El Orden Conservador, de Natalio
Botana
- La República
Posible - La Oligarquía
Política - Electores, Gobernadores y
Senadores - El Sistema
Federal - Del Orden Oligárquico a
la Democratización - La Leyes
Electorales - El Partido
Ausente
Cap II:
La República Posible:
Un régimen político puede ser entendido
como una estructura
institucional de posiciones de poder,
dispuestas en un orden jerárquico desde donde se
formulan decisiones autoritarias que comprometen a la unidad.
El problema de las constituciones es subordinar diferentes
posiciones de poder al ámbito más amplio del
poder político. Hay que tener en cuenta la
organización y distribución de poder y el modo de la
elección de los gobernantes y los limites entre estos y
los gobernados.
La estructura institucional de un régimen
alberga la realidad del poder, y las relaciones de control se
asientan sobre una constelación de intereses materiales y
de valores que
justifican la pretensión de unos de gobernar a
otros.
Fórmula prescriptita o principio de
legitimidad: habla del mejor régimen adoptado (Ej:
libertad o
justicia), y
pretende gratificar intereses materiales reivindicados por
grupos o
clases. Hay una contradicción entre el principio de
monarquía autoritaria y república
electiva.
Las fórmulas republicanas o demócratas
daban el poder a ámbitos más amplios que las
antiguas aristocracias. Alberdi es autor de la formula
prescriptita, pero no hay causalidad con su
implementación tras el 80’, si no que se asume
que:
a) la fórmula influye en el Congreso
Constituyente,
b) se prolonga mas allá,
c) tradujo valores e intereses dominantes.
La población es el agente privilegiado del
cambio
cultural, junto con el ferrocarril y los capitales. Para
alcanzar estas metas el camino es el régimen
político y la figura del legislador se relaciona con la
distribución del poder de modo que la elección de
los gobernantes y las garantías de los gobernados
procuran conciliar valores igualitarios de una república
abierta a todos con valores jerárquicos de la
república restrictiva de unos pocos.
En la formula alberdiana el presidente materializa el
poder central, pero no detenta todo el poder, no es dominio
irresponsable el dominio de uno solos, sino que viene de la
legitimidad investida por la constitución. Su legitimidad viene del
cargo superior que ocupa, el rol que desempeña tiene mas
valor que su
propia virtud. (Gracias a la distinción entre rol y
ocupante).
Se busca hacer que un pueblo de miseria e ignorancia
se transforme en una federación para el ejercicio del
gobierno
republicano. La libertad civil abre la ruta para implantar una
nueva cultura para
traer inmigración y riquezas.
-Alberdi: el legislador debe discriminar la
participación del pueblo soberano y los excluídos
de la soberanía política.
-Tocqueville: el sociólogo debe comprobar el
eco igualitario que hace al habitante de una nación sujeto apto para constituir un
pueblo que se manifiesta por el sufragio
universal.
Cap III: La
Oligarquía Política:
La república restrictiva alberdiana no define
ningún medio práctico para hacer efectiva la
representación. Confiaba en el valor prescriptito de las
instituciones nuevas. El acto de seleccionar los
medios para
regular las acciones
políticas no correspondían al
legislador. Ante una propuesta prescriptiva había que
legitimar a través de una estructura de papeles
políticos dominantes y una regla de sucesión y en
esas fronteras diseñar una formula operativa que permita
a los actores construir una base de dominación
efectiva.
La república distingue entre la esfera
pública y la privada, ambos órdenes de actividad
son pretejidos por una red de derechos y
garantías estipulados de modo explicito. La otra
distinción es entre soberano o entidad donde reside el
poder de designar gobernantes que son causas y no efectos de la
elección de los magistrados.
El elector tiene naturaleza
política distinta que el representante. Hay siempre
electores y poder electoral, pero los electores serán
siempre gobernantes y no gobernados El poder electoral
residirá en el poder coercitivo o económico del
gobiernos y no en el soberano.
Las elecciones consistirán en la
designación de sucesor por el funcionario saliente y el
control que ejercerá el gobernante sobre los gobernados
antes que el ciudadano sobre el magistrado.
Según Alberdi, la fórmula operativa del
régimen desde el 80’ tiene un significado si se la
entiende como un sistema de
hegemonía gubernamental que se mantiene gracias al
control de la sucesión. La elección se
trastocó en designación del gobernante por su
antecesor y la fuerza se
concentra en los titulares de los papeles dominantes revestido
de la autoridad de
los grandes electores. La fórmula prescriptiva ofrece
una respuesta satisfactoria y no suficiente, los únicos
que pueden participar en el gobierno son aquellos habilitados
por la riqueza, la
educación o prestigio.
Desde el 80’ el aumento de la riqueza consolida
el poder económico de grupos que fueron naturalmente
aptos para el dominio. Se confunde el poder económico
con el político. La oligarquía tiene control
económico pero es también político que se
corrompe por varios motivos, es una clase
gobernante con espíritu y conciencia
de pertenecer a un estrato político superior. La
oligarquía se da cuando un pequeño número
de actores se apropia en los resortes fundamentales de poder
sobre todo localizados en posiciones privilegiadas en la
estratificación social.
Cap IV:
Electores, Gobernadores y Senadores:
En las elecciones de 1886 y 1892 se reforzó la
posición de los distritos medianos, en 1898, 1904 y 1910
los bloques de electores comenzaron a distribuirse de acuerdo
con la pauta que luego se mantiene. Buenos Aires y
Capital casi
duplicaron los electores.
En la formula prescriptiva la intención del
legislador al institucionalizarse la autonomía de los
electores, procura favorecer las divisiones horizontales dentro
de cada junta, y alentar el desarrollo
de posibles coaliciones entre grupos de electores de distintos
distritos. Esto luego nacionaliza la elección
presidencial haciendo que dos o más ciudadanos
candidatos compartidos por corrientes de elección se den
en las juntas electorales.
En las categorías de "provincias de
oposición circunstancial" están Mendoza en el
92’ y Entre Ríos en el 04’. En las
"provincias de oposición repetida" están Buenos
Aires en el 80’, 86’ y 98’, Tucumán,
Capital y Corrientes. Las Juntas Electorales tradujeron un
propósito de control relacionado con negociaciones fuera
de su recinto. La particularidad daba a las provincias y
gobernadores un peso político ya que los bloques de
electores las provincias protagonizan la elección
presidencial. En la elección presidencial la
fragmentación de la soberanía propuesta por el
sistema federal se combina con una rígida
separación de poderes por el cual el presidente no puede
disolver al congreso ni este puede hacer obligatoria su
renuncia.
Alberdi propone una solución federativa para
incoprar las provincias a un sistema nacional, se
llevaría a la práctica la fragmentación
pluralista de la soberanía entre poder central y
unidades locales. El problema es el tema de la centralización. La precariedad de la
confederación se relaciona con que esta debe evolucionar
a formas mas centralizadas (Suiza, EEUU) o se enfrenta a la
disolución.
La confederación debe garantizar a las
provincias el sistema republicano, la integridad del territorio
y por primera vez el derecho de intervenir en su territorio. En
el 53’ esto se ve complicado en el Art. 6. Sarmiento: en
la intervención media legislatura
o gobernador.
Entre 53’ – 80’ se da la guerra
interna entre Bs. As. y la Confederación y tres
presidencias desde Bs. As. La aplicación de una medida
excepcional fue paralela con conflictos
armados, la intervención federal cubría con un
manto jurídico los ejércitos que querían
imponer su concepción de orden e integridad. El
Ejecutivo dicta 35 intervenciones y el Congreso 5, se justifica
por la constitución de una unidad política. Desde
el 80’ juega un papel diferente, sigue como instrumento
de control pero cambia la naturaleza de su objeto, ahora se
asienta sobre el poder político nacional.
El carácter monárquico del mando
republicano supone centralización y predominio del
Ejecutivo. El sistema de control transforma la ciudad o
región donde se ejerce en vértice de un orden
estratificado. De los 9 presidentes entre 1880 y 1816, 4
(Pellegrini, Sáenz Peña, Quintana Sáenz
Peña) fueron de Bs. As. y 5 del interior.
Cap VII: Del Orden
Oligárquico a la
Democratización:
Bajo la superficie del control institucional
había relaciones de poder mas profundas, se da el
control de la sucesión, del senado por los gobernadores
y del poder central por la intervención
federal.
El centenario se concibe como el momento para mostrar
al mundo los éxitos de la nación. Hay una sensación de
plenitud, manifestada en monumentos, desfiles, etc.
Hay felicidad y progreso ilimitado, pero es el asenso
de una creencia política que erosiona las viejas
convicciones y terminaría en la nueva formula reformista
ya que la vieja formula puso en movimiento a
la sociedad civil.
La plataforma optimista se había construído sobre
los resultados de la acción política.
Las luchas sociales no eran la única fuente de
amenazas, los radicales también eran peligrosos. Entre
el optimismo y las amenazas surge el reformismo. La clase
dominante combina la fidelidad hacia los aspectos
programáticos anteriores con la reparación
moral.
La propaganda
electoral proponía a Sáenz Pena como un
conciliador de tendencias, los discursos
electorales califican a la Unión Nacional como una
fuerza política tradicional como un vehículo para
comunicar a las oligarquías locales y gobiernos bajo la
presidencia.
Cap VIII: La
Leyes
Electorales:
La reforma de Sáenz Pena se cristalizó
en la ley de febrero
de 1912. Sobre los debates, Indalecio Gómez, Ministro
del Interior de Sáenz Peña, defendió la
filosofía pública de la reforma. Joaquín
V. González, 10 anos atrás y como Ministro del
Interior de Roca, presentó al Congreso una ley electoral
con propósito similar, con una ley sancionada en 1902,
que sólo regió 2 años.
Ley Electoral: instrumento que al hacer
efectiva la representación política, gobierna
procesos con
estas características: traducir en forma de votos las
preferencias electorales y vuelca el numero de sufragios en
distribuciones de autoridad gubernamental (cargos ejecutivos y
bancas parlamentarias). Son instrumentos ordenados a responder
interrogantes sobre la cantidad y calidad de
ciudadanos, etc.
Principios básicos:
- Pluralidad: responde a la formula… Ta>
Tb> Tc> Tn> (T: % de votos que obtiene un partido),
otorga los cargos al partido que supera al competidor mas
próximo. - Mayoría: responde a la formula…
T+V/2 =1 (T: % de votos del partido y V: total de votos
emitidos). Se dan los cargos al partido que conquista la
mayoría del total de los votos emitidos. - Proporcionalidad: Si S es la
proporción de bancas distribuidas de un partido, se da
el sistema donde S + T (T: % de los votos que obtiene un
partido).
Están relacionados con una unidad territorial
que es el distrito dentro del cual se da la modalidad de
elección. En Argentina el distrito coincidía con
el territorio de cada provincia y capital. Se da desde el Art.
42.
Hasta Joaquín V. González se da
así, este lanza el proceso
reformista que culmina en el 12’. Ambas reformas fueron
propuestas por el Ejecutivo y aprobadas por el
Legislativo.
González: propone una
transacción entre la rigidez política del pasado
y la incertidumbre del porvenir que no decrece. Para
González el sistema uninominal es un retorno a la fuente
misma de sufragio: fomenta la formación de centros
regionales, distribuye el ejercicio de fuerzas sociales y
realiza en forma práctica la forma federativa. Pero su
preocupación es generar un reordenamiento de la maquina
gobernante que se basaba en el fraude y la
lista incompleta. Repudia el comité y los mecanismos de
mediación que distribuyen candidatos y acarrean votos a
listas oficiales. Los agentes intermediarios son un factor de
distorsión que hace más opaca la relación
entre representante y representado impidiendo individualizar la
voluntad personal.
El partido político deseable debería
resultar de una asociación voluntaria de representantes
locales cuya legitimidad derivara de un cambio de las
relaciones electorales, se anularían los agentes
intermediarios. En la circunscripción se daría la
participación directa, los representantes naturales
desde este punto podrían en el segundo umbral generar un
vinculo asociativo que no refleje una organización artificial sino que
habría un auténtico mandato.
Sería un sistema en el cual la relación
entre las partes se imbrican de tal modo que una
modificación en una cambia las otras. El proceso
uninominal, la nacionalización del registro, el
voto secreto y la idea subyacente del papel del partido
político alimenta la filosofía
pública.
Gómez: En el 10’ y el
11’ van al Congreso dos proyectos para
modificar el sistema electoral. El problema político
básico era un juicio moral: los tres grandes males del
país son la abstención de los ciudadanos, la
maniobra fraudulenta del comicio y la venalidad que hace perder
la conciencia de ciudadano al elector. La Ley Sáenz Pena
está adosada en la tradición popular al sistema
de lista incompleta.
Se combinan los principios de
pluralidad y proporcionalidad con un mecanismo plurinominal
estableciendo a priori la representación de la
minoría. Es un sistema mixto. La lista incompleta es el
único medio constitucional posible para representar a
las minorías. Es en el comicio donde deben formarse los
partidos, el partido es resultado y no causa del comicio, se
considera al partido como un proyecto o
unidad inexistente y el comicio lo produce, la voluntad del
legislador alimenta los cambios. Se da la línea
argumental de González, la contradicción entre
estructura institucional y fuerzas sociales, e incorpora la
nueva realidad nacional y extranjera. González se
había adelantado a los tiempos, había reconocido
al sistema uninominal para generar un reordenamiento partidario
de grupos gobernantes.
Hubo varios movimientos en las filas conservadoras.
Las respuestas obedecían a la necesidad de cambiarse y
adaptarse a las nuevas condiciones electorales. En la sociedad
había un nuevo esquema de rigor y reclutamiento, vinculado con la red de caudillos que
sostenía el aparato tradicional, los nuevos partidos
mediaban entre electores y el Estado,
proponían liderazgos fuertes, abarcaban con su propia
estructura la extensión del territorio.
Como consecuencia se ve por primera vez la posibilidad
de controlar el orden institucional: los nuevos partidos
proponen un nuevo tipo de amalgama política, fusionan
grupos regionales en estructuras
nacionales o como el radicalismo avanzan sobre rasgos
organizativos.
En 1914 el viejo orden no encuentra su rumbo
tradicional, había quebrado al viejo sistema en su punto
débil. De la Plaza parecía buscar la
formación de un partido conservador.
En 1914 se da en Buenos Aires el partido
demócrata progresista. Se veía como intento de
bloqueo a la UCR, o también se lo veía con el
propósito de reunir en él a los dispersos trozos
del antiguo régimen.
El radicalismo avanzaba en Santa Fe y Entre
Ríos, luego en Córdoba. En 1911 muchos radicales
se pasaron a filas intransigentes, ahora se daba el movimiento
inverso, al UCR era foco de atracción y no de
dispersión.
En las elecciones el radicalismo gana en Capital,
Entre Ríos, Córdoba, Tucumán y Mendoza, y
obtenía minoría en el resto. Yrigoyen asume a la
presidencia dentro de este nuevo clibaje, pero los datos
mostrarían que los conservadores seguían en sus
filas.