- Prólogo
- Alcoholismo
- El alcohol que
tomamos - Concentración del
alcohol en la sangre - Efectos del
alcoholismo - La
desintoxicación - Consecuencias del
alcoholismo - Alteraciones poco
conocidas - Beber
responsablemente - Prevención del
alcoholismo - Mitos y falsas
creencias. - Conclusión
- Glosario
Existen reportes escritos del uso de cerveza, vinos y
otras bebidas alcohólicas que datan desde 3000 años
antes de Cristo. Pero el proceso de
destilación aplicado a las bebidas
fermentadas se remonta alrededor del año 800
después de Cristo. Este proceso ha permitido la
preparación de licores altamente potentes que se consumen
actualmente. La influencia del alcohol en la
sociedad ha
tenido gran peso como factor problemático en la
conformación y funcionamiento de la familia,
individuo y
por ende de la sociedad. La influencia del alcohol se ha visto
reflejada en las diferentes esferas de la historia de la sociedad
desde tiempos muy remotos.
El consumo del
alcohol, ha sido reconocido como un factor de integración social y favorecedor de la
convivencia". Esto es, el alcohol es una de las bebidas
embriagantes, consumidas con moderación y en los contextos
permitidos, reduce la tensión, desinhibe y provoca
sensaciones de bienestar. Los bebedores "normales" disfrutan de
las bebidas por esos efectos placenteros y aprecian diferentes
calidades de bebidas. Desafortunadamente, proporciones variables de
individuos en la población presentan problemas en
su salud y en sus
relaciones
interpersonales a causa del consumo inmoderado de
alcohol.
El alcohol es una de las drogas que
por su fácil acceso y poderosa propaganda que
recibe, se ha convertido en un verdadero problema social en casi
todos los países y en todas las edades a partir de la
adolescencia.
El alcohol es la droga
más ampliamente empleada por los adolescentes
en EE.UU. y México,
aunque no tenemos estadísticas, existen evidencias de
un elevado índice de alcoholismo
entre los jóvenes. Sin embargo, ¿cuáles son
los trastornos provocados por el uso excesivo de alcohol?
Quizá mucha gente piense que mientras no se convierta en
alcohólico típico, las consecuencias de beber
frecuentemente y en altas dosis no son tan alarmantes. Pero los
estragos del alcohol pueden ser graves y muchos de ellos
irreversibles. A continuación hablamos de algunos de los
efectos a corto plazo provocados por el alcohol.
El alcoholismo consiste en un consumo excesivo de
alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo.
Es una enfermedad crónica producida por el consumo
incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual ó
interfiere en la salud física, mental,
social y/o familiar así como en las responsabilidades
laborales.
El alcoholismo es una enfermedad crónica,
progresiva y a menudo mortal; es un trastorno primario y no un
síntoma de otras enfermedades o problemas
emocionales. . La OMS define el alcoholismo como la
ingestión diaria de alcohol superior a 50 gramos en
la mujer y 70
gramos en el hombre (una
copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40 gramos de
alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto de
litro de cerveza 15 gramos). El alcoholismo parece ser producido
por la combinación de diversos factores
fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se
caracteriza por una dependencia emocional y a veces
orgánica del alcohol, y produce un daño
cerebral progresivo y finalmente la
muerte.
El alcoholismo afecta más a los varones
adultos, pero está aumentando su incidencia entre las
mujeres y los jóvenes. El consumo y los problemas
derivados del alcohol están aumentando en todo Occidente
desde 1980, incluyendo Estados Unidos,
la Unión
Europea y los antiguos países del este, así
como en los países en vías de desarrollo.
El alcoholismo, a diferencia del simple consumo
excesivo o irresponsable de alcohol, ha sido considerado en el
pasado un síntoma de estrés
social o psicológico, o un comportamiento
aprendido e inadaptado. El alcoholismo ha pasado a ser definido
recientemente, y quizá de forma más acertada, como
una enfermedad compleja en sí, con todas sus
consecuencias. Se desarrolla a lo largo de años. Los
primeros síntomas, muy sutiles, incluyen la
preocupación por la disponibilidad de alcohol, lo que
influye poderosamente en la elección por parte del enfermo
de sus amistades o actividades. El alcohol se está
considerando cada vez más como una droga que modifica
el estado de
ánimo, y menos como una parte de la alimentación, una
costumbre social o un rito religioso. La química del alcohol
le permite afectar a casi todo tipo de célula en
el cuerpo, incluyendo aquellas en el sistema nervioso
central. En el cerebro, el
alcohol interactúa con centros responsables del placer y
de otras sensaciones deseables; después de una exposición
prolongada al alcohol, el cerebro se adapta a los cambios que
produce el alcohol y se vuelve dependiente de él. Para las
personas con alcoholismo, beber se convierte en el medio primario
mediante el cual pueden tratar con personas, el trabajo y
sus vidas. El alcohol domina sus pensamientos, emociones y
acciones. La
gravedad de esta enfermedad es influida por factores como la
genética,
la psicología, la cultura y el
dolor físico.
El alcohol de vino, alcohol etílico o etanol,
de fórmula C2H5OH, es un líquido transparente e
incoloro, con sabor a quemado y un olor agradable
característico. Es el alcohol que se encuentra en bebidas
como la cerveza, el vino y el brandy. Debido a su bajo punto de
congelación, ha sido empleado como fluido en
termómetros para medir temperaturas inferiores al punto de
congelación del mercurio, -40 °C, y como
anticongelante en radiadores de
automóviles.
Normalmente el etanol se concentra por
destilación de disoluciones diluidas. El de uso comercial
contiene un 95% en volumen de etanol
y un 5% de agua. Ciertos
agentes deshidratantes extraen el agua
residual y producen etanol absoluto. El etanol tiene un punto de
fusión
de -114,1 °C, un punto de ebullición de 78,5 °C y
una densidad relativa
de 0,789 a 20 °C. Desde la antigüedad, el etanol se ha
obtenido por fermentación de
azúcares.
Todas las bebidas con etanol y casi la mitad del
etanol industrial aún se fabrican mediante este proceso.
El almidón de la patata (papa), del maíz y de
otros cereales constituye una excelente materia prima.
La enzima de la levadura, la cimasa, transforma el azúcar
simple en dióxido de carbono. La
reacción de la fermentación, representada por la
ecuación
CONCENTRACIÓN
DEL ALCOHOL EN LA SANGRE
El alcohol es una sustancia depresiva que diminuye el
funcionamiento del sistema nervioso.
Éste comienza a afectar al cuerpo
rápidamente.
El alcohol entra al torrente sanguíneo
desde:
- el estómago, en donde se absorbe una
cantidad pequeña. - el intestino delgado, donde se absorbe la
mayoría del alcohol.
La sangre transporta
el alcohol a todo el cuerpo.
En el hígado El alcohol se convierte en agua,
dióxido de carbono y energía, a la razón de
½ onza de alcohol puro por hora.
En el cerebro El proceso de razonamiento se disminuye
conforme el alcohol afecta a las neuronas. Entre más alta
sea la concentración del alcohol, mayor será el
número de neuronas afectadas.
Los efectos duran hasta que TODO el alcohol ha
sido procesado, esto tarda aproximadamente una hora y media por
12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1 cóctel en una
persona de 75
kg.
Podemos considerar que existen dos tipos de
intoxicación debida al consumo de alcohol cada una con
características diferentes: INTOXICACIÓN AGUDA e
INTOXICACIÓN CRÓNICA
INTOXICACIÓN AGUDA:
Es la ocasionada por la ingestión masiva de alcohol. La
absorción de este alcohol por el organismo esta
determinada por:
- La graduación: concentración de alcohol en la
bebida. - La composición química de las bebidas: puede
favorecer la absorción del alcohol. - La presencia de comida en el estomago.
- El peso del sujeto: menos peso, más
absorción. - El sexo: las
mujeres son más sensibles. - La habituación: estados avanzados de alcoholismo
reducen la tolerancia al
alcohol.
Una vez absorbido el alcohol, es metabolizado en una compleja
serie de reacciones. Los efectos, según la cantidad, pasan
por:
1. FASE PRODRÓMICA
Cuando el individuo percibe un cambio en su
estado mental.
Determinados tests psicomotores y aptitud revelan ALTERACIONES
que afectan la percepción
de los sentidos y
una disminución de los reflejos. (0,25 gr./l -0,3 gr./l
)
2. EXCITACIÓN
Perdida de la inhibición y perdida del autocontrol con
parálisis progresiva de los procesos
mentales más complejos. Este es el primer estado que puede
comportar cambios de personalidad.
( 0,3 gr. / 1,5 gr./l )
3. INCOORDINACIÓN
Temblor, confusión mental, incoordinación
motriz: generalmente, la persona acaba durmiéndose. (0,3
gr. / 1,5 gr./l )
4. COMA Y MUERTE: De
aquí en adelante (+3 gr. /l).
INTOXICACIÓN CRÓNICA:
Provocada por intoxicación aguda repetida o excesiva y
continuada consumo de alcohol. La enfermedad dependerá del
hábito de beber de cada individuo.
El beber consistentemente y en forma sostenida puede con el
transcurso del tiempo causar
síntomas de supresión durante los períodos
de no tomar y un sentido de dependencia, pero esta dependencia
física no es la única causa del alcoholismo.
Estudios sobre las personas con enfermedades crónicas
quiénes han tomado medicamentos para el dolor durante
mucho tiempo han encontrado que una vez que estas personas
resisten el proceso de retiro físico, a menudo pierden
todo deseo para los medicamentos que habían estado
tomando. Para desarrollar alcoholismo, otros factores
generalmente juegan un rol, incluyendo la biología y la
genética, la cultura y la psicología.
QUÍMICA CEREBRAL.
El deseo para el alcohol durante la abstinencia, el dolor de
la supresión y la tasa alta de recaídas se deben a
la adaptación y dependencia del cerebro a los cambios en
su química causados por el uso de largo plazo del alcohol.
El alcohol actúa como un depresivo en el sistema nervioso
central y causa relajación y euforia. En el cerebro, un
grupo
pequeño de mensajeros químicos, conocidos como
neurotransmisores, es responsable de los cambios en el
comportamiento después de beber alcohol. De interés
especial para los investigadores son el neurotransmisor
ácido aminobutérico gamma (GABA, gamma aminobutyric
acid), la dopamina y la serotonina.
FACTORES GENÉTICOS.
En las personas con alcoholismo severo, los investigadores han
ubicado un gen que afecta la función de
una estructura de
nervio-célula conocida como receptor de dopamina D2
(DRD2), el cual, a su vez, influye la actividad de dopamina. Este
gen también se encuentra en las personas con el trastorno
de déficit de atención, quienes tienen un mayor riesgo para el
alcoholismo, y es también presente en las personas con el
síndrome de Tourette y autismo. La
asociación de este gen con estos problemas
neurológicos conduce a algunos expertos a creer que el gen
receptor de dopamina D2 no es una causa primaria del alcoholismo,
pero que las personas con este gen tienen mayor probabilidad de
beber para tratar los síntomas psicológicos y
conductuales de sus trastornos neurológicos.
Además, un estudio principal no encontró alguna
conexión en lo absoluto entre el gen DRD2 y el
alcoholismo. Se necesita más trabajo en
esta área.
DEPRESIÓN Y ANSIEDAD.
Algunas personas beben para aliviar la ansiedad o la depresión,
y teorías
se han propuesto sobre el hecho de que una tendencia hereditaria
para la depresión o la ansiedad puede hacer a personas
más propensas al alcoholismo. Estudios han indicado, sin
embargo, que cuando los niños
de padres alcohólicos son criados por padres no
alcohólicos, sus riesgos para
el alcoholismo permanecen altos pero oportunidades para la
depresión o la ansiedad no son mayores que las de la
población general. En efecto, la ansiedad y la
depresión mismas son causadas por el alcoholismo y pueden
ser reducidas después de la supresión del alcohol.
La depresión y la ansiedad también pueden
desempeñar una función principal en el desarrollo
de alcoholismo en los ancianos y en otros quienes son sujetos a
cambios de vida no deseados, como la jubilación, la
pérdida de un cónyuge o amigo(a) y los problemas
médicos.
EFECTOS FÍSICOS
El alcohol no está expuesto a ningún proceso de
digestión por lo que en su mayoría pasa primero al
intestino delgado para después ser absorbido por el
torrente sanguíneo. Sólo una pequeña parte
llega directamente a la sangre a través de las paredes
estomacales. En la sangre el alcohol es metabolizado
(descompuesto para ser eliminado o aprovechado por el organismo)
mediante el proceso de oxidación. Es decir, se fusiona con
el oxígeno
y se descompone de modo que sus elementos básicos
abandonan el cuerpo de forma de bióxido de carbono y agua.
El primer lugar de oxidación es el hígado, el cual
descompone aproximadamente el 50% del alcohol ingerido en una
hora. El resto permanece en el torrente sanguíneo hasta
ser eliminado lentamente.
EFECTOS PSICOLÓGICOS
El alcohol afecta en primer lugar al Sistema Nervioso Central
y su ingerencia excesiva y prolongada puede provocar daño
cerebral. Popularmente se cree que el alcohol incrementa la
excitación, pero en realidad deprime muchos centros
cerebrales. La sensación de excitación se debe
precisamente a que al deprimirse algunos centros cerebrales se
reducen las tensiones y las inhibiciones y la persona experimenta
sensaciones expandidas de sociabilidad o euforia. Por eso se
dice, que el alcohol "anestesia la censura interna". Sin embargo,
si la concentración de alcohol excede ciertos niveles en
la sangre interfiere con los procesos mentales superiores de modo
que la percepción visual es distorsionada, la coordinación motora, el balance, el lenguaje y
la visión sufren también fuertes deterioros.
Fuertes cantidades de alcohol reducen el dolor y molestias
corporales e inducen al sueño. Pero su uso continuo irrita
las paredes estomacales llegando incluso a desarrollarse
úlceras. Adicionalmente tiende a acumularse grasa en el
hígado, interfiriendo con su funcionamiento. En
alcohólicos crónicos se provocan graves trastornos
cerebrales, hepáticos (cirrosis) y cardiovasculares
(aumenta la presión
sanguínea y con ello el riesgo de un infarto).
Incluso, está demostrado que el alcohol incrementa el
nivel de los triglicéridos (grasa no saturada o vegetal en
las arterias) y con ello también el riesgo de un infarto.
Finalmente, como es ampliamente conocido, el alcohol provoca
adicción física y dependencia
psicológica.
La desintoxicación es la segunda fase del
tratamiento. El alcohol es escondido bajo control. Se
establece una supervisión. Se recetan tranquilizantes y
sedantes para aliviar y controlar los efectos de la
abstinencia.
La desintoxicación puede durar de 5 a 7 días.
Es necesario el examen médico de otros problemas. Son
frecuentes los problemas del hígado y otros problemas en
la sangre. Es muy importante seguir una dieta con suplementos
vitamínicos. Pueden aparecer complicaciones asociadas a
los síntomas físicos agudos, como depresión
y otros problemas que deben ser tratados.
Cerca de 200,000 defunciones al año pueden ser
completamente o parcialmente atribuidas al beber. El alcoholismo
puede matar en muchas maneras diferentes. En total, reduce la
esperanza de vida por 10 a 12 años. Entre más
temprano una persona empieza a beber gran cantidades de alcohol
en gran medida, mayores serán sus perspectivas de
desarrollar enfermedades graves más adelante.
LA SOBREDOSIS.
El alcohol es una droga y personas pueden morir de la
sobredosis. Esto es un peligro específico para los
adolescentes que pueden querer impresionar a sus amigos con su
capacidad para beber alcohol pero que todavía no pueden
medir los efectos.
ACCIDENTES Y VIOLENCIA.
El alcohol juega una función mayor en más de la
mitad de todas las muertes automovilísticas. Menos de dos
bebidas pueden deteriorar la capacidad para conducir. El alcohol
también aumenta el riesgo para las lesiones accidentales
resultando de muchas otras causas.
Un estudio de los pacientes en una sala de emergencias
informó que 47% de las personas que fueron admitidas para
lesiones probaron positivas para el alcohol y 35% estaban
intoxicadas. De las personas que estaban intoxicadas, 75%
mostraron evidencia de alcoholismo crónico. Esta
enfermedad es el diagnóstico primario en una cuarta parte de
todas las personas que se suicidan; el alcohol se implica en 67%
de todos los asesinatos.
PROBLEMAS MÉDICOS Y PROBLEMAS MÁS
COMUNES.
El alcoholismo puede dañar el cuerpo en tantas maneras,
que es imposible tratar estos problemas plenamente en un informe corto. Lo
siguiente son sólo algunos de los trastornos causados por
el consumo crónico del alcohol:
- Cardiopatía. Aunque el consumo moderado del
alcohol parece reducir el riesgo de los ataques
cardíacos al mejorar los niveles de colesterol, dosis
más grandes de alcohol pueden desencadenar latidos del
corazón
irregulares y aumentar la presión arterial hasta en
personas sin una historia de cardiopatía. Un estudio
principal encontró que personas que consumían
más de tres bebidas alcohólicas al día
tenían una presión arterial mayor que
teetotalers, con los bebedores más empedernidos teniendo
presiones arteriales aún mayor; las personas que tomaban
se iban de borrachera en borrachera tenían presiones
arteriales mayores que las personas que bebió
regularmente. Un estimado 11% de todos los casos de hipertensión son causados por una ingesta
alcohólica excesiva. El abuso crónico del alcohol
también puede lesionar el músculo del
corazón que conduce a la insuficiencia cardiaca; las
mujeres son particularmente vulnerables a este trastorno. - El cáncer. El alcohol quizás no cause
cáncer, pero probablemente puede realzar los efectos
carcinogénicos de otras sustancias, como el humo de
cigarrillos. Cerca de 75% de cánceres del esófago
y 50% de cánceres de la boca, la garganta y la laringe
se atribuyen al alcoholismo. El alcoholismo también se
asocia con un mayor riesgo para los cánceres coló
rectales. El tabaquismo
combinado con el beber realza los riesgos para todos estos
cánceres extraordinariamente. El riesgo para el
cáncer hepático aumenta en los
alcohólicos y hasta el beber moderadamente -tres a nueve
bebidas a la semana- puede aumentar las perspectivas del
desarrollo del cáncer de
mama en las mujeres. - Trastornos mentales y neurológicos. El uso
habitual del alcohol deprime el sistema nervioso central,
produciendo depresión clínica, confusión
y, en los casos graves, psicosis y
trastornos mentales. El alcohol también puede causar
problemas neurológicos más leves, incluyendo
insomnio y cefalea (dolores de cabeza) (especialmente
después de beber vino rojo). Excepto en los casos
graves, el daño neurológico no es permanente y la
abstinencia casi siempre conduce a la recuperación de la
función mental normal. - Problemas gastrointestinales (del tubo digestivo).
El hígado en particular es puesto en peligro por el
alcohol. Aquí, el alcohol se convierte en una sustancia
aún más tóxica, acetaldehído, que
puede causar daño sustancial, incluyendo cirrosis en 10%
de personas con alcoholismo. El daño hepático es
más común y se desarrolla más
rápidamente en las mujeres que en los hombres con
historias similares del abuso de alcohol. Dentro del tracto
gastrointestinal, el alcohol puede contribuir a la causa de
úlceras y de pancreatitis, una grave infección del
páncreas. En una escala menor,
puede causar diarrea y
hemorroides. - Trastornos de la piel,
musculares y óseos. El alcoholismo severo se asocia
con la osteoporosis,
la emaciación de los músculos con hinchazones y
dolor, las heridas de la piel y comezón. Además,
parece que las mujeres dependientes del alcohol confrontan un
mayor riesgo para el daño a los músculos,
incluyendo músculos del corazón, por los efectos
tóxicos del alcohol. - Las infecciones. El alcohol suprime el sistema
inmunitario y las personas con alcoholismo son propensas a las
infecciones, en particular a la neumonía. - Problemas sexuales. El alcoholismo aumenta los
niveles de la hormona femenina estrógeno y reduce los
niveles de la hormona masculina testosterona, factores que
contribuyen a la impotencia en los hombres. - El tabaquismo. Un estudio reciente concluye que
alcohólicos que fuman se enfrentan con un riesgo mayor
del tabaco que del
alcohol. El tabaquismo es 2 a 3 veces tan prevalente entre las
personas que abusan sustancias que la población general;
se cree que alcohólicos constituyen una cuarta parte de
todos los fumadores. Más alcohólicos mueren de
enfermedades relacionadas con el tabaco, como la
cardiopatía o el cáncer, que de la enfermedad
hepática crónica, la cirrosis, u otras
enfermedades relacionadas con el beber excesivamente. - La diabetes.
El alcohol puede causar hipoglicemia, una disminución en
el azúcar sanguíneo, que es especialmente
peligrosa para las personas con diabetes que están
tomando insulina. Las personas que están intoxicadas
quizás no puedan reconocer los síntomas de la
hipoglicemia, una enfermedad particularmente peligrosa. - La malnutrición y el síndrome de
Wernicke-Korsakoff. Una pinta de whisky proporciona cerca
de la mitad de las calorías diarias que necesita un adulto,
pero no tiene valor
nutritivo. Además de reemplazar los alimentos, el
alcohol también puede dificultar la absorción de
las proteínas, las vitaminas y
otros nutrientes. La malnutrición puede causar muchos
problemas en las personas con alcoholismo, pero la carencia de
la vitamina B
tiamina es un riesgo específico. Puede dar lugar a una
grave enfermedad, el síndrome de Wernicke-Korsakoff, el
cual puede causar daño cerebral permanente y la muerte.
En un estudio, 40% de las personas con este síndrome
murieron durante el tratamiento del alcoholismo. Los
síntomas son el tambaleo severo, la confusión y
la pérdida de la memoria.
Otro problema nutricional grave es la carencia de la vitamina B
ácido fólico, la cual puede causar anemia
severa. - Síndrome de dificultad respiratoria agudo. El
síndrome de dificultad respiratoria agudo (ARDS, acute
respiratory distress syndrome) es a veces una forma mortal de
la insuficiencia del pulmón que puede ser causada por
varias afecciones médicas (incluyendo la cirugía
del baipás del corazón y del pulmón, una
infección severa, el trauma, las transfusiones de
sangre, la neumonía y otras infecciones del
pulmón). Un estudio reciente indica que los pacientes de
terapia intensiva con unos antecedentes del abuso de alcohol
tienen un riesgo significativamente mayor para el desarrollo de
ARDS durante la hospitalización. - Interacciones de medicamentos. Los efectos de muchos
medicamentos son fortalecidos por el alcohol, mientras que
otros son inhibidos. De importancia especial es su efecto de
refuerzo sobre los medicamentos que también deprimen el
sistema nervioso central, incluyendo medicamentos de
antiansiedad, sedativos, antidepresivos y
antipsicóticos. El alcohol interactúa con muchos
medicamentos usados por diabéticos. Dificulta los
medicamentos que previenen las crisis
convulsivas y con aquellos usados para prevenir la
coagulación de la sangre. Aumenta el riesgo para la
hemorragia del tubo gastrointestinal en las personas que toman
aspirina u otros medicamentos inflamatorios sin esteroides. En
otras palabras, tomando casi cualquier medicación debe
excluir el beber alcohol. - Embarazo y desarrollo infantil. Hasta las cantidades
moderadas de alcohol pueden tener efectos dañinos sobre
el feto en
desarrollo, incluyendo bajo peso al nacer y un mayor riesgo
para el aborto
espontáneo. Las cantidades altas pueden causar
síndrome alcohólico fetal, que puede dar lugar al
daño cerebral y tanto al retardo mental como al del
crecimiento. Un estudio reciente indica un riesgo
significativamente mayor para la leucemia en los lactantes de
mujeres que beben cualquier tipo de alcohol durante el embarazo. - Problemas para las personas mayores. Conforme
envejecen las personas el cuerpo metaboliza el alcohol de
manera diferente. Toma menos bebidas para intoxicarse, y los
órganos pueden ser dañados por cantidades
más pequeñas de alcohol. En un estudio de
personas con cirrosis alcohólica, la tasa de mortalidad
para las personas mayores de 60 años de edad fue 50%
comparado con sólo 7% para los jóvenes.
Además, hasta una mitad de los 100 medicamentos
más prescritos para las personas mayores reacciona
negativamente con el alcohol. Los médicos pueden pasar
por alto el alcoholismo al evaluar a los pacientes ancianos,
atribuyendo equivocadamente los signos del
abuso de alcohol a los efectos normales del proceso de
envejecimiento.
El alcohol puede desencadenar diversos cuadros
clínicos en el hígado, entre los que podemos
destacar:
Esteatosis Hepática Alcohólica
Es la acumulación de grasa dentro de las células
hepáticas, los hepatocitos. Es la alteración
más frecuente que se observa en la mayoría de las
personas alcohólicas. Se produce como consecuencia de los
cambios en el metabolismo de
las grasas
inducidos por el alcohol. En algunos casos no produce
manifestaciones clínicas, pero en otros, provoca
síntomas inespecíficos como náuseas,
vómitos,
malestar abdominal y pérdida de peso.
Hepatitis Alcohólica
Generalmente son
personas alcohólicas crónicas, que posteriormente a
una elevada ingesta presentan un cuadro de pérdida del
apetito, cansancio, náuseas y vómitos. Luego de
varios días, aparece dolor en la parte superior y derecha
del abdomen, fiebre y
coloración amarillenta de la piel y las mucosas. La
hepatitis
alcohólica es el paso previo inmediato a la cirrosis,
favoreciendo su desarrollo la persistencia del consumo de
alcohol, sobre todo en mujeres.
Cirrosis Hepática Alcohólica
La
cirrosis es una enfermedad caracterizada por una
alteración en la arquitectura del
hígado y por la presencia de nódulos de
regeneración rodeados de tejido fibroso. En este tipo de
cirrosis se observan las mismas manifestaciones clínicas
que las producidas por cualquier otra causa. Pero son más
evidentes los cuadros de desnutrición, falta de vitaminas,
trastornos de la conducta y
cuadros delirantes.
Las actitudes
responsables hacia la bebida deben servir para comportarnos de
tal manera que nunca tengamos que sentirnos avergonzados o
arrepentidos de nuestra conducta. Así, para el individuo
que bebe ocasionalmente o con regularidad, pero que no es un
alcohólico y está consciente del peligro de llegar
a serlo, existen ciertas normas o reglas
que le permiten con seguridad evitar
el estado de ebriedad y sus consecuencias. Tales normas,
traducidas a consejos que pueden servir a toda persona, son las
siguientes:
- Reconoce tus verdaderos límites.
Casi todos los individuos que beben tienden a presumir que
"aguantan" más que otros, pero esto es algo sin sentido.
Aparte de que el "aguante" mayor o menor no es motivo de
orgullo, casi siempre se produce un autoengaño al no
querer reconocer que se está ebrio cuando ya los
demás lo notan con seguridad. - Come mientras bebes. Los alimentos se mezclan con el
alcohol y evitan que su absorción sea demasiado
rápida. Muchas personas disfrutan mejor la comida si la
acompañan con bebidas de baja graduación
alcohólica. También hay que añadir que
existen factores psicológicos que inducen a beber menos
si al mismo tiempo se consumen alimentos
sólidos. - No tomes rápidamente. Bebe para disfrutar y
degustar tu bebida, no para buscar los efectos del alcohol.
Como observación, sabemos que el bebedor que
"se adelanta" y que apura a sus compañeros "para que no
se le queden atrás", es por lo regular alguien que no se
detiene fácilmente y que casi siempre llega a la
embriaguez. - Acepta la invitación a tomar una bebida
sólo cuando realmente lo desees. No debes admitir
ninguna presión para beber cuando no quieres. Si lo
permites, niegas el valor que puede tener el departir con otros
una situación amable en la que se ingiera moderadamente
bebidas alcohólicas. - Evita "tragos" aquí y allá. Ciertos
individuos toman a cualquier hora, y a toda hora ofrecen un
"trago". Pero no tienes por qué aceptarlo, sobre todo si
se trata de tomar por tomar. - Si comes fuera de tu casa y tienes que regresar
manejando tu automóvil, es preferible que no ingieras
alcohol. En todo caso, bebe moderadamente y con la comida,
nunca después. Está plenamente comprobado que la
capacidad de conducir un vehículo disminuye mucho
incluso con bajos niveles de alcohol en la sangre. - Siempre que puedas, evita la bebida fuera del ambiente
familiar. Muchos de quienes toman en los bares (no todos, por
supuesto) buscan más bien los efectos del alcohol que la
relación social. Esto no quiere decir que el "tomar la
copa con los amigos" sea una irresponsabilidad, todo
dependerá de si se respetan las "reglas" que estamos
recomendando. - No tomes para "relajarte" o tranquilizarte, cuando lo
que realmente necesitas es un cambio de actividad o un poco de
descanso. Tomar cada vez que estás intranquilo,
preocupado o deprimido, puede convertir al alcohol en una
necesidad que te conduzca hacia el alcoholismo
Una de las medidas preventivas en contra del alcoholismo es
la de establecer campañas para poder
proporcionar información por medio de folletos,
trípticos, en forma oral, etc., con el fin de empezar a
hacer consciente a la población de la problemática,
tratando de tocar puntos esenciales, tales como: qué es el
alcoholismo, en qué consiste, por qué se dá,
cuáles son los efectos que produce la ingestión
excesiva de alcohol, lugares a donde se puede acudir a solicitar
información, ayuda, etc.
Otra medida de prevención es la de implantar
programas
dentro y fuera de las instituciones
educativas con el fin de empezar a sembrar la semilla en las
futuras generaciones y buscar nuevas soluciones.
Éstas son sólo algunas posibles alternativas
con las cuales se podrían tomar cartas en el
asunto y de así poder frenar y contrarrestar la
información deformante, sensacionalista, especulativa,
manipuladora, llena de prejuicios que por lo regular caracterizan
a los medios de
información y comunicación masiva y de esta manera
reducir la ignorancia.
Con nuestra participación y la de todos ya sea
informándonos, cambiando nuestra forma de pensar y
teniendo un cambio de actitudes, etc., podemos enseñar,
orientar y encausar a nuestros hijos y a las generaciones
jóvenes a tomar conciencia,
determinaciones, actitudes, etc., y así darles herramientas
con las cuales puedan confrontar la problemática y tratar
de salir avantes.
- "El alcohol es un
estimulante." No es así, es un depresor. Lo que confunde
a algunas personas es que el efecto inicial mejora el estado de
ánimo, pero luego inevitablemente lleva a la
depresión. - "El alcohol mejora la actividad sexual". Con frecuencia los
alcohólicos pueden presentar impotencia y ausencia de
orgasmo, a pesar de la aparente excitación sexual que
trae el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Al término de esta investigación me he podido informar sobre
todas las consecuencias que puede ocasionar el consumo de alcohol
excesivamente. Así como los malestares que puede ocasionar
en nuestra vida.
Me he podido percatar que este problema surge en muchas
ocasiones porque los "amigos" lo dicen por tanto lo imitamos,
porque así creemos que estamos en la onda.
Otro problema que influye, son los problemas personales
(con la familia, la
sociedad, etc.) , y sobretodo con ellos mismos.
Así mismo puedo decir que si uno tiene fuerza de
voluntad y si quiere, puede dejar de tomar, con ayuda de
expertos, tratatamientos, centros de apoyo y sobre todo
comprensión de la familia.
ALCOHOL: Cada uno de los
compuestos
orgánicos que contienen el grupo hidroxilo unido a un
radical alifático o a alguno de sus derivados.
ALCOHOLISMO: Enfermedad ocasionada por tal abuso, que
puede ser aguda, como la embriaguez, o crónica. Esta
última produce trastornos graves y suele transmitir por
herencia otras
enfermedades, especialmente del sistema nervioso.
INTOXICAR: Infectar con tóxico, envenenar.
VIOLENCIA: Acción y efecto de violentar o
violentarse.
DEPRESION: Síndrome caracterizado por una
tristeza profunda y por la inhibición de las funciones
psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos.
BEBIDO: Que ha bebido en demasía y está
casi embriagado.
BORRACHO: Que se embriaga habitualmente.
ANSIEDAD: Angustia que suele acompañar a muchas
enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que
no permite sosiego a los enfermos.
ALTERACION: Sobresalto, inquietud, movimiento de
la ira u otra pasión.
ALCOHOLEMIA: Presencia de alcohol en la sangre,
especialmente cuando excede de lo normal.
ALCOHOLIMETRO: Dispositivo para medir la cantidad de
alcohol presente en el aire espirado por
una persona.
Fernando Fernández
Borges, Carlos
Puerto Ordaz
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN CULTURA Y DEPORTE
Instituto Universitario de Tecnología
"ANTONIO JOSÉ DE SUCRE"
Escuela: Electrónica