Actualmente, los consumidores están más
interesados que nunca en el origen de los productos, de
cómo fueron cultivados o si son seguros para
comerse, así como del contenido nutricional enfatizando su
preocupación por la posible contaminación con agroquímicos,
especialmente por los de consumo en
fresco (Brentlinger, 2002, López, 2004). Por lo anterior,
es necesario encontrar sistemas de
producción apegados lo mas cercano posible a lo no
aplicación de agroquímicos, siendo uno de los
caminos, la agricultura
orgánica, la cual según la FAO (2001) en forma
general, la define como un método
agrícola en el que no se utilizan fertilizantes ni
plaguicidas sintéticos; así mismo, en México y
Estados
Unidos, las normas coinciden
a lo establecido por la FAO, con la peculiaridad de las
especificaciones propias de cada país, las cuales
están contenidas en los siguientes documentos,
respectivamente, NOM.037 FITO (1995) y NOP (2004).
Gómez et al. (1999) menciona que
básicamente los principales problemas de
que enfrenta la agricultura orgánica, en México y
en algunos lugares del mundo, son la comercialización, las limitantes
ambientales, los costos de
producción y la insuficiencia de capacitación e investigación; la comercialización
debido a la oferta y demanda,
en función
del suministro constante de producto; las
limitantes ambientales, debido a las aspersiones aéreas de
agroquímicos en áreas aledañas a las
orgánicas, repercutiendo en la
contaminación de éstas, así como el
agotamiento de los suelos; los
costos de
producción, debido a que la mayoría
de los productos autorizados son extranjeros y por consiguiente
de precio
elevado, mientras que la insuficiencia de capacitación e
investigación, origina que los productores recurran a
técnicos y/o instituciones
extranjeras. Aunado a lo anterior las normas establecen un
periodos de tres a cinco años para la reconversión
de un predio para certificarlo como orgánico, entre otras
cosas (NOM.037 FITO, 1995; NOP, 2004; Brentlinger,
2002).
Por otro lado, la tendencia actual de
producción de tomate, es realizarla bajo invernadero, que
según Castilla (2003) dichas estructuras
pretenden mejorar las condiciones ambientales para incrementar la
bioproductividad, presentándose producciones de tomate de
300 a 500 ton/ha/año, en función del nivel de
tecnificación del invernadero, el cual garantiza que el
producto cumpla con los estándares de calidad e
inocuidad alimentaria que exigen los mercados
internacionales (Muñoz, 2003a), sin embargo, el principal
problema de la producción en invernadero, una vez que se
tienen las condiciones ambientales controladas, es la presencia
de plagas y enfermedades así como
la fertilización. Dodson et al. (2002) mencionan
que de no efectuarse un efectivo control de
plagas y patógenos, éstos puede llevar al
exterminio total, lo anterior origina que la mayoría de
los productos agroquímicos se apliquen de manera
preventiva y continúa, sin tomar en cuenta los umbrales de
acción,
originando que el fruto lleve altas cantidades de residuos de
agroquímicos, los cuales son monitoreados minuciosamente
al pretender ser exportados con la consecuencia del rechazo del
producto. Por otro lado, la fertilización nitrogenada se
lleva a cabo básicamente con fuentes de
nitratos (Anónimo 1,2003), debido a su mayor solubilidad,
sin embrago, éstos, pueden originar un daño en
nuestro organismo, siendo mayor el problema en niños,
debido a que si los nitratos no son dañinos, pueden
convertirse a nitritos, los cuales en altas concentraciones son
tóxicos y en infantes crece el riesgo de causar
metahemoglobinemia (Anónimo 2, 2003); cabe señalar
que la fertirrigación no es admitida en el manejo
orgánico, debido a la aplicación de fertilizantes
químicos (FAO, 2001; NOM.037 FITO, 1995; NOP, 2004);
aunado a lo anterior, además de contaminar de
agroquímicos el fruto, el costo de los
insumos por éste rubro, incrementa considerablemente los
costos de producción, mencionando Castellanos (2003c) una
erogación de $118,000 pesos por concepto de
fertilizantes para un ciclo de 10 meses
La producción de tomate orgánico en
México se lleva a cabo en Baja California Sur (Navejas,
2002), pero si bien la cosecha es orgánica, los
rendimientos son bajos, por lo que es conveniente, producir en
invernadero, garantizando rendimientos mucho más elevados,
garantizando obviamente la aplicación de insumos
orgánicos para garantizar la obtención de un
producto orgánico y prácticamente inocuo, por lo
que la obtención de un sustrato orgánico,
evitaría los tres años mencionados, lo anterior
coincide con lo citado por Castellanos et al (2000), hoy
en día existen creciente interés
por utilizar fuentes orgánicas para abonar los suelos, en
un intento de regresar los sistemas
naturales a la producción orgánica. Una alternativa
en la Comarca Lagunera sería crear dicho sustrato a partir
de estiércol composteado, del cual se producen alrededor
de 49 mil toneladas de materia seca
(Luévano y Velásquez, 2001) en combinación
con arena o perlita, materiales
presentes en la Región.
Dodson et al. (2002), mencionan que la
diferencia entre la producción en invernadero de tomate
convencional contra la orgánica, varía en tipo el
sustrato, las prácticas de fertilización y el
método de control de
problemas fitosanitarios; así mismo, Bernal (1995) y
Navajas (2002) mencionan que lo esencial contra la lucha de los
insectos y enfermedades en los sistemas orgánicos, es la
prevención y que en la actualidad hay productos permitidos
por las normas internacionales de productos orgánicos, los
cuales son todos a base de extractos vegetales.
FAO (2001) menciona que Japón,
la Comunidad Europea
y Estados Unidos, son los principales consumidores de productos
orgánicos, los cuales tiene un sobre precio del orden del
40%, mientras que en México, López (2004) menciona
que el precio es 30 o 40% mas bajo que las convencionales.
Navejas (2002) menciona que en Baja California Sur, el tomate
orgánico ocupa diez veces menos superficie que el
convencional, pero alcanza una cotización diez veces mayor
que el convencional
Para que un producto se venda como orgánico,
debe ser certificado por empresas
especializadas, en México se encuentran la Quality
Assurance Internacional (QAI) y la Oregon Tilth Certified Organic
(OTCO), las cuales cobran aproximadamente 100 y 25 dolares la
hectárea, respectivamente; cabe señalar que la
certificación es anual y contempla la revisión del
aspecto administrativo como el de producción, incluyendo
en algunos casos visitas sorpresa (Gómez et al.,
1999). Por otro lado, Calvin y Barrios (2000) mencionan que la
etapa ideal para exportar a Estados Unidos, es en invierno, ya
que no reciben tomate de ninguna parte del mundo, mientras que
internamente solo Florida lo produce, sin satisfacer,
generalmente, la demanda
interna.
En lo antes expuesto, se basan los objetivos del
presente trabajo,
enfocados a generar tecnología de
producción para cultivar tomate orgánico bajo
condiciones de invernadero, así como evaluar mezclas en
diferentes proporciones de compostas y medios inertes
que permitan la obtención de un sustrato orgánico
que permita buenos rendimientos y calidad de fruto
El experimento se estableció en el Campo
Experimental La Laguna (CELALA-INIFAP), ubicado en el km 17.5 de
la carretera Torreón-Matamoros, en el municipio de
Matamoros, Coahuila, dentro de la Comarca Lagunera. Se
realizó bajo un invernadero de 250 m2 con
estructura
totalmente metálica, cubierto lateralmente por
láminas de policarbonato y doble capa de plástico
en el techo; el sistema de
enfriamiento consistió en pared húmeda y dos
extractores, mientras que la calefacción fue suministrada
por un quemador de gas, ambos
equipos, programados automáticamente. El sistema de riego
fue por goteo. El genotipo evaluado fue Andre. La siembra se
realizó el 14 de agosto y el trasplante el 11 de
septiembre. Se establecieron cinco camas de concreto de 75
cm de ancho y 1.70 cm entre centros de cama, utilizando macetas
de 18 kg, colocándolas a doble hilera en cada cama con
arreglo de tresbolillo espaciadas a 30 cm entre plantas. Las
plantas fueron guiadas a un solo tallo, sosteniéndolas con
rafia. Las temperaturas extremas dentro del invernadero se
muestran en la Figura 1. Se utilizó un diseño
experimental completamente al azar, siendo la unidad experimental
una maceta con tres repeticiones con un arreglo trifactorial
2x2x4, en donde el factor A fueron compostas (Biocomposta,
composta comercial y Vermicomposta, lombricultura); el factor B,
sustratos inertes (Arena y Perlita); y factor C, cuatro niveles
de composta (12.5%, 25%, 37.5% y 50%), dando lugar a 16
tratamientos (Cuadro 1), los cuales únicamente fueron
regados con agua sin
adición de fertilizantes; además se usó como
testigo, un sustrato de arena con fertirrigación, usando
la solución nutritiva propuesta por Zaidan (1997). Las
variables
evaluadas fueron altura, rendimiento y calidad de fruto (peso de
fruto, diámetro polar, diámetro ecuatorial, grados
brix y espesor de pulpa). El ciclo del cultivo fue de 135
días. Se presentó cenicilla, ácaro del
bronceado y mosca blanca. Los análisis estadísticos se realizaron
mediante el paquete estadístico SAS (1998).
Cuadro 1. Tratamientos evaluados en la
producción de tomate orgánico bajo invernadero.
CELALA-INIFAP, 2003
Compostas | Sustrato Inerte | Porcentaje de composta (%) | Tratamiento |
Biocomposta (Bio) | Arena | 12.5 | 1 |
25 | 2 | ||
37.5 | 3 | ||
50 | 4 | ||
Perlita | 12.5 | 5 | |
25 | 6 | ||
37.5 | 7 | ||
50 | 8 | ||
Vermicomposta (Vermi) | Arena | 12.5 | 9 |
25 | 10 | ||
37.5 | 11 | ||
50 | 12 | ||
Perlita | 12.5 | 13 | |
25 | 14 | ||
37.5 | 15 | ||
50 | 16 |
Figura 1. Temperaturas máximas y mínimas
al interior del invernadero durante la producción de
tomate orgánico bajo invernadero. CELALA-INIFAP,
2003
El análisis de varianza mostró diferencias
significativas para compostas, sustratos, porcentaje y las
interacciones presentadas entre los tres factores.
Para compostas, se observa que el tratamiento testigo es
mayor a las dos compostas, mientras que éstas entre
sí son iguales estadísticamente (Cuadro 2).
Nótese que el testigo es 43% más productor que las
compostas; así mismo, la similitud estadística presentada por las compostas,
permite usar cualquiera de éstas indistintamente.
Castellanos (2003a) menciona que el consumo de nutrientes en los
cultivos en invernaderos es muy elevado, por lo que es necesario
el suministro de nutrientes, sin embargo, los nutrimentos
contenidos en las compostas mas los del agua son suficientes para
obtener buenos rendimientos, lo anterior coincide con Castellanos
(2003b), donde menciona que el agua de
riego trae consigo nutrimientos como calcio, azufre, potasio,
magnesio y añade que las aguas con cierto grado de
salinidad representan un ahorro en el
uso de fertilizantes, pues se reducen la cantidad de
fertilizantes a utilizar. Acosta (2003), menciona que la
vermicomposta tiene una respuesta favorable en
rendimiento
Cuadro 2. Comparación de medias de compostas
evaluadas en rendimiento de tomate orgánico bajo
invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
Compostas | Rendimiento t/ha | Peso g | Polar cm | Ecuatorial cm | º Brix | Pulpa cm | No. lóculos |
Bio | 65.6 b* | 205.05 b | 5.28 b | 6.62 b | 4.3 a | 0.76 a | 4.95 a |
Vermi | 63.5 b | 232.71 a | 5.83 a | 7.06 a | 4.2 a | 0. 79 a | 5.67 a |
Testigo | 114.5 a | 245.77 a | 5.68 a | 7.09 a | 3.4 b | 0.77 a | 5.41 a |
DMS (0.05) | ** | ** | ** | ** | ** | ns | ns |
*tratamientos con la misma letra
son iguales estadísticamente, DMS al 5%.
Por otro lado, en los sustratos, el testigo sobresale en
rendimiento con 38.2 % y 48.91 %, respectivamente, en
relación con perlita y arena, mientras que en entre estos,
la perlita es superior (Cuadro 3), es decir que el sustrato que
se debe utilizar para complementar la cantidad de composta debe
ser perlita y no arena. Acosta (2003) produciendo en
vermicomposta con arena obtuvo buenos rendimientos, aunque
inferiores al testigo. Castellanos y Vargas (2003) mencionan que
la arena es un sustrato económico cuando se tiene
disponible a una distancia cercana; sin embargo, añaden
que la perlita es un sustituto excelente de la arena, pero con la
ventaja de ser mucho más ligero y de fácil manejo.
Muñoz (2003b) menciona que la perlita es perfecta para
incrementar la aireación, que caso de mezclase con
composta, puede proporcionar en parte, la falta de
oxígeno
Cuadro 3. Comparación de medias de sustratos
evaluadas en rendimiento de tomate orgánico bajo
invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
Sustratos | Rendimiento t/ha | Peso g | Polar cm | Ecuatorial cm | º Brix | Pulpa cm | No. lóculos |
Arena | 58.50 c* | 210.4 b | 5.41 | 6.75 | 4.31 a | 0.75 b | 5.35 |
Perlita | 70.79 b | 223.3 b | 5.62 | 6.91 | 4.36 a | 0.80 a | 5.20 |
Testigo | 114.51 a | 245.7 a | 5.68 | 7.09 | 3.41 b | 0.77 ab | 5.41 |
DMS (0.05) | ** | ** | ns | ns | ** | ** | ns |
*tratamientos
con la misma letra son iguales estadísticamente, DMS al
5%.
En lo que respecta a los porcentajes de compostas
(Cuadro 4), el testigo fue superior porcentualmente en 32.12,
37.25, 46.44 y 57.58, respectivamente para los niveles de 37.5%,
50%, 25% y 12.5%; cabe señalar que tanto 37.5 y 50%
conformaron el segundo grupo
estadístico y son estadísticamente iguales, es
decir que ambos producen el mismo rendimiento, prefiriendo por
costos de producción, el nivel de 37.5%. Lo anterior,
coincide con lo obtenido en los trabajos de Ávalos (2003),
Gómez (2003) y Acosta (2003), ya que mencionan que la
Vermicomposta al 37.5%, es el porcentaje que presenta un mayor
rendimiento.
Para la triple interacción (Figura 2) encontramos nueve
grupos de
significancia estadística, en donde el testigo
representó al primer grupo con una media de 114.51 t/ha,
mientras que el segundo grupo fue conformado por las
combinaciones de Vermi+arena+50, Vermi+perlita+25, Bio+arena+37,
Vermi+perlita+50 y Bio+perlita+37 con una media de 89.64 t/ha,
mientras que los del último grupo de significancia fueron
Vermi+arena+25, Vermi+arena+12 y Bio+arena+50, con una media de
29.31 t/ha.
Cuadro 4 Comparación de medias de
porcentaje evaluadas en rendimiento de tomate orgánico
bajo invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
Porcentaje | Rendimiento t/ha | Peso g | Polar cm | Ecuatorial cm | º Brix | Pulpa cm | No. lóculos |
12.5% | 48.57 d* | 199.7 b | 5.1 b | 6.47 b | 4.2 c | 0.76 | 4.92 b |
25% | 61.33 c | 234.13 a | 6.0 a | 7.24 a | 4.2 b | 0.79 | 5.12 ab |
37.5% | 77.73 b | 230.9 a | 5.6 a | 7.05 a | 4.5 a | 0.79 | 5.95 a |
50% | 71.85 b | 202.6 b | 5.1 b | 6.47 b | 4.3 a | 0.76 | 5.0 b |
Testigo | 114.51 a | 245.7 a | 5.6 a | 7.09 a | 3.4 d | 0.77 | 5.4 ab |
DMS (0.05) | ** | ** | ** | ** | ** | ns | ** |
*tratamientos con la misma
letra son iguales estadísticamente, DMS al
5%.
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B, Bio; A, arena;V, vermi;P,
perlita
Figura 2. Rendimiento de los 16 tratamientos y el
testigo evaluado de tomate orgánico bajo invernadero.
CELALA-INIFAP, 2003
Calidad
Peso de fruto
Para la variable peso de fruto, existió
diferencia significativa para todas las fuentes de
variación a excepción de la triple
interacción, la cual presentó una media de 218.75
g. En el caso de compostas, la Vermi y el Testigo fueron mejores
con una media de 239.24 g (Cuadro 2); en el caso de sustratos, el
testigo con una media de 245.7 g, fue superior
estadísticamente a los sustratos inertes en 11.7% (Cuadro
3), mientras que en el caso de porcentajes, el testigo, el 37.5%
y el 25%, fueron los mejores con una media de 236.91 g (Cuadro
4). Muñoz (2003b) menciona que es importante podar los
racimos, sacrificando producción y ganando calidad, que a
la postre será redituable mayormente
Diámetro polar
Para esta variable, se presentó diferencia
significativa para composta y porcentaje, caso contrario para
sustratos y la triple interacción, con valores
respectivos de 5.57 cm, y 5.51cm.
En compostas, la Vermi y el testigo fueron
superiores a la Bio en 8.17% (Cuadro 2), mientras que en
porcentajes, Vermi mas 25%, el testigo y Vermi mas 37.5% fueron
los mejores con una media de 5.8 cm (Cuadro 4).
Diámetro
ecuatorial
No existió diferencia significativa para
sustratos ni para la triple interacción, con medias
respectivamente de 6.91 y 6.48 cm
El testigo y la Vermi, fueron los mejores
tratamientos en compostas, con una media de 7.07 cm (Cuadro 2);
mientras que en lo que respecta a porcentajes, Vermi mas 25%, el
testigo y Vermi mas 37.5%, fueron iguales estadísticamente
con una media de 7.07 cm. Los diámetro encontrados, se
ubican de tamaño medio, según la
clasificación hecha por Rendón (1983), es decir,
mayores de 64mm y menores de 73mm
Grados Brix
Se presentó diferencia significativa para
todas las fuentes de variación. En compostas y sustratos
inertes, la Bio y la Vermi fueron superiores al testigo en 20% y
21.33%, respectivamente, con una media de 4.25 y 4.33 grados Brix
(Cuadros, 2 y 3, respectivamente); por otro lado, en porcentaje,
el testigo fue el de menor significancia con un valor de 3.41
grados Brix, mientras que 37.5% y 50%, fueron los mejores con una
media de 4.4 grados (Cuadro 4). En la triple interacción
se presentaron ocho grupos de significancia, siendo las mezclas
de Bio mas perlita mas 37.5%, Bio mas arena mas 25%, Bio mas
perlita mas 50%, Vermi mas arena mas 50%, Bio mas arena mas 37.5%
y Vermi mas arena mas 37.5%, las mejores con una media de 4.56
grados, mientras que las combinaciones del último grupo de
significancia fue Bio mas arena mas 50% y el testigo con una
media de 3.50 grados. Osuna (1983) menciona que un valor mayor o
igual a 4.0 es considerado bueno, añade que existe una
relación directa entre sólidos solubles y firmeza,
es decir, a mayor concentración de sólidos, mayor
será la firmeza.
Espesor de pulpa
No se presentó diferencias significativas
para composta ni para porcentaje, `resentando valores medios de
0.773 cm y 0.774 cm, respectivamente.
Para el caso de sustratos, el tratamiento testigo
y la perlita, fueron mejores con una media de 0.78 cm (Cuadro 3).
Por otro lado, para el caso de la triple interacción, se
crearon cinco grupos estadísticos, sobresaliendo del
primer grupo, Vermi mas perlita mas 25%, Vermi mas perlita mas
37% y Bio mas arena mas 12.5%, con una media de 0.85
cm.
Numero de lóculos
Para el caso de numero de lóculos, se
encontró diferencia significativa únicamente para
porcentaje, siendo Vermi mas 37.5%, así como el
tratamiento testigo y Vermi mas 25%, los mejores con una media
oscilante entre 5.12 y 5.95 lóculos (Cuadro
4)
Altura de planta
En la Figura 3, se muestran las ecuaciones de
regresión obtenidas para las compostas y el testigo,
obteniendo valores estimados, en centímetros, para 25 y 75
DDT de 51.65 y 130.10; 61.73 y 114.82; 51.51 y 138.85, para Bio,
Vermi y el testigo, respectivamente, en donde se observa que la
Vermi es la que presenta mayor altura en las primeras etapas,
mientras que en las ultimas etapas el testigo supera a las
compostas, siendo la mejor de éstas la
Bio.
Para los sustratos inertes evaluados, se observa
en la Figura 4, las ecuaciones de regresión obtenidas para
cada uno de éstos así como para el testigo, en
donde al estimar la altura a los 25 y 75 DDT, se presentan los
siguientes valores, respectivamente para arena, perlita y el
testigo: 58.56 y 121.90 cm; 54.62 y 130.96 cm; 48.84 y 137.50 cm.
La arena es la que inicia con mayor desarrollo,
mientras que el tratamiento testigo es el de mayor altura de
planta en la etapa final; cabe señalar que entre los
sustratos, la perlita es la que termina con mayor
longitud.
Figura 3. Ecuaciones de regresión para
altura de plantas de las compostas evaluadas y el testigo en la
producción de tomate orgánico bajo invernadero.
CELALA-INIFAP, 2003
En lo que respecta al porcentaje de composta
utilizado, tenemos en la Figura 5, las ecuaciones de
regresión para éstos, así como para el
testigo, en donde al estimar la altura para 12.5%, 25%, 37.5%,
50% y el testigo al los 25 y 75 DDT, obtuvimos los siguientes
valores: 54.49 y 112.35; 58.32 y 121.88; 58.42 y 137.36; 56.20 y
125.40; 48.92 y 139.01 cm. Se observa que los porcentajes de 25%
y 37.5 % son los que despegan mas rápido el crecimiento
vegetativo, caso contrario en el testigo, mientras que para la
etapa final, el testigo y el 37.5% son los de mayor
altura.
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Figura 4. Ecuaciones de regresión para
altura de plantas de los sustratos inertes evaluados y el testigo
en la producción de tomate orgánico bajo
invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
En la Figura 6, se observa la altura inicial y final
de cada uno de los 16 tratamientos y el testigo, VA37 y VP25
fueron los de mayor vigor inicial, mientras que BP50 y BP12
fueron los que mas retardaron su fase inicial de crecimiento,
mientras que el testigo y BV37 son los de mayor altura al final
del ciclo, VA12 y VP12 fueron los que menor altura
alcanzaron
Figura 5. Ecuaciones de regresión para
altura de plantas de porcentajes de composta evaluados y el
testigo en la producción de tomate orgánico bajo
invernadero. CELALA-INIFAP, 2003
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Figura 6. Altura inicial (22 DDT) y final (80
DDT) de los 16 tratamientos y el testigo en la producción
de tomate orgánico bajo invernadero. CELALA-INIFAP,
2003
Análisis
económico
La producción del testigo casi duplico lo
obtenido por las compostas, sin embargo, al analizar, los costos
de producción, en el rubro de adquisición de
fertilizantes, según Castellanos (2003c), el costo de
fertilizantes por hectárea es de alrededor de $53,000
pesos, para los cuatro meses y medio que duró el
experimento, es decir, que se tiene que invertir tal cantidad
para obtener las 114.5 ton/ha, mientras que el costo para cada
una de las compostas, es del orden del 10% del costo de los
fertilizantes y se obtienen alrededor de 64 ton/ha
El tratamiento testigo es superior en rendimiento,
sin embargo tenemos que con $53,000 pesos se producen 114 ton/ha,
con fertirrigación, mientras que con compostas, se
producen 64 ton/ha con $5,300 pesos
El contenido grados Brix, es mayor en las compostas
que en el sistema de fertirrigación
La vermicomposta en general, presenta mayor beneficio
que la Biocomposta, sin embargo, la limitante radica en que la
Biocomposta es un producto ya comercial, mientras que la
Vermicomposta, es prácticamente, de producción
casera, por lo que, posiblemente, es difícil conseguirla
en grandes cantidades
Se obtiene mayor rendimiento, en perlita que en
arena, sin embrago, el uso de la fertirrigación supera a
ambos
Los porcentajes de composta que mayores rendimientos
brindan son el 37.5 y el 50%, sin embargo, el testigo es el de
mayor producción
En la altura, las compostas inician mejor y
más rápido el crecimiento vegetativo, sin embargo,
al final el tratamiento testigo las supera
Será conveniente en estudios posteriores
agregar fertilizantes orgánicos a las compostas con el fin
de aumentar los nutrimentos por macetas que se reflejará
sin duda en mayores rendimientos.
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Estudiante de Doctorado UAAAN-UL. Periférico y Carr.
a Sta. Fé s/n. Torreón, Coah.,
México.
Márquez, H. C.1;
Campo Experimental La Laguna, Km. 17.5 carretera
Torreón-Matamoros, Apdo. Postal No. 247, C.P. 27000,
Torreón, Coah., México.