios que tiene origen en problemas econ�micos con los provocados por la p�rdida de empleo, se llega a un porcentaje de 24% superior a todas las dem�s causas.

El estudio revel� tambi�n que en el 90% de los suicidas presentaban s�ntomas de problemas psiqui�tricos, y el 67% ten�an trastornos psiqui�tricos definidos.

Incluso las condiciones meteorol�gicas podr�an tener que ver con el alto �ndice de autoeliminaciones en el pa�s, seg�n Bustelo." El clima de Uruguay influye en el estado de �nimo y en la forma de ser de los uruguayos m�s propensos a estados depresivos que causan suicidio", afirm�

Todos los especialistas consultados coinciden en que desde 1999 hasta hoy la magnitud de la crisis econ�mica que se instal� en el pa�s provoc� un aumento en los suicidios.

Otros datos.

Estad�sticas de suicidios seg�n el Ministerio de Salud P�blica:

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 Tentativas de suicidio seg�n el Ministerio del Interior:

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Suicidios registrados en Colonia y Canelones en relaci�n con los registrados en el interior y en todo el pa�s:

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SALIDA DE CAMPO.

Entrevista realizada al Psic�logo Daniel Miranda.

1) �Cu�les son los motivos que llevan a una persona al suicidio?

Es dif�cil determinar cuales fueron los motivos que llevan a una persona a tomar esta brutal decisi�n y puedo afirmar que �stos son particulares en cada ser.

Esto lo explicamos de la siguiente manera: si tomamos el caso de un individuo que se quita la vida a causa de una desilusi�n amorosa, podemos decir que no todas las personas que sufren esto, cometen suicidio. El fundamento de �sto es que cada persona se organiza psicol�gicamente de diferentes formas. A veces esta organizaci�n psicol�gica de la persona resulta patol�gica y esto es lo que en definitiva facilita la toma de esta decisi�n, dicho en otras palabras: esta organizaci�n psicol�gica patol�gica de la persona es la que la predispone muchas veces al suicidio. Tomando el ejemplo dado: aquellas personas que tienen una organizaci�n patol�gica, son aquellos que ante una desilusi�n amorosa como en este caso, tendr�n mayor disposici�n a cometer suicidio.

El suicidio es una decisi�n que tiene que ver con la patolog�a.

2) �Una vez que alguien se encuentra al borde del suicidio, siempre seguir� con esa idea?

No necesariamente. Pueden mantener esa tendencia por un per�odo de tiempo limitado, superar esa crisis con ayuda tanto de su entorno como profesional "considero que ante una confesi�n de este tipo durante una terapia es necesaria la ayuda inmediata" pero sin embargo existen casos en que la idea nunca se abandona totalmente y pueden repetir los intentos hasta que lo logren. Existen casos adem�s de adolescentes con intentos de autoeliminaci�n (IAE) que luego maduran, superan esa crisis y desempe�an una vida adulta normal.; tambi�n encontramos los casos en que luego de varios a�os de superado el asunto se vuelve a caer en una depresi�n por ejemplo y que como consecuencia se atente nuevamente contra la vida.

3) �Si alguien ha intentado suicidarse alguna vez, hay menos probabilidad de que intenten de nuevo?

Es una pregunta que ya ha sido hablada con anterioridad pero cabe destacar lo siguiente: cuando una persona tiene IAE, muchas veces estos pueden ser con el simple fin de llamar la atenci�n, o con la mera intenci�n de quitarse la vida. Si hablamos del primer caso, y el entorno escucha este llamado de atenci�n y se logra buscar ayuda, se cambia en funci�n de este llamado, entonces esa intenci�n puede cambiarse, invertirse. Lo que sucede con estos "llamados de atenci�n" es que muchas veces suelen pasarse, es decir, una persona planea �nicamente llamar la atenci�n pero termina quit�ndose la vida. En definitiva esto es algo que nunca en realidad podremos saber. Otro de los casos que jam�s quedan totalmente claros son aquellos que denominamos como "intentos encubiertos" que l�gicamente no logran entrar en las estad�sticas a partir de las cuales se basan los diferentes estudios. Un ejemplo de estos intentos encubiertos es en el caso de una persona que es atropellada por un �mnibus al cruzar la calle y dice a todos: "Yo no lo vi" nunca podremos estar totalmente seguros si en realidad no lo vi� o se tir� a prop�sito.

4) �Est� claro que los suicidas desean morir?

Esta es otra pregunta ya conversada anteriormente. Como dijimos anteriormente no resulta totalmente claro si el suicida desea morir por ejemplo o simplemente su intento fue demasiado fuerte. A pesar de ello sabemos que los suicidas no soportan la realidad o no tiene la fuerza suficiente para superar determinadas cosas y como ya hemos mencionado es algo que depende de la organizaci�n psicol�gica de cada persona.

5) �Es una idea equivocada preguntar a las personas si piensan en el suicidio. El hablar del suicidio puede darles la idea de que deben hacerlo?

Esto es algo que depende de la manera en como se le hable al supuesto suicida y de quien lo haga. Claro est� que si el suicida lo plantea abierta y sinceramente, es necesario seguir hablando de ello ya que �ste encontr� en nosotros la confianza necesaria como para transmitir esta decisi�n. En aquellos casos en que en una terapia el tema sale (la mayor�a de las veces suele tratarse el tema) el profesional tratante deber� saber como manejar eso. Lo que si es claro en estos casos es que si de una persona nace el transmitir esta decisi�n seriamente a los dem�s es porque ya ha pensado en el suicidio como una salida y que adem�s puede planearlo hacerlo en un futuro no tan lejano. Lo que nunca sabremos en realidad es que si al hablar de ello con una persona que no ha dado se�ales claras de haber pensado en el suicidio, es si en definitiva le estar�amos dando la idea o no.

6) �Si una persona deprimida o a punto del suicidio se encontrara mejor, esto generalmente quiere decir que el problema se ha solucionado?

Esto resulta relativo pues pueden existir muchas veces reca�das sobre todo en los casos de depresi�n incluso cuando hayan pasado ya muchos a�os. Existen adem�s (y esto ya ha sido mencionado) casos de adolescentes que han intentado suicidarse pero que de adultos jam�s lo han repetido ni han mantenido esa idea.

7) �Corren mayor riesgo de quitarse la vida los chicos j�venes?

Esto no es obligatoriamente necesario lo que si ocurre es que son los j�venes los que pueden tener mayor predisposici�n en la medida en que est�n mucho menos entrenados que los adultos a sufrir, a elaborar duelos, a sobrepasar situaciones l�mite, etc. Lo que suele suceder con los j�venes es que ellos muchas veces toman determinadas cosas como el centro �nico de sus vidas y al moverse esto no encuentran el sentido a su vida y la �nica salida que encuentran es la muerte. El adulto es m�s experimentado y por este motivo tiende a ser m�s fuerte; aunque debemos destacar nuevamente que esto no suele ser as� en todos los casos pues depende de si la organizaci�n psicol�gica del individuo es o no patol�gica.

8) �Las personas que hablan de ello tienen menor probabilidad?

No es preciso determinarlo lo que podemos decir es que aquellos que dicen: "Me voy a matar" est�n dando muchas veces un llamado de atenci�n menos dr�stico que un intento de suicidio. Hay otras personas que en cambio, lo piensan pero no lo dicen y terminan muchas veces quit�ndose la vida. Lo ideal ser�a tomar todos los casos a tiempo y saber descifrar los mensajes del suicida. En muchos casos los llamados no son tan evidentes sino que vienen descifrados; muchas veces no son verbales sino que corresponden a actitudes, desalineos, alejamientos, etc.

CONCLUSI�N.

Al concluir nuestra investigaci�n logramos ampliar nuestros conocimientos respecto al fen�meno del suicidio, sus factores de riesgo el fen�meno de la depresi�n, sus s�ntomas y las formas de prevenirlo y lo relacionamos con las cifras de suicidio a nivel nacional. En definitiva podemos decir que cumplimos con cada uno de los objetivos del grupo.

En lo que respecta al suicidio debemos entenderlo como una acci�n voluntaria cuyo �nico fin consiste en quitarse la vida o permitir que la muerte suceda; tal como expres� Durkheim, "toda muerte, mediata o inmediata, de un acto positivo o negativo ejecutada por la misma persona se considera suicidio".
El acto del suicidio se ha dado a lo largo de la historia de la humanidad de distintas maneras y contempla diversas causas: sociales, culturales, psicol�gicas, f�sicas, gen�ticas y aquellas derivadas de la influencia de los Medios Masivos de Comunicaci�n.
A lo largo de este informe hemos logrado investigar que el suicidio se considera muchas veces como una forma de comunicaci�n. Esta posee mucho sentido y gran importancia y es clasificada seg�n su forma, si es directa o indirecta, seg�n la sustancia o el contenido, el objeto de la comunicaci�n y la finalidad de la misma. Esto constituye lo que anteriormente denominamos como "llamados de atenci�n" que en definitiva buscan alg�n cambio, es decir, son una forma de comunicarse.
Podemos enunciar a modo de conclusi�n del tema que las caracter�sticas del fen�meno al cual estamos refiriendo son las siguientes: destrucci�n total, mutilaci�n, amenazas, indicaciones verbales de la intenci�n del suicida, desesperaci�n, depresi�n, infelicidad, consuelo, imposibilidad de hacer frente a los problemas, culpa, etc.

En lo que respecta al control del suicidio podemos destacar que este puede llevarse a cabo tanto de forma interna como externa.
Las personas vinculadas estrechamente con la v�ctima suelen tener diversas reacciones, tales como sentimientos de p�rdida, tristeza, rabia, culpa, verg�enza o confusi�n, responsabilidad por la muerte, fracaso, asombro, duda, repulsi�n, etc. Tambi�n hay casos en que han expresado sentir alivio por quedar libres de molestias.

A modo de conclusi�n general podemos decir que cumplimos con todos los objetivos planteados con anterioridad y que el ayudar a terminar con este fen�meno, que constituye uno de los objetivos principales de nuestra investigaci�n, se cumplir� en cuanto este proyecto sea difundido.

Cabe destacar que la forma de prevenci�n del suicidio m�s adecuada seg�n �sta investigaci�n es la b�squeda de ayuda profesional (terapias, psicoan�lisis, etc.) ante la detecci�n de los s�ntomas m�s evidentes del suicidio y depresi�n. Tambi�n seg�n lo expresado por el psic�logo entrevistado, muchas veces la mejor forma de combatir este fen�meno es hablando del tema con aquellas personas de mayor confianza del suicida y hasta un profesional que tome seriamente el asunto.

Valoraciones personales:

Mar�a Noel Beretta: "Desde un primer momento me interes� el tema para desentra�arlo ya que no es muy difundido y es realmente interesante, vi�ndolo tanto desde una perspectiva actual como desde una hist�rica. Espero sea �til para todo aquel que lo lea ya que en nuestra sociedad necesita mucha informaci�n y prevenci�n en cuanto al suicidio."

Malena Autino: "Me pareci� un tema muy importante y adem�s muy interesante, porque a trav�s de el pude entender y aprender diferentes posturas y casos en cuanto al tema. Adem�s hacer este tipo de trabajo me parece muy bueno para que a trav�s de el, la sociedad tome conciencia en cuanto al fen�meno del suicidio"

Evangelina Torres: "El tema tratado en el informe me pareci� realmente importante tanto para mi como para todos. A trav�s de �ste pude informarme acerca del fen�meno del suicidio, sus s�ntomas, factores de riesgo, la depresi�n y dem�s aspectos tratados en el ensayo. Pero lo que me result� m�s instructivo a�n fue el aprender que hablar del asunto con aquellos que lo plantean podr�a (si se hace correctamente) cambiar el parecer de esa persona y as� evitar que tome esta decisi�n. En definitiva as� pudimos encontrar las formas de prevenci�n para este fen�meno que es para m� lo m�s importante adem�s de que la investigaci�n se difunda".

Victoria Boccagni: "Desde mi punto de vista me pareci� un t�pico muy atractivo, ya que este tema afecta a todo la sociedad uruguaya y a todo el mundo. Con esta monograf�a tratamos de informar a toda la poblaci�n que est� interesada en tomar conciencia sobre este problema"

Valeria Ferrer: "En lo que a mi concierne el tema es de vital importancia porque el suicidio es un acto evitable en cuanto se detecten a tiempo los s�ntomas que pueden derivar en suicidio y conocerlos nos ayudar� a ayudarnos a nosotros mismos y a los dem�s."

ANEXOS:

1) Entrevista realizada a:

Una socia del SMU. Revista del Sindicato M�dico Ed. 34. Abril 2000

�ltimo recurso: Una respuesta desde la comunidad.

En Uruguay se suicida m�s de una persona por d�a. Un dato angustiante. En una sociedad acostumbrada al �silencio� hay informaciones que pueden ser urticantes. Los gobiernos y las instituciones del mundo no divulgan las cifras supuestamente por temor al contagio. Pero �y la prevenci�n?, �y la informaci�n?

La psiquiatra Silvia Pel�ez es directora de la �nica instituci�n que en Uruguay trabaja en prevenci�n del suicidio. Un tema que teme ser reconocido y sobre el que tratamos de no hablar demasiado, porque suele desconcertar.

Casi nadie sabe que hay de dos a tres uruguayos que se suicidan por d�a. Son m�s de 400 suicidios al a�o. La mayor�a que se suicid� visit� antes consultorios m�dicos y dio se�ales que no fueron le�das porque no hay una preparaci�n en los m�dicos y adem�s el suicida puede ser no demasiado directo.

Habr�a por parte del cuerpo m�dico una falta de �lectura� del tema.

Claro, me parece importante que los m�dicos empiecen a pensar que entre las personas que los consultan puede haber riesgo suicida.

Muchas veces nos manejamos con el estereotipo del suicida. Como un tipo encerrado, que no comunica, que no se puede prever. �Esto cuestiona el consultorio m�dico como lugar de referencia para atender esos casos?

No es que sea cuestionado pero s� parecer�a que no hay la suficiente formaci�n ni inter�s ya que los m�dicos somos atravesados por los mismos mitos que la poblaci�n general, como el que dice que el que se quiere matar no avisa, por ejemplo, que es un mito. O que el que se va a matar igual se mata, se haga lo que se haga, que el suicidio no es evitable, mitos que tambi�n atraviesan al m�dico, sin embargo �ste podr�a ser referencia y detectar los casos. As� como un tumor en una mama palpado a tiempo podr�a no ser nada maligno o un neoplasma en forma precoz, tambi�n deber�a avizorar las se�ales a partir de las cuales estar m�s atento. Pero para empezar deber�a darle importancia al tema y promoverse una sensibilizaci�n.

�C�mo aborda �ltimo recurso la prevenci�n del suicidio?

El suicidio es evitable, si hay alguien que escucha no hay suicidio. Con redes sociales de sost�n que colaboren con el profesional, el suicidio es evitable. Y los primeros auxilios psicol�gicos los puede y los debe dar cualquiera: un sacerdote, un polic�a, un m�dico, un vecino.

Todos podemos aprender, siendo m�s sensibles y con una escucha menos obturada a lo que es el dolor. Mucha gente piensa que es rid�culo llamar a la ONG y pedir ayuda, como que se disculpan porque dicen que vieron a tal familiar en tal situaci�n. Tienen miedo a hacer el rid�culo si plantean algo que despu�s no va a pasar.

Llevado a un plano m�dico, �c�mo piensa que deber�a operar el cuerpo m�dico en este caso, cu�les son los elementos que como profesional o como ser humano pueden contribuir?

Donde se ve agravada la responsabilidad. Para empezar hay un plano que ya es pol�tico y general, y es que la consulta deber�a durar un poco m�s. Poder jerarquizar lo que llamamos el m�dico de cabecera, en el v�nculo con el paciente como referencia a los temas que no solo son de la salud f�sica sino de un sentirse bien o mal y de una situaci�n social que muchas veces es la desencadenante del suicidio. Una de las cosas que podr�a ayudar es que en la ficha m�dica se pregunte si hay antecedentes familiares de suicidio, antecedentes personales de intento de suicidio, que se detectara la depresi�n, si la persona est� o no desocupada , ya que el desempleo en los varones de mediana edad es un desencadenante, la jubilaci�n compulsiva y la situaci�n afectiva, que se pregunte como parte del interrogatorio m�dico.

�C�mo est� conformada la ONG y c�mo trabaja?

La ONG est� formada por siquiatras, psic�logos, estudiantes de psicolog�a, asistentes sociales, estudiantes de enfermer�a, y trabajamos con un contacto que primero es telef�nico, que no se queda all� porque no estamos de acuerdo en la asistencia telef�nica.

Eso es importante porque si no, se distorsiona toda la cl�nica, sea org�nica o sea mental. Que sea el gancho para una entrevista personal, con un colega o con nosotros, pero siempre tiene que haber una entrevista personal. En lo que llamamos puerta de entrada son dos profesionales que atienden.

Se hace un promedio de dos a cuatro entrevistas donde se aborda la situaci�n de riesgo suicida, lo que llamamos terapia de crisis y luego, de acuerdo a cada situaci�n, se hace un tratamiento m�s largo. Recordar que, por ejemplo, el primer a�o despu�s de un intento de suicidio es el de m�s riesgo. En Cuba, por ejemplo, el paciente tiene que ver al psiquiatra una vez por semana un a�o entero.

Y si no lo ve, el m�dico manzanero le golpea y le dice �qu� le pas� que falt�?

Usted habla de ciertas peculiaridades que se dan en cuanto a las caracter�sticas de la tipolog�a del posible suicida. Una lectura bastante insuficiente maneja el suicidio como una agresi�n.

Nadie est� libre de pasar por la situaci�n de riesgo suicida, en la que todos podemos entrar y salir. No se puede ver al suicida como una persona que est� maldita, que nos quiere llamar la atenci�n, nos quiere agredir, y puede ser, pero porque se siente mal. Hay que darle atenci�n hasta que aprenda a llamar la atenci�n de un modo m�s sano.

Desde la psiquiatr�a social decimos que si el suicidio es algo que se comete en soledad, el suicida lo que estar�a haciendo es ser el portavoz del grupo del cual es emergente y adem�s el grupo es emergente de la colectividad toda, por lo tanto ser�a un problema de todos, porque de alguna manera estar�a representando a los de su grupo y ese ser�a un argumento m�s que nos responsabilizar�a a actuar. Si no queda �l como depositario de la locura, de la agresividad, de la problem�tica, sabiendo que siempre se vuelve una causal multifactorial.

�Qu� hacen con los casos que llegan a la ONG?

Al paciente se le da tratamiento individual. Casi todos los pacientes llegan en crisis y no est�n en condiciones para ir a un tratamiento grupal. Lo que se puede hacer en grupo es trabajar con poblaciones de riesgo que no est�n pasando la situaci�n de riesgo suicida para hacer trabajo operativo, pero no con el consultante porque est� en un estado muy regresivo y centrado en lo que le pasa a �l. Entonces es mejor ayudarlo a cuidarse para que despu�s pueda relacionarse. Hay cada d�a m�s suicidas en la poblaci�n adulta mayor.

�Es un tema de g�nero, tambi�n?

En la organizaci�n nos movemos con perspectivas de g�nero. Se suicidan m�s los varones y lo intentan m�s las mujeres. El var�n es una persona con m�s dificultad para expresar los sentimientos y con m�s facilidad para tomar m�todos agresivos. Se vive a lo hombre y se muere a lo hombre. Los varones consultan por un tema de p�rdida del poder y las mujeres por p�rdida de los afectos.

Eso da una variable de g�nero interesante que debe tenerse en cuenta en el abordaje.

�Hay una visualizaci�n por opciones sexuales?

Dentro de la homosexualidad masculina se suicidaban m�s en Inglaterra hasta que fue m�s aceptada a nivel social. No era un problema interno, sino de aceptaci�n.

Porque un elemento para condenar la homosexualidad es que la soledad lo lleva a suicidarse.

No. Fijate qu� pasa con muchos varones con una construcci�n de g�nero muy machista que se matan en medio del campo. Y el tema central del suicidio en la homosexualidad es el rechazo por la sociedad.

�La existencia del sida ha afectado?

Hemos tenido consultas de posibles portadores que manifiestan que si son seropositivos se matan. Y otro momento de riesgo es cuando se deja de ser HIV positivo y se pasa a ser enfermo. Despu�s se estabiliza, sobre todo en las personas que est�n con grupos de apoyo.

Hay una especie de lugar com�n que dice que �el que quiere suicidarse se suicida� para desvalorizar el intento frustrado o la amenaza.

Eso es un mito. Cuantos m�s intentos de suicidio, hay m�s riesgo de que la persona se mate. O porque no m�s se mate o porque al descalificar lo que hizo no se sinti� comprendida. Ese intento es una oportunidad para que se interprete lo que se quiere decir. Porque en realidad, el que se quiere suicidar no se quiere morir sino que quiere dejar de vivir de esa forma.

Ese acto y hasta el suicidio mismo tienen un significado: a veces pasar a ser importante en la vida de alguien. Quedar como congelado narcis�sticamente, marcar un enojo con alguien o salir de una situaci�n que uno no puede manejar, como manera de huir de eso, como en el caso de la violencia dom�stica. Pero no dejar de vivir en el sentido org�nico.

Si yo en lugar de decodificar lo que la persona me quiere decir, lo obturo, estoy aumentando la probabilidad. Los que se han matado tienen intentos atr�s y no han sido interpretados. Es una buena oportunidad para intentar decodificar lo que se quiere decir.

Adem�s, si es algo �para llamar la atenci�n� a veces hay problemas con las dosis y lo que una vez no le hizo mal, puede luego da�arlo. Es una ruleta rusa de alguien que adem�s est� sufriendo.

�Qu� pasa con la persona en riesgo suicida?

Se fomenta la inserci�n en otros grupos que tienen que ver con ellos, ya sean gremiales, pol�ticos, culturales, religiosos y adem�s vemos que una de las fichas dice inserci�n social y que ella es muy baja y en la medida en que se va mejorando, eso cambia. Por ejemplo en la relaci�n social que tiene con los compa�eros de trabajo, que no tiene v�nculos �ntimos, y la mejor�a est� en que empieza a tener v�nculos familiares heredados pero no conquistados. El abandono de la pareja le resulta muy doloroso.

Uno de los rescates es solicitar ayuda a la comunidad, al vecino, al t�o y al compa�ero de trabajo, y le imponemos algunos v�nculos pero que los recibe muy bien porque vale esa peque�a invasi�n.

�C�mo es el relacionamiento de �ltimo recurso con otras ONG, la IMM y el MSP?

Pertenecemos al CIPFE (Centro de Investigaci�n y Promoci�n Franciscano y Ecol�gico) y consultamos a Mujer ahora cuando la causal es violencia dom�stica y sexual en el caso de mujeres y, en el caso de adolescentes, a El Faro. Tenemos el auspicio de la IMM pero no de vinculaci�n formal con el Ministerio.

�Est�n satisfechos con los resultados?

Hace siete a�os que existimos y estamos con un 100% de �xito, siendo todos trabajadores voluntarios. Los franciscanos nos prestan el consultorio y no se pagan los gastos de MOVICOM, que a su vez nos da algunos minutos gratis y nos hace los autoadhesivos.

Los m�dicos deber�an informarse y acceder a los cursos que damos porque somos la �nica instituci�n que lo hace; un curso que se llama �Primeros pasos en la prevenci�n del suicidio� y que se da todos los a�os.

Malena Autino

Derecho 2;

Mar�a Noel Beretta

Derecho 2;

Evangelina Torres

Derecho 2 ;

Victoria Boccagni

Medicina;

Valera Ferrer

Medicina

Liceo de Nueva Helvecia.

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