Políticas Públicas Nivel
Nacional – Temas Económicos. Presión
Tributaria Real en la Argentina
Proyecto Prosperidad
- Resumen
ejecutivo - Detalles
- Presentación del
problema a resolver - Propuestas de
solución - Qué debe hacer el
Legislativo nacional y de las provincias - Cuadro de
situación - Experiencias
Internacionales - Impacto del
proyecto
¿A quién pertenecen las ganancias de los
medios de
producción?
Cuando un medio de producción no fue capaz de
rendir más allá que el interés
que un banco hubiese
pagado por el capital
inmovilizado, entonces no obtuvo ganancias.
Ni el capital ni el trabajo
alcanzaron más de lo esperado. Si bien no decepcionaron,
rindieron sólo lo que costaron.
Cuando se diera ese caso, no corresponde tributar
impuesto a las
ganancias pues no hay ganancia imponible.
Cuando, por el contrario se genera algún recurso
excedente, será fruto del mayor esfuerzo y creatividad
tanto del capital como del personal
interviniente. Intentamos en este trabajo
determinar en qué proporción.
Los liberales consideran que el total de las ganancias
les pertenecen al dueño del medio de
producción.
Los socialistas entienden que son propiedad
social, y que entonces al total de las ganancias las debe
administrar el
Estado.
Izquierdas contra derechas discuten intensamente pero ya
no son capaces de resolver la pobreza, que
amenaza con hambre y desnutrición.
Hay místicos que intentando mediación,
preconizan que 'las ganancias son pecado. Y que consecuentemente
corresponde repartirla entre los pobres si alguien peca al
producir'.
Debido a esas rencillas persiste en todos los
países, aunque no ha sido recomendado por economista
alguno, el Impuesto a las Ganancias. Dos tercios son para el
dueño del capital, y el resto para el Estado
Pero la rentabilidad
de los emprendimientos productivos decae con pendiente
constante.
Se comete gran injusticia insistiendo con ese impuesto
que consigue traumatizar el trabajo y la inversión.
Las ganancias pertenecieron siempre a quien las
generó, ya sea con inversión, con esfuerzo
cotidiano o con creatividad, pero jamás al
Estado
Como primera medida entonces debe redireccionarse el
impuesto a las ganancias hacia todo el personal, propio y
tercerizado del medio de producción
En lugar de pagárselo al Estado… que lo
cobre el
personal!
Pero habrá que compensar lo que deje de cobrar el
Estado que al principio no percibirá ese
impuesto.
En ese aspecto somos afortunados porque se puede echar
mano de la sub-facturación que tiene muchos adeptos, y que
es cuatro veces mayor:
Pediremos a todos los asalariados cuando cobren esta
bonificación surgida de distribuir el Impuesto a las
Ganancias, que presenten comprobantes que incluyan otro impuesto
equivalente.
Así se pondrá en marcha la campaña
anti-evasión más efectiva que se puede
lograr.
Todos los consumidores exigirán, hasta en sus
mínimas compras un
comprobante genuino.
Ya nadie podrá vender si no factura lo
justo.
Y luego, ya más tranquilos como segunda medida,
una vez que la evasión sea insignificante y el crecimiento
comience, debe procederse así:
Calculen la relación entre lo que estén
pagando al capital puesto en juego es decir
el interés con más la amortización, mantenimiento
y seguros…
respecto de lo que pagan por las remuneraciones de
todo su personal propio y tercerizado.
En la misma relación deberán adjudicar las
ganancias por su orden, ya que es la misma relación que
guardan las potencialidades relativas de capital y trabajo para
generar ganancias.
Ello puede demostrarse por la valiosa virtud de
autorregulación que tiene la economía.
Tanto haces, tanto cuestas, tanto pago, tanto
vales.
Resulta que, en los sondeos modelados, casi siempre es
la tercera parte de las ganancias, lo que debe separarse para
todo el personal.
¡Qué curiosa coincidencia!
¡Lo que los estados cobran como impuesto a las
ganancias es lo que correspondía que cobrara el
personal!
Aún estamos a tiempo de
resolver el problema.
Es posible que empresario y
personal recuperen sus ganas de trabajar e invertir sin hacerse
boicot
Y sin dejarse llevar por organizaciones
mafiosas ni por letrados aprovechadores hacia juicios laborales
con pruebas
inconsistentes.
Lo que fue siempre un error, una injusticia mayor,
fuente de todo desánimo y de toda decepción, base
de toda pobreza y de toda
corrupción
puede resolverse mediante este Proyecto
Prosperidad.
Es una propuesta innovadora que consiste en
re-direccionar el Impuesto a las Ganancias hacia el personal
propio y tercerizado de cada medio de producción,
autorizando a empresas y
autónomos a saldar todo ese impuesto mediante recibos de
bonificaciones a todo el personal del emprendimiento,
proporcionales a las remuneraciones.
Para compensar sobradamente al Estado por esta
inversión, los asalariados presentarán comprobantes
de consumo que
incluyan impuesto equivalente, poniendo así en marcha la
más colosal campaña anti-evasión
Los recibos que servirán para saldar el Impuesto
a las Ganancias, para ser válidos deberán estar
acompañados de una determinada cantidad de comprobantes de
consumo que impliquen IVA
equivalente a cada bonificación.
Ello será la clave para volver a generar
excedentes en nuestra economía y consecuentemente para
poder crecer y
pagar nuestras deudas sin sufrir.
Se propone, en concreto, que
el Impuesto a las Ganancias no sea para el Estado, sino para el
personal de cada emprendimiento.
De esa manera, todas las inversiones en
producción serán más rentables; y
empresarios y asalariados serán prósperos con su
trabajo.
El resto de los servidores de la
comunidad
crecerán en armonía con ella.
Con esta ley, habrá
más inversiones, más ganancias, habrá
progreso en todos los participantes de la economía,
más rentabilidad de las inversiones productivas y
recaudación máxima del IVA. Se comenzará a
recaudar lo que actualmente se evade.
Será un plan sustentable
que atenderá los derechos de la
mayoría de los participantes de la
economía.
El artificio de utilizar la valiosa estructura
informática del Impuesto a las Ganancias,
permitirá aprovechar esta oportunidad única de
convertir a los tickets en una cuasi-moneda.
Será además un acicate para que el
personal de todas las empresas se comprometa con los resultados
de su emprendimiento.
Cuando millones de personas sepan que el impuesto a las
ganancias de 'su' empresa
será distribuido entre ellos, comenzarán a
esforzarse más y a ser más creativos. Y sus
familias se preocuparán por solicitar tickets en todas las
compras, pues esa será la única manera de acceder a
la bonificación.
Se desdibujará el poder de falsos sindicalistas y
de patrocinadores irresponsables de causas laborales
injustas.
Los contadores públicos nacionales tendrán
la misión de
garantizar que en cada empresa obren la cantidad correcta de
tickets genuinos.
Ese aditamento de solicitar tickets para poder cobrar la
parte proporcional del Impuesto a las Ganancias, será una
medida que servirá para que, en la transición, se
comience a recaudar mejor los impuestos al
consumo mientras se van resignando los fondos del Impuesto a las
Ganancias, para de esa manera empalmar el modelo
económico actual con este nuevo modelo sin desfinanciar al
Estado.
Se pondrá en acción
al 100% de la población mediante este original mecanismo
que motivará a todos hacia una misma dirección.
La recaudación por Ganancias ha sido de miles de
millones en los últimos años.
A pesar de que no se advierte aún, está
disminuyendo peligrosamente si se lo considera a valores
constantes. Ello significa que la parálisis se está
consolidando cada vez más.
Presentación del Problema a
Resolver:
Se intenta aprovechar el máximo de la
potencialidad de las personas, de las máquinas y
de las tierras. Se trata de aprovechar las motivaciones naturales
de la sociedad en su
conjunto haciendo que los excedentes dejen de ser transferidos
injustamente desde zonas productoras a zonas
consumidoras.
Tanto la filosofía liberal como la socialista han
utilizado esas motivaciones en forma magistral, debido a lo cual
han logrado prósperos imperios, pero en su
vorágine, subestimaron las motivaciones de sus ocasionales
adversarios.
Ello quedó en evidencia cuando comenzaron a
generar resentimientos en los demás sectores de la
economía.
El liberalismo
pretendió que los emprendedores inversores administraran
'todos' los excedentes de la producción. El socialismo, por
el contrario pretendió que fueran los asalariados, a
través del Estado, los que hicieran esa administración. Ambos
fracasaron.
Este proyecto cree que cada uno debería
administrar el excedente que genera.
¿Cómo determinar cuál es el
excedente que genera cada uno de los participantes de la
cópula productiva?
Este método,
que en principio quizá no sea tan perfecto, ayudará
a ir desenmarañando este problema que hace a la justicia de la
economía, y consecuentemente, a su
auto-aceleración:
Que los inversores administren sus ganancias, pero que
los asalariados 'de ese emprendimiento' administren lo que ahora
se denomina Impuesto a las Ganancias.
Esta norma será como semilla de mostaza que
rápidamente cambiará todas las relaciones de la
economía.
Cederán así las corporaciones, ya que
éstas basan su poder en dineros captados con mecanismos
colectivos de apropiación de excedentes. Y las grandes
empresas, ya no serán aquéllas que sobornan
funcionarios del Estado, ni las que más evaden, ni las que
blanquean capitales, sino sólo aquéllas que sean
más eficientes.
Además, este proyecto puede resolver el problema
de la evasión desde su mismísima raíz. La
evasión está frenando todo intento de
progreso.
Como dijimos, este método quizá no sea tan
perfecto al principio, pero en perspectiva es capaz de generar
inagotables recursos
excedentes.
Estos recursos permitirán hacer los ajustes que
corresponda, en un ambiente de
trabajo agradable para todos y con la confianza mutua de que esos
ajustes profundizarán la justicia y preservarán
cada vez más intactas las motivaciones que cada uno tiene
para actuar.
Las motivaciones que activan a las personas que
participan en la economía están sufriendo una
excesiva manipulación que las está neutralizando.
Las acciones
más valiosas para el crecimiento se van desdibujando. Cada
vez se esfuerzan menos y son menos creativos quienes necesitan
seguridad
social; cada vez se arriesgan menos quienes necesitan obtener
ganancias; cada vez tienen convicciones más débiles
quienes necesitan conquistar reconocimiento social, y cada vez
son más superficiales las teorías
de quienes buscan servir a objetivos
absolutos.
Y todas estas acciones son las que siempre han generado
los excedentes, y el adormecerlas siempre ha generado
parálisis.
Pero aún así, en nuestra región
puede lograrse la prosperidad para todos. Así, siempre se
logró la prosperidad.
El objetivo
principal de este proyecto es entonces, que todos los
participantes de la economía produzcan en
armonía.
Hoy los asalariados dependientes logran la misma
insuficiente seguridad social
produciendo que protestando y pleiteando juicios laborales
injustos; los autónomos emprendedores obtienen las mismas
exiguas ganancias arriesgando y produciendo que especulando; los
líderes dirigentes conquistan la misma relativa
aprobación de la comunidad mediante convicciones
útiles que con manipulaciones de imagen.
Este proyecto propone una Reforma Impositiva que
redireccionará el Impuesto a las Ganancias de todos los
emprendimientos. En lugar de ir al Organismo Recaudador,
será para los asalariados dependientes del emprendimiento
que logró el excedente proporcionalmente a sus
remuneraciones.
Y que esos beneficiarios ayuden a aniquilar la
evasión de IVA "pagando" sus bonificaciones con IVA de
tickets.
Con esas medidas, los asalariados estarán
motivados para hacer todo el esfuerzo posible; los
autónomos independientes emprendedores estarán
motivados para correr todos los riesgos
posibles produciendo; los líderes dirigentes
estarán motivados para entregar sus convicciones y hasta
su honor y su vida por el bien común.
La filosofía en la que están inspirados
nuestros sindicatos,
cámaras empresarias, nuestros convenios colectivos de
trabajo, nuestros colegios profesionales, es corporativa y ha
intentado equidistar del ogro del capitalismo y
del fantasma del comunismo.
Nunca equidistó de ellos sino que por el
contrario, hizo un compendio de los vicios de ambos, logrando
haraganería en asalariados y empresarios. Pero no se niega
que ha calado muy hondo, sobre todo en nuestro
país.
Subyace en slogans de los discursos
progresistas de sectores renovadores, con los cuales se han
formado la mayoría de nuestros profesionales.
Las Corporaciones han sido en los últimos 60
años quienes han subido o bajado el pulgar para las
designaciones de todos los funcionarios políticos y
jueces.
La mayoría de los funcionarios son, entonces, de
confianza entre sí. Pero aún así surgen los
escándalos judiciales o legislativos.
Su objetivo principal pareciera ser defender la
Corporación.
Pero lo más grave, lo más difícil
de extirpar será esa necesidad de casi todos los
argentinos de que para solucionar un problema, creemos que lo
primero es buscar al "culpable".
Es muy lamentable que seamos tan diferentes a otros
pueblos, que buscan a los culpables con mucha más potencia, pero
que primero se ponen a reconstruir sus "torres". Hablo no
sólo de USA sino de todos los pueblos de todas las
religiones.
Qué debe
hacer el Legislativo nacional y de las provincias.
Leyes y Decretos a Considerar:
Proyecto Prosperidad
Es un anteproyecto de
reforma tributaria que logra un plan sustentable que armoniza las
convicciones de todos los participantes de la
economía.
Propone una disciplina
fiscal con
estímulos tributarios que alientan la inversión
productiva.
Una reforma tributaria amplia y profunda. Un ataque
exitoso a la evasión.
Pretende lograr una nueva distribución del ingreso mediante una
reforma al sistema
tributario.
Posibilita la mejora en la competitividad
del sector privado, tanto en el plano regional como en el
suprarregional.
Se trata de una reforma en el sistema
tributario que lo torne cada vez más productivo y que
asimismo facilite la consecución de los objetivos
generales del bien común.
Es un proyecto de ley que contempla:
1- Que el Impuesto a las Ganancias sea transferido, con
la estructura informática del Estado, al personal propio y
tercerizado de la misma empresa que generó el recurso
excedente.
Deberá transferirse el impuesto en su totalidad
al personal, mientras dicho impuesto, respecto del resto de las
ganancias empresarias no supere la relación entre la
potencialidad de personal y la de la de los bienes de
capital.
2- Que estas bonificaciones se entreguen a todos los
empleados propios y tercerizados proporcionalmente a su
remuneración.
3- Que para evitar el desfinanciamiento del sector
público, la entrega de las bonificaciones se haga
contra entrega de comprobantes de consumo en regla que incluyan
impuesto al consumo en un monto superior a la bonificación
recibida.
Es decir que considera como célula
económica a cada emprendimiento con fines de
expansión, a cada explotación organizada de
algún recurso natural que tenga autarquía
económica. Ellas son las células de
la sociedad económica, y entonces será una forma
para que esa sociedad delegue en ellas la interpretación y la responsabilidad sobre sus propios resultados es
decir, en concreto, la
administración de los excedentes de toda la
comunidad.
Se propone establecer una nueva relación entre
la empresa y
su personal propio y tercerizado. Sugiere una relación que
remunere adicionalmente la dedicación y el esfuerzo
colectivos cuando éstos sean superiores a lo previsto. Una
relación que permita jerarquizar a cada una de las tareas,
y a todas en su conjunto, que incentive la creatividad del
personal para que resuelva los problemas
cotidianos del trabajo, que así ahorrará valiosos
recursos para volcarlos en actividades más
productivas.
La empresa en su conjunto tendrá entonces mucha
más energía como fruto de la comunidad de esfuerzos
y porque además ello autogenerará una solidaria
justicia.
El aumento de eficiencia se
alcanzará como resultado exclusivo del hecho de haber
logrado la identificación de los intereses individuales
con los de toda la empresa, porque ello seguramente pondrá
en marcha recursos existentes actualmente desperdiciados y
podrá lograrse además sin necesidad de que la
normal producción de bienes y servicios de
la empresa tenga que ampliarse efectivamente.
La República Argentina ha experimentado a lo
largo de los últimos cincuenta años el manejo de
sus valores sociales, políticos, culturales y
económicos por parte de lo que se podría denominar
la 'Patria Corporativa'.
Sindicatos, Asociaciones Empresarias, Asociaciones
Profesionales, etc., han determinado el destino de la
frágil democracia en
forma autoritaria y absoluta.
Ni siquiera gobiernos fuertes y dictatoriales se
salvaron de ello.
Aún cuando gozaban del pulgar en alto de las
grandes corporaciones (Iglesia,
Fuerzas Armadas, etc.), cayeron en desgracia al ser abandonados a
su suerte en medio de un clima hostil al
régimen.
Ha comenzado el proceso de
destrucción de ese modelo, pero no comenzó con el
gobierno del Dr.
Menem ya que, en
el mandato previo de Raúl Alfonsín, se comenzaba a
percibir esa depreciación de las
Corporaciones:
Depreciación de los Sindicatos con el intento de
democratizarlos y generar otros de distinta bandería y
depreciación de los empresarios y asociaciones
profesionales con la limitación de sus privilegios,
prebendas o beneficios debido a la debacle del Estado.
La reacción no se hizo esperar y surgieron
sorpresivamente las asonadas militares, los paros generales y a
los grupos
financieros y empresariales habría que preguntarles
cuánto colaboraron en la caída y destrucción
de los sucesivos gobiernos.
El menemismo se alió a todas estas corporaciones,
las llevó a su terreno, las infiltró con sus
acólitos y les restó capacidad de reacción
al dividirlas.
Otro de los antecedentes de nuestra actual
parálisis es el artículo 14 bis de nuestra Constitución Nacional, aunque sea tan
alabado en nuestras escuelas.
Si bien no todo lo que dice es pernicioso, ha logrado
quitar motivación
económica a asalariados y empresarios
Estabilidad irrestricta del empleo
público, garantía a los gremios para concertar
convenios colectivos de trabajo, garantía de estabilidad a
sus representantes, seguridad social para ellos con carácter de irrenunciable, defensa del bien
de familia, son
algunos de sus alcances.
Esta norma constitucional no cuenta con previsión
presupuestaria, lo cual diluye la responsabilidad de quien debe
garantizar esos derechos.
Los líderes de estas últimas
décadas, existieron, centralizaron poder y accedieron a
puestos de decisión debido a que esa legislación
privilegia a los más inescrupulosos al negociar con las
corporaciones.
Si ese artículo no hubiera existido, quienes
sobresalían por su eficiencia, por su sabiduría,
por su valentía, por enseñar a pescar, que es el
más valioso de los actos del amor, hubiesen
promocionado también a nivel de líder.
Todo sería más natural, y nuestro
país sería próspero como corresponde a sus
recursos
naturales y humanos. Esa norma generó desánimo.
Es otro de los responsables de que hayamos tenido los gobiernos
que tuvimos los últimos 50 años.
Y otro de los causantes de nuestra actual
parálisis es el IVA, impuesto que, dada su alta
alícuota, exige rentabilidades muy superiores a las
usuales, para que sea conveniente una explotación. Lo que
se propone en este trabajo, morigerará su impacto
negativo.
La economía global ha funcionado aceptablemente,
pero lo ha hecho siempre traumáticamente, como si tuviese
un freno de mano en las mismas causas que le
impulsaban.
Quizás sea tiempo de concebir un sistema que
combine las expectativas de todos los participantes de la
economía mediante un nuevo ordenamiento.
Las expectativas de los asalariados son estabilidad y
seguridad, las de los emprendedores son las ganancias.
En Argentina están hoy dadas las condiciones
objetivas para intentar ese salto, debido a que las diferentes
clases
sociales han perdido patrimonio,
poder y propuestas.
Hemos llegado al borde de un abismo, y consecuentemente
es necesario tan sólo un pequeño paso para lograr
el cambio de
paradigma.
Tanto el capitalismo, como el socialismo tienen fallas
que los están convirtiendo en inviables para este nuevo
milenio. Son incapaces de generar los excedentes necesarios para
el nuevo tramo de la historia humana.
El problema es que todo el entorno que se ha construido
con legislaciones "contra-natura" hace que eso no funcione
más.
Es lógico que cuando el crecimiento es
insuficiente, los especuladores se queden con la única
porción de torta que resta.
Se puntualizarán todas las diferencias que
distinguen a este sistema de Proyecto Prosperidad de otros
que ya han sido ensayados con diversos resultados.
Con el sistema de 'participación en las
utilidades' se diferencia fundamental y conceptualmente porque
las bonificaciones guardan relativa relación con las
utilidades de las empresas. Normalmente se utiliza este
término 'utilidades' para designar a lo que en este
trabajo se considera como la suma de la renta del capital
inmovilizado más el monto necesario para la constante
reposición de las depreciaciones del patrimonio en
explotación. De ese total de utilidades, aquí se
considera 'recurso excedente', solamente a la parte de la renta
que supera los rendimientos porcentuales normales de cualquier
colocación productiva o financiera. Es decir entonces que
lo que se participa es sólo ese excedente, con lo cual se
desvirtúa el principal ataque que reciben esos sistemas
referentes al riesgo que corren
los empresarios por tener que participar sus incuestionables
derechos al beneficio quedándose sin respaldo para las
épocas en que éste disminuya, o por tener que
soportar una cogestión en su empresa por parte de
algún organismo que intente su
descapitalización.
Con el sistema de trabajo a destajo o 'por tantos',
también se diferencia sustancialmente, ya que aquí
no es posible ir 'licuando' los primeros incentivos
económicos con la conocida intención patronal de
pretender los mejores rendimientos pagando sólo el
costo que
tienen los rendimientos normales del personal. Y ello es
así porque lo que se mide es el recurso excedente total de
la empresa, y no el de algún rubro en particular que
muchas veces resulta de fácil manipulación.
También se diferencia en que con el presente sistema, se
logra incorporar con incentivos por mayor producción a
todo el personal de la empresa, y no sólo a
aquéllos cuyo trabajo está directamente ligado a un
resultado mensurable.
El modelo propuesto respetará el conocido
razonamiento que se aplica en los sistemas como el nuestro: 'a
igual trabajo, igual salario', pero
por encima de ello se verificará la ecuación: 'a
mejor trabajo, mejor salario'. Y ello generará el cambio
de actitud de los
asalariados, transformando su indiferencia paralizante en
energía creadora en su propio beneficio y en el de la
empresa toda.
De la concepción de economía social se
diferencia fundamentalmente en que aquí se reconoce el
derecho que tiene la propiedad privada de generar sus propios
excedentes, adjudicando al trabajador sólo una parte del
mérito de la producción. Lo aquí propuesto
determina racionalmente la responsabilidad respectiva de
propietarios y trabajadores sin discrecionalidad alguna. Por otra
parte en esas concepciones sociales, la administración de los excedentes la realiza
el Estado, y aquí en cambio el Estado se limitaría
a sus funciones dejando
que la economía se equilibre respondiendo a sus propias
leyes.
Y por último con la concepción de
economía de mercado, se
asemeja en lo que hace a promover la iniciativa privada de los
empresarios, pero aquí además se aprovecha la
iniciativa privada de todos los participantes de la
producción.
En la economía de mercado, la
administración de todos los excedentes es resorte
exclusivo de los propietarios de los medios de producción,
y aquí en cambio los excedentes generados por los
trabajadores podrán ser administrados individualmente por
cada uno de ellos.
Existen otros antecedentes del tipo de organización aquí propuesta aunque
no alcanzaron a determinar exactamente la forma de distribuir los
excedentes entre el capital y el trabajador. Según
describe el profesor W.
Stanley Jevons de la Universidad de
Londres, otro inglés,
el matemático Charles Babbage, propuso en el año
1832 que una parte de los salarios del
trabajador dependiese de las utilidades del
dueño.
Con ese criterio se lograron más adelante hacer
arreglos en algunas empresas, según los cuales los
capitalistas tomarían primeramente de las utilidades lo
bastante a pagar 10 % de interés sobre el capital,
además de una suma para contrarrestar la
depreciación de la maquinaria. (Véase aquí
la semejanza entre el concepto de
utilidad
distribuible que salva la renta mínima y la
descapitalización por el uso del capital con el que en
este escrito hemos denominado 'recursos excedentes', justamente
para diferenciarlo de aquella utilidad que caracteriza la
participación en las ganancias de las
empresas).
El provecho restante se dividía entonces en dos
partes iguales, una para los dueños y la otra para
repartirse entre los trabajadores, proporcionalmente a los
totales de salarios que durante el año hubiera recibido
cada uno. A esta clase de
cooperación se le llamó en su momento Sociedad
Industrial, y es parecida a la aquí propuesta, salvo en
que ahora la distribución de los excedentes se
realizaría teniendo en cuenta la justa responsabilidad
relativa que en los mismos hayan tenido los trabajadores y el
capital. Pudo ser ésa una de las razones por las que como
cuenta el profesor Jevons ni los capitalistas ni los gremios lo
quisieron, aunque reconoció que el sistema estaba de
acuerdo con los principios de la
economía
política y sería probablemente adoptado por
alguna futura generación.
– Modificará el ánimo de los empleados en
relación de dependencia de todos los emprendimientos
privados y el de los trabajadores autónomos y de sus
familias, al advertir que sus remuneraciones se
incrementarán inmediatamente
– Despertará sus movilizadoras expectativas de
estabilidad y seguridad, ya que la continuidad de su empresa y,
consecuentemente, la de su seguridad social estarán
ligadas a su mayor contracción al trabajo, a su esfuerzo
por bajar costos y aumentar
ventas.
– La mayoría de los consumidores comenzará
a coleccionar todas las facturas de sus consumos, porque antes de
cobrar sus remuneraciones habituales, le será entregada la
bonificación contra entrega de tickets que contengan
implícito al menos el mismo monto de impuesto al
consumo.
– Modificará el ánimo de los gerentes y
empresarios, al ver la mayor disposición del personal a
comprometerse con los resultados de su empresa.
Ello despertará sus movilizadoras expectativas de
obtener ganancias y las de sus inversores, ya que la rentabilidad
aumentará rápidamente, lo cual incrementará
la inversión en producción en todos los
rubros.
– Sabrán que los organismos corporativos de su
personal, que le presionaban amenazantes, y que casi no
tenían en cuenta el verdadero beneficio de sus afiliados,
dejarán de tener poder.
– Despertará las expectativas de los funcionarios
y dirigentes que ahora sí podrán gerenciar un
proceso de crecimiento constante. Los funcionarios
políticos, podrán cumplir el mandato de liderar la
toma de
decisiones para el bien común.
– Reducirá drásticamente la evasión
de IVA.
– Doblegará la parálisis, el miedo y el
pesimismo, el cual actualmente nos inmoviliza.
– Se podrá observar casi inmediatamente un
resultado notorio y explosivo, recomponiendo nuestra autoestima,
principal recurso para el crecimiento.
– Alcanzará un crecimiento del producto
nacional mayor de un 5% anual y creciente.
– Iniciará una fuerte demanda de
personal en todos los niveles, a medida que se vayan abriendo
nuevos frentes de ataque, es decir a medida que se vayan
conquistando mayores áreas para explotar con creciente
rentabilidad.
– Cederán las presiones de los organismos de
crédito
internacionales, pues con la Tasa de Retorno de este proyecto,
tendrán la certeza de cobrar fácilmente los
servicios de sus acreencias.
- CASTILLO, Juan José: "En los orígenes
de la Sociología del Trabajo: la obra de
Charles Babbage" - DICKENS, Charles: Tiempos difíciles para
estos tiempos, Madrid - ENGELS, F.: La situación de la clase obrera
en Inglaterra, Madrid,
Akal, 1976 - CASTILLO, Juan José: "El taylorismo,
¿arqueología industrial?" - MARX, Karl: El capital.
- TAYLOR, F.W.: La dirección de los
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organización del trabajo. Barcelona, Feliu y
Susanna, 1925. - FORD, Henry (en colaboración con Samuel
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1930. - HUXLEY, Aldous: Un mundo feliz [A brave new
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problemas teóricos y metodológicos". - BROWN, J.A.C.: La psicología
social en la industria. México, F.C.E., 1973 (edición original, 1954). - WEBER, Max: "Introducción metodológica para las
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(…)sobre selección y adaptación de los
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1993. - SMITH, Chris: "De la automatización de los años sesenta
a la especialización flexible: un déjà
vu de las panaceas tecnológicas". - BELL, Daniel: El advenimiento de la sociedad
post-industrial. Madrid, Alianza Editorial,
1976 - OIT: "Condiciones y medio
ambiente de trabajo en los países industrializados:
tendencias y problemas" y "Condiciones y medio ambiente de
trabajo en los países en desarrollo:
tendencias y problemas" - WISNER, Alain: "Los componentes cognitivos y
psíquicos de la carga de trabajo" - LEPLAT, Jacques: La psicología
ergonómica, Barcelona, Oikos-Tau, 1986 - BONAZZI, Giuseppe: "Modelo Japonés, toyotismo,
producción ligera: algunas cuestiones
abiertas" - KÖHLER, Holm-Detlev: "'La máquina que
cambió el mundo' cumplió diez años. El
debate sobre
la 'producción ligera'", - DURAN, María Angeles: "La
conceptualización del trabajo en la sociedad
contemporánea" - DELCOURT, Jacques: "La cualificación: una
construcción social" - BECK, Ulrick: "De la sociedad industrial a la
sociedad del riesgo. Cuestiones de supervivencia, estructura
social e ilustración ecológica" - DWYER, Tom: "Riesgo y trabajo: la búsqueda de
un nuevo paradigma - PRIES, Ludger: "El cambio industrial en las sociedades
modernas como "sociedades de riesgo".
Autor:
Adarsha Néstor González