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La Equitación




Enviado por angelice87



    1. Historia de la
      Equitación.
    2. La Antigua escuela de
      Equitación.
    3. Las escuelas de
      Equitación.
    4. Aparejo o
      arreos
    5. Equitación
      Básica.
    6. Equitación
      avanzada
    7. Conclusión
    8. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    La Equitación es el arte de mantener
    el control preciso
    sobre un
    caballo
    , así como los diferentes modos de
    manejarlo. La equitación implica también los
    conocimientos para cuidar caballos y el uso del equipo apropiado
    llamado aparejo o arreos.

    Estos equipos son esenciales al momento de montar un
    caballo ya que con esto se tiene el control de
    animal.

    Existe un tipo de equitación básica,
    donde lo principal es aprender a montar, y uno más
    avanzado, usado para saltar, realizar carreras, acarrear ganado,
    exhibición o equitación de alta escuela.

    Historia de la
    Equitación.

    Durante milenios, el caballo no fue más que
    una pieza de caza para servir de alimento al hombre
    prehistórico. Su velocidad de
    galope no permitía abatirle fácilmente con los
    medios
    rudimentarios de entonces, pero más tarde la astucia y las
    emboscadas preparadas por el hombre
    permitieron hacerse con las manadas de caballos que caían
    bajo los certeros golpes de los cazadores. Después
    sobrevino un período de calma, porque el hombre
    nómada se volvió sedentario, pastor y agricultor, y
    el caballo, más libre, sufrió una
    transformación, y por razones inexplicables las manadas
    disminuyeron, aunque las condiciones de vida deben haber
    mejorado.

    En la edad de bronce el hombre se percató de
    que el caballo podría convertirse en un elemento
    utilitario y no solo en base de su alimento. El caballo
    empezó a emplearse como elemento de trabajo. En la
    historia de la
    humanidad, el caballo se convirtió en pieza vital de una
    nueva era. Según todos los indicios, el caballo no tuvo su
    origen en Europa, sino que
    fue importado de alguna apartadas regiones oriental para su
    utilización doméstica.

    Es importante hacer notar que la caballería
    era el cuerpo militar predominante en los ejércitos persas
    y griegos, e incluso entre las hordas bárbaras anteriores
    a nuestra era. Todavía se montaba a pelo, pero ya se
    jugaba al Polo en Persia. En esta época aparece el primer
    caballo famoso en la historia: "Bucéfalo", el caballo de
    Alejandro
    Magno, cazado y domado por el. A lomos de este caballo
    Alejandro Magno conquistó países colindantes con el
    mar Mediterráneo, el mar Negro y el Golfo Pérsico,
    llegando desde Grecia hasta
    la India. Siempre
    a caballo.
    Pasamos a la Edad Media. La
    caballería Española, que estaba considerada como
    "Escuela de Caballeros", los hijos de los grandes señores
    o caballeros de alcurnia pasaban su infancia y
    adolescencia
    sometidos a una estrecha vigilancia y una constante
    preparación. Primero bajo la tutela materna y
    luego bajo la de un preceptor, y cuando apenas tenían diez
    años eran enviados a los castillos de otros señores
    a los que servían directamente y de ellos aprendían
    el arte de ser caballeros. Empezaban por llevar las armas y los
    escudos, y de ahí el nombre de "escuderos" que se les
    daba. En los castillos recibían además
    instrucción literaria y musical, y aprendían
    idiomas. Se forjaban pues, hombres y caballeros aptos para la
    guerra y
    también para la vida palaciega y social de la
    época.

    Entre batalla y batalla, o en épocas de paz se
    generalizó el empleo del
    corcel en torneos y juegos a
    caballos, como una preparación para el tiempo de
    guerra. Con el tiempo, estos entrenamientos para la guerra
    habrían de convertirse en el deporte
    hípico.

    La Antigua escuela de
    Equitación.

    Fue en la época bizantina cuando aparecieron
    elementos tales como la silla, la brida y las riendas. Sin
    olvidar que con la silla se crearon los estribos que fueron de
    gran utilidad para
    unos jinetes que tenían que buscar el máximo
    equilibrio en
    su caballo, a consecuencia del peso que representaban sus
    armaduras y escudos y las armas propias de la
    época.

    Fue entonces cuando se empezaron a estudiar sistemas y
    técnicas, y surgieron las escuelas "a la
    jineta" y "a la brida". La segunda prevaleció sobre la
    primera pero esto no quiere decir que "la jineta" haya quedado en
    desuso.

     En los campos andaluces y salmantinos, en los
    cortijos o en el rejoneo en las plazas de toros todavía
    esta vigente el estilo limpio, elegante y ardoroso de la jineta.
    Precisamente en España y
    Portugal.

    No obstante, las tácticas de combate, los
    juegos de guerra y el peso de las armaduras generalizaron en toda
    Europa la llamada "Escuela de la Brida", mientras que el sistema de montar
    "a la jineta", más apropiado para los juegos de
    cañas y el toreo se afianzó en España y
    ahí sigue.

    Para montar a la brida, se requiere un arnés
    cabecero que sujete al caballo mediante la brida propiamente
    dicha, el freno o bocado y las riendas. La silla carece de
    resaltes o salientes excesivos y los estribos han sufrido cambios
    en los materiales
    utilizados.

    Las guerra de Italia, en la
    época iniciada por los Reyes Católicos, fueron unas
    de las causas que acabaron por generalizar en España la
    escuela de la brida, por cuanto el jinete tenía una mayor
    movilidad y libertad de
    acción,
    sin las limitaciones que imponían los útiles
    aplicados al caballo más que el propio dominio del
    jinete que lo montaba.

    La permanencia en Italia de los soldados
    españoles, peleando con enemigos cuya táctica
    guerrera era tan distinta de la que ellos habían
    practicado en nuestro suelo durante el
    largo periodo de la Reconquista, produjo sin duda una profunda
    modificación en la manera de combatir a caballo, y por
    tanto en la utilización de este.

    Fue pues en Italia donde la caballería
    española empezó a amoldarse a los nuevos estilos,
    dejando el español
    para las competiciones y los juegos clásicos de nuestro
    pueblo. El método o
    sistema de monta a la jineta tenía y tiene una
    característica muy especial, consistente en hacer correr,
    parar y girar el caballo bruscamente pero con sujeción a
    determinados principios. El
    caballo tenía que revolverse y marchar de uno a otro lado,
    incluso hacia atrás, con gran agilidad y presteza, y todo
    ello mediante la ayuda de pies, piernas y rodillas así
    como de la mano izquierda.

    El freno reviste en este caso una forma muy especial
    y exclusiva: menos pesado y más corto que el de la brida.
    La silla asimismo, es un dato de preferente atención. Es distinta a la de la brida, de
    hechura casi cuadrada, de mayor fortaleza y con dos arzones
    prominentes, el de delante recto y el posterior alto
    también pero ligeramente inclinado hacia atrás. No
    obstante el caballero en esta silla va perfectamente encajado,
    sujeto y sin riesgo de
    descomponerse al ejecutar los movimientos necesarios en los
    ejercicios correspondientes.

    Los estribos también son distintos a la otra
    monta: los había de dos clases, de "medio celemín"
    y de media luna, tanto para el combate como para torear de
    hierro,
    mientras que para el campo el material empleado era la madera. El
    pie, quedaba pues, perfectamente resguardado de los envites a los
    que había que oponerse, especialmente de los cuernos de
    los toros. En la jineta se utilizaban asimismo diversas espuelas,
    acicates diversos, de aguijón, pico de gorrión,
    etc. La posición del jinete es distinta en una y otra
    monta.

    Las escuelas de
    Equitación.

    La primera escuela de equitación fue fundada
    por el conde de Fiaschi en el año 1539 en la ciudad
    Italiana de Ferrara, y todo apunta a que fue la primera escuela
    de equitación de la que se tiene noticia. Fiaschi
    también expuso sus conocimientos y sus experiencias
    vividas junto a los caballos en diversos escritos. Tenía
    como fieles alumnos a Federico Grisone y Juan B. Pignatelli, que
    le sucedieron en sus teorías
    y en sus prácticas, y más tarde en la dirección en la dirección de su
    escuela que trasladaron a Nápoles. Entonces ya se
    había conseguido crear la Escuela Italiana, a la que
    acudían los hijos de las mejores familias francesas y
    alemanas, y esta fue la base de la creación de otras
    escuelas en dichos países, en especial la francesa de La
    Broue y La Baume.

      Pero entretanto surgió una escuela
    que hizo historia y que se mantiene en nuestros días: la
    clásica Alta Escuela Española de Viena. Fue creada
    en el año 1572 y sustituyó a un famoso picadero
    cubierto austriaco. Fue en esta época el momento en que
    más se escribió sobre la hípica y la
    equitación. Estas constituyeron, junto con el deporte o
    arte de la esgrima y más tarde la gimnasia, los
    conceptos básicos de lo que había de ser el deporte
    del mundo.

    Cada país realizaba sus estudios y fundaba sus
    escuelas de equitación. España también tuvo
    maestros en las prácticas hípicas, y en muchos
    casos, los conocimientos y las bases españolas sirvieron
    de iniciación a los escritos extranjeros.

    Pero el país que más
    preocupación demostró respecto a la monta fue
    Francia. A
    partir de 1600 buscaba nuevas fórmulas y tal vez
    encontró el mejor sistema, basado en movimientos muy
    suaves. Los franceses fueron depurando la técnica que
    entonces se consideró como el estilo moderno y hoy
    aún prevalece.

    Se crearon los picadero-escuelas de Versalles y las
    Tullerías, y países como España, Portugal y
    Alemania
    empezaron a seguir el ejemplo, creando escuelas con
    peculiaridades propias pero bajo la influencia francesa. No
    obstante cada escuela publicaba libros en los
    que aunque exponían realidades técnicas
    extranjeras, mantenían sus propios conceptos y
    defendían sus convicciones clásicas.

    Por lo tanto, el siglo XVIII trajo consigo una
    preocupación y esmero en la preparación del caballo
    y en los antiguos sistemas de doma, pues se buscó la
    cadencia de la marcha y la flexibilidad en el manejo del corcel,
    y el movimiento de
    adorno hizo
    que surgiera la verdadera doma del noble bruto.

    Francia siempre mantuvo la cabeza en los estudios
    ecuestres, con sus escuelas de Versalles, de caballería
    ligera y la de Saumur, y empezó una nueva era: la militar
    exenta de florituras para dar a la equitación una forma
    castrense.

    De esta forma, el panorama ecuestre hasta tal vez
    1920 estaba dominado por el estamento militar. Los jóvenes
    oficiales de la Escuela de Saumur se imponían por doquier
    hasta que se empezó a despertar el interés
    entre la población civil. A partir del citado
    año 1920 los jinetes civiles confirmaron su
    aparición en los concursos hípicos. La
    caballería en el estamento militar tocaba a su fin con la
    aparición de la caballería motorizada, y ello
    motivo el que la equitación terminase de orientarse
    deportivamente. Actualmente, aunque existen militares que dominan
    el arte ecuestre, el elemento civil impone criterios propios y a
    el le corresponde buena parte del resurgimiento competitivo en lo
    ecuestre.

    Aparejo o
    arreos

    Las piezas esenciales del equipo de equitación
    son: ronzal, brida, silla o montura y estribos. Tradicionalmente,
    el aparejo se le pone al caballo por el lado izquierdo o parte de
    dentro; el lado derecho del caballo es la parte de
    fuera.

    Ronzal

    El ronzal se usa para controlar al caballo desde el suelo.
    Consiste en unas correas que van alrededor de la cabeza del
    animal y una anilla bajo su barbilla (barboquejo) donde va
    enganchada la correa de mando o guía.

    Brida

    La brida comprende el bocado, el collar o cabezada y las
    riendas. El bocado es una barra de metal que se coloca dentro de
    la boca del caballo. El jinete experto ejerce el control sobre el
    caballo por medio de la presión e
    n el bocado. El collar, al cual va sujeto el bocado, es un
    dispositivo de correas de cuero situado
    alrededor de la nariz, quijadas y cabeza del animal. Las riendas
    son unas correas de cuero que están sujetas al bocado a
    ambos lados de la boca del caballo y que van una por cada lado
    del cuello hasta las manos del jinete.

     Silla o montura

    La silla es una pieza de cuero que se sitúa
    encima de la grupa del caballo y tiene unos faldones que se
    extienden hacia abajo por ambos lados del animal. Se sostiene en
    su sitio por medio de cinchas que circundan el vientre del
    caballo y se abrochan bajo los faldones. La parte de la silla
    ocupada por el jinete es el asiento, la parte de delante es el
    pomo y la de atrás el arzón trasero. Suspendidos
    por los dos lados de la silla y sujetos con unas correas
    ajustables se encuentran los estribos, que son de madera o metal
    y soportan los pies del jinete.

    Aunque los tipos de sillas varían dependiendo de
    su uso, los dos tipos principales son la silla inglesa
    (galápago) y la silla vaquera. La silla inglesa es
    más ligera y plana mientras que la vaquera es más
    pesada con un pomo y un arzón trasero mucho más
    altos. El cuerno que forma el pomo sirve de ancla para el lazo
    que se usa cuando se conduce ganado.

     Equitación Básica.

    Una de las habilidades fundamentales para poder manejar
    el caballo es saber montar y desmontar utilizando una o
    más de las diferentes sillas y conocer las señales
    adecuadas para controlar y dirigir los movimientos del
    animal.

     Montar: La monta de un caballo
    comprende varios actos separados ejecutados en un movimiento
    continuo. El jinete se coloca al lado izquierdo de la montura a
    la altura de la silla mientras sujeta las riendas en la mano
    izquierda que descansan en el cuello del caballo frente al pomo
    de la silla. Con la mano derecha vuelve el estribo hacia
    él, se inserta el pie izquierdo en él, se coloca la
    mano derecha en el arzón y se impulsa desde el suelo
    transfiriendo su peso al pie izquierdo y las manos. Se quita
    entonces la mano derecha del arzón y se pasa la pierna
    derecha por encima de la grupa del animal sentándose sin
    brusquedad en la silla.

    Desmontar: Para desmontar el jinete agarra
    de nuevo las riendas frente al pomo con la mano izquierda.
    Desengancha el pie derecho del estribo y transfiere el peso al
    pie izquierdo, entonces pasa la pierna derecha sobre la grupa del
    animal, apoyándose contra la parte izquierda del caballo
    para transferir el peso a las manos. Hace una pequeña
    pausa para sacar el pie izquierdo del estribo y se deja resbalar
    hacia el suelo. Las botas de montar o un calzado fuerte con poco
    tacón evitan quedarse enganchado de los
    estribos.

    Monta y manos: La primera
    consideración con respecto a la monta es la manera de
    encontrar el equilibrio por parte del jinete que consigue
    sentándose sobre el centro de gravedad del animal y que
    varía de acuerdo con la función
    que se esté realizando. El jinete debe estar calmado y
    relajado en la silla, ya que cualquier estado de
    tensión o miedo es percibido en seguida por el caballo. El
    uso adecuado de las manos es un factor vital en la buena
    equitación. Cualquier tirón fuerte de éstas
    puede dañar y echar a perder la sensibilidad de la boca
    del caballo. Unas manos ligeras pero firmes en las riendas son de
    suma importancia.

    La monta normal de paseo se realiza hacia adelante
    y es la que se usa en la monta inglesa, en la que el jinete se
    sostiene en la grupa del animal por el equilibrio más que
    por agarrarse con las rodillas y aferrarse a las riendas. El
    jinete se sienta erguido en el centro de la silla con los hombros
    hacia atrás y con la parte estrecha de la espalda
    arqueada, las manos se sitúan bajas frente a la silla de
    manera que las riendas y los brazos formen una línea recta
    desde el bocado hasta el codo. Se sostiene una rienda en cada
    mano y al caballo se le hace cambiar de dirección con un
    ligero tirón hacia el lado que el jinete quiera que gire.
    El estribo soporta el pie por la planta con el talón
    presionando ligeramente hacia abajo, la rodilla doblada y
    manteniendo vertical la parte baja de la pierna. Un estribo bien
    ajustado alcanza el hueso del tobillo cuando se deja colgar
    libremente la pierna desde la silla.

    Para la monta de paseo en silla vaquera, el jinete
    se sienta apoyándose en el arzón trasero y extiende
    ligeramente las piernas hacia adelante y hacia afuera de los
    lados del caballo. El estribo se sitúa en la planta del
    pie con el talón presionando hacia abajo y se ajusta un
    poco más largo que para la monta inglesa, de manera que
    las piernas y el cuerpo del jinete están casi en
    línea recta. Ambas riendas se sostienen con una mano y se
    dirige al caballo haciendo presión con la rienda en el
    lado opuesto del cuello hacia el que se quiere que gire el
    animal.

    Ayudas: Un jinete habilidoso controla el
    caballo por medio de varias señales llamadas de forma
    colectiva ayudas. Las ayudas naturales son señales
    transmitidas al caballo por las piernas, manos y voz del jinete y
    por el cambio del
    peso del cuerpo en la silla. A menudo, son complementadas con
    espuelas y fustas, que se usan para reforzar las órdenes y
    no para castigar al caballo.
    Para hacer que un caballo se mueva hacia adelante, el jinete
    frota sus piernas contra los lados del caballo; incrementando la
    presión y las voces de mando se consigue acelerar el paso.
    Para hacer que vaya más despacio, se detenga o recule, se
    tira hacia atrás de las riendas.

    Pasos: La mayoría de
    los caballos tienen tres tipos naturales de pasos o series de
    movimientos de las patas: paso, trote y galope. Un tipo de galope
    más rápido se denomina galope tendido. Cada uno de
    estos pasos requiere del jinete una postura concreta. En el paso,
    el jinete permanece erguido en la silla.

     En el trote, si se monta a la inglesa, el
    jinete se inclina un poco hacia adelante y se mueve arriba y
    abajo con el paso del caballo; en el estilo vaquero, el jinete se
    apoya en el arzón trasero y se mantiene sentado. En ambos
    estilos de montar, el jinete se mantiene sentado cuando va a
    galope, pero en el galope tendido, cuando se monta en silla
    inglesa, adopta una posición en la que la parte superior
    del cuerpo se inclina hacia adelante y las nalgas se elevan de la
    silla manteniéndose en el aire, lo que se
    conoce como posición de dos puntos.

    Equitación avanzada

    Muchos tipos de equitación avanzada se
    usan para saltar, realizar carreras, acarrear ganado,
    exhibición o equitación de alta
    escuela.

    Salto

    Cuando un caballo salta, su centro de gravedad se
    desplaza hacia adelante, a un punto situado en el frente de la
    silla. Para mantener el equilibrio, el jinete inclina su cuerpo a
    la llamada posición de dos puntos. Una silla con soportes
    almohadillados para las rodillas y un arzón trasero
    más elevado facilita esta posición; el jinete
    aprende a saltar primero al trote y luego al galope sobre vallas
    bajas. La parte superior del cuerpo no debe desplazarse hacia
    atrás, las piernas deben permanecer en las cinchas sin
    presionar con los talones y las manos evitarán interferir
    en la boca del animal. La práctica desarrolla la habilidad
    para regular el tranco (zancada) del caballo, para que el punto
    de impulso no esté ni demasiado cerca ni demasiado lejos
    de la valla.

    En la caza del zorro, el jinete debe tener la
    habilidad de manejar al caballo para saltar sobre vallas, zanjas,
    muros, terraplenes, matojos y otros obstáculos naturales,
    con los que se puede encontrar.

     Carreras

    En las carreras de caballos el jinete debe
    inclinarse de manera exagerada hacia adelante. Cuando el caballo
    adquiere velocidad y galopa en línea recta, el centro de
    gravedad se desplaza hacia adelante. El yoquey, entonces, se
    desplaza hacia el cuello del caballo con las piernas encogidas y
    altas, sujetas por unos estribos muy cortos. Esta postura tiene
    la ventaja de dejar libertad de movimientos a los cuartos
    traseros del caballo, lo que permite mayor fuerza en el
    tranco y ofrece una menor resistencia al
    aire que con una postura erguida.

     Acarreo de ganado

    En muchos países el ganado es conducido por
    vaqueros, cuya monta, cuando acarrean ganado, sigue una
    trayectoria con cambios bruscos de dirección. El centro de
    gravedad del caballo se desplaza un poco hacia atrás al
    tener que mantenerse equilibrado en los giros y paradas
    repentinas. En consecuencia, el jinete debe sentarse muy
    atrás con las piernas extendidas. Esta postura mantiene al
    jinete equilibrado con el caballo durante los cambios
    rápidos de dirección y le permite asegurarse contra
    las paradas repentinas.

     Exhibición

    En la monta de caballos de exhibición se
    usa una silla inglesa sin soportes para las rodillas. El caballo
    de exhibición debe estar reunido o recogido, lo que
    significa que sus cuartos traseros deben estar por debajo de la
    alzada del punto más alto de la cabeza hasta el doblez del
    cuello y la quijada, de forma que esté más
    equilibrado; es un estado que permite al caballo cambiar de paso
    con facilidad. Las piernas del jinete y el cuerpo están
    casi rectos y se usan estribos largos para mantener el
    equilibrio.

     En una exhibición de paso o en un
    concurso hípico, el jinete deberá mostrar al
    caballo ejecutando diferentes pasos en ambas direcciones
    alrededor de una pista circular vallada. Al trote, el jinete debe
    cubrir diagonales, sentándose en la silla cuando la pata
    delantera de dentro toque el suelo y levantándose de la
    misma cuando lo toque la pata delantera de fuera. El caballo debe
    comenzar el galope presentando primero la pata delantera de
    dentro. La mayoría de los caballos comienzan correctamente
    de una manera natural, aunque a otros hay que obligarles a
    hacerlo ayudándose con las piernas y las
    manos.

    Silla de asiento

    Este estilo se usa sólo cuando se monta el
    caballo de silla americano. El aparejo apropiado comprende una
    silla inglesa plana y una brida con un bocado de filete y otro
    curvo (que permita mayor palanca en la quijada) o sólo uno
    curvo, esto es, una cadena o correa sujeta en la parte de arriba
    del bocado que ejerza mayor control. Las piernas del jinete se
    llevan como en la silla vaquera de paseo. Los caballos de esta
    modalidad se mueven con pasos recogidos y las manos del jinete se
    sitúan casi a la altura de los hombros para ayudar al
    caballo a llevar la cabeza y el cuello. El jinete se levanta en
    el trote y va sentado en el resto de los pasos, incluyendo el
    paso lento y estirado, artificial y opuesto a los cinco pasos
    naturales que ejecutan los caballos.

    Silla de montar de lado

    Las mujeres que montan de lado usan una variante
    de la silla inglesa. Un pomo largo y curvo sujeta la pierna
    derecha de la amazona, que se pliega alrededor y contra el lado
    de dentro del caballo; la pierna izquierda va apoyada en un
    estribo convencional. Al no poder dominar al caballo con su
    pierna, la mujer lleva un
    látigo o fusta en la mano derecha.

    Doma

     La doma se refiere a enseñar a un
    caballo a ser dócil, equilibrado y obediente. La silla de
    esta especialidad es similar a la inglesa, aunque con los
    estribos más largos. El trabajo
    básico de doma comprende restricción y
    extensión (alargar y acortar el tranco) en el paso, trote
    y galope y movimientos laterales como la doble pisada, en la que
    el caballo se mueve hacia adelante y hacia un lado de manera
    simultánea.

    La doma se puede utilizar como adiestramiento
    para otras disciplinas, como competiciones y concursos. La
    Escuela Española de Equitación de Viena, fundada en
    1572, es el centro mundial más famoso de exhibición
    de doma. Entre los movimientos de la ‘alta escuela’
    se encuentran el piaffe o trote sobre sí mismo y
    los llamados ‘aires’ sobre el suelo, entre los que se
    encuentran la parada, el paso atrás y la serpentina, en la
    que el caballo salta en el aire y da cocees al mismo
    tiempo.

    Adiestramiento

    El adiestramiento de un caballo joven al
    arnés (ronzal, brida) y a la silla, consiste en
    acostumbrar poco a poco al animal a llevar varias piezas del
    aparejo (arreos) y después a soportar o tirar de un peso.
    El adiestramiento forzado de caballos viejos, en el que un
    caballo que no ha sido amaestrado antes es embridado, ensillado y
    montado, se considera como un adiestramiento primitivo e
    insatisfactorio.

    El adiestramiento avanzado, como la
    equitación avanzada, se hace de muchas formas. En el caso
    de caballos de carreras y ponis de acarrear es un arte muy
    especializado que debe ser efectuado por domadores profesionales.
    No obstante, el jinete que monta por placer debería tener
    los conocimientos necesarios para ejercitar al caballo en la
    ejecución de saltos, ir de caza, manejarlo en un concurso
    hípico o aprender las maniobras básicas de la doma.
    Debido a que estas ejecuciones están basadas en
    movimientos naturales del caballo, los factores principales para
    la enseñanza son paciencia, destreza y
    repetición.

     Cuidados y
    limpieza

    Uno de los aspectos más importantes de la
    equitación es el cuidado apropiado del caballo, que
    comprende la limpieza, alimentación,
    cuidados médicos y herraje. La limpieza se realiza para
    mantener la higiene del
    caballo y estimular su piel; el
    primer paso es cepillar o frotar el cuerpo del animal con un
    cepillo llamado rascadera que debe moverse en pequeños
    círculos a favor de la dirección de crecimiento del
    pelo; este proceso
    suaviza el pelo y estimula el flujo de la sangre a
    través de la piel del caballo. El cuerpo del caballo,
    así como su crin y cola, se cepillan después con un
    cepillo duro para quitar pelos sueltos y polvo y suavizar su
    pelaje. Por último, el cuerpo y la cara del caballo se
    frotan con un cepillo suave que abrillanta el pelo. La limpieza
    abarca también los pies del caballo, antes y
    después de cada carrera, y, por último, se debe
    quitar a menudo el exceso de pelo de la cola y la
    crin.

     Después de montar, el caballo se debe
    mojar con agua
    fría utilizando una esponja, luego se cepilla, se cubre
    con una manta y se le obliga a caminar hasta que se seque. Si el
    caballo está demasiado caliente y sudoroso, el jinete debe
    quitarle la silla y la brida, cubrirlo con una manta, darle un
    poco de agua y hacerle andar hasta que se
    recupere.

    La alimentación adecuada para un caballo de
    montar depende de su raza y del tipo de trabajo que desarrolle.
    Por lo general, un caballo que pese unos 544 kg y haga seis
    horas diarias de ejercicio, debe ser alimentado tres veces al
    día. Sus comidas pueden consistir en 134 o 202 medidas
    secas de grano o pienso dulce mezclado con pequeñas
    cantidades de maíz y
    harina de linaza. Además, el caballo debería comer
    un puré de salvado una vez a la semana, siempre antes del
    día de descanso.

    Cualquier cuidado médico dado por su
    dueño tiene que limitarse a tratamientos de
    pequeñas dolencias. Para enfermedades más
    serias hay que llamar a un veterinario. Un caballo debería
    ser tratado de lombrices intestinales tres o cuatro veces al
    año.

    Un herraje adecuado es de suma importancia, aunque
    a veces es un aspecto que se trata de forma negligente en el
    cuidado del caballo. El dueño del animal debería
    escoger al herrero con mucho cuidado. El tipo de herradura
    depende de factores como la raza del caballo, el tipo de trabajo
    que realiza y la forma en que utiliza sus
    patas.

    CONCLUSIÓN

    En conclusión la equitación es un
    buen deporte pero hay que tener tiempo y dedicación para
    dominar los caballos la limpieza.
    Ya que esta es uno de los aspectos más importantes de la
    equitación es el cuidado apropiado del caballo, que
    comprende la limpieza, alimentación, cuidados
    médicos y herraje.

    Bibliografía

    Esta información fue obtenida de la siguiente
    fuentes de
    imformacion:

    Relinchando.com

    Laequitacion.com

    ENCARTA Online

    Imágenes

    Google.com.do

     

    .:JÖÅN:. NIN

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