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Determinación de urea en sangre




Enviado por edsterling



    1. Explicación del ciclo de
      la Urea
    2. Toxicidad del amoniaco y
      síntomas
    3. Causas de disminución y
      aumento de urea en sangre
    4. Cuando se manda pedir el
      análisis
    5. Resultados y
      cálculos
    6. Conclusiones

    Explicación
    del ciclo de la Urea

    El hígado es el principal órgano donde se
    forma la urea: tres aminoácidos, la ornitina, citrulina y
    arginina, promueven la formación de urea en rebanadas del
    hígado; la enzima arginasa hidroliza la arginina y la
    convierte en ornitina y urea.

    El amonio obtenido por la desaminación de los
    aminoácidos a través de la deshidrogenasa
    glutámica, es el sustrato de la carbamilfosfato sintetasa,
    enzima que junto con el CO2 y el ATP, cataliza la
    formación de carbamilfosfato, que es el alimentador por
    excelencia del ciclo de la urea. La reacción se lleva
    acabo en varias etapas y necesita de la N-Acetil glutamato como
    modulador alostérico positivo.

    NH4 + CO2 + 2ATP + H2O
    H2N – C – O –
    PO3H2 + 2ADP + Pi

    O CARBAMILFOSFATO

    El gasto de dos moléculas de ATP desplaza el
    equilibrio de
    la reacción a la derecha y fuerza la
    síntesis del carbamilfosfato. La ornitina
    se convierte en citrulina directamente por el paso del carbamilo
    del carbamilfosfato a la ornitina en la reacción de
    transcarbamilación. La citrulina es, por lo tanto, una
    carbamilornitina, cuya síntesis se realiza en la
    mitocondria de la cual sale al citosol para continuar el
    ciclo.

    La formación de arginina es un proceso
    más complejo que requiere la presencia de aspartato, ATP y
    Mg+2. El primer paso es la formación de
    argino-succinato por la condensación (en presencia de ATP
    y Mg+2) de citrulina y aspartato. El argininosuccinato
    se fragmenta en arginina (lista para ser atacada por arginasa) y
    fumarato, que entra al ciclo de krebs y permite la
    regeneración de aspartato.

    Finalmente, la arginasa hidroliza a la arginina en urea
    y ornitina, la cual queda disponible para penetrar a la
    mitocondria e iniciar el ciclo aceptando otro
    carbamilfosfato.

    Dada la toxicidad y la necesidad de manejar
    concentraciones cambiantes de NH4+, el
    ciclo de la urea muestra una gran
    capacidad de ajuste pudiendo, de acuerdo con la dieta, formarse y
    eliminarse, cada 24 horas en condiciones normales, de 5 a 50
    gramos de urea.

    Los mecanismos de ajuste pueden ser lentos, requiriendo
    de 3 a 4 días para instalarse, por depender de la cantidad
    de enzimas
    presentes, o rápidos, bajo control hormonal,
    instalados en minutos, en este caso en relación con el
    mayor acopio de sustratos, sobre todo de acetil-glutamato, el
    modulador alostérico positivo de la carbamilfosfato
    sintetasa que forma carbamilfosfato, alimentador del
    ciclo.

    Se conocen algunos cuadros clínicos por bloqueos
    parciales del ciclo de la urea. Se caracterizan por
    hiperamonemia, retraso mental, vómitos y
    aversión a comidas ricas en proteínas.
    Se mejoran si disminuyen las proteínas en la dieta y se
    suministran cetoácidos correspondientes a los
    aminoácidos esenciales, pues estos al aminarse disminuyen
    la hiperamonemia.

    1. El amoniaco generado por las bacterias
      entéricas se absorbe en la sangre de la
      vena porta, por tanto ésta contiene niveles más
      altos de amoniaco que la sangre sistémica. Ya que un
      hígado sano metaboliza rápidamente el amoniaco
      de la sangre portal, la sangre periférica se encuentra
      virtualmente libre de amoniaco; esto resulta esencial, puesto
      que aún cantidades mínimas de amoniaco son
      tóxicas para el sistema nervioso
      central.

      En caso de que la sangre portal no pase por el
      hígado, el amoniaco en sangre sistémica puede
      elevarse a niveles tóxicos.

      Esto puede ser consecuencia de una
      disminución pronunciada en la función hepática, o al desarrollo
      de comunicaciones colaterales entre venas porta y
      sistémicas, como sucede en la cirrosis. Los
      síntomas de la intoxicación por amoniaco
      incluyen temblor, lenguaje
      poco entendible, visión borrosa y, en casos graves,
      coma y muerte.

      Estos síntomas se asemejan a los del coma
      hepático, que se presenta cuando los niveles de
      amoniaco en sangre y en cerebro se
      elevan en forma significativa.

      El tratamiento se orienta a la reducción de
      los niveles sanguíneos de amoniaco.

      La toxicidad del amoniaco parece residir en
      provocar, en el hígado y el cerebro, una
      disminución del α -cetoglutarato.

      Al disminuir el α -cetoglutarato, baja el
      ritmo de actividad del ciclo de Krebs, asν como
      el de las oxidaciones de sustratos en las células, lo que acarrea una grave
      inhibición de la respiración en el cerebro y un aumento
      en la producción de cuerpos cetónicos
      por el hígado.

    2. Toxicidad del
      amoniaco y síntomas.

      El cuerpo produce en promedio 25 a 30 gramos de urea
      al día –algo más en personas que comen
      dieta rica en proteínas, menos en personas con dieta
      pobre en proteínas.

      Toda esta urea debe eliminarse por orina; de lo
      contrario se acumulará en líquidos corporales.
      Su concentración normal promedio en el plasma es de
      0.26 mg/dl, pero se han observado en estados anormales raros
      valores de
      hasta 8 mg/dl; y pacientes con insuficiencia
      renal muchas veces tienen valores tan altos como 2
      mg/dl.

      Los dos factores principales que establecen el ritmo
      de excreción de urea son: 1) la concentración
      de urea en el plasma, y 2) la intensidad de filtración
      glomerular. Estos factores aumentan la concentración
      de urea principalmente porque la carga de urea que penetra en
      túbulos proximales es igual al producto
      de la concentración plasmática de urea por la
      intensidad de filtración glomerular.

      En general, la cantidad de urea que sigue por los
      túbulos y va a la orina es aproximadamente
      proporcional a la carga de urea que penetra en los
      túbulos proximales, en promedio 50 a 60%. Sin embargo,
      esto solo es cierto cuando la intensidad de filtración
      glomerular no se aleja de lo normal.

      Cuando la intensidad de filtración glomerular
      es muy baja, el filtrado persiste en los túbulos por
      largo tiempo,
      antes de acabar en la orina.

      Como todos los túbulos son por lo menos
      ligeramente permeables a la urea, cuanto más tiempo
      persista el liquido tubular en los túbulos, mayor
      resorción de urea hacia la sangre; la
      proporción de urea filtrada que llega a la orina
      disminuye considerablemente.

      Por otra parte, cuando la filtración
      glomerular es muy intensa, el liquido pasa a través
      del sistema
      tubular tan rápidamente que se resorbe muy poca urea.
      Por lo tanto con intensidad de filtración glomerular
      muy elevada, casi el 100% de urea sale hacia la
      orina.

      Una lección muy importante, que debe
      aprenderse de estas relaciones, es que en pacientes con
      insuficiencia renal es importante conservar la intensidad de
      filtrado glomerular en valores altos. Cuando la intensidad de
      filtración glomerular disminuye demasiado, la
      concentración de urea en sangre aumenta hasta un nivel
      proporcionalmente mayor.

    3. Causas de
      disminución y aumento de urea en sangre.
    4. Cuando se manda
      pedir el análisis.

    Es un estudio que mide la cantidad de nitrógeno
    en la sangre. El nitrógeno está presente en otro
    químico llamado urea. La urea es un producto de desecho,
    producido cuando el cuerpo ha digerido las proteínas. La
    urea es llevada a través de la sangre a los
    riñones, los cuales filtran la urea de la sangre y la
    depositan en la orina.

    Por lo general este estudio se realiza para saber
    qué tan bien están funcionando los riñones.
    Las enfermedades
    renales muchas veces dificultan el filtrado correcto de la urea.
    Esto causa niveles altos de urea en sangre.

    El estudio también se realiza a pacientes que
    están sometidos a diálisis renal para ver si se
    esta realizando bien esta función.

    Ciertos medicamentos alteran las funciones de
    ciertos órganos como el riñón y este estudio
    ayuda a monitorear si los medicamentos y la dosis son
    correctos.

    Este análisis se debe pedir cuando sospechemos de
    problemas
    renales, o cuando queremos saber sobre la dieta del paciente,
    muchas veces alta en proteínas, aunque también es
    indicador de malnutrición en concentraciones bajas de
    urea.

    Concentraciones altas de urea pueden ayudar a
    diagnosticar también fallo cardiaco, hemorragias
    gastrointestinales, hipovolemia (quemaduras,
    deshidratación), inanición, obstrucciones renales
    como cálculos o tumores.

    Concentraciones bajas de urea pueden ayudar a
    diagnosticar dietas pobres en proteínas, fallo
    hepático, embarazo y
    exceso de hidratación entre otras.

    RESULTADOS Y
    CÁLCULOS

    Para medir la urea en el suero sanguíneo
    después de haber usado todos los reactivos y hayamos
    leído la muestra tomamos la absorbancia de tubo problema y
    la dividimos entre la absorbancia del tubo patrón,
    posteriormente la multiplicamos por 50, el resultados nos
    dará en gr/l y al dividirlo entre 100 tenemos mg/dl, de la
    siguiente manera:

    Absorbencia problema x 50/100 dl

    Concentración de urea =

    Absorbencia patrón

    PATRÓN

    0.36

    PROBLEMA

    0.1

    OPERACIONES

    0.1 / 0.36 x 50 / 100 = 0.13 mg/dl (POR DEBAJO DE
    VALORES NORMALES)

    VALORES NORMALES = 0.15 – 0.45
    mg/dl

    Como podemos ver el resultado es de 0.13 mg/dl lo cual
    nos da por debajo de los valores
    normales aunque no muy significativo para preocupar, ya que los
    valores normales son de 0.15 mg/dl a 0.45 mg/dl. De hecho los
    valores bajos de urea no tienen tanta importancia
    clínica.

    CONCLUSIONES

    El valor que el
    donante presenta (0.13 mg/dl), es menor que el nivel normal (0.15
    mg/dl a 0.45 mg/dl) como ya mencionaba y es muy poco margen lo
    cual nos dice que están bien los niveles de urea, teniendo
    esto muy poca importancia clínica comparada con las altas
    concentraciones de urea.

    El donante Edmundo Sterling Olivera (o más
    bien dicho YO) declaro que los niveles se asemejan a la
    realidad ya que llevo una buena dieta sin exceder de
    proteínas pero sin dejarlas de ingerir, y una dieta
    prácticamente balanceada ya que padezco de hiperlipidemias
    como alto colesterol y triglicéridos a causa de un
    tratamiento contra el cáncer
    y por tener herencia
    familiar. Esto me lleva a llevar un control de los niveles de
    toxinas o cualquier otro indicador de patologías en la
    sangre.

    Durante el tratamiento llegue a tener los niveles de
    urea y creatinina muy altos a causa de medicamentos y bien
    recuerdo que no me gustaba tomar mucho agua, y los
    doctores me asustaban diciendo que me iban a tener que poner
    diálisis si seguía con esa actitud, lo
    cual indicaría una insuficiencia renal, como podemos ver
    mis niveles hoy están reestablecidos lo cual me llena de
    tranquilidad.

    Por lo tanto mi conclusión es que hay que llevar
    una armonía entre el hígado y el
    riñón, ya que el hígado se encarga de
    convertir al amoniaco en urea como forma menos toxica para
    posteriormente llevarlo por la sangre al riñón y
    este se encarga de desecharlo por la orina, y como su nombre lo
    dice sustancia de desecho hay que desecharla, por todos los
    efectos que esto nos puede causar, como veíamos en los
    temas anteriores

    . Lo que me pareció más interesante es el
    punto 3 del trabajo ya que
    a partir de esa base podemos aumentar la filtración para
    así eliminar la concentración en sangre de la urea,
    aunque muchas veces es prácticamente imposible en
    pacientes con severo daño
    renal.

    BIBLIOGRAFÍA

    Bioquímica – José Laguna y
    Enrique Piña Garza.

    4ta. Edición
    – JGH EDITORES Páginas Consultadas: 117 a 121

    Bioquímica de Harper – Murray,
    Mayes, Granner y Roswell.

    15ava. Edición – EDITORIAL MANUAL MODERNO
    Páginas Consultadas: 365 a 373

    Fisiología Médica – Arthur C.
    Guyton

    5ta Edición – EDITORIAL INTERAMERICANA
    Paginas Consultadas: 460

    Edmundo Sterling

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