G�nero
y Pol�ticas P�blicas en Chile en
la �ltima d�cada.
Alcances y perspectivas
- Presentaci�n
- La perspectiva de g�nero
en las pol�ticas p�blicas en Am�rica Latina en los �ltimos
a�os - La Equidad de g�nero
en la agenda p�blica de Am�rica Latina - Pol�ticas p�blicas
y g�nero en Chile - A modo de conclusi�n.
Alcances y perspectivas - Bibliograf�a utilizada
El presente ensayo tiene por objeto problematizar y caracterizar
la inclusi�n de la perspectiva de g�nero en las pol�ticas
p�blicas en Chile, contextualiz�ndola en el marco del desarrollo
de la tem�tica en Am�rica Latina en los �ltimos veinte
a�os.
Para ello iniciaremos el recorrido del ensayo con la revisi�n
b�sica de algunos conceptos relacionados con las pol�ticas p�blicas
y la concepci�n de g�nero en la que nos basaremos, continuando
con una problematizaci�n acerca de la situaci�n de la tem�tica
de g�nero en Am�rica Latina y su inclusi�n en la agenda
p�blica de aquellos pa�ses que est�n implementando l�neas
de acci�n en la materia, a fin de contextualizar el desarrollo institucional
estatal de Chile en el concierto latinoamericano.
En este contexto interesa analizar desde dos campos la inclusi�n
de la perspectiva de g�nero en las pol�ticas p�blicas en
Chile. Por un lado analizaremos la manera en como se expresa la pol�tica
p�blica en esta materia a trav�s de una breve descripci�n
del Plan de Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres 2001-2010 y ,
por otro, revisaremos c�mo es que se expresa en los procesos de reforma
del Estado chileno la perspectiva de g�nero en los diversos �mbito
de la gesti�n estatal, revisando el estado de avance del Programa de
Mejoramiento de la Gesti�n impulsado por el Estado chileno desde hace
6 a�os.
Describiremos las principales caracter�sticas de cada
uno de ellos, deteni�ndonos en algunas cifras relacionadas con el estado
de avance del enfoque de g�nero en el PMG en los servicios p�blicos,
para finalmente reflexionar respecto de los alcances y perspectivas del enfoque
de g�nero a partir del contexto ya revisado y su relaci�n con
la descentralizaci�n y participaci�n ciudadana.
I. La perspectiva de g�nero en las
pol�ticas p�blicas en Am�rica Latina en los �ltimos
a�os.
Los procesos de modernizaci�n de la gesti�n estatal
y en particular de las pol�ticas p�blicas se muestra como un terreno
privilegiado para develar las relaciones que el Estado establece con los distintos
actores sociales, pol�ticos y econ�micos, en el marco de sociedades
cada vez m�s complejas y diversificadas y, por ello, se constituye en
un buen indicador del grado de democratizaci�n y modernizaci�n
alcanzados.
En tal sentido las pol�ticas p�blicas son el
resultado del "conjunto de procesos mediante los cuales las demandas sociales
se transforman en opciones pol�ticas y en tema de decisi�n de
las autoridades p�blicas" por lo que no pueden ser consideradas como
meros actos administrativos del poder central sino como productos sociales emanados
de un contexto cultural y econ�mico determinado, insertas en una estructura
de poder y en un proyecto pol�tico espec�fico.
Si bien los grupos y clases sociales pueden identificar los
problemas que los aquejan y las soluciones posibles, con ello no basta para
sean considerados objeto de acci�n estatal, se requiere de un largo proceso,
atravesado por las concepciones y valores imperantes sobre la tem�tica,
determinado en gran parte por las tensiones entre m�ltiples actores con
prioridades diferentes y en el que interact�an los escenarios local,
regional e internacional, incluyendo en dichos escenarios la actuaci�n
de los organismos internacionales y los instrumentos y mecanismos normativos
y t�cnicos por ellos promocionados.
La incorporaci�n de la perspectiva de g�nero
a la agenda p�blica es un ejemplo de este proceso, es decir del desarrollo
del movimiento de mujeres en los �ltimos veinte a�os por un lado,
as� como del tipo y calidad del conocimiento que se ha producido sobre
las relaciones de g�nero y del consenso internacional en torno a la necesidad
de una mayor equidad y sustentabilidad de los procesos de desarrollo, por otro.
Lo anterior se ha traducido a su vez en la incorporaci�n
de la igualdad de g�nero como un tema tan importante como lo constituyen
los temas medioambientales o las estrategias de superaci�n de la pobreza,
as� como las pol�ticas asociadas al mejoramiento de la calidad
de vida, por mencionar algunas.
Paralelamente, la inclusi�n y abordaje de la equidad
de g�nero han estado enmarcados y condicionados por la evoluci�n
de las tendencias globales y regionales respecto al paradigma de desarrollo
econ�mico y social, al papel y aporte femenino a dicho desarrollo, a
los avances en materia de derechos de las mujeres, al propio concepto de g�nero
y, por supuesto, al proyecto pol�tico de cada pa�s.
En tal sentido para Sara Silveira " en la regi�n (Am�rica
Latina), el modelo de crecimiento de los a�os 50 se caracteriz�
por un enfoque asistencialista para abordar los problemas de las mujeres, basado
en la priorizaci�n de su rol reproductivo. A fines de los 60 y principios
de los 70, el fracaso de las pol�ticas de modernizaci�n trajo
aparejado un mayor reconocimiento del rezago social de las mujeres, se comenzaron
a revisar las relaciones al interior del hogar y t�midamente el aporte
de las mujeres al desarrollo, se asiste al enfoque desarrollista y es el comienzo
de las acciones correctivas para superar las brechas que separaban a hombres
y mujeres que, mayoritariamente, tambi�n terminaron adoptando una perspectiva
de corte social. A principio de los 80, adquieren relevancia los enfoques de
"eficiencia", por un lado, y de "empoderamiento y autonom�a", por otro.
Los 90 agregan el fen�meno de la globalizaci�n que ha gestado
nuevas oportunidades y nuevas vulnerabilidades".
Para esta misma autora las pol�ticas p�blicas,
en cuanto expresi�n de este camino, han ido evolucionando desde un enfoque
que hac�a hincapi� en las necesidades, especialmente de las mujeres
pobres, hacia el criterio de un desarrollo para todos desde la perspectiva de
los derechos humanos y, por ende, las mujeres han dejado de ser beneficiarias
pasivas de las pol�ticas de desarrollo para ser reconocidas como participantes
activas con derecho a acceder en condiciones de igualdad a sus beneficios.
Tambi�n los intereses de los distintos grupos sociales
y el tipo y definici�n de Estado, marcan diferencias con respecto al
tipo de pol�tica que se persigue. El Estado reproduce el sistema de discriminaci�n
y de generaci�n de desigualdades a trav�s del sistema educativo,
del ordenamiento jur�dico, de los mensajes que emite a la sociedad como
empleador, de las normas que elabora para regular el mercado, etc. As�,
no s�lo el proyecto educativo vigente no ha incentivado la autonom�a,
la seguridad en s� mismas, el desarrollo de las capacidades de logro,
de empoderamiento y de toma de decisiones de las ni�as y mujeres sino
que las pol�ticas salariales o sobre trabajo no remunerado, las de seguridad
social, salud, etc. han afectado la relaci�n entre los g�neros
y, especialmente, la vinculaci�n de las mujeres al mercado de trabajo,
cristalizando la discriminaci�n y segmentaci�n.
Lo anterior indica una interdependencia entre las pol�ticas
p�blicas y las relaciones de g�nero imperantes as� como
la necesidad de incidir activamente en la definici�n de ambas dado que
no es posible concebir unas sin las otras: el Estado y sus pol�ticas
contribuyen a configurar las relaciones de g�nero al interior de la sociedad
al mismo tiempo que las relaciones de g�nero lo hacen con el tipo de
Estado.
De tal modo que para que las pol�ticas p�blicas
incluyan efectivamente una perspectiva de g�nero se requiere de una voluntad
expl�cita de parte de las autoridades de promover una redistribuci�n
entre los g�neros en t�rminos de asignaci�n de recursos,
derechos civiles, participaci�n, posiciones de poder y autoridad y valoraci�n
del trabajo de hombres y mujeres, lo que nos lleva a la discusi�n respecto
de la inclusi�n de la perspectiva de g�nero en la agenda p�blica
de los Estados en Am�rica Latina.
II. La Equidad de g�nero en la agenda p�blica
de Am�rica Latina
Para Sara Silveira la agenda de la equidad de g�nero
en la regi�n, en la segunda mitad del siglo XX, ha registrado importantes
avances lo que no ha implicado la eliminaci�n o superaci�n de
las desigualdades de g�nero, con independencia del proyecto pa�s
o del modelo de Estado predominante y tampoco "se logr� construir la
equidad de g�nero como una dimensi�n impostergable de la equidad
social y como tema de pol�tica y responsabilidad gubernamental"
Uno de los principales logros fue la visibilizaci�n
de las principales demandas de las mujeres junto con la necesidad de una institucionalidad
estatal responsable de atenderlas. Como respuesta a la Primera Conferencia Mundial
del A�o Internacional de la Mujer (M�xico, 1976) se crearon los
primeros mecanismos gubernamentales y en la actualidad, casi todos los pa�ses
tienen un organismo �con diferencias de rango, presupuesto y consideraci�n-
a cargo de las pol�ticas y programas para las mujeres, encargado de coordinar
con el resto de los sectores la inclusi�n en el dise�o de las
pol�ticas p�blicas de las demandas, necesidades y potencialidades
de las mujeres y, eventualmente, la implementaci�n de programas espec�ficos.
En el Cono Sur se cuenta con :
- Argentina: el Consejo Nacional de la Mujer (CNM), dependiente de la Presidencia
y el Consejo Federal de la Mujer - Brasil: el Conselho Nacional dos Direitos da Mulher (CNDM)
- Chile: el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), cuya Directora tiene rango
de Ministra de Estado - Paraguay: la Secretar�a de la Mujer, dependiente de la Presidencia
y cuya directora tiene rango de Ministra. - Uruguay: el Instituto Nacional de la Familia y de la Mujer, en el �mbito
del Ministerio de Educaci�n y Cultura y sin presupuesto propio.
Igualmente todos los pa�ses han ratificado la Convenci�n
sobre la Eliminaci�n de todas las formas de discriminaci�n contra
la Mujer (CEDAW) – que recoge toda la normativa precedente respecto a los derechos
de las mujeres, han producido importantes reformas legales para eliminar diversas
manifestaciones de la discriminaci�n y han suscrito los Convenios Internacionales
del Trabajo de la OIT Nro. 100 sobre Igualdad de Remuneraci�n, que establece
la igualdad de remuneraci�n entre hombres y mujeres por un trabajo de
igual valor y el Nro. 111 sobre Discriminaci�n en el empleo y la ocupaci�n,
en el que se promueve la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el
plano laboral y engloba la discriminaci�n basada en motivos distintos
del sexo.
Por �ltimo, en la Cumbre de las Am�ricas (Santiago,
1998), se reiter� el compromiso de reconocer y valorizar el papel de
la mujer en la sociedad, se ratificaron los compromisos asumidos en la Cuarta
Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer (Beijing,1995) y se acord�
fortalecer mecanismos nacionales as� como redes regionales y subregionales
para la promoci�n de la igualdad jur�dica y de oportunidades entre
hombres y mujeres y proporcionarles los recursos financieros necesarios.
Las principales manifestaciones de estos avances han sido los
planes de Igualdad de Oportunidades, los planes de acci�n y los planes
nacionales para las mujeres, donde destacan los siguientes pa�ses del
Cono Sur :
Argentina: el Plan Federal de la Mujer responsable
de desarrollar un Sistema Nacional de Informaci�n Mujer, las capacidades
pol�ticas, t�cnicas y operativas para el dise�o, formulaci�n,
seguimiento y evaluaci�n de las pol�ticas p�blicas de igualdad
y de proveer equipamiento, capacitaci�n y asistencia t�cnica a
las estructuras que promuevan la equidad de g�nero.
Brasil: el CNDM elabor� el documento "Estrat�gias
de Igualdad" con propuestas de pol�ticas p�blicas que
en sinton�a con el Programa Nacional dos Direitos Humanos (PNDH) del
gobierno federal, sirven como l�neas de acci�n y actividades para
implementar la Plataforma de Acci�n de Beijing y otras convenciones adoptadas.
Chile: el SERNAM coordina las iniciativas tendientes a la
implementaci�n del Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres
y Hombres desde 1994 a la fecha y que un programa de difusi�n
de los derechos de las mujeres a trav�s de los Centros de Informaci�n
(CIDEM).
No obstante lo anterior para muchas autoras relacionadas con
la tem�tica, la participaci�n de las mujeres en la adopci�n
de decisiones econ�micas y pol�ticas sigue siendo muy baja, determinando
en gran medida las posibilidades de participaci�n ciudadana en la formulaci�n,
ejecuci�n y monitoreo de pol�ticas y programas p�blicos,
las que a pesar de las limitancias muestran avances importantes desde una perspectiva
hist�rica de los �ltimos 20 a�os.
Sin embargo, estos avances en cuanto tendencias regionales
no pueden esconder las significativas deficiencias en materia de institucionalizaci�n
y efectividad que se han registrado entre los pa�ses, los que muestran
brechas significativas que se expresan en caso como los del SERNAM de Chile,
con la m�s integral y s�lida actuaci�n contrastando con
el Instituto de la Mujer y la Familia de Uruguay que incluso carece de presupuesto
propio.
Las principales debilidades a se�alar refieren a la
fragilidad institucional de los organismos para la promoci�n de la mujer
al interior del aparato estatal, su escasa capacidad de coordinaci�n
y de incorporaci�n de la dimensi�n de g�nero en los programas
de los distintos Ministerios, la discontinuidad de los equipos t�cnicos,
el escaso presupuesto, los conflictos de la gesti�n p�blica y
ante todo, las resistencias de car�cter ideol�gico que se traducen,
sustancialmente en manifestaciones indirectas de la discriminaci�n y
la exclusi�n y que han socavado la sustentabilidad de las acciones.
Al finalizar este siglo, la persistente exclusi�n femenina
de los espacios econ�micos y pol�ticos no ofrece dudas que "tener
derechos" implica la garant�a y la oportunidad de ejercerlos sin que
se visualicen como privilegios. "El desaf�o actual consiste en cerrar
la brecha entre compromisos expresadas y instituciones "modernizadas", entre
el marco legal y la pr�ctica social, exigiendo el cumplimiento de lo
dispuesto en los acuerdos internacionales y nacionales" .
Por ello , tanto los grandes objetivos de equidad, desarrollo
sostenible y humano como el logro de una participaci�n en igualdad de
oportunidades en el mundo del trabajo, en la actualidad pasan por continuar
y profundizar la atenci�n y promoci�n particular de la participaci�n
activa de las mujeres en los �mbitos de toma de decisi�n y acci�n
pol�tica.
III. Pol�ticas p�blicas
y g�nero en Chile.
3.1. La situaci�n de g�nero en Chile. Una breve
revisi�n.
Las transformaciones vividas por mujeres y familias en las
�ltimas d�cadas del Siglo XX, muestran cambios culturales, sociales
y productivos en el que el rol de la mujer comienza tener un reconocimiento
social por parte de diversos actores sociales y pol�ticos as�
como de la opini�n p�blica y medios de comunicaci�n en
general.
No obstante lo anterior se constatan ciertos d�ficit
y desigualdades en la relaci�n de g�nero en diversos �mbitos
de la vida social y econ�mica del pa�s. En tal sentido, si bien
las mujeres superan en educaci�n a los hombres, a�n no logran
ampliar y diversificar sus oportunidades laborales y las trabajadoras siguen
ganando menos que los hombres .
Por otro lado, a�n cuando la diferencia de ingresos
y participaci�n en el trabajo entre hombres y mujeres ha disminuido,
se acent�a la diferencia de oportunidades laborales entre mujeres seg�n
nivel socioecon�mico: los estratos medios y altos participan en un 47%
respecto al 27,3% de participaci�n de mujeres pobres.
En el plano de la salud y de la previsi�n social las
mujeres experimentan mayores dificultades para acceder a los sistemas vigentes.
Si bien el ingreso al trabajo remunerado ha contribuido a sacar
a muchos hogares de la pobreza, no constituye cambios sustantivos en las relaciones
parentales al interior de la familia ni posici�n de la mujer en la familia,
a ello si agregamos la violencia intrafamiliar podemos constatar que a�n
faltan cambios significativos en este campo.
Donde se manifiesta con mayor elocuencia la brecha de g�nero
es en los procesos de toma de decisiones , particularmente en el �rea
pol�tica y econ�mica , donde la participaci�n de la mujer
es extremadamente baja, limitando tanto el desarrollo integral de las mujeres,
as� como la construcci�n de democracia.
En este sentido, para el SERNAM, la b�squeda de la equidad
de g�nero no s�lo es una expectativa sino un elemento constitutivo
de las pol�ticas p�blicas y m�s a�n del ejercicio
democr�tico. En este marco la equidad de g�nero es entendida como
la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres que permita garantizar
a ambos sexos el acceso equitativo a beneficios y recursos que ofrece el desarrollo,
la igualdad de derechos, la construcci�n de una cultura de la igualdad
en la convivencia social, la participaci�n social y pol�tica equitativa.
Para ello el Estado desde la d�cada de los �90 ha venido
impulsando el Plan de Igualdad de Oportunidades, incorporando por medio de �ste
la igualdad de oportunidades en el conjunto de pol�ticas gubernamentales,
considerando los problemas de las mujeres como parte integrante de la agenda
social del gobierno.
3.2. Las pol�ticas p�blicas en el contexto de
la situaci�n de g�nero en Chile en la �ltima d�cada.
3.2.1. El Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y
hombres. Lineamientos Generales 2000-2010 Principales Estrategias.
El antecedente a este plan fue el desarrollado en el per�odo
94-99, el cual contempl� dentro de las principales l�neas estrat�gicas
el desarrollo de estudios de medici�n de la magnitud de los problemas
de g�nero; el dise�o y coordinaci�n de programas sociales
de alto impacto dirigido a mujeres vulnerables; la coordinaci�n intersectorial
(interministerial) que requiri� la transversalidad del enfoque de g�nero
y la adecuaci�n de las prioridades del Plan a la realidad de las regiones
y comunas de nuestro pa�s.
Este primer plan contribuy� a elevar el nivel de conciencia
sobre las desigualdades de g�nero y logr� poner el tema en la
agenda gubernamental y en la opini�n p�blica, recogiendo las demandas
que muchas organizaciones sociales y pol�ticas de mujeres ven�an
planteando desde la d�cada de los 80.
En este contexto se elabora el plan 2000- 2010 basado en 5
campos estrat�gicos, los que a su vez definen los objetivos estrat�gicos
en cada uno de ellos, a saber:
- Promoci�n de una cultura de la igualdad.
Este campo cuenta con cinco objetivos orientados a promover
cambios en la familia, en la educaci�n, en la producci�n y acumulaci�n
de conocimientos, en los medios de comunicaci�n y en la opini�n
p�blica, que permitan avanzar en la construcci�n de una cultura
m�s abierta a las nuevas ideas y a la igualdad de oportunidades entre
hombres y mujeres.
Los objetivos en este �mbito dicen relaci�n con:
- Contar con una opini�n p�blica cr�tica frente a la
discriminaci�n de g�nero. - Eliminar los estereotipos sexistas y fomentar im�genes positivas
de las mujeres en los medios de comunicaci�n - Incorporar contenidos y pr�cticas en el sistema educacional tendientes
a propiciar actitudes y valores favorables a la equidad de g�nero. - Fomentar actitudes y pr�cticas en la producci�n de conocimientos,
la creaci�n art�stica y el desarrollo tecnol�gico que
tomen en cuenta las diferencias de g�nero.
- Promoci�n de los derechos de las mujeres y garantizar su pleno ejercicio.
En este �mbito se pretende el desarrollo de objetivos
orientados a elevar el conocimiento y la conciencia de los derechos de las mujeres
y a acortar las distancias entre las normas jur�dicas y su aplicaci�n.
Destacan objetivos tales como:
- Fomentar el conocimiento de los derechos de las mujeres teniendo en cuenta
su ciclo de vida - y las caracter�sticas sociales, culturales y �tnicas.
- Generar y mejorar instancias y mecanismos que resguarden el acceso a la
justicia y el - ejercicio de los derechos de las mujeres.
- Adecuar la normativa a la Constituci�n y convenios Internacionales
suscritos por Chile - garantizando el ejercicio igualitario de derechos entre hombres y mujeres
- Asegurar el derecho a la integridad f�sica, sicol�gica y sexual
de las mujeres y ni�as. - Difundir y cautelar el derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
iii. Participaci�n en las estructuras de poder y en
la adopci�n de decisiones.
Los objetivos en este �mbito apuntan a fomentar la participaci�n
de mujeres , apoyar sus organizaciones y fomentar su liderazgo para que la democracia
pueda nutrirse del aporte, en igualdad de condiciones de mujeres y hombres compartiendo
la toma de decisiones y ejerciendo el control ciudadano.
Destacan en este �mbito objetivos tales como:
- Desarrollar estrategias para fomentar la participaci�n de las mujeres
en la toma de decisiones. - Estimular la creaci�n y fortalecimiento de la asociatividad y redes
de mujeres - Fortalecer el liderazgo de las mujeres para facilitar su reconocimiento
como sujetos sociales y fortalecerlas en el ejercicio de sus derechos.
- Autonom�a econ�mica de las mujeres y superaci�n de
la pobreza.
Este componente est� orientado a eliminar los obst�culos
y pr�cticas discriminatorias que operan en el acceso al mercado laboral
y los recursos productivos, mejorar el acceso a �ste y estimular el desarrollo
laboral de las mujeres, mejorar la representaci�n de las organizaciones
econ�micas, sociales y gremiales, estimular la capacidad de emprendimiento
y superar la pobreza.
- Dar a conocer la situaci�n de las mujeres en el �mbito de
la econom�a y del mercado del trabajo. - Eliminar los obst�culos que impiden el acceso de las mujeres a los
recursos econ�micos en igualdad de condiciones con los hombres. - Garantizar en la legislaci�n y estimular pr�cticas que aseguren
el ejercicio de los derechos de las mujeres en el empleo, reconociendo las
necesidades que surgen de los cambios en el sistema productivo y en la organizaci�n
del trabajo. - Mejorar el acceso al mercado de trabajo y estimular al desarrollo laboral
de las mujeres , especialmente de las mujeres de escasos recursos. - Mejorar la representaci�n de mujeres en las organizaciones sindicales
y gremiales, en las instancias tripartitas, en los foros de debate econ�mico
y laboral y en los distintos �mbitos de toma de decisiones. - Estimular la capacidad de las mujeres para el emprendimiento econ�mico.
- Disminuir los niveles de pobreza de las mujeres.
- Bienestar en la vida cotidiana y calidad de vida.
En este �mbito los objetivos se orientan en torno a
la adaptaci�n de la legislaci�n a la realidad actual de la familia,
por un lado y a la promoci�n de un reparto m�s equitativo de las
responsabilidades dom�sticas y familiares , as� como del acceso
a espacios de desarrollo cultural y recreativo, por otro. Los restantes objetivos
est�n centrados en mejorar la calidad de los servicios p�blicos
y promover la participaci�n ciudadana en la marcha y evaluaci�n
de los servicios y en el cuidado del medio ambiente.
Los objetivos que se esperan logra en este �mbito dicen
relaci�n con
- Adaptar la legislaci�n a la realidad actual y asegurar la igualdad
de derechos a todos los tipos de familias. - Promover responsabilidades familiares compartidas entre mujeres y hombres.
- Propiciar el acceso de las mujeres a espacios que fomenten el bienestar
individual y social. - Prevenir la violencia contra las mujeres y entregar servicios para el apoyo
a las v�ctimas. - Mejorar el acceso de las mujeres a servicios de buena calidad en salud.
- Mejorar el acceso y la calidad de la educaci�n para las mujeres ,
en los distintos niveles y modalidades. - Promover y desarrollar iniciativas tendientes al cuidado del medio ambiente
y al derecho de las mujeres y sus familias a un desarrollo sustentable.
vi. Enfoque de g�nero en las pol�ticas p�blicas
El �mbito est� organizado en torno a tres objetivos
orientados a continuar con el proceso de legitimaci�n e institucionalizaci�n
de la equidad g�nero en las pol�ticas p�blicas, considerar
las caracter�sticas espec�ficas de las realidades regionales y
locales, y asegurar la participaci�n ciudadana en el dise�o, puesta
en marcha y
evaluaci�n de pol�ticas, en particular de los
planes de igualdad de oportunidades.
- Consolidar el proceso de legitimaci�n e institucionalizaci�n
del enfoque de g�nero en las pol�ticas p�blicas. - Fortalecer la coordinaci�n intersectorial para abordar problemas
espec�ficos derivados de las desigualdades entre mujeres y hombres,
cautelando la integralidad del enfoque. - Promover la adopci�n del enfoque de g�nero en los niveles
regional y local, as� como en las relaciones internacionales. - Favorecer la participaci�n ciudadana de las mujeres en el proceso
de elaboraci�n de pol�ticas p�blicas. - Realizar evaluaci�n y seguimiento del segundo Plan de Igualdad de
Oportunidades entre Mujeres y Hombres con la participaci�n de las mujeres
organizadas y la sociedad civil.
Para los prop�sitos del ensayo analizar el estado de
avance del plan desde la inclusi�n del enfoque de g�nero en los
servicios p�blicos por medio del PMG 2002 nos parece indicador clave
de la inclusi�n transversal del tema en la agenda p�blica nacional,
no obstante el desarrollo y ejecuci�n propia del plan que realiza el
SENAM directamente por medio de convenios y programas nacionales espec�ficos
en materia de igualdad entre hombres y mujeres.
Por lo tanto m�s que problematizar respecto al estado
de avance de la implementaci�n del plan mismo , tema que no es el central
para este ensayo, nos interesa analizar el estado de avance de estos objetivos
por medio del estado de avance en el PMG 2002 y que a continuaci�n exponemos.
3.2.2. La inclusi�n de la perspectiva de g�nero
en el PMG.
La inclusi�n del enfoque de g�nero en el PMG
es un claro ejemplo de inclusi�n de la perspectiva de g�nero
en la pol�tica p�blica chilena en los �ltimos a�os.
Los programas de mejoramiento de la gesti�n (PMG) en
los servicios p�blicos tienen su origen en el a�o 1998 con la
implementaci�n de la ley N� 19.553, asociando el cumplimiento de objetivos
de gesti�n a un incentivo monetario para los funcionarios p�blicos.
A su vez los programas de mejoramiento de la gesti�n
se enmarcan en un conjunto de �reas comunes para todas las instituciones
del sector p�blico, denominado programa Marco, el cual incluye sistemas
de gesti�n en las �reas de recursos humanos, calidad de atenci�n
de usuarios, planificaci�n y control de gesti�n, auditor�a
interna, desconcentraci�n, administraci�n financiera contable
y el enfoque de g�nero. Para cada una de estas �reas corresponden
determinados sistemas, objetivos, metas y etapas de implementaci�n.
En tal sentido para el caso del enfoque de g�nero se
cuenta como antecedente con el plan de igualdad e oportunidades del SERNAM,
el instructivo presidencial N� 015 del a�o 200, que crea el consejo de
Ministros por la igualdad de oportunidades, el anexo SEBI 2002 MIDEPLAN y los
proyectos concursables del Fondo de la DIPRES 2002.
La inclusi�n del enfoque en el plan de mejoramiento
se traduce en incorporar en los productos que entrega cada instituci�n
una perspectiva de enfoque de g�nero, a trav�s del desarrollo
de etapas diferenciadas y progresivas que consideran los siguientes pasos
b�sicos:
1.Elaboraci�n de un diagn�stico de los productos
entregados a sus clientes usuarios o beneficiarios desde la perspectiva de g�nero
y presenta informe al SERNAM para su validaci�n.
2. De acuerdo al diagn�stico, el servicio elabora el
plan para incorporar la perspectiva de g�nero en la entrega de sus productos,
aprobado por el jefe de servicio y presenta un informe al SERNAM para su validaci�n,
para luego elaborar un programa de trabajo que asegure la implementaci�n
del plan.
3. El servicio implementa el programa de trabajo que incorpora
el enfoque de g�nero en la entrega de sus productos, as� como
cuando corresponda lo har� en aquellas nuevas iniciativas que el servicio
ofrezca, implementando un servicio de registro de informaci�n de sus
clientes, beneficiarios o usuarios por sexo, as� como de seguimiento
de la implementaci�n del programa mismo.
4. Finalmente el servicio elabora un informe de los resultados
y recomendaciones de la implementaci�n efectuada seg�n lo establecido
en el programa de trabajo de la etapa anterior y el programa de seguimiento
y lo presenta al SERNAM para su validaci�n.
Los resultados de la implementaci�n del PMG en la perspectiva
del enfoque de g�nero correspondientes al a�o 2002 se�alan
que el 95% de los servicios estatales desconcentrados y no desconcentrados implementaba
el sistema enfoque de g�nero en sus l�neas de intervenci�n,
presentando un porcentaje de cumplimiento de los objetivos planteados del orden
del 98%.
No obstante lo anterior el estado de avance de la implementaci�n
del sistema y �rea enfoque de g�nero presenta s�lo un 27%
de avance, seg�n el n�mero total de etapas de implementaci�n,
constituyendo el �rea menos desarrollada respecto de las restantes planteadas
en el PMG para el 2002 , ver cuadro 1.
CUADRO 1
Porcentaje de avance de las �reas contempladas,seg�n
N� de etapas cumplidas
respecto al n�mero total por �reas.
AREAS | AVANCE SEG�N ETAPAS |
RECURSOS HUMANOS | 77% |
CALIDAD ATENCION USUARIOS | 48% |
PLANIFICACION CONTROL GESTION TERRITORIAL | 71% |
ADMINISTRACION FINANCIERA | 59% |
ENFOQUE DE GENERO | 27% |
Fuente: DIPRES Divisi�n de Control y Gesti�n. Chile A�o 2003.
En cuanto al a�o 2003 los compromisos de los servicios por etapas en relaci�n al enfoque de equidad de g�nero muestran un desarrollo diferenciado y concentrado en la segunda etapa contemplada para el sistema antes mencionado, tanto para los servicios desconcentrados como desconcentrados. Ver cuadro 2.
CUADRO 2
Porcentaje de servicios que comprometen etapas del sistema enfoque de g�nero en su PMG 2003
Tipo de servicio | Etapa 1 | Etapa 2 | Etapa 3 | Etapa 4 | N� de servicios |
No Desconcentrados | 1.3 | 77.9 | 18.2 | 2.6 | 77 |
Desconcentrados | 0.0 | 100.0 | 0.0 | 0.0 | 89 |
Total servicios | 0.6 | 89.8 | 8.4 | 1.2 | 166 |
Fuente: DIPRES Divisi�n de Control y Gesti�n
Chile. A�o 2003.
Lo anterior viene a indicar que en relaci�n a los esperado
y al desarrollo de otras �reas y sistemas, la perspectiva de g�nero
en los servicios presenta un lento desarrollo, concentr�ndose a�n
en la etapa de elaboraci�n de planes y programa de trabajo, evidenci�ndose
necesidades y desaf�os para el desarrollo de las etapas 3 y 4.
IV. A modo de conclusi�n. Alcances
y perspectivas.
Si bien la situaci�n de la perspectiva de g�nero
en la regi�n muestra algunos avances significativos desde el punto de
vista de la instalaci�n en la agenda p�blica y en la estructuraci�n
a trav�s de planes y programas sociales y productivos integrales, se
evidencian algunos d�ficit y necesidades a�n no cubiertas que
dicen relaci�n con aspectos m�s estructurales anidados en el �mbito
productivo y sobre todo de la cultura.
En tal sentido atentan contra el desarrollo de una perspectiva
de g�nero equitativa, la centralizaci�n y burocratizaci�n
de las pol�ticas sociales, el predominio de relaciones econ�micas
y sociales basadas en la exclusi�n y explotaci�n, el predominio
de una cultura sexista y discriminatoria y el desarrollo desigual en la constituci�n
de ciudadan�a y por ende de democracia social y pol�tica para
la mayor�a de los hombres y mujeres de la regi�n y de nuestro
pa�s.
En tal sentido enfrentar estas dificultades o condicionantes
pasa no s�lo por la transversalizaci�n de la perspectiva de g�nero
en las pol�ticas p�blicas solamente sino que adem�s implica
el desarrollo de procesos de descentralizaci�n de dichas pol�ticas
que permitan generar espacios de inclusi�n de aquellos sectores , grupos
o sujetos sociales , entre ellos el movimiento de mujeres, que pugnan por mayor
espacios de participaci�n y control en los procesos de definici�n
, ejecuci�n y evaluaci�n de las pol�ticas sociales y en
particular aquellas relacionadas con la perspectiva de g�nero.
Por otro lado est� el desaf�o que persiguen los
planes y programas de largo aliento tendientes a generar cambios culturales
en las relaciones de g�nero que involucran no s�lo aspectos relacionados
con la inversi�n p�blica sino adem�s con el desarrollo
de pol�ticas laborales y sindicales articuladas en pos de proyectos pol�ticos
igualitarios que vayan pautando o liderando dichos cambios, los cuales necesariamente
deben acompa�arse de inciativas que promuevan actitudes y acciones que
disminuyan la discriminaci�n a�n existente en pa�ses como
los nuestros.
La revisi�n del plan de igualdad de oportunidades en
nuestro pa�s si bien muestra un reciente avance en estas materias muestra
la magnitud y los tiempos necesarios que se requieren para el logro de cambios
reales en la relaci�n de g�nero. Tras pr�cticamente 10
a�os de implementaci�n de este tipo de iniciativas la incorporaci�n
de la perspectiva de g�nero en la agenda p�blica a�n es
incierta, lo que lejos de alarmar debe constituir un elemento de an�lisis
respecto a donde debe estar situada la responsabilidad en la generaci�n
de los cambios.
Los cambios que ha experimentado el Estado en su relaci�n
con la sociedad civil en los �ltimos veinte a�os nos muestra una
tendencia de la cual la perspectiva de g�nero no puede abstraerse y es
que los cambios o transformaciones que se puedan generar en pos de la construcci�n
de una cultura de la igualdad pasa por asumir la constituci�n de ciudadan�a
o mejor dicho por la constituci�n de sujetos capaces no s�lo de
demandar derechos al estado sino fundamentalmente ejercer la toma de decisiones
y control ciudadano en torno a las pol�ticas p�blicas.
Lo anterior m�s que constituir una demanda implica entender
que el desarrollo de la pol�tica p�blica moderna debe incorporar
como estrategia de inclusi�n a la mujer en el contexto de la igualdad
de g�nero, m�s que desde la perspectiva de la discriminaci�n
positiva de un sector que por cierto presenta niveles de exclusi�n econ�mica
social y cultural mayores que el de los hombres. Y que adicionalmente. as�
como para otros actores sociales, para que dicha pol�tica p�blica
tenga efectividad y legitimidad no s�lo de be entender como sujeto de
la misma a quienes dise�an las pol�ticas, sino fundamentalmente
a los sujetos ( y no a los objetos beneficiarios o clientes) constitutivos de
esos derechos por la igualdad de g�nero en los que no s�lo se
encuentran las mujeres, sino el conjunto de sectores y actores sociales que
pugnan por relaciones de igualdad en el �mbito social, pol�tico
y de equidad en lo econ�mico.
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Alejandro Escobar Lobos
Antrop�logo de Universidad Austral de Chile
Mag�ster © Sociolog�a de la Modernizaci�n , Universidad de Chile
Diciembre 2003.
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