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Soy prisionero de mis padres




Enviado por engelsofia01



    1. ¿Qué es el maltrato
      infantil y cómo se manifiesta?
    2. ¿Por qué los padres
      maltratan a sus hijos?
    3. Tipos de maltrato
      infantil.
    4. Causas y Efectos del menor
      maltratado:
    5. Consecuencias del maltrato
      infantil
    6. Causas y consecuencias de
      la Falta de Comunicación?
    7. Responsabilidad de los
      padres.
    8. ¿Qué dice la
      LOPNA y la Constitución para proteger a los niños
      y adolescentes?
    9. A quien acudir para denunciar el
      maltrato familiar?
    10. Como afecta la falta de
      comunicación afecta a la sociedad?
    11. Consecuencias del maltrato
      en la personalidad del individuo

    1) ¿Qué
    es el maltrato
    infantil y cómo se manifiesta?

    Algunos sectores de la sociedad han
    entendido el maltrato infantil como parte del modelo
    familiar de educacióndisciplina. En
    tal orden de ideas, existen quienes argumentan que, en
    términos de un castigo a los hijos "desobedientes", es una
    práctica cultural en nada cuestionable.

    Pero, en las definiciones generales sobre el concepto, se
    olvida con frecuencia que, además del maltrato
    físico, es cada vez mayor la violencia
    intrafamiliar que causa al niño/a un daño
    emocional, psicosocial. Se desatienden también las
    consecuencias en el niño/a del abandono, la negligencia.
    Hoy en día se incluyen el maltrato y el abuso sexual,
    además de las agresiones verbales, como parte de un
    más equilibrado dimensionamiento conceptual del maltrato
    infantil.

    UNICEF entiende a los menores víctimas del
    maltrato y el abandono como aquel segmento de la población conformado por niños,
    niñas y jóvenes hasta los 18 años que
    "sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o
    emocional, sea en el grupo familiar
    o en las instituciones
    sociales". El maltrato puede ser ejecutado por omisión,
    supresión o trasgresión de los derechos individuales y
    colectivos e incluye el abandono completo o parcial.

    ¿Por qué
    los padres maltratan a sus hijos?

    Cuando se percibe a los padres de familia como
    aquellos que deben amar, proteger, orientar y apoyar a sus hijos
    en sus posibilidades de desarrollo y
    potencialidades diversas, resulta difícil entender por
    qué el maltrato infantil cobra tan amplio espacio es las
    estadísticas sociales globales de la
    región.

    Una de las primeras explicaciones sobre el
    fenómeno intentaba atribuir el maltrato infantil a graves
    alteraciones psicológicas en los padres, tales como
    esquizofrenia
    o psicosis
    maniaco-depresiva. Claro está que numerosas investigaciones
    han establecido que estas situaciones abarcan apenas un 10-15% de
    los casos en la región.

    Posteriormente, han sido objeto de innumerables estudios
    los modelos de
    interacción agresor-víctima en el
    núcleo familiar, al lado de modelos socioculturales que
    explican la existencia del maltrato infantil a todo nivel. En
    términos generales, puede anotarse, sin riesgo alguno de
    equivocación estadística o científica, que un
    buen número de padres que maltratan a sus hijos han sido
    maltratados de una u otra forma en su infancia.

    Pero también es importante estudiar el/los
    tipo(s) de familia al interior de los cuales se registran casos
    de maltrato infantil. Influyen, entre otros factores, el
    número de integrantes en la familia y
    la relación marital. Veamos: Por un lado, muchos hijos
    representan, en ocasiones, una carga importante de stress para los
    padres y, también, una relación marital inestable y
    tormentosa porta en sí misma manifestaciones de violencia
    y desencadena, inevitablemente, maltrato infantil. Por ejemplo,
    un padre que maltrata a su esposa e hijos o sólo a la
    esposa y ella a sus hijos.

    Como se había señalado, el entorno
    sociocultural y familiar todavía soporta ideas como que
    los hijos pertenecen a los padres y que ellos pueden decidir
    sobre su destino, bien sea por tradición, creencias
    religiosas, situación económica, etc.

    Es necesario mencionar que la dependencia del
    niño respecto de los adultos en nuestra sociedad,
    constituye por si misma un factor de riesgo. Frente a una
    situación de desequilibrio en el grupo familiar, la
    primera víctima suele ser el niño. También
    resulta importante destacar que los niños no constituyen
    grupos de
    presión social específicos, lo que permite la
    existencia de conductas de abuso por parte de los adultos, sin
    que exista una sanción social efectiva.

    Estas dos características son genéricas
    para la infancia. Sin embargo, el maltrato se da en niños
    y niñas específicas. Algunas de las
    características individuales de los niños que se
    han convertido en blanco del maltrato son las
    siguientes:

    • Embarazo no deseado
    • Niños prematuros
    • Niños con impedimentos físicos o
      psíquicos
    • Niños hiperactivos

    Los distintos modelos señalados dan cuenta
    parcialmente de los factores de riesgo en relación con el
    maltrato infantil. Para comprender el problema en forma global,
    es necesario ubicarse en una perspectiva integradora, en la que
    se asuma que el maltrato es la expresión de un proceso de
    distorsiones en la interacción familiar y no el resultado
    de una conducta aislada
    de uno de sus miembros. El maltrato es "la expresión de
    una disfunción en el sistema
    padres-niño-ambientecultura" (De
    Paúl, 1988)

    Para analizar el problema del maltrato infantil y
    planificar estrategias de
    intervención, es necesario asumir la multiplicidad de
    factores que están actuando en la situación. Hay
    que considerarlos no como una suma de componentes, sino como
    elementos cuya presencia simultánea pueden significar que
    se potencie el riesgo de que exista maltrato.

    2) Tipos de maltrato infantil.

    El maltrato infantil se subdivide en dos grupos:

    1. Pasivo: Comprende el abandono físico, que
      ocurre cuando las necesidades físicas básicas del
      menor no son atendidas por ningún miembro del grupo que
      convive con él. También comprende el abandono
      emocional que consiste en la falta de respuesta a las
      necesidades de contacto físico y caricias y la
      indiferencia frente a los estados anímicos del
      menor.
    2. Activo: Comprende el abuso físico que consiste
      en cualquier acción no accidental por los padres o
      cuidadores que provoquen daño físico o enfermedad
      al menor. La intensidad puede variar desde una contusión
      leve hasta una lesión mortal. También comprende
      el abuso sexual, que consiste en cualquier tipo de contacto
      sexual con un menor por parte de un familiar, tutor o cualquier
      otro adulto. La intensidad del abuso puede ir desde el
      exhibicionismo hasta la violación. El abuso emocional
      también entra en esta categoría de abuso activo y
      se presenta bajo la forma de hostilidad verbal, crónica
      (insultos, burlas, desprecios, críticas, amenazas de
      abandono, etc.) y el bloqueo constante de las iniciativas
      infantiles (puede llegar hasta el encierro o confinamiento) por
      parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.
      Otra forma de maltrato infantil es el caso de los niños
      testigos de violencia, "cuando los niños presencian
      situaciones crónicas de violencia entre sus padres. Los
      estudios comparativos muestran que estos niños presentan
      trastornos muy similares a los que caracterizan a quienes son
      víctimas de abuso (Corsi, 1994).

    Respecto a lo que se refiere a las agresiones
    psíquicas o psicológicas, que están
    dirigidas a dañar la integridad emocional del niño
    comprenden todo tipo de manifestaciones verbales y gestuales,
    así como actitudes que
    los humillan y degradan pero esto no es lo más grave, pues
    las heridas del cuerpo duelen pero tienden a cicatrizar pero las
    heridas del alma
    –que no dejan evidencia física- tardan mucho
    más en sanar si es que sanan antes de que se le acumule
    otra herida más, estas generan sentimientos de
    desvalorización, baja estima e inseguridad
    personal, los
    cuales más tarde pueden manifestarse en violencia
    social.

    Maltrato Físico

    El maltrato físico puede ser definido como
    cualquier trauma, lesión o condición no accidental,
    que cause daño físico a un/a menor. El maltrato
    físico infligido representa a menudo castigo corporal
    severo e irrazonable o castigo injustificado. Esto puede ocurrir,
    por lo general, cuando el/la padre/madre está frustrado/a,
    o con coraje, sacude o le da un fuerte golpe, o empuja
    violentamente al menor. Otras manifestaciones del abuso
    físico son: quemaduras, mordiscos, torcerle las
    extremidades u otras formas de tortura. El daño puede ser
    producto de un
    sólo episodio o de varios episodios.

    En la mayoría de los casos el abuso físico
    no es un mero acto físico contra el/la niño(a). Es
    un patrón de conducta, es el estilo que tiene el/la
    adulto/a para lidiar con el/la menor. Mientras más
    tiempo exista,
    más serios serán los golpes que reciba el
    niño(a) y más difícil será eliminar
    la conducta abusiva.

    Negligencia

    Consiste en faltar a los deberes o dejar de ejercer las
    facultades de proveer adecuadamente el albergue, la alimentación, la
    ropa, la
    educación, la supervisión, atención de salud, no visitar o no
    mantener comunicación frecuente con el/la menor u
    otras necesidades básicas requeridas para el desarrollo de
    las capacidades físicas, intelectuales
    o emocionales de un/a niño/a.

    Maltrato Emocional

    Todos/as nosotros/as somos culpables de haber
    regañado despiadadamente a un/a niño/a, de
    haberlo/a criticado más de la cuenta, pero el maltrato
    emocional es caracterizado por una conducta consecuente y
    crónica.

    Generalmente, hay dos tipos de maltrato emocional. La
    NEGLIGENCIA EMOCIONAL (es un acto de omisión), es
    la carencia crónica de proveer el apoyo y el afecto
    necesario para que el/la menor desarrolle una personalidad
    fuerte y saludable, y el ABUSO EMOCIONAL (acto de
    comisión). Estas son actitudes crónicas, o actos de
    un padre/madre que son detrimentales al desarrollo del
    niño/a.

    EJEMPLOS DE MALTRATO EMOCIONAL

    1. Minimiza al niño/a para que se sienta que no
      puede hacer nada bien.
    2. Critica duramente al niño/a.
    3. Culpa al niño/a por cosas de las cuales
      éste/a no tienen control.
    4. Usa al niño/a como "chivo expiatorio" cuando
      las cosas van mal.
    5. Ridiculiza y avergüenza al
      niño/a.
    6. No muestra
      interés por el/la niño/a, por sus
      actividades o por sus problemas.
    7. Trata al niño/a en forma diferente al resto de
      la familia.
    8. Comete actos raros de tortura o de tormento, como
      encerrar al niño/a en un armario ("closet").

    Abuso Sexual

    El abuso sexual de niños/as no es un
    fenómeno fácil de definir particularmente porque la
    conducta sexual infantil permisible varía con la tolerancia
    cultural, familiar y social. Por tal razón, existen
    diferentes definiciones en diversos lugares. Para nuestro
    propósito, definimos el abuso sexual como la
    utilización de un/a niño/a para el placer o la
    gratificación sexual. Esto incluye desde el
    acariciarlos/as en las partes íntimas hasta la
    penetración. Esta conducta del adulto/a tiene el potencial
    de interferir con el sano desarrollo del niño/a, tanto en
    el aspecto físico, como en el emocional. A menudo, los/as
    niños/as víctimas de abuso sexual experimentan
    sentimientos de culpa y de vergüenza, así como lo que
    le impone la sociedad.

    El diagnóstico de este niño/a es
    difícil ya que no presenta señales
    físicas. Muchas veces el diagnóstico descansa en la
    historia que haga
    el/la niño/a. A pesar de que es difícil de
    evidenciar, es necesario que se intervenga con las familias donde
    se sospecha que existe el abuso sexual. Aunque no sea admitido
    por la familia, es imperativo creer en la historia del
    niño/a. El mero hecho de que el/la niño/a acepte
    que se ha involucrado en una conducta inapropiada para su edad,
    es una señal para una investigación futura. Un/a niño/a
    dispuesto/a a informarle a las autoridades (sea la maestra, el
    policía o el/a Trabajador/a Social) sobre el alegado caso
    de encuentro sexual con un/a adulto/a, es una prueba suficiente
    para que la familia reciba ayuda.

    Explotación

    Ocurre cuando utilizan o permiten que otro/a utilice a
    un/a menor para obligarle a realizar cualquier acto con el fin de
    lucrarse o recibir algún otro beneficio. Incluye, entre
    otras cosas, el utilizar al menor para fotografías,
    películas pornográficas u obscenas, o para la
    prostitución.

    Maltrato Institucional

    Cualquier acto u omisión intencional en que
    alegadamente incurre un/a padre/madre de crianza o un empleado/a
    o funcionario/a de una institución pública o
    privada, hogar de cuido, centro de cuido diurno o
    institución que ofrezca servicios de
    cuido durante un día de (24) horas o parte de éste
    que tenga bajo su control o custodia a un/a menor para su
    tratamiento o detención, que cause daño o ponga en
    riesgo a un/a menor de sufrir daño a su salud e integridad
    física, mental, emocional y/o moral,
    incluyendo pero sin limitarse al abuso sexual, incurren en
    conducta obscena y/o utilización de un/a menor para
    ejecutar conducta obscena, conocido o que se sospeche, o que
    sucede como resultado de la política,
    prácticas y condiciones imperantes en la
    institución de que se trate.

    3) Causas y Efectos del menor
    maltratado:

    El maltrato es una situación que bien puede
    presentarse en todas las clases
    sociales, aunque la parece ser un poco mayor en
    niños que viven bajo condiciones socioeconómicas de
    pobreza. Hasta
    el momento existen diferentes explicaciones sobre este tipo de
    actitudes por parte de los adultos y se ha visto la influencia en
    alguna manera de las situaciones de gran
    estrés,
    que hacen que toda la furia
    de la persona recaiga
    en el niño. Pero además, en muchos de los
    casos, quien comete el abuso tiene antecedentes de haber sufrido
    el mismo tipo de agresión durante su infancia o es una
    persona que tiene muy poca capacidad de controlar sus impulsos.
    Es obvio que por las diferencias de tamaño y fuerza entre
    adultos y niños, estos últimos sufran grandes
    lesiones que pueden incluso causarles la muerte.
    Condiciones como la pobreza, nivel
    educativo bajo, paternidad o maternidad en personas que como tal
    no han consolidado un hogar o que son solteras, el abuso de
    sustancias psicoactivas como las drogas y el
    alcohol y otra
    serie de factores, se han relacionado con estas agresiones,
    aunque siempre hay tener en cuenta que el maltrato infantil, se
    puede dar en todas las clases sociales

    Los niños criados en hogares donde se los
    maltrata suelen mostrar desordenes postraumáticos y
    emocionales. Muchos experimentan sentimientos de escasa autoestima y
    sufren de depresión
    y ansiedad por lo que suelen utilizar el alcohol u otras drogas para
    mitigar su stress
    psicológico, siendo la adicción al llegar la
    adultez, mas frecuente que en la población
    general.

    Los efectos que produce el maltrato infantil, no cesan
    al pasar la niñez, mostrando muchos de ellos dificultades
    para establecer una sana interrelación al llegar a la
    adultez.

    Algunos niños sienten temor de hablar de lo que
    les pasa porque piensan que nadie les creerá. Otras veces
    no se dan cuenta que el maltrato a que son objeto es un comportamiento
    anormal y así aprenden a repetir este "modelo"
    inconscientemente. La falta de un modelo familiar positivo y la
    dificultad en crecer y desarrollarse copiándolo, aumenta
    las dificultades para establecer relaciones "sanas" al llegar a
    adulto. Puede que no vean la verdadera raíz de sus
    problemas emocionales, hasta que al llegar a adultos busquen
    ayuda para solucionarlos.

    Para muchos niños que sufren de maltrato, la
    violencia del abusador se transforma en una forma de vida. Crecen
    pensando y creyendo que la gente que lastima es parte de la vida
    cotidiana; por lo tanto este comportamiento se torna "aceptable"
    y el ciclo del abuso continúa cuando ellos se transforman
    en padres que abusan de sus hijos y estos de los suyos,
    continuando así el ciclo vicioso por
    generaciones.

    4) Consecuencias del maltrato infantil

    El maltrato infantil trae serias consecuencias tanto en
    el individuo como
    en la como en la sociedad en general, pero desgraciadamente
    existen muy pocas investigaciones acerca de este tema y no
    obstante, poco o nada se hace en términos de promoción de la salud mental y de
    la detección y la prevención, tratamiento y
    rehabilitación de los trastornos emocionales.
    Únicamente se atienden las necesidades físicas de
    los menores, así mismo, al agresor tampoco se les da un
    tratamiento y en este caso sería indispensable llevarlo a
    cabo a manera de prevención y de tratamiento más
    sin embargo las autoridades de salud públicas pasan de
    largo sin reconocerlos como individuos bio-psico-sociales. Por
    tanto, la reintegración y adaptación de estas
    personas nuevamente a la sociedad la llevan a cabo solos y, la
    forma en la que lo hacen no siempre es la más
    adecuada.

    Por consecuencias entendemos toda serie de alteraciones
    en el funcionamiento individual, familiar y social de las
    víctimas de maltrato, siendo los aspectos más
    conocidos la reproducción del mismo y las alteraciones
    en el rendimiento académico, en el ajuste psíquico
    individual y en el tipo de relaciones en las que el sujeto
    participa (Friederich y Wheeler, 1982; Lamphear, 1986 citado en
    Pino y Herruzo, 2000).

    Los malos tratos que se llevan a cabo sobre los
    niños pueden provocar daño o consecuencias
    negativas a dos niveles: somático y psicológico
    (Martínez, Roig y De Paúl, 1993; Querol, 1991 cit.
    en Pino y Herruzo, 2000).

    Consecuencias somáticas.

    1. Abandono físico: retraso pondoestatural,
      cronificación de problemas por falta de tratamiento
      físico, vitaminopatías, eritemas de pañal,
      aplanamiento del occipucio, aparición de ciertas
      enfermedades
      prevenibles mediante vacunación y producción de quemaduras y otras lesiones
      por accidentes
      familiares debidas a una falta de
      supervisión.
    2. Maltrato físico: lesiones cutáneas,
      quemaduras, lesiones bucales (que pueden afectar a la
      posición de los dientes), lesiones óseas (que
      pueden afectar el crecimiento y la movilidad articular),
      lesiones internas (traumatismos craneales y oculares) entre las
      que destacan aquellas que producen edemas cerebrales puesto que
      pueden tener secuelas neurológicas.

    En cuanto a las anteriores consecuencias, sin restar
    importancia, no nos compete abordarlas ampliamente, pues la
    mayoría de este tipo de casos caen en manos del
    médico, entonces en este caso, interesa abordar las
    consecuencias psicológicas.
    Según Pino y Herruzo (2000), al hablar de consecuencias
    psicológicas se refieren a la variedad de comportamientos
    que pueden aparecer, sean alterados o como ellos los llaman
    "excesos conductuales" y también los retrasos o
    "déficits" en ciertos repertorios que se esperarían
    en los niños en función de
    sus edades respectivas. Estas consecuencias pueden manifestarse a
    corto, a mediano y largo plazo, es decir, en la infancia,
    adolescencia y
    edad adulta. Las consecuencias que estos autores plantean
    serían las siguientes:

    Consecuencias durante la infancia.

    A corto plazo: Incluye los efectos que estos pueden
    tener sobre el desarrollo físico del niño en el
    periodo comprendido entre los cero y los ocho años de
    edad, esto debido a que, según el autor este es el periodo
    en donde los cambios más rápidos y drásticos
    se producen en el periodo de cero a seis/ocho
    años.

    La principal y secuela que los malos tratos producen en
    el desarrollo de los niños es precisamente su retraso que
    se nota alrededor de la edad de un año, y ya es muy claro
    a los veinticuatro meses.

    Las áreas comportamentales que se encuentran
    más afectadas en este periodo son las
    siguientes:

    1. Área cognitiva: presentan un menor
      desarrollo cognitivo, se muestran más impulsivos,
      menos creativos, más distraibles y su persistencia en
      las tareas de enseñanza aprendizaje
      es menor. Son menos habilidosos resolviendo problemas y
      cuando llegan a la edad escolar muestran peores resultados en
      las pruebas de
      CI y tienen malas ejecuciones académicas. Los
      niños maltratados funcionan cognitivamente por debajo
      del nivel esperado para su edad, ya que sus puntuaciones en
      escalas de desarrollo y tests de inteligencia son menores que en los
      niños no maltratados, sus habilidades de
      resolución de problemas son menores y hay
      déficit de atención que comprometen el
      rendimiento en las tareas académicas.
    2. Área social: Pino y Herruzo (2000) mencionan
      que estos niños, a los 18 y 24 meses sufren un apego
      ansioso y presentan más rabia, frustración y
      conductas agresivas ante las dificultades que los
      niños no maltratados. Entre los 3 y 6 años
      tienen mayores problemas expresando y reconociendo afectos
      que los controles. También expresan más
      emociones
      negativas y no saben animarse unos a otros a vencer las
      dificultades que se presentan en una tarea. Por
      último, presentan patrones distorsionados de
      interacción tanto con sus cuidadores como con sus
      compañeros. Según Gaensbauer et al. (1979;
      1980) citados por Pino y Herruzo (2000) identificaron seis
      patrones distorsionados de comunicación afectiva entre
      los niños maltratados y sus cuidadores: eran
      retraídos o distantes afectivamente, mostraban falta
      de placer o bienestar, eran inconsistentes en la
      interacción, presentaban ambigüedad, frivolidad y
      una comunicación afectiva negativa. Estos niños
      se acercan menos a los cuidadores, evitan más a los
      adultos y a los compañeros y son más agresivos
      con los adultos. También otros autores como
      Hoffman-Plotkin y Twentyman (1984) citados por pino y Herruzo
      (2000), descubrieron que los niños maltratados
      físicamente eran más agresivos que los
      controles y que los que padecían abandono
      interaccionaban menos de lo normal estos mismos autores, pero
      en el año de 1988 indican que los niños
      maltratados han mostrado falta de empatía. Son
      niños que entre 1-3 años de edad no mostraban
      interés por escapar a las situaciones molestas de la
      guardería y cuando lo hacían eran violentos,
      reaccionaban con ataques físicos, cólera o miedo (Main y Georges, 1985)
      citados por Pino y Herruzo (2000), también se ha visto
      que los niños maltratados son menos recíprocos
      en las interacciones con sus iguales y Elmer y Martin (1987)
      citados Pino y Herruzo (2000) mencionan que estas
      dificultades en habilidades de empatía perduran hasta
      la edad adulta.
    3. Área del lenguaje:
      Pino y Herruzo (2000) ha revisado varios estudios al respecto
      y ha encontrado lo siguiente. Beeghly, Carlon y Cicchetti
      (1986) descubrieron que los niños que padecen de
      maltrato físico, a los 30 meses, no se diferencian de
      los niños control en cuanto a lenguaje comprensivo
      pero si en el productivo, en lo que se refiere a sensaciones,
      sentimientos y necesidades y los niños que padecen
      abandono y maltrato físico presentan un déficit
      en la expresión de este tipo de verbalizaciones
      referentes a estados internos. Coster, Gersten, Beeghl y
      Cicchetti (1989) estudiaron la interacción verbal
      madre e hijo en niños de 31 meses. Observaron que los
      niños maltratados físicamente utilizan un
      lenguaje menos complejo sintácticamente, tienen menos
      vocabulario expresivo y conocen menos palabras que los
      normales. Burguess y Conger (1978), observaron que las madres
      de los niños que padecen abandono y maltrato
      físico hablan menos con sus hijos que las controles,
      en los casos de abandono físico las madres dan menos
      recompensas verbales y aprobación a sus hijos, y se
      muestran más propensas a criticarlos. En los casos de
      maltrato físico se ha visto que utilizan menos
      instrucciones verbales para ayudar a sus hijos a superar las
      dificultades normales de su ambiente. Inician menos
      interacciones de juego e
      ignoran más a sus hijos. Estas dificultades de
      lenguaje no desaparecen a lo largo del tiempo, sino que
      perduran hasta la edad escolar. Los niños maltratados,
      tal como lo señala Blager y Mártin (1976), los
      niños maltratados presentan dificultades de
      comunicación y de habilidades de
      expresión.
    4. Área de autonomía funcional. Pino y
      Herruzo (2000) señalan que por un lado, puede haber
      conductas de cuidado personal (aseo, vestido, nutrición, etc.)
      que en condiciones normales deben ser aprendidas en el seno
      familiar y, por otro lado, están las habilidades de la
      vida en comunidad, es
      decir, la capacidad que el sujeto tiene de funcionar de forma
      independiente a sus progenitores o cuidadores y
      señalan que los resultados de Egeland et al. (1981,
      1983) muestran que los niños que padecían
      diferentes formas de maltrato presentaban un apego ansioso,
      en especial los que sufrían abandono emocional. Estos
      niños tendían a ser menos obedientes a sus
      padres y educadores que los controles y presentaban menor
      repertorio de autocontrol. El grupo de abandono físico
      resultó especialmente dependiente del educador para
      aquellas tareas propias de la nutrición que se llevan
      a cabo en el colegio. Sin embargo en cuanto a los
      comportamientos de funcionamiento independiente con respecto
      a los padres en su medio, estos niños llegan a estar
      al nivel o por encima de los controles (Pino, 1995). Esto
      podría ser consecuencia directa del número de
      horas que estos pasan solos, muchas veces en la calle, desde
      edades muy tempranas.
    5. Área Motora. Pino y Herruzo (2000) ha
      encontrado diversas investigaciones al respecto y varias de
      ellas son las siguientes. Esta es el área que se
      encuentra menos afectada (Pino, 1995). En el estudio de
      Egeland et al. (1981, 1983) los niños maltratados se
      mostraron menos hábiles que los controles, en el uso
      de herramientas a los 24 meses de edad. En Pino y
      Herruzo (1993) los niños que padecían abandono
      físico se mostraban más tardíos en
      adquirir la locomoción y se apreciaban también
      déficits en motricidad fina.
    6. Problemas de Conducta. Se refiere a los problemas
      de comportamiento en general (conductas agresivas,
      hiperactivas y disruptivas). Como ya se ha mencionado, los
      problemas de conducta agresiva se presentan principalmente en
      los niños maltratados físicamente. Kazdin,
      Moser, Colbus y Bell (1985) y Allen y Tarnowski (1989)
      citados en Pino y Herruzo (2000) hallaron en estos
      niños más síntomas depresivos (mayor
      externalidad en la atribución de control, más
      baja autoestima y desesperanza en cuanto al futuro). Pino y
      Herruzo (1993) observaron una inusual aparición de
      comportamientos sexuales precoces (frotis, masturbaciones con
      una alta frecuencia, en presencia de otros niños) en
      niños que padecían abandono (Pino y Herruzo,
      2000).

    5) Causas
    y consecuencias de la Falta de
    Comunicación?

    La falta de comunicación con los hijos en estos
    días es la consecuencia de la mayor parte de los problemas
    en los adolescentes,
    sea en drogadicción, embarazos, delincuencia y
    todo los demás problemas que las sociedades hoy
    enfrentan con índices de aumentos diarios.

      Muchas veces los padres creen que porque mandan
    al colegio a sus hijos estos ya tienen una educación. El
    colegio enseña materias. Pero el amor, el
    respeto, los
    principios, el
    amor a la
    familia, el no apoderarse de  lo ajeno, la religión y todo sobre
    la vida, se aprende en el hogar.

    "Cooperación", "comunicación",
    "co-educación" entre escuela y familia
    es lo que se tendría que dar y no se da. Esta falta de
    comunicación entre familia y escuela y esta "actitud
    abandonista de muchos padres" en el momento de asumir
    responsabilidades, hace que los niños y niñas,
    inevitablemente, según algunos de los participantes,
    sufran las consecuencias en forma de depresión,
    comportamientos caprichosos… y, de algún modo, provoca
    el nacimiento de un nuevo tipo de niños: "los niños
    llaveros, los pobrecitos van de pequeños con sus llaves,
    no saben si tienen que ir a casa de sus abuelos o es que va a ir
    la canguro a, etc".

    La culpa, para unos, la tiene la falta de tiempo; para
    otros se trata de "una mala educación" como padres y
    proponen que tendrían que existir "escuelas para padres".
    Algunos, también, apuntan la posibilidad de usar las
    nuevas
    tecnologías como vías para facilitar la
    relación familia- escuela.

    6) Responsabilidad de los padres.

    CUENTO CONTIGO: JUNTOS POR UNA SOCIEDAD SIN
    VIOLENCIA

    (Constitución Bolivariana, LOPNA, Ley sobre
    Violencia contra la Mujer y la
    Familia)

    La violencia se ha convertido en uno de los mayores
    problemas que enfrentamos los venezolanos. Los niños,
    niñas y adolescentes conviven en situaciones de
    agresividad en su medio familiar, comunitario y escolar, En cada
    uno de estos contextos se viven diferentes realidades: abuso
    sexual, maltrato infantil, abuso de autoridad,
    violencia en los medios de
    comunicación, etc. Ante todas estas situaciones que
    atentan contra los derechos de la infancia y adolescencia, la
    sociedad en conjunto tiene una gran responsabilidad en la
    búsqueda de soluciones.

    La violencia se entiende como la presión de
    naturaleza
    física, psicológica y social, ejercida directa o
    indirectamente sobre el ser humano, que altera su normal
    desarrollo tanto individual como colectivo.

    Si tomamos en cuenta a los derechos humanos
    en su sentido integral tales como el derecho a la vida, salud,
    educación, alimentación, vestido, vivienda, a la
    participación, al respeto de la integridad ciudadana, etc,
    contemplados en las Convenciones Internacionales ratificadas por
    el Estado
    venezolano y en la Constitución Nacional, podemos afirmar
    que todo aquello que atente, impida o restrinja esos derechos
    puede ser entendido como violencia.

    En este material les proporcionamos el marco
    jurídico que consagra la protección integral que
    merecen los niños y adolescentes ante las diversas formas
    de violencia, partiendo de lo establecido en la
    Constitución de la República Bolivariana de
    Venezuela
    (CRBV), el articulado contemplado en la Ley Orgánica para
    la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA) y
    la Ley sobre Violencia contra la Mujer y la
    Familia. Es necesario conocer las disposiciones previstas en los
    mencionados instrumentos legales, ya que nos van a permitir
    garantizar el cumplimiento y disfrute efectivo de los derechos de
    los niños(as), adolescentes y de la familia en
    general.

    DERECHOS DE LOS NIÑOS

    La Constitución de la República
    Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece expresamente un
    articulado específico para los niños y
    adolescentes, logro que se alcanzó luego del trabajo
    llevado a cabo por la Asamblea Nacional Constituyente Infantil y
    Juvenil. El mismo expresa en su Artículo 78:

    "Los niños, niñas y adolescentes son
    sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por la
    legislación, órganos y tribunales especializados,
    los cuales respetarán, garantizarán y
    desarrollarán los contenidos de esta Constitución,
    la Ley, la Convención sobre los Derechos del
    Niño y demás tratados
    internacionales que en esta materia haya
    suscrito y ratificado la República. El Estado, las
    familias y la sociedad asegurarán, con prioridad absoluta,
    protección integral, para lo cual se tomará con en
    cuenta su interés superior en las decisiones y acciones que
    le conciernan. El Estado promoverá su incorporación
    progresiva a la ciudadanía activa, y creará un
    sistema rector nacional para la protección integral de los
    niños, niñas y adolescentes".

    1.- VIOLENCIA EN LA FAMILIA

    Esta forma de violencia se encuentra expresamente
    reconocida en el artículo 4 de la Ley sobre la Violencia
    contra la Mujer y la Familia, el mismo señala:

    " Se entiende por violencia la agresión, amenaza
    u ofensa ejercida sobre la mujer u otro integrante de la familia,
    por los cónyuges, concubinos, ex cónyuges, ex
    concubinos o personas que hayan cohabitado, ascendientes,
    descendientes y parientes colaterales, consanguíneos o
    afines, que menoscabe su integridad física,
    psicológica, sexual o patrimonial".

    Las expresiones de violencia se manifiestan sobre
    niños y adolescentes en agresiones físicas,
    descalificaciones verbales, poco reforzamiento y estímulo
    por parte de los padres, escasas expresiones de cariño,
    conversación y orientación, falta de recreación. Frente a esta
    realidad,

    ¿Qué
    dice la LOPNA y la Constitución para proteger a los
    niños y adolescentes?

    "La familia es responsable, de forma prioritaria,
    inmediata e indeclinable, de asegurar a los niños y
    adolescentes el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus
    derechos y garantías. El padre y la madre tienen
    responsabilidades y obligaciones
    comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y
    educación integral de sus hijos". (Art. 5
    LOPNA).

    Protección de la Familia y obligación
    del Estado.

    "El Estado protegerá a las familias como
    asociación natural de la sociedad y como el espacio
    fundamental para el desarrollo integral de las personas. Las
    relaciones familiares se basan en igualdad de
    derechos y deberes, la solidaridad, el
    esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto
    recíproco entre sus integrantes. El Estado
    garantizará protección a la madre, al padre o a
    quienes ejerzan la jefatura de la familia". (Art. 75
    CRBV)

    7) Que debe Hacer en caso de que exista el maltrato
    familiar?

    Recomendaciones para las víctimas de violencia
    intrafamiliar

    1. Recuerde que la violencia
      familiar, de acuerdo a lo contemplado en la ley, se refiere
      a: la agresión, amenaza u ofensa ejercida sobre la mujer
      u otro integrante de la familia, por los cónyuges,
      concubinos, ex-cónyuges, ex-concubinos o persona que
      hayan cohabitado, ascendientes, descendientes y parientes
      colaterales, consanguíneos o afines, que menoscabe la
      integridad física, psicológica, sexual o
      patrimonial.
    2. Una recomendación primordial para la victima
      es que debe denunciar, puesto que existe una serie de casos que
      la victima no se atreve a denunciar por miedo y temor a futuras
      represalias; pero el denunciar es la única forma de
      detener esta conducta que día a día destruye a la
      familia venezolana y deja graves secuelas psicológicas a
      los niños u otros integrantes de estas familias.
      Recuerde: un niño criado en un hogar con violencia
      será un adulto violento.
    3. En caso de que usted sea victima de violencia
      intrafamiliar, resguarde las evidencias
      del caso: armas (blancas
      o de fuego), objetos, grabaciones, fotos,
      etc.
    4. Si es victima de violencia sexual, debe acudir
      inmediatamente a colocar la denuncia, tomando las siguientes
      precauciones: no ducharse ni lavarse; resguardar y colocar en
      una bolsa plástica la ropa intima, sabanas y cualquier
      tipo de evidencia que coadyuve a determinar que efectivamente
      se cometió este delito.
    5. ¿Por qué deben denunciar las
      víctimas? Porque todo hecho de violencia físico,
      psicológico o sexual, hacia la mujer u otro integrante
      de la familia, es también una violación a sus
      derechos humanos; y por lo tanto es un delito. Recuerde que una
      denuncia a tiempo es una alerta temprana.

    La ley también protege a las victimas del
    acoso
    sexual, el cual se genera porque alguien, abusando de una
    situación de superioridad, procura cualquier tipo de
    acercamiento sexual no deseado, tales como:

    • Insinuaciones sexuales y ofensivas.
    • Proposiciones para tener relaciones
      sexuales o permitir acercamientos sexuales
      prometiéndoles recompensas.
    • Relaciones o contactos sexuales bajo la amenaza de
      perjudicar a la victima en sus actividades y aspiraciones,
      tanto laborales como educativas.
    • Invitaciones deshonestas y
      comprometedoras.

    8) A quien acudir
    para denunciar el maltrato familiar?

    La división contra la violencia a la mujer y la
    familia

    Fue creada el 27 de Enero de 1.999, tomando en cuenta la
    puesta en vigencia de La Ley Sobre Violencia a la Mujer y la
    Familia.

    En un principio estuvo al mando de la Com. Odalis
    Caldera, jefe de la División para el momento de
    aperturarse la misma.

    Tiene como finalidad prestar atención y
    orientación a las personas que son víctimas de
    violencia intrafamiliar, aquí tienen la posibilidad de
    recibir asesoría legal, atención psicológica
    y orientación referente a la
    problemática.

    Esta División cuenta con profesionales y personal
    técnico capacitado, que se encargan de evaluar cada caso y
    tomar las medidas necesarias en función de preservar la
    integridad de los agredidos.

    La persona que acude a la División es atendida
    por los funcionarios que se encuentran en oficialía de
    guardia donde les toman nota de sus datos personales.
    Luego, es referida al Asesor Jurídico quien es la persona
    que se encarga de entrevistar a la víctima o la persona
    afectada sobre el motivo de su presencia en la División,
    orientándola y explicándole todo el proceso legal,
    el cual se relaciona con la aplicación de la Ley sobre la
    Violencia contra la Mujer y la Familia, así como cualquier
    otra información que sea necesaria o requerida
    por la persona.
    MISIÓN

    Prevenir, controlar y erradicar la violencia en el seno
    de la familia, a través de las investigaciones practicadas
    según lo pautado en las leyes y
    códigos, y pasar a la fiscalía aquellos casos que deban ser
    presentados ante los tribunales de control

    FUNCIONES

    • Atender a las personas que requieren formular
      denuncia sobre este tipo de delito, y asesorarlas legalmente o
      referirlas a otras instituciones.
    • Aperturar la(s) denuncia(s) correspondiente(s) de
      la(s) persona(s) agraviadas.
    • Realizar todas las diligencias investigativas
      correspondientes, a fin de llevar con total objetividad y
      veracidad los expedientes aperturados en esta
      división.
    • Elaborar informes
      psicológicos y sociológicos.
    • Dictar medidas
      cautelares pertinentes a las personas involucradas en los
      expedientes, de acuerdo a la naturaleza de los hechos, tal como
      lo ordena la ley sobre la violencia contra la mujer y la
      familia, en su articulo nro. 39.

    MARCO LEGAL:

    La división contra la violencia a la mujer y la
    familia funciona bajo el siguiente marco legal:

    • Ley sobre la violencia contra la mujer y la
      familia.
    • Ley orgánica para la protección del
      niño y del adolescente (lopna) artículos 32, 80 y
      86.
    • Constitución de la República
      Bolivariana de Venezuela, artículos desde el 75 hasta el
      80, el 55 y el 60.

    SERVICIOS:

    • Asesoramiento legal.
    • Evaluación psico-social.
    • Atención de las personas afectadas por
      violencia intrafamiliar
    • Referencia a otras instituciones para ayuda
      psicológica y en materia de conflictos
      familiares.

    Dirección:
    Alcabala a Campo Elías, Edificio Paris, Piso 7, La
    Candelaria (Al Lado de la Plaza La Candelaria), Caracas –
    Teléfono: 576.8729

    9) Como afecta
    la falta de comunicación afecta a la
    sociedad?

    La comunicación es tan esencial que el
    mundo sin ella resulta impensable. La probabilidad de
    que la persona pasiva satisfaga sus necesidades o de que sean
    entendidas sus opiniones se encuentra sustancialmente reducida
    debido a la falta de comunicación o a la
    comunicación indirecta o incompleta. La persona que
    actúa así se puede sentir a menudo incomprendida,
    no tomada en cuenta y manipulada. Además, puede sentirse
    molesta respecto al resultado de la situación o volverse
    hostil o irritable hacia las otras personas.

    La falta de comunicación puede afectar a la
    sociedad de manera grave. Los grandes conflictos sociales se
    deben a la falta de comunicación.

    10) Consecuencias del maltrato en la
    personalidad del individuo

    Hay una relación entre el abuso/abandono infantil
    y la presencia de enfermedades mentales o de algún
    síndrome o desorden psicológico específico,
    en la actualidad varios autores admiten que solo entre un 10 y un
    15% de los de los padres abusivos ha sido diagnosticado con un
    síntoma psiquiátrico específico. Estudios
    que se han hecho, indican que los padres abusivos tienen
    dificultades para controlar sus impulsos, presentan una baja
    autoestima, escasa capacidad de empatía, así mismo,
    se ha encontrado que el abuso infantil se relaciona con la
    depresión y con la ansiedad de los padres, entre otras
    características y rasgos de personalidad como el alcoholismo y
    la
    drogadicción.

    Actitudes y creencias hacia el maltrato
    infantil

    Papalia y Olds (1998) señalan que "Los
    niños se ven afectados tanto por lo que sus padres hacen
    como por lo que piensan", es decir por las actitudes y creencias
    de los mismos, según este autor señala que "Podemos
    definir una actitud como una predisposición para responder
    a un estímulo en particular de una manera particular. Una
    actitud representa una mayor probabilidad de que una persona
    reaccione frente a una experiencia o comunicación dadas de
    una forma en particular en vez de hacerlo en otra forma"(Manheim,
    1983).

    La actitud según Morales (1994), tiene tres
    componentes y son los que siguen:

    1. Cognitivo: Consta de las percepciones de la persona
      sobre el objeto de la actitud y de la información que
      posee sobre él.
    2. Afectivo: Si la evaluación surge más bien de
      experiencias intensas, de carácter positivo o negativo, con el
      objeto de la actitud, el proceso es afectivo. Éste
      está compuesto por los sentimientos que dicho objeto
      despierta.
    3. Cognitivo-conductual: El tercero incluye las
      tendencias, disposiciones e intenciones hacia el objeto,
      así como las acciones dirigidas hacia él. Y
      finalmente es conductual si la evaluación surge de
      manera gradual de la implicación conductual de la
      persona con el objeto.

    A las actitudes a veces se les suele llamar creencias
    pues según Manheim (1983) menciona que las creencias son
    observaciones de hechos o realidades, no son lo mismo que la
    realidad sino que representan la forma en que el individuo mira
    la realidad, la descripción de sí mismo, de su
    medio ambiente
    físico y social, la forma en que percibe su contexto, el
    medio dentro del cuál vive y acerca del cual se forma
    juicios y valores.

    Con respecto a lo anterior, cabe señalar que no
    todas las creencias están sujetas a prueba y para ello se
    señalará a continuación las dos clases de
    creencias.
    Pueden existir al menos dos clases de creencias según
    menciona Manheim (1983) y son las siguientes:

    La primera es una creencia en algo, la segunda una
    creencia acerca de algo. La diferencia entre las dos consiste en
    que la creencia en algo no se puede comprobar ni impugnar por
    observación, por lo menos no brevemente.
    Tampoco existe una manera física de medirla, aunque mucha
    gente cree que este tipo de creencias existe y esto influye en su
    conducta. Por otro lado, las creencias acerca de algo son
    constantemente sujetas a pruebas. Cada una de estas creencias
    pueden ser comprobadas. Cada creencia de este tipo puede ser
    juzgada a través de hechos observables y se pueden evaluar
    sus méritos empíricamente por tanto, este tipo de
    creencias son las que se evaluarán en el presente
    estudio.
    Las creencias paternas, que son las que aquí interesan
    según Papalia y Olds (1998) tienen origen en la cultura
    pues se encontró que un estudio realizado en California
    relacionó creencias de los padres sobre crianza,
    inteligencia y educación, con el desempeño escolar de sus hijos (Okagaki y
    Steinberg, 1993). La identificación de este estudio de
    diferencias culturales en las creencias de los padres puede
    ayudar a los profesores y a los mismos padres a entender un poco
    más a los niños, a desarrollar una forma de vida
    diferente a las de ellos y darse cuenta de su propia
    situación.

    Engel Sofia de Baros Bustamante

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