Al Encuentro del Venado
Azul
EL PRIMER VIAJE: EL
NACIMIENTO
Hace algunos años un anciano
soñó y nosotros aparecimos en su
sueño;
Entonces el anciano dijo: "Ha llegado el
momento de abrir el libro de
la
Sabiduría antigua para la gente
del nuevo tiempo."
Don Andrés Jiménez (Maraakame
Huichol)
"Podemos ser libres, podemos aprender a
volar."
Mi maestro (SAMAEL AUN WEOR) había despertado en
mi el interés
por probar un cactus enigmático y difícil de
conseguir, después de leer algunos de sus libros donde
hacia mención de la cualidades de esta planta:
"El peyote es muy exigente: hay que tener
castidad. PERO ES PARA HOMBRES CÓSMICOS. Así pues,
el peyote es útil, pero hay que saberlo usar, no abusar de
él jamás. Al peyote no lo podemos considerar como
droga; es un
planta inofensiva que no forma hábito de ninguna especie y
que solamente coopera con la meditación, cuando se sabe
meditar." 2
La invitación llegó, a través de
dos amigos, se me abrieron dos senderos: la vía
Tradicional (el sendero Huichol), a través de
participar en las enseñanzas de don Andrés
Jiménez, un maraakame Huichol, un anciano de ochenta y
tantos años, envejecido entre la experiencia y los
misterios de su pueblo ancestral, que estaba haciendo ceremonias
Huicholas en Puebla, como no se me dijo bien de que se trataba, y
solo hablaban de pasar toda la noche danzando, y además
tenia que pagar una cuota, decline la invitación. No era
mi camino. Un mes mas tarde un amigo que había estado
preparando su viaje a Wiricuta desde tiempo atrás con un
grupo de
amigos suyos y de repente todos se echaron para atrás
argumentando diversos compromisos familiares, se hallaba
desesperado, pues quería ir, pero la idea de ir solo, le
aterraba, así que me invita a ir, yo le digo que no puedo,
pero él insiste y me ofrece una oferta que no
podía rechazar, pagarme la mitad del viaje. Se me abre de
este modo el segundo sendero: la vía libre, mucho
más llena de peligros que la primera, pero mas apegada a
mi trayectoria dentro del conocimiento.
Así se inicio mi primer viaje hacia la zona sagrada de los
huicholes (3). A un lugar que se encuentra al norte de San Luis
Potosí. Nuestro destino inmediato era Matehuala, pero como
no encontramos boleto a Matehuala, nos dirigimos a la capital de San
Luis Potosí, ahí llegamos a las 4 de la
mañana, a las 6 de la mañana salió el primer
autobús hacia Matehuala, por las circunstancias del viaje
iba durmiendo hasta que un pueblo antes de llegar a Matehuala, el
autobús hace una parada, se llena y empiezo a sentir una
opresión en el pecho lo cual me hace despertarme
bruscamente; habíamos entrado a suelo
sagrado.
Llegamos a Matehuala en un ambiente
lluvioso y nublado lo que nos augura que nuestro viaje no va
atener éxito.
Eran las 8 de la mañana y la primera corrida hacia Wadley
(el pueblo de nuestro destino) ya había salido (su salida
es a las 7 de la mañana) y la siguiente salida era hasta
la una de la tarde. Así que nos dirigimos al parque
central del lugar para esperar a que se llegara la hora de
nuestra salida, mi amigo me dejo a cuidar las cosas mientras el
se iba a conocer la iglesia, para
no aburrirme saque un libro y cuando me disponía a leer,
se aparece un muchacho con una bicicleta y como le veo una
actitud
sospechosa, cierro el libro y me pongo en guardia, ante mi
actitud se retira, procedo a continuar con mi lectura y lo
mismo otro muchacho con una bicicleta aparece y se coloca cerca
de donde yo estaba, me doy cuenta que se quieren robar nuestras
cosas; así que guardo el libro y estoy alerta. De pronto
el lugar se empieza a llenar de gente, es martes como para que
hubiera tanta gente, me siento observado, analizado, como si
fuera un bicho raro, no puedo casi ni moverme con tantas miradas
posándose sobre mi. Se llegó la hora de nuestra
partida y nos dirigimos a la terminal de autobuses, mi amigo se
adelanta y yo lo sigo a unos cuantos metros de distancia, de
pronto escucho que alguien pronuncia mi nombre como yo se que por
esos lugares nadie me conoce, no hago caso; así que sigo
caminando, y por segunda ocasión escucho que gritan mi
nombre como si me llamaran, no hago caso y cuando por tercera vez
me gritan –Luis- entonces volteo rápidamente, pues
siento que la intención va dirigida hacia mi, y entonces
veo a un muchacho del lugar que tenía puesta su mirada en
mi, al verse descubierto se agacha y disimuladamente se va hacia
otra dirección. Abordamos el autobús y
después de nosotros se sube un personaje raro y
enigmático que llevaba una caja con un pastel, la cual
coloca en la parte de atrás del autobús, y con
insistencia la va a revisar para que nadie coloque cosas pesadas
encima. Ante lo cual mi amigo le dice "en la noche vamos a comer
pastel" y a partir de ahí se inicia entre ellos un
dialogo
especial y esperado, platican por ejemplo sobre la
tradición de las plantas de
poder, etc. De
entre lo que van platicando alcanzo a escuchar frases como esta:
"cuando tengo miedo de mi mismo entonces algo sucede". Llegamos a
Wadley a la 3.30 PM. El cielo estaba despejado, hacia un sol
esplendoroso, pero al ver hacia el lugar donde pensábamos
acampar (el cerro de las animas) se notaba lleno de nubes negras
como si estuviera lloviendo, ante lo cual el señor que nos
encontramos nos dice: "quédense en mi casa esta noche y ya
por la mañana se van a donde quieren, vean como esta,
seguramente esta lloviendo, si quieren comer peyote, yo les digo
donde crece por acá cerca". Aceptamos la
proposición del señor, dejamos nuestras cosas en su
casa y nos dirigimos hacia donde nos había indicado, hacia
un lugar ubicado a 2 kilómetros de distancia del pueblo,
ubicar la planta para mi no fue difícil, inmediatamente
encontré mi primer peyote (de 8 gajos, número
idéntico a mi numero personal), a mi
amigo le estaba costando encontrar y empezaba a patear el suelo,
sucede algo interesante la primera vez que uno esta buscando
peyotes, puede pasar muchas veces por el mismo lugar y no ve nada
y de pronto cuando encuentra uno, ve que aparecen por todas
partes, y donde solo había estaba lleno de cactus,
empecé a comerlo, su sabor amargo inundaba mi paladar y
sus efectos empezaban a manifestarse a través de mis
sentidos, para aprovechar al máximo la experiencia ensaye
diferentes cosas: cerré los ojos y me concentre en mi
chacra del entrecejo y empecé a percibir una florecita de
colores muy vivos
que se abría en un panorama multicolor de una belleza
indescriptible, abrí los ojos, y ahora al cerrarlos
entraba en un ambiente de múltiples figuras
geométricas en un fondo color violeta.
Cuando estaba absorto en mis experiencias, mi amigo me interrumpe
y me dice que mejor hagamos una meditación debajo de un
árbol cercano, cuando le manifiesto que estoy de acuerdo
con su decisión, escucho un aullido a dos metros de
distancia, no hago caso; y se escucha un segundo aullido, los dos
ponemos mas atención a la situación y nos
percatamos que es un aullido de muerte.
El segundo aullido empezó a penetrar los poros de
nuestra piel
llenándonos de un escalofrío nunca antes sentido
por nosotros, nuestra vida estaba en peligro. A los pocos
segundos a una mayor distancia de donde venían los
aullidos anteriores, escuchamos un tercer aullido, entonces mi
amigo me dice "corre" y cuando empezamos a correr escuchamos los
aullidos desesperados de por lo menos treinta coyotes,
provenientes de un cerro cercano (ansiosos porque se les va su
comida). En esos momentos yo sentí que nos iban a
alcanzar, nuestra muerte era inminente, íbamos a ser
devorados los aullidos se escuchaban cada vez más cerca,
ya estábamos el 99.9% muertos. En la medida que
corríamos la angustia y la desesperación inundaba
nuestros rostros, pues nos resistíamos a morir. Yo no
quería morir, tenía tantas cosas inconclusas en mi
vida, tanto por hacer y aprender. Finalmente nos dimos cuenta de
que nos iban a alcanzar, y empezamos a disminuir el paso,
aceptamos nuestra muerte, pero no sin luchar, yo me detuve a
cortar una vara para por lo menos defenderme, y en ese instante
mi amigo me pide mi cinturón, y yo pienso "que va a
agarrar a cinturonazos a los coyotes?", mi amigo se acordó
de algo que su mamá alguna vez le recomendó,
así empezó a arrastrar el cinturón, y
continuamos corriendo, de pronto algo sorprendente ocurre,
escuchamos que los coyotes siguen aullando, pero se detienen,
como si una barrera les impidiera continuar, esta acción
había obrado mágicamente. Nos habíamos
salvado. Al atravesar una vía que existe por ese lugar un
suspiro nos hacía sentir la vida otra vez. La aventura
apenas comenzaba, ya empezaba a presentir que lo peor estaba por
pasar. Mi percepción
era semejante a lo que expresara alguna vez Kalweit
Holger:
"Estamos a punto de entrar a un reino de
"engaños", de reflexiones milagrosas, de paradojas y lo
absurdo, a un panorama en donde todo es posible. La tierra a la
que entramos es extraña. Aquellos que viajan a este
resplandeciente y fabuloso reino corren el peligro de perderse,
de ahogarse: el espejo nos engaña con lo que proyectamos
en él, un paseo sobre el filo de la navaja." 4
Al llegar a la casa del hospitalario señor, nos
percatamos que nos estaba esperando en la puerta y estaba
preparando en el patio de su casa una fogata. Íbamos a
participar en un antiguo ritual con el fuego. Este señor
era un brujo del lugar, y por motivos que ignorábamos nos
iba a mostrar cosas. Mi amigo se sentó del lado de la
puerta a lo que el brujo le dijo, estas mal colocado y el fuego
te va a quitar, mi amigo no hace caso, de pronto,
sorprendentemente el fuego se empieza a dirigirse hacia el, hasta
que decide quitarse de ahí, puesto que se estaba quemando.
El brujo prepara una sustancia hecha de polvo de peyote y
agua, en una
botella y nos la da a beber, yo lógicamente rechazo la
invitación, pues el encontrarme en un ambiente
extraño y desconocido aumenta mi desconfianza. Mi amigo si
hace todo lo que el brujo le indica. De pronto el brujo empieza a
comentar cosas extrañas: "aquí se viene a nacer,
ustedes en este momento van a nacer", el fuego parece
obedecerle, toma un puño de tierra y lo
arroja hacia la hoguera y el fuego se enciende aún
más. Se dirige hacia mi y me dice "tu vas a llegar a hacer
todo lo que yo estoy haciendo" su dialogo posterior transcurre de
esta forma:
El brujo Agustín: Lo mejor va a venir cuando
aparezcan las brazas.
El brujo Agustín: Fui hace poco a la ciudad de
México, al
zócalo de la capital.
Luis (o sea yo): Estuviste en tierra sagrada
–comenté.
Agustín: Toda tierra es sagrada
–aseveró.
Agustín: Mucha gente ha comentado que existe una
loba solitaria por estos rumbos, incluso hay quienes la han
visto. A los la han visto, algo les va a pasar.
Me quedé pensando sobre lo que comentaba, e
imagine que se podía tratar de un nagual, lo que no
entendía era que el solo hecho de ver alguno de ellos
implicaba perder la vida, tal vez sea que la persona ya se
encuentra a un paso de la muerte y su
visión ya puede captar la dimensión de los muertos.
En este preciso instante empiezo a escuchar un aullido
espeluznante y agudo, reflejando tristeza y melancolía,
pareciera que la loba estaba a dos metros de distancia, de donde
nos encontrábamos. Entonces le pregunto:
-Es un nagual?
Agustín: Debe ser un nagual resentido
–responde con la cabeza baja.
Agustín: Les recomiendo que se vayan,
mañana temprano. Ya fue suficiente para ustedes.
Váyanse –exclamo en señal de advertencia,
sobre algo o cosas que podrían suceder si nos
quedábamos.
Este comentario a mi amigo lo llenó de pavor y
empezó a hablar del regreso. Yo no tuve miedo, solo
accedí porque estaba satisfecho con lo que habíamos
recibido, ya era tiempo de regresar, había que ser
prudentes. Confucio decía que los prudentes rara vez
fallan.
Durante el tiempo que duramos en la hoguera,
sentía una sensación de peligro, de estarme
enfrentando con cosas extrañas y hostiles que tal vez
quisieran algo de nosotros. Afuera de
la casa del brujo se escuchaban gritos bullicio,
alboroto, caos. Y cuando cesó su dialogo todo como por
arte de magia
se tranquilizó y solo quedo un silencio y los ruidos
normales de la noche. Parecía que se había
arrepentido de continuar con su ritual, pues las brazas
aún no aparecían y el ya se estaba
despidiendo.
Nos quedamos solos frente a la hoguera, observando con
asombro como el fuego se empezaba a apagar con una rapidez
increíble. Tratamos en numerosas ocasiones de reavivar la
llama y no pudimos. El fuego parecía no responder ante
nuestro incipiente poder, los troncos se rehusaban a
arder.
A la mañana siguiente iniciamos el regreso, era
suficiente, la experiencia se había dado. Nuestro
nacimiento había comenzado. Una tranquilidad absoluta nos
invadía, nos sentíamos tan ligeros como si nos
hubiéramos despojado de algo muy pesado, de nuestra carga
karmica. Lo que vendría después sería
más escalofriante.
Luis Manuel Juárez Cuanalo
Puebla, Pue. México, Septiembre de
2003
Sobre el Autor:
"El que vence a los demás es
fuerte. El que se vence a si mismo es la fuerza."
Lao Tze
La sabiduría es la habilidad de
vivir en forma coherente en medio de un mundo caótico.
Esta requiere del "conocimiento oculto detrás del
conocimiento". Arnold Keyserling
1976-83 Inicia su aprendizaje en el
camino del conocimiento en la escuela: Kung Fu
Shaolin, técnica del Dragón Dorado, bajo la
dirección del maestro Efraín Ponce Sibaja.
Posteriormente su sed de saber lo convierte en estudiante de
diferentes corrientes de tipo filosófico-esotérico,
periodo en el cual entra en contacto con distintos maestros que
lo enseñaran a pensar por si mismo como: Fernando Salazar
Bañol, Víctor Palencia, Rodolfo González
etc. Y quien logrará influenciarlo notablemente es Samael
Aun Weor, sin que esto implique que pierda su identidad y su
forma de pensar muy particular.
1983 Egresa de la Escuela de Psicología de la
Universidad
Autónoma de Puebla, México. Obteniendo el titulo de
Lic. en Psicología.
1983-84 Da Psicoterapia y
trata casos en consultorio privado.
- Orientador Educativo en enseñanza media.
- Imparte los cursos: Como superar el Miedo y la
depresión, Psicología del
Autoconocimiento, en diferentes partes de la Republica
Mexicana. - Dicta conferencia
relacionadas con el desarrollo
armónico del hombre.
– Es instructor el la Asociación Gnóstica
de Estudios de Antropología y ciencias.
1984-87 Es coordinador de Capacitación y Selección
de Personal en Diconsa Sur.
- Catedrático en la Escuela de
Psicología de la Universidad Cuauhtemoc, en Puebla,
México. - Inicia sus estudios de Tai Chi Chuan, Wing Chun
Kung Fu, Arte Marcial filipino con diferentes
maestros.
1988 Catedrático en el Instituto de
Estudios Universitarios, donde imparte diferentes materias
enfocadas al desarrollo
personal y profesional de alumnos de una maestría, en
Chiapas,
México.
1989-2003 Establece su gimnasio donde imparte
clases de Tai Chi Chuan, el cual después pierde y se
dedica a dar clases particulares. Es alumno de los siguientes
maestros: Chi Xian Ming, Situ Yii Qihuan, Roberto Kwok Chee
Cheung.
- Imparte los Cursos. Dinámica Mental, Psicología
Práctica, Los Secretos del Tarot,
Magia Sexual, etc. - Actualmente es profesor
de Tai Chi Chuan en el club deportivo Albatros en la ciudad
de Puebla, México.
Empieza su investigación de las tácticas
espirituales y de liberación de la Chamanería y las
plantas de poder, lo que lo lleva a visitar lugares considerados
como sagrados, donde conoce a un chaman muy peculiar:
Agustín Cruz, quien le mueve sus puntos de encaje y lo
hace centrar su camino por terrenos aun desconocidos, e
inexplorados, y lo somete a los ritos severos de la
iniciación. Esta escribiendo un libro donde vertirá
todas sus experiencias en este campo enigmático y
misterioso, pero no por ello igual de importante, dentro de la
vía espiritual de liberación.