- ¿Qué es el maltrato
infantil y cómo se manifiesta? - ¿Por qué los padres
maltratan a sus hijos? - Tipos de maltrato
infantil. - Causas y Efectos del menor
maltratado: - Consecuencias del maltrato
infantil - Causas y consecuencias de
la Falta de Comunicación? - Responsabilidad de los
padres. - ¿Qué dice la
LOPNA y la Constitución para proteger a los niños
y adolescentes? - A quien acudir para denunciar el
maltrato familiar? - Como afecta la falta de
comunicación afecta a la sociedad? - Consecuencias del maltrato
en la personalidad del individuo
1) ¿Qué
es el maltrato
infantil y cómo se manifiesta?
Algunos sectores de la sociedad han
entendido el maltrato infantil como parte del modelo
familiar de educación–disciplina. En
tal orden de ideas, existen quienes argumentan que, en
términos de un castigo a los hijos "desobedientes", es una
práctica cultural en nada cuestionable.
Pero, en las definiciones generales sobre el concepto, se
olvida con frecuencia que, además del maltrato
físico, es cada vez mayor la violencia
intrafamiliar que causa al niño/a un daño
emocional, psicosocial. Se desatienden también las
consecuencias en el niño/a del abandono, la negligencia.
Hoy en día se incluyen el maltrato y el abuso sexual,
además de las agresiones verbales, como parte de un
más equilibrado dimensionamiento conceptual del maltrato
infantil.
UNICEF entiende a los menores víctimas del
maltrato y el abandono como aquel segmento de la población conformado por niños,
niñas y jóvenes hasta los 18 años que
"sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o
emocional, sea en el grupo familiar
o en las instituciones
sociales". El maltrato puede ser ejecutado por omisión,
supresión o trasgresión de los derechos individuales y
colectivos e incluye el abandono completo o parcial.
¿Por qué
los padres maltratan a sus hijos?
Cuando se percibe a los padres de familia como
aquellos que deben amar, proteger, orientar y apoyar a sus hijos
en sus posibilidades de desarrollo y
potencialidades diversas, resulta difícil entender por
qué el maltrato infantil cobra tan amplio espacio es las
estadísticas sociales globales de la
región.
Una de las primeras explicaciones sobre el
fenómeno intentaba atribuir el maltrato infantil a graves
alteraciones psicológicas en los padres, tales como
esquizofrenia
o psicosis
maniaco-depresiva. Claro está que numerosas investigaciones
han establecido que estas situaciones abarcan apenas un 10-15% de
los casos en la región.
Posteriormente, han sido objeto de innumerables estudios
los modelos de
interacción agresor-víctima en el
núcleo familiar, al lado de modelos socioculturales que
explican la existencia del maltrato infantil a todo nivel. En
términos generales, puede anotarse, sin riesgo alguno de
equivocación estadística o científica, que un
buen número de padres que maltratan a sus hijos han sido
maltratados de una u otra forma en su infancia.
Pero también es importante estudiar el/los
tipo(s) de familia al interior de los cuales se registran casos
de maltrato infantil. Influyen, entre otros factores, el
número de integrantes en la familia y
la relación marital. Veamos: Por un lado, muchos hijos
representan, en ocasiones, una carga importante de stress para los
padres y, también, una relación marital inestable y
tormentosa porta en sí misma manifestaciones de violencia
y desencadena, inevitablemente, maltrato infantil. Por ejemplo,
un padre que maltrata a su esposa e hijos o sólo a la
esposa y ella a sus hijos.
Como se había señalado, el entorno
sociocultural y familiar todavía soporta ideas como que
los hijos pertenecen a los padres y que ellos pueden decidir
sobre su destino, bien sea por tradición, creencias
religiosas, situación económica, etc.
Es necesario mencionar que la dependencia del
niño respecto de los adultos en nuestra sociedad,
constituye por si misma un factor de riesgo. Frente a una
situación de desequilibrio en el grupo familiar, la
primera víctima suele ser el niño. También
resulta importante destacar que los niños no constituyen
grupos de
presión social específicos, lo que permite la
existencia de conductas de abuso por parte de los adultos, sin
que exista una sanción social efectiva.
Estas dos características son genéricas
para la infancia. Sin embargo, el maltrato se da en niños
y niñas específicas. Algunas de las
características individuales de los niños que se
han convertido en blanco del maltrato son las
siguientes:
- Embarazo no deseado
- Niños prematuros
- Niños con impedimentos físicos o
psíquicos - Niños hiperactivos
Los distintos modelos señalados dan cuenta
parcialmente de los factores de riesgo en relación con el
maltrato infantil. Para comprender el problema en forma global,
es necesario ubicarse en una perspectiva integradora, en la que
se asuma que el maltrato es la expresión de un proceso de
distorsiones en la interacción familiar y no el resultado
de una conducta aislada
de uno de sus miembros. El maltrato es "la expresión de
una disfunción en el sistema
padres-niño-ambiente–cultura" (De
Paúl, 1988)
Para analizar el problema del maltrato infantil y
planificar estrategias de
intervención, es necesario asumir la multiplicidad de
factores que están actuando en la situación. Hay
que considerarlos no como una suma de componentes, sino como
elementos cuya presencia simultánea pueden significar que
se potencie el riesgo de que exista maltrato.
2) Tipos de maltrato infantil.
El maltrato infantil se subdivide en dos grupos:
- Pasivo: Comprende el abandono físico, que
ocurre cuando las necesidades físicas básicas del
menor no son atendidas por ningún miembro del grupo que
convive con él. También comprende el abandono
emocional que consiste en la falta de respuesta a las
necesidades de contacto físico y caricias y la
indiferencia frente a los estados anímicos del
menor. - Activo: Comprende el abuso físico que consiste
en cualquier acción no accidental por los padres o
cuidadores que provoquen daño físico o enfermedad
al menor. La intensidad puede variar desde una contusión
leve hasta una lesión mortal. También comprende
el abuso sexual, que consiste en cualquier tipo de contacto
sexual con un menor por parte de un familiar, tutor o cualquier
otro adulto. La intensidad del abuso puede ir desde el
exhibicionismo hasta la violación. El abuso emocional
también entra en esta categoría de abuso activo y
se presenta bajo la forma de hostilidad verbal, crónica
(insultos, burlas, desprecios, críticas, amenazas de
abandono, etc.) y el bloqueo constante de las iniciativas
infantiles (puede llegar hasta el encierro o confinamiento) por
parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.
Otra forma de maltrato infantil es el caso de los niños
testigos de violencia, "cuando los niños presencian
situaciones crónicas de violencia entre sus padres. Los
estudios comparativos muestran que estos niños presentan
trastornos muy similares a los que caracterizan a quienes son
víctimas de abuso (Corsi, 1994).
Respecto a lo que se refiere a las agresiones
psíquicas o psicológicas, que están
dirigidas a dañar la integridad emocional del niño
comprenden todo tipo de manifestaciones verbales y gestuales,
así como actitudes que
los humillan y degradan pero esto no es lo más grave, pues
las heridas del cuerpo duelen pero tienden a cicatrizar pero las
heridas del alma
–que no dejan evidencia física- tardan mucho
más en sanar si es que sanan antes de que se le acumule
otra herida más, estas generan sentimientos de
desvalorización, baja estima e inseguridad
personal, los
cuales más tarde pueden manifestarse en violencia
social.
Maltrato Físico
El maltrato físico puede ser definido como
cualquier trauma, lesión o condición no accidental,
que cause daño físico a un/a menor. El maltrato
físico infligido representa a menudo castigo corporal
severo e irrazonable o castigo injustificado. Esto puede ocurrir,
por lo general, cuando el/la padre/madre está frustrado/a,
o con coraje, sacude o le da un fuerte golpe, o empuja
violentamente al menor. Otras manifestaciones del abuso
físico son: quemaduras, mordiscos, torcerle las
extremidades u otras formas de tortura. El daño puede ser
producto de un
sólo episodio o de varios episodios.
En la mayoría de los casos el abuso físico
no es un mero acto físico contra el/la niño(a). Es
un patrón de conducta, es el estilo que tiene el/la
adulto/a para lidiar con el/la menor. Mientras más
tiempo exista,
más serios serán los golpes que reciba el
niño(a) y más difícil será eliminar
la conducta abusiva.
Negligencia
Consiste en faltar a los deberes o dejar de ejercer las
facultades de proveer adecuadamente el albergue, la alimentación, la
ropa, la
educación, la supervisión, atención de salud, no visitar o no
mantener comunicación frecuente con el/la menor u
otras necesidades básicas requeridas para el desarrollo de
las capacidades físicas, intelectuales
o emocionales de un/a niño/a.
Maltrato Emocional
Todos/as nosotros/as somos culpables de haber
regañado despiadadamente a un/a niño/a, de
haberlo/a criticado más de la cuenta, pero el maltrato
emocional es caracterizado por una conducta consecuente y
crónica.
Generalmente, hay dos tipos de maltrato emocional. La
NEGLIGENCIA EMOCIONAL (es un acto de omisión), es
la carencia crónica de proveer el apoyo y el afecto
necesario para que el/la menor desarrolle una personalidad
fuerte y saludable, y el ABUSO EMOCIONAL (acto de
comisión). Estas son actitudes crónicas, o actos de
un padre/madre que son detrimentales al desarrollo del
niño/a.
EJEMPLOS DE MALTRATO EMOCIONAL
- Minimiza al niño/a para que se sienta que no
puede hacer nada bien. - Critica duramente al niño/a.
- Culpa al niño/a por cosas de las cuales
éste/a no tienen control. - Usa al niño/a como "chivo expiatorio" cuando
las cosas van mal. - Ridiculiza y avergüenza al
niño/a. - No muestra
interés por el/la niño/a, por sus
actividades o por sus problemas. - Trata al niño/a en forma diferente al resto de
la familia. - Comete actos raros de tortura o de tormento, como
encerrar al niño/a en un armario ("closet").
Abuso Sexual
El abuso sexual de niños/as no es un
fenómeno fácil de definir particularmente porque la
conducta sexual infantil permisible varía con la tolerancia
cultural, familiar y social. Por tal razón, existen
diferentes definiciones en diversos lugares. Para nuestro
propósito, definimos el abuso sexual como la
utilización de un/a niño/a para el placer o la
gratificación sexual. Esto incluye desde el
acariciarlos/as en las partes íntimas hasta la
penetración. Esta conducta del adulto/a tiene el potencial
de interferir con el sano desarrollo del niño/a, tanto en
el aspecto físico, como en el emocional. A menudo, los/as
niños/as víctimas de abuso sexual experimentan
sentimientos de culpa y de vergüenza, así como lo que
le impone la sociedad.
El diagnóstico de este niño/a es
difícil ya que no presenta señales
físicas. Muchas veces el diagnóstico descansa en la
historia que haga
el/la niño/a. A pesar de que es difícil de
evidenciar, es necesario que se intervenga con las familias donde
se sospecha que existe el abuso sexual. Aunque no sea admitido
por la familia, es imperativo creer en la historia del
niño/a. El mero hecho de que el/la niño/a acepte
que se ha involucrado en una conducta inapropiada para su edad,
es una señal para una investigación futura. Un/a niño/a
dispuesto/a a informarle a las autoridades (sea la maestra, el
policía o el/a Trabajador/a Social) sobre el alegado caso
de encuentro sexual con un/a adulto/a, es una prueba suficiente
para que la familia reciba ayuda.
Explotación
Ocurre cuando utilizan o permiten que otro/a utilice a
un/a menor para obligarle a realizar cualquier acto con el fin de
lucrarse o recibir algún otro beneficio. Incluye, entre
otras cosas, el utilizar al menor para fotografías,
películas pornográficas u obscenas, o para la
prostitución.
Maltrato Institucional
Cualquier acto u omisión intencional en que
alegadamente incurre un/a padre/madre de crianza o un empleado/a
o funcionario/a de una institución pública o
privada, hogar de cuido, centro de cuido diurno o
institución que ofrezca servicios de
cuido durante un día de (24) horas o parte de éste
que tenga bajo su control o custodia a un/a menor para su
tratamiento o detención, que cause daño o ponga en
riesgo a un/a menor de sufrir daño a su salud e integridad
física, mental, emocional y/o moral,
incluyendo pero sin limitarse al abuso sexual, incurren en
conducta obscena y/o utilización de un/a menor para
ejecutar conducta obscena, conocido o que se sospeche, o que
sucede como resultado de la política,
prácticas y condiciones imperantes en la
institución de que se trate.
3) Causas y Efectos del menor
maltratado:
El maltrato es una situación que bien puede
presentarse en todas las clases
sociales, aunque la parece ser un poco mayor en
niños que viven bajo condiciones socioeconómicas de
pobreza. Hasta
el momento existen diferentes explicaciones sobre este tipo de
actitudes por parte de los adultos y se ha visto la influencia en
alguna manera de las situaciones de gran
estrés, que hacen que toda la furia
de la persona recaiga
en el niño. Pero además, en muchos de los
casos, quien comete el abuso tiene antecedentes de haber sufrido
el mismo tipo de agresión durante su infancia o es una
persona que tiene muy poca capacidad de controlar sus impulsos.
Es obvio que por las diferencias de tamaño y fuerza entre
adultos y niños, estos últimos sufran grandes
lesiones que pueden incluso causarles la muerte.
Condiciones como la pobreza, nivel
educativo bajo, paternidad o maternidad en personas que como tal
no han consolidado un hogar o que son solteras, el abuso de
sustancias psicoactivas como las drogas y el
alcohol y otra
serie de factores, se han relacionado con estas agresiones,
aunque siempre hay tener en cuenta que el maltrato infantil, se
puede dar en todas las clases sociales.
Los niños criados en hogares donde se los
maltrata suelen mostrar desordenes postraumáticos y
emocionales. Muchos experimentan sentimientos de escasa autoestima y
sufren de depresión
y ansiedad por lo que suelen utilizar el alcohol u otras drogas para
mitigar su stress
psicológico, siendo la adicción al llegar la
adultez, mas frecuente que en la población
general.
Los efectos que produce el maltrato infantil, no cesan
al pasar la niñez, mostrando muchos de ellos dificultades
para establecer una sana interrelación al llegar a la
adultez.
Algunos niños sienten temor de hablar de lo que
les pasa porque piensan que nadie les creerá. Otras veces
no se dan cuenta que el maltrato a que son objeto es un comportamiento
anormal y así aprenden a repetir este "modelo"
inconscientemente. La falta de un modelo familiar positivo y la
dificultad en crecer y desarrollarse copiándolo, aumenta
las dificultades para establecer relaciones "sanas" al llegar a
adulto. Puede que no vean la verdadera raíz de sus
problemas emocionales, hasta que al llegar a adultos busquen
ayuda para solucionarlos.
Para muchos niños que sufren de maltrato, la
violencia del abusador se transforma en una forma de vida. Crecen
pensando y creyendo que la gente que lastima es parte de la vida
cotidiana; por lo tanto este comportamiento se torna "aceptable"
y el ciclo del abuso continúa cuando ellos se transforman
en padres que abusan de sus hijos y estos de los suyos,
continuando así el ciclo vicioso por
generaciones.
4) Consecuencias del maltrato infantil
El maltrato infantil trae serias consecuencias tanto en
el individuo como
en la como en la sociedad en general, pero desgraciadamente
existen muy pocas investigaciones acerca de este tema y no
obstante, poco o nada se hace en términos de promoción de la salud mental y de
la detección y la prevención, tratamiento y
rehabilitación de los trastornos emocionales.
Únicamente se atienden las necesidades físicas de
los menores, así mismo, al agresor tampoco se les da un
tratamiento y en este caso sería indispensable llevarlo a
cabo a manera de prevención y de tratamiento más
sin embargo las autoridades de salud públicas pasan de
largo sin reconocerlos como individuos bio-psico-sociales. Por
tanto, la reintegración y adaptación de estas
personas nuevamente a la sociedad la llevan a cabo solos y, la
forma en la que lo hacen no siempre es la más
adecuada.
Por consecuencias entendemos toda serie de alteraciones
en el funcionamiento individual, familiar y social de las
víctimas de maltrato, siendo los aspectos más
conocidos la reproducción del mismo y las alteraciones
en el rendimiento académico, en el ajuste psíquico
individual y en el tipo de relaciones en las que el sujeto
participa (Friederich y Wheeler, 1982; Lamphear, 1986 citado en
Pino y Herruzo, 2000).
Los malos tratos que se llevan a cabo sobre los
niños pueden provocar daño o consecuencias
negativas a dos niveles: somático y psicológico
(Martínez, Roig y De Paúl, 1993; Querol, 1991 cit.
en Pino y Herruzo, 2000).
Consecuencias somáticas.
- Abandono físico: retraso pondoestatural,
cronificación de problemas por falta de tratamiento
físico, vitaminopatías, eritemas de pañal,
aplanamiento del occipucio, aparición de ciertas
enfermedades
prevenibles mediante vacunación y producción de quemaduras y otras lesiones
por accidentes
familiares debidas a una falta de
supervisión. - Maltrato físico: lesiones cutáneas,
quemaduras, lesiones bucales (que pueden afectar a la
posición de los dientes), lesiones óseas (que
pueden afectar el crecimiento y la movilidad articular),
lesiones internas (traumatismos craneales y oculares) entre las
que destacan aquellas que producen edemas cerebrales puesto que
pueden tener secuelas neurológicas.
En cuanto a las anteriores consecuencias, sin restar
importancia, no nos compete abordarlas ampliamente, pues la
mayoría de este tipo de casos caen en manos del
médico, entonces en este caso, interesa abordar las
consecuencias psicológicas.
Según Pino y Herruzo (2000), al hablar de consecuencias
psicológicas se refieren a la variedad de comportamientos
que pueden aparecer, sean alterados o como ellos los llaman
"excesos conductuales" y también los retrasos o
"déficits" en ciertos repertorios que se esperarían
en los niños en función de
sus edades respectivas. Estas consecuencias pueden manifestarse a
corto, a mediano y largo plazo, es decir, en la infancia,
adolescencia y
edad adulta. Las consecuencias que estos autores plantean
serían las siguientes:
Consecuencias durante la infancia.
A corto plazo: Incluye los efectos que estos pueden
tener sobre el desarrollo físico del niño en el
periodo comprendido entre los cero y los ocho años de
edad, esto debido a que, según el autor este es el periodo
en donde los cambios más rápidos y drásticos
se producen en el periodo de cero a seis/ocho
años.
La principal y secuela que los malos tratos producen en
el desarrollo de los niños es precisamente su retraso que
se nota alrededor de la edad de un año, y ya es muy claro
a los veinticuatro meses.
Las áreas comportamentales que se encuentran
más afectadas en este periodo son las
siguientes:
- Área cognitiva: presentan un menor
desarrollo cognitivo, se muestran más impulsivos,
menos creativos, más distraibles y su persistencia en
las tareas de enseñanza aprendizaje
es menor. Son menos habilidosos resolviendo problemas y
cuando llegan a la edad escolar muestran peores resultados en
las pruebas de
CI y tienen malas ejecuciones académicas. Los
niños maltratados funcionan cognitivamente por debajo
del nivel esperado para su edad, ya que sus puntuaciones en
escalas de desarrollo y tests de inteligencia son menores que en los
niños no maltratados, sus habilidades de
resolución de problemas son menores y hay
déficit de atención que comprometen el
rendimiento en las tareas académicas. - Área social: Pino y Herruzo (2000) mencionan
que estos niños, a los 18 y 24 meses sufren un apego
ansioso y presentan más rabia, frustración y
conductas agresivas ante las dificultades que los
niños no maltratados. Entre los 3 y 6 años
tienen mayores problemas expresando y reconociendo afectos
que los controles. También expresan más
emociones
negativas y no saben animarse unos a otros a vencer las
dificultades que se presentan en una tarea. Por
último, presentan patrones distorsionados de
interacción tanto con sus cuidadores como con sus
compañeros. Según Gaensbauer et al. (1979;
1980) citados por Pino y Herruzo (2000) identificaron seis
patrones distorsionados de comunicación afectiva entre
los niños maltratados y sus cuidadores: eran
retraídos o distantes afectivamente, mostraban falta
de placer o bienestar, eran inconsistentes en la
interacción, presentaban ambigüedad, frivolidad y
una comunicación afectiva negativa. Estos niños
se acercan menos a los cuidadores, evitan más a los
adultos y a los compañeros y son más agresivos
con los adultos. También otros autores como
Hoffman-Plotkin y Twentyman (1984) citados por pino y Herruzo
(2000), descubrieron que los niños maltratados
físicamente eran más agresivos que los
controles y que los que padecían abandono
interaccionaban menos de lo normal estos mismos autores, pero
en el año de 1988 indican que los niños
maltratados han mostrado falta de empatía. Son
niños que entre 1-3 años de edad no mostraban
interés por escapar a las situaciones molestas de la
guardería y cuando lo hacían eran violentos,
reaccionaban con ataques físicos, cólera o miedo (Main y Georges, 1985)
citados por Pino y Herruzo (2000), también se ha visto
que los niños maltratados son menos recíprocos
en las interacciones con sus iguales y Elmer y Martin (1987)
citados Pino y Herruzo (2000) mencionan que estas
dificultades en habilidades de empatía perduran hasta
la edad adulta. - Área del lenguaje:
Pino y Herruzo (2000) ha revisado varios estudios al respecto
y ha encontrado lo siguiente. Beeghly, Carlon y Cicchetti
(1986) descubrieron que los niños que padecen de
maltrato físico, a los 30 meses, no se diferencian de
los niños control en cuanto a lenguaje comprensivo
pero si en el productivo, en lo que se refiere a sensaciones,
sentimientos y necesidades y los niños que padecen
abandono y maltrato físico presentan un déficit
en la expresión de este tipo de verbalizaciones
referentes a estados internos. Coster, Gersten, Beeghl y
Cicchetti (1989) estudiaron la interacción verbal
madre e hijo en niños de 31 meses. Observaron que los
niños maltratados físicamente utilizan un
lenguaje menos complejo sintácticamente, tienen menos
vocabulario expresivo y conocen menos palabras que los
normales. Burguess y Conger (1978), observaron que las madres
de los niños que padecen abandono y maltrato
físico hablan menos con sus hijos que las controles,
en los casos de abandono físico las madres dan menos
recompensas verbales y aprobación a sus hijos, y se
muestran más propensas a criticarlos. En los casos de
maltrato físico se ha visto que utilizan menos
instrucciones verbales para ayudar a sus hijos a superar las
dificultades normales de su ambiente. Inician menos
interacciones de juego e
ignoran más a sus hijos. Estas dificultades de
lenguaje no desaparecen a lo largo del tiempo, sino que
perduran hasta la edad escolar. Los niños maltratados,
tal como lo señala Blager y Mártin (1976), los
niños maltratados presentan dificultades de
comunicación y de habilidades de
expresión. - Área de autonomía funcional. Pino y
Herruzo (2000) señalan que por un lado, puede haber
conductas de cuidado personal (aseo, vestido, nutrición, etc.)
que en condiciones normales deben ser aprendidas en el seno
familiar y, por otro lado, están las habilidades de la
vida en comunidad, es
decir, la capacidad que el sujeto tiene de funcionar de forma
independiente a sus progenitores o cuidadores y
señalan que los resultados de Egeland et al. (1981,
1983) muestran que los niños que padecían
diferentes formas de maltrato presentaban un apego ansioso,
en especial los que sufrían abandono emocional. Estos
niños tendían a ser menos obedientes a sus
padres y educadores que los controles y presentaban menor
repertorio de autocontrol. El grupo de abandono físico
resultó especialmente dependiente del educador para
aquellas tareas propias de la nutrición que se llevan
a cabo en el colegio. Sin embargo en cuanto a los
comportamientos de funcionamiento independiente con respecto
a los padres en su medio, estos niños llegan a estar
al nivel o por encima de los controles (Pino, 1995). Esto
podría ser consecuencia directa del número de
horas que estos pasan solos, muchas veces en la calle, desde
edades muy tempranas. - Área Motora. Pino y Herruzo (2000) ha
encontrado diversas investigaciones al respecto y varias de
ellas son las siguientes. Esta es el área que se
encuentra menos afectada (Pino, 1995). En el estudio de
Egeland et al. (1981, 1983) los niños maltratados se
mostraron menos hábiles que los controles, en el uso
de herramientas a los 24 meses de edad. En Pino y
Herruzo (1993) los niños que padecían abandono
físico se mostraban más tardíos en
adquirir la locomoción y se apreciaban también
déficits en motricidad fina. - Problemas de Conducta. Se refiere a los problemas
de comportamiento en general (conductas agresivas,
hiperactivas y disruptivas). Como ya se ha mencionado, los
problemas de conducta agresiva se presentan principalmente en
los niños maltratados físicamente. Kazdin,
Moser, Colbus y Bell (1985) y Allen y Tarnowski (1989)
citados en Pino y Herruzo (2000) hallaron en estos
niños más síntomas depresivos (mayor
externalidad en la atribución de control, más
baja autoestima y desesperanza en cuanto al futuro). Pino y
Herruzo (1993) observaron una inusual aparición de
comportamientos sexuales precoces (frotis, masturbaciones con
una alta frecuencia, en presencia de otros niños) en
niños que padecían abandono (Pino y Herruzo,
2000).
5) Causas
y consecuencias de la Falta de
Comunicación?
La falta de comunicación con los hijos en estos
días es la consecuencia de la mayor parte de los problemas
en los adolescentes,
sea en drogadicción, embarazos, delincuencia y
todo los demás problemas que las sociedades hoy
enfrentan con índices de aumentos diarios.
Muchas veces los padres creen que porque mandan
al colegio a sus hijos estos ya tienen una educación. El
colegio enseña materias. Pero el amor, el
respeto, los
principios, el
amor a la
familia, el no apoderarse de lo ajeno, la religión y todo sobre
la vida, se aprende en el hogar.
"Cooperación", "comunicación",
"co-educación" entre escuela y familia
es lo que se tendría que dar y no se da. Esta falta de
comunicación entre familia y escuela y esta "actitud
abandonista de muchos padres" en el momento de asumir
responsabilidades, hace que los niños y niñas,
inevitablemente, según algunos de los participantes,
sufran las consecuencias en forma de depresión,
comportamientos caprichosos… y, de algún modo, provoca
el nacimiento de un nuevo tipo de niños: "los niños
llaveros, los pobrecitos van de pequeños con sus llaves,
no saben si tienen que ir a casa de sus abuelos o es que va a ir
la canguro a, etc".
La culpa, para unos, la tiene la falta de tiempo; para
otros se trata de "una mala educación" como padres y
proponen que tendrían que existir "escuelas para padres".
Algunos, también, apuntan la posibilidad de usar las
nuevas
tecnologías como vías para facilitar la
relación familia- escuela.
6) Responsabilidad de los padres.
CUENTO CONTIGO: JUNTOS POR UNA SOCIEDAD SIN
VIOLENCIA
(Constitución Bolivariana, LOPNA, Ley sobre
Violencia contra la Mujer y la
Familia)
La violencia se ha convertido en uno de los mayores
problemas que enfrentamos los venezolanos. Los niños,
niñas y adolescentes conviven en situaciones de
agresividad en su medio familiar, comunitario y escolar, En cada
uno de estos contextos se viven diferentes realidades: abuso
sexual, maltrato infantil, abuso de autoridad,
violencia en los medios de
comunicación, etc. Ante todas estas situaciones que
atentan contra los derechos de la infancia y adolescencia, la
sociedad en conjunto tiene una gran responsabilidad en la
búsqueda de soluciones.
La violencia se entiende como la presión de
naturaleza
física, psicológica y social, ejercida directa o
indirectamente sobre el ser humano, que altera su normal
desarrollo tanto individual como colectivo.
Si tomamos en cuenta a los derechos humanos
en su sentido integral tales como el derecho a la vida, salud,
educación, alimentación, vestido, vivienda, a la
participación, al respeto de la integridad ciudadana, etc,
contemplados en las Convenciones Internacionales ratificadas por
el Estado
venezolano y en la Constitución Nacional, podemos afirmar
que todo aquello que atente, impida o restrinja esos derechos
puede ser entendido como violencia.
En este material les proporcionamos el marco
jurídico que consagra la protección integral que
merecen los niños y adolescentes ante las diversas formas
de violencia, partiendo de lo establecido en la
Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela
(CRBV), el articulado contemplado en la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA) y
la Ley sobre Violencia contra la Mujer y la
Familia. Es necesario conocer las disposiciones previstas en los
mencionados instrumentos legales, ya que nos van a permitir
garantizar el cumplimiento y disfrute efectivo de los derechos de
los niños(as), adolescentes y de la familia en
general.
DERECHOS DE LOS NIÑOS
La Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece expresamente un
articulado específico para los niños y
adolescentes, logro que se alcanzó luego del trabajo
llevado a cabo por la Asamblea Nacional Constituyente Infantil y
Juvenil. El mismo expresa en su Artículo 78:
"Los niños, niñas y adolescentes son
sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por la
legislación, órganos y tribunales especializados,
los cuales respetarán, garantizarán y
desarrollarán los contenidos de esta Constitución,
la Ley, la Convención sobre los Derechos del
Niño y demás tratados
internacionales que en esta materia haya
suscrito y ratificado la República. El Estado, las
familias y la sociedad asegurarán, con prioridad absoluta,
protección integral, para lo cual se tomará con en
cuenta su interés superior en las decisiones y acciones que
le conciernan. El Estado promoverá su incorporación
progresiva a la ciudadanía activa, y creará un
sistema rector nacional para la protección integral de los
niños, niñas y adolescentes".
1.- VIOLENCIA EN LA FAMILIA
Esta forma de violencia se encuentra expresamente
reconocida en el artículo 4 de la Ley sobre la Violencia
contra la Mujer y la Familia, el mismo señala:
" Se entiende por violencia la agresión, amenaza
u ofensa ejercida sobre la mujer u otro integrante de la familia,
por los cónyuges, concubinos, ex cónyuges, ex
concubinos o personas que hayan cohabitado, ascendientes,
descendientes y parientes colaterales, consanguíneos o
afines, que menoscabe su integridad física,
psicológica, sexual o patrimonial".
Las expresiones de violencia se manifiestan sobre
niños y adolescentes en agresiones físicas,
descalificaciones verbales, poco reforzamiento y estímulo
por parte de los padres, escasas expresiones de cariño,
conversación y orientación, falta de recreación. Frente a esta
realidad,
¿Qué
dice la LOPNA y la Constitución para proteger a los
niños y adolescentes?
"La familia es responsable, de forma prioritaria,
inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños y
adolescentes el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías. El padre y la madre tienen
responsabilidades y obligaciones
comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y
educación integral de sus hijos". (Art. 5
LOPNA).
Protección de la Familia y obligación
del Estado.
"El Estado protegerá a las familias como
asociación natural de la sociedad y como el espacio
fundamental para el desarrollo integral de las personas. Las
relaciones familiares se basan en igualdad de
derechos y deberes, la solidaridad, el
esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto
recíproco entre sus integrantes. El Estado
garantizará protección a la madre, al padre o a
quienes ejerzan la jefatura de la familia". (Art. 75
CRBV)
7) Que debe Hacer en caso de que exista el maltrato
familiar?
Recomendaciones para las víctimas de violencia
intrafamiliar
- Recuerde que la violencia
familiar, de acuerdo a lo contemplado en la ley, se refiere
a: la agresión, amenaza u ofensa ejercida sobre la mujer
u otro integrante de la familia, por los cónyuges,
concubinos, ex-cónyuges, ex-concubinos o persona que
hayan cohabitado, ascendientes, descendientes y parientes
colaterales, consanguíneos o afines, que menoscabe la
integridad física, psicológica, sexual o
patrimonial. - Una recomendación primordial para la victima
es que debe denunciar, puesto que existe una serie de casos que
la victima no se atreve a denunciar por miedo y temor a futuras
represalias; pero el denunciar es la única forma de
detener esta conducta que día a día destruye a la
familia venezolana y deja graves secuelas psicológicas a
los niños u otros integrantes de estas familias.
Recuerde: un niño criado en un hogar con violencia
será un adulto violento. - En caso de que usted sea victima de violencia
intrafamiliar, resguarde las evidencias
del caso: armas (blancas
o de fuego), objetos, grabaciones, fotos,
etc. - Si es victima de violencia sexual, debe acudir
inmediatamente a colocar la denuncia, tomando las siguientes
precauciones: no ducharse ni lavarse; resguardar y colocar en
una bolsa plástica la ropa intima, sabanas y cualquier
tipo de evidencia que coadyuve a determinar que efectivamente
se cometió este delito. - ¿Por qué deben denunciar las
víctimas? Porque todo hecho de violencia físico,
psicológico o sexual, hacia la mujer u otro integrante
de la familia, es también una violación a sus
derechos humanos; y por lo tanto es un delito. Recuerde que una
denuncia a tiempo es una alerta temprana.
La ley también protege a las victimas del
acoso
sexual, el cual se genera porque alguien, abusando de una
situación de superioridad, procura cualquier tipo de
acercamiento sexual no deseado, tales como:
- Insinuaciones sexuales y ofensivas.
- Proposiciones para tener relaciones
sexuales o permitir acercamientos sexuales
prometiéndoles recompensas. - Relaciones o contactos sexuales bajo la amenaza de
perjudicar a la victima en sus actividades y aspiraciones,
tanto laborales como educativas. - Invitaciones deshonestas y
comprometedoras.
8) A quien acudir
para denunciar el maltrato familiar?
La división contra la violencia a la mujer y la
familia
Fue creada el 27 de Enero de 1.999, tomando en cuenta la
puesta en vigencia de La Ley Sobre Violencia a la Mujer y la
Familia.
En un principio estuvo al mando de la Com. Odalis
Caldera, jefe de la División para el momento de
aperturarse la misma.
Tiene como finalidad prestar atención y
orientación a las personas que son víctimas de
violencia intrafamiliar, aquí tienen la posibilidad de
recibir asesoría legal, atención psicológica
y orientación referente a la
problemática.
Esta División cuenta con profesionales y personal
técnico capacitado, que se encargan de evaluar cada caso y
tomar las medidas necesarias en función de preservar la
integridad de los agredidos.
La persona que acude a la División es atendida
por los funcionarios que se encuentran en oficialía de
guardia donde les toman nota de sus datos personales.
Luego, es referida al Asesor Jurídico quien es la persona
que se encarga de entrevistar a la víctima o la persona
afectada sobre el motivo de su presencia en la División,
orientándola y explicándole todo el proceso legal,
el cual se relaciona con la aplicación de la Ley sobre la
Violencia contra la Mujer y la Familia, así como cualquier
otra información que sea necesaria o requerida
por la persona.
MISIÓN
Prevenir, controlar y erradicar la violencia en el seno
de la familia, a través de las investigaciones practicadas
según lo pautado en las leyes y
códigos, y pasar a la fiscalía aquellos casos que deban ser
presentados ante los tribunales de control
FUNCIONES
- Atender a las personas que requieren formular
denuncia sobre este tipo de delito, y asesorarlas legalmente o
referirlas a otras instituciones. - Aperturar la(s) denuncia(s) correspondiente(s) de
la(s) persona(s) agraviadas. - Realizar todas las diligencias investigativas
correspondientes, a fin de llevar con total objetividad y
veracidad los expedientes aperturados en esta
división. - Elaborar informes
psicológicos y sociológicos. - Dictar medidas
cautelares pertinentes a las personas involucradas en los
expedientes, de acuerdo a la naturaleza de los hechos, tal como
lo ordena la ley sobre la violencia contra la mujer y la
familia, en su articulo nro. 39.
MARCO LEGAL:
La división contra la violencia a la mujer y la
familia funciona bajo el siguiente marco legal:
- Ley sobre la violencia contra la mujer y la
familia. - Ley orgánica para la protección del
niño y del adolescente (lopna) artículos 32, 80 y
86. - Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, artículos desde el 75 hasta el
80, el 55 y el 60.
SERVICIOS:
- Asesoramiento legal.
- Evaluación psico-social.
- Atención de las personas afectadas por
violencia intrafamiliar - Referencia a otras instituciones para ayuda
psicológica y en materia de conflictos
familiares.
Dirección:
Alcabala a Campo Elías, Edificio Paris, Piso 7, La
Candelaria (Al Lado de la Plaza La Candelaria), Caracas –
Teléfono: 576.8729
9) Como afecta
la falta de comunicación afecta a la
sociedad?
La comunicación es tan esencial que el
mundo sin ella resulta impensable. La probabilidad de
que la persona pasiva satisfaga sus necesidades o de que sean
entendidas sus opiniones se encuentra sustancialmente reducida
debido a la falta de comunicación o a la
comunicación indirecta o incompleta. La persona que
actúa así se puede sentir a menudo incomprendida,
no tomada en cuenta y manipulada. Además, puede sentirse
molesta respecto al resultado de la situación o volverse
hostil o irritable hacia las otras personas.
La falta de comunicación puede afectar a la
sociedad de manera grave. Los grandes conflictos sociales se
deben a la falta de comunicación.
10) Consecuencias del maltrato en la
personalidad del individuo
Hay una relación entre el abuso/abandono infantil
y la presencia de enfermedades mentales o de algún
síndrome o desorden psicológico específico,
en la actualidad varios autores admiten que solo entre un 10 y un
15% de los de los padres abusivos ha sido diagnosticado con un
síntoma psiquiátrico específico. Estudios
que se han hecho, indican que los padres abusivos tienen
dificultades para controlar sus impulsos, presentan una baja
autoestima, escasa capacidad de empatía, así mismo,
se ha encontrado que el abuso infantil se relaciona con la
depresión y con la ansiedad de los padres, entre otras
características y rasgos de personalidad como el alcoholismo y
la
drogadicción.
Actitudes y creencias hacia el maltrato
infantil
Papalia y Olds (1998) señalan que "Los
niños se ven afectados tanto por lo que sus padres hacen
como por lo que piensan", es decir por las actitudes y creencias
de los mismos, según este autor señala que "Podemos
definir una actitud como una predisposición para responder
a un estímulo en particular de una manera particular. Una
actitud representa una mayor probabilidad de que una persona
reaccione frente a una experiencia o comunicación dadas de
una forma en particular en vez de hacerlo en otra forma"(Manheim,
1983).
La actitud según Morales (1994), tiene tres
componentes y son los que siguen:
- Cognitivo: Consta de las percepciones de la persona
sobre el objeto de la actitud y de la información que
posee sobre él. - Afectivo: Si la evaluación surge más bien de
experiencias intensas, de carácter positivo o negativo, con el
objeto de la actitud, el proceso es afectivo. Éste
está compuesto por los sentimientos que dicho objeto
despierta. - Cognitivo-conductual: El tercero incluye las
tendencias, disposiciones e intenciones hacia el objeto,
así como las acciones dirigidas hacia él. Y
finalmente es conductual si la evaluación surge de
manera gradual de la implicación conductual de la
persona con el objeto.
A las actitudes a veces se les suele llamar creencias
pues según Manheim (1983) menciona que las creencias son
observaciones de hechos o realidades, no son lo mismo que la
realidad sino que representan la forma en que el individuo mira
la realidad, la descripción de sí mismo, de su
medio ambiente
físico y social, la forma en que percibe su contexto, el
medio dentro del cuál vive y acerca del cual se forma
juicios y valores.
Con respecto a lo anterior, cabe señalar que no
todas las creencias están sujetas a prueba y para ello se
señalará a continuación las dos clases de
creencias.
Pueden existir al menos dos clases de creencias según
menciona Manheim (1983) y son las siguientes:
La primera es una creencia en algo, la segunda una
creencia acerca de algo. La diferencia entre las dos consiste en
que la creencia en algo no se puede comprobar ni impugnar por
observación, por lo menos no brevemente.
Tampoco existe una manera física de medirla, aunque mucha
gente cree que este tipo de creencias existe y esto influye en su
conducta. Por otro lado, las creencias acerca de algo son
constantemente sujetas a pruebas. Cada una de estas creencias
pueden ser comprobadas. Cada creencia de este tipo puede ser
juzgada a través de hechos observables y se pueden evaluar
sus méritos empíricamente por tanto, este tipo de
creencias son las que se evaluarán en el presente
estudio.
Las creencias paternas, que son las que aquí interesan
según Papalia y Olds (1998) tienen origen en la cultura
pues se encontró que un estudio realizado en California
relacionó creencias de los padres sobre crianza,
inteligencia y educación, con el desempeño escolar de sus hijos (Okagaki y
Steinberg, 1993). La identificación de este estudio de
diferencias culturales en las creencias de los padres puede
ayudar a los profesores y a los mismos padres a entender un poco
más a los niños, a desarrollar una forma de vida
diferente a las de ellos y darse cuenta de su propia
situación.
Engel Sofia de Baros Bustamante