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La guerra mediática de horarios




Enviado por silvperez



    1. Hipótesis de la
      investigación
    2. Objetivos
    3. Presentación del objeto
      de estudio
    4. Historia de la
      televisión
    5. La TV
      argentina
    6. Los medios en
      cuestión
    7. Telefé – Juntos es
      mejor
    8. Artear – canal 13 –
      El tibio solcito
    9. Multimedios a los que
      pertenecen
    10. ¿A qué
      denominamos audiencia o público?
    11. ¿Cómo la
      audiencia consume la TV?
    12. ¿Cómo
      se organiza el ser humano?
    13. Enfoque
      del encuadre psicológico
    14. Los
      medios en este proceso
    15. Televisión
      vs. Televidente
    16. ¿Canal 13 vs.
      Telefé? Ó ¿Suar vs.
      Villarruel?
    17. ¿Cómo
      se organiza un canal de TV?
    18. Es solo
      cuestión de marketing
    19. Programas en el
      ojo de la tormenta
    20. El
      rating
    21. La
      Cámara de Control de medición de
      audiencias
    22. Ibope
    23. La
      publicidad
    24. La
      publicidad y los medios
    25. La
      publicidad y la TV
    26. ¿Cómo
      se publicita en TV?
    27. El
      Comité Federal de
      radiodifusión
    28. Entrevistas
    29. Conclusión
      sobre los aspectos del trabajo
    30. Conclusión
      sobre lo vivido
    31. Bibliografía
    32. Anexos

    Todos sabemos lo que es tener un programa
    favorito, por el cual esperamos con mucha ansiedad y hasta
    arreglamos nuestras actividades en base a el, con el objetivo de
    verlo.

    Pero… ¿Qué pasa por nuestra mente
    cuando lo esperamos a la hora prometida y comienza mucho tiempo
    después?; sí, nosotras sentimos lo mismo, y esto es
    lo que nos llevó a interesarnos y por ende investigar
    sobre la guerra mediática entre las dos potencias de
    la
    televisión de aire:
    Telefé (Canal 11) y Artear (Canal 13).

    La base central del conflicto se
    registra en los constantes cambios de horario con el fin de
    "superar" al competidor, sin tener consideración de
    nosotros, la muchas veces olvidada audiencia.

    Como buenas telespectadoras también sentimos
    furia cuando sucede esto, y es, como mencionamos anteriormente,
    el incentivo para realizar esta investigación; pero… a pesar de
    nuestros sentimientos, no nos debemos olvidar que para conocer la
    verdad de la historia se deben analizar
    las dos caras de la moneda.

    Los invitamos a conocer la magia (¡con sapos y
    brujas!) de la televisión
    argentina.

    HIPÓTESIS

    El constante cambio de
    horarios en la franja prime time (de 20 a 24 Hs.) de
    Telefé Y Artear incide negativamente en los
    teleespectadores y en los anunciantes que publicitan sus productos en
    los canales televisivos en cuestión.

    – A continuación se expondrán los objetivos a
    comprobar por el trabajo de
    investigación:

    OBJETIVO
    GENERAL

    – Comprobar la incidencia negativa de la guerra horaria
    entre Canal 13 y Telefé en los telespectadores dentro de
    la franja horaria de las 20 a 24 hs (Prime time).

    OBJETIVOS ESPECÍFICOS

    – Apreciar los aspectos más importantes de la
    conformación horaria por los cuales se rigen los seres
    humanos.

    – Identificar la influencia de la televisión en el encuadre
    psicológico espacial – temporal de los seres
    humanos.

    – Observar la evolución de la televisión y su
    importancia en la vida cotidiana actual.

    – Reconocer los actores principales del conflicto
    horario entre los canales televisivos.

    – Identificar los programas que
    están en el ojo de la tormenta y analizar sus
    características.

    – Verificar las razones por las cuales actúan
    manipulando los horarios y los contenidos.

    – Diferenciar los aspectos que delimitan la guerra
    mediática de la personal entre
    los protagonistas.

    – Apreciar la importancia que tiene para ellos el
    televidente y como creen que reaccionan frente a los cambios
    horarios.

    – Analizar las consecuencias de la incertidumbre horaria
    para los anunciantes que pautan en los medios
    tratados.

    – Interpretar la postura del COMFER frente a los
    aspectos relacionados con la publicidad y los
    contenidos.

    PRESENTACIÓN DEL OBJETO DE
    ESTUDIO

    Como se menciono anteriormente, la principal variable
    dentro de esta investigación es el televidente, y lo que
    se intentará demostrar a lo largo de este trabajo es la
    incidencia negativa que produce sobre ellos el constante cambio
    de horarios en la programación televisiva de los canales en
    estudio.

    Al comenzar a recabar información que nos amplíe el
    panorama nos surgieron muchos interrogantes, que ahora, son base
    de nuestros objetivos a cumplir; algunos de ellos
    son…

    ¿Qué pasa con las personas cuando
    organizan sus actividades en base a los horarios de los programas
    y estos cambian continuamente?, ó ¿cuáles
    son las verdaderas intenciones de los responsables de esta
    situación?, ¿el rating es tan importante para la
    vida de un canal de TV?, ó ¿qué pasa con los
    anunciantes que desean que la gente vea la publicidad de sus
    productos en determinado horario y esta aparece mucho más
    tarde?… estas como tantas son preguntas que surgen de nuestro
    propio sentimiento como televidentes, como consumidoras de
    productos televisivos que lejos están de entretener y
    divertir y cerca de lucrar y de cruzar la delgada línea
    roja que delimita las acciones
    éticamente correctas.

    Nuevamente los invitamos a descubrir junto a nosotras un
    mundo poco explorado, les ofrecemos mostrarles la verdadera magia
    de la televisión.

    HISTORIA DE LA
    TELEVISION

    Debemos comenzar situándonos en los antecedentes
    de este medio masivo de comunicación para observar el vertiginoso
    crecimiento de la misma y los distintos aportes a la sociedad, y
    por consecuente con la cultura a
    través del tiempo.

    Para comprender mejor esto, vamos a comenzar por los
    orígenes de la televisión en el mundo, y luego
    más específicamente en la Argentina.

    Ahora, retrocedamos en el tiempo…

    La historia del desarrollo de
    la televisión ha sido en esencia la historia de la
    búsqueda de un dispositivo adecuado para explorar imágenes.
    El primero fue el llamado disco Nipkow, patentado por el inventor
    alemán Paul Gottlieb Nipkow en 1884. Era un disco plano y
    circular que estaba perforado por una serie de pequeños
    agujeros dispuestos en forma de espiral partiendo desde el
    centro. Al hacer girar el disco delante del ojo, el agujero
    más alejado del centro exploraba una franja en la parte
    más alta de la imagen y
    así sucesivamente hasta explorar toda la imagen. Sin
    embargo, debido a su naturaleza
    mecánica el disco Nipkow no funcionaba
    eficazmente con tamaños grandes y altas velocidades de
    giro para conseguir una mejor definición.

    Los primeros dispositivos realmente satisfactorios para
    captar imágenes fueron el iconoscopio, que fue inventado
    por el físico estadounidense de origen ruso Vladimir Kosma
    Zworykin en 1923, y el tubo disector de imágenes,
    inventado por el ingeniero de radio
    estadounidense Philo Taylor Farnsworth
    poco tiempo después. En 1926 el ingeniero escocés
    John Logie Baird inventó un sistema de
    televisión que incorporaba los rayos infrarrojos para
    captar imágenes en la oscuridad. Con la llegada de los
    tubos y los avances en la transmisión radiofónica y
    los circuitos
    electrónicos que se produjeron en los años
    posteriores a la I Guerra Mundial,
    los sistemas de
    televisión se convirtieron en una realidad.

    Emisión de
    programación

    Las primeras emisiones públicas de
    televisión las efectuó la BBC en Inglaterra en
    1927 y la CBS y NBC en Estados Unidos en
    1930. En ambos casos se utilizaron sistemas mecánicos y
    los programas no se emitían con un horario regular. Las
    emisiones con programación se iniciaron en Inglaterra en
    1936, y en Estados Unidos el día 30 de abril de 1939,
    coincidiendo con la inauguración de la Exposición
    Universal de Nueva York. Las emisiones programadas se
    interrumpieron durante la II Guerra Mundial, reanudándose
    cuando terminó.

    En España, se
    fundó Televisión Española (TVE), hoy
    incluida en el Ente Público Radiotelevisón
    Española, en 1952 dependiendo del ministerio de
    Información y Turismo. Después de
    un periodo de pruebas se
    empezó a emitir regularmente en 1956, concretamente el 28
    de octubre. Hasta 1960 no hubo conexiones con Eurovisión.
    La televisión en España ha sido un monopolio del
    Estado hasta
    1988. Por mandato constitucional, los medios de
    comunicación dependientes del Estado se rigen por un
    estatuto que fija la gestión
    de los servicios
    públicos de la radio y la
    televisión a un ente autónomo que debe garantizar
    la pluralidad de los grupos
    sociales y políticos significativos.

    A partir de la década de 1970, con la
    aparición de la televisión en color los
    televisores experimentaron un crecimiento enorme lo que produjo
    cambios en el consumo del
    ocio de los españoles.

    A medida que la audiencia televisiva se incrementaba por
    millones, hubo otros sectores de la industria del
    ocio que sufrieron drásticos recortes de patrocinio. La
    industria del cine
    comenzó su declive con el cierre, de muchos
    locales.

    En México, se
    habían realizado experimentos en
    televisión a partir de 1934, pero la puesta en
    funcionamiento de la primera estación de TV, Canal 5, en
    la ciudad de México, tuvo lugar en 1946. Al iniciarse la
    década de 1950 se implantó la televisión
    comercial y se iniciaron los programas regulares y en 1955 se
    creó Telesistema mexicano, por la fusión de
    los tres canales existentes.

    Televisa, la empresa
    privada de televisión más importante de habla
    hispana, se fundó en 1973 y se ha convertido en uno de los
    centros emisores y de negocios
    más grande del mundo, en el campo de la
    comunicación, ya que además de canales y
    programas de televisión, desarrolla amplias actividades en
    radio, prensa y
    ediciones o espectáculos deportivos.

    La televisión ha alcanzado una gran
    expansión en todo el ámbito latinoamericano. En la
    actualidad existen más de 300 canales de televisión
    y una audiencia, según número de aparatos por
    hogares (más de 60 millones), de más de doscientos
    millones de personas.

    A partir de 1984, la utilización por Televisa del
    satélite Panamsat para sus transmisiones de alcance
    mundial, permite que la señal en español
    cubra la totalidad de los cinco continentes. Hispasat, el
    satélite español de la década de 1990, cubre
    también toda Europa y América.

    En 1983, en España empezaron a emitir cadenas de
    televisión privadas TELE 5, Antena 3 y Canal +. En 1986
    había 3,8 habitantes por aparato de televisión, en
    la actualidad ha bajado a 3,1. A finales de los años
    ochenta, había en Estados Unidos unas 1.360 emisoras de
    televisión, incluyendo 305 de carácter educativo, y más del 98% de
    los hogares de dicho país poseía algún
    televisor semejante al nivel español. Hay más de
    8.500 sistemas ofreciendo el servicio de
    cable, con una cartera de más de 50 millones de abonados.
    En la actualidad en todo el mundo, la televisión es el
    pasatiempo nacional más popular; el 91% de los hogares
    disponen de un televisor en color y el 42%, de un equipo grabador
    de vídeo. Los ciudadanos españoles invierten, por
    término medio, unas 3,5 horas diarias delante del
    televisor, con una audiencia de tres espectadores por
    aparato.

    Durante los años inmediatamente posteriores a la
    II Guerra Mundial se realizaron diferentes experimentos con
    distintos sistemas de televisión en algunos países
    de Europa, incluida Francia y
    Holanda, pero fue la URSS, que comenzó sus emisiones
    regulares en Moscú en 1948, el primer país del
    continente en poner en funcionamiento este servicio
    público. Cerca del 98% de los hogares en la URSS (3,2
    personas por receptor) y en Francia (2,5) posee televisor, siendo
    el porcentaje de 94 en Italia (3,9) y 93
    en los hogares de Alemania
    actualmente parte de la reunificada República Federal de
    Alemania (2,7).

    Televisión en el espacio

    Las cámaras de televisión a bordo de las
    naves espaciales estadounidenses transmiten a la tierra
    información espacial hasta ahora inaccesible. Las naves
    espaciales Mariner, lanzadas por Estados Unidos entre 1965 y
    1972, envió miles de fotografías de Marte. Las
    series Ranger y Surveyor retransmitieron miles de
    fotografías de la superficie lunar para su análisis y elaboración
    científica antes del alunizaje tripulado (julio de 1969),
    al tiempo que millones de personas en todo el mundo pudieron
    contemplar la emisión en color directamente desde la
    superficie lunar.

    Desde 1960 se han venido utilizando también
    ampliamente las cámaras de televisión en los
    satélites
    meteorológicos en órbita. Las cámaras
    vidicón preparadas en tierra
    registran imágenes de las nubes y condiciones
    meteorológicas durante el día, mientras que las
    cámaras de infrarrojos captan las imágenes
    nocturnas. Las imágenes enviadas por los satélites
    no sólo sirven para predecir el tiempo sino para
    comprender los sistemas meteorológicos globales. Se han
    utilizado cámaras vidicón de alta resolución
    a bordo de los Satélites para la Tecnología de los
    Recursos
    Terrestres (ERTS) para realizar estudios de cosechas, así
    como de recursos minerales y
    marinos.

    Así, la televisión ha evolucionado
    rápidamente, ahora, gracias a los avances en los medios de
    transmisión contamos con la televisión por
    cable, la televisión satelital y la televisión
    vía Internet, lo que nos une
    aún más con el resto del mundo.

    La señal de
    televisión

    La señal de televisión es una compleja
    onda electromagnética de variación de
    tensión o intensidad, compuesta por las siguientes partes:
    1) una serie de fluctuaciones correspondientes a las
    fluctuaciones de la intensidad de luz de los
    elementos de la imagen a explorar; 2) una serie de impulsos
    de sincronización que adaptan el receptor a la misma
    frecuencia de barrido que el transmisor; 3) una serie
    adicional de los denominados impulsos de borrado, y 4) una
    señal de frecuencia modulada (FM) que transporta el
    sonido que
    acompaña a la imagen. Los tres primeros elementos
    conforman la señal de vídeo y se describen
    más adelante.

    Las fluctuaciones de intensidad o tensión
    correspondientes a las variaciones de la intensidad de la luz,
    suelen llamarse señal de vídeo. Las frecuencias de
    dicha señal oscilan entre 30 millones y 4 millones de Hz,
    dependiendo del contenido de la imagen.

    Los impulsos de sincronización son picos
    pequeños de energía
    eléctrica generados por los correspondientes
    osciladores en la estación emisora. Estos impulsos
    controlan la velocidad del
    barrido horizontal y vertical tanto de la cámara como del
    receptor. Los impulsos de sincronismo horizontal se producen a
    intervalos de 0,01 segundos y su duración es
    prácticamente la misma.

    Los impulsos de borrado anulan el haz de electrones en
    la cámara y en el receptor durante el tiempo empleado por
    el haz de electrones en volver desde el final de una línea
    horizontal hasta el principio de la siguiente, así como
    desde la parte inferior del esquema vertical hasta la parte
    superior. La sincronización y estructura de
    estos impulsos resultan extremadamente complejas.

    Cámaras de
    televisión

    La cámara de televisión se asemeja a una
    cámara fotográfica normal por cuanto va equipada
    con una o varias lentes y un mecanismo de enfoque de la imagen
    formada por la lente sobre una superficie sensible. Estas
    superficies forman parte de tubos electrónicos llamados
    tubos tomavistas, capaces de transformar las variaciones de la
    intensidad de la luz en variaciones de la carga o corriente
    eléctrica. El tubo tomavistas original fue el
    iconoscopio, utilizado durante mucho tiempo para televisar
    películas. En el caso de escenas con un nivel de
    luminosidad bajo, como en las salas o habitaciones normalmente
    iluminadas, se utiliza el orticón de imagen de alta
    sensibilidad o vidicón.

    Transmisión de
    televisión

    Si se exceptúan los circuitos especiales
    necesarios para producir los pulsos de sincronización y
    borrado del barrido y los diferentes equipos especiales que se
    utilizan para examinar o controlar las señales
    desde la cámara de televisión, todo el resto del
    sistema de transmisión de televisión recuerda al de
    una emisora de radio de AM. El equipo de sonido no se diferencia
    en nada del utilizado en las emisiones de frecuencia modulada, y
    la señal de sonido a veces se emite desde una antena
    independiente, constituyendo de hecho una unidad de
    emisión totalmente independiente.

    Canales

    Sin embargo, la emisión de televisión
    presenta una serie de problemas
    específicos que no existen en las emisiones normales de
    sonido, siendo el principal el del ancho de banda. Modular una
    onda electromagnética implica generar una serie de
    frecuencias denominadas bandas laterales que corresponden a la
    suma y a la diferencia entre la frecuencia de radio, o portadora,
    y las frecuencias moduladoras. En las emisiones normales, donde
    la señal sólo utiliza frecuencias hasta de 10.000
    Hz, o 10 kHz, las bandas laterales ocupan poco espacio en el
    espectro de frecuencias, lo que permite asignar a las distintas
    emisoras frecuencias de portadora con una diferencia tan
    pequeña como 10 kHz sin que se produzcan interferencias
    apreciables. Por el contrario, la gama de frecuencias de una sola
    señal de televisión es de unos 4 millones de Hz, o
    4 MHz, por lo que tales señales ocupan un espacio 400
    veces mayor que la gama completa de frecuencias utilizada por una
    estación de radio en las emisiones AM
    corrientes.

    A fin de disponer de un número suficiente de
    canales para dar cabida a una serie de emisoras de
    televisión en una misma zona geográfica, es preciso
    utilizar frecuencias de transmisión relativamente elevadas
    para las portadoras de televisión. En Estados Unidos, por
    ejemplo, el número de canales asignados a las emisiones de
    televisión asciende a 68. Esta cifra se desglosa en 12
    canales en la banda de frecuencias muy elevadas (VHF) y 56 en la
    banda de las ultraelevadas (UHF).

    Emisión de alta
    frecuencia

    La utilización de las altas frecuencias para la
    emisión de televisión plantea una serie de
    problemas muy distintos a los de la emisión ordinaria de
    sonido. El alcance de las señales de radio de baja
    frecuencia es muy amplio, alcanzando centenares e incluso
    millares de kilómetros. Las señales de alta
    frecuencia, por el contrario, poseen un alcance relativamente
    limitado y a menudo no cubren mucho más de la distancia
    visible entre estaciones debido a la curvatura de la tierra.
    Así pues, mientras que la zona de servicio de una emisora
    normal de radio puede tener un radio muy por encima de los
    160 km, la de la emisora de televisión está
    limitada a unos 56 km, dependiendo de la altura de las
    antenas
    emisora y receptora. La cobertura total para un país de
    cierta extensión requiere muchas más estaciones de
    televisión que la radiodifusión
    ordinaria.

    Otro de los problemas con los que choca la
    utilización de altas frecuencias para la emisión de
    televisión consiste en que a dichas frecuencias, las
    ondas de radio se
    comportan casi como ondas luminosas y se reflejan en objetos
    sólidos, como montañas o edificios. A menudo,
    alguno de estos reflejos de una emisora se captan en un
    determinado punto de recepción, originando imágenes
    múltiples en la pantalla del receptor por haber viajado
    las señales reflejadas diferentes distancias y por tanto,
    por haber llegado al receptor en distintos tiempos.

    El problema de las señales reflejadas, así
    como el de la recepción de las señales de
    televisión a distancias superiores al alcance normal, han
    quedado resueltos en gran medida merced a la utilización
    de antenas receptoras especiales con una ganancia muy elevada
    para amplificar señales débiles. La mayoría
    son además direccionales, y presentan una gran ganancia
    para señales que se reciben en una determinada dirección y muy baja para las que inciden
    en las demás direcciones. La orientación correcta
    de la antena direccional permite seleccionar una de las
    señales reflejadas y eliminar las otras, suprimiendo
    así las imágenes múltiples en un punto
    concreto.

    Televisión por
    satélite

    Además del cable y las estaciones repetidoras
    terrestres, el satélite artificial constituye otro medio
    de transmisión de señales a grandes distancias. Un
    repetidor de microondas en
    un satélite retransmite la señal a una
    estación receptora terrestre, que se encarga de
    distribuirla a nivel local.

    Los problemas principales de los satélites de
    comunicaciones
    para la transmisión son la distorsión y el
    debilitamiento de la señal al atravesar la atmósfera.
    Tratándose además de distancias tan grandes se
    producen retrasos, que a veces originan ecos. Ciertos
    satélites repetidores de televisión actualmente en
    órbita están concebidos para retransmitir
    señales de una estación comercial a otra. Ciertas
    personas han instalado en sus hogares antenas parabólicas
    que captan la misma transmisión, eludiendo a menudo el
    pago de las tarifas por utilización de la
    televisión por cable, aunque ya se están efectuando
    transmisiones codificadas para evitar este fraude.

    La pantalla

    La pantalla está formada por un recubrimiento de
    la parte interior del tubo con alguno de los muchos tipos de
    productos químicos conocidos como sustancias
    fosforescentes, que presentan la propiedad de
    la luminiscencia al estar sometidos a un bombardeo de un haz de
    electrones. Cuando el tubo está encendido, el haz de
    electrones es perceptible en la pantalla en forma de un
    pequeño punto luminoso.

    En el cinescopio representado en la figura 3, el barrido
    del haz de electrones se consigue mediante dos parejas de placas
    deflectoras. Si una de las placas tiene carga positiva y la otra
    negativa, el haz se aparta de la negativa y se acerca a la
    positiva. La primera pareja de placas del tubo representada en el
    esquema desplaza el haz hacia arriba y hacia abajo y la segunda
    pareja lo hace lateralmente. En el receptor se generan los
    voltajes oscilantes de barrido y se sincronizan perfectamente con
    los del emisor mediante los impulsos de sincronismo de
    éste. Así, al sintonizar una emisora en el
    receptor, el ritmo y secuencia de barrido del cinescopio quedan
    ajustados automáticamente a los del tubo tomavistas en el
    emisor. En los cinescopios actuales, la deflexión se
    consigue mediante los campos magnéticos de dos pares de
    bobinas que forman un anillo deflector por fuera del tubo. Las
    corrientes de deflexión provienen de un generador en el
    receptor, sincronizado con el emisor.

    La señal de cámara del emisor se amplifica
    en el receptor y se aplica a la rejilla de control del
    cinescopio. Cuando la rejilla se hace negativa por efecto de la
    señal, la rejilla repele los electrones; y cuando la
    señal negativa se hace lo suficientemente intensa, no pasa
    ningún electrón y la pantalla queda a oscuras. Si
    la rejilla se torna ligeramente negativa, algunos electrones la
    atraviesan y la pantalla muestra un punto
    de leve luminosidad que corresponde al gris de la imagen
    original.

    A medida que el potencial de la rejilla se va acercando
    al del cátodo, la pantalla muestra un punto brillante que
    corresponde al blanco en la imagen original. La acción
    concertada del voltaje de exploración y el de la
    señal de cámara hace que el haz de electrones
    describa un trazo luminoso en la pantalla que es la reproducción exacta de la escena original.
    La sustancia fosforescente de la pantalla continúa
    brillando durante un breve lapso después de haber sido
    activa por el haz de electrones, de forma que los diferentes
    puntos se entremezclan formando una imagen continua.

    El tamaño del extremo del tubo del cinescopio
    determina el tamaño de la imagen en la pantalla. Los
    cinescopios se fabrican con pantallas que tienen una medida en
    diagonal (desde la esquina inferior izquierda hasta la superior
    derecha) entre 3,8 y 89 cm. Ya se han construido pantallas
    de cristal líquido, o LCD, para los televisores. La
    fabricación de tubos de grandes dimensiones resulta
    costosa y difícil y además corren mayor riesgo de rotura.
    Para obtener una imagen muy grande con tubos relativamente
    pequeños se suele proyectar la imagen sobre pantallas
    translúcidas u opacas. Estos cinescopios de
    proyección trabajan con tensiones muy altas para producir
    imágenes notablemente más luminosas que las que
    generan los tubos normales.

    Televisión en color

    La televisión en color entró en
    funcionamiento en Estados Unidos y otros países en la
    década de 1950. En México, las primeras
    transmisiones en color se efectuaron en 1967 y en la
    década siguiente en España. Más del 90% de
    los hogares en los países desarrollados disponen
    actualmente de televisión en color.

    Color compatible

    La televisión en color se consigue transmitiendo,
    además de la señal de brillo, o luminancia,
    necesaria para reproducir la imagen en blanco y negro, otra que
    recibe el nombre de señal de crominancia, encargada de
    transportar la información de color. Mientras que la
    señal de luminancia indica el brillo de los diferentes
    elementos de la imagen, la de crominancia especifica la tonalidad
    y saturación de esos mismos elementos. Ambas
    señales se obtienen mediante las correspondientes
    combinaciones de tres señales de vídeo, generadas
    por la cámara de televisión en color, y cada una
    corresponde a las variaciones de intensidad en la imagen vistas
    por separado a través de un filtro rojo, verde y azul. Las
    señales compuestas de luminancia y crominancia se
    transmiten de la misma forma que la primera en la
    televisión monocroma. Una vez en el receptor, las tres
    señales vídeo de color se obtienen a partir de las
    señales de luminancia y crominancia y dan lugar a los
    componentes rojo, azul y verde de la imagen, que vistos
    superpuestos reproducen la escena original en color. El sistema
    funciona de la siguiente manera.

    Formación de las señales de
    color

    La imagen de color pasa a través de la lente de
    la cámara e incide sobre un espejo dicroico refleja un
    color y deja pasar todos los demás. El espejo refleja la
    luz roja y deja pasar la azul y la verde. Un segundo espejo
    dicroico refleja la luz azul y permite el paso de la verde. Las
    tres imágenes resultantes, una roja, otra azul y otra
    verde, se enfocan en la lente de tres tubos tomavistas (orticones
    de imagen o plumbicones). Delante de cada tubo hay unos filtros
    de color para asegurar que la respuesta en color de cada canal de
    la cámara coincide con los colores primarios
    (rojo, azul y verde) a reproducir. El haz de electrones en cada
    tubo barre el esquema de imagen y produce una señal de
    color primario. Las muestras de estas tres señales de
    color pasan a un sumador electrónico que las combina para
    producir la señal de brillo, o blanco y negro. Las
    muestras de señal también entran en otra unidad que
    las codifica y las combina para generar una señal con la
    información de tonalidad y saturación. La
    señal de color se mezcla con la de brillo a fin de formar
    la señal completa de color que sale al aire.

     Televisión
    antigua

    La aparición de la televisión
    desplazó rápidamente la radio del salón al
    dormitorio, el cuarto de baño o la cocina. Este equipo de
    audiovisuales, presentado por Decca en la 19ª Feria Nacional
    de Radio y Televisión en Londres en 1952, combinaba la
    radio y la televisión en un solo mueble. El tamaño
    de la pantalla permitía a grupos numerosos
    presenciar programas de éxito.

    LA TV
    ARGENTINA

    El primer canal de televisión porteño se
    lo debemos al empecinado apuro de Eva
    Perón, quien los albores de la década de los
    cincuenta emplaza al entonces zar de la radiofonía, Jaime
    Yankelevich, a que rápidamente dotara al país de
    ese novedoso medio de comunicación. El pope de radio
    Belgrano, notable empresario
    radial en su origen, marcho a EEUU y se trajo unos equipos
    suficientes para complacer la ansiedad activa de la primera
    dama.

    Un transmisor de 42kilovatios, cinco metros de antena y
    siete mil televisores fueron puntapié inicial de la TV
    argentina. La primera imagen fue la de evita con la
    conocidísima foto de la sonrisa, el rodete y el prendedor.
    Formalmente su nacimiento se produjo el 17 de Octubre de1951 con
    un programa muy especial: el acto por el día de la lealtad
    en Plaza de Mayo, presidido por el general Perón.

    Muchos espacios fueron prácticamente loteados y
    cedidos anunciantes con poder de
    decisión sobre los mismos. El estado
    mantenía la titularidad del servicio, pero en su seno
    comenzaban a desarrollarse importantes movimientos privados
    autónomos.

    Concebida mediante el decreto 15.460 del 25 de noviembre
    de 1957, durante el gobierno de Pedro
    Aramburu, nació la TV privada. En Bs. As la primera
    emisora de estas características -canal 9- surgió
    el 09 de junio de 1960.

    El avance de la cultura audiovisual sobre las costumbres
    recibió un fuerte espaldarazo, entrado los años 90,
    con la masificacion del cable, que cambia radicalmente la manera
    de ver TV. Anteriormente, con escasos cuatro canales capitalianos
    y sin control remoto a mano se veía televisión de
    manera mas o menos lineal. Se elegía un programa y se lo
    observaba de principio a fin.

    La TV abierta comienza a mutar y están pasando
    cosas que conviene observar:

    _ Se descentraliza aceleradamente la
    programación

    _ la programación dejo de ser un valor estable.
    Se mueve constantemente, terminan las largas temporadas con
    programas inamovibles. Los ciclos cambian de un canal a otro sin
    complejos

    _Los presupuestos
    son cada vez más ajustados.

    A partir de 1947 algunos sostienen que las radios y
    varios diarios, con excepción de La Prensa, La Nación
    y Clarín, habían sido comprados por el
    Gobierno.

    Muchos creen que esto no es verdad, que el gobierno de
    Perón no compró las radios. Que eran sociedades
    anónimas particulares, totalmente independientes del
    Gobierno. Sus titulares eran amigos de Perón. Eso lo hace
    cualquier gobierno. Ningún gobierno del mundo le da
    licencias al enemigo. La radio El Mundo y la cadena eran de
    Haynes. La cadena de Splendid era de Peralta Ramos, la gente de
    La Razón. En Radio Belgrano está Jorge Antonio.
    Eran todas cadenas privadas. El que estatiza las radios es la
    Revolución
    Libertadora.

    La televisión argentina nació con una
    extraña mezcla de propiedad estatal y privada. Ni 100%
    estatal, ni 100% privada. La propiedad indiscutida de la
    señal es del Estado, no existen plazos de
    concesión, la legislación oscila entre inexistente
    y confusa.

    A partir de 1974, poco tiempo había para pensar
    sobre la necesidad de televisión en color. Los contratos a los
    artistas eran por tiempo limitado, no se encaraba nada ambicioso,
    no se invertía en mantenimiento.
    Una lógica
    consecuencia era recurrir a los enlatados. Aunque sólo
    existían pocas series en horarios centrales (Ladrón
    sin destino, Dos tipos audaces, Kung Fu) en las noches se
    proyectan diversos ciclos de cine: Cine estelar y Los Oscar del
    Cine (C9), La segunda de la noche (C13), Premier 70 (C11) y Cine
    sin cortes (C7). Se iba desarrollando un lento pero inexorable
    desplazamiento de la producción nacional.

    Es complejo analizar la programación del
    año; en el verano por los cortes los ciclos
    aparecían y desaparecían, rotaban de horario; los
    programas fuertes de la temporada, que comenzaban entre marzo y
    mayo, tuvieron suerte diversa: algunos duraron todo el
    año, otros fueron interrumpidos por las nuevas
    autoridades, algunos comenzaron con la televisión
    estatizada, figuras como Tato Bores y Mirtha Legrand
    desaparecieron abrupta y conflictivamente de las pantallas,
    comenzaban a aparecer nombres "no recomendados" en una nueva
    etapa de la televisión, tan íntimamente ligada a
    los avatares políticos. Algunos contratos se respetaban,
    otros no, algunos programas fueron levantados a cambio de
    mantener un prudencial silencio y cobrar todo el año
    (promesas en general incumplidas).

    Un fenómeno que se desarrollaría
    fuertemente al final de la década comenzó este
    año: las miniseries. La emisión de QB VII, dentro
    del ciclo Antes que en el cine fue un suceso: 3.629.000
    televidentes; sólo fue superado por transmisiones de
    fútbol internacional; el primer programa de ficción
    en audiencia (Porcelandia) tuvo 1.714.500 televidentes; entre los
    programas emitidos en el primer semestre le siguió Kung
    Fu, El chupete, La noche de los grandes, Hupumorpo y en 10°
    puesto Alguien como usted, con Irma Roy, una de las pocas
    actrices identificadas desde sus comienzos con el peronismo.

    La tradicional telenovela de las tardes casi no tuvo
    representantes: Enséñame a quererte de Marcia
    Cerretani (enero a junio) y Juntos hoyŠ y aquí de
    Vito De Martini, el único nuevo encarado por las nuevas
    autoridades (desde setiembre).

    Dos clásicos del género se
    mantuvieron muy activos: Abel
    Santa Cruz (hiperactivo diríamos), en un momento con
    cuatro ciclos semanales en el aire (y muy exitosos) y Alberto
    Migré, con el galardonado Dos a quererse y el no tan
    exitoso Mi hombre sin
    noche.

    Otros programas unitarios fueron ¡Qué
    viudita es mi mamá! con Leonor Manso, Hay que vivir,
    producido por Eddie Williams y protagonizado por su esposa Iris
    Lainez (grabado originalmente para el extranjero), Cachilo (con
    un perro como protagonista y Betiana Blum trocando de sus roles
    de malvada a buena) y Mi hijo Damián (con Bisutti y
    Laplace),
    todos sin demasiada repercusión.

    Dos programas de jerarquía fueron Historias de
    medio pelo, con autores rotativos provenientes del teatro
    (Somigliana, Cossa, Halac) y Una mujer en la
    multitud, dirigido por María Herminia Avellaneda y
    protagonizado por Norma Aleandro, que se mantuvo en pantalla dos
    años. En el Teatro de Jorge Salcedo, con libretos de
    Adellach, Lizarraga y otros, el recio y limitado actor encarnaba
    semana a semana personajes con distinta
    profesión.

    Un sketch y un par de personajes inolvidables se
    gestaron este año: Ricardo Espalter y Enrique Almada dando
    vida al Toto Paniagua y el profesor de
    buenos modales, acompañados por Katia Iaros, dentro de
    Hupumorpo. Además de los ciclos de los clásicos
    Sofovich y Cammarota, hubo otras ofertas en humor, aunque sin
    gran trascendencia: Revisterema, escrita por Golo, ex libretista
    de Pepe Biondi; una nueva temporada de La tuerca, con nuevos
    libretistas y por canal 9; dos ciclos con Juan Carlos Altavista
    (La pensión de Minguito y Las aventuras de Minguito
    Tinguitella), un fallido ciclo con Alberto Olmedo: Alberto Vilar
    el indomable, con libreto de Víctor Sueiro (años
    antes de resucitaciones y ángeles) y Humberto "Coquito"
    Ortiz; se evidenció que en una comedia lineal, con
    libretos que debían respetarse, sin posibilidades de
    improvisar, sin la presencia orientadora de los hermanos
    Sofovich, el genio del cómico rosarino no funcionaba a
    toda máquina; Monoblock con libretos de Meyrialle y De
    Cecco y El gran Marrone con libretos del "zar de la revista
    porteña", Carlos A. Petit. Un intento renovador fue Humor
    y nada más, creación de Ricardo Parrota (quien,
    como "Pepe Muleiro" años después venderá
    muchos libros de
    cuentos de
    gallegos); por las pantallas de canal 7, el nuevo director Juan
    Carlos Rousselot decidió levantarlo por "su humor procaz".
    Garrafa, Humor a toda máquina, Bienvenido humor, El mundo
    de Chirolita y El sangarropo completaron el año con muchos
    programas humorísticos y poco humor.

    A título de reseña los ciclos de teatro
    adaptado para televisión: Teatro alegre, adaptaciones de
    Marcelo Devoto y Gregorio Santos Hernando; Teatro de verano,
    Teatro de humor y Humor a la italiana (ambas con Darío
    Vittori por el 9), Osvaldo Pacheco presenta: teatro en familia y Teatro
    de Pacheco (nuevos títulos por problemas de derechos), La comedia
    brillante con Taibo y Bredeston y Teatro para sonreír con
    puesta y protagónico de Javier Portales.

    Ciclos con mayores pretensiones fueron: Gran teatro,
    Teatro argentino con puesta de Carlos Muñoz, El teatro
    popular de Teresa Blasco (textos escritos especialmente para
    televisión) y La Casa, el Teatro y usted, con puesta de
    Fernando Heredia, repertorio muy variado, intérpretes que
    cobraban el cachet mínimo y utilidades para la Casa del
    Teatro.

    Los Circulares de Mancera, ahora los domingos por el 11,
    el resucitado Sábados continuados, conducido por Daniel
    Guerrero, Silvio Soldán y Leonardo Simmons, Feliz domingo
    con Orlando Marconi y Soldán demostraban que los programas
    ómnibus de fin de semana seguían dando batalla; una
    nueva temporada de Buenas tardes, mucho gusto, Odol pregunta con
    su conductor emblemático, Cacho Fontana, y en las tardes
    de lunes a viernes Estrellas al mediodía, Almorzando con
    las estrellas (conducido por el muy laborioso Orlando Marconi),
    Radio, cine y teatro en TV (nuevo título para una vieja
    idea, con Jorge Jacobson y Juan Alberto Mateyko), Teleshow (con
    un grupo de
    periodistas y conductores no muy conocidos por entonces:
    Hernán Rapela, Laly Cobas, Alfredo Garrido y Víctor
    Sueiro) y Siesta, con Sueiro, Perla Caron y Borocotó
    Junior, fueron lo más visto de un año no muy
    destacado.

    Para los chicos el debut de "la" conductora de la
    década: Julieta Magaña y Este es mi mundo. Muy
    pobre la oferta
    musical, con Los consagrados, con músicos de diversos
    géneros. El Tango Club
    conducido por Héctor Larrea, Luna de tango con Antonio
    Carrizo, Ventana a Buenos Aires y
    Tangueado conformaban el póker tanguero. La oferta de
    folklore se
    reducía a Argentinísima y Folklorísimo.
    Café
    con Parry y Séptimo piso representaban a los tradicionales
    shows, muy venidos a menos comparando con su glorioso pasado
    (desde Tropicana hasta Casino).

    El deporte se
    circunscribía a la emisión de partidos en diferido,
    los lunes a la noche y a Coche a la vista. El mundial de
    fútbol disputado en Alemania Federal fue cubierto por
    Canal 7 con un equipo encabezado por su sobrio relator, Mauro
    Viale (la gente cambia en cuanto a sobriedad se refiere) y
    Enrique Macaya Márquez.

    El 20 de julio de 1974 varias entidades sindicales
    firmaban una solicitada apoyado la estatización de los
    canales: Sindicato
    Argentino de Televisión, Asociación Argentina de
    Actores, Sindicato de Prensa (Capital
    Federal), Sindicato Argentino de Músicos,
    Asociación Argentina de Telegrafistas, Radiotelegrafistas
    y Afines, Sindicato Unico de Trabajadores del Espectáculo
    Público, Sindicato Unico de la Publicidad, Unión
    Argentina de Artistas de Variedades y Sociedad Argentina de
    Locutores.

    El 23 de julio de 1974 los canales 9 y 11 fueron copados
    transitoriamente por pequeños grupos armados
    pertenecientes al Sindicato Argentino de Televisión,
    mientras el personal, ajeno a los hechos, deliberaba.

    El 30 de julio los propietarios se comprometieron a
    vender los bienes muebles
    e inmuebles de los canales 9, 11 y 13 y de las productoras
    Telecenter (proveedora de contenidos del 9) y Proartel
    (proveedora del 13).

    Al día siguiente varios sindicatos se
    reunieron con el líder
    radical Ricardo Balbín; a dicha reunión no
    concurrió el Sindicato Argentino de Televisión, muy
    cuestionado por la toma inconsulta de los canales una semana
    antes.

    Para finalizar este apartado cabe destacar que sin Tato
    Bores ni Mirtha Legrand no se podría escribir la historia de la
    televisión argentina. Una palabra los unificó
    en 1974: "elitismo". Tal el término utilizado "off the
    record" por las nuevas autoridades de los canales para disponer
    el levantamiento de Dele crédito
    a Tato y Almorzando con Mirtha Legrand.

    LOS MEDIOS EN
    CUESTIÓN

    Es de suma importancia, también, conocer los
    orígenes y las principales características de los
    medios que van a ser analizados a lo largo del
    trabajo.

    Veamos juntos una síntesis
    explicativa:

    TELEFÉ
    – JUNTOS ES MEJOR

    Telefe es la cadena líder de Televisión
    Abierta de Argentina con los
    programas de entretenimientos más vistos y una de las
    más destacadas productoras de Contenidos de Latinoamérica (Telefe Contenidos).
    También cuenta con una de las más creíbles
    divisiones de Noticias
    (Telefe Noticias).

    En su alcance global es la principal productora y
    exportadora de Contenidos del país – tercera distribuidora
    de América
    Latina -, con presencia en 80 naciones.

    También cuenta con una señal satelital
    (Telefe Internacional) que llega a más de 3 millones de
    abonados en todo el mundo.

    Su plataforma de negocios incluye la producción
    cinematográfica (Telefe Cine) con las películas
    más exitosas de los últimos años, como
    así también la producción de discos (Telefe
    Música) y
    espectáculos teatrales (Telefe Teatro).

    La fuerte capacidad técnico-operativa con
    estándares internacionales ha permitido crear
    recientemente Telefe Servicios que
    ofrece una amplia gama de soluciones y
    todo tipo de desarrollos tanto a nivel local como
    internacional.

    El Grupo Telefe, incluye 8 estaciones televisivas en el
    interior del país que solidifican su liderazgo en
    la diversidad geográfica y como referentes regionales. Son
    las señales de Canal 8 de Córdoba, Canal 13 de
    Santa Fe, Canal 5 de Rosario, Canal 11 de Salta, Canal 8 de
    Tucumán, Canal 7 de Neuquén, Canal 8 de Mar del
    Plata y Canal 9 de Bahía Blanca.

    El Grupo Telefe, también es marca
    líder en Radio, a través de Radio Continental en AM
    y FM (Hit) y su Cadena de emisoras a nivel nacional.
    Radio Continental es una de las más prestigiosas
    señales radiofónicas con audiencia de alta calidad y fuerte
    presencia en el campo argentino.

    Con Telefe, sus canales del interior propios y
    asociados, los cable operadores de todo el país y la
    cadena de Radio Continental, el Grupo Telefe tiene una cobertura
    de casi el 100 % a nivel nacional.

    ARTEAR –
    CANAL 13 – EL TIBIO SOLCITO

    El 1º de octubre de 1960 comenzó a
    transmitir Canal trece de Buenos Aires y fue el 11 de enero de
    1990 cuando se integró al Grupo Clarín. Así
    quedó inaugurada una nueva etapa privada en la
    televisión argentina.
    En ese momento nació Artear Argentina, una empresa que,
    desde el principio, marcó claramente sus metas en el
    mercado
    argentino; excelencia, innovación y calidad que se ven
    sustentadas, cada día, en Canal trece:

    • Por talentosas figuras consagradas por sus
    trabajos y por el público.

    • Por programas nuevos e innovadores que
    muchas veces han marcado un nuevo estilo en la
    televisión.

    • Por productoras nacionales independientes
    que generan programas de primer nivel realizados con
    tecnología de avanzada.

    • Por un equipo periodístico
    creíble, objetivo, profesional e independiente que
    lleva a millones de hogares primicias periodísticas
    e investigaciones profundas a través de
    los noticieros más vistos: El Noticiero del Trece,
    Telenoche y En síntesis.

    • Por un grupo humano confiable, capacitado y
    profesional que repara en cada detalle para que día
    a día el público siga
    eligiéndonos.

    Tecnológicamente, Canal trece fue la
    compañía pionera en: transmitir la
    programación en estéreo estableciendo el que hoy es
    el estándar de la industria, iniciar la práctica de
    transmitir en un segundo canal de audio SAP con el idioma
    original del programa y en convertir a digital su planta de
    producción para generar programas de máxima calidad
    técnica.

    También fue el primero en implementar el sistema
    "ghost cancelling" que permite recibir imágenes sin
    fantasmas, en
    incorporar experimentalmente el sistema "close caption" que
    permite seleccionar un subtitulado de un programa favoreciendo,
    especialmente, a los televidentes hipoacúsicos y en
    desarrollar los Primeros Centros de Arte
    Electrónico y de Efectos de Sonido de Argentina dentro de
    un canal de televisión.

    Realizó además la primera
    transmisión experimental de televisión en alta
    definición y, hasta la actualidad, contribuye a instaurar
    la norma de la "Televisión del Futuro".

    Canal trece le brinda, constantemente, a su
    público interesantes opciones enriquecidas por la
    presencia de artistas y eventos
    exclusivos siempre presentes en su pantalla.

    Año tras año, junto a Unicef, Artear con
    mucho orgullo y satisfacción demuestra que siempre puede
    haber "Un sol para los chicos".
    Deseosos, en cada emisión, de batir un nuevo récord
    en recaudación y con la colaboración desinteresada
    de la gente y los famosos "Un sol para los chicos" lleva
    más de diez años en el aire demostrando que siempre
    hay un espacio para ayudar.

    La imagen institucional del Artear Argentina es la
    principal responsabilidad del Departamento de
    Comunicación e Imagen de Canal trece. En esta área,
    un equipo de redactores creativos, diseñadores gráficos, editores, fotógrafos,
    productores, locutores, especialistas en prensa y medios y un
    Centro de Arte Electrónico reconocido mundialmente, son
    los encargados de desarrollar la estrategia de
    comunicación del canal, crear, producir y realizar las
    campañas institucionales, generar y organizar los
    lanzamientos de programación y las presentaciones de
    prensa y, también, promocionar diariamente todos los
    programas en la pantalla y en los distintos medios.

    El multimedio se expande en otras actividades graficas
    (libros, revistas), telecomunicaciones (telefonía
    celular en el interior, sistemas satelitales), negocios
    financieros e inmobiliarios, además de conservar radio
    mitre, tener una participación protagónica en papel
    prensa y en la agencia DyN.

    Adrián Suar, desde el 95 aporta audiencia con
    productos renovados como Poliladron y desde el 96 con Verdad
    Consecuencia, de menor impacto en el 97 con Carola Casini y
    Rodolfo Rojas DT y remontando con fuerza
    Gasoleros en el verano del 98.

    MULTIMEDIOS A
    LOS QUE PERTENECEN

    Es muy importante (e interesante) conocer que
    agrupaciones o multimedios (dueños de diversos medios)
    contienen a los canales televisivos que estudiamos; si bien ya
    hicimos un recorrido por la historia y las principales
    características de los mismos, es necesario conocerlos en
    profundidad, ya que ello nos dejará entrever sus
    respectivas ideologías.

    El grupo que contiene a Telefé se denomina
    ADMIRA (ex Telefónica Media de Telefónica de
    España), y se compone de lo siguiente:

    Medios
    Gráficos

    Editorial García
    Ferré.

    TV

    Canal Telefé.
    Telefé Internacional.
    Ocho Canales en el interior del
    país.

    Medios
    radiales y televisivos

    Torneos y Competencias (Ver Grupo Torneos y
    Competencias/Avila)

    Medios
    radiales

    Radio Continental (AM
    590)
    FM Hit 105.5

    Productoras

    Patagonik Film Group SA.
    P&P Endemol.

    Digitales e
    interactivos

    Provedor Internet: Advance y
    Speedy.
    Portal Intenet Terra.

    Telecomunicaciones

    Telefónica de
    Argentina.
    Telefonía celular
    Unifon.

    Otros

    Sprayette.

    Ahora bien, el multimedio que contiene a Artear (Canal
    13) se denomina GRUPO CLARÍN y se compone de lo
    siguiente:

    Medios
    Gráficos

    Arte Gráfico
    Editorial Argentino SA (AGEA).
    Editora de Revistas SA.
    Artes Gráficas Rioplatense.
    Diario La Razón
    Impripost. Impresión y
    distribución.
    CIMECO (Compañía
    Inversora en Medios de
    Comunicación)
    Revista Nueva.
    Agencia Diarios y Noticias
    (DyN).
    Revista Pymes.

    Diario Página /12. Su
    editor responsable es Fernando Sokolowicz. Las versiones
    más serias relacionan al matutino y sus
    subproductos al CEO de Clarín, Héctor
    Magnetto. La empresa La Página S.A no ha
    brindado información oficial al respecto.
    Diario Rosario /12

    TV

    Artear SA.

    Multicanal SA.
    Supercanal Holding.
    Trisa.
    Teledeportes SA.
    Televisión Satelital
    Codificada SA
    Direct TV
    Tele Red
    Imagen SA

    Productoras

    Pol – Ka
    Patagonik Film Group
    SA.

    Emisoras
    Radiales

    Radio Mitre SA.

    Digitales e
    interactivos

    Clarín Global
    Internet

    PRIMA.

    Otros

    GC Gestión Compartida
    SA.
    Ferias y Exposiciones Argentinas
    SA.
    Fundación Noble
    Papel Prensa S.A.

    En la actualidad estos grupos multimedios monopolizan y
    al mismo tiempo personifican la comunicación en la
    Argentina en los diferentes medios de
    comunicación.

    Cada vez más, estos grupos se asocian con
    determinadas personas, que generalmente son los que poseen mayor
    capital accionario, que les otorgan determinados atributos que
    diferencian un grupo de otro, y hasta los enfrentan; tal es el
    ejemplo del grupo que contiene a Telefé y el que contiene
    a Artear, provocando y originando diferentes ideologías y
    canales de comunicación.

    Sin embargo, estos grandes "gigantes" no son conocidos
    por la mayoría de las personas, y lamentablemente, cada
    vez más los medios nacionales pasan, por medio de
    transacciones millonarias, a manos extranjeras.

    ¿A QUE
    DENOMINAMOS AUDIENCIA Ó
    PÚBLICO?

    Aunque parezca un concepto
    "trillado" o conocido relativamente por todos, es necesario que
    definamos en pocas palabras este término que será
    el protagonista de nuestro show y lamentablemente la
    "víctima" de las estrategias de
    los canales de TV.

    Podemos definirlo de una simple forma:

    Es un conjunto de espectadores que se comportan de
    manera similar frente a un mismo estímulo, en este caso la
    televisión, dependiendo de diferentes variables como
    por ejemplo la edad, las preferencias culturales, la
    personalidad, las conductas, etc.

    También podemos definirlo simplemente como un
    conjunto de personas que reciben información de un medio
    masivo de comunicación.

    La audiencia de un medio -en un lugar y tiempo
    concretos- equivale al total de personas que perciben los
    estímulos difundidos por ese medio o soporte.

    Los mensajes difundidos mediáticamente tienen una
    audiencia, que se corresponde, en el mejor de los casos, con la
    del soporte donde se insertan. En este sentido, los mensajes
    habrán de estar orientados hacia esa audiencia concreta,
    considerando sus gustos y necesidades; claro que ni los perfiles
    de audiencia que declaran los diferentes soportes se concretan lo
    suficiente como para convertir la comunicación de masas en
    otra más personal o íntima -y, en consecuencia,
    persuasiva-, ni los soportes tienen una audiencia
    homogénea en cuanto a preferencias y hábitos de
    consumo en general.

    Los canales viven gracias a su audiencia y a los
    anunciantes que pagan por espacios de publicidad, pero desde hace
    ya un tiempo, estos no son tenidos en cuenta.

    Roger Silverstone en su libro
    "televisión y Vida cotidiana" aclara que la audiencia se
    desplaza y se difunde por la posición que ocupa dentro de
    esa multiplicidad de tiempos y espacios. Y en efecto, la
    posición de la audiencia en estas múltiples
    temporalidades y especialidades es esencial. También las
    audiencias poseen diferentes grados de libertad para
    construir una relación con los textos individuales del
    medio o con el medio en su conjunto. Algunos individuos pueden
    sentirse profundamente conmovidos (para bien o para mal) por lo
    que ven y oyen en la televisión y otros pueden ignorar
    esas imágenes y sonidos.

    Las teorías
    de la mediación son aquellas que dan prioridad al medio
    mismo como el sitio crítico partiendo del cual se
    construye la audiencia, que es el producto o la
    relación de los medios (influencia a largo
    plazo).

    Se distinguen 4 niveles de mediación.

    1. Tecnología: cambios imperceptibles pero
      acumulativos y fundamentales ocurren en la relación de
      la audiencia con los medios, y en cada uno de estos, por obra
      de su recepción y lectura,
      pero no directamente como resultado de estas actividades.
      Tales cambios sobrevienen como resultado de una
      inmersión más o menos total en una cultura
      tecnológicamente modificada y modificable. La
      televisión desdibuja los límites entre lo ficticio y lo
      real.

      Thampson dice que los medios nunca fueron
      considerados centrales para la operación de la
      ideología.

      Sostiene que la ideología constituye el
      respaldo de la crítica de los medios en la sociedad
      moderna.

    2. Ideología: Por la capacidad de la ideología para legitimar, disimular,
      unificar, fragmentar y reificar, las audiencias se incorporan y
      deben incorporarse a una cultura esencialmente
      "falsa".
    3. Cultura: George Gerbner realizo un trabajo sobre la
      relación televisión audiencia. Este trabajo se
      basa en lo que llamó Análisis del cultivo. El
      análisis del cultivo toma por eje las consecuencias
      comunes y duraderas que trae la circunstancia de crecer con la
      televisión y vivir con ella: El cultivo de supuestos, de
      imágenes y de concepciones estables, resistentes, y
      compartidos por muchas personas, que reflejan las
      características y lo intereses institucionales del medio
      mismo y de la sociedad en general. La televisión a
      llegado a ser el ambiente
      simbólico común que interactúa con la
      mayor parte de lo que pensamos y hacemos.
    4. Texto: relación entre el texto y el
      espectador: el "efecto" que generaba fue reemplazado por la
      "interpretación", ya que la audiencia no
      recibía una "influencia" sino que era "llamada". El
      texto se considero el sitio donde ejercía el poder
      ideológico, con distintos grados de "lucha". El texto
      mismo se empezó a considerar una tecnología que
      despliega su magia ideológica por los mecanismos y las
      maquinaciones de su discurso.

    El autor plantea dos tipos de espectadores, activos y
    pasivos. De esto surgen diferentes opiniones como:

    • Paticia Palmer: la televisión es una fuente de
      estimulo y de recursos para la creatividad.
      Por eso, la autora prefiere el termino "animada" en lugar de
      "activa". La palabra "animada" implica una actividad de tipo
      social y simbólica antes que una actividad cognativa o
      psicológicamente funcional. El adjetivo "animada" se
      refiere a la eyección que hacen los niños
      de sus programas favoritos y a las actividades que despliegan
      ante el televisor.
    • John Fiske: el análisis de la relación
      sobre el espectador y la televisión se refiere
      más precisamente a la relación entre los textos
      televisivos y los placeres que obtienen las audiencias de
      ellos. Los sentidos
      que el espectador decide extraer de los textos y los sentidos
      producidos subculturalmente desde la experiencia social traen
      consigo el placer de producir los propios sentidos, el placer
      de no someterse a los sentidos impuestos.

    Así se termina llegando a la conclusión
    que la idea de teleespectador activo y pasivo no puede sostenerse
    por el termino actividad ya que poseen diferentes y variados
    significados para cada persona.

    Obviamente, los medios necesitan datos
    estadísticos concretos que les indiquen como responde esa
    audiencia a los mensajes o productos que el canal emite o
    difunde; esta información se obtiene a través de
    los Índices de Audiencia.

    En los últimos años, la competencia
    existente en el sector audiovisual ha necesitado crear sistemas
    eficaces para medir la audiencia de un programa. Primero se
    utilizó el panel postal, luego se pasó a las
    encuestas a
    domicilio o por teléfono, y, hoy en día, son los
    audímetros, los que miden la hora precisa de todos los
    cambios que se realizan en el receptor de radio o
    televisión (encendido, cambio de canal o de emisora,
    apagado). Los hay de dos tipos: el audímetro casero pasivo
    —sólo detecta los receptores encendidos en cada
    casa— y el audímetro individual activo, que consiste
    en un aparato con diferentes teclas que usa cada miembro de la
    casa para indicar su utilización personal del receptor.
    Dentro de este segundo tipo, también los hay con sensor de
    encendido que detecta la persona que lo utiliza.

    ¿CÓMO LA AUDIENCIA CONSUME A LA
    TV?

    Es necesario analizar ahora como se establece la
    relación entre la televisión y la audiencia;
    veremos todas las características que favorecen esta
    relación.

    La televisión es una manera rápida y
    fácil de mantenerse al día: actualidad política, hechos
    policiales, resultados deportivos, moda precios,
    pronostico del clima, vida
    privada de personalidades, desfiles, debates. Nunca hasta ahora
    el planeta había sido tan pequeño, recorrible en
    apenas una hora.

    También, aunque la información es
    indispensable, su exceso expone a trastornos de conducta. Por
    ejemplo cantidad enorme de datos sobre anorexia,
    multiplico en forma alármate el numero de casos, porque
    enseño a enfermarse; el lujo de detalles en la descripción de delitos,
    enseña a delinquir.

    – La TV, es primordialmente, un medio de:

    • Información
    • Entretenimiento
    • Evasión

    La televisión es parte fundamental de la cultura
    de este siglo y su influencia.

    La presencia del televisor es tan esperable en la
    realidad cotidiana, que no nos separamos de ella. Nuestra
    realidad incluye la televisión, por cierto no es algo
    inerte, sino un personaje de papel protagónico en el seno
    de la familia que
    interviene, emite opiniones, ideologías, conceptos y
    creencias.

    La televisión es un medio domestico (se mira, se
    ignora, se discute, en casa) ya que forma parte de nuestra
    cultura hogareña y constituye además un instrumento
    que nos permite integrarnos en una cultura del consumidor a
    través de la cual construimos y exhibimos nuestra
    condición humana y doméstica.

    Silverstone plantea tres dimensiones de
    domesticidad:

    1) Hogar:

    Es el lugar al pertenecemos. Es una manifestación
    de un investimiento de sentido en el espacio. Es una
    reivindicación que hacemos en un lugar. Es un espacio
    construido a través de relaciones sociales, internas y
    externas, permanentemente cambiantes, tanto en lo que se refiere
    a su fuerza como a su importancia.

    David Seamon considera que el hogar es el producto de la
    presencia física.
    La familiaridad, los ritos, el control y el descanso.

    Jennifer Manson dice que el hogar es el punto de
    intersección y de articulación de las realidades y
    los sentidos públicos y privados. Además incluye
    relaciones de sexo y
    poder.

    La televisión y los demás medios
    constituyen una parte del hogar, son parte de su
    idealización, parte de su realidad.

    La televisión también ofrece
    imágenes del hogar, de la actividad casera y domesticidad
    y se puede considerar que esto ofrece un recurso (si bien
    ideológico en alto grado) para la formación de una
    identidad
    individual y domestica en el seno del propio hogar.

    2) Familia

    "Hoy la televisión es parte integrante de la casa
    familiar, casi un miembro mas de la familia" (Gunter y
    Svenneyig).

    Willson y Pahl sostiene que la familia se puede
    considerar como un grupo de acción, una fuente de solidaridad
    social y de charla y también como una fuente muy
    útil de ayuda material cuando hay que afrontar problemas.
    Las familias además proporcionan a sus miembros
    identidades sociales, que en su mayoría están
    formadas por los medios, principalmente la TV.

    Se pueden considerar insertas en un conjunto más
    amplio de relaciones sociales, así como la actividad misma
    de ver televisión se inserta en las relaciones sociales de
    la familia.

    Televisión y familia.

    A la televisión se la comienza a considerar como
    un foco de las actividades familiares y también como un
    recurso. Esta puede ser y es usada como compañía,
    forma de evasión, mediadora, señaladota de las
    fronteras individuales dentro de la familia, referente para
    programar otras actividades, premio o castigo, elementos de
    negación.

    Los medios se convierten en el foco de gran parte de la
    vida emocional de las familias ya que estas se sienten incapaces
    de vivir sin ellos porque le brindan remedios para la soledad, se
    las utiliza con el fin de crear buenos sentimientos y para
    definir las relaciones
    humanas.

    3) La casa

    Mientras la familia se basa en lazos de parentescos, las
    casas se basan en una cuestión de proximidad. Es mas, las
    casas pueden considerarse unidades económicas: son
    sistemas de recursos. La casa es o puede ser una economía moral porque
    es una unidad económica que participa a través de
    las actividades productivas y reproductivas de sus miembros, de
    la economía publica y al mismo tiempo, es en si misma una
    compleja unidad económica por derecho propio. La
    economía moral es lo que logran de un modo o de otro sus
    miembros como resultado en sus esfuerzos por conservarla como una
    entidad social y cultural.

    Lo domestico es una categoría que incluye el
    hogar la familia y la casa y es una expresión de la
    relación entre la esfera publica y privada.

    En los ámbitos o niveles mencionados el ser
    humano toma contacto con la televisión y con los
    demás medios de comunicación.

    Cabe destacar que el medio de comunicación que
    más consumen las personas es la TELEVISIÓN, y no es
    extraño, ya que podemos definirnos como animales visuales
    u "homo videns", dentro de una cultura en la cual "una imagen
    vale más que mil palabras".

    Ahora bien, una vez aclaradas las funciones que
    cumple la TV para la audiencia debemos centrarnos en un concepto
    clave que refiere directamente al problema en estudio: como
    el hombre
    organiza sus actividades, en que se basa ¿tendrá
    algo que ver la TV?, ¿influirán negativamente en
    este proceso los
    cambios de horario?… eso ya lo veremos.

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